LA DESTINACIÓN COMO SISTEMA LOCAL DE INNOVACIÓN: UN MODELO PARA LA VENTAJA COMPETITIVA SOSTENIBLE THE DESTINATION AS A LOCAL SYSTEM OF INNOVATION: A FRAMEWORK FOR SUSTAINING COMPETITIVENESS Lluís Prats Planagumà Jaume Guia Julve Departamento OGEDP Escola Universitària de Turisme Universitat de Girona Plaça de l’Abadia E-17220 Sant Feliu de Guíxols e-mail:
[email protected];
[email protected]
ABSTRACT In the tourism literature little research can be found on the management of innovation and its repercussions on the competitiveness of firms and destinations. Nonetheless, the fact that innovation has not been a major issue or not even present in much of the tourist industry, does not mean that innovation is not important or even necessary for the competitiveness of firms and destinations. It is, in fact, of prime importance. In the last decade, the literature on innovation has emphasised the role collective interactive processes have on the acquisition and combination of knowledge and learning. In this context, a vast literature on the important role national and regional systems of innovation play in sustaining the competitiveness of firms and regions has been developed. Nevertheless, there is no account of studies focusing on the local level. This fact can be explained because in most industries the local level might have an insignificant effect on the issue. It, though, is not the case in the tourist industry, where local knowledge can play a major role in the configuration and evolution of the destination as a tourist product. The aim of the paper is, thus, the conceptualization of a local system of innovation (LSI), and the analysis of its applicability to the case of tourist destinations, and its relevance for their competitiveness. The framework displays all the necessary actors in the local destination relevant for its configuration as a local system of innovation (public bodies, private sector, research and academic institutions, and local community), and how they have to be organised in order to achieve sustained competitiveness.
INTRODUCCIÓN En los últimos años el término innovación ha crecido en el ámbito turístico, y empresas, destinaciones, al igual que los agentes públicos han intentado incorporar una dinámica innovadora el la industria turística. Debemos recordar, pero, que la innovación surge espontáneamente del concepto de competitividad, ya sea desde la base empresarial, nivel micro, como de bases regionales o nacionales, nivel macro. Sea cual sea el nivel en el cual iniciamos el discurso de competitividad, debemos unirlo forzosamente a un tema muy recurrente en turismo que es la sostenibilidad, pero en este caso adaptarlo a factores de ciclo de vida y de ciclo económico de las empresas o destinaciones. Por esta razón creemos oportuno y sensato empezar describiendo lo que nosotros entendemos como ventaja competitiva sostenible y los factores determinantes de la competitividad, para entrar posteriormente en el elemento clave de la misma que es la innovación. En este artículo trataremos la innovación, siguiendo la literatura iniciada a principios de los 90, como sistemas (systems) o entornos (milieux)1 que nos permiten destacar de una manera consistente el papel clave que juega el territorio en el campo del turismo. Estas aproximaciones teóricas las podemos vincular con precedentes teóricos de competitividad tales como los distritos industriales (Becattini, G. 1979) o los clusters (Porter 1990), lo cual nos permite observar nuevamente la relación existente entre competitividad y innovación. La intención final de este artículo, ha sido incluir las especificidades del turismo en la literatura de sistemas de innovación, con el fin de poder definir el concepto de sistema de innovación turístico con la característica local como hecho diferencial. Por este motivo hemos diseñado una primera propuesta de modelo para poder determinar los condicionantes y los indicadores básicos de detección de un sistema de innovación local turístico.
EL PAPEL DE LA INNOVACIÓN EN LA COMPETITIVIDAD Numerosos autores destacan la relevante importancia de la innovación para llegar a obtener ventaja competitiva. De entre las afirmaciones hechas con el propósito de relacionar innovación y competitividad, hemos recogido unas que creemos suficientemente representativas. “La competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria de innovar y mejorar” (Porter, M.E. 1999 b)). “Las empresas consiguen ventaja competitiva mediante innovaciones” (Porter, M.E. 1999 a)). “Es previsible, que para las economías basadas principalmente en el sector servicios, la falta de actividad innovadora tenga consecuencias sobre la ventaja competitiva y el crecimiento de la productividad. No es posible pero afirmarlo rotundamente, debido a que no hay disponibilidad de datos fiables que lo puedan sustentar” (Cotec 2001 a)). “El crecimiento y mantenimiento de la competitividad exige a las empresas una continua innovación” (Mulet, J. 1999).
1
Estos conceptos son conceptos paralelos, con múltiples puntos en común y que aparecen citados como tales a partir de Lundvall (Lundvall, B.A. 1992) y de Aydalot (Aydalot, P. 1986). Nosotros hemos buscado sus puntos de contacto y los hemos reflejado como un conjunto que hemos traducido como sistema.
