Story Transcript
Me casé en el año 1.974; en el 1.975 por una negligencia médica, perdí una hija, fue terrible, me desangré en casa y hubo que tirar hasta el colchón. Cuando me llevó la ambulancia al hospital, en quirófano, tenían miedo de que quedaran restos, se subieron encima de mi tripa, para hacer más fuerza y que saliera todo, durante ese acto, otro médico tenía sus manos dentro de mi cuerpo. Me tuvieron que poner varias transfusiones, ya en casa, estuve mucho tiempo en cama y con inyecciones, recuerdo después de tanto tiempo, se llamaban "Reticulogen Fortificado" pues me había quedado con una anemia de recuento 1.OOO glóbulos rojos, llamados Hematíes: Mi madre se vino con nosotros, Juan (mi esposo) tenía miedo de lastimarme y se fue a otra habitación, para que yo estuviera mejor. Yo me sentía fatal, tenía el miedo de que la niña hubiera muerto por mi culpa. Ahora tendría 41 años. Después de esa experiencia, cuando los médicos dieron permiso, para tener otro bebé, fuimos a por él, pero además coincidió en que a finales de ese año, cambiamos de casa , y justo ya , hecha la mudanza, yo me imaginaba un niño corriendo por aquel pasillo; deseé con todas mis fuerzas tener un hijo, además ""yo quería chico, pues al haber tenido dos hermanas, me cansaban las chicas, y así fue, me quedé embarazada de mi amado hijo Arturo, enseguida manché, "otra vez pavor a perder el bebé". Mi marido un ser maravilloso y adorable, fue al médico, a comunicarle, que yo estaba en la cama sin moverme, le dieron, un volante de ingreso y nuevamente el traslado en ambulancia. Mi buen esposo, me lo ocultò, después de guardar cama varios días, todo comenzò en la Nochebuena de 1.975, esa Noche solitos, Juan, que es còmo se llama mi marido, se fue sòlo a comprar la cena y con destreza, debido a los consejos que solicitò a las mujeres en la pescadería, cocinò un exquisito besugo. Pasadas las Fiestas, fuí al médico, al cual le hice patente mi miedo irrefrenable, a perder mi bebé por segunda vez, y estar dispuesta a guardar un absoluto reposo, para conservarlo, me explicò, que naturalmente, si me quedaba en casa, y comenzaba a trabajar, cuando el embarazo fuera de cuatro meses; en ese caso casi se salvaba todo indicio de peligro, ya que hasta los cuatro meses, es lo más arriesgado para el feto, era tal el anhelo, que aún con la incomodidad de conseguir la baja médica para mi trabajo, el cual no era de esfuerzo, ya que el trabajo de secretaria, no era demoledor, pero yo tenía muy claro, lo que era importante. Los cuatro meses, pasaron rápido y nuevamente comencé a trabajar, todo iba viento en popa ; y ¡¡maravillosa alegría, "que sensación tan bonita, algo que nunca olvida una madre, (al menos en mi caso) cuando el bebé empezó a moverse, yo me volvía loca de emoción estaba trabajando en la Oficina, y lo recuerdo perfectamente, fue en el mes de Marzo!!
Nos habíamos ido a vivir a un pueblecito a cuarenta kilómetros de Madrid, perteneciente a la Sierra de Guadarrama, y tal vez, los casi cien kilómetros diarios para ir a trabajar, "no le hacían bien al bebé", y al poco tiempo, empecé a tener dolores. Me entró el pánico de -perder a mi hijo-. Solicité la Baja Médica, lo cual era complicado, pues a mi me atendían médicos de la Sociedad, y la Baja, la daba la Seguridad Social, cosa que no les gustaba nada, pero luché y lo conseguí.
