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ANTICONCEPCIÓN INTRAUTERINA Martínez F Granada, diciembre 1997; IV Congreso de la SEC. Mesa 4: La Contracepción de fin de siglo. IV Congreso de la Sociedad Española de Contracepción. Granada, 3-‐5 diciembre, 1997. RESUMEN: El final del siglo XX se presenta francamente atractivo en cuanto a novedades: nuevos sistemas de liberación de hormonas para hombres y mujeres, métodos más sofisticados y precisos para determinar los días fértiles, y en especial, novedades en anticoncepción intrauterina. La nueva Generación de Dispositivos Intrauterinos en nuestro medio se halla representada por los DIUs de alta carga de Cobre. Todos ellos proporcionan una alta eficacia contraceptiva. Sin embargo, las tasas de continuidad de este excelente método contraceptivo pueden verse afectadas de manera adversa si presentan efectos secundarios como sangrado y/o dolor que motiven la extracción, o la expulsión del DIU, que coloque a la mujer en una situación de desprotección frente al riesgo de embarazo. El GyneFix es un nuevo sistema de anticoncepción intrauterina de Cobre de alta carga, que por las características especiales de su diseño, carente de una estructura rígida, puede contribuir a mejroar la aceptación del método al disminuir los efectos secundarios. Consiste en un hilo de sutura no reabsorvible de polipropileno monofilamento 00 sobre el que se hallan incrustadas seis vainas de cobre con una superficie total de 330 mm2. El extremo superior del filamento lleva un nudo por el que, mediante un instrumento especial de inserción, queda fijado en el miometrio en el fundus uterino. Desde los primeros estudios, se han acumulado ya más de 17.000 mujeres-‐ año de uso en estudios multicéntricos internacionales, comparativos y no comparativos, incluyendo una considerable proporción de mujeres nulíparas. Los resultados muestran una excelente tolerancia, elevadas tasas de continuidad y eficacia contraceptiva, así como bajas tasas de expulsión entre los grupos con mayor experiencia. No obstante, la novedad de su diseño hace que se precise un mínimo aprendizaje previo de la técnica de inserción, que de todas formas se domina con rapidez por los profesionales habituados a la inserción de DIUs. El Sistema de implante intrauterino de Levonorgestrel (SIU-‐LNG, Mirena) es un avance espectacular del futuro inmediato. La poderosa acción local del levonorgestrl (LNG) en la cavidad uterina explica la extraordinaria eficacia anticonceptiva (0,2 por 100 mujeres-‐año), y la dramática reducción de la cantidad y, después de algunos meses, de la duración del sangrado; mejora siempre la anemia y casi siempre la dismenorrea, proporcionando beneficios no contraceptivos adicionales. Estudios recientes han demostrado que el SIU-‐LNG es eficaz en prevenir la proliferación endometrial asociada con la terapia estrogénica sustitutiva, en inducir la regresión de la hiperplasia endometrial. Se precisan más estudios sobre un papel en la reducción del crecimiento de los miomas y la prevención de la EPI. También es necesario profundizar más en la comprensión de los efectos secundarios no contraceptivos no deseados de este método, incluyendo el posible desarrollo de quistes funcionales ováricos, y la relación de la función ovárica con los patrones de sangrado menstrual, para ofrecer un asesoramiento adecuado a las posibles candidatas a utilizar este método y mejorar su aceptación y continuidad de uso. La anticoncepción intrauterina es un método de reúne múltiples ventajas: elevada eficacia contraceptiva, especialmente con los DIUs de alta carga de cobre, reversibilidad, independencia del coito, relativamente barato,
