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Cátedra de Responsabilidad Social
Empresarial
Documento de Investigación DI nº 002
Agosto, 2016
ÉTICA Y FILOSOFÍA DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL - RSE Alfonso Yáñez J. Ph.D. IDDE Business School – Universidad San Sebastián Lota 2465, Providencia, Santiago de Chile. Tel. : +56 2 22606971 Copyright © 2016 IDDE Business School
ÉTICA Y FILOSOFÍA DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL - RSE Alfonso Yáñez J. Ph.D.* Resumen Las ética es un tipo de saber que sirve para actuar de un solo modo racional en nuestra vida. Nos tiene que brindar buenas razones y excelentes criterios fundamentados para usar nuestra libertad y contribuir a construir una sociedad más justa. La responsabilidad significa que alguien está dispuesto a ser capaz de responder ante alguien por algo, es decir somos responsables por acción, decisión, tarea, etc.. al aplicar este criterio a la organización, esta responde ante la sociedad en la cual interactúa. *Profesor de Marketing y RSE, IDDE Business School
Palabras clave: ética, responsabilidad compartida, responsabilidad social corporativa, responsabilidad social de la empresa. 2
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Ética y filosofía de la Responsabilidad Social Empresarial - RSE 1. Ética y economía Para darnos cuenta de la ineludible vinculación que se presenta entre ética y economía sólo hay que echar una fugaz mirada a la historia. En el siglo IV antes de Cristo, Aristóteles consideraba la economía como parte de la filosofía práctica, junto a la política y la ética. Para este sabio griego, la economía era “la administración de la casa” (oikos), es decir, la administración de los bienes necesarios para el sostenimiento de la familia y la satisfacción de sus requerimientos. En lo que se refiere el mero afán de acumular riqueza, se le denominó crematística, forma en la que tenía un sentido peyorativo y negativo. Muchos siglos después, esa vinculación entre filosofía moral y económica sigue estando presente. Adam Smith,(Smith et al. 1987)1 fundador de la ciencia económica moderna y profesor de filosofía moral en Glasgow, previamente al Ensayo sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones (1776) escribió un libro titulado La teoría de los sentimientos morales (1759), en el que exponía su teoría ética. La preocupación de Smith era incrementar la libertad de las personas y la posibilidad de construir una sociedad más justa. Su crítica al mercantilismo y a la opresión de los gremios le llevó a formular el liberalismo económico como una vía para incrementar la libertad de las personas, así como de mejorar las condiciones materiales de los pobres y desfavorables. Para Smith, la economía está a servicio del bienestar dentro de un contexto de justicia social, porque de lo que se trata en último término es de la realización de los individuos en libertad.
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SMITH, A. Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. México: Fondo de Cultura Económica, 1987.
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Sólo a partir de este argumento histórico es que la vinculación entre filosofía moral y economía queda legitimada. A lo anterior habría que añadir las aportaciones de Max Weber, (Weber 1963)2 W. Sombart, (Sombart 1987)3 Schumpeter (Schumpeter and García 1971)4 o K. Marx (Marx 2000)5, las cuales insisten en el trasfondo ético de las acciones y relaciones económicas que se dan en el entorno social. El Premio Nobel de Economía A. Sen (Sen 1998)6 también se ha pronunciado en el mismo sentido, pero él destaca la vinculación y pobreza, así como entre la economía y la construcción de una sociedad justa en su libro The idea of Justice. (Sen 2009)7 –en esta obra, Sen insiste en a importancia de emprender iniciativas que reduzcan la injusticia y promuevan la justicia, antes que gastar todo nuestro tiempo y nuestra energía en definir y diseñar qué sería una sociedad justa. 2. La Ética en la gestión de las organizaciones La palabra ética, como tantas palabras con raíz griega (ethos o carácter), con más de 20 siglos de historia, tiene diversos y plurales significados. La discusión filosófica sobre la definición de ética, es decir, sobre sus implicaciones y diferencias con la moral, el derecho o la religión, es muy prolífica y extensa. Aquí no entraremos en esa discusión, mejor optamos por presentar una definición de Adela Cortina sólidamente fundamental en la tradición kantiana y en la ética del discurso defendida por K. O. Apel (Apel 1998)8 y J. Habermas (Habermas and Cotarelo 2000)9, de la cual se pueden extraer valiosas implicaciones para el mundo de la empresa y las profesiones. Para la filosofía española Adela Cortina, la ética es:
