DEL ALBACETE ANTIGUO

ALBERTO MATEOS ARCANGEL DEL ALBACETE ANTIGUO (IMAGENES y RECUERDOS) INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES C.S.I.C. CONFEDERACIONESPAÑOLA DE CENTROS DE

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ALBERTO MATEOS ARCANGEL

DEL ALBACETE ANTIGUO (IMAGENES y RECUERDOS)

INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES C.S.I.C. CONFEDERACIONESPAÑOLA DE CENTROS DE ESTUDIOS LOCALES Alhacete 1983 .

Don Alberto Mateos Arcángel naCIO en Albacete el 7 de agosto de 1900. Inclinado a la vocación de su padre, el gran historiador y archivero don Rafael Mateos y Sotos, terminó la carrera de Filosofía y Letras, desempeñando la plaza de ayudante numerario en la Sección de Letras del Instituto y el cargo de Archivero Municipal del Ayuntamiento de Albacete. Pero su mayor entrega vocacional fue hacia el periodismo. En este sentido fue colaborador de la mayor parte de los periódicos de Albacete, a partir de los trecc años. Y desde El Pataco y El 13, de 1914, hasta El Diario de Albacete, de 1937, en el que fue director, su actividad como periodista profesional se desarrolló principalmente en Eco del Pueblo (1930-31), Hoy (1932) y Vida Obrera (1937), en los que fue redactor de plantilla, con trabajos literarios y con caricaturas y chistes gráficos. En esta última actividad sus trabajos llegar0t:! a tener una repercusión verdaderamente nacional, sobre todo en los años 20, donde además de las colaboraciones albaceteñas, diariamente salían sus trabajos en otros diarios y revistas de toda España La Voz Valenciana, La Correspondencia de Valencia, 'Vida Manchega (Ciudad Real), El Liberal (Madrid), y, sobre todo, en Gutiérrez y Buen Humor, éstos últimos considerados entre los mejores periódicos humorísticos nacionales. En todos ellos firmaba sus dibujos con su apellido, «Mateos», y, muchas veces, con los seudónimos «Ali-K-ido» y «Tanito». Pero, a pesar de ello, su personalidad y su fino humor eran inconfundibles y todo el mundo, sobre todo en Albacete, sabía identificar la verdadera paternidad de aquellos comentarios humorísticos de la actualidad que aparecían cada día en los mejores periódicos y revistas de Albacete y de toda España, pespués de la guerra, que para él fue un verdadero trauma personal, s u colaboración periodística se ha reducido anualmente a la revista albaceteña Feria, publicando temas de historia ciudadana y una sección entrañable: «Quijos», donde durante muchas décadas ha ido comentando humorísticamente el devenir de las cosás de su tierra. La publicación de este libro, acogido con todos los honores por el Instituto de Estudios Albacetenses, y que puede constituir una verdadera «bomba» cultural en la ciud-a d, así como la de sus artículos retrospectivQS,. que serán editados en breve por la Diputación Provincial, tan sólo remediará una grave injusticia que se ha cometido con dos Alberto Mateos, que, a sus 83 años, aún no había publicadú ningún libro a pesar de lo interesante de su labor. Un hecho que nos revela palpablemente la penuria editorial que ha sufrido Albacete en el pasado. Pero a estos dos librQ.i. debe acompañar otro, que es preciS() editar: una antología de su obra g~áfica; total: sus «monos», sus chistes, sus' caricaturas, sus «Quijos», la actividad par-a mí más importante de este gran hombre de la cultura albacetense: don Alhe-rto Mateos.