etc. Sin embargo, algunos de los efectos secundarios más frecuentes han contribuido a que este excelente método no haya obtenido tasas de aceptación y continuidad más elevadas. Entre los efectos secundarios más frecuentes que han motivado la extracción se encuentran la presencia de dolor y/o hemorragia y las expulsiones. Otros mitos como su papel en la Enfermedad Inflamatoria Pélvica o la disminución de la tolerancia en nulíparas están siendo afortunadamente desterrados (Chi& Farr, 1994; Dueñas, 1996). El dolor y el sangrado se han atribuido a las consecuencias de una incompatibilidad dimensional entre el DIU y la cavidad uterina. La anchura media del diámetro transverso del fundus uterino es menor que la de la rama transversa de la estructura en T de los DIUs, y esta incompatibilidad dimensional puede llevar a lesión del útero. Se ha demostrado que las proyecciones en punta de los DIUs frecuentemente resultan embebidas en la pared uterina, en el ostium tubárico, pudiendo producir proliferación tisular y lesión de las zonas endometriales donde han penetrado las proyecciones del DIU (Kurz, 1984). Para disminuir los efectos adversos, se han realizado numerosos intentos durante las últimas décadas, por los investigadores de todo el mundo, para diseñar DIUs que fueran mejor tolerados, para conseguir mejorar su aceptación y continuidad de uso. En nuestro medio contamos con la reciente comercialización del GyneFix, verdadero cambio en el concepto clásico de DIUs de cobre. GyneFix: fue diseñado en 1985 por el Dr. Wildemeersch. Este DIU carece de armazón rígido y se fija en el miometrio de fundus uterino. El GyneFix es un nuevo sistema de anticoncepción intrauterina de alta carga de cobre que por las características especiales de su diseño puede contribuir a mejorar la aceptación del método al disminuir los efectos secundarios. Consiste en un hilo de sutura no reabsorvible de polipropileno monofilamento 00 sobre el que se hallan enhebradas seis vainas de cobre con una superficie total de 330 mm2. Cada vaina mide 5 mm, siendo la longitud total de las 6 vainas de 3 cm. Las vainas de los extremos superior e inferior se encuentran aplastadas sobre el hilo para impedir su deslizamiento. El extremo superior del filamento lleva un nudo por el que, mediante un instrumento especial de inserción, queda fijado en el miometrio en el fundus uterino. El instrumento de inserción consta de un tubo semirígido de 3,8 mm de diámetro. El GyneFix va montado sobre un mango con un extremo de acero inoxidable con la terminación a modo de arpón que permite sujetar el nudo y enclavarlo en el miometrio, donde queda fijado al retirar la aguja. El aplicador permite una distancia de penetración predeterminada de 1 cm, evitando el riesgo de perforación. El GyneFix va embalado junto con una sonda uterina de 4 mm, que facilita la medición de la longitud de la cavidad uterina y la canalización del OCI para la posterior inserción del GyneFix. Es totalmente flexible y se esperaba que este nuevo concepto aportará un aumento significativo de la tolerancia. Los estudios iniciales se iniciaron a mediados de los 80, y desde entonces se han acumulado más de 17.000 mujeres años de experiencia en estudios clínicos internacionales, multicéntricos, comparativos y no comparativos, incluyendo una proporción significativa de mujeres nulíparas. Estos estudios han demostrado que el GyneFix es muy eficaz (tasa acumulada de embarazo inferior a 0,5 a los 3 años), lo que se atribuye a la presencia constante del cobre en la parte superior de la cavidad uterina. El dispositivo correctamente implantado desciende o es expulsado raramente debido a su anclaje en el fundus uterino (tasa acumulada de expulsión 0,6 a los 3 años). La ausencia de estructura rígida y la adaptabilidad a la morfología de la cavidad uterina que permite este diseño es el argumento dado por los
investigadores para explicar la baja tasa de extracciones por razones médicas (tasa acumulada de extracciones por sangrado y/o dolor 3,8 a los 3 años). También se atribuye a la ausencia de brazos horizontales y de armazón, la casi ausencia de complicaciones mayores del tipo EPI o embarazo ectópico. Aunque también contribuyen la elevada eficacia contraceptiva y la correcta selección de usuarias de anticoncepción intrauterina (ISGIDD, 1997). No obstante hay que señalar que han sido precisas progresivas modificaciones de su cánula de inserción, así como del manguito fiador y del embalaje del DIU, para mejorar las tasas de fallos de inserción y de expulsión. Por ello, en los tres estudios multicéntrico más amplios publicados, se concluye que es preciso un mínimo aprendizaje. De hecho, entre los resultados