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WEBER, M. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona: Península, 1969. SOMBART, W. Der moderne Kapitalismus: historisch-systematische Darstellung des gesamteuropäischen Wirtschaftslebens von seinen Anfängen bis zur Gegenwart. München: Deutscher Taschenbuch, 1987 4 SCHUMPETER, J. A. Capitalismo, socialismo y democracia. Barcelona: Aguilar, 1971. 5 MARX, K. El Capital: crítica de la economía política. Madrid: Akal, 2000. 6 SEN, A. Desarrollo y libertad. Barcelona: Planeta, 1998. 7 SEN, A. The idea of justice. Londres: Penguin Books, 2009. 8 APEL, K. O. Diskurs und Verantwortung: das Problem des Übergangs zur postkonventionellen Moral. Fránkfort del Meno: Suhrkamp, 1998. 9 HABERMAS, J. Conciencia moral y acción comunicativa. Madrid: Trotta, 2000. 3
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Un tipo de saber de los que pretenden orientar la acción humana en un sentido racional, es decir, pretende que obremos racionalmente. La ética es esencialmente un saber para actuar de modo racional en el conjunto del a vida.(Cortina 1994)10 De la definición que nos propone Cortina, extraeremos una serie de rasgos con una importancia enorme para el desarrollo de la ética en nuestra vida personal y profesional. Los más importantes son: • Es un saber. Lo anterior significa que es una disciplina que tiene sus autores y obras de referencia, así como su método de trabajo propio;; es decir riguroso y fundamentado. De aquí se deben sacar dos conclusiones: primero, hablar de ética como propiedad requiere estudio y conocimiento, pues no es válido expresar cualquier opinión;; segundo, como todo saber, se puede aprender y por lo tanto enseñar. • Para actuar. Frente ya opinión muy extendida, la ética o filosofía moral no es algo “muy teórico”, sino esencialmente práctico. La ética (o filosofía práctica) no nos describe el mundo, sino cómo debe ser, puesto que es esencialmente normativa. De esta afirmación tenemos tres importantes conclusiones: 1. Que las cosas no sean como deben ser, no deslegitima lo que debería ser. Lo anterior significa que el que existan personas que hagan daño por diversión (que siempre hayan existido y probablemente siempre existirán) no resta fuerza al imperativo: “No se debe hacer daño por diversión a las personas”. 2. Que mucha gente realice una acción inmoral no la vuelve moral;; o lo que es lo mismo: “¡Es que todo el mundo lo hace”!, no es una excusa válida. 3. La estadística tiene poco que ver con la ética, lo cual es coherente con lo que acabamos de decir en el punto anterior: en cuestiones éticas no se 10
CORTINA, A. Etica de la empresa: Claves para una nueva cultura empresarial. Madrid: Trotta, 1994. 5
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trata de cuánta gente lo hace o deja de hacer ni de lo que opina o deja de opinar. • De un modo racional. Hemos afirmado que la ética nos dice “cómo deben ser” las relaciones y las acciones de las personas. Ahora la cuestión es que se fundamenta ese deber, es decir, donde obtenemos los criterios para determinar lo que se debe y lo que no se debe hacer. A lo largo de la historia, y aún hoy, se han presentado diversas fuentes de los criterios morales: la tradición, la religión, la ideología etc. Desde nuestra concepción de ética, de origen ilustrado, se afirma que la fuente de los criterios morales habrá de buscarse en el uso propio de la razón, es decir, pensando en serio y con rigor es posible descubrir criterios y argumentos para orientar nuestras decisiones. También de dicha afirmación se pueden extraer dos conclusiones muy importantes. La primera es que, en cuestiones éticas, “no todo vale” ni “cualquier argumento, idea u opinión serán correctos”, habrán de pasar el examen de la razón. Como afirma Scanlon,(Scanlon 2003)11 cuando decimos que algo “debe ser así” estamos asegurando que tenemos buenas razones y buenos argumentos para sostener que eso debe ser así. La segunda conclusión es que la ética es subjetiva. Rigurosamente hablando, no es cierto. La ética es intersubjetiva, es decir, no es algo objetivo y externo a la persona. Tampoco es cierto que “cada uno posea su ética”;; más bien, nuestros criterios, y valores morales son aprendidos en cierto contexto y en relación con otras personas, por lo que aun cuando llegamos a interiorizarlos y asumirlos como propios, no son “sólo nuestro”. Lo anterior significa que la ética no es “relativa”, que no da igual cualquier cosa, sino que hay criterios racionales y argumentos apropiado para dilucidar qué modo de actuación es más correcto que otro, y los principios universales son los que nos ayudan a responder a dicha cuestión.
