De nombres, casas y habitantes en el Valle de Ricote a mediados del siglo XIX

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De nombres, casas y habitantes en el Valle de Ricote a mediados del siglo XIX Ricardo Montes Bernárdez Doctor en Arqueología e Historia Antigua Académico C. de la Real de Alfonso X

En torno a 1860 el Boletín Oficial de la Provincia de Murcia publicaba una serie de datos relativos al valle de Ricote en cuanto a su población, pedanías, caseríos y número de viviendas que venían a completar el trabajo de Pascual Madoz publicado en Madrid en 1850. Con esta información podemos hoy aproximarnos a ciertos aspectos de la vida cotidiana de agricultores, pastores e incluso algunos viajeros que todavía conocieron casas y parajes, hoy desaparecidos, pero presentes en el recuerdo y la memoria colectiva de las gentes de este bellísimo rincón de la geografía murciana. En cambio, otros sitios como Cañada del Rey, Oya del Comendador, Rincón del Comendador, Cara, Fontanilla, Ramel, Sobarbe..., si se han perdido irreparablemente; eran mencionados en 1755 en el Catastro del Marqués de la Ensenada y aparecían clasificados como lugares de cultivo cuyo número llegaba a 477 en todo el Valle (García:2000:48). En alguno de estos enclaves se estableció casa de labranza y hasta caserío. De todos ellos, todavía en 1860 pervivían algunos, pues bien, a estos últimos vamos a pasar revista en las páginas siguientes.

Abarán Alrededor de 1846 contaba con 430 casas que constituían el casco urbano. Se hallaban dominadas por una ermita, en la cumbre del cerro, reconstruida entre 1834 y 1839 y dedicada a los santos Cosme y Damián. El término albergaba entonces a 2.455 habitantes. Pero sólo once años más tarde, la población había aumentado a 2.651 personas, las mismas que se

registraron en 1860. Sin embargo, para esta última fecha, sólo el casco urbano había aumentado las viviendas a 576, alcanzando la cifra de 711 si contamos las existentes en los distintos caseríos así como las casas de labranza. Sus datos eran:

PARAJE

EDIFICACIONES

Barájeles

8

Barranco de Molax

5

Boquerón

15

Candelón

14

Casablanca Hoya del Campo Huerta de la Solana Huerta de los Secanos Pinar

1 14 7 10 5

Rambla de Benito

26

Soto de Damián

14

Viñica

1

Archena Aunque se halle fuera del valle, propiamente dicho, servía de cierre al mismo y estuvo íntimamente ligada a las poblaciones instaladas aguas arriba, lo que justifica plenamente su inclusión en esta relación. El casco urbano se componía en 1846 de 230 casas que aumentaron en veinte años a 462. Además hay que añadirles las existentes en el resto del término municipal. Así pues, la población alcanzaba los 3.374 habitantes en 1857, número que disminuyó a 2.786 en el recuento de 1860. A este respecto consideramos que los datos ofrecidos como de 1857 por el gobierno provincial debían encerrar probablemente un error de fecha; nosotros estimamos la población en 2.674 habitantes. Las casas se ubicaban en:

PARAJE

EDIFICACIONES

Algaida

35

Arboledas

23

Archena

462

Baños

71

Hurtado

24

Llano del Barco

11

Morra

3

Torre del Junco

20

Venta de la Rambla

3

Blanca Según Madoz, disponía en 1846 de 382 casas en el casco urbano y sus habitantes ascendían a 2.240 personas; además mencionaba dos ermitas de las que una, casi desaparecida, estuvo dedicada a la Purísima Concepción y la otra a San Roque; en el campo situaba, aunque sin dar nombres, otras ocho ermitas más.

