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Colecciones arqueológicas de los museos. Posibilidades congeladas en la interpretación científico social. Modelos y perspectivas.1
Lic. Carlos Del Águila Chávez Sub Director de Registro y Manejo de Colecciones 1
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Artículo concedido por el autor al Portal Iberoamericano de Gestión Cultural para su difusión a través del Boletín GC: Gestión Cultural. 2
Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (Lima, Perú) http://mnaah.perucultural.org.pe
I. Previos En el Perú, a lo largo de más de 70 años, los arqueólogos han venido recuperando importantes contextos de actividad prehispánica en el marco de sus proyectos de investigación. El destino común de todos estos materiales contextualizados fueron y son aún los Museos. Lamentablemente en nuestro país y creo que sin temor a equivocarme, en Latinoamérica, no muchos de los estudiosos continúan con el proceso de investigación, debido a varios factores, el principal de ellos es de índole económico. Es evidente que el desarrollo del procesamiento de los materiales recuperados es la etapa más larga y costosa de todo proceso de investigación, pero además, y esto no es muy tomado en cuenta actualmente, es la etapa más crucial para la verificación y comprobación del dato recuperado. Pero, yendo mucho más atrás, por lo menos en el Perú, hacia los años 20`s o 30`s, la conformación de colecciones era una valiosa tarea no sólo de creación de acervos museográficos para los museos existentes, sino para el desarrollo de las investigaciones. Claro está que las condiciones eran distintas y los volúmenes de recuperación de investigación también, lo que obliga a precisar con detalle el caso que pondremos como experimentación teórica. La Arqueología de los últimos años se ha visto invadida de una avalancha de posibilidades de intervenciones arqueológicas que en la mayoría de los casos han producido colecciones arqueológicas de muchos sitios recientemente identificados y que no han tenido mayor procesamiento que el preliminar; es decir, las limpiezas y registros de rigor y la sistematización e inventario oficial de los materiales recuperados. No mucho tiempo atrás, las colecciones recuperadas por estudios y exploraciones arqueológicas, complementaban los resultados preliminares de sus colecciones, con algunos análisis adicionales de materiales específicos, preferentemente los materiales cerámicos. Lo cierto es que no se contaba con un adecuado fondo presupuestario para la investigación de estos materiales luego de su recuperación, pues poco o nada se podía hacer con ellos más que su adecuado registro, embalaje y almacenaje en algún centro de investigaciones o museo. Consideramos que hoy existen posibilidades aún vigentes para que los materiales arqueológicos sean recuperados por los diferentes investigadores, teniendo en cuenta además, que las condiciones de conservación de los mismos todavía es estable. Esto permitiría, aparte del total manejo de las posibilidades del registro arqueológico, la profesionalización y capacitación de las nuevas generaciones de científicos sociales. II. El caso Paracas Paracas, constituye para el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP) uno de los proyectos piloto de investigación más importantes y www.gestioncultural.org
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urgentes de los últimos años. Luego de más de 76 años de identificados estos contextos y, a pesar de las condiciones del manejo del registro arqueológico en tiempos de Julio César Tello3, consideramos de suma importancia atenderlos, tanto por el volumen de información acumulada como por el sensible tratamiento de conservación que deben tener los materiales textiles y los restos humanos. La situación con esta colección es la siguiente: siendo uno de los materiales arqueológicos más estudiados, tratados y manipulados de la arqueología peruana, aún no conocemos el mayor porcentaje de posibilidades que puede ofrecernos uno de los contextos funerarios más relevantes que se han identificado en el área andina. III. Dos casos notables de piezas Paracas “sin contexto”. Investigando colecciones... re-contextualizando procesos. La gran mayoría de los “viejos” museos existentes en el mundo, presentan un problema similar con las piezas más importantes de sus colecciones: escasean los contextos asociados que permitan conocer mejor los especimenes que se estudian. Esto limita seriamente las posibilidades de “construir historia” con las colecciones de los museos. Las causales son diversas: desde la aplicación de procedimientos metodológicos utilizadas en “aquellos” tiempos, para excavar o rescatar los monumentos arqueológicos, hasta la situación vulnerable del tratamiento del patrimonio arqueológico e histórico. En este último caso, existe una variante que nos afecta a los africanos, asiáticos y latinoamericanos: en algún momento de nuestra historia, hemos servido de “cantera” o fuente de obtención de objetos arqueológicos para constituir colecciones que incrementaron los museos de Estados Unidos y Europa. Si bien estos aspectos motivaron un lamentable desmedro de las colecciones que se pudieron implementar en Latinoamérica y las otras regiones antes referidas, creemos que todavía es posible, por lo menos parcialmente, recuperar la historia de origen de estas colecciones. Investigando en hemerotecas y en documentos administrativos asociados, se puede reparar en algo el daño ocasionado y recontextualizar los orígenes de estas colecciones. La cultura Paracas una de las formaciones sociales del período Formativo de los Andes Centrales que motivó gran impresión y asombro y en donde fueron recuperados más de 450 fardos funerarios de las Necrópolis de Wari Kayan en la Península de Paracas, hacia el año 1927, por el Dr. Julio C. Tello. Ponemos por ejemplo dos casos relativos a esta cultura y que no pertenecen a los contextos recuperados con procedimientos arqueológicos de la época. Nos referimos a dos piezas que, por su valor artístico y documental, representan un momento 3