Francisco Fuster Ruiz

FOTO DE LA PORTADA

Espléndida vista del Altozano, ampliamente agasajado por el sol, dorada caricia en invierno, resistero en verano. Los materiales -escombros y piedrás- que se utilizaron para formar la antiplanicie procedían del demolido convento de San Agustín. En la plaza han sido instalados ya la verja y los bancos en este año de 1886. Son obra del maestro de forja albaceteño Pedro José Tejados Marín. Entre los edificios del -Ayuntamiento (izq.) y Audiencia (dcha.) comienza el paseo de Alfonso XII, antes calle del Progreso. Como puede apreciarse en sus ·farolas, el alumbrado público es aún por aceite. La medición de las existencias del líquido inflamable costó el cargo a algún que otro aprovechado sereno municipal. El alumbrado eléctrico se establecería dos años después, en 1888. De la fuente surtirá en la venturosa mañana del día 15 de abril de 1905 la primer agua para el abastecimiento de la población. El autor cía, uno entonces, calle del

de ·esta magnífica fotografía es Domingo Garde los dos fotógrafos que había en Albacete, que tenía su estudio en el número 14 de la Rosario.

DEL ALBACETE ANTIGUO (IMAGEN ES y

RECUE~DOS)

ALBERTO MATEO S ARCANGEL

DEL ALBACETE ANTIGUO (IMAGENES y RECUER.DOS)

INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES C.S.I.C. CONFEDERACION ESPAÑOLA DE CENTROS DE ESTUDIOS LOCALES Albacete 1983

Prólogo de Juan José García Carbonell Apunte biográfico de Francisco Fuster Ruiz

lSBN: 84-500-9484-4 Depósito Legal: AB·824-1983

Impreso en Talleres Tip.-Offset GA

Julián Gómez Avendaño. Cervantes, 1. Albacete

A la memoria de mi padre el cronista Mateos y Sotos, de quien heredé el amor a Albacete y el interés por su historia.

Un afán ,e vocador y revisionista del ayer de nuestropueblo nos movió a la busca de testimonios gráficos de su pasado. Ocupación de ' muy atrjs emprendida y tesoneramente realizada pQr la-que hemos logrado reunir la colección foto'g ráfica que reproducimos en este libro del que es substancia principal, y en el que se exhuman aspectos de la vida albaceteña desde comienzos del siglo XIX; explicando cómo fueroJ;l antes las cosas como hiciera aquel, primo del licenciado . Basilio hablando a Don Quijote camino de la Cueva de Montesinos. Esperamos que este libro habrá de' impresionar gratamente a nuestros jóvenes desconocedores del Albacete antañón, así como que hará sentir a los que entraron en el epílogo de su vida el melancólico deleite de clarificar 'nostalgias al recordarles el Albacete de sus años mozos.

