Boletín de Patrimonio Histórico, nº1

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Patrimonio regional, patrimonio nacional
Patrimonio regional, patrimonio nacional No puede plantearse la cuestión del patrimonio regional y el patrimonio nacional, lógicamente, sin entrar a

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Presentación Como sucede a cada persona, las comunidades han sentido siempre la necesidad de conocer sus raíces, volviéndose hacia el pasado e indagando en su genealogía, porque existe la inquietud por descubrir su procedencia. Esta información la encontramos en los testimonios que heredamos de nuestros antepasados y que celosamente conservamos para perpetuar lo que llamamos la memoria histórica. Los individuos vienen y van, pero la pieza, el inmueble, el dibujo, el documento, la tradición... se perpetúa en el tiempo y son contempladas y asumidas por otras generaciones futuras. Esto es lo que hace posible que nos reconozcamos como pueblo. Ser conscientes de que los testimonios actúan como mensajes del pasado es asumir su presencia como materia histórica y, por lo tanto, debemos respetarlos, comprenderlos y disfrutarlos, porque realmente son los pilares en donde se sustenta nuestra identidad La preocupación que siempre ha existido en conservar esta herencia patrimonial y resaltar el valor de lo propio, aumenta actualmente por el desasosiego que lleva implícito la globalización cultural a la que estamos asistiendo. Esto, unido a otros factores, amenazan la perdida de referencias propias. De ahí que, entre otras razones, las autonomías preserven el acervo cultural que las definen, con una normativa legal que impida su desaparición y propicie su dinamización. Hasta hace poco, el concepto de Patrimonio Histórico lo conformaban las grandes obras monumentales; ahora, también las humildes, las sencillas y modestas pero igualmente representativas para una determinada Comunidad. Este concepto de patrimonio se hace evidente en nuestra reciente Ley de Patrimonio Histórico de 1999. En ella, Canarias se reconoce como depositaria de un acervo cultural que se ha ido configurando por distintas aportaciones: con los testimonios del pueblo aborigen que nos ha dejado un sinfín de manifestaciones de gran riqueza y variedad; con el legado multiforme de distintas expresiones procedentes de otras culturas que han tenido en las Islas, puerto y albergue y han configurado una herencia mestiza al ser asumidas y transformadas por el carácter isleño; con las costumbres, oficios y tradiciones; con las expresiones artísticas fruto de trasvases económicos y culturales; con las manifestaciones plásticas de nuestros creadores que extrapolan el sentimiento local más allá de nuestras fronteras... El Cabildo de Gran Canaria, consciente de su responsabilidad como tutor de este patrimonio, atendiendo a la sensibilidad de nuestro pueblo hacia la conservación de su herencia cultural, se esfuerza en proteger, salvaguardar y difundir este legado, sabedor de su vulnerabilidad y fragilidad. Esperamos que con la publicación periódica de este boletín, el ciudadano se sienta informado sobre las actuaciones que se realizan en nuestros recursos históricos y culturales, a la vez que estimulado en su salvaguarda y disfrute.

Inés Jiménez Martín Consejera Delegada de Cultura, Museos y Patrimonio Histórico

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Sumario

Editorial Desde 1992, el Cabildo de Gran Canaria asume de la Comunidad Autónoma las transferencias de competencias en materia de Patrimonio Histórico, momento en que comienza su andadura el Servicio de Patrimonio Histórico que, adscrito al área de Cultura comenzó siendo la Unidad Administrativa encargada de gestionar dichas competencias y que actualmente se encuentra plenamente consolidado. Durante estos diez años ha llevado a cabo una política de actuación encaminada a la protección, puesta en valor, presentación y difusión del Patrimonio Insular. El Boletín que presentamos, está integrado en la línea de publicaciones divulgativas del Patrimonio Insular y su contenido resumirá anualmente las metodologías y criterios aplicados en los bienes patrimoniales, así como la explicación de proyectos o propuestas de presentación y puesta en valor de los mismos. Comprendemos que en ocasiones resulta difícil entender la elección de criterios a la hora de actuar en un Bien Patrimonial- ya sea en su consolidación, revalorización o presentación- si desconocemos los códigos utilizados en la intervención. Estos extremos se verán reflejados y se harán evidentes en muchos de los artículos que se presentan en este primer número y pretendemos que sea la dinámica en las ediciones siguientes. En este sentido hemos intentado que cada artículo informe sobre los valores históricos y culturales y, por otro, referencie la metodología y planteamientos seleccionados o aplicados en la intervención propiamente dicha, no olvidando exponer los resultados de las investigaciones, si las hubiera. El Boletín, cuya periodicidad tendrá carácter anual, permitirá y admitirá también la difusión de experiencias y proyectos de otros organismos e instituciones locales que estén dirigidos a rescatar y poner en valor nuestro patrimonio cultural. No descartamos la posibilidad de editar ciertos números monográficos de temas que merezcan un tratamiento individualizado y supongan un motivo de interés general.

La Protección legal y administrativa del Patrimonio Histórico . . . . . . . . p 5 - Los Bienes de Interés Cultural. Incoaciones en el año 2001. - La Calle Perojo: los valores de un BIC. Arqueología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p 8 - Ermita de los Santos Justo y Pastor. Las Palmas de Gran Canaria. - Excavación en El Tejar de Santa Brígida. - Intervención arqueológica en la calle Rosarito (La Isleta). Arquitectura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p12 - Lazareto de Gando. Telde. - Restauración de la Ermita de Temisas. Agüimes. Etnografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p14 - Un Plan Especial para Acusa. Artenara. - Restauración en las Salinas del Bufadero. Arucas. Páginas centrales: Arqueología urbana en Las Palmas de Gran Canaria. Cinco siglos de historia

. . . . . . . . . p16

Patrimonio Mueble . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p20 - Conservación y restauración del fondo artístico y documental del Museo Nestor. - Traslado e intervención de un Mural de Felo Monzón. - Actuaciones en Bienes Muebles en La Iglesia de Jinámar (Telde). - Restauración de dos tallas pertenecientes a la Iglesia de San Nicolás. de Bari en Sardina del Sur (Santa Lucía de Tirajana). Convenios y Colaboraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p24 Difusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p25 - Parqueológica Norte. - Actividades de difusión. El Servicio de Patrimonio Histórico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . p31 - Funciones. - Direcciones de interés. - Webs recomendadas.

Presidenta del Cabildo de Gran Canaria María Eugenia Márquez Rodríguez Consejero de Cultura y Deportes Gonzalo Angulo González Consejera Delegada de Cultura, Museos y Patrimonio Histórico Inés Jiménez Martín Jefe del Servicio de Patrimonio Histórico (SPH) Juan Carlos Domínguez Gutiérrez Coordinación General Juana Hernández García Departamento de Difusión SPH Gestión José Rosario Godoy Departamento de Difusión SPH Textos - Fuentes documentales del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de G.C. - Ermita de los Santos Justo y Pastor. Pedro Quintana, Javier Velasco, Verónica Alberto, Teresa Delgado. - Excavación arqueológica en El Tejar. Tibicena: Alejandro Ascanio, Félix Mendoza, Marcos Moreno - Excavación arqueológica en la calle Rosarito. Javier Velasco, Verónica Alberto, Teresa Delgado, Pedro Quintana. - Un Plan Especial para Acusa y Salinas de El Bufadero: José González - Páginas centrales. Arqueología Urbana en Las Palmas de Gran Canaria: cinco siglos de historia. Ignacio Sáenz, Sergio Olmos, María González, Carmen Gloria Rodríguez, María Auxiliadora García. - Conservación de los fondos documentales del Museo Néstor: Pilar Blanco Fotografías AB-57, Valentín Barroso, José Miguel Fernández –Aceytuno, Inés Cambril, Dioni Comesaña,Foto estudio Dieci 17 Siete, Ángel Gómez, José González, Ignacio González, Alfonso León, Diego Pastrana, Manuel Pérez, Ignacio Sáenz, Javier Velasco, Pilar Verdejo

Foto de portada. Restos de trama urbana de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Excavación en el ala norte de la Catedral. Autor: Ignacio Sáenz Foto portada interior. Ermita de San Antonio Abad (Tamaraceite); en plata, a principios del S. XX: en color, tras la restauración efectuada por el Cabildo de Gran Canaria en 1993.

Coordinación Editorial Gregorio Arencibia Producción Silva Servicios Integrales S.L. Diseño Juan Antonio Ruz Impresión Gráficas Sabater Colaboraciones María Cárdenes, Ana Fernández- Palacios, José Lavandera, Manuel Martín, Ela M. Martínez, Florencio Martínez, José Luis Moreno, Diego Pastrana, Manuel Ramírez, Julio Sánchez, Pilar Suárez.

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La Protección Legal y Administrativa del Patrimonio Histórico • Los Bienes de Interés Cultural • La Calle Perojo: Los valores de un Bic

Los Bienes de Interés Cultural La Ley 4/99, del Patrimonio Histórico de Canarias, aprobada el 15 de marzo de 1999, ha tomado como punto de partida la concurrencia de dos experiencias: la de una década de aplicación de la Ley 16/85, del Patrimonio Histórico Español (LPHE), y por otra parte, la experiencia del ejercicio compartido de las competencias en esta materia por parte de la Comunidad Autónoma y los respectivos Cabildos. Su objetivo es compatibilizar la preservación del patrimonio histórico con su disfrute como objeto cultural, sin perjuicio de su aprovechamiento como recurso económico; para ello despliega las distintas competencias y facultades en los niveles autonómico, insular y municipal. La Ley establece dos niveles de protección. El de mayor rango se obtiene a través de la declaración de Bien de Interés Cultural. El segundo plano de protección, en cuanto a los bienes muebles se refiere, se consigue por medio de su inclusión en el Inventario Regional de Bienes Muebles, introduciendo la exigencia de autorización previa y titulación adecuadas para las intervenciones de restauración. Respecto a los inmuebles, se ha optado por reforzar la figura de los catálogos arquitectónicos municipales, dando mayor protagonismo a los Ayuntamientos en la tutela de los bienes catalogados. De igual manera se dedica una detallada regulación a los Conjuntos Históricos de Canarias, ordenando los criterios a que se deben acomodar cada uno de los Planes Especiales de Protección.

Declaración de los bienes de interés cultural (BIC) Se entiende como Bien de Interés Cultural a aquellos elementos patrimoniales que ostenten notorios valores históricos, arquitectónicos, artísticos, arqueológicos, etnográficos o paleontológicos o que constituyan testimonios singulares de la cultura canaria. Esto conlleva el establecimiento de un régimen singular de protección y tutela.

Monumento. Iglesia de San Sebastían. Agüimes.

La Ley estipula siete categorías: Monumento; Conjunto Histórico; Jardín Histórico; Sitio Histórico; Zona Arqueológica; Zona Paleontológica; Sitio Etnológico. Incoaciones tramitadas en el año 2001, con indicación del Boletín Oficial de Canarias. - BOC 145 - Miércoles 7 de Noviembre de 2001 Sitio Etnológico, “Molino de Los Barber”. San Mateo. - BOC 109 - Lunes 20 de Agosto de 2001. Sitio Etnológico, Salinas de Tenefé. Sta Lucía. - BOC 109 - Lunes 20 de Agosto de 2001. Zona Arqueológica, Lomo de los Canarios, y Playa del Risco. Agaete. - BOC 144 - Lunes 5 de Noviembre de 2001. Conjunto Histórico Casco Histórico de Santa Brígida. - BOC 106 - Martes 14 de Agosto de 2001 Sitio Etnológico,“Salinas de Arinaga, Agüimes. - BOC 142 - Miércoles 31 de Octubre de 2001. Sitio Etnológico, Conjunto Finca Los Dolores, Firgas. -BOC 146. Viernes 9 de Noviembre de 2001. Zona arqueológica de La Montañeta, Moya.

Patrimonio Mueble. Retablo Iglesia de Santo Domingo. Las Palmas de Gran Canaria

Sitio Etnológico. Salinas del Bufadero. Arucas.

Sitio Etnológico. Finca de Los Dolores. Firgas.

Conjunto Histórico de Temisas. Agüimes.

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Zona Arqueológica, Poblado de Tua, Telde.

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La Calle Perojo: Los Valores Patrimoniales de un BIC

En 1999, Ela María Martínez Umpiérrez, presidenta y portavoz de la Asociación de Vecinos “Histórica Calle Perojo”, solicita al Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo, la declaración como Bien de Interés Cultural de la calle Perojo y sus inmediaciones, con categoría de Conjunto Histórico. Para ello, se presentó un dossier donde argumentan los valores históricos y culturales de la calle, aportando los documentos que avalan tal petición, tramitándose el oportuno expediente de incoación en el citado Servicio. Actualmente se encuentra pendiente de su declaración por el Consejo de Gobierno de Canarias. Casa nº 20 de Laureano Arroyo, 1905

A mediados del siglo XIX se debatió el ensanche de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria hacia su lado norte, con tres posibles ejes de crecimiento: la calle Triana, calle San Francisco (hoy General Bravo), y la calle Cano. Finalmente, en 1857, se opta por la conexión a través de la calle Triana y, en ese mismo año, se empezaron a construir las primeras casa “fuera de la portada” a lo largo de esa nueva vía. En 1890, el arquitecto municipal Laureano Arroyo realizó el proyecto de apertura de las actuales calles sobre las huertas de Triana. Según ese proyecto, la prolongación de la calle Cano (Viera y Clavijo desde 1901), conserva aquella idea de ser una de las tres salidas importantes de la ciudad. Más tarde, en el Plan Urbano de la ciudad redactado entre 1892 y 1898, Arroyo propuso continuar esa calle hasta el Barranquillo de Ciudad Jardín; esa prolongación es la que, sobre la finca de los Tarahales, el norte del Camino Nuevo o Bravo Murillo, configura la calle Perojo. A principios del siglo XX, la calle Perojo estaba alineada, parcelada y acondicionada para iniciar la edificación. Pero ya en el dibujo del Plan, que nunca fue aprobado, se ve cuales fueron los problemas para gestionarlo. Las fincas agrícolas a urbanizar significaban demasiados intereses encontrados por la dificultad de acuerdo entre los propietarios. Ello, unido a la escasa fuerza municipal, hará definitivamente inviable la continuación de Perojo más allá de la Plaza de la Feria. El planteamiento del ensanche inicial, fuera de la Portada, vendría condicionado por la necesidad de establecer una política urbanizadora

Casa Nº 11 De Fernández Navarro, 1910

Casa Nº 35 De Rafael Masanet, 1925

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que albergara a la nueva burguesía y dotara de viviendas de alquiler a la clase media trabajadora. Hasta el Decreto Municipal de 1908, en que el Ayuntamiento prohibe su edificación, el primer tipo de vivienda en el ensanche era el de la casa terrera que será sustituido por viviendas de dos o tres plantas, ya comunes en el resto de la ciudad interior, esta decisión coincidió con el inicio de la construcción de la calle Perojo, por lo que sus arquitecturas y las del entorno inmediato, reflejan también una situación nueva en la ciudad; se trata de un suelo libre de antecedentes edificatorios que se parcela y construye, fijando las tipologías de una sola vez. Así pues, la calle Perojo se convierte en un modelo de parcelación y construcción del ensanche, con arquitecturas de gran calidad que van del academicismo de la primera década, al romanticismo de los años treinta, pasando por toda la variedad ecléctica. Todo ello, con una unidad aparente tan difícil de encontrar en la ciudad nueva, sobre todo después de la sustitución de la década 1960 – 1970 de la que ni siquiera la calle Perojo consiguió evadirse. Esta calle es un conjunto edificado que, por encima de todo, y gracias a los valores arquitectónicos que se han señalado, merece ser declarada de interés cultural para la ciudad. Realizando un análisis de distribución de Perojo, nos encontramos con que, sobre manzanas rectangulares, se desarrolla un esquema parcelario con lotes de 9 a 12 metros de fachada y de 25 a 30 metros de profundidad, dejando un patio trasero y recomendándose un 88% de ocupación. De este modo, con dos o tres plantas, y unas dimensiones estandarizadas de solar, se establece una tipología residencial, que deli-

