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(19) EL ACONTECIMIENTO MARIANO DE SAN NICOLÁS Por el Pbro. Carlos Pérez Contenido I. La Ciudad de San Nicolás: Historia, Acero y Fe II. La Catedral: El Primer Santuario III. Historia del Santuario IV. Conducción Pastoral del Acontecimiento Mariano de San Nicolás V. Cronología del Acontecimiento Mariano de San Nicolás
I) La ciudad de San Nicolás: Historia, Acero y Fe San Nicolás ha tenido un puesto clave en diversos momentos de la organización nacional. También el auge de la industria de los años sesenta la encuentra con un importante rol protagónico al darse en ella los primeros pasos significativos del Plan Siderúrgico Nacional diseñado por el General Manuel N. Savio en la década del cuarenta. El acontecimiento que nos ocupa en este trabajo ha hecho que San Nicolás sea llamada “Ciudad de la Fe”. a) Ciudad de historia San Nicolás fue fundada por don Rafael de Aguiar cuando promediaba el siglo dieciocho: exactamente, el 14 de abril de 1748, y fue declarada ciudad el 23 de noviembre de 1821. Por estar ubicada en la margen del Río Paraná, fue desde los primeros tiempos de la colonización un punto de avanzada hacia el malón. La particular circunstancia de contar con un puerto, motivó que se transformara en lugar de paso casi obligado para las embarcaciones del país y de ultramar que tuviesen destino a la ciudad de Rosario. El antiguo camino real que atravesaba nuestra ciudad, se convirtió luego en la ruta nacional Nº 9 (Panamericana). Por su ubicación, antigüedad y número de habitantes, San Nicolás fue elegida como sede para los Tribunales de la Provincia de Buenos Aires y luego también de los Tribunales Federales. También se asentaron allí los cuarteles del Ejército Argentino (Batallón de Ingenieros de Combate 101) y finalmente, en la década del cincuenta de este siglo, comenzó a funcionar una nueva sede episcopal, creada por la Santa Sede varios años antes: el Obispado de San Nicolás de los Arroyos. El 31 de mayo de 1852, se produjo el acontecimiento más destacado de la historia de la ciudad: la firma del Acuerdo de San Nicolás, por el que los representantes de las provincias suscribientes se comprometían a realizar un Congreso General Constituyente que organizara definitivamente el país bajo el sistema federal. El resultado de ello fue el Congreso de Santa Fe que en 1853, dictó la Constitución que algunas reformas nos rige hasta nuestros días. Desde entonces se asocia a San Nicolás con al apodo de “Ciudad del Acuerdo”. b) Ciudad del Acero Un segundo momento crucial se produjo al final de la década del cuarenta cuando se aprobó el Plan Siderúrgico Argentino, como consecuencia del cual se creo posteriormente la empresa Sociedad Mixta Siderurgia Argentina (SOMISA) en la margen derecha del Río Paraná, ya en la localidad lindante de Ramallo, pero con
relación constante y diaria con San Nicolás que provee una muy buena parte de mano de obra. Este florecimiento económico fue la atracción de muchas familias del norte argentino, así como también del litoral, que cruzando el Río Paraná venían a San Nicolás en busca de trabajo. De alguna manera el núcleo poblacional, formado principalmente por inmigrantes latinos (españoles, italianos, franceses, etc) fue duplicado o triplicado en un par de décadas. Esta inmigración interna, que aún no ha concluido, tuvo como principal base de asentamiento los barrios, que en número cercano a cien, rodean a al antigua ciudad, la que ahora totaliza una población de 140.000 habitantes. c) Ciudad de Fe Un tercer momento importante en la historia de San Nicolás lo constituye el acontecimiento de fe relacionado con la sagrada imagen de Ntra. Sra. del Rosario de San Nicolás, que a partir de 1983 ha cobrado, en los años transcurridos, una relevancia que la ha transformado en polo de desarrollo industrial, recibe una segunda mutación: el ser lugar de destino de miles de peregrinos que llegan a ella por un acto de fe, transformando su fisonomía: presencia de micros, automóviles, gente en las calles, procesiones multitudinarias y proliferación del servicio de gastronomía y hospedaje. La devoción a Nuestra Señora del Rosario en la Iglesia Nace como consecuencia de la devoción al Santísimo Rosario que la tradición de la Iglesia nos remonta a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores, (dominicos), en el siglo XII. Pero es San Pío V quien le hace la primera referencia a la Ssma. Virgen del Rosario: tras algunos actos de carácter más bien particular, el día 17 de septiembre de 1569, el Papa dio la Solemne Bula Consueverunt Romani Pontifices, en la que no sólo definía con exactitud el Rosario, sino que resumía y ampliaba todos los privilegios e indulgencia unidos a esta devoción. Continuó durante todo su pontificado la difusión del Rosario. El 5 de marzo de 1572, dio la Bula Salvatori Domini, en la que recordando la victoria de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, permite a la cofradía del Rosario de Martorell (Barcelona) que ese día celebren todos los años una fiesta bajo la advocación de la Virgen del Rosario, según lo había pedido don Luis de Requeséns, señor de Martorell, que había estado presente en Lepanto. Su sucesor Gregorio XIII, el 1º de abril de 1533, extiende la fiesta del Rosario a todas las Iglesias y Capillas en donde estaba erigida la cofradía. Clemente XI, 1716, extendió la solemnidad a la Iglesia Universal, unida al primer domingo de octubre. En 1913 fijaba esta fiesta el día 7 de octubre. II) La Catedral – El Primer Santuario María con su misteriosa presencia aquí en San Nicolás, quiere revitalizar la marcha espiritual de la Iglesia de su Hijo y aparece como muy coherente, muy moral, que sus manifestaciones se produzcan en el seno de la Iglesia Catedral, cuyo simbolismo de Iglesia Madre encierra mucha relación con la misión que María viene a realizar entre nosotros. También Ella es Madre que reuniría a sus hijos en la casa del Padre común. Comienzan de hecho las manifestaciones de la Virgen mientras la imagen identificada con la de la visión está en el campanario de la Iglesia Catedral. Pero esa
imagen tiene una larga historia desde que llegó de Roma en 1884 en ocasión de la inauguración del templo parroquial de San Nicolás de Bari. La providencia ha querido que esa imagen de María fuera reconocida por la vidente de San Nicolás en el mismo día en que comenzaba la novena al Santo Patrono, es decir el 27 de noviembre de 1983, día también de la medalla milagrosa. Se produce así un histórico encuentro de María del Rosario y de San Nicolás de Bari en un clima totalmente inesperado donde el Patrono parece ofrecerle a María el lugar que como Madre de Jesús y de la Iglesia merece, y que el tiempo se encargó momentáneamente de hacer desdibujar, en lo que esta advocación se refiere. Durante muchos años, desde la llegada a la Iglesia Catedral de San Nicolás, yo personalmente había descubierto la enorme importancia de dar verdadero culto al Santo Patrono que toda la comunidad le rindiese ese culto que en justicia se le debe. Recordado muchas veces la frase que el Padre Francisco Yacop, un gran amigo sacerdote y colaborador en la Iglesia Catedral, me refería a propósito de un comentario que le hiciera el Cardenal Antonio Caggiano, Obispo de Rosario. Viniendo el Cardenal a San Nicolás y viendo una frialdad devocional en la gente señaló lo siguiente: “Este pueblo no progresará en la fe hasta que no rinda el debido homenaje a su Santo Patrono San Nicolás”. Esta frase, para mi fue muy fuerte, me dio una verdadera motivación para que con todas mis posibilidades moviera a la parroquia y a la ciudad en orden a una creciente devoción al Santo Patrono. He tenido mucho eco en viejos nicoleños que añoraban esta presencia del Santo, pero no puedo decir que la reacción haya sido multitudinaria. De hecho surgieron elementos como la procesión náutica que se realizaba el día del Santo Patrono llevando su imagen por las aguas del Río Paraná; anualmente, el viaje de peregrinación a la ciudad de La Rioja donde se honra tan fuertemente a San Nicolás de Bari; una programación importante de la novena en su honor en nuestra Iglesia Catedral con la presencia de predicadores de afuera, particularmente de la ciudad de La Rioja en los primeros años. De muchas maneras esta preocupación había sido la de todos los Obispos de San Nicolás, Mons. Martínez, Mons. Vénera, Mons. Ponce de León y de los Párrocos, particularmente debo destacar a Mons. Torti y Mons. Fioroni, de quien fuí Vicario Cooperador en los años 1963 y 1964. Cada uno