AGUA Y PODER: ARQUEOLOGIA SOCIAL DEL AGUA EN LA CEUTA MEDIEVAL

AGUA Y PODER: ARQUEOLOGIA SOCIAL DEL AGUA EN LA CEUTA MEDIEVAL Carlos Gozalbes Cravioto El estudio de la estructura de las ciudades medievales hispan

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AGUA Y PODER: ARQUEOLOGIA SOCIAL DEL AGUA EN LA CEUTA MEDIEVAL Carlos Gozalbes Cravioto

El estudio de la estructura de las ciudades medievales hispano-musulmanas se va desarrollando en la última década de una forma lenta, pero progresiva. A los iniciales estudios -aún no totalmente superados- de Torres Balbás, se ha unido una muy numerosa bibliografía basada sobre todo en las excavaciones realizadas dentro de los perímetros urbanos. En el caso de Ceuta, la ciudad medieval, se encuentra bajo la actual a pesar de lo cual, gracias a las descripciones de las fuentes medievales (sobre todo la de Al Ansari) a los hallazgos y a las prospecciones arqueológicas, nos ha sido posible analizar la estructura general de la ciudad (1), aunque sin demasiadas precisiones de eV91ución cronológica. Pero una vez determinado y estudiado el hecho arqueológico, el positivismo material que nos aporta puede abrirnos el camino al estudio de las repercusiones mutuas entre la arqueología urbana ceutí y la historia social.

1.- Véanse nuestros trabajos: GOZALBES CRAVIOTO, CARLOS. "La medina o núcleo urbano central en la Ceuta hispano-musulmana. 1. El palacio de los gobernadores y las mezquitas". Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta (C.A.M.C.). nº 3. Ceuta 1988, pp. 19-71; "La estructura urbana de la Ceuta medieval". Actas del I Gongreso Internacional del Estrecho de Gibraltar (l. GIEG). Madrid- Ceuta 1988. T. 11, pp. 315-350; "Las fortificaciones medievales del Frente de Tierra de Ceuta". Actas del l. C.IEG., op. eil, pp. 401-409. "La Medina o núcleo urbano central en la Ceuta hsipano-musulmana.11. Los baños y las calles". G.A.M.C., op. cit., nº 4. Ceuta 1989, pp. 37-48. "La topografía urbana de Ceuta en la Chronica da tomada de Cepta de Gomes Eanes de Zurara". Libro colectivo: Geuta hispano-portuguesa. Ceuta 1993, pp. 187-206: "La demografía de la Ceuta medieval". Actas del 1/. C.I.E. G., (en prensa) y El urbanismo religioso y cultural de Ceuta en la Edad

Media. Ceuta '\995. C. A. M. C. V 19 (1996) 163-169

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En este estudio debemos ser cautos, pues la ausencia de datos cronológicos concretos, nos puede hacer crear la ausencia de una evolución, o bien a hacer una generalización diacrónica inexistente. Tenemos que partir del hecho de que las estructuras que hemos podido analizar forman un conjunto más o menos homogéneo, lo cual no es cierto. En el caso ceutí, quien nos aporta mayores datos es una sola fuente, Al Ansari, con lo que este inconveniente se minimiza bastante. A pesar de los errores en que se pueda incurrir, pensamos que es positivo el abrir camino, a la espera de que mayores datos nos puedan otorgar más precisiones cronológicas. En este contexto, creemos conveniente realizar unas reflexiones en las que hemos intentados aplicar el hecho arqueológico a la sociedad que lo creó y utilizó. A través de nuestros ya numerosos trabajos sobre el agua en la Ceuta medieval, en los que se ha investigado el aspecto arqueológico y el funcional del abastecimiento urbano (2), hemos podido apreciar la complejidad del estudio del abastecimiento urbano de agua. En la ciudad, una diversificación de los tipos de agua llevaba consigo una especialización también en su uso, para lograr de esta manera un mayor aprovechamiento. Los sistemas de obtención, eran básicamente los escasos veneros aportados por las fuentes naturales, el agua de lluvia y la traída desde el arroyo de las Bombas a través del acueducto llamado de Arcos Quebrados. El almacenamiento se hacía en grandes aljibes colectivos y en otros pequeños particulares. También existían grandes balsas en las faldas del Hacho. Sólo en momentos muy determinados de gran sequía, era necesaria la traída de agua en barcos desde Beliunes. Tras conocer los sistemas de obtención, almacenamiento, distribución y las funciones del agua en la Ceuta medieval, resultaría necesario analizar (dentro de lo posible) la distribución social del agua, tanto en la producción del sistema, como en los posibles criterios de distribución. En otras ciudades medievales -por ejemplo en Granada-, los principales recursos hidrológicos (fuentes, aljibes), pertenecían a los bienes habices. Junto a cada aljibe (de los que todavía existen en gran número en el barrio del

