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todos los siglos.
V/ Señor, oye gustoso nuestra súplica. R/ Y llegue a tu oído nuestro clamor.
Arquidiócesis de San José Costa Rica
NOS DESPEDIMOS De rodillas entonamos el Tantum Ergo u otro canto eucarístico.
Oración final. ¡ Oh Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en este admirable Sacramento! Concédenos que de tal suerte veneremos los sagrados misterios de tu cuerpo y sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de nuestra redención. Que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.
Subsidio 5 — Itinerario de
Hora Santa ¡Oh Banquete precioso y admirable!
Se realiza la reserva mientras se canta. Cantemos al Amor de los Amores cantemos al Señor, Dios está aquí, ¡venid adoradores, adoremos, a Cristo Redentor! ¡Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al señor honor y gloria a Ti, rey de la gloria amor por siempre a Ti Dios del Amor! Unamos nuestra voz a los cantares del Coro Celestial, Dios está aquí, al Dios de los Altares alabemos con gozo angelical. Santa María, Nueva Eva, ruega por nosotros. 12
Año Eucarístico 2012-2013 Danos siempre de este pan
-De la comunión sacrílega, líbranos, Señor. -De la concupiscencia de la carne, -Del deseo desordenado de los ojos, -De las soberbia de la vida, -De toda ocasión de pecar, -Por aquel deseo con que deseaste comer esta pascua con tus discípulos, -Por la encendida caridad con que instituiste este divino Sacramento, -Por tu sangre preciosa, que nos dejaste en el altar, -Por las cinco llagas de tu cuerpo sacratísimo, que por nosotros recibiste, -Nosotros pecadores, te rogamos óyenos. -Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción de este admirable Sacramento, -Que te dignes guiarnos por la verdadera confesión de los pecados, a la frecuente comunión, -Que te dignes librarnos de toda herejía, infidelidad y ceguedad de corazón -Que te dignes hacernos participantes de los frutos preciosos y celestiales de este Santísimo Sacramento, -Que te dignes confortarnos y fortalecernos en la hora de nuestra muerte con este Viático celestial, -!Oh Hijo de Dios!
Detalles de casulla, Santo Domingo de Heredia.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros. !Oh Cristo, óyenos! !Oh Cristo, escúchanos! !Señor, ten misericordia de nosotros! !Señor, ten misericordia de nosotros! Contigo Jesús, Señor y Hermano, nos dirigimos con cariño al Padre: Padre Nuestro... V/ Nos diste Señor el Pan del Cielo. R/ Que en sí contiene todo el deleite. V/ Bendito eres, Señor, en, los Cielos. R/ Digno de las alabanzas que se te den, y de ser exaltado y glorificado en 11
-Memorial de las maravillas de Dios, -Pan sobresubstancial, -Verbo hecho carne, -Dios con nosotros, -Hostia Santa,
¡Oh Banquete precioso y admirable! CANTAMOS
-Cáliz de Bendición, -Misterio de fe, -Preexcelxo y venerable Sacramento, -Sacrificio, el más santo de todos, -Verdadero propiciatorio por los vivos y difuntos,
Fiesta del banquete, mesa del Señor. Pan de Eucaristía, sangre de Redención.
-Remedio celestial, con el que nos preservamos de todo pecado, -Milagro asombroso sobre todos los milagros, -Memoria sacratísima de la Pasión del Señor, -Don que excedes a toda riqueza, -Memorial principal del amor divino,
Hacia Ti vamos hoy a tu altar. Tú nos das la ilusión en nuestro caminar.
-Abundancia de liberalidad divina, -Sacrosanto y augustísimo misterio, -Medicamento de inmortalidad, -Sacramento vivífico digno de todo respeto, -Pan hecho carne por el Todopoderoso, -Sacrificio incruento, -Comida y convidado, -Convite dulcísimo en el que sirven los ángeles, -Sacramento de piedad, -Vínculo de caridad. -Oferente y ofrecido, -Espiritual dulzura, gustada en la misma fuente, -Sustento de las almas santas, -Viático de los que mueren en el Señor, -Prenda de la gloria que esperamos, Sénos propicio, perdónanos, Señor. Sénos propicio, escúchanos, Señor. 10
Hora Santa
Este pan que nos das por manjar, es el pan de unidad y fraternidad.
Escuché su voz en mi caminar, conocí al Señor en la fracción del Pan. Pan de vida eterna, Cuerpo del Señor Cáliz de la Alianza, fuente de Salvación .
NOS PRESENTAMOS Un ministro extraordinario (si el presbítero o diácono está ausente) expone el Santísimo Sacramento según las normas litúrgicas. (Ver normas en el ritual de la Sagrada Comunión y el Culto Eucarístico fuera de la Misa, N° 91) Luego prosigue:
Estamos presentes en el mismo altar. Hemos comido del mismo pan. El sacerdote ha bebido en nuestro nombre en la única copa. Porque todos estamos rescatados con la misma sangre. Es un solo pan el que hemos recibido. Es un solo Cristo el que ha venido a nosotros. Porque Cristo es la vid y nosotros los sarmientos. Porque Cristo es la Cabeza. y nosotros los miembros. 3
Si nos dividimos, dividimos a Cristo. Si nos separamos, Desgarramos el Cuerpo de Cristo. Con Él somos un mismo cuerpo. Con Él somos un mismo corazón. Con Él hemos reencontrado a todos nuestros hermanos. Con Él nos hemos unido a todos los seres del mundo. Pero somos débiles y egoístas, Los fermentos de división, orgullo y envidia pudren nuestros corazones. El odio y la violencia empapan el mundo
Aquí esta el vino y el pan que mi cuerpo y sangre encierra a todo aquel que me coma le dare la vida nueva. No dominará la muerte a los que coman y beban de este pan y de este vino, que es comida verdadera.
