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Aproximación al cuento: La definición de cuento según el diccionario es: Narración corta el prosa, que pertenece a la ficción literaria, ideada para producir una impresión rápida y llamativa Las narraciones, representan el volumen más amplio de las obras de literatura infantil y juvenil. En ocasiones, resulta muy complicado distinguir o diferenciar si una obra pertenece al género de cuento o al de novela, sin embargo, nunca hay que confundir los cuentos literarios con los folclóricos. El cuento literario y el cuento popular Un apartado importante dentro de la literatura infantil es saber diferenciar cuento literario y cuento popular, ya que cada uno tiene sus propias características: El cuento literario o artístico: • Posee una versión única, fijada por la escritura. • Suele narrar un único suceso, frecuentemente suele ser más importante incluso que los propios personajes. • Existe entre ellos un carácter personal, que hace referencia al estilo propio del autor. • Sus características son muy numerosas y no son fácilmente resumibles, ya que este género es de los que más libertad ofrece al autor. • Puede implicar al lector planteándole interrogantes, o bien captar, como en una imagen, un momento insólito en el que apenas exista acción. • No suelen ser muy usuales las descripciones, ni siquiera la de los caracteres. • Suele ser muy habitual que comience in media res, es decir, en la mitad del asunto, sin explicar los antecedentes de un modo directo. • Generalmente, y más en la actualidad, su extensión es corta. • Cuando el autor lo dirige a los niños, puede imitar las estructuras populares, personajes y formulas, e incluso puede suceder que, más tarde, se popularice, pero por esto no pierde su condición de artístico. Los cuentos folclóricos o populares: • Se transmiten de forma oral. • Son de carácter universal, se encuentran desde la antigüedad por todo el mundo. • Son muy similares en todas partes, en lo que respecta a los aspectos estructurales de importancia. • Se narra una sucesión de episodios, cuyo orden no puede cambiarse. • Los episodios están subordinados al personaje. • Se suele situar la acción en un espacio y tiempo lejanos. • Existe en ellos un carácter impersonal, realizado en una forma sencilla de expresión. • Todo está envuelto por una visión maravillosa, donde la realidad se somete a una moral popular. El cuento popular o folclórico, por lo tanto, puede definirse como: Un tipo de narración en prosa sobre sucesos ficticios de transmisión oral. En la actualidad, la narración de cuentos a un público infantil o adulto, congregado exclusivamente para oírlo, ha comenzado a caer en desuso. En algunos países, está dejando paso incluso a la narración leída. Esto puede 1
ser debido a que jamás los folcloristas se preocuparon tanto de la finalidad del cuento como del texto del cuento (igual ha ocurrido con el estudio del teatro) y se dedicaron más a recoger y publicar cuentos que a interesarse por la función social que los impulsaba. Origen y difusión de los cuentos populares La investigación sobre el cuento popular, su naturaleza, origen, supone la ayuda de la antropología, estética, filología. Y de la pedagogía y psicología social (López Tamés) Como ya se ha explicado antes, los cuentos populares están por todo el mundo, por lo que el principal problema es, sobre todo si nos referimos a los cuentos maravillosos, determinar su origen. Poco a poco, los estudios se dedicaron a la difusión de los cuentos y por último, a las cuestiones de forma (estructura y estilo), de sentido (interpretación mitológica, psicoanalítica o etnologica) y de finalidad (papel de la tradición oral en una comunidad dada). Las preguntas sobre el origen de los cuentos han tenido, principalmente, dos puntos de partida: ¿Dónde nacieron? Y ¿por qué nacieron? Ante estas preguntas hay varias teorías: Teorías monogenéticas sobre el origen de los cuentos: Responden a la primera de las preguntas y establecen un nacimiento común y