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ACIDO LINOLEICO CONJUGADO: UN ACIDO GRASO CON ISOMERIA TRANS POTENCIALMENTE BENEFICIOSO. CONJUGATED LINOLEIC ACID: A TRANS ISOMER FATTY ACID POTENTIALLY BENEFICIAL Julio Sanhueza C, Susana Nieto K y Alfonso Valenzuela B. Laboratorio de Lípidos y Antioxidantes Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos ( INTA), Universidad de Chile. ABSTRACT Conjugated linoleic acid (CLA) is a type of isomeric trans fatty acid that has been demonstrated to have diverse health beneficial effects. The most common naturally existing structural form of CLA is the 9c (cis), 11t (trans) isomeric configuration. CLA, which is commonly found in the tissues and/or secretions (i.e., milk) of ruminants, is formed from the isomerization of linoleic acid by the ruminal bacteria Butyrivibrio fibrisolvens. CLA may also be synthesized, in both ruminants and non ruminants, by desaturation of vaccenic acid (18:1, 11t) at the intestinal tract and/or the at liver of these animals. Daily ingestion of CLA in humans highly variable (0.5g/day-1.5g/day), pending on the individual and the country nutritional habits, and on the amount of meat, milk and milk-derived products consumed. Different biological and nutritional properties have been described for CLA, the most relevant being related to its hipocholesterolemic, antiatherogenic and immuno-stimulant action, the protective action against certain types of cancer, and its antioxidant and body-weight reduction effects ascribed.for the isomeric fatty acid. However, the definitive confirmation of these health beneficial effects needs more experimental and clinical evidences supporting these actions. Meanwhile, diverse products containing CLA are now offered at the retail market with increasing success, especially those preparations claiming body weight reduction properties for the isomeric fatty acid. Key words: Conjugated linoleic acid; trans isomers; polyunsaturated fatty acids and health; ruminal Butyrivibrio fibrisolvens. Este trabajo fue recibido el 26 de Marzo de 2002 y aceptado para ser publicado el 22 de Julio de 2002.
INTRODUCCION Los ácidos grasos son componentes importantes de la dieta de los animales superiores y del hombre. Constituyen no solo un aporte energético considerable que casi duplica al aporte de los carbohidratos y de las proteínas, y varios tienen funciones metabólicas específicas. Algunos de ellos se caracterizan por su esencialidad, como es el caso de los ácidos grasos omega-6 y omega-3 (1). Otros, destacan por sus efectos ya sea beneficiosos o potencialmente dañinos para la salud humana, como es el caso de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, dentro de los primeros, y de los ácidos grasos saturados en el segundo caso (2). La isomería geométrica de los ácidos grasos es importante en términos nutricionales. La gran mayoría de los ácidos grasos que se encuentran naturalmente poseen isomería cis, sin embargo en nuestra dieta habitual consumimos una pequeña, pero no despreciable porción (1g a 7g/día) de ácidos grasos con isomería trans (3). Estos ácidos grasos provienen esencialmente de la manipulación tecnológica a que son sometidas las grasas y aceites para adaptarlas a nuestro consumo. La hidrogenación industrial, que permite la obtención de mantecas ("shortenings") y margarinas de mesa, y la desodorización de los aceites a alto vacío y temperatura, son las dos fuentes de origen tecnológico más importantes de formación de isómeros trans de los ácidos grasos (4). El consumo de ácidos grasos trans ha sido fuertemente cuestionado por los Comités de Expertos en Nutrición, ya que la evidencia