Casa Nº 2 De Miguel Martín, 1931

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mita las piezas nobles (alcoba, sala gabinete), en la fachada y el resto alineadas junto a las medianeras; la escalera queda colocada en la segunda crujía, la cocina, comedor y aseos al fondo de la edificación. La aparición de la planta alta define otras estancias más o la ampliación de las mismas de la planta baja. En contra de lo que se pudiera suponer, los primeros proyectos no se hacen en el inicio de la calle, sino en las cuatro esquinas de la calle Cebrián entre 1904 y 1907. Aquí, Arroyo lleva a cabo en varios modelos, uno de los tipos fundamentales caracterizado por parcelas cuadradas distribuidas según esquemas circulatorios en torno a patios. Siendo uno de los mejores ejemplos, el de las dos casas para los señores Galván y Marrero (nº 20). En todos estos casos de esquina, las plantas bajas se dedican a almacenes o locales comerciales. Más tarde, en 1915, Navarro proyecta para Don Santiago Peñate (nº 45), el mejor ejemplo de este tipo, con el patio central completamente rodeado por la galería acristalada. Otro tipo de los que realizará los mejores modelos, es el que se desarrolla en las parcelas profundas, entre medianeras, que funciona con corredor central y piezas a ambos lados. Entre todas ellas, destacan sobre todo, las casas proyectadas por Navarro entre 1909 y 1914 a lo largo de la acera poniente de la calle, donde encontraremos un subtipo que se caracteriza por la aparición del doble zaguán que separa los accesos a cada vivienda. La existencia de patio trasero, a veces un jardín, como en la casa de Don Alejandro Hidalgo, lleva a definir una segunda fachada con pórtico, baranda o galería.

en el vertical según una compleja operación ecléctica. Es ese el tema que encontramos en sus edificios de 1925, uno al final de la calle y otro para D. Enrique Wiot (nº 35), donde Masanet reunió las mejores soluciones funcionales de Navarro con una solución en L del conjunto de servicios. La fachada, a la que abren la sala, la alcoba y el gabinete en cada planta, sigue el esquema ecléctico, con toda una panoplia de huecos, miradores, balcones y ornamentos de cantería de enorme riqueza compositiva, sobre un paramento forrado de cerámica vidriada. Finalmente, de 1931 son los proyectos que Miguel Martín hace en los solares de la esquina de la calle Murga, ya plenamente racionalistas. En ambos casos, el lenguaje racionalista resuelve las volumetrías volados, huecos, así como la decoración listada de las fachadas. A fines del 2000 y principios del 2001, Facundo Fierro realizó una intervención cromática en todo el conjunto. La calle debe su nombre al periodista y diputado José Perojo y Figueras que nos representó en el Congreso de los Diputados entre 1905 a 1907. Conocido por su defensa a los intereses canarios, su repentina muerte en el escaño causó un gran impacto en la ciudadanía de entonces. Al cumplirse el primer aniversario de su muerte se decidió dedicar una de las calles de la capital a su memoria.

La importancia urbana de la operación, obligaba además a dotar a las casas de una fachada de gran calidad arquitectónica, Así, Arroyo compone sus alzados confiando en la capacidad compositiva de los huecos ordenados, a los que dota de jambas y dinteles horizontales, moldurados en cemento con estilemas “modernistas” de remate, acompañados de balaustres, balcones, hierro forjado y remates de cornisa de escasa decoración. Navarro en cambio, suele enmarcar y rimar sus fachadas con pilastras y decorándolas con mayor riqueza ornamental. La importancia de los almacenes de las plantas bajas, permitía que se construyeran sin menoscabo de la calidad arquitectónica de los edificios; así los proyectos de Navarro para naves de este tipo, o del ingeniero Manuel González, muestran fachadas de composición académica. En algunos de los últimos proyectos de esta calle firmados por Navarro (desde 1921), está clara la intervención de Masanet, que colaboraba ya en su estudio y aporta nuevas soluciones de fachada, donde cada planta se resuelva según elementos y formas diversas que se componen Detalle Casa de Fernando Navarro

Detalles de fachadas

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Arqueología • Ermita de los Santos Justo y Pastor • Excavación en El Tejar de Sta. Brígida • Intervención arqueológica en la calle Rosarito (La Isleta) Muchos de los testimonios de nuestra historia se encuentran aún sepultados bajo el asfalto de las ciudades, en solares y terrenos que no han sufrido movimientos importantes. Prueba de ello son las numerosas intervenciones que el Servicio de Patrimonio Histórico lleva a cabo cuando aparecen restos arqueológicos durante el desarrollo de obras publicas o privadas. En ellas se establecen medidas cautelares hasta definir la envergadura del hallazgo y la idoneidad de una excavación sistemática. Entre éstas disposiciones destacan las excavaciones arqueológicas en la Calle Rosarito (La Isleta), en el solar del Antiguo Cine Cairasco y en el del Tejar (Santa Brígida). Todas ellas llevadas a cabo durante el pasado año.

Intervención arqueológica en el solar de la antigua ermita de los Santos Justo y Pastor. Las Palmas de Gran Canaria La ermita de los Santos Justo y Pastor, tuvo un destacado papel durante el Antiguo Régimen en la vida religiosa de la Ciudad. Nació por una promesa colectiva, fue desacralizada en 1904 y desapareció físicamente al edificarse el cine Cairasco, recientemente demolido. Su historia, como la de tantos edificios antiguos, está ligada a la vida de la ciudad que la albergó.

A raíz de las obras que se efectuaban en el antiguo solar del Cine Cairasco de Las Palmas de Gran Canaria, se pusieron al descubierto un repertorio de restos humanos que impusieron la inmediata paralización de las obras. Todo apuntaba a que tales evidencias bioantropológicas, correspondientes al menos a dos individuos, podrían pertenecer a las inhumaciones que se habrían efectuado en la antigua Ermita de San Justo y Pastor, sita en este mismo enclave. Los sucesivos usos -que habría tenido éste lugar a lo largo de los siglos- llevaban a que una intervención en el yacimiento no sólo permitiera la recuperación de los restos arqueológicos, sino también la documentación de los eventos históricos que habían tenido lugar en este mismo emplazamiento. De este modo se podría abordar una faceta realmente desconocida de la historia de la ciudad de Las Palmas, donde precisamente no han proliferado este tipo de intervenciones.

Al crearse el oratorio después de las plagas que azotaron la ciudad en 1536, se debía elegir el Santo, que bajo su advocación, rigiera los pasos del nuevo recinto eclesiástico. Para ello la población se reunió en la Catedral de Las Palmas y tras la Misa Mayor, un niño extrajo de un cofre, que contenía los nombres del santoral, el nombre de los infantes mártires Justo y Pastor. Desde ese entonces, se comenzó a profesar culto y devoción a los nuevos patronos estableciéndose el día 7 de Agosto la fecha de sus fiestas patronales, cumpliendo así la promesa colectiva.

Primitivas imágenes de los Santos Justo Y Pastor. Actualmente custodiadas en el Museo Diocesano

Orígenes de una devoción En 1536 un conjunto de plagas en los campos de la Isla, azotó la joven economía de Gran Canaria, esto hizo que un gran número de agricultores prometieran fundar un oratorio si se terminaba esta situación. Al finalizar la plaga, se eligió al santo patrón del santoral, quedando el de los santos Justo y Pastor. La zona elegida para su construcción fue el Terrero, donde ya se asentaba un nutrido grupo de artesanos, comerciantes, agricultores y soldados del presidio de la Isla. La Ermita estaba rodeada de huertas de gran valor, acequias y fincas de todo tipo, entre las que destacaban las del desaparecido Convento de San Francisco. Asimismo estaba cercana a la principal vía de salida de la ciudad, hacía las zonas centrales de Gran Canaria. Esta situación privilegiada hizo que la Ermita fuese conocida y valorada no sólo por los habitantes de la zona, sino también por una gran cantidad de residentes de otros pagos insulares.

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La ermita de San Justo y Pastor, fue de los pocos edificios que escaparon a la destrucción motivada por el asalto del holandés Van der Does en 1599. A pesar de no sufrir saqueos ni incendios, iba deteriorándose poco a poco, por lo que el Cabildo Catedral patrono de la misma, acudía periódicamente con ciertas cantidades para su mantenimiento y reparación. Durante el siglo XVIII, el aumento progresivo de la población, así como el auge de epidemias mortales, hicieron que el Cabildo Catedralicio autorice el enterramiento de los vecinos cercanos a los templos, bajo el pavimento de los mismos, al no haber suficiente espacio en los cementerios tradicionales. Fue así como varias decenas de parroquianos encontraron cobijo eterno bajo su suelo. La multiplicación de advocaciones, así como el impulso de otros centros de culto, unido a la decadencia socioeconónima de los grupos humanos asentados en el citado barrio del Terrero, determinó una disminución en el culto

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de ambos santos. Al crearse la parroquia de San Francisco de Asís, en el siglo XIX, la Ermita de los Santos Justo y Pastor quedó bajo su gestión directa hasta 1904, año en que se desacralizó y se vendió. El edificio fue convertido en un depósito de carpintería, hasta mediados del siglo XX, en que se demolió para construir en su solar el cine Cairasco, que comenzó su andadura en los años cincuenta. Comienzo de los trabajos Arqueológicos. La labor de los arqueólogos se llevó a cabo en diferentes sectores que no habían sido removidos por los sucesivos cambios de uso del solar. La zona a estudiar era por tanto mínima en comparación a lo que tuvo que ser el solar primitivo. A pesar del pesimismo inicial, dado el estado del subsuelo, los resultados demostraron la permanencia de elementos arqueológicos que aseguraban el interés patrimonial de la zona. Prueba de ello, fueron los restos de cadáveres humanos que atestiguaban el uso funerario del subsuelo, en directa relación con el recinto eclesial de la Ermita de los Santos Justo y Pastor. A fin de ordenar el espacio y estructurar las labores arqueológicas, se procedió a la zonificación de las áreas intervenidas como estrategia de trabajo, conducente a obtener la máxima ordenación espacial, conceptual y temporal, sin la pérdida de las particularidades. Otro aspecto que puede indicarse en ese sentido es la ubicación de una intencional disposición “marginal”. En el caso que nos ocupa se constató la existencia de, al menos, tres

niños en una de estas zonas marginales, enterrados al menos en dos de los casos, en un periodo de tiempo bastante corto. Nuevos datos para la historia La complejidad de los estudios realizados permiten aportar una serie de datos científicamente importantes: la forma en que se realizó la inhumación, las costumbres funerarias, etc, que representan una valiosa fuente de información. Se puede constatar la existencia de enterramientos infantiles con sudario o mortaja- hoy totalmente desaparecida-, así como botones de hueso que cerraban el ropaje funerario, junto con alfileres de cobre.

Estas ropas o mortajas implican un estado diferente de posición en los restos óseos, al impedir por mayor tiempo la sustitución del cadáver por los sedimentos que rellenan la fosa sepulcral. Los otros dos enterramientos infantiles parecen reflejar, a la luz de los datos recogidos, una desigual consideración social. Ambos fueron enterrados en una misma fosa de un lateral del templo, al parecer sin mortaja alguna dada la inexistencia de alfileres, directamente en la tierra. Los estudios bioantropológicos nos revelan que la edad de los tres niños oscila entre los seis meses y el año de vida, lo que los adscribe a un periodo histórico con un elevado índice de mortalidad infantil. En resumen, una excavación cuyos datos ayudan al estudio de la arqueología funeraria de nustras islas, con la que se demuestra la necesidad de investigar, constatar y documentar los hallazgos para el conocimiento de nuestra historia y del patrimonio cultural canario.

Enterramiento de un neonato en los pies de la ermita

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Posible suelo de la primitiva ermita

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Excavación arqueológica en El Tejar de Santa Brígida

forma, estos cuatro cortes aportaron una gran cantidad de material. Sin embargo, las conclusiones a las que este grupo de trabajo llegó, no fueron lo suficientemente concluyentes, ni en cuanto a la filiación de la estructura, ni a la procedencia del material arqueológico existente, por lo que en 1999 se decidió llevar a cabo una excavación más extensa. En cuanto a los objetivos generales de excavación arqueológica eran básicamente dos: En primer lugar, localizar la existencia de una o más estructuras de piedra en el solar y, a su vez, identificar el tipo de estructura o estructuras existentes, de forma que pudiésemos ubicar cronológicamente su realización, es decir, resolver su posible filiación prehispánica de la estructura conocida hasta ese momento. Además, e independientemente de su filiación histórica, exponer la funcionalidad de dicha estructura (túmulo aborigen, cimientos de una casa, restos de un muro de bancal...). Y en segundo lugar, explicar el origen del material arqueológico (cerámica, lítico, fauna...), aparecido tanto en los restos del bancal existente, como en la excavación realizada en 1997. Dos vistas de estructura de forma circular, a modo de casa honda

En agosto de 2001 se iniciaron los trabajos arqueológicos de excavación en el barrio del Tejar del término municipal de Santa Brígida. El conocimiento de la existencia del yacimiento del Tejar es muy reciente, en 1987. Sin embargo, en esta zona de Santa Brígida, existió cierto poblamiento aborigen como atestiguan tanto los restos prehispánicos conservados (Cuevas de la Angostura, Cuevas de los Frailes, o Cueva de los Silos), como los relatos de las crónicas que muestran las entradas de Pedro de Vera a Sataute en busca de esclavos y comida. De igual forma, en la toponimia han quedado restos de la posible relación de esta zona con el mundo aborigen; así, topónimos como “El Barrio de Los Guanches” o “El túmulo del Abuelo” apoyan tal hipótesis. En el mismo sentido, existe por encima de la zona del Tejar, el topónimo de las Cuevas del Guanche o los “Llanos del Guanche”. El yacimiento del Tejar, fue descubierto cuando el dueño del solar donde éste se ubica, en unos trabajos de desmonte de un bancal existente en su propiedad, encontró trozos de dos pintaderas. Posteriormente, en 1988, en el mes de agosto el lugar fue incoado para su declaración como Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica. En 1997 el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria encarga la excavación arqueológica para verificar el alcance y la extensión del yacimiento. En esta campaña, dirigida por las arqueólogas Rita Marrero Romero y Milagrosa García Navarro, se abrieron cuatro cortes de 2 x 2 metros, uno de los cuales se amplió para la realización de un estudio más exhaustivo. Esta excavación saca a la luz una estructura que apuntaba una forma circular, de una sola hilada de piedras. De igual

Antes de iniciar los obligados trabajos de topografía se procedió a la limpieza del solar, ya que hasta la fecha estaba ocupado tanto por vertidos y escombros, como por gran cantidad de maleza. Tras los trabajos de limpieza se procedió a realizar la topografía tanto del solar como de los espacios inmediatamente circundantes al propio lugar. De esta toma de datos se ha obtenido un plano de detalle del lugar a escala 1:100. En este sentido, y fundamentándonos en los objetivos planteados, se opto por llevar a cabo una estrategia de excavación flexible que permitiese conciliar el rigor estratigráfico con la visión amplia del propio yacimiento estudiado. Así, se trabajó siguiendo un sistema mixto de excavación, siendo aquel un híbrido entre la forma de trabajo de Mortimer Wheeler y Kathleen Kanyon ( cuadrículas y testigos), y el propuesto por Barker (en extensión), ya que aunque conociésemos, de antemano, la existencia de muros, sabíamos que la peor forma de excavar aquellos, era seguir su trazado, ya que aunque dilucidábamos un revuelto inicial, esta estrategia de trabajo podía llevarnos a perder las diferentes unidades estratigráficas y sus relaciones con el propio muro. En cuanto a los resultados de los trabajos arqueológicos, estos sacaron a la luz dos estructuras de piedra seca, y gran cantidad de material arqueológico asociado a ambas.

zada bajo tierra, al modo de una casa honda. Su construcción es muy irregular, utilizándose para ello piedras de diferentes tamaños, desde piedras de veinte centímetros de largo y ancho, hasta bloques de medio metro de alto por un metro de largo. A esta estructura se le adosa, lo que parece otra estructura de semejante factura, aunque sólo nos ha llegado la mitad. La estructura de tendencia circular queda unida a la anterior por un “pasillo” de un metro de largo. De igual forma, esta estructura presenta la existencia de lo que se conoce como betilos, piedras labradas con la parte superior alisada, consideradas como ídolos por la arqueología tradicional. Aparecen en un número de cuatro, dos de ellos, todavía in situ, y dos caídos. Estos aparecen de pie y encajados en el suelo a través de un agujero y unos calzos. De igual forma, aparece el agujero donde se ubicaba uno de los que apareció caído. En el interior de lo que suponemos, pudo haber sido el interior del cuadrilátero que formaron los cuatro betilos, aparece gran cantidad de ceniza, así como cuatro zonas donde se generó fuego, asociándose a gran cantidad de fauna y cerámica, así como restos de obsidiana. Destaca, igualmente, aunque fuera de cuadrilátero “imaginario”, la aparición de un molino circular, aunque incompleto, llegándonos su muela superior. El último episodio de esta intervención fue llevada a cabo por el Gabinete de Estudios Técnicos Patrimoniales Tibicena. Actualmente, los restos hallados y documentados están depositados en el Museo Canario para poder estudiar e investigar el pasado de esta zona comparando sus testimonios con otros de la Isla, lo que supone la reconstrucción paso a paso de nuestra historia más remota.