posterior difusión de los cuentos. A este grupo pertenece la teoría indoeuropea, nacida como consecuencia del descubrimiento del sánscrito y del origen común de las lenguas indoeuropeas. Teorías poligenéticas del origen de los cuentos: También responden a la primera pregunta; pero defienden una creación particular de cada pueblo, coincidente en algunos motivos con otros pueblos. Teorías historicistas del origen de los cuentos: Responden a la segunda de las preguntas y encuentran que el cuento es un reflejo de la realidad. A este grupo pertenecen la teoría etnográfica y marxista. Esta ultima cree ver en los cuentos un recuerdo de creencias y ritos primitivos de tribus cazadoras; pero recreados más tarde, cuando las tribus eran ya realmente agrícolas. Teoría psicoanalítica y mitológica sobre el origen de los cuentos: Responden también a la segunda pregunta y ven los cuentos como reflejo de una ficción mitológica y del inconsciente. Difusión de los cuentos populares. Como ya se ha expuesto anteriormente, los cuentos populares no tienen forma fija, pues se trata de textos vivos que se transmiten de generación en generación, de boca en boca, posibilitando los cambios necesarios para que la narración sea siempre fresca e interesante. Esta es la razón de que se encuentren en multitud de variantes. Por concretar, diremos que son textos anónimos y abiertos en cuanto al proceso de creación y recreación, así como se actualizan temporalmente en 2
el momento de la narración. El emisor es libre en cuanto a su reinterpretación de introducir variantes, aunque haya puesto todo su empeño en fijar el texto en su memoria, (para lo cual habrá utilizado diferentes recursos como son las repeticiones, las frases−canciones, etc). En algunos casos, versiones diferentes del mismo texto tradicional, conviven en una zona geográfica y el emisor puede conocerlas y tratar también de fijarlas sin mezclarlas. Por ejemplo, es capaz de conocer una versión infantil y una adulta de un mismo cuento o romance, o varias versiones adultas o infantiles. Fueron los folcloristas Kaarle Krohn y Antii Aarne los que distinguieron los conceptos de Cuento tipo, versión y variante. El problema que se planteó a la hora de definir un cuento tipo fue la doble posibilidad de hacer o bien un tipo con muchos sub−tipos o bien tipos muy cercanos. Los estudios de Aarne fueron revisados y ampliados por el folclorista estadounidense Stith Thompson. La primitiva concepción de arquetipo, hecha por la Escuela finlandesa, mostraba en él un punto de partida para cada cuento tipo, dándole una existencia histórica, pues creían en la posibilidad de la transmisión de los cuentos de forma estable, sin transformaciones importantes. Los problemas que han originado el análisis morfológico de los cuentos ha desviado el concepto de arquetipo hacia un modelo abstracto reconstruido por el analista a partir de las versiones recogidas. Los seguidores de las teorías monogenéticas opinaron que los cuentos tipos nacían en un lugar determinado, único, desde donde se irradiaban a otros lugares. Los estudios folclóricos quisieron entonces encontrar esos orígenes geográficos de los cuentos, los lugares donde se difundían al resto del globo. En la actualidad, este tratamiento sólo se aplica a pequeña escala, a fin de obtener algunos datos sobre la difusión de un cuento muy determinado. Clasificación de los cuentos populares: Existe la posibilidad de hacer una clasificación de los cuentos con valor universal, puesto que en todo el mundo los cuentos tratan los mismos asuntos. Esto nos hace pensar que pertenecen a la cultura más antigua y extendida. Los cuentos han sido narrados desde tiempos inmemoriales con el propósito de formar e informar al grupo social. Muchos narradores de cualquier parte del mundo, al pie de una hoguera o a la sombra de un árbol han contado historias similares: el mismo cuento que seguirá contándose mientras que exista la humanidad. Durante todo ese tiempo, enanos, princesas, leñadores y cazadores seguirán representando