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fundación osde consejo de administración
autoridades filial rosario
exposición y catálogo
presidente Tomás Sánchez de Bustamante
apoderados Antenor Ellena Raimundo González Marcelo Romano Roberto Terré
curaduría y texto María Laura Carrascal
representantes Francisco Ridley Juan Carlos Stein
diseño gráfico OSDE Filial Rosario
secretario Omar Bagnoli prosecretario Héctor Pérez tesorero Carlos Fernández protesorero Aldo Dalchiele vocales Gustavo Aguirre Liliana Cattáneo Horacio Dillon Luis Fontana Daniel Eduardo Forte Julio Olmedo Jorge Saumell Ciro Scotti
gerente Daniel Peppe espacio de arte fundación osde rosario Bv. Oroño 973, 4°, 5° y 6°- piso Ciudad de Rosario - Santa Fe Tel: 0810-555-6733 www.artefundacionosde.com.ar
montaje Nicolás Boni
agradecimientos La Fundación OSDE y la curadora agradecen muy especialmente a: Mario Buraglio, Victor Delgrosso y Julio Pérez Sanz, Luciano Pérez Sanz, Silvia Delgrosso, Susana Saulquin, Catalina Campra, Pompeo Fazzari, Florencia Tricerri, Antonia Robirosa, Raquel García Ortuzar y Enrique Goldberg, Ana Torrejón y equipo de Harper’s Bazaar, Graciela Maya y equipo de Elle, Romina Zollo y equipo de G7. créditos fotográficos de obras reproducidas Todas las imágenes pertenecen a Andrea Ostera y Laura Glusman, excepto: Martín Drescher, contratapa.
Carrascal, María Laura Varanasi-Pérez Sanz : entre la síntesis y la ornamentación - 1a ed. - Buenos Aires: Fundación OSDE, 2012. 100 p. ; 22x15 cm.
ISBN 978-987-9358-72-6
fundación osde Ciudad Autónoma de Buenos Aires octubre 2012 Todos los derechos reservados © Fundación OSDE, 2012 Leandro N. Alem 1067, Piso 9 (C1001AAF) Ciudad Autónoma de Buenos Aires República Argentina.
Queda prohibida su reproducción por cualquier medio de forma total o parcial sin la previa autorización por escrito de Fundación OSDE. ISBN 978-987-9358-72-6 Hecho el depósito que previene la ley 11.723 Impreso en la Argentina.
Del 2 de octubre al 16 de diciembre de 2012, Rosario
VARANASI/PEREZ SANZ ENTRE LA SÍNTESIS Y LA ORNAMENTACIÓN MARÍA LAURA CARRASCAL
Ya es tiempo de reconocer que hemos entrado a otro mundo de la experiencia estética y del arte, un mundo en el que la experiencia estética tiende a colorear la totalidad de las experiencias y las formas de vida deben presentarse con la huella de la belleza, un mundo en que el arte se vuelve perfume o adorno. Yves Michaud1
El delicado equilibrio de la belleza Este es el resultado de una positiva experiencia de trabajo en común que va desde el simple complemento de dos colecciones, vestimenta y accesorios, a la fusión que da como fruto el nacimiento de la línea Opus Nigrum. Nuestras propuestas pretenden ser, más que un armonioso conjunto de ideas, el resumen estricto de nuestros conceptos en materia de moda: un estilo. Esperamos que este momento sea el punto de confluencia, tal vez mágico, de la creación y su destinatario: el público, al que agradecemos su presencia en nuestro desfile. Dedicamos esta colección a la elegante mujer de nuestra ciudad.2 En una de sus recurrentes y exitosas colaboraciones, los integrantes de las firmas Pérez Sanz y Varanasi explicitaban al diario La Capital de Rosario, casi en tono de manifiesto, la impronta conceptual de sus creaciones resumiendo lo que consideraban estilo. Anunciado en un reportaje previo como el resultado de “un equilibrio de las proporciones
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El arte en estado gaseoso, México, Fondo de Cultura Económica, 2007, pág. 18.
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“Un mágico desfile”, La Capital, Rosario, 9 de septiembre de 1987, s/p.
y texturas, una vuelta a las líneas puras”3, la alquimia propuesta entre prendas y accesorios tenía como inspiración la novela del mismo nombre de Marguerite Yourcenar.4 Esta referencia es importante porque aludía a los elementos puestos en juego en la creación de esa colección, asumiendo la complicidad con el público femenino al que dirigían estas palabras. Principalmente, mujeres de recorridos intelectuales ligados a carreras artísticas o humanistas que decodificaban los recursos técnicos, visuales y conceptuales operantes en cada una de sus creaciones.5 En síntesis, un grupo de pares que desde que comenzaron sus carreras los siguen y festejan sus diseños, siendo fieles a sus productos más allá de la volatilidad propia del sector.6 Lograr trascender los altibajos que afectan al mundo de la moda fue posible a partir del temprano y amplio reconocimiento que tuvieron en la prensa especializada: revistas y suplementos de los diarios más importantes del país siguieron las diferentes instancias que transitaron, legitimando un recorrido que trascendió el ámbito local y las fronteras nacionales. Este fenómeno, vigente en la actualidad, fue el resultado de las formaciones multidisciplinares de los arquitectos Mario Buraglio y Víctor Delgrosso y del escultor Julio Pérez Sanz: creadores abocados a la tarea de diseñar a partir de una visión integral de la figura humana. Por ello han sido conscientes que, como primer espacio de habitabilidad del hombre, el cuerpo vestido deviene en soporte de un lenguaje sumamente complejo donde las prendas y accesorios “aunque parezcan meros apéndices extraños, han penetrado en el núcleo mismo de nuestra existencia como seres humanos”.7 En función de analizar las trayectorias de estos creadores es fundamental hacer un señalamiento sobre la experiencia vanguardista de los años ’60 porque, en gran medida, sus producciones provienen de ese clima de gran efervescencia. Una coyuntura en la cual los cruces y convergencias entre la plástica, la música, el teatro y el diseño expandieron el campo artístico desdibujando los géneros y las disciplinas, nutriéndose de otros
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“Opus Nigrum”, La Capital, Rosario, 9 de agosto de 1987, s/p.
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ANGIOLINI, Norma, “Ropa diseñada en función de accesorios artesanales”, La Razón, Rosario, 14 de agosto de 1987, s/p. Equilibrio, proporción y síntesis respondían a las ideas perseguidas por el protagonista de la historia: Zenón era un médico, filósofo y alquimista que vive la transición entre la Edad Media y el Renacimiento en la Europa del siglo XVI. Cfr. YOURCENAR, Marguerite, Opus Nigrum, Buenos Aires, Punto de lectura, 2012.
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Entrevista personal Julio Pérez Sanz, 21 de enero de 2009. Entrevista personal Mario Buraglio/ Víctor Delgrosso, 26 de junio de 2012.
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El fenómeno de las tendencias y la sujeción a sus movimientos es analizado en ERNER, Guillaume, Víctimas de la moda. Cómo se crea, por qué la seguimos, Barcelona, Gustavo Gili, 2005.
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FLÜGEL, John Carl, Psicología del Vestido, Buenos Aires, Paidós, 1964 [1930], pág. 12. Un señalamiento sobre la importancia de estos aspectos a la hora de diseñar se encuentra en SALZTMAN, Andrea, El cuerpo diseñado. Sobre la forma en el proyecto de la vestimenta, Buenos Aires, Paidós, 2004.
