Aspectos sociales y marcos de sociabilidad de la Argelia del Siglo XIX

REPÚBLICA ARGELINA DEMOCRÁTICA Y POPULAR MINISTERIO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Y DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA UNIVERSIDAD DE ORÁN FACULTAD DE LETRAS, LENGU

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REPÚBLICA ARGELINA DEMOCRÁTICA Y POPULAR MINISTERIO DE ENSEÑANZA SUPERIOR Y DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

UNIVERSIDAD DE ORÁN FACULTAD DE LETRAS, LENGUAS Y ARTES DEPARTAMENTO DE LENGUAS LATINAS SECCIÓN DE ESPAÑOL Memoria de Magister Opción: Civilización

Aspectos sociales y marcos de sociabilidad de la Argelia del Siglo XIX

Presentada por:

Dirigida por:

D. Djamel Latroch

Pr. Dr. Ismet Terki-Hassaine

Miembros del tribunal: Soutenue le 02 Juin 2014 Presidenta: Pr. Dra. KHELLADI Zoubida Ponente: Pr. Dr. TERKI-HASSAINE Ismet Examinadora: Pr. Dra. MOUSSAOUI Meriem

2013-2014

Introducción Argelia a través de la historiografía española del Siglo XIX es, sin duda alguna, un tema de gran interés para las dos Historias, la de Argelia y la de España. Sin embargo, cuando se refiere a Argelia en este Siglo, se refiere, como es obvio, a la presencia francesa en estas tierras, se refiere también a los sentimientos de nostalgia por parte de España debido al pasado común con Argelia y particularmente las regiones de Orán y Argel. España, Argelia y el Siglo XIX, son los tres ejes del presente trabajo, las memorias de los viajeros españoles son, en resumidas palabras, la fuente para estudiar las líneas grandes de la sociedad y sociabilidad de la Argelia de dicho siglo. En este trabajo pretendemos estudiar las grandes características sociales de la Argelia de aquel momento, las diferentes manifestaciones tanto políticas como la organización social de los propios argelinos y, con énfasis particular, intentaremos poner de manifiesto todos los rasgos diferenciadores y esenciales para llevar a cabo un estudio más social que político. La sociedad y sociabilidad argelinas, estudiadas a base de algunas obras viajeros-militares-arabistas durante todo el siglo XIX son tanto la temática como la problemática de nuestro trabajo. En ello y para alcanzar dicho fin, nuestro trabajo está dividido en tres capítulos en el que en cada uno defendemos una idea. La sociedad argelina como un tema que nos preocupa es uno de los temas menos tratados por la historiografía española y a la vez, la argelina; razón bastante fuerte que nos lleva, como finalidad, a elaborar estas páginas para responder a muchas cuestiones y preguntas resumidas en una más amplia: ¿cómo vivían los argelinos durante el Siglo XIX? Ésta es la pregunta y a la vez la tesis esencial de todas las paginas que siguen, de otro modo, nos preguntamos el modo o sea el cómo fueron las características sociales y de sociabilidad de nuestros antepasados vistos

por los viajeros españoles. Tema que todavía necesita más estudios y profunda investigación.

El Islam y África ocupan un gran interés en cuanto a la producción bibliográfica referida a temas extranjeros de la bibliografía española del S. XIX. El caso de África y el caso de Argelia -nuestro propósito de analizar- son casos de necesidad obligatoria para mantener tanto el nombre de España como su Historia en las primeras preocupaciones de todos los dirigentes del momento. El Norte de África como la parte más viva, y los países del Magreb por su cercanía geográfica, hacen constar una atención española muy especial. En efecto, el siglo XIX ha venido – afirma Guastavino Gallent (1955: 129)- recibiendo los más variados calificativos por lo que respeto a su mayor o menor acierto en sus posiciones ante las cuestiones africanas. Son muchas las razones que obligan a España durante todo el S. XIX prestar una verdadera mirada al norteafricano y sobre todo, a los países del Magreb, son rezones del “gran interés permanente”: la búsqueda de la identidad nacional, intentándose conservar la frontera sur y buscando, de otra forma, una identidad social y otra humana, ha afirmado Gil Grimau (1990: 173-74). Son entre muchas, las principales razones en que la bibliografía española escrita sobre los países del Magreb, intenta ponerlas de manifiesto. Desde la primera vista sobre la historiografía española del S. XIX referida al Norte de África en general, los temas abordados son los que desembocan, en su mayoría, en la necesidad de actuar políticamente: la necesidad y el interés permanente de España según los africanistas del momento son la principal causa por demostrar una atención enfocada a los países más cercanos geográficamente. Argelia y Marruecos son países que España necesita para una actuación inmediata, actuar en estas tierras es uno de los rasgos de la política exterior española del S. XIX y, desde otro índole, ya para enfocar el “yo” español dentro del protagonismo mundial encabezados por los dos capitales Paris y Londres; ya por la

necesidad de cualquier “victoria” fuera de las tierras españolas para refrescar la moral del ejército que desde el comienzo del siglo viene elaborando su actuación sin éxito en muchas ocasiones. Argelia, sin embargo, ocupa la gran parte en la política exterior española sobre todo a partir de 1830 cuando los franceses desembocaron en las tierras argelinas. Para España este acontecimiento constituye un riesgo continuo para sus fronteras y de su independencia territorial, y a partir de allí, actuar sin perder el tiempo es la nueva política exterior de España con respecto a este país del Magreb. La labor de los militares en el estudio de la estructura militar y la política de los franceses en este territorio africano, es una fase donde los españoles actuaron de inmediato tras la caída de Argel en manos francesas. Son muchos los militares que viajaron a Argelia inmediatamente a 1830 para elaborar memorias cuyo principal fin estudiar todo lo que se refiere a los franceses, en todos los aspectos y hacer un estudio sociológico de los argelinos. Anteriormente a esta fecha existen también memorias cuyos autores se les clasifican dentro de la órbita de los militares por la sencilla razón de las informaciones que contienen en sus obras, como el caso de la obra publicada en Madrid, sin fecha ni autor –Noticia histórica y topográfica del reino y la ciudad de Argel; también otra no menos importante publicada en Madrid de 1817 con el titulo Descripción estadística de Argel, ó noticia histórica de los principales sucesos y situación de este país en sus diferentes ramos: con reflexiones sobre las ventajas de sus actual estado pueden resultar al comercio y navegación de España; un suplemento relativo a las monedas, pesos y medidas de aquella regencia. Generalmente, son obras que estudian Argelia militarmente y con más precisión sobre algunos aspectos de la sociedad del momento. Los militares españoles del S.XIX aportan, como es sabido, conocimientos e informaciones para el estudio y el análisis de la estructura militar y de las grandes líneas del pensamiento político francés en Argelia

y, por

consiguiente, nos parece oportuno estudiar la sociedad y sociabilidad

argelinas partiendo de las obras escritas por los militares sobre nuestro país. Como lo indica el titulo del presente trabajo, tanto la sociedad como la sociabilidad argelinas son dos principales ejes del presente trabajo: estudiar y aportar interpretándose algunos aspectos sociales del momento son nuestro principal fin. Para lograr lo dicho, el presente trabajo consta de tres capítulos que se relacionan y se complementan entre sí.

El primero, es un estudio acerca de la importancia de los viajes y de los viajeros para aportar datos sumamente importantes sobre el conocimiento político, social y económico de otros países que por diferentes razones son ignoradas. El viaje desde las antigüedades hasta el presente momento constituye una realidad para el descubrimiento y para conocer lo ignorado o afirmar lo conocido; desde las antiguas épocas los viajes fueron el único medio que puede aportar las diferentes apreciaciones sobre diversas ramas del saber político y social de cualquier estado. El caso de España es más que significativo: a lo largo de los siglos los españoles realizaron diversos viajes para conocer

y aportar

conocimientos sobre alguna región determinada, el nombre de Juan León el Africano, con su obra Descripción de África aparecida en 1550, nos da las primeras informaciones sobre África en general y al mismo tiempo alude a algunos aspectos de la sociedad de los países del Magreb. Otra obra no menos importante es la de Luis Mármol Carvajal con su Descripción General de África publicada en 1573 y 1599, constituye también otra fuente de suma importancia para el estudio de las tierras africanas en general y las del Norte en mención particular. Su estancia que se calcula de veinte años en las tierras africanas nos ofrece una abundantísima información, dejando constancia de la importancia del continente africano como núcleo de interés para los viajeros españoles. También La topografía e historia de Argel de Diego de Haedo (aunque se sospecha de su autoría) publicada por primera vez en 1612, es otra valiosa obra cuyo tema general es Argelia, enfocando la importancia de

África del Norte en las preocupaciones intelectuales de los españoles. Sin olvidar, como es lógico, las obras de Diego Galán y, ya entrado el S.XIX, la obra publicada de Ali Bey el Abassi, haciendo hincapié de la importancia del viaje como medio descubridor y a la vez diferenciador del “otro”. Ahora bien, sin entrar en el estudio de las obras ni el porqué de su aparición; las obras de los españoles y de los portugueses, son para nosotros, una fuente extremadamente de gran interés erudito para cualquier estudio académico sobre la sociedad y sociabilidad argelinas a través de los siglos, y a partir de allí, resulta oportuno prestar una gran profundización en ellas como fuente de primera mano para cualquier estudio serio y profundo relativo a la Argelia de aquel entonces. Éstas, es decir las memorias de los viajeros, prestan unas observaciones más que valiosas de las costumbres, constan de observaciones de geografía, religiosidad y mentalidad además de ser lecturas esencialmente necesarias como testimonios directos de una sociedad y todo lo referido a sus habitantes. Gracias a este género de obras tenemos informaciones y conocimientos de cierta exactitud sobre las diferentes maneras de ser y de estar de cualquier sociedad a través de las diferentes etapas de su historia. Éstas constituyen una fuente incompensable para la historia social y de la vida cotidiana de los habitantes de una determinada región. Basándonos sobre las fuentes ya seleccionadas con rigor, cuya base está sometida a criterios muy severos, –para dar al conjunto del trabajo y de acuerdo con su finalidad, un carácter

científico y académico- las

memorias están clasificadas según criterios de lógica. Esto quiere decir, en otras palabras, las obras están escritas –por sus respectivos autorestras efectuar un viaje real en una determinada región argelina, independientemente de su cargo oficial o su misión ni el motivo tácito del viaje, hemos tenido en consideración las informaciones que nos interesan siguiendo el plan anunciado con antelación. Cada obra se tiene que reunir ciertas características –que para nosotros son indispensables- de descripción vista por el mismo autor y no de su juicio personal, ni otros

juicios de los jefes militares sean franceses o de otras nacionalidades; también hemos tenido en cuenta la presencia del autor como “sujeto”, su cercanía a los componentes de la sociedad argelina, su estancia relativamente duradera y su actuación con el mundo de las relaciones sociales que él mismo establece a lo largo de su viaje. Cada autor tiene que tener y establecer relaciones sociales con todos los componentes sociales de la Argelia del momento, con los más simples ciudadanos argelinos como con los jefes franceses o con los llamados colonos. Cada autor tiene que establecer relaciones amistosas con los más simples ciudadanos de diferentes nacionalidades con el fin de correlacionar y entretejer los juicios dados o simplemente ponerlos en tela de juicio por nuestra parte a la hora de apoyar alguna idea o rechazarla. La finalidad del autor y el contexto social han tenido una singular atención para comprender la idea exacta dada por él, sin dar falsas interpretaciones que pueden ser fuera del contexto original del mismo autor, cuya estancia tiene que durar más tiempo en suelo argelino y en diferentes regiones. Efectivamente, hemos puesto en comparación todas las ideas y juicios que se relacionan entre sí, y tener las ideas exactas de diferentes autores sobre algún hecho, juicio o situación para afirmar o confirmar alguna situación de carácter social o de la vida cotidiana de los argelinos. Por eso hemos dividido las obras a tres categorías según la realidad política del país: las primeras obras son básicamente editadas en las tres décadas del siglo, es decir la presencia turca; y a partir de 1830, con la colonización francesa, limitándonos a estudiar las obras editadas inmediatamente de este suceso y por último, después de sofocar la resistencia argelina encabezada por el Emir Abdelkader. Cabe mencionar nuestra atención a las fuentes se orienta a la autoría de las memorias: hemos excluido las memorias traducidas del francés al castellano –que son muchas- y también los pasajes incluidos en las memorias que no pertenecen al mismo autor que escribe. Cada autor escribe sus memorias lejos de los asuntos políticos o ideológicos para erradicar, desde el primer momento, las posibles subjetividades de la

persona y personalidad del autor. Hemos excluido las diferentes apreciaciones que no pertenecen a la persona que relata, o sea amigos o compañeros del autor para no tener ideas ajenas a la voluntad del autor, aceptando tanto las criticas como las admiraciones del mismo sobre cualquier hecho político o social y en diferentes situaciones. En efecto, hemos incluido pasajes tal y como están escritas en las obras originales para dar el argumento vivo y a la vez, la idea exacta sin que entrara involuntariamente nuestra propia interpretación. Ahora bien, a base de estas delimitaciones temporales y de las fuentes, viene el segundo capítulo para responder a preguntas muy sencillas: ¿cómo era la sociedad argelina del S.XIX? ¿Cuáles son los principales rasgos de la sociedad argelina? Y finalmente nos preguntamos cómo se organiza la vida social y política de Argelia y la vida diaria de los argelinos? Son realmente tres preguntas que se relacionan entre sí sobre las cuales hemos elaborado el conjunto de las páginas del segundo capítulo. Estudiar socialmente las relaciones entre todos los componentes de la sociedad, además analizar las líneas grandes del estado político en que vivía Argelia es entre muchos, la finalidad del segundo capítulo. Argelia como los argelinos es la base del segundo capítulo como el tercero; la descripción de la vida social y de las maneras de vivir de los argelinos. Los marcos de la sociabilidad será el núcleo del tercer capítulo, es uno que abarca la descripción de la vida diaria de la familia argelina, el modo de ser y de estar de los argelinos. Está claro que el modo de vivir es mucho más diferentes de la familia de ahora, razón que nos llama la máxima atención en saber la manera de vivir nuestros antepasados. La cultura de la familia en aquel entonces es la que nos obligan a responder a las preguntas siguientes: ¿Cómo se guarda la identidad argelina frente a las demás comunidades extranjeras bajo la dura política colonial de asimilación? ¿Cuáles son los motivos que han hecho guardar el núcleo de la familia pese a las diferentes leyes y exigencias de la fuerza

colonizadora de los franceses?

Y por último, ¿Cuáles son las

características sociales de la Argelia del momento? Los españoles eran la comunidad extranjera más importante en cuento el número sobre todo en el oeste argelino –el Oranesado- cuya herencia cultural y social queda hasta la actualidad. El tema de la comunidad extranjera o los emigrantes españoles han sido

objeto de diferentes

publicaciones y estudios desde mediados de los años setenta del pasado siglo por el destacadísimo profesor Juan Bautista Vilar, que ha venido elaborando diversas obras de gran interés erudito. Este catedrático –que es una institución en sí- ha estudiado desde diferentes dimensiones el tema de la emigración y las consecuencias económicas y sociales tanto en Argelia como en España; junto a éste, las diferentes Instituciones y Universidades españolas han publicado un sinnúmero de obras bajo el epígrafe denominado relaciones hispanoargelinas: la Universidad

Autónoma de Madrid, la de Educación a

Distancia (UNED) y las diferentes Universidades de Salamanca, Murcia, Alicante y Córdoba, además las Mesas Redondas y las conferencias dadas en diferentes instituciones de investigación tanto a nivel del CSIC como a nivel de las Escuelas Mayores cuyo objeto de interés es África como campo de investigación que ha merecido escasa atención historiográfica en comparación con otros temas. Argelia del S. XIX, sin embargo, no ha sido objeto primordial de la producción histórica debido al interés enfocado esencialmente a temas relacionados con Marruecos, salvo excepciones muy limitadas. Pero sí la historia de los siglos anteriores han merecido estudios y publicaciones por parte de los españoles y poco por los hispanistas argelinos, quizás debido a la abundancia de las fuentes repartidas en diversos Archivos españoles; para los hispanistas argelinos, casi la investigación histórica referida a la Edad Contemporánea casi es nula. Las poquísimas tesis doctorales de los argelinos referidas a la Argelia del S.XIX es el argumento a ello. Ahora bien, el islamismo, la mujer y temas de

actualidad toman gran parte en los proyectos de investigación de algunas universidades españolas. Nuestra elección del presente tema viene determinada pues, por las razones anteriormente expuestas, sobre todo por la falta de trabajos que desembocan en esta misma línea de investigación. Por ser argelino y a la vez hispanista, interesado y preocupado por la historia de nuestro país; y por otra parte, interesado primordialmente en buscar nuevos campos de investigación. No es una tarea fácil encontrar las memorias con facilidad, aunque su disponibilidad siempre nos ha exigido mayor atención y disponibilidad para su lectura y, su acceso que en muchas ocasiones fue restringido, problema que nos ha molestado a lo largo de la realización del presente trabajo.

CAPITULO I EL MUNDO AFRICANO-MEDITERRÁNEO

En las páginas que siguen, nuestra atención está enfocada en algunos puntos que rodean al tema del conjunto del presente trabajo, centraremos nuestra atención esencialmente en la importancia de los viajes para el desarrollo de las ciencias sociales en general, además mencionamos la importancia de los viajes sobre África efectuados a lo largo de los siglos. Desde la presencia española en las tienas argelinas, pasando por los relatos españoles desde el siglo XVI hasta el siglo XDC y finalmente la necesidad de África como "territorio geográfico y como un pasado histórico” para la política española del siglo XIX, son las grandes líneas que abarca este capítulo. Son algunos puntos para acercarse al tema precisando la importancia de Argelia y lo que constituye Argelia para la política de la España del S. XIX: Argelia como necesidad, el porvenir de España en el continente africano y finalmente la cuestión de Argelia a partir de 1830, son los puntos más claves que repercuten directamente a la situación política y social española, y a partir de allí, son los puntos que abarca las páginas que siguen.

1- La presencia española en Argelia.

Son tres términos y tres épocas distintas que diferencian la penetración española en el continente africano: “primeramente apareció el pescador atraído por los ricos bancos pesqueros de las costas. Más tarde se vio el comerciante buscando un contacto con las caravanas que hacían la ruta del Oro. A continuación vino el conquistador atraído por el deseo de encontrar un importante botín”1. Partiendo de la tercera fase de la cita, exponemos la presencia española en Argelia que se inició por la conquista de Orán2. Cuando se habla de Orán, se menciona con precisión a los nombres de Cisneros y Navarro; y cuando se menciona a éstos, hay que hablar de los Reyes Católicos que dieron el orden para conquistar Argelia. En efecto, el día 13 de septiembre del ano 1505 fue decisivo, en ello se conquistó 1

Miranda Díaz, Mariano: España en el contineníe africano. Madrid, CSIC, 1963. p. 16. Casi en todas las obras del catedrático Juan Bautista Vilar referentes sobre Argelia, hace referencia sobre la historia política entre España y Argelia. Como el caso de su obra con Ramón Lourido titulada-. Relaciones entre España y el Magreb SS. XVIIY XVIII. Madrid, Ed MAPFRE, 1994.405 pp. 2

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Marzalquivir por Diego Fernández de Córdova, alcaide de los Donceles. Cuatro años después, el Cardenal Cisneros (el Regente de Castilla) y el Conde Pedro Navarro (Vereterra)3 tomaron Orán. El 6 de enero de 1510 se apodera de Bujía y se declaran tributarios de España los chijes de Argel, Tedlés, Tenés, Mostaganem y Teremcén. Muerta la Reina Católica en 1504, la muerte de Cisneros en 1517, la acción española no se interrumpió. El llamamiento a los Baibarroja para un auxilio de Teremcén fue el factor decisivo para los futuros fracasos de los españoles. No obstante, la recaída de la Corona de España en la Casa de Austria y en la misma persona de Carlos I -tras la muerte del Príncipe don Juan, de la Infanta Doña Isabel y de su hijo don Miguel- no cambió la atención de España hacia África y de su norte en particular mención. En efecto, esta política se continuó en 1541 cuando Carlos I querría ocupar y conquistar Argel. Toda la acción española en Argelia tiene como base moral el Testamento de la Reina Isabel la Católica. Ésta, poco antes de su muerte, escribe definiendo los medios para realizar el “propósito sagrado”, mostrando las predisposiciones necesarias para ocupar todo el litoral mediterráneo: “Otrosí -afirma la misma Reina-, por cuanto que por la Sede Apostólica nos han sido concedidas diversas veces la Cruzada, e Jubilios, e Subsidios para el gasto de la conquista del Reino de Granada, e para contra los moros de África e para contra los turcos enemigos de nuestros Santa Fe Católica, para que en aquéllos se gastase, según en las Bullas que sobre ello nos han sido concedidas contema, mando que si de las Cruzadas, e Jubelios, e Subsidios, sean tomados algunos moravedís, e cosas que dellos se ayan tomado, e se cumplan e paguen de las rentas de mis reinos de aquel año que ya falleciere para que gasten conforme al tenor, y forma de dichas concesiones e Bullas”4 A esta manera la Reina define las grandes líneas de toda la futura acción española en África. La presencia de los turcos en Argelia viene condicionada -con respecto a la política española del Siglo XVI- por diversos motivos, desde el Cardenal Cisneros, se empezó una extensa empresa de carácter religioso hasta el reinado de Felipe II, la lucha -afirma Tomás

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Sobre este personaje, se puede consultar las obras Preigo López Juan: Pedro Navarro y sus empresas africanas, Madrid, 1953, 117 pp. También en la: Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España. Historia del Conde Navarrot por los Hermanos, Martín de. V. XXV, Madrid, 1854. Cazanave, J.: «Pierre Navarre, conquérant de Vélez, Oran, Bougie, Trípoli». Belletin de la Société de Géographie et Archéologie de la Province d'Oran, n.15,1925. 4 Cif. García Figueras, Tomás: África en la acción española, Op. Cit, p 71. Es un Discurso famoso como los anteriores. Estos Discursos en la mayoría sirvieron como fíjente de referencia de la Reina para proseguir en África las ofensivas contra el Islam y los musulmanes. Así, los Discursos habían sido continuamente la única justificación moral para todas las operaciones militares de la “Cruzada española” en el Magreb.

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García Figueras- contra el Islam es el pensamiento y el anhelo del Cardenal Cisneros apoyado moralmente por los consejos de los Reyes Católicos5. Entre 1518 y hasta 1555 fecha de la pérdida de Bujía6, hubo algunas tentativas para ocupar el Norte de África, que en su mayoría fueron fracasadas. En 1534, Barbarroja ocupa en trono de Túnez7, mientras Orán, bajo el mando de Alcaudete8, fue considerada como una parte española que para los demás reinos de esta zona, constituye un verdadero riesgo para sus seguridades, y a partir de allí, se iniciaron continuamente enfrentamientos entre los españoles y los turcos 9. En enero de 1543, el conde de Alcaudete ocupó Tremecén y cinco años más tarde (agosto de 1558) salió contra Mostaganem. Hasta 1562, Orán y Marzalquivir fueron los más mantenidos bajo la dominación española, mientras que las demás regiones fueron conquistadas y recuperadas de vez en cuando hasta el año 1771, fecha de la Guerra de Lepanto. Andrea Doria y bajo el Reinado de Felipe III fracasó ante Argel en 1529.La presencia de los turcos en esta ciudad, un capital político y económico para sus actuaciones económicas y político, obligó a España a enfocar su presencia en Orán y Marzalquivir10. En el siglo XVIII, España no deja de ver a Argelia como empresa rentable. El fracaso español para dominar Argel (la expedición de O'Reilly en 1775 y la de Barceló ocho años después), la obligó a cambiar su política hacia Argelia. En efecto, esta nueva política basada en la convivencia y la paz se materializó con un Acuerdo firmado por José de Mazarredo por la parte española, y el Dey de Argel, por parte argelina, el 14 de julio de 1786. Este acuerdo o Tratado de Paz, Amistad y Comercio constituye los tres grandes ejes de

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Op. Cit, p. 73. Feraud, Charles: “ Notes sur Bougie aux diverses époques ». Revue Africaine, n. 2. (1857-58), pp.458-465; n.3 (1859), pp. 45-57,296-308 y 442- 468. (es un estudio de la ciudad de Bujía desde los romanos hasta el S. XIX. La ocupación española se encuentra en las páginas 45-51). u El tomo segundo de la Colección Acción de España en África> obra citada, pp. 131-252 son referentes a la presencia de los españoles en Berbería, Ifriquiay Trípoli 8 Ruff, Paul: La domination espagnole sous le Gouvemement de Compte d'Acaudete (1534- 1558). Paris, 1900. 9 Resulta indispensable consultar la obra de Femando, Braudel: El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe n. 2. ed. México, Fondo de cultura económica, 1976; El Mediterráneo. Traducción de J. Ignacio San Martín. 3 ed. Espasa-Calpe, 1997.306 pp. 10 Resulta oportuno ver la tesis doctoral de Alonso Acero, Beatriz: Orán y Masalquivir en la política norteafricana de España (1589-1639). Dirigida por José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano. Madrid, Departamento de Historia Moderna, Universidad Complutense» Servicio de Publicaciones, 2003. 6

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la política española con respecto a Argelia, cuyas bases fueron de carácter comercial y político11. Ahora bien, la decisión final para el “cieiTe”de esta política y la presencia española, se inició cuando se produjo el gigantesco terremoto de 1790 en la región de Orán12. Tres siglos de presencia española, tres siglos de política africana: desde Isabel la Católica hasta Carlos IV; desde el Cardenal Cisneros hasta Floridablanca. Fue una presencia para lograr un Mediterráneo español y cristiano a la vez, una presencia militar y otra cultural, una presencia misionera sobre todo en la región de Argel, una presencia discontinuada temporalmente y dispersa geográficamente. De hecho, toda la dominación y la presencia española en Argelia se resumen en las conquistas de las ciudades de Orán, Marzalquivir, Bujía y Argel. La presencia española empezó por el ideal cruzada y se terminó por un acuerdo de comercio y de paz. Una Argelia cristiana y española no se logró conseguir, tampoco se logró mantener el Oranesado bajo el mando de España. Aunque la presencia española tuvo un carácter militar, sin embargo, el intercambio entre musulmanes y cristianos, entre “fieles” e “infieles”, entre españoles y argelinos, genera un ambiente de “mezcla” de carácter cultural en las propias tierras argelinas13. Esta presencia también genera una fuente de inspiración para la universalidad de la literatura e historia españolas, baste mencionar el nombre del primer novelista español Miguel de Cervantes y sus *7\ f

obras . Este junto a otros novelistas y viajeros, Argelia fue el tema más rentable para sus obras y sus memorias.

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sobre el tema de la presencia española en Argelia existe obras de gran interés erudito como el caso de la obra de Sánchez Doncel, Gregorio: Presencia de España en Orán (1509-1792). Toledo, Estudio Teológico de San Ildefonso, 1991. 866 pp. 12 Nordine Malki, a Le tremblement de ierre d'Oran d'octobre 1790 et les tentatives du Bey de Mascara povr la libération de cette ville d'aprés trois documents des Archives Historiques Natiorudes de Madrid». Séminaire International sur les Sources Espagnoles de l'Histoire Algérienne. Oran, 1981. 13 Me reñero a la presencia de la cultura española sobre todo en la ciudad de Orán, a la percepción de unos a otros, a los monumentos que conmemoran esta presencia y a la 1„mezcla” entre dos culturas y dos idiomas que genera un dialecto compuesto entre lo árabe y lo español. En este aspecto, los hispanistas argelinos lo demuestran. Véanse: 20 Benallou, Lamine: “ A propos de quelques hispanismes employés dans le parler d'Oran. Texte inédit. Colloque sur l'Histoire d'Oran, du 30- 06 au 04-07 1988. 8 pp. : Dictiormaire des Hispanismes dans le parler de YOrame. Alger, Office des Publications Universitaires. 73 pp. :L‟oranie espagnole: approche sociale et linguisdque, Oran, Ed. Dar el Gharb, 2000, 206 pp. Moussaoui Meftah, M.: Presencia del léxico español en el habla oranesa (análisis sociolingüístico), Memoire de Magíster, Oran, Université d'Oran, Juin 1992. Sola, Emilio también se acerca de modo general a los diferentes aspectos de la presencia española en Argelia en su obra: Argelia entre el desierto y el mar. Madrid, MAPFRE, 1993,362 pp.

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2- África a través de los viajes.

África, desde los tiempos más antiguos fue objeto y objetivo de los pueblos de Europa, especialmente en el Siglo XV cuando empezó ya la preocupación por la importancia de este continente. África está siempre relacionada con empresas extranjeras, ya que cuando se descubrió el Nuevo Mundo, África era el mercado que proporciona el comercio de esclavos y su beneficioso servicio hasta el Siglo XVIU y principios de Siglo XEX. El abandono de las tierras del continente americano por causa del movimiento de independencia, obligó a los Estados europeos volver su atención hacia África, un continente que abarca todas las necesidades del continente europeo y sus políticas, de manera que, durante el siglo XIX, los Estados europeos vieron a África como el campo más adecuado para sus necesidades tanto económicas como políticas. África nunca se había cesado de ser el mercado de todas las necesidades europeas y en particular mención durante todo el Siglo XIX. Si los siglos anteriores de éste, los esclavos eran todo lo que se necesita desde África; en el Siglo XIX, sin embargo, los esclavos fueron los propios habitantes del continente, y las propias tierras africanas fueron las que sustituyen a las americanas. Así, “en lugar de transportar los obreros dónde había trabajo, había que trasportar el trabajo dónde se encontraban obreros”14. La preocupación hacia África se inició cuando los portugueses descubrieron el Cabo de Buena Esperanza en 1483. Por diversas razones y por medio de los viajes se conoce esta parte del mundo: “es probable que en aquella época [es decir en el siglo XV] en que la necesidad de viajes aventureros adquirió en Europa el carácter de una verdadera fiebre, se hubieran multiplicado las expediciones a las costas africanas y los establecimientos europeos, si el descubrimiento de América no hubiera venido a ofrecer ancho campo para saciar el espíritu aventurero de muchas generaciones, campo más fácil para explotar, a pesar de su lejanía, que el inmediato con que brindaba el África”15.

^ Ardy G., La politique coloniale et le partage de la terre auXIX et XX Siécles. París, 1937, p.48. 15 Colección de Historias y Memorias Contemporáneas, dirigidas y adicionadas por Cesar Can tú. Edición Primera, Cayetano Rosell Joaquín Maldonado, t ID. Madrid, 1865, p. 67.

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Como medio para adquirir conocimientos sobre África, el viaje fue el punto de partida para los aventureros y los misioneros desde las remotas épocas. Las fuentes más acertadas sobre este tema16, aseguran que antes de la Era Cristiana, los viajes fueron el factor de las comunicaciones y a la vez, el elemento para descubrir y adquirir conocimientos sobre otros pueblos. En los libros de Ptolomeo aparecen noticias de algunas aclaraciones de la zona interior de África. Años antes de la Era Cristiana, hay unos testimonios de un paso de conquistadores dirigidos hacia el sur, hasta el fondo de la Etiopía. Las columnas conmemorativas de las expediciones llevadas a cabo por los primitivos reyes de Egipto y las escenas guerreras esculpidas en los templos, lo recuerdan17. Después de los hebreos, los fenicios también llegaron al litoral africano del Mediterráneo; mientras que los cartagineses -por el espíritu comercial y aventurero- extendieron su presencia en Argelia y Túnez18. En los siglos IX hasta XI, los viajeros árabes: Macudi, Iben Hawqal (943 - 988) y El Bekri, realizaron múltiples viajes de carácter geográfico. En los siglos Xm y XIV, las Relaciones de viajes o “Rihld' tuvieron como meta principal, la de conmemorar los recuerdos de un paso o de un viaje, basados por motivos religiosos o para adquirir conocimientos en las diferentes ramas del saber, se dirigen a Siria, Irak y Egipto, destinos frecuentes para efectuar sus Rihlas. Los famosos, como el caso de Ibn Ruchaid, al- Adari, Halil el Balaoui y Ibn Batuta, dieron una adición importantísima para la evolución de la Historia y la Cartografía. La construcción de un planisferio terrestre por parte de Xirif El Edrissi (S. XIII) es el punto culminante para la ciencia de la geografía y su evolución merced a los viajes. Por su parte, Ben Said publicó varias obras históricas y geográficas sobre el norte africano. Hasta el siglo XV , los viajes fueron la única forma de la adquisición de conocimientos sobre África en general. Los viajeros fueron los “agentes” que proporcionan diferentes informaciones llevadas a sus países de origen: estudian, elevan mapas y trazan las líneas grandes para la posibilidad de cualquier intervención. Las expediciones, otro medio para adquirir conocimientos sobre las partes africanas, tuvieron un carácter más bien científico

Edad Media en su relación con los progresos de la geografía y de la Historia, Madrid, 1876, 141pp. Lago de Vega, Ángel: Viajeros españoles de la Edad Media, Conferencia, Madrid, 1882, Imp. Fortanet, 1882,33 pp. 17 Acción de España en África: descubrimiento, colonización, conquistas y convenios hasta la paz de Versalles. Madrid, Ministerio del Ejército, Servicio Histórico Militar, 1941,.L ni, p.3 18 ídem, p.5.

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que político, su principal fin fue elevar y aportar nuevos datos o estudiar los aspectos geográficos de una región. Históricamente, los portugueses, como se sabe muy bien, iniciaron la empresa hacia África, tenían una preocupación para dominar el litoral atlántico cuyo límite era El Cabo Bojador. Las primeras expediciones no sobrepasan el Cabo. En 1418, los viajeros Juan González Zarco y Tristan Texieira fracasaron cuando trataron doblar el Cabo; un año más tarde, los mismos se dirigieron directamente a Puerto Santo. Gil Eanes, en los años treinta del mismo año, logró entrar el la Bahía de Río de Oro . La exploración de la costa austral fue iniciada por Tristan quien cruza por delante de la desembocadura del Senegal y llega hasta el Cabo Verde. En 1448, Álvaro Fernández llega hasta las proximidades de la Sierra Leona y en 1455, se llegó también hasta el Cabo Verde; y a partir de la segunda mitad del Siglo XVI, los portugueses ya exploraron Guinea y sus Islas, Femando Poo (la Hermosa) 19. Tanto los viajes como los viajeros aportaron un gran impulso para la ciencia geográfica en general y sobre la cartografía y su evolución en particular20. Por su nacimiento, la cartografía se desarrolla científicamente a partir del siglo XIV, el ejemplo más concreto es: Mapamundi, obra de gran mérito científico hasta el siglo XDC21. La historia, la cartografía, la geografía y la etnografía “son un resultado de los hombres llevados por la audacia interesada del comercio, y otro por el amor a la religión o por el deseo de ver y estudiar tierras y pueblos desconocidos, realizan grandes exploradores y notables descubrimientos”22. En efecto, el comercio y la religión son las razones más justificadas para efectuar cualquier viaje en las tierras africanas. El viaje “argumento de todo relato” es, por definición, un medio y un argumento que “hace a sus protagonistas héroes o sabios, hombres de experiencia o de fortuna. Alguien a quien merece la pena escuchar cuando narra la pena”23.

Abd El Basit (1449-1514)y el otro un cristiano se llama Anselmo Adorne ( SJCDÍ) ].

f50 íbidem.

Ibidem.

51

Este tema también está relacionado a los viajeros y sus expediciones. Por la abundancia de las fuentes sobre este tema, no trataremos a explicar sus particularidades, mencionamos una obra que abarca generalmente este tema, véanse Brown Lloved A.: The story of maps. Boston, Little, 1949, 397 pp. '>2 Véanse Bresque Abraham: Mapamundi del año 1375. Barcelona, S.A. Ebrisa, 1983, 90 pp. 22 Ricardo Beltrán y Rózpide: Viajes y descubrimientos efectuados en la Edad Media, en su relación con los progresos de la Geografía y de la Historia. Madrid, Imp. Víctor Saíz. 1876. 141 pp. Es una síntesis de la aportación de los viajes y los viajeros a los temas de la evolución de las ciencias históricas y geográficas. 23 Sola, Emilio: Argelia entre el desierto y el mar. Madrid„ MAPFRE, 1993. p.18 * Es una ciudad en Sudán: véanse, viaje a Tombuctú por Caillé. Tomo II. También se puede ver: Aventuras de los viajes celebres, Madrid, 1850, pp.96-109.

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Si el Siglo XVIII fue un siglo de descubrimientos geográficos para descubrir África, el siglo XIX, sin embargo, fue una materialización del siglo pasado; si los anteriores tuvieron el carácter científico; éste, en contrario, fue de carácter político. En efecto, a lo largo del Siglo XIX, aparecen algunas Sociedades, Asociaciones inglesas, francesas y belgas que multiplicaron las expediciones con el objeto de establecer relaciones comerciales con África. Estas como las alemanes (el caso de Roentgen, asesinado cerca de Tombuctú*) tuvieron un papel importante para ser conocidos y hacer conocer los pueblos africanos. Los franceses en el S. XVII fundaron en París Sociedad Francesa de África; los ingleses crearon la African Association en 177824 cuyo principal interés fue la exploración de las tierras anexionárselas de completo y absoluto dominio. Hasta 1875 existían treinta y dos en el mundo. El Siglo XIX fue un siglo en lo cual África fue objeto de toda Europa, todos los europeos: comerciantes, sabios y misioneros participaron, cada uno por su labor, en penetrar en Africa. Estos son los móviles^ generan múltiples corrientes: “la primera, remota la Cuenca del Nilo para estudiar la tipografía de los países; la segunda, penetra en África por la Costa Occidental que se extiende entre el Sahara y el Ecuador, se prolonga al Oriente hasta las fronteras de Nubia; la tercera abraza el Sur de África” 25 y la cuarta -según nuestra interpretación- se reserva a la parte norteafricana. El comercio, la ciencia y la fe son los principales móviles para la penetración europea en África, constituyen los principales campos de toda la actuación europea en África a los largo de los siglos. En el Siglo XIX con mención particular, las principales finalidades de la intervención europea fueron de carácter político y otros de carácter comercial: Francia e Inglaterra fueron los únicos actores de esta intervención; bien por el anhelo de extenderse o bien por búsqueda de materias primas. Los franceses buscan nuevos terrenos mientras que los ingleses buscan nuevos recursos, los primeros extienden las ideas de su Revolución y los segundos aplican la teoría de su Revolución Industrial. Ahora bien, desde el siglo XVI hasta el Siglo XVHI, fueron siglos para conocer las “realidades” africanas; mientras que el Siglo XIX fue un período para aplicar “el

24

Para tener un panorama sobre este tema se puede ver: España en África, por J. Díaz de Villegas. Madrid, CSIC, 1949. pp.7-38.

