Catecismo Jesús es el Señor

Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. La Reconciliación. Recibimos el perdón que nos renueva. Temas, mensaje, objetivos y contenidos de la Catequ
Author:  Vicenta Moya Vega

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Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. La Reconciliación. Recibimos el perdón que nos renueva. Temas, mensaje, objetivos y contenidos de la Catequesis Temas  Catequesis con los elementos de la Portadilla. o Recibimos el perdón que nos renueva.  28. Nacemos a la Vida nueva.  29. Creemos en la vida de la fe.  30. Llamados a vivir como hijos de Dios.  31. Amamos a Dios sobre todas las cosas.  32. Aprendemos a Amar en familia.  33. Amamos a los demás como hermanos.  34. Como hijos, oramos a Dios, nuestro Padre.  Catequesis con los elementos del cierre. o Conocemos y vivimos la fe. Mensaje El Evangelio nos muestra continuamente que Dios está siempre dispuesto a perdonarnos, pues es misericordioso y conoce nuestro corazón. Por ello, los cristianos nunca nos desanimamos ante el pecado. Jesucristo, que perdonó a tantas personas durante su vida, quiso que la Iglesia continuase su obra de Salvación mediante el Sacramento del Perdón en el que, por medio del sacerdote, es Dios mismo el que nos perdona y reconcilia. Objetivos Conocer

 Qué es pecar y las consecuencias del pecado. Reconocer la presencia del amor misericordioso de Dios en el sacramento del Perdón. Conocer los efectos de este sacramento.

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Celebrar

 El sacramento de la Reconciliación y reconocer la necesidad de perdón antes de recibir la Eucaristía. Conocer y valorar los actos del penitente como preparación al sacramento.

Vivir

 Descubrir que amando como Jesús nos ama se puede vencer el pecado. Identificar el perdón como una muestra concreta del amor al prójimo y reconocer el sacramento de la Reconciliación y su práctica frecuente como imprescindible para la vida cristiana.

Orar

 Dirigirse a Dios con alegría y agradecimiento ante el perdón y el amor que continuamente nos ofrece. Ejercitarse en el examen de conciencia, como una forma de relación con Dios en la que Él ilumina nuestra vida.  Iniciación a la oración Familiar.

Contenidos  Núcleo VIII.  Testimoniar la fe o Iniciación a la Oración Familiar o Desde nuestra experiencia  Iniciar en la celebración  La Palabra de Dios nos ilumina o Meditamos la Palabra o Escribimos en la libreta  Alentar la vida cristiana o Compromiso cristiano familiar  Enseñar a orar  Incorporar a la vida y misión de la Iglesia

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Iniciación a la Oración Familiar Núcleo VIII. La Reconciliación. Recibimos el Perdón que nos renueva Con los elementos de la Portadilla Inicio de la Catequesis en el Templo con los padres Monición de entrada: (Lee un padre) Más allá de la celebración rutinaria y rituales llenos de símbolos, está el corazón nuevo y el espíritu nuevo. El profeta Ezequiel anuncia esta promesa del Señor. Escuchémosle con atención. Lectura del profeta Ezequiel: (Ez 36, 26-27) (Lee Catequista) Palabra de Dios Oración: (Lee un niño) Señor Jesús Dame un corazón nuevo Y un espíritu nuevo. Para cumplir tus Mandamientos, Porque en tus mandamientos, Señor, Se encuentra la vida, que tu quieres darme. Dame un corazón renovado Para amar mis padres, a la familia A mis compañeros y amigos Como Tú nos amas. Un espíritu valiente, capaz de perdonar Y no guardar rencor en mi corazón, a ningún amigo. Amén Nos ponemos de pie y rezamos: Padrenuestro

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. La Reconciliación. Recibimos el Perdón que nos renueva Catequesis con los elementos de la Portadilla Testimoniar la fe Desde nuestra experiencia  Con los Catecismos abiertos, para entrar en clima de diálogo a través del dibujo y la obra de arte.  Observamos el dibujo de la portada en la pág. 104  En el centro de ambas págs. Hay una cruz. ¿Por qué la cruz es la señal del cristiano? (Porque en ella

murió Jesús, por amor a los hombres, para salvarlos. En la cruz, Jesús perdonó nuestros pecados, nos dio la Vida nueva, nos mostró el rostro misericordioso del Padre que siempre nos perdona, nos espera y nos acoge.)

 ¿Además de cruz, qué vemos? (Un misionero que

está bendiciendo a todos. La ternura de una madre besando a su hija, una joven se que se está persignando. Un niño pequeño, en primera fila, con los ojos abiertos. Refleja externamente lo que profecitaba Ezequiel (Ez 36, 26).

 Ahora vamos a observar la obra de arte pág. 105  ¿Sabéis quien la pintó? (Bartolomé Murillo) Pertenece al Retablo

Mayor de la Iglesia de la Caridad (Sevilla).