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repertorios como la moda, la decoración o los medios de comunicación.8
Desconcertantes osadías en la moda porteña La década de 1960 fue una época prolífica en la que varios artistas, movilizados por las tensiones que atravesaban el campo cultural, hicieron confluir prácticas con el fin de derribar los límites entre expresiones de la alta cultura y las provenientes del ámbito popular.9 Delia Cancela y Pablo Mesejeán, creadores “con una mirada artística que trabajan con la imagen y la moda”10 fueron una dupla ejemplar. Precursores en este abordaje realizaron, entre otras cosas, collages que incluían prendas del guardarropa femenino y masculino y pinturas alusivas a figuras emblemáticas del espectáculo y la moda como los cantantes Sonny & Cher o las famosas modelos Jean Shrimpton y Rita Tushingham. En el Di Tella presentaron Ropa con riesgo, un desfile de prendas realizadas con materiales no convencionales desfiladas por personas corrientes. Las empleadas del Instituto se convirtieron en soporte de sus creaciones cuando las vistieron en Experiencias Visuales 1967 y, al año siguiente, realizaron Yiyish: “una inusual revista de modas” que se vendió durante la exhibición y de la que se destacaron sus diseños “muy influidos por los atuendos mod y psicodélicos” que ganaron el mote de “los Imposibles, no por su precio sino por sus desconcertantes osadías”.11 Otro caso similar por la sintonía de intereses, fue protagonizado por Dalila Puzzovio quien había sido premiada en 1967 con una mención especial en el Premio Internacional Instituto Torcuato Di Tella con Dalila doble plataforma. Esta obra constaba de una serie de veinticinco pares de sandalias iguales, de colores contrastantes, presentadas en una vitrina que por sus características formales se asemejaba a una estructura primaria. Simultáneamente, las mismas piezas se exhibieron en las vidrieras de la zapatería Grimoldi, ubicada en la peatonal Florida, dispuestas a la venta de cualquier transeúnte interesado. Un gesto que “pone de manifiesto una pulsión que ya no puede ocultarse: la
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Una reciente exposición recaló en este fenómeno. Cfr. HERRERA, María José, POP! La consagración de la primavera, Buenos Aires, Fundación Osde, 2010.
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Una discusión que ya se había producido en el transcurrir del vanguardismo histórico y que fue puesta a foco respecto a las miradas totalizantes que se realizaron sobre el modernismo. Cfr. HUYSSEN, Andreas, Después de la gran división. Modernismo, cultura de masas, posmodernismo, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2002.
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Entrevista personal Delia Cancela, 15 de julio de 2011.
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“Del pop a la moda”, Claudia, Año XII, Nº 134, Buenos Aires, julio de 1968, pág. 38. La misma revista se detenía en las figuras de Dalila Puzzovio y Charlie Squirru y en cómo trasladaban a su casa y a sus prendas las tendencias vigentes del pop, esgrimiendo que no sólo se puede hablar de un concepto estético sino de una manera de vivir. En “Los popes del pop”, Ibíd., pág. 112-115.
necesidad de escapar del espacio asfixiante de las instituciones.”12 Con el afán compartido de estrechar lazos con un público más amplio, Juan Stoppani y Alfredo Rodríguez Arias, entre otros, frecuentaron experiencias similares antes de partir al extranjero buscando ejercer libertades personales que la dictadura de Onganía censuraba.13 Fue en el ámbito que rodeaba al mítico Instituto, zona conocida como “la manzana loca”, donde se configuró un microclima en el que la imagen personal se convirtió en una forma alternativa de expresión.14 La diseñadora Mary Tapia recordaba su incursión en ese espacio cuando percibió la variedad y libertad con que se arreglaban las personas que asistían a los vernissages del Di Tella y que discurrían por las cuadras circundantes. Ese contacto devino en sus primeras creaciones que luego, con el auspicio de Romero Brest y en el marco de actividades del Instituto, se proyectaron en desfiles sumamente resonantes.15 Es posible afirmar que el punto neurálgico ligado al comercio de las últimas tendencias en vestimenta, accesorios, discos, pósters y joyas artesanales se ubicó en esa famosa Galería del Este. Durante el apogeo del Di Tella, aquel lugar fue el foco de visiones desprejuiciadas sobre el diseño y esa impronta perduró un tiempo después del cierre del Instituto. La periodista Felisa Pinto, que tenía a su cargo la sección Estravagario del semanario Primera Plana, tenía un local allí. Abierta en 1967, la boutique Etcétera estaba decorada por Rodríguez Arias y Stoppani y comercializaba las creaciones de artistas del Di Tella –los suéteres de Dalila Puzzovio, los cinturones de Pablo&Delia, los huevos de Margarita Paksa– y las piezas de diseñadores como Juan Gatti o Mary Tapia.16
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ALONSO, Rodrigo, “Un arte de contradicciones” en HERKENHOFF, Paulo, Arte de contradicciones. Pop, realismos y política. Brasil-Argentina 1960, Buenos Aires, Fundación Proa, 2012, pág. 35. Diálogos que este autor también estableció en la muestra Imán: Nueva York. Arte Argentino de los Años 60, Buenos Aires, Fundación Proa, 2010.
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Javier Arroyuelo, reconocido autor y columnista ligado al mundo de la imagen y de la moda, era un joven protagonista de la cultura porteña cuando emigró a París en 1969, ciudad que también acogió a Stoppani y Rodríguez Arias. Sus recuerdos de la época resultan sumamente gráficos: “las comisarías se habían vuelto, muy a nuestro pesar, nuestras peluquerías… Los pocos melenudos en circulación definitivamente no gustaban. Con intolerable obstinación los jóvenes cultivábamos signos exteriores de diversidad (creíamos en el rock, en el ars gratia artis, en la vida de bohème), todos sujetos percibidos con alarma y acidez por la sociedad argentina de entonces, violentamente convencional.” ARROYUELO, Javier, “Apuntes sobre el estilo de Buenos Aires porteño”, texto mecanografiado para Vogue Italia, abril de 1996, pág. 4. Archivo Julio Pérez Sanz.
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KING, John, El Di Tella y el desarrollo cultural argentino en la década del sesenta, Buenos Aires, Asunto Impreso, 2007, pág. 168-172.
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Entrevista personal Mary Tapia, 12 de febrero de 2010. Un abordaje de su recorrido se encuentra en CARRASCAL, María Laura, “Mary Tapia: una moda argentina en el clima internacional de la avanzada folk”, Rosario, Separata «Versiones de lo nacional y regional», Año IX, Nº 14, CIAAL/ UNR, octubre de 2009, pag. 43-59.
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LESCANO, Victoria, “Felisa Pinto: Crónicas de lo efímero”, Página/12, Las12, Buenos Aires, 20 de agosto de 2004.
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Rosario / Buenos Aires A pesar de que el Instituto ya no funcionaba, la Galería del Este continuó siendo paso obligado del diseño de vanguardia. Allí junto a otros estudiantes de arquitectura arribaron Víctor Delgrosso y Mario Buraglio en 1971, ofreciendo collares, sandalias y zuecos de gamuza de vibrantes tonalidades que se vendieron en El ángel rosa.17 Delgrosso recuerda que en Rosario, al principio esas cosas “no tenían mucha cabida porque estaban fuera del establishment” y sólo eran consideradas por un público acotado que coincidía en sus gustos con los habitué de la galería porteña. Un espacio que según Buraglio “generaba un microclima porque era el epicentro de lo nuevo. Ahí pasaba lo más excitante de Buenos Aires”.18 Fueron los dueños de la boutique quienes les sugirieron que comenzaran a realizar ropa y así fue como sus diseños de prendas y accesorios llegaron a comercializarse en La Solderie –considerada “una institución” en aquellos años– y en el local de Mary Tapia en la Galería Promenade.19 Los diseños de calzados que realizaron a comienzos de los años ‘70 manifestaban las conexiones con el pop y es posible que las plataformas de Dalila Puzzovio fueran un referente significativo porque, con su aparición, marcaron “una fecha capital en la relación porteña arte-moda.”20 Las prendas, en cambio, respondían a una mirada conscientemente retrospectiva que se inició con el movimiento hippie y que se tradujo en la recuperación estilística del Art Nouveau y el Art Decó.21 Referencias que interactuaban con la revalorización de culturas no occidentales, visibles en la incorporación de prendas y accesorios como 17
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Entrevista personal Mario Buraglio/Víctor Delgrosso, op. cit.
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En ese espacio también se encontraba Fuera de Caja, el emprendimiento de un “arte para consumir” creado por Jorge Romero Brest, Marta Bontempi y Edgardo Giménez. Como resolución a la coyuntura crítica que atravesaba la plástica en ese período, Romero Brest consideraba que el hedonismo producido por los objetos que rodean a los consumidores generaban felicidad y que “esta es la manera como un artista hace la Revolución”. En ROMERO BREST, Jorge, “La crisis del arte en Latinoamérica y el mundo” en BAYÓN, Damián, América Latina en sus artes, México, Siglo XXI, 1978 [1974], pág. 101.
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RESTANY, Pierre, “La calidad de vida en la punta de una doble plataforma” en AA.VV., Puzzovio, Buenos Aires, Fondo Nacional de las Artes, 2002, pág. 27. Es importante señalar que este diseño, presentado en 1967 por la artista, no era estrictamente novedoso pero fue conmocionante, entre otras cosas, porque se adelantó a una de las tendencias dominantes de la década siguiente. Este calzado, originario de Turquía y de moda en el cinquecento veneciano, fue recuperado a fines de 1930 por Salvatore Ferragamo y en los años ’70 se puso nuevamente de moda. Un recorrido por su historia se encuentra en KODA, Harold, Extreme Beauty: The Body Transformed, New York, The Metropolitan Museum of Art, 2003 [2001].