parciales publicados por Rosenberg (1996), analizando la eficacia y aceptación de un modelo previo, reconocía que la tasa de expulsiones halladas fue menor entre el grupo de investigadores europeos que entre el grupo de investigadores americanos. Así mismo, el estudio de la UNDP, UNFPA y WHO Special Programme of Research, Development and Research Training in Human Reproduction, World Bank: IUD Research Group, 81995), también analizaba un modelo antiguo, el FlexiGard. Los investigadores destacaban la importancia de la familiaridad con la técnica de inserción, el entrenamiento, y la habilidad técnica de la persona que insertaba el dispositivo como factores tan influyentes en la tasa de expulsión de los dispositivos como la edad y paridad de la mujer. El nuevo sistema de antinconcepción intrauterina puede reducir algunos de los efectos secundarios debidos a la estructura rígida (menor tasa de extracciones por dolor y/o sangrado) pero la novedad de la técnica de inserción puede resultar en mayor dificultad para los profesionales menos experimentados. Paralelamente a los estudios multicéntricos internacionales, se han realizado estudios multicéntricos comparativos en mujeres multíparas y nulíparas (el 26% de las inserciones) con el nuevo sistema de inserción optimizado, el GyneFix. Este sistema reduce los problemas de la inserción y expulsión (Wildemeersch et al, 1994; Van Kets et al, 1995). Entre octubre de 1988 y diciembre de 1994 se realizaron un total de 1.039 inserciones, de las cuales 278 se realizaron en mujeres nulíparas. Al cabo de 3 años de seguimiento la tasa global de continuidad del método fue de 81,2%, siendo en el grupo de nuligrávidas del 70,1%, principalmente debido a extracciones realizadas por deseo de embarazo. La tasa de extracciones por razones médicas (dolor y/o sangrado fundamentalmente) al final de los 3 años fue de 4,3% globalmente, frente al 3,8% en el grupo de nuligrávidas. No hubo más expulsiones entre este grupo. La tasa de continuidad de uso del método fue excelente en ambos casos (ø 80%) al cabo de los 3 años. Este nuevo sistema de inserción fue considerado por los investigadores más fácil de manejar y proporcionaba mayor seguridad de que se había realizado una correcta inserción. A parte de algunas inserciones fallidad debidas a la falta de familiaridad con el nuevo sistema, tras un período inicial de aprendizaje (la mayoría de expulsiones se detectaron en los 3 primeros meses), se eliminaron las expulsiones. El estudio también mostró que la habilidad en la técnica de inserción se adquiría con rapidez (Wildemeersch et al, 1994). ASPECTOS PRÁCTICOS DE LA TÉCNICA DE INSERCIÓN: 1. Es importante enderezar el eje longitudinal del tuero para garantizar la adecuada inserción del GyneFix en el fundus. Esto ayudará a una correcta profundidad de fijación del nudo en el miometrio, que se puede valorar por ecografía, y disminuirá el riesgo de expulsión (Wildemeersch, et al, 1992). Durante
la participación en la fase III de un estudio multicéntrico comparativo entre el Flexigard y el Paragard, realizamos seguimiento ecográfico a las mujeres a las que se les insertó el FelxiGard y pudimos observar: _ la extraordinaria adaptabilidad del implante a las curvaturas de las distintas cavidades endometriales, _ la inserción oblícua de algún implante, quedando insertado el nudo en la pared uterina a menor profundidad, coincidiendo con la posterior expulsión de este Flexigard al tercer mes de la inserción (Martínez et al, 1991). 2. dolor a la inserción: la mujer nota dolor al canalizar el Orificio Cervical Interno (OCI), como cuando se coloca cualquier otro DIU o se realiza una histerometría o cualquier maniobra que suponga paso a través de OCI; el tiempo que precisa la inserción del GyneFix y su enclavamiento en el miometrio es como el de otro DIU convencional. 