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SCANLON, T. Lo que nos debemos unos a otros: ¿qué significa ser moral? Barcelona: Paidós, 2003. 6
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• En el conjunto de nuestra vida. Finalmente, debemos asumir que la reflexión ética no es sólo válida en algunos ámbitos de nuestra vida y situaciones especiales. Desde luego, hay momentos cuando se nos hace más presente, tenemos que tomar una decisión, difícil o enfrentamos un conflicto, pero realmente la dimensión ética está en nuestras decisiones más cotidianas y en todos los ámbitos, no sólo en el personal, sino también en nuestra dimensión pública, política y cívica, así como en nuestra dimensión laboral y profesional. En resumen, la ética es un tipo de saber que sirve para actuar de un solo modo racional en nuestra vida. Nos tiene que brindar buenas razones y excelentes criterios fundamentados para usar nuestra libertad y contribuir a construir una sociedad más justa. Tabla 2 - 1: Rasgos de la definición de ética y sus implicaciones. Rangos Es un saber
Para actuar
Implicaciones prácticas
Implicaciones teóricas
* No cualquier afirmación en cuestiones éticas es válida. * Se puede enseñar y aprender * Sirve para tomar decisiones en situaciones concretas. * Exige un riguroso análisis de la realidad.
* Hay criterios para la argumentación ética. * Existe una terminología y unos conceptos específicos
* Exige pensar los tipos de aplicación de los principios (deductiva, inductiva o hermenéutica). * Impulsa a reflexionar sobre los factores sociales, emocionales, culturales, etc., que afecten nuestra conducta. De un modo racional * Permite juzgar prácticas y acciones * No es arbitrario. Se puede argumentar, con base en "buenas morales de otras personas de otra cultura, fe razones", si algo es justo o injusto. o tradición. * Podemos evaluar propuesta teóricas que fundamentan acciones morales. En el conjunto de * Cada día ponemos en acción nuestro juicio * Permite elaborar juicios éticos sobre todos los ámbitos de nuestra vida moral sobre situaciones tanto cotidianas como nuestra vida (social, laboral, personal, etc.,) tracendentes.
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3. La ética de la empresa como ética aplicada La relevancia de la ética en la empresa se debe tanto a su impacto directo en la sociedad como al carácter constitutivo de las sociedades modernas (vivimos en una época de organizaciones). Un espacio tan amplio y decisivo de la vida humana no se puede sustraer a la reflexión ética. “Una ética de las organizaciones es, así, indispensable
para
reconstruir
el
tejido
de
una
sociedad,
para
remoralizarla”.(Cortina 1994)12 En este sentido, a nuestro juicio, el concepto de ética aplicado a la empresa se debería ampliar pasando de un enfoque restrictivo (idealista) a un enfoque responsable, donde los principios entren en juego en realidades concretas;; además, requiere atención en lo que se refiere a la dimensión institucional, a las consecuencias concretas y al bien común, es decir, la visión restrictiva habrá de complementarse con una visión responsable con los siguientes matices: • Una ética de las organizaciones. Frente a quienes renuncian a hablar de ética de las organizaciones y afirman que sólo podemos hablar de ética en las organizaciones, conviene recordar que la lógica de la acción individual es diferente a la lógica de la acción colectiva, así como que, en organizaciones sociales, el todo nunca es igual a la suma de las partes. De la misma manera que desde la psicología y la sociología industrial se habla de cultura empresarial, de clima organizativo, etc., desde la ética es posible hablar de ética de las organizaciones, porque las organizaciones son grupos humanos que persiguen cooperativamente una finalidad;; por otro lado, con sus procesos de coordinación y sus decisiones se van forjando un carácter que las identifica ante trabajadores, consumidores y la sociedad en general. En forma evidente, no se trata de renunciar ni relegar la ética y la
