A.·. L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·. L.·.I.·.F.·.

RESP.·.LOG.·. “FRATERNIDAD HUMANA” Nº 98- A Or.·. DE CARIPITO EDO. MONAGAS VENEZUELA

S.·.F.·.U.·.

EL NUMERO CINCO (SU INTERPRETACION Y SIMBOLOGIA EN LA MASONERIA)

Comp:. Mas:. Rafael Montilla. Or:. De Caripito, Julio de 2013 (e:.v:.)

INTRODUCCION

Los números no sólo sirven para calcular; son capaces de expresar mucho más que una simple cantidad; para muchas culturas, tanto para la Occidental como para la Oriental los números vienen cargado de una excepcional mística que transciende incluso, su valor matemático y académico; dándole otras interpretaciones, donde por ejemplo, el 13 es considerado de mala suerte, el 3 y el 7 son números que evocan lo sagrado, el 666 representa el mal, el 33 la edad Cristo etc. Es decir, una mística que nos enseña que los números no sólo tienen un valor cuantitativo sino también cualitativo; esto se puede apreciar con mayor claridad en la filosofía de Pitágoras, para él, los números eran símbolos divinos del orden del mundo y al mismo tiempo la clave que permite descifrar las leyes armónicas del universo. El interés por estudiar e interpretar la simbología de los números, no ha sido meramente un capricho intelectual, por así decirlo, que busca tan sólo resolver un teorema matemático, sino que busca semiotizar su esencia y su apariencia dándole un matiz cualificable; donde la confluencia de ambos hemisferio cerebrales es posible para comprender no sólo el reconocimiento de un número (X) sino también su interpretación dentro del cosmos; esta simbología por ejemplo, está fuertemente arraigada en las herméticas tradicionales de Occidente, como son la alquimia, la magia y la Cábala hebrea, así como del arte también, sobre todo el arte arquitectónico de iglesias y templos. Así pues, que el estudio de los números, abarca un espectro mucho más amplio al tradicional ofrecido en el mundo académico; ya que detrás de cada número hay un mundo, una historia, un enigma, que ofrece una diversidad de interpretaciones que va más allá de la oficialidad planteada por nuestra instrucción pública y que, a su vez trasciende las aulas de clases; en ese sentido, este humilde trabajo aportará algunos matices diferentes en cuanto a la hermenéutica y simbología del Número 5 dentro de la masonería.

CONTENIDO EL NUMERO CINCO (5) , SU INTERPRETACIÓN SIMBOLICA EN LA MASONERIA

Buscar el origen de los números no es el tema central de este trabajo, eso sí sería una tarea excepcional, pero si es necesario plasmar su importancia y transcendencia partiendo de un enfoque simbólico donde la idiosincrasia y las creencias de cada cultura ya sea Hebrea, Egipcia, Griega, chino, árabe etc, dejan ver el intríngulis que usualmente se escapa o se omite en el status académico porque así, el contenido curricular lo demanda. Los números tal como lo conocemos, es tan sólo la antesala a algo más filosófico y profundo, eso lo deja ver claramente Pitágoras, quien es considerado para el mundo occidental el padre de las matemáticas y de la numerología, él fusionó el esoterismo y la lógica, así como también fundó, una rigurosa escuela filosófica y hermética creada a partir de antiguos secretos egipcios y basada en la estrecha vinculación del devenir humano y las leyes matemáticas que rigen los precisos movimientos del cosmos. Pitágoras fue el primero en utilizar el término Cosmos para describir el orden y la armonía inherentes a un universo regido por unas leyes cognoscibles e inteligibles por el hombre a través del número que es el principio elemental, «la esencia de todas las cosas», componente fundamental de la armonía matemática que debe guiar, con finalidad rigurosa, toda investigación sobre el universo. Ahora bien, entrando en materia, y, acudiendo a la herramienta de la etimología, se puede decir que, el número 5 se representa por medio de un Signo árabe, cuya palabra viene del Latín “quinque” que significa Quinto y es un número que se compone del binario y el ternario, el dos y tres, que a su vez, hacen posible el nacimiento del número 5; es decir, ya desde el punto de vista Cabalístico, propiamente dicho, los números constituyeron siempre un tema de estudio abocado a la mística y al prisma de los mismos; en cuanto a su simbolismo el numero con relación a su función, proporciona el marco que