 ¿Qué escena evangélica representa la obra de arte? (“La parábola del

hijo pródigo”) (Lucas 15, 11-31)

 ¿Cuál crees vosotros que es la escena principal? (La escena principal

es la del Padre misericordioso, que acoge a su hijo, que estando perdido vuelve a casa y le pide perdón.

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor”  Se funde en un abrazo con él, le organiza una fiesta para

manifestarle su amor. Podemos ver a uno de sus criados llevando en las manos ropa limpia y nueva).

La Palabra de Dios nos ilumina  Buscamos en la Biblia la parábola del hijo pródigo vamos hacer una narración bíblica. (Lucas 15, 11-31) Narración de la parábola del hijo pródigo  Jesús: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.  Narrador: Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.  Narrador: «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad.  Narrador: Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo:  Hijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."  Narrador: Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo:  Hijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo."

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor”  Narrador: Pero el padre dijo a sus siervos:  Padre: “Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado". Y comenzaron la fiesta.  Narrador: Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo:  Criado: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre:  Hijo mayor "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con mala vida, has matado para él el novillo cebado!"  Narrador: Pero él le dijo:  Padre: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado." Propuestas de vida En familia La familia es escuela de reconciliación y de perdón. Cuando en la convivencia diaria surgen disputas y desavenencias, se siente la necesidad de reconciliación. Cuando se ha pedido y se ha concedido el perdón, se experimenta una alegría muy grande, por volver a estar unidos otra vez. Y por haber vencido la tentación de no querer perdonar o de pedir perdón. Con los Santos

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” San Juan María Vianney. Conocido como el cura de Ars. Modelo de Perseverancia ¿Alguna vez te has sentido desanimado por no lograr lo que quieres?... O ¿has pensado que lo que necesitas hacer es casi imposible?... ¿Qué sentirías después de reprobar dos veces el mismo examen?... o ¿hablarle de Dios a un amigo al que no le interesa saber nada de Él? Esas cosas que nos parecen imposibles de hacer, nos retan a “perseverar” para lograrlas. Y eso es lo que hizo San Juan María Vianney, también conocido como el Cura de Ars. San Juan María tuvo que superar muchos obstáculos antes de ser ordenado sacerdote. También tuvo que orar muchísimo antes de ver que el pueblo de Ars regresara a Misa… y por si esto fuera poco, llegó a estar hasta 16 horas diarias sentado, ¡confesando a miles de peregrinos! Bueno, y ¿cómo fue que San Juan María pudo lograr estas cosas tan extraordinarias? Déjame contarte su historia… Juan María Vianney nació en Dardilly, Francia, el 8 de mayo de 1786. Su familia era campesina, así que Juan María creció trabajando en el campo y cuidando rebaños. Cuando él era niño, empezó la Revolución Francesa; y pocos años más tarde, los católicos practicantes eran perseguidos y amenazados con la pena de muerte. Muchos tenían que ir a Misa a escondidas y los sacerdotes tenían que disfrazarse para que no los reconocieran. Por esta razón, Juan María tuvo que hacer su Primera Comunión en su casa. Su familia y amigos simularon que descargaban bultos de heno para alimentar al ganado, tapando las ventanas de la casa para que nadie se diera cuenta. ¡Qué valiente el sacerdote que arriesgó su vida para traerles a Jesús Eucaristía! ¡Qué impacto tan grande habrá tenido este testimonio en el pequeño Juan María!

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Juan María se conmovió tanto ese día, que no pudo evitar llorar de la emoción, pues amaba mucho a nuestro Señor Jesús… Cuando cumplió los diecisiete años, su gran deseo era ser sacerdote… a su madre le llegó a decir: “Si soy sacerdote, podría ganar muchas almas para Dios”. Pero aquí es donde empezaron sus problemas. A su papá no le gustó nada la idea de que fuera sacerdote, pues necesitaba su ayuda en el campo… Juan María tuvo que esperar pacientemente dos años antes de que su papá lo apoyara. Por fin, a los veinte años, Juan María empezó sus estudios para sacerdote en la escuela de la ciudad de Ecculy, a cargo del Padre Balley. Estando en la escuela, a Juan María se le hizo muy difícil estudiar. Sus maestros decían: “Es muy buena persona, pero no sirve para estudiante ¡no se le queda nada!” ¡Pobre Juan María! ¡Qué desanimado se habrá sentido! “No logro guardar nada en esta mala cabeza”- él mismo decía. Con mucha tristeza, decidió regresar a su casa… pero Dios tenía otro plan para él… el Padre Balley, vio su gran vocación y se ofreció a ayudarle. Juan María estudió con el Padre Balley por tres años para prepararse para el examen que tenía que presentar en el seminario….y cuando todo parecía que iba muy bien, le dieron la noticia de que ¡no había pasado el examen! ... En ese tiempo era requisito saber Latín para ser sacerdote y Juan María, desafortunadamente, no logró aprenderlo… ¿Qué harías tú si te pasara algo así?... ¿Lo intentarías de nuevo?... ¿Crees que Juan María se rindió?... El Padre Balley se dio cuenta del gran amor a Dios y del gran deseo de ser sacerdote que Juan María tenía, que hizo todo lo posible para recomendarlo con el Sr. Obispo, el cual, finalmente dijo – ”…que sea