buscó rendir este culto al Santo Patrono, pero siempre costó. Hubo momentos de mayor respuesta de la feligresía y otros momentos de menor entusiasmo. Cuando llegué a San Nicolás recuerdo que no se hacía en esos años la procesión con la imagen del Santo Patrono y comenzó a gestarse la idea de realizarla; fue allí cuando surgió lo que ya he señalado. La procesión náutica, como punto de partida para la procesión por las calles de la ciudad realizada desde la bajada de la imagen en el puerto de cabotaje hasta la propia Iglesia Catedral, con una Misa fuera del templo. Al poco tiempo de conocer yo las manifestaciones de la Ssma. Virgen, cuando aún no lo había dado a conocer a la feligresía, me pareció oportuno comenzar a formar grupos de oración e invité a los fieles a formar una gran corona en homenaje a la Ssma Virgen hecha por grupos de oración, pero poniéndonos como meta la formación de 150 grupos en relación con las 150 Aves Marías del Santo Rosario. Gradualmente esos grupos se fueron formando hasta llegar a ese número. Gradualmente en forma explícita comenzaron a darse los primeros anuncios del hecho de las manifestaciones de la Virgen; luego se ubicó la imagen de María en el presbiterio de al Iglesia Catedral en febrero de 1984, previa autorización del Obispo y restauración de la Imagen, finalmente comenzaron las peregrinaciones desde distintos
puntos de la ciudad, de la Diócesis y del país; es de destacar también que una pequeña parte de la feligresía sintió como invadida su Iglesia parroquial, sintió como invadida su privacidad y sintió alguna molestia ante esta manifestación de María, pero en su gran mayoría la comunidad lo recibió con sencillez de corazón enfervorizándose y dando un verdadero testimonio de amor a la Virgen. Gradualmente la Iglesia Catedral se fue convirtiendo en un verdadero santuario donde comenzaron a abundar la presencia de sacerdotes que venían como peregrinos y prestaban un gran servicio en el sacramento de la reconciliación y en la celebración eucarística; comenzó a rezarse el Santo Rosario en forma cada vez más permanente; se comenzaron a dar charlas sobre los hechos de San Nicolás y más particularmente en tiempo posterior a los enfermos que venían en busca de una palabra, de un consuelo, de un estímulo para su enfermedad. El incipiente Movimiento Mariano comenzó a distribuir los primeros folletos con la historia de los hechos de San Nicolás, con los datos que podían se comunicados, con los primeros mensajes que se publicaban en forma muy primitiva, con las estampitas de la Ssma Virgen o los rosarios, todo en lugares momentáneos, provisorios, hasta que poco a poco se fuese llegando a las definitivas instalaciones que el tiempo y la gracia de la Providencia permitieron conseguir. Fue tanta la cantidad de fieles que habitualmente participaban en la Iglesia Catedral, que, fue necesario abrir una puerta lateral que ya existía en los principio del siglo en este templo y después se había cerrado; se abrió para facilitar el ingreso y egreso de los peregrinos al santuario. El camarín se ubicó en el ala derecha de la Iglesia Catedral donde estaba ubicado el altar de la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores. Miles y miles de peregrinos han pasado mensualmente y particularmente los días 25 de en torno a ese camarín, saludando a la Ssma Virgen, primeramente ubicada sin el encuadre de acrílico que posteriormente se le agregó para evitar su deterioro. La imagen de María a partir de febrero de 1986, una vez por mes, el 25 de cada mes, fue llevada desde la Catedral hasta El Campito en una hermosa procesión presidida por el Sr. Obispo, donde era apreciable ubicar la cabeza de la procesión en ciertos días 25, llegando al Campito cuando todavía la imagen de María estaba saliendo de la plaza. Una verdadera multitud de fieles acompañaba a la Virgen en esta procesión de ida y vuelta del Campito y la Iglesia Catedral rebosaba de alegría, de María, del gozo continuo de la presencia de los hijos, del gozo mayor de la conversión de tantos que se acercaban a Ella, que buscaban su Corazón Inmaculado…….para consagrarle sus vidas. María cada vez más vive haciendo para sus hijos la manifestación de la verdadera maternidad llena del amor que solamente Dios, a través de Ella podía brindar. Ya desde el tiempo en que el santuario funcionaba en la Catedral, debemos destacar la enorme cantidad de penitentes que deseaban recibir el sacramento de la reconciliación y los días 25 con mucha frecuencia los sacerdotes no daban abasto para dar una respuesta adecuada a tantos peregrinos. Esto mismo ocurría más adelante en el propio santuario sobre todo los mismos días de grandes peregrinaciones. Por otra parte, a partir de los Mensajes de María donde Ella daba en los primeros días del mes la intención por la cual quería que se rezara en la novena, se celebró en la propia Iglesia Catedral el rezo de la novena mensual, desde el 17 al 25 de cada mes, novena que se rezó cada vez más por todas partes de la ciudad, de la Diócesis, del país y fuera del país.
Hubo un creciente número de peregrinos durante la novena y durante los días sábados o domingos y por supuesto los días 25 de cada mes: en este caso las Misas comenzaron a celebrarse cada hora, hasta la hora de la procesión y posteriormente a la misma, dos o tres Misas de acuerdo a la época del año, ya fuese invierno o verano. III) Historia del Santuario Desde los comienzos de esta manifestación de María en San Nicolás fue insistente el pedido de la Ssma Virgen, a través de la Sra. Gladys, para que se construyese un santuario en su honor. Con el correr de los días María eligió el lugar donde manifestaba su deseo de que se construyese el santuario. Al principio parecía querer una pequeña capilla pero cuando se le preguntó sobre el tipo de templo que Ella desearía respondió claramente: “Lo dicen las Escrituras”, y ya había dado a leer anteriormente una cita bíblica del libro del Éxodo, Capítulo 25, donde dice: “Me harán una Santuario y habitaré dentro de el”. Respecto a las características edilicias de este templo fundamentalmente se debía pensar en un edificio grande. La Virgen Ssma. lo dijo claramente: “Deseo una casa grande, no lujosa pero si grande para poder albergar a todos mis hijos”. La ausencia de lujo, la presencia sin embargo de una casa suficientemente amplia como para cobijar a multitudes fueron elementos claves. Este pedido de María de un modo especial se hizo fuerte cuando la Sra. Gladys visitó a la Ssma Virgen en la Basílica de Luján, ya que allí María le dijo claramente: “Quiero una casa similar a esta”. Allí se adquirió la verdadera dimensión de lo que María quería; un verdadero santuario cuya magnitud permitiese celebrar festiva y multitudinariamente los acontecimientos de gracia de la que Ella sería especial protagonista. Ella eligió el lugar, según sus propias palabras y lo santificó. El santuario es el signo de la Alianza que Dios restaura con su pueblo. Así como en Jerusalén existió el templo de Salomón convocante de todos los creyentes, templo en el cual se realizaban las grandes celebraciones que el rito judío establecía, donde se pactaba Alianza con Dios y se actualizaba periódicamente esta relación de Alianza de amor entre Dios y su pueblo, así también en esta nueva alianza y en esta alianza fuertemente restaurada por y con María. En él se celebrarán los ritos de alianza, en el cual se escuchará la Palabra de Dios que llegará como el gran camino que el Señor ofrece, la luz necesaria para poder caminar en la senda del Señor. En él se concretará el Sacrificio de la Nueva Alianza donde Cristo mismo se ofrece al Padre por todos nosotros. Y en ese santuario manifestará su presencia María, a través de una milagrosa imagen. María es llamada Arca de la Nueva Alianza, porque ella guardó en su seno virginal no ya las Tablas de la Ley como ocurrió en la antigua Arca de la Alianza sino al mismo Señor, al que es la Alianza viviente entre el Padre y los hombres. “Ese templo será coraza para tu pueblo”, dirá la Virgen Ssma haciendo referencia al santuario. Dirá también: “Es el lugar del encuentro de los hijos con el Hijo”. Misión propia de María es esta, unirnos al Hijo de Dios y unirnos entre nosotros, haciéndonos Iglesia, haciéndonos la única Iglesia de Jesús de la cual Ella es Madre. Ese templo será por otra parte garantía de continuidad de la obra de María. Pasará el tiempo, las personas que ahora vivimos dejaremos de existir en la tierra y el templo será el gran signo, de la presencia constante de María a través de los futuros siglos.