hace comprensible el mundo de nuestra experiencia; en otras palabras, el número se relaciona con el mundo físico, o la experiencia física: el mundo del ser. Pero el número constituye también la clave del mundo de los valores (que son aspectos de la voluntad) y del mundo de la conciencia, que, junto con el de la experiencia física, configuran la totalidad de la experiencia humana. Para enfocarlo bien, el Kabala o cábala, es la tradición que existe entre los Rabinos y los Doctores Judíos, o sea, el Arte Quimérico que, desde épocas remotas se viene profesando para adivinar por medio de la combinación de letras, palabras y números, el texto de las Sagradas Escrituras. Los antiguos eruditos estudiaban y usaban los números como una guía de vida, llegando a asignarles propiedades cabalísticas y mágicas. De hecho, los hindúes y los árabes recetaban “cuadrados mágicos” compuestos por números, como amuletos de protección y sanación. La palabra Kabala, viene del Hebreo "Kibbel”, y significa “Lección”, “Tradición” o “Enseñanza”, que consiste en la combinación de los números, llamada actualmente “enseñanza numérica o de los números místicos”, cuya aplicación en la Masonería, es una serie de principios y reglas cuya base son los Signos 1, 3, 5, 7 y 9, o sea, los números impares, considerados como tradicionales debido a sus múltiples combinaciones, y por dar la idea de ser los más perfectos, llamados "números positivos”. Dentro del sistema Numérico impar, el Compañero Masón encontrará un sin número de problemas cabalísticos, pero sólo se hará referencia al número 5, cuyas enseñanzas son competencia de este Grado. Cada grado masónico está estrechamente asociado a un número que ayuda y complementa la mejor comprensión del significado de dicho Grado. El número correspondiente al Compañero Masón está regido por el número 5, su relación la encontramos en los cinco viajes del compañero, las cinco gradas que debe subir, su edad, los pasos de la marcha, la batería, la estrella de cinco puntas, los cinco sentidos, los filósofos, los estilos arquitectónicos, los toques, etc.

En la filosofía que encierra la masonería, el 5 es el número del hombre y de la quintaesencia, del microcosmos y del Compañero, grado de la iniciación masónica al que se despierta contemplando la Estrella Flamígera de cinco puntas tras cinco viajes de instrucción. En el R:.E:.A:.A:., el viaje central simboliza el trabajo interior apoyado en la meditación de los símbolos propios de las siete Artes Liberales, entre las que se cuentan la Geometría y la Aritmética. La estrella pentagonal en cuyo centro resplandece la letra G que hace alusión al Gran Arquitecto del Universo y también al "perfecto iniciado que el masón se esfuerza por ser". El 5 no sólo representa el acto de creación; incorpora también al dos y al tres, los principios masculino y femenino, y dos conjuntos de opuestos, el principio de doble inversión, unidos por el invisible punto de intersección. El 5 es también el uno, o unidad, actuando sobre el cuatro, o materia original: por tanto, él es creación. En ese orden de ideas, los francmasones suelen dividir a los números en “femeninos” (los pares) y los “masculinos” (los impares), donde el número 5 indica la luz, el matrimonio y la naturaleza, siendo definido como número hermafrodita, al estar compuesto del 3 (masculino) y del 2 (femenino). El 5 incluye los fundamentos materiales, pero no se limita a ellos. Viene a ser el vínculo entre el Uno y la diversidad, el puente que une lo corpóreo con lo divino y que le da sentido e inserción en un organismo dado; el 5 es el éter, la quintaesencia de los alquimistas, en la mitología griega, el éter es el quinto elemento, era la personificación del ‘cielo superior’, el espacio y el paraíso. Es el aire alto, puro y brillante que respiran los dioses, en contraposición al oscuro (‘aire’) de la Tierra que respiraban los mortales. Magma fundamental del que emerge toda la materia. Al 5 se le describe geométricamente como el pentágono, de donde se deriva la estrella de cinco puntas. En ella se inscribe la figura humana con brazos extendidos y piernas separadas; significa fundamentalmente que el hombre toca con sus pies la tierra, mientras que su cabeza mira hacia el cielo, siendo así el único ser de la creación que fusiona en sí mismo el espíritu (cielo) con la naturaleza (tierra). Es el hombre unificado, aquel que culmina su proceso

