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PUEBLOS,
CON E L A U X IL IO D E LOS SE Ñ O R E S CURAS PARROCOS.
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P R E M IA D A PO R L A R E A L SO C IE D A D B A S C O N G A D A ,
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IM P R E S A D E SU O R D E N E N VICTORIA E N 1 7 9 3 «
REIM PRESA
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CON UN DISCURSO P R E V IO Y A L G U N A S NOTAS, CON PER M ISO D E SU A U TO R ,
E L E X C .M0 É
IL L . mo SE Ñ O R
DON P E D R O D IA Z DE YALD ÉS, C A B A LLE RO GRAN C RUZ D E L A R E A L D ISTIN G U ID A O R D EN ESPAÑOLA D E CARLOS T E R C E R O , D E L CONSEJO D E S . M . Y OBISPO D E B A R C E L O N A , & C .
C O N L A S L IC E N C I A S N E C E S A R I A S . B A R C E L O N A -. E N L A O F IC IN A D E M A N U E L T E X É R O , PLAZA D E SAN FRANCISCO D E PAULA.
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P a r a dar á los Lectores* una idea de la importancia
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de esta M emoria ponemos
,
aquí la Noticia de ella que se lee en el Memorial lite rario de Madrid. Seguirá despues el Discurso previo del Autor
, que aun no se A 2
;
ha publicado y por fin ¡as Notas á dicha Memoria. Esta Noticia se halla en
,
aquel M emorial en el mes de Junio de 1794 pag. 3 2 1 y dice así
:
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S O C IE D A D
BASCONGADA. Noticia de la Memoria sobre las f e licidades físicas y morales que los Curas pueden procurar á los pue blos , y soire Zos m edios, cotí que se proporcionarán para causar el bien común en todos ellos. La pre mió y publico en los extractos de sus Juntas de 1 7 9 3 la Real So ciedad Bascongada. í i3
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á rf o n p
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época brillante de la instrucción naM JQ %
cional y de la común aplicación á los asuntos econom icos, fue sin
duda
aquella, en que se reunieron moderna mente los ánimos de los ciudadanos mas distingui dos para formar las Sociedades de Am igos del Pais. F u é este un suceso m uy glorioso, y un medio, con que la Nación adquirid en pocos anos un conside rable fondo de conocimientos ú tile s , desprecian-
)
do todos aquellos que no la eran provechosos. Los preciosos libros del Fomento de la industria p o p u la r , y de la educación de los artesanos dieron grande impulso á los brazos mas numerosos’, y ganaron casi todas las clases á dedicarse hacia quanto puede traer ventajas al pais. Hasta las Se ñoras se reunieron también para procurar él bien de la n a c ió n ; y esta r e c o b ró , por decirlo así, en un momento las pasadas glorias, dando señales nada equivocas de su ilustración y de su laborio sa actividad. Los extrangeros han visto con pas mo tan considerables progresos; y deben aun es perar otros mayores de un pueblo nacido para las cosas g ra n d e s , y que dio el tono en otros .siglos á las demas naciones. Faltaba m over el brazo mas poderoso para llenar de bienes temporales la Pe nínsula. Deseaban las mismas Sociedades Econó micas , que los Eclesiásticos las ayudaran ; y en verdad que ellos han contribuido con su doctrina, con su ca u d a l, y con su z e l o , á promover sus preciosas ideas. E l público goza ya algunos m uy apreciables escritos de varios Eclesiásticos que los compusieron para beneficio de sus compatriotas. Es notorio que la C lerecía Española empleó su ciencia y dotacion para remediar las m iserias, y para aumentar los provechos de todos los ciuda danos. Pero aun se suspiraba por una obra que
( 3 ) „ demostrara,- que el Clero Español puede causar las felicidades físicas y morales de los pueblos; y que indicára los medios, con que llegaría efectivam en te á producir tanto bien. A n u n ció esta dichosa idea la Sociedad B ascongada, ofreciendo en 1790 un premio de 15 doblones, y patente de Socio benemerito á quien desempeñase á su satisfacción tan interesante asunto. E ntre las Memorias que recibió aquella Socie d ad, fue premiada en 17 9 1 la del epígrafe : Nos auxilia dicemus. Iuvare mortalera, h¿ec est ad ceternam gloriam v i a : del D r. D . Pedro D ia ¿ de V a ld é s , del Consejo de S. M . , Canonigo Pre lado , D ignidad de Arcediano de Cerdaña de la Catedral de U r g e l, é Inquisidor de B arcelon a; y se acordó im prim irla, como se acaba de efectuar en 17 9 3 . Y a el público había leido con agrado el pensa miento de este docto y aplicado Eclesiástico sobre la física del Clero ( 1 ) : sobre el veneno de los hon gos (2) y sus remedios ( 3 ) : y sobre algunas pe trificaciones. Ocultábase baxo el nombre de Z¿zdidalvés, para probar el gusto de la n a c ió n ; y
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(según se explica en algunas notas que prepara
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(1) (a ) (3)
M e m o r i a l L i t e r a r i o año d e 17 8 7 . tomo i a . p a g . 97. Ib i. año de 89. tom. 17. p. 199. Ibi. año de 90. tom. a o . p . i a i . • .