científica indica que estos isómeros son dañinos para la salud, por sus efectos a nivel de los lípidos sanguíneos (5), por su acción inhibitoria sobre la actividad de enzimas hepáticas (6), por la modificación que producen en la fluidez de las membranas celulares (7) entre otras, que se traducen, entre otros efectos, en un mayor potencial aterogénico (8). La recomendación es evitar el consumo de ácidos grasos trans, y la legislación sanitaria de muchos países obliga a declarar el contenido total de ácidos grasos trans de productos como las margarinas y las mantecas. Sin embargo, a la luz del conocimiento actual, la generalización del concepto sobre el efecto dañino de los ácidos grasos trans deberá ser revisada, ya que algunos de estos isómeros pueden tener efectos beneficiosos en la nutrición y salud humana. Este es el caso de ácido linoleico conjugado (ALC) con isomería trans. QUE ES UN ACIDO GRASO CONJUGADO: EL CASO DEL ALC La estructuración de los dobles enlaces (insaturación) de los ácidos grasos naturales obedece a un patrón muy característico y conservado. En un ácido graso diinsaturado, ambos dobles enlaces siempre estarán separados por un carbono intermedio que no participa de la estructura de insaturación. Esto es, en un ácido graso donde los dobles enlaces están entre los carbones 9-10 y 12-13, el carbono 11 no participará de la estructura de insaturación. Esta sería una estructura "no conjugada" y al carbono 11 se le designaría como un carbono metilénico intermedio. Este es el caso de la estructura de la mayoría de los ácidos grasos en su forma natural. Sin embargo, como consecuencia de la manipulación tecnológica de las grasas y aceites ya comentada, o en casos muy particulares, por efecto de la metabolización a nivel celular de ciertos ácidos grasos, es posible que un doble enlace cambie de posición, siguiendo el ejemplo anterior, desde la posición 9-10 a la 10-11, o de la posición 12-13 a la 11-12. En ambos casos desaparecería el carbono metilénico intermedio y el ácido grasos formado se transformaría en una estructura "conjugada", o sea, en un ácido graso conjugado. La conjugación de los dobles enlaces puede, además, ocasionar un cambio en la isomería espacial del ácido graso. Esto es, en un ácido graso diinsaturado cuyos dos dobles enlaces tienen isomería cis (c), uno de estos dobles enlaces, o ambos, pueden adoptar la isomería trans (t). Por lo cual podrán existir ácidos grasos conjugados diinsaturados con isomería c,c (poco probable) o c,t, o t, c o t, t. El ácido linoleico (18:2, 9c-12c), es un ácido graso esencial omega-6 muy abundante en el reino vegetal y también animal. La gran mayoría de los aceites vegetales (con algunas excepciones como el aceite de oliva, el de palma, o el aceite de coco) aportan cantidades significativas de ácido linoleico. En la grasa animal también se le encuentra, junto con los ácidos grasos saturados y monoinsaturados. Con la incorporación de una mejor tecnología para el análisis y la identificación de los ácidos grasos componentes de grasas, aceites o de muestras de tejidos (aplicación de cromatografía gasesosa capilar, HPLC de alta resolución, y espectrometría de masas), fue posible identificar que en toda muestra de aceite o de grasa, particularmente en aquellas de origen animal, siempre está presente una pequeña cantidad de ALC (9). Este ácido graso se presenta con diferente isomería (7c-9t, 9c-11t, 11c-13t, principalmente), aunque siempre predomina la estructura 9c-11t. Si bien el ALC se encuentra en pequeñas proporciones en los aceites vegetales, su concentración es particularmente alta en la carne y en la leche de los rumiantes, donde puede alcanzar hasta un 0,65% de los lípidos totales (10). La figura 1 muestra en forma comparativa las estructura del ácido linoleico (C18:2, 9c-12c) y del isómero del ácido linoleico conjugado (C18:2, 9c-11t).