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CORTINA, A. Etica de la empresa: Claves para una nueva cultura empresarial. Madrid: Trotta, 1994. 8
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responsabilidad personal -la persona es el reducto último de la moralidad-, sino de complementarla con la responsabilidad de la organización. • Una ética de la responsabilidad convencida de convicción responsable. Una decisión ética a la altura de nuestros tiempos debe tomar en cuenta las consecuencias de nuestras acciones. La responsabilidad por lo que hagamos es irrenunciable, es decir, no podemos permanecer con la ingenuidad de los optimistas cosmológicos confiando en que a partir de la buena voluntad siempre seguirán buenas consecuencias.(Weber 1991)13 Lo anterior no significa que caigamos en el pragmatismo simplista y olvidemos los principios que habrán de orientar nuestra acción, pero como afirma Cortina, recordando a Apel, “la aplicación del principio debe venir medida por el uso de racionalidad estratégica”. Éste es un aspecto esencial en todo el ámbito de la ética de los negocios”, asumido por las grandes empresas y en que ya se están tomando iniciativas. • Una ética de interés común. Entender la ética como sinónimo de altruismo representa un peligro para la vida humana y para la propia disciplina ética. La gratitud y la generosidad, así como los actos de heroísmo ético son admirables y loables, pero no agotan el espacio de actuación ética. Una ética compatible con nuestra sociedad requiere entender que la búsqueda del interés propio no es inmoral si coincide con lo justo. Que lo justo y lo conveniente coincidan es algo positivo a todas luces;; de la misma forma, es inadmisible que pasemos por encima de los justo para conseguir satisfacer nuestro interés. 13
WEBER, M. El Político y el científico. Madrid: Alianza, 1991. 9
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Figura 2 - 1: Modelo restrictivo y modelo responsable
Modelo restrictivo
ÉTICA
•Ética personal
Modelo responsable •Ética de las instituciones •Ética de la responsabilidad convencida •Ética del interés común
•Ética de la convicción •Ética del desinterés Fuente: F. Lozano, 2011.
A nuestro juicio, y teniendo en consideración lo expuesto hasta aquí, el análisis ético de la empresa y sus decisiones debería tomar en cuenta los siguientes referentes: • La ética de la empresa es una ética de la responsabilidad convencida que ni puede ni debe ignorar las consecuencias de sus actuaciones, pero tampoco puede ni debe caer en el puro pragmatismo (utilitarismo). • La actividad empresarial tiene una finalidad que la legítima y por la que cobra sentido: la satisfacción de las necesidades humanas con calidad. • Los consumidores deben ser entendidos como interlocutores válidos;; por lo tanto, se exige considerar su interés a través de mecanismos de participación efectiva. • También los miembros de la empresa son interlocutores válidos cuyos derechos deben ser respetados. Lo anterior afecta, por supuesto, a la política de recursos humanos -donde el respeto a la autonomía y el derecho a la información son pilares fundamentales-, pero también exige una corresponsabilidad con la marcha de la empresa por parte de los trabajadores. • Una empresa moderna y responsable debe ir más allá del marco jurídico y atenerse al marco postconvencional de justicia.