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resultado” de los siglos anteriores; descubrimientos y exploraciones para calificar a los anteriores, repartición y colonización para el Siglo XIX.

3- Los relatos españoles.

En el caso de España , los relatos, las crónicas y las memorias se remontan al expansionismo de la Península Ibérica por el Atlántico y el Mediterráneo Xíí

i

magrebí . Contienen descripciones, informaciones múltiples y de diferentes aspectos tanto políticos como sociales; describen la vida social de los habitantes, estudian la situación política de los países árabes y musulmanes del norteafricano. Descripciones e informaciones son generalmente enfocadas para defender las ideas establecidas por los viajeros. Baste mencionar que los viajeros españoles de los siglos XVI hasta XIX no fueron viajeros que buscan aventurarse sino, se encargan de cumplir una misión determinada en una región definida. Los autores son aventureros, intelectuales, naturalistas, literatos, comerciantes, jefes militares como médicos, se denominan como “agentes” encargados de llevar informaciones de los pueblos africanos. Los relatos de los viajeros de los siglos XV y XVI son obras redactadas por los cautivos26, constituyen un conjunto de obras publicadas, manuscritos o simplemente una sencilla correspondencia entre personas en el litoral africano que relatan las diversas situaciones en que vivían27, relatan todo tipo de demostraciones, informaciones, narraciones de las personas, sobre todo los cautivados y sus relaciones con los musulmanes. En la obra de Mercedes García- Arenal28, aparecen obras de los siglos XV y XVI que constituyen una verdadera preocupación española sobre el norte de África. Estas

*9 La obra de Antonio de Sosa: Diálogo de los mártires de Argel. Ed. Emilio, Sola y José María Parreño. Madrid, Ed. Hipenón, 206 pp. Contiene una importantísima información de la situación política y social sobre el Norte de África, mediante treinta relatos. Véanse Bunes Ibarra, Miguel Ángel de: uLa vida de los presidios en el Norte de ÁjnccFEn: Relaciones de la Península Ibérica con el Magreb. (SS. XIII-XVI). Actas del Coloquio. Madrid, 17-18 de diciembre de 1987, editadas, con una introducción por Mercedes García-Arenal y María J. Viguera. Madrid, CSIC, 1988, pp.56I-590. 28 García-Arenal, Mercedes y otros: Repertorio bibliográfico de las relaciones entre la Península Ibérica y él Norte de África, op.cit.

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obras, en realidad, aportan una descripción de la vida tanto social como política sobre el norte de África de estos siglos. Desde la presencia de España en el África mediterránea hasta el siglo XDC se publica un sinnúmero de obras de viajeros y navegantes que describen con atención muy especial todo lo referente a esta zona. Unas descripciones, en todos los casos, de acontecimientos y exaltaciones de los hechos del “Gran Imperio EspañoF, se disminuyen paralelamente los acontecimientos referentes a África y sus habitantes29. Son descripciones basadas a veces con la presencia del autor en los hechos o acontecimientos; y otras, son una agrupación y recopilación de informaciones sobre algún hecho u otro con su juicio personal. Sin embargo, todas ellas vienen para justificar algún juicio sin aportar nada al país que describen, “la preocupación por la descripción del mundo magrebí -afirma Mercedes García-Arenal- siempre está en relación con la defensa de unas situaciones de dominio tanto político como económico. Ninguna obra nace por la curiosidad o por las ansias de conocer una cultura y una territorios diferentes” 30. Así lo califica la autora sobre todo cuando hace referencia a los siglos XVI y XVII. Siglos en los que toda la historiografía española referida a Africa viene para lograr fines más bien religiosas que territoriales. Expansión, religión, conquista, necesidad, son elementos tan repetidos en cada obra, son también las grandes lineas de la política exterior española de los Siglos XV hasta XVII. Civilizar el Norte de África mediante la “buena fe”, mantener la seguridad de España, además recuperar lo perdido históricamente31 son toda la política española con respecto a Africa. Y a partir de allí, observar, informar, confirmar y detallar lo que ven y lo que se desea aportar como informaciones, orientadas hacia una buena descripción y la máxima recogida y agrupación de datos, son a la vez, de las tareas del viajero autor. Sus datos básicos fueron las experiencias personales, la imaginación, la interpretación personal siempre cuando no logra tener una justificación bastante fuerte en los temas de la religión.

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Tertá Hassein, Ismat: «Historiographie et nécessité de recherche historiographique sur VAlgérie au XVI — XVIII Siécles». Séminaire International sur les Sources Espagnoles de lTIistoire Algérienne, Oran 1981, 17 folios. La publicación de los trabajos de este Seminario fue en 1984. 4j García-Arenal, M. Op.Cit. p. 24. 31 Bunes Ibarra, Miguel Ángel de: “La percepción del Magreb en España: Siglos XV- XVIF\ En Presencia Cultural de España en el Magreb: Víctor Morales Lezcano (Coor.). Madrid, MAPFRE, 1993, pp. 21-46. en este mismo sentido resulta beneficioso la obra de Mercedes García-Arenal: obra ya citada.

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Al repasar la historiografía32, y en cuanto a los temas, estos relatos intentan describir el norteafricano en general y de sus habitantes en mención particular, aparecen temas del cautiverio, corsarios, los sufrimientos de los familiares de los cautivos. También aparecen otros temas que abarcan las victorias de los cristianos sobre los musulmanes; descripciones de las conquistas de las ciudades, mostrando las victorias y las maneras de conquistar 33; obras referidas a los moriscos, obras traducidas al castellano de mayor utilidad para las misiones, como el caso de la traducción del Corán para las tareas de la “propaganda religiosa”34. Ahora bien, los viajes y los relatos en el Siglo XEX se diferencian a los anteriores por diversos motivos. La primera característica de las memorias fueron elaboradas por los militares-viajeros que se movían sobre cuestiones puramente políticas, todos los relatos y las memorias fueron escritas por motivos de defensa, debidas a la movilidad de otras potencias en las tierras africanas, sobre todo en la primera mitad del Siglo en el que todas las memorias fueron elaboradas por militares enviados especialmente para elaborar obras que describen toda la acción de los franceses en Argelia 35, como el caso de la obra escrita por un militar anónimo que estudia todo lo referente a la ciudad de Argel 36. Estas memorias tuvieron como fin, el de evaluar la situación política, militar, geográfica y social de la Argelia: su historia antigua como moderna y su actual estado político y social son los principales temas que abordan estas memorias. Estas memorias son, en términos generales, estudios que precisan los aspectos sociales, los de la vida cotidiana de los habitantes de un país o de una región determinada. Los autores siempre fueron militares de élite, generalmente tenientes generales o altos oficiales de ejército español. El surgimiento y la elaboración de la obra responden a cuestiones

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Es muy difícil aportar todas las obras que describen el Norte de África por la sencilla razón de su dispersión en los diferentes Bibliotecas españolas y raras veces en las extranjeras. Así, en el caso de Argelia resulta mencionar los trabajos ( DEA) de los hispanistas argelinos sobre todo de la Universidad de Orán bajo la dirección del profesor Emilio Sola, que tuvieron la iniciativa de una agrupación de fuentes referentes a Argelia en general. La introducción de la obra Repertorio bibliográfico de las relaciones...., es bastante sugestiva con respecto a este punto. 34 Como el caso de la traducción española del Corán: KORAN, Traducción de otra francesa del Koran ... para el uso de los misioneros. Traducción del Conde de Oropesa, 1672. También la obra de Obregón, Lope: Confutación del Alcorán y secta Mahometana, sacada de sus propios libros: y de la vida del mesmo Mahoma..., Granada, s.i, 1555.(BNM). 35 No todas las memorias fueron escritas por los militares, existen otras elaboradas por autores anónimos. Nuestra interpretación sobre la autoría de éstas se vacila más a autores de conocimiento militar» las informaciones que contienen tienen las mismas estructuras que las de los militares, sobre todo las informaciones de las descripciones, de los acontecimientos militares. 36 Descripción estadística de Argel, ó noticia de los principales, sucesos y situación de este país en sus diferentes ramos: con reflexiones sobre las ventajas que de España; y un suplemento relativo á las monedas, pesos y medidas de aquella Regencia. Madrid,: Vega y Compo., 1817. 122 pp.

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referidas a aspectos de caracteres políticos y sociales y no sobre motivos religiosos como el caso de las memorias de los siglos anteriores37. Con la toma de Argel por los franceses, los españoles recurren a estudios más rigurosos elaborados por un gran interés. En efecto, las obras traducidas al castellano de las obras militares de viajeros y aventureros extranjeros (generalmente francesas e inglesas) tuvieron la máxima importancia a- difundir una cultura del viaje, también surgen nuevos temas y nuevas obras que estudian todo lo referente a los antiguos viajes y viajeros españoles en los diferentes 11 partes del mundo . Aparecen con frecuencia, sobre todo en la segunda mitad del Siglo, nuevos temas que estudian los diferentes aspectos relativos a los viajes anteriores, como el caso de la obra de Martín Fernández de Navarrete con su Examen histórico-crítico de los viajes y descubrimientos apócrifos del capitán Lorenzo Forrer Maldonado. ..(1849). Las colecciones españolas y las traducidas al castellano tuvieron la máxima importancia en divulgar unas apreciaciones sobre alguna región africana, estudian los diferentes aspectos sociales de los pueblos africanos. Los nombres de Lamartine, Stanley, Julio Veme , fueron los más mencionados en las memorias españolas que refieren a los estudios sociopolíticos de las partes del continente africano38. Aparecenflo largo de este siglo, múltiples enciclopedias que divulgan conocimientos y resultados de todos los viajeros europeos, generalmente se diferencian a las anteriores por sus características temáticas y problemáticas de sus contenidos. Cuyos temas fueron orientados a los viajes modernos y sus aportaciones a la evaluación política y especialmente a los aspectos sociales de los países africanos: El Viajero Universal, que estudia los celebres viajeros del Siglo XIX, es el ejemplo más concreto en este sentido.39 Por otra parte, la labor de los africanistas, arabistas y a partir de 1876, las diferentes instituciones africanistas, fueron la segunda cara de la misma política española hacia África, la labor de éstos con las obras de los viajeros-militares, fueron las únicas

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El caso más sugestivo es la obra elaborada por Ximenez de Sandoval: Memoria sobre la Argelia....Madrid, 1853. será analizada esta memoria en las páginas siguientes. 38 Mencionamos aquí algunas obras de muchas que existen: Colección de historias y memorias contemporáneas, dirigida y adicionada por Cesar Cantú, Ed. española bajo la dirección de Rosell y... Madrid, 1865-67. 3 v. También la obra: El mundo en la mano: viaje pintoresco á las cinco partes del mundo..., Barcelona, 1875-78.4 v. 3 Nuevo Viajero Universal: enciclopedia de viajes modernos... publicada por los más célebres viajeros del siglo XIX, Homboltd, Brue Khardt, Livingstone, &. Ordenada y arreglada por D. Nemesio Fernández Cuesta, Madrid, Gaspar y Roig, 1959-62, 5 v.

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informaciones españolas sobre África y su norte en mención particular40. Son a la vez, las fuentes españolas sobre la historia tanto política como social sobre África. A lo largo del siglo XIX, el interés de España sobre África tuvo un carácter múltiple: en primer lugar, todos los trabajos sobre África nacen como consecuencia de la actuación extranjera en las tierras africanas; y en segundo lugar, estas obras no fueron elaboradas para el estudio histórico del pasado, sino obras que analizan del estado actual de todas las partes del norteafricano. En ellas, los autores analizan minuciosamente todo lo referente a la situación política, económica, social y las relaciones de los pueblos africanos con los extranjeros, sean colonizadores o relaciones con los demás pueblos que viven en las mismas tierras. La descripción basada en las propias observaciones del autor y su relación con los demás, fueron toda la base de la información y la novedad de las obras: son una especie de recopilación de informaciones sacadas de la relación del autor con los propios miembros de la sociedad en que vivía. El autor relata sus experiencias o describe las experiencias de los demás, hace observaciones de la manera de vivir de un pueblo, describe los sufrimientos de éstos, anal i za los sucesos surgidos tras una situación determinada y busca las posibles soluciones de determinadas cuestiones. El autor aparece como un turista que recurre diferentes partes de un país, su estancia (en diferentes partes del mismo país) le facilita adquirir amplias informaciones de una región y las diferencias que existen entre una y otra región, sobre todo los aspectos culturales y sociales. El autor siempre se relaciona con los simples miembros de la sociedad, establece relaciones muy amistosas, vive con ellos y mantiene relaciones fuertes con todas las capas de la sociedad. Por otra parte, el autor también recoge algunos datos e informaciones de otras obras extranjeras para poder dar a su obra un carácter científico. Sobre Argelia como ejemplo, la consulta de las obras francesas fueron las necesarias casi en todas las memorias escritas sobre este país. La novedad del autor se resume en sus testimonios personales a diferentes hechos políticos y militares, además la aportación está en sus descripciones de la vida social y cotidiana de los habitantes. Generalmente, el autor o viajero-militar elabora su obra sobre diferentes bases: la descripción militar fue la característica en toda las obras del

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Existen otros estudios sobre África de carácter científico, generalmente, son breves estudios de algunos especialistas en materias geográficos o físicos. La mayor parte de estos estudios son la participación de diversos especialistas sobre algún tema. Una especie de cursillos científicos.

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Siglo XIX, la manera de la composición del cualquier ejército, su forma, su estructura y hasta la comida diaria de los soldados y sus salarios mensuales, son los más detallados y bien analizados por estos viajeros. El mundo de las relaciones entre todos los individuos de la sociedad, entre los extranjeros y los nativos de un país, es otro elemento que se repite en todas las obras. Si durante los siglos anteriores del siglo XIX “el tema de Argel sería como de los más apasionantes, algo así como el tema de Cuba en los años que siguieron a la revolución de Fidel Castro”41, en el Siglo XIX, sin embargo, Argelia fue el destino de la mayor parte de los españoles, un país que constituye un verdadero país de lujo y del bienestar, de manera que, la vergüenza para los españoles consiste en no poder visitar Argelia 42. Las oleadas de la emigración y de los emigrantes hacia Argelia durante todo el Siglo XIX justifican la situación política y social de España y de los españoles43, también la inmigración hacia Valencia, como una región caracterizada por su dinámica comercial y económica, constituye el medio para alejarse de las miserias sociales de los españoles del siglo XIX 44.

4- Argelia como necesidad.

Como hemos mencionado a lo largo de las páginas anteriores, la utilidad de los viajes y el papel de los viajeros para el desarrollo de las ciencias sociales en términos generales, fue más que decisivo. En efecto, en este sentido, Pedro García Martín expone mostrando la utilidad del viaje y su importancia como un medio para la adquisición de las informaciones: “el viaje -dice el mismo- que debe realizar para aventurarse en los nuevos 41

Camamis, Georges: Estudios sobre el cautiverio en el Siglo de Oro. Madrid, Ed. Gredos, 1977,

T?‟15L 5

Soriano, Rodrigo: Moros y cristianos: notas de viaje (1893-1894): Melilla, Argelia, la embajada de Martínez Campos á Marruecos. 2. Ed. Madrid, 1895, p.54. 43 Las múltiples obras del catedrático Juan Bautista Vilar sobre este tema nos da la idea de la verdadera situación de los españoles y la importancia de Argelia como medio de salvación para los españoles del siglo XIX. 5S La obra de Blasco Ibáñez titulada, Arroz y tartana, nos da una imagen de este fenómeno que caracteriza España del siglo XIX.

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territorios ya es por sí una vía para introducirse en un contexto humano completamente diferente y diversificado, una experiencia que irá marcando a cada uno de los hombres que lo realizan”45. En los siglos anteriores del S. XIX fueron más bien siglos en que la literatura y la historia se habían ido mezclados en obras únicas. La literatura de vidas o mejor dicho las autobiografías, es el epígrafe que resume toda la producción artística de los viajeros. También las diferentes Relaciones46 -religiosas, militares, costumbristas, sociales, diplomáticas...- tuvieron la máxima importancia en aportar datos sobre África en general. Por su carácter especial, el siglo XIX español fue muy diferente a los anteriores. Diferente por motivos nacionales (política interna) y otras internacionales. Una España menos potente, un Estado de segundo rango durante el Siglo, un siglo según Pierre Vilar “de comedias más que dramas”, un siglo que empieza por una guerra y se termina por otra. En términos generales, España deja de ser una potencia y se vuelve un Estado dependiente a otras naciones. Si los siglos anteriores, España o “el Gran imperio” era el fundamento de los viajeros, y la “ideal Cruzada” la principal meta; el S. XIX, sin embargo, tanto los viajes como los viajeros dejan de aportar las valoraciones anteriores, toda la atención española se centra en otras preocupaciones que, en realidad, reflejan la situación política, económica y social de España y de los españoles, de una parte; y el papel de España en el seno mundial, por otra parte. El siglo XIX, la situación política tan crítica repercute negativamente a la situación económica y a su vez a la social. La patria y el español son los nuevos ejes de toda la preocupación de todos los españoles, fuera y dentro del país. España, español, patria, españolismo son los términos que aparecen con frecuencia en los diferentes discursos oficiales, en periódicos de la época, hasta que fue considerado como una verdadera cuestión, cuya solución debida únicamente por la participación de todos los españoles. En este siglo, toda la atención española fue para buscar las soluciones de la nueva España, de las nuevas definiciones e interpretaciones surgidas tras la evolución de la vida

García Martín Pedro: Renegados , viajeros y tránsfugas: comportamientos heterodoxos y fronteras del S. XVI..., Torres de Alameda [ Madrid],: Fugaz, 2000. p. 16. 46 Como ejemplo, la “Relación de Orán" es el más significativo que ateste la diversidad de la información sobre las tierras Argelia en mención particular. Véanse: Gregorio Femando, Jiménez: “Relación de Orán”: por el Vicario don Pedro Cantero Vaca (1631-1636). Introducción, trascripción y notas. Hispania, 1962, n. LXXXV, Imp, Diana, Artes, Gráficos, 39 pp.

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política de España y el cambio en la política internacional. Aparecen nuevos términos que separen a los españoles y sus ideas, aparecen múltiples cuestiones de diferentes caracteres y de diferentes aspectos. La cuestión 61 ^

bibliográfica en este siglo fue el tema básico que preocupa los españoles, y

por consiguiente, es la cuestión del porvenir de España. Ahora bien, África en esta cuestión resume toda la política africana, se define como la necesidad obligatoria para la actuación de España: salvar el honor perdido por la presencia de los franceses en propias tierras españolas. Con esta presencia, España vuelve en sí misma una empresa del intervencionismo francés, un terreno abierto desde el norte hacia al norte de África. Al comienzo del siglo España tema la atención especial al Norte de Africa, “pero se ha producido algo peor, y que es España -afirma García Figueras- al entrar en la órbita de los intereses de otras naciones europeas, ha perdido, como estado, el concepto claro y preciso de su ideal africana”47. En efecto, España deja de ser un Estado independiente y vuelve a ser una nación dependiente a la política francesa opuesta a la inglesa por intereses políticos y económicos. Dos potencias que al iniciar el S. XDC, orientaron sus atenciones a toda África. España, preocupada por su porvenir político no pudo hacer nada ante esta situación, no pudo defender sus intereses que el pasado histórico y la cercanía geográfica le atribuyen a tener un cierto privilegio en el norteafricano. Esto fue la consecuencia directa “de la acción de la política francesa, la del enciclopedismo, la intervención de los extranjeros [se refiere a los franceses] en la gobernación del país, la decadencia de nuestras instituciones políticas” afirma García Figueras 48 . En efecto, estas consecuencias y a la vez los reales problemas de España, apartan el Estado español al margen del protagonismo mundial del Siglo XDÍ, estos elementos atestan la decadencia en todos los aspectos de la política con sus diversas ramas, de la noción de la independencia de España: “España entra en una nueva política de desórdenes, de origen distinto, pero desordenes al fin” 49. El rumbo hacia África, esta vez deja de tener en cuenta el Testamento de la Reina Católica, que desde su pronunciamiento iba surgiendo cada vez como la moral para

e interpretaciones de los problemas internos hace a cada individuo “español” pensar según su ideología y su orientación política. De todas formas se puede ver la obra de Jiménez de la Espada, Marcos: cuestión bibliográfica, Madrid, Imp. De Medina y Navarro, s.n. 1879, 39 pp. En estas páginas el autor se refiere a diferentes aspectos de carácter bibliográfico. García Figueras, Tomás: África en la acción española^ Madrid, IDEA, 1949, p. 82.

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cualquier hecho referente a Africa en general. También las tierras de los infieles (l° s musulmanes del norteafricano) dejan de ser mencionados como los únicos enemigos de España y enemigos de la Religión Católica. Al fin y al cabo, hay otras consideraciones del momento. España es la única patria para todos los españoles, es el epígrafe que resume la preocupación española en el Siglo XIX.

5- El porvenir de España. La Guerra de Independencia, las guerras carlistas, pronunciamientos militares y los cambios de regímenes, fueron unas características de la situación política nacional española, una España teórica es el calificativo que resume la situación política cuando referimos a España del Siglo XIX. Los gobernantes y sus gobiernos hacían más política que administrar los asuntos del país y esto efectivamente, lo que deja a España abandonada por los españoles y marginada intemacionalmente del sistema político dirigido por el protagonismo mundial. España, patria, el españolson tres términos muy relacionados en sí que realmente constituyen una sola preocupación por parte de los españoles durante el Siglo XIX. El nuevo lema español surgido tras la nueva situación internacional y la situación política propia de España se puede resumirlo así: España única patria para los españoles, es el epígrafe cuando referimos a la producción histórica del momento, y a partir de allí, España y los problemas políticos, lo encontramos en casi todos los Discursos de los dirigentes convencidos por la necesidad de África para el futuro de España. Lo encontramos en todas las discusiones tanto oficiales como semioficiales (políticos, historiadores, viajeros, militares...) para fomentar una verdadera opinión pública y alejar el riesgo que se rodea por todas las partes a la nación española. El riesgo está dentro de las propias tierras y en las fronteras, por eso, desde el principio del siglo hasta su fin, nunca en los Discursos de cualquier tipo, y en cualquier ocasión deja de mencionar este punto. En una carta dirigida a Coello -entonces presidente de la Asociación Española de Africanistas y ColonialistasSaturnino Jiménez escribe definiendo la situación de España y lo que se necesitaba para salvarla de su decadencia: “el patriotismo, precisamente el patriotismo es lo que más falta

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hace en España, el patriotismo verdadero, suplantado hoy por una ridicula patriotería, por un chauvinismo cobarde, síntoma el más evidente de la decadencia de un pueblo”50. A esta manera encontramos las nuevas definiciones de la nueva España y las posibles soluciones de todos los problemas que afectan a la patria. Lo encontramos también en los diferentes partidos del siglo XIX51. Salvar a España, es la tarea de todos los españoles, y a partir de allí, todos son la solución. No hay mas remedio para la salvación española que el retomo hacia África* Hay un pasado histórico y pocas millas de diferencia entre las tierras españolas y otras norteafricanas, el pasado histórico y la proximidad geográfica son los dos requisitos que tiene España en siglo XIX como elementos que ayudan al retomo hacia África, hacia el más allá del Estrecho de Gibraltar, hay Marruecos, el vecino de España por excelencia; y hay también Argelia el país periférico inmediato de España. Marruecos y Argelia pues, son dos partes en el que existe tanto el pasado como la cercanía geográfica, son por excelencia, constituyentes de los ejes de la política exterior española. Ceuta y Melilla; Orán, Marzalquivir, Argel y Bujía, son las ciudades y los “documentos” presentados sobre la mesa como las inmediatas soluciones que hay que actuar. Ahora bien, actuar es casi imposible a causa de la situación política y social española: hay tierras españolas bajo control de los franceses, hay Gibraltar en manos de los ingleses, en fin, España sin fronteras, un campo abierto a todos, situada entre dos naciones francesas y dos territorios inglesas que son a la vez los verdaderos obstáculos frente a cualquier actuación. Queda oportuno buscar otras ocasiones para actuar allí en las tierras africanas, como medida urgente e inmediata para asegurar el porvenir territorial y político de España. Más allá del Estrecho es la nueva política que hay que actuar para poder asegurar las fronteras y su vez, asegurar la independencia de España. Efectivamente, esta nueva política se inició por Godoy mostrando una política de compensación, de equilibrio y de defensa frente a las dos potencias del momento. Los índices de esta política lo encontramos realmente en dos ocasiones: la primera, se refiere a Marruecos, y la segunda, referida a Argalia. La primera ocasión referida a Marruecos, es el aprovechamiento de la situación política de Marruecos: el mal

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Jiménez Enrich, Saturnino: España en el África Septentrional Madrid, Librería de Femando Fé, 1885 (Barcelona; Tip. de E. Uliastres). P.20. 51 Sevilla Andrés, Diego: Los partidos políticos españoles hasta 1868: (ensayo). Valencia, s.n. 1958,22 pp.

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entendimiento entre los hermanos dirigentes de Marruecos, ocasión que permite actuar aprovechando inmediatamente estas situaciones, basándose sobre bases de amistad con los dirigentes marroquíes sin distinción y asegurar la costa que cae frente a España 52. Ali Bey Abbasi, un seudónimo del español Francisco Domingo Badía Leblich, nacido el 1 de octubre de 1767, (Domingo Badía y doña Catalina Leblich son los padres). El 7 de abril, Ali Bey presentó un proyecto de un viaje científico hacia los países de África. En efecto, fue aceptado por un Orden del Rey. En mayo de 1802, se dirige junto con su maestro Rojas Clemente (Mohammad Ben Ali) a París y a Londres donde realizan los preparativos necesarios para dicho viaje. En París, aprovechó Ali Bey la ausencia de su amigo para operarse según las tradiciones musulmana (la circuncisión) que le provocó importantes dolores. Cuando regresaron a España, Godoy transformó la finalidad del viaje de un científico a otro político. En efecto, le convenció a Ali Bey dándole una cantidad de dinero, y le aseguró la seguridad de su esposa y su hija. Llevar las informaciones desde Marruecos a España, es la tarea esencial de su viaje, con el fin de derrocar al Sultán de Marruecos. Años después de su presencia en Marruecos le facilitó adquirir informaciones y establecer relaciones muy amistosas con los altos jefes de Marruecos, debido a la confianza, total de los jefes políticos a su persona. Pero con los problemas internos y la situación política con Francia, el mismo Rey español cuando se enteró, rechazó totalmente la política de Godoy. A partir de allí Domingo Badía regresó a España viviendo en situación crítica con su familia hasta su emigración a Francia. Allí, escribió su famosa obra y la publicó en tierras francesas53. Su obra -compuesta de tres volúmenes, ochenta y tres láminas y cinco mapas- adquirió una fama extraordinaria, fue publicada en diferentes lenguas europeas. Murió en 1822 aproximadamente.54 El propio Godoy afirma en sus Memorias sobre este asunto como sigue: “mi primer pensamiento fue encargarles un viaje que, a la vista del extranjero, pasase solamente por científico, al África y al Asia mas cuyo afecto principal sería inquirir los medios de extender nuestro comercio en las escalas de Levante desde Marruecos al Egipto, y hacer la misma indagación sobre los planes y medidas que convendría adoptar para montar nuestro 52

Es útil consultar los diferentes discursos de la mente dirigida del S.XIX. Sevilla Andrés, Diego: África en la política española del S.XIX, obra citada, recoge una gran cantidad de discursos. Para este punto véanse el capítulo primero. Pp. 17-43. 53 Ali Bey al- Abassi: voyage de Ali Bey. París. 59 Véanse la obra de Casas, Augusto: Ali Bey. Vida, viajes y aventuras de Domingo Badía, Barcelona, Ed Miracle. 1943.

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comercio en la región del Asia con entera independencia de las demás potencias de la Europa, para formar enlaces comerciales y políticos con el Imperio chino, y organizar allí al tráfico directo de nuestros pesos fuertes sin que en él interviniesen otras manos que la nuestras”55. Así lo dice el propio jefe de Ali Bey mostrando las principales causas del viaje hacia Marruecos. Así, se tomó una iniciativa para poder dominar Marruecos y a la vez recuperar el pasado de un Gran Imperio español. Marruecos en concreto, es el territorio que interesa a España. La preocupación de los españoles sobre Argelia se inició en 1813 cuando pidieron el envío de tropas europeas hacia Argelia para poner el fin de la actuación de los argelinos en el control del Mediterráneo. Y, cuando se produjo el bombardeo de Argel en 181656, España mostró su intención para volver en las tierras argelinas y espacialmente en el Oranesado.

6- España ante la cuestión de Argelia a partir de 1830.

Hasta el año 1830, fecha clave para la historia de Argelia, año de la toma de Argel por los franceses, fecha que demuestra el inicio de otra política internacional, una nueva etapa que descalifica todas las reglas políticas de Europa. España ante esta situación pensó con seriedad a sus fronteras y a su porvenir. Ante esta nueva situación, muchos militares españoles se trasladaron en seguida para poder estudiar la estructura del ejército francés y elaborar las posibles actuaciones de los franceses . El gobierno español envió, en efecto, muchos militares para el estudio de la situación militar con el fin de aportar datos y memorias que facilitan analizar los nuevos riesgos que se producen. Ignacio Ardanaz Algarate, Teniente General, nos afirma en su Memoria la importancia de este hecho: “la conquista, dominación y colonización de la Regencia de Argel, ha ofrecido un interés de primer orden a toda Europa, pero con más especialidad a la Europa Militar desde la importante expedición con que dio principio en 1830... esta guerra ha llevado para conocer el país por parte de casi todas la naciones. España envió igualmente en 1830 varios 55

Cif, Sevilla Andrés, Diego: África en la política española del siglo XIX, Op. Cit., p.21. García Figueras, Tomas: África en la acción española. Op. Cit, pl22. Véanse también: Histoire d'Alger et le bombardement de cette ville en 1816 : description de ce Royaume et des révolutions qui y sont arrivées... avec une caite de royaume. París, Chez Biltran, 1830,366 pp. Sobre Argelia como tema que se ha interesado más a los franceses más que los historiadores españoles sobre todo los que se refieren al siglo XIX, para acercarse a este punto, resulta provechoso los diferentes artículos del catedrático Juan Bautista Vílar quien se ha acercado al estudio de la sociedad argelina y su relación con los españoles. 56

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escogidos jefes y oficiales entre ellos: conde de Mirasol y Manuel de Mazerredo” . Por otra parte, la resistencia argelina frente a los franceses ha provocado una serie de rebeldías y unos fuertes enfrentamientos que cada vez la situación se agrave más sobre todo desde 1830 hasta 1843, en lo cual el Oranesado (que preocupa España) fue el campo de batalla entre los franceses y el Emir Abdelkader. Muchos militares efectuaron viajes a Argelia para el estudio de la situación tanto militar de los franceses como social de los argelinos. Eran en su mayoría oficiales de élite y de gran formación militar. Los casos como Manuel Malo de Molina en su Viaje a la Argelia, Antonio Rotondo en su Historia r

ilustrada de la Guerra de Africa, Moreno de la Tejera en su Diario de un viaje á Oriente, Argel, y otros más57 se encargaron de estudiar militar y socialmente las tierras argelinas, estudiar todo lo referente a Argelia y la actuación de los franceses. Generalmente fueron obras surgidas a causa del miedo continuo que tienen los españoles frente al colonialismo francés. Buscar, estudiar, planear y estar al talento de cualquier hecho o acontecimiento de suma importancia es la tarea esencial y la finalidad de estas obras y estos viajeros militares. También estar atentos a toda la política actual y la futura posibilidad de los planes franceses en esta tierra. Son informaciones de todo tipo “que advirtieron la novedad preocupante del acontecimiento que estaba terminando de consumarse en Argelia”58. Los españoles creían que la presencia francesa tuvo como fin, el de civilizar y llevar la Fe Santa a las tierras argelinas, mostrando las mismas ideas de los siglos anteriores: “los franceses al ocupar Argelia no se cuidaron de convertir al cristianismo á este pueblo que se rinde culto á una religión, no más fanático que otras, y obedeciendo á las necesidades de los tiempos , en vez de soberbias catedrales constituyeron magníficos muelles y ferrocarriles que son la vida de la industria y el comercio, síntesis de la vida de las sociedades modernas”59. Así lo demuestra este militar-viajero, la política de los franceses durante su estancia en la ciudad de Argel. La presencia de los franceses especialmente en Argelia constituye un riesgo permanente para la seguridad de España: dejarla al margen del nuevo sistema político 57

Tenemos la ocasión en adelante para estos autores militares y sus obras en los capítulos siguientes. Morales Lezcano, Víctor. Ajricanismo y orientalismo español en el Siglo XIX. Madrid, UNED, 19SS, p. 67. 59 Moreno de la Tejera, Vicente: Diario de un viaje á Oriente, Argel, Nápoles, Pompeya, él Vesubio, Secilla, Grecia, el Archiélago, Turquía y Egipto, Madrid, Manuel Martínez, s.a.

58

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dirigido por Londres y París. En efecto, cuando los franceses ya se instalaron en Argelia, el papel de los españoles se vuelve en un segundo rango, la representación diplomática española se disminuye cada vez y su influencia se había inclinada: “le Cónsul General d'Espagne en poste áAlger est transformé en

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simple agent comercial et les vices-consuls d'Oran et de Bone disparaissent”11. La presencia de Francia en Argelia “es una de las páginas -afirma Maura- sorprendentes de la historia de Europa del último siglo” y añade “es notorio que no hubo en España nadie, ni individuo, ni clase social, que públicamente protestase contra quienes nos usurpaban una misión que la Historia y la Geografía tanto como el interés, nos atribuyen... desde entonces ya no pudimos pretender que las cuestiones del Norte de África fueron asuntos exclusivos de España”60. El Estrecho junto a las provincias más próximas de Marruecos son las llaves para hacer a Marruecos un aliado para el comercio de España: “cuando teníamos que vengar dice Lujan ante las Cortes- más de setecientos años de ultrajes; cuando poseyendo la llave del Estrecho de Gibraltar, podríamos hacer el Mediterráneo un lago para nuestro comercio‟^ Por otra parte, no solamente Argelia -como territorio- que constituye un riesgo para la seguridad de España sino “el material de armas y municiones que existen en estas mismas plazas”61. Argelia bajo el mando de los franceses fue el verdadero riesgo que impide toda iniciativa para actuar en plazas norteafricanas, “Esas plazas del litoral de África -afirma Martínez de la Rosa- eran de importancia grandísima para España, [pero] la importancia de estas posesiones ha desminuido de día en día conforme ha ido disminuyendo el período musulmán después de la expedición de los ingleses y de los anglo-americanos; y sobre todo, de la posesión Argel por los franceses”62. No obstante, el cambio que se produjo tras los años treinta en Europa en general, fue otro factor que repercute negativamente a la política española hacia Africa , “España aunque un viejo Estado sufrió a lo largo del Siglo XIX del síndrome macedónico, síndrome en virtud del cual

\o

camarillas cortesanas en

60

Maura Gamazo G.: La cuestión de Marruecos desde el punto de vista español, Madrid, 1905, pp. 15-16. ídem. 62 Cfir. Sevilla Andrés, Diego: Op. Cit., p 42. (es un Discurso de Martínez de la Rosa en las Cortes del 18 de enero de 1839). 61

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Palacio y Reales Sitios, jefes y suboficiales en Compañías y Cuarteles, alcaldes y síndicos en juntas y Municipios, se enfrentan de palabra y con las armas hasta la saciedad haciendo harto difícil la gobernación del país, y mucho más -si cabe- el establecimiento de una orientación internacional que aconsejan la latitud, el pasado, y los cambiantes intereses internacionales al unísono”63. Así realmente fue el Estado español cuando los franceses ya están en los territorios africanos. Ahora bien, si repasamos los Discursos y la política española del siglo XIX con respecto a África, encontramos en primer lugar, el término África. Toda África al comienzo del siglo, interesa a España, sin distinción ninguna a sus partes; mientras el Norte como una especificación lo encontramos a partir de la fecha de 1830; mientras que a partir del fin de la Guerra de África, Marruecos ocupa toda la atención española. Este paso de un África en general a su norte, y al fin, según nuestra manera de entender, constituyen las tres etapas de la política española del todo el siglo XIX 64. Argelia está ligada siempre cuando se habla de Francia, no hay distinción entre Argelia y Francia en los ojos de España: Argelia como territorio y Francia como el jefe, así se puede resumir la percepción española sobre Argelia después de los años treinta del Siglo XIX, además, cuando los franceses persiguieron la figura religiosa, filosófica, la figura cumbre de la resistencia argelina del momento El Emir Abd-el-Kader65, entraron -los franceses- en los territorios de Marruecos, España perdió la frontera sur, y a partir de allí, España está situada entre dos Francias y dos Inglaterras, un campo abierto, un puente entre Francia y la Argelia en mano de Francia, así perder todas las fronteras es un nuevo obstáculo que surge frente la seguridad del Estado español. 56 España desde el principio del Siglo hasta 1830, nunca había asegurado sus fronteras: se perdió las fronteras del Norte al principio del siglo, y las del Sur con la toma de Argel por los franceses. Hasta la mitad de este siglo, esta cuestión fue la preocupación preocupante de todos los dirigentes y los africanistas, los famosos: Martínez de la Rosa, Donoso Cortés, 63

Morales Lezcano, Víctor: Ajricanismo y Orientalismo español en el Siglo XIX, Madrid, UNED, 1988, p.61. Mencionamos otra vez la obra ya citada de Sevilla Andrés, Diego. A lo largo de esta obra, el autor realmente no*presenta a través de diferentes Discursos, la evolución de este término para la política española, también nos presenta las diferentes opiniones sobre los múltiples aspectos de la política española. sobre esta figura de la resistencia argelina frente a los franceses se puede consultar: Abdeljelil, Temimi: Le Beylik de Constantine et Hadj Ahmed Bey (1830-1837). Tunis, Recherches et Documents dTüstoire Maghrebine. prólogo de Mantran R. También se puede ver la relación del Emir con España, véanse, Epalza, Mikel de, “Le nouveau sur les relations de 1'Emir Abdelkader avec l'Espagne et ses gouvemeurs militaires á Mejilla, Oran, 19S2. véanse también: M.A. de Francia: Los prisioneros de Abd-el-Kader o memoria de un prisionero en África. Traducción de D.J. Inclán. Edición ilustrada. Madrid, 1860, 314 pp. Esta obra publicada en: Cubero, A.: La Cruz y la Media Lima o la Guerra de Africa: novela histórica original. Ed Ilustrada. Madrid, M. Minusa, 1860, 519 pp. 64

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Cánovas del Castillo, Joaquín Costa y muchos más; y los historiadores (africanista, arabistas, orientalistas...) del momento, intentaron planear lo que se denomina por “el interés permanente”. El interés español deja de ser -como hemos visto- un interés misional, y adquiere, además de los intereses pasados, caracteres materiales, políticos, económicos y comerciales, sobre todo después de la crisis europea de 1846-47. Esta crisis en sí misma es la justificación -según los políticos del momento- de la necesidad de actuar en las tierras africanas. Las llaves de la crisis en general del Estado español están ya en África. Marruecos como señala Bécker en sus tres volúmenes, es el destino de España y su política exterior : “la natural expansión”, “el porvenir del pueblo” y “la necesidad de completar geográficamente las fronteras” y muchos más como la misión, la moral y las tradiciones, constituyen las principales ejes de la futura política española. A este sentido, baste mencionar el Discurso del famoso Donoso Cortes que nos resume verdaderamente tanto la situación política de España como la política internacional del momento después de la toma de Argel por los franceses: “(...) He dicho antes que estas dos naciones poderosas [se refiere a Inglaterra y a Francia] impedían hasta cierto punto nuestro engrandecimiento. Deje hasta cierto punto y nada más, porque no le impiden absolutamente, y no le impiden absolutamente porque, si Francia guarda las puertas del continente europeo, no hay que guarde, señores, el continente africano, que también está en nuestras puertas. Nuestra política consiste en extender por allí nuestra dominación: ésa ha sido la política histórica de España; ésa ha sido la política nacional; ésa ha sido la política abonada por la tradición y por la historia; ésa ha sido la política de los Reyes Católicos y ésa ha sido hasta cierto punto la política de Carlos V. Esa

66

es

la

política

española”66.

