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Anexo VI Programa electoral presentado por Madas a los comicios presidenciales Guineanos, guineanas, ciudadanos todos de Guinea Ecuatorial. Francisco Macías os habla: Me presento a la elección para Presidente de la República de Guinea Ecuatorial con el apoyo y apuesta de los partidos políticos IPGE, MONALIGE Y MUNGE, que han venido luchando por la independencia de nuestro país, y los representantes en la Conferencia Constitucional de las comunidades diferenciales Corisqueña y Fernandina, así como aquellos otros que, aprobada la Constitución, hoy me apoyan para hacer esta nueva República. Han pasado los tiempos de los discursos floridos y sin contenido, los tiempos actuales exigen realidades, y por ello os voy a exponer, en forma clara y concisa, cuál será mi programa de Gobierno si me otorgáis vuestra confianza eligiéndome Presidente de la República. Guinea Ecuatorial se ha constituido en una República presidencialista, cuya Constitución, como Ley fundamental básica, debe ser respetada por todos los guineanos; las imperfecciones que en ella observemos serán anotadas para corregirlas dentro de los cauces legales que marca la citada Constitución. Si me elegís Presidente, mi mandato ha de estar inspirado en el precepto de la Ley, a la libertad y a los principios de la Carta de San Francisco de las Naciones Unidas. Nuestra naciente república ha de moldear las estructuras de su patria para presentarse ante el mundo como una nación nueva unida, socialmente avanzada, respetando la propiedad y los intereses existentes, siempre que éstos no vayan en perjuicio de nuestra nación. Muchos son los problemas de toda nación reciente cuando empieza a vivir como tal, con plena independencia y soberanía, pero hay entre ellos cinco puntos a los que he de consagrar mi mandato y exigir su máximo cumplimiento a todos mis colaboradores en el Gobierno de la Nación. Estos cinco puntos a que he hecho referencia son los siguientes: l. ° Creación de una conciencia nacional; 2. 0 Política social; 3. 0 Política económica; 4.0 Relaciones internacionales; 5.0 Relaciones con España; Dejo este importante punto para el último lugar, ya que a España le hemos de dar un trato de preferencia. l.° Conciencia nacional Respecto al primer punto, de conciencia nacional, si queremos ser respetados ante el mundo como nación soberana debemos sobreponer
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nuestras diferencias actuales. Para conseguir esta unidad hemos de encaminar todos nuestros esfuerzos a marchar juntos -pamues, bubis, combes, bisios, annoboneses, fernandinos, corisqueños, etc.-, respetando las características de cada grupo, y aunando los esfuerzos de todos para dar a nuestros pueblos una conciencia nacional y conseguir así una nación próspera. Nada tiene que temer la Isla del Continente. Respetaremos siempre las características especiales de Fernando Poo y Río Muni dentro de las posibilidades de cada cual, respetando, como hemos dicho, aquéllas para conseguir la ansiada unidad como nación. Quiero poneros un ejemplo de lo que representa esta unidad de conciencia nacional para decir a aquellos que no creen en esta unidad que sólo con ella se llega a constituir una nación moderna. La confederación helvética-Suiza está formada por razas de diferente origen e idioma bien distintos como son: el alemán, el francés y el italiano. Todas ellas han constituido una nación moderna, de prosperidad y de paz bien conocidas, habiendo llegando a concienciarse como nación unida, a pesar de sus diferencias de razas e idioma. ¿No vamos a poder hacer nosotros lo mismo? Yo os aseguro que si salgo Presidente de la República uno de mis principales esfuerzos y el de mis colaboradores, así como el de todos los que me apoyan y a quienes represento, será trabajar para conseguir una conciencia nacional, que haga a Guinea Ecuatorial ser respetada como el mundo modelo. ¡Guineanos!: la unidad hará que nos desarrollemos rápidamente como joven nación, hará elevarse nuestro nivel de vida, y principalmente de la clase trabajadora; por ello a todos pido, sin distinción, a todos los guineanos en general, que trabajemos juntos para crear esta conciencia de nación por encima de nuestras diferencias y rivalidades. 2.o Política social El segundo punto a tratar es de la política social; éste lo vamos a subdividir en los siguientes apartados: a) Trabajo: El trabajador ha de tener un salario remunerador honorable, es decir, a trabajo igual, salario igual, sin discriminación de raza ni sexo. Facilitaremos subsidios y ayudas a los sin trabajo, a los accidentados, a los enfermos, y seguridad para la hora del retiro y jubilación. Para todo ello estableceremos en forma inmediata un reglamento de trabajo que garantice estos derechos como una positiva realidad. Fomentaremos la constitución de sindicatos para que los trabajadores tengan un instrumento de defensa y les permita controlar cualquier abuso, tanto por parte de los empresarios como por parte del Gobierno, sin que esto quiera decir que no garantizaremos también a los empresarios sus legítimos derechos.
