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BREVE ANÁLISIS SOBRE LOS FACTORES QUE MIMETIZAN CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE HUESOS QUEMADOS BRIEF ANALYSIS ABOUT THE FACTORS CHARACTERISTICS OF BURNED BONES
THAT
MIMIC
PHYSICAL
Cortesão Silva, F.
Departamento de Antropología. Universidade de Coimbra, Portugal R. Dr. Jaime Cortesão n- 75. S. João do Campo, 3020 - 637 Coimbra. Portugal Tel: 968178025
e-mail: filipacortesao@hotmail. com
RESUMEN El análisis de los restos óseos quemados despierta un interés cada vez mayor entre los antropólogos. Más allá de los análisis paleodemográficos se realizan experiencias que buscan explorar que factores determinan el aspecto físico de los restos óseos sometidos a la acción del fuego. En este sentido, se observa que determinados factores tafonómicos pueden mimetizar algunas de las características físicas que provoca la acción del fuego y consecuentemente ser interpretadas como tal. Estas características físicas, las cuales nos pueden inducir a interpretaciones erróneas son: coloración, deformación y fragmentación. Así pues, en este trabajo, teniendo en cuenta esta problemática y basándose en una revisión bibliográfica, se abordan las circunstancias y el modo como cada una de estas tres características se manifiesta según sea su causa, si el fuego u otros factores tafonómicos. Palabras clave: huesos quemados; coloración; fragmentación, deformación; factores tafonómicos.
ABSTRACT The analysis of burnt bones has been attracting more and more interest among anthropologists. Apart from the paleodemographic analysis, there are an increasing number of experiments which aimed to explore the factors responsible for the determination of the physical aspect of bones that suffered the fire's action. Although there are serious technological advances in this field, we verify that certain taphonomic factors may mimic some physical characteristics generally interpreted as being a result of the fire's action such as: coloration, deformation and fragmentation. Regarding this issue, and supported by the analysis of bibliography on this subject, we look into the circumstances and the way each of these physical characteristics manifests itself according with the fire's action versus other taphonomic factors. Key words: cremated bones, coloration, fragmentation, deformation, taphonomic factors.
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INTRODUCCIÓN En el análisis antropológico de restos óseos con alteraciones tafonómicas de textura, deformación y/o cambios de color pueden surgir casos que den lugar a dudas sobre la causa que los desencadenó. Aunque la conjugación de estas tres características en un solo hueso revela que muy probablemente son debidas a la acción del fuego, no siempre es así. Es en estas circunstancias que es importante considerar la eventual interferencia de otros factores. Basándose en una revisión bibliográfica, el presente trabajo tiene como objetivo aportar informaciones que contribuyan a la identificación y diferenciación de los factores implicados en la alteración de color, deformación y fragmentación de los restos óseos. Para ello serán expuestos y comparados las circunstancias y el modo como estas tres características se manifiestan cuando son fruto de la acción del fuego o de otros factores tafonómicos.
Características físicas de los huesos sometidos al fueqo.A nivel macroscópico, las características físicas de un hueso quemado ponen en evidencia las modificaciones que han tenido lugar en sus constituyentes óseos (Mays 1998). Además, el grado en que se manifiestan estas características está condicionado a los factores que determinan el foco térmico y la exposición del hueso al calor. Estos son: la intensidad térmica, la proximidad y el tiempo de exposición al calor, el ambiente reductor o oxidante, a las fases de elevación, mantenimiento y descenso de la temperatura, masa corporal del individuo y porción del cuerpo expuesta a la acción del fuego (Botella 2000). Según Correia (1997), las características distintivas de los huesos quemados son: i) un cambio de color del hueso, ii) la posibilidad de deformación y encogimiento, y iii) exhibición de determinados padrones de fractura.