María tiene urgencia de esa casa, pero sabe que no se construye en poco tiempo; y va a elegir un ritmo que permita durante varios años la participación activa de mucha gente. El Obispo Mons. Castagna dijo en su momento “este templo no tiene que ser la obra de nadie en particular: es la obra de todo el pueblo, el gran padrino de este templo será al pueblo de Dios”. Y de hecho ocurrirá así. En efecto, momentos muy difíciles para la economía del país, en momentos en que la ciudad de San Nicolás padeció las consecuencias graves de esta dificultad por la que atraviesa toda la patria, sin embargo, lenta pero firmemente se va levantando con el aporte de todos los peregrinos, algunos dan más, otros en menor cantidad, pero todos realizan su aporte, todos se sienten especialmente partícipes de esta obra que María está realizando a favor de sus hijos. Este es el deseo de la Iglesia expresado por el Obispo, y este es el deseo de María; por eso que el ritmo lento pero firme da la posibilidad para que todos participen dentro de sus posibilidades. Como se dijo muchas veces, en esta obra el ritmo lo impone el cielo, María sabrá cuál es el que quiera imponer, lo que a nosotros nos pide es trabajar fuertemente, rezar mucho, ofrecer sacrificios, vivir un proceso de conversión. Esto se dijo desde un principio: si se logra la conversión de los corazones, el templo se levantará con relativa facilidad; de lo contrario va a costar mucho. La realidad nos dice que los grandes frutos espirituales han sido la base de la construcción material del templo, que si bien no se realizó en un ritmo óptimo sin embargo creemos firmemente que se realizó en el tiempo de Dios que ciertamente es el mejor. No fue lento ni rápido, fue ritmo adecuado. Varias veces hemos dicho también que el santuario es como el signo material del corazón de María que alberga en sus paredes a los hijos, a quienes recibe enfermos o sucios por las consecuencias del camino y los envía sanos y limpios, dispuestos a ser pregoneros de la Palabra de Dios por todas partes, misioneros de María. El lugar había sido ya elegido como podemos ver en el capítulo referido a “El Campito” y el 25 de agosto de 1986 el Obispo de la Diócesis, Mons. Domingo S. Castagna anunció en la Homilía de la Celebración vespertina en la Misa del Campito como primicia, que había dispuesto para el próximo mes, el 25 de septiembre, día aniversario de las manifestaciones marianas, que se sembrará una semilla de piedra, en el Campito, haciendo referencia a la piedra fundamental del Santuario. Este anuncio del Obispo fue saludado por un estruendoso aplauso de la multitud. Inmediatamente se colocó la piedra fundamental en el día 25 de septiembre y en forma simultánea se nombró una Comisión Pro-Templo (presidida por el Pbro. Carlos Pérez, Cura Párroco de la Catedral), cuya función principal sería recaudar fondos y administrarlos, llevando adelante la difícil tarea de construir este Santuario de la Ssma. Virgen. Simultáneamente el Arq. Mario Magni, convocado a tal efecto por el Obispo de la Diócesis comenzó a estudiar el proyecto definitivo del Santuario y a reunir un grupo de gente que constituirían posteriormente el estudio técnico: arquitectos, estudiantes de arquitectura y distintas personas que conociendo la materia conformarán un verdadero equipo de trabajo. Posteriormente, estando las cosas ya encaminadas, al año siguiente, el 12 de octubre se firmó el contrato con la empresa que asumió las tareas de construir el Santuario, la empresa Gerland Campell y el 13 de octubre comenzó la parte constructiva en el propio campito. Sucesivamente la Sra. Gladys además de recibir de María el pedido para la construcción del templo y la urgencia para su ejecución, había visto en visión el exterior
del templo ya terminado y en otras oportunidades el interior, señalando aspectos concretos, partes bien delineadas, que después ella comentó en detalle. Una de las construcciones que más se parecen a lo que ella vio en visión, es la Basílica de Itatí en Corrientes. Sobre ese esquema arquitectónico, pero con un lenguaje contemporáneo, el arquitecto proyectista Magni encaró el proyecto del Santuario, interpretando el esquema de la visión. Distintos Mensajes referidos a este tema detallan con más precisión todo lo que aquí señalamos. IV) Conducción Pastoral del Acontecimiento Mariano de San Nicolás Vamos a referirnos ahora a la manera cómo la Iglesia local, encabezada por su Obispo, asumió la ardua tarea de discernir el acontecimiento de gracia referido a la Ssma Virgen del Rosario de San Nicolás. Este hecho está encuadrado por su propia naturaleza en lo que la Iglesia llama “Revelaciones privadas”. Estas son gracias especiales, extraordinarias, que Dios concede en la medida en que la humanidad lo necesita y tienen como finalidad animar a los creyentes a vivir lo que ya conocen por la revelación pública, por las Sagradas Escrituras y por la Tradición. El valor del hecho, no da al contenido algo nuevo (que no lo tiene) con respecto a la revelación pública sino el impulso para que se viva lo que ya la Iglesia viene anunciando durante siglos. Por otra parte, un valor propio de estos acontecimientos es el providencial instrumento de que Dios se vale para comunicar su Palabra, en este caso la persona de la Ssma. Virgen. Citamos textuales palabras del Padre Congar: “Ordinariamente se entiende por revelaciones privadas, aquellas para las que un alma cristiana o no, elegida por parte de Dios, a título personal y privado y no a título de iniciador o de doctor de una religión universal”. (Y. M. Congar, “La vie spirit” Suppl 53 1937 Pag:29) En este caso, como en toda revelación privada, los fieles no están obligados a creer, en cambio sí están obligados a creer en la revelación pública contenida en la Sagrada Biblia y que concluye con la muerte del último de los Apóstoles. De ella, la Santa Iglesia Católica es custodia e intérprete. Con respecto a esta revelación privada que tiene lugar en la ciudad de San Nicolás, se trata de una aparición-visión. En un sentido amplio y refiriéndose a la mística, podemos definir las visiones diciendo que son “percepciones sobrenaturales de un objeto naturalmente invisible para el hombre”. La Autoridad Eclesiástica Durante el período en que fue gestado este acontecimiento devocional mariano hubo siete meses de sede vacante. Mons. Fortunato A. Rossi fue quien encaró los primero momentos del acontecimiento. Permitió restaurar la imagen de la Ssma Virgen y que se colocara en el presbiterio de la Catedral donde quedó expuesta a la veneración de la gente. Luego le llegó su nombramiento como Arzobispo de Corrientes quedando a cargo de la sede del Arzobispado el 17 de marzo de 1984. Durante el período de sede vacante la Diócesis fue gobernada por el Administrados Diocesano Mons. Roberto Mancusso,
Vicario General de la Diócesis. El 30 de octubre de 1984 se hizo cargo Mons. Domingo S. Castagna como Obispo de la Diócesis de San Nicolás. La actitud de las tres Autoridades Diocesanas fue la permanente prudencia que implicó una observación serena de los hechos, una apertura a lo que fuera obra de Dios y una oportuna canalización pastoral del hecho de gracia que se insinuaba. Mons. Domingo Castagna, a quien correspondió la parte más delicada y más prolongada del discernimiento eclesial, desde los primeros momentos tuvo un contacto personal y directo con todas las personas que pudiesen brindarle elementos para su discernimiento personal en la materia. Tuvo contacto con todos los escritos referentes a este acontecimiento, con los escritos de la propia Sra. Gladys que puso a su disposición todo lo que el Obispo deseaba a los efectos de esclarecer gradualmente su postura como cabeza de la Iglesia local. Dadas las características del acontecimiento y tratando de evaluarlo en su verdadera dimensión, el Obispo ha obrado con máxima prudencia, evitando todo comentario que pudiera indicar una legitimación de las apariciones. El discernimiento y la espera de nuevos hechos lo ha movido a permanecer inicialmente en un