Vid el apéndice documental, texto 1.

35

En efecto, el porvenir está relacionado con tres cuestiones básicas, a saber: África, Portugal y Gibraltar. Estas mismas son cuestiones de gran importancia para toda la política internacional del momento. Me refiero a África como el campo más adecuado para los ingleses que buscan las materias primas para sus industrias; para Francia, África es el campo para su anhelo de extenderse. Gibraltar, para los franceses no constituye un obstáculo; para Inglaterra constituye una aseguración de su industria y aseguración de la ruta marítima entre Europa y África. Para España como nos dice Maura representa una verdadera preocupación: “ Harto tiene España a la espalda con un Gibraltar, para que vayamos a consentir que surgen, en un momento de debilidad nuestra, una legión de Gibraltares francesas detrás del Rif, y, como consecuencia, hoy o mañana un segundo Gibraltar en Tánger”67. Son los ejes de la política que Donoso Cortés expone como una obligación que se tiene por ejecutar: impedir cualquier potencia estar en el norte de África o dominar estas plazas por españoles. Estos solamente dos ejes para actuar en las tierras africanas. Para él, tener posiciones y posesiones en Africa significa tener una política nacional e internacional, significa no solamente un Estado independiente sino una potencia. Por su parte, Martínez de la Rosa afirma en su Discurso, señala la utilidad de tener una política nacional. Sin ésta nunca España podrá tener una política internacional. En efecto, la situación política, económica y social no permite establecer una política nacional y como consiguiente, la inexistencia de una política internacional. Una agricultura tradicional (la crisis del 1847), una industria basada en los esfuerzos musculares, además más de diez gobiernos, tres textos constitucionales -el último es de 1845- y una múltiples pronunciamientos, son algunas conclusiones por los que pasó España durante los gobiernos de los Regentes. Una guerra civil de siete años. Sediciones continuas, cuestiones políticas, cuestiones dinásticas, cuestiones económicas, cuestiones sociales (escándalos, motines, asolamientos, incendios). Son los problemas que España tiene en la primera mitad del siglo, en fin, una época de golpes y contragolpes. La agricultura, como factor elemental para cualquier desarrollo es, sin duda, lo que España busca para establecer una situación económica interna. Esta cuestión fue comentada por Martínez de la Rosa 68 cuando establece las condiciones del

68

Maura, Gamazo G.: Op. Cit., p.33. / Loy0 ^ ^

Discurso pronunciado, junto a Donoso Cortés, en 4 de marzo de 1847. véanse: Obras completas, V.n, Madrid, Ed.

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engrandecimiento. Según él, sin una política interior es imposible realizar una política exterior. Por su parte, Donoso Cortés menciona el riesgo que lo constituye Francia a la agricultura española del momento: “pues todavía, señores, no es esto lo peor; porque si éste sería el resultado político del establecimiento definitivo de la Francia en las Costas de Africa ...una nación puede existir sin independencia y sin gloria .. .pero no pueden existir

las naciones como los individuos sin pan a llevar a la boca, y ese pan nos faltaría el día en que ese suceso se verifique.. .el día en que en el territorio en el cual se dan las mismas materias que se establezca definitivamente una nación más civilizada y con más conocimiento que nosotros en la agricultura, ese día nos cerraran todos los mercados del mundo”69. Ahora bien, el interés permanente de España varía de un político a otro; para algunos ven la necesaria paz con los antiguas colonias, otros aluden a una necesaria política de acercamiento hacia Portugal, otros pretenden aproximarse a Inglaterra y otros aliarse con Francia70, “benevolencia con todas las naciones, amistad con algunas de ellas, intimidad con ninguna”71, así lo demuestra Martínez de la Rosa su visión política, Y para lograr dicho fin se estableció unas prioridades: “la primera y la más esencial de todas las unidades; la unidad política, la unidad moral, la unidad religiosa, sin unidad territorial todos son pocas, o todas desaparecen del todo”72. En efecto, esta unidad fiie más que necesaria sobre todo a partir de 1830: “Si Francia está en nuestras fronteras, -afirma Donoso Cortés- la Inglaterra está en nuestro territorio; si Francia está nuestra puerta, la Inglaterra está en nuestra casa”73. Así, se presenta el riesgo que tanto Francia como Inglaterra lo constituyen

para

la

unidad

territorial

del

Estado

español.

Católica, 1970. 69 Donoso Cortés, Juan: Obras Completas, v.n, Madrid, Ed. Católica, 1970.p.l 68. ” Sevilla Andrés, Diego: op.cit,p.55 95 Discurso pronunciado en las Cortés en 1847. 72 Véanse el texto completo de Donoso Cortés. Apéndice documental, texto 1. 73 Donoso Cortés, Juan: Obra citada.

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CAPITULO II LA SOCIEDAD ARGELINA

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En una sociedad y en una época que se integra en la historia contemporánea de Argelia, este capítulo se presenta como un resumen de algunas obras de los viajeros españoles que habían visto este territorio y habían conocido por sí mismos esta sociedad. En ello, centraremos nuestra atención para demostrar los diferentes aspectos de la organización tanto política como social de la sociedad argelina. Una sociedad que por razones históricas internas (nacionales) e internacionales (la presencia francesa) constituye el punto de estudios tanto para los argelinos como para los extranjeros. Acercarse socialmente a las grandes lineas de esta sociedad es nuestra finalidad al elaborar este capítulo. Son algunos puntos que desde nuestro modo de ver, creíamos que son más significativos de acuerdo con la finalidad del presente trabajo, y a partir de esto, vamos ir viendo los rasgos de la sociedad argelina, como el caso de la estructura social y el Estado político y social de Argelia del momento, algunos puntos que nos presentan la verdadera situación política y sobre todo la social de los argelinos: Cómo se organizan y como se relacionan y cuáles son sus preocupaciones, al menos para dar una aproximación de la verdadera sociedad argelina del momento. Desde la organización política a la social, y a través de las diferentes descripciones “vivas” sobre los argelinos y el mundo de sus relaciones, son todo el campo en que se presenta este capítulo.

1- La organización política.

Tanto el sistema político como la estructuración de los diferentes organismos políticos de la Argelia del Siglo XIX tuvieron una organización de origen turco. Los turcos como los franceses y los propios argelinos tuvieron la misma administración política, cuyas bases son las mismas establecidas por la dominación turca que remota a los siglos anteriores. El mismo sistema político turco fue admitido por los franceses cuando colonizaron Argelia. Puede dividirse el sistema político en Argelia durante todo el siglo XIX a tres épocas muy relacionadas entre sí: la misma estructuración turca, el sistema político francés y la organización política de los argelinos encabezados por la resistencia del Emir Abdelkader.

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Conviene recordarse las bases de esta política que se administra sobre divisiones tanto territoriales de carácter físico, como sobre bases de carácter humano. Argelia dividida en tres Provincias: Levante, Mediodía y Oriente (Poniente) cuyas principales capitales fueron respectivamente Constantina, Argel y Orán, constituyen los núcleos de toda la organización política del momento. Cada Provincia dirigida por un Bey quien dirige un Gobierno local bajo el mando de un Dey, regente de la Regencia que reside en Argel, es la máxima autoridad política que se encarga de administrar y dirigir los asuntos del Estado argelino74. El Dey, la máxima autoridad del país, se elige por la aristocracia turca Su elección es básicamente formal y no se fundamenta a sus competencias políticas propias del nuevo regente, la milicia de Argel que forma una parte de la aristocracia militar es la que se encarga de buscar y anunciar el nuevo Dey tras la muerte de su anterior, '„mas a pesar de su gran autoridad no puede el Dey descontentar en nada a la milicia turca, de donde ha salido y continua siendo individuo sin exponerse a graves inconvenientes. Ella es la que debe por estatuto elegir los Deyes apenas mueren sus antecedentes”2. La aristocracia es la que manda en la Argelia a principios del Siglo XIX. Bajo su mando el Dey se encarga de administrar todos los asuntos de su Regencia: los asuntos militares como políticos, nacional e internacional, es su tarea principal y la máxima autoridad en dirigir su política. Su gobierno es, sin embargo, monárquico y absoluto en su persona. Las leyes como la ejecución de las órdenes son reservados a la propia personalidad y la política del Dey. Éste desde su palacio en Argel dirige todos los asuntos del Estado, no sale de su palacio solo para recorrer alguna vez la marina y las fortificaciones: “pasa casi todo el día desde la primera oración al amanecer y fuera de la segunda que es al mediodía, sentado en su trono y dirigiendo los negocios del Estado. Todos los habitantes, sin distinción alguna, tienen el derecho de ocurrir personalmente al soberano que decide sus asuntos”3. El Dey auxiliado por un consejo de ministros o secretarios encargados de registrar todos los asuntos que él decide ejecutando inmediatamente todas sus órdenes. El gobierno está constituido por un jefe supremo y de un diván (un gran consejo); la mayor parte son militares que han mandado algún cuerpo militar. Este 74

Tanto los nombres como las divisiones territoriales son de origen turco. Bey, Dey son nombres turcos que se repiten en todo el siglo XIX. Tenemos la ocasión más adelante para su explicación.

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Consejo o Diván tiene como tarea principal la elección de los Beyes, o sea gobernadores de las tres Provincias ya mencionadas. Está compuesto por los principales del Magnates del Estado, sirve solamente para que el Dey les consulte en los asuntos graves para la toma de decisión común sobre la política con el fin de hacerse menos responsable en ciertas decisiones. La estructura del Gobierno central es muy organizada y sometida directamente a la voluntad del Dey quien, por razones personales, elige y manda a cualquier ministro su política que se ejecuta inmediatamente: “a mas de esto hay tan Consejo de 30 ministros, militares todos, encargados de ejecutar la voluntad del Dey, que es la ley suprema, y sigue después un inspector de marina, un vigilante de esclavos, y gran número de espías. Cada uno de estos funcionarios está obligado de grandes tributos con el jefe supremo. Para cumplirlos se ven precisados a poner en contribuciones a todos los que dependen de sus atribuciones, las vejaciones mas gravosas les son permitidas. La resistencia es castigada en el acto con pena de muerte 594. La aristocracia militar encabezada por el Dey, es la que manda en Argelia al menos los tres o cuarto décadas del siglo XIX. Ésta está subordinada a la severidad de sus estatutos. La personalidad como la severidad del soberano es más que obligatoria para la ejecución de sus órdenes. Generalmente, el Dey tiene un carácter muy severo cuando manda, nadie mientras está sentado en su trono, mueve o cambia su sitio. Siempre el Dey está rodeado por sus secretarios que asisten cerca de su persona sentados en una mesa a la derecha: son cuatro grandes Hogias o Cogías, son escribanos, registran las rentas y gastos del Dey. Sus obligaciones es informar al Dey inmediatamente de cuanto es necesario en los casos que ocurren. Para decidir los que versan con las potencias extranjeras es útil la continua presencia del secretario del Estado que extiende los registros de los tratados . También existen cerca del Dey el Jasenador, Bacha y Chaux . El primer responsable sobre los asuntos militares es el Aghá, un general de las tropas de Argel que no ejerce este empleo solo durante corto tiempo para que el más antiguo militar o simple soldado pueda encargarse de esta función. Con su compañía, siempre el Aghá está acompañado por un jefe militar llamado el Chaya o “Kiayd\ Para la administración de la justicia sólo el Kadi (el cadi) quien no se somete a la voluntad

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del Dey, tampoco del gobierno, tiene la facultad de juzgar a todos. Su nombramiento es aprobado por el gran Muftí en Constantinopla, ejerce su cargo según leyes religiosas y no políticas. Tiene el derecho de juzgar a todos sin distinción alguna entre los turcos o los diferentes componentes de la sociedad argelina. Ahora bien, la responsabilidad del “jesenador’' o tesorero es la más difícil: administrar el dinero y los prosupuestos está en cargo de su misma persona, recibe y distribuye las sumas de dinero pertenecientes al Estado depositándolos en la Jasena o tesorería que está inmediata a la sala del Diván. Existe otro tesorero y administrador en nombre del Dey llamado “Pitremalgi Un traductor del palacio llamado “Dragomari” (intérprete) que tiene como función traducir al Dey los diplomas y las diferentes correspondencias del Estado con el extranjero. Para la administración publica, está bajo el cargo de los militares que reciben diferentes nombres y diferentes tareas: el “Aghá ” se encarga de administrar y dirigir los asuntos de guerra; el “Vikelargi" se encarga de la marina; el “Arráez" de administrar los asuntos del puerto (sobre todo de Argel) y el Almirante para los marítimos. También existe la policía de Estado encargada de proteger y vigilar la opinión pública llamada “Mezovard”.

A- El estado político y militar. La división territorial de Argelia fue dividida en tres Provincias principales: la Oriental, la Central y la Occidental. Cada Provincia tiene una capital cuya extensión debida a razones geográficas, físicas y naturales. Desde el punto de vista natural, se divide en dos partes: el Tel y el Sahara; el primero abarca las tres provincias, mientras que el Sahara abarca el resto que no pertenece a las tres Provincias, “el Tel es la región de las lluvias periódicas, de los bosques, de las frutas y de los granos, la región cultivable para el europeo, que encuentra en sus valles. Las Atlas Mesetas, barridas por huracanes de arena, no se presentan a cultivo alguno, pero ofrecen excelentes pastos cuando no faltan las lluvias de primavera y otoño y se consideran dominio del árabe pastor. El Sahara, es un vasto mar desecado, pero todavía no es el desierto” 75. Conviene recordar que antes de la dominación francesa, la división del territorio se basa sobre las divisiones políticas, pero existe una porción del territorio que no 75

Serven, José María: En Argelia: recuerdos de viaje, Madrid, Imp. Tomas Minuesa, 1890. P s Significa este término la persona tiene el derecho de poseer la quinta parte del producto o del

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pertenece a ninguna Provincia, ésta no pertenece a ninguna persona ni posesión particular, son territorios que pertenecen a la propiedad del Estado, llamado “Asel” (expropiación), tierras cautivadas directamente por el Estado turco o por hombre de confianza para el Estado, éstos llamados Jammas76 se encargan de administrar las tierras y cultivarlas. También estos territorios se cultivan por la participación de los hombres para el bien común, una especie de pagar los impuestos: esta operación llamada “Tuizá”77. Después de la colonización, estas tierras pasan a la posesión de los franceses, fueron adquiriendo también las fincas de los turcos. La división de los grupos humanos se dividen en tres grandes grupos, en su mayoría tienen bases etnográficas y tribales; se dividen según caracteres urbanas y rurales, según ciertas reglas de carácter religioso y político. Hay grupos humanos

bien La participación de personas para el bien común: cada uno cultiva o trabaja una parte determinada y así todos participan en esta operación. La Tuiza no se limita para la agricultura o para el Estado, sino entre los propios ciudadanos o los habitantes de la tribu... 77

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que se dividen según características físicas: hay sedentarias, que habitan y cultivan el mismo territorio, se caracterizan por las mismas tradiciones y la identidad de nombres; hay nómadas, acuden a las leyes de naturaleza y territorio, clima, el suelo. Se caracterizan por sus propiedades inmuebles y depósitos de mercancías en las poblaciones del Sahara, tienen tierras de estancia temporal cerca de las poblaciones 78; hay también mixtas, son aquellas para quienes las tierras de cultivo y marchas se hallan vecinas, tienen propiedades en las montañas que habitan y siempre poseen lugares de depósito. r

La autoridad y la manera de la organización política de Argelia estuvo basada a

tres elementos esenciales: religiosos, hereditarios y aristocráticos. Estas tres elementos son las características de cada una de las Provincias, según Xeménez de Sandoval, “la ciudad de Orán reposa la autoridad entre los indígenas sobre principios teocráticos, mientras que en los de Constantina predominan los aristocráticos; en la una pertenecen el poder hereditariamente a familias religiosas, y en la otra a familias laicas aunque también bajo ley hereditaria. La Argel como situada entre ambas, participa simultáneamente de uno y de otro carácter, y por consiguiente en cierto parajes hacia su parte occidental procede el principio teocrático, en otra hacia la meridional del aristocrático; por último, en otras comarcas de la parte septentrional como son las principales núcleos montañosas de la Kábilia, procede el principio democrático electivo”79. Aunque son las tres partes del territorio argelino, las comunicaciones entre estos tres territorios provinciales tienen un fundamento económico. El intercambio económico entre las provincias es el rasgo común entre ellos. La necesidad del intercambio genera anualmente oleadas de emigración desde el Sahara hacia el Tel para vender sus productos sustituyendo los dátiles por los granos. Ahora bien, las tres provincias se subdividen cada una de ellas en diferentes agrupamientos de habitantes quienes a su vez se dividen en tribus y cada tribu en fracciones o farkas. Generalmente cada Provincia está constituida por subdivisiones muy bien estructuradas y relacionadas entre sí: el Kalifato, el Aghalic y el Kaidato son las tres subdivisiones esenciales de las provincias80. 78

Ximénez de Sandoval, C.: Memorias sobre la Argelia: escritas por consecuencia de la comisión míe tuvieron en 1844. Madrid, Rivadeneira, 1853, p26L Ibid. p.173. 80 Esta división es la prolongación de la organización turca. Estas tres subdivisiones son la organización política de los

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El califato: el califa es el primer responsable de su territorio dominado por califa, es nombrado por el Rey, a propuesta por los comandantes de divisiones, transmitidos por el conducto del Gobernador general81, es el jefe administrador y político de todo el territorio que rige, tiene a su disposición una fuerza armada francesa para su necesidad82. Cada califato se divide a su vez en diferentes Aghalik que comprende diversas tribus o algunas numerosas. El Aghá es el responsable de su Aghalik, hombres de confianza de la autoridad francesa, pueden ser escogidos fuera de su tribu. La tarea principal de los Agfiás es vigilar a los Kaid, castigar e imponer multas a quienes niegan pagar o someter a cualquier juicio del Cadi. Así el Aghalik, se divide en varios Kaidatos. Cada Kaidato está sometida bajo dirección de un Kaid, elegido entre los hombres más influyentes de su tribu. El Kaid es una especie de responsable de todo lo que se sucede en su Kaidato, organiza la policía, recoge las garramas, y ejecuta las órdenes de Aghás, renovados cada seis o un año, en caso de guerra, el Kaid recoge los jinetes,al servicio publico. Ahora bien, si el Aghalik es la agrupación de varios Kaidatos, los Kaidatos también es una agrupación de varios Duares (aduar). Cada aduar compuesto por varios tribus o algunas numerosas, dirigidas por Cheij elegido entre los más notable de la tribu. Su misión esencial está resumida a su tribu: organiza los asuntos políticos de escaso interés de su territorio, eleva al Kaid su preocupación y a la vez de su aduar, “los aduares de los árabes y de los turcos, formados igualmente de tiendas de lana, están dirigidas por un Xeque en cada una y la suya se coloca en medio por distinción, y es más elevada que las otras”83. Cada aduar tiene un Consejo que se reúne para estudiar cualquier problema que se refiere a nivel del aduar, este Consejo llamado “EL KEBAR”, o sea los mayores, es una especie de consulta del Cheij (jeque) del aduar a las cuestiones que se refieren a la relación a otros aduares. Esta agrupación de habitantes en los aduares viene condicionada por razones familiares y jamás políticas, a veces por razones religiosas o de nobleza, así í¿todo padre de familia que reúne en tomo suyo un número de tiendas de sus más próximos parientes, aliados y servidores, de los que es le jefe franceses a partir de 1830. El Gobernador General es el alto jefe francés que manda a los asuntos del país, nombrado directamente por las autoridades francesas, constituye la autoridad civil y militar de la Argelia (un mariscal y un teniente). A diferencia de esta organización, cada Provincia está sometida a cargo de Teniente General dependiente del Gobernador General. Rige todos los asuntos de los argelinos. La organización de la administración es de dos vertientes: la militar y la civil. Éstas dependen de la situación política, económica y cultural de cada Provincia. 82 Ximénez de Sandoval, C. Op. Cit., p.278. 83 Descripción estadística de Argel. Op. Cit., p. 36. u

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natural, forma un aduar. El aduar84 lleva su nombre, su autoridad es dependiente de toda delegación exterior, y ni el estado [francés] ni la tribu pueden influir en su nombramiento” . En efecto, cada aduar lleva el nombre de su fundador, generalmente denominados por el término Otilad o Ben es decir “hijo”. Todos llevan este nombre como distinción a los demás aduares para la delimitación de los territorios y la autoridad de cada Cheij. La delimitación del territorio de cada tribu son muy bien limitadas y nunca se confunde los límites de un territorio a otro vecino, la repartición del territorio se halla repartido entre los individuos del territorios: hay partes exclusivamente pertenecientes a las grandes familias que son particulares y reservadas solamente a estas familias; hay otras partes que pertenecen a la propiedad común reservadas a los miembros de la división o fracción que le pertenecen, son territorios de todos los habitantes. La elección de Cheij se fundamenta sobre bases de carácter religioso y la capacidad de administrar los diferentes asuntos de su aduar, generalmente son hombres mayores y de gran confianza, “el Cheij recibe la investidura del Comandante de la subdivisión, cobra los impuestos, reúne las bestias de carga para los convoyes militares y ejerce en su Farka funciones análogas a la de los alcaldes en los municipios franceses, no puede imponer impuestos, no reciben un sueldo de la autoridad francesa, simplemente defienden los intereses de su aduar, es un responsable de la tranquilidad del aduar. Tiene a sus ordenes un consejo de notables de los aduares {Jamad) que lo auxilia en los actos más importantes”85. A su vez, el aduar no es el núcleo básico de la estructura social y política argelina sino, cada aduar se divide en tribus constituida por varias fracciones o farkas. La fracción o la Farka es, sin duda, el núcleo de la sociedad argelina del siglo XIX, es una familia numerosa que su reunión con otras Farkas del mismo territorio constituye un aduar. Cada Farka viene encabezada por un Mayor o el Kebir que el miembro del Consejo de notable del Aduar (Jamaa) que en los casos de emergencia se reúnen para defender el interés común del Aduar. Ahora bien, la tribu se forma a base de límites de necesidad que remota a la política turca en el territorio: hay tribus administrativas que se subdividen en militares y civiles, hay otras religiosas que se componen de santos, denominados por SIDI: “cada una de los miembros de la tribu que haya 84 85

El Aduar (duar), es la unidad orgánica y administrativa de la división territorial, es, en término español, “pueblo”. Serven, José María: En Argelia; recuerdos de un viaje, Madrid, Imp. Tomas de Minuesa, 1890, p. 49.

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obtenido por sus méritos personales la santidad debida a los actos de beneficencia y pureza de costumbres”86. La extensión de este género de tribu es la fundación de una Zcnda: un establecimiento constituido esencialmente por la mezquita y una escuela para los “Tolbá” (alumnos de la Zauía), El respeto al Sidi y a los Tolbas además la posibilidad de la estancia de un Cadi que juzga según la ley religiosa, hace alrededor de esta zona el establecimiento de muchas familias que se agrupan bajo el nombre de esta Zauía y bajo el mando del Santo o sus seguidores.

B- La sociedad de Kabila y del Sahara. Todo lo anteriormente mencionado no se refiere a una parte de Argelia que se denomina por el nombre de Kabilia. Sus habitantes refugiados en las montañas tienen una estructura y organización política diferente a lo anterior. La sociedad Kabila constituida por carios“Arch” bajo un jefe llamado Amin es una característica de diferencia entre los demás territorios y éstos. Cada “Arch ” se subdivide en fracciones llamadas ííJarubd\ y cada “Jarubán elige su jefe o Cheíj (jeque) para administrar los asuntos políticos y sociales de su territorio durante pocos meses, “la clase del gobierno con que están regidas estas confederaciones aparece como enteramente democrática, constituyendo una pequeñas repúblicas, cuyos jefes cambiados con frecuencia, adquieren muy poca autoridad. La aristocracia ejerce entre ellos menos influencia que entre los árabes; pero sin embargo, entre el punto de vista religioso, la tienen casi ilimitada los marabutos, siendo los que dirigen la política, y los solos que alguna vez logran establecer la paz, aunque sea por corto tiempo, entre las tribus que viven en un estado perpetuo de hostilidad” . Por un sufragio universal, cada Dechra (aldea) elige su “Amiri\ un responsable de su Dechra11 encargado de mantener el orden publico y respetar las leyes y costumbres. La diferencia también de esta estructura está en el territorio del Sahara. La organización política se diferencia por la simplicidad y la modestia, “todos obedecen 86

Ximénez de Sandoval, C.: Op. Cit., p. 265.

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a un jefe que llama Sultán, y que está elegido por la D 'yemag [asamblea de los notables], y la encontramos en casi todas las ciudades del desierto, pero siempre más o menos sumisa a un señor absoluto y un hereditario. En Uragla [una ciudad del Sahara] por el contrario, la D yemag es el verdadero poder ejecutivo: se compone de doce miembros, nombrados por iguales partes entre los tres cuarteles, y se nombra un jefe”87. Conviene recordarse que la misma estructura y organización política de origen turco se halla establecido también por el Emir Abdelkader 88 cuando organizó su ejército para contrarrestar a los franceses. Su organización y su política, según la memoria ya mencionada de Malo de Molina Manuel, fue de gran éxito: “concluir las decisiones intestinas de las tribus poniéndolas bajo las ordenes y vigilancia de hombres enérgicos e influyentes y facilitar a su alta autoridad los medios de acción haciéndola sentir por igual en toda la extensión que llegaba”89. Su estructura se divide en tres grandes bases: la primera, está en las facultades del Califa, quien casi absolutamente recibe y ejerce su función, participa del poder espiritual y temporal, vigila los deberes de los Aghás. Éstos, en segundo lugar, ejercen temporalmente el poder, su esencial misión es “velar por orden de su aghalik, examinaban los actos de los Kaides, entregaban al Califa, así el producto de las multas” . Por su parte, los Kaides son casi los encargados de administrar los asuntos del pueblo directamente, administran, resuelven, juzgan a las cuestiones que son ajenas a la autoridad del Kadi. Estas tres personas y sus autoridades constituyen lo llamado Hokm-el-Majsen: una especie de Consejo que se encarga de juzgar y resolver a los problemas graves que afectan a la estabilidad del país, cuestiones, como por ejemplo, referidas a los delitos, crímenes que afectan al Estado en general. De otra parte, la justicia se encarga en la persona del Kadi quien juzga a cuestiones menos importancia como por ejemplo a

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Malo de Molina, Manuel: Viaje á la Argelia: descripción geográfica y estadística del África Francesa, del desierto y de los árabes, con sus usos, costumbres, religión y literatura. Valencia, Imp. De José Ferrer de Qrga, 1852. p. 149. (existe otra edición del mismo año pero con 28$ páginas y la última edición es del año 2000. Valencia: Librería “Paris-Valeñeia”). Es la figura máxima de la resistencia frente a los franceses a en los primeros años de la colonización. Su intelectualidad y su capacidad militar le otorgan una fama extraordinaria que la aprovechó para enfrentarse contra los invasores. A este punto se puede consultar la obra de Cubero, A.: La Cruz y la Media Luna o la guerra de Africa: novela histórica original. Edición ilustrada, Madrid, Minuesa, 1860. esta edición contiene con portada propia una obra de M. A. de Francia titulada: los prisioneros de Abd-el-Kader o memoria de un prisionero en África. Traducción de D.J. Inclan. Madrid, Minuesa, 1860, 314 pp. 89 Malo de Molina, Manuel: Op. CiL, p. 317. 89 ídem.

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intereses de los particulares y a las personas que no cometen graves delitos. Así, Hokm-el- Mejsen y el Kadi, son los únicos que tienen la facultad de juzgar y administrar la justicia. Antes de la conquista, la autoridad del Kadi se extiende a todos los delitos y crímenes “con apelación en ciertos casos al tribunal de los Midy'el, y sin que pudiese imponer la pena de muerte sin aprobación del soberano”90. Después de la ocupación de Argelia, los franceses separan y delimitan las jurisdicciones del Kadi : entre los musulmanes, el Kadi juzga a todos los asuntos civiles, y a los criminales que no afectan a autoridad francesa (insulto a los franceses o rebelión y sedición). Y para dominar bien esta separación se estableció unos cuerpos que ayudan a mantener esta separación como el caso de creación de lo llamado “G 'duFn y Tschausch, especie de hombres que se encargan, por orden del Kadi, llevar cualquier misión. Los dos son “la fuerza publica de la administración de justicia”. El tribunal compuesto por seis hombres (dos Midyel, dos Muftís, dos G'dul), juzgan según la ley religiosa y civil, “un juez único para toda clase de negocios, con sus escribientes y testigos; un tribunal de apelación y una fuerza armada para hacer cumplir las decisiones del Kadf . Desde el punto de vista económico, la recaudación y la elaboración de los impuestos de la Argelia del S.XIX se basa en el diezmo: todo propietario de bienes materiales está obligado religiosamente de pagar los impuestos; lo que se recoge de la tierra y los animales son lo esencial de los tributos. Antes de la colonización por parte de los franceses, los diezmos son también el tributo y el impuesto puesto por los turcos. Lo mismo ocurre por la organización del emir Abdelkader. La manera de recolectar los impuestos es tan sencilla, puesto que es un deber religioso, cada propietario fiel a su religión, sabe con exactitud cual es su impuesto real, sin la intervención de la autoridad. Anualmente, y según leyes establecidas religiosamente, cada uno en un día señalado por la autoridad al Califa, está obligado a pagar el impuesto, cuando el Califa recibe el día señalado lo comunica a los Beyes, Aghás, Cheij. El Cheij de cada comunidad reúne una comisión de personas entendidas de controlar religiosamente la parte de cada uno corresponde para mejor control. Reunidos los impuestos, se entregan de manera jerárquica a la autoridad gobernadora. Ahora bien, los franceses para mayor dominación a los territorios argelinos aceptaron, en términos generales, las grandes líneas de la organización turca, a partir 90

Malo de Molina, Manuel. Op. Cíí., p. 182.

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de allí, establecieron ciertos organismos nuevos para controlar todo el territorio argelino. Uno de estos organismo políticos fue la creación lo llamado “Buraux Arabes especie de despachos que los argelinos acudían a ellos para sus pertinencias. En realidad, son un medio de intermedio entre la autoridad francesa y los argelinos. Mediante su política militar y civil, la autoridad francesa rige todos los asuntos tanto políticos como económicos del país mediante estas Oficinas cuya administración fue a cargo de unos oficiales que se entienden directamente con los altos jefes militares tanto en Argelia como fuera de ella. La organización francesa basada en dos vertientes: la militar y la civil, es lo que se resume cuando se habla de las grandes líneas políticas de los franceses en la Argelia del siglo XIX 30.

2- La estructura social.

Socialmente hablando, la composición de la sociedad de la Argelia del siglo XIX es más que llamativo a la atención, por su diversidad etnográfica y la multiplicidad en cuanto a las relaciones sociales entre todos los componentes sociales de Argelia. La verdad es que Argelia nombre que designa un territorio norteafricano, no designa que los habitantes sean argelinos por excelencia. Encontramos más de siete u ocho grupos humanos que constituyen la sociedad argelina del siglo XIX. Hay argelinos, turcos, moros91, franceses, españoles, italianos, judíos y de otras nacionalidades árabes como occidentales. Los propios argelinos componen la mayor parte de la población, seguidos por los turcos antes de la ocupación francesa; española en el Oranesado; italiana y mahonesa la Provincia del Mediodía (Argel); y los franceses repartidos en todo el territorio argelino; los judíos como las demás comunidades extranjeras se establecieron en las grandes ciudades del territorio. Y La población argelina, dividida en tres categorías; dos agrupaciones humanas, es la que hace constar la diversidad de la población. Hay tres categorías de grupos jl

Según la mayor parte de las obras y las memorias, este término no significa los árabes o argelinos; el moro significa la persona diferente a los argelinos o a los árabes. El moro es la persona que, por razones históricas entre la Península Ibérica y el Norte de África, se estable en esta zona procedente de España. '>5 Recordemos que “mora” no significa árabe, sino una mujer cuyo origen desciende entre los expulsados de los siglos anteriores de la Península Ibérica.

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humanos: dinásticas, federativas y administrativas. Éstas constituyen las principales agrupación de los argelinos. El origen, es el único rasgo de diferencia entre los propios argelinos y el rasgo diferenciador entre la población autóctona y los extranjeros de modo general. El carácter, las costumbres y la religión de los argelinos constituyen los principales rasgos de la sociedad argelina, son los elementos que separan el “argelino” del “extranjero”. La sociedad argelina se basa sobre algunos fundamentos históricos, hereditarios y religiosos. En la Provincia de Argel surge el “origen” como la base para hacer la diferencia entre los mismos argelinos: por ser la capital, los individuos siempre reservan a sí mismos y a su familia sus antigüedades familiares para no perder su identidad frente a la diversidad social de la Argelia del momento. El rasgo dinástico es el particular en la Provincia de Constantina, grupos dinásticos que ocupan casi la mitad de su territorio; mientras en la Provincia de Orán, la unión de varias familiares entre sí constituyen la tercera categoría denominada por federativas, también este rasgo lo encontramos en la Kabilia, donde se encierren en sí una organización política y social completa. Argel como la capital de Argelia y la capital de la Provincia está caracterizado por unos grupos administrativos, formados de acuerdo con la política superior de Estado por los turcos y por los franceses después. Divididos en dos divisiones territoriales, estos grupos humanos se establecieron en las ciudades (lugares urbanos) y en las aldeas (lugares rurales), en los primeros, tanto los extranjeros como franceses se establecieron en ellos; mientras en las aldeas y lugares rurales, los argelinos los habitan por razones políticos de los franceses, “los Kabaylas [habitantes de Kabilia] residen en las montañas del Atlas y parte del Sahara; los árabes ocupan las poblaciones del pequeño desierto y las cordilleras bajas de aquel; los moros habitan en las ciudades y en los pueblos inmediatos a ellas, mezclados con algunos árabes que allí se han establecido, y con los judíos; los negros por último. Como consecuencia de esta diversidad de lugares que ocupan se deja desde luego conocer que cada rama se ha de constituir en población de diferente manera. Los que viven en los oasis y en las poblaciones del Tell y del Sahara, tienen habitaciones de piedra y barro, que aunque nada ofrecen en la arquitectura” 32. A esta manera nos ofrece el autor la repartición de la población en lo largo y ancho del

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territorio argelino. Los judíos que residen en las grandes ciudades dominan el comercio, residen en la zona del Tel y escasean en el sur, no trabajan en industria alguna ni producen nada “pero monopolizan el comercio y especialmente la usura, que ejercen sobre el árabe pobre”33. Por su parte, Servert en su obra nos menciona que los judíos se dedican al comercio y a la banca34, viven en contacto continuo con los franceses, a los que prestan grandes servicios que ayudan a los franceses a establecer su colonización. Pero hay que mencionar los dos componentes de la comunidad judía en Argelia: hay los que viven al igual manera como los demás extranjeros, la hay los llamados “Francos” procedentes de Italia y en particular mención de Liorna, son judíos comerciantes y de gran poder financiero, constituyen el más mayor capital para la financiación de los diferentes aspectos comerciales del momentos, poseen Casas de Comercio y a partir de allí son los más influyentes a la política del país sobre todo con la presencia francesa. Los moros, son una menoría pequeña que vive en un medio exclusivamente suyo, no forman sociedad aparte. Existe también una generación llamada Ktdugli o Cololio, son los hijos de un matrimonio de turco con una “mora”35, son “hombres de cutis blanco y traje enteramente moro que se acerca. Su madre le ha transmitido la tendencia de la gordura, musulmán como su padre”92. Desde Sudán vienen los denominados, según la terminología del momento, los “negros” para los diferentes trabajos de esclavitud, destinados esencialmente a los duros trabajos de las construcciones y fortificaciones; junto a ellos los argelinos constituyen el segundo rango de esclavitud para los colonización francesa. Los “baranis” es decir forasteros o los extranjeros, es el término que lo lleva toda persona que no es la raza que existe con frecuencia en Argelia. Ahora bien, esta diversidad de los grupos humanos genera lógicamente una diversidad de costumbres y culturas y las diferencias en las maneras de vivir. En efecto, lo que realmente existe en esta sociedad tan diverso es la diversidad de las creencias, o sea las diferentes religiones: el Islam, Cristianismo y el Judaismo son las religiones practicadas en todo el territorio argelino; los árabes como los turcos son la mayoría musulmana, mientras los españoles como los franceses practican la segunda religión, y por último, los judíos en sus templos practican el judaismo.

j6

El Globo: Costumbres, usos y trajes de todas las naciones..., Barcelona, J. Verdaguer, 1847-48. tomo I, p.8.