“La capacidad de innovación es posiblemente el factor de competitividad más importante para una empresa” (Rodríguez, J. 1999). Después de tan contundentes aformaciones, podríamos afirmar que la relación entre innovación y competitividad parece clara y provechosa. No obstante, hemos creído oportuno presentar algunos argumentos más. Markides (Markides, C. 1997) en uno de sus artículos, demuestra a través de diversos ejemplos, que empresas seguidoras en diversos sectores consiguieron un éxito acaparador atacando el líder del sector, sin ayuda de ninguna innovación radical de tecnología2. El elemento común de todas estas empresas es la innovación estratégica, y esta está explicada según Markides por el diagrama de Abell (Abell, D.F. 1980). La innovación estratégica es el resultado de redefinir el negocio, el quién (quién son nuestros clientes), el qué (qué les ofrecemos), cuales (cuales son las necesidades que tenemos de satisfacer) y el cómo (cómo se los ofrecemos). Las fuentes de la innovación estratégica son dos, el producto (parte de la oferta) y el mercado (a través de la demanda). En lo que se refiere al producto distinguimos entre las funciones y las tecnologías o el know-how, y en lo que se refiere al mercado las necesidades de los consumidores y los clientes (Balagué, J.; Navinés, F. 2001), hecho que nos lleva nuevamente al diagrama de Abell transformado, es decir a l a ventaja competitiva. Por tanto, después de esta breve síntesis, se puede considerar que la innovación es el instrumento que puede utilizar la empresa para mejorar su posición respecto a sus competidores, y de esta manera obtener ventaja competitiva.
SISTEMAS DE INNOVACIÓN Inicialmente, y tomando como base el concepto de distrito industrial, este nos mostraba que un conjunto de empresas situadas en un territorio determinado y cercano, y sus relaciones pueden explicar la dinámica que existe en un denominado sistema productivo local. Según Vázquez (Vázquez, A. 1999), el concepto de distrito industrial es un poco limitado, ya que aunque reconoce la importancia de la difusión del conocimiento, este no da a la innovación el papel estratégico que tiene en la dinámica industrial, ni el papel clave que esta juega en la competitividad. Es por esta cuestión que aparece en la literatura académica el termino francés Milieu innovateur, que posteriormente encontró su vertiente anglófona con las palabras Innovation system, para intentar remarcar la relevancia de la innovación. Los sistemas de innovación no son únicamente productivos, sino que pueden tener una finalidad de construcción del patrimonio, de valorización de bienes públicos, o de creación de riquezas colectivas. En definitiva revalorización del territorio y aumento del bienestar ya sea físico como psíquico de los que lo habitan. Lundvall (Lundvall, B.A. 1992) argumenta que un sistema está constituido por un número de elementos y por las relaciones existentes entre estos elementos. El mismo autor también nos da una definición clara sobre sistemas de innovación que concuerda con la anterior diciendo que “un sistema de innovación está constituido por elementos y relaciones que interactuen en la producción, difusión y uso del conocimiento nuevo y económicamente viable”.
2
Ver los casos de Xerox, Apple, Texas Instruments, i Caterpillar, entre otros.
Otra definición de sistemas de innovación nos dice que estos son un “conjunto de instituciones que determinan las actuaciones de innovación de las empresas mediante sus interacciones” (Nelson, R. R. 1993). Ambos autores están de acuerdo en que los sistemas de innovación incluyen instituciones y organizaciones que buscan y exploran nuevas tecnologías o conocimientos, y que estas pueden llegar de cualquier parte de la estructura económica. Nelson también nos deja claro que un sistema de innovación, no es el resultado de ningún diseño concreto, sino que depende de las instituciones y organizaciones que forman parte del mismo. También creemos conveniente enfatizar el aspecto relacional que destacan las definiciones, hecho que nos vuelve a acercar a teorías competitivas que nos muestran que las relaciones existentes, entre los diversos agentes implicados en un territorio, pueden aportar un alto nivel de competitividad3. Un sistema de innovación aporta diversos condicionantes que deben ser tenidos en cuenta: 9
Una explotación del territorio activa e innovadora.
9
Comportamientos cooperativos, ya sean formales o informales, entre los diversos actores o agentes del sistema.
9
Una óptica o visión a más largo plazo.
9
Estrategias coordinativas entre actores, evitando comportamientos oportunistas.
9
Estrategias de integración o de valorización, ya sean desde una óptica vertical (cooperación intersectorial) o horizontal (cooperación interempresarial).
9
Repartimiento de los efectos positivos (rentas, bienestar, entre otros) entre los actores.
