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EL COMERCIO EN CASTILLA DURANTE EL SIGLO XV · FERIAS Y MERCADOS Historia de la Baja Edad Media de España EL COMERCIO EN CASTILLA EN EL SIGLO XV Tanto en el aspecto comercial como de producción de se va producir un crecimiento importante debido: • A la intervención del Estado. • A la precaución de las Cortes. • A la participación de la nobleza. Este crecimiento va estar limitado por las estructuras económicas y sociales. Los intercambios marítimos se van a hacer en tres áreas de diferente importancia, con áreas principales y otras secundarias, siendo los puntos más extremos: • Al norte Flandes. • Al sur Sicilia. ÁREA SEPTENTRIONAL: BURGOS Y RUTA DE FLANDES. Esta ruta se inicia en el siglo XIII comprendiendo las rutas del norte de la Península Ibérica, las riberas francesas, inglesas y flamencas. Fue obra de los marinos vascos y cántabros, agrupados en la Hermandad de la Marina de Castilla y de los mercaderes de Burgos. Los primeros aportaran los barcos y su experiencia en la mar y la piratería, ya que habían sido entrenados para la guerra, y los segundos pondrán el capital y sus conocimientos en los negocios. A partir del último tercio del siglo XV los mercaderes castellanos se aprovecharan del conflicto franco−ingles para lograr ciertas ventajas, debido a la disminución de exportaciones de lana inglesa. Las cantidades de lana acumulada en Burgos, provenientes del esquileo de los rebaños trashumantes, eran más que suficiente para abastecer a los mercados septentrionales. La alianza firmada entre Enrique IV de Trastamará y Carlos V de Francia, por el cuál se prometían colaboración naval, le permitió a los mercaderes castellanos hacerse con el mercado de Flandes y controlar a los mercaderes hanseáticos, aunque no consiguen eliminar la piratería británica. Flandes será el sector más estable y frecuentado por los mercaderes castellanos, que se habrían instalado allí desde finales del siglo XIII, fundando una colonia en Brujas que sobrevivirá a la Guerra de los Cien Años. A partir de 1429 desde lo que se conoció como la Nación de España se le permitió elegir representantes para que sirviesen de intermediarios con las autoridades locales.. El comercio con Inglaterra se veía entorpecido por la piratería de marinos vascos, que además también se dedicaban al transporte de vinos de Burdeos, esta actividad se va a ver frenada por la alianza franco−castellana pero se reavivará después de la tregua de Leulinghan. Los mercaderes castellanos se dirigen entonces a la zona de Bristol, Plymouth, Suthampton, pero pronto se ven obligados a abandonar estas actividades comerciales que no volverán a ser normales hasta mediado ya el sigloXV.
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La pérdida del mercado británico se verá compensado mediante posiciones comerciales más sólidas en litoral francés. Ocupan Normandía posiciones en Roven, Harfleur, Dippie, la ocupación inglesa durante la guerra les hará abandonar la zona que volverán a ocupar una vez sea reconquistada. Sin embargo no se puede decir que allá unas relaciones comerciales continuadas con la zona de Bretaña. Los productos que exportaban eran principalmente la lana y el hierro casi siempre bruto, pero en ocasiones también se exportaba productos manufacturados de estos materiales fundamentalmente hierro, acompañado por productos llegados del sur como los frutos secos, el aceite de oliva, especias... Los productos que importaban eran paños flamencos, brabantinos, ingleses y normandos, telas de Bretaña y Normandía, junto con quincalleria, agujas, espejos, joyería, barata... y de Inglaterra traían muelas de molino, cueros curtidos, plomo y estaño. Los castellanos no gozarán del monopolio de esta región. Dentro de esta área comercial se va a producir una rivalidad entre los centros más destacados, Burgos(como almacén) y Bilbao(como puerto). Burgos reunía e iba acumulando todos los productos que luego saldrían por los puertos vascos y cántabros. De todos estos puertos el de Bilbao era el más cercano y el más cómodo para el transporte, por lo que Burgos lo convierte en filial suyo en detrimento de otros puertos más antiguos escalonados entre Santander y Burgos. Este sistema funcionó mientras el flete pagado por los mercaderes burgaleses fue el principal, sin embargo sé