para una reimpresión de la Memoria premiada) no quiso citar el A utor de algunas noticias que in g i rió en su primera carta sobre los progresos de la n ació n , temeroso de que los incautos se procura sen una obra en que los venenos están mezclados con las flores. N o entendieron este motivo ciertos le c to r e s : y así para manifestar que no necesitaba el vestido ageno para lu c ir s e , siguió escribiendo y citando con tanta puntualidad los A u to re s , que nadie duda ya que por sí solo y sin ellos es A u tor de mucho crédito y m uy juicioso el Señor Valdés. N o pueden leerse todas sus p rod u ccion es, inser tas en los Memoriales Literarios, sin confesar, que este Eclesiástico ha hecho particular estudio de ayudar á la nación por medio de los Curas. N un ca escribe que no ponga en ellos los ojos : que no los e lo g ie, y que no los mueva. Hasta en su D is curso ( i ) sobre si la Escabiosa es antidoto para la mordedura de la vivora (que es su y o ), habla de los C u ra s , celebra su m érito , y desea su aplicación á beneficio de los pueblos cortos : que son su idolo y el objeto perenne de sus reflexiones. Todos estos Discursos (que desempeñan bien lo que ofrece la divisa del Nos auxilia dicemus que los precede) pueden considerarse como preparati_____________
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M e m o r i a l L i t e r a r i o de 1^93. D i c i e m b r e p a r t. i . a
p a g . 338.
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vos para el grande y precioso que continua su Memoria premiada y publicada por la R eal Socie dad Bascongada. Es obra que agradará á la na ción ; y que ademas se leerá con aplauso en los R eynos e x tra n g ero s: porque en su linea es origi n a l, y está escrita con mucho pulso , erudición y solidez. Están en ella de manifiesto el generoso corazon del A u to r , y sus grandes conocimientos en casi todas las ciencias provechosas: ofrece á la economía política los principios mas seguros en materia de contribuciones y exenciones. Puntos h ay que no podía manejar el A u tor sin una noti cia m uy particular del derecho público Eclesiás tico , y otros también hay que solo pudo tratarlos con d ig n id ad , por los conocimientos superiores que tiene de la F ís ic a , B o tán ica, M ineralogía y Quím ica. . Consta esta Memoria de introducción y de dos partes.
La introducción indica que su A u tor
posee á fondo la materia , y que muchos años ha que se ocupaba en este objeto. D ice en ella que no se atará á las reglas de los retó rico s: porque aunque en otro tiempo las habia seguido , ahora no hay forma de sugetarse á cosa que huela á ar tificio. wGusto mas (escrib e pag. 2 4 ) ver las rowsas cercadas de espinas, y colocado el rosal con 99negligencia en los h u e rto s, que mirarlas esclaB
wvizadas en un jarro en medio de claveles y azu v>cenas.”