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Hago un especial llamamiento a la mujer guineana para que nos ayude a crear esta nueva nación. Ya sabemos que sin apoyo de estas nuestras hermanas sería imposible estructurar esta nueva nación modelo; para ello, si me elegís, sacaré del abandono en que han vivido hasta la fecha a nuestras hermanas y promocionaré, dentro de mi mandato, la creación e información de puestos de trabajo para la mujer guineana. Igualmente crearemos nuestras leyes sociales, que protejan especialmente a las familias numerosas. b) Enseñanza: Estableceremos cuantos centros docentes sean necesarios para que nuestra juventud se encuentre suficientemente preparada, y a los que destaquen por su trabajo, preparación e inteligencia se les facilitarán becas para universidades extranjeras, ya que ellos han de ser los futuros hombres con los que necesita contar la nueva Guinea Ecuatorial. Respecto a los funcionarios guineanos, estableceremos un estatuto que les garantice sus derechos y obligaciones, fijando sueldos que les permitan mantener un nivel de vida en consonancia con su función, y crearemos escuelas de formación para la rápida africanización de los cuadros de nuestra Administración. 3. 0 Politica económica Ésta la vamos a subdividir en diversos apartados: - Créditos para pequeños agricultores, pescadores, comerciantes e industrias modestas, para que, sin agobios, puedan trabajar y desenvolverse. - El Gobierno establecerá una política de protección de precios para el café, cacao, madera, cocos, pescado, yuca, etc., garantizando su colocación segura en los mercados internacionales. - Lograremos la diversificación agraria, estudiando y programando nuevos cultivos que mejoren la economía de los agricultores, estimulando también el consumo interior. - Haremos un llamamiento al capital extranjero, al que protegeremos con nuestras leyes, para promocionar la rápida industrialización de nuestro país. - Para los comerciantes y empresas. Un Gobierno elegido masivamente por el pueblo es la única garantía de la unidad y paz necesarias para su prosperidad. Dictaremos leyes que garanticen los derechos legítimamente adquiridos y les aseguren el perfecto desenvolvimiento de sus negocios. - Fomentaremos la sanidad, cuidando los centros sanitarios hoy existentes y creando cuantos sean necesarios, dotándoles de personal competente y medios suficientes para atender todas las necesidades de la población. - Fomentaremos con especial interés el turismo.