respetuoso silencio. Al regresar de su visita “ad límina” en Roma, Mons. Castagna hizo la primera mención en el diario “El Norte” de la ciudad de San Nicolás en el año 1985, diciendo que estaba bajo su estudio el acontecimiento surgido en la ciudad. Ya para ese entonces, el acontecimiento había pasado de los límites de la ciudad al plano nacional y comenzaban a venir peregrinos desde distintos lugares. Los medios de comunicación habían hecho también su intervención; haciendo público el acontecimiento en los lugares donde aún no se lo conocía. Nombramiento de una Comisión Durante el segundo trimestre de 1985, Mons. Castagna tomó la prudente decisión de nombrar una Comisión Investigadora, compuesta por sacerdotes de la Diócesis y apoyada por especialistas en diversas materias, destinada a evaluar el acontecimiento de fe en cuanto al hecho originante mismo, a la persona receptora de los mensajes y a los aspectos espirituales y pastorales del mismo. Los miembros de esta Comisión fueron los presbíteros Mons. Roberto Mancusso, Vicario General del Obispado de San Nicolás, Pbro. Ariel Busso, Canciller de la Diócesis, los Presbíteros Marcelino Navailes, Marcelo Doménech, Víctor Hugo Detto, Jorge Breazú, Eduardo Jorge y el Pbro. Carlos Antonio Pérez. El dictamen de la Comisión lleva fecha del 25 de octubre de 1985, es decir, poco más de un semestre posterior a su constitución. Está compuesto por cinco capítulos. El primero hace una breve síntesis histórica del Hecho de San Nicolás. El segundo se refiere al nombramiento de la Comisión y a los motivos de ese nombramiento. El tercer y cuarto, a la tarea de la Comisión, es decir el estudio de la salud psicofísica de la Sra. de Motta, el análisis de los mensajes y la constatación médica en el caso de las curaciones. El quinto, las orientaciones pastorales, oportunas, para este acontecimiento. En la Homilía del 25 de noviembre de 1986 el Obispo del lugar dijo: “En cuanto a este excepcional acontecimiento, a medida que transcurrió, la Virgen misma se constituyó en su principal protagonista. Es necesario que los instrumentos que circunstancialmente intervinieron en tan singular relación con la Ssma Virgen vayan ocultándose como el Bautista.
La meta principal de estas peregrinaciones no es ver y tocar lo extraordinario, sino encontrar bajo la protección maternal de María, el camino de la fe transitado por la Iglesia en sus hijos”. Y la comisión convocada por el Obispo, en el capítulo de las Orientaciones Pastorales (Nº 5) establece, basándose en la frase: “Lo importante es la Virgen” que se tratará de poner el acento en Ella, en todo lo que hace a su veneración y devoción. Otras Intervenciones El mariólogo francés René Laurentín, prominente teólogo francés, que trabajó como perito en el Concilio Vaticano II y dedicó largos años de su vida a varios acontecimientos marianos similares al de aquí, al referirse a los acontecimientos de San Nicolás, en un primer escrito que hizo sobre el mismo dijo: “Dentro de las apariciones actuales, una de las que se perfila mejor es la que acontece en la Argentina. El Obispo responsable la ha tomado en serio. Nombró una Comisión de estudio y canaliza al culto y la oración fervorosa que esas apariciones han suscitado en su Diócesis. Él se abocó a la construcción de la Iglesia que la Virgen pide a la Sra. Gladys, la vidente”. También tenemos la opinión importante del Metropolitano del lugar. En efecto, el Arzobispo de Rosario, Mons. Jorge Manuel López en carta del 11 de diciembre de 1987 expresa en los párrafos 3 y 4, que se adhiere a la prudencia pastoral con que el Obispo de San Nicolás ha conducido los acontecimientos relativos a Ntra. Sra. del Rosario. En los párrafos siguientes se refiere a la impresión personal que recogió el 25 de noviembre anterior, en oportunidad de realizar una visita a “El Campito”, participando de la procesión y de la Santa Misa. Manifiesta que ha encontrado una piedad sólida, discreta y fuerte que domina el ambiente en un clima de participación con una verdadera presencia del Señor entre los fieles. El Obispo de la Diócesis, en oportunidad de celebrar la primera Misa en “El Campito” el 25 de marzo de 1985, durante la homilía realizó el acto prudencial de aprobación del movimiento devocional. Lo dijo con estas palabras: “La virtud de la prudencia, ya proverbial en la Iglesia, reclamó la observación serena, responsable y piadosa de fenómenos que circunstancialmente han despertado la antigua devoción. Nunca la Iglesia propondrá como de fe obligatoria tales fenómenos. Los criterios avalados por prácticas de siglos que han primado en la cuidadosa y prolongada observación de todo el acontecimiento, nos alientan a reconocer el paso de Dios en la presencia de la Virgen y, en consecuencia, sin dejar de mantener una atenta vigilancia sobre los fenómenos señalados, animar la devoción, presidir al pueblo creyente en su constante y católica oración e indicar como lugar de especial culto el que la misma devoción popular ha consagrado”. Asimismo, en esa oportunidad, se reserva el derecho a la corrección de desviaciones posibles con estas palabras: “Como pastor quiero recoger el llamado de la Madre y reconocer su presencia como también discernir lo que viene de Ella, de lo que las exageraciones y desviaciones humanas pudieran ocasionar”. Por otra parte, durante la Santa Misa en “El Campito” al cumplirse el tercer aniversario de la primera manifestación de la Virgen y colocar la piedra fundamental de la construcción del Santuario el 25 de septiembre de 1986 el Obispo dijo nuevamente, confirmando el movimiento devocional: “Con esta piedra fundamental estamos confirmando, en virtud de un ministerio irrenunciable, una expresión de la fe de un pueblo en la maternal intercesión de la Virgen Santísima. Cabe
responsabilizarnos de que este singular acontecimiento no sea distorsionado, que no le falte la palabra que lo interprete y la gracia de los sacramentos de la Iglesia que lo nutran auténticamente”. En el centro de atención del Obispo al presidir el culto del pueblo creyente lo constituye el pueblo mismo y la piedad mariana. En efecto, el juicio prudencial del Obispo está sostenido por los miles de peregrinos que se acercan a los pies de la Virgen en actitud de penitencia, conversión y oración. Por otra parte, en referencia no ya al acontecimiento originado, sino al que da origen a los hechos pastorales, ha dicho que no encuentra nada objetable en cuanto a la señora receptora, su salud psíquica y física, el contenido de los mensajes y que tampoco ve dificultad para la construcción de un templo en homenaje a la Virgen. Como homenaje importante del discernimiento del Obispo, debemos notar que tanto en las homilías hechas en “El Campito” como en la Iglesia Catedral guardó silencio acerca de los mensajes y de la señora receptora de los mismos; tampoco ha hecho referencia a ellos en ningún acto público ni litúrgico, por lo cual se observa que la prudencia del Obispo ha sido máxima y que siguiendo la sugerencia de la Exhortación Apostólica “Marialis cultus” en toda su predicación ha puesto el acento en la Ssma Virgen. Más aún, siempre manifestó que con el correr del tiempo la causa circunstancial debería ir disminuyendo para que crezca cada vez más la Ssma. Virgen y su misterio. El informe remitido a la Santa Sede En oportunidad de la visita pastoral de Juan Pablo II a la Argentina, en abril de 1987, durante el almuerzo del Santo Padre con el Arzobispo de Rosario y los Obispos presentes, en ocasión de la visita del Papa a esa ciudad, el Santo Padre y el Obispo de San Nicolás conversaron muy brevemente sobre estos hechos y quedó el compromiso por parte del Obispo, de enviar a Roma, a la Santa Sede, un informe exhaustivo de todo lo que se fue estudiando en San Nicolás. Al poco tiempo fueron remitidos todas las actuaciones de la Comisión Investigadora, amén de otros testimonios de posibles curaciones y un informe personal del Obispo resumiendo lo actuado y los criterios pastorales del discernimiento. Como es norma del Concilio Vaticano II, la