ESPIRITUALIDAD EN LA PRÁCTICA DE LA TERAPIA OCUPACIONAL: INTERFACES EN EL CAMPO DE LA OCUPACIÓN HUMANA

Introducción

SPIRITUALITY AND THE PRACTICE OF OCCUPATIONAL THERAPY: INTERFACES IN THE FIELD OF HUMAN OCCUPATION

el

Palabras claves: Terapia Ocupacional; Ciencias de la Ocupación; Espiritualidad; Religiosidad; Religión. Keywords: Occupational Therapy; Occupational Science DECS: Terapia Ocupacional, Espiritualidad, Religión. MESH: Occupational Therapy, Spirituality, Religion.

a

Existen indicios de que modelo

científico

moderno

y

racionalidad

su están

pasando

por

una

profunda e irreversible crisis resultante de una pluralidad

de

condiciones,

lo

que

nos

en

un

sitúa

período de transición, en que somos seres de

Autores: D. Lucivaldo da Silva Araújo. Terapeuta Ocupacional, Doctorando en Núcleo de Configuraciones Contemporáneas de la Clínica Psicológica del Programa de Estudios Pos-Graduados en Psicología Clínica de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC/SP). Magister en Psicología Clínica y Social (UFPA), docente del curso de Terapia Ocupacional de la Universidad del Estado de Pará (UEPA), Belém, PA, Brasil. Miembro del Grupo de Pesquisa en Ciencias de la Ocupación (CNPQ/UFPA). e-mail: [email protected]

dos mundos, de “no más y de aún no” (2)

(1),

. De no más, de un

paisaje

que

pasa,

Dña. Ingrid Bergma da Silva Oliveira. Terapeuta Ocupacional, Doctoranda en Núcleo de Estudios de la Subjetividad del Programa de Estudios Pos-Graduados en Psicología Clínica en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC/SP). Magister en Psicología Clínica e Social (UFPA), docente de los cursos de Terapia Ocupacional de la Universidad del Estado de Pará (UEPA) y de la Universidad de Amazonía (UNAMA), Belém, PA, Brasil. Miembro del Grupo de Pesquisa en Ciencias de la Ocupación (CNPQ/UFPA). E-mail: e-mail:l [email protected]

descolocado

por

adelante, en el sentido de distanciamiento de

Dña. Samanta Rolack Jaramillo.

un conocimiento que

Bachiller en ciencias de la rehabilitación, estudiante del curso de Terapia Ocupacional de la Universidad Austral de Chile, beneficiaria de Beca Ibero-americana Santander en la Universidad de Amazonia (UNAMA). E-mail: e-mail: [email protected]

fragmenta,

Como citar este documento: da Silva Araújo L, da Silva Oliveira IB, Rolack Jaramillo S. Espiritualidad en la práctica de la terapia ocupacional: interfaces en el campo de la ocupación humana. TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2014 [fecha de la consulta]; 11(20): [19 p]. Disponible en: http://www.revistatog.com/num20/pdfs/revision3.pdf

que

interioriza el sujeto al costo

de

la

exteriorización

del

objeto, que desconoce Texto recibido: 30/07/2014 Texto aceptado: 20/09/2014 Texto publicado: 30/11/2014

la poética constitutiva

a

Una primera versión de este texto titulada “Por una clínica terapéutica ocupacional espiritualmente integrada”, fue elaborada como referencia complementaria del Curso Aplicación de las Ciencias de la Ocupación en la práctica profesional, módulo II, Ciencias de la Ocupación II, Aplicaciones Prácticas de las Ciencia de la Ocupación a la práctica profesional, eje: Espiritualidade. La versión 2013 del curso fue certificada por la Escuela de Terapia Ocupacional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y Escuela de Postgrado

de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

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Autores: da Silva Araújo L, da Silva Oliveira IB, Rolack Jaramillo S.