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- Con una sólida política de obras públicas a escala nacional mejoraremos, en todo lo posible, las carreteras actuales, puertos, aeropuertos, etc., efectuando cuantas nuevas obras sean necesarias para el desarrollo económico que nuestro país exige. 4.0 Relaciones internacionales El cuarto punto se refiere a las relaciones internacionales. Guinea Ecuatorial solicitará en forma inmediata su ingreso en las organizaciones internacionales y especialmente en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en la Organización de la Unidad Africana (OUA). En ellas nuestra nación practicará la política de «no alineación». 5. 0 Relaciones con España El quinto punto es el de las relaciones con España. Por ser éste un punto muy importante, corno dije al principio, lo he dejado para el último. Yo personalmente, así corno los grupos políticos que apoyan a la candidatura, hemos probado sobradamente nuestra amistad y nuestros deseos de buenas relaciones con España. Guinea Ecuatorial es el único pueblo africano que ha escogido corno lengua oficial el idioma español. Ésta es la mejor prueba de reconocimiento de la labor que ha hecho España en nuestra Patria, siendo garantía de unión histórica y cultural del pueblo español y el pueblo guineano. La hermandad de nuestros dos pueblos será indestructible. En la mente y en el corazón de todo guineano España nunca será un país extranjero, y por ello no me equivoco en afirmar que es la voluntad del pueblo conceder a España un trato preferencial. Si en otras ocasiones yo he defendido frente al Gobierno español posturas que creía necesarias para Guinea Ecuatorial, os aseguro que con el mismo rigor defenderé la presencia española en nuestro país. El Gobierno garantizará la independencia y libertad de todas las religwnes. En el caso de ser elegido Presidente os puedo afirmar que no lo seré del grupo que me presenta y apoya, sino de todos los hermanos y hermanas de Guinea Ecuatorial, a quienes pido sinceramente su colaboración para que unidos, corno dije antes, podamos hacer la nación modelo, de prosperidad y de paz, que todos desearnos. ¡Guineanos, gritemos todos!: ¡VIVA GUINEA ECUATORIAL! ¡VIVA LA REPÚBLICA!
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Anexo VII Discurso de D. Manuel Fraga Iribarne Señor Presidente de la República, Excmos Sres., dignísimos representantes del querido pueblo guineano, pueblo al que también conozco y al que, a través vuestro, igualmente me dirijo: l. La prudencia del Caudillo de España Esta mañana hemos hecho una cosa importante. Hemos formalizado en común el nacimiento de un nuevo Estado, hemos coronado juntos una obra que juntos habíamos emprendido. Conmigo, porque yo tengo el honor de representarle, habéis dado feliz cumplimiento en efecto al último encargo que Su Excelencia el Jefe del Estado español podía poner en vuestras manos: perfeccionar la construcción de vuestra libre independencia, libre, plena y soberana. Por su previsión, por su prudencia, por la altura de sus miras y la firmeza de sus propósitos, hemos contraído todos una gran deuda con el Generalísimo Franco, el hombre clarividente y veraz que ha sabido iniciar y culminar con vosotros el complejo proceso de la independencia. Este proceso, siempre peligroso y lleno de obstáculos, que en tantos otros países ha quedado manchado de sangre y marcado por el odio, ha sido en vuestro caso -gracias sean dadas a Dios- un proceso ejemplar, un proceso ordenado y cabal, una verdadera lección de serenidad y cordura política. Por eso, por la decisiva parte que le corresponde y porque la gratitud es propia de los corazones nobles, os insto ahora a que rindáis conmigo el legítimo homenaje que en Guinea Ecuatorial se debe al Caudillo de España, al artífice con vosotros de la gozosa y esperanzadora realidad que hoy ofrecéis, a Su Excelencia el Jefe del Estado español, con cuya representación he tenido la honra de ser investido. 2. Una fecha histórica ejemplar: 12 de octubre Los momentos como el que atravesamos son propicios a la meditación. Son momentos en que inevitablemente se produce una pausa reflexiva. Hay una historia que acaba y otra que comienza. Situados entre las dos, nosotros, todos protagonistas, no podemos evitar la mirada atrás, como tampoco podemos dejar de otear el horizonte. Es la hora en que se piensa el pasado y se trata de anticipar el curso del futuro. Tal como hoy, hace ya casi quinientos años, España dio cima a una de las más estupendas aventuras de que ha sido capaz el genio humano: el descubrimiento de un nuevo mundo y la iniciación de una larga y difícil empresa, consistente en incorporar al Cristianismo y a la Civilización un vasto escenario geográfico y un enorme conjunto de pueblos dispares. Por El proceso de descolonización de Guinea Ecuatorial 487
