"Mi socorro viene de Jehová" exclamó el salmista después de buscar una fuente donde encontrar la ayuda que necesitaba. Miró hacia los montes, pero no encontró lo que buscaba, hasta que se dio cuenta que sólo en Dios hallaría el oportuno socorro. Fue entonces cuando el canto se formó en su mente y pudo prorrumpir con una melodía que muestra la verdad de Dios para todos los que confían en Él: "Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra...". Puedes ver hacia donde quieras, pero al siempre te darás cuenta que sólo Dios tiene lo que necesitas. "No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel..." Israel es el pueblo de Dios, pero ahora nosotros, por medio de Jesucristo y sin necesidad de tener la ciudadanía israelí, ni de guardar sus costumbres, somos pueblo de Dios (Jn.1.11-13). Entonces podemos tomar para nosotros, con toda libertad, esa promesa de protección y cuidados. "Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche...". Ninguna cosa ni fuerza externa podrá dañar tu vida porque Dios te cubrirá. "Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre". Dios también te cuidara de ti mismo, de las cosas que haces y de los sitios a donde vayas. Tu confianza debe estar, permanentemente en Dios. (Lea y memorice el salmo 121). CANTO: “YO SOLO CONFÍO EN EL SEÑOR” PROPÓSITOS DE ORACIÓN: 1. Oremos para que Dios cambie la situación violenta de nuestras ciudades. 2. Oremos para que Dios ilumine a los que nos gobiernan. 3. Oremos para que Dios aumente nuestro deseo de predicar el evangelio. 4. Oremos para que Dios libre nuestra familia de todo mal. 5. Oremos para que Dios bendiga a la iglesia.

"Sino que en la ley de Jehová está su delicia" dijo el salmista, refiriéndose a una persona ejemplar. Estaba convencido que para ser personas dignas de imitar debemos conocer con profundidad la Palabra de Dios y vivirla con integridad. El salmo empieza diciendo: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche". Habla de una persona ejemplar y la califica como bienaventurada. ¡Es una persona inmensamente feliz! Es ejemplar porque: "Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará". El árbol es frondoso y atractivo por la corriente de agua que lo alimenta. ¡Por eso puede dar buen fruto! No está sólo para adornar la naturaleza. ¡VIVE PARA SERVIR! Su fruto alimenta a muchos, ayuda a cuantos puede y es de mucha bendición para los que lo conocen. El resultado: Es prosperado en todo lo que emprende. Los que se deleitan en la Palabra de Dios y son ejemplo para los demás y son prosperados en lo que hacen. Pero también está la otra cara de la moneda: "No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento". El contraste de la bondad es la maldad. Hay personas buenas y también las hay malas. El malo está alejado de Dios, no tiene fundamento, ni base firme, por lo tanto es como el tamo que vuela completamente perdido a donde el viento lo lleva. Esas personas no dan fruto, son inclinados al mal y no tienen ninguna autoridad en ninguna situación. "Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos". No pueden hacerlo porque no tienen autoridad moral, espiritual ni legal. "Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá." Dios los conoce y sabe que su fin es muerte y condenación. Tu tienes la oportunidad de escoger si quieres vivir para servir y ser de ejemplo para los demás o ser una persona alejada de Dios. (Lea y memorice el salmo 1) CANTO: “QUE MI VIDA ENTERA ESTÉ” PROPÓSITOS DE ORACIÓN: 1. Oremos para que Dios nos de el deseo de servir. 2. Oremos para que la Biblia tenga un lugar importante en nuestra vida. 3. Oremos para que seamos ejemplo para los demás. 4. Oremos para que Dios nos permita vivir con integridad. 5. Oremos para que Dios una las familias de la PIER.

"¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!" Que interesante habría sido si David, el salmista, hubiera vivido en nuestro tiempo o en cualquier época posterior a Jesús. Me hubiera gustado escuchar su alabanza cantándole al Señor Jesús. Muchos de sus salmos son de carácter mesiánico (22; 45; etc.) pero no expresan lo que tendría en su corazón si los hubiese hecho en este tiempo. Sin embargo la expresión de alabanza de este hombre nos muestra una persona que amaba a Dios con todo su corazón, completamente seguro de Su poder, de Su protección, obediente, fiel y muchas cualidades más que deberíamos tener todos los cristianos de cualquier época. Actualmente, la música, que es la expresión de alabanza más usada en las iglesias, se ha secularizado al grado que los cristianos, en sus presentaciones musicales de "alabanza a Dios", imitan al mundo en ritmos, géneros, letras, gestos, modas, luces, escenarios, etc. Hay que pagar para ver y escuchar los "show cristianos" y para escuchar la predicación de algún "famoso". Se premia la música "cristiana" por el número de discos vendidos, por lo espectacular de la escenografía y por la calidad de los videos. (¿Qué dirían los hermanos de la Iglesia Primitiva?). Estoy muy seguro que no fue esto lo que Jesús tenía en mente cuando dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio". Todo esto cambiará cuando sepamos de manera personal quien es Dios; cuando veamos que nuestro Dios tapa la boca de los leones, cuando seamos capaces de derrotar a un gigante, cuando el mar se abra para que pasemos al otro lado, cuando podamos cantar en una cárcel, cuando caminemos sobre las aguas... Todo cambiará cuando nos volvamos a Dios, cuando seamos cristianos comprometidos, obedientes, llenos del Espíritu Santo. Entonces nuestra expresión de alabanza será genuina y saldrá de nuestro corazón con las palabras adecuadas para expresar gratitud a Dios. La expresión de alabanza del salmista era genuina porque venía de su corazón, por las experiencias que a diario vivía con el Dios Todopoderoso. Diga como el salmista: "¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!" (Lea y memorice el salmo 8). CANTO: “SEÑOR MI DIOS, AL CONTEMPLAR LOS CIELOS” PROPÓSITOS DE ORACIÓN: 1. Oremos para que nuestra alabanza sea genuina delante de Dios. 2. Oremos para que la iglesia (nosotros) sea genuina delante de Dios. 3. Oremos para que Dios nos de experiencias que nos hagan buscarle y servirle de corazón. 4. Oremos para que nuestra familia busque, en unidad, la presencia de Dios. 5. Oremos para que Dios nos permita adorarle en espíritu y en verdad.

“Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo”. No encuentro una mejor manera de expresar la necesidad de Dios. Esas palabra solo pueden salir de un corazón necesitado que ama a Dios y le conoce por lo que ha hecho en su vida. No podemos tener sed de algo que no conocemos. Por otro lado la ingesta de líquidos es vital en todas las personas y el salmista está comparando su necesidad de Dios con la forma imperiosa que necesita el agua para vivir. El salmista utiliza la metáfora del ciervo sediento que, en su desesperación y angustia por su gran necesidad de agua, emite un terrible bramido, esperando que esa acción lo lleve a encontrar la fuente que mitigará su necesidad. Él mismo se compara con ese ciervo, con la diferencia que él sabe exactamente donde está la fuente que le produce vida. Por eso expresa con toda seguridad y convicción: “Así clama por ti, oh Dios, el alma mía”. Es un poema que sale de su corazón pero tiene un sentido muy especial porque de eso depende su vida. El salmista derramó lágrimas en la presencia de Dios y continuó haciéndolo a pesar de las burlas de sus amigos. La vida de este hombre dependía de Dios, por eso lo buscaba con intensidad y convicción. Su confianza era tal que termina el salmo diciendo: “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te burlas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”. (Lea y memorice los primeros tres versículo y el versículo once del salmo 42). CANTO: “COMO EL CIERVO BUSCA POR LA AGUAS” PROPÓSITOS DE ORACIÓN: 1. Oremos para que Dios no de un ardiente deseo de buscarle en oración. 2. Oremos para que este tiempo de ayuno nos marque para toda la vida. 3. Oremos para entender que Dios es quien nos sostiene. 4. Oremos para que Dios nos de fortaleza en medio de los que nos adversan. 5. Oremos para que nuestra iglesia se mantenga firme en el Señor.

“…Porque no me he olvidado de tus mandamientos”. Esta es la última frase del salmo 119. Es el salmo más largo y a la vez, el capítulo más largo de la Biblia. Tiene 176 versículos. Se trata de un cántico de 22 estrofas, cada una de ocho líneas (cada estrofa lleva por título una letra del alfabeto hebreo). Cada línea es un versículo y es interesante darnos cuenta que en todos los versículos, excepto en dos, se menciona directa o indirectamente la Palabra de Dios (es tarea suya encontrarlos). Cuando el salmista escribe este cántico, su mente estaba llena de la Palabra de Dios, cada frase que salía de su boca estaba impregnada de esa hermosa Palabra. No había espacio para otra cosa, no cabía nada más, solo la Palabra. Cuando me preguntaba, por qué este hombre escribía de esta forma, solo vino a mi memoria aquel pasaje que dice: “…porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lc.6.45). Si este hombre pudo escribir un canto de 176 líneas de las cuales 174 mencionan la palabra de Dios, no cabe ninguna duda que lo que, permanentemente, había en su mente era, ¡LA PALABRA DE DIOS! Cada uno de nosotros puede hacer un ejercicio que nos indicará lo que hay en nuestra mente. Al final de cada día haga un recuento de las cosas que dijo durante todo el día. Vea de que cosas habló más y se dará cuenta de lo que hay en su mente. Por supuesto que cada quien realiza sus actividades propias de trabajo, estudio, etc. Pero será interesante observar cuantas veces, en medio de nuestras actividades de la rutina diaria, pensamos en Dios y en su Palabra. El salmo 119 comienza diciendo: “Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová”. Esta bienaventuranza alcanza a todos aquellos que, de noche y de día, andan de acuerdo a la Palabra de Dios. (Reúnase con su familia y que cada uno lea una estrofa del salmo 119 hasta terminar su lectura). CANTO: “DULCES PROMESAS SON LAS DEL SEÑOR” PROPÓSITOS DE ORACIÓN 1. Oremos para que la Palabra de Dios sea nuestro alimento diario. 2. Oremos para que las familias se unan en la lectura de la Palabra. 3. Oremos para que la iglesia se comprometa a leer la Biblia este año. 4. Oremos para que la Palabra de Dios nunca falte en nuestra vida. 5. Oremos para que se permita a lectura de la Biblia en escuelas, hospitales, batallones y en todo lugar donde haya aglomeración de personas.