EL ORIGEN DEL ALC EN LOS TEJIDOS ANIMALES Puesto que el ALC se encuentra en una proporción muy pequeña en los granos y en el forraje que constituyen la alimentación de los rumiantes, significa que son estos animales los que transforman el ácido linoleico en alguno de los isómeros del ALC. Es en el poderoso ambiente reductor del rúmen donde se produce el proceso de biohidrogenación del ácido linoleico (11). Dentro de la abundante y variada flora microbiológica del rúmen, constituida por bacterios y protozoos principalmente, es la bacteria identificada como Butyrivibrio fibrisolvens, quien al realizar la hidrogenación del ácido linoleico para transformarlo en un ácido graso monoinsaturado, genera como intermediario del proceso a los diferentes isómeros del ALC (12). Por su origen ruminal al ALC se le identifica como "ácido ruménico" (13). Existe otra vía metabólica para la formación de ALC. Esta puede ocurrir en el hígado de los rumiantes, y posiblemente
también en los mamíferos no rumiantes. El ácido vaccénico (18:1, 11t) es producido por la hidrogenación del ácido linoleico en el rúmen. Este ácido graso puede ser desaturado en el carbono 9 por las enzimas desaturasas intestinales y/o hepáticas de los rumiantes, transformándose en ALC (forma 9c-11t) (14). Esta podría ser la razón por la que en los mamíferos no rumiantes, incluidos los humanos, también se encuentra ALC en sus tejidos y secreciones (leche) (15), aunque en menor proporción que en los rumiantes. Al consumir carne de rumiantes (o productos lácteos), conteniendo ácido vaccénico, este sería transformado a ALC por la desaturación enzimática, proceso que incrementaría el aporte de ALC proveniente de la carne y de la leche de rumiantes (16). En los tejidos animales el ALC se distribuye en los fosfolípidos, particularmente en la fosfatidiletanolamina, por lo cual de alguna manera estaría participando en la determinación de las propiedades químicas y biológicas de las membranas celulares (fluidez, permeabilidad, transmisión de señales, etc) (17). Cuando el aporte dietario de ácido linoleico es alto, sobre el 5% del aporte de grasa, como el que se puede obtener en forma experimental en ratas, es posible encontrar ALC ampliamente distribuido en el hígado, en los pulmones, y en el tejido muscular y adiposo (18). En humanos también se ha observado la presencia de ALC, ya sea en la leche o en el plasma sanguíneo (19). En la leche, el isómero mas frecuente es el 9c-11t, cuyos niveles fluctúan en 0,15%-0,22% (20). También se ha encontrado el isómero 7t-9c en la leche humana, aunque en concentraciones iguales o inferiores a 0,03% de los lípidos totales (15). En el suero sanguíneo humano el isómero 9c-11t llega a constituir hasta el 0,4-0,5% del total de los lípidos circulantes (21). De cualquier forma, los niveles de ALC determinados en los humanos pueden ser muy variables, ya que dependerán de la cantidad y tipo de carne que se consume y del tipo de alimentación que reciben los animales, de los hábitos de consumo individuales, de la composición total de la dieta, entre otras (16). No existe información si en humanos es posible la transformación de ácido vaccénico en ALC. APORTE DIETARIO DE ALC A partir de lo comentado en el párrafo precedente, es posible deducir que la mejor fuente dietaria de ALC es el consumo de carnes y productos lácteos procedentes de rumiantes. En una dieta mixta promedio occidental se estima que el consumo de ALC puede ser hasta 1,5 g/día (22). Sin embargo, el consumo es muy variable y depende de los hábitos de cada país y también del porcentaje de ALC aportado por las carnes de animales rumiantes. Por ejemplo, dentro de los países cuyo consumo se ha establecido, Australia presenta los valores mas altos (1,5-1,8 g/día), en tanto que Alemania muestra los valores mas bajos (0,5 g/día) (23). La carne consumida en los países germanos proviene principalmente del cerdo, un no rumiante. En Estados Unidos el consumo promedia los 0,9-1,2 g/día (24). Se desconoce el consumo de ALC en América Latina, aunque se puede presumir que en países con alta tradición de consumo de carne bovina, como es el caso de Argentina y Uruguay, la ingesta promedio de ALC debería ser alta (sobre 1g/día). En Chile, Brasil, Perú y en