Resumen Autores desde las Ciencias de la Ocupación y de la Terapia Ocupacional han destacado la espiritualidad en cuanto a que es un elemento que establece importantes inter-relaciones con la ocupación, el bienestar, la cotidianeidad y la salud de las personas. A pesar de la creciente valorización del tema, aún hay una enorme laguna entre la teoría y la práctica, entre reconocerla importancia de la espiritualidad y efectivamente incorporarla a la práctica clínica. En este artículo, nos proponemos reflexionar sobre el tema de la espiritualidad a partir de algunas interrogantes que pueden permear la práctica de terapeutas ocupacionales que optan por desarrollar una clínica espiritualmente integrada, es decir, que valoriza y reconoce la espiritualidad en cuanto a ser un elemento capaz de potenciar el significado de las ocupaciones e influenciar directamente en el desempeño ocupacional de sus clientes. En este sentido, creemos que los terapeutas ocupacionales no pueden dejar de contemplar la dimensión espiritual y religiosa de sus clientes sobre el recelo que puede despertar un abordaje o valorización de este asunto y ser entendido como no científico, ya que las prácticas que abordan la dimensión espiritual de las personas no son más vistas como una antítesis del progreso de la ciencia. Sobre este horizonte, una práctica terapéutica ocupacional espiritualmente integrada no será menos científica que cualquier otro abordaje terapéutico. Summary Authors of the Science of Occupation and Occupational Therapy highlight spirituality as an element establishing important relationships with the occupation, well-being, daily life and health of people, reflecting in the interest and relevance of the integration of spirituality to the practice of occupational therapy. Despite the increasing importance of this topic, there is still a huge gap between theory and practice, between recognizing the importance of spirituality and effectively incorporate it into clinical practice. Accordingly, we discuss the composition of this picture from some issues that permeate the practice of occupational therapists who choose to develop a clinical spiritually integrated, that is, that values and recognizes spirituality as an element able to enhance the meaning of occupations for promotion health and well - being of clients. In this sense, we must contemplate the spiritual and religious dimension of our customers under the fear that an approach or valuation of these issues can be understood as unscientific, since practices that address the spiritual dimension of people are no longer seen as being the antithesis of scientific progress. Under this horizon, a practice occupational therapy spiritually integrated not be less scientific than any other therapeutic approach.

de la subjetividad y el flujo enriquecedor

de

intersubjetividad,

que

la cierra

las puertas para otros saberes, “un

conocimiento

desencantado,

triste,

que

transforma la naturaleza en un conjunto autómata”(1).

De aún no, nos aproximamos a un mar de incertezas, un lugar donde

el

suelo

constantemente se mueve y desequilibra,

obligándonos

constantemente

vivir

sobre

este ajuste. El aún no es atemporal, es líquido, disuelve el sujeto y objeto en una amalgama

sin

bordes,

se

muestra abierto y escucha, aun otro, a un diálogo, a la naturaleza, a lo divino. Existen

diferentes

lecturas

sobre este proceso. Cambios de paradigma, crisis de la modernidad, advente de la pos-modernidad,

modernidad

tardía(1-4).

Sin embargo, la discusión sobre estos puntos de vista que se distancian de los propósitos de este artículo, nos sirven de base para ayudarnos a comprender el momento actual de la dinámica de saberes, que no nos permite decir más que temas como la espiritualidad, religión y religiosidad estén al margen del interés TOG (A Coruña) Vol 11. Num 20. Nov 2014. ISSN 1885-527X. www.revistatog.com Página 2 de 19

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de las ciencias. Por el contrario, cada vez es más creciente el interés de diversas áreas del conocimiento por interrogantes vinculadas a estos temas.

Así mismo en el campo de la Terapia Ocupacional, se consideran las diferencias culturales e históricas de cada país sobre las interrogantes acerca de la espiritualidad, las cuales siempre han existido de forma intermitente en las pautas de discusiones. Danton(5) unos de los precursores de la disciplina, al referirse sobre las cualidades de la ocupación, decía que esta es “tan necesaria para la vida como la comida yla bebida” y que “las enfermedades de la mente, del cuerpo y del espíritu pueden sanarse a través de la ocupación”, punto de vista que nos presenta la dimensión espiritual en cuanto a que es un elemento inmanente al ser humano y capaz de sufrir las interferencias y las intervenciones a través de la ocupación. En este camino, varios autores(6-12) han tratado sobre la espiritualidad, en cuanto a que es un elemento que establece importantes relaciones con la ocupación, el bienestar, lo cotidiano yla salud de las personas. Sin embargo, la valorización de la espiritualidad en la vida diaria(10) no es suficiente para que en la práctica de muchos terapeutas ocupacionales esa dimensión del cliente sea valorizada.

Algunos autores han discutido y presentado un escenario poco favorable a este asunto(13-15), destacando que a pesar de la creciente valorización del tema manifestado en el mayor interés por investigadores sobre la espiritualidad en la práctica de la Terapia Ocupacional, reflejado en un aumento de número de publicaciones de terapeutas y cientistas de la ocupación sobre el tema y en la inclusión de estudios sobre la dimensión espiritual en algunas mallas curriculares, aún existe una enorme laguna entre la teoría y la práctica, entre reconocerla importancia de la espiritualidad y efectivamente incorporarla a la práctica clínica.