ira deteriorando a medida que la gente en Bilbao quiso pasar del transporte al negocio, con exportaciones de hierro a gran escala. Cuando encuentren clientes en Andalucía y en el Mediterráneo se abrirá un periodo de rivalidad que durará hasta comienzos del siglo XV. Burgos en un intento de mantener e institucionalizar los fletes para crear un monopolio que organice fletes más baratos crea la Universidad de Mercaderes en 1443, que tendrá su replica en Bilbao con la Universidad de Mareantes. Estos sucesos van a ser causa de grandes conflictos en la Nación de España(Brujas). Bilbao va a afianzar su autonomía frente a Burgos y esto les lleva a buscar fletes en cualquier parte donde los pudiera encontrar. El comercio del hierro se duplico en 1480 junto con el de la lana y esto le permitió a los vascos abrirse camino por las rutas del sur. ÁREA MERIDIONAL ATLÁNTICA: ANDALUCÍA Y SEVILLA En Andalucía van a confluir las rutas del Atlántico y del Mediterráneo que van por el norte de Africa, Canarias... Será importante la situación de su metrópoli, en el centro de una región muy rica y que comunica fácilmente con el mar por medio del Guadalquivir que era remontado por barcos de gran tonelaje. Durante el siglo XV el aumento del tonelaje en loas barcos potencio los puertos cercanos a Sevilla como el de Cádiz, Sanlúcar de Barrameda y Puerto de Santa María. Las ventajas de esta situación pudo ser explotada gracias a la apertura de una ruta entre Italia y Flandes por el estrecho de Gibraltar, con la eliminación de la amenaza meriní. Será importante el poderío naval de Castilla para que se produzca este desarrollo comercial. Esta zona contaba con importantes riquezas: • Excedentaria en la producción agrícola: arroz, guisantes, garbanzos, frutas, azafrán, aceite y vino. • Se crían corderos y caballos. • Abundan las pieles que provienen de la caza. • Por la pesca: atunes y anchoas. • Por la apicultura: miel y cera. • Por la sal de la Bahía de Cádiz. • Por el mercurio de las Minas de Almadén y el plomo aurífero. 2
• Así como la producción jabonera de Sevilla y conservas de atún. Desde mediado el siglo XIII, los genoveses aparecen instalados en Sevilla, Cádiz y Jerez. El desplazamiento de los intereses de la cuenca mediterránea hacia occidente, a lo largo del siglo XV, hará de Sevilla una plaza internacional. Piacentinos y milaneses también crearon plazas permanentes, mientras que venecianos y otras potencias no lo utilizaron más que como una escala en la ruta con Inglaterra. Sevilla será junto con Brujas y Londres, una de las tres plazas europeas sobre las que giraban letras de cambio desde Génova en el siglo XV. Las grandes sociedades do los Spínola, Grimaldi, Centurioni, tenían allí representantes que participaban en diversos negocios como: contratas para la acuñación de monedas, constitución de sociedades, ventas a crédito, préstamos a particulares y al soberano... Algunos historiadores consideran a Sevilla como una especie de colonia genovesa minimizando el papel de los indígenas. En lo que se refiere a sus relaciones con Marruecos, solo se conocen aspectos y bastantes incompletos, si se sabe que en épocas de malas cosechas se importaba cereales, si se conoce algo más en lo que se refiere al comercio canario y africano sobre el cual se proyectaron diversas expediciones y se consiguieron espléndidos botines y esclavos. Así se crean dos tipos de expediciones: • Las de Rapiña, en busca de esclavos y bienes materiales. • Las de Rescate, servían para cambiar el oro por pacotilla. ÁREA MEDITERRÁNEA: En esta zona Castilla va colocar cónsules: − Dos en Baleares: uno en Mallorca. uno en Ibiza. − Uno en Sicilia. − Uno en Palermo. Los vascos aparecerán en el mediterráneo a finales del siglo XIV y se extenderán durante todo el siglo XV. Abastecerán a Barcelona de arenques, lana, cochinilla, seda, cueros. Sirven de intermediarios entre la Corona de Aragón e Italia. Los vascos van a practicar una navegación de cabotaje desde Barcelona a Sicilia, pasando por Marsella y Génova. En 1432 desaparecen de la estela mediterránea y ahora será Génova el centro de sus actividades al concentrarse gran cantidad de mercaderes vascos que forman una colonia y alquilarán sus navíos a los genoveses: podían ser enviados a cualquier parte del mediterráneo occidental e incluso oriental. POLOS SECUNDARIOS: Al norte: • Los puertos gallegos, apenas sabemos nada sus actividades de donde probablemente salían los cargamentos de sardinas secas y saladas. • Los puertos asturianos, Oviedo, Avilés, Llanes y Gijón, tampoco tenemos muchos datos de ellos aunque sabemos que importaban de la costa francesa paños, sal y vino, y exportaban maderas, frutas y pieles. Al sur:
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Tenemos que hablar de la costa levantina donde se encuentran el puerto de Cartagena, perteneciente al reino de Castilla, con excedentes agrícolas en arroz, criaba corderos y con gran riqueza en el subsuelo en plomo, alumbre y también salinas. Existía un tráfico entre esta de Granada y Mallorca pero su situación entre Valencia y Málaga hará que este puerto no progrese. Esta doble fachada marítima castellana contribuyen al auge comercial castellano y su integración a las grandes rutas internacionales. Los vascos operaban en ambas fachadas, pero sus estructuras económicas eran muy diferentes: Los puertos del sur de orientan más a los mercados de Africa e islas de Atlántico, mientras que los puertos del norte estaban orientados a los mercados de Francia, Inglaterra y Flandes. Sevilla era una plaza cosmopolita con una intensa actividad financiera, sin embargo en el norte estas actividades apenas preocupaban ya que el comercio estaba en manos de los armadores y marino vascos, cántabros y mercaderes castellanos. EL CONSULADO DE BURGOS. ORIGEN Y FUNDAMENTOS JURICOS. Surge por necesidad de la existencia de uno jueces especiales que pudiesen litigar por vía civil los asuntos mercantiles. El Consulado del Mar será la institución de derecho marítimo más importante, su uso más antiguo fue la representación nacional en el extranjero, de comerciantes en el extranjero quedarán sometidos entre sí a los cónsules de su nación. Este cargo de cónsul del mar, era una magistratura temporal y electiva con atribuciones administrativas y judiciales. Atribuciones administrativas: • Organización y protección de la navegación. • Obras portuarias. • Corredores de comercio... Atribuciones judiciales: • Poder disciplinario. • Policía. • Poder sancionador. • Ejercicio de la verdadera jurisdicción contenciosa. • Procedimiento judicial: brevedad, rapidez, y sumario. Es una institución mediterránea que surge en el siglo XIII, por medio de la ciudad de Pisa, y de ira consolidando durante todo el siglo, esta institución no debe confundirse con los cónsules mercantiles, aunque a finales del siglo XIV ambas instituciones se funden, ampliando las atribuciones del cónsul del mar a todo lo mercantil. ORIGEN DEL CONSULADO DE BURGOS. Parece lógico que una institución consular nazca allí donde ahí una importante plaza comercial, y esto fue lo que ocurrió en Burgos. Pero ¿cómo llegó Burgos a ser una importante plaza mercantil de primera categoría? Como ya ocurrió en otros lugares serán varios los factores que conviertan a Burgos en una ciudad mercantil en la Edad Media: • La capitalidad política, atrae la protección real sobre Burgos y la concentración de organismos. • La más importante, su situación sobre el camino de Santiago recogiendo todos los influjos y 4
mercancías que cruzan los Pirineos. • La proximidad de los puertos cántabricos, cuyos diezmos corresponden a la mesa episcopal de Burgos, una de las más ricas de la península. Los mercaderes de Castilla se difundieron por las plazas mercantiles del Atlántico norte, en brujas esta el núcleo más importante. De estas relaciones hispano− flamencas resultó la prosperidad de Burgos y su Consulado. El Real Concejo de la Mesta, promotor de la ganadería lanar en Castilla, cuya base de exportaciones se encuentra en Burgos, será lo que encumbró a esta ciudad. ¿Cómo se originó el Consulado de Burgos? La clave de la prosperidad de Burgos fue Flandes, y más concretamente el desarrollo industrial producido en la ciudad de Brujas con sus telares. La materia prima con la que trabajaban era la lana que provenía de Inglaterra y de Castilla. Cuando la industria inglesa comenzó a rivalizar con la flamenca, se incrementó la exportación de la lana castellana. Los mercaderes castellanos obtuvieron importantes privilegios de los duques de Flandes en el siglo XIV, época en la que se forma la Nación de España. Estas relaciones se verán fortalecidas por la Guerra de la