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2

Sumario Preliminares

6

Introducción

7

1.

Cronología de los acontecimientos

9

2.

La visión de Otsego 2.1.

3.

Reformadores de la salud norteamericanos contemporáneos de Ellen G. White 3.1. 3.2. 3.3.

3.4.

4.

4.8.

6.

John N. Andrews John N. Loughborough Joseph Bates. La familia Kellogg Algunos adventistas más Contemporáneos adventistas no observadores del sábado Escritos sobre la reforma de la salud en periódicos adventistas en los meses anteriores al 6 de junio de 1863 Resumen

Declaraciones de Ellen G. White en favor de la originalidad de su mensaje de la reforma de la salud Testimonios de adventistas contemporáneos a Ellen G. White al respecto de la reforma de la salud 6.1. 6.2.

7.

Antecedentes en Escocia Publicaciones periódicas sobre la reforma de la salud en Norteamérica Reformadores de la salud en Norteamérica 3.3.1. William Metcalfe 3.3.2. Sylvester Graham 3.3.3. William A. Alcott 3.3.4. Horace Mann 3.3.5. Diocletian Lewis 3.3.6. Larkin B. Coles 3.3.7. Samuel Thomson 3.3.8. James C. Jackson 3.3.9. M. L. Shew 3.3.10. Mary Baker Eddy Popularización del gran movimiento de reforma de la salud en la Norteamérica de mitad del siglo XIX 3.4.1. La frenología

Ellen G. White y sus contemporáneos adventistas adheridos a la reforma de la salud 4.1. 4.2. 4.3. 4.4. 4.5. 4.6 4.7

5.

Contenido de la visión de Otsego

John H. Waggoner John H. Kellogg

Acusaciones de falta de originalidad y plagio en el tema de la reforma de la salud contra Ellen G. White 3

11 11

13 13 14 14 14 15 16 16 16 17 17 18 18 19 20 20

21 21 21 22 23 23 23 24 24

26

28 28 28

30

7.1. 7.2. 7.3.

7.4.

8.

Primera acusación: los adventistas contemporáneos a Ellen G. White fueron la fuente de información de ella Segunda acusación: los libros que envió el Dr. James C. Jackson fueron la fuente de información de Ellen G. White Tercera Acusación: Ellen G. White disponía de suficiente información en los meses previos al 6 de junio de 1863 gracias a los artículos publicados en los periódicos adventistas Cuarta acusación: plagio de Ellen G. White

Discusión 8.1. 8.2. 8.3. 8.4.

9.

30 31

33 35 36 36 37 38

“Originalidad” de Ellen G. White “Innovación” histórica Inspiración divina verbal e inerrancia La redacción de How to Live fue posterior a la lectura de Laws of Life de James C. Jackson 8.5. Errores en acusaciones de plagio de Ellen G. White 8.6. Muchos de los pioneros de la reforma de la salud en la Norteamérica del siglo XIX pretenden ser innovadores originales 8.7. El movimiento de la reforma en el marco de las corrientes de reforma social y religiosa de la Norteamérica de mediados del siglo XIX 8.8. Fraseología similar de los escritos de Ellen G. White y los de sus contemporáneos 8.9. El conocimiento de Ellen G. White sobre los principios de la reforma de la salud fueron in crescendo a medida que maduraba como persona y como cristiana 10. “Energía vital” y frenología: Ejemplos de conceptos científicos propios de una época 8.11. Inspiración de las fuentes

43 43

Conclusiones

44

38 40 40 41 42 42

Anexo. Paralelismos literarios e ideológicos entre Ellen

G. White y sus contemporáneos en el tema de la reforma de la salud

48

Últimas reflexiones

55

4

Agradecimientos a: Raquel Roger Roig por su eficaz colaboración en la revisión y traducción de citas originales del inglés.

N.B.: En la presente revisión de este trabajo se ha decidido incluir en algunas de las citas el original inglés en paralelo con la traducción al español, por si esta no fuera completamente fiel al original y pudiera dar lugar a equívocos.

5

PRELIMINARES El presente es un trabajo iniciado, pero mucho me temo que siempre lo consideraré inacabado, porque el caudal de nuevos datos y posteriores reflexiones lo convierten en inagotable. Allá por el curso académico de 1984-85 en el Seminario Teológico del Colegio Adventista de Sagunto (CAS), por aquel entonces yo asistía a una asignatura que se había dado en llamar «Ministerio profético de Ellen G. White» y que impartía el pastor Carlos Puyol Buil, a la sazón profesor y director del CAS. El tema estrella de aquel curso eran los préstamos literarios en los escritos de Ellen G. White. No en vano, hacía escasamente dos años que el pastor Walter Rea acababa de publicar The White Lie,1 un auténtico mazazo a la, a veces, poco reflexiva e inmadura lectura que hacíamos de los escritos de Ellen G. White. No pude quedar ajeno ante tal ataque a los escritos de Ellen G. White, que digámoslo sin tapujos, el texto de Walter Rea, aunque rezumaba resentimiento, estaba repleto de documentación incontestable; no cabía dudas, Ellen G. White había copiado a autores contemporáneos suyos. Eso era algo que se sabía, pero nadie sospechaba que el volumen de copia que llenaban sus escritos hubiera alcanzado las proporciones puestas de manifiesto por Walter Rea, al que se le despertaron todos los demonios familiares. Como médico que entonces ya era, –si soy médico, al igual que muchos de mis amigos, es porque soy cristiano adventista y un adherido y ferviente defensor de la reforma de la salud presentada en los escritos de Ellen G. White– ante esa, por lo menos para mí, nueva situación decidí estudiar el tema de los préstamos literarios en los escritos de la reforma de la salud en Ellen G. White. Desde entonces y de forma asistemática e irregular, he ido recopilando información, más bien poca, aunque sí la considero relevante. He aplicado una metodología de estudio que hoy la calificaría de naif, pero que me ha aportado no pocos interrogantes que me han estimulado a un estudio más concienzudo. El presente escrito es un aluvión de trabajos que en ciertos momentos son repetitivos y por momentos lo hacen aburrido, no he tenido el tiempo ni la inteligencia de presentarlos con la unicidad que requiere un trabajo académicamente riguroso, y por ello pido disculpas al que tenga la paciencia de leerlo. Pero tienen el valor del testimonio de mi evolución personal en la comprensión de un tema que lo he agarrado con pasión, pues no conozco otra forma de abordar un tema como el presente en el que se juega un poco el ser o no ser de mi vida como médico cristiano adventista. No es un tema más de estudio, ni un ejercicio académico de salón, es la razón de ser de una vida. Solamente dos previas. Primero, pido disculpas por anticipado a todo aquel amable lector que vea en este escrito parcialidad, que no deshonestidad. Segundo, que me participes de tus opiniones y saberes, para que podamos los dos continuar caminando por un sendero repleto de obstáculos sin meta, pero con el goce irrepetible de avanzar en el camino día a día.

1

REA, W. T. The White lie. Turlock (California): M & R Publications, 1982. (Ed esp.: El caso White: La mentira blanca. Zaragoza: [s.n.], 1988, 416 págs). Ídem, La mentira White [En línea]. [Consulta: 10 octubre 2007]

6

INTRODUCCIÓN Testimonio de Ellen G. White: «Lo que yo he escrito al respecto de la salud no era tomado de libros o publicaciones periódicas... Después de que la visión me fue dada, mi marido fue despertado al respecto de la cuestión de la salud. Él obtuvo libros, después de nuestro viaje al Este, pero yo no quise leerlos. Mi visión era clara, y no quise leer nada hasta haber acabado totalmente mis libros. Mis visiones fueron escritas independientemente de libros o de opiniones de otros».2

Declaraciones como la arriba transcrita han hecho correr ríos de tinta y no pocas declaraciones absolutas a favor de que “todo” lo que Ellen G. White afirmaba sobre la reforma de la salud era una innovación original en el campo de la salud y que ello era la prueba definitiva que atestiguaba su don profético. Y por contra testimonios como las de George W. Amadon, adventista y amigo de los White: «…yo supe que una gran parte de él [How to live] era prestado»,3 han hecho pensar a muchos que la originalidad del mensaje de Ellen G. White no era tal, sino que era una simple copia o, en el peor de los casos, un plagio de autores contemporáneos a ella y que previamente a ella escribieron sobre los mismos asuntos. Por consiguiente el pretendido don profético que para sí reclamaba Ellen G. White, era una pura y simple farsa o, en todo caso, un desafortunado caso de autoengaño en una personalidad histérica que creía ver “visiones celestiales”. En la década de los ochenta se recrudeció la critica a los escritos de Ellen G. White, y sin duda el punto más controvertido es y siempre ha sido la acusación de falta de originalidad y plagio de los escritos de Ellen G. White. Si estas acusaciones fueran ciertas, el pretendido profetismo de tales escritos para muchos adventistas sería difícil de poderse sostener. En el presente trabajo simplemente pretendo abordar el problema de los supuestos préstamos literarios en el tema de la reforma de la salud, tema capital que los adventistas muchas veces presentamos como autenticidad del ministerio profético de Ellen G. White que tanto beneficio en la salud, no solo física sino también espiritual, ha traído a los hermanos de la iglesia que han puesto en práctica estos principios que han considerado divinamente revelados. Para la elaboración de este trabajo he tomado como texto básico el documento del Ellen G. White Estate titulado A Critique of the Book Prophetess of Health,4 que fue redactado a raíz de la aparición del libro Prophetess of Health5 del doctor Numbers miembro de la Iglesia Adventista –cuando menos en el momento de la publicación de la primera edición de su libro allá por el año 1976– y que denunciaba los escritos de Ellen G. White como no inspirados. El orden del trabajo es primero presentar los acontecimientos en torno al mensaje de Otsego, después ver las acusaciones formuladas, aunque algunas ya se contestan implícitamente en los primeros capítulos. Y por fin discutir los argumentos a favor y en contra que han sido presentados al respecto de la originalidad de los escritos de Ellen G. White, ya que de acuerdo con Jonathan M. Butler6 entre las posiciones enconadas 2

WHITE, E. G. Manuscript 7, 1867. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. A critique of the book Prophetess of health. Washington, D.C.: General Conference of S.D.A., 1976, pág. 10. 3 «An authentic interview between elder G. W. Amadon, elder A. C. Bourdeau, and Dr. John Harvey, Kellogg in Battle Creek, Michigan, on October 7th, 1907». Reportaje registrado taquigráficamente. Citado en: REA, W. T. Op. cit., pág. 202. 4 ELLEN G. WHITE ESTATE. A critique of the book Prophetess of health. Washington, D.C.: General Conference of S.D.A., 1976, 127 págs. 5 NUMBERS, R. L. Prophetess of Health: A Study of Ellen G. White. New York: Harper & Row, 1976, 271 págs. Nota: En el presente estudio utilizaremos la edición revisada y ampliada del mismo autor: Numbers, R. L. Prophetess of Health. Ellen G. White and the Origins of Seventh-day Adventist Health Reform. Knoxville (Tennessee): The University of Tennessee Press, 1992, 335 págs. 6 BUTLER, J. M. «Introduction: The historian as heretic», págs. XXV-LXVIII. En: NUMBERS, R. L. Op. cit.

7

del Ellen G. White Estate7 y de Ronald Numbers8 el punto de desencuentro es que para los primeros es posible probar históricamente la divina inspiración de Ellen G. White y Numbers insiste en todo lo contrario: que históricamente se puede demostrar que la “inspiración” de Ellen G. White es de origen humano y no divino. A la pregunta: «¿Ellen G. White recibió su mensaje sobre la salud de Dios o de fuentes terrenales?» el Ellen G. White Estate argumenta que la profeta, previamente a su visión sobre la salud de 1863, no tenía más que un conocimiento limitado y fragmentario de la reforma de la salud. El Ellen G. White Estate sostiene que la independencia intelectual de Ellen G. White presupone su inspiración sobrenatural. Ronald L. Numbers, evidentemente, por su parte intenta demostrar que Ellen G. White no tiene independencia intelectual en referencia al tema de la reforma de la salud respecto a sus contemporáneos. Objetivo del presente estudio: A lo largo de la presente exposición pretendo aportar elementos de juicio que superen este escollo aparentemente insoslayable para desviar la atención de una mera cuestión de originalidad histórica en la exposición de consejos prácticos de salud y situar el enfoque de la cuestión hacia el verdadero nudo gordiano, ¿cuál es la verdadera naturaleza de la misión del profeta?: recordar que hay un único Dios creador y que todas las acciones humanas son trascendentes y afectan a la relación de la criatura con el Creador, y que en el particular tema de la reforma de la salud, esta es necesaria que se lleve a cabo para dar un paso más en el acercamiento de los seres creados con su Creador. En ese sentido la reforma de la salud pasa a ser parte indisociable del mensaje apocalíptico del tercer ángel de un nuevo y definitivo reino mesiánico. Esta es, y no otra, la originalidad del mensaje que transmite Ellen G. White al respecto de la reforma de la salud.9

7

ELLEN G. WHITE ESTATE. «A biased, disappointing book». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs. 413. 8 «Ronald Numbers». Wikipedia [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007] 9 WAGGONER, J. H. Review and Herald, 7 de agosto, 1866. Citado en: ROBINSON, D. E. The story of our health message. 3ª ed. Nashville (Tennessee): Southern Publishing Association, 1965, págs. 79-80.

8

1. CRONOLOGÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS. 1863-6510 17 de febrero de 1863

El articulo de James C. Jackson sobre difteria aparece en la Review, James White en una nota expresa su confianza en este método de tratar las enfermedades.

Febrero-mayo de 1863

Aparecen varios artículos en la Review al respecto de la salud.

6 de junio de 1863

«Era... el 6 de junio de 1863, que el gran tema de la reforma de la salud era abierto ante mí en visión» (WHITE, E. G. Review and Herald, 8 octubre 1867).

Mediados o finales de junio de 1863

James White encarga un «surtido» de publicaciones de Dansville, desconociendo, en ese momento, el título de ninguna de las publicaciones allí ofrecidas.

13 de agosto de 1863

James C. Jackson escribe a James White disculpándose por el retraso en el envío de libros.

5-6 de septiembre de l863

Ellen G. White menciona que su marido, James White, vio un anuncio en Voice of Prophets durante su estancia en Boston. Esto dice ella es lo primero que supo de la existencia de las publicaciones ofrecidas a la venta en Dansville.

27 de octubre de, 1863

Mientras los White están en el Este, la Review publica su primer artículo de Laws of Life (publicación periódica editada por James C. Jackson).

8 de diciembre de 1863

Henry Nichols White, hijo de James y Ellen G. White, muere de neumonía durante su visita a Topsham, Maine.

12 de diciembre de 1863

Por estas fechas James White ha recibido los libros remitidos desde Dansville. Él no tiene tiempo de examinarlos detenidamente, y Ellen G. White dice que los libros permanecieron empaquetados. Sin embargo James White pudo enviar un libro a un amigo en Nueva York.

Entre junio de 1863 y agosto de l864

Ellen G. White habla a algunos amigos contra las drogas, carnes, y a favor del agua, el aire puro, y la dieta apropiada. Es a menudo preguntada sobre si había leído el periódico Laws of Life, o leído los libros de Trail, Jackson, y otros: «Mi respuesta era que no lo había hecho, ni debería leerlo hasta que hubiera escrito completamente mis visiones» (WHITE, E. G. Review and Herald, 8 octubre 1867).

Abril de 1864

Es publicado Appeal to Mothers.

Agosto de 1864

Es publicado el volumen 4 de Spiritual Gifts. Conteniendo un capítulo sobre salud. Este es el primer informe global publicado de la visión del 6 de junio de 1863.

5 de septiembre de 1864

Los White inician una visita de tres semanas a Dansville.

10

ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit. pág. 3.

9

Enero-junio, 1865

Health: or How to Live es publicado en seis folletos. Cada folleto conteniía un artículo de Ellen G. White que ampliaba sobre ciertas áreas presentadas en el capítulo sobre salud incluido en Spiritual Gifts, tomo 4, publicado en 1864 que versaba sobre el matrimonio, y la vestimenta. Cada número también contenía artículos semejantes de otros autores. Ellen afirma: «Yo no he leído ninguno de los libros sobre salud hasta que no hube escrito Spiritual gifts, vols. 3 y 4, Appeal to mothers, y hube esbozado la mayor parte de mis seis artículos de How to Live... Y después que hube escrito mis seis artículos para How to Live, entonces examiné las diversas obras [libros] sobre higiene y quedé sorprendida al encontrarlas tan parecidas y en armonía con lo que el Señor me había revelado» (WHITE, E. G. Review and Herald, 8 octubre 1867).

16 de agosto, 1865

James White sufre un ataque de apoplejía.

14 de septiembre, 1865

Empieza la segunda visita a Dansville.

10

2. LA VISIÓN DE OTSEGO «Estaba en la casa del hermano Aaron Hilliard en Otsego, Michigan, el 6 de junio de 1863... el gran tema de la reforma de la salud era abierto ante mí en visión.»11 El sábado 6 de junio de 1863, cuando los hermanos estaban reunidos para celebrar el servicio de culto, Ellen G. White tuvo la visión, tal y como lo cuenta Martha D. Amadon: «A la hermana White se le pidió que orara en el culto familiar. Ella lo hizo de una forma maravillosa. El pastor White estaba arrodillado a corta distancia de ella. Durante la oración, ella se acercó a él, y colocando su mano sobre su hombro continuó orando por él hasta que fue arrebatada en visión. Ella estuvo en visión cerca de cuarenta y cinco minutos. Fue en esta ocasión que recibió instrucción acerca de la cuestión de la salud que poco después llegó a ser un tema de gran interés para nuestro pueblo. Los que estuvieron presentes en el momento en que esta visión era dada, nunca olvidarán la atmósfera celestial que llenaba por completo la habitación.»12

Alrededor del 6 de junio de 1863, Ellen G. White escribió una carta, de la cual todavía se conserva el manuscrito original: «Yo vi que era un sagrado deber cuidar nuestra salud, e interesar a otros respecto a su deber... Nosotros tenemos un deber de hablar, ir contra la intemperancia de todo tipo – intemperancia en el trabajo, en comer, en beber, en medicarse– y entonces mostrarles la gran medicina de Dios: agua, pura agua blanda, para las enfermedades, para la salud, para la limpieza, en abundancia... Yo vi que nosotros no debíamos quedar callados sobre el tema de la salud, pero deberíamos despertar las mentes sobre dicho tema.»13

Martha D. Amadon (1834-1937). Foto: Center for Adventist Research Photograph Database

2.1. Contenido de la visión de Otsego El tema de la reforma de la salud no era absolutamente nuevo entre algunos miembros del movimiento adventista –pero de ello nos ocuparemos en el siguiente capítulo–, así como tampoco la visión de Otsego había sido la única sobre la reforma de la salud. Ya en el otoño de 1848 estando los esposos White en Connecticut, Ellen recibió una visión en la que le fueron revelados los perjuicios del tabaco, té y café, y que se debía instar a los observadores del sábado a abandonar su uso.14 Pero hasta el 15 de octubre de 1855 en que se celebró una reunión general de la Iglesia en Morristown, Vermont, hasta entonces no se tomó la decisión de disciplinar a los miembros que tuvieran el hábito tabáquico. Hacia 1850 James White entiende que la Biblia condena el uso de la carne de cerdo, pero Ellen G. White en 1858 manifiesta que el Señor mostrará a su iglesia de qué alimentos hay que abstenerse, ya que empiezan a aparecer muchas interpretaciones de hermanos que empiezan a señalar alimentos prohibidos.15 11

WHITE, E. G. «Questions and Answers». Second Advent Review and Sabbath Herald, 8 octubre 1867. Reproducido en: WHITE, E. G. Mensajes selectos. T. 3, cap. 32 «La visión de 1863 sobre la reforma prosalud», págs. 314-315. (Traducción del autor). 12 Mrs. Martha D. Amadon, Ellen G. White Publications, Archivo Documento Nº 105. Citado en: ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 76. 13 WHITE, E. G. Carta 4, 1863. Citado en: ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 77-78. 14 ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 65. 15 Ibídem, págs. 62-64.

