2.0 MARCO HISTORICO. 2.1 Reseña histórica de El Salvador Época pre- independentista

2.0 MARCO HISTORICO 2.1 Reseña histórica de El Salvador. 2.1.1. Época pre- independentista. Las primeras civilizaciones que se asentaron en esta reg

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2.0 MARCO HISTORICO 2.1 Reseña histórica de El Salvador.

2.1.1. Época pre- independentista.

Las primeras civilizaciones que se asentaron en esta región fueron: Lencas, Pocomanes y Chortís, grupos de indígenas procedentes de los Mayas, que conformaron lo que se denominó como “viejo imperio”. Es importante resaltar que, la civilización Maya, ocupó la mayor parte de la región Salvadoreña. Otra importante civilización que habitó El Salvador fue la de los Pipiles, su llegada se ubica entre los años 900 y 1000 aproximadamente y en la primera parte del período preclásico temprano. Los Pipiles eran descendientes de los grupos emigrantes de habla Náhuat.

Durante la colonización española, en los inicios del año 1522, Andrés Niño llegó al golfo de Conchagua, al cual denominó “Golfo de Fonseca”. Años después, el 08 de Junio de 1524, se realizó la primera expedición y la primera batalla en El Salvador.3

En el año de 1525, Alvarado llevó a cabo la conquista definitiva del territorio de Cuscatlán. En Abril de este mismo año, fue fundada la villa de San Salvador, en un lugar cercano a Cuscatlán.

En 1528 fue reconstruida la villa de San Salvador por Diego de Alvarado, en el valle de las Bermudas (muy cerca de la actual ciudad de Suchitoto). En el año de 1530 esta villa se trasladó a otra ubicación, y en 1538 vuelve nuevamente a

3

Ed. Océano, Enciclopedia El Salvador, tomo1,. Editorial Océano, Pág.202.

6

las Bermudas. El traslado de dicha villa a su sitio actual se considera que fue entre 1538 y 1575, ya que no se encuentra un dato exacto de este acontecimiento. Poco tiempo después fue destruida por una serie de terremotos.

De 1524 a 1542, la región Salvadoreña formó parte de la “Gobernación de Guatemala”, que poco tiempo después pasó a ser “Capitanía General o Reino de Guatemala”.

Por otro lado se estudiaba el tipo de cultura que era conveniente que los indígenas obtuvieran; por tanto, “la colonia impuso la unidad de lenguaje en América al introducir el Español”4. Este hecho fue muy importante para El Salvador, ya que existían muchos pueblos con diferentes lenguas, lo cual cambiaba todo para bien de los Españoles, al tener una sola lengua el español podía entender lo que los indios decían.

Otro acontecimiento muy importante se produjo en 1641: se construyó la primera imprenta en Centro América, por el Fraile Seráfico Juan de Dios del Cid. En esta imprenta se imprimió el primer libro publicado en Centro América: “El puntero apuntado con apuntes breves”, que trata sobre el procesamiento del añil.

Después de muchos años, se fundaron en El Salvador, las primeras escuelas de letras, aproximadamente de 1778 en adelante. Según el Dr. Manuel Vidal “los que enseñaban eran los sacristanes de las iglesias y algunos curas”5. Ya la educación secundaria y universitaria era impartida en centros educativos que estaban ubicados en Guatemala.

4 5

Ed. Océano, Ob. cit., pág. 32. Ibíd., pág. 33.

7

Mientras los terratenientes explotaban a los indígenas en estas tierras y proporcionaban los impuestos correspondientes a la corona española, surgían otros hechos que marcan un paso importante en el paso de colonias a repúblicas independientes de España, como lo son, las reformas borbónicas, la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica en 1776, la Revolución Francesa en 1789 con su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la revolución industrial y la crisis política que sufrió España al ser invadida por el emperador Napoleón Bonaparte en 1808.

Causas externas que llevaron a los próceres de Centroamérica a ingerir por una independencia para sus beneficios por sus necesidades económicas; eran terratenientes ligados a la industria del añil.

Los próceres de la patria, buscaron la independencia a través de dos intentos: una en 1811 y la otra en 1814, logrando definitivamente la independencia de España hasta 1821. Por situaciones políticas quedaron anexados a México, quien años antes obtuvo la independencia.

El proceso de independencia tuvo, en el pueblo salvadoreño, bases bastante firmes y claras, ya que el primer proceso de independencia fue iniciado por las grandes masas populares, en donde demandaban: “una independencia absoluta de España, un gobierno republicano, acceso a tierras, entre otras peticiones”,6 según Humberto Velásquez. En este mismo año (1821), la población más afectada por la federación fue el pueblo de Santiago Nonualco, centro básico del cultivo y la fabricación del añil. A diferencias de los múltiples levantamientos como el de Izalco y el motín en San Miguel, el levantamiento de Aquino es meritorio por que enlazó a que las masas campesinas comuneras, de pequeños propietarios y jornaleros semi-libres exigieran sus tierras sobre las cuales tenían derecho y se unieran a la lucha por el poder. 6

Ibid pág. 37.

8

A su difícil condición de vida se sumaron los reclutamientos propiciados por los ladinos que reclutaban por la fuerza a los jóvenes indígenas. Los cuales eran ordenados por el gobierno de Mariano Prado ( jefe del estado impuesto por Francisco Morazán ), los pueblos de San Juan Nonualco y Santiago Nonualco fueron los más afectados, pues habían perdido muchos hombres de las tribus. Aquino consideraba que sin la derrota del gobierno opresor, no podía realizarse la liberación del pueblo explotado y oprimido por dicho gobierno.

En este escenario surgió la figura de Anastasio Aquino quien en el año de 1833 produjo un levantamiento como jefe de las tribus Nonualcas de El Salvador. Fue el primer acto de insurrección de los jornaleros a quienes les habían sido quitadas sus tierras; Anastasio Aquino les propuso un levantamiento en masa para vengarse y desobedecer al gobierno de San Salvador.

Los pueblos de Santiago y San Juan Nonualco, Analco y parte de la Villa de Zacatecoluca respondieron al llamado a la rebelión. El 15 de febrero de 1833 Aquino tomó la ciudad de San Vicente y se proclamó rey de los Nonualcos en la iglesia de la ciudad.

Tras una serie de enfrentamientos, de los que los rebeldes salieron victoriosos, las autoridades lograron sofocar la rebelión. Para atrapar a Anastasio Aquino, se reunieron en consejo para ponerle una trampa y así pudieron darle caza en Tacuazín a mediados de abril y en julio de 1833 fue ejecutado, pero, “ el invicto jefe de los Nonualcos ha pasado a la historia como modelo de guerrero y comandante de la insurrección”.7

En 1823 termina la anexión a México e inicia la lucha por la creación de una república federal centroamericana. Inicia como presidente de la Federación Manuel José Arce, elegido en 1825, quien como Francisco Morazán, fracasaron 7

La balada de Anastasio Aquino ( Matilde Elena López ) editorial universitaria, 1996, Pág. 25

9

en la consolidación de la República Federal, debido a los conflictos de los criollos de las distintas provincias y “nunca aceptaron estar sujetos a la hegemonía y los intereses económicos y políticos de los guatemaltecos”.8

Centroamérica quiebra con el sueño de ser República Federal y en 1841, El Salvador se perfila como una República Soberana e independiente.

2.1.2 El Salvador en el siglo XX.

En las dos primeras décadas del siglo XX, surgió una sociedad dual de agudos contrastes socioeconómicos. Por una parte, los sectores sociales mayoritarios, formados por campesinos indígenas, mestizos y criollos, que se incorporaban a la cosecha del café en las temporadas, obreros y empleados públicos. Por otro lado, las familias terratenientes que tenían vinculación directa con la producción y exportación del café.

Llegó al poder el finquero Pedro José Escalón (1903--1907), quien inició la democracia institucionalizada por la constitución de 1886, -una democracia cafetalera- que comenzó a funcionar en la década de 1900.

Entre 1907 y 1931 se continuo la regla de elegir presidentes civiles, con la excepción del general Fernando Figueroa (1907—1911), pero en 1913 se llega al poder lo que los historiadores llaman la dinastía de los Meléndez Quiñónez, sucediéndose entre familiares, originándose un monopolio político y oligárquico.

En el período del gobierno de Pío Romero, surgió un medio de comunicación llamado 8

“Prensa”,

que

plasmaba

ampliamente

ideas

nacionalistas

y

Ed. Océano, Enciclopedia El Salvador, tomo2,. Editorial Océano, Pág. 250.

10

democráticas (estas atacaban a las compañías

extranjeras y a Estados

Unidos), ideas que estaban a favor de las clases populares, es decir favorables a la tolerancia y el pluralismo.

