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CAROLINGIOS, VISIGODOS Y BIZANTINOS Como ya hemos visto en clase, en el siglo V se rompe la unidad política de las tierras que rodeaban el Mediterráneo. En el año 395 Teodosio ya había dividido el Imperio. Las causas de la caída del Imperio Romano son muchas y muy complicadas. Algunas las hemos estudiado en la unidad anterior. En los siglos posteriores, tres civilizaciones coexistirán en los territorios del Antiguo Imperio romano: los carolingios, los bizantinos y los musulmanes, que estudiaremos en el próximo tema. Los romanos llamaban "bárbaros" a todos los pueblos que vivían fuera de las fronteras del Imperio; su modo de vida y nivel de desarrollo eran bastante inferiores a los de la civilización romana. Con la crisis del siglo III, el Imperio romano se vio obligado a aceptar dentro del "limes", de las fronteras del Imperio, a ciertos pueblos que venían presionando y que ya se encontraban bastante romanizados en sus costumbres. Decían los romanos: "si no puedes con ellos, únete a ellos", y, efectivamente, se admitió a ciertas comunidades a las que se otorgó la cualidad de "foederati", de pueblos federados a Roma. Esta federación se realizaba mediante acuerdos ("foedus"): Roma dejaba a estos pueblos que se establecieran dentro del Imperio, y a cambio, vigilaban las fronteras de otros pueblos más belicosos. El conjunto de pueblos más conocido y que más colaboró con el Imperio fueron los godos. En el caso de nuestra Península, serán una parte de ellos, los Visigodos, los que harán de policía de Roma frente a Vándalos, Suevos y Alanos, asentándose y creando alrededor de Toledo el primer reino independiente en la Historia de los Reinos de España. Como podéis ver en el mapa, Europa se convierte en una verdadera autopista de pueblos bárbaros que suben, bajan, van y vienen por todos los rincones de un Imperio Romano en descomposición. Incluso nombran al primer y único emperador romano bárbaro en 476, Odoacro. La mezcla de poblaciones será una constante y traerá no pocos problemas a la hora de la convivencia (en Hispania, en un primer momento, las leyes visigodas prohibieron los matrimonios entre visigodos e hispanorromanos). La cultura de los pueblos germánicos era muy inferior a la romana. Tenían distintas costumbres en lo referente a la familia, sus leyes eran mucho más primitivas y su forma de gobierno solía ser una monarquía. Esta monarquía, muy frágil, empezó siendo electiva, según las costumbres germanas, pero, por influencia romana aunque de manera muy lenta, acabó convertida en hereditaria en muchos reinos. De hecho, todos estos pueblos volvieron a mirar a Roma para organizarse: el latín siguió siendo lengua oficial, se asimiló el derecho romano, se mantuvo la moneda y la estructura de las ciudades y caminos, e incluso el cristianismo triunfó como religión oficial aunque con distintas tendencias (arrianismo y catolicismo). 1

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Evidentemente tanto conflicto paralizó la actividad económica global y el occidente se ruralizó. La vuelta al campo y la inseguridad hizo que los campesinos buscaran protección en aquellos poderosos que pudieran defender sus aldeas y así comienza la dependencia que estará en el origen del vasallaje feudal. Aquí debajo tenéis un mapa con el emplazamiento que fueron tomando algunos de estos pueblos germánicos que fueron apareciendo en distintas oleadas:

VISIGODOS En el año 409 penetraron en Hispania varios de los pueblos bárbaros que transitaban por el norte de Europa: suevos, vándalos y alanos. Para poder recuperar el territorio, Roma estableció un foedus con los visigodos, que se desplazaron hacia el occidente europeo. Establecieron un reino con capital en Tolosa (actual Toulouse, Francia), desde donde actuaban contra los pueblos bárbaros. Desde allí consiguieron expulsar a vándalos y alanos hacia el norte de África y arrinconaron a los suevos en la zona noroccidental de la Península Ibérica. Pero los francos, pueblo proveniente del norte de la Galia, estaban expandiéndose territorialmente y derrotaron a los visigodos en la batalla de Vouillé (507), de modo que los visigodos no tuvieron más remedio que desplazarse hacia el sur y fundaron el Reino Visigodo de Toledo, que perduró unos dos siglos. A mediados del siglo VI el emperador bizantino Justiniano aprovechó una guerra civil entre los visigodos para conquistar la zona suroccidental de la Península Ibérica, además de Ceuta y las islas Baleares. A pesar de ello, la monarquía visigoda controló el territorio peninsular: expulsó a los suevos a finales del siglo VI, durante el reinado de Suintila (621631) se expulsaron definitivamente a los bizantinos de la Península, y además se detuvo a los francos por el norte. La monarquía, de carácter electiva fue fuerte y sus reyes consiguieron la unificación religiosa (en el año 589 el rey Recaredo se convirtió al catolicismo) y la unificación 2