11

Pero la visión de Otsego es para todos los adventistas contemporáneos de Ellen G. White el punto de partida de la reforma de la salud. En su primer escrito va a esbozar dicho tema, este primer escrito va a ser un opúsculo titulado: Un llamamiento a las madres. La gran causa de la ruina física, mental y moral de muchos de los niños de nuestro tiempo.16 En este opúsculo se traza un sombrío panorama de la situación general del mundo en que se denuncia una depravación moral en todos los órdenes, pero haciendo hincapié en la situación de los jóvenes que están sometidos a la influencia de Satán por medio de las malas compañías y de la transgresión permanente de las leyes de la naturaleza, de forma que provoca una degeneración tanto física como mental y moral. Se podría decir que la filosofía, el mensaje central, de Un llamamiento a las madres [An appeal to mothers] es la expresada por la misma Ellen G. White en lo página 20 del mismo opúsculo: «La salud de la mente depende de la salud del cuerpo», «en orden a reforzar en ellos [los niños] las percepciones morales; el amor por los asuntos espirituales, nosotros debemos regular nuestra manera de vivir, no tomar alimento animal, y usar cereales, vegetales y frutas, como artículos de alimentación». En la página 17 habla contra los remedios [drugs, en el original inglés] que utilizan los médicos y que terminan por matar a los pacientes. En las páginas 19 y 20 habla de que las especias, pastelitos da carne, pasteles, confituras, comidas altamente sazonadas, etc. producen «fiebre al sistema [el organismo humano. (N. del A.)]» y ello conduce a tener «pasiones animales» que desembocará en un deterioro de las facultades mentales y morales. Es importante destacar que las afecciones que se dan entre los 30 y los 45 años, dice en la página 18, son debidas a las prácticas de costumbres erróneas desde la edad de los 15 años y siguientes contra la naturaleza, y esta a su vez al sufrir castiga con numerosos dolores en el organismo, enfermedades de hígado, intestinos, neuralgias, reumatismos, afección de la columna vertebral, enfermedades de riñón, humores cancerosos. Lo cual nos muestra que Ellen G. White ve una relación de causa a efecto entre las transgresiones de las leyes de la naturaleza desde la niñez y la pubertad, con las afecciones que se van a padecer en la edad adulta. Pero además en los niños las transgresiones de las leyes de la naturaleza les va a provocar: dolores de cabeza, catarros, vértigos, nerviosismo, dolores de espalda, flancos y extremidades, insomnio, calenturas nocturnas, sensación de pesadez matutina, gran cansancio después de hacer ejercicio, semblante amarillento, cara enrojecida no natural, deficiencias en la salud mental, mente ausente, irritabilidad, mente despistada, falta de atención, dificultad de aprendizaje y estudio, falta de memoria, tendencia a la indolencia, celos, desconfianza, desobediencia, ingratitud, impaciencia, semblantes depravados, estrés, ansiedad...; todo ello como causa de la transgresión de las leyes de la naturaleza puestas por Dios (págs. 5-7). En este breve resumen de An appeal to mothers me he detenido más en los aspectos de la salud física como causa del deterioro moral, ya que esto último es sobre lo que se extiende más el opúsculo, pero la vertiente física es la que da un poco la clave de por qué los contemporáneos de Ellen G. White, consideran la visión de Otsego como la «gran luz sobre la reforma de la salud».17 En Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, que también se publicarán en el 1864, Ellen G. White se extiende en los asuntos de alimentación y en explicar experiencias al respecto. Después de Otsego vendrá la gran reforma de la salud entre los adventistas.18

16

WHITE, E. G. An Appeal to Mothers. The Great Cause of the physical, mental, and moral ruin of many of the children of our time. Battle Creek (Michigan): Steam Press, SDA Publishing Association, 1864, 34 págs. Reproducido en: ELLEN G. WHITE ESTATE. The complete published Ellen G. White® writings. [Archivo informático]. Silver Spring (Maryland): Ellen G. White Estate [2001]. 2 DVDs 17 Ibídem. 18 ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 95-96 .

12

3. REFORMADORES DE LA SALUD NORTEAMERICANOS CONTEMPORÁNEOS DE ELLEN G. WHITE A lo largo de la historia desde las épocas más remotas en las culturas sumerias y egipcias, pasando por el mundo grecolatino y árabe, el termalismo ha sido fuente de salud y objeto de tratamientos médicos, pero probablemente Ellen G. White lo desconociera bastante todo ello, incluso probablemente no conocería ni tan siquiera al ilustre Sebastian Kneipp (1821-1897) contemporáneo suyo, pionero indiscutible de la moderna hidroterapia. Pero sí con toda probabilidad de forma más o menos directa debía haber tenido ocasión de contactar con los movimientos americanos a favor de la temperancia y la reforma de la salud. Es por ello que dedicaremos un amplio capítulo a recordar quiénes fueron estos personajes y qué hicieron. EL Dr. Benjamin Rush, uno de los firmantes de la Declaración de Independencia Americana, en 1785 escribe un opúsculo titulado Inquiry into the effects of ardent spirits, y además pide leyes civiles contra el consumo de licores.19 En enero de 1826 se funda la American Temperance Society por Marcus Morton, de la cual será cofundador Joseph Bates. Llegarán a tener más de 5.000 sociedades locales con aproximadamente un millón de miembros, y editarán el The Temperance Recorder con una tirada de 200.000 ejemplares. Propugnaban el abstenerse de alcohol.20 En 1835 se inicia la publicación en Massachusetts del The Moral Reformer, por el Dr. William A. Alcott, que se dedicaba a impulsar el vegetarianismo.21,22 En 1833 aparece el The Graham Journal, editado por Sylvester Graham ministro de la Iglesia Presbiteriana que se cura de la tuberculosis mediante una reforma de la dieta. A partir de entonces se dedica a divulgar las ideas vegetarianas, y se convierte en un autor enormemente popular, vulgariza las expresiones “grahamites”,23 “Graham hotels”, “Graham bread”, etc.24 En 1821 se publica un opúsculo titulado Abstinence From the Flesh of Animals, escrito por William Metcalf, pastor de la Society of Bible Christians de Filadelfia. Este junto con Graham y Alcott, organizarán una convención de reformadores de la dieta en Clinton Hall, New York, el 15 de mayo de 1850; de donde surgirá la American Vegetarian Society, que a su vez editará el The American Vegetarian and Health Journal, que se clausurará en 1854. Los doctores. James Caleb Jackson y R.T. Trall formarán parte de esta sociedad.25

19

RUSH, B. An inquiry into the effects of ardent spirits upon the human body and mind: With an account of the means of preventing, and of the remedies for curing them. 8ª ed. Springfield (Massachusetts): Thomas Dickman, 1817, 36 págs. 20 «American Temperance Society» [En línea]. Wikipedia. [Consulta: 16 noviembre 2007] 21 ALCOTT, W. A. The moral reformer [En línea]. Vol. 2. Boston: Light & Stearns, 1836, 384 págs. [Consulta: 10 octubre 2007]. Ídem. Vegetable diet: As sanctioned by medical men, and by experience in all ages [En línea]. Boston: Marsh, Capen & Lyon, 1838, 276 págs. [Consulta: 10 octubre 2007] 22 ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 44. 23 “Grahamites”: Seguidores de la dieta de Sylvester Graham. Ver: «Grahamites» [En línea]. En: Wiquipedia. [Consulta: 10 octubre 2007] 24 ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 45. 25 Ibídem, pág. 46.

13

3.1. Antecedentes en Escocia26 Algunos autores y escritos de reformadores de la salud que influyeron en los reformadores de la salud norteamericanos provenían de Escocia. Entre los que se puede citar a: • George Cheyne (1671-1743): médico que propugnaba el vegetarianismo. En 1740 publica The Natural Method of Cureing the Diseases of the Body, obra que alcanza una cierta notoriedad. En tan solo dos años, en 1742, se publica una tercera edición en Londres. • George Combe (1778-1858): en 1828 publicó su obra conocida más conocida The Constitution of Man, en la que fomentaba la frenología. Dicha obra en vida de George Combe alcanzó la cifra de ocho ediciones.27 • Andrew Combe (1797-1847): médico y también propugnador de la frenología, al igual que su hermano George Combe. Publicó entre otras obras The Principles of Physiology Applied to the Preservation of Health en 1834.28

3.2. Publicaciones periódicas sobre la reforma de la salud en Norteamérica29 •

Boston Medical Intelligencer: fundada en 1823, se dejó de publicar en 1828 al fusionarse con otra revista. La revista estaba dirigida a profesionales de la medicina que practicaban la frenología.30 • Journal of Health Philadelphia, 1829-33. • Moral Reformer, 1835-43, retitulado Library of Health en 1837. Los temas comunes eran: dieta apropiada (en muchas ocasiones sin carne), abundancia de sol y aire puro, ejercicio regular, reposo adecuado, temperancia, limpieza y vestimenta apropiada.

3.3. Reformadores Norteamérica31

de

la

salud

en

3.3.1. William Metcalfe (1788-1862)32 En 1809 el reverendo William Cowherd estableció la Bible Christian Church, en Salford (Inglaterra), su congregación decidió tomar un voto a favor de no comer carne. Unos años más tarde William Metcalfe junto con otros miembros de la Bible Christian 26

William Metcalfe. Fuente: http://www.ivu.org/history/usa19/metcalfe.html

NUMBERS, R. L. «The Health Reformers». En: NUMBERS, R. L. Op. cit., págs. 48-76. COMBE, G. The Constitution of Man [En línea]. Hartford: S. Andrus and Son, 1828, 41 págs. [Consulta: 10 octubre 2007] 28 COMBE, A. The Principles of Physiology Applied to the Preservation of Health and to the Improvement of Physical and Mental Education [En línea]. 4ª ed. Edimburgo: MacLachlan and Stewart, 1852, 346 págs. [Consulta: 10 octubre 2007] 29 NUMBERS, R. L. «The Health Reformers». En: NUMBERS, R. L. Op. cit., págs. 48-76. 30 RIEGEL, R. E. «The Introduction of Phrenology to the United States». The American Historical Review. Vol. 39 (1933), núm. 1 (octubre), págs. 73-78 31 NUMBERS, R. L. «The Health Reformers». En: NUMBERS, R. L. Op. cit., págs. 48-76. 32 INTERNATIONAL VEGETARIAN UNION. «USA: 19th Century Rev.William Metcalfe (1788-1862)» [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007] 27

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Church emigraron a Norteamérica, y en 1817 fundaron en Filadelfia la primera Bible Christian Church vegetariana en Estados Unidos. Metcalfe fue el autor del primer tratado norteamericano sobre vegetarianismo.33 3.3.2. Sylvester Graham (1795-1851)34 Sylvester Graham pastor presbiteriano en Nueva Jersey. Conferenciante en el verano de 1830 en Filadelfia para la Pennsylvania Society for Discouraging the Use of Ardent Spirits. Durante 1830 Graham visitó muchas de las grandes ciudades del Este. En la primavera de 1831 había roto con la Pennsylvania Society y era orador independiente del Franklin Institute donde bajo el título genérico de «the Science and Human Life» habló sobre la dieta apropiada para el control de las pasiones naturales. En 1839 escribió Lectures on the Science of Human Life,35 publicado en Boston en dos tomos, dónde se reflejaban sus ideas al respecto de la dieta –tomó prestado abundantemente del Treatise on Physiology del patólogo francés François J. V. Broussais–;36 teorizaba que la irritación del tracto intestinal, particularmente del estómago, es el responsable de casi todos los achaques del ser humano. El sistema nervioso liga todos los órganos del cuerpo en «una común red de simpatía», cualquier cosa que afecta al estómago también afecta el resto del cuerpo. Graham insistió en su propia originalidad y rehusó reconocer su deuda hacia Broussais o cualquier otro autor. Recomendaba la dieta vegetariana y el agua pura. La mantequilla era objetable como alimento y debía ser usada «muy moderadamente». La leche fresca y los huevos no eran proscritos, pero eran desaprobados. Y el queso solo se permitía el no grasoso y no curado. El intervalo de tiempo entre comidas había de ser de seis horas. No debían consumirse, por ser sustancias irritantes, condimentos y especias (pimienta, mostaza, canela, clavo…). Todas altamente excitantes y agotadoras. La sal la consideraba completamente indigesta. Té y café, alcohol y tabaco provocan deformidades de crecimiento y envenenan el sistema. Al igual que la Fuente: mayoría de los productos de pastelería, con la posible http://www.harvestfields.ca/harve excepción de algunas natillas y frutas, y pasteles de st/1-text/Natural/graham.jpg bayas. En sus Lectures Graham enfatizaba la importancia del descanso, el ejercicio, el aseo personal, el vestido, y no recurrir a las medicinas. Dormir a horas regulares, preferiblemente antes de la medianoche y siempre con una habitación bien ventilada. El ejercicio físico era absolutamente necesario para la buena salud de la circulación y la sangre. Los productos de repostería, con excepción de los pasteles de fruta, se encontraban «entre los más perniciosos artículos que causan malestar en los seres 33

«England: early 19th Century The Bible Christian Church (1809-1930)» [En línea]. International Vegetarian Union. [Consulta: 10 octubre 2007] 34 INTERNATIONAL VEGETARIAN UNION. «USA: 19th Century Sylvester Graham (1795-1851)» [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007]. 35 GRAHAM, S. Lectures on the Science of Human Life [En línea]. Londres: Horsell, Aldine Chambers, 1849, 290 págs. [Consulta: 10 octubre 2007] 36 HORROCKS, T. A. «“The Poor Man's Riches, The Rich Man's Bliss”: Regimen, Reform, and the “Journal of Health”, 1829-1833 ». Proceedings of the American Philosophical Society, Vol. 139 (1995), núm. 2 (junio), págs. 115-134.

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humanos». Era deseable una baño con esponja todas las mañanas. La ropa no debía restringir los movimientos. «Toda medicina, como tal, es en sí misma un mal.» En 1834 publicó A Lecture to Young Men on Chastity,37 donde argumenta contra la masturbación y el «exceso marital». Graham pensaba que la dieta y el sexo estaban íntimamente relacionadas, y ciertos alimentos (carne, condimentos, especias, alcohol, té y café) estimulan las pasiones sexuales. Por lo tanto, llegó a la conclusión de que una de las mejores maneras de controlar el deseo sexual era adoptar una dieta vegetariana y abandonar los condimentos, las especias, el alcohol, el té, y el café. En 1837 se empezó a publicar una revista mensual Graham Journal of Health and Longevity, editada por un discípulo de Graham en Boston, David Cambell, que más tarde enroló a William Miller en un debate sobre interpretación de profecías bíblicas. Los grahamitas se mezclan con abolicionistas y políticos radicales. En la década de 1830 siguiendo los principios grahamitas, el revivalista Charles G. Finney funda un college en Oberlin, experiencia que finalizó en la primavera de 1841. Bronson Alcott fundó una colonia utópica de Fruitlands bajo los principios grahamitas.38 Su hermana pequeña, Louisa May, en sus memorias relata que se levantaban a las cinco de la mañana, se duchaban con agua fría y subsistían con pan de Graham y fruta. Muchas comunidades de cuáqueros prohibían hábitos destructores de la salud tales como tomar fruta después de la cena y comer pan recién horneado, abrazando el estilo de vida de Graham. 3.3.3. William A. Alcott (1798-1859)39 William A. Alcott primo de Bronson Alcott, estudió medicina en Yale, su libro más popular era Young Man’s Guide40 del que entre 1833 y 1858 aparecieron 21 ediciones. En 1835 empezó a editar la publicación periódica Moral Reformer dedicado a combatir los males de la intemperancia, glotonería y licenciosidad. William Alcott junto con Graham fundaron muchas asociaciones de reforma de las salud, la American Physiological Society promovía: «aire, temperatura, vestido, ejercicio, dormir, dieta y bebida». El movimiento de reforma de la salud tenía un frente común. Muchas mujeres se unieron a la American Physiological Society, casi un cuarto de sus miembros eran mujeres, organizando sociedades desde Maine hasta Ohio.

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Fuente: http://www.soilandhealth.org/02/0201hyglibcat/02 0125shelton.pristine/alcott.jpg

GRAHAM, S. A lecture to young men on chastity: intended also for the serious consideration of parents and guardians. Boston: George W. Light, 1840, págs. 83, 144-148. [Consulta: 7 octubre 2007] 38 En la actualidad existe un museo dedicado a divulgar lo que fue en su momento una experiencia novedosa de convivencia en una comunidad vegetariana, Fruitlands. Fruitlands Museum: [Consulta: 10 octubre 2007] 39 INTERNATIONAL VEGETARIAN UNION. «USA: 19th Century William Andrus Alcott (1798-1859)» [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007] 40 ALCOTT, W. A. Young Man’s Guide [En línea]. 10ª ed. Boston: Perkins and Marvin, 1836. [Consulta: 10 octubre 2007]

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3.3.4. Horace Mann (1796-1859)41 Horace Mann, secretario del Massachusetts State Board of Education, en el informe anual de 1842 requería la enseñanza de la fisiología en las escuelas. Aire fresco, agua pura y dieta apropiada. Su campaña culminó en 1850 en la redacción de una act por la Massachusetts General Court en que se requiere que los principios de fisiología e higiene debían ser enseñados en todas las escuelas públicas por maestros debidamente acreditados.

Foto: Mathew Brady's studio, c. 1849

3.3.5. Diocletian Lewis (1823-1886) Dio (Diocletian) Lewis, un joven contemporáneo de Horace Mann, era un activo reformador de la temperancia, la salud y la educación. Contribuyó enormemente en las áreas de educación física y gimnasia. En 1845 empezó estudios de medicina en Harvard. En 1851 el Homeopathic Hospital College de Cleveland, Ohio, le concedió un diploma honorario de M.D. [M.D.: Medical Doctor, equivalente a Licenciado en Medicina. (N. del A.)] Era un conferenciante que proclamaba reformas similares a las de Graham y Alcott. Recomendaba el uso de sal con moderación y estaba a favor de dos comidas por día.

Fuente: http://homeoint.org/photo/l/lewisd01x.jpg

3.3.6. Larkin B. Coles Larkin B. Coles, si bien no es un prominente reformador como Horace Mann o Dio Lewis, es interesante porque fue predicador-médico del movimiento milerita. Nacido en New Hampshire, graduado en el Castleton Medical College en 1825.. En 1836 se asoció a William Miller y distribuía los libros de Miller, escribía artículos teológicos en Signs of the Times. Poco tiempo después del Gran Chasco de 1844 se instaló en Boston y se afilió a la Boston Medical Association y a la Massachusetts Medical Society como un médico ortodoxo Murió en enero de 1856. Escribió dos libros Philosophy of Health: Natural Principles of Health and Cure y The Beauties and Deformities of Tobacco-Using42. Del primero se vendieron 35.000 ejemplares y del segundo 9.000 antes de la 41

Fuente: http://antiquescientifica.com/book _Coles_Philosophy_of_Health_titl e_page_1848.jpg

«Horace Mann». Wikipedia [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007] 42 COLES, L. B. The Beauties and Deformities of Tobacco-Using; Or, Its Ludicrous and Its Solemn Realities. Boston: Ticknor, Reed, and Fields, 1851.

