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20 de mayo de 2016
Crecimiento económico y empleo en México durante 1T 2016, con especial énfasis en la confianza de los consumidores Marcelo Delajara Director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Actividad Económica
De acuerdo con el anuncio del INEGI de hoy, el crecimiento que experimentó el PIB en 1T 2016 (con una variación anual de 2.8%, ajustada por estacionalidad) fue el mayor de los últimos 7 trimestres. Esta cifra es, en consecuencia, mayor a la que se observó en promedio en lo que va del sexenio (2.1 %). o
Durante el sexenio actual, sólo en 1T 2013 y en 2T 2014 se observaron cifras de crecimiento del PIB mayores (3.1 % y 3.0 %, respectivamente) a las del trimestre actual.
Cabe señalar que con el anuncio de hoy se ajustó ligeramente a la baja el crecimiento que se había estimado para el año 2015, de 2.55 % a 2.47 %, siendo este ajuste a la baja mayor en los trimestres tercero y cuarto de ese año.
Demanda Agregada
En relación a las fuentes del crecimiento durante este trimestre, si bien sólo se conoce la composición de la oferta y la demanda globales de la economía mexicana hasta el 4T 2015, si las tendencias observadas hasta entonces se mantuvieron en 1T 2016, es el consumo privado el componente de la demanda agregada que mostró un mayor dinamismo y el que impulsó el PIB en este trimestre. o
En 4T 2015, el consumo privado, la inversión privada y las exportaciones crecieron 3.5 %, 3.6 % y 5.1 %; es decir, por encima del PIB de ese trimestre (2.5 %). De estos componentes de la demanda, el consumo privado es por mucho el más importante.
o
En cambio, el consumo y la inversión públicos han presentado un dinamismo relativamente bajo y una reducción significativa, respectivamente, en ese trimestre.
o
En 1T 2016, los datos de ventas de la ANTAD y del consumo privado del INEGI parecen indicar que el consumo siguió siendo el principal impulsor del PIB desde la demanda. Por su parte, hay indicios de que la inversión privada y, especialmente, las exportaciones no petroleras han tenido una dinámica mucho menos favorable en 1T 2016 que en el trimestre previo. Ello se debe 1
a la debilidad de la economía mundial, particularmente a la caída en la producción industrial en EE.UU. Mercado Laboral
Por el lado del empleo, durante 1T 2016 se han mantenido las tendencias observadas hacia el final del trimestre pasado. La desocupación sigue a la baja, el empleo formal crece a una tasa más elevada que la de la economía, y la informalidad se mantiene en un nivel estable y elevado. En particular: o
La tasa de desocupación ha continuado reduciéndose, aunque a un ritmo más lento, y se ubicó en 4.30 %.
o
En cuanto a la tasa de crecimiento del empleo formal (asegurados en el IMMS), si bien ésta presentó una ligera reducción, se mantuvo por encima del crecimiento del PIB (0.5 puntos porcentuales por encima).
o
En los datos se observa una asociación clara entre esta desaceleración del empleo formal y el ritmo más lento de disminución en la tasa de desocupación.
La tasa de informalidad sigue en el mismo nivel de hace un año, alrededor de 57.8 %.
Este estancamiento parece estar relacionado con la estabilización del crecimiento económico alrededor de la cifra de 2.5 % durante 2015, luego de haber crecido a un ritmo algo mayor durante la mayor parte de 2014.
Análisis: Confianza del Consumidor
El consumo ha sido el componente de la demanda que mayor dinamismo ha mostrado en los últimos trimestres. Ante esto, algunos analistas han señalado que es paradójico que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se haya mantenido estancado en el mismo periodo; especialmente, desde el primer trimestre de 2015. Y, en algunos casos, han concluido que ello revela cierto “mal humor” de los mexicanos que no está justificado por los datos del consumo, del PIB y de la inflación (que se ha mantenido baja, por debajo del 3 %).
En lo que sigue mostramos que para entender esta situación con mayor claridad se debe analizar qué tanto el Índice de Confianza del Consumidor en general responde a los cambios en las condiciones de la economía que afectan a los consumidores, y si recientemente se ha estado comportando de la misma manera o no. o
Como medida de las condiciones económicas que afectan al consumo utilizamos el denominado Índice de Miseria Económica (IME) de Okun, que
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es la diferencia entre la tasa de inflación anual y la tasa de crecimiento anual del PIB. Se espera una relación inversa entre el ICC y el IME.
