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El Ministerio del Diaconado Rev. José Ricardo Hernández
Ministerio y Compromiso
Descripción del ministerio 1. La palabra “diácono” proviene de la palabra griega dia,konoj (diakonos) que se traduce al español como servidor o como una persona que da su apoyo a alguien. 2. Los diáconos son elegidos por la congregación, y es la que debe proveer de entrenamiento y preparación. El relato bíblico es bastante claro acerca del origen de este ministerio y en ninguna otra parte la Biblia especifica explícitamente su propósito original. “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo”. Hechos 6:1‐3 (Reina‐Valera 1960). Los apóstoles, al tratar en la iglesia de Jerusalén con el problema suscitado en el ministerio de la benevolencia, le dijeron a la congregación: “No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. (Hechos 6:2‐4). El diaconado fue establecido para liberar a los apóstoles (quienes fungían como pastores) para que estos “persistieran en la oración y en el ministerio de la Palabra”. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 1
Los primeros diáconos fueron seleccionados por sus cualidades espirituales. 1 Timoteo 3 y Hechos 6 exponen las calificaciones necesarias para el ministerio del diaconado; en Hechos 6 encontramos lo que justamente puede llamarse “cualidades fundamentales”: “varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría”. Hechos 6:3 “y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo” Hechos 6:5 Los diáconos sirven al Señor en distintas capacidades espirituales. Los primeros siete diáconos eran personas capaces de servir al Señor en áreas espirituales que iban más allá de servir las mesas. Esteban era un hombre de gran poder espiritual: “Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo”. Hechos 6:8 Felipe no solo era diacono, sino también un consumado evangelista “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía”. (Hechos 8:5‐6) Se requiere que el diacono tenga un firme conocimiento de la sana doctrina. El contenido de la doctrina determina la orientación de una congregación. Una iglesia es una comunidad movida por lo que cree, por lo tanto debe estar edificada sobre la verdad bíblica. Cada miembro de la iglesia debe saber esto, especialmente los diáconos. “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo”. (2 Juan 1:9) “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra”. (2 Tesalonicenses 2:15) “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”. (Tito 2:1) El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 2
“…estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15) La presencia de los diáconos debe promover la unidad de la iglesia. Cuando los apóstoles presentaron el plan para este nuevo ministerio del diaconado “Agradó la propuesta a toda la multitud” (Hechos 6:5). Las quejas en contra del ministerio de benevolencia pararon; las quejas venían de los judíos que hablaban griego, los judíos que hablaban hebreo se esforzaron de alguna manera para preservar la unidad de la iglesia, ya que todos los diáconos seleccionados tenían nombres griegos. Lo mismo es verdad el día de hoy: Cuando una iglesia tiene diáconos que ejercen apropiadamente su ministerio, la iglesia tiende a mantener la unidad. La presencia de los diáconos debe promover el evangelismo. El impacto inmediato de la creación de este ministerio fue la eliminación de la controversia en la iglesia y el encarrilamiento de la congregación en el cumplimiento de su misión. La Biblia dice: “Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe”. Hechos 6:7 Esto continúa siendo verdad el día de hoy. Cuando la iglesia tiene diáconos que están en la voluntad de Dios, estos promueven la causa de la evangelización mundial.
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Areas de responsabilidad
Algunas Funciones del diaconado 1. Ayudar en los servicios de Santa Cena. 2. Ayudar en los servicios de bautismo. 3. Apoyar y animar a los líderes, especialmente al pastor. 4. Llamar y visitar a los enfermos. 5. Administrar el fondo de beneficencia. 6. Supervisar el programa de evangelismo de la iglesia. 7. Consultar con el pastor asuntos de interés para la iglesia. 8. Llamar por teléfono a las visitas del domingo anterior. 9. Entrevistar candidatos al bautismo. 10. Participar en el Comité de Pulpito. 11. Dirigir servicios de oración. 12. Dirigir cultos regulares de la iglesia. 13. Administrar la disciplina de la iglesia. 14. Preparar los elementos de la Santa Cena. 15. Instruir a nuevos miembros. 16. Liderar el trabajo de acción social. Los diáconos habrán de velar por el bienestar de las familias de la congregación, haciendo lo siguiente: 1. Facilitar la comunicación entre los miembros. Contactar a los miembros de una manera regular (por lo menos una vez al mes). 2. Proveerle a cada miembro de la oportunidad de experimentar una genuina comunidad cristiana. Provocar oportunidades para que los miembros se conozcan, se comuniquen y se sirvan los unos a los otros. Crear la atmosfera adecuada para que estos cambios ocurran. 3. Hacer sentir bienvenidos a los nuevos miembros y a las visitas. Dar apoyo y ayuda para que continúen con gozo y alegría su participación en la congregación. 4. Proveer de cuidado personal y responder a las necesidades, intereses y preguntas de las personas. Servir de contacto entre las personas y el pastor. 5. Orar por todos los miembros de la iglesia de manera regular. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 4