encima de los errores y flaquezas, propios de toda obra humana, E'pa hiw en aquellas tierras una «Política de Misión»; no trató de explcota sus nativos, sino de mejorarlos, adecuarlos y darles oportunidades. En día aquellos hombres y aquellos territorios ascendieron a la indepenáen constituyendo un conjunto de naciones libres de estirpe hispáni0. e tiene ya un pasado apasionante, un presente que pesa decisivamenre los acontecimientos mundiales y, sobre todo, un futuro lleno de gnn• esperanzas y promesas. Medio milenio después, en este día 12 de octubre, surge del seno España una nueva hija que, emancipada de la tutela materna, se lan;a¡ los caminos de la Historia como una nueva nación independiente. En este día, el júbilo de España y de Guinea es uno solo y me pr evidente que, tanto vosotros como nosotros, podemos sentirnos orgul sos al contemplar el camino recorrido hasta este momento. 3. La independencia de Guinea Ecuatoria4 en el cuadro de la emanciyu
africana Si el primer tercio del siglo XX contempló la independencia de países americanos, los años transcurridos después de la Segunda Gm Mundial han sido la transformación radical y profunda del estatulo rídico de África, donde han surgido en pocos años numerosos &a. independientes. Si examinamos los acontecimientos que han transformado África demos comprobar que esa transformación se ha producido, en mue. casos, en medio del dolor, de la revolución y de la guerra. Si comp: mos tales acontecimientos con la evolución de Guinea Ecuatorial, c_ue partido de una situación adecuada en su momento, a las necesidades esta región para convertirse luego, sucesivamente, en provincias, prüm en territorio acogido a un régimen autónomo, después, para llegar a1 momento de la independencia, no podemos dejar de sentir un legíti orgullo ante la forma pacífica, amistosa y constructiva que ha pre!id esta evolución. Que esto haya sido posible se debe tanto a la previsión, al realismo la comprensión española, como a la calma, la dignidad y la persevera! del pueblo de Guinea y de sus dirigentes. Porque existía entre nosotro! lazo no meramente jurídico, no meramente político, sino cordial y en ñable, su disolución ha podido realizarse dentro de un clima de arnist< de fraterno entendimiento. Porque España no practicó jamás una polí inmisericorde, de explotación económica, de mantenimiento del na en el terror, en la ignorancia y en la enfermedad. Guinea surge a la dependencia provista del mayor tesoro de que puede disponer un pw que inicia su marcha por la Historia: un corazón sin rencor, una mem sin amargura, unas posibilidades económicas, culturales y sanitarias d1
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que gran número die>\... su independencia. Como represeQ; ~ 1 mento histórico, }"l; triotas y coloco jun\L d ciencia los mejores•,e"1i< de Guinea y para SL> •
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Pero permitidn!l e boca la voz de la e;~ de: como todas las vie~:e:s, bién por momentt!; _ ......._ tea dificultades y relt.l.id de vuestros pro pie 1 ~s, que hoy se inicia dla_r r ciones, más di~pwa__ m] mos, que a ejercer.:.mi 1 negar. Permitidme1; d_ig justas ambiciones :,l._e 1: perfecto, de la dis~más de vosotros en bifl1 cor Tenéis por d68n c:c gario sería caer enl>-t :im la grandeza y cortveri< es justo y necesari:e est:• yo insinuaba haceuom condiciones infin:m_t:e 1 pueblos de África,u.e si a la inteligencia n~ de varse, sino tambit ta ob siglos en común. Tres son los g·-ies pr los pueblos afric~ en el el desarrollo eco~ico y estos tres aspectO;.onstiD Ecuatorial indepGliente.
5. La obra de Esp:._a en
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Desde el prih mo estableció las pri11eras e: vosotros la doctrlla red que la siguen n(solam• posibilidad de ettrar er.