La presencia de estas características es lo que da cuerpo a un sistema de innovación, y identificar los indicadores necesarios para extraer esta información de los diversos agentes del sistema es vital para conseguir determinar la existencia o no de un sistema de innovación en un territorio concreto. Sistemas Nacionales de innovación Probablemente la primera definición académica de sistema nacional de innovación la da Freeman (Freeman, C. 1987) que como a tal entendía “red de instituciones públicas y privadas, las actividades y interacciones de las cuales van encaminadas a iniciar, importar, modificar y difundir nuevas tecnologías”. Sin embargo el mismo Freeman reconoce que el primero a utilizar la denominación de sistema nacional d’innovació como tal fue Lundvall. Este define el termino en el sentido más estricto como a “organizaciones y instituciones involucradas en buscar y explorar, como por ejemplo departamentos de y + D, instituciones tecnológicas y universidades” (Lundvall, B.A. 1992) y en el sentido más amplio como a “todas las partes y aspectos de la estructura económica y institucional que afecta la enseñanza así como la investigación y la exploración como por ejemplo los sistemas de producción, marketing, y financieros, presentándose a ellos mismos como a subsistemas en los cuales la enseñanza existe”. Sin embargo podemos afirmar, recopilando explicaciones del mismo Lundvall, que un sistema nacional de innovación comprende elementos y relaciones que interactúen en la producción, difusión y uso de conocimiento nuevo y económicamente viable, localizado dentro de las fronteras de un estado o nación. 3
Algunas de estas teorías son muy próximas a los sistemas de innovación, pero en su ámbito más local o territorial, tales como los distritos industriales presentados por Becattini, G. (1992) o como la teoría de recursos i capacidades presentada por Camisón, C. i Molina, F.J. (1998)
Las finalidades principales de un sistema nacional de innovación, son contribuir a que las instituciones y organizaciones que formen parte en el obtengan fácilmente la transferencia de conocimiento, facilitar la resolución de problemas, y reducir los riesgos y los costes derivados de la innovación. El hecho de diferenciar los sistemas nacionales de los sistemas genéricos surge por varias razones. Acto seguido enumeraremos las mayores diferencias: 9
Experiencia histórica.
9
Lengua.
9
Cultura.
Lundvall asegura que las idiosincrasias de cada nación se reflejan en la organización interna de las empresas, las relaciones entre empresas, el papel del sector público, la organización institucional del sector financiero, el papel de las organizaciones de I+D y la intensidad de esta investigación. La Organización interna de las empresas la explica con el hecho de que la mayoría de innovaciones surgen y parten de empresas concretas. Sin embargo remarca que las relaciones entre empresas son esenciales para estructurar el sistema de innovación, entendiendo que la cooperación es un perfecto aliado de la competitividad. En lo que se refiere al papel que el sector público desarrolla, Lundvall se refiere a la importancia que tiene el soporte que este ejerce a la innovación, a la investigación, así como a nivel legislativo. También prende notoriedad el hecho que el sector público sea el principal consumidor de innovaciones desarrolladas por el sector privado. El papel del sector financiero es clave, ya que en determinados casos permite o no que las empresas puedan innovar. Asimismo es importante la relación entre I+D y innovación, y consecuentemente las organizaciones y instituciones de investigación son fundamentales. Sistemas Regionales de innovación Cuando nos cuestionamos el concepto regional, es habitual oír cuatro criterios esenciales (Cooke, P. 2001): 1.
Una región no está vinculada a una medida o extensión determinada.
2.
Es homogénea en términos de unos criterios específicos.
3.
No tiene que obedecer fronteras sino a asociaciones de características relacionadas.
4.
Presenta cierta cohesión interna.
También es necesario mencionar que una región, una vez delimitada, no disfruta de unos límites fijos, sino que estos pueden variar debido a cambios en la misma región, o por la aparición de nuevas regiones, o la desaparición de estas. Por lo tanto, de estos hechos podemos extraer también que una región no es eterna en el tiempo. Habitualmente se intenta equiparar el concepto de cluster al de región. Según la definición de cluster que realiza Porter (Porter, M.E. 1990) podemos afirmar que en una región tiene cabida más de un cluster, tal y como demuestra el mismo Porter (Porter, M.E. 1992) en el estudio de la región de Catalunya, dónde establecía numerosos clusters altamente diferenciados entre si. Un sistema de innovación fuerte es aquel que disfruta de vínculos sistémicos entre las fuentes de producción del conocimiento (universidades, organizaciones de I+D) intermediarios (Gobierno y servicios de innovación privados) y las empresas, ya sean grandes o pequeñas. Este concepto recibe una mayor relevancia en el caso regional, donde los vínculos pueden ser más estrechos que en los sistemas nacionales. También se puede dar en el caso local pero con una mayor