Santa Sede intervenía casi siempre como Autoridad Pontificia cuando aparecía un caso de posible aparición de la Ssma. Virgen. Sin embargo, en la práctica postconciliar, aquel método ha quedado fuera de uso y son las autoridades locales, el Obispo del lugar, quien debe actuar en todo lo que le corresponde. Así ocurrió con los hechos de San Nicolás, donde el Obispo, con plenitud de poderes constituyó una Comisión Investigadora, presidiéndola y autorizó luego el culto, la nueva advocación, la celebración de la Santa Misa en el lugar señalado, así como también la construcción del Santuario en honor de la Ssma. Virgen, o sea que en la práctica postconciliar no se deberá esperar alguna repuesta de la Santa Sede, salvo que alguna especialísima circunstancia lo hiciera necesario. Criterios de discernimiento ante una revelación privada Existen cuatro criterios fundamentales que deben ir estrechamente unidos para poder afirmar que estamos presenciando un hecho de autenticidad en lo que se refiere a manifestaciones privadas, sin que la Iglesia, con ello, señale la última palabra; pero estos criterios de discernimiento indican por lo menos que no existe nada en contra de la doctrina, de la moral, de las costumbres y del actuar de la Iglesia:
El primer criterio es la salud psicofísica de la persona vidente. Y a propósito de la Sra. de Motta la Comisión, que en su momento tuvo a su cargo la investigación, señala que fue consultado un equipo interdisciplinar trasladado hasta San Nicolás en reiteradas oportunidades y un equipo de psiquiatras y sicólogos de la universidad del Salvador. El resultado de la investigación manifiesta que no aparecen indicadores que permitan sospechar la presencia de alienación sicótico ni de procesos alucinatorios, delirantes o de ilusión enajenantes de la realidad. La Sra. de Motta impresiona como una persona equilibrada y con buen ajuste a la realidad. Otro criterio de discernimiento es la ortodoxia que debemos encontrar en los mensajes atribuidos a la Ssma. Virgen. Y a propósito dice la misma Comisión en su informe escrito: “Fueron entregados a escrituristas, teólogos y otros peritos quienes presentaron detallados informes”. Las conclusiones manifiestan que los escritos no presentan objeciones teológicas. Por otra parte uno de los teólogos consultados señalaba que estos mensajes están enmarcados en una absoluta precisión teológica, con términos muy sencillos pero con un profundo contenido doctrinal y con una gradual catequesis que abarca prácticamente todo el dogma. En tercer lugar el elemento fundamental de discernimiento, el más importante para constatar que un hecho es de Dios, son los frutos espirituales. El gran termómetro son los frutos espirituales. Y aquí podemos observar en forma creciente, a la luz de tantos años, que el proceso de conversión, la iniciación en vida de oración, el acercamiento a los sacramentos, la conciencia de pertenencia a la Iglesia, la actitud misionera, la formación de grupos de oración, la devoción incesante y creciente en distintos lugares del país a la Ssma Virgen, son los indicativos muy claros de que estos efectos espirituales son un verdadero resultado de este Hecho de gracia. Finalmente otro elemento que ayuda a discernir la autenticidad del Hecho son las curaciones, en aparente relación con el acontecimiento. Sólo había recibido las constancias completas de un solo caso que revestiría seriedad. Al momento del dictamen las historias clínicas y constancias de numerosos otros casos aún no habían llegado. En esto es de advertir que existe en el Centro de Difusión del Movimiento Mariano un libro de gracias en el cual muchas personas, muchos peregrinos van escribiendo las gracias de las que se sienten beneficiarios. También existe una oficina de constatación médica que va recibiendo la constancia de distintos hechos, de especiales gracias que la gente atribuye a la intervención de la Ssma Virgen. La documentación respectiva a cada caso se va logrando muy despaciosamente como ocurre en estos casos en que cuesta mucho conseguir las necesarias constancias que avalen el testimonio de las personas. Reflexiones del Padre Lucio Gera A propósito del libro “Homilías” en que Mons. Castagna fue publicando las distintas homilías realizadas en “El Campito de la Virgen” en ocasión de celebrarse cada 25 la Misa de campaña, el presbítero Lucio Gera, teólogo de la Pontificia Universidad Católica Argentina y miembro en Roma de la Universidad Teológica Pontificia, señala en esta introducción: “Múltiples factores se entremezclaban y se entremezclan todavía en este suceso que ha ido creciendo. Comunicaciones consideradas como mensajes de la Virgen, afluencia de peregrinos de diversa procedencia social, formación de grupos permanentes de oración, propósitos personales de reforma de vida, expresados a través del sacramento de la
Penitencia, rumores de fenómenos extraordinarios no siempre verificados o sometidos a certero juicio de valor….” “Sólo le cabía al Obispo del lugar comenzar tratando de formarse un juicio sobre los acontecimientos, esto es discernirlos, buscando separar lo auténtico de lo que no lo es. Le cabía además ponerse a la espera de lo que se mostraba aún confuso e incierto, llegara a manifestar con el transcurrir del tiempo su propia verdad o falsedad. Finalmente le correspondía acompañar a esa gente en su movimiento devocional sin precipitarse con vano entusiasmo hacia un impulso promotor, sino estando presente con una simple capacidad de acogida….” “Así la función de un Obispo consiste en reconocer la fe de su pueblo, en confirmarlo en su verdad y también en amonestarlo y exhortarlo. Mons. Castagna se ha esmerado en discernir e interpretar el movimiento devocional que acaece en su Diócesis, en recoger la verdad evangélica inserta en él, en devolverla proponiéndola en forma de enseñanza positiva y amonestación premonitoria y de exhortación animadora”. Sus homilías son así: orientación a la devoción del pueblo que aquí en San Nicolás se reúne multitudinariamente. Y el Obispo de la Diócesis señalando el protagonismo del pueblo de Dios en el movimiento devocional dice: “Estoy convencido de que el Pueblo de Dios, reunido por el Evangelio y animado por el Espíritu, cuando cree firme y constantemente, da testimonio de la verdad que Dios da al mundo por María. Esta presencia testimonial del pueblo creyente adquiere dimensiones locales, a veces inexplicables; así surgen los santuarios. La ambición de evaluarlo todo con la sola razón objetará con aparente solidez a las diversas manifestaciones de la piedad del pueblo. Quienes tenemos el deber de discernir desde la fe, finalmente nos rendimos ante una realidad que trasciende todo lo comprobable y en la que Dios se mueve y se relaciona con los hombres”. El Campito de la Virgen En relación a este terreno podemos consignar dos cosas: 1. Existió de acuerdo a los mensajes atribuidos a la Santísima Virgen un insistente pedido de María para que se construyera en su honor un Santuario, no lujoso pero sí grande para albergar a muchos hijos, y señaló Ella misma en una de las manifestaciones el lugar que eligió para la construcción de dicho Santuario. 2. Por otra parte, el Obispo se encontró con la presencia cada vez más multitudinaria de fieles. Fue esto segundo lo que hizo que el Obispo tome gradualmente determinaciones concretas en orden a la construcción del Santuario. En este terreno existía antiguamente una villa de emergencia erradicada durante la gestión del Gobierno Municipal del Ingeniero Huergo. Desde ese momento y hasta el comienzo del movimiento devocional fue un gran descampado. En la época en que en este terreno estuvo ubicada la villa, había allí un Oratorio a la Virgen de Itatí. En los comienzos de los hechos de San Nicolás un grupo de fieles comenzó a acercarse a rezar el Rosario en este lugar. Luego se colocó una foto con la imagen de la Ssma Virgen. Gradualmente el grupo de gente que se acercaba a rezar el Rosario iba en aumento, especialmente durante las novenas mensuales en honor de la Ssma. Virgen.