Con todo , nadie leerá su Memoria que
no conozca que está escrita por una mano sabia y diestra , y m uy diestra en la eloqtiencia. La parte primera trata de las felicidades físicas y morales que los Curas pueden procurar á los pueblos. Prueba esto con una agradable diversi dad de esp ecies; y sobre hacer demostración de su v e rd a d , toca ciertos puntos con tal dulzura y en e rg ía , que enamora y arrebata. Unas veces, por exem plo, pinta á un Cura , que agotada toda su dotacion para socorro de sus feligreses, los vé aun rodeados de miserias. A pu nta la carta que el Cura podría dirigir en tal apuro al Se ñor principal de aquel miserable pueblo ; y es tá puesta con tanta naturalidad , con tanto jui cio , y con tanta te rn u ra , que mueve á compa sión y excita el deseo de acudir á su socorro. Otras veces habla de la inmunidad y de la exen ción de los Eclesiásticos; y acordando la justa distribución que hacen de sus ren tas, responde con gran nervio á los inconsiderados que notan y critican sus privilegios. Otros acudirán para esto ú secas discusiones. E l A utor se contenta con va lerse solamente de las armas naturales del racioci nio ; y con ellas solas dexa sin respuesta á sus enemigos.
A unque el asunto de esta primera parte parece trivial y c o m ú n , el Señor Valdés lo maneja con una docta novedad que penetra las alm as, las convence y las enamora. Prueba su in te n to , y ademas presenta admirables doctrinas para toda clase de ciudadanos. E n la parte segunda trata de los medios con que el Clero Español podrá procurar aquellas felicida des físicas y morales á los pueblos. Señala muchos y m uy sensatos: pero levantando el vuelo para cor responder á las intenciones sublimes de la Socie dad Bascongada, y á lo que se merece una nación tan heroica como la n u estra , propone que se es tablezca una enseñanza en los Seminarios E c le siásticos que los habilite y proporcione para ser singularmente útiles á los demas ciudadanos. Sin trastornar los estudios recibidos en las Universida des , halla tiempo y dotación para esta educación p ro vech o sa, que abraza la B o tán ica , la M inera logía y la Química. Propone qual debe ser esta in stru cció n , como se han de escribir estas mate rias, como se han de enseñar en los Seminarios* y apunta para exemplo muchas útiles noticias. Es menester leer la Memoria para hacerse cargo de su singular me'rito. La actual edad y la veni dera , la celebrarán y harán grande elogio de las superiores luces del A u to r , y de la sensibilidad B2
patriótica de su corazon. Es obra que se consul tará siempre con provech o, y la execucion de sus nobles ideas pondrá á la nación en un estado de ilustración y de felicid ad , que sobre su propia di cha , será la admiración y el embeleso de las demas naciones. E l Clero Español agradecerá los esfuer zos de este Eclesiástico para hacer público su mé rito sobresaliente, y para llevarle á un grado de lu z tan particular, que tape la boca á los impru dentes filosofastros que le critican.
G enios atre-
w vidos, talentos m alogrados, y habladores indissecretos-, tem blad; temblad quando veáis que E s99paña adopta unos estudios en que se formen los ^jóvenes Eclesiásticos para aprender los co n o cí«m ientos que hagan felices temporalmente á los 99hombres! D e nuestras escuelas salen Teologos 99robustos, y los D ialécticos d iestro s, que con 99funden vuestras objeciones seductoras: temed, 99que ya saldrán también Botánicos provechosos, 99y Naturalistas útiles, que con su practica y apli99catión hagan felices los p u eb lo s, y los con ven 99zan de que en sus Curas tienen todos los alivios 99y socorros que necesitan sus alm as, y también 99sus cuerpos.” Las Sociedades Económicas promoverán la exe cucion de sus preciosos pensamientos; y todos ala barán su m odestia, su discreción y su literatura.
