Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación - CBDE.

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CAMPAÑA BOLIVIANA POR EL DERECHO A LA EDUCACIÓN (CBDE) M A R Z O N º 1 / 2 0 1 4

EDITORIAL: Educación Inclusiva.

PUNTOS DE INTERES: - En Bolivia se estima que el 95% de la población entre los 6 y los 11 años de edad están en la escuela, pero sólo el 38% de las niñas y los niños con discapacidades asiste a un centro de educación. - En septiembre de 2013, 133 países y la Unión Europea habían ratificado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD siglas en inglés) de la ONU. - El compromiso para con la educación inclusiva es una obligación legal por razón del Art. 24 de la CRPD. La mayoría de países invierten muy poco en educación inclusiva. Por ejemplo, una evaluación del Banco Mundial del 2008 informó que sólo el 1 % del gasto en virtud de la política de Educación Para Todos de la India iba dirigido a la educación inclusiva para las niñas y los niños con discapacidades.

(Informe CME 2014).

CONTENIDO: Editorial

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Cuando la discapaci-

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dad se hace vida. Educación y disca-

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pacidad: Avances nacionales. Educación y discapacidad: Avances internacionales.

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Una escuela inclusiva para la vida es una apuesta a la que se suma la CBDE. Si bien se advierte la existencia de un marco legal y un notorio avance en el diseño de políticas públicas, para lograr una escuela inclusiva, aún la práctica se hace cuesta arriba, ya que las políticas en este campo son necesarias, pero no definen todo. El ejercicio del derecho a la educación de las personas con discapacidad, bajo el principio de igualdad de oportunidades para todas y todos. Este derecho necesario para la vida, con frecuencia se lo niega porque la escuela y su entorno no son precisamente ambientes habilitantes que privilegien la inclusión. La realidad que viven día a día las personas con discapacidad nos dice que es necesario continuar trabajando en planes y acciones que permitan que las niñas y los niños con discapacidad dejen de ser sujetos de discriminación y marginación en estos espacios en los que tenemos que abrirnos a la diversidad. Es urgente adaptar las escuelas a las necesidades de los niños y las niñas con discapacidad, invertir en equipamiento y materiales adecuados, además de infraestructura accesible y apropiada; docentes sensibilizados y formados con calidad para impartir Educación Inclusiva; elaborar una base de datos actualizada a nivel nacional, departamental y municipal con información referida a la población con distintos tipos de discapacidad, para tomar decisiones en materia de políticas; y realizar un permanente seguimiento por parte de la sociedad civil, al cumplimiento de la normativa establecida . La escuela tiene que aprender de la acción misma de la inclusión verdadera, la comunidad educativa tiene que romper con paradigmas patriarcales, barreras y murallas que construimos desde nuestros imaginarios. Una comunidad educativa abierta a la diversidad y la inclusión, es también responsabilidad de todas y todos. V. Beatriz Pérez Sandoval—Directora Ejecutiva CBDE

______________________________________________________________________________________________________ Créditos: - V. Beatriz Pérez Sandoval—Edición y Redacción (Directora Ejecutiva CBDE) - Teresa Arteaga—Redacción artículo (Activista CBDE) - Ma. Angélica Michel—Redacción y Diagramación (Comunicadora CBDE)

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Cuando la discapacidad se hace vida.

Por: Teresa Arteaga Activista CBDE

En la mayoría de los países con ingresos bajos y medios, los niños y niñas con discapacidades tienen más probabilidades de no escolarizarse que cualquier otro grupo de la misma edad.