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• Se debe pasar de una concepción taylorista de la empresa, donde se presenta una separación estricta entre los que piensan y deciden y los que obedecen, a una empresa postaylorista de la corresponsabilidad, donde los trabajadores no son complemento de las máquinas, sino personas con capacidad de juicio, creatividad y responsabilidad. Este paso se habrá de dar sólo por razones de eficiencia y eficacia, sino también por la exigencia moral de respetar de dignidad de los individuos. Las seis características serían los rasgos esenciales de la ética empresarial propuesta porque recogen los principios de la ética del discurso y los aplican al ámbito de la empresa (Cortina 1993)14. 4. Responsabilidad: definición e implicaciones El concepto de RSE se ha definido y utilizado extensamente en las últimas décadas. La discusión sobre sus implicaciones y los caminos para su realización efectiva no dejan de analizarse. Sin embargo, apenas se reflexiona sobre qué significa en realidad “responsabilidad”. A nuestro entender, ésta es una cuestión central. Aún cuando se pueden presentar múltiples definiciones de responsabilidad, aquí sólo comentaremos las propuestas por dos autores de gran relevancia en el ámbito de la ética aplicada: Hans Lenk y Hans Jonas. Ambas propuestas son complementarias, aunque tienen matices diferentes. Para el filósofo alemán Lenk, responsabilidad significa estas dispuesto a ser capaz de responder ante alguien por algo, es decir, somos responsables por algo (acción, decisión, tarea etc.), y ante alguien o alguna instancia.(Lenk 1998)15 En esta definición destacan dos factores esenciales de la responsabilidad: la voluntad y la capacidad. En sentido estricto, ser
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CORTINA, A. Etica aplicada y democracia radical. Madrid: Tecnos, 1993. LENK, H. Konkrete Humanität: Vorlesungen über Verantwortung und Menschlichkeit. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1998. 15
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responsable implica una disposición a hacer cargo de las consecuencias de las acciones y decisiones. Responsabilidad tiene un componente de voluntariedad, puesto que una persona podría no responder por sus acciones, pero decide hacerlo. La diferencia entre los deberes y las responsabilidades es que los primeros se imponen, mientras que las segundas se asumen. El segundo elemento esencial de dicha definición es la capacidad. No se puede pedir responsabilidad a alguien por lo que no es capaz de hacer o de evitar. La responsabilidad deriva de nuestra posibilidad para hacer algo, es decir, cuando alguien está capacitado para entender, planificar, actuar y juzgar, así como si posee los conocimientos y el potencial de realización, tanto como la calificación exigida. Hay varios factores que influyen en nuestra capacidad física, de autoridad y de conocimiento. • La capacidad física, o de recursos, está determinada por la habilidad física y por los recursos materiales de que se disponga. Un ejemplo es cuando no podemos evitar que alguien muera aplastado por un objeto que no somos capaces de levantar;; cuando no tenemos los suficientes recursos económicos o materiales para salvar a alguien que necesita una costosa cirugía. • La capacidad de autoridad, o de poder, comprende la influencia que tenemos derivada de posición social. Tanto a nivel macro como a nivel de la organización, quién está muy arriba en la jerarquía de mando posee más poder para conseguir que se hagan las cosas. El presidente de un país, el rector de una universidad o el primer ejecutivo de una compañía poseen más responsabilidad que un simple ciudadano o trabajador, puesto que tienen más poder. • La capacidad de conocimiento es el tercer elemento central de la responsabilidad. Sin conocimiento no puede haber responsabilidad, mientras que a mayor conocimiento mayor responsabilidad. Si una persona desconoce el daño que produce un producto o una acción, no se le puede