En febrero de 1986 se conoció la decisión de Mons. Castagna de autorizar la celebración de la Santa Misa en “El Campito” cada 25. La primera Misa fue celebrada por Mons. Mancuso por estar ausente Mons. Castagna, previa procesión desde la Catedral con la imagen de la Virgen que también por primera vez salía del templo parroquial. Además el Obispo recibió en donación de la Intendencia Municipal de San Nicolás una fracción del Campito, destinada a la construcción de un santuario en honor de Ntra. Sra. del Rosario, como consta en la correspondiente Ordenanza de fecha 25 de julio de 1985. La donación del citado terreno tuvo lugar mientras era Intendente de la ciudad el Dr. José María Díaz Bancalari. Muchas e insistentes fueron las peticiones que llegaron a la Intendencia Municipal por parte de los peregrinos y nicoleños para que se pudiera conseguir la donación de este lugar. El gobierno Municipal, visto la realidad de un acontecimiento elocuente por sí mismo, cedió a la Iglesia local el lote previamente solicitado, con cargo de construir allí un santuario en homenaje a la Ssma. Virgen, dando un tiempo de cinco años para el inicio de la construcción de la obra. Selección y elaboración del proyecto Mientras estas gestiones se iban realizando, por otra parte se elaboraban dos anteproyectos del futuro templo. El 10 de septiembre de 1986 el Obispado seleccionó el anteproyecto del Santuario presentado por el arquitecto Mario Magni, el que incluía además del santuario propiamente dicho, la vivienda para los sacerdotes que habitarían allí, así como también el trazado del espacio exterior. El 25 de septiembre de 1986 el Obispo bendijo la piedra fundamental en coincidencia con el tercer aniversario de la primera manifestación de los Hechos Marianos. Y en esta Misa el Obispo puso al pueblo de Dios como único padrino de la construcción de este templo. El 7 de diciembre de 1986 se constituyó la Oficina Técnica destinada al desarrollo del proyecto y dirección de los trabajos bajo la jefatura del arquitecto Magni. En agosto de 1987 se concluyó la documentación de obra para el llamado a concurso de la primera etapa, constituida por los cimientos, dos criptas y el cuerpo anterior del templo hacia el nivel de entrepiso. El 8 de octubre de 1987 se firmó el contrato de la obra con la Empresa Gerlach y Cambell S. A. adjudicataria de los trabajos de la primera etapa. El día 13 de octubre la Empresa ingresó por primera vez al terreno y el día 20 del mismo mes se retiró la antigua fotografía de la Ssma Virgen, que se constituía en el centro de oración para los peregrinos, ya que en ese lugar comenzaba la construcción del santuario. Al lado se levantó un altar de campaña provisorio para los días 25. El 25 de septiembre de 1986, con ocasión de la colocación de la piedra fundamental el Obispo dijo “Madre, en nombre de este pueblo que te ama quiero sembrar esta semilla de piedra que nuestra fe hará germinar en un templo que te honre, en el que el nombre de Dios sea glorificado”. Esta semilla ya comenzaba a germinar. La capacidad total del templo está prevista para aproximadamente 8.000 personas. Las entradas principales estarán ubicadas en el frente del santuario y en el contrafrente que da a la avenida costanera. Habrá otras diez entradas laterales y otras cuatro de emergencia. En el interior del templo presidirá todo el conjunto la imagen de la Virgen
del Rosario desde su camarín. A ambos lados de la imagen se ubicarán naves laterales: a la izquierda una capilla como recinto de la imagen del Sagrado Corazón y a la derecha la capilla destinada al Espíritu Santo, que será a su vez el Bautisterio del santuario. En virtud de la concurrencia extraordinaria de peregrinos se emplazarán galerías a nivel de entrepiso que permitirán a un gran número de fieles vincularse con las Celebraciones Litúrgicas. Formando un conjunto con el templo se construirán dependencias auxiliares: casa para vivienda de los sacerdotes a cargo del santuario, salas de reuniones y oficinas, amén de un breve sector de sanitarios para peregrinos. El área exterior del Santuario será parquizada convenientemente. Habilitación de la primera parte del Santuario Traslado de la Imagen El 19 de marzo de 1986, luego de varios meses de haberse concluido la primera etapa del santuario y de haberse realizado trabajos importantes para la habilitación de la primer parte de este templo, en homenaje a la Virgen, tuvo lugar el traslado oficial y definitivo de la imagen de la Ssma. Virgen. La imagen sagrada salió de la Iglesia Catedral ese domingo 19 que litúrgicamente coincidía con la celebración del Domingo de Ramos. Luego de la bendición de los ramos hecha en el exterior de la Iglesia Catedral, triunfalmente en forma de procesión fue conducida por innumerables fieles, gran cantidad de sacerdotes, seminaristas y religiosos, que acompañaron con verdadero fervor, con verdadero calor filial esta entronización solemne de María Santísima en su pequeña Casa, llamada a ser con los años “Su gran Santuario”. El Obispo de la Diócesis presidió esta celebración. Luego de la Misa en El Campito bendijo las instalaciones de la primera etapa del santuario y finalmente depositó la imagen en el lugar preparado para Ella hasta que en un futuro sea ubicada en su propio camarín. Asímismo nombró al Presbítero Carlos Pérez como primer Rector del Santuario, a los presbíteros Hugo Detto, Pablo Montero y al diácono Carlos Coolican para que asistan espiritualmente a los peregrinos que lleguen a la Casa de María. Una pequeña comunidad de religiosas también comenzó a ejercer una función pastoral animando las celebraciones litúrgicas y comenzando una Catequesis para los peregrinos. Acompañar la fe del Pueblo de Dios Frente a este hecho de gracia se impone la necesidad de una atención espiritual permanente a favor de todos los peregrinos que en forma creciente y multitudinaria por momentos, se acercan a la Casa de la Ssma. Virgen. El señor Obispo dispuso la presencia permanente de sacerdotes que viviendo en una casa de las inmediaciones asisten en forma continua a los peregrinos. Igualmente autorizó a una comunidad de religiosas en formación, a que se hiciera cargo de toda la Catequesis a favor de los peregrinos que llegan a la Casa de María, muchas veces deseando profundizar la fe, otras veces desconociendo casi por completo los rudimentos de la fe. Evangelizar y Catequizar al Pueblo de Dios es una meta fundamental que se impone la Iglesia Misionera de San Nicolás a favor de todos aquellos que llegan a la Casa de María.