EL AUTOR

PROLOGO ALBERTO MATEOS

La actividad intelectual y artística que actualmente vive Albacete es muy estimable. Corporaciones, Instituciones y Entidades actuan y cooperan en la promoción de la Cultura y el acrecentamiento de sus medios. Basta repasar nuestra Prensa, espejo y custodia del acontecer, y oir nuestras Emisoras, la noticia al segundo y la música siempre, para percibir que Albacete vive intensamente la vibración cultural. Solo quien vive sin convivir, y se aisla en su soledad o en su élite, queda sin ver este auge. Adultos y jóvenes, cada generación .a su aire, tienen presencia y personalidad, y algunas veces ~nga.rce. Como debe ser. En esos eslabones, necesarios para que cada generación no caiga en el espejismo de creer que puede recrearlo todo, con riesgo de destruir más que de crear, Albacete ha tenido y tiene hombres beneméritos que han sabido ser y estar en Albacete. Ellos han vivido sus diasdesde la presencia enamorada, y cuando se han puesto la caracola en · el 'o ido no les ha llegado el rumor del mar sino el rumor de las mieses de los campos manchegos. Se han sentido sembradores; ven ahora las cosechas. Otros en la nostalgia o en la distancia han soñado Albacete; y cuando han venido a él siem.p re han advertido lo que falta., entre otras cosas ellos mismos. Pero aquellos que, entiendo que por fortuna, no abandonaron esta entrañable éapital y pueblos de Albacete, su tierra, son los que en buena parte hicieron, sin prisa a veces pero sin pausa siempre, esta realidad en la que hoy marcan el compás y ritmo historiadores, periodistas, profesores, artistas y escritores, casi todos jóvenes o adultos que permanecen tales. Buen ejempl~ de ést~ses Alberto Mateos Arcángel. Alberto Mateos. Casi nada. Ingenio . peregrino. Culfo y cultivado. Escritor de claridades. Archivo impagable de muchas cosas que fueron, y que asoman de nuevo en este libro suyo con el mecenazgo del Instituto de Estudios Albacetenses. Testigo de otro tiempo ·yobservador agudo del presente. Dibujante de gracia y ternura, con gotas de sorna manchega en la zumba de sus «quijos». Cuando abre las cejas y entreabre la boca, significando atención y curiosidad, .siempre tengo la sensación de que estoy ante un maestro querido y bondadoso. También he visto su paso cansado, su rostro afligido, su pena en ocasiones dolorosas. Y todo lo ha sobrellevadó porque siendo un hombre con sentido del humor, es fundamentalmente un hombre con sentido del amor. Le he conocido decidido cuando la vida . fué injusta y difícil con él; tenia entonces el paso ligero y ¡cuánto paseó la Provincia! Le he visto .después en el sosiego, ya el paso pausado, del brazo de Rosa, su esposa. Luego fué el brazo de su hija Rafaela quien sostuvo .~u caminar, quien regó con cariño su pena de ausencia. Y le veo ahora, la ' pena engarzada en recuerdo, el paso más suave, los ojos animados, mirando hacia delante como él ha mirado siempre. En este libro, «Del Albacete Antiguo» nos lega los testimonios gráficos de las cosas del ayer albacetense. A unos les traerá conocimiento de las raices de su identidad. A otros nostalgia. A todos la riqueza fundamental de saber más de lo suyo. Las imágenes se aderezan con la precisión de unos textos de este escritor de ayer, de hoy y de siempre, que es el propio AlbertoMateos. Al que debemos mucho en Albacete; deuda que hoy se acrecienta con este libro, por lo que tiene de obra y servicio para todos. Y por lo que tiene su autor de albaceteño ejemplar. Don Albe'rto, salve. Juan José García Carbonell

14-5-83

VISTAS PARCIALES

Vista parcial de Alhacete tomada desde la torre de la iglesia de San Juan Bautista. La calle que se extiende en línea recta es la del Carmen, que tomó su nombre de la ermita de tal advocación que hubo en su comedio. Esta' calle llamóse antes y sucesivamente de España la Nueva y de las Huertas. El primer edificio que aparece a la derecha es el hospital· de San J ulián y Santa Basilisa, existente ya en el siglo XVI, y a cuya iglesia (adviértasesu campanil), fueron trasladados los oficios religiosos desde la de San Juan hacia 1545 al producirse el hundimiento de la techumbre de la Parroquia. El espacio abierto que se aprecia a la izquierda, en primer término, llamóse plaza del Hospital, primeramente, y, después, de Cristóbal Sánchez, un prestigioso médico albacetense.

Otra vista parcial de la ciudad, ésta desde el campanario de la iglesia de la Purísima Concepción, llamada vulgarmente la Compañía, por haber sido ajena al colegio establecido por -miembros de la Compañía de Jesús, que fue, después, cuartel de la Guardia Civil. La calle de Concepción se desliza desde la plaza de las Carretas. En la casita que al fondo, a la derecha, ostenta su alba fachada en la calle Gaona estuvo el primer centro telefónico que hubo en nuestra ·ciudad. Destacada sobre el plano caserío aparece la Iglesia Parroquial.