dificultad, debido a que no es fácil que en entornos locales puedan disfrutar de este conjunto de agentes. Las diferencias principales existentes entre diversos sistemas nacionales tales como la experiencia histórica, la cultura y en determinadas ocasiones la lengua, pueden también llegar a ser razones de divergencia regional dentro de un sistema a nivel nacional. Si diseccionamos estos aspectos y los miramos desde una perspectiva enfocada a un nivel intermedio podemos observar diferencias sustanciales. En el caso de la cultura, por ejemplo, podemos ver diversos tipos de folklore o diversidad de aspectos sociales, entre otros. Un ejemplo claro lo encontramos en el sistema nacional español, donde aparecen realidades diversas en sus regiones, como por ejemplo Catalunya, donde existe una experiencia histórica diferente, otra lengua, y aspectos culturales y folklóricos totalmente divergentes. Otros ejemplos a destacar pueden ser los diferentes estados de Estados Unidos de América diversos entre ellos, algunas regiones francesas con especificidades clave, entre otros. Es por este conjunto de especificidades que se cree que regiones con un nivel de particularidades elevado, pueden divergir ampliamente de sus respectivos sistemas nacionales, y consecuentemente son casos de estudio recomendado (Olazaran, M.; Gómez, M. 2001). Sistemas Locales de innovación Un entorno local está formado por una red de actores locales y por las relaciones que configuran el sistema productivo, en el que los agentes económicos, sociales, políticos e institucionales poseen formas específicas de organización y regulación, tienen cultura propia y generan una dinámica de aprendizaje colectiva (Maillat, D.; Perrin, J. C. 1992). El concepto de entorno local tiene tres características específicas clave (Vázquez, A. 1999): 1. Hace referencia a un territorio concreto, que aunque no tenga fronteras específicas forma una unidad. 2. Los actores locales establecen vínculos de cooperación e interdependencia. 3. Este contiene procesos de aprendizaje colectivo. Los entornos locales, funcionan como “incubadoras de innovación” según Aydalot (Aydalot, P. 1982), ya que estos cuentan con empresas que son elementos decisivos en los procesos de creación y difusión de las innovaciones, así como algunos entes públicos. Este hecho nos deja clara la existencia de la relación entre innovación y territorio, ya que las empresas y instituciones forman parte de entornos localizados y específicos, el desarrollo y la innovación depende de la organización del territorio, de la interacción de los agentes de la dinámica de aprendizaje, y lógicamente de la propia historia local singular y colectiva. Según Maillat y Perrin (Maillat, D. 1995; Perrin, J.C. 1991) las innovaciones tecnológicas surgen del territorio y están íntimamente ligadas al know-how o saber hacer local, a los recursos humanos, a las instituciones generadores de conocimiento dedicadas a la investigación y al desarrollo. Las ciencias económicas, han presentado a lo largo del tiempo modelos y paradigmas que han creado un cierto distanciamiento entre el entorno micro y el entorno macro económico. Los sistemas de innovación intentan aproximar estos conceptos y traspasar las fronteras entre un y otro nivel. Este conjunto de argumentos evidencian que los sistemas de innovación locales son los más cercanos al nivel micro, y por lo tanto los que están más cerca del territorio. Es por esta razón que pensamos que se impregnen de las especificidades del entorno para poder aprovechar al máximo sus posibilidades.
En un sistema local, las innovaciones de las empresas que formen parte contribuyen a estructurar su entorno local sustancialmente. Las dotan de una estructura productiva diversificada, ya sea horizontal, vertical o transversalmente, también las dotan de recursos humanos cualificados, pero como a condicionante más importante generan conjuntamente el saber hacer colectivo que es el base de cualquier dinámica local. Múltiples ejemplos aparecidos a lo largo del tiempo dan como a una característica no esencial pero si determinante, el hecho que en el sistema productivo local existe una mayor proporción y concentración de PYMES4.
FACTORES DETERMINANTES DE LA INNOVACIÓN EN TURISMO La innovación turística, si la centramos en aspectos relacionados con los sistemas locales de innovación, destaca por su característica de transferibilidad. Las innovaciones turísticas generadas en sistemas locales de innovación son fácilmente transferibles dentro de los mismos actores del sistema, los cuales adaptan de manera prácticamente inmediata la innovación, en la mayoría de los casos. La diferencia aparece cuando esta misma innovación se transfiere fuera del sistema. Acostumbra a ser compleja la transferencia debido a que el sistema por si mismo acostumbra a estar cerrado, pero con algunos contactos con el exterior. Si estos contactos, a los cuales ya les llegará la innovación con cierta demora, no a absorben puede suceder que pase un largo periodo en el tiempo hasta que agentes externos al sistema lo adquieran o asuman. La radicalidad, casi extrema, llega cuando la innovación se basa en recursos propios y específicos del sistema o del territorio, que son prácticamente de imposible copia ni transferencia. En estos casos se produce una información asimétrica dentro del mismo sistema y un conocimiento único, que son creados y absorbidos de manera que promueven la competitividad de las empresas locales5. Si hacemos referencia a las innovaciones según los sectores de actividad, tradicionalmente el sector de alojamiento es el que más ha innovado6. No obstante es necesario remarcar que básicamente las innovaciones realizada son de introducción de nuevos procedimientos de base tecnológica. Creemos interesante destacar los diversos tipos de innovación que podemos encontrar en una empresa turística, que no difieran mucho del resto de empresas del sector servicios. En primer lugar tenemos las innovaciones de producto, es decir un nuevo o mejor servicio. Entendiendo que el producto turístico normalmente no afecta a una sola empresa ni a un solo sector la cooperación entre empresas en este pipa de innovación es crucial. Seguidamente encontramos las innovaciones de proceso, es decir, una nueva o mejor forma de servucción. En este punto las introducciones tecnológicas cogen la máxima relevancia, hecho que convierte este tipo de innovaciones en las más detectadas. El tercer tipo de innovaciones son las de comercialización, que son nuevas o mejores maneras de hacer llegar el servicio al cliente. En este último las nuevas tecnologías han entrado de lleno gracias a internet, todo y que aun no se ha consolidado como sistema de comercialización más utilizado.