Este año, 2014, la Semana de Acción Mundial (SAM) por el Derecho a la Educación se realiza bajo el lema “Sumemos capacidades. Por el Derecho a una educación inclusiva”, tema complicado ya que usualmente la discapacidad es vista con discriminación e incluso desprecio claro, disfrazada por un discurso de afecto, comprensión, compasión, pero pocas veces inclusión. La inclusión es un verdadero reto para toda la humanidad en tanto que el rechazo y trato adverso a la diversidad es la forma patológica en base a la que estructuramos nuestras relaciones sociales e institucionales. La educación inclusiva es el anhelo de garantizar una educación de calidad para todos y todas pero poniendo énfasis en aquellos y aquellas estudiantes que están en riesgo de marginación y exclusión del Sistema Educativo, por ello la Semana de Acción Mundial decidió priorizar la población con discapacidad, es así que en esta misma línea la Campaña Mundial por la Educación publicó muy recientemente el informe denominado: “Igualdad de Derechos, igualdad de oportunidades. La educación inclusiva para niños con discapacidad”.

En la mayoría de los países con ingresos bajos y medios, los niños y niñas con discapacidades tienen más probabilidades de no escolarizarse que cualquier otro grupo de la misma edad. Las tasas de primera inscripción escolar de niños y niñas con discapacidades son muy bajas. Incluso cuando asisten a la escuela, son más susceptibles de abandonar y finalizar su escolarización prematuramente. Según datos del Censo Nacional realizado el 2012, 326.361personas viven con discapacidad permanente en Bolivia, la mayoría en condiciones de desatención y marginación. Los datos son contundentes. El Centro de Investigación para el Desarrollo Socioeconómico (CEINDES) realizó un diagnóstico que aportó información preocupante, como por ejemplo que solo el 2% de los niños y niñas con discapacidad tienen acceso a una educación regular, un 4% se encuentra confinado en instituciones especializadas que no hacen más que profundizar la disgregación y exclusión, y

El informe señala que 93 millones de niños y niñas (1 de cada 20) en el mundo viven con una discapacidad moderada o severa. Los niños y niñas reclaman su derecho a una educación inclusiva.

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de esa manera se ahorran el esfuerzo que implica la inclusión, esfuerzo no solo personal, institucional, sino también Estatal. Es mucho más fácil construir pequeños ghettos aislados y ocultos en nombre de la “atención especializada”, que realmente incluir y abrazar la diversidad. Estos datos alarmantes despiertan una profunda sensación de injusticia y por lo tanto la urgente necesidad de solucionar dicha vulneración en tanto que el Derecho a la Educación es un Derecho vinculante, es decir, facilita el goce de los demás Derechos. La situación no puede continuar igual. Estas evidencias vuelven a mostrarnos el divorcio entre lo normativo, y la difícil y discapacitante realidad. Bolivia ratificó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad promulgada por Naciones Unidas en 2006, por Ley Nº 4024 de 15 de abril de 2009, al ratificar esta Convención el Estado Plurinacional de Bolivia se compromete a asegurar una Educación Inclusiva en todos los niveles, donde se reconoce el derecho de las personas con discapacidad a la educación, con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades. En la Ley de Educación N° 070 a nivel discursivo también se platean importantes enunciados para la educación especial. La Ley busca implementar acciones destinadas a promover y consolidar la educación inclusiva para personas con discapacidad, personas con dificultades en el aprendizaje y personas con talento extraordinario en el Sistema Educativo Plurinacional, buscando la articulación con los subsistemas de Educación Regular, Alternativa y Superior de Formación Profesional. Considera dos modalidades: La modalidad directa, para las y los estudiantes con discapacidad que requieren servicios especializados e integrales, y la modalidad indirecta, a través de la inclusión de las personas con discapacidad, personas con dificultades en el aprendizaje y personas con talento extraordinario en el Sistema Educativo Plurinacional, sensibilizando a la comunidad educativa.