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Comenzaron siendo un grupo de compañeros que comercializaban sus diseños con el nombre Dopo. En 1983, luego de un inspirador viaje a la India, la dupla creativa Buraglio/Delgrosso fundó Varanasi.
“La ropa que crean los responsables de Dopo rescata nuevamente la imagen de la mujer […] con algo de nostálgico parentesco con la moda de los años 30.” En “Modas&Etc.”, Etcétera, Rosario, 4 de abril de 1975, pág. 56.
el caftán de la India, las blusas rumanas o el poncho sudamericano. De hecho, Buraglio y Delgrosso recorrían la ciudad y poblaciones aledañas buscando casas de telas o mercerías que vendieran materiales antiguos para trabajar en sus diseños. “«Ahí vienen los hippies de Rosario», decían en La Solderie las señoras de Barrio Norte”, asombradas por los creativos estampados de los diseñadores que, si bien se preocupaban por configurar una imagen alternativa a las modas dominantes, no se identificaban con ese movimiento.22 Sorprendidos por el éxito de sus creaciones, que se vendían inmediatamente, comenzaron a trabajar más organizadamente dentro del circuito comercial. Sin embargo, a pesar de producir en una escala mayor para vender a boutiques de diversas localidades, nunca abandonaron la veta creativa que los caracterizó desde sus inicios. La singularidad de sus diseños también se trasladó a la decoración de su primer local, abierto en 1984, y a las famosas vidrieras que allí realizaron. En el pequeño espacio de exhibición, junto a las prendas, podían interactuar gigantes cepillos de dientes –a lo Claes Oldenburg– o jarrones minimalistas que producían imágenes impactantes y adelantadas a su época.23 Un artículo de prensa recalaba en la prestigiosa zona que abarcaba la histórica calle Córdoba, “con vidrieras tan restallantes que hacen sombra a muchas de primer nivel de Buenos Aires”24, probablemente refiriéndose, entre otras, a las propuestas de Varanasi.
Buenos Aires / Rosario Los inicios de Julio Pérez Sanz también pueden vincularse al agitado clima de los años ’60. Su temprana formación artística fue consecuencia de la atenta mirada de sus padres que advirtieron cómo, siendo muy pequeño, le fascinaba construir objetos con elementos del entorno. Eso hizo que en 1962, a los doce años ingresara a la Escuela de Bellas Artes “Manuel Belgrano” que funcionaba en “un precioso petit hotel rodeado de vegetación, con un patio desde donde se podían ver las palmeras pindo del Palacio Pereda.” Este vívido recuerdo que registra los elementos arquitectónicos y la naturaleza circundante, se enlaza con los viajes que de pequeño emprendía con su familia para visitar a una abuela que vivía en Misiones. En esa provincia encontró un mundo exuberante de plantas centenarias y ejercitó, desde entonces, un aprecio por las flores, los animales y los insectos que terminaron convirtiéndose
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Entrevista personal Mario Buraglio/Víctor Delgrosso, op. cit. Es importante señalar que la palabra hippie se utilizaba de múltiples maneras en el ámbito local. Cfr. KING, John, op. cit., pág. 170.
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Comunicación personal Guillermo Fantoni, 22 de julio de 2008.
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“Calle Córdoba, desde Paraguay a Oroño. Antes y ahora”, La Capital, Rosario, 19 de diciembre de 1987, pág. 9.
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en un nutrido reservorio de su trabajo. Este repertorio temático resultó un campo de interés a partir del amoroso señalamiento de quienes lo rodeaban: adultos que le hacían prestar atención sobre las singularidades cromáticas producidas por brillos, iridiscencias y texturas de pétalos, plumas, cortezas y piedras.25 Luego de completar la educación secundaria, y en posesión de un riguroso conocimiento adquirido de profesores de la talla de Aída Carballo, Pérez Sanz cursó algunas materias en la Escuela de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón”. Al mismo tiempo trabajó en Domus, conocido local de decoración de esos años, mientras absorbía todo lo que sucedía en las convulsionadas arterias que rodeaban al Di Tella, lugar obligado “porque muchos de los profesores hablaban de él, algunos bien y otros mal.” Eran grupos encontrados porque estaban “los que se horrorizaban de lo que ahí pasaba y los más progresistas, que nos hacían delirar con las cosas que nos mostraban.” Por supuesto que la Galería del Este fue un lugar visitado por el joven estudiante en reiteradas ocasiones. El clima festivo que allí se vivía propiciaba una experiencia de los sentidos: “siempre había mucho movimiento y resultaba embriagador el aroma de la gente con los perfumes de la época.” De esta manera, Pérez Sanz invocaba el visible afán de experimentar con la imagen personal, un hecho notorio tanto en las actitudes y comportamientos como en la extravagancia de los accesorios y vestimentas utilizados. Dentro del mismo espacio, Bijouterie X y Los picacobres eran dos locales dedicados a la venta de joyería contemporánea que fascinaban al incipiente creador por sus piezas “distintas a las ofrecidas en las joyerías convencionales”.26 En 1970, luego de trabajar en su primer taller con objetos que mostraban un preciso manejo de los metales, Pérez Sanz partió a España con el objetivo de perfeccionarse. En Madrid cursó estudios en el Real Colegio de San Fernando y diseñó accesorios para la prestigiosa y reconocida firma Loewe. Fueron dos colecciones compuestas de collares/ gargantillas con guías de metal espiralado donde se engarzaban piedras y otros elementos como botones encontrados en El Rastro: “un lugar increíble porque había piezas muy buenas y de diferentes épocas: azabaches negros, tornasolados, blancos que eran fantásticos y que nunca más volví a ver.”27 Luego de dos años retornó a Buenos Aires y siguió produciendo para diversas casas de decoración hasta que, en 1973, se trasladó a Rosario. Contratado como encargado del departamento de diseño de Borgia, importante casa de decoración de la época, se instaló en la ciudad y comenzó a trabajar en el taller
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de diseño y en el montaje de las vidrieras. Tiempo después, se mudó a Brasil con su mujer –Adelaida Campra– y su pequeño hijo Luciano hasta que retornó definitivamente al país a comienzos de los años ’80. De vuelta en Rosario, comenzó a desplegar en su producción una estética inconfundible, característica de su trabajo, que resultó el punto de partida de su consagración. A partir de ese momento, el local de calle Salta 1861 –el primero que abrió–, se convirtió en testigo del discurrir de hombres y mujeres fascinados por sus joyas, esculturas y objetos.28
Artistas y diseñadores Mariano Fortuny, Sonia Delaunay, Elsa Schiaparelli e Yves Saint Laurent, en el ámbito internacional y Fridl Loos, Cancela/Mesejeán, Mary Tapia y Puzzovio/Squirru en el país, son algunos de los ejemplos históricos que abordaron el campo de la creación de indumentaria y accesorios desde una visión interdisciplinaria. Los cruces establecidos articularon combinaciones de materiales novedosos y subversión de las formas, arriesgadas combinaciones de color y tejidos autóctonos o la inclusión de la serigrafía, el collage textil y la pintura para la creación de novedosas texturas y estampados. Frente a otras figuras que desarrollaron sus producciones exclusivamente en la plástica o en la moda, se reconoció en estos creadores la singularidad con que abordaron diferentes objetos de diseño. El oscilar sin prejuicios entre ambos campos de la creación, les permitió cuestionar la idea de que la pertenencia exclusiva al ámbito de la plástica no define, necesariamente, una experiencia estética.29 Al respecto, y teniendo en cuenta los elementos intrínsecos de la moda como una industria cultural,30 debe decirse que la impronta compartida por Varanasi y Pérez Sanz se ha caracterizado por un abordaje plástico y espacial donde el cuerpo se considera un soporte estético más allá de estaciones y temporadas. La singular manera en que combinan materiales, formas y colores demuestra el conocimiento adquirido en carreras como Arquitectura y Bellas Artes y se trasluce en el devenir de sus trayectorias. Por ello, fueron tempranamente convocados por galerías y museos para exhibir sus creaciones en el marco de muestras y desfiles impactantes, ya sea de forma individual o conjuntamente. Sin
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En este lugar se encuentra actualmente Varanasi. Recorrer el local permite advertir el diálogo que se instauró siempre entre ambas firmas, por ejemplo, resulta muy sugestiva la interacción establecida entre la taracea geométrica de los pisos, realizada por Pérez Sanz a partir de la yuxtaposición de diferentes mármoles, y los planos constructivos de la molderías esbozadas por Buraglio/Delgrosso para sus prendas.