4
Ver los ejemplos de la Lombardia italiana (Becattini, G. 1979 ; Becattini, G. 1992), del País Vasco español y la Toscana italiana (Cooke, P. 2001) de las Islas Baleares (COTEC 2001 b) o el caso de l’arc jurassien en Suiza (Maillat, D. ; Perrin, J.C. 1992), entre otros.
5
Storper, M. (1997); The regional world: Territorial development in a global economy; The guildford press; Londres. Extret de Asheim, B.T.; Isaksen, A. (2001). 6
Para ver datos estadísticos sobre las innovaciones de la industria turística balear consultar (COTEC 2001 b).
La siguiente tipología es la de organización interna, es decir, una nueva o mejor estructura organizativa de la empresa. Esta es un tipo de innovación más sutil y más difícil de detectar, y también no resulta tan frecuente debido a la dinámica jerárquica existente en la mayoría de empresas. El siguiente tipo de innovaciones son las de organización externa que pretende crear una nueva o mejor relación con los diversos agentes externos a la empresa. Los sistemas de cooperación entre agentes es un claro ejemplo. Como a último podemos encontrar las innovaciones de mercado, que intentan explorar o explotar un nuevo mercado. Estas innovaciones habitualmente implican una reestructuración o de producto o de proceso, rasgo que las caracteriza. Si bien hemos conocido hasta el momento los diferentes tipos de innovaciones, también es necesario conocer que motivaciones tiene un empresario turístico para innovar. Destacan tres de primordiales. La primera de ellas es básicamente sobrevivir. Entendiendo la supervivencia como a sostenibilidad en el mercado, es decir obteniendo ventaja competitiva sostenible, para la cual la innovación es esencial tal y como hemos visto anteriormente. El segundo motivo es mejorar, ya sea a través de mejores productos, de una mejor imagen de la empresa, de una mejor eficiencia, o de una mejor satisfacción de los clientes. Las palabras complementarias podrían ser desarrollo, progresión y por encima de todo innovación. La última motivación de la empresa turística, al igual que cualquier otra empresa es un mayor nivel de beneficios. Las innovaciones pueden dar pié a una mayor eficiencia, a una mayor rentabilidad, disminución de riesgos financieros, o reducción de costes, principalmente fijos, que en el turismo representan un porcentaje muy elevado. Finalmente creemos interesante pararnos a pensar quien es el origen de las innovaciones en el turismo, para detectar de donde proviene el impulso que reciben las empresas turísticas para innovar. Según el estudio realizado en las Islas Baleares por COTEC (COTEC 2001 b) los propios empresarios marcan seis orígenes distintos: 9
Dirección de la empresa. Estas innovaciones provendrían de la acción específica de las personas responsables de la dirección de l’empresa.
9
Clientes. La opinión de los clientes, habitualmente recogida a través de reclamaciones o de encuestas hechas durante la estancia originan los cambios.
9
Trabajadores. Ya sean procedentes de la propia inquietud de los mismos o de la puesta en práctica de sugerencias recibidas por parte del personal.
9
Competencia. Provenga de la observación de los competidores, o de la adquisición de innovaciones externas a competidores.
9
Proveedores. Aceptación de sugerencias de proveedores.
9
Ferias. La propia asistencia a una feria y la mera observación de la realidad actual y previsiblemente futura hacen que estas sean una fuente de inspiración a la innovación para muchas empresas turísticas.
Hemos creído interesante en este punto añadir un elemento que no estaba contemplado en el estudio anteriormente citado que son los Colaboradores. Ya sea a través de la generación conjunta o bien a través de la adaptación de innovaciones creadas dentro del sistema por otros agentes.
SISTEMA LOCAL DE INNOVACIÓN TURÍSTICA Para delimitar y definir correctamente un modelo conceptual del sistema local de innovación turístico necesitamos conocer básicamente tres elementos. 9
Características básicas de un SLI.
9
Factores condicionantes de la innovación turística a nivel local.
9
Indicadores que nos puedan explicar el comportamiento de los diversos sistemas.