En la década de 1930 se perfilaron dos corrientes en el movimiento de los trabajadores: la ”reformista” y la “revolucionaria”.

Los reformistas formularon “sus planteamientos en los órganos Los obreros Unidos, dirigidos por Masferrer, Ejida, El mundo obrero y El Forjador, mientras que la línea revolucionaria se expresó en Opinión estudiantil, La estrella roja animado por grupos marxistas de la Universidad de El Salvador (UES) y del grupo Revolución Universitaria- y El machete, de la Regional”.9

El 1 de marzo de 1931, tomó oficialmente la presidencia Arturo Araujo. Y en este contexto ambas tendencias se hicieron presentes. El descontento social y el desacuerdo con los grupos de poder económico extremo, dio lugar a lo que se conoce como “la rebelión de 1932.

Tras el derrocamiento de Araujo, tomando el poder el general Maximiliano Hernández Martínez, “arremetió duramente contra la corriente sindical que, vinculada al Partido Comunista, lo que dió soporte al levantamiento de campesinos de 1932”.10 Dicho levantamiento se produjo el 22 de Enero de 1932 en la zona occidental del país, “a medianoche, miles de campesinos pobremente armados lograron la captura de poblados como Nahuizalco, Juayua, Tacuba e Izalco”11.

9

Ed. Océano, Enciclopedia El Salvador, tomo2,. Editorial Océano, Pág. 277

10 11

Ibíd., pág. 277 Ibíd., pág. 279.

11

Durante el Gobierno del General Martínez, que lo hizo con mano fuerte fuera de toda corrupción, siempre hubo arbitrariedades en el manejo del estado, llegándose a conformar un Gobierno de dictadura, suceso que dio origen a la llamada “huelga de brazos caídos”; generadas por grupos estudiantiles, que paralizó totalmente la vida nacional. El 7 de mayo de 1944, finalizó el Gobierno de Maximiliano Hernández Martínez.

Después de varios años, ante la movilización de los sindicatos, estudiantes y diversos sectores de clase media, el gobierno del coronel Lemus siguió endureciendo las leyes y por la fuerza disolvió las concentraciones populares.

En este marco emergió el “Frente Nacional de Orientación Cívica”, formado por partidos políticos de centro y de izquierda, asociaciones estudiantiles y sindicatos, los cuales ejecutaron el golpe de estado de 1960.

Desde 1948 hasta 1979, los militares “fueron incapaces de comprender que las necesidades políticas, sociales y económicos del país no se agotaban con las reformas estructurales, sino que requerían también de una apertura política que sólo podía hacerse efectiva con el apoyo del estamento militar.” 12

Durante la década de los 60 se dieron muestra de un notable crecimiento económico. Este fue como resultado a la participación de la producción industrial manufacturera en el intercambio comercial de la región.

El auge del mercado común Centroamericano propició la inversión extranjera, el grado que la industrialización a escala regional era bastante semejante, teniendo El Salvador una proporción un poco más elevada que la de los demás países de Centro América.

12

Ibíd., pág. 295.

12

“Los cambios más importantes en las estructura productiva del sector manufacturero salvadoreño y regional, se tradujeron en la inserción de establecimientos industriales más modernos y dinámicos.”13

En El Salvador el esquema económico había aumentado, las industrias extranjeras generaron un incremento notable y favorable en el comercio interregional.

Desde que tuvo participación en el directorio de la “Comisión Económica para América Latina” (CEPAL) en 1961, el presidente de El Salvador, Julio Adalberto Rivera, trató de promover la modernización socioeconómica y se mantenía en conversación con el presidente hondureño, Oswaldo López, con el fin de regular la migración salvadoreña a Honduras.

La guerra que frustró estos esfuerzos fue denominada “guerra de las cien horas” o “guerra del fútbol” de la cual se originó la discordia que aumentó progresivamente entre El Salvador y Honduras.

El 21 de Diciembre de 1965 se dio lugar a que ambos países se suscribieran al tratado de San Miguel, claro que las tensiones entre ambos países continuaron sin que se pudieran arreglar pacíficamente. En 1967 asume la presidencia el general Fidel Sánchez Hernández. A mediados de 1969 comenzaron a llegar al país numerosos salvadoreños que habían huido de Honduras, luego de haber perdido sus propiedades y después que las industrias de salvadoreños habían sido asaltadas.

Los salvadoreños que vivían en Honduras, fueron desalojados violentamente de sus tierras y sufrían atentados, en los cuales, algunos perdieron la vida, y las

13

Ibíd., pág. 297.

13

autoridades o la policía no intervenían. Estos conflictos continuaban día tras día y así sucesivamente iban llegando a El Salvador más compatriotas.

El presidente salvadoreño demandó, que se adoptaran medidas necesarias para proteger los derechos de los compatriotas en territorio hondureño, al igual, el presidente de Honduras, demandó del mismo modo sobre los hondureños que estaban en territorio salvadoreño.

Una vez perdidas las esperanzas y agotados los recursos para solucionar los conflictos pacíficamente con el gobierno de Honduras, el presidente general Fidel Sánchez Hernández ordenó un ataque militar el 15 de Julio.

A fines del mes de Julio, la Organización de Estados Americanos (OEA) intervino en el conflicto, los días 27, 28 y 29 de ese mes se reunieron en Washington, los cancilleres de los países miembros para adoptar medidas y conseguir el cese de las persecuciones de salvadoreños en Honduras.

En la década de los 70´s, en El Salvador se generó una situación de conflicto tanto social como político.

Esto, se enlazaba directamente con el empeoramiento de vida de la clase popular, campesina, trabajador de mercados y personas de zonas marginales. Y además por la imposición de militares que llegaron al poder gracias a fraudes electorales de los años de 1972 y 1977. En estos hechos políticos tuvo un papel muy importante la Unión Nacional Opositora (UNO) esta organización expresaba “las demandas de democratización y resistencia al militarismo de la sociedad salvadoreña”.14

14

Idem.

14

En el año de 1972 la Unión Nacional Opositora (UNO), llevó como candidato al ingeniero José Napoleón Duarte, en las presidenciales de ese año, mientras tanto el Partido de Conciliación Nacional llevó al Coronel Arturo Armando Molina, en dicha elección la Asamblea Legislativa declaró como vencedor al candidato del PCN coronel Arturo Armando Molina.

Esta decisión fue tomada por la Asamblea ya que ninguno de los candidatos había tenido mayoría de votos, dicha decisión originó el rechazo popular que se convirtió en un alzamiento armado el 25 de marzo del mismo año.

La actuación decisiva de los militares leales al ejército logró que fracasara el alzamiento, e impulso al éxito del ingeniero Duarte.

En el año de 1977 se realizaron nuevas elecciones, con los candidatos: por la Unión Nacional Opositora (UNO) el Coronel retirado Ernesto Claramont y por el PCN el General Carlos Humberto Romero, y quedó en el poder el candidato del PCN gracias a un nuevo fraude electoral. Esto originó nuevas protestas populares.

Los dirigentes de la UNO y sus seguidores, integrados por personas de diversos estratos sociales, se tomaron la Plaza Libertad; pero en la madrugada el 28 de febrero de 1977, los cuerpos de seguridad desalojaron la Plaza a “fuerza de gases lacrimógenos y ráfagas de ametralladoras”.15

15

Ibíd., pág. 301.

15

2.1.3 Gestación de la guerra civil.

El gobierno del General Carlos Humberto Romero fue incapaz de controlar las organizaciones populares. El 15 de octubre de 1979, un grupo de militares progresistas dio un golpe de Estado con pretensiones reformistas. Los grupos militares trataron de detener a los grupos populares, estos grupos se enfrentaban a las represiones que era cada vez más brutales.

Tras el golpe de estado se formó la Junta Revolucionaria de Gobierno, pero ésta no pudo controlar la crisis política a la que se enfrentaba el país. En 1980, José Napoleón Duarte se incorporó a esta junta, propiciando reformas económicas sociales en el agro, la banca nacional y de comercio exterior; pero siempre con una fuerte dosis de violencia estatal, a raíz de esto, los líderes de las

organizaciones

izquierdistas

decidieron

llamar

a

la

insurrección

revolucionaria.

En Mayo de 1980 se creó la Dirección Revolucionaria Unificada Político Militar (DRU-PM) que era la que organizaba a los diferentes grupos guerrilleros.

En Octubre de 1980 el (DRU) se convirtió en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

La Policía Nacional (PN), la Guardia Nacional (GN) y la Policía de Hacienda (PH)

se

encontraban

asociadas

con

un

grupo

paramilitar

llamados

“Escuadrones de la Muerte”, e inicia una campaña de represión contra personas que se encontraban relacionadas con los grupos populares izquierdistas.

