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Fecha: 02/04/2012 Sección: REVISTA Páginas: 52-54

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~6ERONIMO ST1LTON’

¯ Enmedio dela crisis, el teatro esfrágily no se puede vender en internet. Pero esel único espectáculo enel que todopasaenvivo ¯ -).nos de la mitad del dinero" Un problemadel que se resienten las compafiias productoras de espectáculos, que además sufren la lacra de los impagos de las administraciones La Administración no paga -o paga poco. tarde y mal- por ofrecer teatro a los ciudadanos, pero estos no se rinden. Aunquelas dfras que recoge el anuario de la SGAEradican una caida de recaudación y espectadores (un millón menos que el año anteflor), el golpe no ha sido tan duro comoen otras artes escénicas. El teatro es la más frágil de estas artes. Resulta caro al bolsillo, no se puede vender en internet, requiere importantes montajes en vivo, Sin embargo, "es uno de los pocos espectáculos que aún se pueden ver en vivo y sin "playback’" razona Pilar Moreno, programadora de teatro. En este contexto llegan los premios Max, y hay bofetadas para ir (gratis) a la fiesta en la que se entregan, próximo30 de abril. La cosecha es brillante arfisficamente. Parece la gala hermanapobre de los Goya, pero suele resultar escénica y artísticamente muchomejor. Este año compiten comomejor espectáculo La avería. Todos eran mis hijos y Veraneantes. Pero sin duda el mayor voltaje emoóonalllegará cuando suba a las tablas Julia Gutiérrez Caba, premio Max de honor de este año. ¯

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PROTAGONISTAS ENTREVISTA

Blanca Portillo “Cualquier elemento político que se mezcle con ciertas cosas contamina mucho” Tras su polémica dimisión de la dirección del Festival de Mérida, volverá interpretando a Concepción Arenal, a la bruja de Hansel y Gretel y a una de las cimas del teatro universal: el Segismundo de La vida es sueño. El 30 de abril, La avería, obra que dirige y con la que lleva un año de exitosa gira, opta a siete premios Max. Pocascosashaytanhermosascomoverse reflejado en las pupilas de Blanca Portillo(Madrid,1963)unamañanadeprimavera a la entrada de un teatro que fue cine. AcabadeserConcepciónArenalenunatv movie coproducida por TVE y las autonómicascatalanaygallegayestáinterpretandoalabrujadeHanselyGretelparaun proyectodeclásicosinfantilesrevisitados quepreparaAntena3,perohoyvienemás de gata con botas; con botines con suela de cuña y gabardina de cuero que le queda mejor que a otras. Ella no, pero su sombra trae sobre los hombros la desazón de Mérida. En noviembre de 2010, con el PSOE en el Go-

bierno extremeño, la nombraron, junto a Chusa Martín, directora artística del Festival de Teatro Clásico de Mérida; en julio de 2011, con la Junta en manos del PP, anunciaba que dejaría el puesto al término de aquella tormentosa 57ª edición, única de la que se ha hecho cargo, alegando falta de transparencia en la gestión. Admite que también ella cometió errores: “De haber sabido ciertas cosas, no habría programado como programé ni producido como produje”, afirma, pasados casi nueve meses. La herida aún sangra: el 22 de marzo, 36 profesionales presentaron en los tribunales una demanda contra el patronato del festival por más

por Víctor Rodríguez fotografía de Pablo Almansa MAGAZINE PÁG. 22

REPORTAJES - 653_blanca portillo1 GENERAL

09/04/2012 16:44h Usuario: victor rodriguez

A ESCENA La actriz Blanca Portillo, de 48 años, en el patio de butacas del teatro Pavón de Madrid.