2.- Véanse nuestros trabajos: GOZALBES CRAVIOTO, CARLOS. "El abastecimiento de agua en la Ceuta medieval". Boletín de la Asociación Española de Orientalistas. nO. XVII. Madrid 1981, pp. 229-238: "El agua en la Ceuta medieval: obtención, almacenamiento y distribución". I Coloquio de Historia y Medio Fisico. El Agua en las Zonas Aridas: Arqueología e Historia. Almería 1989. T.I, pp. 777-796: "El agua en la Ceuta medieval". Transfretana. nº 5. Ceuta 1993, pp. 61-76.

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Albaicín), existía una pequeña mezquita u oratorio (3). Desconocemos si el poder religioso tenía algún tipo de imposición sobre el uso de ese agua, o bien simplemente manifestaba su poder y autoridad con el control y privilegio de su distribución. En Ceuta, una pregunta que cabe hacerse al respecto es si las estructuras hidráulicas surgieron como resultado de una "acción popular organizada" , o bien fueron impuestas por el "poder" o la "autoridad". Esta pregunta, genera no una sino varias respuestas. En primer lugar, la intervención directa del poder está documentada en las fuentes medievales, al menos en tres casos:

Las Balsas. (Arch. J. L. Gómez Barceló)

3.-

ORIHUELA UZAL, ANTONIO; VILCHEZ VILCHEZ, CARLOS. Aljibes públicos en la

Granada Islámica, Granada 1SS1, G. A. M. C. V19 (1996) 163-169

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A) En el inacabado canal o acueducto, que según Al Omari, comenzó en el 1184 el emir Abu Yaqub y no llegó a terminarse abandonándose su construcción en e11.191 (4). Estaba destinado a traer agua desde Beliunes. Este acueducto, lógicamente, no podía ser utilizado cuando la ciudad fuera atacada desde tierra adentro, por lo que pensamos que su construcción se hizo bajo el dominio de las dinastías africanas (almohades o almorávides) y seguramente, según parecen insinuar las fuentes medievales, nunca llegó a funcionar. B) En las balsas-aljibes de la Almina construidos por al Azafi, entre el 1250 y 1279 según la cita de Al Ansari (5). C) En los baños "Del Qaid" construidos por el sultán Al Nasih, citados tanto por Al Ansari como por Al Badisi (Gl. Un hecho histórico que nos habla de grandes aljibes subterráneos ceutíes, es el relato de la prisión del almocaden Domingo Bono y sus compañeros que, por la noche, eran encerrados durante varios años en uno de esos aljibes. Creemos que esto nos puede llevar a formular algunas hipótesis. En primer lugar, la intervención de una autoridad (al menos local) para construir unos grandes aljibes. En segundo lugar, la inutilidad de los aljibes para el fin propuesto en un principio. Evidentemente, estos aljibes no eran de agua de lluvia, pues en ese caso hubiera sido imposible encerrar allí a unos prisioneros durante varios años. Por tanto, estaban destinados al almacenaje del agua traída desde otro lugar, quizás los famosos barcos cisterna que traían agua desde Beliunes, o el agua que traería el acueducto de "Arcos Quebrados" y cuyo punto final serían los grandes aljibes que se debieron situar bajo la actual Plaza de Africa y la fuente que estaba junto a la puerta de la Mezquita Mayor. La extraordinaria abundancia de pequeños aljibes de agua de lluvia, que se encuentran hoy día por todo el perímetro de la ciudad medieval, quizás nos muestre la solución popular a un posible intento de la autoridad para realizar una explotación de tipo impositivo respecto al agua, o bien el fracaso de los métodos institucionales y colectivos en el proceso de obtención de agua. Ello implicaría, al menos, una duplicación en el sistema productivo. Por un lado, el poder y por otro, la base social. Una distribución social injusta o quizás un sistema impositivo desconocido sobre el agua, motivó la búsqueda