Cómo ministrar Una relación personal previa es vital para que usted ministre efectivamente a las personas o familias en crisis. Es necesario que usted establezca contactos personales con los miembros de la iglesia. Los contactos o visitas no necesariamente tienen que ser por una sola persona, hágase acompañar por otros. 1. Ore regularmente por las familias de su congregación. a. Dígale a las personas que usted quiere orar por ellas. 1. Esta puede ser una gran experiencia para usted cuando descubra que espiritualmente usted se vuelve más sensitivo. 2. Durante el primer contacto no pregunte si tienen necesidades. A medida conozca a las personas usted las discernirá o ellas le compartirán. Su plan de oración puede incluir los siguientes métodos: a. Ore por una familia cada semana (puede hacerlo por orden alfabético). b. Ore por lo menos una vez a la semana por las familias que viven en su área geográfica. 3. Cuando ore por una familia, llámeles por teléfono y pregúnteles si tienen alguna petición por la cual quisieran que usted orara. Pídales que oren por usted. 4. Escriba en un papelito el nombre de la familia por la cual esta orando esa semana y ándelo con usted en el carro, la cartera o donde pueda verlo y recordarse de orar por ellos. 5. Añada a las peticiones de esa semana los nombres de personas que usted sepa tienen algún problema, necesidad o decisión que hacer, etc. 2. Contactos personales Guía para hacer los contactos a. Conceptos principales 1. Antes de hacer la llamada telefónica, ore. Pídale a Dios que le conceda sensibilidad y oído para oír lo que le dirán. 2. La clave para hacer un buen contacto (por teléfono o en persona) es: Escuchar lo que la persona dice. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 5
Responder a lo que se nos dice de una manera que ayude a mantener la conversación y que les deje saber que usted está escuchando lo que se dijo. 3. Recuerde: La victoria esta en el contacto... no en el resultado. ¡Solamente Dios puede medir los resultados! (1 Pedro 4:8‐9). Principios que gobiernan los contactos 1. Ore antes de llamar. Pídale a Dios que le conceda sensibilidad y la habilidad de escuchar bien. 2. Averigüe el nombre y cualquier otra información de la persona antes de llamar. Si el nombre es difícil de pronunciar, practíquelo en voz alta. 3. Practique brevemente cómo abrirá la conversación. 4. Enfóquese en la persona a la que está llamando y no en usted mismo, en sus propios temores o ansiedades. 5. Enfóquese en escuchar lo que la persona le dice y no en su propia agenda o respuestas y resultados esperados. 6. Enfóquese en aprender más de la persona contactada; pero esté también dispuesto a compartir de su propia vida. 7. Presente un saludo de parte de la iglesia y comparta tanta información como le sea posible acerca de su iglesia, de los planes futuros y de los miembros de la iglesia que viven cerca de aquella localidad. 8. Haga planes y arreglos concretos para conocer otros miembros de aquella familia. 9. Concluya el contacto de una manera en la que les quede tiempo para compartir y hablar de otras cosas. 10. Afirme y anime a la persona contactada. Dele las gracias por su tiempo y por la oportunidad de saludarle. 11. Si el contacto fue por teléfono, deje su nombre y número telefónico. 12. Inmediatamente después de hacer el contacto, tome nota de toda nueva información acerca de la persona contactada. Esa información le servirá como base para establecer una relación futura con aquella persona. 3. Visitas a los hogares: Visite cada hogar por lo menos una vez al año. Muchas visitas no se efectúan por no haber averiguado con anticipación la información necesaria sobre cómo llegar al lugar indicado. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 6
Durante la visita a. Siempre llegue a la hora acordada. b. Que no se le pase la mano al visitar, no se quede más tiempo del debido. c. Recuerde que la visita no es social, sino que tiene un propósito espiritual. d. Sea flexible y espontáneo. e. No acapare la conversación. f. No sea imprudente en sus comentarios, ni abuse de la confianza. g. Si hay otras personas presentes (niños, jóvenes o adultos) inclúyales en la conversación. h. Si la visita es hecha por dos o tres personas, debe haber un acuerdo previo sobre quién va a hablar primero, quién va a orar y quién va a leer la Biblia (procure tener el pasaje bíblico ya preparado). i. No participe en argumentos o discusiones en contra de la iglesia o el pastor. Escuche cuidadosamente toda queja y ofrezca mencionar el asunto al cuerpo de diáconos o al pastor. h. No haga promesas que no pueda cumplir, ni comprometa al pastor o a la iglesia con ofrecimientos que están fuera de su autoridad el cumplir. Después de la visita a. Reporte al pastor y al diaconado el resultado de su visita. b. Evalúe personalmente y en grupo lo ocurrido durante su visita. Decida qué cosas pueden hacerse mejor para la próxima vez. c. Tome acción para aliviar cualquier necesidad de la que usted se entere durante la visita (falta de alimentos, dinero, medicinas, transporte, reparaciones, etc.). Tipos de visita 1. Miembros de la iglesia. Razones para hacer el contacto a. Nuevo miembro. Para conocerle y que le conozcan como diácono. Para dejarle saber la manera en la que la iglesia le puede servir. b. Miembro activo. Para conocerle. Para expresar su amor y aprecio. Para dejarle saber que usted es su diácono. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 7