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Mezquitas, templos como sinagogas, son los edificios sagrados que aparecen con frecuencia en las ciudades como en las aldeas pobladas por diversos habitantes y los practicantes tienen la misma libertad de practicar la religión que la pertenecen, desde los turcos pasando por los franceses y los propios argelinos, el respeto al “otro” es el rasgo de convivencia entre todos los grupos humanos93. En Orán, la población española es la mas predominante junto a los argelinos, el español y las costumbres españolas en todo el Oranesado (Orán, Mostaganem, Telemcen) es la mas frecuente a lo largo del siglo, hay más españoles que los franceses, es una segunda región española en tierras africanas, “los españoles componen las dos terceras partes de la población de Orán, y distribuidos por toda la provincia, se dedican a la agricultura, al comercio y a diferentes industrias y profesiones, estando en buenas relaciones con los indígenas, con los cuales tienen frecuentes tratos mercantiles”94. Como hemos mencionado anteriormente, la diversidad de la sociedad en Argelia constituida por la multiplicidad de los grupos humanos no constituyó un peligro para la seguridad de los argelinos y sus posesiones, salvo los franceses que por su política de colonización constituye el verdadero riesgo para la identidad argelina y el futuro de los argelinos. Este riesgo está en la política francesa a lo largo del siglo aprovechando las tres clases de nobleza argelina para penetrar en lo más profundo de la sociedad. Las clases de la nobleza de los argelinos fue el factor ayudante para su política: la militar, la religiosa y la del origen, son sus tres clases. La nobleza militar es una nobleza que remota a los antecedentes del noble, se llama Dchuad, es la más respetada por parte de todos, un signo de superioridad en ciertas situaciones políticas; hay una clase de nobleza del origen, una nobleza en lo cual cada persona que logra aprobar por medio del título en regla, ser descendiente de Fátima Zohra, la hija del Profeta y Ali ben Abí Taleb95, se llama “C/?en/,o“Chorfa”, son también muy respetados socialmente, tienen prerrogativas morales que materiales, llevan a veces vestidos bien con un signo verde en su ropa, signo de ser noble o Cherif. La persona que lleva este signo verde significa lógicamente que es un noble y en caso contrario se castiga por haber cometido un delito; y por último, la nobleza religiosa es la más poderosa que

Tenemos mas adelante la ocasión para abordar este punto. Servert, José María: Op. Cit., p.17. 95 Ximenez de Sandoval, C., Op. Cit, p. 272 94

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todas las anteriores, son nobles las personas cuyos padres o antecesores eran santos o hombres de religión, generalmente habitan en las Zauias96, se dedican a la enseñanza y la instrucción de los Tolbas (alumnos) para prepararlos a los futuros tareas sociales y religiosas. Se dedican a juzgar, proclamar matrimonios o divorcios, sus palabras y su orientación es la más ejecutada y respetada por todos, por eso, en caso de malentendido entre personas o familias y hasta las tribus, su palabra es la solución para todos41. Pero existen también otros géneros de nobleza en la sociedad argelina, se refiere a la nobleza creada por los franceses, se limitan a los individuos que ejercen cargos de responsabilidad bajo la autoría francesa, como el caso Chauch o Kaid. Esta nobleza, sin embargo, es mucho inferior que las anteriores, y a veces la más odiosa por la sociedad. Existe también signo de nobleza que se ejerce por los pocos argelinos que por su posesión material que intentan buscar títulos nobles mediante cargos administrativos o actos religiosos. Lo que se nota, al menos a través de las obras de los viajeros, es la composición de la sociedad, tanto los árabes como los turcos, cristianos como musulmanes, trabajadores, militares franceses y árabes; mujeres, niños; turistas y los “barranis” viven como vecinos o como ciudadanos, todos constituyen la sociedad argelina y en las ciudades, estos grupos humanos son los constituyentes de la sociedad. Servert en su obra nos habla, casi pinta la imagen de estos grupos: “disfrutando del placer de marchar sin dirección no objeto fijo, recorremos a la ventura boulevares y plazas, viendo desfilar a nuestro lado, como en linterna mágica, militares de todos cuerpos, zuavos y spahís con sus graciosos uniformes, robustos moros con sus blancos albornoces que les dan aspecto de fantasmas, judíos con pantalón bombacho, y negros corpulentos, haciendo resaltar entre sus blancos ropajes el lustroso tono de su tez” 97. Esta diversidad de los grupos humanos lo atestan las estadísticas de los viajeros y de los estudios relativos al respecto98.

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es el establecimiento o un conjunto de edificios, agrupados alrededor de una Cubba (cópula) que contienen escuelas, hospicios, escuelas, habitaciones para los jóvenes estudiantes o los transeúntes. n Servert, José María: Op. CiL, p.17. 98 Los centenares artículos del catedrático Juan Bautista Vilar sobre la emigración española en Argelia y de los españoles en mención particular en el Oranesado, son los más sugestivos para evaluar la presencia española en Argelia. Su obra publicada en 1975 sobre la emigración es más que significativa. También las publicaciones de J.F. Bonmatí Antonio sobre el mismo tema es sugestivo.

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Ahora bien, la sociedad exclusivamente árabe o argelina se basa sobre algunos fundamentos muy relacionados entre sí, la nobleza en sus tres clases es la mas distinguida de la sociedad, sobre todo cuando se menciona a las diferentes partes del territorio argelino. De otro modo, la sociedad argelina es un resultado de varias comunidades de habitantes limitadas por motivos históricos como naturales y otros por las costumbres de cada grupo humano, así es muy difícil reglamentar las bases básicas para delimitar socialmente a los habitantes árabes de Argelia, pero “el todo de la sociedad árabe, bien se la considere en conjunto, bien en detalle en sus mas pequeñas divisiones, reposa sobra los tres puntos o bases siguientes: la influencia por consanguinidad, la forma aristocrática de gobierno, y la instabilidad de centros de población. Los dos primeros principios se deducen fácilmente de la ley que les rige religiosa y civilmente, y el tercero, de la naturaleza del país que habitan y del carácter conservador e independiente por excelencia de los individuos”99. Estos tres móviles sociales son, al mismo tiempo, los tres componentes de la identidad argelina dentro de la multiplicidad racial y cultural del siglo que la constituye los extranjeros. En efecto, estas tres bases lo encontramos representadas en las costumbres y las limitaciones físicas del territorio argelino: primeramente, la aristocracia es la que ejerce el poder después de los franceses, constituida por los jefes civiles y militares, su mayor ejercicio está en las ciudades o “los centros urbanos”; en segundo lugar, el origen de la familia o del individuo es el rasgo diferenciador y el elemento que separa el verdadero “árabe” del “forastero argelino”, es el signo que caracteriza a las poblaciones de las aldeas o los lugares rurales y finalmente, la inestabilidad de habitantes de los oasis o del territorio del Sahara es debido por razones tanto naturales como económicos, los habitantes de estos territorios se caracterizan por la emigración, tienen puntos territoriales para el invierno y otros territorios para el verano. Así, la división social está marcada también en las viviendas y en las casas; los primeros habitan

generalmente

casas

constituidas

para

mayor

duración

y

mayor

establecimiento, los segundos mezclan éstas con otras menor resistibles mientras que los últimos, son los más sufridos por la dureza climatológica a causa de sus tiendas de lana. Desde el punto de vista religioso, todos los musulmanes son iguales, cada persona, noble o no tiene los mismos deberes y es obligatorio el cumplimiento de todo genero 99

Ximénez de Sandoval. Op. Cit, p. 267.

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del deber. Por eso es muy difícil hacer la distinción entre los nobles y los demás argelinos, no hay clases sociales, ni bajas ni altas. Lo que se distingue entre ellos es la posesión material: hay propietarios, arrendatarios y los jornaleros, son los tres componentes sociales de Argelia. Es muy difícil distinguir por razones de apariencia (la manera de vestir), en el lenguaje, o en los usos, entre ellos por la igualdad que parecen. La distinción entre ellos para los propios argelinos es más simple, consiste en saber los nombres de las personas100. Los habitantes del Sahara también tienen este fenómeno social, entre ellos la nobleza tiene origen hereditario. A diferencia de los pueblos europeos, en la sociedad argelina no existe lo denominado “obreros” o “mercaderes” propiamente dichos. Se reduce a las mujeres que trabajan en el arreglo de vestidos, todos los argelinos se dedican a la agricultura. La industria se ejerce por los europeos sobre todo por los franceses junto al comercio de los judíos101, la sociedad argelina es más tradicional en lugares rurales. Como consiguiente de esta política la propiedad del argelino durante todo el Siglo se limita a sus pocos ganados y su tienda o casa, su caballo, y su fusil. Estructurando la misma política turca llamada “Jammás”, los franceses adoptaron esta operación: “el propietario arrienda la tierra al obrero con la condición de que los productos serán repartidas de este modo: cuatro quintas partes para el amo, y el resto para el quintero llamado khammas o cultivador de la quinta parte. Una Sarmia o anticipo en metálico hecho al quintero por el señor, constituye su compromiso recíproco, y suministra al primero los medios con que vivir él y su familia hasta la época de la recolección. El khammas recibe también el par de buyes necesario para la labor de las tierras que le confiadas”102. La tierra cultivada por el Jammás se llama Zouija, es de seis u ocho hectáreas, trabaja sin descanso y se cae enfermo tiene obligación de pagar a otra persona que le reemplace. Generalmente los Jammás vienen de otras aldeas u otras tribus, son extremadamente pobres, construyen casuchas como vivienda para pasar el tiempo hasta la recolección. Su familia siempre se queda en el lugar del origen y de vez en cuando les visita. Su jomada laboral empieza antes de la salida del sol hasta los mediados de la noche: obrar la tierra y cuidar al ganado y 100

Como henos mencionado anteriormente que uno de las clases de la nobleza se define por el “origen” de la persona, solo a través del nombre de la persona se juzga que esta persona es noble por naturaleza, los individuos de la tribu noble tienen el mismo nombre, y éste es muy difícil de llevarlo otras personas que no pertenecen a dicha tribu. 101 Para acercarse a este punto véanse Ximénez de Sandoval, obra citada, pp. 109-114. 102 Sousa, Pedro: Siete años en África: aventuras del renegado Sousa en Marruecos, Argelia, el Sahara, Nubía y Abisinia. Madrid, Librería de Cuesta, Imp. Universal, 1870, pp. 110-111

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vigilándolos por las noches es las principales tareas que debe cumplirlos. En las ciudades, los oficios más frecuentes de los argelinos son: zapateros, barberos, servidores en los cafés, joyeros, droguistas, los fabricantes artesanales. Cada oficio tiene un jefe que se llama Amin (hombre de confianza), encargado de de resolver los problemas o las disputas que se suscitan con su presencia y corporación 48. La sociedad sahariana tiene también algunas características muy especiales que se reserva para ellos mismos, hay oficios que la persona que los ejerce goza materialmente ventajas y ciertos privilegios: el primer lugar el oficio del Herrador tiene la ventaja de no pagar los impuestos “cuando la tribu va al Tel a comprar grano, se hecha una derrama para el herrador. No está obligado a dar a nadie alimento no hospedaje. Tiene derecho a un beneficio que se llama aadet el macúlen. Al volver del Tell, cada familia le da una feutra49 de trigo y de cebada y otra de manteca. En la primavera recibe un vellón de lana de oveja por cada tienda. Si se mata un camello para la carnicería, él se lleva la parte comprendida entre la cruz y la cola. En las expediciones que produce botín, tome o no parte de ellas, tiene el derecho a una parte de lo conquistado.. .en cambio de estos derechos que le enriquecen y le transforman en una persona sagrada, el herrador está obligado a herrar gratuitamente todos los caballos, con la condición de que el jinete lleva el herraje, o pague por él una cantidad ya fijada, pero nunca el trabajo”50. También a estas mismas ventajas y privilegios, el veterinario goza de un respeto considerable junto al zapatero que no paga ningún impuesto. casi los únicos oficios artesanales que los saharianos se dedican. Por su carácter infatigable y debido a la naturaleza del territorio, los habitantes del Sahara viajan mucho tanto por razones comerciales como otros de carácter religioso 103.

3- El mundo de las relaciones sociales.

Hay que tener en cuenta la diversidad y la multiplicidad de la composición de la sociedad cuando se habla de la Argelia del Siglo XIX. Son muchos los grupos humanos que componen esta sociedad: los turcos en las tres primeras décadas son los protagonistas de esta sociedad; y a partir de 1830, los franceses toman el protagonismo dejando aparte a los propios argelinos y a las diferentes comunidades de 103

El destino hacia Sudán es por sus necesidades comerciales, mientras a la Meca es por razones religiosas.

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los extranjeros que vivían en el territorio encabezados por los españoles y los mahoneses e italianos. Las relaciones entre éstos es debido por diversos motivos: políticos en primer lugar, religiosos y de carácter costumbrista, en segundo lugar. El carácter político es el más determinante cuando se refiere a los musulmanes y a los cristianos que son por definición antagonistas. Pero lo ocurrido en las tierras argelinas fue todo lo contrario, los españoles qae durante todo el siglo XIX son los únicos respetados por los argelinos (árabes) Las relaciones se determinan por muchos factores de carácter político o mejor dicho ideológico: aunque los españoles son cristianos en su mayoría, no fueron mal tratados o mal vistos por los autóctonos sino, al contrario, son los más amigos de todos los componentes de la sociedad argelina, los españoles y los argelinos sobre todo en el Oranesado, constituyen casi una unidad: viven juntos en mismos barrios y se relacionan con frecuencia, respetados hasta por parte de todos: los altos jefes militares y civiles t$$c£Sv y los hombres religiosos musulmanes y la simple gente. Los españoles componen las dos terceras de la población en Orán y distribuidos en toda la provincia, trabajan junto a los argelinos -bajo el mando francés- en la agricultura y las diferentes construcciones y al comercio y la industria. Todas las obras consultadas nos da la idea sobre las relaciones tan amistosas entre ambos 104. Hasta que se perciben como la comunidad amiga de los argelinos. He aquí un testimonio de Servert cuando fue recibido junto con su amigo por el Kadi quien anula su “importante función” al saber que son españoles: “al saber que éramos españoles, redobló sus cumplimientos diciendo sentenciosamente: que árabes y españoles somos hermanos; y suspendiendo su importante ocupación, nos hizo sentar a su lado sobre los blandos almohadones, obsequiándonos con dátiles, naranjas y pastas. Y sirviéndonos el café al estilo árabe que encontramos delicioso. Después mandó traer un elegante Narghile de tres larguísimos tubos que cada uno de mis compañeros llevó a sus labios, manejando la extraña pipa como si toda su vida hubiera fumado el aromático tabaco”105. A esta manera tan familiar recibe un Kadi argelino a los españoles.

104 5j

Esta misma idea fue defendida por el profesor Juan Bautista Vilar. Servert, José María. Op. Cit., pp. 286-87.

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También esta misma percepción se repite al nivel más popular, entre los simples argelinos con los españoles: “y como al pasar junto a un grupo de estos dijera yo [el autor de la memoria] en voz alta que moros y españoles éramos casi hermanos, uno de los indígenas, sonriéndose al enterarse de mis palabras, contestó en un incorrecto español: españoles y árabes hermanos. He aquí un rayo de luz que sorprende en medio ¡de tanta tiniebla!”106. “la colonia española está en excelentes relaciones con los indígenas, con los cuales ha comerciado y sigue comerciando tranquilamente” 107. Ahora bien, esta relación social hispano-argelina no es la misma relación con los franceses, la relación entre españoles y franceses a lo largo del siglo XEX es menos cordial y más conflictiva, tiene una base política, ya que la mayoría de los españoles en el Oranesado son republicanos, que para los franceses constituye un riesgo para su seguridad. Son mirados como peligro que poco a poco va haciéndoles la vida más compleja y menos cómoda. La superioridad de los turcos fue la más destacada en el mundo de la relaciones entre todos, además la superioridad se dedica a los franceses cuando ya se establecieron su colonización. En efecto, los turcos son los únicos superiores seguidos por los argelinos o árabes hasta la comunidad judía que es la más menospreciada por parte de todos. Los turcos para mejor dominación y mejor establecimiento de su superioridad actuaron y fundaron algunos principios que se reservan para ellos mismos y prohibidos para todos los demás: “nadie sino ellos tiene derecho de usar en sus ciudades y sobre todo en la capital. Si les encuentra en las calles, que son muy estrechas, es indispensable cederles el paso con una especie de respeto, sopeña de sufrir cualquier exceso de su parte, casi siempre impone. Con toda esta conducta no pueden evitarse a veces las expresiones de injuria que se oyen al paso de los soldados turcos, y es necesario desentenderse enteramente de sus palabras y acciones, observando siempre la mayor circunspección”108. La superioridad de los turcos se manifiesta sobre todo por los soldados, que representan la máxima autoridad material y moral en toda la Argelia. Ante el turco todo está prohibido, o sea cualquier movimiento o cualquier hecho que disgusta al turco está castigado al menos por un 106

Buen, Odón de: De Kristiania a Tuggurt: impresiones de viaje por Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Alemania, Holanda, Inglaterra, Francia, Mónaco, Argelia y desierto del Sahara. Madrid, s.d., Fortanet, 1887, p. 268. 107 Ibid. 384. 108 Descripción estadística de Argel. Op. Cit., pp. 47-48.

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insulto. Ante el turco todos son iguales y nadie tiene el derecho de reclamar; con su presencia las normas son canceladas y el respeto es la solución para evitar cualquier insulto o menosprecio. Los judíos, como hemos mencionado, son los antagonistas de todos los grupos humanos -excepto a los franceses que les utilizaron para la dominación-. Los turcos establecieron para ellos una política muy restringida a la hora de entrar o salir del país, a las relaciones como amos de casas o simplemente como vecinos, “es general el desprecio con que son tratados, y terrible el riesgo en que están de ser condenados el suplicio del fuego por la menor sospecha de infidencia, no menos que el corren de ser saqueados en sus tiendas y posesiones en cualquier movimiento frecuente de los turcos para las elecciones del Dey. No lo es permitido ausentarse del país sin dar grandes fianzas de su vuelta, y no encuentran quienes los presenta con facilidad por el temor que aquel suplicio, si el regreso no se verifica”109. Cualquier delito cometido por ellos es inmediatamente castigado, pero los judíos Francos son los únicos que tienen cierto respeto en la sociedad, también los cristianos Francos que por la defensa de sus naciones son tratados cordialmente. La predominación del turco en la sociedad argelina es muy amplia hasta en los minuciosos actos de la vida cotidiana de los grupos humanos. En Argel, el turco es elemento que designa la superioridad de raza y del origen, hasta la identidad turca fue a lo largo del siglo XIX la mas conservada. Los turcos, aunque son musulmanes no tuvieron enlaces con los árabes y musulmanes: El matrimonio siempre se realiza entre ellos, y si un turco establece una relación con otras no de origen turco, éste pierde privilegios y cierta consideración social, y sí es un militar se le está tratado con igual que los árabes. La desconfianza a los judío es más mayor a comparación con los demás grupos sociales por motivos religiosos y políticos. Si judío decide convertirse en un musulmán, tiene que primero pasar a ser un cristiano o presenta argumentos de su islamismo 58. Por otra parte, los árabes y los habitantes de las montañas llamados Kabilias, no son incluidos del juicio anterior, aunque no es generalizado. Las tribus que no pertenecen la provincia de Argel, no tienen el derecho de estar en el territorio de la

109 109

Descripción estadística de Argel. Op. Cit, p. 40. Idem. 40.

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Provincia. Así cuando se avisan de la existencia de algunas tribus que no pertenecen a dicha Provincia, el Bey tiene el derecho de sorprenderlas para el saqueo de sus bienes. Aunque son argelinos, los habitantes de la Kabilia son los más odiosos para los turcos por sus costumbres y su aislamiento en las montañas, además su rencor profundo a los turcos, hacen que los turcos les menosprecian continuamente, hasta que está „"prohibido entrar bajo condición ninguna en las ciudades; no podían ser admitidos en los establecimientos públicas ni en las casas consulares, y ni a pasar la noche bajo el mismo techo que los señores [los turcos] a quienes les sirviesen; todo con la amenaza de penas muy severas” 110. Ahora bien, antes de la colonización de Argelia, los turcos eran los protagonistas de Argelia, su superioridad alcanza todas las normas sociales establecidas y esto, según las memorias mismas, es para mayor dominación y mayor establecimiento de su política. Y esta superioridad y mayor dominación es rígida y severa; ser turco es lógicamente el mejor, por definición del momento: “en cada una de ellas [es decir las fuentes] está sujeta una copa para que pueden beber los transeúntes, los que van a beber o a llenar sus cántaros, deben esperar su tumo, tanto si son moros como cristianos o esclavos; pero si llega un turco, se despacha al momento: un desgraciado judío está obligado a aguardar a que esté la plaza enteramente libre, y que aun los mismos esclavos estén servidos” 60. Desde otra mirada, los franceses, los protagonistas de la sociedad del Siglo XIX, también actuaron severamente a todos los grupos humanos para mayor dominación. Los argelinos -sin distinción de raza o de origen- son considerados como los antagonistas para su política, y los judíos -a diferencia de los turcos- son el elemento ayudante para establecer su propósito colonizador. Los españoles, la segunda comunidad emigrante en Argelia, son también definidos al igual término que los argelinos. El elemento turco y su superioridad se van poco a poco desapareciendo hasta la erradicación total. Cuando los franceses ya dominaron más o menos el territorio, sobre todo después de sofocar la resistencia del Emir Abelkader, todos para ellos y para su política colonizadora son antagonistas: los argelinos son, por excelencia, los más castigados, los españoles, como extranjeros, son la segunda categoría desconfiada por los colonos. Las relaciones entre los españoles y los franceses fiie la peor en todos los 110 110

Ximénez de Sandoval, C. Op. Cit, p. 299. Noticia histórica y topográfica del reino y ciudad de Argel. Op. CiL, p.40.

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sentidos111. Considerados como un riesgo para la seguridad y el futuro del país y de su colonización.

4- El mundo de las descripciones.

A- Las ciudades.

Las ciudades de la Argelia del S. XIX se pueden dividir en dos grandes capítulos: la ciudad a su vez está divida en dos partes bien distinguidas, una árabe con características especiales y otro más bien francés. Hay que distinguir también dos épocas en cuanto a la arquitectura: hay turca, árabe y otra francesa. Las ciudades se distinguen por dos o tres categorías en cuanto a la estructura y el aspecto general: hay partes (barrios) que se reservan a unas determinadas capas sociales como judíos, moros, árabes y extranjeros; hay otras partes que se reservan para los protagonistas de la sociedad (turcos antes de la colonización y los franceses). En las aldeas o lugares rurales, las tiendas y las casas de barro y maderas son los aspectos principales de éstas. Conviene recordarse también la distinción de dos aspectos generales de las ciudades: en el Tel, las ciudades son más fijas y estructuradas, mientras en el Sahara, casi no se puede distinguir la ciudad por las aldeas. La división de la ciudad argelina se divide en: barrios, mercados y lugares de recreación como jardines o plazas públicas. Las tres grandes capitales de las Provincias (Constantina, Argel y Orán) son las ciudades más visitadas y más tratadas por los viajeros a través de sus obras. Las más importantes según las obras, estás situadas hacia el norte y las situadas en las costas. Cada ciudad tiene su fama según la historia y su estructura, Orán y su puerto es, para los españoles, la nostalgia y la grandeza del pasado, para los turcos, la ciudad de

111

La memoria más sugestiva en este sentido es la obra de Jiménez Enrích, Saturnino: España en África Septentrional. Madrid, Librería de Femando Fé, 1885.

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Argel es punto de referencia para su estructuración y, por último, todas las ciudades sin distinción, para los franceses, constituyen la total atención. La estructura de la ciudad antes de la colonización se caracterizan por una arquitectura muy especial: calles estrechas y casas al igual tamaño y forma, blanqueadas en su mayoría, el color preferido por los habitantes de las ciudades. Pobladas por los árabes, turcos, judíos, y europeos distribuidos a toda la geografía del país. Una de las características de la ciudades argelinas son las plazas y los jardines: cada ciudad tiene la principal plaza y el jardín de recreo, y cada barrio tiene zonas o al menos vegetado en sus bordes. La abundancia de las mezquitas con una arquitectura diferentes a cada una y los Baños son la segunda característica de la ciudad en la primeras décadas del S.XDÍ112. Estas mismas características están también notables en las cercanías de las ciudades donde las posesiones de recreo son abundantes, son generalmente jardines naturales en el que la naturaleza participa en su decoro. En la época de la colonización, las ciudades argelinas se dividen en dos partes: una árabe y otra francesa. La parte árabe se caracteriza por la miseria en sus calles y en sus casas, y las francesas más europeas y modernas, a esta manera nos presentan los autores de las memorias: “Argel como los demás poblaciones de la colonia, presenta dos aspectos, uno oriental y otro europeo, y dentro de este mismo, uno francés y otro extranjero. En el aspecto oriental se comprenden los extramuros y los barrios apartados del centro de la población, cuyas casas, de construcción árabe, son raquíticas y herméticamente cerradas a su interior.. .estas calles, los son enteramente parecidas a las del Albaicín de Granada y las callejuelas de Córdova y Sevilla. En algunas de ellas jamás se penetra el sol, porque las azoteas cruzan sus aleros...El aspecto europeo ofrece también variedad* porque los edificios nuevamente construidos, que todo ellos son magníficos, unos presentan la sencillez de las casas de la Provincia, y otras el lujo de los suntuosos hoteles parisienses . La ciudad capital de Argelia, como las demás ciudades se dividen en dos partes: una europea y otra árabe. Efectivamente, a esta manera nos presentan los demás autores la nueva división en las ciudades de Argelia bajo el mando de los franceses. Vista desde el mar, esta ciudad parece desde lejos una cantera de blanquísimo mármol 112

Las dos obras ya mencionadas escritas antes de la colonización nos demuestran estas grandes características de las ciudades argelinas en las primeras décadas.

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o una escalera de gigantes, caracterizada por sus múltiples minaretes de las mezquitas, con casas „irregulares” donde los árabes las habitan, también se ve las jardines y parques a la inglesa; se ven las casas “regulares” de los franceses: casas magníficas, grandes bulevares. Esta parte francesa de la ciudad reúne barrios donde las condiciones de vida más moderna, comprende calles no anchas a causa de la proximidad de las montañas, pero son rectas, las casas tienen pórticos que pueden mitigar el calor del verano. A diferencia de los barrios franceses, las calles y la ciudad árabe permanece sumida en el más complejo olvido, la suciedad y la pobreza de sus habitantes así como la miseria provocada por los severos tratamientos de los colonizadores, hacen que 1a ciudad donde los árabes la habitan, muestra el signo de la desigualdad en todos los aspectos de la vida. En términos generales, esta ciudad presenta dos partes desiguales: “la parte baja de la población participa de la fisonomía europea, hay plazas; casas y edificios que nos recuerda París; mas la parte superior presenta la imagen del Oriente musulmán, es una ciudad árabe en toda la sinceridad de su tipo característico, sus calles son tortuosas y tan estrechas que apenas no pueden pasar por ellas dos hombres de frente”113. Si Argel parece más europea, Constantina, la provincia del Mediodía, es la más africana y oriental: “los principales edificios que a primera vista se ofrecen son los minaretes de las mezquitas, porque Constantina, es una ciudad casi enteramente oriental...Constantina, según el decir de los árabes, tiene la forma de un bemuz desplegado, cuya capucha se forma por el Kasbah, tiene tres plazas publicas y poca extensión. Las calles son todas empedradas, pero son tortuosas y estrechas, y toda en cuesta dirigiéndose a la Kasabah a los puentes de las entradas de la población”114. La tercera provincia que para los españoles representa el pasado histórico es la ciudad capital Orán. Se representa como ciudad mas española que árabe o francesa: las costumbres, los trajes, los rótulos comerciales, los nombres de los cerros, los castillos, las murallas. Todo ello es más español que francés y que árabe, según Servert

113 114

El Globo: Costumbres, usos y trajes de todas las naciones. Op. Cit., V. I. p. 7. Malo de Molina, Manuel. Op. Cit, pp. 120-121.

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Realmente, Orán la ciudad más habitada por los españoles115, es el núcleo de . la agrupación de todas las comunidades extranjeras, José María Servert define la ciudad como sigue: “Orán en todo tiempo árabe, española, turca, es hoy una ciudad bien trazada y construida en la que la población europea circula con la febril actividad que da el movimiento creciente de los negocios, y tiene muy mercado el sello de nuestras grandes poblaciones marítimas”116. La vida en esta región es la más cómoda que se caracteriza por la convivencia entre los árabes y los españoles, una ciudad que resume todas las costumbres y las religiones que existen, una ciudad que agrupa todos en un área geográfica muy limitada. Malo de Molina nos describe esta ciudad como sigue: “Orán, como población de la Argelia, presenta dos aspectos, uno europeo y otro oriental, y aquel subdivido en francés y extranjero. El oriental está reducido a los cuarteles conocidos por Oran viejo y la judería, ésta en la parte alta de la población, y aquel en su centro. En ambos las calles son estrechas, tortuosas e irregulares, y las casas pequeñas.. .en parte europea, si bien los edificios todos manifiestan la arquitectura francesa, la población varía extremadamente. Desde el momento de llegar a la puerta de la marina se encuentra población genovesa y española de menestrales, con establecimientos de poca importancia, y así se continúa hasta la plaza Cléber, que comienza la población francesa, compuesta de comerciantes y empleados, continuando así la conclusión de la calle de Napoleón, que cierra alto cuartel de la ciudad”117. Esta es la estructura de la ciudad de Oran, dividida en la vieja y la nueva. La distribución de la población dentro y fuera de las ciudades viene condicionada por motivos políticos de la metrópoli, generalmente, los más sufridos son los habitantes argelinos y la comunidad española. Por su parte, Ardanaz Algarale nos afirma lo anteriormente mencionado: “la ciudad de Orán está dividida en dos partes, reunidas por un puente que une el flanco de la montaña de Santa Cruz a la parte más elevada de Orán: la una es la villa

115

Según Malo de Molina, la población española es la más pobre de todas las demás, viven en Orán Vieja en edificios muy pequeños. También se halla bastante población española en las infinitas casas del campo, jardines y huertas de los alrededores. 116 Servert, José María: Op. CiL, p.17. 117 Malo de Molina, Manuel. Op. CiL, pp. 105-106

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indígena, la otra la antigua colonia española, entre estos dos grandes barrios, un tercero se desarrolla a lo largo de la Rambla”118. El elemento español en la ciudad de Orán es el más caracterizado de la época, hasta para los viajeros no perciben la diferencia entre las tierras argelinas y las españolas: “ya por el camino, en los carruajes que constituyen el tren y en las estaciones de la línea férrea se oían conversaciones en español y epítetos aislados de esos que denuncian a la legua la presión de nuestros compatriotas. Y en realidad Oran es una ciudad española”119. Sólo la ciudad de Orán es la más alegre de todas las ciudades de Argelia, Orán es, según las memorias, París, pero París alegre, todo parece sonreír en sus calles; todo es alegra en sus calles, “Orán nació como el príncipe del cuento; tres hadas le asistieron en su cuna. Una francesa otra española, otra árabe”120, pero también Orán, ofrece aspectos muy tristes y miserables, calles sin salidas, ni adornamiento ni coronamiento en las fachadas, ofrece la pobreza y la tristeza de sus habitantes.

B- Las casas

En la época pre-colonial del Siglo XIX, las casas de Argelia tuvieron unos marcos turcos: amplias, y en forma triangular. Son generalmente de igual forma y construcción, de forma y estructura cuadrada y sin vistas exteriores, constan de un patio común entre los vecinos, el patio suele ser grande de figura de un paralelogramo de luz interior, no tienen acceso directo al exterior salvo la puerta de entrada, las ventanas casi inexistidas al exterior y si existen, son muy limitadas. En la ciudad de Argel, centro central de los turcos, las casas son casi blanqueadas y a misma arquitectura. Rodeados a un patio, los pisos sólo tienen acceso desde este patio que a su vez tiene una sola salida al exterior o a la calle, “la luz entra por las puertas a las habitaciones que por las ventanas laterales que son muy pequeñas. Todas las casas tienen terrados o azoteas en lo alto que sirven, como en 118

Ardanaz, Algarate, Ignacio: Memoria sobre la importancia de nuestro poder militar en el Norte de África. Madrid, Oficina Tipográfica de la Dirección General de Infantería, 1883, p. 70. 119 Buen, Odón de: De Kristiania a Tuggurt: impresiones de viaje por Noruega, Suecia,...Op. CiL, p. 383. 1 Soriano, Rodrigo: Moros y cristianos: notas de viaje, 1893-1894. Madrid: Femando Fe, 1894. p. 120 Descripción estadística de Argel. Op. Cit., p.29.

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varias partes meridionales de España. Para desahogo y recreo de los vecinos, por los tiestos o macetas que colocan simétricamente en los mismos terrados donde también suelen tener un mirador para ver la marina, su principal atención”72. Para mejor explicación del porque de esta estructura y la finalidad de su composición es muy necesario correlacionarlos con la situación política de los turcos. La política y las costumbres caracterizadas por la sociabilidad y la agrupación familiar es la justificación de esta estructura, así los vecinos se agrupan como una sola familia: se comparten todo lo que tienen. El “extranjero”, toda persona que no vive en el mismo piso, no tiene derecho de entrar salvo con un familiar del piso, todo lo que se desarrolla en el patio es común entre todos. Esta misma ciudad, se divide en dos partes: una pobre en todo sentido de la palabra y otra, presenta una imagen de la europeización de la ciudad; así nos presenta Tejera en su memoria: “y en verdad que es Argel una ciudad extraña. En poder de los franceses hace cuarenta años presenta en la parte próxima al mar la regularidad y la hermosura de las construcciones europeas, mientras una gran parte de la ciudad escalona, como llevo dicho, en áspera pendiente, ofreciendo el revuelto dédalo de callejuelas angostas, empinadas, tortuosas, infectas y sombrías de un pueblo moro” , por su parte Ignacio A. Algarate nos describe esta ciudad como sigue: “en el interior de la ciudad es sumamente desigual; por un lado se ven calles anchas, tiradas a cordel y bien empedradas, compuestas de edificios nuevos, porticados de arquitectura europea y muchas veces elegantes; por otro lado callejones estrechos, oscuros y tortuosos, formados por casas árabes, vetustas, y cuyo anchos aleros no dejan paso a la luz”74. Las casas generalmente tienen tres pisos, con azoteas que forman pequeños jardines, construidas de piedra y manipostería, de color blanco. La distribución es muy sencilla que corresponde a cada una de las familias. A diferencia de las casas de los franceses, las de los árabes no tienen las mismas estructuras de la construcción, se reduce las puertas y las ventanas de acceso directo a las calles que no dan acceso directo a las habitaciones, se llega a un vestíbulo de hifa amueblado en dos de sus lados con bancos o divanes, donde el dueño de la casas recibe sus invites. El lujo en las casas es muy limitado: solo las alfombras que los dueños las cuidan limpias, ordinariamente ricos y bellas tapices, y las paredes están cubiertas de armas de toda clase. Estas alfombras son servidas como lugar para sentarse de día y el lugar para dormir de noche con solo añadir unos pequeños colchones. El lujo en las casas

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árabes casi inexistido, todo lo que tiene la familia se resume en pocos muebles que se reducen: “a un divá que sirve también de cama, algunos objetos de cristal y de cobre, grandes cofres de madera con placas de cobre encierran los vestidos y las joyas, los armarios están excavados en la pared, encerrados por delante con puertas de madera; no se cocina, ni sillas, ni mesas; el mejor asiento es el suelo, y la mejor mesa una tabla cuadrada o redonda que se coloca entre los comensales”121. La poca ventilación y la escasez de la luz en las habitaciones es una de las características de las casas y habitaciones de los pobres argelinos y de los extranjeros, así como la falta de imagen urbana en estos barrios, demuestran las diferencias entre los barrios nuevos de los franceses y los de los árabes. Ninguna vivienda tiene acceso al interior, las puertas se conducen directamente al patio o bien aparece las escaleras para subir difícilmente a los pisos. Todos los edificios de los argelinos ofrecen aspecto triste y miserable, el interior es “un maremagno de callejuelas, la mayor parte sin salida, un verdadero laberintote curva, zig-zag y bifurcaciones, a trozos descubiertas y en muchas convertidas en pasajes por los pisos volados con madera de una a otra vivienda”122. El “GurbF , la casa del árabe pobre, es la otra imagen contraria totalmente a las casas de la gente más acomodada. Es una especie de cuatro paredes que separan sus habitantes del exterior. A esta misma descripción viven también los Kabilias, en las montañas y partes de difícil acceso. Viven en “chozas constituidas con estacas clavadas en el suelo, entrelazadas con cañas y ramas flexibles, revestidas de tierra gredosa por la parte exterior”78. También hay que recordar a las casas de los pobres argelinos que viven en las afueras de las poblaciones, sus tiendas de lana construidos manualmente, es la casa donde viven. El Felidj, nombre de la tienda, se forma tiras de lana y de piel de camello de setenta y cinco centímetros de ancho por ocho metros de largo, cosidos y sujetos al suelo por medio de estacas. Un madero de dos metros, sostienen el edificio cuyas extremidades se fijan en el suelo por medio de cuerdas de lana que se arrollan a las estacas plantadas en la tierra. Todo lo que tiene el argelino como mueble en este género de casuchas es algunos sacos llamados Telles , algunas tazas de madera y de hieiro para

121 122

Buen, Odón de, de Kristiania á TuggurL Op. Cit, p272. Echagüe, F,: Un paseo por Argelia, Madrid, Imp. del Memorial de Ingenieros, 1S94. p. 44.