En este sentido, aún es arduo el camino a ser recorrido por el terapeuta ocupacional que decide abordar asuntos de orden espiritual o religiosa en un

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universo académico y profesional. Es difícil encontrar pares que valoricen y que compartan el mismo interés, lo que genera dificultades para el desarrollo de una intervención armónica entre la espiritualidad del terapeuta y las demandas vinculadas a la espiritualidad de los clientes. Así, la expansión de este horizonte técnico-conceptual exige una ampliación del investimento teórico y práctico por parte de los profesionales e investigadores en el sentido del reconocimiento, valorización y difusión de las discusiones sobre la espiritualidad en el contexto de la práctica de la Terapia Ocupacional.

Objetivos Reflexionar sobre el tema de la espiritualidad en cuanto a que es una dimensión humana que permea la práctica de terapeutas ocupacionales que optan por desarrollar una clínica espiritualmente integrada, es decir, que valoriza y reconoce la espiritualidad en cuanto a ser un elemento capaz de influenciar en el significado de las ocupaciones y repercutir en el desempeño ocupacional de sus clientes.

Abordar este tema requiere de observación amplia, disponibilidad de escuchar a un Otro y a sí mismo, por tanto, este artículo también es una invitación al ejercicio de una postura dialógica y a la práctica de la alteridad.

METODO Este artículo se configura como un escrito tipo ensayo, una tentativa de articulación entre lo objetivamente dado y lo subjetivamente percibido, una construcción que no se ajusta a la postura sistematizante, universal y rígida valorizada por las ciencias cuyo modus operandi reposa en la neutralidad del investigador. Se trata, portanto, de un punto de vista en que las opciones discursivas fueron orientadas por las demandas clínicas, culturales y teóricas oriundas de la experiencia de trabajo en servicios territoriales y comunitarios en salud mental, aglutinadas en la supervisión de prácticas profesionales en diferentes Centros de Atención Psicosocial (CAPS) en Belém, estado de Pará, Brasil, donde la temática inicialmente se presentó durante las orientaciones de TOG (A Coruña) Vol 11. Num 20. Nov 2014. ISSN 1885-527X. www.revistatog.com Página 4 de 19

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casos clínicos, y además, de discusiones elaboradas junto a investigadores participantes de lalínea de investigación de Psicología y Religión del Programa de Estudios Pos-grado en Psicología Clínica de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC/SP) donde dos de los autores desarrollaron sus doctorados. Junto a ello, se realizó una búsqueda en libros y periódicos sobre la relación entre ocupación y espiritualidad al inicio del 2012, juntamente conla producción de tesis doctorales mencionadas, aúnen proceso de construcción, del cual las reflexiones aquí presentadas hacen parte.

Considerando

que

este

campo

teórico-clínico

presenta

conceptos

y

características que no siempre son accesibles en un primer contacto, estructuramos el texto de forma que el lector pueda tener primeramente una visión general acerca de algunos conceptos que están presentes en el contexto de las discusiones contemporáneas sobre la espiritualidad en el ámbito de la Terapia Ocupacional y, en seguida, discutimos sobre algunos aspectos que permean la práctica de terapeutas ocupacionales que optan por desarrollar una clínica espiritualmente integrada.

RESULTADOS Ocupaciones hierofanícas: un horizonte conceptual Christiansen(10) sitúa la espiritualidad como un fenómeno metafísico de difícil definición. De hecho, la diversidad de posicionamientos sobre el concepto exige la tentativa de su circunscripción, ya que la espiritualidad, religión y religiosidad acostumbran a surgir conjuntamente en la literatura especializada, lo que torna cualquier posicionamiento una tentativa de articulación de esos temas. En tanto, elaborar una comprensión por lo menos razonable sobre estos conceptos se muestra fundamental para quien desea desarrollar una práctica que contemple el cliente de forma holística, respetándolo como estructura dinámicamente abierta y coherente en sus composiciones bio-psico-social y espiritual, es decir, en su dimensión experimental, experiencial, existencial y transcendental(16).

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Una síntesis de las perspectivas sobre estos conceptos nos dicen que espiritualidad es salir en dirección a un sentido último, una transcendencia ontológica, o sea, se vincula con asuntos relacionadas con el fin de la vida, su sentido y sobre las relaciones con lo Sagrado y lo transcendente; religiosidad es la espiritualidad relacionada a la concepción de lo divino, esun proceso que tiene relación en cómo el individuo cree y sigue la práctica una religión. Puede ser organizacional (participación en la iglesia o templo religioso) o no organizacional (rezar, leer libros, ver programas religiosos en televisión); y religión es un sistema representacional de creencias, prácticas, símbolos y dogmas por los cuales una persona puede conducir su vida, sea de modo espiritual, o no, que facilita el acceso a lo Sagrado(17), (18). Al reflexionar sobre la evolución de esos significados, Pargament(19) destaca los cambios ocurridos en torno a esos términos en los últimos 40 años, principalmente cuando los significados de "religiosidad" y "espiritualidad" se tornan cada vez más polarizados, particularmente entre los profesionales de la salud mental y cientistas sociales.