BARRIOS URBANOS

CERRILLO Enclavada en el distrito sanjuanero está la eminencia llamada «El Cerrillo», asien~ to de la iglesia de San Juan (hoy catedral) y rematad a por la plaza que llevó el nom~ bre del Santo Bautista y, actualmente, el de Virgen de los Llanos. Es una de las dos colinas que presentaba la topografía ciudadana, reducidas hoya ésta por la desaparición del «Alto de la villa)). Subida al Cerrillo desde la plaza de Cristóbal Sánchez, que antes se llamó del Hospital por que en ella radicaba el de San J ulián v Santa Basilisa, su mujer, que estando" abierto desde el siglo XVI fue clausurado en el año 1922.

El llamado Callejón de las Escalericas, subida a la Plaza de la Virgen de los Llanos y final de la calle de Méndez Núñez, que antes se llamó de las Vigas por que en ella existían taberneros que colocaban a modo de anuncio de su mercancía unos ramos pendientes de palos que iban de una a otra fila de casas.

Este trozo de calle pina es el término de la de Boticarios, así nombrada por haber tenido en ella, simultáneamente, sus oficinas de farmacia don Pedro y don Francisco González. En la casa de la izquierda que hace esquina con la calle del Cura estuvo la antigua imprenta de Albujer. En la de la derecha la tahona del Fraile.

Acceso escalonado al Cerrillo desde la calle de MartÍnez Villena. La casa con gradas que hay a la izquierda fue propiedad de don Pablo Medina Herráez, sacerdote y médico albaceteño, . de quien pasó a su sobrino, el también médico y alcalde que fue en 1885, don Carlos Medina Guerrero y de éste a sus hijos, que actualmente, la poseen.

Bajada a la calle de MartÍnez Villena desde la plaza de la Virgen de los Llanos.

Esta graciosa caseja estaba situada entre la calle de Boticarios y el Calle}ón de las Escalericas. Era propiedad del médico don Saturio Sánchez, que en ella vivió.

Aspecto parcial del caserío de la plaza, desaparecido en su totalidad. A 'la derecha, en la casa que hace esquina a la de Boticarios, estuvo en los años setenta del pasado siglo el acreditado colegio de primeras letras de doña Benita, en el que se alfabetizaban niñas de nuestra buena sociedad.

ALTO DE LA VILLA

Las luchas civiles de los árabes y las de los cristianos contra ellos dieron lugar a la construcción por aquéllos de castillos y fortalezas entre ellas la enclavada en · la parte eminente de nuestra villa, conocida, sucesivamente, por Villacerrada, Villavieja y Alto de la villa, generalizándose esta última denominación. En torn.o a la fortaleza iría formándose p.o blación. He aquí unas vistas panorámicas del que fue Alto de la Villa. En la de arriba, junto al edificio del mercado, rampa la calle de la Estrella. En la de abajo, en primer término, es la calle de la Caba. Dominando el caserío aparece el antiguo' depósito de aguas potables.

Subida al Alto de la Villa desde la plaza Mayor, o sea la calle de la Estrella, así rotulada en homenaje a la Virgen de tal advocación, primitiva Patrona de Albacete. Terminaba en la calle del Desengaño.

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Aspecto de la planta principal del Mercado de abastos, recayente a la plaza Mayor por su fachada principal. Se construyó donde existió el antiguo. Fue inaugurado el domingo 28 de enero de 1917.

Tenderetes junto al mercado en la cuesta de la Estrella.

Calle de la Luna (después Marqués de Villena).

La misma calle en su desembocadura en la de los Baños. En ella una cafetería-bar con nombre boliviano: «Copacab'ana)), servida por señoritas como los demás establecimientos de este género aquí exi.s tentes.

Ensanche o plaza de la calle de la Luna, subiendo a ella desde la de la Carnecería.

Calle del Amparo, cuyo número 5 era un arca guardadora de una tradición de impudor. La vivían la célebre Elisa Martínez (cuyo verdadero nombre era Dolores Candelas) y un conjunto de muchachas nada angélicas, ciertamente. Esta calle iba de la de la Estrella a la Plaza del Pozo de la Nieve.