ordenado sacerdote, pues aunque le falten conocimientos, con tal de que tenga santidad, Dios suplirá lo demás”.

¡Por fin! Juan María fue ordenado sacerdote el 13 de agosto de 1815. Había logrado su mayor anhelo: ¡ser un sacerdote de Dios!

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Este gran deseo y su gran amor a Jesús Eucaristía, le ayudó a perseverar y a salir adelante a pesar de sus dificultades para el estudio y los obstáculos que se le presentaban… y ¡quién iba a decir que él, sería más tarde, el sacerdote más conocido de su tiempo!! Después de trabajar tres años con el Padre Balley como su asistente, lo mandaron al pueblo más pobre y aislado de Francia: Ars. El Padre Vianney tuvo que caminar 38 km desde Ecculy para llegar ahí… ¡es como si tú caminaras 95 canchas de futbol, una tras otra! En su viaje, como no sabía como llegar, le pidió a un pastorcito que se encontró por el camino que le indicara dónde estaba Ars. Después de mostrárselo, el Padre Vianney le dijo: "Tú me has enseñado el camino a Ars, y yo te enseñaré el camino al cielo"… ¡Qué hermosas palabras tan alentadoras!... Hoy, en Ars, hay una estatua que recuerda este momento tan especial. Cuando llegó al pueblo de Ars, ¿qué crees que encontró?... Vio que a la mayoría de la gente le gustaba divertirse bailando y tomando y que no se acercaban a las cosas de Dios. A Misa sólo asistía un hombre y algunas mujeres. ¿Tu crees que un sacerdote con poca experiencia y con poca capacidad para el estudio pudiera ayudar a este pueblo tan indiferente a Dios?... Pues el santo Cura de Ars no se dejó desanimar por eso; más bien, se decidió a entregar su vida, por completo, por la conversión de todos ellos. La forma en que lo hizo fue: mucha oración, mucho sacrificio, y sermones muy directos que ayudaran a evitar el pecado. El Padre Vianney pasaba horas en oración, pues decía: "Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba”… a Dios le decía: “¡Te amo, oh

Dios mío! Mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida.”

Lo poco que él tenía, se lo daba a los pobres… su hermana Margarita, contó de él esta anécdota: “Un día de invierno, el señor Balley, dijo a mi

hermano: „Vé a Lyon a visitar a esta señora. Es importante que te arregles bien y que te pongas los mejores pantalones. Al regresar, llevaba unos calzones destrozados. Entonces el señor Balley le preguntó qué había pasado, y contestó que había encontrado en su camino a un pobre medio muerto de frío, y movido por la compasión, le había cambiado los pantalones nuevos por sus calzones viejos y rotos"

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” ¿Cuántos de nosotros seríamos capaces de hacer algo así? La gente empezó a ver todo lo que el Santo Cura de Ars hacía…y así, ¡empezó a hacerse popular! Tan buscado era, que hasta venían personas de otros lugares para escuchar sus sermones y confesarse con él. La gente empezó a decir que él era un santo; cosa que a él no le gustaba, porque se consideraba un pobre pecador. Cuando el Obispo se dio cuenta de esto, mandó a un mensajero para que escuchara sus sermones y le trajera un reporte de lo que estaba pasando. Al regreso, el Obispo le preguntó: “¿Y bien, tienen algún defecto los

sermones del Padre Vianney? – Sí, Monseñor, dijo el mensajero, tienen tres defectos. Primero, son muy largos. Segundo, son muy duros y fuertes. Tercero, siempre hablan de los mismos temas: los pecados, los vicios, la muerte, el juicio, el infierno y el cielo”. – “Bueno, ¿y tienen también alguna cualidad? – preguntó el señor obispo. El mensajero contestó: “Sí, tienen una cualidad: las personas se conmueven, se convierten y empiezan una vida más santa de la que llevaban antes”. Entonces el Obispo dijo: “Pues si es así, por esta última cualidad, creo que se le puede perdonar al Cura de Ars los otros tres defectos”. Con la visita de tantas personas, entre 300 y 400 por día, tenía que confesar durante largos ratos. Llegó a estar en el confesionario ¡hasta por 16 horas diarias! ¡En su último año de vida, se dice que llegaron a visitarle cien mil peregrinos! ¡Entregó su vida por amor, en el confesionario! Y así vivió 45 años como cura de Ars. El secreto de San Juan María era “darlo todo y no conservar nada” darlo todo por amor a Dios, su oración era: "Dios mío, concédeme la gracia de amarte tanto cuanto yo sea capaz". Recuerda la vida de San Juan María Vianney y pide su intercesión cuando sientas que no puedes lograr lo que te piden en la escuela, en tu familia o en cualquier otra circunstancia. ¡No tengas duda de que Dios, también a ti, te dará la perseverancia que necesites! por Xhonané Olivas www.familiacatolica.org Aspectos prácticos  Preguntas de la 57 a la 60 y de la 71 a la 73.  Los actos del penitente (pág. 113)  Del oracional, la oración para pedir perdón. Yo confieso (pág. 157)