El mayor golpe que resonó en la conciencia colectiva fue “la muerte del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado el 24 de marzo de 1980, mientras oficiaba una misa en la capilla del Hospital Divina 16

Providencia”.16 Monseñor Romero había sido un crítico de las injusticias sociales a las que se veían expuestos los pueblos organizados. Tras la muerte de Monseñor Romero, ocurrieron varios asesinatos más, en noviembre fueron secuestrados los dirigentes del Frente Democrático Revolucionario (FDR) quienes fueron encontrados asesinados, al igual que estudiantes, religiosos, integrantes de las organizaciones populares y campesinos, tales hechos daban mayor energía a las ideas de la insurrección armada que era inevitable.

2.1.4 Guerra civil (1980-1992)

A finales de 1980, los grupos izquierdistas se preparaban para iniciar la ofensiva final o general el 10 de enero de 1981, su ideología era provocar un levantamiento popular que logrará derrocar a la Junta Revolucionaria de Gobierno (JRG), pero ésta resistió y lanzó una contraofensiva que obligó al FMLN a internarse en las zonas montañosas del país. Fue así como se inició la guerra civil.

En este periodo, José Napoleón Duarte, luego de pertenecer a la Junta Revolucionaria de Gobierno, se postuló como presidente constitucional de la república, en los años de 1984-1989. En éste período se dio la estrategia de “la guerra de baja intensidad (GBI) patrocinada por los Estados Unidos”,17 este proporcionó refuerzos al ejército salvadoreño y se multiplicaron los batallones de infantería, para enfrentar las fuerzas del FMLN utilizando sus mismas modalidades y técnicas de guerra y se ejecutaban medidas de acción cívica en lugares de presencia guerrillera.

16 17

Ibíd., pág. 307. Ibíd., pág. 308.

17

En las elecciones de marzo de 1989, llegó a la presidencia el Licenciado Alfredo Cristiani, candidato por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). A él se le legaron las buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, un ejército bien entrenado y grandes sumas de dinero por parte de los jerarcas, esperando disponibilidad de combatir a los que se consideraban comunistas, socialistas o revolucionarios.

El FMLN, mientras tanto, había desplegado todas las potencias con que contaba: las organizaciones sobrevivientes de las represiones de la década anterior. A estas, se unieron organizaciones campesinas, que además de formar el ejército guerrillero fueron la base social fundamental.

“ARENA dejó atrás

sus pasadas vinculaciones a los escuadrones de la

muerte… y encaró…la evidente necesidad de negociar el fin de la guerra con el FMLN.”18

Pero la ofensiva de 1989 puso de manifiesto que el triunfo definitivo de cualquiera de los bandos no estaba tan cerca, al contrario provocaban grandes pérdidas económicas.

El 16 de noviembre, con la muerte de los jesuitas y de sus colaboradores se creó una presión enorme entre la guerrilla y las fuerzas armadas del gobierno.

“Los doce años de guerra civil, los triunfos, las derrotas, los asesinatos, las persecuciones, el temor y la inseguridad contribuyeron de forma decisiva a moderar la postura mas extrema y aceptar que si no se podía exterminar al enemigo había que intentar convivir con él”19

18 19

Ibíd. Págs. 309-310. Ibíd., pág. 312.

18

2.1.5 Los acuerdos de paz.

A finales de 1991, el FMLN y el Gobierno Salvadoreño representado por Alfredo Cristiani, ultimaban detalles para firmar los documentos que finalizarían la guerra civil y sentarían bases para nuevas reformas políticas y económicas con vista a superar los desequilibrios que iniciaron el conflicto.

El 16 de Enero de 1992 se firmaron los acuerdos de paz en Chapultepec, esto era el inicio a una nueva fase del proceso de transición a la democracia iniciada en la década de 1980.

Desde entonces todos los hechos debían estar valorados por el contexto de los acuerdos de paz, el cumplimiento de ello le competía además de los agentes firmantes, al conjunto de la sociedad.

Firmados los acuerdos de paz, se inicia el cumplimiento de los mismos con la creación de nuevas instituciones de gobierno como La Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), La Policía Nacional Civil (PNC), el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) y la Procuraduría para la Defensa de los derechos Humanos (PDDH).

Continua con la desmovilización de la guerrilla y la destrucción de las armas de guerra usadas en la guerra civil; la desmovilización de los Batallones de Infantería de Reacción Inmediata (BIRI) de Ia Fuerza Armada; la sustitución de la Policía Nacional (PN), la Policía de Hacienda (PH) y la Policía de Aduanas por la Policía Nacional Civil, preparada por la ANSP.

La libertad de prensa comienza a hacerse notar, como la participación de la exguerrilla convertida en un partido político denominado Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en elecciones populares por primera

19

vez

en

1994,

para

Concejos

Municipales,

Diputados,

Presidente

y

Vicepresidente de la república.

Asimismo, el desempleo, la desmovilización de excombatientes del ejército y de la guerrilla, la fácil obtención de armas que quedaron en manos de excombatientes y la venta prolífera, la desintegración familiar debido a la migración masiva de personas hacia otros países en busca de mejor futuro, fueron factores que desataron la delincuencia y las asociaciones juveniles denominadas MARAS, que azotaron la sociedad salvadoreña en los años de post-guerra.

2.2 Orígenes del teatro.

2.2.1 Teatro griego.

Tomando en cuenta muchos elementos históricos, principalmente griegos, como las formas de teatro más antiguas conocidas en el mundo occidental, se encuentran hipótesis que llevan a un mismo origen. Una de las más aceptadas es que el teatro se originó de las danzas

realizadas por brujos, magos o

sacerdotes de las tribus con el fin de ahuyentar los malos espíritus mediante conjuros pantomímicos, o para atraerse el favor de sus dioses. Dentro de los dioses a los cuales servían culto se encontraba Dionisios o Dioniso (entre los romanos el dios Baco), que era considerado como el dios de las uvas, el vino, la vendimia y la embriaguez.

Los ritos evolucionaron, hasta que en Grecia la tragedia logró un desarrollo pleno en el siglo V a. de C. donde los oficiantes al dios, llamados “bacantes”, se reunían alrededor de un chivo como sacrificio para el dios, lo cual era repetido varias veces al año. 20

Debido al entusiasmo que mostraban los participantes en estas fiestas se deriva al Ditirambo, una composición poética desenfrenada, desarrollada en las fiestas al dios Dionisio, que luego sería un “canto coral a veces largo, donde alternaban distintos grupos de cantores”20, que danzaban y cantaban sus coros en medio de la gente del pueblo y demás participantes.

Algunos estudiosos suponen que el ditirambo eran coros relacionados con la historia de cómo esa deidad vino al mundo por medio de Zeus su padre y de una mujer mortal, “que enseñó a los hombres a cultivar la vid, así como otros frutos y productos comestibles”21. Algunos danzantes se disfrazan con pieles de macho cabrío “tragos” en griego y del cual se “derivará el término tragedia, por su parte la comedia, derivará del término “comos” que sería otro tipo de gritos lanzados por los danzantes un tanto subidos de tono”22

En las mismas fiestas en honor a Dionisio, donde el acto coral alternado por varios cantores se produjo las estrofas y antiestrofas. Como consecuencia de ello fueron las recitaciones, lo que dio la oportunidad de introducir un personaje, luego dos y tres según los autores de obras.

Tespis es considerado hasta nuestro tiempo como el primer hombre de teatro, quien introdujo diálogos en las fiestas y era necesario un segundo personaje, con el cual representarían escenas de la vida del dios y finalmente de los hombres, en las fiestas que ya se llamaban Grandes Dionisíacas, donde habían representaciones teatrales,

especialmente

tragedias

y

tiempo

después

introdujeron comedias y dramas de tipo satíricos.

Luego surge la figura de Esquilo, el primero de los tres grandes trágicos; quien lleva un tercer personaje a la escena. En sus obras aparecen solo tres 20

José Roberto Cea. Letras 1. Edit. Canoa Editores. San Salvador. 1991. Pág.29. Ídem. 22 Tragedia griega de Esquilo, Sófocles y Eurípides. Editorial Clásicos Roxsil, 1ª reimpresión 2003, pág. 9. 21

21

personajes juntos en escena. Mientras que algunas características del ditirambo se mantienen como lo es el coro y el altar en medio de la orquesta.

Grecia alcanza la época de oro en el teatro con autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides, quienes escribieron gran cantidad de obras teatrales.