que gran número de otros pueblos africanos carecían en el momento de su independencia. Como representante del Gobierno y del pueblo español en este momento histórico, yo os traigo la alegre felicitación de todos mis compatriotas y coloco junto a la cuna de esta nación que va a nacer a la independencia los mejores votos de felicidad y prosperidad futura para el pueblo de Guinea y para su Gobierno. 4. Problemas y esperanzas de la nueva etapa Pero permitidme que en este momento trascendental hable por mi boca la voz de la experiencia de vieja nación que, a través de los tiempos, como rodas las viejas naciones, ha pasado por momentos de gozos y también por momentos difíciles. Vivir libres es hermoso, pero también plantea dificultades y responsabilidades. Desde ahora no dependeréis más que de vuestros propios impulsos, y si queréis salir triunfantes en el camino que hoy se inicia debéis estar más atentos a los riesgos que a las improvisaciones, más dispuestos a cumplir vuestros deberes para con vosotros mismos, que a ejercer indiscriminadamente unos derechos que nadie os va a negar. Permitidme que os diga que sólo podréis salir adelante en vuestras justas ambiciones dentro de la unidad más estrecha, orden más absoluto y perfecto, de la disciplina más eficaz, del espíritu de sacrificio de cada uno de vosotros en bien de la comunidad nacional. Tenéis por delante un camino largo y no exento de dificultades. Negarlo sería caer en un optimismo ingenuo que se correspondería mal con la grandeza y con la severidad del acto que estamos realizando. Pero si es justo y necesario que esto se diga, también lo es que se señale lo que yo insinuaba hace un momento: que Guinea llega a la independencia en condiciones infinitamente mejores que aquellas en que han llegado otros pueblos de África, y que si esas condiciones son mejores se debe no sólo a la inteligencia natural de vuestro pueblo y a su deseo de aprender y elevarse, sino también a la obra providente de España a lo largo de casi dos siglos en común. Tres son los grandes problemas fundamentales que se han planteado a los pueblos africanos en el momento de la independencia: el de la salud, el desarrollo económico y la promoción cultural y espiritual; ninguno de estos tres aspectos constituye hoy una amenaza para la vida de la Guinea Ecuatorial independiente.
5. La obra de España en Guinea Desde el primer momento de su presencia en estas tierras, España estableció las primeras escuelas y nuestros misioneros difundieron entre vosotro la doctrina redentora del Cristianismo, que proporciona a los que la siguen no solamente una enorme fuerza moral, sino también la posibilidad de entrar en un ámbito de ideas y de conceptos que hacen
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más fácil el acceso al mundo de la civilización cultural y técnica. : como os digo, la primera etapa -fundacional y trascendentalpresencia de España en Guinea. Al pasarse a la etapa provincial y la regional en régimen de autonomía, esta labor se aceleró y amp1 ritmo considerable. La lucha contra las enfermedades tropicales y aquellas que tienen su origen en las carencias alimenticias ha re~ aquí triunfos importantes y algunos de ellos decisivos. La expecta vida de los guineanos se ha visto aumentada de manera notable y todo, se ha podido yugular el fantasma de la mortalidad infantil, poderosa de todas, porque mata en flor las esperanzas del futuro pueblo. De las primitivas escuelas primarias se pasó a los establecimienJ tuales, a los institutos, las escuelas técnicas, a los centros laborales becas y facilidades para poder estudiar en la península carreras u sitarias. Podéis contar así en el momento de vuestra independenci unos cuadros intermedios y superiores, sobre los que pueden basaJ ampliaciones futuras y necesarias. Al mismo tiempo, España procuraba ir fomentado poco a pe riqueza de este país para que sus habitantes tuviesen cada vez más an mente asegurada su vida material. La renta per cápita de Guinea f compararse más que honorablemente con la mayoría de las que exi en Jos otros países en el momento de llegar a la independencia. 