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” 57. ¿Qué es pecar?- Pecar es decir al amor de Dios, desobedeciendo sus Mandamientos. 58. ¿Qué consecuencia tiene el pecado?- El pecado rompe o debilita nuestra relación con Dios, hace daño a los demás y a nosotros mismos. 59. Por qué los cristianos no nos desanimamos a pesar de haber pecado?- Porque Dios Padre está siempre dispuesto a perdonarnos, pues es misericordioso y conoce nuestro corazón. 60. ¿Qué hace en nosotros el sacramento de la Penitencia?- Por el sacramento de la Penitencia, la Iglesia, en nombre de Jesús, perdona nuestros pecados y nos reconcilia con Dios y con los hombres. Los actos del penitente (pág. 113)  Examen de conciencia.  Dolor de los pecados  Propósito de enmienda  Confesión de los pecados  Cumplir la penitencia Compromiso cristiano familiar  Para hacer en casa con ayuda de los papás: o Hacer la señal de la Santa Cruz o Rezar la oración Yo confieso (pág. 157) o Escribir en la libreta (Ez 36, 26-27) pág. 105 del Catecismo o Hacer el dibujo (El hijo pródigo) de la pág. 106 del Catecismo.

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Iniciación a la Oración Familiar Núcleo VIII. Tema 35. A veces nos alejamos del amor de Dios Inicio de la Catequesis en el Templo con los padres Monición de entrada: (Lee un padre) El Bautismo nos ha hecho libres para amar a Dios y a los hombres como Jesús nos enseñó. Pero muchas veces, hacemos mal uso de nuestra libertad. Somos egoístas, perezosos, decimos mentiras, cogemos cosas que no son nuestras y a veces sentimos envidia. Pero Dios Padre, en su Hijo Jesús, siempre nos ofrece el perdón, que arranca de nuestro corazón el mal que nos impide ser amigos suyos y no nos deja ser felices. Lectura del Evangelio según San Lucas (15, 1-7) (Lee Sacerdote) Mientras tanto, todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo. Los fariseos y los maestros de la Ley murmuraban: Este anda con pecadores y come con ellos. Entonces Jesús les dijo esta parábola: ¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas, y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va a buscar a la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando da con ella, se la hecha a los hombros lleno de alegría y al llegar a casa, reúne a los amigos y vecinos, y les dice: “Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido.” Pues os aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Palabra de Dios Oración: (Lee un niño) ¡Bendice, alma mía, al Señor, Y todo mi ser a su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios! Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la fosa y te llena de gracia y de ternura. Nos ponemos de pie y rezamos: Padrenuestro

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. Tema 35. A veces nos alejamos del Amor de Dios Desarrollo de la Catequesis  La Biblia y el Catecismo “Jesús es el Señor”, ha de estar siempre presente en nuestras Catequesis. Testimoniar la fe Desde nuestra experiencia Recordar acerca del pecado del tema 5  Dios creó al hombre por amor, para que fuese su amigo, pero el hombre pecó y perdió su amistad. ¿Cuál fue la cusa del primer pecado del hombre? (La desobediencia. Ese fue el primer pecado, el que

conocemos como pecado original. La desobediencia, tuvo consecuencias, rompió la amistad con Dios, y el hombre quedó sometido a la ignorancia, al sufrimiento y al poder de la muerte. Por ese motivo, necesitamos la Salvación que Jesús nos trae, enviado por el Padre.

 Abrimos el Catecismos pág. 106  Leemos el tema: El Bautismo nos ha hecho libres para amar a Dios y a los hombres como Jesús nos enseñó. Pero muchas veces, hacemos mal uso de nuestra libertad. o Desobedecemos a nuestros padres, abuelos y profesores... o Queremos tener siempre razón. o Decimos mentiras. o Cogemos cosas que no son nuestras. o Somos perezosos y a veces sentimos envidia. o No nos acordamos de Jesús, no cumplimos sus enseñanzas, no rezamos… Cada vez que actuamos así, desobedecemos a Dios y sus Mandamientos. Esto es el pecado, que destruye nuestra amistad con Dios y con los hermanos. Pero Dios siempre nos ofrece su perdón.  Dios no ama el pecado, pero ama al pecador.  Dios nos busca siempre  Dios nos espera siempre con los brazos abiertos y siempre nos perdona.

