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Políticas públicas y movimientos de mujeres en el cono sur desde la perspectiva de género – ST 15 Gisela Manzoni Nadia Ledesma Prietto U.N.L.P. Palabras claves: prácticas, discursos y aborto.
Decir y hacer Reflexiones sobre el aborto Presentación En los últimos tiempos, el ABORTO, una práctica que siempre ha estado presente en el ámbito privado, ha tomado una gran difusión mediática y por ende pública. A pesar de que se remonta a las primeras formas de sociabilidad, su significado y sus connotaciones han cambiado en el transcurso del tiempo.1 Podemos decir, resumidamente, que antes de la aparición del Estado moderno la iglesia fue y continúa siendo la encargada de controlar y penalizar el ABORTO a partir del castigo divino. Con la aparición del Estado moderno, éste también, aliándose al discurso eclesiástico, además de controlar, penaliza la práctica a través de la creación de leyes civiles. La ciencia médica también aportó lo suyo medicalizando progresivamente desde el siglo XIX, la vida reproductiva de las mujeres (tanto el embarazo, como el parto, la lactancia, etc.) produciendo una desposesión del control de su cuerpo y una “maternalización”de la mujer2. Hoy, en nuestro país, la iglesia y el Estado exponen a la sociedad, un discurso que condena y penaliza el ABORTO3. Este discurso, desde la última década del siglo XX, es atravesado por la acción de movimientos de mujeres, que ponen de relieve el DERECHO A DECIDIR. Entre ellas podemos mencionar, Comisión por el Derecho al Aborto, Católicas por el Derecho a Decidir, Elegir, Rima, que junto con otras organizaciones sociales luchan para que el ABORTO ilegal sea visibilizado como un problema que afecta a toda la sociedad y que atraviesa a todas las clases sociales.4 Recientemente, el Congreso Argentino y Latinoamericano de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva realizado en abril y mayo de 2006, presentó un estudio con estadísticas que revelan que, se producen por minuto, 190 embarazos no deseados y 40 ABORTOS y que por cada recién nacido se produce un ABORTO.5 Los constructores del discurso hegemónico dominante y sus defensores ¿Tendrán la capacidad de imaginar a cuentas personas afecta sus decisiones? 1
El ABORTO no es una abstracción, es algo que produce marcas sobre cuerpos y mentes y que puede producir la muerte. En el país, las últimas estadísticas realizadas por organizaciones sociales y el INDEC (instituto nacional de estadística y censos), reflejan que, el ABORTO es la primera causa de muerte en el embarazo, representa el 29 % del total de muertes. El discurso oficial, es público y conocido, el ABORTO ES ILEGAL, es condenado moralmente, éticamente, religiosamente y penado por la ley. ¿Quién habla de aborto, aparte de los movimientos de mujeres? ¿Quién pregunta que siente una mujer que abortó? ¿Qué piensa una mujer ó un hombre que pasó por esta experiencia? Estas y otras preguntas dieron origen a este trabajo. Teniendo en cuenta que no hay muchos estudios sobre este tema, queríamos, como un primer paso, darle voz y cuerpo a los números y porcentajes que se refieren en las estadísticas e informes, intentaremos describir que sentían, que sienten y que piensan, las personas que pasaron por la experiencia de un embarazo no deseado y de la práctica de un ABORTO, cual fue contexto en que se produjo, en que condiciones y como impactó en su vida. Como segundo paso, intentaremos confrontar las prácticas de las personas, a nivel personal, con su propio discurso a nivel social, sobre el ABORTO. Las tensiones existentes entre lo normativo y las prácticas de la población son cuestiones que ya han sido bastante estudiadas, lo que nos interesa aquí y como punto central del análisis es, visibilizar las tensiones, si las hay, entre lo que una persona hace, en este caso un ABORTO y lo que dice sobre esa práctica al resto de la sociedad. Para poder llevar adelante los pasos antes señalados convenimos que el método de investigación más adecuado por sus posibilidades de rescatar los aspectos subjetivos de las personas, eran las entrevistas.6 A partir del análisis de las mismas, surgió un tercer momento del trabajo, el de reflexionar sobre las dificultades que encontramos en su realización, señalando los problemas recurrentes y planteando posibles estrategias.
Las Entrevistas Para realizar la entrevista recurrimos a la técnica de “la bola de nieve”7, es decir comenzamos entrevistando a personas conocidas, para luego y muchas veces a través de ellas hacer otros contactos.