De las Damas fue rotulada esta calle. Las que en ella aparecen damas son, pero de las antiguamente llamadas damas de corte. Tenía igual recorrido que la del Amparo.

Después de Damas venía Desengaño ---'-como acontece a veces en lances de amor-, cuarta y última de las calle\s del barrio. Estas cuatro calles, paralelas entre · sí, recibieron sus nombres por acuerdo municipal del año 1854, sin que se sepa el origen de ellos.

Los dos antiguos depósitos en la plaza del Pozo de la Nieve, que con el situado en el Retiro del Sol distribuían el agua potable para abastecimiento de la población .

Plaza del Pozo de la Nieve, así denominada por el que la Sociedad de Amigos del País construyó en ella. La columna que aparece en la foto es el respiradero del refugio construido para protección contra los bombardeos de la aviación durante nuestra última contienda civil.

En esta plaza tres bares servidos por muchachas llevan los nombres de «La Unión», «El Molino» y «Fuyma».

En este esquinazo, otro bar: «Los Claveles». )

Terminación de la calle de la Estrella en la de Desengaño. En la esquina de la derecha un bebedero más: «Casa Lucas». Y una tusona y un caballero al que probablemente, la salicidad ha traído hasta aquí.

En este Alto de la Villa la honestidad y la impudicia coexistían peregrinamente, _ sosegadamente, sin perturbaciones. Del sector malfamado del vecindario son típica representación estas tres figuras que aquí traemos: la dueña, la criada y la suripanta.

Callejones escalonados llamados espolones. Los dos arrancaban de la calle de la Caba, subiendo el izquierdo a la del Desengaño y a la Plaza del Pozo de la Nieve el otro.

Por haber existido en ella muy antiguamente el único despacho de carnes que había en Albacete~ esta calle se denominó de la Carnecería. Sólo restan de ella las casas de su acera derecha.

Dedicada a uno de los gremios qu~ otrora hubo en la villa~ le fue impuesto a esta vía el nombre de Albarderos. La parte de ella que se apoyaba en el Alto de la Villa ha desaparecido con él. Esta calle con las de Baños~ Caba y Carnecería formaban como un cinturón del barrio.

Calle de la Caba, así nombrada ya en el siglo XVI -aunque con alteración de la palabra- por que cerca de ella había un hoyo o cava del que sacaban tierra para hacer tejas. Su caserío de la izquierda en la fotografía ha desaparecido totalmente.

PLAZAS

ALTOZANO

En el año 1534 maestre Juan y Calderón, empedradores, allanaron y empedraron el espacio que ocupó esta plaza, conociéndosela ya en el siglo XVI por el Altozano; el más típico y pasajero lugar albaceteño, cogollo y gala de nuestro pueblo, su mentidero y palestra de los festejos populares en pasadas centurias. Se denominaba del Progreso en los años setenta del siglo XIX. La foto recoje un desfile procesional de la Virgen de los Llanos. La casona dieciochesca que aparece en el fondo es propiedad de doña Leonarda y don Manuel Cortés Alfaro.

Del general Espartero fue denominada la plaza en 1879. La casona de 108 señores Cortés ha sido vendida al Ayuntamiento, y a ella, convenientemente reformada, como puede verse, se trasladó la Corporación desde la plaza Mayor, en el expresado año.

El Altozano en un día nivoso del año 1878. Al fondo lo,s edificios de Pinohermoso y Alfaro. En este último la imprenta de Luciano Ruiz, donde se imprimía «El Diario de Albacete», del que era su director-propietario. De los dos que aparecen tras la verja, de pie sobre un banco, el de la izquierda es Fileto Rojas, aspirante a torero, apodado «El Manchao». El que está asido a un árbol es el conocidísimo Jerónimo Rodenas «Chomo». Envuelto en su capa, en primer término, aparece el fotógrafo Fabián Fernández, de cuyo estudio,' sito en el número 7 de la calle de Gaona, procede esta fotografía. En el centro de ella, portando bandeja con cafeteras, se ve a Leocadio Jiménez, camarero del vecino Café de Vergara, guardarropa de los teatros Vidal y Circo, y padre del que fue industrial cafetero José María «El Laborioso», y a la familia de Vergara. De los dos caballeros bajo sus paraguas el de la izquierda es el industrial ceramista don Francisco Más Candela. Como puede apreciarse, si aquellos albaceteños no podían capear los crudos inviernos de antaño no sería por falta de capas.