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exigir responsabilidad por ello. El trabajador que no sabe el grado de contaminación del aire que respira en la fábrica no es responsable de su enfermedad. Será responsable la persona que lo sabía y no comunicó. En este tipo de responsabilidad conviene hacer una consideración especial sobre lo que Hanna Arendt llamó gedankenlossigkeit o falta de pensamiento y reflexión.(Arendt 1999)16 Es una falta de responsabilidad “no querer saber”, no pensar sobre un hecho o sus consecuencias. Lamentablemente el accidente de Bhopal, India, en 1984, en el que murieron más de 10.000 personas en una noche por el abonado de las condiciones de seguridad de una fábrica de pesticidas es un ejemplo de este tipo de irresponsabilidad. En demasiadas ocasiones, la firma cerró los ojos y prestó oídos sordos a las señales de peligro que recibía. Capacidad física o de recursos, autoridad y conocimiento son factores decisivos del nivel de responsabilidad. Por ello, conviene hacer un análisis sobre los tipos de responsabilidad, pues se presentan situaciones cualitativamente diferentes donde el tipo de responsabilidad que está en juego es distinto en cada caso. • Responsabilidad causal es el tipo más extendido y fácil de entender. Tiene que ver con la responsabilidad por las consecuencias de una acción. Cuando alguien actúa o toma una decisión que genera un efecto, esa persona es responsable de la consecuencia o el efecto que produjo su accionar. Cuando se presentan consecuencias realmente inesperadas e impredecibles, se genera un problema. • Responsabilidad compartida es la que se refiere a la responsabilidad de alguien por la actuación de otra persona;; por ejemplo, la responsabilidad que tiene el jefe por la actuación de sus subordinados. En este caso, resulta evidente que el director de una compañía no sería quien directamente vertiera un contaminante a un río, pero su tarea y responsabilidad es evitar 16
ARENDT, H. Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal. Barcelona: Lúmen, 1999. 13
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que suceda. Otra dimensión de responsabilidad compartida se presenta ante situaciones que una sola persona no puede provocar o evitar. El hecho de que un parque esté limpio es una responsabilidad compartida de toda una comunidad. Entre todos estamos obligados hacer o dejar de hacer algo para evitar una situación negativa;; en consecuencia, todos somos corresponsables de que ocurra si no hacemos algo al respecto. • La responsabilidad derivada de la tarea, o el rol que desempeña el agente, es la que se refiere a la responsabilidad especial de rol o de calificación profesional. Esta responsabilidad corresponde a un médico por el hecho de serlo;; también es la responsabilidad que tiene un líder político por el hecho de ocupar un cargo público, una exigencia que dejará de serlo cuando abandone ese cargo. Este tipo de responsabilidad suele ir muy vinculada a la exigencia de ejemplaridad. Un directivo tiene que ser muy escrupuloso en el uso que hace de los recursos de la empresa para su beneficio privado, aun cuando se trate de cantidades insignificantes;; si no lo es, los trabajadores pueden entender que ese tipo de conducta está admitida en la organización, por lo que con su ejemplo el directivo estará siendo responsable del mal uso de los recursos de la empresa. 14
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Tabla 2 - 2: Tipos de responsabilidad y ejemplos. Tipo de Rasgos responsabilidad Causal Alguien hace o deja de hacer algo que genera una consecuencia negativa Compartida a) Responsabilidad por la actuación de otra persona.
b) Responsabilidad para conseguir un bien común.
Por la tarea y el rol
La responsabilidad que tiene una persona por su pertenencia a un grupo determinado (por ejemplo un médico o un político, etc.).
Ejemplo personal El directivo que se desentiende advierte riesgo para la salud y seguridad de sus empleados El directivo de una compañía es responsable de los abusos que comentan sus directivos en otros países. El directivo que participa con su dinero y tiempo para impulsar programas comunitarios.
Un médico que no advierta a una persona, que no sea su paciente, que está tomando una sustancia peligrosa. El político que se comporta de forma grosera y ofensiva con un cuidadano o funcionario público
Ejemplo empresarial La empresa que realiza un vertido contaminante a una corriente de agua. La empresa que no desarrolla políticas para evitar el acoso laboral y la discriminación entre sus trabajadores. La empresa que colabora con el gobierno, las organizaciones no gubernamentales y los cuidadanos en la recuperación de un espacio natural. Una empresa líder mundial que realiza malas prácticas comerciales en una región donde tiene gran protagonismo y relevancia pública.
Fuente: Elaboración propia.