Julio César Tello Rojas (1880-1947), es tal vez el peruanista más renombrado que haya existido; creo museos, defendió y descubrió patrimonio peruano como nadie. En el Perú, lo consideramos el padre de la arqueología peruana. www.gestioncultural.org
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importante de la reconstrucción de esta cultura y que, simultáneamente, constituyen piezas “únicas” tanto en el Brooklyn Museum de los Estados Unidos como en el mismo Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Nos referimos al Manto Calendario del Brooklyn Museum y a la Botella 1/2660 representando tres escenas complejas. Si bien los dos casos provienen de actividades de “saqueo”, el primero refiere a una pieza textil de valor artístico y documental incalculable que fue “colocado” (vendido) en el referido museo extranjero hacia 1925. El segundo espécimen refiere a una pieza cerámica que, afortunadamente se mantuvo en el MNAAHP años antes de ocurridos los importantes hallazgos de la Península. El potencial de estos casos permiten evaluar, aparte del controvertido tema del tráfico de patrimonio y los avances significativos que se han tenido en algo más de medio siglo, la necesidad de atender colecciones de museos con los mismos procedimientos metodológicos con que hoy se enfrenta los sitios arqueológicos. Esto no es novedad, ya que Tello, junto a sus discípulos y colaboradores, avanzó en esa dirección hacia los años 20`s. El tema novedoso hoy es que estamos en la posibilidad de “re-contextualizar” procesos históricos y no solamente objetos arqueológicos. IV. Una “inocente” esperanza: Promover las relaciones científicas entre los museos del mundo. Hacia las décadas de los 20`s y 30`s, Latinoamérica entera fue objeto de extracción de “tesoros” culturales que fueron a constituir importantes colecciones arqueológicas en museos de Estados Unidos de Norteamérica y Europa. El afán coleccionista de carácter oficial y el surgimiento de disciplinas sociales era el escenario permanente. Décadas posteriores fuimos testigos del surgimiento académico de las ciencias sociales, dentro de las cuales se encuentra la Arqueología. Todas estas décadas hasta gran parte de los ‘40s, el Perú estuvo inmerso en los trabajos e investigaciones tanto de Max Uhle, como de Julio C. Tello y otros. En este contexto se realizó, en el sur del Perú, uno de los hallazgos más significativos de nuestra historia prehispánica: Los Cementerios de Paracas. Hallazgo realizado justo en los momentos en que, la extracción y el tráfico de estos materiales (caracterizados por mantos bordados y finamente decorados), venía en aumento y se cotizaban a precios elevados en el mercado negro. El seguimiento de gran parte de estas piezas fue realizado por Tello y sus discípulos, llegándose a identificar el destino final de la mayoría de ellas, tanto en USA como en Europa. Posteriormente, hacia los 50`s y 60`s, las escuelas norteamericanas formaron técnicamente a las primeras generaciones de arqueólogos de nuestros países, lo cual permitió, de alguna manera, una mayor seguridad para enfrentar contextos tan complejos como estos. Actualmente, estamos en condiciones de establecer una red de intercambio de información entre todos los museos poseedores de colecciones Paracas, con el primer objetivo de contar con la información contextual de estas colecciones. En la
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última reunión que se tuvo sobre el tema en Gothemburgo4 hace dos años, las voluntades de todas estas instituciones fueron muy positivas. La investigación científica de colecciones en común entre los museos, permitirá un mejor acercamiento de los mismos y una mayor y más fluida cooperación académica y cultural entre los países. La idea es concreta: siendo la Colección Paracas, uno de los materiales arqueológicos más estudiados, tratados y manipulados de la arqueología peruana, aún no conocemos el mayor porcentaje de posibilidades que puede ofrecernos uno de los contextos funerarios más relevantes que se han identificado en el área andina. Creemos que, considerar en esta discusión, las implicancias teóricas del manejo del dato arqueológico y la importancia de establecer un adecuado y coherente registro arqueológico complementario entre museos de América y Europa, bajo el argumento de “unificar” colecciones arqueológicas segregadas y diseminadas por el mundo muchos años atrás, es un ejercicio que vale la pena desarrollar. V. Colofón La idea de la propuesta a punta a sensibilizar a la comunidad intelectual internacional sobre uno de los temas más comunes dentro de la problemática y origen de las colecciones de museos. Nos referimos a la documentación de colecciones antiguas. Creemos que, como el caso de nuestra colección Paracas, voluminosa y trajinada, las posibilidades de “re-contextualización” están congeladas, estáticas, pero existen. Se trata de encender la “calefacción” de la cooperación y de la ejecución de programas de colaboración científica, a nivel internacional. Al margen de cualquier juego de metáforas, todo esto es posible.
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A finales del año 2001, el Museo de Gothemburgo (Suecia) convocó a todos los museos del mundo que cuentan con colecciones de la cultura Paracas, con el objeto de intercambiar experiencias sobre el manejo de estas colecciones. www.gestioncultural.org
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