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Ámbito: de la imprenta a internet Autor: Luis Felipe Maldonado Llaudy
Los suplementos culturales fueron, en su momento, un fenómeno, como lo son hoy los blogs periodísticos y las redes sociales en la Web. Muchos periodistas e investigadores le llamaron separatas de los diarios y otros se centraron en afirmar que estos originaron una mayor especialización en los reporteros que conformaban los equipos de prensa y, además, obligaron a sub‐especializarse a los redactores, que además de tener conocimientos generales sobre cultura, debían dedicarse al estudio y la especialización en una temática específica (literatura, cine, televisión, plástica, etc.) Ámbito surgió el 19 de mayo de 1987, a la luz de los acuerdos del III Congreso del Partido, y declaraba en su primer editorial su objetivo de divulgar la obra de los creadores holguineros, en las distintas manifestaciones. Condicionaba también la aparición de este suplemento, la reciente constitución del Comité gestor de la filial de la Unión de Escritores y Artistas y el sólido movimiento literario y artístico existente en el territorio. Se trataba de un panorama en el que resaltaba acertadamente la Cultura como una necesidad profunda e insoslayable, y Holguín mostraba un quehacer cultural coherente y abierto a los caminos de la creación, con aportes a la nación entroncados a lo universal, y al trabajo de creadores, colectivos e instituciones, en busca de de perfeccionamiento y multiplicación. Para que Ámbito llegara al Ciberespacio hubo que esperar 14 largos años, después de su primera tirada, de las carencias materiales, del período especial… A lo largo de estos años, el suplemento ha sido vivo reflejo del acontecer cultural de la provincia y ha abarcado un espectro amplio de temáticas, manifestaciones artísticas, géneros literarios y periodísticos. Esto se reconoce en el Editorial por el primer lustro de la publicación donde se publicaba: “Con aquellas páginas también vino una manera de trabajo que aunó voluntades y criterios en un diálogo siempre diverso y enriquecedor, abierto a la contemporaneidad”. Independientemente de los cambios en el formato, tirada y frecuencia, Ámbito ha recogido en sus páginas, informaciones, entrevistas o artículos contentivos de buena parte de lo sucedido en el territorio durante más de cuatro lustros de salida ininterrumpida. Ni en los años más difíciles para la Poligrafía cubana, dejó de informar, ilustrar, educar o entretener al público holguinero y de más allá. Muchas publicaciones desaparecieron con el Período Especial, los suplementos culturales de provincia no pudieron continuar con su labor de promover el talento de sus respectivas zonas. Sin embargo, en Holguín se buscaron fórmulas inteligentes para seguir realizando tan noble y necesaria tarea. Relaciones de canje internacional, impulsadas por el Centro de Información Científico‐Técnica del periódico ¡Ahora! y la biblioteca provincial Álex Urquiola, de Holguín, hicieron posible que el suplemento estuviera presente en instituciones de Argentina, España, Estados Unidos, México, Uruguay, Brasil, Colombia, Francia, Nicaragua, Puerto Rico, Chile, Ecuador, Bélgica, Canadá, Corea Democrática, Costa Rica, Inglaterra, Italia, Portugal, República Dominicana y Venezuela; entre bibliotecas, centros de documentación, instituciones culturales, grupos de solidaridad con Cuba y centros de Educación, con su valiosa carga de información sobre la realidad cubana. Y por la misma vía se han enriquecidos también los fondos bibliográficos del Centro de Información y Documentación del periódico. A pesar de su objetivo expreso desde la propia fundación, el equipo editorial ha rechazado de plano el provincianismo, se ha preocupado de que junto a las “noticias holguineras” hayan aparecido materiales de gran actualidad, referidos a la cultura cubana y universal. Siempre buscando el balance necesario entre lo propiamente local y lo que trasciende nuestras