3. seguimiento ecográfico: El seguimiento ecográfico de 405 mujeres portadoras de GyneFix en las que se midió la distancia S-‐S (entre la superficie serosa del útero y el borde de la primera vaina de cobre) mostró una distancia media de 12,6 mm (entre 10 y 28 mm en un útero miomatoso) que permaneció sin modificaciones a lo largo del estudio (hasta 5 años). El estudio excluyó cualquier posibilidad de migración del nudo anclado en el miometrio. También reafirma la rareza de las expulsiones espontáneas del DIU, que si se presentan, deben estar más relacionadas con una inserción imperfecta. La fuerza necesaria para la extracción del GyneFix es de 6 Newton (entre 3-‐16). Los autores consideran que el factor más importante en la buena aceptación y eficacia de este DIU es su correcta inserción (Wildemeersch et al, 1992). El seguimiento ecográfico también mostró ausencia de migración o modificación de esta distancia con el tiempo de uso del GyneFix. 4. Se ha utilizado en nulíparas y adolescentes, con estrictos criterios de selección, en cuanto a descartar riesgo potencial de ETS, con excelentes tasas de continuidad y tolerancia (Wildemeersch, 1996; Wildemeersch, 1997). 5. post-‐parto y post-‐ aborto. Las excelentes tasas de expulsión de este sistema de implante intrauterino motivaron que el Grupo de Estudio (SGIUDD) desarrollara dos versiones para su inserción inmediatamente tras un aborto espontáneo o inducido, el GyneFix PT, y para su inserción inmediatamente tras el alumbramiento de la placenta, el GyneFix PP (post-‐placenta). El GyneFix post-‐Aborto será comercializado en breve en España. Lleva el hilo de sutura monofilamento 0, es decir, algo más grueso. (Batar et al, 1996). Actualmente hay en curso un estudio multicéntrico iniciado en 1995. Los resultados acumulados hasta el momento, con más de 100 inserciones parecen indicar, ante la ausencia de expulsiones, que la versión post-‐aborto del GyneFix puede proporcionar los mismos resultados que los GyneFix insertados tras la menstruación. El GyneFix post-‐placentario (GyneFixPP) lleva en el extremo que quedará enclavado en el miometrio un cono de 4 mm de alto por 5 mm de diámetro en la base, de un material biodegradable (poliactido/glicolido). La cánula de inserción es un tubo más grueso y de borde romo, diseñado especialmente para inserción del GyneFix inmediatamente tras la expulsión de la placenta y mediante guía manual. Los primeros resultados en más de 700 inserciones mostraron una tasa de expulsión del 3% a los 3-‐6 meses de seguimiento. Según estos resultados, esta adaptación permite una buena fijación del implante y posterior biodegradación para permitir la fácil extracción del DIU (Van Kets, et al, 1993). 6. extracción del GyneFix: Los estudios realizados sobre la fuerza de tracción necesaria para retirar el nudo de su localización en la pared uterina muestran que se precisa ejercen 6.0 N de fuerza de tracción. Para retirar un DIU con la clásica
forma de T se precisan 1.0-‐1.7 N, mientras que para retirar en Multiload se precisan 5.4-‐5.8 N (Wildemeersch, 1993; Wildemeersch, 1997). CONCLUSIONES: Con el GyneFix se ha dado un paso adelante en la contracepción intrauterina, pues a las características de eficacia, reversibilidad, efecto prolongado e independencia del coito, ha supuesto una mejora de la tolerancia y de las tasas de continuidad al disminuir la tasa de extracciones por sangrado y/o dolor y la tasa de expulsiones. Su ausencia de estructura rígida permiten explicar su excelente tolerancia especialmente en nulíparas. Puede ser la mejor alternativa mujeres candidatas a contracepción intrauterina que han rechazado otros DIUs clásicos o han experimentado expulsiones. Los modelos adaptados para su inserción post-‐aborto y post-‐placenta pueden ampliar las indicaciones y aplicaciones de este método. Parece importante, para la adecuada fijación del GyneFix, familiarizarse previamente con las peculiaridades de la técnica de inserción. SISTEMA DE LIBERACIÓN INTRAUTERINA DE LEVONORGESTREL (MIRENA): El sistema de liberación intrauterina de levonorgestrel (SIU-‐LNG) es un método de contracepción reversible, altamente eficaz, de larga duración y seguro que presenta efectos beneficiosos adicionales no contraceptivos. El LNG es un gestágeno ampliamente utilizado en ginecología: como componente de los anticonceptivos orales, en tratamientos hormonales sustitutivos, en la «minipíldora» y en los implantes contraceptivos (Norplant). El LNG también pude ser administrado directamente en el útero desde