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de 140.000 euros en impagos. Preguntada al respecto, prefiere no comentar nada. Pero no todo es Mérida. También carga con cosas gratas como La avería, montajebasadoenuncuentodelsuizoFriedrich Dürrenmatt que ella dirige, que lleva más de un año de gira con un sólido equipo y queel30deabriloptaasietepremiosMax. LotienedifícilfrenteaLosveraneantes de Miguel del Arco, pero, como ella dice, ya las candidaturas son un premio. A su curriculumsumaráenveranounodeesosretos a los que todo actor aspira a enfrentarse , el Segismundo de Lavidaessueño, en versión de Juan Mayorga, con la Compañía Nacional de Teatro Clásico y direccióndeHelenaPimenta: “¿Quéeslavida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción...”. Y la llaman Portillo... Si lo suyo es ya de portalón...

P.

En alguna ocasión ha dicho que este montaje deLaavería es una demostración de que cree en el teatro, de cuánto ama el teatro. Sí, para mí es un acto de amor y un homenaje a la gente que me ha enseñado y al hecho teatral en sí. Es, sobre todo,teatro,espectáculo.Meapetecíamucho que fuera deliberadamente grandioso, un gran plato, un gran menú teatral donde el espectador pudiera ver de todo, con un montón de géneros mezclados. P. Descubrió el cuento de Dürrenmatt hace 15 años y ya entonces decidió que quería hacer una obra, Fernando Sansegundo empezó a trabajar en la adaptación... ¿Qué le echó atrás entonces? ¿En qué vio que no era el momento? R. Pues estuve a punto y de repente, dije: “No,no,noestoypreparadaparahaceruna cosa así, tan grande y tan potente”. Hay muchos mensajes en la función, pero una cosa que creo que es muy importante, habla del paso del tiempo, de esos ancianos que ya están desterrados porque han cumplido años… Cuando tienes 15 años menos de los que yo tengo ahora eso, esa sensación de fecha de caducidad permanente,notieneelvalorquetieneahoramismoparamí.Nosésientendíacomoentiendo hoy a esos personajes. P. Opta a siete premios Max. ¿Y bien? R.Lospremiospuedensermuchoonada, da lo mismo. Pero nos dedicamos a una profesión que necesita de los ojos de fuera. Sin espectadores no vivimos; si la historiaquecontamosnorepercuteennadie, no vale para nada. Y esas nominaciones sonunmensajemuyclaro:“Lohemosvistoyalgonoshaimportado,algonoshatocado”. Eso ya es un premio. Me da exactamente igual lo que ocurra el 30 de abril. P. Señora Portillo, ¿usted, como Traps, unodelosprotagonistasdeLaavería,no persigue sueños, los atrapa? R. No, yo sí persigo sueños, sí. E intento atraparlos.Hayunafrasequeamímeempujaconstantementeyes:“¿Yporquéno?”. No es ambición, pero sí es un motor.

R.