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Entrevista personal Julio Pérez Sanz, op. cit.
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MICHAUD, Yves, op. cit.
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Ibíd.
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Ibíd. Relato que coincide con la búsqueda de materiales antiguos realizada por Buraglio/Delgrosso para sus prendas, en sintonía con las miradas hacia el pasado con el fin de inspirarse estéticamente.
“Para comprender la moda es necesario trascender el argumento de la estética pura, puesto que lo que se define y reconoce como «moda» es el producto de una cadena de actividades, económicas y culturales, así como estéticas.” ENTWISTLE, Joanne, El cuerpo y la moda, Barcelona, Paidós, 2002, pág. 265.
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embargo, el hecho de sostener producciones de un rigor conceptual y material como las elaboradas por estas dos firmas, es una tarea ardua al interior de un mercado que se tensiona a partir de estrategias de marketing que priorizan cuestiones comerciales por sobre el diseño. Más aún, si el objetivo de estos creadores fue siempre la concepción de piezas vestimentarias como dispositivos de comunicación dentro de la cultura, una estrategia vigente que los sigue posicionando en un lugar diferenciado y de amplio prestigio.
Síntesis y geometría Las piezas que componen este núcleo se hallan signadas por una visión arquitectónica dominada por la síntesis y la geometría. La formación de los creadores en relación a esa disciplina los ha llevado a trabajar en el campo de la indumentaria y de los accesorios integrando el cuerpo y el contexto en que éste se inscribe. Combinaciones de texturas, pliegues, recortes estratégicos, zonas de color pleno y transparencias denotan una preocupación incesante por la forma, que gana protagonismo frente a una paleta austera, dominada por tonos desaturados, donde el negro esgrime su vigente poderío.31 Sinónimo de una rigurosa elegancia, este color ingresó ampliamente al guardarropa femenino a comienzos del siglo XX de la mano de Chanel, diseñadora que se había inspirado en el uniforme de las monjas del convento de Aubazine, lugar donde se educó y pasó su infancia.32 Esta connotación del color negro proviene de la Reforma cuando “declaró la guerra a los tonos vivos y profesaba una ética de la austeridad y lo oscuro”, momento en que se puso de moda no sólo entre los eclesiásticos sino también entre la nobleza.33 Las prendas y objetos de color negro conllevan una aproximación menos sensorial ya que su análisis se circunscribe a la combinación de formas y texturas, propiciando una mirada que implica un minucioso juicio sobre la calidad de materiales y confección. Un interés que perdura en el tiempo y que
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Este año, la edición francesa de la revista Vogue dedicó por completo el número de septiembre a este color bajo el título: Mode. Le fureur du noir (Moda. El furor del negro). Lo que se publica en este mes es considerado un referente a tener en cuenta porque presenta las tendencias otoño/invierno, disparadoras del sector. En el hemisferio norte se anuncia el frío y las prendas y accesorios tienen un costo mayor en esta época del año, por ello, movilizan la economía de las marcas y de todo lo relacionado a ellas. De hecho, las revistas de moda suelen tener en septiembre records de venta. El documental The September Issue (2007) registra este fenómeno en la edición norteamericana de la revista citada.
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LEYMARIE, Jean, Chanel, Barcelona, Destino, 1988, pág. 41. Cristóbal Balenciaga fue otro diseñador que, inspirándose en la fuerte presencia de este color en la España católica, lo utilizó en reiteradas ocasiones. Cfr. ARZALLUZ, Miren, Cristóbal Balenciaga. La forja del Maestro (1895-1936), Donostia-San Sebastián, Nerea, 2010.
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PASTOUREAU, Michel y SIMONNET, Dominique, Breve historia de los colores, Barcelona, Akal, 2006, pág. 101.
llevó a diseñadores con estilos diversos a explorar las posibilidades de este color: Coco Chanel, Cristóbal Balenciaga, Yves Saint Laurent, Yohji Yamamoto y Ann Demeulemeester son algunos ejemplos que pueden citarse. Dentro de este grupo de prendas de Varanasi, enlazadas por sus depuradas formas, predominan las piezas de color negro y, entre ellas, se destacan dos diseños por su gran dramatismo. En primer lugar Truffaut: el vestido de novia que cerró el desfile de la colección otoño/ invierno 2011, denominada “Amori Sfigati”.34 Esta prenda, realizada en microtul negro y pequeñas lentejuelas de tono azul intenso, cita algunas formas y costumbres finiseculares. Un período donde el polisón tuvo gran vigencia,35 y en el que se impuso el color negro para las bodas. Esta moda surgió de la influencia ejercida por la Reina Victoria cuando, al quedar viuda, lo adoptó por varios años. El nombre elegido por Buraglio/Delgrosso es importante porque brinda otra pista sobre los elementos que vinculan a la hora de diseñar: La mariée était en noir (La novia vestía de negro), es el film de François Truffaut estrenado en 1968 que tiene como protagonista a una mujer que busca vengarse luego del asesinato de su marido en el día de su casamiento. Por otro lado, Saltamontes es un collar de Pérez Sanz que plantea una síntesis entre oriente y occidente en la medida que produce un diálogo entre la gorguera isabelina y el plegado origami. Realizado con cuero y plata, materiales singulares para esas referencias históricas, esta pieza integra una serie en la que el artista experimentó con las posibilidades del papel, el metal y el cuero junto a diversas combinaciones que incluían, alternativamente, el plateado, el blanco, el negro, los colores mates y metalizados.36 La fuerte presencia de este accesorio remite a la elegancia de los trajes de gala –“herencia directa del negro principesco del Renacimiento”–37, y a las experimentaciones morfológicas de Issey
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“Algo así como amores desgraciados en italiano […] el nombre del desfile está inspirado en una serie de 50 cartas creadas e ilustradas por la artista plástica italiana Chiara Rapaccini, que cuentan de manera seria, pero con ironía y cierta ternura los problemas que afligen a los enamorados. Rapaccini, nacida en Florencia, vive y trabaja en Roma, donde escribe e ilustra libros, colabora con los diarios Corriere della Sera, La Repubblica, L’Unità e Il Manifesto y viste desde hace tiempo las prendas que diseñan los rosarinos.” ZACHARÍAS, María Paula, “Un regreso prestigioso”, La Nación, Buenos Aires 13 de febrero de 2011, s/p.
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Pieza formada por almohadillas o estructuras de acero que se utilizó para ahuecar la falda en su parte trasera. Hacia 1880, esa zona se tornó menos voluminosa aunque más profusa en su ornamentación de superficie, conformando una cascada de puntillas y telas que generaba más movimiento. Formaba parte de un vestido que “no tenía costura horizontal en la cintura, sino que utilizaba pinzas verticales para ajustarse a ésta, realzando el busto y las caderas.” FUKAI, Akiko (ed.), Moda. Una historia desde el siglo XVIII al siglo XX. La colección del Instituto de la Indumentaria de Kioto, Köln, Taschen, 2003, pág. 246.
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Algunas de esas combinaciones fueron exhibidas en la muestra Joyería Contemporánea, realizada en el Museo Municipal de Arte Decorativo “Firma y Odilo Estévez” en abril de 2008.
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PASTOUREAU, Michel y SIMONNET, Dominique, op. cit., pág. 101.