un SIU. Esto permite que se precise una dosis diaria muy baja, puesto que la hormona se libera directamente dentro del órgano diana. ESTRUCTURA: El SIU-‐LNG consiste en una estructura en forma de T impregnada de sulfato de bario, que la hace radio opaca, y que por ecografía proporciona una típica imagen en «sombra», con un depósito alrededor de la rama vertical. Este depósito consiste en un cilindro hecho de una mezcla de 52 ÿg de LNG y un copolímero de dimetilsiloxano-‐metilvinilsiloxano, cubierto por una membrana de polidimetilsiloxano, que regula la liberación de LNG a razón de 20 ÿg/24 h. La longitud del depósito vertical es de 19 mm, mientras que la longitud total del dispositivo es de 32 mm. El fabricante recomienda una duración de uso de 5 años, aunque actualmente está permitido su uso por 3 años en Inglaterra. MECANISMO DE ACCIÓN: Los efectos terapéuticos y contraceptivos del SIU-‐LNG se basan en la acción local del LNG. Se producen cambios en el moco cervical, la morfología endometrial y la función ovárica, junto a una reacción frente a cuerpo extraño desencadenada por la presencia del dispositivo. Todos estos efectos contribuyen inicialmente a evitar la fertilización, aunque el fracaso de la implantación puede actuar como mecanismo secundario en algunas mujeres, en algunos ciclos. I. EFECTOS SOBRE EL ENDOMETRIO: A los 3 meses de exposición al LNG intrauterino se aprecia una profunda supresión del crecimiento endometrial. Se reduce el tamaño de las glánduals, el estroma sufre una amplia reacción decidual, y se adelgaza la mucosa (Silverberg et al, 1986). Las paredes de los vasos se vuelven
gruesas y fibróticas, frecuentemente asociadas con supresión de las arteriolas espirales y trombosis en los capilares. Se puede producir una reacción a cuerpo extraño, con infiltrado leucocitario, células plasmáticas y macrófagos y focos de necrosis estrómica. Los focos de necrosis pueden progresar hacia la calcificación a largo plazo. Los cambios endometriales son uniformes, independientemente del punto en el que se haya tomado la muestra, más o menos alejado del dispositivo, y se pueden apreciar a lo largo de todo el grosor de la mucosa endometrial, hasta la capa basal (Perino, 1987). Tras la extracción del SIU-‐LNG, el endometrio vuelve a su estado inicial rápidamente. La menstruación se presenta en el primer mes. La administración local de LNG produce una reducción de los receptores de estrógeno endometriales que explicaría la pérdida de capacidad del endometrio para responder a las variaciones cíclicas de las concentraciones de estradiol (Pakarinen et al, 1995). Los cambios endometriales no parecen deberse a los cambios en el flujo sanguíneo uterino, puesto que el Índice de Pulsatilidad permanece sin cambios (Pakarinen et al, 1995). Parece que el estado transitorio del endometrio de los cambios cíclicos normales al estadío de falta de respuesta a las variaciones de los estrógenos predispone al sangrado irregular. El sangrado irregular y el spotting son frecuentes en los métodos anticonceptivos de sólo gestágenos, aunque las causas no se comprenden bien todavía. El citado estudio ecográfico sugiere que puede haber diferencias en el proceso de inactivación en sí que pueden explicar las diferencias en el número de días de sangrado entre los distintos grupos, aunque no se deben a cambios en el flujo sanguíneo uterino, ni a alteración de la función ovárica. II. EFECTOS SOBRE EL MOCO CERVICAL: El SIU-‐LNG parece tener un efecto variable sobre el moco cervical, probablemente relacionado con la función ovárica (Barbosa, 1990). En mujeres que conservan ciclos ovulatorios se ha observado moco favorable, mientras que en las mujeres con ciclos anovulatorios, el moco es escaso y espeso. De todas formas, no hay diferencias en la penetración espermática del moco de mujeres portadoras de un Nova T o de mujeres portadoras de un SIU-‐ LNG, lo que sugiere que el efecto local a este nivel no debe ser uno de los mecanismos de acción principales, al menos en los ciclos estudiados (Sturridge&Guillebaud, 1997). Se ha hallado una umento del peso del moco cervical (Jonsson et al, 1991), aunque, en contraste con los DIUs de cobre, no se alteran las cantidades de mucina, albumina o inmunoglobulina G. III. EFECTOS SOBRE LA FUNCIÓN OVÁRICA: El efecto del SIU-‐LNG sobre la función ovárica está en función de los niveles de LNG en plasma que se alcancen (Xiao et al, 1990). Para obtener una inhibición completa de la ovulación se precisa una liberación intrauterina de 50 ÿg diarios de LNG o más. Con la liberación diaria de 20 ÿg se han observado cuatro tipos de función ovárica durante el primer año de uso: 1. anovulación con cierta inhibición de la producción de estradiol. 