La presencia de sacerdotes peregrinos y sacerdotes de la Diócesis que con frecuencia se acercan al Santuario de María es un aporte sumamente valioso, dado que, además de la oportuna enseñanza que suelen dar en las homilías cuando celebran la Eucaristía ofrecen a los fieles la posibilidad de acercarse al Sacramento de la Reconciliación. Son muchos los peregrinos que desean participar de este sacramento. Con frecuencia excede el número de peregrinos a las posibilidades reales de atención por parte de los sacerdotes. De allí que la presencia de sacerdotes peregrinos atendiendo confesiones es de un verdadero apoyo pastoral de inapreciable importancia, y gracias a Dios se descubre que esa presencia es permanente: los sacerdotes peregrinos vienen en su mayoría conscientes de esta grave necesidad y hacen su valioso aporte. La animación litúrgica a cargo de religiosas y laicos del propio santuario también goza de la ayuda de peregrinos que de distintas parroquias, Diócesis, provincias del país, se acercan a honrar a la Ssma Virgen y también ofrecen su participación. La animación litúrgica constituye en el Santuario uno de los pilares fundamentales para que los peregrinos puedan participar activamente, serenamente, en forma activa sintiéndose verdaderos protagonistas de la acción sagrada. Además de las celebraciones de la Santa Misa se da importancia en dos oportunidades semanales al culto en la Eucaristía a través de la adoración al Santísimo Sacramento, los días viernes y domingos antes de la Misa vespertina. Por otra parte, el rezo del Santo Rosario es una constante en el Santuario de María; hay varios horarios durante el día en los que se reza expresamente el Santo Rosario y durante la Novena se lo suele rezar en forma ininterrumpida fuera de los horarios de la Celebración Eucarística. También en El Campito de la Virgen ésta costumbre data desde los primeros años de la manifestación mariana. El rezo del Santo Rosario es rezado meditado, de manera que ayude al orante a descubrirse realmente con el Señor, a través de María que nos deja en el Santo Rosario un arma insustituible, un modo de oración eficaz, meditativa, que permita a todo el hombre manifestarse totalmente a Dios en forma privada o en forma comunitaria como lo prefiera. Además se dan charlas a cargo de las religiosas del santuario referidas a los hechos de San Nicolás y a todo su contenido evangelizador que permite a los fieles no quedarse meramente en lo que pueden referírsele en forma equivocada o incluso exactas, sino profundizar a partir de los hechos en lo más profundo, en el llamado a la oración, a la conversión, a la consagración a la Virgen, a una vida nueva. Existe mensualmente un tema de predicación que lo establece la misma intención por la cual se ruega mensualmente en la Novena a la Ssma. Virgen, que comienza el 17 de cada mes y culmina con su fiesta, con la Jornada Mariana de cada 25. El santuario también da lugar a la celebración de bautismos en dos jornadas semanales, los días sábados y domingos, destinándose una hora cada uno de estos días, a la celebración comunitaria de este sacramento, guiado, conducido, animado litúrgicamente para favorecer una profunda participación de los padres y de los padrinos, familiares y amigos de los niños, y está introducido con una charla preparatoria. Procesion y Misa
Se inicia cada día 25 desde el interior del santuario, la procesión en la que participan sacerdotes, religiosos, seminaristas, y todo el Pueblo de Dios encabezada por el Señor Obispo. La imagen preside esta celebración jubilosamente vitoreada por la gente desde que la ven asomarse en el atrio del templo. Luego del recorrido de la procesión, de aproximadamente nueve cuadras, la imagen es colocada en el lado derecho del altar de campaña. Comienza la Santa Misa presidida por el Señor Obispo y concelebrada por todos los sacerdotes presentes. Los días 25 desde las 7 de la mañana hasta una hora antes de la procesión, en forma ininterrumpida, durante cada hora se celebra la Santa Misa. Luego de la procesión y de la Misa en el Campito suelen celebrarse todavía dos Misas más dentro del Santuario para los fieles que aún siguen llegando hasta promediar la medianoche. Los días de mayor participación de peregrinos, además de los días 25 de cada mes, suelen ser los fines de semana y los nueve días preparatorios a los días 25. También los días feriados y cada vez más progresivamente, se puede apreciar la presencia de fieles peregrinos de todas partes del país y aún del extranjero. El Movimiento Mariano de San Nicolas Con este nombre entendemos hablar de todos los grupos, personas y áreas de trabajo que están actuando de diversa manera por el Acontecimiento Mariano de San Nicolás. Dentro de este Movimiento Mariano está actuando lo que llamamos el Centro de Difusión Mariana, que en sus orígenes funcionaba en la calle Alem 40, a una cuadra de la Iglesia Catedral, cuando la imagen estaba todavía en dicho sitio; pero actualmente funciona en las instalaciones propias del Movimiento Mariano en la calle Francia 415, en los horarios de 9 a 19 hs, de lunes a lunes. En ese Centro de Difusión, además de ponerse a disposición de los fieles para la adquisición oportuna, los libros de los Mensajes, o las medallas o rosarios que oportunamente son solicitados, también se entregan en forma gratuita a los peregrinos, algunos recuerdos: la hoja en la cual aparece el modo de rezar el Rosario, una medalla de la Ssma Virgen, una estampita de la Virgen y de Jesús, una pequeña historia con los Hechos más fundamentales del Acontecimiento de San Nicolás. Estas donaciones se hacen en mayor escala a sacerdotes y religiosas para que las puedan utilizar al servicio de sus comunidades respectivas. Socios Espirituales El Movimiento Mariano tiene la sección de socios espirituales donde se atiende a los enfermos que al llegar a los pies de la Virgen implorando la salud, deseen ofrecer también sus sufrimientos y su misma enfermedad, si no ha ocurrido su curación, para contribuir de esa manera a la obra de la redención, al unir los propios dolores a los de la Pasión del Señor por mediación de Maria. Libro de Constatación de Gracias En este registro se asientan de puño y letra los testimonios que no tengan documentación probatoria, pudiendo ser el testimoniante el beneficiario de la gracia, o bien, puede testimoniar lo que le conste de sus familiares, amigos o conocidos. Algunos de estos relatos se incluyen en cada número de la Revista del Santuario.