fronteras. Un análisis a simple vista de lo que ha sido y significado Ámbito demuestra que nuestro suplemento podía y tenía mucho que decir en la Web, pero aun ese desarrollo no había llegado a Cuba… Los mejores creadores de esta parte de la isla, así como los más jóvenes escritores de nuestro prolífico ámbito cultural han aparecido en las páginas de esta revista, que en muchos casos ha ayudado a descubrir nuevos valores con la difusión de una obra que hasta entonces no había visto la luz de imprescindible letra impresa. Hasta 1991, Ámbito mantuvo el formato tipo tabloide y fue heredero de la publicística literaria local, sintetizador de la mejor experiencia de Norte (periódico holguinero de los años 50 del siglo XX) a Diéresis (Revista Literaria local). Se dividía en espacios fijos sin localización determinada, que respondían a nombres genéricos identificativos de la diversidad temática: Poesía, Historia, Ensayo, Música, etc, estilo que mantiene aún. Tenía gran despliegue gráfico entre fotografías, viñetas e ilustraciones a tono con las tendencias internacionales para el formato tipo tabloide. En resumen, en su diseño era abigarrado, o tal vez, en códigos a la moda post‐modernista e intertextualizado en su expresión visual, en ese eclecticismo de imágenes estaba su personalidad y atractivo. A partir del segundo año, se impuso la impresión en blanco y negro, a fin de abaratar el costo. Sin que esto significara pérdida de su imagen y calidad intrínseca, más bien le aportó nuevos atractivos. Integraron el equipo editorial de la revista, la dirección del periódico y destacados artistas, historiadores e intelectuales del territorio. De este modo, Ámbito se convirtió en reflejo de la voz cultural múltiple del territorio, arrancada en 1959, y ya en su primer año de vida obtuvo la Distición Juan Francisco Sariol y participó en el Encuentro Continental de Revistas y Suplementos Culturales, auspiciado por Casa de las Américas. Entre 1987 y 1991, las reservas de papel permitieron la salida regular de Ámbito. Sin embargo, en 1991, los reajustes que convirtieron a todos los diarios provinciales en semanarios paulatinamente, se hicieron sentir y pusieron en peligro la supervivencia de nuestro suplemento. Contrario a lo sucedido en las restantes provincias del país, se logró que no desapareciera. Se juntaron la voluntad de la dirección del periódico, la colaboración de los trabajadores y la dirección del Combinado de Periódicos José Miró Argenter. La solución fue práctica y económica: en la tirada de la prensa, siempre queda una parte de las bobinas de papel que no se puede utilizar por razones técnicas, y es excedente del proceso productivo. Precisamente fueron esos “picos de bobina” los que se emplearon para conformar el Ámbito en un nuevo formato. Pasó de suplemento cultural a revista de artes y letras, como cuadernillo o plaquette a dos colores. El primer número apareció en abril de 1991, para terminar en cuarto año de vida de la publicación. A pesar de las limitaciones en cuanto a formato, se buscaron soluciones que mantuvieron la parte gráfica como elemento vital, con especial destaque en la cubierta que era la carta de presentación y conservó el atractivo del antiguo suplemento, ahora enriquecido por las posibilidades de la impresión en colores. No hubo cambios en cuanto al perfil editorial, aunque se amplió el espectro de colaboradores, con la incorporación de nuevas firmas, sobre todo de jóvenes escritores del territorio. Se
mantuvieron las populares presentaciones, extendidas a centros educacionales, de trabajo y municipios del territorio, que proporcionaron la necesaria retroalimentación. Así, anduvo un camino en el que no faltó la mano amiga, el colaborador ferviente y desinteresado, así como la obstinación de editores y gráficos por mantener a toda costa este vehículo de comunicación y entendimiento que recoge una muestra significativa de la creación artística del ámbito local, nacional y extranjero. Luego de una primera etapa de iniciación, búsqueda y replanteo, la segunda, de auge; y la tercera, marcada por las carencias materiales, Ámbito llegó en 1996, con cierta recuperación de la industria poligráfica a su formato actual. En mayo de 1996 salió a la calle como revista trimestral, con tirada entre mil y mil 500 ejemplares. La gráfica pudo permitirse otra vez despliegues mayores, y se comenzó a utilizar un color en portada. Así, surgieron las secciones