Una vez obtenidos los datos referentes a estos tres factores principales se podrán establecer criterios de comparabilidad entre destinaciones. Anteriormente ya hemos destacado cuales eran las características básicas de un sistema local de innovación, y cuales eran los principales factores condicionantes de la innovación turística a nivel local, y es a partir de ellos que decidimos plasmar en forma de modelo o marco conceptual dinámico lo que nosotros entendemos cómo un sistema local de innovación turístico (SLIT). Figura 1: Modelo conceptual de Sistema Local de Innovación Turístico
SLI Turístico
Soporte
Conjunto Empresarial
Administraciones Públicas
Interacción
Agentes externos
Agentes auxiliares
Agentes turísticos
Centros de R+D+F
Factores determinantes Elementos Relacionales Estructura relacional Calidad relacional
Conocimiento y aprendizaje colectivo Capacidad Innovación Macroentorno
Resultados Innovación
Ventaja Competitiva
Riquezas colectivas
Político Económico Comunidad Local
Cultural Social
Histórico
Sostenibilidad
Territorio
Según este modelo, podemos decir que un SLIT se basa en un territorio concreto en el cual interactúan y intervienen el conjunto de agentes turísticos presentes en el mismo, apoyados por las industrias auxiliares i por los agentes externos al sistema, que generan como factores determinantes, los elementos relacionales que unidos con las variables del macroentorno permiten crear conocimiento i aprendizaje colectivo, esenciales para la capacidad de innovación del sistema. A su vez, esta capacidad es la que permite generar innovaciones, que nos permitan conseguir ventaja competitiva respecto a otras destinaciones, que nos debe proporcionar riquezas colectivas que nos lleven hacia la sostenibilidad del propio sistema y de la destinación para continuar evolucionando. Como territorio entendemos un territorio físico o geográfico en el que existe una aglomeración importante de agentes del propio sistema. También tenemos que entender que un sistema de innovación no responde a fronteras físicas ni políticas preestablecidas, y que no todos los elementos que pertenecen al territorio son parte innata del sistema. Los agentes turísticos son parte esencial del sistema. Endentemos como empresas privadas a aquellas entidades con ánimo de lucro que intervienen de manera directa en la generación de la experiencia turística. De esta manera se incluyen las empresas turísticas básicas (alojamiento, restauración, entre otras), como también aquellas que sin ser eminentemente turísticas basan toda su actividad en el turismo (limpieza, construcción, lavanderías, entre otras).
Hablamos de administraciones públicas cuando queremos nombrar aquellos organismos de carácter público que intervienen en los procesos turísticos7. La transversalidad del turismo aporta una idiosincrasia diferente a la de otros sectores industriales. Si tomamos una institución a nivel local como un ayuntamiento y lo diseccionamos, podemos ver elementos como urbanismo, medio ambiente, cultura, deportes, entre otros, los cuales toman todos relevancia en el campo del turismo. Esto implica que las decisiones debieran tomarse en la mayoría de los casos con una visión integrada. Nos referimos a los centros de R+D+F como un elemento esencial para cualquier industria y pensamos que en el caso turístico están poco valorados y consecuentemente son infrautilizados. Algunos ejemplos pueden ser las universidades, institutos de investigación, laboratorios de empresas, consultoras, escuelas de formación profesional, observatorios, entre otros. Para que estos centros formen parte del SLIT deben generar formación o investigación en el ámbito del turismo. Podemos apreciar que estos tres agentes mencionados hasta el momento son los mismos que destacan los diversos autores de la literatura académica sobre los sistemas de innovación. Nosotros, tomando como base el esquema turístico que propone Gunn (Gunn, C.A. 1997) posteriormente adaptado por la OMT (OMT 1999) nos permitió conceptuar la industria turística como un sistema turístico funcional (Prats, L 2003; Prats, L.; Guia, J. et al 2003). Con esta base, demostramos que la comunidad local también ejerce un papel esencial en el desarrollo de la actividad turística, y consecuentemente del sistema. Podemos definir la comunidad local como el conjunto de personas que viven habitualmente en el territorio de estudio. Estas personas las podemos contemplar de forma individual o como partícipes en organizaciones sin ánimo de lucro como ONG, plataformas ciudadanas, entidades cívicas, u otras. Una vez descritos los elementos básicos, definimos agentes auxiliares del turismo todos aquellos que aún no teniendo actividades directamente relacionadas con la industria turística le prestan algún servicio, pero sin basar toda su actividad en la misma. Si seguimos las teorías económicas son las empresas receptoras del efecto multiplicador turístico (comercios, fontanerías, entre otras). Cuando hablamos de agentes externos al sistema nos referimos a aquellos elementos que no forman parte del mismo. Estos agentes pueden tener relación con uno o más elementos del sistema e interactuar con ellos. Podemos distinguir entre dos tipos de agentes externos según su situación geográfica, ya que estos pueden estar situados en el mismo territorio físico que el SLIT pero no pertenecer a él, o pueden estar en otro territorio. Pensamos que si un agente externo está situado en el mismo territorio físico es más fácil que éste pueda integrarse en un futuro al sistema. La interacción de estos agentes genera un conjunto de factores que resultan determinantes para poder definir si un SLIT es exitoso o no en todos los ámbitos. Un primer i primordial factor son las relaciones que se producen en el sistema, a nivel interno como externo, entre sus agentes. Estas relaciones pueden ser de diversas índoles que podemos resumir en dos características clave. Dependiendo de la estructura de relaciones que se adopte en un sistema variará su grado de éxito. En este factor el elemento clave es el grado de conectividad que se alcance, entendiendo que cuando más alta sea la conectividad entre agentes, más se acercará el sistema al paradigma. Hemos preferido presentarlo con unos ejemplos.
7
Esta intervención puede efectuarse de múltiples formas tales como legislativas (normativas de seguridad), controles e inspecciones, incentivando la investigación, planificación territorial, entre otros.