4.- AL WMARI. Masalik el amsar ti mamalik el aksar. l. L' Atrique moins l' Egipte. Trad. GAUDEFROY DEMOMBYNES. París 1927, p. 195. 5.- AL ANSARI. Trad. VALVE BERMEJO, J. "Una descripción de Ceuta musulmana en el siglo XV". Al Andalus. XXVI. Madrid-Granada 1962. 6.- AL BADISI. "El Maqsad. Vie des saits du Ril". Trad. Colin. Archives Marocaines. XXVI. París 1926. pág. 98.

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de soluciones individuales que fueron aceptadas por el poder, por el reconocimiento de la "carestía" del líquido fluido en sus soluciones y por que se liberaba de una carga bastante incómoda e intermitentemente muy difícil de soportar. La "autoridad" siguió obteniendo caudales de agua, pero en este caso, de fácil obtención, dirigiéndola hacia las utilizaciones estrictamente colectivas y especializadas. Es el caso de los aljibes de la Almina, dedicados a dar de beber al ganado o al agua extraída del mar por "ruedas hidráulicas" (norias), que servía para los baños, salas de abluciones y determinadas industrias. El resultado final, fue el triunfo de las soluciones que podríamos llamar "populares", en el sentido más amplio de la palabra y ello hizo que algunas de las soluciones productivas del poder, resultaran obsoletas y tuvieran que ser destinadas a otros fines.

Hacigndo aguada en la Fuente de la Mina. (Areh. J. L. Gómez Baree/á) C. A. M. C. V 19 (1996) 163-169

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Es decir, el cada vez mayor grado de autosuficiencia de la población respecto al agua, con la construcción de pequeños aljibes de agua de lluvia, dejaba poco a poco sin utilización las grandes obras colectivas. Con la autosuficiencia, se produce por tanto, lo que podríamos llamar como una "descapitalización" del agua. Apenas si son necesarias las acumulaciones de excedentes. Por ello, cuando las familias ceutíes de poder económico querían construirse una finca de campo, no lo hacían en las afueras de la ciudad puesto que el agua se dedicaba a otros fines distintos del riego. Las grandes casas de recreo con amplios jardines, se construían en Beliunes, donde el agua era muy abundante.

Fuente en el interior del Convento de PP. Trinitarios.

(Arch. J. L. Gámez BarCe/á)

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No quiere decir esto que faltara el agua en la Ceuta medieval, sino que no sobraba. Con una infraestructura particular a base de pozos y con otra "oficial", hacía que se sobrepasasen las necesidades y que parte de la infraestructura oficial fuera quedando en desuso, al ser innecesaria y cara en su mantenimiento. Sólo en determinados momentos de sequía, era necesaria la traída de agua en barcos puesto que no se hacía la suficiente acumulación de excedentes y la producción era escasa. Por ello, la arqueología nos muestra que las casas de la Ceuta musulmana eran iguales a las de otros lugares de Al Andalus, en donde el agua era un elemento integrado en su arquitectura. Casas con patios con estanques y canalillos dgsdg las habitaciongs; brocalgs dg pozos-aljibgs bgllamgntg dgcoradas y situados en patios, fragmentos de cangilones de noria, aljibes pequeños y grandes, son todos ellos hallazgos frecuentes en el subsuelo ceutí. Una inteligente política de diversificación y especialización de los usos del agua (del mar para baños y balsas de lluvia para el ganado y las industrias) y una tendencia a la autosuficiencia, facilitó que el poder se inhibiera parcialmente del problema. La infraestructura "autosuficiente" medieval, hizo que los portugueses no tuvieran ningún problema respecto al agua y ello se refleja en su ausencia en la documentación. Esta nos habla continuamente de las dificultades de abastecerse de alimentos e incluso de leña -durante los asedios-, pero nunca hace mención a la falta de agua, puesto que la existencia de los numerosos aljibes era suficiente para la pequeña guarnición portuguesa. El progresivo aumento de población y el acelerado abandono y deterioro de los pequeños y grandes aljibes confluyeron a finales del siglo XVII. Hasta esas fechas, Ceuta no fue deficitaria de agua. Hoy ya sabemos que la historia es muy diferente.

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