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“Estamos muy acostumbrados a que cuando dos personas se quieren acaben viviendo juntas. Yo no creo en eso. Y espero todavía encontrar a un hombre que diga: ‘Yo tampoco’” P.Sediríaquesihace25añoslehubiesen preguntadodóndelegustaríaestaren25 años, habría descrito un lugar muy parecidoaesteenelquehoyseencuentra... R.Sí,laverdadesquesí.Cuandoyoempecé a dedicarme a esto, soñaba con vivir de ello el resto de mi vida y lo he conseguido. No es una cuestión de escalafón,deestarmásarribaomásabajo,dehaber conseguido más o menos dinero, popularidad,prestigio...No,no;esquesigo viviendodeesto.Como,vivo,pagomicasa, mis caprichos cuando me los puedo permitir, mis noches de felicidad, ayudo a la gentealaquequiero...graciasaestetrabajo. No puedo pedir más, no quiero más. P. Bueno, no es sólo que coma de esto, esqueestáensumomento,puedepermitirse hacer sólo lo que quiera... R. Sí, elegir es el mayor privilegio en cualquier trabajo... Pero creo que no es casual. Yo llevo eligiendo desde que empecé. He tenidounbaremo,uncriterio,unfiltroque me ha impedido hacer cosas que me pusieran contra mí misma. No he venido a esta profesión ni a esta vida a pasarlo mal, no quiero arrepentirme de nada. P. ¿Puede poner nombre a esas cosas, citar cosas concretas? R. Siempre he querido subirme a un escenario o ponerme delante de una cámara para contar historias que me importen,conlasquecomulgue,quedignifiquen la profesión. Entonces, hay ciertas cosas que yo no quiero hacer. Tiene que ver con algo ideológico, con una postura muy clara con respecto a mi profesión. La respeto mucho, la quiero mucho, me parece muy difícil y no quiero banalizarla. P. ¿Y si no hubiese sido posible? ¿Hubiese preferido estar en una oficina de nueve a dos? R.Hubounmomentoenmividaenelque estuve a punto de poner un bar no sé dónde,deirmedeMadrid,olvidarmedetodo... Y tuvo que ver con subir a un escenario a contar algo en lo que no creía... P. ¿Puedo preguntar cuándo? R. No, tendría que decir la función, quién dirigía, etcétera. Pero no fue hace mucho, mucho. No he sufrido tanto en mi vida como entonces. Cuando lo he necesitado he estado detrás de un mostrador, he limpiado bares… Pero aquello era lo opuesto a lo que pienso y siento, y no debía haberlo hecho. Yo nunca he llegado a un teatro 10 minutos antes de la función: ¡no quería estar en el teatro! P. Está, entonces, donde quiere estar, pero, ¿qué falta en todo esto? R. ¿Qué me falta? P. Sí. R. ... Nada.

P. ¿Nada? R. No. Es muy fuerte decirlo, según lo estoydiciendopienso:“¿Nada?”.Peroesque no suelo querer más de lo que tengo. Conozco a gente muy desgraciada por no tener lo que creen que merecen. P. ¿Qué la ha traído hasta la dirección? R. Bueno, no es la primera vez que dirijo, pero sí es la primera que lo hago con tantosactores,contantoequipo,contantopresupuesto… Y lo que me lleva de vez en cuando a dirigir es que, más que la interpretación,megustaelhechoteatral.Elteatro es, sobre todo, un fenómeno grupal. Y, devezencuando,meentranganasdejuntar ese equipo y contar una historia. P.¿Nohayalgodefatiga,noyafísicasino a la exposición del escenario? R.Nohayniunápicedeagotamiento.Soy géminis, soy un signo de aire, me aburro con una facilidad pasmosa. Esto es lo único que no me aburre, nunca me ha aburrido. Me casé con él y estoy felizmente enamorada después de 30 años. Es maravilloso,nopuedodecirotracosa.Ynose me va a pasar. Es amor y no, no me can-

CUANDO BLANCA HACE DE CHICO En cierto modo, la primera vez que la actriz madrileña tuvo que hacer de hombre fue en 1996, en Mujeres frente al espejo, de Eduardo Galán. “Hacía de chica que se disfrazaba de hombre para conseguir un personaje”, recuerda. El primer papel grande auténticamente masculino que interpretó fue el inquisidor fray Emilio Bocanegra, de Alatriste (Agustín Díaz Yanes, 2006; en la imagen inferior). En 2009 fue Hamlet en la versión de Tomaz Pandur, si bien a lo largo de la función se descubría que era una mujer que había sido criada como hombre. También ha sido Nanias (además de la reina Semíramis) en La hija del aire, de Calderón, Tiresias en Antígona, de Sófocles, y ha sustituido en algunas funciones de La avería a Daniel Grao en el papel de Juez. Ahora le espera un miura: el Segismundo de la calderoniana La vida es sueño, que se estrenará este verano en el Festival de Almagro.