Piedras labradas o “betilos”

La primera estructura esta ubicada bajo los restos del bancal existente en el propio solar. Sólo se pudo excavar, por las condiciones del lugar, un poco de este muro; por lo que todavía falta por definir si es una estructura prehispánica o si por el contrario nos encontramos con un antiguo bancal. La segunda estructura, es en sí misma, lo más interesante de esta excavación. Es una construcción redonda completamente, sin un acceso, todavía claro, y realiFragmento de un molino circular

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Intervención arqueológica en el depósito sepulcral de la calle Rosarito (La Isleta) racterísticas adquiere un papel especialmente relevante la determinación de los parámetros de sexo y edad de los restos esqueléticos, pudiendo determinarse que ambos sujetos correspondían a individuos masculinos, uno de los cuales habría fallecido en torno a los 18-22 años, mientras que el segundo murió con una edad comprendida entre los 30 y 40 años.

Momento de la excavación

Se trata de un enclave arqueológico inmerso en un ámbito urbano que ineludiblemente requiere la puesta en práctica de una serie de medidas encaminadas a su protección. A través del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo se adoptan las medidas cautelares en la calle Rosarito a la altura del número nueve, ya que, como consecuencia de remociones de sedimentos arenosos en el marco de las obras de saneamiento y mejora de la infraestructura urbana, sacan a la luz el descubrimiento de restos humanos, por lo cual se toman las medidas oportunas para asegurar su protección. El estudio e intervención como primera medida lo realizan los arqueólogos J. Velasco Vázquez, V. Alberto Barroso y T. Delgado Darias, que nos dan la pauta de las particularidades metodológicas y conceptuales que conlleva la intervención de lugares en los que se constata la presencia de restos humanos. Asimismo, el asesoramiento histórico fue llevado a cabo por el historiador Pedro Quintana Andrés. El depósito funerario La intervención arqueológica , puso de manifiesto la existencia de un depósito simultáneo de dos individuos adultos. Las pruebas arqueológicas llevan a que puede afirmarse, en primer lugar, y sin ningún género de dudas, que se trata de un depósito de carácter primario. (La sepultura primaria se define como aquella que es consecuencia del aporte de un cadáver en “estado fresco” en el lugar de depósito definitivo).

Aunque por el momento no se ha podido afrontar el estudio exhaustivo de todos los parámetros bioantropológicos de los restos humanos constatados, hemos de llamar la atención sobre una patología traumática documentada en el denominado individuo número uno, y que, desde nuestro punto de vista puede participar de la explicación histórica de este lugar sepulcral: en este caso se observó la ruptura de la tibia derecha, con carácter traumático poco antes de su fallecimiento, ya que no hay signos de regeneración ósea en la fractura. El golpe que la produjo le fue asestado en la parte anterolateral de la tibia. De la fosa se recuperaron además varios objetos metálicos, altamente oxidados y deteriorados, y por ello, difícilmente identificable. No es este el caso de seis objetos metálicos, posiblemente de plomo, de doce milímetros de diámetro, posiblemente munición de un arma de fuego. Su cercanía a la cadera de uno de los cadáveres, nos habla de una bolsa, que llevaría colgada a la cintura, hoy desaparecida por la acción del tiempo.

Disposición de los cadáveres. Ilustración: Javier Velasco Vázquez

Hay mucho que recorrer todavía para adscribir estos enterramientos a un tiempo y situación concretos, pero es posible que, a la vista de los hallazgos y de su contexto, nos encontramos ante personas, pertenecientes al bando agresor, muertas en los enfrentamientos originados por uno de los desembarcos que tienen lugar en esta zona de la isla entre fines del siglo XVI y XVII. Las últimas investigaciones del hallazgo, parecen corroborar la hipótesis expuesta, sobre todo, al comprobar que varias de las piezas metálicas encontradas, son monedas holandesas de aquella época.

Un fenómeno de indiscutible importancia a la hora de abordar la interpretación de un conjunto funerario, como el que ahora centra nuestra atención, lo constituye el hecho de la propia disposición de los enterramientos. En este depósito doble, a pesar de las alteraciones de las que fueron objeto, pudo detectarse unas pautas homogéneas . Puede decirse, en términos genéricos, que los dos individuos fueron inhumados en una posición de decúbito prono extendido (boca abajo), con los brazos cruzados bajo la región abdominal. La valoración de los restos esqueléticos constituyen una de las tareas más importantes para llevar a cabo una explicación coherente del depósito sepulcral. En un análisis de estas caUna de las monedas halladas

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Restos óseos y monedas

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Arquitectura • Lazareto de Gando. Telde • Restauración de la Ermita de Temisas. Agüimes El patrimonio arquitectónico lo constituyen los inmuebles con valores históricos, artísticos, documentales y culturales propios de una determinada comunidad. La ley de Patrimonio Canario establece los criterios de intervención y define las actuaciones encaminadas a conservar, consolidar y restaurar el patrimonio del Archipiélago, primando en ellos la cautela y el buen juicio para no desvirtuar su esencia constructiva, estética y cultural. En estos momentos, y entre otros, la oficina técnica del Servicio de Patrimonio Histórico, está diseñando el proyecto de restauración del Lazareto de Gando y ha finalizado la intervención en la iglesia de Temisas después de los estudios minuciosos que el arquitecto, Diego Pastrana ha llevado a cabo bajo el asesoramiento de Manuel Ramírez Muñoz, autor del libro El Lazareto de Gando: 1893 –1998, y don Julio Sánchez Rodríguez, antiguo párroco de Temisas.

Lazareto de Gando. Telde ciedad por el olvido en que los mantenía la Diputación Provincial a cuyo cargo estaban. Las medidas que se tomaron para reforzar la seguridad sanitaria, fue la construcción de un Lazareto. Estos establecimientos sanitarios estaban situados normalmente a distancia de los lugares habitados, con el objetivo de que guardaran cuarentena las mercancías y viajeros procedentes de lugares sospechosos de padecer enfermedades contagiosas. Como estaciones sanitarias para prevenir las epidemias, los lazaretos estuvieron bajo la constante tutela de la legislación española desde mediados del siglo XIX, hasta que a mediados del siglo XX fueron paulatinamente perdiendo importancia.

Detalle del templete.

El entramado histórico que hizo posible el Lazareto de Gando, lo encontramos en la necesidad de contar en Gran Canaria con la eficaz protección contra las epidemias de cólera que asolaban regularmente todo el mundo conocido, incluyendo naturalmente Canarias. Una de ellas, la epidemia de 1851, demostró la enorme vulnerabilidad de un puerto como el de Gran Canaria, en el que confluían las grandes rutas de navegación atlántica. En este ambiente, la situación de los establecimientos de la Beneficencia insular no eran los adecuados. Existían el Hospital de San Martín, que era el principal centro sanitario de la isla, y el Hospital de San Lázaro, con sus dos dependencias, el Asilo de Alienados y el departamento de Leprosos.

El estado de ambos era lamentable; los informes de la época que de ellos se emiten, apuntan a su precario funcionamiento, con duras críticas desde todos los sectores de la so-

El Reglamento de Sanidad Exterior, determina qué instalaciones y servicios tenían que reunir los edificios destinados a Lazaretos, debiendo de disponer de departamentos de apestados, desinfección, capilla, locutorios, rampas, embarcaderos, arbolados, laboratorio bacteriológico, farmacia, agua potable, así como el correspondiente servicio médico, secretarios y empleados fijados por el reglamento. Tras consultas realizadas por la Real Sociedad Económica de Amigos del País, se decidió la conveniencia de que el Lazareto se instalara en la Bahía de Gando, por sus óptimas condiciones. Las obras dieron comienzo el 28 de noviembre de 1887, culminándose en 1893. El Lazareto de Gando obedece a un concepto teórico y a una ideología con un alto grado de compromiso social, emanados de las corrientes de pensamiento imperantes en el último tercio del siglo XIX. Las obras de Juan de León y Castillo están enmarcadas con el sello de su ideología liberal de clara influencia inglesa. Los planos de la cárcel de Las Palmas y el Lazareto de Gando responden plenamente a los conceptos de utilitarismo, que no sólo fue una corriente política, sino una escuela moral y económica que se desarrolló en la creencia de que todos los principios filosóficos y científicos debían de tener una

aplicación práctica en la vida social.

El Lazareto se eleva en anfiteatro, construido sobre el mismo declive del terreno ofreciendo el conjunto arquitectónico un efecto armonioso. En cuanto a disposición, el establecimiento estaba dividido en cuatro partes. Departamentos limpios, con residencia del personal; de observación, para cuarentenas; para buques de patente sucia y, por último, el Departamento de apestados. Estos departamentos estaban completamente apartados entre sí, formando cada uno de ellos un cuadrado, separados por anchas calles en forma de cruz, culminando en el centro en una capilla de dos pisos visible desde todas las partes. Su arquitectura estaba formada por elementos simétricos con refuerzos en sus ángulos de “sillería aplantillada para soportar la presión de unos paramentos levantados de mampostería ordinaria”. Y sus elementos constituyen un ejemplo claro de nuestra arquitectura tradicional, que se manifestó en uno de los elementos constructivos de mayor raigambre en las islas: el maderamen de la mejor riga, dramáticamente expoliada con el paso del tiempo. El Lazareto nunca llegaría a funcionar como tal, ya que no se hizo una obra complementaria, quizá la más sencilla: un muelle con grúas, unos carriles y un camino de acceso para mercancías y pasajeros.

En 1916, el Cabildo de Gran Canaria, solicitó y obtuvo la cesión en usufructo del Lazareto para convertirlo en un gran complejo sanitario. A partir de aquí, la historia del Lazareto fue un continuo rosario de proyectos fallidos, llegando a ser utilizado como campo de concentración de prisioneros políticos a raíz de la sublevación militar de 1936. Desde 1940 forma parte de la Base Aérea de Gando.

Planta y alzado (Tramado). Dibujos realizados por Diego Pastrana.

Escaleras interior y exterior del templete

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La Ermita de Temisas. Agüimes: metodología y rehabilitación Si nos preguntáramos si podemos considerar las ermitas, estos pequeños y humildes edificios, como monumentos, nuestro criterio es afirmativo. La ermita es un monumento, pequeño pero valioso en cuanto a estética, edificación y adaptación al paisaje. Es un símbolo sintético de todo el contexto arquitectónico de la zona. La ermita la levantó el pueblo en 1729 alentado por el P. Marcos Gil, del convento Dominico de Agüimes, fraile apostólico que los atendía pastoralmente. Artista también por propia vocación, el P. Marcos esculpió y regaló a la Ermita la imagen del patrono San Miguel Arcángel. Se compone de una sola nave (dividida en dos partes por un arco de cantería) y una pequeña sacristía al lado del altar mayor. Tenía dos puertas, una al oriente y otra al sur, todas de tea y en buen estado. La sacristía es una pieza baja con puerta al patio de la casa parroquial que dispone de piso con cantería. El primer cuerpo de la iglesia hasta el arco, tiene once metros de largo y de ancho, cinco. La segunda parte, del arco al altar mayor, siete metros de largo y seis de ancho. En el libro de rendición de cuentas, hecho por el primer mayordomo Juan de Alvarado López, en 1730, refiriéndose a la construcción de la ermita, relaciona: madera, cantería, ladrillos, mampuesto, tejas y cales, y un solar para aumentar la plaza. En 1732, se hace el campanario. Entre 1888 y 1910 se realizaron importantes obras de restauración de la Ermita, sacristía y casa del capellán que afectaron a su primigenia fisonomía. Los criterios y metodología de rehabilitación seguidos por el Servicio de Patrimonio Histórico están basados, tras un previo y minucioso estudio, en la constatación que algunas de las intervenciones realizadas en la Ermita en las últimas décadas del pasado siglo sólo han tenido la finalidad de conservar el templo sin tener en cuenta la recuperación de los materiales primitivos válidos- teja, madera,- para reponerlos en la obra y devolverla a su estado original. Desde este Servicio de Patrimonio Histórico entendemos que cualquier intervención de un bien de estas características debe ser totalmente respetuosa con éste y su historia y sin despreciar los materiales y técnicas actuales, darle al edificio la consistencia que el tiempo le ha quitado, conservando su carácter y tipología.

En muchas de las ocasiones los técnicos encuentran dificultades para llevar a cabo los trabajos aplicando estos criterios. En estos casos se estudia la manera más adecuada y menos impactante, que solucione los problemas técnicos del inmueble sin dañar su espíritu constructivo. Los objetivos que el presente proyecto concreta, es por una parte corregir las patologías existentes como resultado del paso del tiempo, grietas, humedades, etc.. Por otra, devolver el Inmueble a su estado primitivo, recuperando, techumbres, maderas, etc. Es decir, recuperar el monumento y su apariencia original compatibilizándola con las exigencias de los usuarios. Del estudio realizado y la memoria del proyecto se define el diagnóstico de la Ermita. Esta se encontraba en un avanzado estado de deterioro, habiéndose observado tanto en la cubierta como en los elementos que la componen, (entrevigado de madera, tablazones e incluso durmientes de apoyo del mismo). Así pues, toda la infraestructura se encontraba obsoleta y en muy mal estado, presentando incluso peligrosidad para el propio inmueble y sus feligreses; por ejemplo en lo referente a la instalación eléctrica. Es de destacar que el pavimento que existía no correspondía al original, que se encontraba, en parte y en pequeñas fracciones debajo del actual. Este hecho se constata con la realización de catas. Del pavimento original se deja una muestra a modo de testigo en la parte principal de la sede que ayuda a comprender la génesis y vida del inmueble en cuestión. La carpintería exterior, se recuperó totalmente, en cambio la interior, que se encontraba más deteriorada y en peores condiciones se sustituyó en un 50%.

La Villa de Agüimes, fundada hace más de 500 años, nació a raíz de la Conquista . Anteriormente constituía uno de los espacios con asentamientos prehispánicos más importantes, que se extendía además por toda la zona que actualmente ocupa el Municipio de Ingenio y gran parte de Santa Lucía. Agüimes ostentó desde los primeros tiempos y durante tres siglos un lugar privilegiado por su calidad de señorío episcopal, otorgamiento singular que fue concedido por los Reyes Católicos. Desde esos momentos, Temisas aparece siempre asociada al señorío por su riqueza acuífera siendo también un lugar de asentamiento de la población prehispánica como lo testifican yacimientos de la Audiencia, Risco Pintado, la Cueva del Gigante, etc y posteriormente, de los nuevos pobladores tras los repartimientos de tierras. Así comienza a desarrrollarse el incipiente barrio de Temisas que actualmente está protegido por la ley de Patrimonio Canario con la categoría de Conjunto Histórico. Fruto de la herencia religiosa de la Villa, es de resaltar el arte sacro en Agüimes, que recorre su historia desde el gótico flamenco, hasta el neoclásico, representado en la Iglesia de San Sebastián, obra del arquitecto Diego Nicolás Eduardo. Aún se conservan algunas obras de arte de gran valor en las iglesias del término, entre otras, la Ermita de San Miguel.

Todos los elementos de piedra y cantería del interior del inmueble, se han recuperado. En la obra de rehabilitación el mayor problema lo presentaba, por un lado, la espadaña existente, posterior a la original con elementos constructivos de hormigón armado, ladrillo, etc... y, por otro, la composición de la fachada principal.