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Las principales entrevistas fueron realizadas de manera personal, en distintos escenarios, en nuestro domicilio y en cafés, cuando no podíamos concurrir a su casa y en el domicilio de las personas entrevistadas. Los temas sobre los que interpelamos a las personas, fueron cuestiones de su vida privada y en la mayoría de los casos, estaban asociados con momentos traumáticos. Por ende, creímos que un contacto personal era la mejor forma de acceder a ellos. Su realización llevó consigo una fuerte carga emocional, tanto para las/os entrevistadas/os como para las entrevistadoras. La misma se convirtió en un espacio de reflexión mutua, ya que para muchas/os era la primera vez que se sentaban a repensar sus experiencias con alguien ajeno a su entorno mas cercano. A manera de guía, realizamos una estructura básica de preguntas, que tenía como finalidad mantener un eje de temas que luego permitieran una comparación y como disparadores que nos permitieran abrir el diálogo. De todos modos, las palabras utilizadas en las preguntas, el momento de preguntar y el orden de las mismas, se ajustó a la relación que se establecía con la/el entrevistada/o ya que no todas las personas presentan los mismos tiempos o los mismos códigos. Cada una de las entrevistas nos presentó una situación particular. Además de esta modalidad, recurrimos a entrevistas realizadas mediante cuestionarios, que eran contestados por escrito, sobre los que posteriormente se hacía un intercambio con el fin de aclarar los puntos que no hubiesen quedado claros. Recurrimos a esta segunda opción por dos motivos, ampliar la muestra, por la dificultad de encontrar testimonios en relación a esta problemática, ya que no todas las personas que han atravesado por esta situación están dispuestas a exponer sus experiencias y en segundo lugar, porque algunas
personas aunque mostraban predisposición,
carecían de tiempo y otras que por su corta edad y por miedo a ser sancionadas, mantenían oculta su experiencia, lo que nos impedía acercarnos a sus domicilios y no tenían la posibilidad de encontrarse para la entrevista. Una tercera vía para la recolección de testimonios, pero que solo fue utilizada de manera marginal, fue la campaña “yo aborté” realizada por RIMA (Red Informativa de Mujeres de Argentina) 8 que comenzó en febrero de 2005. Esta campaña que continua aún, consiste en hacer públicas las experiencias de las mujeres que abortaron a través de un sitio Web. La entrevista fue pensada para ser realizada tanto a varones como a mujeres, de todas las edades y niveles sociales9, que hayan tenido alguna experiencia en relación al aborto o a embarazos no deseados. Se incluyeron varones con la intención de comparar las distintas posturas frente a un tema en el cual la visión masculina no ha sido visibilizada. A pesar de nuestras intenciones, nos resultó bastante difícil, que ellos nos contaran sus experiencias. 3
El temario fue construido en base a tres ejes: la situación en la cual se había llegado a un embarazo no deseado, cómo se había resuelto esta situación y cómo repercutió dicha experiencia en la vida del entrevistada/o. Que hacemos La entrevista fue realizada a 27 personas, en su mayoría mujeres, solo dos varones accedieron a la entrevista. En la mayoría de los casos, la adolescencia fue el momento en que se produjo el embarazo no deseado, otros testimonios
dan cuenta de edades posteriores, entre los que
distinguimos a las personas casadas o con un núcleo familiar ya establecido y aquellas cuyo embarazo esta por fuera de estas circunstancias. Esta cuestión toma relevancia a la hora de tener en cuenta los distintos contextos de época, entorno familiar y sanciones morales. En esta primera parte de la entrevista, la pregunta que presentó bastante desconcierto fue, ¿cuál era la situación en la cual se había llegado a un embarazo no deseado? Cuál había sido el motivo concreto del embarazo, no habían usado métodos anticonceptivos, habían hecho un mal uso, no habían tenido acceso a ellos. La mayoría de las personas dijeron tener información sobre métodos anticonceptivos obtenida a través de la escuela, de amigas/os y medios de comunicación. A pesar de ello, una respuesta bastante común fue, que no se usaba ningún método anticonceptivo, aún sabiendo los riesgos que esto implicaba. Otra tendencia aunque menor fue la negativa de alguno de los miembros de la pareja, a cuidarse. “… yo creo que fue mas que nada, por falta de comunicación, por que nosotros recién nos conocíamos, y yo lo que veo, es que hay por parte de los hombres una negación a cuidarse, y de parte mía si bien yo siempre me había cuidado mucho, fue como que esta vez no llegue a encontrar el método anticonceptivo adecuado.” Métodos que fallan, fue otra de las respuestas, preservativos que se rompen, pastillas que no funcionan por un mal uso. La tendencia marcó que la mayoría de las mujeres jóvenes, entre 18 y 24 años, tienen información pero no la usan, las mujeres mas grandes, que tuvieron un embarazo no deseado en su juventud, decían no tener información muy clara, en ese momento, por que no había muchos canales de información. Gran parte de las/os entrevistadas/os, vivieron esta situación de embarazo con tristeza y con impotencia por no saber como resolver esta situación. Las más jóvenes recurrieron primeramente a su pareja, si la tenían, o a amigas/os, pero en ningún caso se lo contaban a la familia. Las personas más grandes, sin embargo, recurrían a miembros de su familia, como la madre o hermanas. 4