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Iniciar en la celebración Para resaltar que estamos necesitados de la gracia de Dios, explicamos que en la Misa. Comenzamos con el acto penitencial. Rezamos el Yo confieso y nos reconocemos pecadores. Cuando rezamos el Cordero de Dios, respondemos: Antes de comulgar, decimos: . Saber que en los tiempos de Adviento y Cuaresma la comunidad. parroquial suele reunirse para celebrar un acto penitencial. Explicar el color morado de las vestiduras litúrgicas. La Palabra de Dios nos ilumina  Observar los dos dibujos del Catecismo pág. 106-7 ¿Qué pasajes del Evangelio nos recuerdan estos dibujos? (Las parábolas del

hijo pródigo y la de la oveja perdida)

Meditamos la Palabra En estas dos parábolas podemos ver reflejado el amor misericordioso de Dios: El Padre de la misericordia, que se compadece del hijo, que vuelve a casa, después de haber gastado la herencia; y el buen pastor, que sale en busca de la oveja perdida y cuando la encuentra se llena de alegría y lo cuenta a todo el mundo. Jesús enseñaba con estas parábolas, que Dios Padre, no cesa de buscarnos cuando nos apartamos de Él.

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Contaba estas y otras historias y muchas más, para enseñar a la gente del pueblo. Él es quien nos revela el rostro misericordioso del Padre. Podemos imaginar a Jesús relatando estos cuentos o buscamos en el Evangelio de Lc. 15, 3-6 la parábola de la oveja perdida y escuchamos atento esta narrativa de Jesús. La Palabra de Dios nos ilumina Del Evangelio de Lucas (15, 3-6) La oveja perdida “Jesús les dijo esta parábola: ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando se la encuentra se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos y les dice: ¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido” Palabra de Dios Escribimos en la libreta  Dios nos ha hecho libres y podemos decir o a su amor y a sus mandatos.  El pecado rompe o debilita nuestra relación con Dios, hace daño a los hermanos y entristece nuestro corazón.  El Espíritu Santo, que hemos recibido en el Bautismo, nos ayuda a vencer el mal con el bien y a pedir perdón cuando pecamos. Alentar la vida cristiana  Revisar el compromiso de la semana anterior.  Tomar la decisión de no pecar. Lo escribimos para que no se nos olvide.  Comprometernos en animar a los compañeros a hacer el bien... Compromiso cristiano familiar  Para hacer en casa con ayuda de los papás: o Hacer la señal de la Santa Cruz o Rezar la oración Yo confieso (pág. 157) o Escribir en la libreta Lc. 15, 5-6 (pág. 107) del Catecismo

…”Cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos y les dice: ¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Enseñar a orar  Aprendemos la oración Yo confieso (pág. 157)  Meditamos la petición del Padrenuestro:

 Rezamos la oración final del tema. Oración del catecismo (pág. 107) ¡Bendice, alma mía, al Señor, Y todo mi ser a su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios! Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la fosa y te llena de gracia y de ternura. Incorporar a la vida y misión de la Iglesia  Vamos hacer un pequeño examen de conciencia. Como signo de que reconocemos que somos pecadores y de que sabemos que Dios nos abraza, nos ama y nos perdona.  El examen de conciencia se puede realizar a la luz de los Mandamientos aprendidos en el Núcleo anterior. 1. Amar a Dios sobre todas las cosas. (Amamos a Dios sobre

todas las cosas o ponemos en primer lugar a nuestros fans; futbolistas, cantantes, actores… modas, cosas materiales…)

2. No tomarás el nombre de Dios en vano. (cuantas veces

hemos escuchado esta frase o la hemos dicho nosotros mismos para que nos crean...)

3. Santificarás las fiestas. (El día de fiesta es para descansar

de nuestro trabajo, dedicarnos a la familia y a las cosas de Dios, principalmente celebrando la Eucaristía. ¿Cómo santifico yo las fiestas, en el día del Señor?).

4. Honrarás tu padre y a tu madre. (¿qué significa honrar a tu

padre y a tu madre? En Efesios 6, 1 dice: ¿cuántas veces desobedezco a mis padres?)

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” 5. No matarás. (Ninguno de nosotros hemos matado a nadie, pero

no solo se puede matar físicamente a alguien, si no, que también podemos hacer mucho daño a las personas, hasta el punto de sentirse “morir” en su corazón, a causa de una calumnia, la indiferencia, el rechazo, la crítica destructiva.