Grupo de personalidades albacetenses de los que sólo hemos podido identificar al ilustre abogado don Juan García Más, con su luenga barba, y a don Francisco Sánchez Silva, Procurador de los Tribunales, el más alto de todos.

Otra vista de la plaza. La verja que cierra su espacio pasará, tiempo andando, a circundar los J ardinillos de la Feria, cuando la plaza sea reformada.

Este disconforme caserío cerraha la plaza por el lado este. En el edificio que hacía esquina con la calle de San Agustín estaba el Café de Ver:gara.

Este magnífico edificio., propiedad del conde de Pinohermoso, se hallaba en el lado sur de la Plaza. Al fondo se ve la casa de Alfaro (hoy «Hotel Bristoh). El caballero que aparece en la foto es Julio Molina, propietario del primer quiosco/para la venta Ue ,p eriódicos que hubo en la ciudad, llamado «El Boulevard», establecido en la entrada del Paseo de Alfonso XII el año 1894.

A continuación de la Iglesia de

J ustinianas, en la plaza, existía la expendeduría número 9 de tabacos que regentaba Ambrosio Marcos, quien habiendo perdido la visión de un ojo en accidente de trabajo tuvo que abandonar su profesión de maquinista del ferrocarril.

Esta foto del Altozano en un día de los crudos inviernos de antaño ofrece la presencia del urinario que allí hubo, que, además de para su peculiar finalidad, era utilizado por los chiquillos en sus juegos y .travesuras, :con gran desesperación del guarda Rogelio Jiménez que los perseg~ía amenazante, por lo que era llamado hiperbólicamente «Traganiños».

Perspectiva del Altozano con la que se llamó Rinconada del toril, por que en ella se encerraban los toros que se corrían en esta plaza, allá en el siglo XVI.

La plaza ha experimentado una profunda reforma. Fue su postrer intento de supervivencia. Supresión de la verja. Sustitución de la fuente por una farola. ~uevos bancos, nueva jardinería. Sólo ¡perduraron sus venerables olmos. El quiosco de libros y periódicos del popular Miridio ponía aUí una nota de cultura, como en el año 1822, en la casa número 5, la imprenta del gaditano Juan de Mesa, primera que tuvo Albacete. Refo.rmada,asi, la pla~P, nombrada entonces de Gabriel Lodares, pudo parecer cosa definitiva. Mas ese gran edificio de hotel que en ella se alzó fue la imperiosa llamada del moderno Albacete en demanda de renovación, de mayor espacio en aquel lugar.

MAYOR

Magnífica fotografía de esta plaza que se llamaba Mayor o de la Constitución según soplasen vientos políticos reaccionarios o liberales. ~"'ue obtenida en el año 1904 por el notable cameraman aficionado D. Enrique Navarro Guspi. Dos filas de bancos de piedra con respaldo de hierro corrían a ambos lados de la Plaza. Del caserío frontero, el edificio que hacía esquina con la calle Mayor, era la choricería de Jacinto Bayo; el del centro el comercio de Juan MartÍnez Benítez, suegro que fue de D. Abelardo García Moscardó, descollante personalidad local; el que forma esquina con la calle de la Carnecería fue la célebre Casa de Bocha, complejo de taberna, cafetín, buñolería y juego de lotería. A la derecha el segundo Mercado de Abastos que hubo, cuya torreta fue construída por el maestro de obras conocido por el Tambor, en el año 1902. El reloj estuvo antes en la Casa Lonja de esta plaza cuando en ella estaban las Casas Consistoriales.