ininterrumpidamente sus papeles. En la actualidad, Bettelheim llega a la conclusión de que los cuentos de hadas siempre ofrecen una enseñanza positiva para el inconsciente del niño. El niño descarga su miedo ante el cuento y, si después va a dormir, no sueña nada que le asuste. Igualmente, puede proyectar su odio en los dragones, brujas, etc. La calcificación que se recoge a continuación es la realizada por Antii Aarne y revisada y aumentada por Stith Thompson en The Types of the folktale (Helsinki, 1928; revisada y aumentada en 1961): 1− Cuentos de animales: • Animales salvajes. • Animales salvajes y domésticos. • El hombre y los animales salvajes. • Animales domésticos. • Pájaros. • Peces. 3
• Otros animales y objetos. 2− Cuentos folclóricos ordinarios: A− Cuentos de magia: • Adversarios sobrenaturales. • Esposos u otros parientes sobrenaturales o encantados. • Tareas sobrehumanas. • Protectores sobrenaturales. • Objetos mágicos. • Conocimiento o poder sobrenatural. • Otros cuentos de lo sobrenatural. B− Relatos religiosos. C− Novelle (cuentos románticos) D− Cuentos del ogro entupido (Diablo burlado) 3− Chanzas y anécdotas: • Cuentos del bobo. • Relatos sobre matrimonios. • Cuentos sobre una mujer (muchacha). • Cuentos sobre un hombre (muchacho). • Cuentos de mentiras. 4− Cuentos de formulas: • Cuentos acumulativos. • Cuentos de captura. • Otros cuentos de formula. 5− Otros cuentos no clasificados. El lenguaje de los cuentos: Recursos El lenguaje de los cuentos se caracteriza por ser muy rico en recursos, de los cuales, los utilizados con más frecuencia en los cuentos folclóricos son: −La repetición: (expresada en nuestra lengua generalmente con gerundios), que produce un efecto durativo de la acción (andando, andando) y de intensidad (mirando, mirando). −la aparición de números cabalísticos, como el siete y el tres: las siete cabritillas, los siete enanitos, los siete hermanos de Pulgarcito, las botas de siete leguas, los tres cerditos, las tres naranjas del amor, las tres hijas o los tres hijos del rey, etc. −Las frases−canciones que se repiten a lo largo de la narración: ¿Y qué harás por la noche?...
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(La ratita presumida) Soplaré, soplaré y la casita derribaré (Los tres cerditos) La importancia de la utilización del folclore en el aula Durante siglos, la primitiva literatura infantil escrita, más cercana a veces a la pedagogía que a la literatura, ha cumplido en muchos casos muy dignamente su papel. No podemos olvidar tampoco sus aportaciones en el campo de la ilustración, tan necesaria en libro infantil. Del mismo modo, podemos lamentar la degeneración que sufrieron con el paso de los tiempos. Ejemplo de este desastre es la literatura didáctica española del primer cuarto de siglo, contra la cual luchaba una todavía escasa literatura para niños. No fueron sólo su estilo arcaico, su vocabulario engolado, ni mucho menos sus explicaciones, (que seguro eran muy apreciadas), las que provocaron un rechazo del género. Seguramente, pesó más la imagen falsa de la infancia como protagonista. Los años 1920 a 1936 dan paso, por el contrario, a una literatura que tiene el objetivo y el deseo de hacer protagonista al niño. Al lado del aspecto lúdico, convive desde siempre uno didáctico, que hace referencia al uso del folclore en el aula. Utilizando el folclore en el aula, podemos acercarnos más al medio familiar del niño, evitando así muchos inconvenientes y dificultades en nuestra labor educativa. Debemos intentar recuperar de los patios de recreo la actividad lúdica de la tradición oral, (hoy tan escasa), para llevarla más tarde al aula, si cabe, y revitalizarla en la medida en que podamos. De esta manera, volverá luego, con nuevas energías, a su reducido hábitat porque, aunque no se lograra extender sus contados días de vida más allá de unas horas, al menos estaremos formando, con seguridad, nuevos y mejores lectores. El folclore y los niños: Narrativa oral
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