La segunda parte de la entrevista interpelaba sobre cuales fueron las distintas formas en que las personas resolvieron esta situación. Las respuestas fueron de dos tipos, el ABORTO o haber seguido adelante con el embarazo. Solo 2 personas entrevistadas intentaron producirse un aborto, que no dio resultado, 10 decidieron continuar con el embarazo y las 15 restantes llevo adelante distintas practicas abortivas. De este total 3 personas se realizaron más de un ABORTO. La mayoría de las/os entrevistadas/os que abortaron, dijeron haberse basado en su propia decisión, aunque en los casos que estaban en pareja la misma fue consensuada. Preguntando sobre el método utilizado, 8 dijeron realizarlo en condiciones de asepsia, esto es, en clínicas, o domicilios particulares, pero con la atención de personal capacitado (médicos, parteras, enfermeras). “...iba a la casa de una partera...además venia un médico a vernos…trabajaban en sociedad…donde hay platita...” El resto de las/os entrevistadas/os recurrieron a métodos más precarios como pastillas.
“con
pastillas xxx que son para el reuma, me tome una y la otra me la tuve que introducir en la vagina....hizo efecto dos horas y media después, fui al baño y cayó un coágulo de sangre, y a partir de ese día, me vino como por cuarenta días...” Aquí podemos marcar algunas diferencias en cuanto al nivel socioeconómico, las personas de un nivel medio, medio- alto, pudieron conseguir el dinero para realizarlo en condiciones mas seguras, ya sea porque tenían un trabajo que les permitía pagarlo o recurriendo a amigas/os que les prestaron el dinero. Las personas de nivel medio- bajo, solo pudieron acceder a métodos precarios, por lo cual el riesgo a que algo saliera mal aumentaba. Preguntamos si en ese momento temían por lo que después les podía pasar, todas contestaron que en ese momento no, lo único que querían era salir de esa situación de cualquier manera. En los casos que no recurrieron a la pareja como compañía en el momento de la práctica, la acompañante siempre fue una mujer, madre, hermana, amiga. Lo que bien puede ser leído como parte de la feminización de esta práctica. Quienes decidieron seguir adelante también argumentaron haberse basado en su propia decisión, aunque para la mayoría fue importante el apoyo que les brindaron sus familiares y amigos. Ante la pregunta ¿hubiese existido alguna situación que te hubiera llevado a la decisión de no seguir con el embarazo? La mayoría contesto que aunque esta no era una situación planeada, hubiesen seguido adelante, aunque sea sola. “… no era feliz el momento, pero nunca pensé en eso…” “…no. Mi novio es muy católico…” “…pienso que lo que hubiera influenciado en mi para hacerlo, es que hasta ese 5
momento, pensaba en ¿como íbamos a hacer para mantenerlo? Porque uno siempre quiere darle lo mejor, y tal vez no era el momento…” La situación posterior, la repercusión de sus prácticas y como lo veían ahora, algunas con mucha y otras con poca distancia, fue el final de esta parte de la entrevista. De las personas que abortaron algunas dijeron recordar el momento con tristeza y con culpa. “… estaba matando a alguien, porque para mi era una persona, a los veintidós días ya les late el corazón…” Otras, por el contrario, lo experimentaron como un alivio. “…para mi no era un hijo… para mi era algo que yo no quería…” “…no queríamos, no podes mantener dos, vas a tener tres…”.Podemos decir que la culpa, en algunos casos, devenía de la situación de ilegalidad y clandestinidad, en otros, la culpa se producía por cuestiones morales y religiosas. Algunas personas que experimentaron el ABORTO han podido reelaborar esa situación, a través de terapias, del contacto con teorías feministas y movimientos de mujeres, en los cuales algunas participan activamente, reivindicando el viejo lema “lo personal es político”, con el que se intenta trasladar el aborto al ámbito público y desde allí luchar por su despenalización. Que decimos La parte final de la entrevista fue abordada con cuestiones que nos permitieran indagar y poner en tensión las experiencias narradas con sus discursos sociales en cuanto a la legislación sobre el ABORTO. Para nuestra sorpresa muchos de los discursos no se correspondían con las prácticas personales. Muchas de las/os entrevistadas/os que se habían realizado abortos, veían correctamente su prohibición. Esta exposición en todos los casos estuvo seguida de una argumentación que justificaba su situación, basada en tres motivos principales, los que se relacionan con trastornos de salud, los hacen hincapié en dificultades económicas, y los que presentan como central, la edad. “…era muy chica tenia miedo, mi papá me iba a matar si se enteraba…” Mediante el análisis de las entrevistas y partiendo de los datos que con ellas elaboramos, hemos construido la siguiente tipología en donde quedan reflejadas las tensiones existentes entre prácticas y discursos: 1. Personas en las que prácticas y discursos coinciden a) aquellas personas que se realizaron ABORTOS y que están a favor de la despenalización del mismo, b) aquellas personas que no practicaron el ABORTO y que están a favor de su penalización.