13
Miyake. Las creaciones de este diseñador japonés han sido valoradas tempranamente como referencias ineludibles de la convergencia entre arte y diseño, motivo por el que ha sido protagonista de varias exposiciones.38 Una postura similar a la acontecida con Varanasi y Pérez Sanz, convocados asiduamente por museos, galerías y otros espacios de exhibición desde que iniciaron sus producciones.39 Blanc et Noir fue una de las tantas ocasiones en la que participaron juntos. Este evento, organizado en 1991 por el Teatro Colón, se trató de una presentación conjunta con otros diseñadores en la que cada uno debía interpretar un personaje femenino de una ópera. Medea, de Luigi Cherubini, fue la figura asignada y la dupla creativa eligió el negro absoluto para intensificar su dramatismo en un diseño desarrollado en tres piezas: vestido y capa de Varanasi y corsage de Pérez Sanz. Es importante señalar que, para reforzar la estructura narrativa, el vestuario operístico es “más estilizado y sobredimensionado”40, por ello, los creadores recurrieron a materiales alternativos y a una impactante ornamentación para acentuar la tragedia que protagoniza este personaje en el devenir de la antigüedad clásica. Sin embargo, a pesar de las inevitables referencias del mundo griego, el conjunto propone interesantes diálogos con Mariano Fortuny y Madrazo, particularmente, en la recuperación de prendas de ese período como el chitón y el himatión que derivaron en dos de sus célebres creaciones: Delphos y Knossos. Este último, un paño cuadrangular de grandes dimensiones estampado por Fortuny con palmetas, flores de papiro y grecas,41 guarda una estrecha relación con el gran manto de la Medea de Varanasi y Pérez Sanz. Esta tela cubre el corsage y el vestido de gasa de seda natural plisada, que se asemeja al magistral Delphos de Fortuny por sus terminaciones bordadas con cuentas para darle más peso y mejor caída sobre el cuerpo.42 38
Un estudio sobre sus diseños, instalaciones, performances y exposiciones se encuentra en HOLBORN, Mark, Issey Miyake, Köln, Taschen, 1995.
39
Por citar algunos ejemplos: Pérez Sanz (Museo Municipal de Arte Decorativo “Firma y Odilo Estévez”: 1981-1991-2008, Galería Miró Artes Plásticas: 1982-1983-1984, Centro Cultural Parque de España: 1995, Instituto de Cooperación Iberoamericana/ICI: 1996, Museo de Arte Español “Enrique Larreta”: 1996, Museo Municipal de Bellas Artes “Juan B. Castagnino”: 2000, Centro Cultural Recoleta: 2000). Varanasi (Museo de Arte Moderno de Buenos Aires/MAMBA: 1991, Museo Municipal de Bellas Artes “Juan B. Castagnino”: 1992, 2004, Fundación Proa: 2003, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario/MACRO: 2010).
40
BERTOTTO, María Julia, “Diseño y cine” en CROCI, Paula y VITALE, Alejandra (comp.), Los cuerpos dóciles. Hacia un tratado de la moda, Buenos Aires, La marca, 2000, pág. 89.
41
Motivos que el artista había visto en 1906, durante una visita al palacio de Knossos en Creta. MARTÍNEZ DE LA PERA CELADA, Eloy, “Inspiraciones” en AA.VV., catálogo exposición Inspiraciones. Mariano Fortuny y Madrazo, Madrid, Museo del Traje/Ministerio de Cultura, 2010, pág. 29, 30 y 34.
42
14
Para un análisis focalizado en la permanencia histórica de la cultura clásica en la moda, llegando al presente, cfr. KODA, Harold. Goddess: The Classical Mode, New York, Metropolitan Museum of Art, 2003.
Naturaleza y ornamentación La pasión por el mundo natural se plasma en este grupo de prendas, accesorios y esculturas que citan el decorativismo de pétalos y flores y el delicado mundo de pájaros y pequeños seres que forman singulares microcosmos. Un personal universo donde las líneas ondulantes pueden convertirse en sinuosas guías vegetales o arcaicas caligrafías. De esta manera, el placer suscitado por la flora y la fauna es materializado con una explosión de tonalidades vibrantes que conviven armoniosamente con la iridiscencia del plateado, el dorado y el bronce y con el brillo característico de telas, piedras y metales. Buraglio/Delgrosso y Pérez Sanz tienen una relación muy particular con la naturaleza circundante. Esta fascinación se hace visible en un conjunto de piezas caracterizadas por la organicidad de las formas y por las texturas y materiales utilizados. La indumentaria y los accesorios de estos creadores remiten al acervo de tradiciones pasadas que, como una forma de resistencia ante el embate de una industrialización cada vez más acelerada, depositaban su confianza en la materialización de objetos bellos. Estos movimientos decorativos de fines del siglo XIX y principios del XX, comparten el universo de intereses de Varanasi y Pérez Sanz, sintonía que puede rastrearse en la sinuosidad de las formas y en las combinaciones cromáticas de vestidos, esculturas, broches y carteras. A partir de múltiples técnicas, las prendas y accesorios exhiben una profusa ornamentación de superficie. Vestidos como Jirafa y Camelia aluden al mundo natural y preanuncian, con sus cintas y plegados de seda, la colección de Varanasi “Naturaleza y Civilización”, presentada posteriormente e inspirada en la floresta tropical de la provincia de Misiones y en la novela de Alejo Carpentier Los pasos perdidos.43 Por otro lado, se puede decir que Pérez Sanz ha estado constantemente atento a su entorno buscando inspiración para la realización de sus joyas y piezas escultóricas. Alusiones a la flora y fauna típica del país y el uso de minerales de la región resultan una constante en sus creaciones, que si bien parten de bocetos muchas veces el material termina siendo un factor determinante en el proceso creativo.44 A partir de diversos materiales, Varanasi y Pérez Sanz logran transmitir una sensación de gran levedad a partir del diálogo entre los vestidos 43
Ilustrativa del concepto de “lo real maravilloso”, la historia relata el viaje del protagonista hacia el interior de la selva amazónica en busca de un primitivo instrumento musical, recorrido en el que la geografía desdibuja el tiempo lineal produciendo un viaje a épocas primigenias. Cfr. CARPENTIER, Alejo, Los pasos perdidos, Madrid, Alianza, 1999.
44
“Puedo partir de bocetos, que hago sin orden previo y que acumulo como ideas en una caja para luego desarrollarlos, o realizo dibujos prefigurativos más detallados; no quita que el material mismo –un jaspe de la Isla Gorriti o un mármol de las sierras cuyanas– pueda darme el pie de un determinado tratamiento formal.” En CHANDLER, Miriam, “Por el arte al objeto”, Summa, Buenos Aires, s/f.
15
de tul, surcados por cintas de intensos colores y Tregua, la escultura de la serie Panópticos realizada con una trama ondulante de alambres de alpaca, rematada con placas de nácar. Una deriva de esa primera serie de atuendos constituyó la presentación con la que Buraglio/ Delgrosso ganaron el concurso Givenchy Hot Couture en marzo de 2001. Peonías, Caligrafía, Laberinto, Puzzle son algunos de los nombres de esas prendas intervenidas con texturas de tela donde, según sus autores, “cada vestido fue concebido como pieza única” y “se llevan como dibujos flotando sobre la piel.”45 En las reseñas de la época, se destacó especialmente un vestido que incluía una mixtura de caligrafías con frases de Goethe, haikus y otras formas de la escritura fusionados como la trama decorativa de un estampado.46 Un original recurso que retomaron en la colección “Huellas” donde los textos se circunscribieron al latín y a su apogeo en la Roma Imperial. En sintonía con esta fascinación por el mundo antiguo, Pérez Sanz realizó unas peinetas que reproducían las mismas frases en filigrana de bronce. La naturaleza tuvo un lugar preponderante en una de sus últimas colaboraciones y África fue el reservorio del cual bebieron para inspirarse.47 La colección primavera/verano 2011-2012 combinó prendas realizadas con técnicas de patchwork y cortes láser, en telas convencionales y engomadas, con accesorios de Pérez Sanz. Estos conjuntos de colores saturados y de apariencia simple, pero de compleja moldería por sus precisos cortes al bies, dialogaban con las piezas ornamentales inspiradas en antiguas sociedades africanas. La idea de materializar joyas contemporáneas pero “recuperando el sentido ancestral del adorno”48 llevó a Pérez Sanz a recrear en versión occidental los aros usados por la población Fulani. También reparó en los cuellos de hombres y mujeres dinka, turkana o samburu para materializar colgantes y cinturones con capullos de metal tejido y gargantillas en pasamanería de colores y caireles de resina. Estas piezas y el microcosmos creado desde sus inicios: “un mundo de rarezas tropicales y de animales fabulosos”,49 revelan su gran pasión por el universo natural. De ello dan cuenta los miles de seres nacidos en el tiempo a través de su frondosa imaginación.
45
46
LANUS, Catalina, “La vida color de rosa”, La Nación, Buenos Aires, 15 de marzo de 2001, s/p.
47
Estampados, colores y grafismos surgieron del libro Ethiopia: Peoples of the Omo Valley, del fotógrafo Hans Silvester. “Inspiración BAF”, La Nación, Buenos Aires, 7 de agosto de 2011, s/p.