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guardar el agua, además de olla de barro fabricada por las mujeres. La tienda contiene también de Megud123 y algunas mantas construidas por las mujeres que sirven como protector del frío de las noches. Ahora bien, los barrios y las casas de los colonos y los franceses son más europeos que árabes, caracterizadas por el gran lujo y la máxima coronación y adorno, construidos por los mismos argelinos con la ayuda de las comunidades extranjeras, esencialmente españoles; las casas como los barrios de los franceses están, como nos cita el mismo Manuel Malo de Molina, construidas bajo las mismas fisonomías, edificados bajo un modelo: las casas se hallan distribuidas en dos o tres calles bastante anchas. Se ha adoptado el método árabe andaluz de casas pequeñas de un solo piso, con tres o cuatro habitaciones y una gran cocina con la chimenea a su frente. Todas estas casas están en disposición de comunicarse unas con otras en caso de invasión, incendio u otra calamidad, y las calles, que todas parten de la gran plaza, van a dar fin a foso que rodea la colonia, y en algunas se encuentran pequeñas parapetos, todo en aspecto de defensa, por si llegan los indígenas a hacer alguna tentativa contra los habitantes. Y casi en la mayor parte de las colonias hay un pequeño paseo con el café y el villar81. Por su parte, Odón de Buen, nos resume la diferencia existid^ entre los barrios de los argelinos y de los franceses y a la vez las diferentes construcciones de los franceses y de los autóctonos: “en el barrio moro debe vivir gran parte de la población pobre de Argel, europea y judía, porque se observan en determinadas calles, rótulos en francés, tiendas europeas, casas con ventanas, puertas y algún balcón; pero hay calles exclusivamente árabes con su sello característico”124. La diferencia entre las dos comunidades la verdadera situación social de los argelinos, las calles y las casas son a la vez el marco que determina la miseria en que viven los argelinos del momento. Son las dos partes que diferencian entre el colonizador y el colonizado a través de la manera de la construcción y el lujo de las casas.

dátiles y trigo y el cuscús para los futuros días de. *° Son pequeñas vasos o especie de latas donde se conserva la sal, la pimienta, etc. S1 La importante obra de Malo de Molina, nos presenta aspectos muy variables en este sentido, casi pinta -a través de su manera de relatar- las calles y los pueblos de los franceses y la diferencia entre éstas y las de los argelinos. También Algarate, nos describe de manera detallada las “casas moriscas” que son diferentes a las casas del “mundo civilizado”, pp. 64-65-. 124 Buen, Odón de: Op. Cit, p. 271.

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Existe otro género de casas y calles que según Ardanaz Algarate, son de tipo morisco: son casas que revelan un carácter completamente diferente, “su aspecto exteriores de una cárcel, pues le dan este carácter sus gruesas puertas de encima, guarnecidas de gruesos clavos de hierro y portillo del mismo metal, las paredes blanqueadas y sus ventanas defendidas por rejas fuertes y espantosas. Detrás de una especie de poterna, se presenta uno o más vestíbulos sombríos, cuyo paralelogramo está circuito de bancos de piedra o de mármol, que sirven de base a una serie de columnas que dejan entre sí pequeños nichos. Esta parte de la morada son recibidos los que visitan el dueño de la casa” 53. Ahora bien, si las casas de los franceses reflejan una estructura del bienestar; las casas de los argelinos, sin embargo, reflejan el malestar en que viven. La distribución de la casa del argelino es la más curiosa y la más significativa: todas las casas se encierran entre sí y no tienen ventanas hacia el exterior salvo en algunos casos extraordinarios, tienen poca luz y mucho sombrío “todas las habitaciones de la casa toman paso a la luz de esta galería interior‟"125. El patio es una de las características de las casas de la Argelia del momento, cada casa o piso tiene que tener un espacio bastante amplio que sirve como el lugar de descanso de la familia, su uso es debido a las costumbres particulares: es el lugar donde se efectúa la reunión de los invitados en las ocasiones de fiestas o celebraciones, se transforma en el espacio para la familia y sobre todo a las mujeres para su descanso de sus tareas domésticas. Es el espacio para los niños que no tienen el acceso de salir fuera para sus juegos. También, hay casas que constan de una antesala, habitaciones son generalmente altas y estrechas que cogen la longitud de cada uno de los lados de la casa, con ventanas cuadradas, constan de un armario y camas, algunas de las habitaciones tienen una pila para el baño. Existe también otro genero de casas de los argelinos cuya característica es más o menos acomodadas, se encuentran en la capital de Argelia, son “confortables y más espaciosas; no faltan el patio central con sus columnas, de mármol a veces, y sus arcos árabes y sus adornos en madera o yeso y sus bancos y su fuente o pozo para sacar el agua de la cisterna que hay bajo el piso; las habitaciones del piso bajo son tres o cuatro y dan al patio; las del piso segundo, si lo hay, dan a un corredor que sostienen las columnas y los arcos del primer piso”*6.

125

ídem.

71

5- La identidad argelina.

Aunque la sociedad argelina se compone de diversos grupos humanos y de múltiples culturas tanto árabe como europea, así como de diferentes religiones, la identidad del argelino queda muy bien conservada y muy bien delimitada socialmente. La religión, las costumbres y la cultura árabe son los tres elementos de esta identidad. El Islam, el árabe y el albornoz son los tres elementos que a lo largo del siglo quedan las mismas características del argelino. Todos vienen a formar una familia o familias menos los judíos que, por definición, son los únicos rechazados socialmente por parte de todos los grupos humanos. El argelino de origen, aunque mezclado con las demás comunidades, se diferencia física y socialmente de todos los componentes de la sociedad: su cultura, su lengua, y sus costumbres son las únicas manifestaciones para la conservación y la singularidad de su identidad. Hombres y mujeres; árabes y habitantes de la Kabilia, aunque viven en una sociedad de múltiple razas e idiomas, conservan su naturaleza de su ser y de su estar. El traje, uno de los más significativos para los argelinos, fue una característica de la posesión de tradiciones y costumbres de herencia de los siglos anteriores, bien por motivos culturales o bien por motivos religiosos. En una sociedad en que cada uno se considera a sí mismo como el único miembro legítimo de la sociedad, los argelinos mostraron sus simples vestidos ante las mejores vestidos de los franceses y de los turistas. El árabe con su traje muestra su identidad como argelino y como musulmán ante el traje del turista inglés o alemán; ante el pantalón del judío y la blusa azul del obrero

español;

y

por

otra

parte, el vestido árabe y formal de la mujer argelina frente a los modelos de París y las diferentes modas, es otro aspecto de la esta identidad . “Las relaciones de los argelinos de ambos sexos con los demás, sobre todo con / los españoles precisamente en el Oranesado, fueron de carácter cuya base es religiosa, también tuvo otros basados sobre la convivencia con las demás nacionalidades. El interés (comercial, político y social) es el factor que determina realmente aspectos muy relacionados entre sí. La diversidad cultural y la convivencia con otras comunidades en que tanto las costumbres como los idiomas y principalmente la religión son, por lógica, diferentes. 72

En estas movilidades, los argelinos no perdieron su identidad: aunque hablan el francés; y en la región de Orán, el español; viven y se relacionan diariamente con los “extranjeros”, los argelinos, sin embargo, no olvidan la lengua maternal, sino la conservan mediante sus costumbres y sus conversaciones en los lugares de sus encuentros, como en los cafés y en las calles, hasta que no se extraña a ningún visitante del país cuando se ve esta multitud de culturas, y la propia del argelino: “no puedo ya, pues, extrañarme de haber visto a un moro sentado en la portada de una Sainte Chapelle, a un español que dice veritable en vez de verdadero, y faillites en lugar de quiebras; a un francés que dice ole a cada paso, y a una porción de seres incógnitos, sin patria, que viven arrastrados hasta aquí como se los empujara el huracán de lo desconocido”88. Efectivamente, esta diversidad cultural, fríe una riqueza más para los argelinos de poseer y aprender la cultura de los demá$ sin olvidar las de su origen. De otro lado, al estudiar las características de la colonización francesa basada esencialmente en la represión, en la erradicación de todo lo que pertenece a los argelinos, sea en materias de cultura o creencias, no lograron erradicar. Sin embargo, la simplicidad en la manera y los modos de vivir del argelino, simplemente por la razón de esta política de represión, hacen el sufrimiento del argelino un factor que refuerza electos de su cultura y su tratamiento: “tanto los hombres como las mujeres no se sientan en sillas, sino en almohadones (mejada) y 87 Según Pedro Sousa, los árabes son distinguidos entre los demás razas: “el tipo de los árabes es bello y majestuoso: cuerpo robusto y bien proporcionado; rostro oval, poco lleno y de mucho relieve; frente lata; ojos negros, nariz fieramente encorvada; boca pequeña; barba oscura y poblada, que te rmina en punte”. P. 75. Soriano, Rodrigo: Moros y cristianos: notas de viaje, 1893-1894. Madrid, Femando Fe,

1894,

73

2

Gil Grimau, Rodolfo: “Elementos de bibliografía sobre el norte de Africa anterior a 1850”. In:

Cuadernos del Archivo Municipal de Ceuta, (separata), Ceuta. 1990. pp. 147-173. 6

Es un africanista muy destacado sobre todo por sus obras y sus publicaciones sobre

África en general, era nuestro director de este trabajo, su muerte antes de acabar el trabajo es una de las mayores lastimas que debo mencionar. La toma de decisión del profesor Juan Carlos Pereira como el segundo director de este trabajo es lo que nos da el pasóle, continuar con el mismo tema y el mismo plan elaborado con anterioridad con el profesor Martínez Carreras. 17

Véanse el articulo del profesor Sabater Galindo, Javier “El tratado de paz hispano-argelino de

1786’\ Cuadernos de Historia Contemporánea, Departamento de Historia Moderna, Universidad Complutense de Madrid. 21

Cervantes Saavedra, Miguel: Los baños de Argel. Ed. de Juan Cenavaggio, Madrid, Taurus,

1992, 378 pp. : Comedias', edición, introducción y notas de Florenzo Sevilla. Madrid, Castalia, 2001. 24

Acción de España en África, 1.1, til, Lili, Ministerio del Ejército. Servicio Histórico Militar.

Madrid, 1941. Martín Granizo, León: Aportaciones bibliográficas: viajeros de españoles y portugueses e hispano-americanos., Imp. Del Patronato de Huérfanos Madrid, 1923.; Femando de Navairete Martín: Noticia cronológica de algunos viajes y descubrimientos marítimos hechos por españoles. 1803 (folios que existen mi B N A.). ___________ , Discurso preliminar ó introducción á la colección de viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fin del S. XV, Madrid, Imp. Real, 1826. Antonio Cascón: Viajeros españoles: cuatro viajes insólitos de los siglos XV al XIX., Madrid, 1929r217pp. Cirera Ricardo: Viajes científicos. Barcelona, Tip. De la Academia, 1913, 80 pp. Beltrán y Rózpide, Ricardo: Viajes y descubrimientos efectuados en la 27

Ibn Hawqal: Configuración del mundo (Fragmentos alusivos al Magreb y España), Traducción de

Mana José Romani Suay. Valencia, 1971.99 pp. 28

Véanse la obra de Brunschevig, Robert: Deux récits de voyages inédits en Afrique du Nord au

XViéme Siécle. Paris, Maison Neuve & Larose, 2001,152 pp. [contiene de dos viajeros, uno árabe ^ Colección de Historia y Memorias, Op. Cit, t m. pp. 1 -10 ‟>7 Mencionamos aquí el caso de España por la existencia de relatos sobre África que tienen origen portugués o italiano que son también interesantes para la historia de ambos partes. Véanse la obra de Cristi, Federico: Documenti sid Magreb dal XVII- XIX Secólo: Archivio storico della congregazione “De propaganda Fide” “Structure Riferite nei Congrissi- Barban”. Peragia, Universitá degli Studi, Dipartimento.de Scienze Storiche, 1988,387pp. 1,8

García-Arenal, Mercedes y otros: Repertorio bibliográfico de las relaciones entre la Península

Ibérica y el Norte de África (SS. XV-XVI): fuentes y bibliografía. CSIC, 1989, p.17. s>

El Globo: costumbres, usos y trojes de todas las naciones.... Barcelona, [J. Verguer] 1847-48.2 v.

61

En este siglo, la cuestión bibliográfica tiene un interés primordial, ya que las nuevas definiciones

145

65

ídem

64

Sevilla Andrés, Diego: África en la política española del Siglo XIX. (Premio “África” de Literatura

1959), Madrid. IDEA, CSIC, 1960, p.38 72

Vilar, Juan Bautista: Los españoles en la Argelia francesa. Madrid, CS1C- Universidad de Murcia,

1989, 73

-

Ardanaz Algarate, Ignacio: Memoria sobre la importancia de nuestro poder militaren el norte de

África, Madrid, Oficina Tip. de la Dirección General de Infantería, 1883, 114 pp. 77

Jordi, Jean Jacques: Les espagnols en Oranie 1830-1914 ( histoire de migration). Montpellier.

Collection Africa N ostra, 1986. pll5. 79

>

Miraflores, Marqués de: Memorias para escribir la historia contemporánea de los siete años del

Reinado de Isabel II. Madrid, 1843,11, p.355. 82

Véanse Sánchez- Albornoz, Sonsoles Cabeza: "las revoluciones de 1830-1848 y su impacto

internacional", In: Historia de las Relaciones Internacionales Contemporáneas: Juan Carlos Pereira (Coor.), Barcelona, Ariel, 2001, pp. 107-128. 86

Morales Lezcano, Víctor: Op. Cit, p 68.

87

Bécker Jerónimo: Historia de las relaciones exteriores de España durante el siglo XIX: apuntes para

una Historia diplomática. Madrid, sji 1924-1926. Establecimiento Tipográfico de Jaime Ratés. 3. v. ° Descripción estadística de Argel. Op. Cit, p.67. 4

Sousa, Pedro: Siete años en África: aventuras del renegado Sonsa en Marruecos, Argelia, el

Sahara, Nubia y Abisinia. Madrid, Liberaría de Cuesta ( Imp. Universal), 1870 p. 65. esta obra es también objeto de edición de Llano Alcaiaz, Adolfo: siete años en África...Madrid, Cuesta, sin año, 240 pp. El autor es de origen portugués, pero se siente más español que portugués y escribe como español y no como portugués. Por esta razón nos hemos basado sobre ella en nuestro trabajo. 5

Descripción estadística de Argel... p.6$

6

Los Chuax forman un cuerpo de 12 turcos distinguidos y presididos por Bachaux, funcionarios

encargados de llevar a todas las partes comunicando los órdenes del Dey. Gozan un mayor respeto y consideración en la sociedad. 17

Ximénez de Sandoval, C.:Op. CiL, p.269.

20

Ximénz de Sandoval, C, Op. Cit., p. 300.

21

Según So usa Pedro, la definición de Dechra se limita a una familia: “es un lugarejo habitado por una

sola familia, cuyos individuos obedecen a la autoridad patriarcal del padre o del jefe de la rama que le sigue”, p. 60. 27

La delimitación consiste en la Ordenanza del 22 de octubre de 1830, que excluye limitándose a los

turcos de ejercer cargos de jueces; también la Ordenanza de 28 de febrero de 1841que limita el papel de los jueces árabes. “El kadi tiene asignado un numero cierto de G'DUL que le sirven de amanuenses, y de secretarios y de testigos, pues es necesario advertir que, según el Corán } ninguna decisión es válida como no esté testificada por dos sujetos que testimonian que el juez se halla en estado capaz de administrar justicia.

146

Principalmente para este fin tiene asignados cuatro o seis dependientes con nombre ya indicado, que no hacen mas que asistirle por su orden, porque sería molesto llamar para cada caso testigos diferentes”, Ibidem. 29

tbidem.

63

Malo de Molina, Manuel. Op. CiL, p.73.

73

Moreno de la Tejara, Vicente: Diario de un viaje a Oriente, Argel, Nápoles, Pompeya, el Vesubio,

Sicilia, Grecia, el Archipiélago, Turquía, y Egipto. Madrid, s.a. p. 26. la fecha aproximada de la realización del viaje es más o menos en año 1870. su estancia en Argel duró veinte días. 85

Ardanaz Agarate, Ignacio: Memoria sobre la importancia de nuestro poder militar. Op. CiL, pp. 64-65.

85

Estas observaciones son las características de las casas denominadas por las casas moriscas. Véanse

Ardanaz Algarate, Ignacio, obra ya citada, pp. 64-66. 86

Buen» Odón de: Op. Cit., p. 271.

alfombras (besat) o bien en pequeños asientos de palma, que entre nosotros se llaman posetes. Su postura es la de nuestros alpargateros, y continuamente se están tocando los pies, y en esta actitud comen, beben y trabajan” . Esta manera de sentarse es la fase de la identidad del argelino, y para los franceses, es una represión colonial. La religión, el factor determinante de esta identidad, constituye uno de los más fuertes factores y el punto común entre los argelinos. Este enlace espiritual es, sin duda alguna, lo que no se pudo modificarlo o simplemente sofocarlo por los franceses. Este mismo elemento, para los argelinos, no se admite discusión, tampoco admite desminuirlo para ser una simple creencia de segundo rango, es uno de los determinantes de esta identidad. Así pues, la identidad del argelino se compone de varios aspectos, sociales, costumbristas y fundamentalmente religiosas, son a la vez, una manifestación contraria a todo intento extranjero para la modificación de estos tres puntos. La identidad argelina, en términos generales, es la que diferencia del autóctono argelino y del extranjero que no pertenece política y socialmente a Argelia, y a partir de allí, esta identidad forma parte de la composición social de la Argelia del S. XIX. El Corán, las medersas (las escuelas), y los cafés (lugar preferido de los encuentros), son los medios esenciales donde la

147

identidad se forma y se conserva relativamente para los argelinos, también los narradores126 tuvieron un papel para la confirmación de los principales principios de esta identidad. El caballo, signo de riqueza y su medio de transporte, así como su arma y su familia, son todo lo que tiene el argelino del siglo XIX. El caballo, es el más valorado a su persona; su riqueza y su ostentación se resumen en la posesión de éste, que sirve para sus tareas materiales, así como para sus necesidades de su vida cotidiana. En términos generales se puede resumir todo esto en pocas palabras, toda la identidad argelina según Ardanaz Algarate que la resume como sigue: “sus gustos más habituales son los caballos, las tiendas, la música y estos son sus tesoros” 91.

6- Características de! argelino.

Como hemos mencionado anteriormente, la superioridad del elemento turco antes de la colonización francesa, y más tarde el elemento francés como raza superior y director de los asuntos del país, es una de las características de la Argelia del siglo XIX, el argelino siempre está sometido bajo los dos protagonistas, aunque los turcos no generalizan esta superioridad a todos los argelinos, sino a unos grupos y capas sociales; los franceses, al contrario, generalizan esta superioridad a todos los grupos humanos sin distinción, exceptuando a los judíos. 126

Aunque tenderemos Ja ocasión más adelante para explicar este punto, conviene explicar el término narrador, son personas que narran historias en los cafés para la diversión de los clientes, sus temas son esencialmente históricas y relatos a veces de imaginación. Los narradores se caracterizan por su manera de expresar y el genio de convencer a sus oyentes, a veces trasmite sus ideas y sus pensamientos o el pensamiento de la opinión publica. Constituye -según nuestro modo de ver- un elemento que conserva esta identidad. También los cantantes en los cafés son también otra figura de esta conservación y el elemento que se dirige directamente para la opinión publica, generalmente, mediante cantos o casidas, relatan historias de la actualidad en estilos diferentes para que sus ideas lleguen al pensamiento y las emociones del oyente y no a sus oídos.

148

Ante esta superioridad, el carácter del argelino visto por los viajeros españoles está lleno de menosprecio y de mal visto. Aunque cada grupo humano se diferencia de los demás, el carácter del argelino se presenta como el más inferior en todos los componentes de la sociedad. El argelino junto al moro “es un compuesto de todos los vicios; corrompidos, abrazos,

sanguinarios y cobardes, ambiciosos y perezosos, vengativos y bajos; pocas son las buenas cualidades con que contra balanzas sus infinitos defectos. Sobrios en sus alimentos, y sencillos en sus trajes, estos son los mas celosos que se conocen sobre la tierra: sus mujeres no tienen lugar de ostentar sino entre los suyos los elegantes adornos, el oro y los diamantes”. La pobreza y el descanso de los vestidos y la situación económica del argelino le atribuyen darle un aspecto de menosprecio por los demás.

Entre un admirador y otro rechazador de las costumbres y los caracteres de los argelinos, los españoles, la comunidad más amiga a los argelinos y de su gran confianza, son los más conocedores de la realidad argelina y a las características de los argelinos, ellos son los únicos que nos dan al menos una aproximación a algunas de ellas. Por su carácter físico, el argelino es de carácter trabajador y luchador para mantener a su familia que generalmente se constituye por numerosos individuos (hijos y padres de los mismos). Desde los abuelos hasta los nietos son una familia en el que el dueño (es decir toda persona mayor que es capaz de trabajar) es el responsable de todo lo que ocurre al nivel de su familia. Las características del argelino de las ciudades se diferencian a las de los habitantes de los pequeños pueblos, se diferencian de una región a otra, los del Tel no son iguales de los habitantes del Sahara y hasta que los mismos habitantes de la misma región tienen diferentes características. La moralidad y la social son las dos categorías de esta diferenciación. Los habitantes del Sahara son generalmente los más trabajadores, mas sociables, se conserva el tipo del árabe con toda su varonil dignidad, tienen una predisposición de relacionarse con las razas extranjeras. Son generalmente, viajeros intrépidos e infatigables, están siempre en movimiento ya en busca de materias para su vida ya por el comercio con otras partes africanas sobre todo en Sudán,

149

"desprecia el hijo del Sahara el cansancio, el hambre, la sed, la fiebre y los bandidos que le acechan a su tránsito, sin saber si regresará bueno y salvo. Si volverá a ver la aldea que le vio nacer y la familia que ama. Nada contiene, anda sin cesar hasta que la muerte la pare o que le ha realizado el objetivo de su penoso viaje”127. En la sociedad, los judíos, “este pueblo maldito de Dios, lleva en su frente la marea de esta maldición: en general, la mala fe y el engaño son sus dos principales condiciones”128; son los más odiosos por todos los componentes de la sociedad sean extranjeros o argelinos, son los más rechazados, incluso por los propios viajeros o los españoles del momento. El argelino129 está muy aficionado por la música y la narración de historias que constituye un placer extraordinario para el refresco de sus sufrimientos, se reúnen cada día por la noche para relatar y escuchar sus preocupaciones, fumando y bebiendo el café, escuchan mucho a la poesía cuyos temas se centran en el amor o en las aventuras de dos amantes. Todos los argelinos dominan bien el manejo de las armas, los caballos para ellos son, sin distinción alguna, la máxima característica en que todo miembro tiene la obligación de saber sus técnicas para la conducción o para su uso en caso de guerra. Las características físicas del argelino y su raza (hombre y mujer) son bellos y majestuosos, tienen casi las mismas características y de fácil distinguir: “por su larguirucha, musculosa delgadez, por su nariz aguilefio y vivo modo de mirar, por su morena tez, aire de inteligencia, y por cierta expresión de sateliza de astucia y de belicosa energía” 130. El argelino de cualidad negativa es el “hatcheichi” es decir el hombre que pierde la razón fumando “es sumamente odiosa a los indígenas, por lo cual dichas sociedades

127 128

El Globo: Costumbres, usos y trajes. Op. Cil, p.54. Ximénez de Sandoval, C: Memorias sobre la Argelia. Op. Cit, p.169. 129 según Ignacio Ardanaz Algarate, en la página 13 de su obra, nos resume las características del argelino o el árabe en general: “andan errantes, pero unidos por lazos de tribu, en busca de presa de suelo que se apropia el primero que lo ocupa”, son características del argelino que habita el desierto. 91 Globo: Costumbres, usos y trajes. Op. Cit., p.8.

150

son miradas en Argelia con eí mayor desprecio”131. Casi los argelinos fumas el tabaco, pero nunca delante de los mayores o los hombres de la religión (imames) que no fuman nunca. Las relaciones entre los argelinos se caracterizan por el afecto y la amistad entre los vecinos, hasta que es muy difícil diferenciar los miembros de la misma familia con los vecinos. Son sociables y solidarios entre sí, tienen el espíritu abierto hacia las demás comunidades extranjeras y en especial mención a los españoles. Todas las relaciones se puede resumirlas en dos categorías: la primera se resume sus relaciones entre sí, y la segunda con los extranjeros. El odio a los franceses como colonizadores y no como cristianos, es uno de los principales rasgos para el mundo de las relaciones sociales. La simplicidad y la sencillez del carácter y la vida de los argelinos son dos rasgos esenciales que le caracterizan. Aman la libertad y odian la severidad y limitación de sus acciones, según Server, los argelinos “aspiran vivir tranquilos, según sus gustos, continuar haciendo lo que sus padres poseen sin que fiscalicen sus tierras, construir sin que alineen sus calles, viajar sin que sigan sus pasos, nacer sin que los escriben en los registros, creer sin que los vacunen, y morir sin que se llene formalidad alguna”132. Por otra parte, es hospitalario cariñoso y le gusta vivir en un ambiente de tranquilidad y según sus costumbres y sus creencias. Conserva sus usos y sus maneras de vestirse como los más elementales de su conservación a sus antepasados. Guarda sus dos grandes fortunas: su familia y su fortuna. Su mujer y sus hijos además su caballo y su arma son todo lo que tiene el argelino como posesión material, para él, el caballo es uno los manifiestos de su statu familiar y social, es considerado como un miembro más, es un tesoro que se debe guardarlo con la máxima precaución. El argelino ama la poesía y los cuentos recitados, ama el fausto y la alegría para su familia y sus queridos: “sienten la poesía de la naturaleza, y, con voz melancólica, murmuran, en métodos varios, dulcísimas poesías, en las cuales los relatos de

131 132

Sousa, Pedro: Siete años en África. Op. Cit., p.75. Servert, José María. Op. Cit., pp. 151-152.

151

los amores más maravillosos se mezclan con la admiración de las bellezas del cielo nocturno y de la benéfica sombra del oasis” 133 Los defectos de los argelinos en ojos de las obras y de los viajeros españoles se resumen en unas categorías de carácter religioso 134. Todo defecto del argelino tiene origen de la religión y sus creencias que son a la vez las más criticados por las obras, aunque en las mismas obras encontramos contradicciones en la percepción española sobre la sociedad y sobre la sociabilidad argelinas: “la sociedad árabe está fundada sobre las mas crasa superstición: todas sus ideas, sus tendencias, sus usos y costumbres proceden de sus creencias fundamentales. El islamismo es tan exclusivo, tan enemigo de todo progreso, que ha condenado a una interna inmovilidad a los pueblos sometidos a su ley” . Así encontramos el resto de los juicios sobre los defectos de los argelinos. La barbaridad de los costumbres y de la manera de vivir además los usos y los vicios de los argelinos definidos como “seres desgraciados que no tienen el menor conocimiento de los principios que forman la base de las sociedades civilizadas”135, son las principales defectos de los argelinos, “asesinatos, robos, tropelías, etc. Tales son las escenas continuas que ofrecen al lector y que no intentaremos delinear.. .”136. Tanto las obras como sus autores, cuando se refieren a la sociedad argelina, separan los componentes de la sociedad, cada región está criticada separadamente y según la ideología del autor: los berebes (habitantes de las montañas) son considerados como los habitantes que someten a la voluntad de los árabes que los desprecian. 133

Ardanaz Algarate, Ignacio. Op. Cit., p.14. El Islam en sí y sus leyes son presentados como el origen de todos los vicios y todos los defectos de los argelinos. A este juicio nos resumen las obras consultadas y a partir de esto, el insulto a los musulmanes y al Islam en muchas obras, son los rasgos de los autores a través de sus obras. 135 ídem, p. 3. el autor de esta obra critica severamente al Islam considerando que todo retraso es la consecuencia de la religión y la presencia francesa en esta parte es bien para civilizar a los argelinos. La misma idea y el mismo juicio esta defendida por el autor de la Noticia Histórica del reino de Argel. Op. Cit., p.5 y ss. 136 Noticia histórica del reino de Argel. Op. Cit., p.70. 134

152

Los bereberes “viviendo en grande ignorancia de los preceptos aunque con fanatismo ciego y acordándose de los que perciben odio constante a los infieles”137, forman parte de la sociedad y a partir de allí tienen unos defectos como los árabes. El defecto de los habitantes de la Kabilia es “vengativo, perdido con sus enemigos, supersticiosos, fanáticos y dispuesto siempre a la rebelión y a la lucha”138. Para los árabes de las ciudades y de los pueblos pequeños, el defecto que tienen además de los mencionados, está en el pensamiento de la situación actual del país bajo la colonización, es una tristeza al recordarse de su libertad perdida y la esperanza de su emancipación. Esta idea para las obras de los viajeros constituyen un defecto de los argelinos y a la vez el arma contra los colonizadores: “la violenta pasión por la inmovilidad de todo su ser, se manifiesta en el árabe desde su más tierna infancia. Es un fenómeno de atavismo, cuyas raíces arrancan del pasado más remoto”139. Esta pasividad es uno defecto del argelino del momento, es paralizado a causa de la opresión francesa a todos los dominios de su vida diaria: “oprimido por todos lados, empujado, sofocado por una colonia invasora, rodeados de cuarteles y cuerpos de guardia que nada le importan, alejado voluntariamente del curso real de las cosas, indiferentes al destino que le preparan, sin comercio, casi sin industria, subsiste en virtud de su inmovilidad propia, en su estado parecido a la ruina, si que se pueda si se desespera o aguarda...aislados siempre entre los franceses, y que existen sólo por tolerancia, les resta un medio de defensa poderoso; son pacientes y la paciencia árabe es un arma de extraordinario temple”140. Los defectos de los argelinos, como hemos visto, tienen origen de la propia costumbre de los árabes en general, tiene también otro de carácter religioso donde todo defecto y toda virtud vienen básicamente de la ley

137

Ximénez de Sandoval, C.: Memoria. Op. Cit., p.299. Servert, José María: En Argelia. Op. Cit., p. 10. 139 Servert, José María. Op. Cit., p.150. 140 ídem. 138

153

musulmana141. Por otra parte, existe otro grupo de obras donde afirman que los argelinos son una especie de carácter extraordinario, son bárbaros donde la civilización todavía no les está presente en su pensamiento. Son vistos desde una mirada de inferioridad y desde otra de menosprecio: “buscaba yo carácter, si no en la población, en sus habitantes, mas ¡qué error! Son árabes, ciertamente, pero árabes domesticados, que podríamos llamar de feria. He visto un moro de azul y blanco albornoz, guiando un coche parisién, del que tiraba blanquísimo trotón; era un árabe del Boi de Boulogne. En un café, varios morazos sucios fumaban pitillos y hablaban de política”142. José María Servert, define la situación política de Argelia del momento y hasta los defectos por dos vertientes: la primera de carácter histórico donde la civilización de los árabes termina “hace ocho siglos”, a partir de esta fecha no hay ni una civilización ni unos gentes civilizados: “¡ocho siglos dura este sueño no interrumpido! ¡Ocho siglos que el árabe permanece tendido en las calles, recostado contra las paredes, retirado en su morada, sentados sobre cocines, en el embrutecimiento del gineceo y el harem! ¡Ochocientos años sin poesía, sin música, sin teatro, sin ciencias, sin artes, sin letras!”143. Desde nuestra interpretación, la religión y sus leyes constituye todo el riesgo para la ocupación francesa y a toda dominación extranjera, a partir de esto, criticarlo y mostrar de que es el origen de todo retraso y la causa de la situación política y sobre todo la situación social, es una tarea de todos los extranjeros para mayor dominación hasta el sometimiento a los argelinos a las propias voluntades políticas de los franceses. De otra parte, el trabajo es la máxima preocupación del argelino: la agricultura y la industria artesanal además de otros oficios artísticos son sus principales ocupaciones: zapateros, armeros, barberos, plateros, sastres y cordoneros son, entre muchos, los principales trabajos del argelino . 141

La religiosidad es una de las características de los argelinos del momento: el Islam y sus leyes constituyen las bases para los diferentes juicios y son que determinan y organizan toas las relaciones entre los miembros de la sociedad argelina. 142 Soriano, Rodrigo: moros y cristianos. Op. Cit., p. 56. 143 Servert, José María: En Argelia. OP. Cit., pp. 150-155.

154

7- La educación y la religión.

En Argelia del siglo XIX, la relación entre la educación y la religión tiene un amplio campo en que las dos se complementan mutuamente: una sociedad que vive oprimido por fuerza colonizadora, donde la propia identidad del argelino fue sofocada por diversos motivos políticos y a través de múltiples métodos, la educación y la instrucción publica se basa únicamente a la enseñanza de la religión como la ciencia literaria y artística del momento. Saber leer el Corán y escribir el árabe es, durante el siglo XIX, la fundamental base de la enseñanza del argelino. La enseñanza se resume a los principios básicos de la religión y algunas ramas del saber para su explicación , la literatura y la historia son las asignaturas más comunes en todas las escuelas para los argelinos, En las ciudades donde la instrucción pública se fundamenta en escuelas, está únicamente reservada para los hijos de los colonos que reciben los diferentes ramas del saber dirigidas todas ellas a fundar una instrucción muy especial diferente a la de los árabes; en ellas, el sistema educativo es el igual que el francés. 144 En 1837, se instituyó escuelas para la enseñanza segundaria para los europeos y los judíos. La enseñanza de los argelinos se efectúa en las Zauías, un establecimiento de rigor literario y religioso. Las Zauías son los únicos establecimientos donde todo el saber se reduce al estudio de la lengua, el derecho, y la religión. Estas Zauías constituyen los lugares de mayor calidad de enseñanza para los kadis y los Muftis, además de los literatos y hombres de política que tras terminar los muchos años, salieron de ellas como profesionales. Generalmente, en cada tribu o pueblo hay una Zauía dirigida por un Xeque 145 IM

La memoria ya citada de Ximénez de Sandoval, nos aporta datos importantísimos sobre este punto. Su observación del método y las diferentes escuelas, son aportaciones de gran interés histórico. 145 Para la diferencia en los términos, el Xeque o Cheij de la Zauía no es lo mismo de un Cheij o Xeque de la tribu, sino es hombre mayor que se encarga

155

encargado de dirigir la instrucción pública. En ellas, la educación científica es menos que la literaria, y en algunas, inexistida. La ciencia, se enseña en las escuelas francesas pero de modo muy reducido a los argelinos. Las ciencias sociales y en particular la historia ocupan un lugar muy distinguido en estos establecimientos árabes que se dedican esencialmente a la enseñanza de la historia de la religión así como la historia de Argelia. Estos dos puntos son antagónicamente opuestos a la enseñanza francesa, que para los argelinos, no es de gran interés, debido a las grandes líneas en que se basa la política educativa francesa. Los argelinos que les permite estudiar en las escuelas francesas son muy pocos, y los alumnos son muy bien controladas mediante una severa programación. Todo el programa se resume en dos vertientes más bien políticas que educativas: la Argelia francesa o Argelia es Francia es el primer capítulo que resume todo el programa educativo y social; y el segundo, se centra en la educación científica, donde el alumno argelino no se puede continuar sus estudios más lo permitido por sus leyes. Por otra parte, las pequeñas escuelas repartidas en las aldeas y los pueblos son también lugares donde el hijo del argelino puede recibir la enseñaza o mejor dicho el saber de leer y escribir el árabe. Éstas están dirigidas por los Tolbas (profesores del Corán y del árabe) que reciben su formación esencialmente en las Zauía bajo dirección de un Cheij de gran conocimiento literario y religioso 146. Estos mismos también se encargan de los asuntos sociales de la sociedad como el caso de resolver los pequeños problemas surgidas entre los grupos de la sociedad argelina.

de administrar los asuntos de su establecimiento. Hay que recordar que este término se lanza a toda persona mayor de edad que goza de unos requisitos políticos o religiosos. En términos generales, Cheij es la persona de máxima autoridad política o religiosa en un determinado establecimiento o territorio. 146 Hay que mencionar la inexistencia de programas establecidos o comunes entre los encargados de la enseñanza. Lo común en el conocimiento, son los principios de la religión y los fundamentos de la lectura y gramática árabe. El francés como lengua extranjera no se enseña, sino se practica involuntariamente mediante las relaciones entre los argelinos y los franceses. La literatura es un campo muy amplio, en que la libertad de los temas y los métodos se reservan a cada profesor.