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muerte de Coles. «Es tan ciertamente un pecado contra el cielo, violar una ley de la vida, como romper uno de los Diez Mandamientos». En sus libros abogaba por el aire puro, el ejercicio, la dieta vegetariana, la abstención de estimulantes, la reforma en el vestido, la pureza sexual, y no usar “drogas” (drugs). Coles no solamente advirtió contra el consumo de carne porque esta aumentaba la inclinación a lo animal, sino que también comentó la relación entre el consumo de carne y las enfermedades. Fue notable por hacer sonar la alarma (que otros reformadores ya habían hecho sonar antes) de que había una relación entre el uso del tabaco y las enfermedades [¿carcinomas?].43 The Beauties and Deformities of Tobacco-Using es citado por el The Water Cure Journal como la mejor visión al respecto del tema del tabaco, también recomendado por el Boston Medical and Surgical Journal. 3.3.7. Samuel Thomson (1769-1843)44 Samuel Thomson, de New Hampshire agricultor que fundó la secta médica thomsoniana. En 1806 empezó a vender «Family Rights», que patentó en 1813. Por veinte dólares era posible afiliarse a la Friendly Botanic Society y se recibían 16 páginas de un librito de instrucciones, más tarde aumentada en New Guide to Health. La sección sobre cómo preparar medicinas contenía varias recetas fitoterápicas, pero

Fuente: http://www.nlm.nih.gov/hmd/sowhatsnew/images/1b1-a.jpg

43

COLES, L. B. The Beauties and Deformities of Tobacco-Using, 1853, pág. 142. [Consulta: 7 octubre 2007] 44 «Samuel Thomson». Wikipedia [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007]

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sin los ingredientes clave. Unos agentes rellenaban los espacios en blanco solo después que los compradores prometieran conservar el secreto «bajo la penalización de perder su palabra de honor, y todos los derechos de usar la medicina».45 Durante las décadas de 1820 y 1830 los agentes thomsonianos se desparramaron más allá de Nueva Inglaterra hacia el Sur y Oeste de los EE.UU. urgiendo a los americanos a ser sus propios médicos. Hacia 1840 aproximadamente cien mil Family Rights habían sido vendidos, y Thomson estimaba que cerca de tres millones de personas habían adoptado su sistema. En estados tan diversos como Ohio y Misisipí, quizás la mitad de los habitantes se curaban a sí mismos con el estilo thomsoniano. Daniel Drake observa que los devotos del thomsonianismo no se limitaban a personas sin instrucción, legisladores, abogados, damas de la alta sociedad, ministros del evangelio, e incluso médicos. En la década de 1840 los thomsonianos se dividieron en los que usaban fitoterapia y los que usaban la homeopatía. 3.3.8. James C. Jackson (1811-1895) James Caleb Jackson nació el 28 de marzo de 1811 en Manlius, pequeño pueblo cerca de Syracuse, Nueva York. Activista y conferenciante antiesclavista y temperantista. Más tarde entró en contacto con las técnicas hidroterápicas. Llegó a fundar una institución hidroterápica en Glen Haven, donde solo se servían comidas vegetarianas y se predicaba una reforma del vestido en la mujer. En febrero de 1856 se celebró una convención para la reforma del vestido y se fundó el National Dress Reform Association. En 1858 se incendió Glen Haven y el 1 de octubre era inaugurado «Our Home on the Hillside» en las afueras del pueblo de Dansville, a 50 millas al sur de Rochester. Cada día empezaba a las seis de la mañana con un gong chino. Media hora después el «Father» Jackson exhortaba sobre las leyes de la vida. A las ocho se tomaba un desayuno vegetariano alrededor de largas mesas en común y a las dos y media se comía, en total solo dos comidas al día. La comida era fundamentalmente una variedad de platos de «Graham», vegetales y montones de fruta fresca. Carne, mantequilla, pan blanco, té y café no eran permitidos. Una miscelánea de tratamientos hridroterápicos, ejercicios simples y entretenimientos para rellenar el resto de las horas. A las 20:30 todas las lámparas de queroseno eran apagadas y los pacientes se acostaban en camas de madera y colchones de sea-grass [algas] y Fuente: http://userwww.sfsu.edu/~ajhardy/images/JCJ.jpg algodón. Jackson afirma que no recetaba medicinas excepto remedios homeopáticos y que depositaba su fe en los diez remedios naturales: «Primero, aire; segundo, comida; tercero, agua; cuarto, luz; quinto, vestido; sexto, ejercicio; séptimo, dormir; octavo, descanso; noveno, influencia social; décimo, fuerza mental y moral».46 45

THOMSON, S. New Guide to Health. Part 2, pág. 4; THOMSON, S. Family Botanic Medicine. Boston: T. G. Bangs, 1819. 46 JACKSON, J. C. How to Treat the Sick Without Medicine. Dansville (New York): Austin, Jackson & Co.,

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Jackson era colaborador habitual del Water-Cure Journal, pero cuando se traslada a Dansville en 1858 empieza a publicar su propia publicación periódica Letter Box que más tarde se conocerá por Laws of Life. Publicó numerosos folletos que circularon por todo el país y su libro más popular How to Treat the Sick Without Medicine. El tema favorito y su especialidad profesional eran los trastornos sexuales. En once años el trató solo de espermatorrea alrededor de 4.000 casos, excesos sexuales y masturbación. El 15 de enero de 1863 publicó un artículo sobre la difteria en un periódico de Nueva York el Yates County Chronicle, por aquel entonces EE.UU. padecía una epidemia de difteria.

3.3.9. M. L. Shew En 1844 la Sra. M. L. Shew publicó la tercera edición de su libro sobre la reforma de la salud titulado Water Cure for Ladies.47 En este libro Shew enseña que: El alcohol es un veneno mortal. Las medicinas a base de drogas son «de lo más perniciosas». La sal debe ser eliminada de la dieta. Las especias, como la mostaza, la pimienta, y el vinagre, son «perniciosos». El té es «uno de los venenos más destructores». El tabaco es un veneno muy poderoso. El baño diario, el ejercicio, y el aire puro son importantes para la buena salud. Debe usarse crema en vez de mantequilla. Una dieta vegetariana contribuye a la salud. Es difícil para el cuerpo digerir el queso. Las comidas deben estar separadas por un período de seis horas. Dos comidas al día son «mejores para personas sedentarias». El pan es «el sostén de la vida». El pan recién horneado no debe comerse mientras todavía está caliente

3.3.10. Mary Baker Eddy Aunque Ellen G. White nunca alcanzó en vida la fama en el terreno de la reforma de la salud que logró Mary Baker Eddy, de cuyo primer libro, Science and Health,48 publicado en 1875, se vendieron más de diez millones de ejemplares. La obra de Ellen G. White ha gozado de una mayor continuidad y difusión gracias al Ellen G. White Estate y la Iglesia Adventista que la ha considerado como una profeta divinamente inspirada. Es de reseñar que algunas de las declaraciones de Mary Baker Eddy corren paralelas, a veces de forma antitética, a las de Ellen G. White.

Ellen G. White

Mary Baker Eddy

«Prayer is not to work any change in God; it is to bring us into harmony with God» (WHITE, E. G. Christ´s Object Lessons, 1900, pág. 143).

«Prayer cannot change the Science of being, but it tends to bring us into harmony with it» (EDDY, M. B. Science and Health, 1875, pág. 1. Énfasis añadido).

Traducción: «La oración no es para efectuar ningún cambio en Dios; es para ponernos en

Traducción: «La oración no puede cambiar la ciencia del ser, pero tiende a ponernos en armonía

1872, págs. 25-26. 47 SHEW, M. L. Water Cure for Ladies: A Popular Work on the Health, Diet, and Regimen of Females and Children, and the Prevention and Care of Diseases, 3ª ed., 156 págs. [Consulta: 7 octubre 2007] 48 GLOVER, M. B. Science and Health [En línea]. Boston: Christian Scientist Publishing Company. 1875. [Consulta: 10 octubre 2007]. N.B.: Mary Baker Eddy es el nombre como ha pasado a la historia, Eddy era el apellido de su tercer marido, y Glover era el apellido de su primer marido.

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armonía con Dios»

con ella»

«Then He will mould and fashion us after the divine likeness...» (WHITE, E. G. «The New Life in Christ». Signs of the Times, 11 marzo 1903).

«...will mould and fashion us anew, until we awake in His likeness» (Ídem, pág. 4).

Traducción: «Entonces él [Jesús] nos moldeará y nos configurará según la semejanza divina»

Traducción: «...nos moldeará y nos configurará nuevamente, hasta que despertemos en Su semejanza»

«To all things untrue and base His very presence was a rebuke. In the light of His purity, men saw themselves unclean…» (WHITE, E. G. Education, pág. 79, 1903).

«Their imperfections and impurity felt the ever-present rebuke of his perfection and purity» (EDDY, M. B. Science and Health, pág. 52, 1875).

Traducción: «Su misma presencia era un reproche para todo lo falso y lo bajo. A la luz de su [de Jesús] pureza, los hombres veían que eran impuros...» (WHITE, E. G. La educación, pág. 79).

Traducción: «Sus imperfecciones y su impureza sintieron el siempre presente reproche de su perfección y su pureza»

3.4. Popularización del gran movimiento de reforma de la salud en la Norteamérica de mitad del siglo XIX En EE.UU. En 1825 había 2.500 médicos que practicaban la homeopatía en Nueva Inglaterra, Nueva York, Pensilvania y el Medio Oeste; y cientos de miles de devotos seguidores. La hidroterapia49 se introduce en los EE.UU. por Joel Shew, Russell T. Trall50 (1812- 1877) y Mary Gove Nichols51 (1810-1844). En diciembre de 1845 Joel Shew empezó a publicar el Water-Cure Journal. En 1851 Mary Gove funda el American Hydropathic Institute con 26 estudiantes. Trall en 1857 hace funcionar el New York Hygeio-Therapeutic College. Lorenzo N. Fowler era conferenciante del college de Trall en frenología y ciencia mental. Graham, Alcott, Wells... eran visitantes habituales de Clinton Hall; Shew y Trall publicaban con los Fowler. En mayo de 1850 Clinton Hal era el lugar escogido para organizar la reunión del Russell T. Trall. Fuente: American Vegetarian Society. William Alcott, http://www.harvestfields.ca/harvest/1presidente; Sylvester Graham y Joel Shew, text/Natural/trall.jpg 49

Los grandes precursores de la hidroterapia moderna son: Vincent Priessnitz (1799-1851), campesino de Silesia, y Sebastian Kneipp (1821-1897), sacerdote y médico alemán. 50 «Russell Trall». Wikipedia [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007] 51 «Mary Gove Nichols (1810-1884)». Portraits of American Woman Writers [En línea]. The Library Company of Philadelphia, 2005. [Consulta: 14 diciembre 2007]

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vicepresidentes; R, T, Trall y William Metcalfe, secretarios; Samuel R. Wells, tesorero. En un solo movimiento se agrupaban: vegetarianos, frenólogos, hidroterapéutas, antitabaco, anticorsé y temperantistas. Ellen G. White sin duda no fue la primera en llegar al gran movimiento de la reforma de la salud en los Estados Unidos de Norteamérica a mediados del siglo pasado. Mientras que ella recibió su primera visión sobre la reforma de la salud en 1848,52 y la gran visión de Otsego no será hasta el 6 de junio de 1863,53 ya a comienzos de la década de 1850 el movimiento de reforma de la salud estaba en su apogeo en los Estados Unidos. Los conferenciantes sobre salud y temperancia viajaban por todo el país, hablando en iglesias y Mary Gove Nichols. Fuente: auditorios, promoviendo una dieta vegetariana, y http://www.soilandhealth.org/02/0201hyglib cat/020125shelton.pristine/nichols.jpg advirtiendo contra el alcohol, el tabaco, los corsés... Una década antes de que Ellen G. White recibiera la visión de Otsego sobre la reforma de la salud, los principios más sobresalientes de la reforma de la salud estaban siendo enseñados por cruzados en favor de la salud, cristianos conocidos en todo el país.

3.4.1. La frenología La extraordinaria popularidad de la frenología durante las décadas de 1840 y 1850 es en gran medida debida a dos altas jerarquías eclesiásticas: Orson Squire Fowler54 (1809-1887) y su hermano Lorenzo. Desde su cuartel general de Clinton Hall en la ciudad de Nueva York los hermanos Fowler crearon un imperio frenológico que creció en todos los segmentos de la sociedad norteamericana. Veinte mil suscripciones de la revista mensual American Phrenological Journal. Miles de guías y manuales sobre salud mental y física eran publicados y vendidos anualmente. La frenología abarcó rápidamente toda la gama de reformas de la salud en boga: hidroterapia, grahamismo, temperancia, castidad, etc.55

Orson Squire Fowler. Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Orson_Squi re_Fowler 52

ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 65. WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit. 54 «Orson Squire Fowler». Wikipedia [En línea]. [Consulta: 14 diciembre 2007] 55 NUMBERS, R. N. Op. cit., págs. 67-70. 53

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4. ELLEN G. WHITE Y SUS CONTEMPORÁNEOS ADVENTISTAS ADHERIDOS A LA REFORMA DE LA SALUD Se aduce que Ellen G. White conocía prácticamente todo respecto a la reforma de la salud en junio de 1863, ya que entre los adventistas había ya reformadores de la salud entre ellos Bates, los Kellogg, Loughborough, y los Andrews, y que estos fueron los “inspiradores” de Ellen G. White, que simplemente se dedicó a hacer una labor de selección y recopilación. Para ello será preciso estudiar caso por caso.

4.1. John N. Andrews (1829-1893)56 Su esposa Angeline en su diario que escribía de soltera menciona que en su casa se consumía carne de cerdo. En este diario de 1859 al 1864 refiere cómo realizaban periódicamente la matanza del cerdo. Además nos cuenta la muerte de su vecino Carlon Beeman en 1860, y como previamente se le había sangrado y administrado morfina por orden del médico, todo ello era práctica habitual en la época. En 1862 su hermana pequeña, Mary, contrajo tosferina y el médico le administró ipecacuana, nitratos y quinina. Cuando se puso enferma su madre, se le administró ipecacuana y lobelia. A principios de 1863 John N. Andrews padece difteria y lee en la Review el artículo de James C. Jackson en que recomienda el uso del agua en el tratamiento de la difteria Fuente: Center for y se interesa por ello. Adventist Research Photograph Database La dieta de los Andrews, antes de adoptar la reforma de la salud en marzo de 1864, incluía: especias, pimienta, vinagre, mantequilla, carne, pescado, harina refinada.57 Con estos antecedentes los Andrews difícilmente podían ser una fuente global y precisa de información para Ellen G. White y el mismo J. N. Andrews en el Health Reformer de febrero de 1872, dice: «Fue en marzo de 1864, que yo mismo y mi esposa decidimos adoptar los principios de la reforma de la salud... Había visto algunos ejemplares de Laws of Life, y sabía que existía una institución higienista en Dansville, Nueva York. Pero conocía tan poco del sistema higienista en general, y de esta institución en particular, que yo no podía decidir, que este era el único sistema para ayudar a la preservación y recuperación de la salud.»58

No parece posible que los Andrews fueran una fuente adecuada de información de Ellen G. White en cualquier caso al revés, ya que ellos adoptaron la reforma de la salud nueve meses más tarde que los White. 56

ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 49-50. ANDREWS, J. N. «My Experience in Health Reform». Health Reformer. 7: 76-77, marzo, 1872. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 50. 58 Ídem, «My Experience in Health Reform». Health Reformer. 7: 44, febrero, 1872. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 50. 57

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4.2. John N. Loughborough (1835-1924) Loughborough come pan de Graham y lee el Water Cure Journal ya en 1848, por lo tanto debía conocer algo de la reforma de la salud.59 Pero esto es lo que conocía en realidad de la reforma de la salud: «Por aquel tiempo supe acerca del pan de Graham, obtuvimos algunos escritos de O. S. y L. N. Fowler y su Water Cure Journal. La cura de agua consistía en aquel tiempo en usar exclusivamente agua fría con ejercicio vigoroso. Una institución para semejante tratamiento fue abierta en Rochester, Nueva York, y muchas personas fueron grandemente beneficiadas, especialmente aquellas que tenían bastante vigor corporal para “hacer un paseo rápido de una a tres millas” y después un baño en agua helada; pero con pacientes débiles [aquellos cuya vitalidad era insuficiente para conseguir una reacción tal] el resultado era muy diferente... El agua fría no puede aliviar todos los enfermos que han llegado a tal estado como resultado de la violación de las leyes de la naturaleza.»60 Fuente: Center for En el mismo escrito nos cuenta como alrededor Adventist Research del 1850 utilizaba el tabaco como remedio para sus Photograph Database pequeñas hemorragias intestinales, fumaba cigarros porque la pipa le sentaba mal, y como él mismo dice: «Este recurso de fumar cigarros muestra cuán vagas eran nuestras ideas acerca de cómo vivir saludablemente.»61 El que Loughborough no era un profundo conocedor de la reforma de la salud antes de Otsego nos lo muestra lo que él mismo escribe en la Review:

«Yo he acompañado al hermano y la hermana White en sus citas en Maine, Vermont, y Rhode Island. Puedo decir por mí mismo, que yo he sido grandemente beneficiado en este viaje, no solo por su instrucción en asuntos espirituales, sino también por la excelente información que ellos impartían sobre salud, dieta, etc. »Y aquí yo podría decir que la instrucción que yo he recibido sobre salud, y estoy intentando ponerlo en práctica. Para el corto tiempo en que yo me he esforzado en vivir estrictamente de acuerdo con las leyes de la vida, he sido grandemente beneficiado. De todas maneras, hasta un año antes que yo comencé una reforma en relación a no comer carne. Como había tenido el hábito de consumir carne tres veces al día cuando podía conseguirla, en los primeros dos meses yo solo consumía carne dos veces por semana. Después durante un mes una vez por semana. Después durante tres meses una vez por mes. Y en los últimos cuatro meses no pasó carne por mis labios. Y durante los últimos dos meses yo he tomado solo dos comidas por día. Nunca antes había dormido tan plácidamente, o gozado de mejor salud, o mi mente más despierta, desde que yo por primera vez empecé en el servicio de Dios a la edad de 17 años, que en los dos últimos meses. »Con la corta experiencia que he tenido, no podría, bajo ningún concepto, volver a la carne, especias, pimienta, pasteles, salmueras, mostaza, dolor de cabeza, dolor de estómago y decaimiento, y sacrificar la saludable fruta, cereal y dieta vegetal, con agua pura y fresca como bebida, sin dolores de cabeza, con alegría, felicidad, vigor y salud.»62 59

NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 79. LOUGHBOROUGH, J. N. Medical Missionary and Gospel of Health, 10: 7, diciembre 1899. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., p. 48. 61 Ibídem. 62 LOUGHBOROUGH, J. N. Review and Herald 25:14, 6 de diciembre, 1864. Citado en: Ellen G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 48-9. 60

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Parece evidente que la deuda al respecto de la reforma de la salud es de J. N. Loughborough respecto a Ellen G. White y no al revés.