Se observa que el comportamiento del ICC en relación a la evolución del IME de Okun es el esperado durante la mayor parte del sexenio actual, con excepción del periodo más reciente, de 2T 2015 a 1T 2016 (Gráfica 1). Así, entre marzo de 2013 y abril de 2014, en que el IME aumentó y se mantuvo elevado, el ICC presentó una fuerte caída. En el periodo siguiente, entre abril de 2014 y marzo de 2015, el IME presentó una reducción sostenida que estuvo acompañada por un aumento en el ICC. Sin embargo, desde entonces se observó un desacoplamiento entre las dos series: mientras que el IME continuó reduciéndose, el ICC dejó de crecer o incluso se deterioró ligeramente. Gráfica 1 Confianza del Consumidor vs Miseria Económica (Okun) Índice 2003 =100 (izq.), porcentaje (der.) Confianza
Índice de Okun
98
3.0 2.5
96
2.0 1.5
94
1.0 92
0.5
0.0
90
-0.5 -1.0
2012/12 2013/01 2013/02 2013/03 2013/04 2013/05 2013/06 2013/07 2013/08 2013/09 2013/10 2013/11 2013/12 2014/01 2014/02 2014/03 2014/04 2014/05 2014/06 2014/07 2014/08 2014/09 2014/10 2014/11 2014/12 2015/01 2015/02 2015/03 2015/04 2015/05 2015/06 2015/07 2015/08 2015/09 2015/10 2015/11 2015/12 2016/01 2016/02
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Así, se confirma cierta atonía del ICC respecto a las condiciones económicas que afectan al consumo durante el último año. Sin embargo, en el resto de esta nota se muestra que dicha atonía no se debe a una falta de racionalidad económica de los consumidores, es decir a un “mal humor injustificado”, sino a sus perspectivas negativas sobre la condiciones económicas futuras del país. Para ello, se analiza la evolución de dos componentes del ICC.
El primero de los componentes es un subíndice que captura la percepción que tienen los consumidores sobre su poder de compra de bienes durables (en el momento actual en relación al de hace un año). Denominaremos a este subíndice ICC_BienesDurables. El ICC_BienesDurables presenta un comportamiento muy acorde con la evolución del IME de Okun a lo largo del periodo analizado (Gráfica 2). En particular, durante la reducción sostenida del IME, desde abril de 2014 al presente, el ICC_BienesDurables presentó un crecimiento significativo y hacia mediados de 2015 alcanzó un nivel muy por encima del que tenía al inicio del 3
sexenio. Si bien desde entonces también este componente ha moderado su crecimiento, a diferencia del ICC general el ICC_BienesDurables se encuentra en su nivel más elevado de todo el periodo e incluso ha seguido creciendo a ritmo más moderado.
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Gráfica 2 Compra de Bienes Durables vs Miseria Económica (Okun) Índice 2003 = 100 (izq.), porcentaje (der.) Confianza
Índice de Okun
3.0
84
2.5
82
2.0
80
1.5
78
1.0
76
0.5
74
0.0
72
-0.5
70
-1.0
2012/12 2013/01 2013/02 2013/03 2013/04 2013/05 2013/06 2013/07 2013/08 2013/09 2013/10 2013/11 2013/12 2014/01 2014/02 2014/03 2014/04 2014/05 2014/06 2014/07 2014/08 2014/09 2014/10 2014/11 2014/12 2015/01 2015/02 2015/03 2015/04 2015/05 2015/06 2015/07 2015/08 2015/09 2015/10 2015/11 2015/12 2016/01 2016/02
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La reducción sostenida del IME desde 2T 2014 se ha reflejado de manera muy clara en la percepción de poder compra de los consumidores, y ésta se ha mantenido en niveles comparativamente muy elevados desde mediados de 2015. Por ello, no es creíble que el mal humor que se atribuye a los consumidores tenga su origen en una percepción errónea de los cambios en las condiciones económicas de los últimos dos años.
Es en otro componente del ICC, en el subíndice del ICC que captura las perspectivas de los consumidores sobre la situación económica futura del país (comparación de la situación esperada dentro de un año con la actual), donde debemos buscar la razón por la que el ICC general no ha crecido mucho desde 2014 y se ha mantenido estable en un nivel comparativamente bajo desde mediados de 2015. Denominamos a este componente ICC_PerspectivaPaís.
Se observa que el ICC_PerspectivaPaís tiene un comportamiento acorde con el IME de Okun entre marzo de 2013 y abril de 2014: cuando en ese periodo el IME crece y se mantiene elevado, se deterioran las perspectivas de los consumidores sobre la situación económica del país. Sin embargo, cuando el IME de Okun inicia en abril de 2014 el periodo de mejoría sostenida que continúa hasta el presente, el ICC_PerspectivaPaís en lugar de repuntar se queda estancado en el nivel bajo que se encontraba en ese momento. Más aún, las perspectivas sobre la situación futura del país retoman la tendencia a la baja a mediados de 2015, situación que se mantiene hasta el presente (Gráfica 3). Un comportamiento similar se observa en el subíndice que captura las perspectivas sobre las condiciones económicas futuras del hogar (sobre el que no se abundará por cuestiones de espacio).