■Es por fin esta Memoria una obra distinguida que á nadie o fe n d e , y á todos es útil y de gran pro vecho. F u e menester una suma delicadez para lo grar lo p rim ero; mucho fondo de sabiduria para conseguir lo segundo. Si su A u to r se resuelve á reimprimirla con notas y adiciones, (como nos di cen que las tiene escritas) haría mayor bien á la n ación, pues así circularía mas su M em oria, pues to que la R eal Sociedad Bascongada no habrá ti rado mas exemplares que los necesarios para dis tribuir á sus S o c io s ; á quienes acostumbra parti cipar el extracto de sus operaciones. C onclu ye su Memoria ofreciendo emplear el tiempo que le dexen libre sus obligaciones esen ciales , en mejorar quanto propone en e l l a ; y deseamos mucho que estas le permitan conti nuar en tan loables ta re a s : porque son m uy im portantes , y nadie puede acabar mas fácilmente la obra que el arquitecto que la ha ideado. Cree mos que el libro de la E ducación de los artesanos, y esta Memoria para la de los E clesiástico s, ha rán época en la nación para beneficio de ambas c la ses; y oxalá que las otras hallen plumas que tracen la que convenga darlas. Si se executa lo que propone el A u tor de la M em oria, adelantará en instrucción provechosa la C lerecía , y lograrán todas las clases del E stad o , y mas inmediatamen-
( 10 ) te los pueblos cortos que son infinitos, un cúm u lo de felicidades que apenas se sujeta al guaris mo. Los extrangeros, le y en d o esta M em oria, co nocerán que no se ignoran en España las ciencias ú t ile s ; y que un Eclesiástico enseña el medio de hacerlas com un es, y generalm ente provechosas á todas clases. Junio 4 de 179 4 .
)
BXSCU3LSO M L E V X O . Escrito en 1 7 9 4 , y que por ciertas circunstancias no se imprimió en aquel añ o, ni le (lió despues la ú l tima mano el Autor. Ahora nada se añade: antes se suprimen algu nas reflexiones que eran propias de aquella Epoca. S i , porque trato del inmenso bien que los Pár rocos pueden procurar á sus F e lig re se s, sospe chase a lg u n o , que gimen en la infelicidad los P u eb lo s, y que no los consuelan y alivian sus C u ra s ; v ive ciertam ente engañado ; y aun pudie ra atribuir al A u to r de esta m em oria, unas opi niones que detesta su alma. A u n qu e un campo de pan llevar produzca trigo p re c io so ; no niega su fecun didad, quien propone regarle para coger en él mas abundante fruto. Por fortuna estamos en un tiem p o , en que los cuid ados, y las atenciones de nuestro illustrado G ob iern o , y las sabias providencias de nuestro
justo Soberano, procuran la dicha y el bien es tar de todos los V a sallo s: sin consentir , que han y a alguno tan desam parado, á quien no sostenga la le y , y no le favorezca con su protección. Has ta los miserables y desvalidos Expósitos , que carecen de padre conocido que los alimente y distinga , hallaron en nuestro R e y amab'e un am paro y una d istin ción , que sus mismos padres tal v e z no habrían podido dispensarles. S. M . los de clara por ciudadanos aptos para todos los oficios, y m anda, que en caso de su p licio , no se les apli(*)
Real
que el que sufren los plebeios (*). Ya se v e , que
de s jv l amor tendrá el R e y á los demas V asallo s, quando y Seño- en nledío de los cuidados y dispendios de esta res d el C on s ej o
.
g u e rra , se esmera tanto en mejorar la suerte de
Ene rodé aquellos infelices. 1794* Los mas arrinconados lugares de la Monarquía logran aquella felicidad que es asequible en aridas campañas y en pueblos distantes del comercio interior que vivifica á otros mas bien situad os, y hasta en los poblados mas tristes, hacen maravi llas sus C u ra s : y a consolándolos con celestiales d o ctrin as, y y a animándolos con temporales so corros. E l precioso Ministerio de los Curas brilla siempre en los grandes y pequeños pueblos : sien do en todos ellos su oficio m uy conforme á la R e li gión , á la n a tu raleza , y á la l e y : porque los C u -
(13 } ras son los astros luminosos, que no dexan rincón, ni lugar á quien no llenen de lu z. Son árboles fecundos que se acomodan , y se arraigan en to dos los suelos: dando frutos saludables en las ciu dades populosas , y en los lugares humildes. Son en fin los Curas los sábios y los doctores que siem bran en las almas tiernas aquellas sem illas, que produce el amor y la obediencia al legítimo So berano ; el respeto á los mayores en los años y en las dignidades; y el orden y concierto en to das las clases.