4.3. Joseph Bates (1792-1892) Sin duda alguna este si era un verdadero reformador de la salud, después de una vida marinera desde grumete a capitán con experiencias realmente rocambolescas, a la vista de la vida de depravación que él ve causada por el vicio, entre ellos el más importante el del alcoholismo, decide luchar en favor de la temperancia.63 En 1826 es cofundador de la American Temperance Society en Boston, Massachusetts.64 Abandona lo siguiente: las bebidas alcohólicas en 1821-1824; el tabaco en 1824; el té y el café en 1837; la carne en 1843; la mantequilla, el queso, los pastelillos de carne y los pasteles en 1843. J. Bates sí pudo haber sido la gran fuente de información de Ellen G. White, pero James White nos dice que: «No hizo mención de sus opiniones sobre la dieta apropiada en público por aquel tiempo Fuente: Center for o en privado a menos de que fuera interrogado Adventist Research sobre el tema.»65 Photograph Database Continúa diciendo que Bates se alegró mucho cuando los adventistas aceptaron la reforma de la salud.

4.4. La familia Kellogg John Preston Kellogg (1807-1881) de Tyrone, Michigan, padre de Merritt, John Harvey, Will Keith y trece niños más, era un reformador de la salud y estaba suscrito al Water Cure Journal, y cuando sus hijos padecieron el sarampión les aplicaron métodos hidroterápicos.66,67 Que no eran vegetarianos lo evidencia el hecho de que J. H. Kellogg recuerda haberle llamado especialmente la atención dos alimentos: rabo de buey ricamente dorados en el horno, y el azúcar lo mantenía en una esquina de la despensa. En la bodega había cerveza inglesa para ser usada en los dolores de estómago.68 John Harvey Kellogg al escribir en 1890 en el prefacio

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John Preston Kellogg. Fuente: Center for Adventist Research Photograph Database

ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 50-59. Ibídem, pág. 55. 65 Life of Bates, pág. 311. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 48. 66 ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 49. 67 NUMBERS, R. L. Op. cit., 1992, pág. 79. 68 Medical missionary, 14: 82, marzo, 1905. Citado en: SCHWARZ, R. W. John Harvey Kellogg, M.D. Nashville (Tennessee): Southern Publishing Association, 1970, pág. 10. Citado en: Ellen G. White Estate, op. cit., pág. 48. 64

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de Christian Temperance and Bible Hygiene, al referirse a los primeros escritos de Ellen G. White sobre salud, decía: «El tema de la salud era casi totalmente ignorado, no solo por el pueblo a quienes iba dirigido, sino también por el mundo entero.»69

4.5. Algunos adventistas más Roswell F. Cottrell era miembro del comité editorial de la Review and Herald y después de trasladarse a Battle Creek empezó a experimentar a finales de la década de 1840 con la dieta vegetariana y con un baño diario.70 J. W. Clarke de Green Lake County, Wisconsin, empezó a practicar el vegetarianismo y la hidroterapia a finales de la década de 1840. William McAndrew en Michigan y su hermana en Rhode Island abrazaron la reforma de la salud al inicio de la década de 1850. Annie Smith, la hermana de Uriah Smith, que trabajó para la Review and Herald, estuvo recibiendo durante muchos meses un tratamiento hidroterápico antes de su muerte en 1855. H. F. Phelps y H. C. Miller eran lectores de publicaciones sobre hidroterapia e iniciaron sus primeros pasos en la reforma de la salud al inicio de la década de 1860. Y al inicio de 1863 Marietta V. Cook, de Kirkville, Nueva York, seguía los consejos alimentarios y de vestimenta que dictaban los doctores de Dansville.

4.6. Contemporáneos adventistas no observadores del sábado Después del Gran Chasco de 1844 mileritas prominentes como Charles Fitch, Ezekiel Hale, jr. y el doctor Larkin B. Coles públicamente se asociaron con reformadores de la salud. Daniel T. Taylor, ministro y autor de himnos estuvo un año entero en Our Home de Dansville para recibir tratamiento hidroterápico. Joshua V. Himes, antiguo asistente de Miller, y su esposa eran amigos de los Jackson. La revista Voice of the Prophets editada por J. V. Himes llevaba noticias de los libros de James Caleb Jackson. Cuando Himes se trasladó a Michigan y empezó a editar Voice of the West tenía una sección fija titulada «Health Department» en la que Jackson era una colaborador ocasional.71

4.7. Escritos sobre la reforma de la salud en periódicos adventistas en los meses anteriores al 6 de junio de 1863 En el ambiente anteriormente descrito anteriormente en el capítulo 3 titulado «Reformadores de la salud norteamericanos contemporáneos de Ellen G. White» se puede observar como el movimiento de reforma de la salud goza de gran predicamento y popularidad en la sociedad norteamericana protestante del siglo XIX en que se entremezclan médicos y pastores de diferentes denominaciones. En ese ambiente va a nacer el movimiento de la reforma de la salud en la iglesia adventista. Pero en los meses previos a Otsego aparecen algunos artículos sobre diferentes puntos de la reforma de la salud en la Review and Herald que es el portavoz de los adventistas observadores del sábado:72 1. En la Review del 25 de noviembre de 1862 aparece un artículo de Dio Lewis que escribe al respecto de que las mujeres llevan escasa vestimenta en las extremidades y esto es causa de mala salud. 69

ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 49. COTTRELL, R. F. «Experience in Health Reform». Health Reformer, VII, agosto, 1872. Citado en: NUMBERS, R. L. Op. cit., pág, 79. 71 NUMBERS, R. L. Op. cit., 1992, págs. 78-79. 72 ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 12. 70

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2. En la Review del 10 de febrero de 1863 aparece un artículo titulado «Pure air», en que se habla de la importancia de la ventilación correcta de las casas, escuelas, etc. y se añade que el aire puro es un remedio divino. 3. En la Review del 17 de febrero de 1863 se reproduce un artículo aparecido en el Yates County Chronicle de Penn Yan, Nueva York (enero, 1863); este artículo estaba escrito por el Dr. J. C. Jackson y trata sobre cómo abordar le difteria por medios hidroterápicos. 4. En la Review del 12 de mayo de 1863 aparece un artículo que recomienda disminuir la ingesta de carne y grasas en la primavera. 5. En la Review del 19 de mayo de 1863 aparece un artículo en que se recomienda tomar solo dos comidas por día, y abstenerse de ingerir alimento alguno entre comidas. Hasta el 6 de junio de 1863 Ellen G. White tuvo la oportunidad de leer en los periódicos denominacionales adventistas, por lo menos una docena de artículos sobre la reforma de la salud. Parece plausible pensar que Ellen G. White estaba familiarizada con muchas de las ideas y de la fraseología al uso entre el movimiento de reforma de la salud en la Norteamérica de mediados del siglo pasado. No es factible que ella se hubiera podido sustraer a un movimiento de la proporción y envergadura del que se manifiesto en esos años en el país donde ella vivía, máxime cuando era posible leer artículos sobre el tema en la Review.

4.8. Resumen Excepto Bates el resto de contemporáneos adventistas de Ellen G. White no parece que pudieran ser fuentes completas y fidedignas de información sobre el tema de la reforma de la salud. Y en el caso de Bates no aparece como un gran propagandista dentro de la Iglesia por contraste con su militancia anterior, pero ello es posible pensarlo, debido a que debería postergar la importancia del tema de la reforma de la salud, ante otros temas que requerían prioridad en aquel momento histórico-doctrinal de la Iglesia. En un momento de tremendas innovaciones y descubrimientos bíblicos por parte de los adventistas, el tema de la reforma de la salud hubiera podido ser un elemento de confusión más que un beneficio para la iglesia, como así sucedió en el momento en el momento en que fue presentada la reforma de la salud. Baste recordar que la prohibición del uso de la carne de cerdo no le fue revelado a Ellen G. White hasta 1863.73 Y ella misma en 1858 advirtió que si eso era voluntad de Dios, él lo haría saber a su debido tiempo.74

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Ibídem, pág. 44. WHITE, E. G. Testimonies for the church. T. 1, págs. 206-207. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 44. 74

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5. DECLARACIONES DE ELLEN G. WHITE EN FAVOR DE LA ORIGINALIDAD DE SU MENSAJE DE LA REFORMA DE LA SALUD a) Los hermanos del Consejo de la Asociación de Wisconsin e Illinois formularon algunas preguntas para Ellen G. White que fueron transmitidas por el hermano Smith y reproducidas en la Review and Herald, del 8 de octubre de 1867;75 por lo tanto una fecha muy cercana a la visión do Otsego: «Pregunta sobre la visión: ¿Usted recibió sus visiones sobre la reforma de la salud antes de visitar el Health Instltute de Dansville, Nueva York, o antes usted había leído libros sobre el tema? »Respuesta: Estaba en la casa del hermano, Aaron Hilliard, en Otsego, Michigan, el 6 de junio de 1863, que el gran tema de la reforma de la salud fue abierto ante mí en visión. »No visité Dansville hasta agosto de 1864 catorce meses después que tuviera la visión. No leí ninguna de las obras [libros] sobre salud hasta que hube escrito Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, Appeal to mothers y hube esbozado la mayor parte de mis seis artículos en los seis números de How to Live. Desconocía la existencia de una publicación periódica como Laws of life, publicada en Dansville, Nueva York. No había oído de las varias obras [libros] sobre salud, escritas por el Dr. J. C. Jackson ni de otras publicaciones de Dansville, en el tiempo en que tuve la visión arriba mencionada. No conocía que tales obras [libros] existían hasta septiembre de 1863, cuando en Boston, Massachusetts, mi marido las vio anunciadas en un periódico titulado Voice of the Prophets, publicado por el pastor J. V. Himes. Mi marido hizo el pedido de las obras [libros] de Dansville y las recibió en Topsham, Maine. Sus ocupaciones no le dieron tiempo para examinarlas detenidamente, y como yo decidí no leerlas hasta que hubiera acabado de escribir mis visiones, los libros permanecieron en sus envoltorios. »Al presentar el tema de la salud a algunos amigos mientras trabajaba en Michigan, Nueva Inglaterra y en el estado de Nueva York, y al hablar contra las drogas y las comidas [basándose en la] carne, y en favor del agua, el aire puro, y una dieta apropiada, muchas veces la respuesta era: “Usted habla de forma muy parecida a las opiniones enseñadas en Laws of Life y en otras publicaciones, de los doctores. Trall, Jackson y otros. ¿Ha leído usted esa publicación periódica y esas obras [libros]?” »Mi respuesta era que no lo había hecho, nunca las leería hasta acabar de escribir por completo mis visiones, para que no se pudiera decir que yo había recibido mi luz sobre el tema de la salud de médicos, y no del Señor. »Y después que hube escrito mis seis artículos para How to Live, entonces examiné las diversas obras [libros] sobre higiene y quedé sorprendida al encontrarlas tan parecidas y en armonía con lo que el Señor me había revelado. Y para mostrar esta armonía, y presentar delante de mis hermanos y hermanas el tema como era formulado por escritores competentes, decidí publicar How to live, en la cual yo extracté en gran parte de las obras [libros] referidas.»

En esta declaración observamos que Ellen G. White afirma que no ha leído obras de los «doctores Trall, Jackson y otros» antes de redactar las visiones: «no debería leerlos hasta que yo hubiera escrito completamente mis visiones». Y la razón que ella aduce no es que eso menoscaba su don profético, sino que es por causa de los que creen que la “originalidad” es condicio sine qua non en aquel o aquella que reclame poseer el don de profecía: «para que no se pudiera decir que yo había recibido mi luz sobre el tema de la salud de los médicos, y no del Señor». Sin embargo, es de destacar que ella no afirma que la publicación de los seis artículos de How to Live, unos de los primeros escritos inmediatamente después de la visión de Otsego, fuera antes de consultar «las opiniones enseñadas en Laws of Life y otras publicaciones de los doctores Trall, Jackson y otros». O sea, por lo que se desprende de tales declaraciones, hay que distinguir entre el momento de la redacción de las visiones: «hasta que yo hubiera escrito completamente mis visiones», y cuando 75

WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.

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fueron publicadas y redactadas definitivamente las visiones mencionadas: «el tema como era formulado por escritores competentes, decidí publicar How to live, en la cual yo extracté en gran parte de las obras [libros] referidas». Por todo lo cual, podemos deducir que Ellen G. White distingue dos momentos en la redacción de la visión de Otsego: el momento “inmediatamente” posterior a la recepción de la visión y el momento de la redacción definitiva y publicación. Y es en este segundo momento que se introduce de forma clara toda la fraseología apropiada para presentar la visión y que se recoge de los autores contemporáneos y que tratan sobre el tema de una forma cercana a como Ellen G. White entiende que es la orientación de su visión sobre la reforma de la salud. Ello no debe producir estupor alguno, baste recordar que ella escribía sus visiones, pero después tenía correctores ortográficos y de estilo, que en un primera etapa fue su esposo James White que era maestro de escuela, y que sin duda disponía de conocimientos de lengua superiores a los de su esposa Ellen G. White. Posteriormente, cuando la obra de Ellen G. White empezó a alcanzar un volumen de trabajo y una extensión e influencia insospechada en un primer momento, requirió de un mayor número de colaboradores y correctores de sus escritos. Y no parece que por ello Ellen G. White sintiera tal procedimiento como un menoscabo de su misión como profeta y que lo percibiera como si sus visiones fueran dependientes de sus colaboradores.76 En esa misma línea ella consideraba los libros que consultaba cuando corregía la redacción de la visión de Otsego, como “colaboradores” en la redacción.77 b) En el Manuscrito 7 de 1867 Ellen G. White dice: «Mi visión era clara, no quise leer nada hasta que hube completado mis libros. Mis visiones fueron escritas independientemente de libros o de opiniones de otros».78

76

OLSON, R. W. 101 preguntas acerca del santuario y Elena G. White. Buenos Aires: ACES, 1982, págs. 95-406. 77 Ibídem, págs. 70-95. 78 WHITE, E. G. Manuscrito 7, 1867. Reproducido en: ELLEN G. WHITE ESTATE, Op. cit., pág. 10.

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6. TESTIMONIOS DE ADVENTISTAS CONTEMPORÁNEOS A ELLEN G. WHITE AL RESPECTO DE LA REFORMA DE LA SALUD 6.1. John H. Waggoner El hermano Waggoner hacía esta significativa declaración que fue registrada en la Review and Herald, del 7 de agosto de 1866:79 «Nosotros no pretendemos ser los pioneros en lo que concierne a los principios generales de la reforma de la salud. Los principios en que se basa esta corriente de pensamiento han sido expuestos en gran medida por reformadores, médicos y autores especializados en fisiología e higiene, y de esta manera pueden ser encontrados en los escritos esparcidos por todas partes. Lo que sí afirmamos es que gracias al método escogido por Dios esta doctrina ha sido formulada en forma más clara y definida, razón por la cual está produciendo un efecto que no podría haberse producido de otra manera. »Como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia, pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios, y así manifestadas para ser la manera por lo cual un pueblo débil puede llegar a ser fuerte, y nuestros cuerpos enfermos limpiados y hecho a medida para la traslación, entonces viene a ser para nosotros una parte esencial de la verdad presente, que debe ser recibida con la bendición de Dios.»

Esta declaración está en armonía con múltiples declaraciones de Ellen G. White, en que refiere que a ella le fueron mostrados los principios generales de la reforma de la salud, pero correspondía a los hombres el desarrollar estos principios y su aplicación particular en cada caso. Se puede observar que la originalidad del mensaje de la reforma de la salud en Ellen G. White no es tanto en el contenido específico de los consejos de salud, como que estos y una filosofía de reforma de la salud pasen a ser «parte esencial de la verdad presente», «como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia, pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios». Esta es sin duda alguna la “originalidad”, o mejor dicho, la característica distintiva de la reforma de la salud en los testimonios de Ellen G. White. La aportación genuinamente adventista al movimiento de reforma de la salud, es que los principios de la reforma de la salud son parte integrante del mensaje del tercer ángel y por lo tanto pasan a tener la misma importancia que el resto de las doctrinas que el común de los adventistas consideran como fundamentales.

6.2. John H. Kellogg El Dr. John Harvey Kellogg da la mejor definición de lo que eran y supusieron los consejos sobre salud de Ellen G. White: «En ningún lugar y por nadie fue presentado un sistemático y armonioso cuerpo de verdades higiénicas, libre de errores patentes, y consistente con la Biblia y los principios de la religión cristiana.»80 En otra ocasión dirá: «Es imposible para ningún hombre que no haya hecho estudios de medicina apreciar el maravilloso carácter de la instrucción que ha sido recibida en estos 79

WAGGONER, J. H. Op. cit. (énfasis añadido). KELLOGG, J. H. Prefacio, pág. III. Christian Temperance and Bible Hygiene. Citado en: WHITE, A. L. Ellen G. White. The Lonely Years 1876-1891. Vol. 3. Capítulo 33: «(1888-1889) Advances in Book Production». Hagerstown (Maryland): Review and Herald, 1986.

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escritos. Es maravilloso, hermanos, cuando yo miro atrás sobre los escritos que nos fueron dados hace treinta años, y entonces quizá al día siguiente y escoger una revista científica y hallo un nuevo descubrimiento que el microscopio ha hecho, o que ha sido formulada luz en el laboratorio de química, –yo digo, es perfectamente maravilloso cuan correctamente ello concuerdo con el hecho–… »No existe un solo principio en relación al desarrollo saludable de nuestros cuerpos y mentes que no sea defendido en estos escritos de la hermana White.»81

El mismo Dr. Kellogg en la misma sesión hablaba del testimonio que había recibido del Dr. Lay:

Fuente: KELLOG, J. H. Plain Facts for Old and Young [En línea]. Burlington (Iowa): I. F. Segner, 1890. [Consulta: 6 enero 2007]

«Justo antes de venir a esta asamblea hablé con el Dr. Lay y me dijo cómo escuchó la primera instrucción acerca de la reforma de la salud yendo atrás a 1860, y especialmente en 1863. Mientras él estaba conduciendo un coche con el hermano y la hermana White, ella relató lo que le había sido presentado sobre la reforma de la salud.»82

En una carta personal de J. H. Kellogg a Ellen G. White le decía: «Hay muchos que están listos para decir que la hermana White ha sido influenciada para hacer o decir por este o por aquel, a veces vacilo acerca de escribirle al respecto de cosas que yo quisiera escribirle, [...] puedo decir con la mayor confianza que no existe ninguna posibilidad de que usted pueda ser influenciada por mí de ningún modo. Ha sido para mí una fuente de mayor confianza y satisfacción de lo que yo puedo expresarle, esto lo he visto muchas veces, en mi conocimiento de usted y su trabajo.»83

El Dr. Kellogg abandonó la Iglesia Adventista con posterioridad, y es por ello que la declaración siguiente tiene un enorme valor, ya que fue escrita en 1938: «Las pautas establecidas en aquellos primeros días yo estaba empeñado en mantenerlas no solo mientras yo era un miembro de la denominación sino hasta ahora. Yo descubría en la Sra. White una sabia consejera y una amiga a quien yo constantemente apelaba en busca de consejo el cual seguía con la mejor de mis habilidades. Tuve la absoluta seguridad que el Señor estaba dirigiendo la mente de la Sra. White y yo tengo esta misma confianza todavía. Era una mujer piadosa que buscaba la guía divina y la recibía. Tengo muchas pruebas de esto, probablemente más de las que ningún otro hombre haya tenido nunca... »No he dudado en ningún momento que la bondadosa providencia dirigió a la Sra. White a reconocer los principios en que el Sanatorio de Battle Creek está basado en la divina verdad y que este reconocimiento era el impulso motivador que condujo a J. N. Loughborough, Joseph Aldrich, mi padre y algunos otros que les llevó a invertir en esta empresa todo el dinero que podían sustraer de sus muy escasos recursos...»84

Ante esta declaración huelgan todo tipo de comentarios. 81

KELLOGG, J. H. General Conference Daily Bulletin, 8 marzo 1897. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 16. 82 Ibídem. 83 KELLOGG, J. H. Carta a Ellen G. White, 9 septiembre 1892. Citado en: Messenger, págs. 16-17. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 18. 84 John Harvey Kellogg. Autobiographical memoir, 21 octubre 1938, págs. 6, 11. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 22.