6. La puesta en marcha de la descolonización Ésta era la situación para el pueblo guineano, y sus dirigentes señalaron su deseo de llegar más allá de la autonomía regional, de lle¡ la pura y total independencia. Tan pronto como esta cuestión se piar España, que ya en 1963 había expresado por boca del actual Vicep dente del Gobierno, almirante Carrero Blanco, su propósito de aplic máximo el principio de autodeterminación en Guinea Ecuatorial, aci el diálogo con los guineanos para estudiar la situación y para deducir examen de eUa las conclusiones que correspondiesen. Consecuencia esta postura fueron las dos sesiones de la Conferencia Constitucional · se celebró en Madrid en el Ministerio de Asuntos Exteriores, bajo la pr dencia del ilustre colega D. Fernando María Castiella, a cuya sabia dil ción tanto debe la feliz marcha de Guinea hacia la independencia. No pocos de los aquí presentes asististeis como representantes pueblo de Guinea a esta reunión; algunos también de los que aqtÚ hallan participaron como representantes de la Administración espafic Nadie podrá negar la entera libertad y confianza con que todos Jos de gados pudieron expresar sus opiniones. Las discusiones fueron, sin dut largas y difíciles. En el ánimo de algunos representantes guineanos exis el temor de que aquella Conferencia Constitucional no fuese otra ce
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que una maniobra de diversión. El día de hoy aclara todos los equívocos y constituye la mejor respuesta a los temores de entonces. España, como consecuencia de lo allí acordado, organizó para vosotros el referéndum, primero, y las dos elecciones, después; no creo que haya un ejemplo en la historia de África que supere al que mi país ha dado, estableciendo con más pulcritud, con más diafanidad la organización de aquellos comicios de los que había de salir la independencia de estas tierras. Basta decir que creo firmemente que estos procesos electorales, en los que habéis participado, deben servíos de modelo y de norma para el futuro en vuestras consultas a la voluntad popular. Como resultado de vuestra decisión, ahora emprendéis el camino de la plena independencia. Ese camino propio no es siempre fácil de hacer 0 de andar. Será unas veces vía jubilosa ancha, pero otras, las más, será áspera senda. Tenéis en vuestras manos un destino de difícil realización. Están de vuestro lado la paz y la nobleza y la rica experiencia de una laboriosa vida en común pero, para preservarlas, como para preservar la unidad, la independencia verdadera, será preciso mantenerse muy alerta, el ojo aviwr. Será preciso consentir muchos sacrificios. Vuestro camino tendréis que hacerlo en un mundo fácil de palabras vanas, pero donde manda la fuerza, donde imperan la rapacidad y la intriga, donde el sórdido interés es rey. Es un mundo convulso y lleno de tensiones, algunas de éstas hoy muy próximas. 7. La Guinea Ecuatorial no está sola Afortunadamente no estáis solos en ese camino vuestro; en esa senda 0 en esa vía jubilosa y ancha, podréis contar siempre con compañía adicta y experta. Esa compañía os la puede ofrecer por lo pronto la gran sociedad en que la comunidad internacional se ha organizado. El Ministro español de Asuntos Exteriores, en el discurso que debe pronunciar ante las Naciones Unidas la próxima semana, evocará largamente la cuestión y la recomendará a la Organización, que tanto os conoce y que ha presenciado con nosotros vuestro impresionante despliegue de madurez. Como es lógico, esa compañía os la ofrecerán también vuestros hermanos africanos, vuestros más próximos prójimos que, solidarios entre sí, han puesto los cimientos de esa promesa que se llama Organización de la Unidad Africana. La compañía que os ofrecen es la compañía de la similitud y de la afinidad y os puede ser muy necesaria. Hay, sin embargo, una gran familia de pueblos, distintas razas y varios continentes, de la que formáis parte ya, y que es ya, para vosotros, compafiía segura y leal. Esa gran familia, unida entre sí por lazos de comunidad y no de sociedad, está constituida por los países que, como en vuestro caso, han hecho con nosotros un buen trecho de la historia común, que