Las definiciones modernas de esos constructos localizan en sus extremos una religiosidad “mala”, estática, institucional, objetiva, basada en creencias, en oposición a una espiritualidad “buena”, funcional, dinámica, personal, subjetiva, basada en experiencias(19). En este escenario de polarización espiritualidadreligiosidad, también existen modos de vinculación que aproximan estas dimensiones. Uno de ellos se refiere al hecho de que la vida religiosa representa una de las maneras, mas no es la única forma de cultivar y manifestar la espiritualidad(20), que en este contexto puede ser entendida como el deseo de relacionarse conlo Sagrado, que representa “el corazón y alma dela espiritualidad” (19).

La experiencia de lo Sagrado puede presentar componentes como el dislocamiento interior, el silencio, la atemporalidad, la transcendencia del pensamiento racional, la insuficiencia del saber, la unión del espacio interior y TOG (A Coruña) Vol 11. Num 20. Nov 2014. ISSN 1885-527X. www.revistatog.com Página 6 de 19

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del espacio exterior, dentro de otras cosas21. Cuando está situado en un contexto religioso, lo Sagrado puede configurarse como una cualidad de ciertas cosas (instrumentos de culto), seres (un rey, un sacerdote, un animal), lugares (el templo, la iglesia, una sinagoga) y tiempos (el domingo, el día de pascua, la navidad)(22). Rudolf Otto(23) atribuye tres características a las experiencias de lo Sagrado que se manifiestan envueltas por lo numinoso (numen=divino), es decir, son provocadas por la revelación del poder divino y en la cual el sentido de

mysteriumtremendum, majestas e fascinans se hace presente: “la experiencia de encontrarse en frente de algo extremamente superior, que provoca sentimiento de entrega y rendición; la experiencia de estar ante lo majestoso y sentirse nada, lo que da origen a la humildad; esla experiencia de estar frente a algo fascinante, de algo que cuando termina se quiere volver a vivir, lo que da urgencia a su búsqueda ”(21). Lo sagrado se manifiesta, por tanto, como “una realidad completamente diferente, que ultrapasa la experiencia natural del hombre donde éste tiene el sentimiento de su profunda nulidad”(24). MirceaEliade(24), filósofo rumano, uno de los mayores estudiosos de la historia de las religiones y los mitos en el último siglo, afirma que la primera definición que se pueda dar de lo Sagrado es que este se opone a lo profano. Sobre este punto de vista, el hombre sólo conoce lo Sagrado porque este se manifiesta absolutamente diferente a lo profano. Son dos mundos posibles de ser definidos uno por lo otro, constituyendo “dos modalidades de ser en el mundo, dos modos existenciales”. Sobre este asunto, Caillois(22) destaca que “toda concepción religiosa del mundo implica la distinción entre lo Sagrado y lo profano, y opone al mundo donde el fiel se consagra libremente a sus ocupaciones, ejerciendo una actividad sin consecuencia para su salvación, un dominio donde el temor y la esperanza le

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paralizan alternativamente y donde, como al borde de un abismo, el menor extravío en el menor gesto puede perderle por lo irremediable”.

En este sentido, lo Sagrado puede involucrar tanto la realidad transcendente, como otros aspectos de la vida, que tienen carácter y/o que traen consigo señales de lo numinoso en virtud de su asociación o representación de la divinidad, esto es, poder involucrar “una manifestación de algo de ‘orden diferente’ – de una realidad que no pertenece a nuestro mundo – en objetos que hacen parte de nuestro mundo ‘natural’, ‘profano’”(24).