Sólo deseaba salvar a mi niño, estuve en cama sin moverme mucho tiempo, al final casi todo el embarazo en reposo, yo hablaba con mi bebé constantemente, le llamaba “mi chiquitajuño". Le ponía música clásica, pintaba y daba clases a las hijas de la señora que venía a hacerme las cosas. Me preparé para el parto sin dolor. Y fui feliz, ya dilatada al hospital, llegamos a Santa Elena a las 10 aseguraron que a las doce, "ya habría nacido" la matrona, me decía “que madre más dulce vas a ser, siempre tienes tu sonrisa, con lo que estás pasando hija”, desde las diez de la mañana ingresada, me rompieron aguas, (cuando empecé el parto la noche anterior), entraban médicos a explorarme constantemente con contracciones de minuto, yo
con mis respiraciones que me habían enseñado, y todo el tiempo cogida de la mano de mi esposo, en un sofá de la habitación, estaba: mi mamá que se había venido naturalmente con nosotros y, mi suegro, -ya que le avisó mi esposo-. Ahora que lo pienso, (creo que debieron sufrir un horror, viéndome así, tantas horas), recuerdo después de tanto tiempo, "que por los altavoces sonaba la de la habitación doscientos dieciocho, va a ecos, está dilatada, y el bebé no sale). El caso es que no se lo explicaban; todo era correcto, exploración nuevamente. Pero ya por la tarde, yo le pedía a Dios, la muerte, no soportaba más, ecos, me examinaban, el niño no salía, a las 22,30, le dijeron a mi esposo, “que me llevaban a quirófano, pero que tenía que elegir entre el bebé o la madre”. Yo deseaba que me durmieran, yo me moría. Recuerdo que a las siete de la mañana, una Monjita adorable, me despertó, gritando ¡Eh que todavía no has visto a tu bebé, le subió en vilo, y me le puso en la cama¡ Me quedé atónita, y recuerdo que dije ¡Oh qué lindo! A día de hoy después de cuarenta años, veo la imagen, como si fuera de ayer. ¿Será el instinto materno, y el amor hacia los hijos? -Sin duda, "no puede ser de otro modo-. Me hicieron cesárea, puntos infectados, exceso de subida de leche, “el bebé era vago y no quería succionar”, me tuvieron que retirar la leche, con unos dolores y unas fiebres horribles, con sacaleches eléctricos, me daban toallas para morder, pues no se soportaba el dolor. A los ocho días me mandaron a casa, le enseñaron a mi marido a curarme a diario varias veces, pues iba con todo infectado, mi madre se vino con nosotros, casi un mes, y se marchó llorando (no quería irse), por la pena de abandonar a su niño, pero tenía abandonada a su familia. Mi mamá, recuerdo que cuando me veía sufrir tanto dolor, le replicaba al niño. ¿Ves lo que has hecho a mamá? Y yo la suplicaba, "Por favor, no le digas eso". Cuento todo esto, porque ADORO EL SER MADRE creo que es lo más maravilloso que le puede ocurrir a cualquier mujer. Entonces no comprendo, la causa de QUERER ABORTAR. Si no quieres a tu hijo, pues entrégalo a familias deseosas de tener uno, pero; no le mates. Cuando yo era más joven, justificaba el aborto en una violación, pero ahora "he cambiado, creo que nunca jamás se puede matar". Me da igual que sea al principio que al final, que sea un cigoto, un embrión o un feto, TIENE VIDA, de lo que no me cabe la menor duda es de que NO SE PUEDE MATAR. He leído artículos que han salido en Prensa, que me parecen aberrantes: LA LIBERTAD DE LAS MUJERES DICEN: REPRESENTA EL DERECHO A DECIDIR SOBRE SU PROPIO CUERPO. Y yo digo: DEJA DE SER TU PROPIO CUERPO, CUANDO LLEVAS OTRO SER DENTRO. NO ACEPTO QUE NADIE INFLUYA EN MI DECISION DE ABORTAR. Y yo digo de MATAR. HABLAN SOBRE EL DERECHO DE DECIDIR SOBRE SU PROPIO CUERPO. Pero no comprenden, que "lo que deben hacer es decidir antes de quedarse embarazadas, sobre su propio cuerpo. como ellas dicen: PARA NO TENER QUE MATAR. SE QUEJAN DE QUE LES RECUERDA AL SUSTRATO DE LA SECCION FEMENINA: PRETENDIENDO VOLVER A LA MATERNIDAD COMO VALOR IMPORTANTE. Realmente creo, que este mundo se ha vuelto loco, ¿acaso no es importante ser MADRE, MARAVILLOSO y EXTRAORDINARIO?
