CAPÍTULO 1 LAS CORTES ITALIANAS DEL SIGLO XV

CAPÍTULO 1 LAS CORTES ITALIANAS DEL SIGLO XV 1.- INTRODUCCIÓN. El mundo de la corte fue el escenario privilegiado a lo largo de la época moderna en la

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CAPÍTULO 1 LAS CORTES ITALIANAS DEL SIGLO XV 1.- INTRODUCCIÓN. El mundo de la corte fue el escenario privilegiado a lo largo de la época moderna en la relación entre arte y poder. Las cortes italianas del S XV iniciaron lo que se convertirá en modelo, luego desarrollado y modificado en las cortes europeas: ceremoniales, mecenazgo, relación entre armas y letras, recurso a la Antigüedad clásica, proyección del poder de la corte en las transformaciones urbanas, modelos que se fueron complicando en los siglos siguientes, aunque ya en la Baja Edad Media hubo cortes en las que la música, el papel de la mujer, las fiestas en palacio o el comportamiento de los cortesanos próximos al rey preludiaron a aquellas cortes italianas, como: * Duques de Borgoña con su complicado ceremonial que heredará la Casa de Austria; * Enrique IV de Castilla incorporó a su corte el refinamiento aprendido de los árabes. Aunque la historiografía ha cuestionado el modelo sin fisuras que se ha querido dar a: * "El príncipe" de Maquiavelo, 1513; * "El cortesano" de Castiglione, 1528, traducido al castellano seis años después por Juan Boscán. Se partirá de ellos para sintetizar el modelo de corte que se experimentará en el Quattrocento. El príncipe ejerce un dominio que hace que el Estado se identifique con su persona, proceso que culminará en los absolutismos del Barroco. Maquiavelo señala varias formas de principados, heredados o nuevos, pero para mantener el poder son necesarias las armas, la fortuna y la virtud. También se puede llegar al principado mediante crímenes: * En 1328 los Gonzaga en una sola noche capturaron a todos los Bonacolsi, su familia rival, para apoderarse del gobierno de Mantua, en el que se perpetuaron hasta los inicios del S XVIII. En 1433, Gianfrancesco Gonzaga recibió el título de marqués, pero su gloria deriva de la imagen que de él dejó Mantegna en la "Camera picta". Allí explícitas referencias a la Antigüedad clásica legitiman la ostentación del poder de la familia y la imagen de gobernante guerrero y culto. * En 1444, Federico de Montefeltro, duque de Urbino, admirado protector de las artes, asesinó a su hermano y fue condottiero antes de llegar a ser el exquisito personaje retratado por Piero della Francesca. La violencia de los inicios de su poder se diluyó por las imágenes que celebraron su gloria. El origen condottiero de alguno de estos gobernantes se explica porque su profesión les permitió enriquecerse, adquirir fama, casarse y establecer relaciones familiares que les facilitaron el acceso a un poder que trascendía al que daban las armas. Lo que unido a las virtudes militares que se les reconocía, explican que algunos, como Segismundo Malatesta, llegaran a dominar una ciudad, Rimini en este caso, con el templo malatestiano, edificio gótico reformado por Alberti desde 1450. En los arcos de la fachada irían su sepulcro y el de su esposa Isotta y en los muros laterales, los sarcófagos de los hombres ilustres de esa corte. Su carácter funerario hubiera quedado explícito si se hubiera construido la cúpula como aparece en la medalla conmemorativa de Matteo de'Pasti.