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sa. Cansa la exposición a otros niveles, la de fuera, la de la calle, la de que cuando abreslabocatodotieneunatrascendencia que a veces no quisieras… P. Casarse con el teatro, con el oficio, ¿le ha impedido casarse con otro? R. Probablemente. Es una elección. Yo he tenido hombres absolutamente maravillosos en mi vida, sé lo que es amar a un hombre, me he sentido amada, y sigo en ello. Pero hay un compromiso que requiere la pareja y que yo lo tengo con mi profesión. Y creo que, además, es honestopormiparte.Tengoqueserhonestacon los hombres con que he estado y decirlo: lo siento, no voy a cumplir las expectativas, seguro. He tenido la suerte de tener hombresenmividaquesabíanquesineso yo no era yo. Y algunos lo han aceptado y otros no. Yo entiendo que es difícil, estamos muy acostumbrados a que cuandodospersonassequierenacabenviviendo juntas. Yo no creo en eso. Y espero todavía encontrar a un hombre que diga: “Yotampoco.Puedesseguiryéndoteocho meses a Buenos Aires y no pasa nada. O viviendo en tu piso y yo en el mío...”. P.¿Cuándosediocuentadequehabíallegado, de que estaba donde quería? R. No lo sé. Es que siempre he tenido la sensacióndeestardondequería.Fuemuy evidente cuando salió la serie de Siete vidas, que fue un shock, un cambio enorme, porque pasé a ser una persona conocida.Habíamuchagentequemedecía: “Hombre, por fin, ya te tocaba...”. Y dices: “Pero es que yo eso no lo busqué tampoco...”.Amínuncamehafaltadotrabajo,me han dado buenos personajes, directores con los que he trabajado me han vuelto a llamar y me han dado un personaje más grande…Siempreherecibidoelrespetode la gente de mi profesión. En ningún momento he dicho: “Ahora sí...”. P. Menciona Siete vidas como un shock, uncambioenorme.¿Nohubotambiénun antes y un después en 2004 con La hija del aire, a las órdenes de Jorge Lavelli, casi un año en Buenos Aires? R. Seis meses, siete casi... Son las decisionesqueunotoma.Sietevidasestabaensu mejor momento, pero ya me lo sabía… Y cuando Lavelli me dijo si me iba con él, nolodudéniunsegundo.Esomehizoperder una pareja. Quien estaba a mi lado enesemomentodijo:“Sitevas,estoseacaba...”.Bueno,puesseacabó.Necesitabavolver a ponerme a prueba. La idea de partir de cero otra vez era muy atractiva: ser una perfecta desconocida en una ciudad mucho más grande que Madrid, con un público tremendamente exigente, en una compañía donde todos eran argentinos…

Fue absolutamente maravilloso, renovador, me quité 20 años de encima, ja, ja, ja... Y descubrí un hogar nuevo. P. ¿Vuelve por allí? R. Tuve la desgracia de perder allí, que se me murió, a alguien muy, muy, muy especial. Y me está costando mucho volver,perotengoquehacerlo.Sivuelvo,quiero volver trabajando. Será mi ofrenda. P. ¿Es la misma que antes de Mérida? R. No. P. ¿Es mejor, es peor? R. No sé si mejor o peor. Distinta. Pero sí hecrecido.Heaprendidomucho,yheconfirmado cosas que intuía, y he disfrutado mucho,yhesidomuyfelizhaciendocosas paraeseproyecto,yhesufridomuchoyhe sentidounaenormedecepción.Ladecepción es una cosa terrible, ¿no? P. Ciertamente. R. Cuando tienes puestas muchas expectativasyalgooalguientedecepciona...Claro, uno no debería tener puestas expectativas en casi nada, ¿no? Pero es difícil... Igual pequé de exceso de confianza. Pero creo que ha merecido la pena. Sobre todo, porquesehaabiertolacajadelostruenos. Por amor y por respeto a mi profesión, ese festival tenía que reventar. P. ¿Y tiene arreglo? R. Sí, sí. Si hay voluntad, sí, claro que tiene arreglo. Lo que pasa es que hay que ser muy cuidadoso. Las cosas se conta-