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jurídica (Recesvinto promovió la única legislación para todo su reino, el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo). Durante el reinado de Leovigildo se derogó la ley que prohibía los matrimonios entre visigodos e hispanorromanos consiguiendo así la igualdad de ambos pueblos. Numéricamente, los visigodos eran bastante menos que los hispanorromanos, aunque eso no fue óbice para que se repartieran dos terceras partes del territorio peninsular, que era trabajado por campesinos en condición de siervos. Por otro lado, la economía era básicamente agrícola y de subsistencia. En el año 711 los musulmanes entraron en la Península Ibérica y el Reino Visigodo de Toledo desapareció. En Europa sólo un reino germánico sobrevivió: los francos, que con el paso de los años crearon un gran imperio de la mano de Carlomagno. EL IMPERIO CAROLINGIO A principios del siglo VIII un noble franco, Carlos Martel, dirigió a su ejército contra los musulmanes que subían desde la Península Ibérica, derrotándolos cerca de Poitiers en el año 732. Su hijo, Pipino el Breve, se convirtió en rey de los francos y fundó la dinastía denominada carolingia. Su sucesor, Carlomagno conquistó gran parte de las tierras de la Europa Occidental, frenó el avance musulmán y estableció fronteras seguras en todo su reino. Se convirtió al cristianismo y se erigió en defensor de la fe cristiana. El papa León III le reconoció como emperador de las tierras de Occidente. En este dibujo, aparece la coronación de Carlomagno como emperador en el año 800. Durante su gobierno se garantizó la paz y la cultura renació. Carlomagno viajaba continuamente por sus dominios, pero residía con frecuencia en una población situada al noreste de sus territorios, en el valle del Rin, que conocemos con el nombre de Aquisgrán. Allí, Carlomagno hizo construir un palacio con numerosos edificios: unos para residencia del emperador y su familia y otros para celebrar reuniones con sus consejeros y para guardar el tesoro real. A su muerte la corona pasó a su hijo Ludovico Pío quien dejó el reino a sus tres hijos: Carlos el Calvo, Lotario y Luis el Germánico. EJERCICIOS Texto: LA CORONACIÓN DE CARLOMAGNO (800). "Entonces, el venerable pontífice, le coronó con sus propias manos, con una magnífica corona. Entonces, todos los fieles gritaron unánimemente en alta voz: ¡A Carlomagno, piadoso augusto, por Dios coronado, grande y pacífico emperador, vida y victoria! Por tres veces fue pronunciado este grito y fue proclamado por todos emperador de los romanos. Inmediatamente después, el santísimo prelado y pontífice ungió con los santos óleos al rey Carlos..." 3

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Liber Pontificalis. 1.- Si te fijas en la imagen y buscas la palabra pontífice, verás que a Carlomagno no le puso la corona un primo suyo sino alguien muy importante. ¿Por qué crees que tiene este señor que coronar a Carlos y no otra persona? ¿Qué ventajas sacan cada uno de esta colaboración? 2.- Hemos hablado de lo que los pueblos germánicos heredan y conservan del mundo romano. ¿Puedes ver esa influencia en el texto? A la izquierda, pintado por un famoso pintor alemán siete siglos posterior, Durero, le vemos con sus atributos imperiales. Realizar una especie de reportaje sobre Carlomagno y el imperio que creó. Por qué fue importante, cómo desapareció, qué aportó a la historia de Europa para que unos de los premios europeos más prestigiosos se llame como él. Extensión: un folio por una cara sin ilustraciones, o por las dos caras con ilustraciones. EL IMPERIO BIZANTINO Cuando el Imperio Romano de Occidente desapareció en el año 476, el Imperio romano de Oriente, o bizantino, fue el único que mantuvo la herencia romana gracias a la defensa de su territorio frente a los pueblos bárbaros. Gracias a su ubicación, Constantinopla se aprovechó del intercambio de mercancías de las diferentes rutas comerciales, lo que hizo que fuera una ciudad muy rica. Además, se desarrolló la fabricación de sedas, tapices,… En el siglo VI, el emperador Justiniano I el Grande, uno de los personajes más importantes de la historia del Imperio Bizantino, se propuso restaurar el viejo Imperio romano, y comenzó una serie de campañas militares con las que conquistó muchos territorios. Recopiló las leyes romanas en doce libros, el Código de Justiniano, y durante su mandato se comenzó a construir en Constantinopla la basílica de Santa Sofía. El emperador, o basileus, tenía poder absoluto también en los asuntos religiosos, algo que no fue visto con buenos ojos por el Papa, y supuso, a la larga, la separación de la Iglesia romana y la bizantina ortodoxa. A esta separación se la denomina Cisma de Oriente y tuvo lugar en el año 1054. Entre los ss. VIII y IX Bizancio perdió gran parte de las tierras conquistadas por Justiniano y se replegó a su territorio oriental. Las siguientes dinastías consiguieron devolver al imperio bizantino parte de las tierras perdidas. A este periodo se denomina la “segunda edad de oro”. Pero, a partir del siglo XI el imperio empezó a mostrar síntomas de 4

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debilidad. El emperador Alejo I, ante el temor de que esta situación diera pie al ataque de los turcos selyúcidas, pidió ayuda al papa de Roma, Urbano II, quien declaró la guerra santa contra los musulmanes que ocupaban Tierra Santa (Jerusalén) desde el año 1071. Comenzaba así la Primera Cruzada. Reyes y nobles europeos viajaron por toda Europa para luchar contra los musulmanes y arrebatarles Jerusalén. Se contabilizan hasta ocho cruzadas durante más de dos siglos, pero no todas sirvieron para luchar contra los turcos. En la IV cruzada (1202-1204) los europeos saquearon Constantinopla y crearon el Imperio Latino de Occidente, organizado feudalmente y con una autoridad muy débil. Desapareció a finales de siglo ante la reacción de los bizantinos. Pero no será hasta 1453 cuando el sultán turco sitió y posteriormente conquistó Constantinopla. Desaparece así el Imperio Romano de Oriente tras más de mil años desde su creación. EJERCICIOS Comentario conjunto de los textos de la última diapositiva de la presentación de power point. Para su elaboración fíjate en el documento que hay colgado en la wiki más arriba sobre cómo comentar un texto histórico.

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