Lo triste de las medidas de inclusión, es la lentitud con que los procesos sociales avanzan, no se deja de discriminar porque exista una ley o un decreto, mientras tanto las vidas de miles de niños y niñas con discapacidad que deben enfrentarse al Sistema Educativo pasan entre el rechazo y la frustración. Es más, para algunos y algunas, estas palabras que intentan sensibilizar sobre la importancia de la inclusión no son más que escuchar la lluvia caer, lo que sucede es que es muy distinto escuchar la lluvia desde el calor del dormitorio, que estar afuera en medio de la tormenta. Cuando estoy cobijado y seguro se me ocurren ideas, planes y programas que dejan de ser un tema apenas apago la luz para escuchar la lluvia desde la hermosa oscuridad, cuando estoy en medio de la tormenta la oscuridad solo empeora el dolor, la desesperación, la frustración, la rabia de las que somos madres de niños o niñas con discapacidad. La discapacidad pone a prueba a todo el sistema de instituciones destinadas a garantizar el goce de los derechos, por ejemplo implica de manera preponderante al Sistema de Salud que debe ser capaz de brindar atención de calidad y calidez durante toda la vida de las personas discapacitadas; el Sistema de Educación que debe abrir sus puertas, extremar sus recursos y permitir el hermoso disfrute del aprendizaje sin trabas, sin jerarquías, pues aprender debería estar muy lejos de los principios mercantiles de la vida. Evidentemente esto no sucede, aún está en proceso de consolidarse.

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No deben ser los Sistemas Educativos los que tienen el derecho de elegir un perfil ideal de niño o niña, son los niños y niñas quienes tienen derecho al disfrute de la educación.

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Educación nclusiva, un derecho de todas y todos.

Cuando como madre te enfrentas a estos sistemas, el saber que estamos en proceso de mejorar no es suficiente, ¿Contaremos alguna vez con sistemas que funcionen plenamente?; ¿Encontraremos respuestas sostenidas y a largo plazo?; ¿Nuestros bellos hijos e hijas podrán desarrollar su máximo potencial, o se encontraran limitados por las limitaciones institucionales?; o ¿Siempre estaremos en proceso?. Recuerdo cuando sospechaba que algo no andaba bien con mi hijo, en busca de respuestas inicié un peregrinaje por los servicios de salud y me encontraba con respuestas que rayan en lo absurdo como por ejemplo: “usted le exige mucho, no todas las personas triunfan en la vida”, “para esos exámenes complejos de laboratorio no contamos con los recursos necesarios”, mientras tanto pasaba el tiempo ¿Qué hacer?, ¿Dónde ir?, ya estaba desesperada y empecé a investigar hospitales fuera del país y así emprendimos viaje, endeudándonos para ello y por fin encontramos la respuesta, se trataba de una anomalía cromosómica. ¿Cambiaba la vida con el diagnóstico? Sí, porque ya tenía un nombre y sabía que de-

bía extremar todos los recursos para que desarrolle al máximo sus potencialidades para ello la educación es la respuesta, entonces empezaba el hermoso reto de buscar que este hijo mío se eduque, aprenda en un ambiente flexible, empático y no discriminador. Nunca imagine que ahí comenzaba el verdadero calvario, ningún establecimiento educativo lo recibía por razones absolutamente discriminatorias, como por ejemplo: no tiene el nivel de desarrollo esperado para su edad, no podemos garantizar que aprenda algo, significará más trabajo, no tenemos docentes capacitados. Este es un camino montañoso, sinuoso, en el que los esfuerzos por allanarlo son mínimos, pero siempre existen personas dispuestas a cambiar, a alterar positivamente los órdenes y descubrimos en Achocalla a Kurmi Wasi que le abrió las puertas, lo trato con cariño y paciencia. Pero, ¿Y después?, ¿Cómo va proyectar su vida adulta?, ¿Qué va pasar con su salud, si aquí no hay ni los análisis, ni el tratamiento?, preguntas que a una madre causan no sólo miedo, sino pavor.