1729

Estos elementos se han realizado conforme al estudio realizado a través de “catas” que ha llevado a rematar la cubierta a dos aguas con la fachada principal, así como proyectar varios modelos de espadaña, atendiendo a las tipologías propias de la época de construcción.

1802

1910 Fases de intervención.

Instalación de la techumbre.

La ermita antes de su intervención.

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Diseños de espadañas por Diego Pastrana, con el asesoramiento histórico de Julio Sánchez

2001

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Etnografía • Un Plan Especial para Acusa. Artenara • Restauración en las Salinas del Bufadero. Arucas Los bienes que integran el patrimonio etnográfico son muy variados pues reunen un amplio espectro de lo que significa nuestra cultura tradicional y popular. Los conocimientos, técnicas y actividades, que normalmente están ligadas a las producciones económicas tradicionales, las construcciones y conjuntos resultantes del hábitat popular, juegos, fiestas, tradiciones, etc... configuran este legado que aún pervive y que debemos, por tanto, preservar para evitar su desaparición. Sirvan de botón de muestra los artículos integrantes de esta sección.

Un Plan Especial Para Acusa. Artenara Acusa: síntesis del poblamiento troglodita • La memoria de las cuevas • El país de las cuevas.

carácter de fortificación natural. Además Acusa es rica en cuevas pintadas, siendo la más conocida la Cueva de Las Estrellas.

Situado en el municipio de Artenara y en el cauce medio de la Cuenca de Tejeda, entre los 925 y 980 m.s.n.m. El acceso se puede realizar por la carretera que une Artenara con La Aldea, también llamada carretera de las presas.

Acusa contiene en sus poblados la síntesis y evolución del hábitat en cueva de la isla. Desde el solapón natural usado como abrigo, la cueva artificial de factura prehispánica, el modelo de reutilización tradicional del poblamiento troglodita. Por desgracia, recientemente su atractivo ha generado rehabilitaciones para segundas residencias, lo que ha significado una alteración considerable del sector de Acusa Seca.Toda esta riqueza patrimonial ha servido para iniciar un expediente para la declaración de Acusa como Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica. Tras este paso de protección el Servicio de Patrimonio encarga la redacción de un Plan Especial con el objetivo de proteger, conservar y poner en uso este importante recurso.

Desde el punto de vista geomorfológico constituye una mesa, forma positiva del relieve de origen estructural, producida por la acción erosiva de los barrancos colindantes. De esta manera, la Mesa de Acusa supone la mayor superficie llana de la Cuenca de Tejeda, lo que se ha traducido en un aprovechamiento agroganadero intenso desde sus primeros pobladores aborígenes hasta los años setenta del siglo XX. Los antiguos canarios encontraron en Acusa un lugar ideal para el asentamiento de poblaciones repartidas en varios conjuntos arqueológicos que recorren la base de la mesa y entre los que sobresalen los yacimientos de: Acusa Seca, El Alamo, El Hornillo, Acusa Verde y La Cruz de la Esquina. Todos estos conjuntos han sufrido una reutilización histórica que ha sumado valor añadido al sustrato arqueológico. La riqueza patrimonial de estos conjuntos está reforzada por ser uno de los mejores ejemplos de hábitat troglodita de la Isla, parte integrante del patrimonio etnográfico insular. En la actualidad se mantienen poblados los núcleos de Acusa Verde y el nuevo asentamiento de la Mesa en torno a la Iglesia de la Candelaria. Además de cuevas de habitación, el complejo cuenta con distintas zonas de enterramiento, graneros colectivos, cuyo ejemplo más destacado es el del granero del Alamo, con un

Este Plan Especial, redactado por el arquitecto Juan Manuel Febles , distingue tres zonas diferenciales, con tres grados de protección: - Grado 1: El Hornillo, Fortamaga, La Candelaria y el Alamo. - Grado 2: Desde la Hoya del Alamo hasta el granero de Acusa. - Grado 3: El poblado de Acusa Seca, más próximo a la carretera y más alterado en los últimos años. Para cada uno de estos ámbitos se proponen soluciones distintas que se relacionan con la situación actual de los conjuntos, sus valores y posibilidades de uso. Además se prevé la construcción de un equipamiento en la Mesa (Centro de Interpretación y Acogida) para desarrollar la creación de un Parque Arqueológico y Etnográfico que convierta en oferta los valores

Poblado de Acusa Seca

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que hemos indicado anteriormente. Para la zona de grado 3 (Acusa Seca), se proponen una serie de medidas correctoras orientadas a la minimización de los impactos producidos por las obras de segundas residencias, dotando de servicios básicos que eliminen aspectos como cableado aéreo, saneamientos superficiales, o accesos. En este último caso se recoge la recuperación de una red de senderos para la vista que faciliten además la contemplación de los valores paisajísticos de Acusa. La filosofía del documento apunta en la dirección del desarrollo local o endógeno de las poblaciones colindantes, implicando a los vecinos a partir de la redacción del plan, en las medidas de conservación y puesta en uso. El Plan Especial incluye el régimen de usos (permitidos, autorizables y prohibidos) de las diferentes zonas, además de la normativa reguladora de las actividades que se desarrollen en el entorno de protección; directrices de actuación (de conservación e investigación, de información y de señalización). En este contexto el Cabildo ha trazado una política de adquisición de cuevas, para favorecer la disposición de suelo, de cara a las actuaciones que se pretenden. Actualmente se está tramitando la aprobación del Plan Especial y para el año próximo están previstas que comiéncen a materializarse las primeras actuaciones de corrección de impactos. En los próximos años se pretende el desarrollo de las propuestas que contiene el Plan Especial para la creación del Parque. En este sentido confiamos que Acusa pase a convertirse en uno de los referentes obligados en el circuito cultural y patrimonial de Gran Canaria.

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Restauración de las Salinas del Bufadero. Arucas

industria de la sal en Gran Canaria arranca en el siglo XVI, con la instalación de las primeras salinas sobre barro en la salida sur de la ciudad de Las Palmas, y será a lo largo del siglo XVIII y XIX cuando se produzca el auténtico despegue de la actividad. La producción de estas salinas y la demanda que empujó su desarrollo estaba orientada al abastecimiento de los barcos de pesca que faenaban en las aguas del Archipiélago y en la costa de Africa, para su utilización como conservante en las salazones de pescado. Además de este uso mayoritario, la sal también se destinó a la conservación de carnes, industria del cuero, consumo doméstico, etc.

Casa de la Sal y maretas restauradas.

La demanda y consumo de sal ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad. En las distintas latitudes del mundo, las comunidades locales han buscado diferentes formas para proveerse de este necesario recurso, unas veces a través del mercado y otras mediante el aprovisionamiento directo, en minas de sal, salinas marinas, manantiales salobres, etc. En nuestras Islas, los antiguos canarios recurrían a los encharcamientos naturales que se producen a marea baja en determinados puntos del litoral, en los que cristaliza la sal a través de la exposición directa. Esta forma de aprovechamiento se ha mantenido vigente hasta nuestros días en islas como Lanzarote y Fuerteventura, donde algunas familias siguen recorriendo distintos tramos del litoral para la recolección de la sal. En Gran Canaria se desarrollan en paralelo dos modelos de salinas atendiendo a su origen y modelo constructivo. Las salinas de roca, y las salinas de barro, localizadas en la costa sureste y de origen Mediterráneo. El inicio de la

En la costa de Bañaderos-El Puertillo se localizaban siete ingenios de salina sobre roca, y que han desaparecido en los últimos cuarenta años. Estas salinas tienen su asiento directamente sobre la roca en la que se construyen pequeños charcos con cordones de piedra y barro, adaptándose a la topografía preexistente y que han conformado un paisaje cultural de gran riqueza plástica. Las salinas del Bufadero constituyen el último ejemplo de salinas sobre roca que se conservan en la Isla, hecho por el que podemos considerarlo como un endemismo etnográfico, debido a las particularidades de su modelo constructivo y de su proceso. En el proceso de obtención de sal, la tracción humana es la protagonista, ya que el agua se transportaba a hombros desde la primera línea del mar. La comercialización del producto se hacía en la comarca del norte en la que el salinero repartía la sal a hombros o con animales de carga. En el año 1993 fallece el último salinero que las venía explotando, y las salinas que ya se encontraban en un estado precario ante la falta de mejoras y de rendimiento económico entran en un estado de abandono que la coloca al borde de la desaparición. En el año 1997 el Cabildo de Gran Canaria incoa expediente para la declaración de las Salinas del Bufadero como Bien de Interés Cultural, en calidad de Sitio Etnológico, por sus valores propios de nuestra cultura tradicional y popular. Tras esta incoación se empieza a trabajar en el proyecto de restauración de las instalaciones. La metodología seguida, comenzó con la

Diferentes instantáneas de las Salinas del Bufadero

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Durante el pasado año el Cabildo de Gran Canaria, a través del Servicio de Patrimonio Histórico, y el Ayuntamiento de Arucas acometen la restauración de las Salinas del Bufadero. Situadas en la costa del municipio de Arucas estas salinas se localizan junto al kilómetro nueve de la carretera general del Norte y constituyen una de las ingenierías históricas más destacadas de nuestro patrimonio etnográfico.

limpieza de las maretas: picados de los fondos y restitución de los cordones de barro y piedra. Lo que pretendía esta actuación era recuperar el espacio productivo como primera medida de salvaguarda. Esta tarea se alargó durante varios meses debido al carácter artesano de los cristalizadores y la necesaria estanqueidad de cada uno de los depósitos. La otra actuación se centró en la restauración del almacén o Casa Grande. Esta pieza de planta rectangular y cubierta plana presentaba un importante desgaste debido a la acción abrasiva del mar. Primero se tuvieron que limpiar las paredes de la elevada salinidad que presentaban. En segundo lugar se procedió al arreglo de los huecos de la pared en la mampostería, superiores a los cuarenta centímetros de desgaste. Por último se enfoscó y pintó según los colores originales del inmueble, cubriendo la cubierta de un tratamiento de limpieza e impermeabilización. En los pares de madera que sujetan el techo se aplicaron materiales conservantes para su mantenimiento. A partir de estos trabajos la producción se ha vuelto a poner en marcha y en la actualidad las salinas están a pleno rendimiento convirtiéndose así no sólo en un recurso histórico y didáctico de primer orden, sino también en el soporte de un oficio con muchos siglos de presencia en la Isla: el salinero. Conocer y proteger este patrimonio salinero es acercarnos al respeto por nuestra historia. Una manera de contribuir a este fin es consumir la sal de nuestras salinas sabiendo que adquirimos un producto de calidad, al mismo tiempo que favorecemos la conservación de nuestro patrimonio histórico.

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Arqueología Urbana En Las Palmas De Gran Canaria C i n c o si g los d e H i st ori a La dinámica urbanística en las ciudades, ha permitido la localización de importantes vestigios ocultos bajo el asfalto y los edicios que dieron lugar a excavaciones sin precedentes permitiendo encontrar importantes testimonios de la época y de los orígenes de su núcleo urbano. En Canarias los vestigios de este tipo se reparten bajo las tramas urbanas de mucha de nuestras ciudades, siendo el último y revelador hallazgo los restos encontrados en la excavación arqueológica realizada en el ala norte de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria.

Entre los meses de julio a diciembre de 2001 se han venido realizando los trabajos de excavación arqueológica en la zona norte de la catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria. Para ello se contó con un equipo de profesionales especializados en cada una de las áreas de investigación implicadas en este estudio: Arqueología, Historia Medieval e Historia Moderna. En este lugar está previsto llevar a cabo la ampliación del recinto catedralicio de acuerdo al proyecto del arquitecto Salvador Fábregas Gil, por lo que se hacía indispensable intervenir de forma previa a cualquier actuación arquitectónica. El objetivo primordial de esta actuación era documentar los posibles vestigios que hubieran podido conservarse del uso de este espacio a lo largo de la historia.

Catedral de Santa Ana.

En el solar eran ya visibles varios elementos constructivos, entre los que se encuentran las paredes que conforman el propio perímetro, y que se relacionan con las obras llevadas a cabo a principios del siglo XIX. Sin embargo, a tenor de los datos históricos conocidos, era muy probable la existencia de evidencias arqueológicas en el subsuelo del solar. No en vano, la historia de este terreno y de la Catedral de Santa Ana están muy unidas a la de la propia fundación de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. El lugar elegido a finales del siglo XV para la ubicación del Templo se situaba en unos solares que fueron adquiridos por el Cabildo, no sólo para la construcción del monumento, sino también para la alineación de la plaza de Santa Ana. Allí se levantó la llamada Iglesia baja del Sagrario, entre la plaza del Pilar Nuevo y la plaza de los Álamos, que hizo las veces de Templo Catedral y, desde 1570 hasta el siglo XVIII, fue parroquia matriz. A finales del siglo XV, el lugar que en la actualidad ocupa el edificio catedralicio, incluida la ampliación norte que se pretende acometer, presentaba un aspecto muy diferente, ya que estaba dividido en dos espacios. En uno de ellos se comenzó la construcción de la propia Catedral. En el otro, situado en el extremo norte y separado del templo por el callejón de San Martín, se ubicaba el Hospital de San Martín.

La asistencia hospitalaria, entre otras propuestas más o menos elaboradas, fue una de las vías de búsqueda de una moderación de tensión de la generalizada pobreza galopante que se apoderaba de la población, siendo esta una de las principales razones para la fundación del hospital de San Martín, cuando lo creó el conquistador Martín González de Navarra en 1481. Su intención fue fundar un hospital que diera acogida a los enfermos y necesitados de atención médica y auxilio espiritual en sus últimos momentos. La sede primigenia del recinto estuvo durante un corto periodo al sur de la iglesia Catedral, siendo trasladada a fines del siglo XV al norte de ésta, a las casas de Pedro de Vera mediante permuta. Allí permanecerá hasta finales del siglo XVIII, ubicando en el edificio desde el segundo tercio del siglo XVII la cuna de expósitos. La institución siempre estuvo limitada en su crecimiento por sus cortas rentas y la escasa cuantía de las limosnas recibidas.

Vista de la calle y el pavimento

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Enterramientos en la zona extramuros

Plano de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria de Pedro Agustín del Castillo (1685)

Detalle donde se aprecia el Hospital y la calle (Ala Norte y el Hospital)

El recinto hospitalario era un edificio de dos plantas, que contaba con dos salas separadas, habitaciones de servicio, cocina, área de asistencia, más una Iglesia de regular tamaño, la huerta y un camposanto. A ella se unía la sala dedicada a los expósitos.

esta zona. Se permite la ampliación de la catedral siguiendo el proyecto aprobado de Diego Nicolás Eduardo. Al mismo tiempo, en 1783, se abre en la zona norte la calle de San Marcial, como vía alternativa al callejón de San Martín que quedaría clausurado.

La cercanía de la Catedral y el deseo de los eclesiásticos de ampliar el edificio, hicieron que a mediados del siglo XVIII comenzaran a fijarse en el hospital y hospicio como el espacio más adecuado para la ampliación de la catedral hacia el norte, ubicándose en él la futura iglesia del Sagrario.

En este marco, los trabajos arqueológicos han permitido documentar una pequeña parte de la trama urbana de la primera ciudad de Las Palmas, contemplándola tal y como se diseñó en sus albores.

Así, en diciembre de ese año se concedía la iglesia del viejo hospital para su uso provisional como parroquia del Sagrario, mientras casi todo el resto de las dependencias eran demolidas para el comienzo de las construcciones. Las últimas noticias sobre la antigua iglesia del hospital se registran en 1799, año de la total demolición del edificio, mandándose por los prebendados, para evitar posible infecciones, que se echaran escombros y cal sobre todo el solar, procurando que la altura del relleno alcanzara varias varas de alto en la mayoría del terreno. Es entonces cuando se produce la primera transformación urbana de

Detalle de la cisterna

Relacionado con el primer momento de ocupación, el más singular de los elementos descubiertos ha sido, sin lugar a dudas, el trazado del callejón que separaba el edificio catedralicio del recinto que configuraba el Hospital de San Martín. Se trata de un tramo de unos veinte metros de largo por tres de ancho que conserva un pavimento de callaos, colocados formando cuadrados de un metro de lado y rellenos con piedras dispuestas desordenadamente. Junto a la calle se situaba el complejo hospitalario. Entre los elementos documentados arqueológicamente, destacan los tres muros que corresponden a los cimientos de la iglesia, formados por paramentos de mampostería que presentan un enlucido con un mortero de cal, y que en ocasiones está pintado de rojo. También se descubrió una pequeña parte del patio, del que se ha conservado el pavimento .