Probablemente, algunos estarán cansado con la lección anterior, y por tal motivo tomé para esta meditación el salmo más corto. Se trata del salmo 117, que a pesar de sus pocas palabras, es grande en contenido. Describe la misericordia de Dios y la relaciona con Su fidelidad. Cuando hablamos de la gracia de Dios pensamos en que Él nos dio algo que no merecíamos. Pero al pensar en lo que es la misericordia de Dios nos damos cuenta que por esa misericordia no nos dio lo que en realidad merecíamos. ¡Esto es motivo de alabanza! Todas las naciones y todos los pueblos deben alabar a Dios por su gran misericordia. La fidelidad de Dios nos garantiza que su misericordia siempre se mantendrá a nuestro favor, y más aún, Él se acuerda de nuestra condición y, pareciera como que se adapta a nosotros, porque nos conoce muy bien, y por esa razón cada día renueva su misericordia. “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. (Lamentaciones 3.22-23). Nunca nos cansemos de alabar a Dios. Nunca dejemos de hacerlo. Él merece toda nuestra alabanza. (Lea y memorice el salmo 117) CANTO: “ALABAD A JEHOVÁ, NACIONES TODAS” PROPÓSITOS DE ORACIÓN: 1. Oremos para que nuestra boca siempre haya una expresión de alabanza. 2. Oremos para que la iglesia permanentemente se una en la alabanza a Dios. 3. Oremos para que las familias alaben a Dios en sus hogares. 4. Oremos para que Dios nos permita alabarle en lugares públicos. 5. Oremos por todos los que dirigen la alabanza.

“Todo lo que respire alabe a JAH. Aleluya”. De esta forma gloriosa y triunfal termina el libro de los Salmos. Los cánticos del pueblo hebreo resaltaban la alabanza a Dios y era la expresión de lo que había en su corazón. Era una muestra de respeto, gratitud y obediencia a Dios. La vida del pueblo giraba en torno a lo que Dios era y demandaba de ellos. Dios los bendecía y ellos le alababan. Los salmistas se dedicaron a escribir canciones para que el pueblo las cantara, pero el único tema de sus poemas era el Dios Omnipotente, Todopoderoso, creador de todo cuanto existe. De forma permanente y por instrucciones del rey David, se alababa a Dios en el templo todos los días. Establecieron turnos para los músicos, cantores y levitas para que nunca faltara la alabanza y la ministración a Dios. (1 Crónicas 23; 25). Su lema era “Todo lo que respira alabe al Señor” (NVI). Desde el más pequeño, hasta el más grande, alababan a Dios. Eran instruidos en la alabanza desde que nacían y esa acción determinaba la vida del pueblo. Esto explica por qué el salmo 34 puede decir: “Su alabanza estará de continuo en mi boca…” El Dios de aquel tiempo es nuestro Dios y Él es digno de alabanza. Él merece nuestra continua alabanza. No se trata solo de cantar o tocar un instrumento. Se trata de una actitud que sale del corazón, de una exclamación cuando palpamos el poder de Dios; se trata de un grito de ¡ALELUYA! cuando sentimos su presencia; es un ¡GLORIA A DIOS! cuando toca nuestro intelecto, sentidos y emociones; es un ¡DIOS TE BENDIGA! cuando podemos ver Su presencia en nuestros hermanos; es un ¡GRACIAS SEÑOR! cuando termina el día y nos disponemos a descansar. Es toda nuestra vida. Fuimos hechos y diseñados “para alabanza de la gloria de su gracia” (Efesios 1.6,12,14). ¿Qué estas esperando? Empieza en este momento a alabar a Dios. (Lea y memorice el salmo 150. Que cada uno de los miembros de la familia lea un versículo con voz exaltada a manera de canto y el último versículo lo leen todos con fuerte voz). CANTO: “YO TE ADORO SEÑOR CON TODO MI SER” PROPÓSITOS DE ORACIÓN: 1. Oremos para que Dios nos permita ser una iglesia que alaba con el corazón 2. Oremos para que alabemos a Dios aun en nuestras camas (Salmo 149.5). 3. Oremos para que podamos usar todos los medios para difundir la gloria de Dios. 4. Oremos para que este sea el año de la proclamación del evangelio. 5. Oremos para que este sea el año del crecimiento de PIER.