1) Coloración Un hueso sometido a la acción del calor es susceptible de evidenciar colores muy diversos. Esta variación cromática se extiende desde el amarillo claro, al marrón, pasando por tonalidades de negro, azul, gris y blanco (Shipman 1984; Botella 2000). Además de estos colores, pueden también observarse colores como el rojo y el naranja (Mays 1998; Shipman 1984). Es preciso resaltar que tanto los diferentes fragmentos óseos de una sola cremación pueden exhibir diferentes colores (Correia 1997); como que un único fragmento óseo puede presentar simultáneamente varios colores (Pope 2001; Mayne 1990 in Correia 1997; Depierre 1995). Las alteraciones de color en el hueso son debidas a la modificación de los constituyentes orgánicos del hueso (Shipman 1984): con la pirólisis y la carbonización de la materia orgánica el hueso exhibe el color negro (Pope y Smith 2004), adquiriendo la categoría de hueso carbonizado (Herrmann 1970 in Correia 1997; Etxeberria 1994). Durante la combustión de los componentes orgánicos del hueso aparece la coloración azul grisácea y grisácea (Dokládal 1969; 1970 in Correia 1997; Shipman 1984). Finalmente, cuando el tejido óseo carece de materia orgánica y experimenta la fusión de sus sales, impera el color blanco, adquiriendo la categoría de hueso calcinado (Correia 1997). 2) Deformación La bibliografía consultada respecto a la deformación asociada a la acción del fuego sugiere que esta característica depende de por lo menos dos variables, la condición del hueso (hueso fresco/cadáver o hueso seco/esqueleto) durante la combustión (Eckert 1988; Botella 2000; Baby 1954 in Thurman e Willmore 1981; Binford 1972 in Thurman e Willmore 1981) y la proporción entre el tejido compacto y esponjoso del hueso (Depierre 1995).
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En relación a la primera variable, la condición del hueso durante la combustión, se ha constatado que solo los huesos frescos evidencian deformación (Eckert 1988; Baby 1954 in Thurman y Willmore 1981; Binford 1972 in Thurman e Willmore 1981), aunque autores como Botella (2000) no descartan la posibilidad de que los huesos secos puedan experimentar deformación aunque de forma menos evidente. Cuanto a la segunda variable (proporción entre tejido compacto y esponjoso), Depierre (1995) observa que los huesos largos, especialmente sus diáfisis, son los que tienen tendencia a mayor fragmentación y posterior deformación. Por el contrario los huesos planos y los huesos cortos son menos susceptibles a la deformación. Esto es debido al hecho de estar las diáfisis compuestas principalmente por tejido óseo compacto, y este tener menor elasticidad. Los huesos planos y los huesos cortos presentan menor deformación por estar formados por mayor proporción de hueso esponjoso, más elástico. Los huesos planos están formados por dos capas de tejido compacto separadas por tejido esponjoso. Los huesos cortos son principalmente hueso esponjoso recubierto de una fina capa de hueso compacto (Depierre 1995).
3) Fragmentación Según Mayne (1990 in Gruchy y Rogers 2002) la aparición de fisuras en los huesos sometidos a la acción del fuego es motivada por la rotura de las uniones hidroxilo de la apatita debido a la evaporación del agua. Generalmente las fracturas inducidas por el calor son definidas en función de su localización y dirección en el hueso, siendo clasificadas como longitudinales, trasversales encurvadas, transversales rectas, patina y delamination (Herrmann y Bennett 1999). En la tabla 1 se encuentra una descripción de cada una de estas fracturas.
Fracturas Longitudinales Transversales encurvadas Transversales rectas (o step) Patina
Delamination
Descripción Generalmente siguen el eje longitudinal del hueso, extendiéndose en el sentido de la fibra. Perpendiculares al eje longitudinal del hueso. Acostumbran a surgir agrupadas de forma lineal a lo largo del eje de la diáfisis. Se extienden a transversalmente a partir de los márgenes de fracturas longitudinales a través del hueso compacto de la diáfisis. Apariencia agrietada y deshidratada. Afecta las capas externas del hueso cortical y se encuentra típicamente en las epífisis. Consiste en la separación del hueso cortical del hueso esponjoso manifestándose sobre todo en las epífisis. También puede ocurrir en los huesos cranianos mediante la separación de las tabulas interna y externa.
Tabla I.- Tipo de fracturas inducidas por el calor y descripción respectiva. Basado en los datos de Hermman y Bennett (1999); Symes y cois (2001) y Mayne (1990 in Grucy y Rogers, 2002).
Entre las fracturas mencionadas destacaremos las fracturas transversales incurvadas, ya que son el resultado indiscutible de la acción del fuego por no asemejarse a defectos atribuibles al trauma (Herrmann y Bennett, 1999). Por otro lado, autores como Herrmann y Bennett (1999), Symes (2001) o Buikstra y Swegle (1989 in Pope y Smith 2004) consideran que están intrínsecamente asociadas a cremaciones con carne y tejidos blandos. Por el contrario, existe una gran dificultad en diferenciar las fracturas longitudinales causadas por la acción del fuego de las causadas por lesiones traumáticas perimortem (Hermman y Bennett 1999).