Muros correspondientes a la iglesia del hospital de San Martín

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Planta de la Iglesia Catedral de Santa Ana. Diego Nicolás Eduardo.

El interior de la iglesia estaba muy afectado por las remociones de tierra posteriores y no se ha identificado el suelo original, sin embargo, las excavaciones han puesto al descubierto los enterramientos que se habían realizado en este lugar, tal y como era habitual en este tipo de recintos. Han sido localizados los restos de doce individuos dispuestos en posición original, junto a otras evidencias esqueléticas completamente desarticuladas y a una serie de elementos materiales asociados a las inhumaciones, como alfileres y botones. El acondicionamiento del espacio funerario se reduce a una simple fosa excavada en la tierra sobre la que se depositó directamente el cuerpo, no conservándose cistas ni ataúdes. En la zona extramuros de la Iglesia, han sido igualmente descubiertas algunas tumbas, pero destacan sobre todo las acumulaciones de huesos en posición secundaria, formando parte del osario de dicho recinto eclesiástico.

Detalle del Proyecto para el Ala Norte

A este episodio de ocupación constituido por la calle y el conjunto hospitalario, se superponen los vestigios de la Parroquia del Sagrario que comenzó a edificar Diego Nicolás Eduardo a fines del siglo XVIII y que continuó más tarde Luján Pérez. Sin lugar a dudas, una de las sorpresas de la excavación reside en la constatación del avanzado estado en el que se encontraba la construcción de esta Parroquia al ser paralizados los trabajos en 1821. De hecho, han quedado al descubierto tanto las líneas de cimentación del edificio, como las paredes que compartimentaban esta fábrica, coincidentes en todo con los planos originales del arquitecto lagunero. En algunas zonas incluso se han conservado las losas de cantería del propio suelo de la parroquia. En una de las dependencias, que en el plano original de Diego Nicolás se denominaba “osario”, ha sido documentada una gran acumulación de restos óseos humanos. Aparecen en desconexión anatómica, acumulados unos encima de otros, entre un se-

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, fue la primera fundada por Castilla en las Islas Canarias al mando de Juan Rejón en 1478. Inicialmente, el “Real de Las Palmas” se desenvolvió de forma espontánea y ostensiblemente irreflexiva organizándose en su prolongación hacia el norte. Su rápido crecimiento demográfico y urbano a finales del siglo XV fue propiciado por su posición geoestratégica en las rutas hacia Africa y América. La importante circulación de capitales, el arribo de un nutrido grupo de emigrantes desde diversas áreas del Viejo continente, le permitió acaparar varias de las instituciones más importantes de la región. Solar del ala norte

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dimento de tierra muy suelta, lo que remarca aún más el carácter secundario de este depósito. No parece aventurado pensar que los cadáveres aquí depositados procedan de otras zonas del solar, tras llevar a cabo las labores de limpieza y “purificación” acometidas durante la construcción de esta Capilla del Sagrario. De hecho, la gruesa capa de cal documentada encima de los restos estaba destinada con toda probabilidad a acelerar este proceso. El último episodio constructivo constatado, es el correspondiente al inicio del proyecto de Secundino Zuazo Ugalde, llevado a cabo por Andrés Boyer Ruíz, que data de la década de los sesenta del pasado siglo, y que fue derruido debido a la escasa aceptación social de su propuesta. Por lo que se refiere al abundante cúmulo de materiales recuperados, la descontextualización de los mismos impide hacer valoraciones que vayan más allá de las estrictamente descriptivas y tipológicas.

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El hallazgo arqueológico localizado junto a la Catedral, ha abierto el debate sobre la necesidad de conservar los vestigios, que marcan la historia primera del municipio, con la ampliación de la catedral. La compatibilidad de estas dos actuaciones será el tema a diseñar y debatir en próximas fechas.

Vista general del yacimiento una vez concluida la excavación.

No ocurre lo mismo con los restos bioantropológicos localizados in situ. Es indudable el interés de estos vestigios a la hora de ahondar en el estudio de la población marginada de la Edad Moderna y de las prácticas funerarias de estos centros hospitalarios de beneficencia, donde acudían los pobres de solemnidad en busca de curación y auxilio. Con todo, esta campaña de excavación no ha supuesto el fin de los trabajos de documentación arqueológica del solar. Una vez que se decida qué tipo de actuación se llevará a cabo en este emplazamiento, varios sectores deberán ser objeto de una nueva y exhaustiva intervención. En ella se perseguirán, al menos, dos objetivos. Por un lado, exhumar por completo el osario de la Iglesia del Sagrario. Por otro, será preciso actuar en la zona oeste de la Iglesia del Hospital de San Martín, con el objeto de certificar la existencia del lienzo de la ermita que falta aún por descubrir, al tiempo que se deberá completar el levantamiento de las inhumaciones que todavía puedan conservarse.

Vista de los muros de la Iglesia del Sagrario

Todo lo anteriormente expuesto, lleva a considerar la indudable necesidad de preservar este excepcional hallazgo. Es importante resaltar este aspecto, ya que, si bien en otros lugares del barrio de Vegueta es posible distinguir perfectamente el primigenio diseño urbanístico, sólo aquí se pueden apreciar los elementos constructivos originales, rescatados en un estado de conservación que superan las expectativas más optimistas existentes al inicio de los trabajos. Más aún, la excepcionalidad de este hallazgo no sólo reside en esta circunstancia, sino en el hecho, no menos importante, de que las modificaciones urbanas acontecidas en este centro histórico en los últimos siglos, hacen improbable el descubrimiento, en otros lugares, de restos arqueológicos de esta magnitud ligados al origen de la ciudad. Y al referirnos a la conservación no estamos hablando de emprender una simple consolidación de los restos arqueológicos para impedir su deterioro, sino de transformarlos en un instrumento patrimonial que transmita a los

Varias de las dependencias del proyecto de Diego Nicolás Eduardo

ciudadanos sus valores históricos y culturales. Una de las mejores herramientas con la que cuentan las ciudades para lograr la difusión de su Historia es su patrimonio arqueológico. Éste constituye una prueba tangible del pasado, y, de este modo, resulta más sencillo hacer comprender a la sociedad no sólo los procesos históricos que han tenido lugar en el entorno en que viven, sino las consecuencias que éstos han tenido en la configuración de la actual trama urbana. El hecho de que estos vestigios se ubiquen en un lugar privilegiado, rodeados de los edificios y centros culturales más emblemáticos de la ciudad, constituye un acicate más para intervenir de forma decidida en ellos, rescatándolos del pasado e integrándolos en el presente.

Fragmento de la lápida del Canónigo Messia

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Patrimonio Mueble • Conservación y restauración del fondo artístico y documental del Museo Néstor • Traslado e intervención de un Mural de Felo Monzón. • Actuaciones en Bienes Muebles de la Iglesia de Jinámar (Telde) •Restauración de dos tallas pertenecientes a la Iglesia de San Nicolás de Bari en Sardina del Sur (Santa Lucía de Tirajana) Un fondo bien conservado, es un Patrimonio recuperado y en el caso de Canarias por sus peculiaridades históricas nuestros fondos artísticos y documentales son bastantes limitados, encontrándose una gran mayoría de ellos en mal estado de conservación. Son varios los factores que participan en la pérdida de estos fondos, pero es quizás el elevado índice de humedad relativa, presente en las islas, y el ataque de xilófagos los que más contribuyen a su deterioro. Esto nos obliga a mantener desde este Servicio de Patrimonio una campaña permanente de Conservación Preventiva lo más amplia posible, optimizando recursos tanto humanos como materiales.

Conservación y restauración del fondo artístico y documental del Museo Néstor Es por iniciativa de la dirección del Museo Néstor y ante su solicitud de colaboración al Servicio de Patrimonio Histórico para la correcta conservación del fondo artístico que custodia el Museo, cuando el Departamento de Restauración de Documentos asume la salvaguarda de dicho fondo por la importancia del mismo, dentro de su tipología. Los criterios básicos generalizados seguidos, siempre parten de procurar como primera medida promover la adecuada conservación de los fondos de la Isla en su conjunto, juzgando que una de las causas más comunes de deterioro de los mismos es la falta de una conservación preventiva que evita muchos males posteriores así como limitar a casos puntuales la necesidad de intervenir directamente sobre una obra. Néstor Martín Fernández de la Torre, es el único pintor en la actualidad que tiene un museo monográfico en Las Palmas de Gran Canaria. La importancia que la obra de Néstor tiene en la Historia del Arte de las islas, estriba en que fue el único pintor canario que irrumpió dentro del panorama pictórico del simbolismo y modernismo, entendiendo ambos conceptos en toda su amplitud. Este hecho es de por sí suficiente para despertar interés por su obra además de muchas otras valoraciones. En una primera toma de contacto con el fondo, nos encontramos

con que estaba sometido a una larga serie de riesgos difícilmente justificables y que en algunos casos han llegado a producir perdidas irreparables e insustituibles del patrimonio. La primera medida que asume la restauradora de patrimonio documental del Servicio de Patrimonio Histórico, Pilar Blanco, fue conocer el contenido del mismo y su estado de conservación para poder actuar posteriormente. Para ello siguiendo la recomendaciones del ICOM se realizó una catalogación desde el punto de vista de conservación para facilitar y determinar las medidas a tomar. Este cuerpo de Catálogo por las peculiaridades del fondo, se organizó para su mejor tratamiento por bloques de series según los soportes y técnicas utilizadas así como temáticas unificadoras de las mismas, arrojando un balance de 1.161 dibujos divididos en 29 series que se agrupan por técnicas: acuarelas, carboncillos, etc. esto nos ha permitido saber la prioridad de actuación en la política restauradora. Resumiendo: estas fichas técnicas y este sistema de estudio nos encontramos que a cada serie les une además de pertenecer al mismo autor, unas mismas calidades técnicas y estéticas en los bocetos y dibujos así como un formato similar solo determinado en muchos casos por una mínima variación de medidas.

Dibujos Anatómicos, antes y después de la restauración, del pintor Néstor Martín Fernández de la Torre. Lápiz sobre papel.

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Lo más interesante de estos resultados fue comprobar que lo que cada serie mantiene, es una idéntica problemática en el diagnóstico de su estado de conservación, lo que lleva a unificar soluciones solo diferenciadas según sean las técnicas empleadas. Los daños que presentaba además de su ubicación, manipulación, protección, etc., era que la suciedad y desgarros, unido a la mala calidad de los materiales empleados llevó a que el papel y los cartones utilizados como soportes se encontraran en estado quebradizo. Los elementos sustentados como tintas y pigmentos presentaban numerosas lagunas y decoloraciones, aunque los orígenes de estos daños, como principal causa de su deterioro, provienen tanto de factores internos, los derivados de la propia naturaleza física del soporte utilizado y sus reacciones químicas, así como de factores externos, como es la luz, a la cual las tintas y pigmentos son más sensibles al deterioro, perdiendo su colorido original. También hemos de añadir en este caso el alto índice de humedad medioambiental registrado en las instalaciones, lo que ha permitido la proliferación de microorganismos. El hecho de haber organizado y consolidado este fondo ha dado lugar a detener el deterioro al que estaba sometido y al mismo tiempo evitar su pérdida.

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Traslado e Intervención de un Mural de Felo Monzón

Fragmento del mural.

El Mural “Composición con tres figuras” (361,5 x 220,5 x 8 cm.) se encontraba situado en el Salón del antiguo Cine Cuyás. Fue realizado en la década de los años cincuenta con pintura acrílica aplicada en tintas planas. En origen, el soporte de esta capa de pintura, cuando estaba en el Cine Cuyás, era un muro de sillares de piedra gris (tosca) recubierto con revoco de cemento, de 1.5 centímetros aproximadamente, y éste a su vez en un enlucido de yeso de unos tres centímetros. La intervención consistía en trasladar el mural a otra dependencia, lo que conllevaba un nuevo soporte rígido.

Los trabajos se realizaron en dos fases. En la primera se efectuaron estudios previos y el proceso de arranque. En la segunda, se procedió al traslado de la obra a un nuevo soporte inerte. Los estudios previos fueron realizados por Leandro de la Vega, restaurador de pintura mural del Instituto del Patrimonio Español. Se efectuaron pruebas de sensibilidad de los colores, pruebas de sentado de la capa pictórica, toma de muestras de morteros…, determinando la posibilidad de realizar un arranque de una sola pieza, gracias a las características y buen estado del soporte. Se planteó el arranque del mural separando la pintura del muro con el sistema conocido como “stacco a masello”, es decir, la extracción de la pintura con buena parte del soporte, el muro. El corte del muro fue encargado a una empresa especializada, que a través de un hilo de acero diamantado seccionaría el muro por la mitad, protegiéndose la pintura con papel adherido con cola de pescado. Con el fin de preparar la pintura para trasladarla a un nuevo soporte, se le aplicó una capa intermedia de dos cm de un mortero hidráulico de baja densidad. En la segunda fase, el Cabildo contrató a la empresa AB–57, para los trabajos consisten-

tes en consolidación y fijación de la capa pictórica, traslado, eliminación de abultamientos, tratamientos de lagunas y reintegración del color. Ante todo, hay que precisar que la obra tiene un marcado carácter de “pintura mural” que debe ser considerado y mantenido a pesar de que hoy la encontremos desvinculada del muro para la que fue concebida. El hecho de haber sido trasladada a un nuevo soporte no la convierte en un bien mueble ni le quita su carácter de pintura mural. Aunque, efectivamente el panel resultante es “portable” la conveniencia, de su ubicación definitiva dentro de un edificio y en una pared que reúna las condiciones adecuadas para su conservación y correcta exposición, es obvia. Actualmente se encuentra ubicado en la Sala de Juntas del Recinto Ferial de Canarias. De la producción mural de Felo no han quedado muchos ejemplos como el que nos ocupa. Al parecer los proyectos de interiorismo que el artista realizó para algunos edificios de Las Palmas y que incluían murales no se conservan ejecutados sino uno en la farmacia Doreste y otro en el hotel Royal de Teror; este ultimo (hoy traspasado a bastidor) fue ejecutado con la técnica del “marouflage”, tela pintada y adherida al muro.

1. Eliminación del empapelado de protección 2. Aplicación del adhesivo por el reverso 3. Extracción de la zona de abultamiento 4. Zona preparada para nivelar la laguna 5. Relleno de abultamiento 6. Zonas a reintegrar

Felo Monzón fue, en los años 60, la figura central del grupo Espacio, una interesante iniciativa de arte informalista. Se formó artísticamente en la Escuela Luján Pérez. Experimenta con la abstracción, el constructivismo... que junto a una valoración del espacio pictórico, se unen a una etapa indigenista, de la que el mural del Cuyás es un excelente ejemplo. El muralismo indigenista canario de estos años, entronca directamente con la corriente análoga que los mejicanos Orozco y Ribera, hicieron en el otro lado del Atlántico. Su objetivo: crear figuras impactantes, representativas de la cultura popular, y de las necesidades reales o sentidas de ese pueblo al que se quiere reflejar de forma simbólica.

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Actuaciones en Bienes Muebles de la Iglesia de Jinámar (Telde)

La antigua Ermita de la Concepción de Jinámar fue fundada en el siglo XVI por la familia García del Castillo, y en 1940 se erige en Parroquia de la Inmaculada Concepción de Jinámar y Marzagan. Entre sus Bienes Muebles destaca el Retablo Mayor y la imagen de La Inmaculada Concepción, que junto al púlpito han estado sometidos a un proceso de restauración con el objetivo de conservarlos y asegurar su perdurabilidad para las futuras generaciones. En cada una de las piezas se aplicaron criterios según las alteraciones que éstas presentaban, actuando consecuentemente con un tratamiento diferenciado según sus especificidades.