En 1979, Hans Jonas publicó el libro El principio de responsabilidad,(Jonas 1994)17 donde sostiene que es necesario desarrollar un concepto de responsabilidad acorde con el enorme poder de la tecnología desarrollada. El hecho de que hoy seamos capaces de realizar acciones cuyos efectos pueden durar siglos y perjudicar a miles de kilómetros más allá de donde los efectuamos es lo que llevó a Jonas a proponer su principio de responsabilidad, el cual afirma que debemos obrar de tal modo que los efectos de nuestra acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la tierra. Se trata de una definición que luego se reformuló y se ha ampliado hasta sostener el principio de desarrollo sustentable. Dicha definición esta intrínsecamente vinculado con la RSE hasta el punto de que, en ocasiones, se le identifica como responsabilidad social con
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JONAS, H. El principio de responsabilidad: ensayos de una ética para la civilización tecnológica. Barcelona: Círculo de Lectores, 1994. 15
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sustentabilidad y algunas empresas publican informes de sustentabilidad que son equiparables a los informes de RSE. Una última reflexión sobre el concepto de responsabilidad nos lleva a hablar de sus valores asociados. La responsabilidad realmente efectiva conlleva implícitos cuatro valores clave: transparencia, comunicación, coherencia y rendición de cuentas. • Transparencia. Transparencia es, estrictamente hablando, la capacidad de ver a través de algo. Una institución es transparente cuando deja de ver qué ocurre dentro. La responsabilidad exige que el observador externo vea y conozca las razones, los procesos y los factores que han influido en la decisión. No se puede saber si una empresa está siendo responsable cuando no se sabe qué está haciendo ni cómo ni por qué. • Comunicación. Tal como se advierte fácilmente, la etimología de “responsabilidad” y de “responder” es común a ambos términos. Ejercer responsabilidad supone estar dispuesto a escuchar a quien nos pregunta y a responderle. Una organización irresponsable es aquella que no escucha las demandas de los grupos de interés ni les da explicaciones acerca de qué y por qué lo hace. • Coherencia. En la RSE, la coherencia exige sumir responsabilidad en todos los ámbitos: laboral, prácticas comerciales, contaminación, acción social, etc. Una empresa que desarrolla buenos proyectos sociales, pero contamina indiscriminadamente, ofrece pésimas condiciones laborales a sus trabajadores o abusa de sus proveedores no se puede considerar una empresa responsable. • Rendición de cuentas. Concepto derivado del inglés accountability. Una empresa responsable es la que está dispuesta a dar a conocer datos
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objetivos y a permitir que se evalúen los impactos que genera tanto a su interior como en su entorno. 5. Razones estratégicas y éticas para desarrollar la RSE El surgimiento de la preocupación por la RSE ha estado motivado en gran parte por los diversos y graves casos de corrupción que se han conocido en los últimos años. Pero más allá de la urgencia de evitar un daño injusto, que en sí mismo sería un argumento irrebatible, podemos encontrar estratégicas y éticas para justificar el desarrollo de la RSE. Las razones estratégicas o los argumentos instrumentales comprenden aquellos elementos que nos presentan las posibles ventajas para el éxito del negocios y de la empresa el desarrollo de la RSE, lo cual se conoce como business case o visión estratégica de la RSE. (Porter and Kramer 2006)18 Argumentos como la mejora de la imagen de la empresa, la generación de lealtad de los trabajadores, la atracción de personal más calificado, una mayor disposición a colaborar en los momentos difíciles, la captación de inversiones estables, etc., son aspectos positivos de una política empresarial responsable. Además de estas razones “interesadas” existen, y son más importantes, las exigencias éticas, que también podríamos llamar vitales, porque resultan esenciales para la vida de la organización. 1. La necesidad de confianza. La confianza es una situación que resulta a partir de un juego de expectativas recíprocas y se construye fundamentalmente con el respeto a las reglas y con transparencia.
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PORTER, M. E. AND M. R. KRAMER Strategy & Society: The Link Between Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review, 2006, 84(12), 78-92. 17
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2. La demanda ética de responsabilidad de cualquier persona u organización de acuerdo con su poder. Todo agente o actor que genere un impacto en la vida de otras personas habrá de responder acerca de dicho impacto. 3. La imposibilidad de eludir el nivel postconvencional. Según Lawrence Kohlberg (Kohlberg 1981)19 una conciencia moral postconvencional es aquella que se guía por los principios universales de justicia que van más allá del interés del agente y de las costumbres de la sociedad donde vive, es decir, también en el ámbito de los negocios y la empresa debemos exigir a las personas que se guíen por principios de justicia. Hay principios y derechos básicos (libertad de asociación, libertad de expresión, respeto a la integridad física, etc.) que no pueden limitarse ni convertirse en instrumentos en pro del beneficio económico. 4. La voluntad de justicia y felicidad de las personas que trabajan en una organización, de sus grupos de interés y de la comunidad local. Las demandas, aspiraciones e ilusiones de las personas no se quedan en la puerta de la empresa;; es una cuestión de justicia el que las personas puedan realizarlas también en el ámbito laboral.
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KOHLBERG, L. The Philosophy of Moral Development: Moral Stages and the Idea of Justice. San Francisco: Harper & Row, 1981. 18
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