Para Maquiavelo un príncipe puede ser tacaño, cruel, temido, incumplir sus promesas, engañar... para conservar su Estado, pero debe parecer clemente, leal, íntegro, religioso..., ya que al vulgo se le seduce por la apariencia. Es conocido su elogio a Fernando de Aragón, pero interesa destacar que en un libro ajeno a las artes, Maquiavelo aconseje al príncipe mostrar aprecio por el talento, entretener al pueblo con fiestas y espectáculos y atender a los ciudadanos “conservando intacta la magnificencia de su dignidad”. El modelo de corte tiene mucho de apariencia, espectáculo y magnificencia para la mayor gloria del príncipe. En 1509, Castiglione se inició en la corte de Urbino, dejando un retrato del perfecto cortesano. Se formó en la de Ludovico Sforza “el Moro” en Milán, después estuvo al servicio de Francesco Gonzaga en Mantua y con Guidobaldo da Montefeltro en Urbino. Fue diplomático y Nuncio del papa en España, 1525, muriendo en Toledo cuatro años después. Una de las cualidades más alabadas por Castiglione es la “sprezzatura”1, que se suele traducir por “gracia”, pero sobre todo es la capacidad del cortesano de hacer todo con una facilidad aparente que en realidad oculta mucho trabajo, de esconder muy bien la dificultad. Cualidad que pasó al ámbito artístico, siendo por ejemplo una de las características más alabadas de la manera de pintar de Rafael. 2. UN UNIVERSO PROPIO DE SIGNIFICADOS. El estudio del arte en relación con el poder en las cortes italianas del S XV recurre a: * La iconografía, entendida como narración o poesía, pero siempre con unos mensajes que sólo explica su utilidad para el poder. * Las obras arquitectónicas, que requerían grandes inversiones y transformaron la imagen de: -- los príncipes, y -- las ciudades. 2.1 LA RESIDENCIA. NUEVA ARQUITECTURA PARA NUEVOS USOS. Las palabras de Castiglione sobre el palacio edificado por Federico de Montefeltro en Urbino transmiten la idea de un palacio que parecía una ciudad por su grandeza y complejidad, continente de un mundo protegido y exclusivo en el que todo era escogido y excelente, amenizado por la música y lleno de objetos refinados y cultos: esculturas antiguas, pinturas, libros, pero también rico, pues oro y plata guarnecían los libros, el más preciado tesoro. El eje de entrada a ese mundo cortesano viene marcado por una vertical creada a base de arcos de triunfo superpuestos. La residencia del duque de Urbino puede estudiarse: * Como palacio: El patio de Luciano Laurana; * Como fortaleza: la labor de Francesco de Giorgio Martini. La arquitectura claramente militar de alguna de las residencias de los gobernantes se transformó para crear una nueva imagen que recuperara modelos de la Antigüedad, en muchos casos sin perder el carácter de fortaleza, que incluso perfeccionaron para defenderse de la nueva artillería: Castelnuovo de Nápoles, donde también trabajó Francesco di Giorgio como asesor y experto en arquitectura militar. En Castelnuovo se crea un gran arco de entrada a base de dos arcos de triunfo superpuestos y encajados entre dos torres. De mármol, lo que lo individualiza y diferencia por su color del resto del castillo. Parece inspirado

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No tiene traducción exacta al castellano, según he comprobado con los traductores de Google y “El Mundo”