48
SAULQUIN, Susana, Historia de la moda argentina. Del miriñaque al diseño de autor, Buenos Aires, Emecé, 2006, pág. 274.
49
16
LESCANO, Victoria, Followers of Fashion. Falso Diccionario de la Moda, Buenos Aires, Interzona, 2004, pág. 40.
FANTONI, Guillermo, “Los Temas. Los Objetos”, en catálogo exposición Pérez Sanz-1991, Rosario, Museo de Arte Decorativo “Firma y Odilo Estévez”, 1991, pág. 11.
Formas animadas Mujeres con capuchas de las que surgen aletas aerodinámicas conviven con asaltantes y asaltadas, discurriendo en el mismo espacio con personajes de rostros escondidos entre piedras y metales que citan la iconografía de culturas pretéritas. Un conjunto que muestra un abordaje creativo donde las referencias provienen de un vasto conocimiento que abarca manifestaciones del presente y el pasado, del ámbito tradicional y popular, en una combinación que confronta las miradas jerárquicas sobre los procesos culturales. Este mundo de personajes animados devela la impronta lúdica con que Buraglio/Delgrosso y Pérez Sanz se aproximan al diseño. De Varanasi se destacan Kika y Tánaca/Full, conjuntos amarillos de silueta simple con recortes geométricos en bolsillos y texturas volumétricas en el canesú. Sus formas y color estridente, cercanos a la estética dominante de los años ’60, responden al punto de partida que llevó a crearlos: Astroboy. Este animé, muy famoso en esa década, llevaba el pelo con un corte geométrico del que sobresalían dos mechones triangulares, convertidos por Varanasi en las aletas de las capuchas que completan las dos figuras. Estos conjuntos integran “Passage”, la colección otoñoinvierno 2012 inspirada en el libro de Irving Penn titulado con el mismo nombre.50 Estos, y otros diseños, se presentaron en un desfile que aludía en su puesta en escena al discurrir de personas en un aeropuerto. Los diseñadores jugaron con el término “pasaje” en múltiples sentidos, sobre todo, si se tiene en cuenta que se podían advertir siluetas de los años ’50 alternándose con líneas trapecio, propias de la década siguiente, pero en versiones actualizadas y con el sello que los caracteriza. En relación a esto, la socióloga Susana Saulquin sostiene que “la sinergia entre la formación proyectual y la sensibilidad artística convirtió a Varanasi en la transición perfecta entre la moda del presente y el concepto de vestimenta del futuro.”51 Argumento que los creadores sustentan al plantear que ellos son el resultado de la evolución de su propio trabajo e historia y que es fundamental “estar actualizado” porque eso “te da las herramientas para responder a las necesidades del momento.”52 Es así que estas super-heroínas del presente juegan a vigilar a los personajes de la serie para Bandidos realizada por Pérez Sanz a partir de los años ’90. El creador, preocupado por las condiciones sociales de esa década señalaba que, si bien aludía “a un hecho de despojamiento y desprotección […] que nos representa en el momento actual”, se podía trabajar y decir mucho sin perder el humor que sirve para “superar las
50
AA.VV., Irving Penn. Passage, Nueva York, Alfred A. Knopf, 1991.
51
SAULQUIN, Susana, op. cit., pág. 203.
52
CONDE, Cecilia, “Arquitectos de la moda”, Harper’s Bazaar, Buenos Aires, mayo de 2011, pág. 68.
17
situaciones.”53 La contrapartida de esta escena es Asalto de Pepa, la escultura que representa el momento en que una mujer es atacada y queda congelada con un gesto de pavor y los brazos en alto. Pepa, los bandidos y otras figuras siguen vigentes en carteras, hebillas, broches y llaveros porque son personajes ligados a “la frescura, a la inocencia y a la cotidianeidad”, definiendo una postura que consiste en “no tomar demasiado en serio, inclusive en burlarnos o al menos sonreírnos, de esa parte de nuestro «ser humanos» en donde radica toda vulgaridad, toda codicia.”54 Varanasi/Pérez Sanz. Entre la síntesis y la ornamentación es una muestra que salda una deuda en la medida que se exhiben juntas por primera vez y dialogando entre sí, cientos de piezas de estos creadores en la ciudad que fue testigo de su éxito. Prendas y accesorios, junto a figurines, fotografías y esculturas, plasman la equilibrada relación entre el rigor de la geometría y la arborescencia de la naturaleza; una combinación que ambas firmas mantuvieron en el tiempo como inspiración de sus creaciones. En definitiva, porque Mario Buraglio, Víctor Delgrosso y Julio Pérez Sanz siempre consideraron sus creaciones como herramientas para comunicar un mensaje y han sentido la necesidad de transmitir ideas, aportando con voz propia a la construcción de una experiencia estética única que se diluye en las vaporosas formas de la belleza.
18
53
FANTONI, Guillermo, “Temas de una exposición”, en AA.VV., catálogo exposición Pérez Sanz. Esculturas 1991-1995. Serie para bandidos, Rosario, Centro Cultural Parque de España, 1995, pág. 13.
54
PADELETTI, Hugo, “Sobre todas las cosas y, en especial, sobre las cosas de Julio”, en Ibíd., pág. 29.
SÍNTESIS Y GEOMETRÍA
19
1
1.
Truffaut, otoño/invierno 2011
20
2.
2
Gorguera, 2011 Atenea, 2011
21
Saltamontes, 2005
22
Medea, 1991
23
Tron, 2005 (Inédito) presentado en otoño/invierno 2012
24
El Jardín de los tallos cortos, 2009
25
Elsa, 2012
26
Archigram, primavera/verano 2004
27
1
2 3
2
1
1. 1.
Colec., 2011
28
2.
Concun, 2009 Organic, 2007
2. 3.
Tomasa, 2010 Cordo, 2011 Martina, 2011
29
Darling, primavera/verano 1995-1996
30
Rebecca, primavera/verano 2010-2011
31
Teresita, otoño/invierno 1989
32
Nequi, otoño/invierno 1989
33
Griego, primavera/verano 1989-1990
34
Magnífico, 1989
35
Oleg, primavera/verano 2001-2002
36
Casatti, primavera/verano 2001-2002
37
Monticello, otoño/invierno 2011
38
Tulam, 2001
Circol, 2009
39
Tilda, otoño/invierno 2011
40
Taormina, otoño/invierno 2011
41
Floralis, 1986 Bis a bis, 1992 Flor, 1986 7. Geometric, 1984 8. Flor, 1994 9. Paisaje, 1984 10-11. Tuli, 1987 12. Geometric, 1989 13. Flor, 1996 14. Geometric, 1988 1.
2.
3-6.
2 1 3 3
4
7 5
6 8
11 10 9
12
42
13
14
43
Elle, 2004
44
Orange, 2009
45
NATURALEZA Y ORNAMENTACIÓN
República/Liza, 2006
46
47
Algas del nuevo mundo, 1992
48
Swahili, primavera/verano 2011-2012
49
Jacquie, primavera/verano 2011-2012
50
Asta el agua, 1992 Asta la luna, 1993 Asta el cuello, 1994
51
Chebbi, 2011
52
Fulanis, 2011 La alegría de Máxima, 2006
53
Séneca, otoño/invierno 2011
54
Tregua, de la serie Panópticos, 2010
55
Rome/Letter 1, primavera/verano 2001-2002
56
Cuore/Letter 2, primavera/verano 2001-2002
57
1. 2. 3. 4. 5. 6 7. 8.
Camilo, 2007 Cumpleaños de Perla, 2004 Conco, 1987 Insecto, 1987 Miror, 1985 Libélula, 1989 Pensou, 1987 Gervasio, 1985
1
4
3 6
5 2
7
58
8
59
Caligrafía, 2001
60
Peonías, 2001
61
Luces rosas, 2005 (inédito) presentado en otoño/invierno 2012
62
Luces verdes, 2005 (inédito) presentado en otoño/invierno 2012
63
1
1
2 3
2 4
5
6 1
8 7
1-2. 3. 4. 5. 6 1. 2.
64
Leopoldo, 2001 Multitunis, 2000
7. 8.
Cuo, 1988 Teodoro, 1988 Romina, 1988 Lin, 1982 Anacleto, 1988 Francisco, 1988 Lin, 1982
65
Salmón, primavera/verano 1989-1990
66
Acerca del descubrimiento, 1991 Óleo s/tela 115 x 130
Verde, primavera/verano 1989-1990
67
1
3
2
4
Crema, primavera/verano 1989-1990
68
El agua sueña, 1996 Óleo s/tela 90 x 125
1-2. 3. 4.