Así, lo Sagrado no depende sólo de una “experiencia subjetiva”, si no también de “elementos objetivos” que funcionan como señal de su manifestación(25). Estos elementos no son “adorados” por si mismos, mas reciben culto en razón de la fuerza divina que en ellos se manifiesta o localiza. De las categorías que reúnen estos elementos presentados por Eliade(24), destacamos:

a) Hierofanías (hierós: santo; fanein: manifestar): cuando son objetos ofenómenos en los cuales el hombre percibe una manifestación de lo divino por causa de su forma extraña, su fuerza misteriosa o alguna otra singularidad. b)

Teofanías

(théos:

dios;

fanein:

manifestar):

cuando

son

manifestaciones personales de la divinidad, como visiones, sueños, audiciones misteriosas. Tomando como parámetro estas dos categorías, es posible conjeturar que no existe nada que no pueda ser revestido por lo Sagrado, del mismo modo que no hay nada que no pueda ser despojado de ese privilegio(22). Un simple vaso con agua puede servir para saciar la sed de alguien, para otra persona puede asumir un carácter Sagrado y, por tanto, una manifestación hierofaníca que se relaciona con lo real concreto o lo transcendente, espiritual. En este caso, el agua no es venerada como agua en sí misma, si no como agua sagrada, es decir,

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una hierofania, porque revela algo que ya no es agua, mas es algo sagrado(24).

No solamente son objetos y cosas que pueden asumir el carácter Sagrado y suscitar la espiritualidad de una persona, sino también muchos otros elementos de su rutina como una música, un olor, un alimento, un gesto, una actividad específica. En este sentido, Piazza(25) argumenta que nos debemos acostumbrar a aceptar las hierofanías en cualquier lugar, en cualquier sector de la vida, ya que muchos oficios como artes, industrias y técnicas que hoy asumen valores culturales, tienen un origen sagrado, como por ejemplo gestos comunes (levantarse,

correr,

caminar...)

y

algunas

ocupaciones

(caza,

pesca,

agricultura...).

En este contexto, una ocupación podrá presentarse como una hierofanía sí, envuelta por lo numinoso, fuere comprendida sobre una perspectiva de lo sagrado, asumiendo así, un significado de manifestación divina de acuerdo con la referencia espiritual o sistema religioso del cual el cliente forma parte; por lo que

proponemos

en

estos

casos,

la

terminología

de

ocupaciones

hierofanícas.

Es importante esclarecer que las ocupaciones hierofanícas no siempre serán ocupaciones religiosas, sino son aquellas en las cuales se experimenta una manifestación de lo Sagrado. En tanto, esas ocupaciones, no son simplemente encontradas con las marcas de lo Sagrado o impregnadas de espiritualidad como si la experiencia de lo sagrado proporcionada por ellas, sucediera automáticamente o se constituyesen como una cualidad que estas ocupaciones poseen por sí mismas. Por el contrario, ocupaciones hierofanícas se tornan en expresiones de lo Sagrado cuando los individuos que en ellas se involucran las consideran como significativas en sus vidas, ellosle atribuyen esa cualidad(22), (26)

. Es decir, del punto de vista ocupacional, en la cual una ocupación puede

ser comprendida a partir de su forma, función y significado, las ocupaciones

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hierofanícas asumen esa característica a partir de la perspectiva del sujeto, de acuerdo con el valor que lo Sagrado asume en sus contextos de desempeño. En otras palabras, solamente el ente ocupacional podrá describirlos elementos simbólicos, subjetivos y objetivos que permiten evaluar el carácter hierofaníco de determinada ocupación, puesla experiencia de lo Sagrado es personal y se fundamenta en la idiosincrasia de cada individuo.

Una camarera católica, por ejemplo, podrá sentirse contemplada por una gracia o manifestación divina al descubrir que fue escogida para arreglar la cama del cuarto donde se hospedará el Papa, líder de la Iglesia Católica. En este caso, podrá haber una profunda alteración en el significado de las ocupaciones de este ente ocupacional, y en mayor escala, podría también existir repercusiones enla forma y en la función ocupacional, si la camarera entiende que preparar el cuarto del Papa posee un sentido transcendental y que, por eso, ella debe rezar antes y después de la realización de la tarea o elaborar maneras diferentes de lo habitual para involucrarse en esa ocupación.

Esto no quiere decir que las hierofanías en este caso específico, las ocupaciones hierofanícas, sean arbitrarias, dependiendo exclusivamente de las elecciones del individuo. Se atendemos justamente el criterio de esta elección, veremos que ella tiene el sentido de una “interpretación”, pues de hecho, las hierofanías se manifiestan a la persona religiosa, sea cual fuere sufe, llevándola siempre a ver en ellas una manifestación de lo Sagrado(25).