Para invitarle a que comparta sus necesidades e intereses con usted. (Sea sensitivo a las necesidades. Hay personas que parecen que no tienen problemas. Solamente contactos continuos revelan tales necesidades). c. Miembro que desea estar más activo. Para compartir posibilidades y oportunidades de servicio. Para ayudar a que la persona se conecte con aquellos que les pueden involucrar más en el trabajo de la iglesia. d. Miembro en el hospital. Para expresar interés y ofrecer ayuda. Para orar con la persona. e. Miembro que ha tenido una pérdida reciente (muerte de un ser querido, bancarrota, divorcio, etc.). Para expresar simpatía y amor. Para ofrecer ayuda y oraciones. Para proveer apoyo en los días que siguen a la perdida. f. Miembro hostil o desinteresado. Para intentar producir una atmosfera de reconciliación y ayudar a ventilar sentimientos de hostilidad. g. Miembro que está molesto con alguna área de trabajo de la iglesia. Para intentar oír. Para escuchar la queja. Para ofrecer comprensión (no confundir esto con ofrecerse a resolver el problema). h. Miembro inactivo. Para escuchar las razones de su retiro de la congregación. Renegociar la relación (no lo intente si esa persona ya se está congregando en otra iglesia). 2. No‐miembros que asisten regularmente. Por lo general son familiares de alguien que ya es miembro. En todos los contactos, llamadas, correspondencia, etc., trátelos como si fueran miembros. 3. Visita a los enfermos. “Estuve enfermo... y no me visitasteis... de cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”. Mateo 25:36‐40 El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 8
La enfermedad es una crisis física, emocional y espiritual. Afecta no solo a la persona enferma o herida sino también a todas aquellas relacionadas con el paciente. La gente puede crecer o sufrir o las dos cosas durante la enfermedad. Podemos caminar a su lado, no tratando de quitar su dolor, sino más bien tratando de confortar. Necesitamos saber que otros se preocupan por nosotros. La visitación requiere práctica y paciencia. El momento de la visita al enfermo no debe usarse para el proselitismo, y el visitador, como confortador, no debe convertir la habitación del paciente en un campo misionero. La habilidad para distinguir entre lo espiritual y lo religioso es esencial para confortar eficazmente al enfermo. La meta es entrar al mundo del paciente y responder con sentimiento. La religión por otra parte, se fija más bien en la expresión externa de esas creencias espirituales. El interés principal del visitador cristiano debe ser identificar las preocupaciones espirituales íntimas. Los mandamientos de la visitación. Prepárese. Ponga en orden sus pensamientos. Ore. Pídale a Dios que su presencia le muestre al paciente su amor y simpatía. Esté presente. Concéntrese con el paciente ciento por ciento. No piense en lo que va a hacer cuando se vaya o en lo hizo antes de llegar. Sea receptivo. Acepte a la gente como la encuentra, cualquiera que sea su estado de ánimo. Escuche lo que tiene que decir sin juzgarla: enojo, frustración, temor, desesperanza. El instante en que uno comienza a criticar o a invalidar estos sentimientos reales es el instante que invita el rechazo y las respuestas falsas. Este tranquilo. Escuche; no busque respuestas. La mayoría de las personas no espera que uno solucione nada. Sólo necesitan a alguien en quien puedan confiar para compartir mientras buscan alguna solución. Sea sensible a sus necesidades y condición. Lea entre líneas lo que la persona está diciendo. Sea humano. Admita que no tiene todas las respuestas. Identifíquese cuanto pueda con los sentimientos del enfermo. No diga “yo sé cómo se siente”, El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 9
mejor diga “puedo imaginarme como usted se siente”. Es imposible que cualquiera de nosotros sepa exactamente lo que otro siente. Apoye. Como visita, su objetivo es dejar al paciente mejor de lo que lo encontró. Una de las mejores maneras en que podemos ayudar a los enfermos es dándoles ánimo. Guarde silencio. No hace falta hablar sin parar. En algunos casos, ni siquiera hace falta conversar. Aprenda a sentirse cómodo con estos momentos especiales de silencio. Simpatice. El mensaje que quiere comunicar es: “Estoy aquí para acompañarle a dondequiera que vaya”. Identifíquese con el paciente poniéndose en su lugar. Sin embargo, manténgase objetivo para poder sostenerlo. Sea compasivo. Comunique ternura y tolerancia, esté dispuesto a acercarse y tocar al enfermo. Haga contacto visual. Incline su oído al paciente. Sea auténtico. Adáptese a la situación. Si tiene un buen sentido del humor, compártalo en el momento apropiado. Sea altruista. Ocúpese de las necesidades del paciente, no de las suyas. Es posible que el paciente no quiera lo que uno le ofrece en un momento dado. Muy a menudo, el paciente sólo necesita que uno esté presente, en vez de que haga algo. Averigüe lo que necesita el paciente y reaccione en base a ello. Sea positivo. Borre las palabras negativas de su vocabulario. Deje de pensar que un diagnóstico de cáncer es una sentencia de muerte o que el paciente jamás podrá volver a valerse por sí mismo. Esté dispuesto a involucrarse. Dé algo de usted a cada persona que visita. Respete las creencias de los pacientes. Esto no significa que debe ignorar o darle poca importancia a las suyas propias. Significa que no tratara de forzarlas en los que no concuerdan. Este no es el momento para discusiones. Tenga cuidado de usar las Escrituras en forma apropiada. No use la lectura de las Escrituras para emitir juicio. Los versículos que comparta deben estar llenos de esperanza y aliento. Muchos de los pacientes no tendrán la energía necesaria para asimilar lecturas largas, así que conviene elegir pasajes cortos. Pregúntele al paciente si quiere que se le lea de las Escrituras antes de hacerlo. A lo mejor no es un buen momento para el paciente. Esté preparado para orar cuando se le da permiso para hacerlo. No use este momento para dar un mini sermón. Es tentador pedirle al Señor las cosas que nosotros queremos para el paciente, a fin de que este lo escuche. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 10