Ecuador, ocurriría todo lo contrario, ya que la ingestión de carne está representada principalmente por el consumo de aves (pollo, principalmente), las que por su tipo de alimentación, principalmente de origen vegetal, no constituyen un aporte significativo de ALC. EFECTOS NUTRICIONALES Y EN LA SALUD DERIVADOS DEL CONSUMO DE ALC Fue el grupo encabezado por Pariza y colaboradores quienes comunicaron por primera vez información relacionada con los posibles efectos beneficiosos derivados del consumo de ALC (25). Desde la primera publicación sobre las actividades biológicas del ALC, son muchas las comunicaciones científicas que informan sobre las propiedades atribuidas al ácido graso. En la actualidad se le considera como un
"regulador metabólico", y a continuación, aunque en forma no exhaustiva, se resumen sus principales efectos y/o funciones. Efectos hipocolesterolémicos. En modelos experimentales de hipercolesterolemia, el ALC ha demostrado producir disminución de los niveles plasmáticos de colesterol, con respuestas muy similares a las que se obtienen con los ácidos grasos omega-3, aunque el ALC no pertenece a esta serie de ácidos grasos (26). En Hamsters alimentados con dietas que aportan 0,06% a 1,1% de ALC, con un aporte además de 1,1% de ácido linoleico, se produce una disminución progresiva, en relación a la dosis de ALC, del colesterol-LDL, pero no del colesterolHDL (26). Sin embargo, la relación tocoferol plasmático/colesterol total aumenta hasta en un 86%, y en forma proporcional al aporte de ALC (26). La información acumulada sugiere que el ALC tendría un efecto de ahorro de la capacidad antioxidante del plasma, actividad que de alguna manera se podría relacionar con efectos antiaterogénicos (26). Estudios realizados en conejos, han demostrado que la adición de tan solo 0,5 g/día de ALC a una dieta semisintética que aporta 14% de grasa, produce una disminución significativa del colesterol-LDL y de los triglicéridos plasmáticos, produciendo al mismo tiempo una disminución de la relación colesterol-LDL/colesterol-HDL, y una disminución de la acumulación de placas ateroscleróticas en los grandes vasos (27). Resultados similares se han obtenido con ratones de la cepa C57BL/6 que constituyen un modelo de estudio experimental de aterogenesis. En estos animales, la suplementación de la dieta aterogenica (aporta altas cantidades de colesterol y grasa saturada) con 2,5 g/Kg de ALC, produce una franca disminución del proceso aterogenico (28). Estos resultados, y muchos otros similares, han motivado atribuir al ALC un efecto antiaterogénico, a través de su acción hipocolesterolémica e hipotrigliceridémica. Sin embargo, el mecanismo de este efecto es aún desconocido, como lo es también la real proyección nutricional que tienen estos resultados experimentales. Efectos en el sistema inmune Los efectos del ALC sobre el sistema inmune constituyen conocimientos mas recientes y se refieren, principalmente en el estímulo que ejerce en la síntesis de IgA, IgG, IgM y a la disminución significativa de los niveles de IgE, por lo cual se presume que el ácido graso podría tener efectos favorables en la prevención y/o tratamiento de ciertas alergias alimentarias (29). Estudios similares han demostrado, en una relación dosis dependiente, que el ALC aumenta el nivel de linfocitos en el bazo de ratones y la secreción de IgG e IgM por parte de estas células (30). El ALC disminuye, la producción de interleukina 6 inducida por polisacáridos en macrófagos peritoneales, la producción del factor de necrosis tumoral, y la producción de prostaglandina E en el hígado de la rata (31). Una dieta que contiene un 1% de ALC produce un efecto protector de la acción mitogénica de las fitohemoaglutininas y de la concanavalina A en las ratas, respuesta que es más efectiva cuando se trata de animales jóvenes (30). Una observación interesante es la demostración del efecto protector del ALC en la anorexia inducida por endotoxinas en las ratas, acción que se refleja en la prevención de la detención del crecimiento de los animales por efecto de las toxinas (32). Las acciones sobre el sistema inmune atribuidas al ALC guardan estrecha relación con su efecto en la prevención del desarrollo de ciertos cánceres. Efectos anticarcinogénicos Los efectos anticarcinogénicos del ALC son quizás los mejor documentados y que a diferencia de los anteriores, están respaldados por estudios realizados en humanos. Dentro de los diferentes tipos de cáncer en los que se ha estudiado el efecto de ALC, su