.
- La experiencia me ha hecho con ocer, que ellos son en los lugares cortos los padres bienhechores de todos sus v e c in o s : que rem edian, si pueden, sus necesidades; y que siempre están á pié firme^ en los dias y en las n oches, para animarlos y con solarlos en sus apuros mayores. Que asusten los Uracanes : que nubes tempestuosas malogren las co sech a s: que las mortales epidemias corran con la hoz levantada por las poblaciones:'que amenazen todos los males á los p u e b lo s: los Curas no ios desamparan ; y hasta perder la vid a, son fieles compañeros y consoladores de sus Parroquianos. •A sí mi intento en esta M em oria, (*) fué probar ■que los Curas instruidos en los conocimientos provechosos, pueden fácilmente aumentar la feli cidad física y moral de sus F elig reses: hacerse C
(*) Asumpro de ia primera parte de esta M e moria.
( 14) amar de todos ellos : tapar la boca a los insensa tos, que notan de inútiles á estos Eclesiásticos la boriosos: ser ellos mismos mas felices, con el pla cer que goza un buen conocedor de los Entes na turales , y de sus mejores u s o s ; y por fin formar buenos vasallos del R e y , y buenos ciudadanos, que huyan la ociosidad, y que amen la ocupa ción. En esta p a r te , que es la primera , creo que m! Memoria hace evidente una verdad de tanta im portancia á la n a c ió n , y á su común felicidad. Todos verán , que el medio poderoso de los Curas, e s , por decirlo a s í, la piedra filosofal que enri quece á los p u eb lo s, y los hace felices : sin tras tornar las fortunas de los ciudadanos: sin agra viar á los Tronos , ni á los T rib u n ales: sin hollar la justa diversidad de clases p o lítica s: y sin poner en convulsión á todo el Estado. Son ya dichosos y afortunados nuestros p u eb lo s, con el moderado Gobierno que los r i g e , y con el medio de los C u ras , que los instruye y rem ed ia; y podrán ser aun mas felices y dichosos, si llega á executarse la idea generosa de la R eal Sociedad Bascong a d a , que ha sido el asumpto de esta Memoria. M i in te n to , r e p ito , fué proporcionar á la ju ventud destinada al servicio de las Iglesias, los medios de adquirir las nociones que conducen i
( IS) hacer temporalmente dichosos los ciudadanos. E n esta p a rte , que es la segunda ( * ) , tengo por m uy
(*) Se-
propios los que apunto : aunque conozco que po- pártele drán modificarse con respecto á las circunstancias la Me“ mom. de las D ió ce sis: pues no todas estaran con proporcion para ponerlos de re p e n te , y en su totali dad en p r a c tic a ; ni la ocupacion en tantos y tan difíciles asumptos dará tiempo á todos los Prela dos para executar tan vastas idéas. T ie n e n , es verdad , los Curas de nuestra Espa ña , prendas superiores, grandes v irru d es, cono cimientos preciosos, y bastante instrucción en las cosas físicas: rico caudal que de continuo emplean en beneficio de sus Feligreses. T ien en este cau dal : lo confieso : mas yo aspiro á que adquieran otro mayor y mas provechoso. En una palabra: están r ic o s ; y yo los quisiera poderosos en la po sesión de las ciencias naturales. Los conocimientos de los Curas y Eclesiásticos han de aumentar en cada s ig lo , con proporcion á las luces que ofreciere la presente edad. E n el si glo diez lograría créditos de superior en las cosas físicas un hom bre, que apenas seria visible en d d ie z y n u e v e , en que vivimos hoy. Quando las obras de Aristóteles arrastraron hacia á sí á todas las g e n te s , se hizo un gran servicio á la Iglesia, adoptando lo que había de bueno en e lla s , y recCa
( 16 ) tiñcando lo que pudiera ofender las puras costum bres. Hasta en el accidente de el vestido exterior se notaría de ridiculo á quien se obstinara en pre sentarse con el que se estilaba en el siglo trece*. Solas las verdades de la f é , y de la moral no admi ten n oved ad : las otras cosas aumentan 6 dismi nuyen , se declaran ó se o b scu rece n ; y es justo que abracemos las nuevas in venciones; como no ofendan la fé , la morál y el G ob iern o ; y como sir van ademas á mejorar la suerte de los Ciudadanos. F u e ciertamente una novedad portentosa el descubrimiento de el N uevo M u n d o; y hubiera sido un lastimoso e r r o r , no haberse aprovechado de tal n oved ad , para civiliza r á sus groseros ha bitantes , y para gozar de sus bellas producciones. Nuestros R e y e s , y nuestros M ayores se llenaron de gloria, por lo que descubrieron, y por el buen uso que supieron hacer de aquella tierra inmensa, que con razón se llama el N uevo Mundo. L a civ i lización de aquellos dilatados países : la población de aquellos innumerables desiertos : el dulce y sen sato Gobierno que establecieron allí nuestros jus tos y discretos Soberanos: la introducción en ellos de varios vegetables y anim ales; y la exportación
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3 .
