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Tema 12: Trastornos mentales y conductuales. Neurosis y la psicosis. Para saber concretar lo que es un trastorno mental los especialistas usan el criterio individual (sufrimiento emocional o malestar) y el criterio social (presencia de conflictos duraderos en sus relaciones). Puede añadirse también un criterio laboral o académico (falta de competencia). Así, hay trastornos mentales que permiten al sujeto llevar una vida normal y otros en los que se pierde el contacto con la realidad, distinguimos pues entre neurosis, que es un trastorno leve de la personalidad (obsesión o fobia), y psicosis, que se caracteriza por la pérdida de contacto con la realidad y por el deterioro severo de la personalidad (paranoia, esquizofrenia).
Causas de los trastornos mentales. Cada teoría psicológica intenta ofrecer una explicación de la enfermedad mental destacando: Psicoanálisis: Los trastornos expresan conflictos inconscientes originados por traumas infantiles. Conductismo y Cognitivismo: Los trastornos son adquiridos por procesos de aprendizaje que han dado lugar a conductas inadecuadas. Teorías de inspiración biológica: Insisten en factores genéticos y hormonales que dañan el sistema nervioso. Teorías integradoras: Destaca la teoría de diátesis-estrés (predisposición genética más una circunstancia estresante que la activa), y la teoría de sistemas (combina factores biológicos, psicológicos y sociales).
Clasificación de los trastornos mentales. Entre las más destacadas encontramos: Trastornos del estado de ánimo: Se reduce la gama de emociones posibles estancándose en un extremo (depresión o manía). La persona que sufre depresión se siente muy triste, sin interés por nada y se desprecia a sí misma, La que siente manía se encuentra en un estado de euforia y actividad extrema. Ambas suelen alternarse en trastornos bipolares o trastornos maníaco-depresivos. Las causas pueden ser biológicas (predisposición genética), psicológicas (baja autoestima) y sociales (indefensión aprendida). Trastornos de ansiedad: Aparecen reacciones de miedo exageradas. Las fobias específicas son miedos irracionales ante determinadas situaciones, así, la agorafobia es un tipo de fobia que afecta a cualquier situación que aleje al sujeto de la fuente de
seguridad habitual. La ansiedad generalizada es un miedo prolongado a nada en particular y entre sus síntomas se encuentran el dolor de pecho y las dificultades respiratorias. El Trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por las obsesiones (pensamientos recurrentes y angustiosos) y las compulsiones (conductas ritualizadas y repetitivas), donde la ansiedad aparece cuando el sujeto u otra persona trata de detener esta conducta irracional. Trastornos somatomorfos: Se caracteriza por una serie de síntomas físicos que aparecen sin que exista causa física. Suele conocerse como trastorno de conversión (falsa parálisis, falsa ceguera, falso embarazo) o de somatización (náuseas, mareos ante la tensión). Cerca de estos se encuentra la hipocondría (interpretación de leves dolencias como síntomas de graves enfermedades) y el trastorno dismórfico corporal (fealdad imaginaria). Trastornos disociativos: Es aquel en que una parte de la personalidad se separa del resto, el caso más extremo se llama personalidad múltiple, que tiene lugar cuando diferentes aspectos de una misma personalidad actúan como si fueran identidades distintas. Algunos psicólogos lo explican como un mecanismo de defensa ante abusos. Más común es la despersonalización, donde el sujeto se ve a sí mismo “desde fuera”. La amnesia disociativa surge al olvidar algún episodio especialmente desagradable, mientras que la fuga disociativa surge cuando el olvido se extiende a toda la existencia anterior, incluyendo la propia identidad. Trastornos sexuales: Las disfunciones sexuales están emparentadas con los trastornos somatomorfos (fallos orgánicos con causa psicológica), incluyendo los trastornos de deseo (inapetencia), de la excitación (disfunción eréctil), del orgasmo (anorgasmia y eyaculación precoz) o por dolor (vaginismo). Las parafilias son inclinaciones a conseguir la excitación por medios distintos a los considerados normales, como el voyeurismo (excitación por contemplación de desnudos o actos sexuales sin llegar a participar en ellos), el fetichismo (excitación por el uso de objetos inanimados), sadismo y masoquismo (por infligir y recibir dolor), el exhibicionismo (excitación al mostrar los genitales) y otras formas menos habituales como la zoofilia o la necrofilia. La parafilia más grave es la pedofilia (atracción sexual hacia niños) que si llega a realizarse se llama pederastia o abuso sexual de niños. En cuanto a los trastornos de identidad sexual nos referimos a los casos en que la identidad sexual biológica no coincide con la psicológica. Trastornos de la personalidad: Nos referimos con esto a trastornos permanentes que aparecen en la infancia y pueden durar toda la vida como son:
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Personalidad esquizoide: Ausencia de deseo o nula habilidad del sujeto para entablar relaciones sociales. Fríos y distantes.
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Personalidad paranoide: Desconfianza hacia los demás, cuyas intenciones siempre se interpretan como maliciosas. Rechazan las críticas y se ven racionales y objetivas.
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Personalidad dependiente: Personas incapaces de tomar decisiones y ser autónomas por lo que usan el chantaje sentimental por miedo a ser abandonados.
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Personalidad evitativa: Desean tener amigos y relaciones sociales, pero su timidez y miedo al rechazo se lo impiden.