Pregunte si hay cosas específicas acerca de las cuales el enfermo desea que se ore. Ore pidiendo valor para sobrellevar la situación, entendimiento y aceptación del plan de Dios. Ore pidiendo fortaleza para la familia y demás seres queridos del paciente. Pida que el equipo médico tenga el conocimiento y la compasión para hacer la mejor tarea posible. Ore pidiendo paz, tranquilidad y sanidad para los sentimientos, el espíritu y el cuerpo. Dé gracias a Dios. Nuestro modelo es el de Jesús y la mujer samaritana: Ir, aceptar, ganar la confianza, escuchar, ofrecer aliento, demostrar respeto y dejar la reacción en manos del paciente. Lo opuesto de este modelo son los amigos de Job cuando llegaron a consolarle. La visitación en el hospital Cosas para hacer Llame primero. Visite antes de la cirugía. No olvide el sentido del humor. Reconozca las señales que le indican cuándo debe retirarse. Si el paciente parece estar incómodo, tener sueño o sentir dolor, retírese con naturalidad. Las visitas cortas y frecuentes son las mejores. El promedio de duración de la visita es de diez a quince minutos. Tenga consideración de los compañeros de sala del paciente. No hace falta que susurre. Una voz normal y controlada es aceptable. Déjele saber al paciente que no le molesta hablar de temas sensibles, incluyendo la muerte. Guarde cualquier información recibida como confidencia a no ser que tenga permiso para compartirla con otros. No dé esperanzas falsas. Mantenga un contacto visual cómodo. Esto significa estar al mismo nivel que el paciente. No lo obligue a esforzarse o a cambiar de posición. Ni se le acerque demasiado como para que el paciente le contemple sus hermosas fosas nasales. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 11
Procure no programar su visita en el horario de comida. La excepción sería que el paciente necesitara ayuda para comer. Retírese cuando el médico entra en la sala. A no ser que el paciente le haya pedido quedarse. Recuérdele a su amigo otras victorias personales. Anime al paciente a tomar de esa fuerza interior. Exprésele la confianza de que la crisis actual también puede ser superada. En lo posible, consiga información actualizada acerca de la enfermedad de la persona. Mucha de la ansiedad del paciente es resultado de una falta de información adecuada acerca de su enfermedad. Al leer el material usted puede ser más comprensivo y de más ayuda ante las preguntas y temores del paciente. Respete los carteles y las indicaciones que se encuentren en la puerta del cuarto del paciente. Estos se han puesto para la protección y el bienestar del paciente. Respete las reglas del hospital. Cerciórese de la dieta del paciente antes de ofrecerle algo para comer o beber. Un inocente vaso de agua puede hacer un daño tremendo si el paciente no debe ingerir líquidos. Hable del mundo exterior. Siéntese cerca. Llame a la puerta y pida permiso antes de entrar en un cuarto, especialmente si la puerta está cerrada o la cortina está corrida. El paciente puede estar haciendo sus necesidades o estar de algún modo incapacitado para recibir visitas. Muéstrese alegre. Visite si ha prometido hacerlo. Evite el tutear si no conoce a la persona. Pregunte cómo puede ser útil. Hay mucha diferencia entre decir: “Avísame si puedo hacer algo”, y decir: “¿En qué te puedo ayudar?”. En algunos casos puede hacer una pregunta directa: ¿Puedo llevarte el correo?”. No haga preguntas incómodas. Si el paciente no toca el tema generalmente significa que no lo quiere tratar. Deje que el paciente llore. No deje que el llanto lo avergüence. Enfoque la conversación en el paciente, no en sus propios problemas. Siga el hilo de la persona a la cual está visitando en cuanto a temas y a lo que comparten. Lleve una sorpresita. Revistas, libros, flores, casetes, el boletín de la iglesia. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 12
Termine bien la visita. Dependa del Señor para que lo dirija durante su visita. Cosas para no hacer. No hable con los médicos o la familia en voz baja como tratando de que el paciente no oiga. No se siente en la cama del paciente. No desobedezca las reglas del hospital. No lisonjee al paciente. No tome a pecho la actitud negativa del paciente. Ya mejorará de humor. No coma en el cuarto del paciente. No le cuente sus problemas al paciente. No demuestre su aversión ante olores, tubos, agujas, etc. No vea televisión. Recuerde que vino a visitar. No se entremeta en disputas familiares. No mire el reloj. El paciente va a pensar que esta apurado. No niegue los sentimientos del paciente. Si el paciente dice que se quiere dar por vencido, ayúdelo a clarificar esos sentimientos. No sermonee. No es productivo decirle: “No debería sentirse así”. No haga promesas que no pueda cumplir ni ofertas que no pueda concretar. No cuente historias de horror ni compare enfermedades. No corrija las respuestas ni termine las historias del paciente. No dé nada por sentado. Permita que el paciente le diga cómo se siente. No dé por sentado que siempre habrá otra oportunidad para decirle algo al paciente. No defienda a Dios, ni a nadie, ni a nada. No juzgue. Evite el uso de palabras tales como “debería” o “tendría”. No critique al médico ni el tratamiento prescrito. No despierte al paciente. Deje una nota diciendo que estuvo de paso. No visite al paciente el día después de una cirugía mayor. No trate de alegrar al paciente cuando este, en realidad, lo que quiere es hablar de lo asustado que está. No use la palabra “nosotros” para hablar acerca del paciente. Decir: “¿Cómo estamos? o “¿Nos sentimos mejor hoy?”, suena condescendiente.