6. No cometerás actos impuros.

(En la 1ª Carta a los Corintios San Pablo dice: ¿No sabéis que sois templo del Espíritu Santo?… el templo de Dios es santo, y ese templo sois vosotros" (1 Cor 3,16-17). Estas palabras nos vienen a decir, que hemos de respetar nuestro cuerpo en varios sentido, porque en él habita el Espíritu de Dios.

7. No robarás. (¿Hemos cogido alguna cosa que no era de

nosotros o nos han prestado algo, y a sabienda no la hemos devuelto?)

8. No darás falso testimonio ni mentirás. (¿cuántas veces

mentimos al día, o decimos medias verdades? ¿he levantado falso testimonio contra alguien? Es decir, he dicho algo malo de alguna persona, para fastidiarla o hacerle daño).

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. (Intentar

mantener limpia nuestra mente y nuestro corazón. El Señor llama bienaventurados a los limpios de corazón porque ellos verán a Dios. "(Mt 5,8) y en (Mt 5, 27) nos dice:”...Pero yo os digo todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”.

(¿He deseado cosas materiales o manipulado a personas con el fin de obtener sus bienes? ¿He deseado cosas físicas de otros, y al no tenerlas, me he sentido mal?)

10. No

codiciarás

los

bienes

ajenos.

Cuando vivimos según los Mandamientos, somos más libres y ayudamos a que los demás también lo sean.

Manuela González Aguilera

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Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. Tema 36. Jesús nos trae el perdón de Dios Padre Mensaje, objetivos y contenidos de la Catequesis Mensaje  Jesús muestra con sus palabras y con sus acciones la misericordia sin límite del Padre hacia los pecadores y su inmensa alegría por la conversión del pecador. Objetivos Conocer

 Jesucristo, que perdonó a tantas personas durante su vida, quiso que la Iglesia continuase su obra de Salvación mediante el Sacramento del Perdón en el que, por medio del sacerdote, es Dios mismo el que nos perdona y reconcilia.

Celebrar

 Celebrar el Sacramento de la Reconciliación, y reconocer la necesidad

Vivir

de perdón antes de recibir la Eucaristía.

 Descubrir que amando como Jesús nos ama se puede vencer el pecado.

Orar

 Dirigirse a Dios con alegría y agradecimiento ante el perdón y el amor que continuamente nos ofrece.  Iniciación a la Oración Familiar en Catequesis.

Contenidos  Núcleo VIII. A veces nos alejamos del Amor de Dios  Testimoniar la fe o Iniciación a la Oración Familiar o Desde nuestra experiencia  Iniciar en la celebración  La Palabra de Dios nos ilumina o Meditamos la Palabra o Escribimos en la libreta  Alentar la vida cristiana o Compromiso cristiano familiar  Enseñar a orar  Incorporar a la vida y misión de la Iglesia

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Iniciación a la Oración Familiar Núcleo VIII. Tema 36. Jesús nos trae el perdón de Dios Padre Inicio de la Catequesis en el Templo con los padres Monición de entrada: (Lee un padre) Jesús salía al encuentro de los pecadores y acogía siempre a los que se arrepentían. A todos les anunciaba esta Buena Noticia: “No necesitan médico los sanos sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” (Mc 2, 17) Lectura del Evangelio según San Lucas (19, 1-10) (Lee Sacerdote) Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Había en ella un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico que quería conocer a Jesús. Pero, como era bajo de estatura, no podía verlo a causa del gentío. Así que echó a correr hacia adelante y se subió a una higuera para verlo, porque iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.» Él, bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban y decían: «Se ha alojado en casa de un pecador.» Pero Zaqueo, se puso en pie ante el Señor y le dijo: «Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si engañé a alguno, le devolveré cuatro veces más.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también éste es hijo de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»

Palabra de Dios

Oración: (Lee un niño) Vivir el perdón es un signo de los cristianos. Jesús nos invita a rezar diciendo: Nosotros decimos: ¡Señor, ten misericordia de nosotros, porque hemos pecado contra Ti! ¡Muéstranos tu misericordia y danos tu salvación! Nos ponemos de pie y rezamos: Padrenuestro

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. Tema 36. Jesús nos trae el perdón de Dios Padre Desarrollo de la Catequesis  La Biblia y el Catecismo “Jesús es el Señor”, ha de estar siempre presente en nuestras Catequesis. Testimoniar la fe Desde nuestra experiencia  Abrimos los Catecismos por la pág. 108  Observamos el dibujo y explicamos quien era Zaqueo. (Zaqueo era un

jefe de publicanos (los publicanos eran judíos que se encargaban de recaudar impuestos para los romanos, nadie los quería), que por serlo era considerado un pecador.