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Personalidad narcisista: Autoimagen exageradamente positiva, acompañada de fantasías de éxito, arrogancia y falta de empatía.
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Personalidad limítrofe: En sujetos impulsivos e inestables con fuerte tendencia a la autodestrucción (abuso de alcohol y drogas, tendencias suicidas).
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Personalidad antisocial: También llamada psicopatía o sociopatía, propia de los que manipulan a los demás y engañan, roban, causan daños e incluso matan sin ningún sentimiento de culpa.
Esquizofrenia: Trastorno psicótico pos excelencia. El sujeto “vive en su mundo”, caótico y desordenado, sin tener contacto con la realidad y acompañado de alucinaciones y delirios paranoides (todo el mundo quiere hacerle daño). Se ha probado la incidencia de factores genéticos, destacando el exceso de dopamina en el encéfalo. Trastornos de la niñez: Se trata de trastornos detectables en la infancia, aunque prolongados durante toda la vida. Se incluyen el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), niños hiperactivos incapaces de mantener la atención por factores biológicos, y los trastornos generales del desarrollo (TGD) o trastornos del espectro autista, con base genética y ausencia de afectos y retraimiento extremos. Trastornos alimenticios: Las más conocidas son la anorexia, que consiste en la percepción deformada del propio cuerpo lo cual lleva a una drástica reducción del consumo de alimentos y la consiguiente pérdida de peso que refuerza la conducta; y la bulimia, que consiste en la ingesta excesiva de comida seguida de métodos inapropiados para evitar el aumento de peso (vómito, laxante, exceso de ejercicio). Ambos trastornos suelen afectar a mujeres adolescentes de clase media o alta con un cierto nivel de estudios, aunque también se dan algunos casos en varones, en ellos es más frecuente la vigorexia, que combina una conducta alimenticia desequilibrada con
el exceso de ejercicio físico para lograr un mayor desarrollo muscular. En cuanto a las causas de estos trastornos se suele apuntar a factores sociales como las modas y el culto obsesivo a la buena forma física, así como la baja autoestima y un elevado espíritu competitivo.
Tratamiento de los trastornos mentales. La terapia electro-convulsiva y la cirugía cerebral son dos métodos para el tratamiento de los trastornos psicológicos, pero son el último recurso cuando han fallado: Medicación: El uso de medicamentos tiene resultados probados en el tratamiento de trastornos con implicación biológica como la esquizofrenia, la depresión, el trastorno bipolar, la ansiedad y el TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad). Su consumo se suele plantear como complemento a la psicoterapia, y sólo los médicos pueden prescribir su uso, nunca los psicólogos. Entre los distintos fármacos usados en el tratamiento de los trastornos mentales encontramos: o
Antipsicóticos: Usados por esquizofrénicos y paranoicos para bloquear la recepción de dopamina, suprimiendo los delirios y las alucinaciones.
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Antidepresivos: Elevan los niveles de dopamina, noradrenalina y serotonina. Se usan para tratar la depresión, la ansiedad, el TOC y la fobia social. El más conocido es la fluoxetina, sobre todo en su marca comercial Prozac.
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Tranquilizantes, sedantes y ansiolíticos: Como diazepam (Valium), secobarbital (Seconal), o carbonato de litio (trastorno bipolar). Crean adicción.
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Psicoestimuladores: Potencian la dopamina como el Metilfenidato (Ritalin) que se suministra a niños con TDAH en pequeñas dosis.
Psicoterapia: Es el tratamiento de los trastornos con métodos psicológicos, con muchas formas de terapia, siendo el diálogo el elemento esencial: o
Terapia psicoanalítica: Busca hacer florecer a la conciencia los elementos reprimidos al inconsciente para que el sujeto se enfrente a ellos. Suele ser un tratamiento largo, caro y de dudosa eficacia, por lo que ha sido reemplazado.
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Terapia humanista: Insiste en que el enfermo tome conciencia de su propia responsabilidad en la superación del trastorno, renunciando a eventuales ventajas que puede disfrutar por padecerlo.
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Terapia conductual: Utiliza técnicas basadas en el condicionamiento para conseguir la deseada modificación de la conducta. Se trata de procedimientos
cortos con gran eficacia, pero limitándose a suprimir o sustituir los síntomas sin curar realmente. o
Terapia cognitiva: Busca corregir las formas erróneas de pensamiento que dan lugar al trastorno. El paciente es guiado para que, en lugar de falsas interpretaciones logre ver formas más realistas y razonables. Suele combinarse con la terapia conductual.
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Terapias de grupo: Pueden adoptar distintas formas, a veces como complemento de la terapia individual y en otras ocasiones como el mismo centro de la terapia (grupos de autoayuda).
Algunos términos fundamentales Diátesis: Predisposición orgánica a padecer una enfermedad sumada a un acontecimiento ambiental estresante. Parafilia: Inclinación a conseguir satisfacción sexual por medios distintos a los "normales". Vigorexia: Trastorno que combina una conducta alimentaria desequilibrada con el exceso de ejercicio físico a fin de lograr el desarrollo muscular deseado. Fobia: Miedo irracional ante determinadas situaciones u objetos. Somatización: Trastorno donde los conflictos psicológicos internos se expresan mediante signos físicos.