EL RETABLO MAYOR El retablo está concebido en un cuerpo, tres calles separadas por estípites, sotabanco, predela y un remate. En la calle central se encuentra la única hornacina del retablo en la cual se halla la imagen de vestir de la titular. Tipológicamente se trata de un retablo barroco, de autor desconocido, que data del siglo XVIII. Presenta una decoración a base de motivos vegetales. El Retablo- hornacina acoge el camarín de la Virgen, realizado en madera, dorado con oro fino y con policromías rojas verdes y azules. Por la sacristía se accede al camarín compuesto por dos puertas con la representación del Arcángel San Gabriel y dos remates laterales con simbología Maríana. Los trabajos de conservación y restauración se realizaron durante el año 2000. Fueron ejecutados por la restauradora Pilar Verdejo Córdoba, y abarcaron los siguientes procesos: análisis físico-químicos, fijación de las capas de preparación, policromías y dorado, desinsectación, consolidación del soporte, limpieza, eliminación de repintes y manchas diversas, estucado, reintegración cromática aplicando un rayado o rigattino y protección final. INMACULADA CONCEPCIÓN (110 X 70 X 45 cm.) Es la imagen titular de la parroquia localizada en la hornacina central del retablo mayor y fue sustituida por la primitiva- siglo XVI- , de reducido tamaño, que actualmente se localiza en el retablo de la nave derecha. La talla se alza en una peana de tres frontales con la media luna a sus pies y con corona de estrellas. Se trata de una imagen de candelero o de vestir. El candelero está realizado por ocho traveseros y revestido de telas encoladas y decoradas con motivos vegetales protegidos bajo una gruesa capa de goma laca. Tradicionalmente algunos historiadores le atribuyeron su autoría al escultor Estévez, datándola así en el primer cuarto del siglo XIX. Tras realizar un estudio estilístico más detenido y si tenemos en cuenta la inscripción que aparece en el reverso de la media luna que acompaña a la imagen y que fue realizada en 1780, lo más probable es que se finalizase antes que sus atributos ornamentales, por lo que resulta más apropiado datarla en la segunda mitad del siglo XVIII. Debido al trato devocional y procesional, la pieza ha sufrido alteraciones y daños como consecuencia de las manipulaciones inadecuadas

y las vibraciones producidas durante el recorrido procesional. La presencia de una segunda policromía y repintes demuestran que la imagen fue retocada posiblemente para ocultar deterioros provocados por desgastes y abrasiones localizados en la frente, cara, manos y torso. La peana dorada, estofada y policromada decorada con caras de angelotes, ha sufrido un fuerte ataque de xilófagos debilitando el soporte y provocando pérdidas de policromía. También han sido importantes los daños ocasionados por dilataciones y contracciones naturales de la madera que han producido grietas. La intervención estuvo encaminada a paralizar los daños aplicando procedimientos y materiales inocuos estables y reversibles, en la medida de lo posible. En la limpieza se tuvo en cuenta el carácter devocional de la imagen evitándose un cambio estético brusco. Según este criterio, se determinó mantener la segunda policromía y eliminar los repintes y salpicaduras en superficie. Otros procesos consistieron en: análisis estratigráficos de las capas, reestructuración de los brazos articulados, fijación y asentamiento de la policromía, reintegración de la preparación, reintegración de las lagunas de color y barnizado. La peana recibió un tratamiento completo que abarcó: desinsectación, consolidación, limpieza, estucado, reintegración cromática y protección final.

PÚLPITO (150 X 96 x 200 cm.) Él púlpito de la iglesia fue realizado con varios tipos de maderas. Presenta una estructura hexagonal con decoraciones barrocas divididas en dos cuerpos y cuyo remate inferiordorado con cromías en rojo, verde y blanco- es resuelto con motivos vegetales. El procedimiento que emplearon los autores de la pieza para este acabado fue la aplicación de una imprimación blanca compuesta por sulfato cálcico y cola de 1 a 2 mm. de espesor y posteriormente aplicar un bol (de oxido de hierro, silicatos cálcicos y magnésicos ) rojo en las zonas a dorar con oro fino. Antes de los actuales trabajos de restauración el púlpito, deteriorado con desgastes y pérdidas de los estratos por falta de cohesión, fue sometido a una intervención anterior por manos inexpertas donde se le aplicó a la pieza pintura plástica, de colores similares a los originales, y , sobre el oro, purpurina dando lugar a un repinte generalizado que alteró visiblemente este Bien Patrimonial.

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El tratamiento de conservación y restauración actual, contratado por el Cabildo de Gran Canaria a través de su Servicio de Patrimonio Histórico, consistió en paralizar los deterioros y restablecer en la medida de lo posible la unidad física y estética originales. Para ello se realizó un estudio previo de la obra a tratar, determinando el levantamiento del repinte generalizado. La eliminación se realizó por

medios químicos, dejando al descubierto faltas de oro, bol y preparación. La aplicación de este criterio se debe a la idea de recuperar y restablecer en la medida de lo posible la obra original. Otros procesos se centraron en: consolidación del soporte, fijación y asentamiento de estratos, reintegración de la preparación, reintegración cromática de las lagunas de color y protección final. Asimismo, se eliminó el cableado eléctrico colocado en su interior para evitar un posible riesgo de incendio .

Restauración de dos Tallas pertenecientes a la Iglesia de San Nicolás de Bari en Sardina del Sur (Santa Lucía de Tirajana) SAN NICOLÁS DE BARI . (116 x 50 x 42 cm.)

CRUCIFICADO DEL ALTAR MAYOR (160 x 160 x 31 cm.)

Se trata de una escultura de bulto redondo en madera policromada con estofados en pan de oro. Su estilo, un barroco tardío, confiere a la imagen un aspecto sereno que se aproxima a la estética neoclásica. Si bien no podemos determinar su procedencia y aportar más datos históricos, sí podemos acercarnos a la fecha de su ejecución que consideramos en el siglo XVIII. El dato que evidencia la cronología , además de la factura de la pieza, es el material constitutivo de los ojos (cristal) que comenzó a utilizarse asiduamente en ese siglo. Es la iconografía más representada como patrono de marineros y navegantes. La Imagen de San Nicolás de Bari se encontraba totalmente repintada, a excepción del rostro, ocultando la policromía original. El repinte, muy grueso, realizado por manos inexpertas, trataba de disimular el deterioro de un soporte muy debilitado debido a las grietas y fisuras, así como al ataque de xilófagos (carcoma). Por otro lado, la talla presentaba fragmentos desprendidos del soporte y carecía de capa protectora. A partir del estudio minucioso de la obra y con los criterios actuales de conservación y restauración se procedió a intervenir la pieza con el objetivo de solucionar los desperfectos y rescatar el color original, oculto por el repinte, devolviendo así su imagen primigenia. Proceso de intervención En una primera fase se procedió a la desinsectación, consolidación del soporte, reforzamiento de la estructura interna, sellado de grietas y fisuras, pegado de piezas sueltas y reconstrucción de los volúmenes perdidos. Posteriormente se consolidó y fijó la capa pictórica con la limpieza de policromía y eliminación de los repintes por medios mecánicos. Finalmente se reintegró la capa de preparación y la capa pictórica así como la aplicación de una protección a base de barniz natural.

Técnicamente, el crucificado es una talla de bulto redondo, en madera policromada con los hombros articulados. Esta imagen presenta las mismas dificultades que la anterior. No disponemos de datos que testimonien su presencia en la iglesia de Sardina así como su autor y génesis. Sin embargo, la iconografía revela algunos aspectos que nos acercan a su cronología y datación. Antes del siglo XVIII los crucificados se representaban, generalmente, con los pies paralelos y con cuatro clavos (uno en cada uno de las extremidades), fue a partir de finales del XVII cuando comenzó a representarse con tres, utilizando el recurso de superposición de pies con un solo clavo. Este aspecto y la disposición ladeada de la cabeza, así como la factura de la talla nos permite encuadrarla en el S. XVIII, aunque su estilo corresponda a un barroco tardío. La imagen llegó al taller de restauración en muy mal estado. Los brazos sueltos y partidos con pérdida de dedos en ambas manos. Además, el soporte presentaba un gran deterioro debido al ataque de carcoma que lo había debilitado considerablemente. En la espalda se localizaron una serie de grietas y fisuras que aumentaba el deterioro al que estaba sometido. Asimismo, la capa de preparación estaba desprendida del soporte en numerosas zonas con pérdida de policromía y descamaciones. Proceso de intervención Se procedió a la desinsectación y consolidación del soporte, reforzando la estructura interna. Asimismo se procedió al sellado de grietas y fisuras así como a la readhesión de piezas sueltas reconstruyendo los volúmenes perdidos. Posteriormente se consolidó y fijaron los estratos de preparación y película pictórica eliminando los repintes, finalizando con la reintegración de la preparación, la reintegración cromática y la aplicación de un barniz natural estable e inocuo para la pieza. De esta manera los métodos, procedimientos y materiales aplicados garantizarán la estabilidad y perdurabilidad de la obra. Ambas tallas fueron restauradas por Inés Cambril, bajo la supervisión y coordinación de María Cárdenes, restauradora del Servicio de Patrimonio Histórico.

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Convenios y Colaboraciones • La conservación del Archivo Municipal de Agaete En ocasiones, el Servicio de Patrimonio Histórico recurre al sistema de convenios y colaboraciones con otros organismos para lograr los resultados óptimos en cuanto a intervención, gestión y presentación de los bienes patrimoniales. El ejemplo de esta politica de actuación podemos apreciarla en el convenio que ha impulsado el Servicio de Patrimonio, a través de su taller de restauración de documentos, con el Ayuntamiento de Agaete y el Archivo Histórico Provincial con la finalidad de optimizar los recursos de cada institución, en aras a resolver los problemas de conservación que actualmente sufren los Archivos Históricos municipales. Este modelo se irá extrapolando a otros términos municipales y actualmente se ha firmado con el municipio de Gáldar.

La conservación del Archivo Municipal de Agaete Se entiende como documento toda expresión en lenguaje natural o convencional, gráfica, sonora o en imagen recogidas en cualquier tipo de soporte material e incluso informático. El soporte de papel es el que constituye la mayor parte de los Archivos de la Isla, considerando a éste como el conjunto orgánico de documentos reunidos por las personas jurídicas, públicas o privadas, en el ejercicio de sus actividades y que poco a poco van configurando el legado que constituye el Patrimonio Documental (fondos históricos, obra gráfica, litografías...). A la vez, los Archivos son las instituciones culturales que los reunen, conservan, ordenan y difunden. En Gran Canaria hemos constatado el abandono de esta amplia parcela de nuestro pasado. En base a ello, se ha establecido un plan de actuación que detenga y controle el inminente deterioro. Sean más o menos históricos, tengan más o menos edad, los documentos deben ser conservado y preservado para las generaciones futuras, asegurando el buen estado de los Archivos, tutores de este patrimonio, con la implicación y coordinación de las distintas administraciones. Esta línea de actuación, es la que pretende el Servicio de Patrimonio Histórico, a través de su taller de Restauración de Documentos, que apuesta por la conservación preventiva, entendiendo ésta como las actividades asociadas al mantenimiento, catalogación, y diagnóstico de materiales de bibliotecas, archivos o museos para su uso y custodia; en su forma física original, así como en otros soportes, que permitan preservar la información, además del objeto original (microfilmación). Acercándonos a la realidad inmediata de la isla, y del estado de conservación de nuestros archivos, nos encontramos con que los más olvidados corresponden a los archivos de los Ayuntamiento, que no por pequeños tienen menos importancia. Estas instituciones, desde su origen, van incorporando en forma de documentos, testimonios de sus diversas actividades. El acceso a éstos representa un acercamiento a su historia por lo que podríamos decir que dicha documentación son fragmentos de vida que se van acumulando para formar la historia de cada municipio. Convenio marco: el archivo Municipal de Agaete. A partir de estos criterios se ha planteado el desarrollo de un “Programa marco”, a través de un convenio donde las partes: en este caso Ayuntamiento del Municipio, Cabildo Insular y el Archivo Histórico Provincial, se han comprometido a poner en marcha un “Proyecto Piloto”, donde participan interdisciplinariamente diversas instituciones y donde los resultados se puedan evaluar cualitativa y cuantitativamente en base a unos parámetros ya establecidos. Para ello se seleccionó el municipio grancanario de Agaete para aplicar el programa que finalizó siguiendo los objetivos trazados. Así el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular se encargó del asesoramiento técnico respecto a la preservación y buen uso de los fondos, del seguimiento y control del proceso de conservación y en los casos puntuales la restauración de la documentación que lo precise. Asimismo el Ayuntamiento de Agaete cumplió por su parte con la adecuación de las instalaciones, adquisición de equipamiento, aportación

de personal y servicio de mantenimiento y control. Mientras tanto, en el Archivo Histórico Provincial, se llevó a cabo la clasificación de los fondos, del enlegajado y emplazamiento de las unidades de instalación, del inventario de todas las series documentales y de la microfilmación de los libros de Actas del Pleno y de las comisiones informativas. El Archivo Municipal de Agaete, se encuentra ubicado en unas dependencias anexas al propio edificio del Ayuntamiento, que data de principios de siglo. Su núcleo lo forman Libros de Actas y Plenos, Libros de Registro y diversas colecciones pendientes de evaluar. El Archivo estaba sometido a una larga serie de riesgos difícilmente justificables- pésimo emplazamiento, documentación apilada y amontonada en desorden sin dispositivos de almacenamientos adecuados, etc., que podrían llegar a producir pérdidas irreparables e insustituibles en parte de la documentación. La apuesta más importante de este proyecto era el inminente realojo del fondo; para ello con el apoyo de técnicos y especialistas en el tema, se adaptaron dentro del propio edificio nuevas dependencias, pero con la singularidad de relacionar sistemas tradicionales de construcción con técnicas actuales de acondicionamiento. Es decir, que con bajo costo se reconvirtió parte de la arquitectura tradicional canaria en instalaciones apropiadas, teniendo en cuenta las características específicas a la cual estaban destinadas, como medios pasivos de conservación preventiva. Otro dato que se tuvo en cuenta, fue el estudio del clima específico. Agaete es una zona donde la variación de temperaturas, tanto diarias como estacionales no suele ser demasiado amplia, pero su alta radiación solar es un factor preciso de controlar para reducir las temperaturas interiores del Archivo. Este, al estar ubicado en la primera planta de un edificio de arquitectura popular canaria, se encuentra rodeado de un porche, con ventanas estancas, con celosías al patio y jardines aislantes alrededor, cumpliendo los sistemas de sombreamiento naturales, así como los sistemas tradicionales de refrigeración; que se basan en la evaporación. El resto del proyecto, lo hemos orientado hacia simples medidas de sentido común, confeccionando un manual de información práctica, para permitir que personal no especializado cumpla con los mínimos establecidos de prevención. A continuación se evaluarán las intervenciones en cada caso, según el grado de vulnerabilidad y fragilidad, para finalizar con el estudio de las estrategias más adecuadas en materia de preservación. Esta sistematización del trabajo, reduce en gran medida los riesgos de pérdida y deterioro en gran escala. De esta manera tratamos de evitar tareas de restauración, normalmente costosas y siempre problemáticas pues requieren la manipulación constante del bien documental. Hasta ahora, se ha cumplido el compromiso al que habían llegado el Cabildo y el Ayuntamiento de Agaete y cuya duración ha sido de ocho meses. La aportación del Archivo Histórico ha comenzado, en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y será el que establezca las pautas organizativas e inventariales a seguir, después de concluir el proyecto.

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Difusión • Parqueológica Norte • Actividades de difusión. La difusión es uno de los pilares básicos para hacer accesibles y dar a conocer los valores patrimoniales. Sin duda, la mejor forma es a través de la contextualización del Bien, presentándolo con los valores propios del pasado e interpretándolos con la mirada del presente, estableciendo las medidas y la gestión adecuada para su autosostenimiento.

Yacimiento de la Cueva Pintada. Galdar.