La población fue en aumento y para 1857 eran 2.458 los

habitantes, censo que se mantuvo estable hasta 1860. Los caseríos y las casas de labranza en 1860 eran los siguientes:

PARAJE

Blanca

EDIFICACIONES

436

Cabalcoi

4

Cabañiles

3

Casa de don José

5

Casa del Castillo

2

Casa de Marín

1

Casa de Moaire

1

Casa de Pinar

4

HABITANTES

1.530

Casa de Serrano

6

Castillo

1

Esparragal

6

Hoya

6

Huerta de abajo

15

54

Huerta de arriba

37

173

Huerta de Bayna

20

201

Huerta de Buyla (Bulila)

11

Huerta del Campillo

5

Huerta de Dárrax

5

Jumajante

4

Molino Nuevo

1

Molino Viejo

1

Quináres

6

Rúnes

14

San Roque

1

Sasjoi

3

Solvente Tollos

10 5

Ojós Su población era de 690 habitantes en 1846 y el número de casas que les albergaban ascendía a 139. Con tendencia de crecimiento, en 1857 las gentes de Ojós ya eran 950 y en 1860 se censaron 991 almas. En esta ultima fecha el número total de casas se distribuía del siguiente modo:

PARAJE

EDIFICACIONES

Abénzas

6

Alquibla

3

Arco

4

Barranco

1

Bocorra

1

Calderores

1

Campillo

2

Cañizos

2

Casa del Azud

1

Casón

1

Coya

1

Cuna

5

Charconuevo

2

Chinte

2

Escamez

1

Fuente de la higuera

3

Majar

1

Molino del Infante

2

Naca

4

Ojós

175

Pardicos

1

Pocico

3

Rojo

1

Román

1

Solana

3

Tóllos

1

Vaqueros

1

Ricote Con 300 casas en 1846, según Madoz que, sin embargo en esta ocasión omitía el número de habitantes que las ocupaban.

Afortunadamente, si

disponemos del censo de 1857 en el que se registraron 1.594 habitantes y en trayectoria ascendente puesto que en 1860 su número había subido a 1.717 personas. Como es lógico suponer, también se había incrementado la cantidad de viviendas que en esa fecha eran 583, distribuidas del siguiente modo:

PARAJE

EDIFICACIONES

Bermeja

25

Cabezo de Ainar

7

Cañada de Gil

15

Cañada de la Carrasca

25

Cuerda

12

Cueva del Llonque

4

Charrara

17

Ermita

18

Lomas

36

Molinos de la huerta Ricote

4 378

Ventanas

17

Virgen de las Huertas Vite

1 24

Ulea Disponía Ulea en 1846 de un total de 1.015 habitantes en 150 casas, pero en 1857 se quedó reducida a sólo 788 personas. La situación había empezado a

remontar en 1860, momento en el que se censaron 819

habitantes y se contabilizaron 233 casas distribuidas así:

PARAJE

EDIFICACIONES

Alto de la Cuesta

1

Casas Guardas Camineros

2

Cuesta Blanca

6

Ficáira

6

Milanés

1

Molino

10

Navela

1

Pelegrines

6

Salinas

1

Tinajón

2

Ulea

191

Venta Puñales

6

Villanueva del Río Segura Sus habitantes ascendían a la cantidad de 696 en el censo de 1846 y el número de casas de las que disponían, a 150. Once años más tarde, la población había crecido hasta las 826 personas y para el recuento de 1860 había vuelto a aumentar ligeramente a 848. Sus casas se ubicaban en:

PARAJE

EDIFICACIONES

Casa Alta

1

Casa de Caracena

1

Casa de Guillén

1

Casa del Barcelonés

1

Huerta

15

Morra

1

Olivar

1

Pilarico

1

Rambla

1

Villanueva

212

A continuación ofrecemos un resumen sobre los dos parámetros tratados, habitantes y casas.