La fiesta, 1999 Fiesta de narices, 2005 Pájaro 21, 1991
69
1. 2. 3. 4. 5. 6 7. 8. 9.
Tent, 1985 Vola Bola, 1986 Pájaro de nueve plumas, 1987 Flegor, 1992 Nueve plumas, 1999 Mai, 1985 Mi ala, 2011 Mi alon, 2012 Loritos argentinos, 2008
1
3
6
5
2
4 9
7 8
70
71
Jirafa, primavera/verano 2000-2001
72
Camelia, primavera/verano 2000-2001
Puerto Madero, 2006 Acrílico s/tela 110 x 196
73
Tecno, primavera/verano 2000-2001
74
Pop, primavera/verano 2000-2001
75
Fucsia, primavera/verano 2000-2001
76
Azul, primavera/verano 2000-2001
77
FORMAS ANIMADAS
Amarillo, primavera/verano 2000-2001
78
Subcomandante Marcos, 2010 Óleo s/tela 45 x 35
Coco, el subcomandante y yo, 2010 Óleo s/tela 45 x 35
79
Tippi, otoño/invierno 2012
80
Asalto de Diana, 1994
81
Tánaca, otoño/invierno 2012
82
Kika/Full, otoño/invierno 2012
83
2
3
1
1. 2.
Asalto de Pepa, 1994
84
3.
Asalto de Pepa, 1995 Asalto en la colina, 1998 Asalto de Pepa, 1995
85
1
4
2
1. 2. 3. 4.
86
Guardián del campo, 1994 Guardián, 1995 Guardián, 1996 Guardián, 1995
3
Lucía, 1994
87
3 2
2 1 7 5
4
7 6
1
2
8
9
3
10
Mistery, 1985 Mistery, 1984 El tiempo vuela, 1992 4-5. Mistery, 1981 6. Mirasol, 1984 7. El señor de las ranas, 1984 8. Mira como veo, 1985 9. Mistery, 1984 10. Sol-otu, 1984 1.
2. 3.
1-2. 3.
88
Bandido, 2002 Guardián, 1998
89
1
3 2
1. 2. 3.
90
Conversaciones, 1984 Conversaciones con la luna, 1984 Conversaciones, 1984
Aquel que esté libre de culpas..., 1984
91
Pactos, 1990
92
S/T, 1976-1984
93
listado de obras
94
95
Síntesis y geometría
Darling, primavera/verano 1995-1996 Vestido de organza y taftan de seda natural, forrado en acetato
Varanasi Isabel, Jail, primavera/verano 1989 otoño/invierno 1999 reeditado en 2012 Túnica de gasa con aplicaciones de acetato y Vestido de puro lino zirconias encapsuladas; con enrejado del mismo viso de jersey material en la espalda Nancy, otoño/invierno 1989 Top y falda de organza de seda natural
Nao, primavera/verano 2000-2001 Vestido de organza cristal cortado al bies y enagua de jersey
Elle, 2004 Vestido de microtul y satén con transfer y aplicaciones cortadas a láser; (diseño especialmente creado para la revista Elle en su 10º aniversario)
Taormina, otoño/invierno 2011 Tapado de paño cortado a láser con cuello de gasa de seda natural; viso de microtul con transfer de goma: ilustración Chiara Rapaccini
Tuli, 1987 Broches de alpaca, oro, plata, cristal y piedra
Tron, 2005 (inédito) presentado en otoño/ invierno 2012 Vestido de organza de seda natural con alforzas en la falda y recortes de satén duchesse en el corsage
Terra, otoño/invierno 2011 Campera corta en paño cortado a láser; blusa de chiffon de seda natural y calzas de jersey de viscosa
Geometric, 1989 Pulsera de bronce y piedra caliza
Tilda, otoño/invierno 2011 República/Liza, 2006 Abrigo/capa de lana cotta con vivos y espalda de Remera de plumetí elastizado con aplicaciones textil compuesto (nylon, Nequi, acero y rayón); viso de de tela y troquelados de Casatti, primavera/verano PET cortados a láser; falda microtul con transfer de otoño/invierno 1989 goma: ilustración Chiara de tul con aplicaciones Vestido de organza de seda 2001-2002 Rapaccini al bies de gasa tornasol; Vestido de microtul con natural (diseño especialmente corbatas de crepe de Chine creado para la revista Elle de seda natural y enterito Truffaut, Teresita, en su 12º aniversario) de modal otoño/invierno 2011 otoño/invierno 1989 Vestido de microtul con Vestido de organza de 2009 Orange, Cassini, primavera/verano lentejuelas sublimadas seda natural 2001-2002 Vestido de organza de seda y polisón con volados de diversos materiales natural y raso de algodón Vestido de microtul con Lagarrigue, primavera/ corbatas de crepe de Chine matelaseado; (diseño verano 1989-1990 especialmente creado para de seda natural y enterito Elsa, 2012 la revista Elle en su 15º Vestido de crepe de Chine de modal aniversario) Vestido de organza de seda de seda natural tableado natural; body de paillettes Oleg, primavera/verano Rebecca, primavera/verano Mikonos, primavera/verano 2001-2002 2010-2011 1989-1990 Vestido de microtul con Pérez Sanz Vestido de crepe de Chine corbatas de crepe de Chine Vestido de microtul con aplicaciones de cintas de seda natural y enterito de seda natural tableado de diversos materiales de modal Geometric, 1984 y pollerín de tul rígido Griego, primavera/verano Broche de alpaca y piedra Pompis, primavera/verano 1989-1990 Kalimera, 2001-2002 Vestido de crepe de Chine otoño/invierno 2011 Paisaje, 1984-1993 Vestido de microtul con de seda natural tableado corbatas de crepe de Chine Abrigo de lana cotta con Pulsera de bronce y piedra aplicaciones del mismo de seda natural y enterito caliza Medea, 1991 tejido; viso de microtul de modal Varanasi: vestido de chiffon Flor (2), 1986 de seda natural plisada Monticello, Archigram, primavera/ Broches de bronce y cristal con ruedo bordado en otoño/invierno 2011 verano 2004 canutillos y perlas de azabache; capa de organza Vestido de microtul y voile Tapado de lana mohair con de seda natural con placas con transfer de poliuretano paño cortado a láser; viso Flor (2), 1986 de microtul cortados a láser Broches de piedra y alpaca de acetato cortadas a mano Pérez Sanz: corsage de Floralis, 1986 placas de acetato cortadas Broche de alpaca y piedra a mano y cordón de seda
96
Geometric, 1988 Broche de bronce y piedra caliza
Magnífico, 1989 Colgante de alpaca y piedra caliza Bis a bis, 1992 Broche de piedra caliza y alpaca Geometric, 1992 Broche de alpaca, piedra y nácar Flor, 1994 Broche de alpaca y cristal Flor, 1996 Broche de piedra, hueso, rodocrosita y alpaca Tulam, 2001 Colgante de alpaca, piedra y pasamanería Saltamontes, 2005 Collar de cuero de vaca y terminales de plata Organic, 2007 Cartera de cuero de caimán yacaré, alpaca, crisopasa y lapislázuli Circol, 2009 Hebillas de alpaca y piedra Concun, 2009 Cartera de cuero de caimán yacaré, alpaca, piedra y nácar
El jardín de los tallos cortos, 2009 Cartera de alpaca, resina, nácar, cuero y bronce Tomasa, 2010 Brazalete de bronce y cristal de ónix
Amarillo, primavera/verano 2000-2001 Vestido de tul rígido con aplicaciones de cintas de shantung de seda natural Azul, primavera/verano 2000-2001 Vestido de tul rígido con aplicaciones de cintas de shantung de seda natural
Pshiche/Letter 3, primavera/verano 2001-2002 Remera y calza de microtul con aplicaciones de grafitis romanos en cintas de seda natural