2.2.2 El teatro medieval.

Cuando sucede la caída del imperio Romano, el teatro también había caído. Sus funciones desataron entretenimientos obscenos y vulgares, lo que fue abolido por la iglesia cristiana al llegar al poder, pues el imperio romano cayó, pero no la iglesia, que se propagó por toda Europa.

Una forma de representación fue la vida de los santos, que se describían en obras llamadas milagros, de las cuales aparecieron centenares, algunos se aproximaban ya a dramas mundanos.

Otras formas de dramas fueron las moralidades y la farsa que quizá nunca desapareció,

o hayan aparecido con las moralidades o de los cómicos

ambulantes con el propósito de entretener de una forma secular.

Estas farsas aparecen en las postrimerías de la Edad Media, donde ya el renacimiento da sus primeros pasos, o quizá con la farsa hace su entrada a la era moderna, pues ya en España se vislumbraba una nueva etapa con la aparición de la Tragicomedia de Calixto y Melibea de Fernando de Rojas en el año de 1499 .

22

2.2.3 Teatro renacentista.

En los países europeos del occidente se seguían desarrollando dramas de carácter bíblicos, los personajes son representados por laicos y no precisamente por el clero, esto dio paso a otro tipo de manifestaciones dramáticas, en las cuales el hombre empezó a interesarse por el hombre mismo como los griegos lo habían hecho hace más de dos mil años, cuando se iniciaron las representaciones del teatro griego del siglo V a. de C.

En Italia no floreció tanto el teatro como en otros países de Europa, pues la mayoría de obras eran del teatro griego y romano que se conservaban, lo que ocupa un lugar importante en la historia del teatro. El nacimiento de la ópera y el drama pastoral son parte del renacimiento italiano.

La comedia era una clase de obra que giraba alrededor del actor quien improvisaba algunos de los entretenimientos más divertidos, a lo que se denominó teatro popular o teatro de la gente. Otra manifestación teatral es el drama pastoril en el siglo XVI de contenido idílico y sentimental con sinceridad y belleza nostálgica.

2.2.4 El teatro de las colonias españolas americanas.

En la historia precolombina, en El Salvador, no se encuentran registros de actividad teatral. Solamente bailes-drama o danza-teatro indígena, de las que sobreviven algunas como “Los emplumados”, que se baila en cacaotera, región oriental del país y la de “El Venado”23. En Guatemala apareció el texto de El Rabinal Achí o el Güegüense o Macho Ratón en Nicaragua.

23

Velis, Carlos. Artes Escénicas Salvadoreñas. Edit. Clásicos Roxil. Primera Edición. Pág. 23.

23

Durante la época colonial se desarrollan piezas teatrales de carácter religioso, pues era una época en que las leyes dictadas en Guatemala vedaron, desde el siglo XV, la literatura de imaginación o invención en general, la novela y el teatro profano, y permitieron solo el cultivo de las Letras Sagradas-incluso el teatro religioso, la didáctica, la poesía y la historia.

Durante el periodo colonial junto a la influencia de la dinámica teatral guatemalteca, surgen los movimientos independentistas que con motivo de aniquilar al intendente de San Salvador llevan a escena una obra titulada “Más vale tarde que nunca “, presentada el 16 de enero de 1814 en casa del intendente, sin lograr el objetivo que era que las personas conocieran el nuevo movimiento de expresión que surgía, pero, la obra tuvo un efecto de poca trascendencia.

2.2.5 El teatro en El Salvador.

La puesta en escena de la obra de teatro “Más vale tarde que nunca” es parte de la primera representación de una obra de contenido nacional en nuestro país y como un preámbulo para la siguiente época, que va desde la independencia hasta 1950.

En 1827 fue impresa otra pieza de teatro titulada “Noches fúnebres” de Coaijnicuilapa, que registra la derrota de Manuel José Arce en un lugar conocido como Milingo, cerca de San Salvador.

Otra obra teatral es la que se llama “La tragedia de Morazán” o “Morazánida” escrita por Francisco Díaz, un soldado que intervino en las batallas junto con Francisco Morazán en 1842.

24

Estas son las primeras obras con contenidos semejantes, en una época en donde el romanticismo como corriente literaria está desapareciendo en Europa y llegando a nuestra región: Don Francisco Esteban Galindo escribió “Las dos flores”, en el año de 1870, con la influencia del género literario mencionado y representada como las anteriores por los grupos de teatro que visitaban nuestro país. Al igual, don Luciano Hernández escribió “Las candidaturas” y la representó en Nicaragua en 1874. Esta era una comedia jocosa en la que figuraban personajes del partido conservador en una etapa de agitación política, lo que le acarreó la expulsión de ese país por parte del gobierno.

Luego aparece Francisco Antonio Gavidia (1863-1955), en 1887 y su teatro con temas sobre la historia indígena prehispánica: “La princesa Citalá”, “La princesa Cabek”, y “Héspero” y otras como “Ursino”, “Lucía Lasso” o “Los piratas y Júpiter” , “Ramona”, “La torre de Marfil” y “Amor e interés”, estas últimas tratan temas sobre la colonia, luchas de la independencia y la lucha política por una verdadera democracia, según José Roberto Cea.

Gavidia es considerado dramaturgo, además de ser cultivador de otros géneros literarios como la poesía, el cuento y el ensayo. Su formación autodidacta lo llevó a ser filólogo, historiador y políglota. Para algunos autores, dio vida al teatro en El Salvador; su creación dramática fue amplia, con temas profundos, estudió la cultura nahoa, tolteca y maya, amante de su tierra, un centroamericano conocedor de la dialéctica, que son materia prima para su creación literaria.

En 1867 se anuncia el avance de la construcción

de un teatro que fue

denominado “La Unión” ya que no existía un lugar adecuado para las representaciones teatrales. La compañía Luque hizo sus presentaciones de autores extranjeros; así también la compañía Blen, dirigida por el señor Saturnino Blen, de nacionalidad española como don Mariano Luque. Fue puesto

25

en escena, tanto teatro extranjero como el drama “Los misterios de un hogar” de Francisco Gavidia, en colaboración con Román Mayorga Rivas.

El señor Luque influyó en la construcción del teatro nacional, en el que representaron obras de autores nacionales como la de “Ursino” de Francisco Gavidia, estrenada en abril de 1887, por la compañía Luque.

“Júpiter”, se publicó en 1889 y presentada en 1896 por la Compañía Baytens en el Antiguo Teatro Nacional.

Una de las innovaciones que Gavidia demostró en su obra “Júpiter” es una nueva visión estética, en donde al contrario de otras obras teatrales “solamente en esta obra triunfan los personajes contra la adversidad”24 que más tarde otros autores lo llamaron Hacia un teatro dialéctico.

José Emilio Aragón, quien escribió obras tales como “La propia vida”, “La muñeca rota” y “Los contrabandistas”, con influencias del italiano Luigi Pirandello, que fueron presentadas en 1908.

José Llerena escribió muchas piezas representadas tanto por compañías que visitaban el país como nacionales. Algunas de sus obras son “El corazón de los hombres”, “Los tatuados”, “El derecho de los otros”, “La miseria alegre”, “Nuestra sombra”, “El sabor de la vida”, “Negación de la naturaleza”, “Los vínculos”, “El hambre”, “La esclavitud de los libres” y su mejor logro titulado “La raza

nueva”,

donde

satiriza

los

convencionalismos

burgueses;

todas

aparecieron en la segunda década del siglo XX.

24

José Roberto Cea, Teatro en y de una comarca centroamericana, 1ª edición, San Salvador, Canoa Editores, 1993 pág. 67-68

26

Entrado el siglo XX, autores nacionales como Alberto Rivas Bonilla escribe “Alma de mujer”, ”Los millones de cucú”, “ Una chica moderna”, y “Celia en vacaciones”; José Maria Peralta Lagos escribe dos piezas teatrales tituladas “Estremés de las coyotas”, y “Candidato”; Ernesto Arrieta Yúdice es escritor del presente siglo, muy activo en este período algunas de sus obras fueron escenificadas como “El padre Eusebio o Las píldoras del Doctor Naranja”, “ Si yo soy muy bruto”, entre otras; Raúl Contreras escribe “La princesa está triste”, “Cagliostro”, “Los sesos de la mujer”, “Las aventuras del Padre O’conor; escriben teatro y su producción la mayoría inédita. Muchas fueron presentadas por la Escuela de Prácticas Escénicas, dirigida por don Gerardo Nieva, un actor español que llegó al El Salvador con la Compañía Adams. Fue contratado por don Pío Romero Bosque, presidente de la República, para fundar la primera escuela de actuación a nivel profesional en 1929.