HABLAN DE TENTACIONES ARCAIZANTES COMO LAS DE LA IGLESIA. Reconozco que la Iglesia, ha tenido ciertos horrores, pero yo confieso de corazón que tiene miles de cosas buenas. Yo fui a un Colegio Laico, pero venía un Sacerdote al Colegio un día a la semana, y era un ser francamente antipático, he de reconocerlo, los primeros Viernes de cada Mes, nos llevaban a Misa, los domingos después de Misa, íbamos a Catequesis, cantábamos, había guiñol, se hacían propuestas semanales para el comportamiento en casa, de "no contestar a los padres, ayudar, ser amables, etc" también disponíamos de una Biblioteca, de la cual, yo guardo el maravilloso recuerdo de haber leído todos los libros de Kasperle, a mis hijos les compré, lo que encontré, y a día de hoy, lo leo y me río. Ya más mayores teníamos Acción Católica, y nos lo pasábamos francamente bien, de hecho un Sacerdote, al cual sigo viendo, nos dejaba hacer guateques en los Salones de la Iglesia. Y.... entre el colegio, mi casa y la Iglesia, me formaron moralmente, y me siento inmensamente orgullosa de ello. Ahora se goza de una "alegría e irresponsabilidad sexual", QUE YO NO LA ENTIENDO y no hablo de libertad, pues esa la había en mi época, y cada cual decidía, pero en este momento, es muy distinto todo, (en mi humilde opinión para mal). Yo naturalmente pienso que el niño concebido con AMOR con tu pareja, a ESE NIÑO NO LE QUIERES MATAR. ¡Pero amigo, la cosa cambia sensiblemente, cuando no se sabe ni de quién es el niño, y esto lo viví muy próximo a mi, siendo jovencita, entonces, AHI SURGE EL RECHAZO! Sobre la maravilla de ser madre, tuve la suerte de tener otro hijo, mi adorable hijo Eduardo, en el cuarto mes de embarazo, nos vinimos a vivir a Madrid. Estuve trabajando hasta el sexto mes, pues "la placenta se desprendió, y me dijeron que peligraba el bebé o yo", en ese caso el reposo, fue, haciendo pis con cuña en la cama, pues "no me podía mover nada", pero duró poco, todo volvió a su ser, y volví a trabajar, cómo cosa curiosa, el niño estaba atravesado, y se me clavaba en las costillas, me recomendaron un régimen exhaustivo, para que el niño, pesara poquito, y no fuera otra vez cesárea, pasé un hambre feroz; con la baja de maternidad, aproveché, tomando el sol, en la maravillosa terraza que tenía en mi casa de Madrid (nada menos que de ciento cincuenta metros) a leer el Quijote, después, a finales, nos fuímos a la Sierra, también me preparé para el parto sin dolor, y fue curioso, "el parto se adelantó unos días", y era domingo, mi marido y yo estábamos jugando con el niño, pues era muy gracioso, "era un auténtico saltimbanki, la tripa se movía en todas direcciones, y si ponías la mano, "te partías de risa, viendo lo que hacía, daba volteretas", alrededor de las diez de la mañana, todos los días, él comenzaba su sesión, pero ese día, fue distinto, "me empecé a hacer pis sin enterarme a litros, mi marido no daba abasto a ponerme empapadores, toallas, aterrado gritaba ¡Vámonos al hospital, venga rápido! Pero yo con mi preparación conseguí convencerle, -que no pasaba nada- y que había que esperar a tener dolores. Aún así, me hizo, hablar con la matrona, "cómo me dijo lo mismo, ya se tranquilizó", fui a la farmacia, compré el enema, el Valium, nos vinimos a Madrid, al llegar, ya estaban mis padres, esperando para hacerse cargo de Arturo (mi otro hijo) todo el viaje lo hice, con mil toallas debajo. ¡Inexplicable cuánto agua salió! Fuímos a comer a Jose Luis de la calle Lagasca, tomé: Gazpacho y Solomillo. Ya en casa, me hice mi preparatorio, y llegamos al Hospital. Eran las cuatro de la tarde, me exploraron y dijeron: "Esto ya está aquí", me pusieron una pastilla debajo de la lengua y -yo creí morir- eran contracciones contínuas, no te daba tiempo de hacer las respiraciones, después de cuarenta exploraciones, dijeron a las ocho de la tarde: Hay que llamar al médico, para que practique cesárea, a las ocho y treinta llegó el médico, recuerdo que en Quirófano: Me dijo: Me has dejado sin mi serie de Liang Shanpoo, (se emitía los domingos a esa hora y tuvo mucho éxito).