Rome/Letter 1, primavera/verano 2001-2002 Vestido y calza de microtul con aplicaciones de grafitis Camelia, primavera/verano romanos en cintas de seda 2000-2001 natural Vestido de tul rígido con Colec., 2011 aplicaciones origami de Colgante de alpaca y resina shantung de seda natural Luces rosas, 2005 (inédito) Presentado en otoño/invierno 2012 Fucsia, primavera/verano Colec., 2011 Vestido de tul con transfer 2000-2001 Collar de alpaca y resina metálico y piedras Vestido de tul con facetadas; culotte de aplicaciones de cintas de paillettes Colec., 2011 shantung de seda natural Pulseras de alpaca y resina Luces verdes, 2005 (inédito) Jirafa, primavera/verano Presentado 2000-2001 Cordo, 2011 en otoño/invierno 2012 Vestido de tul rígido con Colgante de alpaca Vestido de tul con transfer aplicaciones de cintas de y cordones de cuero shantung de seda natural metálico y piedras facetadas; culotte de paillettes Martina, 2011 Pop, primavera/verano Collar de bronce 2000-2001 Sargent, Vestido de tul con otoño/invierno 2011 aplicaciones de cintas Vestido de tafetán de nylon Naturaleza y cortado a láser y microtul con transfer de goma: ornamentación ilustración Chiara Tecno, primavera/verano Rapaccini 2000-2001 Vestido de tul rígido con Varanasi aplicaciones de cintas de Séneca, shantung de seda natural otoño/invierno 2011 Crema, primavera/verano Vestido con corsage de 1989-1990 gasa de seda natural y Caligrafía, 2001 cuerpo de tafetán cortado Vestido/babucha de Vestido de tul rígido con a láser organza y crepe de Chine caligrafías bordadas y de seda natural aplicadas en diversos materiales Jacquie, primavera/verano 2011-2012 Salmón, primavera/verano 1989-1990 Vestido de nylon y spandex Peonías, 2001 cortado a láser y forro de Vestido de organza y crepe Vestido de tul rígido con organza de seda natural; de Chine de seda natural flores de shantung de collar de acrílico calado seda natural bordadas y aplicadas Verde, primavera/verano 1989-1990 Blusa y pantalón de organza y crepe de Chine de seda natural Atenea, 2011 Brazaletes de alpaca (diseño: Mario Buraglio/ Víctor Delgrosso)
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Swahili, primavera/verano 2011-2012 Vestido con pechera de nylon cortado a láser y cuerpo de sarga de seda natural; collar de acrílico calado
Pérez Sanz Pez min, 1980 Colgantes de bronce, jade y ágata Flor de octubre, 1981 Broche de plata, hueso, madreperla y caracol Flor de río, 1982 Colgante de bronce, avalon y piedra Lin, 1982 Broches de bronce, plata, nácar, hueso y resina Gervasio, 1985 Broche de bronce, amonite y piedra Mai, 1985 Broche de bronce, piedra y plata Miror, 1985 Broche de alpaca y piedra Tent, 1985 Broche de alpaca y piedra caliza Vola Bola, 1986 Colgante de bronce, plata y piedra Conco, 1987 Aro de bronce, piedra, cristal y resina Flor, 1987 Broche de plata, oro y piedra
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Insecto, 1987 Broche de alpaca, piedra y cristal
Floren, 1992 Hebilla de carey, bronce y hueso
Pájaro de nueve plumas, 1987 Broche de alpaca, piedra y coco.
Asta la luna, 1993 Baobabs, 2011 Escultura de hierro, bronce Colgante de resina tejida y alpaca y alpaca
Tregua, de la serie Panópticos, 2010 Escultura de nácar y alpaca
Tippi, otoño/invierno 2012 Tapado de pura lana diagonal con aplicaciones de materiales diversos
Chebbi, 2011 Colgantes de alpaca, resina y pasamanería
Anacleto, 1988 Hebilla de bronce, alpaca, piedra caliza y resina
La fiesta, 1999 Carteras de cuero de caimán yacaré, alpaca y piedras
El negro de tus ojos, 2011 Colgante de resina y alpaca
Cuo, 1988 Broches de bronce, piedra caliza y nácar
Nueve plumas, 1999 Aros de alpaca, piedra y ébano
Francisco, 1988 Hebilla de bronce, alpaca, piedra caliza y resina
Multitunis, 2000 Juego de botones de alpaca y calabaza
Romina, 1988 Hebilla de bronce, alpaca, piedra caliza y resina
Leopoldo, 2001 Broches de alpaca, bronce, S/T, 2011 calabaza y nácar Cinturón de cuero, resina, turquesa y alpaca tejida
Conversaciones, 1984 Broche de cristal y alpaca
Teodoro, 1988 Hebilla de bronce, alpaca, piedra caliza y resina
Cumpleaños de Perla, 2004 Mi alón, 2012 Pulsera de alpaca, piedra y nácar Aros de alpaca, perla barroca y piedra
Conversaciones con la luna, 1984 Broche de piedra, nácar y alpaca
Libélula, 1989 Broche de bronce, piedra, ébano y hueso
Fiesta de narices, 2005 Cartera de cuero de caimán, FORMAS yacaré, alpaca y piedras
Fulanis, 2011 Aros de alpaca, bronce y cuero Gorguera, 2011 Collar de alpaca Mi ala, 2011 Aros de piedra y alpaca
ANIMADAS Pájaro 21, 1991 Cartera de cuero de vaca, alpaca y piedras
Asalto de Pepa, 1995 Escultura de nácar y piedra
Mistery, 1985 Broche de bronce, mulita, piedra, cristal y alpaca
Guardián, 1995 Broches de alpaca, bronce, piedra caliza, cerda y nácar
Pérez Sanz Asta el cuello, 1994 Escultura de madera, bronce, ónix y cuero
Pensou, 1987 Colgante de piedra caliza y alpaca
Mira como veo, 1985 Hebilla de bronce, piedra y nácar
La alegría de Máxima, 2006 Cartera de alpaca, coral, cuero de vaca y mostacillas
Algas del Antonito, 2007 nuevo mundo, 1992 Escultura de bronce, cedro, Broche de alpaca, piedra caliza y nácar jade y ónix
Varanasi
S/T, 1976-1984 Esculturas de madera y bronce
Pactos, 1990 Hebilla de bronce, palmera fosilizada y porcelana
Mistery, 1981 Colgantes de bronce, piedra y jaspe
Pactos, 1990 Hebilla de bronce, caracol y porcelana
Aquel que esté libre de culpas…, 1984 Escultura de pinotea, florita y pórfido
Pactos, 1990 Hebilla de bronce y porcelana
Conversaciones, 1984 Escultura de nogal y pórfido
El señor de las ranas, 1984 Broche de bronce, piedra y resina Mirasol, 1984 Broche de bronce, piedra y resina
Kika/Full, otoño/invierno 2012 Chaleco y falda de paño tramado de lana; capucha con aletas
Mistery, 1984 Broche de nácar, bronce, rodocrosita y piedra
Camilo, 2007 Asta el agua, 1992 Escultura de hierro, bronce Colgante de alpaca, piedra, Tánaca, nácar y granates y cartapesta de seda otoño/invierno 2012 Tapado de paño tramado de lana; capucha con aleta Loritos argentinos, 2008 Flegor, 1992 Colgante de alpaca, piedra Aros de alpaca, piedra y cristal y nácar
Mistery, 1984 Broche de bronce, mulita y piedra Sol-otu, 1984 Hebilla de bronce y piedra
Pactos, 1990 Hebilla de bronce, amonite fosilizado y porcelana El tiempo vuela, 1992 Reloj de cristal, ónix, bronce, cocodrilo y alpaca; y bocetos
Guardián, 1996 (diseño: Luciano Pérez Sanz) Broches de alpaca, piedra caliza, cerda y nácar Asalto en la colina, 1998 Escultura de alpaca, nácar y piedra Guardián, 1998 Llavero de alpaca, cuero de cabra gamuzada, piedra caliza y cerda Bandido, 2002 Cartera de cuero de vaca, alpaca y cerda Bandido, 2002 Cinturón de cuero de vaca trenzado, alpaca, cerda y mostacillas
Asalto de Diana, 1994 Escultura de hierro, bronce, cerda, madera y nácar Asalto de Pepa, 1994 Escultura de cedro policromado y mármol Guardián del campo, 1994 Escultura de piedra, bronce, cerda y alpaca Lucía, 1994 Escultura de hierro, alpaca, latón y cerda Asalto de Pepa, 1995 Cartera de cuero de vaca, alpaca, nácar y piedra
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Se terminó de imprimir en el mes de septiembre de 2012 en BORSELLINO IMPRESOS S.R.L., Ovidio Lagos 3562/78, Rosario, Santa Fe, República Argentina Tirada 300 ejemplares. 100
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