SUPLICAMOS -Señor, ten misericordia de nosotros. ¡Oh Cristo! ten misericordia de nosotros.
Oh Cristo, has venido a nosotros para dar fuerza. Cristo, tennos unidos a tu amor. Cristo, ayúdanos a amar a toda la humanidad Cristo, hemos venido a ti para vivir tu vida. Cristo, te hemos recibido para vivir contigo, en ti y por ti, para la salvación de todos.
-¡Oh Cristo! óyenos. ¡Oh Cristo! óyenos. -¡Oh Cristo! escúchanos. ¡Oh Cristo! óyenos. -Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros. -Dios Hijo, Redentor del mundo, -Dios Espíritu Santo, -Santísima Trinidad, un solo Dios
Momento de silencio para la adoración personal (se puede poner música instrumental)
CANTAMOS
-Pan vivo que bajaste del Cielo, ten misericordia de nosotros. -Dios escondido y Salvador, -Comida de los escogidos, -Vino que engendras vírgenes, -Pan substancioso y de los reyes regalo, -Sacrificio continuo,
Señor, ven a nuestras almas que por Ti suspiran; ven, Señor. 1. Como el ciervo que a las fuentes de agua fresca va veloz, los anhelos de mi alma van en pos de Ti, Señor. 2.- Del Señor, Dios de los cielos, tiene sed mi corazón; ¿cuándo, al fin, podrá este siervo ver tu rostro, gran Señor?
-Ofrenda pura, -Cordero sin mancha, -Mesa purísima, -Comida de los ángeles, -Maná escondido,
3.- Con canciones de alabanza, con canciones en tu honor, jubiloso he de acercarme a la mesa del Señor. 4.- Los manteles sobre el ara ya derraman resplandor; vamos todos al banquete, invitados del Señor. 5.- Este pan comamos juntos en fraterna y santa unión, 4
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Lector 2: No hay ningún sacramento más saludable que éste, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales. Se ofrece, en la Iglesia, por los vivos y por los difuntos para que a todos aproveche, ya que ha sido establecido para la salvación de todos. Lector 3: Finalmente, nadie es capaz de expresar la suavidad de este sacramento, en el cual gustamos la suavidad espiritual en su misma fuente y celebramos la memoria del inmenso y sublime amor que Cristo mostró en su pasión. Por eso, para que la inmensidad de este amor se imprimiese más profundamente en el corazón de los fieles, en la última cena, cuando, después de celebrar la Pascua con sus discípulos, iba a pasar de este mundo al Padre, Cristo instituyó este sacramento como el memorial perenne de su pasión, como el cumplimiento de las antiguas figuras y la más maravillosa de sus obras; y lo dejó a los suyos como singular consuelo en las tristezas de su ausencia.
este pan que ha preparado con sus manos el Señor. 6.- Allí el cáliz beberemos que rebose salvación, mientras tanto el santo nombre cantaremos del Señor.
DIALOGAMOS De la profecía de Isaías 25, 6-10 El Señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña un banquete de manjares suculentos, un banquete de vinos añejados, de manjares suculentos, medulosos, de vinos añejados, decantados. El arrancará sobre esta montaña el velo que cubre a todos los pueblos, el paño tendido sobre todas las naciones. Destruirá la Muerte para siempre; el Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, y borrará sobre toda la tierra el oprobio de su pueblo, porque lo ha dicho él, el Señor. Y se dirá en aquel día: «Ahí está nuestro Dios, de quien esperábamos la salvación: es el Señor, en quien nosotros esperábamos; ¡alegrémonos y regocijémonos de su salvación!».
CANTAMOS
Salmo 23
Señor, Tú Eres el Pan que nos da la vida eterna
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
Dijo Jesús cierto día predicando en Galilea, “Yo soy el Pan que da vida anunciado por los profetas.”
El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.
Es voluntad de mi Padre: El que coma de esta cena ha de vivir para siempre para que ya nunca muera.
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Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. 5
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa.
"Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?". El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: "Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes".
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos».
INTERIORIZAMOS Del Evangelio de San Mateo 22, 1-14
¡Oh Banquete precioso y admirable! Por Santo Tomás de Aquino
Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo:
Lector 1: El Hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipe de su divinidad, tomó nuestra naturaleza, a fin de que hecho hombre, divinizase a los hombres.
«El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir. De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas". Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: "El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren". Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. 6
Lector 2: Además, entregó por nuestra salvación todo cuan tomó de nosotros. Porque, por nuestra reconciliación ofreció, sobre el altar de la cruz, su cuerpo como víctima a Dios, su Padre, y derramó su sangre como precio de nuestra libertad y como baño sagrado que nos lava, para que fuésemos liberados de una miserable esclavitud y purificados de todos nuestros pecados. Lector 3: Pero, a fin de que guardásemos por siempre jamás en nosotros la memoria de tan gran beneficio, dejó a los fieles, bajo la apariencia de pan y de vino, su cuerpo, para que fuese nuestro alimento, y su sangre, para que fuese nuestra bebida. Lector 1: ¡Oh banquete precioso y admirable, banquete saludable y lleno de toda suavidad! ¿Qué puede haber, en efecto, más precioso que este banquete en el cual no se nos ofrece, para comer, la carne de becerros o de machos cabríos, como se hacía antiguamente, bajo la ley, sino al mismo Cristo, verdadero Dios? 7