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7. ACUSACIONES DE FALTA DE ORIGINALIDAD Y PLAGIO EN EL TEMA DE LA REFORMA DE LA SALUD CONTRA ELLEN G. WHITE Ellen G. White es acusada de falta de originalidad y de copiar de otros autores, desde el inicio de las visiones en favor de la reforma de la salud. Pero en este trabajo nos limitaremos a considerar las acusaciones que se vierten en el libro Prophetess of Health: A Study of Ellen G. White del Dr. Ronald L. Numbers, profesor de historia de la medicina e historia de la ciencia en la Universidad de Wisconsin, Madison. El Dr Numbers siendo miembro de la Iglesia Adventista, empezó sus investigaciones sobre el tema que nos ocupa en la Universidad de Loma Linda.85 El libro fue editado por Harper and Row el 5 de mayo de 1976. En el mismo año el Staff del Ellen G. White Estate editó una extensa replica titulada A Critique of the book Prophetess of Health, y este último trabajo también será útil para elaborar y enjuiciar las críticas de y a Numbers. Bien entendido que personalmente parto de la presunción de honestidad intelectual como historiador del Dr. Numbers y de su sincera búsqueda de la verdad al respecto del don profético en Ellen G. White y de su relación con la Iglesia Adventista. Como él mismo dice «This is, I believe».86

7.1. Primera acusación: los adventistas contemporáneos a Ellen G. White fueron la fuente de información de ella Acusación: El Dr. Numbers menciona como fuentes de información a Joseph Bates, J.N. Loughborough, J.N. Andrews y la familia Kellogg. Respuesta: En el caso de Bates hubiera sido posible por sus extensos conocimientos sobre la reforma de la salud, pero la declaración antes citada de James White en Life of Bates, pág. 311 que dice así: «No hizo mención de sus opiniones sobre la dieta apropiada en público por aquel tiempo o en privado, a menos de que fuera interrogado sobre el tema».87 En el caso de aceptar esta declaración como fidedigna y que reflejara lo que realmente sucedía, nos llevaría a considerar que Joseph Bates no fue una fuente de información para Ellen G. White sobre el tema de la reforma de la salud. Evidentemente, sería posible dudar de tal declaración y pensar que Joseph Bates sí fue una fuente de información. Pero en este último caso estaríamos presuponiendo ignorancia o intención de amañar la verdad por parte de James White. Este último criterio para ser coherentes deberíamos aplicarlo sistemáticamente a todos los contemporáneos de Ellen G. White que emitían declaraciones sobre los hechos relacionados con la pretendida revelación divina de la visión de junio de 1863 en Otsego, lo cual nos conduciría a un callejón sin salida, ya que estaríamos obligados a dudar de cualquier declaración de todos los contemporáneos de Ellen G. White tanto de los que creían en su don profético, como de sus detractores. En el caso de los otros hermanos, baste recordar que no tenían suficientes conocimientos sobre el tema como para ser fuentes de información y ellos mismos lo confirman con sus testimonios, mencionados en capítulos precedentes.88

85

BRODIE, F. M. «Ellen G. White’s Emotional Life». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs.13-15. Ibídem. 87 BATES, J. Life of Bates. Battle Creek (Michigan): Steam Press of the Seventh Day Adventist Publishing Association, 1877, pág. 311. [Consulta: 9 octubre 2007] 88 Véase los diferentes apartados del capítulo 4: «Ellen G. White y sus contemporáneos adventistas adheridos a la reforma de la salud». 86

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7.2. Segunda acusación: los libros que envió el Dr. James C. Jackson fueron la fuente de información de Ellen G. White Acusación: Numbers no cree que la inspiración sea un argumento válido para un historiador89 y que pueda ser invocada en auxilio de nadie para justificar un conocimiento científico sobre salud. Lo cual nos muestra bien a las claras que Numbers parte del a priori de que Ellen G. White y probablemente nadie puede pretender estar inspirado en temas de salud. Los White recibieron los libros de Dansville el 12 de diciembre de 1863 y la visión fue el 6 de junio del mismo año; pero Appeal to mothers no se publica hasta abril de 1864. Aunque las declaraciones de la misma Ellen G. White mencionan que no pudo ni quiso leer los libros de Dansville, hasta haber escrito Appeal to mothers y Spiritual Gifts, tomos 3 y 4, y por ello Ellen G. White da todo el crédito de sus opiniones a Dios.90 A mediados del siglo XIX, una de las más reputadas instituciones médicas en los Estados Unidos que se caracterizaba por reformas en la dieta y el tratamiento de los enfermos era la administrada por el Dr. James C. Jackson en Dansville, Nueva York. El Dr. Jackson promocionaba una dieta vegetariana, dos comidas diarias; curas por agua, y un estilo de vestido reformado para las mujeres. Sin duda, presentaba grandes similitudes con los consejos al respecto de la reforma de la salud que preconizaba Ellen G. White. Ellen G. White constata en una carta a sus hijos como las personas que conocen al matrimonio White y la institución y publicaciones del Dr. Jackson se sorprenden al ver las coincidencias y similitudes en las declaraciones de ambos: «Nos hemos encontrado aquí con una señora que estuvo en Our Home (Nuestro Hogar) en Dansville cuando nosotros estuvimos allí. Ella me presentó a su esposo. Ellos asistían a nuestras reuniones. Vuestro padre disertó sobre temperancia el domingo por la mañana. Ella y su esposo se sentaron en su carruaje justo en la parte de afuera de las cortinas de la carpa. Son gente inteligente y eran los primeros en llegar al lugar. Nos invitaron a visitarlos, y hoy cumplimos con su solicitud. Ella hizo la observación, en relación con el discurso de vuestro padre, de que a ella le parecía estar oyendo al Dr. Jackson otra vez. Ella se refirió especialmente al hecho de que yo había hablado en la convención, diciendo que no lo había olvidado; que había sido de gran ayuda para ella desde ese tiempo; que le había beneficiado a ella especialmente.»91 Respuesta: El hecho de que los escritos de Ellen G. White sobre la salud se parecieran tanto a las enseñanzas del Dr. Jackson despertó una cierta preocupación entre los hermanos en la iglesia. Ellen G. White constata que la gente le preguntaba si ella había recibido sus visiones sobre la reforma de la salud influida por el Dr. Jackson. Se suscitó tal controversia que Ellen G. White se vio obligada a defenderse públicamente desde las páginas de la Review and Herald,92 la publicación de mayor difusión entre los adventistas observadores del sábado:

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NUMBERS, R. L. «An author replies to his critics». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs. 27-36. WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit. 91 WHITE, E. G. Carta 3, 1865. A Edson y Willie White, 13 junio 1865, MR 5, pág. 384. [Consulta: 9 octubre 2007] 92 WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit. 90

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Texto original (inglés)

Traducción «Pregunta sobre la visión: ¿Usted recibió sus visiones sobre la reforma de la salud antes de visitar el Health Institute de Dansville, Nueva York, o antes usted había leído libros sobre el tema?

«Question on the vision: «Did you receive your views upon health reform before visiting the health institute at Dansville, N.Y., or before you had read works on the subject?»

»Respuesta: Estaba en la casa del hermano, Aaron Hilliard, en Otsego, Michigan, el 6 de junio de 1863, que el gran tema de la reforma de la salud fue abierto ante mí en visión. »No visité Dansville hasta agosto de 1864 catorce meses después que tuviera la visión. No leí ninguna de las obras [libros] sobre salud hasta que hube escrito Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, Appeal to mothers y hube esbozado la mayor parte de mis seis artículos en los seis números de How to Live. Desconocía la existencia de una publicación periódica como Laws of life, publicada en Dansville, Nueva York. No había oído de las varias obras [libros] sobre salud, escritas por el Dr. J.C. Jackson ni de otras publicaciones de Dansville, en el tiempo en que tuve la visión arriba mencionada. No conocía que tales obras [libros] existían hasta septiembre de 1863, cuando en Boston, Massachusetts, mi marido las vio anunciadas en un periódico titulado Voice of the Prophets, publicado por el pastor J. V. Himes. Mi marido hizo el pedido de las obras [libros] de Dansville y las recibió en Topsham, Maine. Sus ocupaciones no le dieron tiempo para examinarlas detenidamente, y como yo decidí no leerlas hasta que hubiera acabado de escribir mis visiones, los libros permanecieron en sus envoltorios. »Al presentar el tema de la salud a algunos amigos mientras trabajaba en Michigan, Nueva Inglaterra y en el estado de Nueva York, y al hablar contra las drogas y las comidas [basándose en la] carne, y en favor del agua, el aire puro, y una dieta apropiada, muchas veces la respuesta era: “Usted habla de forma muy parecida a las opiniones enseñadas en Laws of Life y en otras publicaciones, de los doctores. Trall, Jackson y otros. ¿Ha leído usted esa publicación periódica y esas obras [libros]?” »Mi respuesta era que no lo había hecho, nunca las leería hasta acabar de escribir por completo mis visiones, para que no se pudiera decir que yo había recibido mi luz sobre el tema de la salud de médicos, y no del Señor. »Y después que hube escrito mis seis

»Answer: It was at the house of Bro. A. Hilliard, at Otsego, Mich., June 6, 1863, that the great subject of Health Reform was opened before me in vision. »I did not visit Dansville till August, 1864, fourteen months after I had the view. I did not read any works upon health until I had written Spiritual Gifts, Vols. iii and iv, Appeal to Mothers, and had sketched out most of my six articles in the six numbers of How to Live. »I did not know that such a paper existed as the Laws of Life, published at Dansville, N.Y. I had not heard of the several works upon health, written by Dr. J. C. Jackson, and other publications at Dansville, at the time I had the view named above. I did not know that such works existed until September, 1863, when in Boston, Mass., my husband saw them advertised in a periodical called the Voice of the Prophets, published by Eld. J. V. Himes. My husband ordered the works from Dansville and received them at Topsham Maine. His business gave him no time to peruse them, and as I determined not to read them until I had written out my views, and books remained in their wrappers.

»As I introduced the subject of health to friends where I labored in Michigan, New England, and in the State of New York, and spoke against drugs and flesh meats, and in favor of water, pure air, and a proper diet, the reply was often made, "You speak very nearly the opinions taught in the Laws of Life, and other publications, by Drs. Trall, Jackson, and others. Have you read that paper and those works?”

»My reply was that I had not, neither should I read them till I had fully written out my views, lest it should be said that I had received my light upon the subject of health from physicians, and not from the Lord. »And after I had written my six articles for 34

artículos para How to Live, entonces examiné las diversas obras [libros] sobre higiene y quedé sorprendida al encontrarlas tan parecidas y en armonía con lo que el Señor me había revelado. Y para mostrar esta armonía, y presentar delante de mis hermanos y hermanas el tema como era formulado por escritores competentes, decidí publicar How to live, en la cual yo extracté en gran parte de las obras [libros] referidas.»

How to Live, I then searched the various works on hygiene and was surprised to find them so nearly in harmony with what the Lord had revealed to me. And to show this harmony, and to set before my brethren and sisters the subject as brought out by able writers, I determined to publish How to Live in which I largely extracted from the works referred to.»

Los White no visitaron la clínica del Dr. Jackson sino hasta agosto de 1864. Esto ocurrió catorce meses después de que Ellen G. White dijo haber recibido su visión sobre la salud en junio de 1863. Ella aseguró que no conocía los libros del Dr. Jackson antes de septiembre de 1863. «Yo no había oído hablar de las varias obras sobre la salud, escritas por el Dr. J. C. Jackson, y otras publicaciones en Dansville, en el tiempo en que tuve la visión mencionada más arriba [6 de junio de 1863]. Yo no sabía que existiesen tales obras hasta septiembre de 1863.»93 Sin embargo, los hijos de los White habían caído enfermos de difteria en enero de 1863, y en ese tiempo fue cuando los White se familiarizaron por primera vez con los escritos del Dr. Jackson. Los White estaban familiarizados con los escritos del Dr. Jackson por lo menos cuatro meses antes de la fecha de la visión. De hecho, James White reimprimió un artículo Dr. Jackson sobre la difteria en la edición del 17 de febrero de 1863 de la Review and Herald, dicho artículo del Dr. Jackson titulado «Diphtheria, Its Causes, Treatment and Cure» [Difteria, sus causas, tratamiento y cura], previamente publicado el 15 de junio de 1863 en el Yates County Chronicle de Penn Yan, Nueva York.94 El 13 de agosto de 1863 el Dr. Jackson escribe a James White disculpándose por la larga demora en contestar la solicitud de los White de información acerca de sus libros. James White le había escrito al Dr. Jackson en junio, porque en diciembre de 1864 dijo que dieciocho meses antes [junio de 1863] hizo un pedido a Dansville de algunos libros del Dr. Jackson. Cuando llegaron los libros Ellen G. White aseguró que habían permanecido en sus envoltorios, pero el 12 de diciembre de 1863 James White envió desde Topsham y por correo una copia del opúsculo Consumption del Dr. Jackson, a un amigo, Ira Abbey, que residía en Brookfield, Nueva York. James White imprimió un artículo del libro de Jackson, Laws of Life, en la edición del 27 de octubre del 1863 en la Review and Herald. Parece que no todas las publicaciones remitidas desde Dansville permanecieron en sus envoltorios y algunas fueron quitadas por lo menos nueve meses antes de que la Sra. White escribiera su visión

7.3. Tercera acusación: Ellen G. White disponía de suficiente información en los meses previos al 6 de junio de 1863 gracias a los artículos publicados en los periódicos adventistas Acusación: Numbers argumenta que los White conocían muy bien las técnicas hidroterápicas ya que en febrero de 1863 James White descubre el artículo del Dr. J. C. Jackson en el Yates County Chronicle, en el que escribe sobre el tratamiento de la difteria, este articulo se reproduce en la Review, pero además los White aplican a dos de sus hijos enfermos de difteria las técnicas mencionadas en el articulo del Dr. Jackson. También aplica estas técnicas el hermano Hull con su hijo de 6 años de edad 93 94

Ibídem.. NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 76.

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y todos ellos curaron gracias a las técnicas hidroterápicas propugnadas por Jackson.95 Respuesta: Los artículos del Dr. Jackson y de otros autores al ser publicados en periódicos adventistas parece muy poco probable que Ellen G. White no los hubiera leído. Pero si echamos una ojeada a la lista de artículos aparecidos en la Review and Herald96 previamente al 6 de junio de 1863 y los escritos posteriores de Ellen G. White, estos además de ser mucho más completos y extensos, presentan una filosofía de la salud que como dirá J. H. Kellogg es: «...un sistemático y armonioso cuerpo de verdades acerca de la salud, libre de errores patentes y consistente con la Biblia y los principios de la religión cristiana».97 O sea, los escritos de Ellen G. White son mucho más abarcantes que unos cuantos principios y técnicas de orden salutífero, sino que es algo mucho más importante, es toda una filosofía de la salud, nunca antes presentada de forma clara y consistente. En ayuda de esta opinión, están el resto de testimonios de los adventistas contemporáneos a Ellen G. White. Es evidente que Ellen G. White debía conocer el articulo de Jackson sobre técnicas hidroterápicas en la difteria. Ante esta cuestión el Ellen G. White Estate entiende que se contesta la cuestión teniendo en cuenta que el hijo de los White, Henry Nichols murió en diciembre del 1863, varios meses después de la visión de Otsego a causa de una neumonía. Henry fue tratado por un médico local sin técnicas hidroterápicas, lo cual demostraría que por aquellas fechas los White no conocían en profundidad las técnicas hidroterápicas. Esta opinión viene reforzada por el hecho de que en el invierno de 1864 otro hijo de los White, William, padece también neumonía y en esta ocasión sí deciden utilizar el agua como remedio curativo: «Acabábamos de sepultar a nuestro hijo fallecido a causa de esa enfermedad y estábamos muy ansiosos por Willie, pues temíamos que él también muriera. Decidimos que no llamaríamos a un médico, sino que haríamos lo mejor que pudiésemos mediante el uso del agua y rogando al Señor en favor del niño.»98

Es evidente que en diciembre de 1863 con Henry Nichols desconocían que las técnicas hidroterápicas tenían validez en la neumonía, además de poder ser aplicadas en la difteria. A la vista que los remedios tradicionales del momento no eran capaces de curar la neumonía, los hermanos White deciden “experimentar” el agua; y “experimentar” porque los White no habían visitado todavía el sanatorio de Dansville, ya que el tomo 4 de Spiritual Gifts se publica en agosto de 1864 y en septiembre visitan por primera vez Dansville. Además Ellen G. White tampoco ha leído los libros que envió Jackson a James White, ya que ella afirma que no los quiso ni pudo leer hasta haber redactado sus visiones, para no ser acusada de falta de originalidad. Por lo tanto estos hechos nos indican dos cosas, su conocimiento de que el agua es un remedio apto para el enfermo, le viene de Dios y del Dr. Jackson o incluso de otros, y la forma de aplicar el agua es dejado a la investigación del hombre. Pero lo que no le viene a Ellen G. White del Dr. Jackson ni de ningún otro hombre es la confianza y la seguridad en que el agua sí que verdaderamente es un tratamiento válido. Porque, a pesar de conocerlos no tuvieron la iniciativa de aplicar dichos conocimientos con su hijo Henry que falleció en diciembre de 1863 por neumonía. Y cuando en invierno de 1864 Willie enferma, deciden confiar en Dios usando el agua como medio terapéutico y poner en práctica las técnicas hidroterápicas que habían leído en los artículos del Dr. Jackson, y quizás los consejos de sus amigos de cómo aplicar técnicamente el agua como remedio terapéutico. Dios muestra unos principios de salud que es labor del hombre el desarrollarlos; con Henry Nichols no se atrevieron o no supieron utilizar el agua, pero ante los hechos se imponía el hacer lo mejor que se supiera con William. 95

ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 51. Ibídem, pág. 12. 97 KELLOGG, J. H. Prefacio, pág. III. Christian Temperance and Bible Hygiene. Citado en: Ellen G. WHITE, A. L. Ellen G. White. The Lonely Years 1876-1891. Vol. 3. Capítulo 33: «(1888-1889) Advances in Book Production». Hagerstown (Maryland): Review and Herald, 1986. 98 WHITE, E. G. Spiritual Gifts. Vol. 4, pág. 151. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE, Op. cit., pág.. 51. 96

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Todo ello parece indicar que los artículos publicados en los periódicos adventistas no contenían una información global sobre la reforma de la salud para entender que Ellen G. White tenía suficiente con ellos para “elaborar” la visión de Otsego. Además el caso precedente demuestra que la visión de Otsego no fue una sesión de hidroterapia, sino que esboza las líneas maestras de una filosofía de la salud. La declaración de Waggoner, anteriormente reseñada,99 nos muestra claramente que el valor de la visión de Otsego es que sitúa a la reforma de la salud como parte de las verdades del mensaje del tercer ángel.

