DEFINICIÓN DEL MÉDICO HOMEÓPATA HOMEÓLOGOHombre: Conócete, cúrate, respétate profundamente y ten siempre la mente abierta y libre de prejuicios. Alter Filanfrater.

1. El homeópata -homeólogo- es el que agrega a sus conocimientos de medicina un conocimiento especial de terapéutica homeopática y observa la Ley de los Semejantes. 2. El homeópata -homeólogo- es el que prescribe el remedio único, en la dinamización única, en la forma potentizada y farmacolexiado de acuerdo con Ley de los Semejantes. El observador superficial no criticaría ninguna de las dos formas de definición. La parte más asombrosa de la primera fórmula está expresada en su comienzo, “el que agrega a sus conocimientos de medicina”. ¿En qué consiste el conocimiento? ¿Es lo que toda tradición considera como el uso moderno de las drogas, tal como catárticos, pomadas, depresores, tabletas compuestas, productos de alquitrán, drogas crudas en general, etc.? ¿Significa esto que el homeópata -homeólogo- debe conocer aquello y así poder tener algo a lo cual poder agregar el conocimiento especial de la terapéutica homeopática para ser un homeópata -homeólogo-?

Tendría que suponerse que el homeópata -homeólogo- ha abandonado lo primero para transformarse en un médico de avanzada en el sentido científico. Debe admitirse que todo este conocimiento de medicina, al cual él agrega a los homeopáticos, es ignorancia tradicional y un absurdo. Entonces a esta ignorancia él debería agregar el conocimiento homeopático. ¿No sería mejor y más sabio decir que un homeópata homeólogo- es el que ha abandonado los absurdos tradicionales y ha adoptado la ciencia y filosofía de restablecer la salud de acuerdo con la ley del Simillimum? ¡Los que dependen para el diagnóstico y la selección del remedio de los hallazgos de laboratorio, de la patología, la bacteriología, son los que esperan agregar a tal conocimiento (?) un conocimiento especial de la terapéutica homeopática! En nuestra experiencia hemos encontrado un gran número de estos llamados médicos, pero jamás encontramos uno que agregó algún conocimiento de Patogenia Dinámica Pura o del arte de prescribir a su llamado conocimiento general de medicina. La parte más asombrosa de la fórmula es que encuadra dentro de la definición justo aquello que impediría a todo hombre volverse un homeópata -homeólogo-. En la medida en que alguien se sostiene sobre los absurdos tradicionales, aún cuando sea llamada medicina científica moderna, en esa medida es incapaz de aprender el verdadero arte de curar de acuerdo con la ley del SIMILLIMUM. En la medida en que confíe en que estos absurdos son conocimientos valiosos, en esa medida sentirá que no necesita profundizar el conocimiento real de la terapéutica homeopática. No es pecado conocer estos absurdos

mientras se comprenda lo que ellos son, pero la fórmula los llama “conocimiento de medicina”. Esto no puede referirse a la anatomía, fisiología, química, etc., pues no es de esto de lo que se habla, esto es derecho y posesión del homeópata homeólogo-. Si investigamos el ámbito y tomamos nota de los que navegan bajo esta bandera, y averiguamos sus métodos, encontraremos que difieren escasamente del alópata en el uso de las drogas y los métodos. La mayoría de ellos confía en la Ley de los Semejantes pero son tan ignorantes de la Patogenia Dinámica Pura, del uso del Repertorio y de la Filosofía homeopática que no pueden practicar la Homeopatía -Homeología-. En su ignorancia usan drogas crudas tanto para sus experimentaciones como quizás para un enfermo que tiene los síntomas correspondientes y que es mil veces más sensible que el experimentador. Es bueno saber que si estos ignorantes pretenden realmente administrar un verdadero remedio homeopático, puede intensificar la afección que tiene delante. Si da quinina, prosiga con eso; si da un opiáceo, prosiga con eso, no vuelva a la Homeopatía. El hombre que hace estas cosas es un homeópata fracasado. Algunos son incapaces de entender las doctrinas homeopáticas y retroceden hacia el mestizaje, que es una cruza entre la homeopatía y la alopatía. Yo prefería un alópata, a uno que profesa ser homeólogo pero que no conoce suficiente Homeopatía como para practicarla...Si un médico no tiene la fuerza como para resistir los gritos de los familiares, las críticas de los amigos, la amenaza de la billetera y de su pan y su manteca, él no practicará la Homeopatía -Homeología- por mucho tiempo. Un hombre honesto no teme esas cosas. No tiene más que una

cosa que considerar “¿Qué es lo que hay que hacer de correcto en este caso?”. La actitud del público jamás debe proporcionar al médico las indicaciones de lo que tiene que hacer... Pero el médico que se acobarda y tiembla frente a toda amenaza, es alguien que puede violar su conciencia, es alguien que puede venderse; que puede ser sobornado para hacer cualquier cosa;... se vuelve un cobarde y un ruin; está listo para hacer casi todas las cosas que sean viciosas y cobardes, y abandonará sus bandera en el momento de emergencia... El médico que viola la ley, también viola su conciencia, y su muerte es peor que la muerte del paciente. -Véase. Organon. Nt. 108-. He visto a estos médicos hacerlo varias veces, y en su ignorancia son capaces de cambiar éste por otro remedio en vez de suspender su administración, y permitir que el enfermo haga una rápida recuperación. Me he encontrado con varios médicos toscos y ellos generalmente censuraban al colegio, al cual torcieron con sólo el conocimiento tosco de la Patogenia Dinámica Pura, del desconocimiento de cómo usar el Repertorio, y el no saber nada de Filosofía homeopática, aunque sabían acerca de una copiosa nosología y un copioso diagnóstico. Ellos vieron aplicar pomadas sobre la piel, en una gran clínica de piel -Org. Afs. 203-205-, a uno de estos médicos que manifestaba agregar a su estúpida ignorancia el conocimiento de la Ley de Curación. ¿No tiene la adopción de esta definición el único propósito de sostener a aquéllos cuyos requerimientos son el conocimiento de las modas y los absurdos tradicionales y el desconocimiento del Organon de Hahnemann y de la Patogenia Dinámica Pura? Esta es una pregunta que debe tener en mente todo homeópata -homeólogo-.

Es igualmente evidente que la segunda definición antes mencionada como la descripción de un genuino homeópata homeólogo-, encontrará sólo a una minoría del Instituto Americano de Homeopatía apoyándola. Se ha preguntado a menudo porqué la Homeopatía -Homeología- se desarrolla tan lentamente. ¿No es evidente que la razón se encuentre en el sentimiento que causó la adopción de esta definición primera acerca de lo que es un homeópata -homeólogo-, la cual tanto tergiversa a los verdaderos seguidores de la Homeopatía Homeología-? Cuando estos hombres son mayoría ¿Qué es lo que puede verse en sus prescripciones que pueda atraer la atención de algún sufriente? No asombra que el mundo sea lento en aceptar a la Homeopatía -Homeología- cuando la gente ve tan pocas pruebas convincentes acerca de su utilidad. ¿Qué mejor es que la medicina tradicional?: “Si no pudiera encontrar a un homeópata -homeólogo- genuino, llamaría a un alópata. Estas son las personas que conocen la diferencia. La persona conoce muy bien cómo confiar en un hombre que alterna remedios, da tabletas compuestas y tinturas. Sin embargo la definición de Instituto Americano de Homeopatía permite la fraudulenta tergiversación de proponerlo como genuino médico homeópata -homeólogo-. James Tyler Kent.