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2. Personas en las que prácticas y discursos no coinciden c) aquellas personas que no practicaron ABORTOS pero están a favor de su despenalización, d) aquellas personas que se realizaron ABORTOS y que están a favor de su penalización. Un paso posterior, que quedará pendiente en esta oportunidad, es encontrar una herramienta analítica adecuada que nos brinde la oportunidad de transportar nuestro trabajo a uno plano teórico, en el que podamos dar respuesta a los muchos interrogantes que del análisis de estos casos surgen ¿Hasta que punto la ideología dominante conforma, regula e influye en nuestras decisiones? ¿Cuáles son los mecanismos ó los medios a través de los cuales internalizamos esta ideología al punto de no poder identificarla como ajena? El esquema creado por Therbon10 es una de las posibilidades teóricas que hemos contemplado, en el cual se define a la ideología como “el medio a través del cual operan la conciencia y la significatividad” y señala que “hay que considerar la manera en que interviene la ideología en la formación y la transformación de la subjetividad humana. Cuando la ideología del grupo dominante es hegemónica, sus visiones y lineamientos se internalizan como lo natural, en tanto parte constitutiva de la cultura”. Este planteo nos permite analizar el primer modelo de nuestra tipología, aquel en donde prácticas y discursos mantienen cierta coherencia. La ideología del grupo dominante estaría completamente internalizada en aquellas personas que rechazan el ABORTO, no solo como práctica personal si no también como posibilidad social. En quienes prácticas y discurso coinciden esta vez, en pro del aborto, el modelo de Therbon nos permitiría ver como personas concretas han elaborado estrategias que permiten romper con las visiones y lineamientos que el grupo hegemónico ha intentado internalizar como lo natural en la sociedad. El análisis de la dominación hegemónica que propone Therbon nos presenta algunas dificultades para poder analizar el segundo modelo de la tipología, aquel en donde prácticas y discursos no coinciden. El principal problema que encontramos en su teoría es la centralidad que le otorga a los mecanismos de dominación,
marginando el análisis de aquellas tendencias que sin ser
completamente contra hegemónicas rompen en parte, con los lineamientos del grupo hegemónico. Este es el caso de aquellas personas que desde sus prácticas, quiebran lo que es considerado correcto o natural, pero lo mantienen en su discurso, se realizan ABORTOS pero creen que los mismos no deben ser legales y justifican su situación por distintos motivos. Una situación similar presentan quienes no han practicado el ABORTO como práctica para si, aunque mantienen un discurso a favor de su legalización. 7
Este problema analítico no solo deriva de ciertas carencias del modelo teórico de Therbon si no también del uso de los discursos como material de análisis. Su uso nos plantea una segunda tensión, ¿cual es el peso que en estos discursos tiene lo que es considerado correctamente político?, ¿como juega una posición pública en pro o en contra del aborto dentro de la sociedad? y ¿en que medida los discursos se ajustan a lo que se debe o no pensar sobre ciertas cuestiones en determinados ámbitos sociales?