2.2.6 Segunda mitad del siglo XX.

Esta etapa se inicia en enero de 1951, al fundar la Dirección General de Bellas Artes. La escuela de teatro es dirigida por el argentino Darío Cossier, actor y autor nacionalizado salvadoreño, deja la dirección de la escuela en 1952, presentando únicamente “El sueño de la niña pobre” y “El escaparate encantado”. Se va a dirigir el teatro obrero del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

De la dirección de la escuela se hace cargo el director español Edmundo Barbero, quien la divide en dos departamentos: “la Escuela de Artes Escénicas y el Elenco Estable. En la primera se daba una intensa formación actoral mientras que en el segundo se montaban producciones teatrales.25” 25

Carlos Velis, Las artes escénicas salvadoreñas, 1ª Edición, Santa Tecla, El Salvador, Clásicos Roxsil, 2002, pág. 63

27

Algunos actores que formaban el Elenco Estable eran: Nena de Guzmán, Jorge Alberto Jiménez, Manuel Mendoza, Santiago Duarte, Julia Herodier, María de los Ángeles Castillo, María V. Echeverría, Gilda Lewin, Lorenzo Cruz, Conchita Domínguez, Leonor Henríquez, Miguel Ángel Ortega, muchos se destacaron en el trabajo teatral como actores, directores y maestros.

Edmundo Barbero sistematizó la carrera teatral que constaba de cuatro años; con la presentación de sus logros en el Elenco Estable, lo que hacía evidente su experiencia, pues desde su temprana juventud se involucró en su tierra natal España, donde cultivó amistades con don Federico García Lorca, Rafael Alberti y otros.

Durante su dirección en la escuela desarrolla una intensa actividad con apoyo total del Ministerio de Cultura. Fue destituido en 1956 por don Serafín Quiteño, el director de Bellas Artes por aparentes rencillas personales, según Carlos Velis. Roberto Cea cita, que Barbero no pudo seguir su labor por un incidente político en que se vio involucrado, el cual le obligó a dejar el cargo. Además no le renovaron el permiso en migración para su estadía en el país, lo que no le permitió crear el teatro universitario según la propuesta del Dr. Romeo Fortín Magaña, rector de la Universidad de El Salvador y el Dr. Rodríguez Ruiz, decano de la Facultad de Humanidades. Barbero tuvo que salir del país y al solicitar entrada nuevamente le fue rechazada en varias ocasiones.

La dirección de Bellas artes, en 1954 pasa bajo la dirección del mejicano Fernando Torres Laphan y en el 58 es invitado el Elenco Estable a participar en el primer festival panamericano de teatro en México y que produce diversas presentaciones teatrales.

“El presidente Oscar Osorio intento impulsar el teatro durante su administración y ordenó la construcción de salas teatrales modernas dotadas con amplios

28

escenarios, áreas de camerinos debidamente equipados, baños para los actores, parrillas de tramoya, telones e instalaciones eléctricas adecuadas”26. Los teatros que se construyeron fueron: en San Salvador, el Teatro Iberia y el América; en Sonsonate, el Arce; en San Miguel el Gavidia.

Todos fueron

administrados por el circuito de teatros nacionales; pero no fueron usados como teatros, porque no había actores ni grupos teatrales para mantener una programación en cada uno de esos teatros, por lo que fueron transformados en cines, ya era más fácil y lucrativo traer películas y negar la existencia de actores y grupos de teatro salvadoreño. Estos teatro habrían salido adelante, “trayendo compañías teatrales extranjeras y promoviendo festivales”27 pues los actores se encontraban formándose en la escuela de Bellas Artes de la Universidad de El Salvador.

En 1957, la universidad llama al francés André Moreau para dirigir el teatro universitario. Este organiza la Escuela de Teatro de la Facultad de Humanidades que durante tres años y medio trabajó enérgicamente. Trató de fundamentar una buena escuela de teatro con lo que sembró inquietudes y produjo muchos logros, pero apenas dejó los cimientos.

En esta época resultan escritores de teatro con marcada tendencia existencialista, como: Roberto Arturo Menéndez, quien estudio con Barbero y escribió obras como “La ira del cordero” (1958), “Los desplazados” (1958), “Nuevamente Edipo” (1966); Walter Béneke, escribió “El paraíso de los imprudentes” (1955), “Funeral Home” (1958); Waldo Chávez Velasco escribió las siguientes obras: “Corrupción y otras hierbas” (1967), “El zipitín”, “El sombrero de otoño”, “Fábrica de sueños” (1956), “Ruth de Moab”, “Sihuehuet”,

26

Jorge A. Jiménez, Apuntes sobre teatro en El Salvador, Anuario de Investigaciones 3, Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades, Universidad Dr. José Matías Delgado. El Salvador C. A., Edit. Delgado, 2004, pág. 133 27 Ibíd., Pág. 133

29

“La ventana” y “Ulises siembra un jardín”. Hubo otros que se mencionarán más adelante.

Barbero nuevamente regresa al país en 1961 a dirigir el teatro universitario después de Moreau, pero las autoridades de la universidad estaban en transición y el decano entrante de la Facultad de Humanidades Dr. Alejandro Dagoberto Marroquín suprime el departamento de teatro. “El Rector electo Dr. Fabio Castillo lo retiene con un manejo legal: traslada el departamento de teatro a Extensión Universitaria, salvándolo de la muerte, pero quedando fuera todo régimen curricular. “28 En esta etapa hay autores que se destacan como Álvaro Menéndez Leal, principalmente con su obra: Luz negra, la que se ha representado en El Salvador e internacionalmente. El Teatro Universitario, logra cien representaciones con esta obra, pero para ello, el autor promovió con diferentes empresas, les compraban los boletos, luego regalaban a sus empleados y la mayoría no asistía a las presentaciones, pues el promedio de los asistentes era entre 20 y 30 personas, no así en la universidad, en donde la Extensión Cultural

como su propia actividad, los estudiantes presentes no

pagaban boleto, por lo cual había unos cien espectadores.

Otras obras que se encuentran inéditas de Álvaro Menéndez Leal son: “El Cielo no es para el Reverendo” (1966), “Diez Preciosidades Mudas” y lo que él llama “Teatro Inútil” (El Circo y Otras Piezas Falsas).

Otros autores de teatro de este período son: José Napoleón Rodríguez Ruiz y Tirso Canales, coautores de “Los Ataúdes” (1962), fue estrenada en el Local del Teatro Universitario para inaugurar las actividades del Teatro Experimental “El Colibrí”.

28

Carlos Velis, Ob. cit., pág. 76

30

Rodríguez Ruiz junto a Roque Dalton, iniciaron “Los Helicópteros”, entre 1962 y 1963, que después sirvió de base para “Rambó”, obra que fue terminada con la colaboración de Miguel Ángel Parada. Otra obra de Rodríguez Ruiz es “Anastasio Rey” (1969), la cual fue presentada varias veces por el Teatro Universitario, desde que la estrenó en 1971 en San José Costa Rica, en el Segundo Festival Centroamericano de Teatro, con la dirección del Maestro Barbero, que más adelante la repuso el mismo Teatro Universitario con la Dirección de Mario Tenorio.

Ítalo López Vallecios, escribió “Las manos Vencidas, estrenada por el Teatro Universitario en 1966, “Burundi Sur”, publicada en 1968.

Roberto Armijo, publica “El Príncipe no Debe Morir” (1967), basada en el Popol Vuh; “Absalón” (1968); “Jugando a la gallina ciega” (1969).

Otro escritor de la época es José Roberto Cea, quien en 1967 publica “Las Escenas Cumbres”, escrita en 1965 y la estrenó el Teatro Universitario en 1968; “Tres Hombres en sus Caminos (1987), “Pierda el Miedo”, “Fuera del supermarket”, “En un Recodo de la Vida”, “Todavía entre Nieblas” (1988) y “Memoria en Carne Propia” (1990).

El departamento de teatro se vuelve un círculo de interés para estudiantes de diversas carreras y comienza la puesta en escena de diversas obras de teatro y por donde pasaron muchos actores como Julia Herodier (su esposa), Dora Cienfuegos, Isabel Dada, Gilda Lewin, Juan Ramón Montoya, Danilo Castro, Antonio Lemus Simún, José René Serrano, Armando Calderón, Norman Douglas, Gema Doris Chacón, Mario Tenorio y Carlos Velis, quien fungiera como apuntador y asistente de dirección de los años 69 al 71. Con estos actores se presentan una diversidad de obras tanto extranjeras como

31

nacionales, fue grande esta época que algunos hasta le llaman “Época de Oro” por el nuevo impulso que da Barbero al teatro en El Salvador.