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Generalmente, tanto los Cheijs de la Zauías como sus alumnos más prestigiosos se les dedican un mayor respeto social por parte de los argelinos y por otra parte contraria, son los enemigos de los franceses y sus seguidores. Sus palabras y sus pensamientos - generalmente opuesto a ellos- constituyen una amenaza para el futuro de los franceses en el país. Así, como reacción a ellos, la enseñaza francesa y la dirigida a otras comunidades, especialmente a los judíos, se dedica en divulgar sus principales líneas políticas mediante los programas educativos. Antes de la presencia colonizadora de los franceses, los colegios sobre todo en Argel, como capital de los turcos, la enseñanza tuvo carácter diverso y diferente que se basa esencialmente en principios sociales y religiosos: el alumno recibe una enseñanza o principios que ayudan a escribir y leer correctamente, y a partir de allí, su formación intelectual se efectuará mediante sus lecturas y su interés personal. El interés predominante se orienta a las ciencias sociales, debido al prestigio a la persona y la personalidad del alumno. Transcurridos años de la colonización, el alumno argelino inicia su aprendizaje a partir de cinco o seis años en las escuelas coránicas donde recibe los principios de la lectura y el arte de escribir. Mediante el aprender de memoria sus clases, el método más eficaz para ellos de recibir una a la vez la formación y los principios de la lectura, el alumno se dirige, como segunda etapa, a los estudios de la religión y del árabe clásico, además recibe los principales teorías literarias y gramaticales. Su segunda enseñanza, más o menos especializada de acuerdo con su interés personal que generalmente se dedica a los estudios literarios o históricos y con una profimdización en el estudio de la religión como base general. Su máxima sabiduría y su titulo final es: ser un profesor en las escuelas, literato o especialista en los temas sociales. La financia de las escuelas antes y después de la colonización se basa en los propios recursos de las escuelas y de los Chijes. Cada Zauía o escuela no tiene más recursos económicos que la caridad de los musulmanes o por la

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colaboración de los padres de los alumnos, que semanalmente envían lo que tienen para sus maestros. La cantidad se varía según la situación económica de los padres. Aunque la Zauías tienen sus recursos especiales como el cultivo de la tierra que es prosupuesto de ella o otros recursos, reciben también ayuda que ofrece los musulmanes mediante diferente fuentes como el Zeket o achur. Tanto los chicos como las chicas reciben la primera enseñanza; las chicas están obligadas a abandonar muy pronto las escuelas, debido a la edad y su papel en la familia ; los chicos, siguen su enseñanza de acuerdo a la situación de su familia que generalmente es pobre. La ayuda a su padre y al resto de la familia le obliga a abandonar también sus clases, dedicando a trabajar junto a sus padres para ganarse la vida.147 La religión musulmana es el tema más criticado por parte de los viajeros españoles. Su existencia, según la mayor parte de las obras, constituye un verdadero riesgo para el futuro de los argelinos mismos. Para los extranjeros se representa una justificación para tomar las precauciones frente a esta religión. Aunque reconocen su extensión en todo el territorio argelino, los viajeros lo resumen como el factor de la discordia y factor más potente de la oposición del elemento extranjero en el país. Los cultos y Jas costumbres de la religión siempre se representan con mayor crítica y severos juicios, aunque la mayor parte de estos juicios son contradictorias al Islam y a los musulmanes148. Cuando se refiere a este punto, hay muchos puntos comunes entre las obras: el fanatismo y la mujer constituyen los dos elementos básicos para sus estudios referentes a la religión. La mujer como esposa o como un ser 147

En las memorias, el trabajo de los chicos es muy relativo al trabajo del padre, en los pueblos se dedican a la agricultura, y en los centros urbanos, a la tareas de limpieza o ayudante de cualquier oficio. 148 Aquí hay que recordar que la mayor parte de las obras consultadas, el Islam es el más criticado por las obras. Debido a muchos motivos personales y políticos de los viajeros que muchas veces dan la interpretación de sus juicios basándose sobre sus pensamientos personales. No quiero aportar más sobre este tema, por la razón de existencia de obras que cuando estudian a la religión musulmana, insultan más que estudian.

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humano no se considera una parte de la sociedad junto al hombre, ni mucho menos como factor social de gran interés para la constitución de la sociedad, sino como la esclava del hombre, bajo el juicio que le permite la ley islámica. Ahora bien, este punto tan preocupante para los viajeros es, sin excepción, el tema de mayor interés crítico a la hora de dar juicios finales sobre la sociedad y sobre el Islam mismo. Según las obras, el atraso social, político y económico tiene origen religioso y sólo erradicar los juicios religiosos se puede dominar la sociedad argelina, tarea que los franceses la iniciaron sin éxito. La percepción española sobre el Islam como religión y como ley es muy similar a la percepción francesa, aunque los españoles justifican todo atraso y retraso de la sociedad argelina por causas referidas a la intervención de la religión en todos los asuntos de la sociedad. Este juicio se diferencia de un autor a otro: hay quienes que objetivan sus juicios, y hay otros que lo subjetivan, hay admiradores de las costumbres y a los valores de la religión, y hay también los opuestos a éstos. Socialmente, la religión en Argelia del siglo XIX es el determinante de las diferentes relaciones entre los mismos argelinos y entre éstos con los extranjeros. Los españoles, sobre todo en el Oranesado, son los más conocedores de la religión musulmana, y a partir de allí, el respeto mutuo es uno de los fundamentos de la convivencia entre ellos. Los españoles no tuvieron problemas de origen religioso con los argelinos, sino al contrario, muchos de ellos se convierten en auténticos musulmanes después de vivir varios años con los argelinos. En las escuelas, la enseñanza de la religión como ciencia y como la ley para los jueces argelinos, es el fundamento de la divulgación de la religión en todas las diferentes partes del territorio argelino que constituye la base de las normas y leyes tanto sociales como políticas de toda la Argelia del momento. La religión es uno de los componentes básicos de la estructura social, que rige minuciosamente pequeñas y grandes problemas que surgen, administra los asuntos de diferentes aspectos, constituye la alta autoridad moral y la máxima

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autoridad política. Sus normas son ejecutadas a pie de letra por parte de todos los argelinos-musulmanes. Así, los religiosos y los hombres que se dedican a la enseñanza de la religión son los más respetados por todos los componentes de la sociedad, ellos los únicos que pueden dirigir o suprimir cualquier ley, pueden también dar sus palabras en los diferentes cuestiones sociales o políticas que son consideradas como leyes que no admiten discusión. En términos generales, la religión y la educación son dos términos que se relacionan mutuamente a lo largo del siglo XIX, la educación basada en la religión y la religión es basada a su vez a la educación para su divulgación. Por otra parte, el respeto de las demás religiones fueron respetadas por parte de la sociedad argelina como por parte de los políticos, desde el comienzo hasta su fin, la libertad religiosa es uno de los elementos que los viajeros mismos lo reconocen. Hay que recordar que los cristianos son los más odiosos por los argelinos, no por que son religiosamente así, sino por motivos políticos: “los esclavos, han sido siempre respetados en Argel que los cristianos libres, permitiéndoles ejercer varias industrias, dejándoles toda la libertad en su culto respectivo. Dos iglesias católicas han existido en Argel, sin las capillas particulares de los cónsules de la misma religión, y se han celebrado en aquellas dos los divinos oficios y administrado los asuntos sacramentos con toda solemnidad, sin que haya memoria de haber sido jamás interrumpidos ni molestados por argelinos” “tampoco han intervenido los argelinos en los asuntos contenciosas de los cristianos libres”149. Efectivamente, este mismo juicio es lo más repetido cuando se hace referencia a la convivencia entre todos los componentes de la sociedad argelina. Para los argelinos, la religión no es un factor aislado de su vida diaria, sino fue el factor determinante en su pensamiento y sus diferentes relaciones con los demás hasta con sus miembros familiares. Todas las normas de carácter religioso fueron ejecutadas y respetadas, sobre todo las referidas a sus relaciones con los demás. La religión constituye la base de la administración 149

Descripción estadística de Argel. Op. Cit,, p.80.

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de todo tipo para los argelinos del momento, la religión es la materia prima para la enseñanza y la instrucción publica. Esta enseñanza aunque es más o menos tradicional, es la más beneficiosa para guardar la unidad del pueblo argelino en que su composición y su organización política basada sobre fundamentos de razas o tribales, es la solución contra la política francesa, una política divisora en todos los aspectos de la vida diaria de los argelinos. Sólo esta enseñanza es una de las unidades de los argelinos.

8- Hombres y mujeres. Como hemos mencionado anteriormente, la mujer y la religión son los dos elementos más criticados negativamente por los viajeros. Las mujeres son, por la definición de las obras del momento, esclavas de los hombres, pertenencias materiales a mano del hombre. La relación entre ambos se caracteriza por la firmeza de los actos de ambos partes, o sea cada uno es responsable y tiene el deber de cumplir su misión y sus obligaciones: el hombre encargado de administrar los asunto de su casa y su familia fuera de la casa, y la mujer se dedica a las diferentes tareas de la casa; el hombre tiene la obligación de sobrevivir a su familia constituida generalmente por numerosas personas, y la mujer, por su parte, recae a ella el resto de la misión. La miseria y la pobreza fuera y dentro de las casas obligan a los dos a reforzar sus esfuerzos para la educación de los hijos, Casi no hay tiempo dedicado para ellos, los hombres desde la madrugada hasta la media noche, y la mujer casi no tiene limitación del tiempo, debido a las tareas que cumple: desde la madrugada hasta la caída del sol, se dedica a limpiar, educar, preparar, y cuidar los ganados si habitan en los pueblos, además por las noches, tiene la misión de estar velada para sus muchos niños. Cuando se habla sobre este tema, sobre todo cuando se hace referencia a la percepción del hombre sobre su mujer o sobre el género femenino en general, muchos son los viajeros que relacionan esto con la religión y no con la

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situación tan miserable económica y social en que viven. Hasta que, para algunos, la mujer vista por los hombres no son seres humanos, sino “pertenencias de orden físico de ellos”150. Esta idea tan repetida por la mayor parte de los viajeros españoles, hasta que algunos relacionan esto como una de las más fundamentos bases de la religión: “los musulmanes creen que las mujeres no tienen alma y que han sido y puestas al mundo para recreo del sexo más fuertes”151. A esta manera y a esta percepción se define a la mujer musulmana o argelina del momento. La mujer vista por el hombre a juicio del viajero es, por definición, una posesión material del hombre: “la mujer es para el árabe un mueble más en la casa, una esclava que se daría por muy satisfecha si obtuviera lo que obtiene el falderillo de una mujer, la mujer árabe no puede aconsejar, no puede hablar a su marido mientras éste no se digne preguntarla; o no se digna casi nunca” es “pobre criatura nacida para amar y ser amada, y que arrastrada por una mano tiránica atraviesa la senda de la vida entre lado y guijarro, de rodillas, lastimándose el cuerpo y dejándose una a una, desgarradas en las espinas del camino, las más dulces ilusiones del alma” Instrumento del placer, una cosa, un objeto, un ser imperfecto, son los diferentes juicios -además de mucho otros- de los extranjeros sobre la mujer argelina obedece y somete a la voluntad del hombre es también otro juicio característico de la mujer. En realidad, la pobreza y la situación política del país son los factores que hacen a la mujer sufrir junto al hombre, los dos son las caras de la misma moneda: cada parte “sufre a su manera”, la mujer en estar sometida y dedicada a la domesticidad y el hombre a la nutrición de la numerosa familia. Ahora bien, la mujer para el hombre es su vida y su porvenir, no se puede seguir en adelante sin el auxilio de ella. Aunque según Servert, la percepción del hombre sobre la mujer se diferencia de uno a otro, para el rico es objeto de placer y de lujo, y para el pobre es bestia de carga y esclava. Según Pedro Sousa, la mujer para el árabe es una cosa donde “no ve a ella más que la 150 151

Descripción estadística de Argel. Op. Cit.,p. 46. El Globo: costumbres, usos y trajes. Op. Cit., p.13.

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forma, la hechura del barro, sin cuidarse para nada del aliento divino que reside en la criatura. Ama a su mujer como ama a cualquier objeto que le es útil o agradable: la quiere tanto como a sus perros, tanto como a su tienda, algo menos que sus armas y mucho menos que a su caballo”152. A esta percepción tan material sobre la mujer la encontramos casi en todas las obras del momento escritas por los extranjeros. Por otra parte, la percepción de la mujer sobre su marido o sobre el hombre en general es muy distinta a la percepción del hombre, la mujer considera a su marido o al sexo masculino como su fuerza y su energía, para ella, el hombre es un bien material, es una aseguración de la vida de la familia, lo considera como la fuente para sobrevivir. Para las ricas 153, el hombre es un signo de prestigio social, un elemento de ostentación, fuerza moral y social; el hombre pobre para la mujer, es percibido como una fuente material para sobrevivir y la fuente del mantenimiento de la familia. Así, la percepción de la mujer es diferente a la del hombre, la de la mujer es, más bien social que económica; para el hombre, la mujer es un signo de riqueza material por su ayuda y por los numerosos hijos considerados como la futura fuente de toda la familia. Hombres y mujeres son a la vez una unidad muy fuerte ante los problemas sociales y económicos, su unidad para el bien de la familia es un rasgo característico de esta sociedad que se caracteriza por la miseria y la extrema pobreza. Así, cuando se habla de la unidad también se habla de la repartición de las responsabilidades entre ellos, también se habla de la necesidad del uno al otro en todos los dominios sociales. Los dos se relacionan mutuamente para mantener la vida ordinaria de toda la familia. El ejemplo más significativo nos lo presenta Servert al referirse a este punto: “cuando el alma blanquea las crestas del horizonte y los objetos van tomando

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Servert, José María: Op. Cit., p. 135. No se entiende por este término una posesión material considerable, el rico argelino del siglo XIX posee su casa o su tienda y un ganado, además un caballo. Al contrario, los pobres, forman la mayor parte de la sociedad, son generalmente los habitantes de las aldeas y pequeños pueblos, son jornaleros o en nombre árabe “Jammás”. 153

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la forma indecisa que les presta la niebla matutina, el amo duerma y reposa mientras la mujer prepara los bollos, los pastores condicen los rebaños.. .”154. Esta es la imagen concreta del sufrimiento de los argelinos y la mutua relación entre hombres y mujeres. No obstante, la percepción tan negativa sobre la mujer argelina del siglo XIX que tiene como origen, las dificultades económicas y políticas de la Argelia del momento y no como lo afirman los viajeros, a principios religiosos.

CAPITULO III MARCOS DE SOCIABILIDAD ARGELINA

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Servert, José María. Op. Cit., p.94.

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Marcos de sociabilidad es el título que abarca las siguientes páginas, en ellas, nos centraremos a algunos puntos que, desde el orden de la vida diaria efectuada por las obras de los viajeros, describen ciertos aspectos de la manera de vivir y el grado de la vida de los argelinos en general. A través de estas páginas, centraremos nuestra atención a los puntos más sociables que nos dan más o menos una idea aproximada de los diferentes rasgos y las diferentes características de la vida diaria en Argelia del siglo XIX. Son algunos aspectos que marcan y limitan las diferentes relaciones entre los miembros de la sociedad argelina: las tertulias y los encuentros además las fiestas y las diferentes celebraciones, son las líneas grandes más tratadas, son algunos puntos que nos facilitan tener al menos la primera idea sobre la sociedad argelina del momento. Nuestra atención se centra en dar algunas ideas ligeras sobre el conjunto de este capítulo, no centraremos con máxima profundidad sino exponer, a través de los textos de la época, algunas apreciaciones que son hasta este momento, títulos de trabajos sin elaborar. Son algunas ideas para completar este cuadro tan extenso de la sociedad y sociabilidad de la Argelia del siglo XIX.

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1- Las tertulias y los encuentros.

En una sociedad caracterizada por la diversidad de los grupos humanos, los argelinos, bajo la dominación francesa, no tuvieron la libertad de vivir según sus costumbres y sus propios modos de vida, sino sometidos bajo la voluntad política e ideológica de la potencia colonial, adquieran nuevos elementos para su vida diaria sobre todo los referidos a sus relaciones con los franceses, reservando a sí mismos algunos elementos propios de identidad que por las costumbres y la naturaleza del argelino, siguen considerados como enlaces morales y sociales para sus comunicaciones y sus encuentros, discusiones, momentos de sus íntimas manifestaciones políticas, sociales y económicas. Uno de estos encuentros es la tertulia familiar155, o mejor decir, los momentos únicos que tienen los argelinos para acercarse a su familia y a sus hijos sobre todo. Estos encuentros son los momentos de felicidad y de tristeza de la familia: se habla del sufrimiento económico, se refiere a los problemas diarios del dueño, en su trabajo o su relación con los franceses, se habla también de las actualidades diarias de los argelinos. Por otra parte, es el encuentro más feliz del dueño o por los hombres casados, habla con sus hijos, juega con ellos, le dan una esperanza para enfrentar la dureza de la mañana. En las casas, hay que recordar que estos géneros de encuentros son muy limitados: los padres no tienen la directa conversación con las esposas del hijo, el padre no habla de los asuntos políticos delante de los hijos inconscientes de la verdadera realidad política del país, temiendo de las consecuencias negativas que repercute a toda la familia o a todo el pueblo en 155

La tertulia familiar es uno de los enlaces entre los miembros de la sociedad, es el medio de comunicación y el medio para sacar Jas moralejas y Jas conclusiones para los niños y los jóvenes a través de los cuentos reales e imaginarios. Generalmente, en cada familia tiene una persona que se dedica a contar historias. Este encuentro forma una característica de la familia argelina del momento donde los padres o los más mayores (abuelos) recitan historias para todos los miembros de la familia y en particular mención a tos pequeños.

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que vive. Los encuentros de los hijos hacia sus padres se caracterizan por el mayor respeto y consideración a la voluntad y la personalidad del padre. Generalmente, la relación entre la madre e hijo es la más predominante en estos encuentros por la inexistencia de un obstáculo social entre ellos: se discute sobre las relaciones amorosas del hijo, su manera de querer a su futura esposa, a sus problemas más íntimos156, La madre es el intermedio entre el padre y sus hijos en los asuntos del tabú, explica al dueño (el padre) los amores de los muchos hijos e hijas, sus manifestaciones y sus preocupaciones. El hijo y la hija no tienen la posibilidad de elegir su marido, sino lo admite de antemano y de acuerdo con el permiso de los padres. El padre, el dueño de la casa, es considerado como la referencia para cualquier consulta para todos los miembros de la familia, él mismo quien decide y rechaza lo que le parece bueno, de acuerdo para el bien de la familia. Su juicio basado generalmente a su experiencia personal y motivos religiosos -si tiene un nivel cultural y de acuerdo con las costumbres de la propia familia o la región en que vive-157, es la ley de la familia en el que todos tienen la obligación de ejecutarlo. EL encuentro frecuente en la casa fue a la hora de comer o cenar, dos momentos de los encuentros de los miembros de la familia, también el más prolongado tiempo para la conversación y el encuentro es el tiempo de comida en el mes del Ramadán, donde hijos y padres se reúnen todos alrededor de la mesa para comer, y allí, la discusión tiene un sabor de afecto y de amor. Cada uno en este momento tiene que plantear su problema o su juicio para cualquier asunto familiar.

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Casi es el tema más abordado por los hijos con sus madres. Según las obras consultadas, las costumbres del momento y según la situación política y la educación más religiosa es el determinante para los temas. Hay que referirse a los obstáculos sociales y morales que impiden ciertas comunicaciones y ciertos temas de conversación. 157 Como hemos mencionado anteriormente, cada región política y provincia tiene unas costumbres y leyes sociales y morales diferentes a otras regiones. El caso de los habitantes del Sahara es muy significativo: ellos no tienen las mismas costumbres, aunque pertenecen a la misma región.

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Ahora bien, los encuentros entre los amigos y otros familiares son las más libres que no obedecen a la censura de los padres, los chicos con sus amigos abordan estos temas que en sus casas son los temas de difícil tratamiento. Hablan de la situación política del país, su porvenir que está relacionado con los duros sufrimientos económicos y sociales, y aportan sus propios apreciaciones e interpretaciones sobre los asuntos de la vida en general. Las calles, los cafés, los baños y el descanso en el trabajo son los lugares frecuentes para sus encuentros. En las calles, se agrupan para hablar de los sucesos del día, comentan lo que ocurre, manifiestan sus preocupaciones y se divierten juntos mediante charlas o chistes. En los cafés, lugar de encuentro más frecuente para todos los argelinos, la discusión pasa más mayor y de diferentes temas, además lo mencionado, se discuten sobre los asuntos del comercio entre ellos, se discuten para el bien común del barrio o del pueblo, se comentan las informaciones “secretas” de la vida política del momento, además se disfruten mediante sus charlas de buenos momentos entre amigos. Ramadán, como el período más aprovechado por los jóvenes para sus discusiones, constituye el auténtico panorama de los encuentros: después de comer, los jóvenes recorren a las mezquitas para las obligaciones religiosas, pero también para recordar sus problemas y sus deseos; y en los cafés, para pasar tiempo de discusión y diversión tomando cafés y fumando pipas. Este período del Ramadán es el más significativo. Todo sale fuera de sus casas con motivo de pasar ratos y momentos buenos. Las familias se encuentran mediante las diferentes invitaciones, donde los chicos y las chicas se hablan y se recuerdan los momentos su infancia o sus actuales preocupaciones, los temas de las madres se centra en su profunda preocupación para el futuro de los hijos: para las chicas es el matrimonio, para los chicos es el trabajo y su porvenir. El café158 como lugar de diversión y lugar de encuentro es el más visitado por parte de los argelinos y los extranjeros, es considerado el lugar más 158

El café es el más visitado por ios argelinos: “los moros matan las horas en los cafés, en donde beben y fuman a la mil maravillas. El almuerzo de los

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oportuno para pasar un rato o charlar sobre tema de interés: “nosotros por mucho tiempo concurrimos diariamente a uno de estos cafés y esta concurrencia nos familiarizó mucho con los indígenas, pues lo aprecian sobre manera al que aparenta amoldarse a sus costumbres. Entonces nos convencimos que el café-barbería era el mentidero del país, el punto en donde iban a referirse todas las noticias, donde todo se murmuraba y se sabía; por último que eran nuestras antiguas barberías...en algunos de estos cafés de noche se reúnen hombres y mujeres a tocar y cantar y Rauís159 a recitar cuentos, y entonces la concurrencia es animadísima y perenne” 160. El café, lugar de encuentro y de diversión, no sirve para las discusiones y la concurrencia de los cliente que buscan pasar unos ratos tomando el café y fumando sus pipas, sino es también el lugar de encuentro de de otro tipo de clientes cuya preocupación principal es la justicia. En efecto, la justicia se efectúa a veces en los cafés mediante un Kadi: públicamente, se realiza el juicio a vista de todos los presentes, no se trata de un juicio vulgar o de escaso interés sino, al contrario, es un juicio donde el juez efectúa su juicio sin problemas o manifestaciones en contra . Así, el café que se toma y el lugar de encuentro constituye uno de los elementos más curiosos para la vida diaria del argelino, tanto en las ciudades como en los pueblos, el café es el único lugar, después de la casa, donde el argelino pobre o rico puede distraer sus problemas y adquiere nuevas informaciones a través de las charlas y sus encuentros. Es

ricos se compone el café y té con frutas, limonadas y sorbetes, los pobres reemplazan el té y procuran contener el estómago, con la infusión de cierta hierba del país muy saludable al cuerpo”. El Globo, p. 9. 159 Como hemos mencionado anteriormente, el Raui es la persona que recita o canta casidas en los cafés para hacer divertir a los clientes. Mediante sus chistes y sus historias y su manera de expresarse, cada café tiene su Rauí o muchos que vienen para ganar su vida y al mismo tiempo ofrecen la “distracción" para los clientes. 160

Malo de Molina, Manuel: Viaje a la Argelia: descripción geográfica y estadística del África Francesa, del desierto y de los árabes, con sus usos, costumbres, religión y literatura. Valencia, José Ferrer de Orga, 1852, pp. 189-190.

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uno de los elementos que forma parte de carácter de la sociedad argelina y la característica del argelino del siglo. Otro lugar donde los argelinos se pueden encontrarse es el baño publico161 (Hammam) es, junto al café, uno de los lugares donde el argelino se encuentra con los demás, para bañarse y al mismo tiempo para conversarse con seriedad en temas políticos, o con risa para distraerse. Tanto para las mujeres como para los hombres, el baño es el más frecuentado casi diariamente. Para las mujeres es el lugar de sus encuentros y de sus charlas, en él se conocen y conversan sobre sus íntimos asuntos, para las jóvenes es para saber informaciones sobre su futuro esposo o simplemente conocer amigas nuevas para la conversación. Su estructura y su construcción especial hacen que las conversaciones sean más libres y múltiples. Cada persona se relaciona con otra sin anterior conocimiento, se bañan charlando para no aburrirse. El lugar del trabajo es, al contrario de los lugares anteriores, donde el argelino no puede expresarse con libertad, a causa del temor que rodea a su persona. El trabajo es el lugar donde el argelino gana su vida y la vida de toda la familia y a partir de allí, el miedo de perderlo es una seria preocupación que predomina al pensamiento del trabajador, sobre todo si trabaja con los extranjeros, y a partir de allí, su silencio es un elemento necesario para conservar su trabajo. En las aldeas y en los pueblos, donde el argelino se dedica esencialmente a la agricultura, su encuentro con los demás es muy escaso a causa de mdchos factores: a veces no tiene el tiempo para conversarse, ya que trabaja día y noche, o por falta de las comodidades de la vida diaria de los habitantes de estas regiones, como el caso de los habitantes del Sahara donde la inexistencia de los cafés o los baños públicos disminuyen sus relaciones. En estas partes las relaciones y los encuentros se efectúan en las propias casas y raras veces fuera de ellas. Las costumbres y el modo de vivir en las aldeas y 161

La descripción de este establecimiento es una de las curiosidades para los extranjeros. Casi en todas las obras lo describen con detalles.

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poblaciones ajenas de la urbanización, son factores que determinan la escasez de los encuentros, y si se efectúan, se caracterizan por la afición y por las discusiones más que amistosas entre ellos. Incluso con los extranjeros donde la hospitalidad en esta regiones es el signo característico de sus habitantes 162. En términos generales, el encuentro y las tertulias familiares son dos elementos más que necesarios para la comunicación entre los argelinos. La situación política y social de Argelia y de los argelinos a lo largo del siglo XIX, es la causa principal para reforzar los encuentros entre los miembros de la misma familia primeramente, y entre los grupos sociales, en segundo lugar. Toda palabra tiene su reflejo social y político y esto lo que caracteriza la sociedad y sociabilidad argelinas del siglo XIX. Desde nuestro modo de ver, las tertulias y los diferentes encuentros entre los argelinos han constituido el medio para restaurar la opinión pública del momento, ya que los medios de información, esencialmente los periódicos están bajo la mano de los franceses, son los medios opuestos a los temas que se desarrollan cuando los argelinos se encuentran, aunque no de manera generalizada. Los encuentros y las tertulias, en una palabra, constituyen el medio opuesto a los medios de los franceses. Los encuentros de los extranjeros entre sí tienen los mismos elementos y medios que los argelinos: los baños, los cafés son los lugares donde éstos se encuentran y se relacionan para conocerse, pero sí los temas se diferencian: si los argelinos hablan sobre el futuro del país como tema general, los extranjeros sobre todo los españoles, se refieren a través de sus discusiones, a la discriminación “política” ejercida por los franceses, hablan sobre la emigración, la situación legal en el país y mucho más a sus recuerdos al país en que nacen. Los extranjeros, en sus encuentros y en sus tertulias se agrupan según el interés común entre ellos, el tema del trabajo y la nostalgia del país son dos temas esenciales para sus discusiones. Los españoles, en mención particular, son preocupados para sus familias, cada persona nueva que llega al territorio 162

En capítulo XII de la obra ya citada de Pedro Sousa, nos describe esta hospitalidad de los árabes de la Argelia.

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argelino, es consultado para ellos para saber las informaciones nuevas de su región y de su familia. Casi conocen todos los lugares frecuentes para sus charlas y sus encuentros, se encuentran en los mismos cafés y lugares donde los argelinos suelen encontrarse163.

2- La diversión.

Bajo una dominación firme y dura, los argelinos no gozan ni de una libertad para vivir tranquilamente ni consiguen medios para trabajar dignamente. Todo argelino está obligado a trabajar día y noche para sobrevivir. Y al decir esto significa que es una tarea difícil de encontrarlo, y cuando trabaja, casi no tienen tiempo para descansar. El descanso para él se resume esencialmente en refugiarse en sus casas o salir con sus amigos en los cafés o en las calles, que se consideran dos lugares de pasatiempo. El descanso es también los momentos en que se olvida sus problemas diarios con su familia y con sus diferentes relaciones. La diversión como medio del descanso es, para el argelino del siglo XIX, unos momentos que se pasan rápidamente y no se repiten consecutivamente. Se tiene que esperar mucho tiempo para disfrutarse de unos momentos de las fiestas populares o religiosas, que para él, son los únicos que pueden ser consideradas como un descanso muy profundo de sus múltiples sufrimientos . Su manera de divertirse se resume a algunas actividades más tradicionales en que no se necesita perder dinero ni esfuerzo físico. Su carácter personal delimitado por algunas consideraciones políticas y otras religiosas, es el factor que determina su manera de diversión. Los tipos de diversión en 163

No queremos abordar este punto con detalle aunque en las obras consultadas se refiere a este punto con frecuencia descripción,

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Argelia de este siglo, reflejan la verdadera identidad del argelino: desde el comienzo del siglo, las damas y el ajedrez son unos de los medios de diversión, es tanto para los mayores como para los niños, lo juegan en los cafés como en las casas o en las calles, así nos cuenta el autor del Globo:“los argelinos son muy aficionados al juego; conocen el ecarté, y hasta hacen el salido de ordenanza al volver al primer triunfo en cada mano. El ajedrez les es familiar; hasta la gentecilla de poco pelo suele jugarle” 164. Este juego no requiere unas determinaciones establecidas para el sexo o la edad, lo juega todos los grupos humanos para divertirse y distraerse de los problemas diarios. Este juego lo encontramos en las ciudades y en las aldeas y los pueblos: los niños practican este juego para no aburrirse, generalmente lo juegan vigilando sus ganados. Para los mayores, el café es el lugar adecuado para el juego del ajedrez: pasan horas jugándolo, rodeados por admiradores, lo juegan con mucha animación y mucho querer ganar. Este lugar -el café- es el lugar de frecuente encuentro entre los argelinos que para ellos, constituye casi el exclusivo punto común de sus reuniones y por las noches, los cafés se animan más con los grupos musicales y el baile a la argelina, donde los jóvenes desean pasar algún noche sin intervención de los franceses y sus severos controles: “la diversión del baile es preciso convenir que es menos inocente, y si decimos baile: una reunión numerosa y sentado en el suelo herradura la bailarina se coloca al fondo, los músicos y un moro encargado de la recaudación, establecen sus reales en la puerta de entrada la protagonista ataviada por un rico vestido”165. Así, los cafés se convierten en lugares de baile y de música por las noches, aunque hay cafés que tienen un cantante especial y único, donde los clientes pueden desfrutar de sus canciones mientras tomaban y

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El Globo: Costumbres, usos y trajes de todas las naciones. Barcelona, J. Verdaguer, 1847-1848, 1.1, pp.9-10. 165

Ibid.

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fumaban166. Para estos clientes, escuchar a las canciones del cantante son unos momentos divertísimos que el aprovechamiento de estos ratos es muy indispensables. Estos cafés son generalmente, reservados a unos grupos más mayores, donde la palabra y la poesía es el lenguaje amado por ellos, "la concurrencia se sienta en aquellos bancos anchos o en la puerta de la calle donde tienden alfombras, con los pies cruzados como tienen la costumbre, y allí se pasan las horas enteras de conversación, casi siempre indiferente”167. En los cafés también recurren ios Rauís, hombres que recitan poesías e historias más que bellas, imaginarias o reales y a veces opuestas a la ocupación francesa, constituyen un importante medio para la divulgación de sus ideas y lo que se requiere para solucionar cualquier asunto social o político. Tanto los cantantes como los Rauís, son los medios para atraer los clientes y al mismo tiempo es otro medio para mantener la opinión publica. La poesía y la historia son temas más abordados por los argelinos: cada historia viene poetizada a ritmos muy especiales que tocan los profundos sentimientos antes del oído. Otra actividad para la diversión, es la montura al caballo, este animal tan mimado por los argelinos, es la riqueza y el elemento de su prestigio social. Saber montarlo es uno de los principales fundamentos para los argelinos que deben aprenderlo, tanto para los mayores como por los menores, hasta que consideran la mayoría del niño se mide por montar y conducir perfectamente este animal. Generalmente, la diversión por medio del caballo se produce en las fiestas populares llamados fantasía168. La montura del caballo y el manejo del arma 166

Hay que mencionar la diferencia entre el café argelino y el bar francés. El café siempre está reservada a unos grupos sociales, mientras que el bar está reservado en mención especial a los franceses y extranjeros de cargos y funciones altos. 167 Malo de Molina, Manuel: Viaje á la Argelia. Op. Cit., p. 189. 168 La Fantasía es “símbolo de la guerra, imagen del torneo caballeresco. Bandadas de jinetes armados de pistolas y fósiles, y montados sobre corceles ricamente capa razonados, se abalanzan a rienda suelta el uno contra el otro

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es lo que constituye la verdadera diversión de los argelinos. Generalmente, esta corrida de los caballos suelen ser convocadas para la celebración de una fiesta religiosa que dura más o menos una semana. Durante este tiempo, los argelinos de la región en que se celebra la fiesta, se disfrutan de la máxima diversión que el encuentro de muchas gentes en un mismo lugar, presenta un panorama de alegría y de alto grado del contento. Todos participan en las celebraciones: los niños, hombres y mujeres y los demás ciudadanos que no pertenecen a la región, son los actores de este encuentro. Los caballos que recorren, las “carabinas” es el signo que da a la fiesta un sabor verdaderamente árabe y a la vez argelina. Además de esto, los ritos religiosos constituyen otra fase de las celebraciones mediante la recitación del Corán y cantos religiosos. Ahora bien, si estas diversiones son especiales para los pueblos como en los centros urbanos, la diversión en el Sahara donde ios elementos climatológicos son muy adversos, la diversión tiene otro carácter. La caza de las gacelas, liebres y el avestruz, son las cazas entre muchos que para el argelino en precisión, es una de las actividades de diversión. Aunque las liebres y otros animales no se cazan para necesidades de nutrición sino para la diversión: “he cazado liebres con matraque (palo), diversión que hace las delicias de los árabes, y en la cual muestran extraordinaria habilidad. Consiste en arrojar desde larga distancia un enorme garrote que, en una de las vueltas que va dando a cuatro dedos de la tierra, coge a la liebre y la mata o la deja mortalmente herida”169.

disparando sus escopetas cargadas de pólvora y blandiéndolas victoriosamente. Los justadores se persiguen, se cruzan, se atacan, se vuelven en con una presteza y agilidad que hacen tanto honor a sus caballos como a sus diestros señores. A través de la nube de humo y polvo que los envuelve, se Ies ve, después de haber hecho fuego, tirar su fusil al aire y volverle a tomar con mano firme sin parar en la carrera”: el Globo: usos, costumbres y trajes. Op. Cit., p. 49. 169 Sousa> Pedro: Siete años en África. Aventuras del renegado Sousa en Marruecos, Argelia, el Sahara, Nubia y Abisinia. Madrid, Librería de Cuesta, 1870, p. 92.

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Otro animal que para los argelinos es un elemento de sus diversiones es la caza de los ciervos en las montañas y la caza del antílope. Cuando los argelinos quieren cazarlo, “se reúnen en gran numero y las dos terceras partes de los cazadores, a pie, se ocultan en un sitio apropósito, cerca del camino que debe seguir el rebaño en su fuga. El resto de los cazadores, a caballo, van en busca de los antílopes, primero el paso, después el rote, y al galope cuando huye el rebaño” . La gacela, es uno de los animales que presentan la alegría para sus cazadores, cazar la gacela significa la fuerza y la táctica, significa la pasión y privilegio para el árabe “que solo pueden desfrutarla el que tiene bastante fuerza para defender sus halcones de la rapiña de los envidiosos” “la caza por el halcón es para los árabes un acto de lujo y de grandeza. El que posee muchos halcones se acredita de poderosos y es mirado con respeto por sus compatriotas”170. La caza de este animal es uno de las prestigiosas actividades de la diversión para el argelino, constituye para él, aprender y poseer de un título social que para otros es muy difícil tenerlo. En las tierras del Sahara donde el avestruz es el animal más buscado por los habitantes de estas tierras, constituye uno de los primeros grados para la diversión. Su caza es un conjunto de esfuerzos de hombres que se reúnen para cazarlo, tarea difícil para ellos, por su rapidez y su inteligencia que constituye para los cazadores, un verdadero obstáculo, y para cazarlo se reúne “una veintena de hombre montados en caballos del desierto van contra el viento buscando la pista del avestruz: cuando lo han hallado, lo siguen todos en una distancia de menos de media mella: el animal cansado de correr contra el viento, que se engolfa en sus alas, se vuelve contra los cazadores y trata de atravesar su línea: entonces tiran todos a la vez sobre él, hasta que cae muerto”171. De esta manera los animales constituyen un rasgo común de diversión para los argelinos del S.XIX.