( 129 ) do de hacer ordenadamente una relación de las uti lidades que ha sabido sacar la chím ica de las plan ta s , de los animales y de los minerales. Estos tres artícu lo s, si se llenan con lo mas precioso que tenemos en los autores y academias mas famo sa s, serán un prim or, y producirán con el tiem po inmensos bienes. La mineralogía enseñará igualm ente los princi pios constantes que ya tenemos sobre los minera les , y se procurará mostrar las tierras, sales &c„ para que la vista se satisfaga, y aprenda á cono cerlas por m ayor, reservando una averiguación mas circunstanciada y puntual á las demostra ciones que hace la chím ica m oderna: serán estos estudios una instrucción de la economía privada, semejante á la que se estableció en S u e c ia , y de que habla Linneo
( * ) .
Para todo esto tendrá el
( * )
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Seminario un jardinito botán ico, y un herbario se c o , con una coleccion de minerales que sirvan del añ0 diariamente á estas le ccio n e s; de manera que el m aestro, en quanto lo permitan el jardín 6 herba rio , y la co le c cio n , despues de haber explicado la lección del d ia , les enseñe las plantas, ó mine ra le s , de que hubiese hablado. Será una diversión y un exercicio que traerá gran u tilid ad , disponer que los Domingos y Jue ves se destinen dos h oras, para asistir al jardín ó
( 130) herbario, y á la c o le ccio n , y preguntar a los que estu dian, para que digan de rep e n te, qual es es ta p lan ta, y qual es aquel mineral. Esta ocular palpable le c c ió n , y exercicio co n tin u ad o , hará que despues á primera vista distingan y conozcan ^stas materias. Para conocer los minerales sirve mas freqüentar las m inas, y oir á los que trabajan en e lla s , que leer muchos lib ros, muchas veces falaces y superficiales. E n efecto B oyle confesaba ingenuam ente, que mas habia aprendido con los arquitectos y canteros, para conocer los géneros, diferen cias, propiedades y naturaleza de las pie d ras, que con la lectura de A ristóteles, Plinio y sus comentadores. Es cierto que los antiguos na turalistas no caracterizaron bien las tierras y pie d ras; y por esto es m uy difícil atinar con muchas ( * )
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de las que hablan en sus obras
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( * ) .
sí esa R eal Sociedad llegase á formar unas car-
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p r e v i o ta s , ó mapas económicas (a) de las tres provinhhtoüa cias , seria de gran provecho su estudio á los seminaturai naristas eclesiásticos y aun á los otros. E l primenum. 3!. ^ gerja ej {30rániC0^ y en él se señalarían los c li-
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9 .