7. 4. Cuarta acusación: plagio de Ellen G. White Acusación: Numbers dice que Ellen G. White toma palabras de Philosophy of health de L. B. Coles, libro anterior en el tiempo a los escritos de Ellen G. White posteriores a Otsego.100 Respuesta: A esto el Ellen G. White Estate contesta.101 1. En los paralelismos entre Coles y White hay expresiones similares, pero no la misma fraseología. 2. Ellen G. White y Coles ambos viven en la misma época y cultura, por lo tanto son herederos del mismo lenguaje y fraseología. Por lo tanto no debe sorprender que se utilicen palabras similares en pensamientos parecidos. Acusación: Numbers dice que Ellen G. White utiliza expresiones de Coles al respecto del tabaco y que son: «insidious poison» y «slow poison». Respuesta: Estas mismas expresiones son utilizadas por: • James White en la Review and Herald, 19: 4, 3 diciembre 1861: «slow poison». • James White en la Review and Herald, 14: 22, 9 junio 1859: «slow poisons». • John Bostwick en la Review and Herald; 18: 2, 11 junio 1861: «insidious poison». Estas citas nos muestran como estas expresiones ya eran utilizadas por los adventistas, y si existió “plagio” más bien seria de las publicaciones adventistas que de la obra de Coles. Los responsables del Ellen G. White Estate admiten la posibilidad de que los escritos de Coles y Mann pudieron ser leídos por Ellen G. White, después de haber redactado sus primeros escritos sobre la reforma de la salud –como ella menciona en varias citas extractó frases, expresiones… de varias obras de expertos en la materia–, perfectamente pudieron ser parte de esas obras que después ella mismo dijo que se admiró de que sus mensajes estuvieran tan en armonía con las obras de salud que leyó después.

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WAGGONER, J. H. Op. cit. Véase: Anexo A. Paralelismos literarios e ideológicos entre Ellen G. White y sus contemporáneos en el tema de la reforma de la salud 101 ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 53. 100

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8. DISCUSIÓN 8.1. “Originalidad” de Ellen G. White «Lo que yo he escrito al respecto de la salud no era tomado de libros o publicaciones periódicas... Después de que la visión me fue dada, mi marido fue despertado al respecto de la cuestión de la salud. Él obtuvo libros, después de nuestro viaje al Este, pero yo no quise leerlos. Mi visión era clara, y no quise leer nada hasta haber acabado totalmente mis libros. Mis visiones fueron escritas independientemente de libros o de opiniones de otros.»102

Ellen G. White afirma que no depende de los seres humanos para escribir sus mensajes, no que su mensaje sea una innovación original, porque había libros que hablaban del tema de la reforma de la salud y ella misma lo menciona. Por lo tanto, decir que no quiere leer libros ya escritos sobre el mismo tema o muy similar al que ella va a tratar, y a renglón seguido si hubiera dicho que su tema era “original” a todo el mundo, y a ella misma, les hubiera resultado chocante. Las reformas de los hábitos alimentarios, de consumo de tabaco, alcohol, etc., las reformas de salud en general no equivale al mensaje de la reforma de la salud.. Conocer los tratamientos, la ideología, etc. no implica como consecuencia lógica saber cuál es la importancia de la reforma de la salud en el marco del mensaje del tercer ángel. Ellen G. White en el 1863 probablemente no tiene suficiente solidez intelectual e ideológica, y probablemente su madurez espiritual como profeta no había alcanzado el nivel suficiente como para no ser influenciada por las filosofías y parafilosofías de la reforma de la salud. Por ejemplo, John H. Kellogg y la filosofía que se refleja en el libro El templo viviente es panteísmo mezclado con principios y consejos sobre salud adecuados y correctos. El concepto al uso de originalidad se fundamenta en el concepto de innovación, de ser el primero en decir o hacer algo. La “originalidad” de Ellen G. White en el tema de la reforma de la salud no podemos pensar que se basa en que ella dijo cosas desconocidas, esta postura entraría en contradicción con la tradición adventista. Esta siempre ha sostenido que el papel de Ellen G. White en las doctrinas adventistas no es el innovar sino el “seleccionar” o señalar el camino hacia las verdades bíblicas. Los pioneros extrajeron las verdades bíblicas de un estudio concienzudo de la Biblia, pero en ocasiones cuando las dificultades para comprender un mensaje bíblico fundamental se tornaban para ellos en insalvables, entonces el auxilio divino llegaba por medio de Ellen G. White que recibía la luz suficiente para saber qué camino había que tomar. La labor profética de Ellen G. White en el ámbito del estudio de las verdades bíblicas, no fue la de introducir verdades fundamentales, sino en la de colaborar en la selección de lo que era fundamental de lo que no lo era, o en facilitar el camino ayudar que permitiera discernir entre las diferentes propuestas posibles, cuáles eran verdaderas y cuáles no. Distinguir entre lo básico y lo accesorio, y ponerlo de relieve cuando el pueblo de Dios fuera apto para recibirlo. ¿Por qué entonces queremos un papel diferente de Ellen G. White en el tema de la reforma de la salud? Las doctrinas del sábado, del santuario, de la inmortalidad condicional del alma, etc. son formuladas antes que Ellen G. White tuviera visiones “confirmatorias”, y nunca los teóricos que apoyan la inspiración de Ellen G. White en estas doctrinas han afirmado que Ellen G. White sea “original” en su formulación. Antes al contrario los esfuerzos de dos de los autores más reconocidos del adventismo en el siglo XX, LeRoy E. Froom en Norteamérica y Alfred F. Vaucher en Europa, intentan demostrar que totas las doctrinas adventistas tienen su refrendo correspondiente en la historia de la iglesia cristiana desde sus inicios y a lo largo de los tiempos. Pero, en demasiadas ocasiones, los mismos que opinan que la iglesia adventista 102

WHITE, E. G. Manuscript 7, 1867. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 10.

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no depende de los escritos de Ellen G. White para fundamentar sus doctrinas y que ella no fue la primera que las formuló en el seno de la iglesia, y no por ello consideran que dependa de fuentes humanas en la formulación de sus visiones sobre estos puntos doctrinales, estos mismos, a veces, son los primeros en pretender que Ellen G. White en la formulación del tema de la reforma de la salud no depende de fuentes humanas porque ella es totalmente original. ¿ Cuál es entonces la diferencia?, ¿cuál es la originalidad de la reforma de la salud en Ellen G. White? a) Nace en el seno del adventismo, sin “corrupción” humana. b) El tema y el movimiento de la reforma de la salud ya está muy extendido en Norteamérica, ni que decir en la Gran Bretaña y en Centroeuropa. En Norteamérica el movimiento temperantista y de reforma de la salud es asumido por una serie de liderazgos personalistas, mezcla de activistas y doctrinarios de la reforma de la salud, políticos radicales (abolicionistas, etc.) y revivalistas religiosos. En este caso Dios preserva la profeta de la “contaminación” de probables errores mezclados con la verdad. Una vez esbozda la visión ya puede leer los libros que le permiten adquirir el lenguaje para comunicar la verdad de la reforma de la salud. Probablemente Ellen G. White tiene alguna noción del ideario de los movimientos temperantistas y conocimientos varios de contenido práctico sobre la reforma de la salud; sin que ello constituya un corpus de conocimientos sólido y bien trabado, porque no ha profundizado en el tema, y sin duda no tiene un conocimiento en detalle ni de conjunto de los usos y prácticas de la reforma de la salud. Ellen G. White previa a la visión de Otsego no ha formado todavía un cuerpo doctrinal e ideológico de la reforma de la salud. El Señor la preserva de una probable “contaminación” que le haría entrar en dudas y errores a la propia profeta que no tiene un conocimiento solido del tema. Antes de la visión de Otsego el tema de la reforma de la salud en su conjunto y en la mayoría de sus detalles era desconocido para Ellen G. White, por lo que no tiene suficiente madurez para discriminar la autentica y pura verdad entre los autores de su época. Para ser coherentes por un lado con las informaciones que nos han llegado por parte de sus protagonistas en relación a cómo se gestó el auge de la reforma de la salud como una doctrina adventista, y por otro lado tal y como nos ha llegado la información de cómo se gestaron el resto de doctrinas adventistas, habremos de aceptar que Ellen G. White se limitó a trazar las líneas maestras del camino hacia la reforma de la salud. Su labor no consistió ni en ser la primera en formular dicha doctrina desde el punto de vista histórico, ni tampoco en desarrollarla de forma exhaustiva.

8.2. “Innovación” histórica Numbers pretende que la inspiración profética depende de la cronología histórica. Esto parece la recuperación del argumento que la alta crítica bíblica siempre ha utilizado para desautorizar los relatos mosaicos frente a las tradiciones mesopotámicas (Léase: Código de Hammurabi y leyes mosaicas), o la epístola de Judas que toma prestado de la literatura intertestamental, concretamente del Apocalipsis de Enoc. La lista de ejemplos de préstamos literarios de la Biblia respecto a su literatura contemporánea es bastante larga. Aplicando el criterio de Numbers –no es el único que lo sostiene, Rea, Canright y muchos otros críticos de Ellen G. White lo han esgrimido– de que una prueba de autenticidad de un profeta debe ser la originalidad e innovación en sus exposiciones, en ese caso también la Biblia quedaría desautorizada. Y los adventistas entienden que el don profético en Ellen G. White es de la misma naturaleza que el profetismo bíblico. En caso de aceptar el criterio de originalidad e innovación como condición sine qua non para alguien que se reclama como profeta, deberemos aplicar dicho criterio no 39

solo a Ellen G. White sino también a todos los profetas bíblicos. Con ese criterio prácticamente nos quedamos sin profetas bíblicos, ni el mismo Jesús de Nazaret pasaría la prueba, ya que en algunas ocasiones parafrasea rabinos judíos de su época. Todo ello nos debería conducir a pensar que la naturaleza de la inspiración profética poco tiene que ver con el calendario y la cronología. Una discusión en ese terreno deja poco margen de maniobra, ya que no es el terreno de la inspiración divina. Simplemente lo único que constata es que antes que el profeta hubo otros que dijeron lo mismo o algo parecido, pero eso no afirma ni niega la inspiración profética. A la inversa, el que algo sea dicho por primera vez en el campo de la salud por un profeta tampoco es una prueba de su don profético, como así es enarbolado en demasiadas ocasiones por escritos adventistas. Argumento recurrente en no pocas publicaciones en forma de libros y artículos de revistas. Baste recordar trabajos preparados por el Ellen G. White Estate tales como: La ciencia médica y el espíritu de profecía,103 en donde el argumento fundamental para demostrar la autenticidad del don profético de Ellen G. White se basa en presentar todas las declaraciones de la pretendida profeta en que supuestamente se adelantó a la ciencia médica.

8.3. Inspiración divina verbal e inerrancia Las críticas de Numbers y otras similares hacia la pretensión de Ellen G. White de haber recibido el mensaje de la reforma de la salud de forma directa por revelación divina, solo se sostienen ante la creencia en la inspiración verbal y su consecuencia, la inerrancia de los escritos proféticos. Ninguno de los dos presupuestos son sostenibles frente a una hermenéutica rigurosa tanto de los escritos de Ellen G. White como de los escritos bíblicos en general. Ellen G. White nunca pretendió la inspiración verbal de sus escritos: «No son las palabras de la Biblia las inspiradas, sino los seres humanos son los que fueron inspirados. La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones, sino en el hombre mismo...».104 Ellen G. White nunca pretendió tampoco que no podía haber errores en sus escritos: «Acerca de la infalibilidad, nunca pretendí tenerla. Solo Dios es infalible».105

8.4. La redacción de How to Live fue posterior a la lectura de Laws of Life de James C. Jackson Si bien es cierto que Ellen White en la Review del 8 de octubre de 1867, que fue escrita como respuesta ante las insistentes preguntas de los adventistas que le preguntaban si ella, Ellen G. White, había escrito sus visiones sobre la reforma de la salud influida por el Dr. Jackson, ella afirma enfáticamente: «No leí ninguna de las obras [libros] sobre salud hasta que hube escrito Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, Appeal to mothers y hube esbozado la mayor parte de mis seis artículos en los seis números de How to Live.»106,107 103

WHITE ESTATE. La ciencia médica y el espíritu de profecía. Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1969, 52 págs. 104 WHITE, E. G. Mensajes selectos. T. 1, pág. 24. Esta cita de Ellen G. White la toma prestada, pero corregida de STOWE, C. E. Origin and History of the Books of the Bible, pág. 19, 1868. Citado en: REA, W. Op. cit., pág. 187 (pág. 195, ed. esp.). 105 WHITE, E. G. Carta 10, 1895. 106 WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit. 107 La actitud de no querer leer antes de escribir, es muy parecida a la que tuvo cuando escribió Spiritual Gifts (parte preliminar de Great controversy) y J. N. Andrews le indica la similitud del texto escrito con

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También al final de la misma declaración dice: «Y al mostrar esta armonía, y señalar delante de mis hermanos y hermanas que el tema era formulado por escritores competentes, decidí publicar How to live, en el cual yo extracté ampliamente de las obras [libros] referidas.»108 Aparentemente estas dos declaraciones son contradictorias, primero dice que no había leído esos libros antes de escribir sus propios escritos, y a continuación en la misma declaración y el mismo párrafo y la misma respuesta, afirma que «extracté ampliamente» de esos libros, pero después de ver que sus escritos están en armonía con los de otros «escritores competentes». ¿Cómo es posible afirmar dos cosas aparentemente contradictorias en el mismo párrafo? Ellen G. White distingue dos momentos en la redacción de sus visiones, un primer momento en que esboza sus visiones y las escribe in extenso sin tener en cuenta más que sus visiones, y un segundo momento en que hace las correcciones y deja el texto definitivo para ser impreso y distribuido entre los lectores, y es en este segundo momento cuando consulta autores que le puedan auxiliar en la fraseología o en cómo ordenar el material escrito. Esta es la mecánica habitual de composición de los libros de Ellen G. White y de cualquier libro o artículo con pretensiones de un mínimo rigor. «Las instrucciones que he recibido por medio de las visiones fueron fielmente escritas por mí. [...] Después examinábamos juntos el material; mi esposo corregía los errores gramaticales y eliminaba las repeticiones inútiles. Entonces era cuidadosamente copiado para las personas a las cuales era dirigido o para el impresor.»109 «En algunos casos cuando he encontrado que un historiador había reunido los hechos y presentado en pocas líneas un claro conjunto del tema, o agrupado los detalles en forma conveniente, he reproducido sus palabras, no tanto para citar a esos autores como autoridades, sino porque sus palabras resumían adecuadamente el tema. Y al referir los casos y puntos de vista de quienes siguen adelante con la obra de reforma en nuestro tiempo, me he valido en forma similar de las obras que han publicado.»110

Es evidente que esta era una mecánica habitual en la edición de los escritos de Ellen G. White. Además hay que tener en cuenta que los amigos de los White eran sabedores que Ellen G. White tenía limitaciones como escritora y precisaba como todo autor de soporte literario para redactar. Y así lo corrobora la declaración de G. W. Amadon: «yo supe que una gran parte de él [How to live] era prestado»,111 y eso no era visto como Paradise lost de John Milton. Robert W. Olson cree que esta actitud de Ellen G. White lo sostiene cuando todavía es joven y no tiene la misma seguridad en su ministerio como profeta que con posterioridad y en la madurez cuando adquiere una plena confianza y libertad para usar citas de otros autores. Por ejemplo, en la redacción de El conflicto de los siglos Ellen G. White toma citas de las obras de Edward Gibbon (The History of the Decline and Fall of the Roman Empire [En línea]. 6 vols. Londres: Strahan & Cadell, 1776-1788. [Consulta: 16 octubre 2007]) o de Jean Henri Merle d’Aubigné (History of the Reformation of the Sixteenth Century [En línea]. 5 vols. Londres: Religious Tract Society, 1863 [Consulta: 16 octubre 2007]. El título original es en francés, Histoire de la réformation du XVIe siècle, aunque Ellen G. White consultó las traducciones al inglés) entre otros autores (Veáse OLSON, R. W. «El espíritu de profecía. Ellen G. White». XIII Convención AEGUAE, Sant Feliu de Guixols, 1987). 108 WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit. 109 WHITE, E. G. The Writing and Sending of the Testimonies to the Church. Pacific Press, 1906, págs. 46. Citado en: WILCOX, F. M. El testimonio de Jesús, Buenos Aires: ACES, 1960, pág. 105. 110 WHITE, E. G. El conflicto de los siglos [En línea], pág. 14 (énfasis añadido). [Consulta: 16 octubre 2007] 111 «An authentic interview between elder G. W. Amadon, elder A. C. Bourdeau, and Dr. John Harvey, Kellogg in Battle Creek, Michigan, on October 7th, 1907.» Reportaje registrado taquigráficamente. Citado

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un menoscabo en la consideración de Ellen G. White como profeta, sino parecería incompatible la declaración de G. W. Amadon con la de su esposa Martha que relata lo ocurrido el sábado 6 de junio de 1863, cuando los hermanos estaban reunidos para celebrar el servicio de culto, Ellen G. White tuvo la visión, tal y como lo cuenta Martha D. Amadon: «A la hermana White se le pidió que orara en el culto familiar. Ella lo hizo de una forma maravillosa. El pastor White estaba arrodillado a corta distancia de ella. Durante la oración, ella se acercó a él, y colocando su mano sobre su hombro continuó orando por él hasta que fue arrebatada en visión. Ella estuvo en visión cerca de cuarenta y cinco minutos. Fue en esta ocasión que recibió instrucción acerca de la cuestión de la salud que poco después llegó a ser un tema de gran interés para nuestro pueblo. Los que estuvieron presentes en el momento en que esta visión era dada, nunca olvidarán la atmósfera celestial que llenaba por completo la habitación.»112

8.5. Errores en acusaciones de plagio de Ellen G. White Algunos autores acusan de plagio a Ellen G. White cuando escribió Appeal to Mothers porque copia de Cause of exhausted vitality de Eli Peck Miller. Pero esta obra es del 1867, fecha posterior a 1863.

8.6. Muchos de los pioneros de la reforma de la salud en la Norteamérica del siglo XIX pretenden ser innovadores originales Es paradójico que muchos de los pioneros en la reforma de la salud pretenden ser innovadores y en eso basan su autoridad. Los que invocan originalidad e innovación, en general se refieren a la introducción de técnicas terapéuticas o cambios en los hábitos alimentarios u otros. Este es por ejemplo el caso de Sylvester Graham.113 Por contra, los pioneros adventistas desmienten que la autoridad de los testimonios de Ellen G. White se base en la innovación de «los principios generales de la reforma de la salud».114 EL hermano Waggoner hacía esta significativa declaración que fue registrada en la Review and Herald, del 7 de agosto de 1866:115 «Nosotros no pretendemos ser los pioneros en lo que concierne a los principios generales de la reforma de la salud. Los principios en que se basa esta corriente de pensamiento han sido expuestos en gran medida por reformadores, médicos y autores especializados en fisiología e higiene, y de esta manera pueden ser encontrados en los escritos esparcidos por todas partes. Lo que sí afirmamos es que gracias al método escogido por Dios esta doctrina ha sido formulada en forma más clara y definida, razón por la cual está produciendo un efecto que no podría haberse producido de otra manera. »Como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia, pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios, y así manifestadas para ser la manera por lo cual un pueblo débil puede llegar a ser fuerte, y nuestros cuerpos enfermos limpiados y hecho a medida para la traslación, entonces viene a ser para nosotros una parte esencial de la verdad presente, que debe ser recibida en: REA, W. T. Op. cit., pág. 202. 112 Mrs. Martha D. Amadon, Ellen G. White Publications, Document File N1 105. Citado en: ROBINSON, D. E. Op. cit., pág. 76. 113 NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 52. 114 WAGGONER, J. H. Op. cit. 115 Ibídem (énfasis añadido).

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con la bendición de Dios.»