de individuación, con consciencia de sí, enfrentado a la materia (el Cuatro), con la que puede crear, interactuar, sublimar. Él es el mediador entre los elementos y el surgimiento de lo nuevo a través de un acto de creatividad. Algunos ejemplos de la importancia del número 5 la encontramos en el hecho biológico de ser el número de los dedos de la mano, que nos permite atribuirle, en lógica estricta el sentido de la Actividad, Ejecución, Posesión y Potencia, los que forman los objetivos operativos del grado de compañero. En el alfabeto hebreo, por ejemplo, el valor esotérico del 5 corresponde a la tercera letra, ghimel, segunda letra doble, que equivale en el alfabeto griego a la letra gama, cuya forma es la de una escuadra. Ambas figuras ya aparecen en la Estrella Radiante desde los primeros tiempos de la Masonería Operativa y que son reemplazados en 1737 por la letra G latina. Un ejemplo de la importancia de un número en la tradición religiosa esta ’en el “Pentateuco”, los “Cinco Libros”, primera de las tres partes en que se divide la Biblia Judía. Estos 5 libros que forman la Torah, la Ley mosaica, se dice fueron escritos por Moisés. Sin embargo, se piensa que son una recopilación de diversas fuentes y que algunas partes pueden ser mosaicas. Dichos libros son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio que se han mantenido invariablemente unidos a pesar de las tentativas para refundirlos o agregar un sexto libro. El cinco simboliza a Cristo, de acuerdo con la numerología esotérica de los primeros cristianos el 5 significaba las heridas sobre el cuerpo de Jesucristo, en tal sentido, en el escudo o blasón del Rosacruz florece una rosa de 5 pétalos en el punto de la quintaesencia de la cruz y, sin duda alguna, las cinco heridas que presenta Cristo en su crucifixión. La geometría conoce cinco cuerpos, que son considerados armónicos, ya que están compuestos por áreas de igual dimensión, se los denomina también cuerpos platónicos; estos son: el cubo, la pirámide, el octaedro, el icosaedro y el dodecaedro; ellos simbolizan los cinco elementos y se obtienen a partir de los tres números más importantes: el tres divino, el cuatro terrenal y el cinco, que es el número del hombre.

El cinco ha sido llamado el número dual porque representa las dos naturalezas, la superior y la inferior, que luchan por la supremacía en la vida del hombre. Según Pitágoras, el cinco es la “privación de la lucha” porque une en eterna amistad las dos clases de números, par e impar, 2 y 3. El cinco es cardiatis, pues como un corazón está en la mitad del cuerpo de los nueve dígitos:

1

2 3

4

5 6

7 8

9

En fin, el número cinco, es aquel considerado como puente entre el mundo terrestre y celeste, es el número del hombre por excelencia, es aquel hombre que se encuentra crucificado entre lo terreno y lo divino; en el marco de esta reflexión, el compañero logra vincular lo humano con lo divino, y lo dona a la humanidad como símbolo de amor y paz, su filantropía, el amor profundo inspirado en la comprensión de la naturaleza humana y de la contemplación de los paradigmas, lo que lo lleva a observar sin encandilarse, a enfrentar las dificultades con total madurez, puesto que lleva en su ser la esencia y mensaje de este número, la cual evoca la estrella flamígera de cinco puntas, con el símbolo de lo supremo, el Sol de la sabiduría; es entre otras cosas, el centro de todo en cuanto hay y existe.

CONCLUSION:

La conquista del conocimiento precisamente se ha basado en la pesca incesante de los saberes, no para engordar el ego racional del ser humano como usualmente se ha creído, sino para descubrir todo aquello que lo inquieta y lo atormenta, ese conocimiento busca descubrir e ir más allá de lo aparente. En relación a esto, se puede decir que, un número no es lo que aparentemente es, lejos de un simple conteo o del resultado de un cálculo matemático, ellos poseen un esquema de interpretaciones y simbolismos que transciende su aparente mosaico; más allá

de su fachada, hay una

hermenéutica que no reposa precisamente en una simple iconoclasia sino que deja ver una verdadera filosofía que ayuda a comprender su diversa utilidad y sentido, en ese orden de ideas, la interpretación de los números es infinito como las notas de un piano. A su haber, la masonería hace uso de esas interpretaciones para el fortalecimiento de sus columnas, esas interpretaciones hacen posible y visible el crecimiento personal de cada Masón, independientemente del grado que se ostenta; en el caso del Compañero, su número es el 5, y eso implica que lleva consigo el estandarte de lo sagrado, de la luz, de la salud, de la vitalidad y del intelecto, todas ellas, herramientas fundamentales para hacer dignificable su condición humana, donde su tarea cotidiana radique en ofrecer a los más desposeídos de esta tierra una luz de esperanza, de seguridad, de promesa, de certidumbre y de ilusión porque la masonería en sí misma es la esperanza de construir un mundo más vivible para cada uno de nosotros.

S:.F:.U:.

BIBLIOGRAFIA:

Terrones A. y León A. (2006). Los 21 Temas del Compañero Masón. España: EVM. Adoum, G. (2005). El Compañero y sus Misterios: Segundo Grado. Buenos Aires-Argentina: Kier. Wirth, O. (1929). El Libro del Compañero. España: Kier. Banzhaf, H. (2006). La Simbología y el Significado de los Números. Alemania: Edaf S.L. Ritual del Compañero Masón (1995). 2º Grado del Rito Escoces Antiguo y Aceptado. Caracas-Venezuela: Texto Oficial.