acción sobre el cáncer mamario parece ser la más significativa. El ALC es más eficiente en su efecto de prevención de este tipo de cáncer que el ácido oleico, linoleico y que los ácidos grasos omega-3 eicosapentaenoico y docosahexaenoico (33). Estudios realizados en finlandesas post-menopausicas han demostrado una correlación negativa entre el consumo de ALC, proveniente de la leche y el queso de consumo habitual en esta población, y el desarrollo de cáncer mamario (34). El efecto preventivo parece ser dosis dependiente, la que se ha estudiado en rangos de aporte de ALC desde un 0,05% hasta un 2%. Experimentalmente se ha demostrado en ratones inmunodeficientes con trasplante de tumores mamarios una disminución de hasta un 73% del crecimiento tumoral si se le aporta a los animales, antes de la inoculación del tumor, una dieta que contiene un 1% de ALC (35). Se ha demostrado que el ALC ejerce efectos citotóxicos en cultivos de células de melanoma colo-rectal y de cáncer mamario (36), así como también un efecto de detención del ciclo celular en Go/G1 en cultivo de células del tipo MCF-7 (37). El ALC muestra, además, efectos antimutagénicos, ya que inhibe la inducción de cáncer de piel de ratas producida por 7,12 trimetilbencil antraceno, un poderoso agente carcinogénico (38). El mecanismo de los efectos inhibitorios que ejerce el ALC sobre la diferenciación celular anormal, que finalmente conduce al desarrollo de un cáncer, no es conocido en la actualidad, y la investigación apunta a caracterizar su ación a nivel de la expresión de ciertos tipos de mRNA que codifican para receptores de membrana involucrados en la transducción de señales, o en la traducción de receptores activados por proliferadores peroxisomales (PPARs) (17). Sin lugar a dudas es un campo muy fértil de investigación que requiere de muchos más antecedentes experimentales. Efectos antioxidantes La información sobre el posible efecto antioxidante atribuido al ALC es menos clara y más controversial que las acciones biológicas ya descritas. Dependiendo del modelo de estudio, es el efecto observado. En modelos in vivo el ALC produce una disminución significativa de los niveles de peróxidos y de sustancias reactivas al ácido tiobarbitúrico, dos procedimientos analíticos utilizados para evaluar efectos de antioxidantes o de inhibidores del estrés oxidativo (39). Estudios realizados in vitro, han demostrado que el ALC posee una efectiva capacidad atrapadora de radicales libres prooxidantes (40), lo cual es atribuible a una actividad antioxidante (41). El ALC ha sido considerado como un efectivo inhibidor del estrés oxidativo cuando se le compara con los tocoferoles y con antioxidantes sintéticos como el butilhidroxitolueno (BHT) (42), y en numerosas revisiones se menciona su actividad antioxidante como comparable a la de los antioxidantes sintéticos convencionales (43, 44, 45). Sin embargo, aunque existe evidencia sobre los efectos antioxidantes del ALC la controversia deriva del hecho que el ácido graso in vitro oxida con mayor velocidad aún que ácidos grasos de mayor poliinsaturación como es el caso de los ácidos eicosapentaenoico (20:5) y docosahexaenoico (22:6) (46), por lo cual podría hasta atribuírsele al ALC un efecto pro-oxidante. La inducción de la oxidación por efecto de la temperatura en aceites vegetales, es más rápida si el aceite se adiciona de ALC, lo cual demostraría su posible efecto prooxidante (47). Como se puede observar, esta es otra área de investigación sobre el ALC que requiere de mucho mas información y exactitud en el desarrollo de los modelos de estudio y en la interpretación de los resultados. Efectos sobre el peso corporal Este es quizás el efecto del ALC que despierta más curiosidad y que tendría también mas impacto nutricional. La acción reductora del peso corporal atribuída al ALC, ha derivado en una creciente explotación comercial del ácido graso sin tener, por el momento, un sustento científico sólido. La administración de una dieta que contiene 5% de aceite de maíz suplementada con un 0,5 % de ALC a ratas desde las seis semanas de