Planta unlca a la interperie del primer Mercado de Abastos, construído en el solar resultante del derribo de las Casas Consistoúales de' Santa María de la Estrella, cárcel de Partido y carnecería. Su presupuesto ascendió a 117.707 reales, siendo inaugurado en primero de Septiembre de 1863.

En esta Plaza Mayor eXlstla este edificio llamado Casa Lonja, propiedad del conde de Pinohermoso. Por detrás de él Ja calle ' Albarderos terminaba en la de Zapateros. Demolidas las Salas Capitulares de Santa María de la Estrella (1861-62) las campanas de su reloj fueron trasladadas al nuevo, instalado sobre un templete de hierro en esta Casa Lonja en noviembre de 1860, y cuyos números y saetas fueron diseñados por el artista albaceteño D. Gregorio Guerrero -magnífico tallista- y, fundidos en el taller de D . Antolín García, «sin que se pudiera fiar la medida del tiempo -dice el cronista Sánchez Torres- ni a sus desordenadas agujas, ni a sus locas campanas». Sucedía, por lo que dice el cronista, que cuando, por ejemplo, el relojito marcaba las seis y cuarto y daba cinco campanadas eran las cuatro en punto. La esfera era transparente, alumbrada con dos quinqués que encendía el cabo de los serenos. Un balazo en Domingo de Ramos la agigotó. Véese a la derecha el edificio de D. Angel Prat Bassols.

La planta principal del edificio 'la ocupaba el Ayuntamiento, trasladado aquí en el verano de 1817 desde las Casas Consistoriales de Santa María de la Estrella, ubicadas donde se edificó el desapare, cido Mercado de Abastos, llamándosele, entonces, a la Casa Lonja Sala Capitular Nueva. En la planta baja, a la izquierda, estaba la peluquería de Diego y a la derecha la hojalatería de Calpini y Castelar, solista de cornetín y muy dado a empinar el codo. En el portal, llegada la invernada, una 'Castañera lanzaba el clásico pregón: -« ¡cuántas \ calen ti tas ! ». El edificio de la derecha era de D. Angel Prat Bassols, en el que tenía instalado su comercio.

En esta caseja junto a la Casa Lonja era la acreditada buñuelería -así rezaba en su Tótulode Antonio Moreno, el popular Trajela. Al piso principal de ella le cupo el honor de que en él naciera el día ID de agosto de ·1905 el Excelentísimo Señor D. José Prat García, Licenciado en Derecho, del Cuerpo Jurídico Militar, Oficial Letrado del Consejo de Estado, Diputado a Cortes y Senador por el partido socialista y, sobre todo, personalidad de alto nivel intelectual y extraordinaria cultura.

Vista parcial de la Plaza. De esos dos señores de capa y bombín el más alto es D. Antonio Fernández-Cordero, padre de la notable soprano lírica y profesora del Conservatorio \de Música, Doña Concha.

Aquí, la Plaza Mayor en las bulliciosas horas matinales vigilada por guardias que la gente llamaba los del casco,por la forma de la prenda de cabeza que llevaban.

CARRETAS

Esta plaza fue llamada de don Pablo, primeramente, de las Carretas, después, y, en fin de Ma. __ teo Víllora. El edificio grande de la derecha era de don Juan Buendía, en el que tenía establecido su comercio de ferretería. Las casetas de madera eran carnecerÍas o pan~de­ rías de José María Artigas Tinajilla, José Librica, l8s Cojas ... En la esquina . de la calle de Postigos estaba la carnecerÍa de Antonio MartÍnez Pérez, y en el rincón de la izquierda la de Cándido MartÍnez Mancheguito. Desfila una procesión.

Mercado de abastos que hubo en la Plaza de Carretas, que fue, después, rotulada de Mateo Villora, en homenaje a esteveterinariopor su heroico compo~ta­ miento durante la epidemia colérica que padeció Albacete en el año 1885.