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Fenómenos tafonómicos que 'mimetizan" alteraciones provocadas por el fuego Después de esta incursión en la coloración deformación e fragmentación debidas a la acción del fuego es necesario hacer ahora una breve reseña sobre otros factores tafonómicos diferentes al fuego capaces de mimetizar su acción en estas tres características. Estos factores tafonómicos son el ambiente que circunda el hueso, es decir la tierra, las plantas y los microorganismos, y la acción del hombre. De acuerdo con Buikstra y Ubelaker (1994) un hueso puede experimentar alteraciones de color debido a la presencia de bacterias, plantas y minerales en el ambiente deposicional donde este se encuentra. Se sabe, por ejemplo que, elementos como los óxidos de hierro causan tonos de amarillo y naranja, así como los fosfatos de hierro son responsables de los colores azul claro y verde (Nicholson 1993); el color marrón puede ser fruto de la descoloración motivada por el suelo (Lisowski 1968; Gejvall 1969); y el color negro puede ser el resultado de la presencia de manganeso y hierro (Shahack-Gross 1997). La tierra puede, de igual modo ocasionar deformación y fragmentación debido a la presión ejercida en el hueso (Buikstra y Ubelaker 1994). Esta deformación solo es perceptible en el cráneo y el peroné (Pitaren 1999). En cuanto a la acción del hombre es de referir la coloración provocada por ritos funerarios postmortem (Nicholson 1993; Botella 2000). Se ha observado que el contacto con tintas de ropas o pinturas corporales compuestas con pigmentos férricos (Botella 2000), así como la proximidad a ajuar funerario realizado con hierro, dan lugar a color rojo (Pitarch 1999). También en la fragmentación pueden surgir dudas. Por ejemplo, las fracturas longitudinales subsiguientes a las lesiones traumáticas perimortem o postmortem pueden provocar error en su interpretación en los casos donde el hueso también muestre modificaciones de color asociadas a la acción del fuego (Hermman y Bennett 1999). Delante de este escenario, se procedió a la elaboración de la tabla 2, donde se pueden encontrar reunidas algunas informaciones para diferenciar y identificar el o los factores tafonómicos envueltos en la coloración, deformación y fragmentación de un resto óseo.
Coloración
Fragmentación
Deformación
Fuego De modo general afecta el córtex El fragmento puede presentar dos o más colores Fracturas transversales y concéntricas son un producto exclusivo de la combustión en hueso fresco Más común en hueso largos. Por norma está asociada a otras alteraciones, en concreto fracturas transversales concéntricas y cambios de color.
Otros procesos tafonómicos Afecta a la superficie del hueso (manchas provocadas por mineral) Huesos manchados de manera uniforme y del mismo tono que la tierra Lesiones traumáticas no provocan fracturas transversales concéntricas. Fractura reciente se identifica por la coloración más clara y afilada de los márgenes óseos Solo acostumbra a ser perceptible en el cráneo y el peroné
Tabla II.- Algunas informaciones para diferenciar las alteraciones del hueso motivadas por el fuego y otros procesos tafonómicos. Basada en los datos de Hermman y Bennett (1999); Pitarch y cois (1999); Depierre (1995) y Buikstra y Ubelaker (1994).
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COMENTARIOS FINALES La interpretación de las alteraciones tafonómicas de los huesos quemados puede estar sujeta a errores, ya que hay una cierta tendencia a atribuir al fuego la autoría de las modificaciones que el hueso exhibe. No obstante, cambios de color y fragmentación parecidos a los que resultan de la acción del fuego pueden ser debidos a otros factores tafonómicos. Diferenciarlos no siempre es tarea fácil o posible, aunque el modo en que se presentan la coloración y la deformación nos pueda dar alguna pista de su origen.
Agradecimientos A Eugenia Cunha, Carme Rissech, Sofia Wasterlain, Sónia Codinha y Vitor Matos.
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Índice de figuras
Figura 1. - Coloración naranja y roja causada por efecto del fuego, en lo cuerpo de una vértebra cervical.
Figura 2.- Manchas negras, deformación y fractura postmortem reciente, en una diáfisis del cubito sometida a la acción del fuego.
Figura 3. - Diáfisis del húmero con coloración marrón, por contacto con el suelo y manchas negras.
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