Oficina de Constatación Médica A partir de noviembre de 1987 quedó inaugurada esta oficina que contando con la atención de profesionales de la medicina, está destinada a recibir testimonios de quienes manifiestan haber recibido especiales gracias por mediación de la Ssma Virgen y ofrezcan en prueba de ello, documentación fehaciente. Los encargados de la oficina pueden requerir el peritaje de los profesionales especialistas, exigidos en cada caso. La Casa del Peregrino Ubicada frente a El Campito, en la calle Sarmiento 426, estas amplias instalaciones levantadas en 1986, están destinadas a que los peregrinos puedan utilizar las diversas mesas y asientos en los momentos de reposo, así como también los servicios de baños y demás mejoras, dispensario médico, oficina de informes, salón techado para casos de lluvia, etc. Este lugar de descanso posee comunicación interna por el interior de la manzana, con el Centro de Difusión del Movimiento Mariano. No obstante, todo lo construido resulta insuficiente ante las multitudes que se agolpan especialmente los días 25. La Revista del Santuario Es el órgano oficial del Movimiento Mariano con la debida licencia de la Autoridad Eclesiástica. En cada número se incluye la Homilía del Obispo, del 25 anterior, el estado de la obra del Santuario, así como también diversas expresiones testimoniales de gracias recibidas, que son atribuidas a la Ssma Virgen. Se incluyen palabras del Papa, de sus distintas Homilías referidas a misterios de María Santísima, o a sus Peregrinaciones espirituales hechas a sus diversos santuarios. También aparece una Catequesis a partir de los Mensajes de la Virgen sobre distintos temas que María Ssma. ha ido expresando. Imprenta San Maximiliano Kolbe Es el taller gráfico del Movimiento Mariano. Comenzó a funcionar en agosto de 1987. Lleva el nombre del Santo de Auswich, Patrono del periodismo católico. Permite la impresión de los Anexos del libro Mensajes, la Hoja verde, así llamada, en la cual se indica la manera de rezar el Santo Rosario; también los Mensajes que son enviados a todo el país, como se ha dicho, a partir del día 10 de cada mes, y todas las publicaciones necesarias para la difusión de lo que el Centro considere oportuno. Comisión Pro-Templo La Comisión mencionada ha sido creada por el Obispo de San Nicolás, Mons. Domingo S. Castagna, el 23 de septiembre de 1986, mediante Decreto Nro. 80/1986. La misma tiene como función primordial la construcción del Santuario según un proyecto oportunamente seleccionado. Lo primero que esta comisión y sus colaboradores en todo el país intenta crear en la conciencia de los peregrinos, que son el único Padrino del Santuario es la importancia de rezar mucho para que la conversión de los corazones, primer objetivo de las manifestaciones de la Virgen, sea un hecho cada vez más palpable. Luego vendrá como añadidura necesaria, el aporte material también indispensable para la construcción del santuario.
En cuanto a la recaudación de fondos existe, además de las colectas y alcancías, un sistema de depósito automático en cuentas bancarias, que puede hacerse desde cualquier lugar del país. También en bono compromiso destinado a encauzar las contribuciones para la construcción del templo, de manera orgánica, consistente en la remisión de un aporte mensual durante el curso de un año. Dicha Comisión da un Informe del estado actual de las finanzas y obras del santuario al finalizar la Santa Misa de los días 25 en El Campito, a los fieles reunidos en el mismo. V) Cronología del Acontecimiento Mariano de San Nicolás Seguidamente, se detallan cronológicamente los hechos de San Nicolás, tomados de la hojita que se distribuye habitualmente a los peregrinos Año 1983 25 de septiembre 28 de septiembre 7 de octubre 12 de octubre 13 de octubre Octubre 15 de noviembre
19 de noviembre 24 de noviembre 27 de noviembre
Año 1984 30 de octubre Noviembre Año 1985 Abril 25 de agosto 25 de octubre Año 1986 25 de febrero 25 de marzo 25 de mayo
Primera aparición de la Virgen a Gladys Quiroga de Motta. Segunda aparición Gladys pregunta a la Virgen que desea, y recibe la visión de una Capilla. Gladys se confía a un sacerdote La Virgen le habla por primera vez Audiencia con el entonces Obispo Diocesano, Mons. Antonio Rossi Gladys recibe el mensaje: “Soy Patrona de esta región. Haced valer mis derechos”. Primer mensaje de Cristo. En el futuro Él aparecerá una vez por mes con un mensaje, que prolonga la Virgen. La Virgen hace conocer a Gladys su misión: “Eres puente de unión”. “Predicad mi Palabra”. Un rayo de luz indica a Gladys el emplazamiento del futuro templo. Reconoce la aparición al ver la imagen de la Virgen del Rosario, relegada en el campanario a consecuencia de su deterioro. La Virgen le dice: “Quiero estar en la ribera del Paraná”. 10.30 hs. Primera Comunión del pequeño Gonzalo y comienzo de su curación. Gladys es recibida por el nuevo Obispo de San Nicolás, Monseñor Domingo S. Castagna. Nombramiento de la Comisión de Estudios. Donación de El Campito por parte del Municipio de San Nicolás Declaración de la Comisión de Estudios Primera Procesión y celebración de la Santa Misa en El Campito presidida por el Vicario General Mons. Roberto Mancuso. Segunda Procesión y Santa Misa presidida, por primera vez, por el Obispo Diocesano, Mons. Domingo S. Castagna. Divulgación de la Medalla (Día de la “Santísima Trinidad”).
25 de agosto 10 de septiembre 23 de septiembre 25 de septiembre septiembre 25 de octubre Año 1987 11 de abril
14 de agosto 8 de octubre 13 de octubre Año 1988 25 de octubre Año 1989 19 de marzo
25 de septiembre
Noviembre
Año 1990 2 de febrero 11 de febrero Marzo 2 de abril
25 de agosto
Octubre Año 1991 25 de julio
Mons. Castagna anuncia en su homilía, la colocación de la Piedra Fundamental del Santuario. Elección del anteproyecto. Nombramiento y constitución de la Comisión “Pro Templo”. Colocación de la Piedra Fundamental. Aparece el primer número de la Revista del Santuario: “María del Rosario de San Nicolás”. Inauguración de la Casa del Peregrino y del nuevo edificio propio del Centro de Difusión del Movimiento Mariano. Audiencia de Mons. Castagna con el Santo Padre en Rosario, con ocasión de la visita del Papa a la Argentina. El Obispo promete al Papa los estudios de la Virgen de San Nicolás. Inauguración de la Imprenta del Centro de Difusión del Mov. Mariano “San Maximiliano Kolbe”. Firma del contrato con la Empresa constructora “Gerlach & Campbell” para la construcción del Templo. Inicio de las obras de construcción del Santuario. Fin del trabajo de estructura del Santuario en su primera etapa. Traslado de la imagen y bendición e inauguración del Santuario (la primera parte construida hasta ese momento). Nombramiento del primer Rector del Santuario, Pbro. Carlos Pérez. Mons. Castagna ordena sacerdote al diácono Carlos Coolican, el cual conjuntamente con el P. Carlos Pérez, el P. Pablo Montero (osb) y el P. Hugo Detto, forma parte de los sacerdotes del Santuario. Mons. Castagna tiene una nueva audiencia con el Papa Juan Pablo II y lo informa detalladamente sobre la acción pastoral asumida con respecto a esta manifestación de Dios en su Diócesis. Inicio de la segunda etapa de la construcción del Santuario. Fin de la catequesis de Ntra. Sra. de San Nicolás. Aparece el primer número del Boletín del Santuario “María del Rosario de San Nicolás”. Peregrinación del Padre Stefano Gobbi, fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano que reúne cerca de 60.000 sacerdotes de todo el mundo. Mons. Castagna consagra el Santuario, San Nicolás y los Peregrinos a Dios, por intermedio del Corazón Inmaculado de María. Mons. Castagna, elegido por la Conferencia Episcopal, represente a la Iglesia Argentina en el Sínodo de Obispos en Roma. Se comienza a entregar a los peregrinos, agua del Santuario que proviene de un pozo encavado en la Cripta.
25 de agosto 26 de septiembre Año 1993 25 de junio
Agosto 1º de septiembre 25 de septiembre Año 1995 Año 1999
Se entroniza en el Santuario una imagen réplica de la Virgen de Luján. Se realiza un primer molde sobre la imagen de María del Rosario. Se bendijo la Cripta del Sagrado Corazón de María y se entroniza las imágenes de Fátima y Lourdes, traídas desde sus Santuarios. Comienza a funcionar el Taller de imágenes de María del Rosario Se hace la reserva permanente del Santísimo en la Cripta del Santuario. Se comienza a ofrecer los Escapularios de María del Rosario. Toma de posesión del nuevo Obispo, Mons. Mario Maulión. Montaje de la Cúpula del Santuario María del Rosario de San Nicolás.=