Figura 2: Estructura relacional cerrada
Figura 3: Estructura relacional abierta
SLIT
SLIT
Agent
Agent
Si un sistema tiene únicamente una estructura relacional interna o cerrada (Figura 2), con lo cual no tiene ninguna relación con el exterior se verá afectado en la innovación, ya que la no incorporación de conocimiento externo favorece el estancamiento del sistema a medio y a largo plazo. Si por el contrario mantiene una estructura relacional abierta a agentes externos (figura 3) soluciona este problema. Debemos mencionar también que existen dos tipos de estructuras relacionales abiertas. Figura 4: Estructura abierta poco conectada
Figura 5: Estructura abierta muy conectada
SLIT
SLIT
Agent
Agent
En la figura 4 vemos una estructura relacional abierta pero poco conectada, con la cual tenemos el riesgo d’estancamiento a medio o a largo plazo, a no ser que esta conexión nos aporte gran cantidad de conocimiento. En cambio en la figura 5 observamos una estructura abierta y muy conectada con la que garantizamos el no estancamiento, siempre que los contactos exteriores aporten en su conjunto un conocimiento amplio. Figura 6: Conexión entre sistemas
Figura 7: Conexión con suprasistemas
SRIT SLIT
SLIT
Agent
Agent
Debemos también tener en cuenta que las relaciones con otros SLIT son beneficiosas para el sistema ya que aporta un conocimiento más especializado y evita reiteración de innovaciones. El mismo
ejemplo podemos trasladarlo a las relaciones con sistemas superiores tales como regionales, nacionales o incluso supranacionales. No podemos, pero, fijarnos exclusivamente en la estructura de las relaciones sino que debemos observar la calidad de las mismas. Dependiendo de la calidad que ostenten las relaciones del sistema se alterará su grado de éxito. El elemento clave en este factor es la confianza, entendiendo que cuando mayor sea la confianza entre los diversos elementos del sistema mayores serán los beneficios del mismo, acercándose así a su máximo valor. También podemos definir dos tipos básicos de calidad. Figura 8: Calidad relacional alta
Figura 9: Calidad relacional baja
SLIT
SLIT
Agent
Agent
El primer tipo (figura 8), dotado de alta confianza, permite que las relaciones entre los agentes, ya sean internos o externos, sean fuertes, constantes y con contenido, permitiendo un flujo de conocimiento elevado. El segundo tipo (figura 9), dotado de una confianza muy baja, hace que las relaciones entre los agentes sean más débiles, esporádicas y con poco contenido, produciendo el efecto inverso a las anteriores, transfiriendo un flujo de conocimiento también bajo. Otro factor determinante de un SLIT es el macroentorno, que viene definido por cinco partes principales. La primera es el macroentorno político entendido como aquellas decisiones o elementos políticos que afectan al sistema (políticas económicas, de innovación, entre otras). Otra parte es el macroentorno económico, entendido como las deferentes situaciones económicas que afectan al sistema (nivel de salarios, nivel de desarrollo, estado de la economía nacional, entre otros). El macroentorno tecnológico no lo entendemos únicamente a nivel “Hard” (nivel de tecnificación) sino también como “Soft” (nivel de formación de la población). El macroentorno social nos aporta aspectos relevantes a la cultura del sistema (asentamiento del asociacionismo, nivel cultural, entre otros). Finalmente el macroentorno histórico da al sistema valores en términos de experiencia histórica (regímenes políticos vividos, desastres naturales habituales, entre otros). A partir de los factores determinantes explicados, el sistema debe ser capaz de generar otro factor también determinante para la evolución del propio sistema, como es el conocimiento y aprendizaje colectivo. Estos son fruto de las interacciones e intervenciones de los diversos agentes del sistema. Cuando más favorable nos sea el macroentorno y mejores y con más calidad sean nuestras relaciones más facilidad tendremos en hacer circular este conocimiento por todo el sistema favoreciendo también la capacidad de aprendizaje colectivo. La finalidad principal de este conocimiento y aprendizaje colectivo en un SLIT es la de poder ser capaces de generar una capacidad de innovación constante, que aportará dinamismo al sistema. De tal manera que esta capacidad debe permitir al sistema obtener unos resultados. El primer e indiscutible resultado de una buena capacidad de innovación son las innovaciones en cualquiera de sus modalidades. Tal i como entendemos que la innovación juega un papel importante en la competitividad, estas innovaciones nos deben permitir disfrutar de ventaja competitiva para todo el sistema. La ventaja competitiva, consecuentemente, debe aportar al sistema un conjunto de riquezas colectivas que permitan aumentar el bienestar de todos los agentes integrantes. Entendemos el bienestar como
una mejora de la calidad de vida de todos los elementos, que no se basa únicamente en el bienestar económico, ni medioambiental, ni social, ni culturales, ni otros, sino en el perfecto equilibrio entre todos ellos. Este equilibrio nos lleva a que el sistema sea perfectamente sostenible a largo plazo. Esta sostenibilidad genera un nuevo estadio que finalmente consigue una mejora del territorio, que a su vez revierte nuevamente en los agentes del sistema y en el macroentorno, que constantemente varian el comportamiento del sistema y obligan a un replanteamiento y a un dinamismo constante.