así que te voy a abrir sin anestesia, me tintaron de yodo y con el bisturí, marcó la línea, no recuerdo más. A eso de las once, mi marido, me despertó y me dijo: Ha sido un niño, y le pregunté ¿y es normal y tiene todos los deditos, no se porqué me preocupaba, la verdad, es que siempre pensaba, "quiero tanto lo que llevo dentro que me da igual cómo sea"? Este niño no era vago, y no hubo problemas de succión, el inconveniente era que sólo quería dormir y había que hacerle mil perrerías, para que se despertara, cosquillas en los pies, moverle, etc, y una monja que había (muy pero que muy mala), decía: Se te va a morir, si no come, tu verás, cómo le despiertas. Y cuando llegaba la monja buena, me decía: no la hagas caso, ¿no se que hace aquí es un bicho? Los puntos se volvieron a infectar ¡cómo no! Y además me dio nefritis, ya que el parto fue de riñones, "aquellas contracciones, que se te abrían las lumbares", a casa fui con puntos infectados, y la Nefritis, que era horrible, un cólico de riñón contínuo, rompí una sábana en casa mordiendo, mientras venía un médico y me inyectaba un calmante. Feliz con mis dos hijos, ya en casa, vino una persona muy allegada a la familia: Y me dijo: Hija qué idiota eres; pues ¿no estás contenta por tener chicos? Contesté inmensamente feliz, a lo cual dijo: Lo bueno son las chicas, tú eres imbécil, dio un portazo, y salió de la habitación. En la vida, con que cantidad de personas te encuentras que "son inmensamente crueles y no tienen corazón" yo desgraciadamente: he coincidido con más de una, y es tan lamentable que en el mundo haya seres así. La causa de las dos cesáreas, "y con el hambre que me hicieron pasar en el segundo embarazo, para que el niño no cogiera peso". Fue porque tenía tres quistes inmensos, (y no los vió nadie, cuando abrían la tripa), a los cuatro años de mi hijo el mayor, estuve ingresada un mes, en principio creían, que se trataba de un embarazo extrauterino, (otra vez reposo), y luego anexitis. Al final gracias a un médico amigo, se me llevó a otro hospital a hacer otras pruebas, y se vió todo. El caso es que: Me prohibieron volver a tener hijos. Lo sentí mucho, mi marido quería tener cuatro, yo doce, "nada menos". Los niños me apasionan. Creo que la sexualidad, se debe practicar por AMOR, y con la persona que deseas compartir tu vida. De lo contrario seríamos seres vacíos, si te dejas llevar por el instinto PUES ANIMALITOS TODOS, me da igual en el sexo que a la hora de comer, de beber, de relacionarte, los animalitos se solazan tranquilamente "tu tienes mente". Al igual que necesidades fisiológicas, no se hacen en público, tampoco tienes "que practicar el sexo con el primero que se te presente, estoy totalmente en contra del SEXO SIN AMOR. Creo que nos diferenciamos de los animales, en que nosotros pensamos y tenemos capacidad de discernir, y tener un comportamiento correcto, por supuesto, lo que es correcto para mí, puede "no serlo para otro" pero sin duda, todos conocemos las normas básicas. (O deberíamos). Con la moral es como todo, lo reconozco, "siempre que no se hiera, ni se moleste a alguien" -cada cual es muy libre. Pero lo cierto es que: la moral se enseña, y creo que ahora no se está enseñando. Pero si la consecuencia es MATAR, no estoy de acuerdo, hay medios, al alcance de todos, para evitar un embarazo, (ya no hablo de lo que para mi es sagrado el sexo por amor, jamás por placer, sin saber con quién). En Prensa vino una chica que con 17 años, tuvo que abortar sin que lo supieran sus padres, por miedo a las represalias. "Yo no pretendo ser Torquemada ni muchísimo menos, pero esta chica, tiene la capacidad de matar, pero no de evitar el quedarse embarazada, ella sabe perfectamente lo que hace, entonces que asuma los riesgos", yo no puedo lanzar piedras al aire y abrir la cabeza a alguien.
De todos modos, para mi EL AMOR es lo más bonito que hay, con su fidelidad y su seriedad, pues las parejas cuando realmente aman son posesivas, y no les apetece que el ser al que quieren se acueste con otro u otra. Realmente creo que todo se está desvirtuando, y ello conlleva a la destrucción de la familia, y eso si que es gravísimo. Sin la familia todo desaparece. Para nada quiero ir de MORALISTA, pero creo que este, no es el camino adecuado. ¿Me pregunto, que está ocurriendo en esta sociedad? Y me contesto. QUE SE HA PERDIDO EL RESPETO A LOS MAYORES, Y A CUALQUIER SER HUMANO. Y tristemente sin respeto, no se puede vivir. QUIERO MANIFESTAR: MI REPULSA MÁS SUPREMA A PRACTICAR EL ABORTO. Estoy en total desacuerdo: DE LA PRACTICA DEL SEXO SIN AMOR. ME PARECE TERRIBLE
LA FALTA DE EDUCACION Y RESPETO EN LAS FAMILIAS. MCH