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El Ayuno y la oración Mucha gente en la Biblia ayunó. Moisés ayunó en el monte Sinaí (Éxodo 34:28). Ana ayunó cuando quería que Dios le diera un hijo (1 Samuel 1:7). David ayunó en varias ocasiones (2 Samuel 1:12; 12:22). La nación de Israel ayunó en el día de la expiación (Levítico 23:27a). Pero el ayuno no solo se encuentra en el Antiguo Testamento. Jesús ayunó en el desierto (Mateo 4:2). Juan el Bautista les enseño a sus discípulos a ayunar con frecuencia (Marcos 2:18; Lucas 5:33). Ana servía al Señor con ayunos y oraciones (Lucas 2:37). Pablo ayunó inmediatamente después de su conversión (Hechos 9:9). Cornelio ayunó antes de tener la visión (Hechos 10:30). La iglesia de Antioquía ayunó cuando comisionaron a Pablo y a Bernabé para las misiones (Hechos 13:3). Algunas equivocadamente enseñan que no se debe ayunar, y como su base utilizan pasajes como Mateo 6:16. Sin embargo, Jesús no estaba condenando el ayuno, sino a aquellos que se ufanan de hacerlo. Creo que hay un llamado bíblico a ayunar. Este es un acto de fe. Cuando hacemos un llamado a ayunar, estamos desafiando a la gente a que se prive de una de las necesidades de la vida para que puedan orar más efectivamente a Dios. Ester hizo un llamado al ayuno (Ester 4:16); Josafat y Esdras hicieron lo mismo (2 Crónicas 20:3; Esdras 8:21). El ayuno está vinculado con la oración (Salmo 35:13; Mateo 6:5‐18; 1 Corintios 7:5). Cuando una persona ayuna, esta se refrena de la comida. Esta abstinencia es la expresión continua de la oración del corazón. El ayuno manifiesta la profunda sinceridad en la oración de una persona. ¿Cuando ayunar? Se ayuna cuando hay una crisis nacional. 2 Crónicas 7:14, Ester 3:1‐15; 4:16, 2 Crónicas 20:3; Esdras 8:21, Joel 1:14. Se ayuna por las necesidades individuales. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 14
Mateo 17:20‐21, Daniel 10:12 Se ayuna en periodos de prueba y tribulación. Jueces 20:26; 1 Samuel 1:7; 2 Samuel 1:12, 3:35, 12:16a; 1 Reyes 21:27; Salmo 35:13. Se ayuna cuando hay una decisión importante que tomar. Mateo 4:2; Hechos 13:2. Se ayuna por que Cristo viene. Lucas 5:35. La oración y el ayuno dan poder espiritual. 1. El ayuno trae disciplina al cuerpo y lo hace instrumento útil en las manos de Dios. 2. Cuando ayunamos estamos declarando que nuestro estomago no es nuestro Dios (Filipenses 3:19). 3. El ayuno nos da victoria sobre los deseos de la carne: Si usted aprende a decirle a su estomago que no, sabrá decirle que no a otras cosas. 4. El ayuno le edifica su espíritu y le ayuda a disminuir el poder de la carne sobre usted. 5. Las cargas se hacen livianas (Isaías 58). 6. Se obtiene sabiduría (Daniel 10). 7. Trae avivamiento (Isaías 58:6). 8. Procura la protección de Dios (1 Reyes 21:27‐29). 9. Rogar por sanidad divina (Salmo 35:13). 10.Antes de iniciar un ministerio (Mateo 4:2). Duración del ayuno La más de las veces en la Biblia, un ayuno duraba un día. Comenzando desde la puesta del sol de un día hasta la puesta del sol el otro día. Una persona no comía la cena, ni el desayuno, ni el almuerzo del siguiente día, pero si la cena (Jueces 20:26; 1 Samuel 14:24, 2 Samuel 1:12; 3:35). Esto iba acorde con la costumbre judía de que el día comenzaba con la puesta del sol (Génesis 1:5, 6, 31). Ester llamo a un ayuno de tres días, debido a la emergencia nacional en la que se encontraba su pueblo. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 15
En la Biblia se mencionan tres ayunos de cuarenta días: Moisés, Elías y Jesús. Dios usa el ayuno para preparar nuestros corazones. El nos indicara la duración del ayuno. Clases de Ayuno El ayuno típico es abstenerse de alimento sólido. Ayuno completo: Es la abstención de alimentos y de agua. (Hechos 9:9). Este tipo de ayuno no debe durar más de un día. Ayuno parcial: a. Este ayuno se distingue por las abstención de cierto tipo de alimentos (Daniel 1:12) b. La abstención de alimentos por cierto periodo de tiempo, no comer durante las horas del día por ejemplo. c. La abstinencia de relaciones sexuales entre esposos para dedicarse a la oración. (1 Corintios 7:5). Los peligros del ayuno Existen algunos peligros físicos relacionados con el ayuno y quizás por esta razón es que no hay ningún mandamiento con respecto al ayuno. 1. La mayoría de personas deben ayunar no más de un día, especialmente si uno está comenzando a practicar esta disciplina. Solamente aquellos que tienen madurez en la fe y experiencia, pueden ayunar por periodos de tiempo más largos. 2. Una persona no debe ayunar si no está dispuesta a orar por largos periodos de oración durante el ayuno. El mero hecho de dejar de comer no tiene ningún beneficio en sí mismo. 3. Otro problema del ayuno es el de la hipocresía que a veces se encuentra vinculado al ayuno (Mateo 6:16). Cuando una persona llama la atención al hecho de que esta ayunando se ha fracasado en el propósito. El ayuno es un asunto privado entre Dios y uno; a menos que uno le comunique a la esposa o al esposo de lo que uno está haciendo. Dos cosas nuestro Señor demanda que hagamos en secreto: la generosidad y el ayuno. 4. Otro problema con el ayuno es el legalismo. Para algunos la abstención de alimentos se convierte en un vehículo para hacer obras de la carne cuando aquello en realidad debe demostrar nuestra sinceridad de fe. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 16