Las entrevistas como método de trabajo Como antes hemos señalado, la entrevista como método de investigación social, sigue siendo nuestra elección, pues ella, en el caso que analizamos, nos posibilita recuperar aspectos subjetivos, testimoniales, que casi siempre quedan invisibilizados, por los datos. Al llevar a cabo las entrevistas nos encontramos con algunas dificultades señaladas a continuación. A pesar de nuestra intención de convertir la entrevista en una especie de diálogo y de no limitar los relatos, encontramos que muchas de las entrevistadas se veían condicionadas al momento de transmitir sus experiencias. Esta situación, en algunos casos se generaba por la falta de recursos expresivos en el lenguaje; tenían mucho que contar pero no encontraban la manera de hacerlo. Otros por el contrario, nos contaron cosas que no estábamos preguntando, hacían referencia a situaciones por la que habían atravesado amigas, parientes y conocidos y frecuentemente nos pedían nuestra opinión. El lugar de la entrevista fue otro problema, ruidos, intervenciones, que no ayudaban o que distraían a las entrevistadas, que influyeron en la desgravación o la lectura de las entrevistas. Obtener los testimonios tampoco fue tarea fácil ya que como hemos hecho mención, no todas las personas que han atravesado por esta situación están dispuestas ha compartir sus experiencias. La dificultad en la obtención de testimonios de varones en parte fue compensada con la estrategia de preguntar a las entrevistadas, por las actitudes, opiniones y posturas de sus parejas. Aunque hubiese sido de mayor utilidad haberlos entrevistados personalmente, fue una forma de rescatar su ausencia. Y también de cuestionarnos sobre las causas de la misma. Consideraciones finales Nuestro objetivo en este trabajo fue, contribuir a que el ABORTO trascienda las barreras del ámbito privado, instalando su discusión en la esfera pública, desde donde podamos debatir sobre su despenalización. 8
A partir de la entrevista, creemos haber encontrado un canal para dar voz a aquellas personas que son las verdaderas protagonistas de un debate, en donde sus opiniones y experiencias han sido marginadas. Surgen del análisis de estas entrevistas las siguientes razones por las cuales creemos que el aborto ha sido feminizado. Son las mujeres quienes deben someter sus cuerpos a las distintas formas de realizar un aborto. Son las mujeres quienes acompañan a otras mujeres en esta situación. Son las mujeres quienes luchan por su despenalización y sobre ellas recaen no solo las penas legales, sino también las morales. ¿Cuáles son los motivos de la ausencia masculina? ¿Son los lineamientos ideológicos los que los mantiene alejados? ¿Por qué son tan escasas las producciones académicas masculinas sobre el tema? Estos interrogantes al igual que los planteados para el análisis teórico, nos quedan sin resolver, de todas maneras creemos que es importante comenzar por cuestionarnos.
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Para profundizar sobre la consideración del aborto a través del tiempo consultar Galeotti Giulia, Historia del aborto. Bs.As. Nueva Visión, 2004 22 Sobre la influencia de la ciencia médica en la construcción del binomio mujer-madre en Buenos Aires consultar Nari Marcela Políticas de maternidad y maternalismo político. Bs.As. Ed. Biblos, 2004 y sobre salud de la mujer consultar Arango, León, Viveros (comp.) Género e identidad. Colombia. Tercer Mundo, 1995 33 En el código penal, figuran tres artículos que se refieren a la penalización del aborto, se encuentran en el libro segundo de los delitos, Título I “delitos contra las personas”, Capítulo I “delitos contra la vida”.El artículo 85 castiga al que cause un aborto, a la reclusión o prisión de 3 a 10 años si lo hizo sin el consentimiento de la mujer y de 1 a 4 años si fue consentido por la mujer. El artículo 86 señala los dos casos en que el aborto inducido no es punible y en los cuales la justicia debe autorizar su práctica. El primer caso es cuando está en riesgo la vida de la madre y el segundo, cuando el embarazo se produjo por una violación a una mujer “DEMENTE” o “IDIOTA”. El último artículo, número 88, esta dirigido a reprimir a la mujer que causara su propio aborto o consintiera que otro se lo causara, con la prisión de 1 a 4 años. 44 Para ver la articulación de estos movimientos, consultar Programa Mujer Democracia en el MERCOSUR, Mundos Paralelos.Chile.2002 5 fuente consultada www.saegre.org.ar 6 Para nuestro trabajo utilizamos como método de investigación cualitativo, las entrevistas en profundidad definidas como ... “reiterados encuentros cara a cara entre el entrevistador y los informantes, encuentros estos dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras”. Taylor y Bogdan Introducción a los métodos cualitativos de investigación. Argentina. Paidos, 1987 7 Ibíd. 8 RIMA, es un proyecto de comunicación que se realiza a través de una lista de distribución por correo electrónico dedicada al intercambio y la información, conformada por 800 mujeres, que comenzó a funcionar en julio del 2000. 9 El criterio para su clasificación fue dejado en manos de las/os propias/os entrevistadas/os, ya que nos resultaba problemático establecer los parámetros para tal clasificación. Algunas personas apelaron a sus ingresos, a su nivel formal de instrucción, otras al nivel de vida y consumo. Aunque en alguno de los casos no estuvimos de acuerdo con la forma en que las personas se clasificaron, hemos respetado sus criterios para nuestra clasificación. 10 Therbon Göran, La ideología del poder y el poder de la ideología. España. Siglo XXI, 1987