2. Anovulación con producción de estradiol aumentada; 3. Fase proliferativa normal con ovulación y fase lútea inadecuada; 4: Ciclos ovulatorios completamente normales. Se ha demostrado que los tipos 1 y 2 son los que se observan con más frecuencia en mujeres con concentraciones plasmáticas de LNG más elevadas (Barbosa et al, 1990; Xiato et al, 1990). Después del primer año de uso, la mayoría de los ciclos son ovulatorios (Nilson, et al, 1984). Se han observado marcadas diferencias interindividuales, aunque para cada mujer la concentración plasmática
es relativamente constante. La ausencia de menstruación y la afectación de la función ovárica no llegan a producir déficit de estrógeno. Los niveles plasmáticos de estradiol de las mujeres portadoras de un SIU-‐LNG que menstrúan así como de las que no menstrúan están dentro de los valores normales de un ciclo menstrual normal, no habiéndose constatado en ningún caso de mujeres con amenorrea portadoras de un SIU-‐LNG valores de menopausia, excepto cuando se ha presentado la menopausia real (Luukkainen et al, 1990). Este aspecto tiene importancia para descartar el riesgo de inducir osteoporosis, al tratarse de un método anticonceptivo de larga duración que se acompaña de amenorrea, pero no produce deficiencia estrogénica (Luukkainen & Toivonen, 1995). La presencia de sangrado menstrual no es un índice predictivo de la función ovárica: las concentraciones plasmáticas de progesterona y de estradiol son similares en mujeres que tienen reglas escasas regulares, que en las que presentan oligomenorrea, siendo la incidencia de ovulación similar en ambos grupos (Nilson et al, 1984). Estos resultados demuestran que la función cíclica que depende de la hipófisis está preservada en mujeres portadoras de un SIU-‐LNG, tanto en las que menstrúan como en las amenorréicas, y que la amenorrea está producida por un efecto directo sobre el endometrio y no por una supresión a nivel central (Luukkainen & Toivonen, 1995). FARMACOCINÉTICA: El SIU-‐LNG libera en la cavidad uterina de donde es rápidamente absorbido vía la red capilar de la capa basal del endometrio a la circulación general, donde se puede detectar a los 15 minutos de la inserción del dispositivo (Luukkainen, 1991), alcanzándose niveles máximos en plasma en unas pocas horas. Se observa un plateau después de las primeras semanas, entre 100 y 200 ng/ml, aunque hay importantes variaciones individuales, y se mantiene hasta 78 meses, siendo suficientes para proporcionar una adecuada protección anticonceptiva. En la circulación, la LNG plasmático se une a la SHBG (sex hormone-‐binding globulin), lo que lo protege de la degradación metabólica. Se detectan concentraciones de LNG en endometrio al cabo de 6 años superiores a la capacidad de los receptores locales de progesterona. EFECTOS BENEFICIOSOS: 1. ANTICONCEPCIÓN: El SIU-‐LNG fue ideado para combinar los beneficios de la anticoncepción hormonal oral y los de la naticoncepción intrauterina. Es extraordinariamente eficaz, completamente reversible, cómodo, y sus resultados no se ven influidos por el cumplimiento de la usuaria. Las tasas acumuladas de embarazo comunicadas por los distintos estudios están entre 0,0 y 2,8% (Bounds et al, 1993; Sivin et al, 1990; Thiery et al, 1989). II. REDUCCIÓN DE LA HEMORRAGIA UTERINA: Aunque se produce un aumento de los días de sangrado en los primeros meses, debido al período de transición del endometrio hacia la ausencia de respuesta al efecto proliferativo de los estrógenos, la cantidad total de sangrado es menor, y el número de días de sangrado disminuye progresivamente con el uso (Andersson et al, 1994).