REFERÉNCIAS BIBLIOGRÁFICAS Abell, D. F. (1980); Defining the business: The starting point of strategic planning; Prentice Hall; Englewood Cliffs (EUA). Asheim, B.T.; Isaksen, A. (2001); Los sistemas regionales de innovación, las PYMES y la política de innovación; en Olazaran, M.; Gómez, M. (2001); Sistemas regionales de innovación; Servicio editorial de la universidad del país vasco; Zarautz. Aydalot, P. (1986); Milieux innovateurs en Europe; Economica; Paris. Balagué, J.; Navinés, F. (2001); Reflexiones sobre la naturaleza de la actividad empresarial desde la perspectiva de la competitividad; Mimeo, document de treball. Becattini, G. (1979). Dal settore industriale al distretto industriale. Alcune considerazione sull’unità di indagine dell’economia industriale; Rivista di economia e politica industriale, Vol .1 Becattini, G. (1992); Italia; En Sengenberger, W.; Loveman, G.W.; Piore, M.J.; El resurgimiento de la pequeña empresa; Colección Economía i Sociología del Trabajo, Nº56; Ministerio de trabajo y seguridad social; Madrid. Camisón, C.; Molina, F.J. (1998); Distritos industriales y recursos compartidos: Un enfoque integrador; Revista de Economía y Empresa Nº 32 Vol. XII 1998. Cooke, P. (2001); Sistemas de innovación regional: Conceptos, análisis y tipologia; en Olazaran, M.; Gómez, M. (2001); Sistemas regionales de innovación; Servicio editorial de la universidad del país vasco; Zarautz. COTEC (2001) a); Jacob, M.; Tintoré, J.; Torres, X.; Innovación en servicios; COTEC; Madrid. COTEC (2001) b); Jacob, M.; Bravo, A.; Estudio exploratorio sobre innovación en el sector turístico balear; COTEC; Madrid. Freeman, C. (1987); Technology policy and economic performance: Lessons from Japan; Pinter, Londres. Gunn, C.A. (1997); Vacationscape: Developing tourist areas; Taylor and Francis; Washington D.C. Lundvall, B.A. (1992); National systems of innovation: Towards a theory of innovation amd interactive learning; Pinter; Londres i Nova York. Maillat, D.; Perrin, J.C. (1992) (Eds.); Entreprises innovatrices et développement territorial; EDES (Editions de la Division Économique et Sociale); Neuchâtel. Markides, C. (1997); La innovación estratègica; Harvard-Desto business review, Nº 81, pàg 28-40. Molina, J.L.; Marsal, M. (2002); La gestión del conocimiento en las organizaciones; Colección Negocios, Empresas y Economia; Libros en red; Madrid. Mulet, J. (1999); El sistema español de innovación, un instrumento clave de competitividad, todavía en desarrollo; Economía Industrial, Nº 327, pàg. 31-38. Nelson, R.R. (1993); National innovation systems; Oxford university press; Oxford. Olazaran, M.; Gómez, M. (2001); Sistemas regionales de innovación; Servicio editorial de la universidad del país vasco; Zarautz.
OMT (1999); Desarrollo turístico sostenible: Guía para administradores locales; OMT; Madrid. Porter, M.E. (1990) a); The competitive advantage of nations; The MacMillan Press; Londres. Porter, M.E. (1990) b); ¿Dónde radica la ventaja competitiva de las naciones?; Harvard – Deusto Business Review; Nº 44, pàg 3-26.
Porter, M.E. (1992); Els avantatges competitius de Catalunya; Generalitat de Catalunya; Barcelona. Porter, M.E. (1999) a); Ser competitivos: nuevas aportaciones y conclusiones; Ediciones Deusto; Bilbao. Porter, M.E. (1999) b); Ser competitivos: fronteras en expansión; Hardvard Deusto business review, Nº 91, pàg. 34-37. Prats, L.; Paunero, X. (2002); Girona i la Costa Brava: Algunes reflexions sobre la cohesió i la flexibilitat del territori; Seminari internacional sobre competitivitat i territori; 7 i 8 de febrer de 2002; Girona. Prats, L. (2003); Competitivitat i turisme: El paper rellevant del territori; Cicle de conferències sobre competitivitat i territori; ; Del 18 de febrer al 25 de març de 2003; Universitat de Girona. Prats, L.; Guia, J.; et al (2003); Aproximación a la competitividad de la industria del turismo: una propuesta de indicadores; Del 21 al 25 d’octubre de 2003; Ministerio de Educación Superior de Cuba; Universidad de Matanzas. Rodríguez, J. (1999); Apoyo a la industria y sistema nacional de innovación; Economia industrial, Nº 327, pàg. 39-47. Vázquez, A. (1999); Desarrollo, redes e innovación: lecciones sobre desarrollo endógeno; Ediciones pirámide; Madrid.