Cien Años, los que se produce un acercamiento de la política borgoñona a la de Francia y Castilla frente a Inglaterra. En 1428 el conde Flandes a petición del embajador de Castilla permite a la nación de España el privilegio de nombrar cónsules, esta situación no es más que una prolongación de lo que estaba sucediendo en Castilla. La formación de un consulado, no es más que una etapa de desarrollo de un grupo nacional de mercaderes que buscan en esta institución, la defensa de sus privilegios colectivos así como su propia cohesión y disciplina. Todo este proceso ocurrido en Flandes tuvo su eco paralelo en Castilla, de ahí que el origen del consulado de Burgos se atribuya a la Universidad de Mercaderes, que no era más que una asociación mercantil que negociaba en Flandes con los y que nombraba allí unos cónsules exclusivos para los mercaderes de su jurisdicción, eran, un prior y dos cónsules que no adquieren la categoría de jueces mercantiles hasta la pragmática de los Reyes Católicos en 1494. PRAGMÁTICA DE 1494 Los Reyes Católicos otorgaron en Medina del Campo, el 21 de Julio de 1494, la pragmática constitutiva del consulado o tribunal mercantil de Burgos. Hasta entonces los pleitos eran juzgados en tribunales civiles, y tras apelación en la Chancillería o el Consejo Real. Esta petición que hizo Diego de Soria, uno de los más importantes mercaderes de la época, en nombre del prior y los cónsules de la Universidad de Mercaderes. El Consulado de Burgos se convierte así en un consulado mercantil, no solo marítimo. Esta petición se hace con la finalidad de impedir el fraude de los mercaderes, así una vez que lleguen del extranjero se vean obligados a acudir a Burgos y rendir cuentas de los negocios efectuados en el exterior, evitando así la lentitud de los juzgados civiles. El Rey tras estudiar la petición de Diego de Soria decide la concesión del consulado como ya tenían otras ciudades y otros países, considerando el beneficio que le reportaría al Reino. La jurisdicción recayó sobre las autoridades de la corporación del consulado que son elevados a la categoría de jueces consulares. Pero una de las diferencias respecto a otros consulados donde las apelaciones serían 5
escuchadas por dos mercaderes elegidos por ellos, aquí el Rey nombraría aun corregidor auxiliado por dos mercaderes, conservando así la última decisión administrativa. Todos los pleitos pendientes hasta la pragmática del 1494, pasarán ahora a ser remitidos al Consulado de Burgos. El Rey puso todos otorgó los medios ejecutivos que fueron pedidos por los mercaderes. Este consulado supone una nueva organización del comercio exterior de la lana, y un intento de monopolizar la exportación cantábrica de la lana, ya que poseía la exclusividad de los fletamientos hacia Flandes. El Consulado de Burgos junto con el Concejo de la Mesta fueron dos instituciones que se complementaron en un intento de nacionalizar el comercio de la lana.MERCADOS Y FERIAS 1. − CONCEPTO A la hora de hablar de mercados o ferias debemos definir en primer lugar estos términos. Mercado La definición más usada para mercado es la siguiente: reunión pública y periódica celebrada en lugar y fecha prefijados donde vendedores y compradores se aplican con sus mejores dotes persuasivas en satisfacer sus necesidades de cambio y relación comercial. Feria El término feria, al derivar su raíz etimológica de la lengua latina hace referencia a día festivo o jornada de descanso, por lo que podemos decir que en diversas celebraciones de actos religiosos en distintos templos, hacían que hubiese un gran número de gente, con lo que artesanos y comerciantes aprovechaban para colocar en sus alrededores sus productos y así, campesinos y labriegos, podían adquirir objetos de uso familiar o productos para comerciar en su entorno. 