edad, produce a las cuatro semanas de administración de la dieta, una reducción del 60% del contenido de grasa del tejido adiposo (48). Ratones de la cepa AKR/J que recibieron dietas donde el 15% o el 45% de la energía fue aportado por las grasas y que fueron suplementadas con 1% o 2% de ALC respectivamente, presentaron al cabo de seis semanas una disminución de la ingestión de energía, y del depósito de grasas en el tejido adiposo, y un aumento de la velocidad metabólica y del cuociente respiratorio, efectos que resultan en una disminución significativa del peso de los animales (49). En estudios similares, no se ha observado una disminución de la ingestión de alimento, pero sí una reducción de la grasa y del peso corporal (50). Estudios realizados con personas que presentan sobrepeso, o que son obesas, han demostrado que la ingestión diaria de 3,4 g de ALC produce una disminución de la masa grasa total sin afectar otros parámetros metabólicos, como el recuento eritrocitario y la cantidad de masa magra (51). La información obtenida respecto al efecto del ALC en la reducción del peso corporal sugiere que el ácido graso afectaría la interconversión metabólica de los ácidos grasos y produciría una activación de la lipolisis, probablemente por una activación de la beta oxidación mitocondrial (52). Produciría, además, una disminución de los niveles de leptina (48), y una estimulación de la actividad de la enzima carnitina palmitoiltransferasa (48). La inhibición de la actividad de la enzima lipoproteína lipasa dependiente de heparina, también podría estar involucrada en el efecto modulador del peso corporal que produce el ALC, ya que disminuiría la biodisponibilidad de los ácidos grasos hacia lo tejidos extra hepáticos (53). Este es otro aspecto interesante del ALC que requiere aún de mucha información científica. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS DEL ALC El estado actual sobre la investigación de los efectos nutricionales del ALC, no permite obtener conclusiones inequívocas, sino más bien conjeturas con mayor o menor apoyo experimental. El ácido graso puede ser consumido como tal o en la forma de glicéridos (mono, di o triglicéridos) ya que cuenta con la categoría GRAS por parte del FDA (USA). Esta categorización ha despertado el entusiasmo por incrementar el aporte de ALC de algunos alimentos. Mediante un manejo nutricional adecuado de los animales, se puede incrementar hasta en un 100% el aporte de ALC a través de la carne de bovinos o de otros rumiantes, de la leche y de los productos derivados de esta (54, 55). También se han desarrollado alimentos suplementados con diferentes cantidades de ALC, todo dentro del concepto de los llamados "alimentos funcionales". Sin embargo, es preciso ser muy cuidadosos en la interpretación de los efectos del ALC y de sus reales resultados nutricionales. Un producto que consumido en forma habitual permita bajar de peso, o prevenir ciertos tipos de cáncer, además de constituirse en un poderoso aliado de las campañas de salud pública sobre el sobrepeso o la obesidad, puede también convertirse en un fenómeno comercial sin precedentes si no se ejerce el debido control. Para que esto pueda realmente ocurrir, es preciso contar con mayor investigación sobre la bioquímica básica y nutricional del ALC, tener mayor información sobre sus efectos en modelos animales y humanos, con estudios clínicos y epidemiológicos de largo plazo y en diferentes poblaciones y grupos etarios, que aseguren así la real efectividad de este ácido graso con isomería trans de características tan particulares. RESUMEN El ácido linoleico conjugado (ALC) es un ácido graso que presenta un tipo de isomeria trans, y que tiene variados efectos beneficiosos para la salud. La estructura de ALC más común que existe en la naturaleza, corresponde a la configuración del isómero 9c (cis), 11t (trans). El ALC se encuentra normalmente en tejidos y/o secreciones (leche) de rumiantes y es formado por la isomerización del ácido linoleico, por acción de la bacteria del rúmen llamada Butyrivibrio fibrisolvens. ALC puede ser sintetizado, tanto