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siguen rezando al mismo Dios en el mismo idioma, que tienen de la' idéntico sentido trascendente, que muy a menudo han confundidc sangre con la nuestra. Los lazos de esta familia, a la que pertenecéis, lazos familiares. Nada está escrito, nada ha sido reducido a obligacic y derechos. Son lazos flexibles, cambiantes en lo contingente, incoru vibles en lo que tienen de intimidad, de profunda identificación. Yc aseguro que en el seno de esta familia, que es una familia vuestra, os se réis, corno nosotros, entrañablemente acompañados. Habéis proclarn vuestra independencia, significativamente, en el día de la gran fiesta fa liar, el Día de la Hispanidad. 8. Lengua española El vínculo más fuerte que ligará a Guinea Ecuatorial, no sólo ' España, sino con las demás naciones hispánicas, será la lengua español< segunda del mundo por el número de gentes que la cultivan literaria y loquialmente. Para muchos, ésta es la lengua materna y familiar, pero F otros muchos, el español es «su otra lengua)), a menudo tan suya co la materna y, además, su lengua de cultura. Es, asimismo, su lengua p la relación universal, la que les abre las puertas del mundo. Ello oa incluso en la propia Península Ibérica y, por supuesto, en algunos pa: americanos, donde existen comunidades autóctonas o mestizas con el1 de sus idiomas vernáculos. Éste será también el caso de Guinea Ecua rial, a cuyos hijos ha entregado un idioma universal que les permite exp sarse en las Naciones Unidas, distinguirse de sus vecinos, hermanarse e España e Hispanoamérica y -no en último lugar- poseer un lazo e une entre sí a los diversos grupos étnicos de la nueva nación. Doscien millones de hispanoparlantes ven con gozo la aparición de una nación . berana cuya Constitución proclama a la lengua española como su idio1 oficial. 9. Armonía racial Una permanente característica de la historia de España y de todas naciones hispánicas ha sido el de su entendimiento de las diferencias étJ cas como factores de variedad que no podían de ningún modo romper unidad esencial del género humano, creado todo él a imagen y semejar del mismo Dios. Esta concepción se afianza ya en la prehistoria españo tal vez por tratarse --como se dijo- de un lugar natural para el choqw el sedimento de las civilizaciones, consolidándose cuando el Cristianisn reitera esta inclinación y cuando los teólogos y los reyes se apresuran reconocer la plena y total humanidad de los indígenas americanos, a 1 que, en otras latitudes, se perseguía a sangre y fuego de acuerdo con bárbaro lema de que «el mejor indio es el indio muerto)). HistoriadO! tan imparciales como Toynbee han proclamado que el mestizaje cor tituye la mayor gloria aportada por España a la creación de una nue
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humanidad, en la que un filósofo como el mejicano José Vasconcelos ha podido hablar de la «raza cósmica» que nace en las regiones, una vez que la tendencia de la civilización se orienta a los países donde reina el sol. En una hora de lamentables conflictos raciales, por desgracia de múltiples signos, España y Guinea Ecuatorial podrían alzar juntas la bandera de la armonía entre las razas y convocar a un gran congreso mundial colocado bajo este lema, a fin de lograr que predomine una comprensión del hombre como portador de valores eternos que nada tienen que ver con la pigmentación de su piel. 10. Guinea independiente y España Hay, para concluir -y pedidme aquí un cierto énfasis-, otra pequeña familia, una familia restringidfsima que es la inmediatamente nuestra. Es la familia que nuestros dos pueblos han constituido y pueden seguir constituyendo, familia cuyos lazos han dejado, deliberadamente, pendientes de toda definición. Creo firmemente que podemos ser vuestra compañía, pero de eso, como de tantas cosas ahora, a vosotros solos compete decidir. España, como es notorio, se ha portado bien. España, al daros la independencia, no sólo ha esquivado la fácil tentación de ofrecerla previamente a un solo hombre o un solo grupo, sino que ha querido darla limpia y sin reservas, sin servidumbres de ningún tipo. A diferencia de lo que con tantos países nuevos ha ocurrido, nada os ha sido impuesto de antemano. No hay condiciones, no hemos puesto a vuestra independencia el más pequeño marco. La libertad de vuestros destinos ha sido reconocida, no arrancada. Vuestra forma política, vosotros la habéis libremente votado. Vuestros conductores, vosotros los habéis libremente elegido. Guinea Ecuatorial tiene las manos libres. En esas manos libres está el futuro de vuestra relación con España, emancipada pero necesariamente familiar. A vosotros corresponde ahora optar, decidir. Nosotros estaremos donde siempre hemos estado. Conocéis nuestra Declaración de Intenciones. Yo reitero cada palabra de sus