2. − ORÍGENES Las ferias y mercados están vinculados al desarrollo comercial. Judíos, griegos y sirios se dedicaban normalmente a la actividad del comercio como mercaderes. Encontramos ya en época visigoda el llamado conventus mercantium, término que equivale tanto a la reunión de mercaderes para celebrar feria o mercado, como en lugar físico donde éstas se celebraban. En el siglo IX y en el siglo X encontramos algunas noticias sobre tiendas y mercados pero sin mucho detalle. En el mercado de León, que surge en el siglo X se puede apreciar cómo hubo un comercio mediterráneo con productos bizantinos y orientales como pueden ser tapices, sedas o brocados. Se sabe que mercaderes judíos comerciaban con ricas preseas eclesiásticas y con otros productos provenientes del sur de la península o de Oriente. El miércoles era el día indicado para celebrar este mercado y en este día de la semana León era una fiesta. La gente entraba a la ciudad con sus productos en carros, mulas o andando cruzando los viejos puentes sobre el Torío y el Bernesga. La ciudad de León se quedaba vacía y todo el mundo se dirigía a la explanada extramuros de la ciudad orientada al mediodía, en donde se celebraba el mercado semanal y donde se daba salida a los excedentes agrarios y a los productos artesanales que en muchos casos se han ido realizando a lo largo de la semana. Este mercado al que nos referimos es el Mercado de la Vega, que se desplazó al actual Rollo de Santa Ana en tanto 6
que los barrios del Mercado y San Martín esperan su momento. Del mercado de León se podría hablar de muchas otras cosas pero digamos que es uno de los orígenes de lo que más tarde se llamarán ferias y mercados (sobre todo en el siglo XV). 3. − GRANDES PLAZAS FERIALES A la hora de hablar de las principales ferias castellanas del siglo XV, debemos decir que destacan las de Villalón, Medina de Campo y Medina de Rioseco. Se le atribuye tradicionalmente la creación de la feria de Medina del Campo en 1404 a Fernando de Antequera, la de Medina de Rioseco al almirante castellano Alfonso Enríquez en 1423 y la feria de cuaresma de Villalón en torno 1434, al conde de Benavente Alfonso Pimentel. Se producirán tensiones y se pondrán obstáculos entre estas poblaciones por obtener la mejor posición en el negocio ferial y la supremacía. La competencia será muy dura. En esta lucha mercantil casi todo está legitimado y encontraremos diferentes formas de tratos y pagos. • Medina del Campo La feria de Medina del Campo destaca por su condición estacional y por ser el nudo de confluencia y comunicación de las rutas de Burgos, Toledo o Portugal. Se realizan dos encuentros prolongados en esta feria de 50 días cada uno celebrados en mayo y octubre, donde se podían encontrar mercaderes de muy diversas procedencias como Barcelona, Génova, Flandes, Irlanda, Sevilla o Florencia, en donde liquidaban sus mercancías. En esta feria no circulaba moneda de curso legal y sí se transferían de mano en mano cédulas de papel, reconocimientos de pago, giros y letras de cambio. Los mercaderes de paños se situaban en la rúa que iba en dirección de la plaza, junto a los mercaderes de seda, tapices, lienzos, etc. Cerca de éstos se colocaban los traperos de vara que vendían sus tejidos por medida y no por piezas. La disciplina organizativa fue tal en estos eventos que en las Ordenanzas sobre Aposentamiento de 1421 se distribuían los mercaderes en diferentes alojamientos. Si éstos se agotaban, los propios mercaderes improvisaban unos recintos de madera en los que vivían durante esos días. El alguacil rondaba día y noche las calles para prevenir incidentes. Al ser tan grande el número de visitantes se llegó a contratar un servicio de guardas para intentar hacer frente a ladrones, pícaros y rufianes En el convento de San Francisco se habilitaban diferentes estancias para colocar el exceso de mercancías que no se pudiese colocar en las lonjas. Es destacable señalar que en el trato de cambios llegan a cruzar sumas millonarias. En pocos años la feria de Medina del Campo pasa de ser una feria mercantil para convertirse en una feria financiera, es decir, una feria del dinero. Esta villa vallisoletana sufrió diferentes incidentes provocados en parte por el gran número de gente que acudía a estas ferias y por la rapidez con la que se levantaban las débiles construcciones de madera. Tenemos algunos ejemplos claros de incidentes provocados por estas causas: • En 1479 y en 1491 se produjeron dos incendios en los que, en el último de ellos, llegó a quemarse un barrio completo. Ante la oposición de los reyes de trasladar la feria a Valladolid, se prefirió situarla en otro lugar distinto dentro de la propia villa. Los reyes eximieron a Medina del Campo de la alcabala de madera a fin de auxiliar la rápida reconstrucción quemado de la ciudad. Se producirán más incendios y conflictos sucesivamente.