en arcos romanos que se conservaban, como el de Pola (Croacia), que pudieron conocer los autores a quienes se viene atribuyendo, Pietro di Milano y Francesco Laurana. Una amplia superficie entre ambos arcos sirve de soporte al relieve que representa la entrada triunfal de Alfonso V de Aragón, concebida como un triunfo a la antigua, emulación de las entradas triunfales de los emperadores en las ciudades tras grandes victorias. Los palacios fueron sede del poder en todas las cortes, así fueron percibidos y, como tales, admirados u odiados en ocasiones, como ocurrió con la destrucción del palacio de los virreyes en México (fines del S XVII) por una multitud hambrienta e indignada con el gobierno del virrey. Si bien no todos los palacios italianos tuvieron carácter de fortaleza (aunque los almohadillados a la rústica en la planta baja sigan siendo citas de una arquitectura infranqueable), todos fueron vistos como tales, en tanto que residencia de un poder a veces tiránico aunque se disfrazara de benefactor. 2.2 LOS CORTESANOS Cientos de personas al servicio de un señor podían formar la corte y se desplazaban con él. Había jerarquías entre los cortesanos y el mayor o menor acceso a la persona del príncipe marcaba muchas diferencias entre ellos. Se relacionaban con el mundo de la imagen y la palabra para exaltar el poder del señor: * Los escritores, que siempre dedicaban sus libros a un gran señor; * Los pintores, que recibían encargos en los que los mensajes de la imagen importaban tanto como las formas, * Los humanistas (historiadores, arqueólogos, bibliotecarios, filósofos...) proporcionaban programas iconográficos; * Los músicos entretenían el ocio; * Hombres sabios, definidos como humanistas por sus conocimientos, educaban a los hijos de la familia propia y de las aliadas que residían en la corte, para formarse en el mundo de las armas y de las letras. En esos mundos protegidos de las cortes transcurrían las vidas de los privilegiados que allí vivían, que se reunían en jardines cerrados o en salones para cantar, dialogar, leer, bailar... compartir ese universo exclusivo que garantizaban sus conocimientos y educación. El neoplatonismo florentino en torno al filósofo Marsilio Ficino (1433-1499), es uno de los fenómenos culturales y científicos mejor estudiados. Tradujo y comentó a Platón y a Plotino, difundió el neoplatonismo a “la antigua”, concibiendo una academia platónica que se reunía en la villa Careggi desde tiempos de Cosme de Médicis “el Viejo”. El neoplatonismo de Ficino, combinado con el hermetismo, influiría en la literatura y en las artes figurativas de Florencia y de Europa. La figura de Hermes Trismegisto2, la filosofía hermética, subyace la concepción del hombre como centro del universo, como lo formuló Pico della Mirandola, y se une al neoplatonismo ficiniano que concibe la luz y el amor como generadores de todo, y al alma en el origen de cualquier movimiento del cuerpo. El alma se muestra en los ojos y la mirada es capaz de percibir la armonía y la belleza: “todo el orden del mundo visible se atrapa con los ojos” (Ficino). Dios, “oculus infinitus”, se manifiesta a través de la luz y el elogio del ojo sería señal de un latente neoplatonismo, siendo muchos los

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“Personaje resultante de la (...) fusión del dios egipcio Thot y el griego Hermes, bajo cuya atribución discurrió toda una corriente esotérica, con notable influencia tardía sobre el neoplatonismo. El término ‘Trismegisto’ significa ‘Tres veces grande’. Los llamados ‘textos herméticos’ (...) constituyen una amalgama sincrética de la que emerge, sin embargo, una convicción monoteísta” (Federico Revilla, 2007). Para M. A. Elvira Barba, 2013, aparte de Thot, “señor de múltiples saberes religiosos y mágicos”, también se fusionó con el perro Anubis, “concebido como psicopompo y dotado de un caduceo”, como Hermes, y concluye “pronto se pensó que los primeros y fundamentales libros de alquimia y ocultismo (‘Poimandres’ y los demás ‘Textos Herméticos’) habían sido escritos (...) por el dios o sabio greco-egipcio llamado Hermes Trismegisto”. Precisamente deriva de este la palabra ‘hermético’, según J. Corominas.