Fernando Torres Laphan renuncia en 1959 en la dirección del Elenco Estable “y le suceden en poco tiempo varios directores: Alonso de los Ríos, Salvador Salazar Carrión, españoles; Franco Cerruti, italiano; Waldo Chávez Velasco, Adelina de Gumero y Margarita de Nieva, estas dos últimas llevan sus actividades teatrales al interior del país”

29

como Sonsonate, San Vicente,

Zacatecoluca, San Miguel, Chalatenango.

Walter Béneke llega al Ministerio de Cultura ya nominado como Ministro de Educación (1968). Cierra la Dirección de Bellas Artes y por supuesto sus departamentos que ya no tenían perspectiva creadora; Béneke con su reforma educativa de ese año crea, el sistema de bachilleratos diversificados con tres años de estudio de formación técnica, y es así que surge el Centro Nacional de Artes (CENAR), con los bachilleratos en artes, entre ellos el de teatro, que funcionó hasta 1980 y fue reactivado en 1989. El Bachillerato en Artes comienza a funcionar en las mismas instalaciones que el Instituto Nacional Francisco Menéndez, pero al siguiente año se pasa a otro local bajo la dirección de Roberto Salomón. Para 1971, llegan al país tres profesores españoles: Antonio Malonda, Yolanda Monreal y Jesús Sartre, con quienes “se le da forma definitiva a la Escuela, con el objetivo de formar HOMBRES DE TEATRO”30. Esos años fueron de gran actividad en el CENAR, montando obras como la de “Júpiter” de Gavidia; ”El retablillo de don Cristóbal“, de Lorca, “El arte del silencio” (pantomimas de la escuela de Marceau) y otras muchas. Realizaron giras por todo el país que resultaron fructíferas pero agotadoras.

29 30

José Roberto Cea, Ob .cit, pág. 117 Carlos Velis. Ob.cit., pág. 83

32

Para 1976, el Bachillerato en Artes pierde su local y lo incorporan al Centro Nacional de Artes, organismo que sustituyó a Bellas Artes, la conducción del Bachillerato en Artes pasa a manos de directores de poca duración y escogidos de entre los egresados de la misma, por lo cual llega en sus peores momentos y declinan los planes de la educación artística, mientras que los fondos fueron recortados al Bachillerato en Artes. Así y otras dinámicas como la de pasar la dirección de tales organismos a personas herederos de fortunas ajenas y desconocedoras del objetivo inicial, caen en un funcionamiento irregular desde 1978, cerrando sus funciones en 1982.

Béneke impulsó también, los festivales estudiantiles que se convirtieron en verdaderos medios de expresión y organización para los jóvenes. Por esta fecha, se generan jornadas en contra de la guerra de Vietnam, promovidas por la Universidad, así como la lectura de libros que crean conciencia del resto del mundo, se ven películas y se oye música de nuevas corrientes, las luchas estudiantiles internacionales, influyen en el estudiante salvadoreño y les dan un nuevo enfoque al arte con acercamiento de la sociedad nace un sentido más humanístico de la vida.

También se realizaron cuatro festivales estudiantiles de teatro, en los años de 1969 a 1972, las más importante fue la de 1970 con la participación de 37 instituciones estudiantiles, cuyo objetivo era favorecer la participación de los jóvenes que luego ingresaran a estudiar arte como carrera profesional, fomentar la creatividad y la expresión en medio de un sistema autoritario a la cual no tenían derecho los jóvenes. De tales festivales salían estudiantes becados para estudiar en el Centro Nacional de Artes y otras becas eran ganadas por medio de exámenes que se les suministraba con tal fin.

Existió también el Teatro Estudio del Arte, dirigido por Eugenio Acosta Rodríguez; a finales de los sesentas, aparece el Teatro Obrero de inclinación

33

izquierdista del Instituto obrero “José Celestino Castro”, toma el mismo nombre del Teatro obrero del Ministerio de Trabajo, pero sus presentaciones de obras son de contenidos diferentes, dirigida por Miguel Ángel Ortega.

El Grupo Teatral “Escena Futura”, nace por esos mismos años, con montaje de obras de carácter vanguardista de autores extranjeros, la cual era dirigida por José Luis Valle.

En 1966, la Unión General de Autores y Artistas Salvadoreños (UGAASAL), organizó el Primer Festival Salvadoreño de Teatro, en donde participaron el Conjunto de Teatro Lírico Dramático Paco García, Teatro Experimental, el Elenco Estable de Bellas Artes, Teatro Estudio de Arte, Teatro UGAASAL y Teatro Universitario, quienes presentaron una veintena de obras, con el objetivo de lograr cierta presencia organizativa como de Bellas Artes, motivando actividades de producción.

Los escritores de la época de los setentas que de alguna manera han hecho actividad teatral, están: José maría Méndez, con sus obras: “Este Era un Rey”, “El sargento y el borracho” y “la ronda del adulterio”, publicados en 1977; Matilde Elena López, en 1977 publica en Guatemala “La Balada de Anastasio Aquino”, presentada en el Primer Festival Estudiantil de Teatro salvadoreño, por un grupo de teatro del Colegio Spencer, denominado Xilonem el 20 de noviembre de 1987.

Uno de los autores con significado por su insólito caso, es José David Calderón, que desde 1955, ha desarrollado actividades como dramaturgo, publicando “Oropel”, premiada en los Juegos Florales de Quetzaltenango, estrenada por el Elenco Estable de Bellas Artes en 1956; “Los extraviados” (1956) premiada en el mismo certamen; “El sol se puso a las dos” (1957), premiada en los Juegos Florales de San Salvador; “Judas” (1957), premiada en el Certamen de la

34

Sociedad de Beneficencia Española; “¿Quién Juzgará a los Jueces” (1958), también premiada; “Los muertos deben morir” (1983); “Uno más uno y sobra alguno” (1987) y “Las elecciones en breves lecciones” (1988). Además ha escrito y transmitió en diversas radios, varias radionovelas episódicas, y realizado varios largometrajes con actores nacionales y Ernesto Mérida que es guatemalteco. Hugo Lindo escribió “Una pieza francamente celestial” (1966) inédita. Mario Hernández Aguirre, escribió “Sólo el amor abre las puertas” y “Fin de semana.

Roque Dalton, un autor que hizo sus intentos teatrales y escribió “Caminando y Cantando” publicada en 1972 en San Salvador.

Los egresados del Bachillerato en Artes Escénicas, constituyen una nueva generación de grupos teatrales, quienes se agrupan para formar talleres exaula, resultando grupos de los cuales solo se mencionan los nombres y si es posible su director: Teatro Experimental colectivo TECOLOTE (1973-74); El Grupo de Teatro Popular, formada en los mismos años que el anterior; El Teatro Grupo Independiente TGI, (1975-78); Gilda Lewin, quien era una actriz de experiencia, tuvo que someterse junto con los adolescentes al Bachillerato en Artes Escénicas, fungiendo después como directora de un grupo de aficionados; “Francisco Cabrera, salido del CENAR, organiza dos grupos con estudiantes del mismo lugar y produce, con el primero, llamado Calabaza, “Encuentros”, “Los juegos de mis amigos” y “El muñeco Chilolo”. Con el segundo, “Superpancho”, todos los textos de su creación”31; el Grupo Pequebú, creado por Roberto Franco, se especializa en el teatro de títeres; Sol del Río 32, es un grupo formado por

casi toda una promoción del CENAR, que

iniciaron con un taller ex –aula denominado Primero al Uno, y que luego al constituirse un grupo profesional cambiaron el nombre. Otros grupos como:

31

Carlos Velis. Ob.cit., pág. 93.

35

Teatro Experimental Colectivo TEC; Chichicaste; Trapiche; Tlamemes; Cipitío; Caminantes; Histriones Pipiles; Xibalbá.

Muchos de estos grupos crean La Corporación Salvadoreña de Trabajadores de Teatro COSTTEA; desaparecida esta Institución, se crean en el país, la “Escuela Libre de Teatro Universitario ELTU, que coordinó Roberto Armijo, antecedente del Taller Libre de Teatro que coordinó Mario Tenorio en la Universidad de El Salvador desde 1978-1985.”32

Otros elencos teatrales surgen con Roberto Salomón y Norman Douglas, que participan en algunos festivales de teatro nacionales como extranjeros.

De los Grupos anteriores y de los egresados del Bachillerato en Artes, el único que ha persistido es Sol del Río 32, quienes salieron del país en 1980 y regresaron el 1988, solo con el nombre de Sol del Río.