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Dos villas más al norte se disputarán el control de la actividad comercial de la zona. Estas villas son Medina de Rioseco y Villalón. Tras el descubrimiento de América estas dos villas lucharán para enriquecerse con la captación de oro y plata americanos. • Medina de Rioseco En Rioseco encontramos el dominio señorial de la familia Enríquez. Por orden del almirante riosecano en la Rúa se asientan los mercaderes de paños junto con alfayetes y tundidores. En 1423 Juan II concede al Almirante Enríquez una feria anual de 20 días tras el primer domingo de Pascua, junto a otra feria en 1427 de idéntico plazo al comienzo de Cuaresma. Por diversos acontecimientos políticos el monarca, en 1436, dicta la orden de traslado del mercado y las ferias riosecanas a Villalón, pues en la villa riosecana no se logró una estabilidad a pesar de que los beneficios que éstas generaban eran cuantiosos. En este periodo, y hasta finales del siglo XV, las tensiones aumentan entre estas villas por la gran rivalidad y competencia derivadas del dominio comercial por el que todas pugnan. • Villalón Entra de lleno en la lucha por conseguir una supremacía ferial en la zona. El Conde de Benavente, Alfonso Pimentel, establece en su feudo dos ferias francas. La más importante es la de febrero a la que acudían mercaderes de toda la península. La tercera concentración comercial concedida, tras una decisión regia, en 1491 a Medina del Campo, hizo que la feria de Villalón pasase grandes apuros, que el conde trata de solventar invitando a mercaderes de muy diversos lugares a acudir a su feria. Las fechas feriales se cruzaron entre las cuatro grandes ferias de Castilla: Valladolid, Medina del Campo, Villalón y Medina del Rioseco. Entre ellas se observa una feroz lucha por intentar captar para sí el mayor número de mercaderes y comerciantes posibles. Para ello plantearán importantes ofertas fiscales. Desde Valladolid se intentará dejar a un lado la feria de Medina del Campo pero fracasarán en el intento y su feria se parecerá más a un gran mercado anual. Así pues serán las ferias antes citadas (Valladolid, Medina del Campo, Villalón y Medina de Rioseco) las que más destacarán en siglo XV dentro de la Corona de Castilla. Pero no sólo existirán estas cuatro ferias sino que el fenómeno de la concentración comercial temporal se extenderá por otras regiones de la Corona castellana. 4. − OTRAS FERIAS EN LA CORONA DE CASTILLA La situación de las comunicaciones y el poco desarrollo mercantil en la zona cantábrica hizo que no se desarrollaran grandes ferias destacables. El Camino de Santiago será el único impulso que recibirá el comercio en esta zona. En la zona de Galicia destaca Santiago de Compostela que en 1487 celebra una feria franca otorgada por los Reyes Católicos cuya duración era de 20 días, comenzando el 15 de julio. Sin embargo solamente fue otorgada por un quinquenio. En el caso de Oviedo, el desarrollo mercantil y ferial está ligado al cambio en las formas de comercio regional, que tenían como centro importante a la ciudad ovetense. Al fenómeno mercantil y ferial le influenció decisivamente la creación de nuevas villas en todo el área cantábrica. En ellas se comienzan a establecer mercados más o menos estables que conviven con los de las antiguas poblaciones y que en algunos casos derivarán en la concesión de ferias anuales de poca importancia. En el País Vasco en el siglo XV destaca Vitoria, a la que conceden dos ferias francas desde 1399 y a la que, en 1457, Enrique IV otorgará una feria franca que se celebrará desde el lunes siguiente al Corpus durante los 8