Cuando fue recibido el mensaje de la reforma de la salud en la visión de junio de 1863, en el momento que los White empezaron a divulgarlo, muchos ya le preguntaban a Ellen G. White si conocía lo que decían sus contemporáneos (Jackson y otros). Insistir por parte de Ellen G. White en la “originalidad e innovación histórica” de cuestiones puntuales (hidroterapia, lago de las faldas, sol, aire puro...) en el marco del mensaje de la reforma de la salud sería simplemente sorprendente, además de absurdo. El mensaje inspirado a Ellen G. White es fundamentalmente un mensaje que ofrece las bases ideológicas para una filosofía de la salud en el marco del mensaje del tercer ángel. Las curas de agua, la hidroterapia no es el núcleo fundamental de la visión de Otsego. El tema fundamental es que la salud espiritual está en íntima relación con la salud física, esta depende de aquella y aquella de esta. Aunque esto último tampoco sea original, porque ya se reflejaba en el libro del Levítico, o en la máxima clásica mens sana in corpore sano. El sábado, el santuario y cualquier otra doctrina que recibe el apoyo de Ellen G. White, ninguna de ellas son originales en sus escritos. La labor del profeta, como así fue en los tiempos bíblicos, es simplemente la recuperar y devolver a su lugar las doctrinas bíblicas olvidadas. Es en este sentido que se debe entender la labor de Ellen G. White al respecto del mensaje de la reforma de la salud, como una labor de recuperar una doctrina bíblica puesta en olvido.

8.7. El movimiento de la reforma en el marco de las corrientes de reforma social y religiosa de la Norteamérica de mediados del siglo XIX Si en Europa a mediados y finales del siglo XIX las corrientes vegetarianas, naturistas, medicinas alternativas, etc. se entremezclan en una eclosión de nuevas y populares filosofías como son el anarquismo, el esperantismo, etc. En los Estados Unidos de Norteamérica los reformadores de la salud, temperantistas, etc. también se entremezcla con movimientos de comunas utópicas, milenaristas, abolicionistas, etc., es la utopía de un mundo nuevo que se alcanzará también con la reforma de la salud. Es de destacar que en el mundo de la reforma de la salud muchos de sus pioneros asociada a la tarea de propagar la reforma de la salud, inducían al culto a la personalidad del líder de la reforma de la salud. Algunos de los terapeutas y médicos de la reforma de la salud más que pacientes tenían “creyentes” de una nueva “religión” la de la reforma de la salud.116 Por ejemplo entre los reformadores del vestido abundaban las feministas y los espiritistas.117 Por ejemplo, El Dr. Jackson mezcla teología, evidentemente la suya particular, y la reforma de la salud.118 Era evidente, por lo tanto, que hacía falta una teología asociada a la reforma de la salud entre los adventistas. Cabe recordar como en los balnearios y sanatorios de los reformadores de la salud no solo se promovía la reforma de la salud sino también todo tipo de reformas de diversa índole.119 Entonces se hacía preciso inaugurar balnearios adventistas donde la reforma de la salud se predicara de acuerdo a la interpretación bíblica y filosofía de vida adventista. En este ambiente era necesario defender un enfoque, sino diametralmente opuesto, sí mucho más matizado. Se imponía la conducción divina de dicho fenómeno, ya que de lo contrario sin dicha conducción si se hubiera llevado a sus últimas consecuencias, podía amenazar la supervivencia de la iglesia adventista como tal, baste recordar la crisis que supusieron las ideas panteístas, muy propias de los movimientos naturistas, 116

NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 54. Ibídem, pág. 134. 118 Ibídem, pág. 90. 119 Ibídem, pág. 93. 117

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y que fueron defendidas entre otros por el Dr. John Harvey Kellogg. En la esencia de los movimientos de reforma de la salud hay una religión de adoración de la naturaleza y del cuerpo humano, lo que se encuentra en oposición a la visión cristiana del mundo. Es por ello que Dios inspiró a Ellen G. White al respecto de la reforma de la salud, para que la iglesia en este tema no tomara un rumbo equivocado y se viera sumergida en la vorágine de movimientos reformadores de la salud, temperantistas, etc. con un gran atractivo ideológico y enorme fuerza social. Los testimonios de Ellen G. White también juegan un papel de moderadores de los extremismos radicales de los reformadores de la salud, tanto en su vertiente de principios de salud como de ideologías radicalizadas.120 Ellen G. White recibe la visión del 6 de junio de 1863 cuando el grueso de conocimientos y la sensibilidad por la reforma de la salud ya son suficientes, y antes de que sea demasiado tarde y se produzcan desviaciones irrecuperables. El mensaje es dado en el tiempo oportuno (kairós), al igual que siempre ha sido con todos los mensajes divinos.

8.8. Fraseología similar de los escritos de Ellen G. White y los de sus contemporáneos Parece evidente que Ellen G. White era una lectora regular de la Review, por lo tanto debía conocer los artículos que en ella aparecían sobre la reforma de la salud. Pero aun suponiendo que Ellen G. White no hubiera leído ni tan siquiera los artículos sobre reforma de la salud que aparecieron en la Review antes del 6 de junio de 1863,121 lo cual en sí mismo ya sería paradójico, toda vez que ya en 1848 recibió una visión sobre la reforma de ciertos hábitos de salud, lo cual indica que un cierto conocimiento e interés por el tema ya tenía. Bien, que no hubiera leído nada, el que sí que los había leído era el redactor jefe de la Review que al mismo tiempo era el principal colaborador en la corrección de los textos de Ellen G. White, que era su propio marido James White, y él sí conocía la fraseología y los conceptos vertidos en dichos artículos, y por lo tanto los podía usar en las correcciones que hacía de los textos de Ellen G. White.

8.9. El conocimiento de Ellen G. White sobre los principios de la reforma de la salud fueron in crescendo a medida que maduraba como persona y como cristiana Es evidente que los conocimientos y la confianza en los principios de la reforma de la salud fueron evolucionando en el seno de la familia White. La muerte por neumonía de su hijo Henry hace que tomen la decisión de tratar la enfermedad de Willie con hidroterapia y prescindir de los medicamentos (drugs) propios de los médicos de su época.122 El largo de los vestidos también se somete a la técnica de ensayo y error. Ellen G. White nunca pretendió que le fuera dado en visión el largo de las faldas en pulgadas.123 Ella recibía visiones “genéricas”, no en detalle.

120

Ibídem, pág. 55. ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág. 12. 122 WHITE, E. G. Spiritual Gifts, vol. 4, pág. 151. Citado en: ELLEN G. WHITE ESTATE. Op. cit., pág.. 51. 123 Ibídem, pág. 91. 121

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8.10. “Energía vital” y frenología: Ejemplos de conceptos científicos propios de una época Ellen G. White maneja el concepto de “energía vital” que se popularizó en su época. Las afirmaciones científicas de Ellen G. White como todas las afirmaciones científicas tienen que ser observadas en su tiempo y deben ser contextualizadas con los saberes de su época, situarlas fuera de su tiempo es cometer una descontextualización que intenta encontrar falsos errores en los escritos de Ellen G. White. Si los métodos hidroterápicos del Dr. Jackson muestran su eficacia probada, es lógico que también pongan confianza en la frenología que practica el Dr. Jackson, y es así como someten a sus hijos a un diagnóstico frenológico por parte del Dr. Jackson.124 Muchos médicos durante bastante tiempo fueron practicantes de la frenología, hasta fechas relativamente recientes, en cambio hoy sería muy difícil encontrar un seguidor de dichas teorías, ya que están totalmente denostadas por la ciencia médica. Los conocimientos han evolucionado hasta el día de hoy, pero Ellen G. White falleció en el 1915 y por lo tanto, sus conocimientos y evolución quedaron circunscritos a un tiempo-espacio limitados, como lo es la propia vida. Los escritos de Ellen G. White no pueden tomarse como fuente de “inspiración científica”, al igual que tampoco lo es la Biblia. Intentar encontrar “evidencias” científicas que corroboren las afirmaciones de Ellen G. White es un anacronismo, porque eran las que se ofrecían en su época, y las verdades científicas se superan con el avance de los conocimientos científicos. Sería preciso un serio replanteamiento de todas las afirmaciones que hacemos los adventistas en cuestiones de salud que son fundadas en declaraciones de Ellen G. White, ya que algunas de sus fuentes hoy serían cuestionables científicamente. Ella afirma cuestiones de detalle que era común afirmarlas en su época. La revelación es progresiva, los idearios de salud, educación, etc. basados en los escritos de Ellen G. White, es preciso ser conscientes y reflexionar que están basados en tiempo y espacio circunstanciales, ya que la revelación también presenta esta realidad. No se pueden presentar como verdades inamovibles y que son landmarks, ya que la misma profeta cambia y evoluciona. Factores que modulan las opiniones de Ellen G. White que fue madurando con el tiempo en referencia a la reforma de la salud.

8.11. Inspiración de las fuentes Richard Schwarz afirma: que de la misma forma que el Espíritu Santo inspira a los profetas, también inspira a las fuentes de les que tomará prestado el profeta.125

124 125

NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 90. SCHWARZ, R. «On Writing and Reading History». Spectrum. Vol. 8 (1976), núm. 2, págs. 16-20

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9. CONCLUSIONES 1. Ellen G. White afirma no haber leído los libros de Dansville antes de recibir la visión del 6 de junio de 1863 en Otsego, pero no afirma no haberlos leído antes de redactar en su forma definitiva los aspectos fundamentales de la visión en el esbozo de la mayor parte de los seis artículos de How to Live. Quizás sería adecuado pensar lo mismo en relación a Spiritual Gifts, volúmenes 3 y 4, Appeal to mothers. 2. La fraseología médica sobre el tema de la reforma de la salud que usa Ellen G. White para expresar el contenido de sus visiones es la misma que usa el resto de sus contemporáneos. Ellen G. White pretende la inspiración divina, no el ser una literata y una creadora de lenguaje. 3. La visión de Otsego es un ideario sobre la reforma de la salud, no un rosario de detalles sobre hidroterapia, largos de faldas, etc. El ideario es: el mensaje de la salud es parte del mensaje del tercer ángel. Los detalles tales como el largo de las faldas medido en pulgadas no eran dados a Ellen G. White en visión, solo se le ofrecían principios generales.126 4. ¿Qué es lo que lee Ellen G. White y afirma que está en armonía con las visiones recibidas?127 Probablemente lee cómo hacer una receta de pan saludable, cómo usar el agua en tratamientos hidroterápicos, etc. y eso ve que está en la dirección de los principios que le señalaban las visiones. 5. Ellen G. White como profeta tiene la misión de llamar y sensibilizar a las conciencias, movilizar voluntades en favor de las verdades espirituales y bíblicas. No es llamada a ser original e innovadora en este campo, lo que tiene que ser es una pionera. Y esa es la tarea del agitador, del revolucionario, del profeta, su misión no es ser “original”. Al igual que no tiene que ser original en el resto de las verdades bíblicas y espirituales, tampoco lo tiene que ser al respecto de la verdad de la reforma de la salud. 6. Las principales diferencias entre los reformadores de la salud y el mensaje de la reforma de la salud que propugnan los adventistas, se refiere sobre todo en la filosofía de base que alumbra su modo de ver la reforma, y su conducta que les lleva a mayor gloria del hombre. Ellen G. White preconiza la reforma de la salud a mayor gloria de Dios. 7. Cuanto más divulgado y extendido está el movimiento de reforma de la salud en los Estados Unidos de Norteamérica, es precisamente cuando los mensajes de Ellen G. White pueden ser mejor apreciados y acogidos. El ambiente permite que un mensaje de tal naturaleza no sea visto como extravagante. El que el mensaje de la reforma de la salud haya alcanzado cotas de popularidad inusitadas y realmente extensas a mediados del siglo XIX en Norteamérica, prepara el medio para recibirlo como parte del mensaje del tercer ángel, además de obligar a tomar posición ante un movimiento naciente, como es el de la reforma de la salud y la temperancia, sumándose a sus propagadores y defensores o sumirse en la indiferencia. Los adventistas escogen sumarse a dicho movimiento y de esta manera convertirse en pioneros de la reforma de la salud. 8. Ser pioneros de un movimiento no significa necesariamente ser los iniciadores 126

WHITE, E. G. «The Reform Dress». Testimonies. T. 1, pág. 521. Citado en: NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 141. 127 WHITE, E. G. «Questions and Answers». Op. cit.

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originales, sino los que sumándose a un movimiento lo defienden, propagan e implementan, y le dan un cariz novedoso. En el caso del mensaje de la reforma de la salud el adventismo le imprime un carácter de novedad al incorporarlo como parte del mensaje del tercer ángel de Apocalipsis. 9. Los escritos de Ellen G. White no pueden tomarse como fuente de “inspiración científica”, al igual que tampoco lo es la Biblia. En múltiples ocasiones es un anacronismo intentar encontrar “evidencias” científicas que corroboren las afirmaciones de Ellen G. White al respecto de la reforma de la salud, porque cuando ella escribe sobre aspectos concretos del tema (por ejemplo, el largo de las faldas, la aplicación del agua como remedio salutífero, etc.) fundamenta sus afirmaciones en los conocimientos científicos propios de su época, y las verdades científicas se superan con el transcurso del tiempo y el avance de la ciencia. Sería preciso un serio replanteamiento de todas las afirmaciones que hacemos los adventistas en cuestiones de salud, que son fundadas en declaraciones de Ellen G. White, ya que algunas de sus fuentes hoy serían cuestionables científicamente. Ella afirma cuestiones de detalle que era común afirmarlas en su época La revelación es progresiva, los idearios de salud, educación, etc. basados en los escritos de Ellen G. White, es preciso ser conscientes y reflexionar que están basados en tiempo y espacio circunstanciales, ya que la revelación también presenta esta realidad. No se pueden presentar como verdades inamovibles y que son landmarks, ya que la misma profeta cambia y evoluciona. Factores que modulan las opiniones de Ellen G. White que fue madurando con el tiempo en referencia a la reforma de la salud. 10. La metodología seguida seguida por algunos para responder a las críticas de Ronald L. Numbers es incorrecta ya que pretende demostrar históricamente la inspiración divina de Ellen G. White. No se debe caer en la “trampa” de creer que el método histórico puede ser la vara de medir del fenómeno de la inspiración divina. No es posible afirmar o negar si Ellen G. White estaba inspirada divinamente en la visión de la reforma de la salud del 6 de junio de 1863 en Otsego, por el simple hecho de poder situar históricamente si fue antes la visión del Ellen G White o los escritos del Dr. James C. Jackson u otros. La historia del movimiento de temperancia y reforma de la salud está encuadrada en un momento histórico que coincide con la adopción de dicha reforma entre los adventistas, o mejor dicho, de algunas de sus ideas innovadoras seleccionadas que son incluidas en el marco del mensaje del tercer ángel; como no podía ser de otro modo. El adoptar un estilo de vida compatible con la reforma de la salud como parte del cuerpo doctrinal fundamental de una comunidad de cristianos, en este caso adventistas, eso sí es innovador en el conjunto del cristianismo. 11. En la Norteamérica de mediados del siglo XIX la American Temperance Society tenía un millón de miembros aproximadamente, cinco mil sociedades locales y una tirada de doscientos mil ejemplares de su revista The Temperance Recorder.128 Teniendo en cuenta que los Estados Unidos de Norteamérica por esa época tenía unos veinte millones de habitantes, eso significa que el cinco por ciento de la población norteamericana era miembro de la American Temperance Society. Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que el movimiento de la reforma de la salud y la temperancia en la Norteamérica de mediados del siglo XIX fue todo un fenómeno social de masas. Hacia 1840 aproximadamente cien mil Family Rights editados por Samuel Thomson habían sido distribuidos, y Thomson estimaba que cerca de tres millones de personas habían adoptado su sistema. En estados tan diversos como Ohio y Misisipí, quizás la mitad de los habitantes se curaban a sí 128

ROBINSON, D. E. Op. cit., págs. 40-41.

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mismos con el estilo thomsoniano.129 En EE.UU. hacia 1825 había 2.500 médicos que practicaban la homeopatía en Nueva Inglaterra, Nueva York, Pensilvania y el Medio Oeste; y cientos de miles de devotos seguidores.130 Había muchas otras asociaciones de reforma de la salud con multitud de afiliados, lo cual hace patente la enorme popularidad que el movimiento tenía entre los contemporáneos de Ellen G. White. Siendo como era el movimiento de la reforma de la salud tan popular, es lógico que el lenguaje de Ellen G. White fuera similar al de sus contemporáneos, ya que la reforma de la salud era un lugar común del conocimiento compartido de su época, por lo menos entre una parte bastante numerosa de la población. Entonces, ¿por qué se extrañan tanto sus contemporáneos adventistas que Ellen G. White utilice un lenguaje, unas expresiones e ideas similares que sus contemporáneos? Primero, porque la parte más conocida del movimiento de reforma de la salud es sobre todo su vertiente temperantista que se plasmaba en sus cruzadas contra el vicio y el alcoholismo,131 y solo un núcleo más reducido de iniciados y activistas estaban adheridos de forma plena a los principios del movimiento de reforma de la salud. Segundo, y este es un aspecto más relevante, porque tienen el concepto erróneo de que el profeta está inspirado verbalmente132 y que el profeta es alguien que propone vaticinios ante eventum. Ambas ideas no coinciden con el concepto bíblico de profeta. Profeta bíblico es aquel que llama a la adoración de un único Dios creador, a la espera activa del reino mesiánico y al cumplimiento de los mandatos divinos como garantes de la ética. La misma Ellen G. White cuando formula sus ideas que no son las palabras las inspiradas sino el hombre, también serán posteriores a la visión del 6 de junio de 1863 en Otsego al respecto de la reforma de la salud. Es probable que ella misma no tuviera este concepto tan claro por aquellas fechas y por eso también ella insiste en la “originalidad” del mensaje de la reforma de la salud. Pareciera como si toda la defensa de la autenticidad de la inspiración divina de la reforma de la salud se basara en si había leído o no los libros encargados a Dansville. Lo que no cabe duda es que Ellen G. White sí había escuchado las ideas del Dr. Jackson o similares, porque eran conocidas, al menos de forma parcial, por muchas personas adventistas y no adventistas. La línea tradicional adventista de responder ante las acusaciones de plagio de Ellen G. White al respecto del tema de la reforma de la salud es la sostenida por el hermano Waggoner que hacía esta significativa declaración que fue registrada en la Review and Herald, del 7 de agosto de 1866: «Nosotros no pretendemos ser los pioneros en lo que concierne a los principios generales de la reforma de la salud. Los principios en que se basa esta corriente de pensamiento han sido expuestos en gran medida por reformadores, médicos y autores especializados en fisiología e higiene, y de esta manera pueden ser encontrados en los escritos esparcidos por todas partes. Lo que sí afirmamos es que gracias al método escogido por Dios esta doctrina ha sido formulada en forma más clara y definida... »Como meras verdades sobre fisiología e higiene, podían haber sido estudiadas por algunos a su gusto, y por otros dejadas de lado como cosas sin importancia, pero fueron colocadas al mismo nivel de las grandes verdades del mensaje del 129

NUMBERS, R. L. Op. cit., pág. 62. Ibídem, pág. 63. 131 Baste recordar la imposición en Norteamérica en el primer tercio del siglo XX de la popular Ley Seca, o el famoso Ejército de Salvación, entre otros. 132 A mediados del siglo XIX en los Estados Unidos de Norteamérica viven un resurgir del revivalismo religioso que representa entre otras cosas una reacción contra los ataques que está sufriendo la religión por parte de la ciencia (evolucionismo) y de la alta crítica bíblica. Y una de las características de esta reacción será una afirmación sin fisuras del literalismo bíblico radical y de la inspiración verbal de la Biblia. Ambas posturas no compartidas por el adventismo, lo cual era ciertamente novedoso en los movimientos de reforma y revivalismo religiosos de su época. 130

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tercer ángel por la sanción y autoridad del Espíritu de Dios, [...] entonces viene a ser para nosotros una parte esencial de la verdad presente, que debe ser recibida con la bendición de Dios.»133

Sagunt 1985 (ampliado y revisado en Barcelona, marzo y diciembre del 2000; octubre 2007).