La Palabra de Dios nos ilumina  Abrimos la Biblia y buscamos el Evangelio de Lc 19, 1-9.  Podemos ver cómo Jesús en el camino hacia Jerusalén, acoge a todo tipo de marginados.  Leemos el relato de Zaqueo. Este relato de Zaqueo muestra cómo la misericordia de Cristo lleva a la conversión. El Señor da el primer paso. En el perdón siempre hay dos dimensiones: Dios que ama y el hombre que se arrepiente. Iniciar en la celebración Conocer el aspecto sacrificial y redentor de la Misa: (sabéis que, en

cada Eucaristía Jesús, por su sacrificio, perdona nuestros pecados y los del mundo entero).

Escribimos en la libreta  Fecha, y título del tema: Jesús nos trae el perdón de Dios Padre  Escribir la síntesis final pág. 109: Dios, nuestro Padre, no se cansa

nunca de perdonarnos porque nos conoce y nos ama.

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Pág. 108 de vuestros Catecismos  Leen entre varios niños desde el Catecismo. o (Jesús anunciaba a todos esta Buena Noticia: (Mc 2, 17) (El Reino de Dios es don de un Dios que se revela como Padre misericordioso; por ello se ofrece a todos sin excepción y no solo a un grupo de selectos o justos.)

o Para anunciar a todos que Dios Padre siempre está dispuesto a ofrecernos su perdón y misericordia, Jesús contó esta parábola.

(Leer Lc 15, 11-32)

El hijo pródigo Un hombre tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde…

1. ¿A quien representa el padre de la Parábola? A Dios-Padre 2. ¿Qué hace el hijo menor con la herencia? Malgastar toda la herencia

3. ¿Ante la necesidad, en que recapacitó? ¡Cuántos jornaleros de mi Padre tienen pan de sobra...! 4. ¿Qué hizo entonces? Ponerse en camino hacia la casa del Padre y pedirle perdón... 5. ¿El Padre cuando le vio venir de lejos, qué hizo? Salió a su encuentro, lo abrazó y lo cubrió de besos. 6. ¿Por qué el Padre celebró una fiesta? Por el regreso del hijo, que estaba perdido y lo habían encontrado. 7. ¿Cómo reaccionó su hermano mayor? Se enfadó y no quiso entrar en la fiesta... 8. ¿Cuál fue la causa? Los celos y la envidia.

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” 9. ¿Qué le dijo el Padre al hijo mayor? “Tenemos que alegrarnos y hacer fiesta, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y ha sido encontrado” 10. ¿Qué

nos

enseña

Jesús

en

esta

Parábola? La Misericordia y el Amor de

Dios-Padre. 11. ¿Quién

es el protagonista de la parábola? El protagonista de esta

parábola es el Padre misericordioso, que en Jesús proclama el año de gracia para todos, pecadores y justos.

Alentar la vida cristiana  Recordáis algún momento en el que habéis perdonado a alguien por diversas causas (no os han permitido jugar, os han cogido alguna de

vuestras cosas, o reído de vosotros, o pegado…)

 También aquellas ocasiones en las que habéis sido perdonado vosotros. (Vemos la importancia que tiene el perdón para continuar en

amistad con las personas y con Jesús).

 Revisemos el compromiso de la semana anterior.  Comprometernos a perdonar y a ser misericordioso con los demás, tal y como lo es Dios con nosotros. Compromiso cristiano familiar  Para hacer en casa con ayuda de los papás: o Hacer la señal de la Santa Cruz o Aprendemos el Credo Apostólico (pág. 153). o Escribir en la libreta de Catequesis: (Lc 19, 9-10) pág. 109 del Catecismo

Para recordar: Síntesis del tema, recuadro superior izq. pág.- 108.

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” 1. Jesús salía al encuentro de los pecadores y acogía siempre a los que se arrepentían. 2. Jesús perdona a los que han pecado y se han alejado de Él porque es misericordioso como su Padre Dios. 3. Hoy, Jesús continúa ofreciéndonos el perdón en el sacramento de la Reconciliación o Penitencia. Enseñar a orar  Profundizar en la petición del Padrenuestro:

 Rezamos juntos el Padrenuestro, cogidos de la mano, poniendo todo el corazón en esa petición. Rezamos todos la oración final del Catecismo Vivir el perdón es un signo de los cristianos. Jesús nos invita a rezar diciendo: Nosotros decimos: ¡Señor, ten misericordia de nosotros, porque hemos pecado contra Ti! ¡Muéstranos tu misericordia y danos tu salvación! Incorporar a la vida y misión de la Iglesia  Para comprender que somos misioneros: En presencia de la comunidad representar de forma dialogada alguna de las parábolas de la misericordia.