en rumiantes como en no rumiantes, por la desaturación del ácido vaccenico (18:1, 11t) en el tracto intestinal y/o en el hígado de estos animales. La ingestión diaria de ALC es muy variable (0,5 g/día-1,5g/día), ya que depende por una parte de los hábitos nutricionales ya sea individuales o regionales, y por otra, del consumo de carne, leche o derivados de la leche. Se han descritos diversas propiedades nutricionales y biológicas para los diversos isómeros de ALC, entre las más relevantes se destacan: su efecto hipocolesterolémico y antiaterogénico, su acción inmuno-estimulante, la protección que ofrece contra cierto tipo de cánceres, su función antioxidante y la participación en la reduccción de peso corporal. Sin embargo, la confirmación definitiva de todos estos efectos beneficiosos para la salud, requiere de un mayor cuerpo de evidencias clínicas y experimentales que avalen sin lugar a dudas estas acciones de ALC. En la actualidad, diversos productos que contienen ALC se ofrecen en los mercados para la venta, los de mayor éxito, son aquellos productos que muestran que los isómeros de ALC que contienen, permiten reducir peso. BIBLIOGRAFIA 1.- Simopoulos A, Leaf A, Salem N. Essentiality of and recomended dietary intakes for omega-6 and omega-3 fatty acids. Ann Nutr Metab 1999;43: 127-130. 2.- Valenzuela A, Sanhueza J, Nieto S. Acidos grasos omega-3 de cadena larga en la nutrición humana y animal. Rev Chil Nutr 2000; 27: 351-354. 3- Valenzuela A, Morgado N. Trans fatty acid isomers in human health and in the food industry. Biol Res 1999; 32: 273-287. [ Medline ] [ Lilacs ] [ SciELO ] 4.- Beare-Rogers J.L. Trans and positional isomers of common fatty acid. Adv Nutr Res 1988; 5: 171-200. 5.- Bouziane M, Prost J y Belleville J. Changes in fatty acid composition of total serum and lipoprotein particles, in growing rats given protein-deficients diet with either hydrogenated coconut or salmon oils as fat sources . Brit J Nutr 1994; 71: 375-387. 6.- Morgado N, Galleguillos A, Sanhueza J, Garrido A, Nieto S, and Valenzuela, A. Effect of the degree of hydrogenation of dietary fish oil on the trans acid content and enzimatic activity of rat hepatic microsomes. Lipids 1998; 33: 669-673. [ Medline ] 7.- Mann G. Metabolic consequences of dietary trans fatty acids. Lancet. 1994; 343: 1268-1271. 8.- Mensink RP, Katan M.B, and Hornstra G. Efefects of dietary cis and trans fatty acids on serum lipoprotein (a) levels in humans. J Lipids Res 1992; 33:1493-1501. 9.- Willians W, Dosson CG, and Gunstone, F. Isomers in commercial samples of conjugated linoleic acid. J Am Oil Chem Soc 1997; 74 :1231-1233. 10.- Fritsche J, and Steinhart H. Analysis, occurrence and physiological properties of trans fatty acids (TFA) with particular emphasis on conjugated linoleic acid isomers (CLA)- a review. Fett. / Lipid 1998; 100: 190-210. 11- Chin SF Storkson JM, Karan WL, Albright J, and Pariza MW. Conjugated linoleic acid ( 9-11 and 10,12-octadecadienoic acid) is produced in conventional but not germ free rats fed linoleic acid. J Nutr 1994; 124: 694-710. [ Medline ] 12.- Kim YJ, Liu RH, Bond DR and Russell, J.B. Effect of linoleic acid concentration on conjugated linoleic acid production by Butyrivibrio fibrisolvens A38. Appl Envirom Microbiol 2000; 12: 5226.5230. 13.- Kramer JK, Parodi PW, Jensen RG, Mossoba MM, Yurawecz MP and Adlof R.O. Rumenic acid: A proposed common name for the major conjugated linoleic acid isomer found in natural products. Lipids 1998; 33: 835-840. [ Medline ] 14.- Mahfouz MM, Valicenti A.J and Holman RT. Desaturation of isomeric trans-octadecenoic acid by rat liver microsomes. Biochim. Biophys. Acta 1980; 618: 1-12. 15.- Yurawecz, M.P., . Roach, J.A., Sehat, N., Mossoba, M.M., Kramer, J.K., Fristsche, J., Steinhart, H., and ku, K. A new conjugated linoleic acid isomers, 7 trans, 9 cis-octadecadienoic acid, in cow milk, cheesse, beef and human milk and adipose tissue. Lipids 1998; 33: 803-809. 16.- Ackman, R.G., Eaton, c.A., Sipos, J.C., and Crewe, N.F. Origin of cis-9, trans-11 and trans-9, trans 11-octadecadienoic acid in the depot fat of primates fed a diet rich in lard and corn oil and implications for the human diet. Can Inst Food Sci Technol J 1981; 14: 103-107.
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