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Así dejamos nuestro país, nuestra familia, mi trabajo, mi recorrido profesional y migré con incertidumbre, con temor. Migrar es una experiencia complicada y triste se deja a los que se ama y se avanza hacia lo desconocido. Gracias a esta decisión hemos encontrado algunas respuestas, por ejemplo una atención médica especializada y gratuita que le cubre incluso los análisis de laboratorio y la medicación, además de la tan ansiada inclusión educativa en el Sistema Público de Educación, le hicieron una adecuación curricular, las pedagogas de la escuela hacen el seguimiento, incluso existe la posibilidad de contar con una maestra integradora, también los costos son cubiertos por el Estado. No es un sistema perfecto, tiene sus tiempos de respuestas burocráticas, pero vale la pena la espera y hasta cierto punto la injusta discriminación que también tiene costo que se paga con la migración, pero no importa, la vamos luchando cada día y él es un valiente que inspira. Esta es sólo mi experiencia, no es generalizable, segura estoy que muchos obtuvieron respuestas, pero aún así, refleja la situación de muchos niños y niñas con discapacidad que son excluidos de la sociedad, no solo

de la escuela. Es urgente no sólo crear guettos de atención especializada, sino desplegar todos los esfuerzos para incluir en la vida a los niños y niñas con discapacidad. Que todos y todas sean parte de las escuelas, que la ¨escuela común” se transforme en especial pero no porque atiende a los “no normales” sino porque sea capaz de contener en su seno la diversidad, que pueda construir trayectorias educativas personalizadas, que brinde igualdad de oportunidades garantizando una educación de calidad, que pueda identificar las barreras y construir puentes para un aprendizaje significativo, que comprenda que la educación no muere en el contenido académico sino que es vida, es cambio, es evolución. No deben ser los Sistemas Educativos los que tienen el derecho de elegir un perfil ideal de niño o niña, son los niños y niñas quienes tienen derecho al disfrute de la educación.

Educación y discapacidad: Avances en políticas nacionales. En Bolivia contamos con un marco legal, el cual señala que “el Estado promoverá y garantizará la educación permanente de niñas, niños y adolescentes con discapacidad, o con talentos extraordinarios en el aprendizaje, bajo la misma estructura, principios y valores del Sistema Educativo, y establecerá una organización y desarrollo curricular especial. (Art.85-CPE). Además se cuenta con dos modalidades de atención a personas con discapacidad, contenidas en la Ley de Educación Avelino Siñani y Elizardo Pérez (Art. 27)”. Según el Centro de Investigación para el Desarrollo Socioeconómico CIDES, aproximadamente el 3% de los niños y niñas con discapacidad asisten a una escuela de educación regular y el 4% a centros de educación especial. También se conoce que el 92% de los niños y las niñas de este grupo no acceden a la formación primaria y secundaria.

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Educación y discapacidad: Avances en políticas internacionales. Se estima que 1 billón de personas viven con una discapacidad – representando aproximadamente 15% de la población mundial – y que afrontan múltiples obstáculos que dificultan su participación igualitaria en la sociedad. A nivel mundial, se estima que 93 millones de niños y niñas – 1 de cada 20 entre los que tienen hasta 14 años – viven con una discapacidad moderada o severa. A menudo se asume que el coste de proporcionar una Educación Inclusiva es prohibitivo, pero no siempre es el caso. Por ejemplo, un estudio estimó que hacer accesibles los edificios (infraestructuras) representa menos del 1 % de los costos totales de construcción, mientras que los costos de tener dos Sistemas Escolares – p.ej. ordinario y ‘especial’ – pueden ser mucho más elevados. El coste medio de poner a los estudiantes con necesidades educativas especiales en escuelas segregadas es de siete a nueve veces más alto que educarlos en clases generales. El compromiso para con la Educación Inclusiva es una obligación legal por razón del Art. 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD siglas en inglés) de Naciones Unidas. Pese a esta disposición, la mayoría de países, invierten muy poco en Educación Inclusiva. (Informe Campaña Mundial para la Educación—2014).

Educación Inclusiva.

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