Sousa, Pedro: Siete años en África. Op. Cit., p. 98. Noticia histórica y topográfica del reino y ciudad de Argel, s. I, s. n, s, a, p.15. 171

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En las grandes ciudades, la diversión no se limita en los cafés y en lugares especiales, en Oran por ejemplo, la diversión tiene otro aspecto: los grupos musicales del Tan-Tan son los que alegren las calles mediante ese género de música, desde diferentes partes existen estos grupos que tocaban música muy especial, casi en los diferentes rincones de la ciudad se escucha música . En Argel por ejemplo, además de estos grupos, existen grupos que presentan a los niños sus juegos preferidos: los Garagús, cuyas representaciones tienen lugar durante las noches de Ramadán el en patio de alguna casa de Kasba que son “una especie de sombras chinescas combinadas con pantomimas de polichinelas. El principal personaje es Karagheuz o Karalkuch, figura que representa la caricatura de un turco de la clase media que, por medio de gestos y piruetas, acompañados de palabras bastante libres y sobre sentidos picarescos, representa el primer papel en escenas que tienen por base intrigas amorosas” . En esta ciudad como en la otra, la diversión para los franceses y otros grupos humanos se caracterizan por el lujo en todos los aspectos: teatros, conciertos, operas italianas, verso español son algunos aspectos que ofrecen los diferentes teatros. Los franceses no se gozan de las mismas fiestas y diversiones que los argelinos. Tienen sus bares, sus lugares preferidos y sus especiales fiestas, en donde los argelinos no se pueden acudir a ellas bajo ningún motivo, se encuentran en las calles de los franceses, y la presencia de un argelino en ellas, es considerado un riesgo para ellos y una degradación de sus cualidades, además el odio y el rencor a los argelinos delimita los dos diferentes géneros de los aspectos de la diversión. Desde el punto de vista de los viajeros, las fiestas de los argelinos y su manera de diversión son consideradas fatales y menos humanas: “los argelinos, gente bárbara y desconocedora de toda ley, no gozaban más fiestas que las carreras locas de sus desbocados caballos, no más espectáculos que los sangrientos que sus combates y sus robos les ofrecían, ni otras refinamientos que la pobre choza de hierbas y hojas secas, plantada como un hongo en la soledad arenosa de la llanura inmensa.. .para ellos, la palabra civilización era un mito; el nombre de cristiano un motivo de desenvainar el

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alfanjes; la bandera francesa signo odiado y odioso” 172. Esta visión sobre las costumbres y los diferentes aspectos de diversión son, para algunos viajeros españoles, más que sufrimientos en lugar de divertirse, son locuras actividades que en los ojos de la civilización, no se admiten bajo ningún concepto. Una de las características de la diversión de los argelinos es la reunión de mucha gente para el mismo fin, lo que da el carácter y sentimiento de unidad moral y social: cuando se haya una fiesta, toda la región participa en las celebraciones y todos constituyen los principales actores para la mayor diversión. Otra característica es la popularidad de las fiestas y de los encuentros, en donde no existen límites sociales entre ellos, los pobres como los ricos se encuentran en los mismos cafés, en mismos lugares de encuentros. No hay lugares o cafés para unos que otros, sino tanto el que posee como el que no tiene su comida diaria, se comunican y se divierten juntos. Los diferentes aspectos de la diversión de los argelinos no tienen solamente aspectos festivos sino otros que manifiestan la identidad y su propia cultura, sus expresiones mediante estas mismas diversiones, son el resultado de la situación sobre todo la política caracterizada por el rechazo y el suprimir de los elementos del pensamiento político, ideológico y religioso de los argelinos. Mediante la diversión, los enlaces sociales son también otros aspectos que lo genera los encuentros entre ellos. Aunque la diversión es para distraerse y olvidar los problemas diarios de los argelinos, tiene también otros aspectos de solidaridad y compasión entre ellos, tiene aspectos más morales que sociales, apoya la diferencia cultural que existe entre el colonizador y el colonizado, apoya el “yo” argelino como cultura, costumbres y religión. La diversión, término que para los argelinos del siglo XIX, es uno de los elementos creados para ellos mismos, cualquier acontecimiento, exceptuando las celebraciones religiosas, es considerada como la ocasión para distraer y 172

Soriano, Rodrigo: Moros y cristianos. Notas de viaje, 1893-1894. Madrid, Fernando Fé, 1894, p. 77.

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hacer olvidarse de sus problemas. Lo notamos en las diferentes fiestas que se celebran en determinadas regiones y no en otras, en la manera de festejar de unos y de otros. La diversión del argelino no se caracteriza por el lujo o el prestigio de las celebraciones, sino son en las mayorías simples y populares, carácter elemental de la diversión argelina. En términos generales, la diversión constituye una de las más popularidades ocasiones donde el encuentro y la distracción son sus características, la diversión constituye el manifiesto del carácter del argelino y su identidad, así como su cultura. Constituye su especial manera de pensar y de ver a las cosas. Hay que mencionar que la diversión se varía según los límites geográficos y climatológicos: en el Sahara, la abundancia de los animales es un rasgo de la caza y a la vez un acontecimiento para la diversión; en las ciudades, los cafés como los otros lugares son de preferencia elección para los encuentros y los diferentes manifiestos de diversión. Ahora bien, los hombres tienen la posibilidad de divertirse fuera de sus casas con sus amigos; las mujeres, sin embargo, no tienen este privilegio de salir solas fuera de sus casas, su diversión está relacionada con sus visitas a sus familiares o con sus vecinas, ya que la estructura y la arquitectura de sus casas sobre todo en las ciudades lo permiten y lo facilitan. La diversión de las mujeres se resume en sus visitas a sus familiares o su presencia con sus hijos que para ella, son su vida y su alegría. Su manera de divertirse se resume en hablar con sus vecinas y con familiares sobre temas diferentes, las bromas y la crítica de los sucesos son los temas que son a la vez medio para la diversión. Para los niños, la diversión se resume únicamente en jugar fuera de sus casas o salir a visitar sus familiares que se relacionan de manera muy rápida: juegan el ajedrez y la competición para la corrida que son algunas de sus actividades. Pero esto no significa que la diversión es frecuente entre ellos, ya que en los pueblos y en las aldeas donde el sufrimiento domina, los niños pasan sus días trabajando y divirtiendo al mismo tiempo: guardan el ganado jugando. Pero si están solos, la música ocupa su diversión, con su

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instrumento preferido, el niño tocando y cantando para no aburrirse de las largas horas de su trabajo.

3- Las fiestas.

Una de las características de las fiestas de la Argelia del siglo XIX, es la inexistencia de fiestas nacionales. Las populares y las religiosas son las únicas que constituyen sus festivos y sus particulares fiestas. El carácter del argelino moldeado a veces por las consecuencias de la naturaleza de algunas partes de Argelia y delimitado por costumbres y ritos diversos, son los que especifican las fiestas y las diferentes conmemorativas argelinas. Ramadán, Aid el Kebir y los festivos aniversarios del nacimiento del Profeta, son algunas fiestas religiosas; y casi el resto se consideran fiestas populares, donde ios diferentes pueblos de la misma región celebran ceremonias conmemorativas de cualquier acontecimiento histórico. Como hemos mencionado anteriormente, el rasgo común entre los argelinos en sus fiestas y en sus encuentros es la multitud de los celebrantes, casi todos, hombres y mujeres, viejos y menores, participan a estas fiestas, donde las diferencias sociales no ocupan ningún lugar en sus celebraciones. En Ramadán, todos sus días son fiestas, días y noches: los encuentros y las diferentes invitaciones entre ellos constituyen un verdadero aspecto de solidaridad y unión social. El apogeo de estas fiestas se celebran por las noches, o sea después de comer: por todas partes resuenan la música y cantos ; después de rezar y cumplir las obligaciones religiosas en las mezquitas, los jóvenes se dirigen a los cafés y lugares donde por rutina, se suelen encontrarse, allí juegan y pasan ratos hablando de todo: “los jóvenes y los pobres van por las calles con música y no queda broma que no se invite en

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aquellas noches, que podremos apellidar el carnaval de los árabes, en estas fiestas se baila una danza muy parecida a nuestro fandango” 173. En los pueblos y aldeas se construye un café especial que dura solamente el período del mes sagrado con el fin de encontrarse y discutirse. Las familias se visitan para apoyar mas sus relaciones, los niños juegan alrededor de sus casas. En las tierras del Sahara, celebran sus actividades festivas con costumbres muy especiales caracterizadas por la alegría y los diferentes cantos. La diversidad y la multiplicidad de los participantes en las fiestas dan aspectos de alegría y de contento. La fiesta es mucho más alegre en las ciudades donde la participación de los ciudadanos constituye un verdadero “carnaval de los árabes” , que en los pueblos y aldeas lejanas a los centros urbanos. Antes de que se termine este mes sagrado, durante la última semana, los argelinos se preparan para la gran fiesta que pone fin del mes llamada Aidel.Kebir (la fiesta grande), donde niños y mayores y todo argelino y musulmán celebran los tres días después del fin del mes. En todos los hogares se preparan de anticipación: se blanquean las paredes, las mujeres preparan la comida popular, el cuscús y los diferentes tipos de pastel para los invitados y los miembros de la casa, los niños en lugar de recibir regalos de juguetes y diferentes muñecas, reciben vestidos nuevos: un albornoz nuevo, una chaqueta y zapatos. Para los mayores, su nuevo vestido generalmente es un albornoz, y para las mujeres un vestido tradicional tejido manualmente. Tres días antes del fin del mes, se celebran la noche del 26 con celebraciones muy especiales, esta noche puramente religiosa llamada Lailat el Kadr, constituye el inicio del fin de mes y el comienzo de las diferentes celebraciones y los momentos de alegría y de contento. Los disparos de pólvora, los cantos tanto religiosos como populares se incrementan considerablemente; en las mezquitas, se celebran actos religiosos; en las calles, la música y los cantos son los rasgos de la alegría que predominan, el movimiento se incrementa en las calles y los lugares de venta de vestidos y regalos; en fin, tanto en las ciudades como en los pueblos, presentan un movimiento extraordinario. 173

Malo de Molina, Manuel: Op. Cit., p. 196.

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El día del Aid, los argelinos se visitan y celebran actos religiosos y populares, los niños orgullos de sus nuevos vestidos se van a visitar a todas las familias que conocen, los vecinos se visitan, y en cada rincón de las calles se encuentran jóvenes para visitarse y perdonarse si existe algún hecho de rencor o malentendido. En estos días, la visita es el signo de las fiestas: “acostumbrados a visitarse con frecuencia, y cuando las mujeres lo verifican, al entrar comienzan a chillar de un modo particular...los hombres no chillan, sino se besan en la frente y en la boca, y los esclavos en las manos de su señor... los amigos también se dan las manos”174. Otro Aid (fiesta) de carácter religioso es el Seguir (la fiesta pequeña) donde los argelinos o musulmanes celebran la matanza de cordero, este acontecimiento religioso también se celebran con mayor alegría y contento. Se celebra cada año, donde el pobre está excluido de comprar el cordero. En esta fiesta las manifestaciones de compasión y caridad son los más frecuentes: los ricos tienen la obligación de dividir el cordero en tres partes, una para la familia, otra para los pobres y la tercera se regala a los vecinos o cualquier otra persona. Esta fiesta también es la más esperada por los niños, donde el mucho comer de la carne y su libertad de cocerlo es, para ellos, un manifiesto de alegría . Cuando una familia da a la luz a un niño, la familia celebra su natalicio por un acto de ceremonias: los vecinos y los familiares son invitados a la comida en el séptimo día de su nacimiento, donde se celebra mediante actos de alegría y le dan un nombre. La comida tradicional y el plato nacional predominan sobre los platos argelinos, es el signo de la celebración. También la celebración tiene otra finalidad social: el varón es considerado como una riqueza para la familia: su ayuda a su padre en los gastos de la familia, además de su consideración como un bien para la sociedad mediante su participación en las tareas comunes para el bien

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Malo de Molina, Manuel: Op. Cit., p. 163.

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común, como el caso de Tuiza , son otros motivos sociales de la celebración de estas fiestas. En este mismo sentido, los niños cuando pasan cuatro o cinco años, se les hacen una operación llamada circuncisión, es un acontecimiento que merece una celebración y una fiesta al nivel de la familia, la celebración ocurre al mismo modo que la fiesta anterior: se prepara las diferentes pastelerías y la comida preferente de los argelinos, se invita a los vecinos y a los familiares, su reunión anima más la casa y la familia que celebra la circuncisión; los cantos y los bailes, los juegos, los caballos y el manejo de las armas son los diferentes aspectos de esta celebración, a veces dura días si el niño es de una familia conocida o noble. La circuncisión es una de las manifestaciones religiosas que se transforma en una popular cuando la familia lo quiere así mediante sus múltiples invitaciones y la grandeza de las celebraciones. Las fiestas populares se diferencian por su motivo y la región en que se celebra: cada región, cada ciudad y cada pueblo tiene su fiesta particular. Generalmente, estas fiestas son una mezcla de celebraciones religiosas con otras populares: la celebración de tribu o región se basa en unas conmemoraciones de los antiguos fundadores de la tribu o el pueblo que son en su mayoría santones y hombres de religión, su nombre y sus actividades religiosas y su prestigio son los motivos de la celebración. Sus hijos o sus seguidores son los más responsables de este genero de fiestas: en una fecha señalada que generalmente suele ser la fecha de la muerte del fundador, se convocan fiestas muy amplias, donde toda persona celebra mediante diversas actividades, la fiesta dura algunos días: la fantasía, los caballos y los cuentos poéticos son los elementos y rasgos de la celebración175. Generalmente, cada pueblo, tiene su santo y su fundador donde las consecutivas celebraciones dan aspectos de alegría al pueblo en que se celebra las fiestas y a los pueblos vecinos que también esperan el tiempo adecuado para sus fiestas particulares. Este género de fiestas viene después de las fiestas religiosas en cuanto a la popularidad y la participación, son celebraciones que reflejan la realidad y las 175

Globo: costumbres, usos y trajes: Op.Cit., p. 19.

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características morales de los argelinos, son celebraciones que por diversos motivos políticos del momento, manifiestan la realidad y la identidad argelinas. Este genero de celebraciones, desde el comienzo del siglo hasta su fin, representan las únicas celebraciones de carácter local176. En términos generales, los argelinos no viven enclaustrados sino, al contrario, salen a menudo a visitar a las familias, salen con frecuencia a las casas de los baños, visitan los cementerios. En las ciudades grandes, los argelinos (hombres y mujeres) hacen largas visitas y se pasean para tomar el refresco por los alrededores y jardines de las ciudades y en las plazas publicas. El apogeo de las visitas suelen efectuarse en el mes de Ramadán y durante las fiestas religiosas. Para ellos, las fiestas son una especie de suspiro y gran soplo de sus sufrimientos en todos los sentidos, son el marco que designa realmente su unidad y su solidaridad mediante los actos celebrados, para los mismos, las fiestas representan el elemento diferenciador entre los argelinos y los extranjeros, presenta una forma de ver y de creer las cosas a diferencia de los demás grupos. La diferencia en la manera de festejar entre los argelinos y los colonizadores no fue percibida por los franceses como actos de celebraciones características de los argelinos, sino por motivos de represión, los franceses intentaron limitar estas fiestas y reducirlas a pequeñas celebraciones para sofocar y erradicar la identidad argelina. El caballo que forma el protagonista de todas las fiestas y las demás celebraciones es elemento que los franceses intentaron vigilar severamente a ellos con el motivo de la seguridad del país. El caballo y pólvora son los altos elementos de manifestación de la alegría del argelino, constituye la verdadera riqueza y prestigio social de los argelinos, su uso en las fiestas significa la grandeza de la fiesta misma y el grado del contento que lo conduce. Las fiestas argelinas como ya hemos indicado son una mezcla de ceremonias populares con otras religiosas. Francisco Echagüe nos describe los principales rasgos de las fiestas como sigue: “¡pero qué fiestas para 176

No queremos describir las fiestas por la limitación del presente trabajo, pero hay que mencionar que todas las obras consultadas describen detallamente las diferentes fiestas de los argelinos.

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África! Las de un pueblo de segundo orden de cualquier departamento de Francia. Fanfares, bailes, ferias, saltimbanquis y carreras de caballos. El único aliciente de ellas, que consiste en un número en el cual tomaban solo parte de los árabes en carreteras de pólvora, había sido suprimido por no sé qué razonamiento entre los militares y la municipalidad . En efecto, el caballo no significa para los argelinos un animal cuya necesidad es primordial para sus funciones diarias sino, una riqueza para su memoria social y su pasado. La discusión sobre este animal siempre se caracteriza por el interés personal de cada individuo, forma parte de una cultura del joven argelino por saber las diferentes razas y el mejor de ellas a la hora de vender o comprar. Su compra y su venta siempre se registran ante testigos y un notario además consta de su historial y sus antepasados. El tema del caballo en las discusiones y en los encuentros entre los argelinos forma parte del conjunto de los temas: “¿qué es aquel grupo? -pregunto yo. -

los moros que discuten.

-

¿política? ¡las carreras de caballos de esta tarde!”177.

Así nos muestra esta cita tema del caballo como uno de los temas de las discusiones. Según la mayor parte de los autores de las memorias, el caballo ocupa el primer grado de consideración y afecto por parte del dueño antes de la mujer del mismo y su familia o su casa, y a partir de allí, presenta uno de los elementos que caracterizan la sociedad argelina del momento. Los matrimonios de los argelinos, son otra figura para las celebraciones y las fiestas, empezada con semanas anteriores de preparación, la fiesta del matrimonio se celebra durante casi una semana. Toda la familia y todos los vecinos son invitados a los días de la fiesta. Aunque es más simple que la simplicidad de los argelinos, la fiesta ocasionada por el matrimonio es la más alegre y la más familiar: el baile, los cantos y la música además la comida tradicional son los Soriano Rodrigo: Moros y cristianos. Op. Cit., p.56.

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signos más frecuentes en relación con esta ocasión .

4- El vestido.

f Tejido manualmente, el vestido argelino es una de las particularidades de la sociedad argelina del Siglo XIX, los argelinos y las argelinas tienen vina notable característica en la manera de vestir: la lana, la seda y la piel de los diferentes animales son, entre muchos, las principales materias primas para sus vestidos. Para el visitante extranjero o para cualquier persona ajena, cuyos escasos conocimientos sobre las costumbres de los árabes son limitados, el vestido para él- es una de las primeras observaciones sorprendentes: el vestido en sí y la manera de vestirse son los dos puntos de curiosidad para el extranjero; pero para el argelino, al contrario, es el rasgo de su identidad. El vestido argelino varía según las costumbres de una región a otra: en las partes del Tel, los vestidos son una mezcla de los modelos europeos y argelinos; en la tierra del Sahara, los vestidos reflejan la identidad y las costumbres de los habitantes de esta región. El vestido también varía según las ciudades: en las principales, hay género de vestido muy particular que sólo está reservado a unas pequeñas partes de la ciudad, como el caso de los emigrantes extranjeros y los demás comunidades minorías; En las aldeas, los habitantes casi tienen la misma manera de vestirse debido a muchos motivos económicos178. Hombres y mujeres, niños y niñas, autóctonos y extranjeros tienen imas maneras de vestirse muy específicas: los españoles jornaleros se visten generalmente de una blusa azul, sirve para cubrir los vestidos que llevan dentro, es como un protector a cualquier suciedad cuando trabajan. Los

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No queremos abordar mucho este punto, nuestra atención será particularmente a los vestidos de los argelinos.

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franceses vestidos al estilo francés (europeo), tanto en las ciudades como en las demás partes del país, constituyen los más notables vestidos entre todos los componentes de la sociedad. Los ingleses, como viajeros y turistas dan desde la primera vista la impresión de sus cargos y sus nacionalidades. Según nos parece, la diferencia en los modos de vestir en la Argelia del momento, refleja el nivel de vida de cada grupo social, además nos precisa las diferencias en sus trabajos y sus cargos. El vestido refleja notablemente la situación económica y social de cada grupo, refleja la diferencia de las capas sociales, y al mismo tiempo, hace constar la reservación de la identidad de cada grupo y cada región179. Para los judíos, el vestido se parece al vestido de los argelinos, aunque hay unas diferencias en su denominación y su uso. Hay que mencionar que cada fiesta o acontecimiento que merece ser festejada tiene un vestido propio: las francesas vestidas a la moda de París tienen la obligación de hacer esta diferencia en sus casas y fuera de ellas, el vestido de eilas refleja su nivel de vida y la posesión que tiene el marido o ella misma, refleja también su capa social a que pertenece. Esta idea no sirve para los argelinos que tienen casi el mismo vestido para todos los días, excepto las fiestas religiosas y las más populares, donde el vestido nuevo es uno de los signos de la festividad. En el caso de los argelinos, el vestido se varía según las mismas menciones anteriores, además de esto, hay que añadir las propias costumbres y la situación económica del argelino. El albornoz y el Haik son los principales vestidos de los argelinos, el primer se reserva a los hombres, y el segundo a las mujeres. Para los niños casi no tienen un vestido especial, porque generalmente no se visten bien en sus primeros años180, sus vestidos se puede resumirlo en una camisa grande que cubre todo el cuerpo.

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En las páginas anteriores, hemos mencionado que el vestido es uno de los elementos que reflejan la identidad para los argelinos y para los demás grupos sociales. El vestido, según las obras, es un elemento que justifica la realidad social de cada uno de los diferentes componentes sociales de Argelia. 180 Este juicio no es de nuestra interpretación sino, la afirmación de los autores de las obras consultadas, quienes nos precisan el grado de vida de los argelinos y sus sufrimientos bajo la colonización. Este juicio está para los

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El turbante, la camisa, el pantalón, la chaqueta y los zapatos de diferentes colores y tamaños, constituyen los principales elementos del traje argelino del momento. Durante las tres primeras décadas del siglo XIX, los argelinos se visten como los turcos pero muy distinto a los otomanos 181, de quienes salvo conservan el coftán, la más esmerada de sus ropas182; la influencia del vestido turco aparece en los colores y en la manera de vestirlo. Su manera de vestir es debido a las características climatológicas de cada región y de cada estación: en los veranos son más blancos y ligeros, en el invierno son todo el contrario. El vestido de los habitantes del Sahara se diferencia considerablemente a los del Tel en la manera y el modo de vestirse. El vestido de los saharianos consiste en unos largos calzones ribeteados por debajo de una cinta de seda, y un ropaje de lana llamada Abia que se pone sin cinturón. Se compone también de un haik dado vueltas alrededor de la cabeza ya por un turbante ya por una cuenta de palo de camello, y cubierto por un albornoz blanco, completa su atavío. Casi todos los hombres llevan aretes, amuletos colgados al cuello. Mientras que las mujeres cifian el Haik alrededor de su talle con un cinto y cubren sus cabezas con un pedazo de ropa lana, que cae a la cara. Usan también brazaletes y anillos de oro en las muñecas y en las piernas. Esta composición tan complicada en esta manera de vestir siempre está relacionada al propio clima del Sahara: cubrir todo el cuerpo es uno de las características para contraponer las dificultades de la naturaleza de esta parte argelina183.

niños de Jos más pobres tanto en las ciudades como en los pueblos. Malo de Molina, Manuel: Op. Cit., p.163. 181 Nos referimos al vestido en el Levante donde hay diferencia entre los turcos que viven en Argelia y los turcos que viven en Turquía. 182 Descripción estadística de Argel, ó noticia de los principales, sucesos y situación de este país en sus diferentes ramos: con reflexiones sobre las ventajas que de su actual estado pueden resultar al comercio y navegación de España; y un suplemento relativo á las monedas, pesos y medidas de aquella Regencia. Madrid, Vega y Comp., 1817, p. 38. 183 No es contradictorio este juicio en la manera de vestir de los saharianos. Es una forma muy ventajosa para elios. en casi todas las obras consultadas, el vestido es una de las descripciones más destacadas de los autores.

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Ahora bien, el traje y el vestido entre todos los argelinos son igual en todo el territorio del Tel. Tanto en las ciudades como en las aldeas, el traje de los argelinos se compone esencialmente, como nos cuenta Manuel Malo de Molina de un “Haik de lana no muy gruesa , que se lo ciñen el cuerpo desde la cabeza sujetándolo en ésta en forma que toca a la cara con una cuerda, o bien una blusa o camisa larga de algodón o lana fina (gandura), como las de nuestras mujeres, y sobre las dos cosas uno, dos y hasta tres bemuzes blancos con capucha, y uno de ellos pardo o mezclado como el hábito de nuestros capuchinos, con grandes borlas o sin ellas. Algunos beduinos, especialmente los de las cercanías de Marruecos, llevan un saco con mangas y capucha de lana a listas blancas y negras, y a la cabeza una porción de tela de algodón liada en forma de turbante; y los de las fronteras de Túnez suelen no llevar bemuz sino Haik liado al cuerpo”184. Mayormente, así se visten los argelinos tanto en las ciudades como en los pueblos. Todos se visten a la misma manera, tanto para los hombres como para la mujeres . El vestido de éstas es muy simple en cuanto a la calidad y a la manera de vestirlo: “las mujeres -afirma Manuel Malo de Molina- aunque siempre van cubiertas con un velo (g'da'yer), gastan una camisa larga y calzones de algodón, y hasta de damasco las bien acomodadas; un jaic muy fino que las cubre hasta los pies entrever las formas del pecho, y en cima un bemuz como el de los hombres, pero mas delicado, llevan babuchas o sandalias, y son muy aficionados a los pendientes y toda clase de adornos; componen aquellos especialmente de piedras preciosas (jalek) y de dientes de fieras (eblalet), que les sirven de talismanes, y hay mora que lleva las orejas todas cubiertas de aretes de diferentes colores (mantel); los collares llenos de medallones (kelala) los gastan con profusión, así como las pulseras (dam-ladye), que las llevan de plata y oro sumamente gruesas, hasta en los tubillos, a 184

Malo de Molina, Manuel: viaje a la Argelia. Op.. Cit., p.160.

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las cuales apellidan redif o jaljal...sobre los hombros llevan un manto (majzem) sujeto con hebillas y corchetes de plata y oro que las cubre, y que llevan las casadas recogido a la cara de modo que solamente se les ve el ojo derecho; se colocan en cabeza un pequeño turbante o la toca metálica llamada sarma y se mezclan aquel con las trenzas de sus cabellos; ordinariamente se pintan flores en las mejillas y en la frente (naksch)”185. Esta descripción que toca el vestido de la mujer es lo que nos hace acercarse a la realidad social y su papel en toda la sociedad. Según las noemas religiosas, el vestido de la mujer es así, aunque existen otras que se visten a la europea como las mujeres moras y las judías que son minorías. Una de las características del vestido argelino es su simplicidad y su uso común, a través de los vestidos no se puede diferenciar entre los pobres y los ricos, entre los que viven en los pueblos y los que habitan las ciudades. Es una característica muy generalizada en esta sociedad: “las personas acomodadas visten por mismo estilo, pero con tejidos de lana mas finos y con colores azules encamados en los bernuzes de encima. Los árabes de origen lleva camisa y calzones muy anchos de algodón que llaman serwel, y sobre esto un haic”186. El vestido de los turcos y de los judíos parece idéntico al vestido de los argelinos o árabes aunque sólo ellos pueden hacer la diferencia entre unos y otros. Los turcos usan calzón, camisa, chaleco con mangas y chaqueta sin ellas, llena de pasamanería, llevan turbante de colores o verde si es un noble descendiente del Profeta. Mientras el traje de los judíos está compuesto esencialmente por “calzón blanco o de color ancho, pero como los nuestros, un poco corto de modo que se vea la media hasta la pantorrilla; camisa fina de algodón, sin cuello o con él; chaleco sin mangas, cerrado hasta el 185

Malo de Molina, Manuel. Viaje a la Argelia...p. 162. para mejor descripción del traje de la mujer argelina y musulmana se puede ver la obra de Emest Rackow: El traje musulmán femenino en África del Norte. Madrid, CSIC, 1953. 186 Malo de Molina, Manuel: Op.Cit., p.160.

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pescuezo, muy bordado y abotonado; una especie de albornoz con mangas de paño azul hasta las pantorrillas, y un casquete también azul o encarnado con borlas de seda u oro, pero tirado algo hacia atrás de modo que se vea la mitad de la cabeza. Otros llevan calzón de paño con vestidos y hasta la cara las lloronas que se ocupan en este ejercicio”187. El vestido tal y como es, constituye uno de los más elementales aspectos sociabilidades de los argelinos del momento. Constituye, por otra parte, el punto común y de referencia para los mismos argelinos y el punto que diferencia y divergencia entre éstos y los franceses. El tradicional vestido es el elemento que genera una especie de continuidad entre los abuelos y sus hijos. Los jóvenes, que son la mayor parte de la sociedad, se visten de los anteriormente mencionados mezclados con algunas modas de la época, pero nunca por la mayor parte de ellos. El albornoz, signo de riqueza y de prestigio social, es el más alabado por los argelinos, es el vestido que constituye el lujo para el argelino de la época. Su uso se reserva a las ocasiones festivas y a los hombres de gran prestigio social como el caso de los hombres de la religión o los Kaid quien se viste un albornoz como una prueba de su investidura por parte de los franceses188. Para las mujeres, su vestido tradicional es uno de sus mayores lujos cuando lo veste. Para ella, el Haik, el adorno y el oro, son casi los únicos elementos de su prestigio, su vestido caracterizado por el mayor grado de sencillez es el único que tiene para las fiestas o para los matrimonios. A veces el mismo vestido de lujo para ella, pasa de la posesión de la madre a la posesión de su hija , su uso sólo se efectúa en algunos momentos de las fiestas religiosas o populares. Es un vestido de ocasiones donde el orgullo se resume en vestirlo en determinadas ocasiones y en ciertas situaciones 189.

187

Malo de Molina, Manuel. Op. Cit., pp. 171-172. El albornoz como signo de investidura del Kaid es el signo que los franceses lo otorgan a la Me refiero a la pobreza de las familias. El vestido del matrimonio por ejemplo pasa de la madre 188

191

Para los niños, el vestido no es una gran cosa en cuanto a la calidad o a la manera, constituye una simple camisa grande que generalmente cubre todo su cuerpo, esta camisa sirve para los chicos como las chicas. La diferencia entre ambos sexos se efectúa a partir de los seis años, donde el pudor de la chica y las obligaciones religiosas ocupan un lugar determinante para esta separación. La niña se viste según las tradiciones del momento y según la de los padres. El haik lo viste cuando se casa o cuando ya está en el noviazgo, mientras antes de estas dos ocasiones que para ella es una forma de vida y la toma de la responsabilidad de administrar los asuntos domésticos de su casa, se viste con trajes tradicionales en que tiene la obligación de cubrir todo el cuerpo sin una especificación de la manera de vestirse. El niño que pasa de la simple camisa a los primeros manifiestos de su mayoría hasta vestirse del habitual y regular vestido de la mayoría de los argelinos, son las tres limitaciones de los vestidos de los argelinos: la camisa, los primeros manifiestos de la mayoría y finalmente hasta albornoz, son los diferentes maneras de vestirse y las diferentes épocas en que todo argelino se puede pasar por ellas. El albornoz, el vestido preferido de los argelinos es uno de los regalos más amados por los argelinos, sobre todo cuando se celebra el natalicio de un niño quien recibe el primer albornoz como el más prestigioso regalo, además

M

al cumplir los dos años se corta por primera vez el pelo al

niño, y este acontecimiento es celebrado con fiesta de la familia a las que se invita los vecinos, que presencian también la entrega del primer albornoz, esa prenda nacional que significa más que el jaique de los galos y el peplúm de los romanos, pues que envuelto en sus pliegues debe vivir y morir todo buen musulmán”190. En resumen, el vestido argelino es uno de los elementos de su identidad, es uno de los rasgo de su carácter y de su naturaleza, su manera de vivir y de estar. El vestido de la época constituye una de las características mentales y sociales del argelino, de su ser y de su estar. Aunque es simple en cuanto a su estructura y su manera, el vestido es el que diferencia entre las dos culturas y a la hija o se presta de sus familiares.

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las dos civilizaciones: la francesa y la árabe musulmana, significa para el argelino del momento su rechazo y su diferencia al otro que por su política colonizadora caracterizada por la erradicación de todos los elementos de la identidad argelina, no consiguió suprimirlo, ni cambiar sus rasgos.

5- La vida del argelino.

Sería una tarea de difícil descripción al referirse a la vida cotidiana del simple argelino durante el siglo XIX por causa de la composición de la sociedad argelina y la extensión del territorio. La vida diaria o la manera de vivir del argelino es una de los temas que hoy en día se considera de difícil tratamiento por parte de los investigadores tanto hispanistas como africanistas. Una de las características de la vida política de los argelinos del siglo XIX es su sometimiento bajo una fuerza colonizadora caracterizada por su sofocamiento a todo tipo de relaciones sociales entre los miembros de la sociedad. Este hecho político y militar genera una serie de reglas y normas que regulan la vida diaria de los autóctonos y sus diferentes relaciones sociales. El sufrimiento de alto grado de los argelinos es la primera característica de estas normas y leyes que los franceses habían elaborado con el motivo de transformar socialmente la manera de vivir y de comportarse de los argelinos191, considerando el sofocamiento de los diferentes aspectos de la identidad, es el medio adecuado pata adentrar en los profundos asuntos sociales de los argelinos192. Así erradicar los principales elementos de la identidad de los argelinos es una de las prioridades de la política francesa del 191

El término argelino significa toda persona que posee la nacionalidad argelina de ambos sexos y de diferentes edades. 192 La obra ya citada de Manuel Malo de Molina es más que sugestiva en este sentido. El autor recoge diferentes artículos y leyes de los franceses que desembocan en este sentido.

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momento, y a partir de allí, todos los medios son válidos para lograr dicho fin. El resultado de esta política es más que negativo para eí ritmo de vida de los argelinos quienes habían resistido para no perder sus principales elementos de su identidad, pero se lograron reservar su identidad, habían perdido el valor social de sus vidas: casi no viven como seres humanos que tienen el derecho de comer bien y de descansarse de sus largas horas de trabajo, no tienen el derecho de estar bien y de poseer bienes como los demás componentes sociales. El trabajo, es todo lo que sabe el argelino del siglo XIX: las mujeres en sus tiendas y los hombres fuera de ellas; es la división de las tareas que tiene como misión a cumplir: “las mujeres se ocupan en las labores de la casa, y principalmente en hilar las lanas de los ganados, para tejer piezas que les sirven para jaiques. Los hombres por lo regular se dedican a la agricultura y a la guarda de ganados; pero algunos se ocupan en fabricar armas, en hacerse plateros, barberos, cafeteros y demás oficios indispensables a la vida” . Casi todos los argelinos pasan la mayor parte de su tiempo en trabajar fuera y dentro de las casas: los hombres se dedican a la agricultura y a los ganados, no como propietarios sino como jornaleros en que se les paga por su trabajo del día. El sueldo que gana el argelino de su trabajo no es suficiente para mantener su familia de varios miembros, otro problema que le empuja a trabajar más horas o dedicarse en hacer otras funciones para sobrevivir. Los hijos, ante esta situación, son los más sufridos: su enseñanza se corta en sus primeros años para dedicarse a trabajar para la ayuda de la familia. El trabajo de los niños como vendedores de los artesanos o periódicos del momento, es su principal labor; en los pueblos lejanos de los centros urbanos, se dedican el labrar la tierra como ayudantes de sus padres o cuidar a los ganados. El argelino de los pueblos es el más que sufre para trabajar fuera y en su casa, según nos cuenta José María Servert que nos define las principales tareas de los hombres: “toma en su cargo todo trabajo fuera de la tienda,

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labra, siega, recoge el grano, esquila los borregos, vigila el ganado, caza, monta el caballo, guerrea, cumple sus deberes con el Gobierno, hace visitas a sus amigos y asiste a los mercados. Pasa las noches en vela, el fusil o la pestota al alcance de su mano, levantándose al menor ruido o al escuchar los ladridos de sus perros, en cuyas inflexiones e intensidad conoce el indígena si se trata de una fiera, de un ladrón, de un galanteador o de un caminante lejano” , Así, pasa el argelino su mayor tiempo friera y dentro de casa, luchando para comer y para asegurar el bienestar de toda la familia. Come lo que tiene en su casa con sus hijos y disfruta el poco tiempo que le queda con ellos. Su día empieza desde las primeras horas de la madrugada y termina en horas atrasadas de la noche; este período constituye la duración del trabajo y las funciones diarias que cumple. Recorre caminando diariamente larga distancia entre su casa y su trabajo, buscando el comer para su familia. Su vestido y su rostro demuestran su necesidad material que le falta a sí mismo y a su familia. Su simplicidad y sencillez en su manera de vivir, son el signo que le caracteriza:G “la dominación francesa ha podido influir algo en las costumbres públicas de los argelinos. El pueblo moro siempre es el mismo: vencido, pero no humillado; sufre con exótica resignación el yugo del vencedor, pero sin aceptar las ventajas que le brinda la civilización europea importada en Argelia a cañonazos”193. Efectivamente, la sencillez y la pobreza son para el argelino un elemento que le empuja a conservar sus elementos de identidad como medio moral de su existencia, “la sencillez, la monotonía del carácter musulmán...algo recóndito y desconocido que se adivina a través de esa sencillez; algo que subyuga y atrae el pensamiento del filósofo”194. Ahora bien, si la sencillez y el sufrimiento son dos características de los argelinos de dicho siglo, no significa esto que son quienes aceptan esta manera de vivir, tampoco son así por habitual costumbre, sino las

193 194

Sonsa, Pedro: Op.Cit,, p.99. ídem.