La credibilidad del ayuno no está en la abstención de alimentos, sino en la sinceridad de nuestra fe. Uno ayuna con el motivo apropiado de glorificar a Dios, uno ayuno en humildad y arrepentimiento sincero (Joel 2: 12‐13). 5. Otro problema surge cuando se confunde la disciplina del ayuno con la espiritualidad. Hay personas que quieren que todos los demás ayunen como ellos ayunan... Cuando en realidad la Biblia no nos dice cómo ni por cuánto tiempo debemos ayunar. Todos debemos ayunar por las razones correctas, pero nadie debe de ser forzado a que lo haga. Cómo Ayunar Ayunar es tiempo para orar, arrepentirse y examinar el corazón. Su propósito es eminentemente espiritual, si es que habrá de ser testimonio a Dios. La Biblia nos da ninguna instrucción de cómo o cuando hacerlo. Cuando un cristiano siente la necesidad de hacerlo, debe hacerlo. Como la mayoría de cristianos tenemos tribulaciones y dificultades, podemos suponer que todos los cristianos en algún momento de sus vidas ayunan. Esto tiene que ser totalmente voluntario. El ayuno es un demostrarle a Dios la sinceridad de nuestras oraciones. Cuando uno ayuna es con un propósito espiritual, estos pueden ser varios: Pedirle a Dios que nos provea de algo, pedirle dirección con respecto a una decisión, o ayuda en tiempo de crisis. El ayuno es una especie de 911 (número telefónico de emergencia). Cuando me comprometo a ayunar por un día como testimonio a Dios, Satanás también sabe de mi compromiso. El ataca con fuerza. Cuando quiero comerme aquel bocadito, no es porque uno tiene hambre, sino porque el diablo que quiere hacerme romper mi compromiso con Dios. Durante el ayuno, el deseo de comer se intensifica, el diablo quiere hacerme pensar en comida, él quiere reírse de nosotros, pero con la ayuda de Dios, mantendré mi compromiso. Preparándose para el ayuno 1. Determine la duración de su ayuno. 2. Comience por abstenerse de alimentos sólidos. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 17
3. Planifique su tiempo de oración: Confiese sus pecados, pida perdón, ruegue por peticiones específicas. 4. Lea la Biblia. 5. Adore a Dios. Entregando el ayuno Debido a que el estomago esta vacio después de un ayuno, es importante saber cómo entregarlo. No coma alimentos ricos en grasa, carne de res o puerco. Se sugiere una sopa, ensalada o un sándwich liviano. Ore por los alimentos y tenga la misma actitud al comer que la que tuvo al ayunar. Así como se abstuvo de comer para la gloria de Dios, ahora coma para la gloria de Dios. La prueba de la bendición de su ayuno es la nueva energía que se tiene para servir al Señor. Tenga cuidado de no hacer del ayuno el énfasis más importante de su vida cristiana. 1. El ayuno es para disciplinarnos a tener dominio propio. 2. El ayuno es para poner nuestras prioridades en orden. 3. El ayuno es para buscar el rostro de Dios y glorificarle.
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La Unción de los Enfermos ¿Qué es la unción con aceite? Es la oración de Cristo y de su iglesia por la sanidad física y espiritual de una persona enferma. La unción ayuda a las personas de la siguiente manera: 1. Crecimiento espiritual. 2. Sanidad física. 3. Seguridad de las promesas de Dios. ¿Por qué ungir a los enfermos? Es parte de nuestro ministerio de reconciliación y sanidad proveyéndole al enfermo fortaleza y confianza en el poder de Cristo. Los evangelios dan muchos ejemplos de Cristo sanando con el poder de su amor (Lucas 7:21). El lo hacía con oración e imponiendo las manos. Su ministerio nos enseñó que la muerte y la enfermedad son parte de nuestra condición pecaminosa; pero que el crecimiento espiritual puede traer alivio y sanidad a ese sufrimiento. Cristo les dio a sus discípulos la autoridad para sanar. Estos ungieron a los enfermos con aceite y sanaban (Marcos 6:7,13, 16:18; Lucas 9:1‐2). En los primeros siglos de la iglesia cristiana la unción consistía en dos actividades: a. La bendición del aceite b. La unción del enfermo y las oraciones. Cristo no dividía a la gente en cuerpos y almas. El se preocupaba por el ser humano entero, de la misma manera la unción del enfermo enfatiza el ser humano entero: sanidad física y espiritual. Salud espiritual: Fortaleza contra el desconsuelo. Paz interna. Confianza en la misericordia de Dios. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 19
Salud física: La unción del enfermo no es garantía de sanidad en todos los casos. A menos que aquello sea voluntad de Dios para la sanidad del alma. En todo caso la unción es un acto de fe en Dios. Sanidad espiritual es el resultado primario de la unción de los enfermos. ¿A quién se debe ungir? 1. Personas gravemente enfermas. 2. Personas que serán sometidas a cirugía. 3. Niños enfermos con edad de razón. Cómo se administra la unción 1. Oración de invocación. 2. Lectura de la Biblia e imposición de las manos: Salmo 23, 27, 34, 42, 43, 46, 90, 91, Isaías 12, 40:1‐11, Santiago 5:14‐15. 3. Bendición del aceite y unción del enfermo. 4. Oración por la sanidad y bienestar del enfermo.