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. Tema 37. Celebramos la Reconciliación Mensaje, objetivos y contenidos de la Catequesis Mensaje  Jesucristo, quiso que la Iglesia continuase su obra de Salvación mediante el Sacramento del Perdón en el que, por medio del sacerdote, es Dios mismo el que nos perdona y reconcilia. Objetivos Conocer

 Reconocer la presencia del amor misericordioso de Dios en el sacramento del Perdón.

Celebrar

 Celebrar el Sacramento de la Reconciliación, y reconocer la necesidad

Vivir

de perdón antes de recibir la Eucaristía.

 Reconocer el sacramento de la Reconciliación y su práctica frecuente como imprescindible para la vida cristiana.

Orar

 Dirigirse a Dios con alegría y agradecimiento ante el perdón y el amor que continuamente nos ofrece.  Iniciación a la Oración Familiar en Catequesis.

Contenidos  Núcleo VIII. Celebramos la Reconciliación  Testimoniar la fe o Iniciación a la Oración Familiar o Desde nuestra experiencia  Iniciar en la celebración  La Palabra de Dios nos ilumina o Meditamos la Palabra o Escribimos en la libreta  Alentar la vida cristiana o Compromiso cristiano familiar  Enseñar a orar Incorporar a la vida y misión de la Iglesia

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Iniciación a la Oración Familiar Núcleo VIII. Tema 37. Celebramos la Reconciliación Inicio de la Catequesis en el Templo con los padres Monición de entrada: (Lee un padre) Antes de volver a su Padre, Jesús Resucitado dio a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados en su nombre. La Iglesia nos ofrece hoy el perdón de Dios de muchas maneras, pero hay una muy especial por la que cada uno recibe de Jesús el perdón de Dios Padre y es reconciliado con la Iglesia y con los hermanos. Es el sacramento de la Reconciliación o Penitencia. Lectura del Evangelio según San Juan (20, 19-23) (Lee Sacerdote) Aquel mismo domingo, por la tarde, estaban reunidos los discípulos en una casa, con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Jesús, se presentó en medio de ellos y les dijo: La Paz esté con vosotros. Y, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús, les dijo de nuevo: Paz esté con vosotros. Y añadió: Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros. Sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengáis, Dios se los retendrá. Palabra de Dios Oración: (Lee un niño) ¡Señor, qué alegría! El sacerdote nos acoge, nos escucha, y nos perdona en tu nombre. ¡Qué cerca estás de nosotros cuando deseamos volver a Ti! ¡Gracias, porque la Iglesia nos ofrece tu perdón! Nos ponemos de pie y rezamos: Padrenuestro

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor” Núcleo VIII. Tema 37. Celebramos la Reconciliación Desarrollo de la Catequesis  La Biblia y el Catecismo “Jesús es el Señor”, ha de estar siempre presente en nuestras Catequesis. Testimoniar la Desde nuestra  Exponer nombres

fe experiencia a los niños los distintos que recibe el sacramento: Reconciliación, Perdón, Penitencia

y Confesión.

 Abrimos los Catecismos por la pág. 110  Leer y explicar el tema resaltando: o El cristiano después del Bautismo puede volver a pecar y por eso necesita de la Confesión (párrafo 3). o Ha que acudir al sacramento del Perdón para recibir de forma especial el perdón de Dios (párrafo 2). Los sacerdotes nos perdonan en nombre de Jesús y de la Iglesia. o El sacramento de la Reconciliación llena de paz y de alegría el corazón. o Resaltar la unidad entre Jesús, que perdona y manda a los Apóstoles que perdonen, y la Iglesia que nos perdona hoy (párrafo 1). 1. Jesús mandó a los Apóstoles que, en su nombre, perdonasen los pecados. 2. Los sacerdotes, en nombre de Jesús y de la Iglesia, perdonan los pecados en el sacramento de la Reconciliación. 3. Cuando los cristianos, después de del Bautismo, necesitamos recibir el perdón de Dios, celebramos el sacramento de la Penitencia.

 Observamos el dibujo y explicamos lo que vemos.

Manuela González Aguilera

Diócesis de Cádiz y Ceuta

Catecismo “Jesús es el Señor”

Confesamos nuestros pecados ante el sacerdote que proclama:

Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la Muerte y Resurrección de su Hijo y envió al Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. La Palabra de Dios nos ilumina  Buscamos en la Biblia el Evangelio de Juan 8, 1-11 La adúltera . 1. ¿Los letrados y fariseos a quien acusa ante Jesús? A una mujer 2. ¿Qué le preguntan a Jesús? Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en adulterio. La Ley de Moisés manda que tales mujeres deben morir apedreadas, tú que dices. 3. ¿Qué palabras dijo Jesús...? El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra 4. ¿Qué hicieron los que denunciaron a esta mujer? Se marcharon todos... empezando por los más viejos. 5. ¿Qué le dijo Jesús a la mujer? Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿ninguno te han acusado? Y le dijo:

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