textos e imágenes en los que se puede encontrar esa exaltación del sentido de la vista. Se celebraban en las villas muchas reuniones en las que humanistas y cortesanos debatían sobre esas y otras cuestiones. Residencias que surgieron como alternativas a la vida en la ciudad y acabarían convirtiéndose en uno de los grandes signos de poder de un señor a lo largo de la época moderna. Las villas que poseyeron los Médicis, construidas por ellos o compradas, fueron representadas en los lunetos de Giusto Utens. No puede imaginarse una corte sin las damas. A ellas dedica Castiglione uno de los libros que componen “El cortesano”, en cuyos diálogos manifiesta que deben ser cultas, hermosas, educadas en todas las artes, ingeniosas, afables... y capaces de gobernar como un varón. Para argumentar con pros y contras, se traen a colación las mujeres célebres de la historia y de los tiempos presentes. Algún interlocutor piensa que la mujer lleva a los hombres a hacer grandes cosas, sin que ninguno de los restantes conciba la vida sin esas damas, cuyo poder, para algunos, alcanza mucho más allá de los límites del corazón de padres, esposos o hijos. 2.3 LAS ARMAS Y LAS LETRAS Los ideales que rigieron la vida de las pequeñas ciudades estado del Quattrocento italiano, gobernadas por hombres hechos a si mismos tras ganar el poder por las armas, añadieron a la reflexión sobre la guerra y el poder, una construcción histórica, artística y literaria que garantizara que ese poder se perpetuaría y su nombre pasaría a la historia. La narración, escrita o pintada, era la que eternizaba la fama de los grandes hombres, poder político del arte que entendieron muy bien los príncipes del Renacimiento. De poco servían los hechos gloriosos si las letras no las convertían en parte de la historia, celebrados y perpetuados mediante la imagen y la palabra que configuraron un lenguaje simbólico para la fama. Luca Pacioli, en la “Divina proporción”, dirigiéndose al duque Sforza de Milán, argumentaba sobre los instrumentos bélicos y la necesidad de buenos geómetras capaces de construirlos. El humanista Bracciolini se refería a la necesidad de los escritos para alcanzar la gloria, para evitar quedar en el olvido. Vittorino da Forte, encargado de la educación en la corte de los Gonzaga en Mantua, recuerda que a los hijos de los señores que educaba, les hacía hacer ejercicio (cabalgar, jugar a la pelota, saltar...) con el fin de hacer ágil su cuerpo, pero siempre después de dadas las lecciones sobre las siete artes liberales y de griego. Las armas, que exigían entrenamiento férreo del cuerpo, y las letras, que lo exigían de la mente, eran las que formaban al príncipe. 2.4 LA HISTORIA. ANTIGÜEDAD CLÁSICA Y MITOLOGÍA (El libro de texto advierte que toma como modelo esta obra concreta, pues sirve para otros casos) En la “Camera picta” o “Cámara de los esposos” del palacio ducal de Mantua, cuya función ha podido cambiar a lo largo del tiempo, son los frescos de Mantegna, 1474, un ejemplo de la utilización de la Antigüedad clásica y la mitología para la exaltación histórica de esa familia. Ludovico Gonzaga está sentado junto a su esposa, rodeado por sus hijos y por el resto de su “casa”: cortesanos y servidores. Entre ellos y en segundo plano, el humanista Vittorino da Feltre, que había formado a Ludovico. El secretario del marqués irrumpe en la estancia trayendo una noticia relacionada con la acción pintada en la otra pared, el encuentro entre Ludovico y su hijo Francesco porque éste había sido hecho cardenal, lo que abría el

camino al papado y eso suponía la culminación de las ambiciones de estos príncipes renacentistas. El cimiento cultural en que se basaba la gloria de los grandes hombres y sus linajes se ve en el techo, donde Mantegna fingió relieves antiguos formando medallones con representaciones de emperadores romanos. En los lunetos, fingidos relieves de escenas mitológicas, con episodios de las historias de Hércules, Orfeo y Arión3, * Estos dos, asociados con la música, transmiten el amor del marqués por ella. * Hércules se consideraba: -- Origen de los príncipes, -- Prototipo de virtud y valor, y -- Modelo para cualquier gobernante. * Los emperadores recuerdan la pasión por la historia de la antigua Roma, convertida en parangón del presente. 3. LAS GRANDES CORTES 3.1 NÁPOLES, LA CREACIÓN DE UN MODELO Alfonso de Aragón “el Magnánimo” (primera mitad S XV), rey de Aragón, Sicilia y Nápoles, fue un referente como político y como protector de las artes en la Europa de su tiempo, y su corte un modelo. Los humanistas y artistas a su servicio crearon una imagen de él en la que se fusionó... ... al emperador romano; ... al caballero de las leyendas artúricas; ... a los reyes del Antiguo Testamento. Fueron obras que integraron diversas tradiciones culturales, con fuerte presencia del gótico y correspondientes a los distintos reinos, bajo un poder imperial basado en el humanismo y en la herencia clásica romana. La historia del reino de Nápoles que escribió Pandolfo Collenuccio (fines S XV) nos dice que el rey creó una corte magnífica, a la que da una imagen pública: se ocupa de la defensa y de las obras para el bien común del reino, por lo que le hace pasar a la historia como gobernante, a la vez que gran amigo del estudio de las letras. Los libros fueron su gran pasión, hasta el punto de que uno de los emblemas que adoptó fue el de un libro abierto con el lema “Vir sapiens dominatibur astris”4. Además, participaba con sus cortesanos en tertulias sobre filosofía, literatura y ciencia. * En su corte: -- Vivieron humanistas como Bartolomeo Fazio o Lorenzo Valla, su secretario y traductor del griego, y ambos escribieron obras para narrar la gloria y hazañas de Alfonso. -- Estuvo Joanot Martorell, autor de “Tirant lo Blanch”. -- Llegaron músicos procedentes de España. * Tío suyo fue Enrique de Villena, traductor de la “Divina comedia” al castellano. * Tuvo excelente relación con Iñigo López de Mendoza, luego marqués de Santillana.