LOCALIDAD

HABITANTES

CASAS Casco urbano

Municipio

CENSOS

1846

1857

1860

1755

1846

1860

ABARÁN

2.455

2.651

2.652

217

430

711

2.674

2.786

230

462

2.240

2.457

2.457

253

382

613

690

950

991

128

139

229

RICOTE

1.386

1.594

1.717

256

300

583

ULEA

1.015

788

819

98

150

233

696

826

848

120

150

235

ARCHENA BLANCA OJÓS

VILLANUEVA

Entre los nombres de los parajes los hay que aluden a la vegetación dominante como pinos, carrascas, viñas, juncos, pero también a los accidentes geográficos más significativos del relieve e incluso apellidos de sus gentes. Pero entre toda la toponimia destaca una serie de términos de más difícil adscripción y que merece la pena mencionar. Veamos algunos de ellos.

ABARÁN: Se refiere a la tribu bereber Hawara. Como término, aparece también históricamente en Blanca. A comienzos del siglo XVII surge con la grafía Habaran.

ALGAIDA (Archena): Puede referirse a un instrumento árabe de riego, probablemente para la extracción de agua. El término también se halla presente en poblaciones cercanas como Lorquí y Alguazas y se usaba para designar un camino o una era.

BARÁJELES (Abarán): Es posible que se trate de una desvirtuación del término barajuelas, es decir, cestas de esparto que se usaban para trasladar la comida. El término ya es mencionado en 1755. Es posible que pueda identificarse con el actual Vergeles.

BAYNA (Blanca): También aparece escrito como Baina, Beyna, Beina y no sólo en Blanca, sino también en Abanilla, designando una zona geográfica de su término municipal. Este topónimo data por lo menos de mediados del siglo XVIII. Hay que decir que el lugar dispuso de ermita desde el siglo XVI.

BOCORRA (Ojós): Escrito en ocasiones como bicorra, aparece reflejado en el Catastro del Marqués de la Ensenada en torno a 1755. Parece designar tanto un cabezo como un barranco.

BOQUERÓN (Abarán): A mediados del siglo XV ya se empleaba la palabra boquena como sinónimo de abertura o de brecha. Se refiere al cauce que toma aguas de un río para regar. Este topónimo es mencionado ya en 1755. En el lugar quedan restos de una presa romana recogiendo aguas de la rambla de la Raja.

BÚYLA (Blanca): Rincón de la huerta con un palmeral. En realidad el nombre es Bulila, mencionado desde del siglo XVI, si bien su origen es anterior. En el Catastro de 1755 figura como Bulela. El albaricoque búlida y el limón verna parecen ser originarios de este paraje. Buyla es también un apodo del lugar.

CABALCOI (Blanca):

Hoy día se escribe Cavalcoy, ubicándose el paraje-

caserío en la actual casa Alcántara.

CABAÑILES (Blanca): Puede proceder de Cabañí y Cabaña, refiriéndose a un término aragonés para aludir a un gran rebaño. Sin embargo, pudiera haber servido para designar a bestias de carga. presente en Ulea, Totana o Moratalla.

El topónimo también se halla

CALDERONES (Ojós): En el dialecto murciano, charcos, regatos. Es un topónimo común del campo en diversos términos municipales: Abanilla, Ricote, Albudeite..., incluso como apodo. Los Pacheco tenían en su escudo nobiliario dos calderones, especie de cubo de bronce de formas curvas.

CANDELÓN (Abarán): Se trataba de una zona de riego con noria, anterior a 1827, situado junto a la acequia de Charrara a comienzos del S. XVIII. El topónimo también existe en Ricote y es mencionado ya en 1755.

CHARRARA (Ricote): Posiblemente del aragonés charrar, charlar, hablar. El topónimo es propio de todo el valle y se halla presente, asimismo, en Abarán y Blanca. El Catastro del Marqués de la Ensenada lo mencionaba en Ricote. A veces designa una rambla o acequia.

De hecho, Charrara como nombre

propio, es una acequia que se construyó en 1734 en la margen derecha del Segura.

FICARIA (Ulea): Voz mozárabe que designa la higuera. Lugar de higueras.