Cenobio de Valerón.Santa María de Guía

Túmulo del Maipés. Agaete

Parqueológica Norte Desde hace ya varias décadas se vienen experimentando ciertas transformaciones a la hora de presentar monumentos, yacimientos arqueológicos, enclaves etnográficos y demás elementos que conforman el patrimonio histórico de un lugar. Los nuevos y atractivos Museos de Sitio, Ecomuseos, Parques Culturales, etc. que se abren hoy en todo el mundo se caracterizan por desarrollar ingeniosas ideas en la presentación temática, y sobre todo porque aprovechan las impresionantes posibilidades que proporciona la aplicación de las nuevas tecnologías informáticas al mundo de la museística. Estos cambios vienen determinados en buena parte por la necesidad de satisfacer nuevas y variadas demandas de un público interesado en comprender las referencias históricas y culturales del territorio que habita, o que ocasionalmente visita. El patrimonio histórico como recurso turístico En Gran Canaria, la singularidad de los yacimientos arqueológicos, unida a sus localizaciones en parajes naturales de especial belleza, determinan en un gran número de casos

una excepcional aptitud para promover su conversión en Parques visitables. La vocación turística de la isla permite por otra parte concebir estos Parques como recursos turísticos, parte de una oferta cultural complementaria a la tradicional de sol y playa que mejore y, sobre todo, singularice la imagen de la isla y genere nuevas actividades en el sector. Por otro lado, la puesta en uso del patrimonio histórico actúa como instrumento idóneo para el desarrollo sostenible de las poblaciones locales afectadas y la creación de puestos de trabajo, al tiempo que supone un factor importante en la formación de la identidad cultural del pueblo canario. El Proyecto Parqueológica - Ruta norte El proyecto PARQUEOLÓGICA-RUTA NORTE contempla la creación y puesta en uso de un grupo de tres parques arqueológicos del norte de Gran Canaria. Se han elegido los yacimientos que a continuación se relacionan atendiendo a su importancia monumental, localización, paisaje, y su temática (presentan aspectos distintos de la prehistoria de Gran Canaria), a ejecutar y poner en uso en un plazo de dos años.

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- GRANERO-CENOBIO DE VALERÓN (Santa María de Guia) - LA CUEVA PINTADA (Gáldar) - NECRÓPOLIS DEL MAIPÉS (Agaete) Estos yacimientos ofrecen una gama amplia de distintos aspectos de la prehistoria insular (poblado de cuevas y casas aborígenes, granero fortificado, necrópolis tumular, pinturas rupestres, etc.), estando concebidos como una oferta de servicios complementarios e interrelacionada. Los tres parques elegidos están en marcha en distinto grado de ejecución. Todas las actuaciones son cofinanciadas, con distinto grado de implicación, entre la Comunidad Autónoma, el Cabildo y los Ayuntamientos respectivos. La gestión de los Parques, una vez estén en condiciones de ser explotados, le corresponde al Cabildo , en virtud de sus competencias en materia de patrimonio histórico, estando prevista la constitución de una agencia de gestión descentralizada, tipo consorcio, fundación o sociedad pública.

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• El Cenobio de Valerón Es uno de los monumentos prehispánicos más importantes y espectaculares del Archipiélago Canario. Convertido en espacio visitable desde 1974, recibe anualmente una media de 20.000 personas, siendo actualmente el yacimiento más difundido y demandado por los medios de comunicación, así como por los visitantes nacionales y extranjeros. El Cenobio de Valerón es un enorme granero acantilado, especie de silo colectivo excavado al resguardo de una concha de toba, en lo alto de un enorme barranco casi inaccesible y de impresionantes vistas. En este solapón los aborígenes excavaron con piedras y maderas, alrededor de unas 300 cámaras o silos en los que guardaban granos y otras pertenencias de valor. Por último indicar cómo este importante yacimiento arqueológico se ve complementado por otros pequeños graneros situados a unos escasos cien metros de éste, y sobre todo por el conocido Tagoror del Gallego, yacimiento situado justo en la cima de la montaña del mismo nombre en que se encuentra el Cenobio y que consiste en una serie de bancos tallados en la piedra y que pudo servir como lugar de reuniones políticas y religiosas de los antiguos canarios; desde el año 1.990, el Tagoror también está declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica. El Parque Arqueológico del Cenobio El Cenobio se recorta casi en vertical en la pared de roca que se asoma al Barranco del Calabozo o de Valerón. Desde la carretera sólo el Morro frontal, que anteriormente hacía de atrio de entrada, nos apunta la posición. Junto al morro la carretera deja un recodo donde los visitantes dejan los coches, para acceder a la escalera que les lleva a la Gran Cueva. Además de un par de cuartitos anexos a las escaleras, éste es todo el espacio complementario con que hoy se cuenta. No obstante, en las cercanías, justo en la siguiente curva de la carretera general, la ejecución de la autovía dejó como huella una serie de caminos y explanadas, hoy abandonados, que precisarían su rehabilitación, además de ofrecer la oportunidad de contar con un espacio de amplitud suficiente para la actuación que se pretende. El proyecto que se propone es la construcción de un nuevo espacio que hace referencia a otro existente, que debe enseñarlo, y por tanto finalmente modificarlo sin intervenir en el mismo físicamente. En este sentido cobran especial importancia, por una parte los recorridos, pero también las diferentes relaciones entre los elementos existentes y los propuestos, así como la disposición de cada uno de ellos en el área general. 1. Acceso rodado

6. Red de caminos

2. Aparcamiento

7. Recibidor

3. Centro de Interpretación

8. Terraza

4. Restaurante

9. Acceso al Cenobio.

Las instalaciones previstas se acomodan a la morfología del promontorio, conectadas por rampas zigzagueantes que dejan

5. Mirador - Terrazas

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sitio a edificios de una sola planta, con materiales apropiados, ubicados en el marco de plataformas de jardines circundados por muretes de piedra tradicionales. Las piezas se engarzan en una línea quebrada descendente que va componiendo los diferentes servicios. El proyecto consta pues, de tres edificaciones, pero fundamentalmente está entretejido por multitud de sendas, terrazas, cambios de nivel, escaleras y miradores. 1. El Centro de Interpretación. El edificio se forma a partir de la plataforma más elevada del conjunto, de tal forma que el acceso al mismo es directo desde la zona de aparcamientos, aunque relacionado con las diferentes terrazas y sendas. Así desde el exterior descendemos hacia el hall de entrada que a derecha e izquierda nos lleva al museo o al área de servicios y administración. El museo se desarrolla sobre un suelo que en suaves pendientes nos va abriendo espacios cerrados, semiabiertos o totalmente abiertos hacia la gran cristalera que nos enseña la inmensidad del paisaje que nos rodea. El museo se cierra hacia un nuevo hall, en la bandeja inferior al de acceso, desde el que podemos salir a la terraza o acceder al salón de actos. 2. El restaurante - cafetería. Unido con el Centro de Interpretación a partir de un gran conjunto de rampas y escaleras, se localiza en la banda inferior del conjunto, la pieza de restaurante-cafetería. 3. El “recibidor” y los caminos hacia el Cenobio. De los jardines sale un caminito de vértigo que bordea el risco por la ladera hasta llegar al yacimiento. La pieza ‘recibidor’ propuesta junto al morro, es apenas un recodo a mitad del camino, donde se localizan servicios mínimos y desde donde los guías pueden informar u organizar a los visitantes que así lo deseen. La pieza es apenas un muro quebrado que se engarza en el morro, como uno más de sus innumerables accidentes.

En 1978, por Real Decreto 2.756/78 de 14 de Octubre, el Cenobio de Valerón es declarado Monumento Histórico Artístico, hoy Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica, de acuerdo con la actual Ley de Patrimonio Histórico Español, por lo que el yacimiento adquiere el máximo rango que la legislación española en materia de patrimonio, atribuye a un vestigio del pasado

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• Cueva Pintada de Galdar Situada dentro de la trama urbana de la ciudad de Gáldar, supone la estación de arte rupestre más importante de todo el Archipiélago. Su descubrimiento se realiza de forma casual, en el año 1873, al llevarse a cabo unas tareas agrícolas y aparecer una cueva con pinturas en sus paredes, lo que en definitiva determinaría su denominación. Los antiguos canarios aprovecharon la facilidad del labrado que ofrecía la toba, para construir un amplio y complejo recinto. La cámara donde se conservan las pinturas posee una altura de aproximadamente 3,22 metros y su suelo presenta numerosos orificios o cazoletas, que por el momento resulta dificil poder atribuir una funcionalidad específica.La cueva presenta una decoración a partir de pinturas en rojo, negro y blanco, localizadas en tres de sus paredes y organizadas en frisos regulares. Los motivos representados son exclusivamente geométricos, entre los que destacan los círculos concéntricos, triángulos, líneas quebradas, etc.

al tratarse de un yacimiento con un entorno puramente urbano, se facilita su integración pero no es lo menos que podía haber sucumbido bajo presiones urbanísticas y, sin embargo, las distintas administraciones supieron comprender su valor simbólico y propiciaron la compra de los terrenos para que el yacimiento quedase en suelo público. Por esta razón, las instalaciones que promueven y facilitan la visita también difieren, y hasta cierto punto se complementan. El Parque Arqueológico de la Cueva Pintada está pensado para todo lo contrario, para una visita guiada con un circuito definido y provisto de la más sofisticada tecnología, indicaciones por láser, escenarios virtuales, recreaciones holográficas, sonido sensoround, etc., un espectáculo electrónico que hace revivir el poblado y transporta el visitante a otro mundo y a otra época, desde que inicia el recorrido por el Museo de Sitio hasta que finaliza el periplo, una hora después.

Asimismo, las tareas de excavación realizadas en los aledaños, han puesto de manifiesto la existencia de niveles arqueológicamente fértiles, más o menos intactos, que han brindado un importante cúmulo de información. El hallazgo de estructuras habitacionales son asimismo de gran interés arqueológico y arquitectónico.

El Parque consta entonces de dos elementos básicos: El Museo de Sitio: un edificio de tres planta y sótanos donde se localizan el vestíbulo-tienda-cafetería, y en sucesivos pisos las oficinas, laboratorio, almacenes, etc., y el recorrido, que comienza en la sala de proyecciones del primer sótano y va bajando, hasta tomar la rampa sobre el poblado aborigen y recorrer el itinerario que lleva a la Cueva Pintada de Gáldar.

Cabe destacar la construcción de una de estas casas con sillares labrados en la toba, primera referencia que se tiene de una edificación aborigen de estas características. Este conjunto arqueológico no solo nos permite mostrar un conjunto urbano utilizado por los aborígenes canarios desde el S. X sino, sobre todo, el lapso de tiempo que va desde mediados del S.XIV a inicios del S. XVI, periodo en el que el archipiélago canario abandona “ la prehistoria “ para entrar de lleno en el mundo moderno. Cuestiones como la documentación de diferentes fases de ocupación, la coexistencia de cerámica aborigen, con otras realizadas a torno, que llevan a replantear los contactos extrainsulares, son algunos de los resultados preliminares que ha ofrecido este yacimiento.

El parque supone pues: - Una propuesta educativa, cultural y lúdica única, combinando para ello diversas técnicas museográficas y multimedias, siempre al servicio de los contenidos que atesora el parque arqueológico - Una iniciativa social que posibilitará la generación de más de sesenta puestos de trabajo entre directos e inducidos. - Una actuación de desarrollo local que servirá para fomentar la creación de riqueza en el entorno. - Un modelo de gestión y explotación del patrimonio que permitirá a la administración un importante ahorro económico en su sostenimiento, (personal, gastos corriente, etc.) pudiéndose convertir, incluso, en una fuente de recursos para la misma .

El Parque Arqueológico de la Cueva Pintada El yacimiento arqueológico de la Cueva Pintada de Gáldar ofrece unas características totalmente diversas al Cenobio de Valerón. Donde éste se presenta abierto, exterior, aéreo, el poblado aborigen de la Cueva Pintada es interior, casi encerrado dentro del casco de Gáldar, recogido por una enorme techumbre, oscuro, subterráneo, como corresponde a una Cueva de misterioso significado, punto nodal de un contexto urbano desenterrado por las excavaciones. El Parque Arqueológico de la Cueva pintada representa, una casuística particular porque todas las actuaciones que se han llevado a cabo en él han tenido siempre como objetivo principal su completa integración (urbanística, cultural, turística, económica, etc.), en el tejido social en que se inserta. Es cierto que

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Cueva pintada Cubrición de la cueva Centros de Interpretación Edificaciones

Zona de yacimiento que se musealiza Estructuras arqueológicas que se entierran Inmuebles de nueva creación

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• Necrópolis Tumular El Maipés de Arriba El yacimiento arqueológico aparece citado en la bibliografía desde fines del siglo pasado, no pasando inadvertido para los investigadores que desde ese entonces se dedicaban al estudio de la prehistoria canaria. Esa “popularidad” del enclave arqueológico, no siempre fue beneficiosa para el mismo, puesto que se propagó a lo largo de la primera mitad del S. XX, la costumbre de abrir los enterramientos para coger los resto humanos existentes y los supuestos tesoros que la imaginación popular esperaba encontrar junto a los cuerpos. De esta forma, actualmente, la mitad de los enterramientos se encuentran expoliados. El Parque Arqueológico del Maipés

El Maipés o Malpaís de arriba, es uno de los yacimientos arqueológicos funerarios más representativo de la isla de Gran Canaria. Está situado a 3 kilómetros de la desembocadura del barranco de Agaete y ocupa una superficie de casi 200.000 metros cuadrados. Los cerca de ochocientos enterramientos tumulares existentes en la actualidad y construidos por los antiguos canarios hace más de 500 años, se asientan sobre una impresionante colada volcánica que discurre por el margen derecho del barranco. Un enterramiento tumular consiste en un hueco similar a un cajón que se construye en piedra por debajo del nivel del suelo, en el que se introducía el cadáver una vez preparado. A continuación se tapaba el hueco con una serie de piedras alargadas o con troncos de madera, para concluir el enterramiento con una cubierta exterior de piedras, generalmente con forma troncocónica y de una altura variable que nunca sobrepasaba los tres metros.

1. 2. 3. 4. 5.

Malpaís Terrenos cultivados Camino acceso peatonal Aparcamiento Acceso aparcamiento

La justificación y necesidad de un proyecto de intervención en la Zona Arqueológica del Maipés de Arriba, declarada Monumento Histórico Artístico desde el año 1973, queda de manifiesto. El proyecto de creación del Parque Arqueológico del Maipés de Arriba, surge, no sólo con un fuerte carácter proteccionista, sino sobre todo, como un proyecto divulgador del patrimonio y del espacio natural en que se inserta el yacimiento arqueológico, al objeto de responder a la demanda cada vez más creciente en la sociedad, de recintos culturales diferenciados en estrecha relación con la naturaleza. Conviene destacar, que además del valor testimonial y geológico de la colada volcánica sobre la que se asienta el yacimiento, existe en el lugar 51 especies vegetales (de las cuales 24 son endémicas) y más de 30 especies animales, entre las que destacan los lagartos y las aves. Descritas de forma muy esquemática, podemos enumerar las siguientes actuaciones a ejecutar: 3.1 Señalización de accesos: Permitirá que el futuro visitante que llegue al municipio de Agaete, pueda encontrar fácilmente y sin problema el Parque. 3.2 Construcción de aparcamientos: Tal como queda reflejado en los bocetos, el aparcamiento se situará en una de las parcelas más cercanas al futuro Centro de Interpretación y por sus dimensiones, permitirá acoger no sólo vehículos particulares, sino guaguas.

6. Edificaciones 7. Jardín 8. Centro de Interpretación. 9. Camino zona arqueológica 10. Camino zona arqueológica

1. Malpaís 2. Centro de Interpretación.

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3.3.- Centro de interpretación: En anteriores proyectos se distribuía la oferta expositiva en tres edificaciones semiderruidas existentes por el yacimiento. La revisión del proyecto y a efectos de unos resultados más prácticos en el momento de la puesta en funcionamiento y mantenimiento de los espacios expositivos, se ha optado por centralizar la exposición de contenidos en un edificio de nueva planta, que se apoyará en uno de los ya existentes. La nueva ubicación del edificio, como queda reflejado en los bocetos, acerca el mismo y se hace visible desde la carretera de acceso al valle de Agaete, permitiendo una mejor localización al futuro visitante. El nuevo edificio, tal como se observa en los bocetos, es un cubo semienterrado que se adapta y mimetiza con el terreno, al objeto de integrarse en el espacio natural que conforma el yacimiento. El interior del edificio, dispondrá de una recepción-tienda, de aseos, y de una sala de exposiciones de unos 150 metros cuadrados. La salida hacia el yacimiento se realizará por la trasera del edificio, donde además se ubica la antigua edificación a rehabilitar para convertirla en una pequeña cafetería. Los contenidos expositivos del centro, mostrados con la tecnología más adecuada y novedosa, permitirá al futuro visitante del Parque, entender el significado de un enterramiento tumular, el sentido de la necrópolis, y el mundo funerario prehistórico de la isla de Gran Canaria. 3.4.- Caminos por el interior del yacimiento. Los que permiten al visitante entrar y salir del parque, moverse en su interior de una zona a otra y los arqueológicos, que discurren entre los enterramientos tumulares y permiten la visita de los restos. 3.5 Ajardinados y tratamiento de la vegetación existente. Todos los servicios del Parque irán debidamente señalizados atendiendo a las especificidades de los mismos.