15 días siguientes. Se nos habla de que en esta zona el tráfico comercial fue muy intenso. En otras poblaciones vascas, el fenómeno de las ferias será mucho más tardío, salvo en algunos casos destacados como la feria de Valmaseda. En toda esta zona cantábrica es destacable el comercio marítimo que dará lugar a diferentes villas portuarias de gran importancia posterior. Para la zona de León, conviene apuntar cómo la influencia del Camino de Santiago en las transacciones comerciales es vital, aportando fluidez y una relativa intensidad. Más al sur de esta área, podemos mencionar que en el siglo XV (1476) los reyes otorgarán una feria de 22 días de duración a la ciudad de Zamora. Se produce este hecho como compensación de los daños provocados por una incursión portuguesa sobre la ciudad acaecida meses antes. Esta feria, que comienza 15 días antes de la Cuaresma, entrará en lucha con la que en 1467 Enrique IV había concedido a la villa de Toro. En el último tercio del siglo XIV la tendencia a llevarse ferias hacia las nuevas villas creadas en torno a la cuenca del Duero, zonas sur y este, hace que ya en el siglo XV se observen ferias estables como en Cuéllar. Pero en muchos casos, estas ferias de pequeñas villas se verán absorbidas por las grandes ferias de Castilla. Fuera de la cuenca del Duero destaca, en la zona oriental, la feria de Haro (La Rioja) desde el siglo XIII, la de Santo Domingo de la Calzada o la de Miranda de Ebro. En las extremaduras de Castilla y de León se desarrolla un comercio fijo con mercados diarios en muchas ocasiones. Las ferias no abundan mucho y para el siglo XV podemos mencionar la feria franca concedida a Salamanca en 1467 que se celebraba dentro del recinto amurallado de la ciudad. En esta zona encontramos otros lugares donde se debieron celebrar ferias como es el caso de Ciudad Rodrigo y Sepúlveda. Además, cabe destacar la feria de Segovia de gran relevancia y renombre por sus industriales pañeros. En las zonas extremeña, andaluza, murciana y castellano − manchega, destacaremos que el fenómeno de las ferias fue tan importante como en la zona castellana, si bien conviene apuntar cómo las ferias son unas celebraciones cristianas de las que se desconocen antecedentes en Al − Andalus. Ejemplos de ferias en estas zonas pueden ser las siguientes: • Feria de Fuentelaencina. • Feria de Alcalá. • Ferias de Madrid (1445 − 1447). • Feria de Medinaceli (1368). • Feria franca de Huete (1443). • Feria de Plasencia. • Feria de Zafra. • Feria de Sevilla. • Feria de Andújar. • Feria de Murcia. 5. − BIBLIOGRAFÍA • CHALMETA, P.: El señor del zoco en España: edades media y moderna. Contribución al estudio de la historia del mercado, Madrid, 1973. • GARCÍA DE VALDEAVELLANOS, L.: El mercado. Apuntes para su estudio en León y Castilla durante la Edad Media, 2ª ed. corregida, Sevilla, 1975. • GOFF, J.: Mercaderes y banqueros en la Edad Media, 11ª ed., Buenos Aires, 1986. 9
• GONZÁLEZ DÍEZ, E.: De feria en feria por Castilla y León, Valladolid, 1999. • LADERO QUESADA, M. A.: Las ferias de Castilla del siglo XII al XV, Cuadernos de Historia de España (67−68), 1982.
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