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¿Qué hacer cuando la iglesia se queda sin pastor? Paso #1 A. Comunicación con Los Angeles City Mission Society. Inmediatamente que la iglesia se entera que ha de necesitar un pastor debe notificar al Ministro Regional Hispano. Las iglesias que son parte de Los Angeles City Mission Society, deben comunicarse con el Dr. José Menéndez o con el Dr. Oscar García (213) 955‐4939. B. Elección del Comité de Púlpito o Comité de Búsqueda Pastoral. 1. La iglesia, en sesión de negocios, debe elegir a los miembros de este comité. En el comité debe de haber una amplia representación de las distintas sociedades y ministerios de la iglesia (mujeres, varones, jóvenes, diáconos, síndicos, etc.). 2. El propósito del comité es presentar a la iglesia un candidato calificado para que ejerza el pastorado. 3. Número de miembros del comité: Por lo menos cinco miembros. C. Interinato 1. Expresar al Ministro Regional Hispano el deseo de tener un pastor interino. Establecer arreglo con la persona que será pastor interino (solamente después de hablar con el Ministro Regional) para especificar lo que se espera de ella. Se debe de especificar cuánto tiempo ejercerá el interinato, y si es candidato para la posición permanente o no. 2. Las responsabilidades de esta persona son básicamente dos: a. Preparar la congregación para la llegada del nuevo pastor. b. Mantener a la congregación saludable en su ministerio. Paso #2 Instrucciones generales al Comité de Búsqueda Pastoral. A. Toda información, conversaciones y decisiones relativas a las personas candidatas se mantendrán estrictamente confidenciales. B. Las personas candidatas no serán invitadas a predicar en la iglesia hasta el tiempo que el Comité de Búsqueda lo considere apropiado. C. Mantener a la iglesia informada: 1. Del proceso usado para seleccionar el candidato. 2. Del programa del Comité. 3. Informándole a la iglesia la reseña biográfica y ministerial de la persona a considerarse. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 21
Paso #3 Instrucciones a la iglesia por el Comité de Búsqueda Pastoral. A. Orar por el Comité de Búsqueda Pastoral. B. Se pedirán nombres de candidatos a la congregación. Esto se anunciará públicamente a toda la iglesia. Los nombres se darán por escrito a miembros del Comité de Búsqueda. Se proveerá de presupuesto (fondos) para gastos del Comité y para traer personas a ser entrevistadas. Paso #4 Hacer una reseña histórica de la iglesia El Comité de Búsqueda Pastoral debe preparar una reseña histórica de la iglesia, la cual debe de incluir lo siguiente: A. Tipo de iglesia 1. Bilingüe o no. 2. Carismática (describir el estilo). 3. Tradicional (describir el estilo). B. Programa 1. Servicios y asistencia 2. Campañas celebradas durante el año. 3. Retiros y campamentos. C. Tamaño de membrecía y componentes 1. Junta o juntas 2. Comités 3. Sociedades 4. Número de miembros y número de adultos, jóvenes y niños. 5. Coros o grupos musicales. D. Comunidad 1. Población; número de hispanos; otros. 2. Residencial, urbana, rural, etc. 3. Estable, cambiando en población. E. Edificio 1. Facilidades adecuadas, o se necesita espacio para crecer. 2. Casa pastoral. 3. Hipotecas (mortgages) y otras deudas. 4. Necesidades para el futuro. F. Presupuesto 1. copia de este 2. Ingreso per cápita G. Necesidades inmediatas 1. Entre adultos, jóvenes, niños El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 22
2. En la comunidad 3. De evangelización 4. De educación cristiana 5. De mayordomía 6. De crecimiento de la iglesia 7. ¿Recibe la iglesia ayuda financiera de la denominación? H. Necesidades para el futuro 1. Crecimiento de la iglesia 2. Trabajo comunitario 3. Mayordomía Paso # 5 Anotar las cualidades y habilidades del pastor que se necesita, las cuales satisfagan las necesidades de la iglesia. El historial incluirá algunos de los siguientes criterios, pero no se limita a estos. A. Persona de sensibilidad espiritual. B. Habilidades: predicador, administrador, consejero, visitador, evangelista, maestro, líder de adultos, de jóvenes, de niños, experto en mayordomía, en educación cristiana, etc. C. Doctrina y orientación teológica: tradicional, progresista, carismática, celular, etc. D. Educación 1. Académica 2. Teológica E. Condición Ministerial 1. Ordenado 2. Seminarista 3. Bi‐vocacional F. Bilingüe G. Relaciones denominacionales: Con la Convención Bautista Hispana y con la Región correspondiente. Paso # 6 Fuentes para proveerse de nombres de candidatos. A. Los nombres pueden venir de varias fuentes: 1. La Oficina Regional. 2. Los miembros de la iglesia. 3. El mismo Comité de Búsqueda. 4. El American Baptist Personnel Services (ABPS), localizado en Valley Forge. Esta oficina mantiene un historial de muchos de los pastores hispanos. El historial se pide por medio del Ministro Regional Hispano. De esto no ser posible, solicite directamente los nombres a la Oficina de Ministerios Hispanos en Valley Forge. El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 23