( 131 ) mas de la v e g e t a c ió n , in d ican d o las p rin cip a les p ro d u c c io n e s de cad a u n o de ellos. E l seg u n d o seria el m in e r a ló g ic o , y a p u n ta d a los territo rio s c a lc á r e o s , los m in erales & c . E l te rc e ro seria el z o o ló g ic o d o n d e estarían los p rin c ip a le s insectos y a n im a les, ju n to c o n la p a rte ic tio ló g ic a de los p e c e s , de sus r io s , y de los q u e com u n m en te se p e sca n en lo s m ares de sus costas* M r. G u e ta rd y M r. S o la v ie d an bastan te id ea d el m odo d e form ar los c o n u tilid a d . S i se p la n tifica n los estu d ios q u e p r o p o n g o , y se tie n e n las ju n tas de q u e h e h a blado , será c o n e l tiem po m u y fá c il h a c e r estas m apas t a l e s ,
que
apenas te n g a n sem ejante
en
q u a n to se e scrib ió h asta ah o ra. Q uan do se ten d rán estos mapas fisic o -e c o n ó m ic o s , y adem ás el d e ta lle d e las p ro d u ccio n e s y a rtefa cto s d el te rrito rio q u e a b r a z e n , e n to n ces se harán co m b in acio n es in te r e s a n te s , con p resen cia d el censo e s p a ñ o l, ó n u m eración de pu eblos y sus c la s e s , y se co n o cerá lo q u e en tre estas h a y a de p e rju d icia l y de e x c e s iv o . S u p ó n g a se u n p u e blo c o n c ie n b razo s a g ric u lto re s é in d ustriosos, q u e saq u en de la la b ra n za y la m a n io b ra , para m anten erse a s í, y á d ie z brazos mas q u e h a y a e n é l , y sean consum idores y nada g a n e n . S u p ó n g a se o t r o , donde apenas recojan para v iv ir un os c ie n b r a z o s , n i h a y a a r t e s , c u y o e x e r c ic io su p la
( 134) la falta de abundancia: es claro que en el prime ro los diez brazos inútiles apenas g ra v a n , y en el segundo d o s , y no mas que nada adquieran, serán intolerables en su consumo. Esta diversidad de producciones
mayores ó menores
proviene
unas veces de la mayor » l i
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3 ? ermítame la R eal Sociedad una A dición al me dio general propuesto. La hace el afecto hacia es tos estu d ios; y pudiera excu sarse, si solo escri biera para un cuerpo tan ilustre. Se notarán al pié de cada clase de botánica aquellas p lan tas, que sean de mas conocido p ro vecho para los usos hum anos, indicando las noci vas. Para esto se han de registrar aquellos A A . que de intento trataron estas materias : como Clouet (a) , Brugman ([b) , & c. Siempre ha de te ner á la v is ta , quien formare aquellos elementos botánicos, los mejores autores, las memorias pre m iadas, que comunmente son b u en as, y las obras de las academias mas acreditadas de Europa : y siempre también se expresará lo que es cierto, lo que es dudoso, y aquello que se d esea, que se pruebe. Por esto Austen emendó varias especies que el gran Bacon habia escrito de buena f é , y (а) p a s t o t a m
b i é n
( б ) G
M d e
e m
o r i a
l o s e n
a n i m l a s
S o b r e
i o e n i n g .
s o b r e a l e s .
A c t a s
l a s
1 7 8 3 .
d i v e r s a s E r f .
d e
p l a n t a s
M
p l a n t a s
K e i s e r .
1 7 8 0
p r o p i a s i n
4
,
y
p : i r a s e
e l
h a l l a
o g u n c i a .
i n ú t i l e s
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d e
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( i 4 Q ui Ecclesiis p ra ficiu n tu r, si scien.tiarum istarum lumine ipsi g a u d e re n t, breyi X
» completam
( 158 ) patria- nostrse co g n itio n e m , immd
” summum perfectionis fastigium sperandum ha9 «» beremus. 99
D e fundamento scientíaí oeconomicai,
é P hisica , & scientia naturali p eten d o .” T a n
con vencido estoy de los provechos que ha de tra ernos esta instrucción
y o cu p acio n de los C u
ras, que v o y á repetir lo que d i x e e n la carta con q ue remití á la R e a l Sociedad de B ergára esta M e moria. A si d e c ia : w E sto y tan embebido en es” te a s u n to , que no h a y libro , l u g a r , medio, 99
ni proporcion que me lle n e ; s i , mas ,