III. REDUCCIÓN DEL RIESGO DE EMBARAZO ECTÓPICO: Debido a la elevada eficacia contraceptiva del SIU-‐LNG, es mínima la incidencia de embarazos ectópicos (0,02% años mujer; Andersson et al, 1994). IV. PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD PÉLVICA INFLAMATORIA: También resulta extremadamente baja la incidencia de Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI), 0,5 por % años mujer (Andersson et al, 1994). V. REDUCCIÓN DE LA INCIDENCIA Y CRECIMIENTO DE MIOMAS: En el estudio multicéntrico de la WHO (Sivin et al, 1994), con siete años de seguimiento, se observó una reducción en la incidencia de miomas en las portadoras del SIU-‐LNG comparada con la incidencia en portadoras de un DIU de cobre. VI. TRATAMIENTO DE LA HIPERPLASIA: Se ha observado que con el SIU-‐LNG se obtiene una supresión endometrial más uniforme y se precisa menos tiempo para que el útero alcance la supresión endometrial que con el Progestasert. Los cambios regresivos comprenden todo el grosor del endometrio y se producen independientemente del patrón inicial de la hiperplasia (Sturridge & Guillebaud, 1996). VII. TRATAMIENTO HORMONAL SUSTITUTIVO: El uso como tratamiento hormonal sustitutivo en combinación con estrógenos oral o transdérmico es una nueva y prometedora indicación del SIU-‐LNG (Andersson et al, 1992). Los síntomas climatéricos mejoran y no se produce proliferación endometrial. OTROS EFECTOS SISTÉMICOS: 1. Tensión arterial: no hay diferencias en el cambio de la TA entre los DIUs de cobre y el SIU-‐LNG (Andersson et al, 1994). 2. No se han publicado datos sobre efectos del SIU-‐LNG sobre el metabolismo de los hidratos de carbono. 3. Se ha observado en todos los estudios un aumento de los niveles de proteínas séricas, ferritina y hemoglobina. 4. No se han observado cambios en los niveles de lípidos ni enzimas hepáticas. 5. No se han observado cambios en los factores de la coagulación. Todos estos efectos son consecuentes con los bajos niveles plasmáticos de LNG. CONCLUSIONES: La nueva Generación de Dispositivos Intrauterinos en nuestro medio se halla representada por los DIUs de alta carga de Cobre. Todos ellos presentan elevadas tass de eficacia contraceptiva. Las tasas de continuidad de este excelente método contraceptivo pueden verse afectadas de manera adversa si presentan efectos secundarios como sangrado y/o dolor que motiven la extracción, o la expulsión del DIU, que coloque a la mujer en una situación de desprotección frente al riesgo de embarazo. El GyneFix es un nuevo sistema de anticoncepción intrauterina de Cobre de alta carga, que por las características especiales de su diseño puede contribuir a mejorar la aceptación del método, al disminuir los efectos secundarios. No obstante, la novedad de su diseño hace que se precise un aprendizaje previo de la técnica de inserción, que de todas formas se adquiere con rapidez por los profesionales habituados a los DIUs con estructura rígida. El SIU-‐ LNG es un nuevo concepto de anticoncepción intrauterina que combina las ventajas de esta forma de contracepción con los beneficios adicionales del aporte