Paso # 7 Establecer lista de candidatos. A. Seleccionar los nombres de aquellas personas que satisfagan las necesidades de la iglesia, estableciéndose una lista de nombres en orden de preferencia. Si es posible, dicha lista debe contener de tres a cinco nombres. 1. Si alguna persona sabía que estaba siendo considerada y es eliminada, debe informársele inmediatamente por escrito que ya no es candidata. B. Se escribe a las personas en la lista indicándoles que están siendo consideradas. Al escribirles se le incluye la reseña histórica de la iglesia para facilitarles basar su interés en ser considerados; si no contestan dentro de cierto tiempo, sus nombres serán eliminados. Paso # 8 Contactos y entrevistas A. Familiarizarse con todos los candidatos por medio de las referencias. 1. El Ministro Regional Hispano es importante en este proceso ya que esta persona usualmente conoce los candidatos. B. Se debe invitar al candidato a predicar. C. Se establecen entrevistas con los candidatos. 1. Se preparan las preguntas para la entrevista. 2. Discutir la reseña de la iglesia. 3. Mostrarle la constitución de la iglesia y el presupuesto. 4. El candidato comparte sus expectaciones de la iglesia en términos de ministerio. 5. Expectaciones personales: salario, vivienda, gastos de mudanza, vacaciones, días libres, beneficios médicos y pensión, gastos ministeriales (gasolina, educación continuada, etc.). 6. Fecha disponible para empezar el pastorado si la iglesia ofrece un llamamiento. D. El Comité debe entrevistar más de una persona. E. Después de las entrevistas se establecerá una lista de estas personas en orden de preferencia. Paso # 9 Contactos Adicionales A. Avisarle a la persona candidata número uno que ha sido seleccionada para una entrevista adicional e invitarle, con su cónyuge, a pasar un fin de semana con la congregación. Se le debe informar de antemano a la congregación de esta visita. 1. El comité se reúne con ellos en caso de que necesite información adicional o clarificación sobre la entrevista anterior. 2. La persona candidata predicará en esta ocasión. 3. Ese mismo día la iglesia recibirá el informe del Comité con relación a esta persona.
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4. La congregación puede interrogar al candidato en esta ocasión si así lo desea y entrar en diálogo con ella. 5. También, puede tomar el voto sobre la persona candidata en ausencia de ella de la reunión. Paso # 10 Reunión de Negocios después de la Visita del candidato. A. La sesión regular o extraordinaria de negocios a la cual todos los miembros de la iglesia son previamente invitados, se debe tener una semana después de la visita del candidato. La razón es que así la congregación ha tenido tiempo de reflexionar sobre sus impresiones, intercambiar ideas y a la vez orar para que la decisión sea hecha sabiamente y por el bien, tanto de la iglesia como de la persona candidata. La persona candidata no tiene que estar presente. B. El comité presentará solamente el nombre de esta persona en esta ocasión. C. Si esta persona es aceptada por la congregación, el presidente del comité le hablará personalmente o por teléfono y le escribirá informándole de la decisión. Si no es aceptada también se le informará; se volverá entonces al Paso # 9 punto A, y se continuará el proceso con el candidato número dos. D. Es costumbre y a la vez un acto de cortesía notificar a las otras personas candidatas una vez que la iglesia ha seleccionado el pastor que buscaba.
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Preguntas que el Comité de Búsqueda Pastoral debe hacer a la persona candidata al pastorado 1. ¿Nos hace el favor de decirnos algo sobre sus antecedentes, su vida en general, su familia, su salud y la de su familia?
2. ¿Puede describir cómo planea la predicación durante un año?
3. ¿En rasgos generales, nos podría dar usted una idea de cómo organiza su semana de actividades como pastor?
4. ¿Cuál es su posición teológica: tradicional, progresista, carismática?
5. ¿Cuál es su estilo como administrador en la iglesia? ¿Cómo trabaja con las juntas, comités, y otros grupos de la iglesia?
6. ¿Qué programa o actividad sugiere usted para que la iglesia crezca? ¿Qué significa para usted “crecimiento” de la iglesia?
7. ¿Puede describir la práctica que ha usado en la visitación?
8. ¿Qué tan importante es para usted el grupo de damas, jóvenes, varones, niños, Escuela Bíblica Dominical?
9. ¿Qué prioridades debe seguir la iglesia? ¿Cómo se implementan éstas?
10. ¿Cómo le hace frente a los conflictos en la iglesia?
11. ¿Cómo maneja la crítica hacia usted y su familia?
12. ¿Cómo debe la iglesia trabajar en y para la comunidad?
13. ¿Participa usted activamente con nuestra denominación y con nuestra Convención Bautista Hispana?
14. ¿Qué otros intereses tiene usted fuera de la iglesia?
15. ¿Qué tipo de recreación disfruta usted?
16. ¿Qué espera de la congregación en términos de cooperación y sostenimiento?
17. ¿En qué áreas de trabajo tiene mayor experiencia? ¿En qué áreas tiene menos?
18. ¿Tiene alguna pregunta para nosotros? El Ministerio del Diaconado |Rev. José Ricardo Hernández 26
Modelo de Servicio de Instalación y
Preludio
y
Llamamiento a la adoración
y
Himno
y
Oración de Invocación
y
Lectura de las Sagradas Escrituras
y
Música especial
y
Presentación del nuevo Pastor y su familia
y
Saludos de representantes
y
Sermón (de 15 a 20 minutos)
y
Recomendaciones al Pastor
y
Recomendaciones a la congregación
y
Oración de dedicación
y
Palabras por el nuevo pastor
y
Himno
y
Bendición
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