LLONQUE (Ricote): Término que ya aparece en el nomenclator de 1860 en mapas de finales del siglo XIX en Ojós y Ricote. Nombre de caserío y de cueva con nacimiento de agua cuya semántica ha evolucionado hasta el actual Lonque.

MOAIRE (Blanca): El término moa significa manera, modo, en el dialecto murciano. Se menciona el lugar a mediados del siglo XIX.

NACA (Ojós): Su significado es blanco en el dialecto murciano. Designa a una cañada.

NAVELA (Ulea): El término aparece también en Blanca y Abarán y, en ocasiones, se escribe Nevela o Navellar (Ojós). Al parecer alude a un curso pequeño de agua o a ésta en si misma. En el dialecto murciano naveta viene a significar zona llana pantanosa. Designa a una cañada, un barranco o un lugar con agua. Hoy día lleva el nombre una sierra.

OJÓS: Voz de origen medieval, posiblemente árabe, que designa huertos o caseríos. El topónimo se repite en Albudeite y Ricote donde es recogido ya en el Catastro del Marqués de la Ensenada. Su grafía a inicios del siglo XVII era Oxox.

QUINARES (Blanca): Quina significa en el dialecto murciano hacer añicos. El término aparece reflejado ya a mediados del siglo XVIII en el Catastro del Marqués de la Ensenada. Designa un caserío y un bancal.

RICOTE: El término, posiblemente de origen árabe (Ricut), se observa ya en el siglo XIII y parece aludir a grandes, imponentes peñascos y rocas.

RUNES (Blanca): Término usado en Blanca y en Ojós, al menos desde mediados del siglo XVIII. Designa un paso, un barranco o un huerto.

Al

parecer, su origen es patronímico.

SASJOI (Blanca): Pequeño y lejano caserío que aparece también como sanjoy.

TOLLOS (Blanca y Ojós): Del catalán toll, es traducido como charca.

El

término existe documentalmente al menos desde 1750. En Aragón se emplea para designar al lugar donde se estanca agua. El topónimo es muy común y es usado para denominar desde una cueva en Mazarrón hasta una cañada en Lorca.

ULEA: El topónimo se remonta, por lo menos, al siglo XV, se refiere a un lugar alto y es empleado en diversos puntos del Valle de Ricote: Blanca, Ojós y Villanueva.

VITE (Ricote): Caserío existente al menos desde mediados del siglo XIX. Parece ligado a una fuente.

FUENTES DOCUMENTALES FUENTES IMPRESAS BOPM: 20-10-1857 Nomenclator: 1866

BIBLIOGRAFÍA GARCÍA AVILÉS, J.Ma. 2000: “El valle de Ricote: fundamentos económicos de la Encomienda santiaguista”. Ed. Ayuntamiento de Ricote y Real Academia de la Historia. Murcia, 189 págs. GARCÍA SORIANO, J. 1980: “Vocabulario del dialecto murciano”. Editora Regional de Murcia. 196 págs. GONZÁLEZ BLANCO, A.; GARCÍA GARCÍA, I. 1998: “Repertorio alfabético de la toponimia de la Región de Murcia”. Ed. Universidad de Murcia, Academia Alfonso X y Editorial KR. Murcia, 658 págs. HERNÁNDEZ CARRASCO, C. 1978: “El árabe en la toponimia murciana”. Anales de la Universidad de Murcia XXXIV, pp.: 153-256. 1979: “El

mozárabe,

catalano-aragonés,

valenciano

y

murciano

reflejados en la toponimia provincial”. Anales de la Universidad de Murcia XXXVI. Pp.: 59-150. MADOZ, P. 1850: “Diccionario Reedición

geográfico facsímil.

estadístico

Consejería

de

histórico Economía,

de

España”.

Industria

y

Comercio. Murcia, 1989. MONTES BERNÁRDEZ, R. 1999: “Historia de Villanueva del Río Segura (Murcia). Desde Isabel II hasta Alfonso XIII”. Ed. Ayuntamiento de Villanueva y Dirección General de Cultura. Murcia, 95 págs.

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