ofertas. La cooperación organizada entre los dos países soberanos, cooperación que en las presentes circunstancias sólo puede inclinarse pesadamente en vuestro favor, se estructurará si así lo deseáis. Su contenido a largo plazo será el que vosotros, libremente, con el mañana a la vista, negociéis. Como dijo nuestro Jefe del Estado en reciente y solemne, ocasión, España, a través de su Historia, ha sabido siempre entregarse sin reservas, con amor y con entusiasmo, a las necesidades, a los afanes y a las ilusiones de aquellos pueblos a los que fue uniendo sus destinos, desprovista de perjuicios raciales de ninguna clase, sintiendo profundamente el precepto cristiano de la igualdad de todos los hombres. Ni España ni los españoles se sintieron nunca ajenos, indiferentes o superiores a aquellos pueblos con
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los que convivieron y a los que incorporaron a la civilización occide cristiana. Lo mismo haremos ahora, en la medida de vuestros deseo: vuestras posibilidades. Ha llegado así el momento de separación jurídica y política ent:J paña y la República de Guinea Ecuatorial. Durante más de siglo y _n hemos recorrido el camino juntos y los resultados -la Historia lo d pueden ser contemplados por vosotros y por nosotros con sarisfat y tranquilidad de conciencia. Existe por vosotros en España un a y un interés sinceros, tanto en las esferas gubernamentales como , sentimiento popular. No creemos pecar de vanidosos al esperar que sentimientos son correspondidos por el pueblo y la organización pO: del Estado naciente. Entendemos por ello que, en beneficio de t:c unos estrechos lazos de amistad, de ayuda mutua, de relación const deben seguir existiendo entre vosotros 'f nosotros. Pero vosotros sois a ya una nación independiente, encargada de realizar su propio destine creéis que todavía podemos seras útiles, que España puede todavía 1 raros algún servicio y ayudaros a reconocer las etapas futuras, ahora ~ el porvenir, como antes en el pasado, nos tenéis al alcance de la voz ) la mano amiga. Ello en modo alguno limitará vuestra libertad de ac< en todas las direcciones que creáis conveniente seguir en política ext:e o interior. Sabed que, en todo caso, España, desde lejos, os contero p. siempre con un interés sostenido, con una simpatía profunda, con deseo ferviente de que acertéis en vuestra marcha, como Estado indep diente y soberano, cualquiera que sea la senda que elijáis para ella. Yo confío mucho en la gran virtud de Estado de los gobernantes, e1 prudencia. La política no se reduce nunca, en efecto, al arte de lo posil Posibles son muchas cosas y los errores se pagan. Conviene pensar, aJ todo, que distinción propiamente política es la distinción entre ami y enemigo. Yo confío mucho en la prudencia de vuestros gobernante: confío en que sabréis siempre distinguir lúcidamente, identificar a vuestJ amigos verdaderos, descubrir cuál debe ser, por la naturaleza de las cos vuestro leal y sólido, permanente, desprendido, seguro y buen amigo. El pueblo de Guinea ha elegido libremente a quien ha de regir sus de tinos. En la persona del Presidente de la República, D. Francisco Macías, unen, en el patriotismo más acendrado, la energía y la prudencia. El Ca dillo de España le ha demostrado su aprecio personal y el afecto del pueb español al otorgarle el Gran Collar de la Orden del Mérito Civil. Estoy convencido de que rodo el pueblo guineano se unirá, sin diser siones, en torno a su Presidente para llevar a cabo la difícil y gloriosa tan que se mtcta. Esta vez he saludado con emoción los primeros vuelos de la bandn verde, roja y blanca. Con la misma emoción, con exaltado orgullo, con l
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confianza más firme, daré muy pronto cuenta a Su Excelencia el Jefe del Estado español, el Generalísimo Franco, del primer día en la historia libre de la Guinea Ecuatorial, este país a quien tanto queremos. En estos momentos solemnes, en que se iza una bandera y nace una Patria, todos debemos sentirnos unidos en una invocación a Dios. Que Dios proteja a Guinea, a su pueblo, a su Presidente y a su Gobierno. En nombre del Jefe del Estado y del pueblo español me honro en transmitir los poderes al Presidente de la República de Guinea Ecuatorial y su pueblo. ¡¡VNA GUINEA ECUATORIAL!! ¡¡VIVA ESPAÑA¡¡
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