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Músico de Lesbos que había sido autorizado por su amo, el tirano de Corinto Periandro, a recorrer la Magna Grecia y Sicilia y ganar dinero cantando (Grimal). 4 Como traducción libre: “el hombre sabio es capaz de decidir su propio destino”. Blog de la BNE.

De la fusión de lo español, con lo italiano y lo flamenco nació una de las cortes más cosmopolitas del S XV. * Atrajo a Pisanello, pintor, a quien durante mucho tiempo se le atribuyó un proyecto para la puerta de Castelnuovo que no se realizó * Entre sus escultores, Francesco Laurana y Mino da Fiesole. Fazio, en “De viris illustribus”, incluía a los pintores entre los hombres ilustres, porque su arte era un poema mudo, usando un argumento que se utilizará en el Renacimiento y en el Barroco para defender el estatus social que debían tener los pintores. * Admiró el realismo de Jan van Eyck, que además fue citado por Fazio, junto a Van der Weyden, entre los hombres ilustres. Muchas cortes italianas gustaron de la pintura flamenca e, incluso, Isabel la Católica tuvo una espléndida colección de ella. * A su corte fue Guillem de Sagrera, autor de la Lonja de Palma de Mallorca y de la bóveda gótica del Salón de los Barones en Castelnuovo, 1452, entre otras, ejemplo de la movilidad de los grandes artistas. * En Nápoles se construiría una de las villas que se convertirán en modelo, pues Serlio la incluyó en su tratado de arquitectura: villa de Poggio Reale, 1490, de Giuliano da Maiano. Se articuló a base de un cuadrado con torres en los ángulos y desde sus galerías se podía disfrutar de la naturaleza, requisito indispensable de todas las villas. * La visita a Nápoles del emperador Federico III, 1452, permitió al rey organizar unas fiestas con entrada triunfal, torneos, cacerías, etc., que asombraron a cuantos asistieron a ellas, creándose allí una leyenda para la posteridad. 3.2 FLORENCIA, CONSTRUYENDO MITOS HISTÓRICOS. Los Médicis forjaron su poder con el dinero de la banca. El patronazgo de Cosme el Viejo, primera mitad S XV, alcanzó altísimas cotas en su tiempo. En su palacio de la Via Larga, que desde el S XVII pasó a ser de los Ricardi, existía una capilla cerrada, sin apenas vanos e iluminada con velas. En sus paredes se narraba la historia del “Cortejo de los Reyes Magos”, tres ya entonces (El Evangelio de S Mateo no dice su número), representando Melchor a Europa, Gaspar a Asia y Baltasar a África, tema de enorme éxito en el Renacimiento y en el Barroco. Los frescos fueron encargados por Cosme el Viejo, en un espacio creado por el arquitecto Michelozzo, y el pintor Benozzo Gozzoli representó a los Magos acompañados por miembros de las familias Médicis y de otras cortes, como el heredero de los Sforza de Milán o Segismundo Malatesta. Un retrato ideal del nieto de Cosme, el futuro Lorenzo “el Magnífico“, le representa como Gaspar, tras cuya cabeza hay un laurel alusivo a su nombre5. Los ricos Médicis muestran su poder con el uso de riquísimos materiales: * Lapislázuli en los azules, * Malaquita en los verdes, * Oro en las coronas de los ángeles.