Al afrontar el conflicto armado por los años 80s, varios grupos de teatro tuvieron que salir del país debido a la represión política que iniciaba con más crudeza; “otros se organizan bajo una bandera política para hacer teatro de emergencia.”33 Se encuentran grupos como Maíces, dirigido por Dimas Castellón y luego se convierte en Bululú; Los grupos Bayunco y Pequebú de Roberto Franco, quien fuera secuestrado y su cuerpo nunca apareció.

El Teatro Universitario, a la muerte de Edmundo Barbero pasa a la dirección de Mario Tenorio, hasta 1989, desarrollando algunas presentaciones durante los años de la guerra y con la Universidad intervenida militarmente.

32 33

José Roberto Cea. Ob.cit. pág. 165. Carlos Velis. Ob.cit., pág. 107.

36

En 1982 surge el Primer Festival Cultural (Danza, Coros y Teatro), montada por las Empresas Goldtree Liebes y Liebes Exportadora, por tres meses consecutivos, durante varios años hasta en 1987, donde participaban grupos de teatro aficionados o semiprofesionales; así también, algunos grupos de actores egresados de Bellas Artes y algunas instituciones nacionales e internacionales se asocian para crear, en 1985, la temporada Gran Teatro Rex, como una nueva estrategia de teatro, haciendo sus presentaciones en el Auditórium de CAESS, de obras de escritores extranjeros y algunos nacionales, siendo un 90% de comedias. Dicha temporada conlleva varios objetivos adjuntos, dejando en evidencias algunos de ellos: se encuentra potencial actoral pero hay crisis en dirección, tanto en el Festival de Goldtree como en la temporada del Gran Teatro Rex. También se dejaron ver el tipo de preferencias del público, que se derivan por lo nuestro, la forma de hablar, las palabras, nuestro mundo y los quehaceres cotidianos de diversas situaciones. Los grupos que participaron en el Gran Teatro Rex, son: Hamlet; Camaleón; Talía-Oro; Taller Libre de Teatro; Vivencias, Compañía Púrpura que en 1988 se agregó a Vivencias.

La alcaldía de San Salvador, promueve el Primer Festival Estudiantil de Teatro Salvadoreño en Noviembre y Diciembre de 1987, bajo la responsabilidad de Miguel Ángel Chinchilla, que deja también una misma enseñanza, que hay gente que cultiva el arte teatral pero sin estar preparados. Se presentaron treinta y tres obras de autores salvadoreños.

En la Universidad Centroamericana, el profesor Francisco Andrés Escobar, abre en 1982, un programa cultural que llamó “Mediodías Culturales” en un aula de la Universidad, programada todos los sábados a las once de la mañana, por diez años ininterrumpidos, con la participación de grupos de esa época.

37

Otro festival desarrollado en 1988 es el Primer Festival Funter (Fundación Teletón Pro-Rehabilitación), donde se presentó por primera vez el grupo Dos Lunas, dirigido por Mario Segura.

Escritores de estos años se encuentran: Carlos Velis, quien escribe en 1988 “La Bruja Raquel”; “Sonata para una Madrugada” en 1987; “La misma Sangre“ (1990); “San Salvador después del Eclipse (1992) basada en “Made in lanus, de la argentina Nelly Fernández Tiscornia; “La Flor que se fue” (1991); Tierra de Cenizas y Esperanzas”(1992), producida colectivamente en la que Velis fue el redactor de las improvisaciones del grupo.

La compañía Teatral Hamlet, fundada en 1960 por el Actor Mauricio Pacas, que por los años 80s, pasa a ser dirigida por Nelson Portillo, que en 1986 se asocia con el publicista Antonio Lemus Simún, quien empezó como actor del Elenco Estable de Bellas Artes. Inician una serie de actuaciones donde atraen gran público, presentando obras de carácter vulgar, con frases y alusiones políticas, dándose cuenta que es eso lo que le gusta a la gente. Además, gozaban de una gran publicidad y un vestuario lujoso, con muebles y una escenografía de alto costo. Otra de sus virtudes fue el de presentar una vez al año, un drama infantil que atraía a los niños para sus presentaciones.

A medida que avanza el tiempo, la actividad teatral va representando altos y bajos en su desempeño; pues, para la época de los noventas, lo que más hacía falta era la producción teatral con temas puramente salvadoreños, actuales y populares que los espectadores entendieran en su juicio; lo otro que hacía falta eran escenarios. Compañías teatrales han aparecido aunque sea a nivel unipersonal, como es el caso de Francisco Cabrera que bajo el nombre del grupo La Coyunda, presenta la obra “El Hombre Desconocido”, de su misma autoría, que fue un fracaso de público, como lo indica Velis.

38

En la última década del siglo XX, aparecen “Un tal Ignacio” y “De la sal y la rosa”, de Francisco Andrés Escobar. Geovani Galeas, escribe “Sócrates Ligth” y “Sancho Panza en la ínsula Barataria”. En 1995 se estrena “Tamagás y el payaso” de Jorge Gámez.

Tanto Edgar Gustave como Miguel Ángel Chinchilla, han publicado su trabajo en revistas y libros de manera dispersa. Gustave ganó el premio de la rama Teatro de los XXXIII Juegos Florales de Centroamérica, Panamá, México y el Caribe, en Mazatenango, Zuchitepéquez, Guatemala, con la obra “Vita y Mute”.

En 1996, el Grupo de Teatro Sol del Río, la Fundación María Escalón de Núñez y CONCULTURA, organizan el Certamen de Dramaturgia denominado “Siembra una Semilla”, en donde se otorgó el premio único a tres obras por sus cualidades dramáticas, ellas son. “El cura sin cabeza”, de Miguel Ángel Chinchilla; “Mujer de las aguas”, de Francisco Ayala y “El Sentido de las eses”, de Edgar Gustave”. En 1998 y 1999, Carlos Velis gana el Premio Único de Teatro de los Juegos Florales de Quetzaltenango, Guatemala, con las obras “Una vida familiar” y “¿Quiere usted comprar la luna?”. Waldo Chávez Velasco publica la obra “Ruth de Moab” en 1999 y Alvaro Menén Desleal gana los juegos Florales de San Miguel, con la obra “Haciendo el amor en un refugio atómico”.

Otras formas teatrales, van desde el teatro infantil, el teatro escolar, el teatro obrero, el teatro en los frentes guerrilleros, el teatro muy especial, el radioteatro, teatro desarrollado en las calles, casas y barrios; cada uno presentan sus diferentes formas de manifestarse, de creatividad actoral, pues la mayoría de esos grupos son jóvenes sin experiencia, sin formación y en muchos casos, sin una dirección calificada.

39

Durante los años de la guerra, la producción literaria se vio detenida por situaciones conflictivas, y que algunos directores, actores y grupos de teatro tuvieron que emigrar, como se ha tratado antes, causando “una desaceleración de la actividad teatral”34, como lo apunta Velis y como lo manifiestan algunos escritores y directores de teatro (ver entrevistas en anexo). A medida en que se termina la guerra, se siente que el teatro va a un paso lento, surgen grupos teatrales en universidades, realizando encuentros de teatro en las postrimerías del siglo XX.

Es importante mencionar, la labor realizada por Fernando Umaña, director de ARTTEATRO, que desde su fundación por él mismo en 1993, desarrolla una actividad teatral continua, crea también el Festival Centroamericano de Teatro con el lema Creatividad sin Fronteras, que año con año se realiza en San Salvador. Lleva a escena obras como “Fábrica de sueños” de Waldo Chávez Velasco, “Luz negra” de Álvaro Menen Desleal y otras. Todo esto con dificultades a pesar de que recibe apoyo de CONCULTURA, y que la séptima edición del Festival fue escasa en la presentación de grupos de teatro Centroamericano, que va disminuyendo respecto a las ediciones anteriores, y esto se debe a la falta de espacios y la falta de estrenos de obras, pues la respuesta del público es buena, solo que no hay temporadas continuas durante el año. Además, recomienda que de parte del gobierno deba de haber una muestra nacional de teatro y un festival nacional. Umaña “aboga por un apoyo verdadero hacia el teatro estudiantil, al que hacen en los pueblos, porque el teatro amateur es el semillero del profesional, donde la gente se va definiendo con el trabajo, pero esto debe partir de una política del estado o de instituciones como el caso de las universidades. Aquí hay una confusión entre el teatro amateur, el teatro dis que profesional y el estudiantil. Hay toda una mezcla”. 35

34

Ibíd., pág. 188.

35

Mirella de Cáceres, Fernando Umaña: Con los festivales provoco, EDH, Rev. Hablemos. Pág. 5.