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Gráfica 3 Situación País Esperada vs Miseria Económica (Okun) Índice 2003 = 100 (izq.), porcentaje (der.) Confianza
Índice de Okun
105
3.0
103
2.5
101
2.0
99 97
1.5
95
1.0
93
0.5
91
0.0
89
-0.5
85
-1.0
2012/12 2013/01 2013/02 2013/03 2013/04 2013/05 2013/06 2013/07 2013/08 2013/09 2013/10 2013/11 2013/12 2014/01 2014/02 2014/03 2014/04 2014/05 2014/06 2014/07 2014/08 2014/09 2014/10 2014/11 2014/12 2015/01 2015/02 2015/03 2015/04 2015/05 2015/06 2015/07 2015/08 2015/09 2015/10 2015/11 2015/12 2016/01 2016/02
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Entonces, el “mal humor” que señalan los analistas no se relaciona con las condiciones económicas actuales que afectan al consumo sino más bien con las condiciones económicas futuras. Tomado en su conjunto el periodo analizado, lo que refleja este subíndice es perspectivas negativas crecientes sobre la situación económica futura del país prácticamente desde el inicio del actual sexenio. Que el subíndice ICC_PerspectivaPaís permaneciera bajo y estancado en un periodo en que la inflación iba a la baja y el ritmo de crecimiento económico se recuperaba, es una señal muy fuerte de que dicha mejoría en los indicadores fue interpretada como temporal, no permanente, por los consumidores.
La pregunta pertinente es, entonces, ¿Por qué la confianza en la situación económica futura del país no se ha recuperado cuando debía hacerlo, en el 2T 2014, y, más recientemente, ha empeorado? En el contexto actual, ¿por qué la mejoría de los últimos dos años en los indicadores de inflación y crecimiento económico no ha sido suficiente para que la confianza en el futuro económico del país repunte? Si bien hay varios elementos que pueden haber afectado las perspectivas de los consumidores, se pueden señalar algunos. o
Entre 2012 y 2014, de acuerdo a datos la ENIGH, el ingreso de los hogares sólo se recuperó ligeramente del nivel donde lo dejó la crisis económica de los años previos, y esa leve mejoría fue mayor entre los hogares con ingresos más elevados que entre los de ingresos medios y bajos.
o
Si bien el empleo formal creció más rápido que la economía, la mayor parte del nuevo empleo formal es en niveles salariales bajos. Ello es una señal de que los empleos que se crean son precarios.
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o
La tasa de desocupación ha mostrado una rigidez a la baja similar la observada en el último tramo del sexenio anterior. Por su parte, la informalidad, si bien se ha reducido, lo hizo en apenas 2 puntos porcentuales y continúa siendo muy elevada.
o
La pobreza continuó aumentando en la primera parte del sexenio, como lo hizo en el sexenio anterior. Diversas autoridades han mostrado desdén por las medidas oficiales de pobreza o han intentado maquillarlas o proponer otras que no aplican para el caso de México.
o
La reforma fiscal de finales de 2013 tuvo como objetivo principal aumentar la recaudación de impuestos, y no fue lo suficientemente integral para alterar la distribución del ingreso –la distribución después del pago de impuestos y la recepción de las transferencias.
o
Asimismo, entre los hogares de ingresos medios y altos la carga impositiva aumentó sin que ello fuera acompañado por una mejoría en los servicios públicos que reciben. No ha mejorado el acceso efectivo y la calidad de los servicios educativos y, especialmente, de los servicios relacionados con la salud, la seguridad pública, y el transporte, etc. Tampoco hay una mayor protección social.
o
La percepción sobre la corrupción en las esferas gubernamentales persiste o empeoró, la iniciativa ciudadana por la Ley3de3 es un ejemplo de ello, y no ha habido señales claras desde las esferas del poder político de que se pretende aprovechar dicha iniciativa para eliminar la corrupción. Este es un fenómeno que afecta gravemente la productividad de los factores de producción, y por lo tanto la retribución al trabajo y al capital.
o
El gobierno federal ha generado una creciente desconfianza respecto a su capacidad para impulsar la economía con el consumo y la inversión públicos. Durante el primer año del sexenio se produjo un retraso en el ejercicio del gasto que afectó la actividad económica en diversos sectores y regiones y, en particular, empeoró la situación financiera de las empresas proveedoras del gobierno, en los tres órdenes de gobierno. El segundo año y el tercer año del sexenio se caracterizaron por la caída en los ingresos petroleros y los recortes recurrentes del gasto público. Las expectativas de crecimiento económico fueron ajustándose paulatinamente a la baja.
En conclusión, en un contexto en el que no se han visto cambios significativos en la situación social y económica de los hogares durante la primera parte del sexenio, y en el que el gobierno parece haber perdido la capacidad para impulsar la economía y reducir la corrupción, no es extraño que las perspectivas de los hogares y consumidores mexicanos sobre la situación económica del hogar y del país sean crecientemente negativas. El “mal humor” de los consumidores está justificado.
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