minan, y tengo la impresión de que cualquierelementopolíticoquesemezclecon ciertascosascontaminamucho.Yheconfirmadoquehayunacosaterribleenestar en un lugar que depende de los políticos, y es que los que vienen de otro partido nopuedendecirqueloanteriorerabueno. P. Sí… Es muy triste. Lo asumimos como si fuese el estado natural de las cosas, pero es muy triste. R.Esmuyfuerte.YooíesoestandoenMérida: “Lamento no poder decirte que has hechounbuentrabajo.Nopuedodecirlo...”. Y eso es así. Y es terrible. P. ¿Qué se encontró allí, una chapuza o algo más? ¿Se metió la mano en la caja? R. Había una pésima gestión y una enorme falta de transparencia. Yo no puedo acusar de nada a nadie, porque no tengo pruebas.Loquedigoesloquedije,ylosigo diciendo: falta absoluta de transparencia. P.¿Lavolveremosaveralfrentedeunfestival o de un teatro institucional? R. No tengo la menor idea… Lo que sí le digoesqueyojamásvolveréametermeen un sitio donde no haya transparencia. P. ¿Lo detectó desde el primer día? R.No.Siyolohubieradetectadoelprimer díanomemeto.Yomemetíatrabajar.Que sí, que lo sé, que es falta de experiencia y un exceso enorme de ilusión, de entusiasmo, de pasión... P. Era Mérida, además...

R.Claro,habíaunvínculoemocionalmuy fuerte. Bueno, te dicen: “Todo está en orden,notepreocupes...”.Yluegovieneeltío Paco con las rebajas y dices: “¿Y esto?, ¿y esto?,¿yesto?...”,ycuandoteenteras,elfestival está a punto de empezar y ya habías embarcado a un montón de gente, habías implicadoaunmontóndecompañeros,de amigos,detodo...Nopuedesabandonarel barco:elcapitán,salvoeldelCostaConcordia, es el último que abandona el barco... P. Ya… Hablemos de otras cosas. Este verano volverá a interpretar un papel masculino, el Segismundo de La vida es sueño. ¿De dónde parte la idea? R. Hace muchos años, en unos premios, HelenaPimentayyonospresentamos.Las dosqueríamostrabajarjuntas,ycuandola nombraron directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, me preguntó si seguía queriendo trabajar con ella. Un día me habló de La vida es sueño. Y para bien o para mal, para mí es para bien, la vida me ha dado la oportunidad de hacer personajes masculinos. Por eso me alegrodenotenerunascurvasdespampanantes,unoslabiosdenoséqué…Elmundoes de los valientes, así que estoy dispuesta a que me masacren, a que me critiquen, a quemediganquesimegustaserunhombre, cosa que no es verdad, estoy muy feliz de ser una mujer. Me encantan los hombres, pero no para serlo yo, je, je, je...

P. ¿Qué clase de hombres le gustan? R.Hombresinteligentes…yguapos.Hombres con un alto grado de sensibilidad, capaces de emocionarse y que no sientenpudorporello,cariñososyfuertes.Que tengan el ying y el yang equilibradito, como creo que lo tengo yo, o lo intento. P. Le comentaba antes que da la sensación de que está donde hace 25 años quería estar... ¿Dónde le gustaría estar dentro de 25 años? R. No tengo eso de querer morir sobre el escenario.Yocreoqueelescenariomedirá cuándo me tengo que ir. No me gustaría ser una señora a la que sacan entre cajas para sentarse en un sillón y se la vuelven a llevar. No me gusta esa imagen, me gustaelteatromuyvisceral.Eldíaquenopueda creo que me dedicaré a dar clases. P. Portillo, en el juicio del día a día, ¿se absuelve? R. Sí. Me tengo respeto. A veces me castigo demasiado y soy muy consciente de mis defectos. Pero me respeto. Lo diré siempre: memiroalespejoynotengomucho que reprocharme. Nunca he llevado un puñal guardado, escondido… P. ¿Y clavado? R.Clavadosí,repetidasveces…Sí,sí,sí.Soy muy ingenua en eso, de verdad.Í ● LOS PREMIOS MAX DE LAS ARTES ESCÉNICAS SE ENTREGAN EL PRÓXIMO 30 DE ABRIL. WWW.PREMIOSMAX.COM