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Actividades de difusión. La forma de divulgar el patrimonio lleva implícito un proyecto global de comunicación atendiendo a las motivaciones e intereses de los diferentes tipos de públicos, siendo necesario la segmentación del mismo a la hora de difundir el legado patrimonial. Desde esta óptica el Departamento de Difusión del Servicio de Patrimonio Histórico viene desarrollando un programa anual de actividades (seminarios, cursos, exposiciones, publicaciones, proyectos didácticos, presentación de restauraciones, etc) que unido a un proceso de sensibilización creciente y de interés en los temas referidos al Patrimonio Histórico ya está dando sus frutos, aumentando considerablemente los niveles de demanda hacia la oferta divulgativa que este servicio programa anualmente.

• Visitas a yacimientos arqueológicos. Aunque intentamos ampliar , en lo posible, el número de usuarios, la capacidad de carga de los distintos yacimientos nos ha obligado a limitar estrictamente el número máximo de personas por visitas en 30 - 35 , cantidad aconsejable para no dañar o acelerar el deterioro de las zonas arqueológicas. Por otro lado este límite numérico redunda en un mayor aprovechamiento didáctico de las visitas.

Se trata de ofrecer a los grupos solicitantes un guía especialista en arqueología con el objetivo de dar a conocer de cerca y de forma contextualizada los yacimientos más relevantes de nuestro patrimonio arqueológico. En este sentido y hasta ahora hemos ofertado los siguientes yacimientos: Poblado de Tufia, Cuatro Puertas y Llano de las Brujas (T. M. de Telde) ofertados como ruta sur; Cenobio de Valerón (T. M. de Sta. Mª. de Guía) y el conjunto de La Guancha y El Agujero (T. M. de Gáldar,) como ruta norte. No obstante, ocasionalmente se han realizado visitas a otros yacimientos demandados como: Roque Bentayga, estación rupestre de Balos y Risco Pintado (T. M. de Agüimes), y Los Caserones (T. M. de San Nicolás de Tolentino), entre otros. La principal demanda procede de centros escolares, aunque se va incrementando el interés de grupos particulares, asociaciones de vecinos, entidades culturales, grupos familiares...

Las estadísticas realizadas sobre esta actividad nos revelan no solo un aumento en la cantidad de usuarios sino una demanda en la puesta en uso de otras zonas arqueológicas para su visita. Hay que destacar como otros factores que han disparado las solicitudes: por un lado la Maleta Didáctica sobre los antiguos Canarios en funcionamiento desde el 2.000 y por otro, la publicación de la Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria editada en el 2.001, que sin duda ha contribuido a la comprensión y acercamiento de nuestro patrimonio arqueológico. Además hemos comprobado la existencia de una mayor sensibilidad por el ciudadano en los temas referentes al patrimonio cultural que ha conllevado a la implicación de empresas, particulares e instituciones a ofertar rutas guiadas. El pasado año, los visitantes que acudieron a este sistema de visitas guiadas, se contabilizan en unos 2.200. Esta cifra sólo corresponde a grupos organizados. Sin embargo las mismas se disparan en El Cenobio de Valerón, ya que es el único yacimiento que actualmente se encuentra abierto al público con un

servicio continuo de vigilancia e información, y por lo tanto el único sobre el que podemos realizar un control diario que nos arroje cifras sobre el número y perfil de usuarios que visitan diariamente esta zona arqueológica. Durante el año 2.001 se han registrado un total de 16.446 visitantes Hay que destacar que un 40% de los usuarios son de nacionalidad alemana , otro 40% son nacionales y el resto franceses, ingleses, italianos... Las explicaciones que se realizan en estas visitas se centran principalmente en estimular la sensibilidad hacia el Patrimonio, además de potenciar el espíritu crítico acerca de la conservación del mismo con el fin de alcanzar un objetivo bien definido, la implicación de la sociedad en la defensa y mejora de los yacimientos. Al mismo tiempo, ofrecemos información sobre el mundo de la Arqueología en general, con explicaciones relativas al método arqueológico, a la estratigrafía, etc.; y por otro a la prehistoria de Gran Canaria en particular, con temas más específicos sobre el hábitat, la economía, religión o mundo funerario de los antiguos canarios Como complemento a las visitas guiadas, publicamos una serie de dípticos informativos, en varios idiomas, para cada yacimiento arqueológico que ofertamos. Este año tenemos previsto editar el yacimiento de la Montañeta, en Moya, la estación de grabados rupestres de Balos en el termino municipal de Agüimes, las necrópolis del Maipés en Agaete y Arteara en San Bartolomé de Tirajana.

• Maleta Didáctica “ El Patrimonio Arqueológico De Gran Canaria. Los Antiguos Canarios “ Es un recurso que permite, a través de una serie de procedimientos inculcar el conocimiento, respeto, comprensión y valoración de los elementos que conforman la cultura prehispánica de Gran Canaria. Se presenta a modo de maleta que contiene una exposición itinerante a base de paneles, carpetas con material gráfico, reproducciones (cerámicas , ídolos , pintaderas...), maquetas, pirámides de organización social, mapa de Gran Canaria con una selección de los yacimientos más representativos. Este proyecto se ha diseñado en un formato que facilita su traslado a los diferentes centros, ya que se cede en calidad de préstamo temporal por el periodo de una semana. Existe un solo ejemplar de la maleta , por lo que el número de usuarios es limitado comparándolo con la demanda existente.

En cada cesión se inserta un cuestionario y hoja de sugerencias que valorará el responsable de la actividad y que nos permite evaluar la utilidad de esta acción divulgativa. En la evaluación realizada durante el año 2.001 podemos destacar una valoración positiva por parte de los profesionales que la han usado, destacando la variada oferta que contiene la Maleta Didáctica; una oferta que permite desarrollar de forma atractiva y amena todos aquellos temas relacionados con nuestro patrimonio arqueológico y que complementa la posterior visita a los diferentes zona arqueológicas. Asimismo hemos observado durante el pasado año una creciente demanda de solicitudes de centros escolares e incluso de otros colectivos tales como asociaciones culturales, universidades populares, ayuntamientos... llegando aproximadamente a unos 4.000 usuarios Maleta didáctica en el colegio Navarra

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• Cursos, seminarios y conferencias La política de difusión implica también el desarrollo de cursos y conferencias destinadas a sectores de público diferenciados. Así hemos realizado la serie de cursos municipales cuya finalidad consistía en a dar a conocer el patrimonio cultural de cada uno de ellos. Durante una semana se impartían una serie de conferencias por especialistas en cada tema, resumidas en el programa del curso, concluyendo las jornadas con una visita co-

mentada a los lugares de interés patrimonial. Asimismo resultaba imprescindible establecer encuentros y foros para especialistas y profesionales en gestión del patrimonio cultural. En este sentido, se han desarrollado durante los últimos años, seminarios específicos atendiendo a problemáticas puntuales en temas de rehabilitación, dinamización, puesta en valor y restauración.

• Exposiciones itinerantes. Uno de los recursos para transmitir e informar sobre el Patrimonio Insular es su presentación a través de muestras y exposiciones. Actualmente el Servicio oferta tres exposiciones itinerantes: El Stand “El Patrimonio Histórico de Gran Canaria” que informa sobre las diferentes categorías que integran nuestro patrimonio cultural y cuyo soporte, diseñado para exteriores, permite su ubicación en espacios abiertos. En segundo lugar, contamos con la exposición “Pintura sobre Piedra”

con una selección de cuevas aborígenes de Gran Canaria, fue presentada en El Primer Salón del Patrimonio Cultural, celebrado en Madrid en el pasado mes de noviembre, en el que se pretendía mostrar por un lado la riqueza cromática de estos recintos y por otro, llamar la atención acerca de su conservación. Y por último, “La Prehistoria de Gran Canaria”, una serie de siete paneles con material gráfico y documental que nos presenta las manifestaciones culturales y formas de vida de los antiguos canarios.

• Publicaciones. • 1. Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria 2001 - 460 pags. • 2. Una Retroutopía Arquitectónica de Las Palmas de Gran Canaria 1998-149 págs • 3. Desmedievalización Arquitectónica de Vegueta 1995 - 143 págs • 4. El Arte Rupestre de los Antiguos Canarios. Separata Publicación R&R. 2.001. • 5. La Madera en el Patrimonio Cultural de Canarias, 2.001 • 6. Pinturas Sobre Piedra, Cuevas Pintadas de Gran Canaria. Español/Inglés. • 7. El Patrimonio Salinero en Gran Canaria. Español /Inglés • 8. Rutas Cascos Históricos. Colección entre Riscos. Seis Cuadernillos 1994 • 9. Dípticos Divulgativos de Conservación en Bienes Muebles. • 10. Rutas Yacimientos Arqueológicos. Dípticos en varios idiomas. • 11. Serie Programas de Cursos Municipales.

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Funciones del Serv icio de Patrimonio Histórico.

Direcciones de interés. DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO. GOBIERNO DE CANARIAS http://www.culturacanaria.com C/ Pérez Galdós, 4 35002 Las Palmas de Gran Canaria Tel. 928 381 821 Fax. 928 373 377 CABILDO DE EL HIERRO http://[email protected]/ C/ Gral. Rodríguez Espinosa, nº12 38900 Valverde, El Hierro. Tel. 922 554 011 / 1202 Fax. 922 551 571 CABILDO DE LA PALMA Avda. Marítima, 3 38700 Santa Cruz de la Palma. Tel. 922 423 163 Fax. 922 423 283

CABILDO DE TENERIFE http://www.cabtfe.es/ C/ Villalba Hervás, 4 , 5ª planta 38002 Santa Cruz de Tenerife Tel. 922 604 100 Fax. 922 604 144 CABILDO DE LA GOMERA http://[email protected] C/ Profesor Armas Fernández, nº2 38800, San Sebastián de la Gomera Tlf. 922 140 113 / 314 Fax. 922 140 151 CABILO DE FUERTEVENTURA http://www.cabildofuer.es/ C/ Rosario 7 35600 Puerto del Rosario, Fuerteventura. Tel. 928 862300 Fax. 928 851 812

Inspección. Para velar y evitar el deterioro de nuestro patrimonio cultural, es necesario efectuar una vigilancia preventiva periódica, examinar el alcance de las denuncias, proponer medidas de protección, en caso de riesgo, levantar actas de infracción, etc.

CABILDO DE LANZAROTE http://www.cistia.es/cabildolanzarote León y Castillo, 6 35500 Arrecife de Lanzarote Tlf. 928 597077 Fax. 928 802 709

Autorización de obras. Toda obra que se proyecta ejecutar sobre un BIC necesita un previo control para calibrar si es adecuado o no a la salvaguarda de sus valores históricos que fundamenten su protección. Por ello, la ley exige que se tenga que solicitar autorización previa al Cabildo Insular, la cual se resuelve previo informe de la oficina técnica.

Webs recomendadas. UNESCO http://www.unesco.org UNESCO: División del Patrimonio Cultural http://www.unesco.org/whc/ events/agenda.html CONSEJO INTERNACIONAL DE MONUMENTOS Y SITIOS ICOMOS http://www.mcu.es ICCROM: Internacional Center for the Study of the Preservation and the restoration of Cultural Property http://www.iccrom.org/ MINISTERIO DE CULTURA http://www.mcu.es/ DIRECCIÓN GENERAL DE BELLAS ARTES Y BIENES CULTURALES DEL MINISTERIO DE CULTURA http://www.mcu.es/ CICOP http://www.soalinux.comune..it/ cicop/english/federation.htm CICOP CANARIAS http://www.cicop.com/estructura/ estructura%20canarias.htm

ORGANIZACIÓN DE SITIOS DEL PATRIMONIO MUNDIAL http://www.ovpm.org/ovpm/ espanol/index.html PATRIMONIO EN ESPAÑA: lista de patrimonio mundial en España http://www.spaintour.com/ heritage.htm CIUDADES DEL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD DE ESPAÑA http://www.cyberspain.com/ ciudades-patrimonio/ UNION MUNDIAL PARA LA CONSERVACIÓN: IUCN http://www.iucn.org/ CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS CSIC http://www.csic.es/ INSTITUTO ANDALUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO http://www.iaph.juntaandalucia.es/ DIRECCIÓN GENERAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO DEL GOBIERNO DE CANARIAS http://www.culturacanaria.com www.gobcan.es

CABILDO DE GRAN CANARIA. http://www.grancanaria.com Bravo Murillo 33 . 35003. Las Palmas de Gran Canaria Tlf.: 928219421. Fax.: 928219669. E-mail: [email protected]

Tramitación de los expedientes de declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Se trata de un procedimiento administrativo encaminado a otorgar la máxima protección jurídica a los bienes más relevantes del Patrimonio Histórico Insular. Mediante diversos trámites se recopila en el expediente la documentación del objeto a proteger. La ley de patrimonio Canario 3/99 contempla varias categorías de BIC: de Bienes Inmuebles: Monumento, Conjunto Histórico, Jardín Histórico, Sitio Histórico, Zona arqueológica y Paleontológica, y Sitio Etnológico. De Bienes Muebles: Vinculados, Colecciones e Individuales; y por último de los Conocimientos y Actividades Tradicionales.

Restauración. El tiempo, los elementos naturales y a veces el vandalismo, deja su huella en los bienes históricos. Para evitar su destrucción paulatina se realizan tareas de conservación preventiva y restauración. Para ello se preparan estudios o diagnostico de los daños y sus causas elaborando proyectos detallados con todos los aspectos de la intervención a realizar. Restaurar un objeto histórico es un trabajo delicado que puede referirse tanto a edificios como a restos arqueológicos o a piezas artísticas (pinturas, retablos, esculturas, etc.) y, aunque varíen las técnicas y criterios a emplear siempre ha de primar la protección del bien, con la mínima intervención a fin de preservar toda su autenticidad Difusión. Desarrolla un programa anual de actividades cuyo objetivo radica en difundir los valores patrimoniales de la Isla, así como adaptar los contenidos al público al que va dirigida la oferta divulgativa. Esto conlleva el desarrollo de diversas propuestas tales como: cursos municipales, conferencias científicas, charlas y jornadas de debate, participación en ferias nacionales y exposiciones. Asimismo oferta un conjunto de visitas guiadas y proyectos educativos para el conocimiento y disfrute documentado de nuestros más destacados bienes. Por último establece una línea de publicaciones desde folletos informativos a catálogos, guías históricas y material gráfico que contribuya a un conocimiento más extenso y preciso de nuestro legado cultural, estableciendo una política de intercambios con otras instituciones de las mismas características. Asesoramiento. Ofrece a los particulares y entidades públicas asesoramiento gratuito sobre criterios para proyectar cualquier intervención como rehabilitaciones, nuevos usos, adecuación estética al entorno, adaptación para nuevas funciones, etc.; que se refieran a nuestro patrimonio, incluso para aquellos elementos de arquitectura popular o espacios libres que no se hallen catalogados o protegidos. Igualmente se presta asesoramiento e información sobre régimen jurídico, ayudas oficiales a la rehabilitación, desgravaciones fiscales, etc.; que puedan contribuir a facilitar a los interesados la realización de sus iniciativas de mejora y mantenimiento de sus bienes.

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La memoria es un motor fundamental de la creatividad: esta afirmación se aplica tanto a los individuos como a los pueblos que encuentran en su patrimonio - natural y cultural, material e inmaterial - los puntos de referencia de su identidad y las fuentes de su inspiración. UNESCO.

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