local de un gestágeno. Los efectos secundarios que se pueden presentar, especialmente la modificación del patrón de sangrado menstrual y efectos sistémicos de los gestágenos, aconsejan realizar una buena selección de la candidata a este tipo de contracepción, así como una buena información y asesoramiento para garantizar un óptimo cumplimiento. Las propiedades no contraceptivas del SIU-‐LNG permiten su utilización con fines terapéuticos adicionales. REFERENCIAS: Andersson K, Rybo G: Levonorgestrel-‐relasing intrauterine devide in the treatmen of menorrhagia. Br J Obstet Gynaecol, 1990; 97:690-‐694. Andersson K, Mattson LA, Rybo G, Stadberg E: Intrauteinerelease of levonorgestrel: a new way of adding progestogen in hormone replacement therapy. Obstet Gynecol, 1992; 79:963-‐967. Andersson K, Odlind V, Rybo G: Levonorgestrel-‐ releasing and copper-‐releasing (Nova-‐T) IUDs during five years of use. Contraception, 1994; 49:56-‐62. Barbosa I, Bakos O, Olsson S, et al. Ovarian function during use of a levonorgestrel-‐releasing IUD. Contraception 1990; 42:51-‐66. Batar I, Widemeersch D, Delabrge W, Vrijens M. Pos-‐abortal insertion of GyneFixù PA: 6-‐ months interim analysis of a multicenter trial in 98 women, 1996. Datos no publicados, disponibles. Bounds W, Robinson G, Kubba et al: Clinical experience with levonorgestrel-‐releasing intrauterine contraceptive devide (LNG-‐IUD) a contraceptive and in the treatment of menorrhagia. Br J Fam Plan, 1993; 19:193-‐ 194. Chi IC, Farr G: Postpartum IUD contraception_ a review of an international experience. Adv Contracept 1989; 5:127-‐146. Dueñas JL, Albert A, Carrasco F: Intrauterine Contraception in Nulligravid vs Parous Women. Contraception, 1996; 53:23-‐24. International Study Group on Intrauterine Drug Delivery: The GyneFix implant systems for interval, postabortal and postpartum contraception: a significant advance in log-‐term reversible contraception. E J Contracep Reprod H C, 1997; 2:1-‐13. Luukkaien T, Lahteenmaki P, Toivonen J. The levonorgestrel-‐ releasing intrauterine device. Ann Med, 1990; 22:85-‐90. Luukainen T: Levonorgestrel-‐releasing intrauterine device. Ann NY Acad Sci, 1991; 626:43-‐49. Luukkainen T, Toivonen J: Levonorgestrel-‐releasing IUD as a Method of Contraception with Therapeutic Properties. Contraception, 1995; 52:269-‐176. Martínez F, Carreras O, Tur R, Barri PN: A new IUD: Flexigard. First year follow up and ultrasound findings. Presentado en el 7.o Meeting de la European Society of Human Reproduction and Embryology, Paris, 28-‐30 junio, 1991. Pakarinen P, Luukainen T, Laine H, Lähteenmäki P: The effect of local intrauterine levonorgestrel administration on endometrial trickness and uterine blood circulation. Hum Reprod, 1995; 10:2.390-‐2.394. Rosenberg MJ, Foldesy R, Mishell DR, Speroff L, Waugh MS, Burkman R. Performance of the Tcu380A and Cu-‐Fix IUDs in an International Randomized Trial. Contraception 1996; 53:197-‐203. Silverg SG, Haukkamaa M, Arko H, Nilsson CG, Luukkainen T: Endometrial morphology during long-‐term use of levonorgestrel-‐releasing devices. Int J Gynecol Pathol, 1986; 5:235-‐241. Sivin I, Stern J. Health during prolonged use of levonorgestrel 20 mcg/d and the Copper Tcu 380AG intrauterine contraceptive devices: a multicenter study. Fertil Steril, 1994; 61:70-‐77. Sturridge F, Guillebaud J: A Risk-‐Benefit Assessment of the Levonorgestrel-‐Releasing Intrauterine System. Drug Safety, 1996; 15(6):430-‐440. UNDP, UNFPA, and WHO Special Programme of Research, Development and Research Training in Human Reproduction, World Bank: IUD Research Group. The Tcu380A IUD and the Frameless IUD «The
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