133

WAGGONER, J. H. Op. cit. (énfasis añadido).

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Anexo. Paralelismos134 literarios e ideológicos entre Ellen G. White y sus contemporáneos en el tema de la reforma de la salud a) Paralelismos con Horace Mann Ellen G. White

Horace Mann

«Man came from the hand of God perfect in every faculty of mind and body; in perfect soundness, therefore in perfect health. It took more than two thousand years of indulgence of appetite and lustful passions to create such a state of things in the human organism as would lessen vital force» (WHITE, E. G. «Indulgence of Appetite». Testimonies. T. 4. 1885, pág. 29. Testimonio de 1876).

«Man came from the hand of God so perfect in his bodily organs... so surcharged with vital force, that it took more than two thousand years of the combined abominations of appetite and ignorance... to drain off his electric energies and make him even accessible to disease» (MANN, H. «Dedicatory an Inaugural Address» [En línea]. En: Life and Works. Boston: Lee and Shepard Publishers, 1891, V, págs. 335336. [Consulta: 16 octubre 2007]. El discurso se dictó en 1854).

Traducción: «El hombre salió de las manos de Dios perfecto en cada facultad de mente y cuerpo; en perfecta salud. Se necesitaron más de dos mil años de complacencia en los apetitos y pasiones lujuriosas para crear un estado tal de cosas en el organismo humano que redujo la fuerza vital.»

Traducción: «El hombre salió de las manos de Dios tan perfecto en los órganos corporales... tan lleno de fuerza vital, que a las abominaciones combinadas del apetito y la ignorancia les tomaron más de dos mil años... para drenar sus energías eléctricas y hacerlo más accesible a la enfermedad.»

«If Adam, at his creation, had not been endowed with twenty times as much vital force as men now have, the race, with their present habits of living in violation of natural law, would have become extinct» (WHITE, E. G. «Proper Education». Testimonies. T. 3. 1885, págs. 138-139. Testimonio de 1872).

«...if the race had not been created with ten times more vital force than it now possesses, its known violations of all the laws of Health and Life would, long ere this, have extinguished it altogether» (Ibídem, pág. 340).

Traducción: «...si la raza no hubiese sido creada con diez veces más fuerza vital que la que ahora posee, sus violaciones conocidas de todas las leyes de la salud y la vida la habrían extinguido por completo hace mucho.»

Traducción: «Si Adán, en la creación, no hubiese sido dotado con veinte veces la fuerza vital que tienen los hombres hoy en día, la raza, con sus actuales hábitos de vida en violación de la ley natural, se habría extinguido.»

134

N.B.: Uso de forma intencional el término ‘paralelismo’ y no ‘préstamo’, porque la palabra >préstamo= ya induce a la conclusión que se trata de copias literarias, y este juicio debe ser reservado para los apartados de conclusiones y discusión, dónde allí si tiene sentido el uso de la palabra ‘préstamo’, ‘copia’ o ‘plagio’, según las conclusiones a las que se lleguen por parte del autor del presente trabajo o por parte del lector.

50

b) Paralelismos con Larkin B. Coles Ellen G. White «The sympathy which exists between the mind and the body is very great. When one is affected, the other responds» (Ellen G. WHITE, E. G. «True Benevolence». Testimonies. T. 4, 1885, pág. 60. Testimonio de 1876).

Larkin B. Coles «The sympathy existing between the mind and the body is so great, that when one is affected, both are affectedۚ» (COLES, L. B. Philosophy of Health: Natural Principles of Health and Cure [En línea]. Boston: Ticknor, Reed & Fields, 1851, pág. 127). [Consulta: 17 octubre 2007]

Traducción: «La interrelación que existe entre la mente y el cuerpo es muy grande. Cuando uno es afectado, el otro responde.»

Traducción: «La interrelación existente entre la mente y el cuerpo es tan grande que, cuando uno es afectado, los dos son afectados.»

«The brain nerves which communicate with the entire system are the only medium through which Heaven can communicate to man, and affect his inmost life. Whatever disturbs the circulation of the electric currents in the nervous system, lessens the strength of the vital powers, and the result is a deadening of the sensibilities of the mind» (WHITE, E. G. «Moral Pollution». Testimonies. T. 2, 1885, pág. 347. Testimonio de 1869).

«Whatever mars the healthy circulation of the electric currents in the nervous system, lessens the strength of the vital forces; and, through them, deadens the native susceptibilities of the soul. The nervous system is the only medium through which truth can reach Interior man. Divinity himself uses no other medium through which to reach the human heart» (Ibídem, Ed. rev. 1853, págs. 266-267). Traducción: «Cualquier cosa que estropee la circulación saludable de las corrientes eléctricas en el sistema nervioso, disminuye el vigor de las fuerzas vitales; y, por medio de ellas, embota las innatas susceptibilidades del alma. El sistema nervioso es el único medio a través del cual puede la verdad alcanzar al hombre interior. La Divinidad misma no usa ningún otro medio por medio del cual alcanzar al corazón humano.»

Traducción: «Los nervios del cerebro que se comunican con el sistema entero son el único medio por medio del cual el cielo puede comunicarse con el hombre y afectar su vida más interior. Cualquier cosa que altere la circulación de las corrientes eléctricas en el sistema nervioso disminuye el vigor de los poderes vitales, y el resultado es un embotamiento de las sensibilidades de la mente.»

«Flesh-eating is certainly not NECESSARY to health or strength... If it be used, it must be used as a matter of fancy. [...] it excites the animal propensities to increased activity and ferocity. [...] When we increase the proportion of our animal nature, we suppress the intellectual. [...] the use of flesh tends to create a grossness of body and spirit» (Ibídem, 1ª ed., 1851, págs. 64-67).

«...flesh meat is not necessary for health or strength. If used it is because a depraved appetite craves it. Its use excites the animal propensities to increased activity and strengthens the animal passions. When the animal propensities are increased, the intellectual and moral powers are decreased. The use of the flesh of animals tends to cause a grossness of body and benumbs the fine sensibilities of the mind» (WHITE, E. G. «Flesh Meats and 51

Stimulants». Testimonies. T. 2, 1885, pág. 63. Testimonio de 1868). Traducción: «...la carne no es necesaria para la salud o el vigor. Si se usa es porque un apetito depravado la desea con vehemencia. Su uso excita las inclinaciones animales a una mayor actividad y aumenta las pasiones animales. Cuando aumentan las inclinaciones animales, disminuyen los poderes intelectuales y morales. El uso de la carne de animales tiende a causar ordinariez del cuerpo y embota las sensibilidades de la mente.»

Traducción: «El comer carne ciertamente no es necesario para la salud o el vigor. [...] Si se usa, debe ser por antojo. [...] ella excita las inclinaciones animales a una mayor actividad y ferocidad. [...] Cuando aumentamos la proporción de nuestra naturaleza animal, suprimimos la intelectual. [...] el uso de la carne tiende a crear ordinariez de cuerpo y de espíritu.»

«Those who subsist largely upon flesh, cannot avoid eating the meat of animals which are to a greater or less degree diseased. The process of fit ting animals for market produces in them disease; and fitted in as healthful manner as they can be, they become heated and diseased by driving before they reach the market. The fluids and flesh of these diseased animals are received directly into the blood, and pass into the circulation of the human body, becoming fluids and flesh of the same. Thus humors are introduced into the system. And if the person already has impure blood, it is greatly aggravated by the eating of the flesh of these animals. The liability to take disease is increased tenfold by meat-eating The intellectual, the moral, and the physical powers are depreciated by the habitual use of flesh-meats. Meat-eating deranges the system, beclouds the intellect, and blunts the moral sensibilities» (WHITE, E. G. «Flesh Meats and Stimulants». Testimonies. T. 2. 1885, págs. 64-65. Testimonio de 1868).

«When we feed on flesh, we not only eat the muscular fibres, but the juices or fluids of the animal; and these fluids pass into our own circulation –become our blood– our fluids and our flesh. »However pure may be the flesh of the animals we eat, their fluids tend to engender in us a humorous state of the blood... The very process taken to fit the animals for market, tends to produce a diseased state of their fluids... Some of our meat is fatted in country pastures; but, by the time it reaches us, the process of driving to market has produced a diseased action of the fluids. [...] »Animal food exposes the system more effectually to the causes of acute disease. Where the fluids are in a diseased state, the ordinary causes of disease find a more easy prey. [...] »The objections, then, against meat-eating, are three-fold –intellectual, moral, and physical–. Its tendency is to check intellectual activity, to depreciate moral sentiment, and to derange the fluids of the body» (Ibídem, págs. 67-71).

Traducción: «Los que subsisten mayormente comiendo carne no pueden evitar comer la carne de animales que están enfermos en mayor o menor grado. El proceso de hacer a los animales aptos para el mercado produce en ellos enfermedades; y preparados de la manera más saludable posible, son calentados y se enferman durante el viaje antes de llegar al mercado. Los fluidos y la carne de estos animales enfermos son recibidos directamente en la sangre, y

Traducción: «Cuando nos alimentamos de carne, no solo comemos las fibras musculares, sino los jugos o fluidos del animal; y estos fluidos pasan a nuestra propia circulación – se convierten en nuestra sangre– nuestros fluidos, y nuestra carne. »Por limpia que sea la carne de los animales que comemos, sus fluidos tienden a engendrar en nosotros un estado humoral de la sangre. [...] El proceso mismo de preparar los animales para el 52

pasan a la circulación del cuerpo humano, convirtiéndose en los fluidos y la carne de él. Así se introducen los humores al sistema. Y si la persona ya tiene sangre impura, esta condición se agrava grandemente comiendo la carne de estos animales. La tendencia a enfermarse aumenta diez veces más por comer carne. Los poderes intelectuales, morales, y físicos son reducidos por el uso habitual de la carne. El comer carne estropea el sistema, nubla el intelecto, y embota las sensibilidades morales.»

mercado tiende a producir un estado de enfermedad en sus fluidos. [...] Algunos de nuestros animales son engordados en pastos en el campo, pero cuando la carne llega a nosotros, el proceso de llevarlos al mercado en vehículos ha producido una acción de enfermedad en sus fluidos... »El alimento animal expone el sistema más efectivamente a las causas de enfermedades agudas. Cuando los fluidos están en una condición de enfermedad, las causas ordinarias de la enfermedad encuentran una presa más fácil. [...] »Entonces, las objeciones contra el comer carne son tres –intelectuales, morales, y físicas–. Su tendencia es a detener la actividad intelectual, rebajar el sentimiento moral, y a estropear los fluidos del cuerpo.»

«Tea is a stimulant, and to a certain extent produces intoxication... Its first effect is exhilarating, because it quickens the motions of the living machinery; and the tea-drinker thinks that it is doing him a great service. But this is a mistake. When its influence is gone, the unnatural force abates, and the result is languor and debility corresponding to the artificial vivacity imparted» (WHITE, E. G. Christian Temperance and Bible Hygiene. Battle Creek (Michigan): Good Health Publishing Company, 1890, pág. 34).

«Tea... is a direct, diffusible, and active stimulant. Its effects are very similar to those of alcoholic drinks, except that of drunkenness. Like alcohol, it gives, for a time, increased vivacity of spirits. Like alcohol, it increases, beyond its healthy and natural action, the whole animal and mental machinery; after which there comes a reaction –a corresponding languor and debility–» (Ibídem, pág. 80).

«Through the use of stimulants, the whole system suffers. The nerves are unbalanced, the liver is morbid in its action the quality and circulation of the blood are affected, and the skin becomes inactive and sallow. The mind, too, is injured. The immediate influence of these stimulants is to excite the brain to undue activity, only to leave it weaker and less capable of exertion. The after-effect is prostration, not only mental and physical, but moral» (WHITE, E. G. Christian Temperance and Bible Hygiene. Battle Creek (Michigan): Good Health Publishing Company, 1890, pág. 35).

«It [coffee] affects the whole system, and especially the nervous system, by its effects on the stomach. But, besides this, it creates a morbid action of the liver... It affects the circulation of the blood, and the quality of the blood itself, so that a great coffee-drinker can generally be known by his complexion; it gives to the skin a dead, dull, sallow appearance. »Coffee affects not only the body to its injury, but also the mind. It... excites the mind temporarily to unwonted activity... [But afterward] come prostration, sadness, and exhaustion of the moral and physical forces» (Ibídem, pág. 79).

Traducción: Por medio del uso de estimulantes, el sistema entero sufre. Los nervios se desequilibran, la actividad del hígado se vuelve mórbida, la calidad y la circulación

Traducción: «[El café] afecta a todo el sistema, especialmente al sistema nervioso, por sus efectos sobre el estómago. Pero, además de esto, crea una acción mórbida en el 53

de la sangre se afectan, y la piel se vuelve inactiva y pálida. La mente se perjudica también. La influencia inmediata de estos estimulantes es excitar el cerebro a una actividad indebida, solo para dejarlo más débil y menos capaz de esfuerzo. La consecuencia es postración, no solo mental y física, sino moral.

hígado... Afecta la circulación de la sangre, y la calidad misma de la sangre, de tal manera que una persona que toma mucho café puede conocerse generalmente por el color de su piel; le da a la piel un aspecto muerto, sin vida, pálido. El café afecta, perjudicándolos, no solo al cuerpo sino también a la mente. Excita la mente temporalmente para que lleve a cabo actividades extrañas... [Pero después] sobrevienen la postración, la tristeza, y el agotamiento de las fuerzas físicas y morales.

«When these tea and coffee users meet together for social entertainment, the effects of their pernicious habit are manifest. All partake freely of the favorite beverages, and as the stimulating influence is felt, their tongues are loosened, and they begin the wicked work of talking against others. Their words are not few or well chosen. The tidbits of gossip are passed around, too often the poison of scandal as well» (Battle Creek Christian Temperance and Bible Hygiene. Battle Creek (Michigan). Good Health Publishing Company, 1890, pág. 36).

«See a party of ladies met to spend an afternoon... Toward the close of the afternoon... come the tea and eatables... the drooping mind becomes greatly animated, the tongue is let loose, and the words come flowing forth like the falling drops of a great shower... Then is the time for small thoughts and many words; or, it may be, the sending forth of fire-brands of gossip and slander» (Ibídem, pág. 82).

Traducción: «Cuando estos bebedores de té y café se reúnen para participar en espectáculos públicos, los efectos de su pernicioso hábito son manifiestos. Todos participan libremente de sus bebidas favoritas, y al sentir su influencia estimulante, se les suelta la lengua, y comienzan su malvada obra de hablar contra otros. Sus palabras no son pocas ni bien escogidas. Los bocadillos del chismorreo circulan de uno a otro, y demasiado a menudo el veneno del escándalo también.»

Traducción: «...ver un grupo de damas reunidas para pasar la tarde. [...] Hacia el final de la tarde... llegan el té y los bocadillos... la mente lánguida se anima mucho, la lengua se suelta, y las palabras fluyen como caen las gotas de un gran aguacero. [...] Entonces llega el momento para los pensamientos pequeños y las muchas palabras; o, quizás, lanzar tizones de chismorreo y calumnia.»

«It is as truly a sin to violate the laws of our being as it is to break the ten commandments.» (WHITE, E. G. Christian Temperance and Bible Hygiene. Battle Creek (Michigan): Good Health Publishing Company, 1890, pág. 53).

«It is a truly a sin against Heaven, to violate a law of life, as to break one of the ten commandments» (Ibídem, pág. 216).

Traducción: «Es tan ciertamente un pecado violar las leyes de nuestro ser como quebrantar los Diez Mandamientos.»

Traducción: «...es tan ciertamente un pecado contra el cielo violar la ley de la vida como quebrantar uno de los Diez Mandamientos.» 54

«Tobacco is a poison of the most deceitful and malignant kind, having an exciting, then a paralyzing influence upon the nerves of the body» (WHITE, E. G. Spiritual Gifts, 1864, pág. 128).

«[Tobacco's] first influence is felt upon the nervous system. It excites and then deadens nervous susceptibility» (Ibídem, pág. 84).

«I was shown that more deaths have been caused by drug-taking than from all other causes combined. If there was in the land one physician in the place of thousands, a vast amount of premature mortality would be prevented. Multitudes of physicians, and multitudes of drugs, have cursed the inhabitants of the earth, and have carried thousands and tens of thousands to untimely graves» (Ellen G. White, Spiritual Gifts, 1864, pág. 133).

«It has been my settled conviction, for many years, as before stated, that there is more damage than good done with medicine; [...] –it has been, for many years, my belief that the standard of health and longevity of our land would now be far above its present position, if there had never been a single physician or a single drug in it–. [...] »Dr. Johnson says: “I declare my conscientious opinion ... that if there were not a single physician, surgeon, apothecary, chemist, druggist, or drug, on the face of the earth, there would be less sickness and less mortality than now”» (Ib, págs. 207208).

«[Tobacco] affects the brain and benumbs the sensibilities, so that the mind cannot clearly discern spiritual things...» (Ellen G. White, Spiritual Gifts, 1864, pág. 126).

«[Tobacco-users] so deaden the natural sensibilities of body and mind, by using it, that they are not immediately susceptible of the impulses of the Holy Spirit, by which alone a true spirit of devotion and religious enjoyment are induced» (COLES, L. B. The Beauties and Deformities of TobaccoUsing. Ed. rev. Boston: Ticknor and Fields, 1855, pág. 97. 1ª ed. 1851).

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Fuente: [Consulta: 17 octubre 2007]

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b) Paralelismos con James C. Jackson Ellen G. White

James C. Jackson

«Pure air, sunlight, abstemiousness, rest, exercise, proper diet, the use of water, trust in divine power--these» (WHITE, E. G. Ministry of healing [En línea]. pág. 127. [Consulta: 17 octubre 2007]

«First, air; second, food; third, water; fourth, sunlight; fifth, dress; sixth, exercise; seventh, sleep; eighth, rest; ninth, social influence; tenth, mental and moral forces» (JACKSON, J. C. How to Treat the Sick Without Medicine. Austin: Jackson & Co. 1871, págs. 25-26).

Traducción «El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder divino» (WHITE, E. G. El ministerio de curación, pág. 89).

Traducción «Primero, aire; segundo, comida; tercero, agua; cuarto, luz; quinto, vestido; sexto, ejercicio; séptimo, dormir; octavo, descanso; noveno, influencia social; décimo, fuerza mental y moral.»

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Últimas reflexiones La sana doctrina, al igual que la reforma de la salud, Dios la vehiculiza no solamente por medio de sus profetas, sino también predicadores, médicos, etc. La diferencia entre la reforma de la salud de los seres humanos y la de Dios:

Reforma de la salud seres humanos

Dios

La fuente de la salud es la Naturaleza.

La fuente de la salud es Dios.

La salud es un objetivo en sí misma.

La salud es un medio para alcanzar una mejor comunicación espiritual con Dios.

La salud es la “salvación”.

La salud coopera con el Salvador. La salud es preciso alcanzarla en favor del gozo de la vida eterna.

La salud es la realización de un “paraíso natural”.

El paraíso no está aquí en la tierra. La reforma de la salud aquí, en la tierra, es solamente una preparación para la verdadera “reforma” que es la nueva vida en Jesús en el paraíso.

Personalmente pienso que Dios preservó a Ellen G. White de las lecturas de los reformadores de la salud, no porque le restarían “originalidad”, sino porque probablemente influenciarían en su mente y corromperían la idea “original” de Dios: la salud para gloria de Dios y no para gloria de los seres humanos. Barcelona 1999.

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