Galería (páginas centrales) dedicada a una figura prominente de las Artes Plásticas en el territorio, Miradas (consagrada a la fotografía) y Catálogo (donde aparece desde entonces una personalidad importante de la Cultura holguinera). Ocasionalmente, se ha publicado la sección Dossier, con pequeñas monografías y entre los números 105 y 112 apareció Gacetilla, con notas informativas breves sobre el acontecer cultural local. Desde el número 117 se dedica un espacio a breves reseñas de los libros de Ediciones Holguín, la editorial del Centro Provincial del Libro, e irregularmente se publica la sección Ambitofilia, para canje y correspondencia. A partir del número 115 y otra vez por imperativos económicos, se renunció al color exterior, aunque el aprovechamiento de las posibilidades estéticas del blanco y negro, tuvo gran aceptación. El fin de esta etapa en el siglo XX está marcado por el otorgamiento de la Orden por la Cultura Nacional en 1997, por los valores y la defensa de nuestras raíces e identidad. Por suerte arribó el año 2000 y con el, los cambios repentinos en la prensa cubana, la tecnología para la publicación periodística cambiaba y el acceso a Internet se convertía en realidad. Ese mismo año la idea de que Ámbito llegara a todos los confines del mundo, a través del Ciberespacio, fue más que un proyecto, en poco tiempo los holguineros, cubanos y extranjeros pudieron acceder a la versión digital de este suplemento, devenido desde su fundación, como la Revista Cultural insigne de la ciudad de Holguín, que no solo habla de “la aldea” sino de Cuba y del mundo. Hospedado en el portal del periódico ¡ahora! y en la dirección electrónica www.ahora.cu/ambito, Ámbito recibe cada año más de 500 mil visitas, de estudiantes, escritores, intelectuales, e interesados en general, lo cual, ha convocado a su Comité Gestor para lanzar en 2012 un nuevo portal que convoque al intercambio en línea, al debate ciber‐ periodístico, a la utilización de la Internet para realizar entrevistas online, y entre otras, utilizar al máximo las potencialidades de este canal de la comunicación en beneficio de la cultura y de sus seguidores. PROYECCIONES DE ÁMBITO DIGITAL: Cómo mismo sufre transformaciones la versión impresa, también, cambia la digital. Entre las nuevas estrategias trazadas para la próxima versión online de Ámbito se encuentra la creación de una carta de estilo personalizada que no solo roce a lo digital sino que se identifique plenamente con las nuevas tecnologías y las utilice eficazmente, en la promoción del universo cultural cubano. Otro aspecto de interés es que cada uno de los escritores, pintores, periodistas e intelectuales que publiquen en el portal, vinculen sus Blogs y cuentas en las Redes Sociales para que permitan el libre intercambio con sus lectores. Además, desde hace unos años se trabaja en conjunto con la carrera de Periodismo de la
Universidad de Holguín con el objetivo de digitalizar todas las ediciones de Ámbito desde su primera edición hasta el año 2000, donde comenzó a diseñarse en formato digital, para que las puedan obtener todos los lectores que lo soliciten a través del portal, contribuyendo así a la preservación del patrimonio cultural holguinero recogido en sus líneas. Se trabaja también, en la solicitud de una dirección independiente (www.ambito.cu) que la convertiría en una revista, que a pesar de subordinarse al periódico ¡ahora!, tendría su portal digital. Contará además con el servicio de alerta de nuevas entradas y con un boletín digital que se podrá recibir una vez por semana a través de E‐mail. Desde hace veinticuatro años, Ámbito llega a lectores de aquí y de allá con carencias o sin ellas. Los hacedores de este Suplemento luchan por mantener vivo el sueño de reflejar la cultura local, cubana y universal desde una perspectiva crítica, depurada y abierta a la diversidad de opiniones. Hoy, cuando en el mundo, las publicaciones digitales reemplazan a las impresas y la informática avanza cada segundo, Ámbito y su gente lucha por su supervivencia tomando lo mejor de su historia y pensando en un futuro más desarrollado, que lo pone a disposición del mundo y cambia sus rutinas productivas, de la imprenta a Internet.