De este modo, es posible que ocurra una doble vía de afectación en relación a lo que se puede establecer entre ocupación y espiritualidad, es decir, la espiritualidad podrá manifestarse a través del compromiso en una ocupación, del mismo modo que una ocupación podrá tener su forma, función y significado alterados cuando ella se encuentra sobre la dimensión espiritual de un determinado cliente, sobre la esfera delo Sagrado y/o con frecuencia, de lo religioso, la que, en el proceso terapéutico ocupacional, podrá generar innumerables demandas que exigirán del terapeuta no sólo un manejo técnico, TOG (A Coruña) Vol 11. Num 20. Nov 2014. ISSN 1885-527X. www.revistatog.com Página 10 de 19

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sino una postura que reconozca la espiritualidad como un modo de ser amplio y profundo, que toca prácticamente todas las dimensiones de la vida del cliente y que traspasa un conjunto definido de creencias, prácticas, relaciones y experiencias.

Espiritualidad: cuál es el interés de la Terapia Ocupacional? En 1997, fueron publicados números temáticos de la American Journal of

Occupational Therapy y de la Canadian Journal of Occupational Therapy tratando el tema de la espiritualidad, al mismo tiempo en la Canadian

Association of Occupational Therapists (CAOT) es reconocida la espiritualidad como un componente integral del desempeño ocupacional en la práctica centrada en el cliente(27).

En 2002 la American Occupational Therapy Association (AOTA) incluyó la espiritualidad en la Occupational Therapy Practice Framework: Domain and

Process. En su primera edición

(28)

, la espiritualidad figuraba como uno de los

contextos de desempeño y en la segunda(29) y tercera ediciones(30), como uno de los factores del cliente. La justificación para el cambio, según la AOTA(29), fue el propósito de contribuir con la forma en que los terapeutas ocupacionales observan y analizan los valores, significados y creencias de sus clientes, sobre la tesis de que es más frecuente una percepción de la espiritualidad localizada en el interior de las personas.

A pesar de que consideramos la justificativa un desacierto pobre en argumentos, pues reifica la espiritualidad, la fragmenta y crea una circunscripción limitada a lo humano, tener la espiritualidad en este importante documento de consulta de la disciplina refleja más aspectos positivos que negativos. Por consiguiente, no se puede negar que la intermitencia del tema de la espiritualidad en el transcurso histórico de la Terapia Ocupacional, variablemente evidente en consonancia con los momento de la profesión en

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determinado contexto político y social, han reflejado un mayor interés de los investigadores sobre este asunto.

Algunos estudios realizados con terapeutas ocupacionales cuyos resultados nos ayudan a comprender como la espiritualidad viene siendo percibida, comprendida y aplicada a la práctica de la Terapia Ocupacional contemporánea, ejemplifican ese interés creciente, citados a continuación. Engquist, Short-DeGraff, Gliner yOltjenbruns(11) estudiaron las creencias y prácticas de 270 terapeutas ocupacionales sobre que dicen al respecto de la espiritualidad en la terapia ocupacional. Los resultados obtenidos señalaron que 90% de los profesionales reconoce la espiritualidad como una dimensión importante en la vida del terapeuta y en la vida, salud y rehabilitación de los clientes; el 82% considera que la formación académica no los preparó para atender las necesidades espirituales de las personas en el ámbito del acompañamiento terapéutico ocupacional.

En un estudio en el cual participaron206 terapeutas ocupacionales, Taylor, Mitchell, Kenan e Tacker(8) investigaron acerca de las actitudes de estos profesionales frente a la espiritualidad en la práctica clínica. Los autores constataron posturas y opiniones diversificadas sobre el tema, relatando que los métodos más comúnmente usados por los terapeutas ocupacionales al atender las necesidades espirituales de sus clientes eran la oración, la utilización de un lenguaje espiritual generalmente asociado a las creencias de los clientes y el diálogo sobre la importancia de creencias religiosas. Destacan también, que los terapeutas ocupacionales que se definieron como religiosos, presentaron una actitud más positiva en relación a la espiritualidad en la práctica en comparación con los que se definen como no religiosos. Además, fue significativo el número de profesionales que consideraba la incorporación de la espiritualidad en la práctica del terapeuta ocupacional como inapropiada.

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En otro y reciente estudio sobre la espiritualidad en la práctica de la Terapia Ocupacional, en el cual participaron 97terapeutas ocupacionales, Morris et al(15) concluyeron que aún existe una gran laguna entre la enseñanza, teoría y práctica, lo que acaba por generar la necesidad de una mejor definición, tanto delo que se entiende por espiritualidad, como el papel del terapeuta ocupacional en el abordaje de la espiritualidad en el proceso terapéutico.