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“Laurentius” en latín, traducido por “coronado con laurel”. Wikipedia.

El mundo cortesano irrumpe con fuerza en: * Referencias a la caza; * Colores que diferencian a los criados de cada casa. Gozzoli se autorretrato en esta obra maestra del Quattrocento. El mito artístico que supone la Florencia de Lorenzo “el Magnífico” fue construido en gran medida en el S XVI, cuando Cosme I de Médicis quiso encontrar en su antepasado el precedente de su papel como mecenas. A ello contribuirá Vasari e historiadores como Guicciardini, para quien el nombre y la gloria de Lorenzo fueron celebrados en todas partes, ya que consiguió que todas las artes y las virtudes fuesen más excelentes en Florencia que en cualquier otra ciudad. Para este historiador, Lorenzo o bien mantenía con grandes emolumentos a los que sobresalían en literatura y demás artes, o bien eran considerados con mayor reputación por los demás príncipes, que temían que se irían junto a Lorenzo si no los mimaban. El jardín que Lorenzo “el Magnífico” poseyó al lado del convento de san Marcos, con esculturas antiguas y abierto a los artistas que quisieran copiarlas, como el joven Miguel Ángel, forma parte de esta historia ejemplar de cómo debía comportarse un mecenas del Renacimiento. 3.3 URBINO Y EL RETRATO Giovanni Santi, padre de Rafael, trabajó en la corte de Urbino y escribió una obra dedicada al duque de Montefeltro en la que afirmaba que poesía y pintura conservaban para la historia el recuerdo de los grandes señores. Los Montefeltro de Urbino entendieron que, si bien la muerte es inevitable, los retratos y grandes obras que financiaron, cimentarían su fama después de muertos. Piero della Francesca pintó en el anverso del “Díptico de los señores de Urbino” los retratos de Federico de Montefeltro y de Battista Sforza, su esposa. Y de nuevo lo hizo en el reverso, pero aquí cada uno montado en un carro triunfal como los emperadores de la Antigüedad: * En el de Federico van las cuatro virtudes cardinales y una Victoria alada le corona como guerrero con armadura. *

A Battista le acompañan las tres virtudes teologales.

Fusionan la pasión por la Antigüedad como modelo para la historia con el humanismo cristiano presente en estas cortes. El retrato de perfil, común en la época al modo de las medallas antiguas, se complica al ser un retrato doble pues hay una continuidad en los paisajes. Esto habla del valor dado al linaje, que se consolida con estos enlaces matrimoniales entre representantes de las distintas cortes. Federico de Montefeltro estaba convencido de que su efigie le sobreviviría, como demuestra: * *

El retrato con su hijo Guidobaldo, atribuido a Pedro Berruguete, que trabajo para el duque entre 1477-82. El retablo de Brera, de Piero della Francesca, en el que aparece como donante, guerrero arrodillado y piadoso.

* Su “Studiolo”: -- En la parte superior: “Retratos” de hombres ilustres que representan los distintos saberes; -- En la inferior: Taraceas, que a base de combinar maderas, llevan a:

** Un mundo basado en la perfección de las formas geométricas; ** La necesidad de los libros para el conocimiento; ** De las armas para la guerra. -- Los armarios fingidos para objetos inanimados gracias al dominio de la perspectiva. Todo eso transmite la personalidad de un hombre convencido del poder de las letras y de la imagen. 3.4 MILÁN Y FERRARA. OBRAS PÚBLICAS Y TRANSFORMACIONES URBANAS. Ningún príncipe olvidó la necesidad de atender al bien público para transformar las ciudades sobre las que gobernaban. A) En Milán: a) Francesco Sforza contó con Antonio Averlino IL Filarete (1400-1467), que: 1.- Proyectó una ciudad ideal para él, "Sforzinda". 2.- Reformó el castillo Sforza, con intervención de Michelozzo, sito donde antes estuvo el de los Visconti, que en el siglo siguiente fue transformado y fortificado por la monarquía española. Resultó otro, adornado con una torre central en la fachada principal en la que se han querido ver huellas de las arquitecturas fantásticas de Sforzinda. 3.- Hospital Mayor, 1456, cuya estructura a base de patios influyó en otros proyectos hospitalarios, como los emprendidos por los Reyes Católicos (Valencia, Santiago, Granada...) Aunque Filarete estudió los de Siena y Florencia, anteriores, en los hospitales de Brescia, Mantua, Cremona o Pavía se adoptó la planta cruciforme griega antes que en el de Milán. Varios de ellos fueron aprobados por Nicolás V, lo que lleva a pensar en Alberti o Rosellino para el origen de esta tipología hospitalaria. Filarete codificó el modelo de hospital general, destinado a unificar en un solo edificio las funciones hospitalarias de una ciudad, pero no fue su creador, pues es tipología nacida de la experiencia. b) Ludovico Sforza "el Moro" encargó a Leonardo da Vinci, entre otras cosas, una estatua ecuestre de bronce para celebrar la gloria de su padre Francesco. Su estudio se encuentra en uno de los códices de Leonardo que se conservan en la Biblioteca Nacional de España. Las estatuas ecuestres celebraban a los hombres verdaderamente poderosos, cualquiera que hubiera sido su camino de ascenso al poder. Sforza, según Maquiavelo, para poder vivir con todos los honores en tiempos de paz, no sólo engañó a los milaneses, sino que les quitó la libertad y se convirtió en príncipe. La necesidad de señores poderosos que protegieran y posibilitaran grandes obras llevó a Leonardo a la corte de Ludovico "el Moro" y, en sus últimos anos, a la de Francisco I, formando parte del proceso de difusión de los modelos italianos por Europa. B) En Ferrara: a) Transformación de la ciudad para permitir su crecimiento. Desde el S XIV la ciudad se fue ampliando hasta culminar con la Adición Hercúlea (fines S XV), promovida por Ercole I d'Este, siendo arquitecto Biagio Rossetti.

1.- Se hicieron nuevas murallas para protegerse de los venecianos. 2.- Se trazaron nuevas calles, rectas y anchas, para permitir: * Un desarrollo demográfico; * Mayor actividad económica; * Control militar para acceder rápidamente a las murallas; * Fluidez del tráfico rodado para facilitar las relaciones de todo tipo. 3.- Se construyeron nuevos palacios, como el de los Diamantes, e iglesias. 4.- El visitante podía: * Recorrer las calles que unían los centros de poder: el viejo castillo estense con los nuevos palacios. * Admirar la Plaza Nueva destinada a convertirse en centro de la vida urbana. b) Construirse una casa para el linaje fue lo que hicieron las grandes familias en todas las ciudades italianas: el palacio como arquitectura del poder. Abiertos a la ciudad y sin el carácter de fortaleza que debieron tener en la Baja Edad Media. Las proporciones, órdenes clásicos, funcionalidad, articulación en torno a un patio y decoración que demostrara riqueza y poder son características comunes, como en el Palacio de los Diamantes, aunque sea distinta la organización de los espacios en los palacios de las distintas ciudades. 3.5 MANTUA, LA MUJER EN LA CORTE. Ludovico Gonzaga fue un gran constructor de obras públicas y palacios en los alrededores de Mantua, en la que Alberti dejó un templo proyectado por él: San Andrea, cuya fachada, que recuerda los arcos de triunfo, respeta la forma urbana precedente. Sin embargo, Mantua servirá para hablar del papel de la mujer: A) En la “Cámara de los Esposos”, Mantegna consignó en una inscripción en latín, después de citar a Ludovico, “a la ilustre Bárbara, su esposa, gloria incomparable de las mujeres”. No se olvidó de la esposa y madre, Bárbara de Brandeburgo, de la familia de los Hohenzollern. Ludovico consolidó su trayectoria de poder al casarse con esta princesa del imperio. B) En esta corte vivió Isabella d’Este, educada en Ferrara por Battista Guarino. Cuando casó con Francesco Gonzaga conocía el griego y el latín, disfrutaba con la música, dominaba la mitología, entendía de antigüedades y se interesaba por la cartografía. Se ocupó de tareas de gobierno y diplomáticas durante el año que su marido estuvo prisionero, y las retomó en 1519 al enviudar. Tuvo un “Studiolo” que decoró desde 1495 con algunas de las mejores pinturas de Mantegna, encargadas expresamente, siguiendo un programa iconográfico elaborado por ella y por el humanista Ceresara. Mantegna, y otros pintores del “Studiolo” como Perugino6, debían seguir los gustos de Isabella. Perugino la decepcionó por su estilo anticuado, Mantegna no. Una de las obras de Mantegna para el “Studiolo” fue “El Parnaso”, 1497, que gira en torno a la castidad y al