195

consecuencias de la política francesa en este aspecto, les obliga a tener características que manifiestan todos los aspectos de sufrimiento y miserias. En efecto, las miserias son para los argelinos y otras comunidades que no tienen el acuerdo de los franceses como minorías como el caso de los españoles y los italianos que son junto a los argelinos, miembros que pertenecen a una categoría inferior a las demás categorías sociales del momento. Esta separación y esta limitación entre los componentes de la sociedad argelina se manifiestan en todos los aspectos de la vida cotidiana y el ritmo de vida de los argelinos, en las calles y en los mercados, en las ciudades y en los pueblos, se nota esta separación y esta distinción. En las ciudades se ve mejor esta separación y las múltiples de las imagines del sufrimiento y de los aspectos de la miseria: “allí terminan las calles de la vieja Kasba, y de allí parten las que descienden hacia el puerto, allí expiran las costumbres, las industrias, los ruidos y hasta los olores de las dos poblaciones. A la derecha, calles profundas se hunden en Europa; barrios pobres, mezquinos, bullicisios, con modas desconocidas y rótulos ridículos; callejas sospechosas pobladas de gente de mal vivir; marineros que corretean, industriales sin industria, agentes de policía, mujeres que maldicen, fruteros españoles cantando al son de la guitarra, y, en resumen, las costumbres triviales y la parodia de nuestros pueblos pequeños de provincia, con la depravación de las grandes ciudades: la miseria más soportada, la indigencia de estado de vicio, el vicio repugnante”195. Los argelinos como los extranjeros que no sean franceses no lograron establecer a sí mismos un nivel de vida estable a causa de los cambios de la política francesa. Empobrecer a los autóctonos como norma general, es uno de los aspectos políticos de los franceses. Tanto en las casas como fueras de ellas, la posesión material de los argelinos no pasa su alimento diario o de algunos días: el cuscús, la sal, la manteca, grano, pimienta y carnes secas son los principales productos que se los conservan. Las tiendas son las casas de los argelinos que viven en las afueras, construidas en telas tejidas por las mujeres, no tienen ningún aspecto de belleza o adornamiento; son iguales 195

Servert, José María: Op.Cit., p.245.

196

todas en el aspecto y en la pobreza que demuestran, para estas familias, la tienda rica es la que tiene un tapiz. Si el varón cumple su misión fuera de su casa o la tienda, la mujer, al contrario, cumple su misión en ellas: “enciende el fuego, cocinea, cuenta el ganado, va por agua y por lefía, teje el felidj , el albornoz, los tapices, ordena las ovejas, hace la manteca, y cuida a los chiquillos. Hacia el mediodía, si tiene tiempo, hace su toilette.. .un chiquillo en la espalda y otro de la mano, va y viene, trabaja sin cesar y se duerme repitiendo el dicho popular: muía de día, reina adorada de noche”63. Ahora bien, esta imagen tan pintada que se nos ofrece es, sin duda, una de las mil imágenes de la real y cotidiana vida de la mujer y del hombre argelinos. ¿Qué tiempo tiene la mujer para el descanso o para su marido cuando viene por las noches? y ¿qué vida y porvenir para los niños que nacen, viven y mueren en la miseria? Y finalmente, ¿qué situación o qué vida para los argelinos en estas condiciones? Hablar sobre este siglo significa la miseria de la vida de los argelinos: miseria en su casa y fuera de ella, miseria en las calles y los barrios que habitan y la miseria en su pensamiento y su comportamiento: “el árabe cree vivir en su ciudad blanca (Argel) pero en realidad está en ella enterrado sepultado en la inacción que lo destruye, aplastado por el silencio que es su encanto, envuelto en reticencias y muriendo de languidez” 196. Viven en sin tener un sabor de la vida, trabajan sin tener ganas de trabajar por la injusticia que sufren, ninguna modificación y ningún progreso ha penetrado en su vida; para él, lo que es hoy lo que era ayer y lo va a ser mañana igual o más peor. Parece inmóvil en un medio extraño y injusto que para él es el más que le duele al ver sus tierras y sus bienes se disminuyen progresivamente. Sin gusto, sin tranquilidad y mucha injusticia son los tres elementos que caracterizan la población argelina del siglo XIX. Cada vez se refugian a sus casas, el único lugar donde se encuentra su 196

Servert, José María. Op. Cit., p.155.

197

tranquilidad temporal con su familia, allí come disfruta y vive en libertad porque: “entre tanto, oprimido por todos lados, empujado, sofocado por una colonia invasora, rodeado de cuarteles y cuerpos de guardia que nada le importan, alejado voluntariamente del curso real de las cosas, indiferentes al destino que le preparan, sin comercio, casi sin industria , subsiste en virtud de su inmovilidad propia, en su estado parecido a la ruina, sin que se pueda imaginar si se desespera o aguarda...permanecen, pues, allí solos, cual se les ha visto en todo tiempo, en sus calles lóbregas, huyendo del sol, cada vez aficionados a sus casas cerradas, desdeñando el tráfico. Reduciendo sus necesidades, aislándose por precaución contra la multitud, y previniéndose con el silencio contra la invasión de una plaga para ellos tan grande como todas las demás: los importunos”197. Ahora bien, si la miseria está en su casa y en su relación con los demás componentes sociales del momento, la miseria está también en su barrio y en su lugar de vivir con sus compatriotas: las calles y los barrios reflejan verdaderamente el grado de sufrimiento y el nivel de la miseria en que viven los argelinos; si para algunos, la casa es el único refugio para su huida de los problemas diarios que sufre; las calles, sin embargo, para otros, es el lugar donde pasan su día y su noche, bajo el sol y bajo la luna: allí vive y pasa su tiempo tan amargo que la amargura misma, los niños que no tienen la comida diaria refugian a estos lugares buscando el pan o el agua para calmar su hambre y su sed: “únicamente los chiquillos, codiciosos de las propinas que semejantes visitas les proporcionan, tocan asamblea y forman desde el primer momento nuestra escolta, que no nos abandona en todo el día, ni a ellos la palabra soldi, con que constantemente demandan monedas”198. Si para los franceses, las calles son tan anchas y regulares con espacios verdes y llenos de lugares de recreos y los diferentes lugares de diversión; los 197 198

Ibid. pp. 154-55. Echagüe, Francisco. Op. Cit., p. 44-45.

198

argelinos, al contrario, viven en miserables casas que desde la primera vista reflejan la verdadera situación social en que pertenecen: calles en forma de desfiladero, oscuras y abovedadas, casas sin ventanas, puertas pequeñas y estrechas, tenduchos del aspecto más pobre; ningún jardín, ninguna verdura y en resumen, calles que designan la pobreza y la miseria de sus habitantes . Así la miseria fuera y dentro de las casas, además la miseria del argelino son ante todo, una de las características de las sociedad y la social vida de los argelinos. Sufren para comer, sufren para trabajar y sufren en sus propias casas, en fin, el sufrimiento es su ambiente en el día y en las noches, en su pensamiento y en sus acciones. El ritmo de la vida del argelino, es más lenta y espesa que la vida de los franceses. Aunque se relacionan con las demás comunidades extranjeras, los argelinos no tienen una autoridad para vivir solos y libremente, siempre sometidos y controlados por los colonos en todos los dominios. Cualquier hecho o acontecimiento político o económico repercute negativamente a la vida diaria de los argelinos junto a los demás grupos sociales, repercute por el incremento de los impuestos o el incremento de las tareas de trabajo que para ellos constituye la máxima injusticia. Un disgusto y un sufrimiento, son entre muchos, los rasgos de la vida diaria del argelino de todo el siglo XIX.

6- La comida. Cada pueblo tiene su comida popular y su plato nacional, los argelinos del siglo XIX tienen un plato nacional que se identifica como el plato común de los argelinos. Es un plato muy simple y a la vez muy rico por sus componentes. Una de las características de la comida argelina es su simplicidad y su popularidad, casi todos los argelinos comen el mismo plato y conservan las

199

mismas cualidades para su nutrición: el grano y la leche además los dátiles son /A

casi los elementos que los argelinos los conservan . El pan y el cuscús son los que se preparan en las casas, se conservan muy bien como los dos elementos esenciales para cualquier comida que sirven como prioridades para los invitados. Éstos últimos sean extranjeros o argelinos reciben una hospitalidad muy especial, su comida también tiene que ser especial y muy variada, pero según la posibilidad del dueño de la casa. Las casas son siempre el lugar donde se celebra las fiestas y son el lugar donde se efectúa las invitaciones para comer. Aunque la pobreza es el signo de la mayor parte de los argelinos, la hospitalidad y las mutuas invitaciones son una de las virtudes de los habitantes tanto de las ciudades como en los pequeños pueblos69. Para comer no se necesita una gran mesa y diferentes platos sino, una mesa redonda y muy baja, además de algunas cucharas y platos, son todo lo que tienen como vasijas. La comida se constituye esencialmente de una gran cantidad de pan y la leche además de otro plato es lo común entre todos los argelinos. Cualquier cosa se contenta, cualquier friolera alegra y rejuvenece el estómago de todo miembro de la familia y así, los argelinos ocupan una página entre los pueblos menos gastrónomos de la tierra . Al comparar la comida de los argelinos a la comida de los franceses, casi no hay puntos de semejanza entre la riqueza de los platos franceses y la pobreza de la comida de los argelinos. Son dos antagonistas por definición. La comida de los argelinos no se varía según la calidad de la alimentación sino según la cantidad: la familia que conserva algunos alimentos para los días difíciles es la familia que ya tiene mayor recurso económico y la familia que sólo conserva el grano es la familia que asegura algunos días contra el hambre. Los alimentos y los frutos y demás alimentaciones existen en los

200

mercados donde argelinos y españoles son los vendedores de todos los productos y diferentes frutas. Los mercados existen en las aldeas y en los centros urbanos; en un día sealado a cada semana, se celebra un Suk (un mercado) donde los clientes compran los alimentos suficientes para toda la semana, el grano, el sal y la carne además de algunas frutas son todo lo que el argelino recurre con frecuencia para su compra. Los diferentes alimentos y los más baratos son criterios básicos a la hora de comprar. Este mercado se lo recurre generalmente los argelinos y los extranjeros; los franceses tienen sus mercados especiales o los mercados más acomodados, son mercados donde las mercancías son de primera calidad y de diferente procedencia. Ahora bien, la comida diaria de los argelinos no está tan rica y de diferentes platos, sino comen dos veces al día, la de la tarde suelen comer la carne, la leche es el punto común para sus comidas, se llama Leben, es “entre las bebidas, la que se lleva la palma, y la que suele servir en los intermedios del Kuskusu. Es el suero, no más ni menos, es decir el licor agrillo producido por el orbe que ha servido para hacer manteca” . El Cuscús, el plato de suma preferencia en las fiestas y en las ocasiones de alegría, es el plato cuya preparación es más que fácil y que no requiere una gran preparación, se compone de harina de trigo, formando unos pequeños granos separados entre sí, cocido con agua, caldo o leche, se come con carne de carnero y de legumbres, una salsa o leche para acompañarle, se sirve en forma de pirámide, se adorna con guisantes y huevos duros. Es uno de las comidas tradicionales de la Argelia del momento, su comida es tanto para los ricos como para los pobres; en las fiestas y en las diferentes ocasiones de celebración familiar, el cuscús constituye el plato de comida más recomendable y preferida. Para los invitados sobre todo extranjeros, además del cuscús, le sirve otras comidas y otros platos tan diferentes. Esta comida se inicia como un entremés por la leche de oveja y dátiles y más tarde, para entretener el tiempo, galletas

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redondas muy compactas y tostadas, más tarde se sirve la Diffa que se compone por: la cherva puré de albarcoques mezclados con cebolla y con una gran dosis de pimienta, capaz de abrir el apetito. Seguido por un lomo de carnero con un relleno de huevos, además de ensaladas verdes. La comida siempre se termina con un café y un cigarrillo o té con hierba buena. Las frutas son generalmente de la estación y de frecuencia de la zona en que pertenece la familia. En términos generales, la comida argelina aunque es rica en cuanto a la composición, es pobre en cuanto a la nutrición: aunque comen carne, no es suficiente para mantener la salud o la fuerza para todo el día, se comen legumbres

g9

Malo de Molina, Manuel: Op. Cit., p. 163.

102

El Globo. Op. Cit.,p36.

112

Malo de Molina, Manuel. Op. CU., pp. 176-177.

113

Me refiero a las explicaciones del Profeta, mediante su actuación a determinadas situaciones y sus

acciones que sirven para explicar o apoyar lo menos explicado por el texto del Corán. Esta enseñanza está a cargo de un Muñí que tiene el derecho de enseñar estos temas. m

No queremos ampliar este punto sólo mencionamos que las chicas se dedican a las tareas domésticas

muy temprano como la ayudante de la madre. Generalmente se casa muy temprano a las catorce o dieciséis, además se dedica a Ja educación de sus hermanos más pequeños. 123

Sousa, Pedro: Siete años en África. Op. Cit., pp, 133-134.

124

Me refiero con este término a la percepción de los viajeros españoles y a otras traducidas al

castellano que tienen la misma percepción, pero de igual modo, en las mismas obras de los viajeros, este juicio no es final, tampoco general, sino dado a determinadas situaciones y a determinadas regiones donde el viajero efectúa su estancia. 3

El tema más significativo es el tema del casamiento del hijo. Es imposible que el hijo habla con su

padre sobre este tema. El amor como tema, es uno de los temas más tabú en toda la familia. 8

Recordemos que el juez o el Cadi, es muy respetuoso socialmente, no sólo porque tiene un poder, sino

por la confianza en su persona y su juicio. Cito este pasaje de la página 185, donde Malo de Molina, nos describe este acto: “pero ordinariamente donde se administra justicia de paz es en los cafés y barberías donde concurren los Kadis. Allí a la vista de todo el mundo se celebran los juicios y se dan las decisiones; y como éstas la mayor parte de las veces son interrumpidas por las conversaciones generales de aquel sitio suelen ser como propias de él”. 2

Hay que recordar que el descanso y la diversión para los franceses es muy

diferente, existe cines» lugares donde el francés puede acudir a ellos como jardines y las plazas publicas, son para el argelino lugares de difícil acceso,

202

ya sea por su miseria ya por el rechazo de los coloniales en admitirles en estas plazas o simplemente por la necesidad del dinero para su vida diaria. Para el argelino de este siglo, el dinero es de muy difícil ganarlo y perderlo en el cine es un desgasto en sí. 17

Constituye el caballo uno de los mejores amigos del argelino. En todas las

obras consultadas afirman la consideración tan mayor de este animal en mente del argelino, algunos autores clasifica esta consideración en Ja primera clase antes de la mujer y la familia. 20

Ibid, p. 93. Una de las características de la caza de ios argelinos es su

agrupación para cazar un animal, donde les da un sentimiento de la alegría y el contento. Su agrupación no constituye un elemento para la caza sino un factor de alegría, ya que cuando se agrupan la diversión sería mejor y de alto grado. 22

Los caballos del desierto son los camellos, es el medio de transporte y de

riqueza. Se llama también el barco del desierto por que es el único que soporta la severa naturaleza del Sahara y sus cualidades le atribuyen características muy especiales como por ejemplo su suportación la sed durante muchos días. 24

Este género de música se caracteriza solamente esta ciudad: según las obras,

es la más alegre de todas las ciudades, día y noches hay música. Generalmente, estos grupos musicales tocan andando su género de música y así parece la ciudad de música. 25

El Kasba es el barrio más popular de la ciudad de Argel.

26

Servert, José María: en Argelia: recuerdos de un viaje. Madrid, Tomás

Minuesa, 1890, pp. 224- 45. 28

Servert, José María: Op. Cit., p. 25.

30

La descripción de estas noches lo ha mencionado Manuel Malo de Molina

donde nos da las principales manifestaciones festivas de estos días. p. 196. 31

Malo de Molina, Manuel: viaje a la Argelia. Op. Cit., pp.165 y 197.

33

Hay que recordar que esta fiesta como la anterior, los padres sufren para la

compra de los vestidos y de los corderos a causa de su pobreza y la miseria en que viven, pero la mayor parte de los vestidos se hacen en mano de las chicas

203

de la familia. Queda el resto del vestido a cargo del padre donde la compra según sus poderes financieras. Para la segunda fiesta, Ja mayor parte no tienen los recursos suficientes donde acuden a la compra de uno cuantos kilogramos para su comida diaria. 34

Tuiza,

como hemos mencionado, es la reunión y la participación ciudadana

en elaborar o trabajar para el bien común. Este sistema de origen turco sirve para construcción o edificación de edificios como mezquitas o otras establecimientos que todo el pueblo lo necesita, generalmente esta operación se efectuara en los pueblos y las aldeas donde los recursos son muy escasos. 37

Echagüe, Francisco: Un paseo por Argelia. Madrid. Imp. del Memorial

de Ingenieros, 1894, p.51. 39

Aunque el matrimonio constituye uno de los fundamentos enlaces entre los

argelinos, es considerado, por parte de los viajeros, como enlace de compra y de venta entre el marido y su esposa. Véanse el capitulo XXIII de la obra ya citada de Servert, José María. 47

“en Argel como en todas partes, hay mujeres ricas y pobres. Tal vez en

ningún otro punto da situación de dos categorías ofrece contrastes tan chocantes”. En Globo: Op. Cit., p. 63. persona del Kaid, quien está obligado de devolverlo tras terminar su cargo o función. 55

Para acercarse al estilo del vestido de la novia en su día de casamiento, se

puede ver: El Globo, obra citada, pp.13-14. 54

Servert, José María: Op.Cit., p.91.

58

Servert, José María: Op. Cit-, p 93.

62

El Felidj, es la tienda tejida por la mujer.

67

Servert nos describe esta miseria y nos ofrece las diferentes imágenes de

los diferentes aspectos que los argelinos hablan sufrido. Pp. 150-155. 69

El mes de Ramadán es el raes donde las invitaciones se incrementan entre

los miembros de las familias. Es el período donde los argelinos invitan toda persona como signo de solidaridad entre los miembros de la sociedad. 70

El Globo: Op.Cit., p.16.

204

205

verdes no son de la cantidad suficiente para el desarrollo de sus cuerpos . Toda la comida se prepara en casa: el sexo femenino es el encargado de cocinar y de preparar la comida, son la madre y las hijas quienes preparan la comida y la reparten entre los miembros de la familia, son ellas que se encargan de conservar la comida para los días difíciles, se encargan además de esto, de conservar algunos productos para los años posteriores como el caso de manteca y los granos. Una de las características de la comida argelina del siglo XIX es su duración para varios meses o unos años como máximo: el cuscús se prepara y se conserva durante muchos meses, los dátiles y la manteca son los productos que se debe conservarlos para las futuras ocasiones. Casi en cada casa, el dueño de la familia lo primero que hace es conservar y asegurar la comida diaria para sus hijos que no comen fuera, ni en casa sin el permiso de la madre, comen sólo en los horarios fijos para la comida: por las mañanas, generalmente el café o el té con pan y a veces la manteca es el desayuno que es el típico para casi todos los argelinos; la comida del mediodía es la más común: se come el cuscús u otro plato de sopa y comen una gran cantidad de pan para calmar el hambre. Antes de la cena que es más o menos la misma comida del mediodía, se beben el café también con pan preparado en casa. Por las tardes, los argelinos que tienen el dinero para un café, se dirigen a las

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cafeterías para tomar allí con sus amigos, es una especie de romper rutina de comer siempre en casa. Sólo el café que es el más bebido fuera de las casas. Los restaurantes son escasos donde el argelino no puede comer en ellas por motivos económicos, los trabajadores que trabajan fuera de sus pueblos que no pueden comer en sus casas, se les prepara su comida en casa: el pan, la leche y otro producto199 son los más frecuentes; las frutas y los postres son los productos que se encuentran con frecuencia en la región en que vive el dueño de la casa, por su abundancia o por su frecuencia donde el precio es más barato o los niños pueden recoger los productos después de tener el permiso de recolectar algunos productos. Patatas, garbanzos, cebollas y las pimientas son los constituyentes de cualquier plato de comida para los argelinos, se cocinan según el gusto de los miembros de la familia, la comida de la carne es debido a la posesión material del dueño de la casa, pero en algunas regiones como los habitantes del Sahara, la carne es un plato en sí mismo200, se lo come con frecuencia y es el signo de consideración para los invitados. Las fiestas y las diferentes celebraciones son las ocasiones donde la variedad de la comida es un signo de celebración: la preparación de los pasteles tradicionales y el cuscús son los dos signos de la festividad, los pasteles preparados generalmente en las casas son constituidos de harina, huevos y manteca como ingrientes más frecuentes y mezclados con la miel para un sabor dulce. Hay que recordar que los pasteles se preparan también fuera de las casas donde la existencia de tiendas especiales que presentan diferentes géneros de pasteles, hay tradicionales y hay más modernos (de la

1A

Los productos que se preparan en las casas son los más baratos o que se encuentran con abundancia en la región en que vive el responsable de la casa, como por ejemplo las aceitunas que se preparan en casa con sólo agua y sal. Este alimento se encuentra en todas las casas, sirve como una comida para los que no les gustan comer una determinada comida o como complemento del plato del día. Otro alimento que se encuentra en casas con frecuencia es la miel que sirve como comida y como medicamento para cualquier enfermedad. 200 Estas regiones el ganado es toda la posesión de los dueños de las casas, en estas regiones los duros aspectos de la naturaleza es el factor determinante que influye a su vez a los productos agrícolas de la región. Casi no hay agricultura: el comercio de los ganados es toda la actividad de los saharianos.

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época). En el mes de Ramadán, los pasteles tradicionales y los más populares también constituyen un plato en la mesa del argelino después de comer o en las tertulias familiares. Son pasteles que remontan a los siglos anteriores, su composición es muy simple, se preparan de la harina preparada como pasta y cocida en aceite y más tarde se mezcla con la miel en forma redonda y muy fina. Es un pastel que los argelinos lo adora como signo de conservación de las tradiciones. En este mes, la comida varía y tiene más adorno y variedad en las formas y en los componentes de la los platos. La comida se resume en tres o cuatro platos diferentes que se preparan todas en casa hasta el pan y las diferentes pastas: la cherva (sopa), la ensalada, y el palto fuerte que se prepara con las patatas y legumbres, además del pan son los componentes esenciales de la comida del mes sagrado de los musulmanes. Es una comida muy variada y muy completa en cuanto a la riqueza. En resumen, la comida es uno de los elementos que caracterizan la particularidad de las costumbres y. la sociedad argelinas, es uno de los rasgos que reflejan el nivel de vida de los argelinos del momento además nos precisa los diferentes aspectos de la sociabilidad argelina.

7- La familia argelina. Una de las características de la familia argelina del momento es su composición y su numerosidad, se compone generalmente por varios miembros que viven en la misma casa, los padres y los muchos hijos y a veces con hijos casados son lo que constituyen una sola familia, sus casas suelen ser grandes y espaciosas sobre todo en las afueras y en los pueblos. La familia, como hemos mencionado ya al principio del presente trabajo, constituye el núcleo de la composición de la sociedad argelina es, por definición, la que determina la estructura social de Argelia y la que organiza

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las diferentes capas sociales. Es una de las limitaciones en las que se fundamenta la sociedad de toda Argelia. El mundo de las relaciones entre los miembros de la misma familia y las diferentes familias entre sí, viene condicionado por motivos muy extensos y a veces de carácter religioso. Primeramente, las familias nobles se agrupan juntas para la constitución de una familia grande o un aduar, el extranjero (es decir la persona que no pertenece a esta familia o que no es pariente) no se puede penetrar con enlaces sociales con este género de familias, salvo en los casos donde la familia tiene antecedentes nobles, cuyos antepasados son conocidos por su historia o por su raza. El caso de los turcos es más que significativo: los hijos de un matrimonios entre los turcos y las mujeres árabes no gozan de los mismos derechos y los múltiples privilegios que los demás de origen turco, pagan los impuestos al igual que los demás pueblos y si es un militar no goza de los mismos derechos que tienen los demás militares. Los miembros de la familia tienen entre sí un jefe , generalmente es el más mayor de toda la familia que goza por el respeto de todos los miembros de la familia. Suele ser el padre o el abuelo y hasta el hijo mayor que su formación intelectual es la que determina este juicio, es el hombre que tiene que dirigir todos los asuntos de su familia: desde lo económico hasta las relaciones sociales de sus hijos con otras familias, es el encargado de agrupar todos los miembros de la familia bajo el mismo techo o al menos bajo el mismo lugar donde viven. Su presencia significa la unidad de la familia y su agrupación. Las mujeres también gozan de este privilegio pero se encarga sólo al sexo femenino: la abuela o la madre es una autoridad moral para el sexo femenino de toda la familia, constituye junto al padre la referencia para cualquier asunto que toca a toda la familia. Los hijos mayores aunque gozan de su libertad para su vida privada están, al mismo tiempo, bajo control de sus padres, donde no se pueden administrar sus propios asuntos sin la ayuda moral o a veces material de sus padres.

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El mundo de las relaciones entre la misma familia se caracteriza por varios rasgos que, en realidad, surgen según las costumbres y las tradiciones de la familia o la región en que se encuentra. Los hijos obedecen a sus padres en todos los casos y en todas las situaciones, ejecutando las opiniones de sus padres que para ellos son órdenes: el respeto completo a sus mayores es el signo más característico de las familias argelinas. Aunque viven todos los miembros bajo el mismo techo, los padres no pueden ver a las esposas de los hijos, en cualquier caso también ésta no puede enfrentarse con él, salvo en situaciones extraordinarias donde está obligada a usar un velo, signo del respeto a su persona. Generalmente, las familias se constituyen tras cumplir más o menos dos décadas, el matrimonio a esta edad suele el más frecuente: “así, hay jóvenes que a los diez y ocho años tienen una familia numerosa, siendo muy extraño que haya indígena que se mantenga soltero mucho tiempo. La familia pues lo constituye la mujer, que es la que habita la tienda o la casa respectivamente, con los hijos y los animales necesarios para el alimento y para el trabajo” . El matrimonio es el enlace más fuerte entre las familias, es a la vez el factor ayudante en establecer los límites de las relaciones sociales, constituye la columna vertebral de la constitución de las familias. La naturaleza argelina y las costumbres del argelino son dos factores que facilitan la formación de familias, y a partir de allí, las relaciones sociales son más fuertes y sólidas entre ellos. Otro enlace social para la constitución de la familia es el acercamiento entre los parientes, casi no se puede diferenciar entre una familia y otra más próxima socialmente a ella y esto conduce generalmente a la consideración de que los enlaces matrimoniales se efectúan con frecuencia entre familias muy cercanas: el hijo puede casarse con su chica que generalmente es muy cercana a él que es la hija de su tío o tía. Este acercamiento social es debido a las normas ya establecidas donde la autoridad de los padres en decidir el porvenir de los hijos es el rasgo fundamental de este género de relaciones. En esto, los padres siempre tienen en cuenta unos

210

criterios más bien sociales que de otro género, se clasifican bajo la raza de la familia y su pasado, o si es una familia noble, según criterios de la nobleza. Cada enlace matrimonial bebe tener ciertas exigencias para que sea un éxito de las dos familias: el noviazgo es el período en que se forma las primeras líneas del futuro común de las dos partes, aunque el novio no puede ver a las esposas con quienes se casan “sino después del formal y solo se les permite informarse por sus parientes de lo necesario para estos enlaces” , es el período de conocimiento pero debido a las normas exigentes para las relaciones, es la que determina la constitución de una familia El mundo de las relaciones entre los miembros de la familia es muy simple que obedece a las normas sociales establecidas: los padres con los hijos son la unidad de la familia: mientras el padre está vivo, se encarga de todos los asuntos de su familia; los niños “hasta la edad de dos años, el niño y la niña árabes, confiados exclusivamente al cuidado de la madre, son tratados del mismo modo; pero desde esta edad las dos existencias se separan y todas las atenciones y solicitudes del padre son para el muchacho: ya se revela el porvenir reservado a cada sexo”201. En efecto, el sexo masculino es el más valorado para los padres, ya que la situación económica es la que determina este aprecio al sexo masculino. El muchacho a la edad muy temprana se transforma en uno los recursos económicos de la familia: trabaja con su padre o trabaja aisladamente como ayudante para cualquier oficio, su minoría de edad no le impide a ser responsable junto a su padre para el mantenimiento de todos los miembros de la familia. La muchacha o el sexo femenino es también otro recurso económico para la familia: si no trabaja fuera de su casa, trabaja dentro de ella: es la que se encarga de tejer los vestidos o cualquier cosa necesaria para la familia o se tiene el arte de coser puede vender sus productos a los vecinos y sus familiares. Desde la familia y para ella, el padre y los hijos son los responsables encargados en dirigir los asuntos sociales con los demás familias donde viven, si se viven en los pueblos, sus relaciones son muy amistosas con las 201

Servert, José María: Op. Cit., p. 91.

211

demás familias, y si viven en las ciudades, las relaciones se determinan en el barrio o la región donde viven

212

Conclusión

Queriendo poner el punto final de este trabajo y, a la vez abierto, mencionando el interés de esta temática como campo de investigación que todavía no se ha gozado de satisfacción investigadora para estudiar las posibles aproximaciones de la realidad social de la Argelia del S. XIX. Profundizarse aún más con ampliación de otras fuentes, nos hace

asumir la

responsabilidad a llevarlo a cabo a nivel de tesis doctoral.

Como hemos visto, el sufrimiento de los argelinos en sus casas y en la vida diaria son las principales características que marcan la sociedad argelina. La vida tan precaria y de difícil soportar es, sin duda ninguna, lo que hace este siglo en la historia de Argelia el más duro y el más significativo. Una Argelia dividida en dos: una árabe-musulmana; y otra al contrario, europea-cristiana que a su vez -socialmente hablando- había existido también dos sociedades bien distinguidas: una de alto nivel (europea) y otra de bajo nivel (árabe). Los argelinos junto a otras comunidades no deseadas (españoles, italianos y malteses) han soportado el sufrimiento, la pobreza y la precariedad de la vida diaria. Esta distinción la encontramos en la arquitectura de las ciudades como la fisionomía urbanística rural y con más claridad en las ciudades y en las aldeas donde los argelinos –según las memorias consultadas- aparecen como el protagonista sufridor en todos los aspectos sociales. En efecto, en la

213

ciudad como en los barios, las casas de los argelinos han manifestado el grado de sufrimiento en que vivían.

Parece que este sufrimiento de diferente índole de los argelinos ha generado un rechazo continuo a los franceses y al mismo tiempo, hace compartir el dolor con otras comunidades extranjeras sobre todo la española, y de igual manera, hacen construir una confianza mutua al acercarse más y a vivir como unidad frente a los franceses, que siempre habían manifestado su rechazo social a ambos. Como hemos visto, las costumbres, la sencillez de la vida diaria así como la simplicidad del carácter de los argelinos han constituido sus señas de identidad. Parece sorprendente que la manera de vestirse, la religión, las fiestas y hasta la comida hacen constar su identidad en una sociedad compuesta por ocho comunidades europeas y árabes.

Estos mismos elementos han constituido

los marcos sociales y de sociabilidad de la Argelia de aquel entonces. Ahora bien, los españoles junto a los argelinos han constituido una sociedad aparte y casi unida, se comercializan entre ellos, viven como vecinos y se relacionaban entre ellos a diario y hasta se establecían matrimonios cruzados. Esta cercanía cordial ha generado un mayor grado

de entendimiento y ha generado un

mundo de relaciones sociales muy amistosas. El acercamiento ha concebido un mundo de relaciones sociales muy sólido: un argelino que habla el castellano, un español que puede entender el árabe y hasta pronunciar muchas palabras en árabe o francés; en las

214

calles sobre todo en la región de Orán y en los territorios circundantes, el español predomina junto al árabe, hasta pensarse que sólo existen españoles y argelinos en estas regiones.

Otro factor fundamental que caracterizó el mundo de las relaciones sociales de los argelinos es la unidad y solidaridad entre ellos, razón que molestaba a los franceses por no haberse roto con este lazo social tan sólido cuyo origen inspirado de la religión. Hasta en el comercio, esta solidaridad entre comerciantes y la organización jerárquica han hecho establecer normas sociales respetadas por todos. Es de señalar, la familia y la educación han conservado las señas de identidad de toda la sociedad argelina: el padre máxima autoridad de la familia, su gerente de las relaciones exteriores, casi siempre fue respetado por todos los miembros de la familia quien les hace someter bajo su autoridad. Esta misma jerarquía social la encontramos en las aldeas y en los pueblos donde un Cheij (jeque) puede dirigir los asuntos sociales de su comarca. En resumidas palabras, el mundo de las relaciones sociales de los argelinos estaba sometido a criterios jerárquicos cuya inspiración fundamental fue la religión y la educación fundada a base de respeto mutuo.

El café (lugar de encuentro), la diversión (la caza, el ajedrez), los matrimonios (lugar de encuentro de mujeres por excelencia), el arma, el caballo, las fiestas familiares son, por lo general, los que caracterizan el

215

argelino de los demás componentes sociales. El argelino amoroso de su arma de pólvora, vinculado a su familia y a su tribu, trabajador infatigable, míseras condiciones de vida y el carácter sociable, sobre todo los del oeste, han sido los semblantes que se repiten casi en todas las obras consultadas al respecto. Si en los lugares de encuentros tanto públicos como privados han sido medios para divertirse y olvidar los problemas sociales de día a día; sin embargo, estos mismos lugares han sido factor imprescindible para mantener la opinión pública. Efectivamente, el “rauí” -hombre que recita poesías es considerado como medio de información a los clientes de una cafetería, él puede hacerles sentir alegres con sus poemas- ha sido el medio fundamental para mantener la opinión pública así como la divulgación de cualquier información importante para el bien común de la sociedad, o simplemente, mantener el contacto social entre los argelinos o con los demás comunidades extranjeras.

Ahora bien, cabe mencionar que la cultura árabemusulmana ha sido conservada y mantenida gracias a este género de encuentros públicos y privados. Al contrario, los teatros, las calles anchas y los jardines a la europea son, entre muchos, lugares de diversión y de encuentro de los colonos franceses y de la clase acomodada tanto francesa como europea. Esta dualidad social de la Argelia del momento es el colofón que podemos afirmar en este sentido.

216

No es mi propósito aquí explicar los porqués de prestar nuestra atención a este género de temas sociales de la Argelia bajo colonización francesa, pero sí quiero ser entre los primeros en abordar temas que toca el Siglo XIX argelino, y así, participo desde una perspectiva de un hispanista y a la vez africanista en construir y escribir modestamente la historia del país y de sus habitantes.

217

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226

APÉNDICE DOCUMENTAL

227

1- Portada de la obra de Malo de Molina Manuel (1852)

2- Portada de la obra de Odón de Buen (1887)

152

1- Portada de la obra de Vicente Moreno de la Tejera (¿1877?)

2- Puerta de España en Orán

153

3- Españoles y otras comunidades europeas en Argelia Años

Españoles

Franceses

Italianos

Malteses

1833 1836 1841 1845 1851 1856 1861 1866 1872 1876 1881 1886 1891 1896 1901

1 291 4 592 9 784 25 335 41 558 42 218 48 145 58 510 70 366 92 510 114 320 144 530 151 859 157 560 155 265

3 478 5 485 16 677 46 339 66 050 92 750 112 229 122 119 129 601 145 727 195 418 219 071 267 672 318 137 364 257

1 122 1 845 3 258 7 738 7 555 9 472 11 815 16 655 18 351 25 759 33 693 44 315 39 161 38 791 35 539

1 213 1 802 3 795 8 047 7 307 7 114 9 378 10 627 11 512 14 220 15 402 15 533 14 677 13 968 ¿?

Otras nacionalices europeas 708 837 3 896 7 862 8 813 9 244 11 179 10 079 14 287 23 246 26529 25 531 12 604 10 784 13 008

Fuente: Démontes, V.: le peuple algérien, essai de la démographie algérienne. Paris, 1906, pp. 52-53.

4-

Españoles y franceses en Orán Año 1833 1834 1835 1836 1837 1838 1839 1840 1841 1845 1846 1847 1848 1849 1850 1851 1854 1855 1856 1857 1861 1866 1872 1876 1882

Españoles 266 455 743 1 148 1 602 2 139 2 446 2 316 3 347 7 795 10 218 11 737 13 585 15 562 20 164 20 412 17 802 20 346 19 841 21 342 24 835 28 455 37 658 55 877 68 383

Franceses 340 477 7 29 980 1 211 1 396 1 432 1 602 1 865 5 695 8 260 11 297 16 974 15 959 19 757 21 535 22 894 26 150 26 821 29 277 32 055 35 697 37 111 56 486 70 575

Fuente: Vilar, J.B.: immigration et présence espagnole en Afrique du Nord (S.XIX et XX siècle). En Espagne, pays de migration. Migrance 21, Paris, 2002, pp.25-26. 154

Fragmento de texto. José María Servet: En Argelia, Recuerdo de viaje. 1890, pp. 95-97

155

156

1- Mujer argelina del S. XIX (Foto de Benjamin Ronbaud nº 6)

2- Mujeres de Argel en el hogar (Museo de Louvre)

157

1- Escena de argelinos en la calle (1843) - Foto de Bayot Berbrugger

2- Mujer argelina (1840) - Foto de colección privada del autor

158

1- Joven argelina en 1840 - Foto de colección privada del autor

159

resumen Hablar de la sociedad argelina del Siglo XIX es hablar, como es lógico, de su composición y de su estructura social. Sin embargo, las diferentes comunidades extranjeras lo marcan como la sociedad más dinámica y de múltiples razas: argelinos, españoles, franceses, colonos de todas las naciones europeas, turcos, etc. Los argelinos con su cultura y con su composición social además sus maneras de vivir han sido las señas de identidad frente a las demás comunidades extranjeras. Es de señalar que los argelinos nunca han perdido su cultura, ni su lengua ni sus señas de identidad, aunque estaban sometidos a severas leyes de carácter asimilista de la fuerza colonizadora francesa. En este trabajo, se marca estas señas de identidad, la estructura social y hasta aludir a las características del argelino como sujeto principal de la sociedad del S.XIX. Se habla de la vida diaria, de los encuentros y de los principales rasgos característicos del estado político y social y el mundo de las relaciones sociales entre los argelinos con las demás comunidades extranjeras, se habla también de las fiestas, la diversión, las tertulias, la familia argelina, etc. Las memorias de los españoles sean militares, arabistas o viajeros han servido como fuente principal de este trabajo.

PALABRAS CLAVE:

Argelia; Siglo XIX; Viajeros; España; Orán; Oranesado; Cultura; Sociedad; Sociabilidad; Identidad.

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