En frente a este escenario, tal vez no sea sorprendente que los estudios de americanos, británicos y de terapeutas ocupacionales canadienses, indiquen que la mayoría de los terapeutas ocupacionales no tienen la certeza suficiente sobre el papel de la espiritualidad en la práctica(6), dado que, corroborado por otros autores

(9), (14), (31), (32)

, nos indica cuán lejos estamos de una convergencia

en lo que se refiere al abordaje de la espiritualidad o, en última instancia, el uso de estrategias espirituales como oraciones, lectura de textos religiosos, entre otras cosas, en el proceso terapéutico ocupacional. Lo que se observa en la práctica es que muchos profesionales tienen dificultades en comprender esa temática inserta en el contexto de la ocupación humana y, consecuentemente, resulta en no saber cómo lidiar con ella en las intervenciones,

pues,

cuando

se

ven

enfrentados

a

esa

condición

transcendental que es la espiritualidad, perciben que no fueron preparados para observar y acoger lo que puede existir más allá de la dimensiónbio-psicosocial(33) y, muchos menos, lidiar con su propia espiritualidad en el encuentro con la espiritualidad del Otro.

En este campo, aún es importante reconocer que cualquier punto de vista sobre la espiritualidad, religión y religiosidad, nunca estará disociado de la subjetividad de las vivencias de los autores en relación a estos temas, sean ellas positivas o negativas. Así, es posible, que nuestra manera particular de valorizar la espiritualidad en el contexto clínico de la Terapia Ocupacional no sea compartida por muchos colegas, del mismo modo que es posible que ocurra algún tipo de extrañeza frente a la discusión de este tema en el campo

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de la Terapia Ocupacional y de la Ciencia de la Ocupación. Sin embargo, lo que se busca en esta propuesta no es una unanimidad, sino el diálogo que respecta a la singularidad. Por tanto, no nos hace sentido hablar sobre lo correcto o lo errado, sino ser una tentativa a reconocerla espiritualidad como un factor vinculado a la motivación de los clientes, capaz de atribuir sentido a su vida(30)por lo que está íntimamente ligada a la forma, función y significado de las ocupaciones. Estas cualidades tornan a la espiritualidad como un elemento fundamental en las intervenciones que se enfocan hacia el desempeño ocupacional de nuestros clientes.

Espiritualidad en la práctica de la Terapia Ocupacional: una incursión Existen muchas preguntas no respondidas sobre la espiritualidad y su relación con el desempeño ocupacional(7). Tal vez el camino para abordar esas interrogantes sea el de percibir que, antes de cualquier cosa, el proceso terapéutico se constituye a partir del encuentro entre distintas experiencias espirituales, ya que al buscar atención terapéutica, el cliente no trae el setting terapéutico de sólo sus demandas motoras, cognitivas, mentales o sensoriales. El también trae, en conjunto con su historicidad, sentidos y significados respecto a su propia salud, que están arraigados en su visión del mundo y que, por consiguiente, estarán relacionados a sus expectativas en relación al tratamiento, que merecen ser considerados y evaluados por parte del terapeuta ocupacional.

En este proceso interactivo que se establece entre cliente y terapeuta ocupacional, los sujetos involucrados pueden estar viviendo momentos totalmente distintos en cuanto a la dimensión espiritual de ambos, sin embargo, también pueden estar viviendo momentos semejantes. Pueden hasta profesarla misma creencia religiosa o no. De lo anterior, lo que se destaca es que sus experiencias en el campo espiritual y religioso nunca serán iguales, transcurriendo de esta relación un variado abanico de demandas y posibilidades de intervención.

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En este sentido, la percepción del como el terapeuta y el cliente integran sus valores y creencias en sus rutinas cotidianas y la manera de cómo cada uno de ellos interactúa con la religiosidad y la espiritualidad del otro, parece ser fundamental

e

importante

para

un

proceso

terapéutico

ocupacional

espiritualmente integrado y centrado en el cliente.

Durante el proceso de evaluación, el terapeuta ocupacional interesado en evaluar la dimensión espiritual y religiosa del cliente, no necesitará de un momento

específico

para

ello,

esos

factores

podrán

ser

indagados

conjuntamente con cualquier otro aspecto que figure en la evaluación del desempeño ocupacional. Sin embargo, el primer contacto parece ser primordial en esa intención, ya que durante la obtención de las primeras informaciones, el terapeuta podrá realizar preguntas sutiles y otras más direccionadas a fin de obtener el histórico espiritual y religioso del cliente.

Durante la evaluación de los hábitos y rutinas, se tienen otras ocasiones favorables para la obtención de informaciones sobre la importancia que asuntos espirituales y religiosas asumen en la vida del cliente y como él se relaciona con este universo que no solo se transversaliza, sino que se mueve en dirección asus demandas ocupacionales.