40

“Después del conflicto armado, las manifestaciones culturales ganaron más espacios para desarrollarse: A finales del milenio, la cultura no es todavía prioridad”. Durante la guerra hubo oscuridad en las artes. “Los personajes que siempre aparecían eran: la política, la economía, el combate… Pero al terminar el conflicto, se levantó de nuevo el telón y otro personaje empezó a colarse poco a poco haciéndose cada vez más visible: La Cultura”… “No es que nunca haya existido. Solo que tenía una vida más subterránea y olvidada. Pero hoy empieza a brillar con luz propia”.36

Producto de los cambios que el país sufre en los inicios de la década de los noventas, se disuelve el Ministerio de Cultura y Comunicaciones y se formó la Dirección Nacional de Cultura, ubicada en el sector educación, que luego pasa a la creación del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA) en 1991, que en síntesis tiene como objetivos: ubicar la cultura como elemento clave para el desarrollo de la nación como el potencial humano en todos los salvadoreños, para lo cual es indispensable fortalecer la identidad y la memoria histórica nacional. Poco a poco ha ido abriendo espacios culturales, producto ha sido la apertura del museo David J. Guzmán, en donde existe un auditorio adaptado para teatro como otro espacio para las artes escénicas.

La Escuela de Teatro Arte del Actor, dirigida por Filánder Funes, costeado con fondos suecos y canalizados por CONCULTURA, nace en 1998 sin la aprobación del Ministerio de Educación, pero que en 1999 brinda su apoyo al mismo Ministerio y CONCULTURA en el proyecto denominado “El Teatro en la Escuela Básica”, con un actor para cada grupo de teatro en las escuelas como asesoría en el montaje y utilería.

36

Adda. Montalvo, El duro camino del arte nacional, LPG, Rev. ECO, Sección Cultura, ,Pág. 95.

41

Ese proyecto era dirigido a niños de entre los nueve y los quince años de edad en 27 escuelas de los departamentos de La Paz, La Libertad y San Salvador, como parte de la reforma educativa, que en el mes de mayo de ese año participaron al menos once mil niños y niñas involucrados en las eliminatorias por departamentos presentando obras de Claudia Lars y cuentos de Salarrué.37

Otro de los grupos que llama la atención y que desde 1987-88 ha venido trabajando silenciosamente, es el Grupo Comunicateatro dirigido por Ciro Rivera, presentando obras extranjeras en el primer Festival Universitario de Teatro en 1997 y 1999. Para sobrevivir afirman que han tenido que trabajar con obras de teatro de que piden los programas en los diferentes niveles educativos, dirigido a los estudiantes de las diferentes instituciones.

Sol del río y sus fundadores Saúl Amaya y Fidel Cortés, de quien ya se habló antes, inician por 1973 y se han mantenido por mucho tiempo fuera del país, pero que desde sus inicios han mantenido un sueño, que hasta en diciembre de 1999 hacen realidad, que es la creación del Teatro Carpa, para “favorecer la investigación teatral en el país”38 y la “Carpa Infantil” dirigida al público infantil para que manifiesten sus inquietudes de la obra y jueguen con aspectos relacionados al teatro. Es una carpa como la de circo que se radicó en la zona del Boulevard Constitución. La carpa alberga el teatro estudio que es un proyecto con jóvenes interesados en el arte. En 1998 presentan la obra “El dulce y discreto encanto del matrimonio” dirigido por Fidel Cortés y actuado por Dinora Alfaro.

Hay otros grupos de teatro que de alguna forma se unen para presentar una obra con actores independientes o llegados de otros grupos, como Roberto 37

Tomás Guevara, El Camino a Las Tablas; LPG, Rev. Dominical, Pág. 8b. Ver entrevista de la Actriz Aída Bernal en Anexo. Nº 6. 38 Adda Montalvo,. Ob.cit., pág. 99.

42

Salomón, que en 1998 inicia con un grupo llamado “Sueño”, con el cual presenta la obra “sueño de una noche de verano de William Shakespeare, una traducción que el mismo Roberto hizo un año antes, “que va directamente del idioma original de las obras del gran dramaturgo universal, al español que se habla en este país”,39 para la mejor comprensión del público, según lo comenta el mismo director. “Roberto Salomón es partidario de la formación de una compañía nacional de teatro, pero no de establecer plazas fijas para actores, porque contratar a actores y directores como funcionarios sería el fin del arte.”40

Otro caso es el de Norman Douglas, que desde 1978 salió exiliado hacia Panamá, donde se abrió espacio en las artes escénicas cuatro años después y más adelante participó como actor y director del Grupo de Teatro Tablas, en los festivales de teatro en El Salvador en 1998-99. Douglas considera que “lo más maravilloso que tiene el Salvador es el público”. Y que “El público salvadoreño es para que haya por lo menos cinco grupos diarios ofreciendo sus espectáculos”. Caso que algunas personas critican que no hay gente en las presentaciones”41, pues como Norman había hecho la comparación con el país que le dio asilo, donde hay menos cultura teatral que en El Salvador.

El grupo vivencias, dirigido por Dora de Ayala como la compañía de Teatro Cultura a cargo de Cesar Rivas y Ernesto Torres y el Grupo Renacer, también participan en el Festival Universitario de Teatro, presentando obras extranjeras; este grupo, hace sus presentaciones con la actuación de Jorgelina Cerritos. El Grupo Caretas también hace su presentación en Septiembre de 1998.

39 40

Ricardo Bracamonte. Traducción Salomónica, LPG, Rev. ECO, pág. 80. Isabel Villalta, Itzel Zavaleta. Norma Hernández. El Sueño a las Tablas, Co-Latino, Rev. Tresmil, Pág.

6. 41

Miguel Ángel Chinchilla, Lo más maravilloso que tiene El Salvador es el público, Co-Latino, Rev. Tres mil, págs. 4 y 5.

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Las universidades ponen su parte en el desarrollo del teatro, como es el caso de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, la Universidad José Matías Delgado, Pedagógica. Ésta última, con un grupo de jóvenes amantes del teatro, sin tener formación actoral, crean el grupo de teatro “Toque de Queda”42 en 1999, bajo la dirección de Simeón Caldé.

Otras opiniones y artículos periodísticos señalan que en el país hay un adormecimiento del teatro, que puede verse pobre en la producción de apenas tres obras en casi dos años para el público en general: “Sueño de una noche de verano” de William Shakespeare (traducción de Roberto Salomón); Luz negra y Luz y sombra.

Para los años finales del siglo XX, algunos grupos de teatro reciben financiamiento de CONCULTURA, de la Agencia Holandesa Hivos, de la Red de Promotores Culturales de América latina, del Banco de construcción y Ahorros (BANCASA ya desaparecido) y de la alcaldía de San Salvador.

Para en esos años también aparece una organización no gubernamental denominada Sistema de Asesoría y Capacitación para el Desarrollo Local (SACDEL), cuyo presidente es Mauricio Silva,

que junto a CONCULTURA,

elaboraron una consulta en un sector del país, para conocer de cerca según la opinión de los ciudadanos, las formas que ayudarían a bajar los niveles de violencia, siendo apoyados por alcaldías y la red de Casas de la Cultura en treinta municipios de la zona paracentral y oriental del país. Organizando actividades en “danza, teatro, literatura, música y recuperación cultural”43. El proyecto se inició en 1997, sobresaliendo el teatro entre las demás artes, lo que mantuvo ocupados a los jóvenes como un medio para prevenir la delincuencia. De los participantes salieron dos grupos ganadores: el Instituto Nacional de 42 43

Karla Vásquez, Arte sin límites ,Más, Rev. Galería, Pág.. 14 Orsy .Campos, El arte para dejar la violencia, EDH, Rev. Hablemos, Págs. 10, 11.

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Alegría en Usulután con la obra “El Ticuizo” y de las comunidades Verapaz y Tepetitán en San Vicente, con “Verapaz, pueblo de leyendas vivientes”, presentadas en el Teatro Nacional de San Salvador y el de San Miguel; además, les dieron la oportunidad de participar en el IV Festival por la paz.

Jorge Alberto Jiménez, un actor que perteneció al Elenco Estable de Bellas Artes de la Universidad de El Salvador, posteriormente actuando y fungiendo como director, ha escrito varias piezas teatrales: “La carta de amor, El país de las cortinas, Victoria o muerte y El que sabe es Chebo”.44

El Teatro alcanza un repunte después de la firma de los acuerdos de paz en 1992, desarrollándose progresivamente con grupos de teatro que no interrumpieron su trabajo durante el conflicto armado. Por supuesto que después del año 2000, el teatro ha tenido más apoyo de parte del estado a través de CONCULTURA y las universidades han continuado su espacio teatral en los últimos años, pero eso será caso de otro trabajo.

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Jiménez, Jorge A. Apuntes sobre teatro en El Salvador, Anuario de Investigaciones 3, Pág. 145

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