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Pietro di Cristoforo Vanucci, 1446-1523.

amor. Tema recurrente en la literatura, lo trataba el libro de Diego de San Pedro, “Cárcel de Amor”, 1492, un ejemplar del cual poseía Isabella. Diego de San Pedro exaltaba las virtudes femeninas y su influencia benéfica sobre el hombre, además de dar ejemplos de grandes mujeres de la Antigüedad, de la Biblia y del tiempo presente. Marte y Venus aparecen en el centro de la obra de Mantegna, dioses de la guerra y del amor, de cuya unión de contrarios nace la Armonía. Vulcano, en una gruta a la izquierda, es el marido engañado por Venus y a la vez el amor carnal, superado por la Armonía, que reina en el mundo a través de las nueve Musas que danzan al son de la música de Apolo, dios de la inteligencia. A la derecha Pegaso, caballo que lleva a los poetas al monte Helicón7, asiste a la escena junto a Mercurio, mensajero de los dioses y dios de la elocuencia. Tanto ésta como la capacidad para unir contrarios eran cualidades necesarias al buen gobernante, en este caso una mujer que ejerció directamente el gobierno. 3.6 VENECIA ¿UN CASO APARTE? La república de Venecia fue admirada y respetada, pese a la Toma de Constantinopla, 1453, que añadió un enemigo más a los que ya tenía en Italia. Se resintió su comercio con Oriente, pero arte y arquitectura promovidos por los dogos en el S XV (de alguno hay magnífico retrato, como el del Dux Leonardo Loredan, por Giovanni Bellini) han quedado como modelos de lo que mucho después se haría, por el manejo de la narración en imágenes y la permeabilidad de sus obras a influencias externas. En Venecia se desarrolló con éxito la narración histórica en ciclos pictóricos que conmemoraban los acontecimientos gloriosos de la ciudad, puestos en relación con un interés por la propia historia que los venecianos mostraron en obras literarias. Encargaron obras los gobernantes (ciclo pintado por Giovanni Bellini para el Salón del Consejo del Palacio Ducal, que no se conserva) e instituciones privadas, como las Scuole o cofradías. La de santa Úrsula encargó a Carpaccio, 1488, que pintara la historia de la vida de esa santa. Inspirándose en la “Leyenda dorada” de Jacobo de Vorágine, dejó obras en que el ceremonial de la llegada de embajadores se desarrolla en una ciudad ideal. Otras obras de Gentile Bellini, como “Procesión de la Santa Cruz en la Plaza de san Marcos” (1496, Galleria dell’Academia), muestran cómo eran en realidad esa plaza y sus ciudadanos.

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Montana de la región de Tespias, en Beocia, Grecia, próxima al monte Parnaso. Wikipedia

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