En este contexto, es importante que las informaciones obtenidas sean suficientes para que se tenga una visión general sobre el significado y el valor que las ocupaciones religiosas y/o hierofanícas asumen en la experiencia de los sujetos y en el cómo interactúan con sus áreas de ocupación.

Algunas interrogantes previas que sugerimos antes de una evaluación estructurada o de la utilización de algún instrumento o protocolo para la obtención del histórico espiritual y religioso del cliente, son: a) ¿Cómo el cliente vive su religiosidad y espiritualidad?

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b) ¿Cuál es la importancia que la experiencia religiosa ocupa en la vida del cliente? c) ¿Cuáles son los hábitos del cliente que poseen vinculación con su religiosidad y espiritualidad? d) ¿Cuáles son las áreas ocupacionales que son influenciadas por esas experiencias? e) ¿Cómo el cliente se siente al tratar sobre su espiritualidad y religiosidad en el contexto de intervención?

Estas indagaciones no son un check-list, mucho menos un protocolo o instrumento evaluativo, son una guía hacia las necesidades espirituales y religiosas del cliente en el contexto de un primer contacto y que pueden contribuir en el direccionamiento de la observación del terapeuta ocupacional, además de suscitar elementos que fundamentan el raciocinio clínico, sin embargo, algunos instrumentos como el Cuestionario FICA(20), (34) y el HOPE(35), muy utilizados en la obtención de la historia espiritual de los clientes en contexto de salud, pueden ser de extrema utilidad en este proceso.

Dadas las diversas formas de manifestación de lo Sagrado, otro aspecto a ser destacado en este campo, dice respecto a los contextos de desempeño que pueden

presentar

características

de

relativa

complejidad

cuando

son

constituidos primordialmente por elementos de naturaleza religiosa, como los contextos de desempeño ocupacional encontrados durante la intervención con sacerdotes, pastores, padres, monjas, dentro de otros. Esos casos siempre exigirán una mayor dedicación y contacto del terapeuta con su propia espiritualidad, (pre) conceptos, creencias y valores. Por tanto, conocer los sistemas religiosos de los clientes es de fundamental importancia para el recorrido del proceso terapéutico, pues puede evitar que los clientes se sientan ofendidos en relación a sus convicciones espirituales o creencias religiosas, al verse en contra de alguna postura, valor, conducta o propuesta del Terapeuta Ocupacional que, en la perspectiva de esos clientes, pueda ser interpretada como banalización de lo Sagrado. TOG (A Coruña) Vol 11. Num 20. Nov 2014. ISSN 1885-527X. www.revistatog.com Página 16 de 19

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Consideraciones finales Adherirse al discurso que niega la dimensión espiritual de las personas en los diversos contextos de atención en salud es reforzar la tesis de que la práctica clínica debe ser secular y laica. Es utilizar el discurso oficial de un Estado laico, para evitar el encuentro con el Otro, consigo mismo y con la transcendencia, además de armonizarse con la idea de que es posible separar los valores del terapeuta en la clínica que desarrolla. Es desconsiderar la impresión religiosa que marcan los símbolos y el lenguaje de diferentes culturas, en las cuales, podemos o no percibirnos como vías de difusión y manifestación de valores y creencias de lo sinnumerables sistemas religiosos que nos rodean.

En Brasil, expresiones como “Ve con Dios”(al momento de despedirse), “Dios te

bendice”, “Tenga Fe, “Gracias a Dios”, son asociadas a objetos tales como crucifijos, capillas, biblias, folletos religiosos y otros sinnúmeros de elementos, cuyo simbolismo compone un vasto repertorio de vinculación espiritual y religiosa, presentes en el cotidianeidad de las clínicas, hospitales, consultorios, espacios públicos, o simplemente que acompañan a las personas que utilizan los servicios. Considerando esto, no podemos dejar de contemplar la dimensión espiritual y religiosa de nuestros clientes sobre el recelo de que un abordaje o valorización de este tema pueda ser entendido como no científico. En este sentido, resaltamos que las prácticas que abordan la dimensión espiritual de las personas no son más vistas como una antítesis del progreso de la ciencia(36). En relación a ello, los movimientos en dirección al pluralismo metodológico abren una puerta para el estudio de fenómenos, tales como creencias y prácticas espirituales, que antes eran excluidas de la investigación científica.

En este horizonte, la singularidad de lo humano y las particularidades de lo social nos llaman a comprender en lugar de explicar, subjetivar en vez de replicar, de transgredir para crecer. Sobre ese horizonte, una práctica terapéutica ocupacional espiritualmente integrada no será menos científica que cualquier otro abordaje terapéutico.

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