SAN JOSE

Tomó su nombre. del de la iglesia veCIna bajo lá advocación de San José. El aguador ha hecho un servicio a domicilio. Pero la mula, espontáneamente, ha comenzado a caminar sin esperar a su amo que, cántaro en man9, avanza a más andar para alcanzar la cuba.

Comienzo de la operaClOn de arrancar uno de los bonitos árboles que embellecían esta Plaza. AqUÍ de 'las doloridas palabras de W erther, el famoso personaje goethiano: -« j Lo han derribado!' .. Si yo fuese príncipe, ¿quién se atrevería a arrancar los árboles de mi nación?».

HOSPITAL Fue así llamada .por hallarse en ella el benéfico establecimiento hospitalario. de San J ulián y Santa Basilisa. En este 'hospital, a mediados del siglo XIX, de 1853 a 1866, estuvo establecido el primer teatro que hubo en Albacete, que por ello fue llamado «Teatro del Hospital». En él actuaba una excelente orquesta dirigida por el m~estro don Salvador Saldaña. Nosot~os alcanzamos a conocer y tratar a un actor y un espectador de este teatrito: era el primero el valenciano don José Carsí, y el segundo don IDpiano Martínez. acreditado maestro sastre.

GABRIEL LODARES

En esta plaza, en el tiempo que careció de nombre, se alzaba esta fuente monumental que la Sociedad de Aguas Potables dedicó a don Dionisio Guardiola. Fue desmontada y abando.nada en el Parque, de donde fue trasladada en el año 1980, pero sin el bello remate · de forja que tenía, al flamante «Parque Lineal», llam~n­ dosela, entonces, «Fuente de las ranas», por las figuras de este batracio que la adornan.

A la plaza se le dio el nombre de Gabriel Lodares, traído. desde la del Altozano que 10 llevaba. La fuente ya había sido reemplazada por una ~olum­ na. El hermo.so edificio del fondo, pro.piedad de don Canciano López Jiménez, fue deglutido., como tantos otros por la voraz explotación del' suelo.

CALLES

MAYOR

Entrada a la calle Mayor, que ,a ntes se Hamó de las Cortesas, dándosele aquel nombre por ser en lo antiguo la más importante de la población. La foto es del año 1905. El primer establecimiento de la izquierda es la carnecería de los Belmonte, llamados los Patas; el inmediato los ultramarinos de Melquiades Felipe; el de la esquina de la derecha la salchichería de Jacinto Bayo.

Tramo de la calle entre la de Rosario y plaza Mayor. En la esquina izquierda los comestibles de Gullón, en la casa de Oñate (médico albacetense que residía en Sevilla); a la derecha el rótulo del dentista Carrillo y el establecimiento de tejidos (eLa Virgen de los Llanos», y junto a él, en el número 28, era la sombrerería de Victoriano Lopesino, quizá la primera que hubo en Albacete. Consignemos el dato curioso de que el mencionado Gullón fue el primero que en nuestra ciudad montó en bicicleta.

Cruce de la calle con la del Marqués de Molíns. En este sector estaban a la derecha el «Bazar Collado» (donde ahora se abre el Pasaje Lodares), que ostentaba un enorme termómetro en su fachada, anuncio de las tintas «Sthephens)); y la zapatería «La bota amarilla)), que después se llamó «La almanseña)); y la sombrerería de Ginés Varea, del que era este sorprendente anuncio en la prensa: «No más sordos. El sombrero acústico. Remedio infalible contra la sordera)); y en la acera de la izquierda eran el bazar y droguería de Baltasar Castro y la relojería de Fernández;' y allá, en la segunda esquina de la izquierda~ el establecimiento de juguetes «El real y medio)), en el que llenaban sus alforjas los Reyes Magos de los niños pobres.

Perspectiva de la calle desde la de Gaona,. en cuya segunda esquina estuvo la llamada «Casa del canah, por estar allí las oficinas de éste; denominándose, después, de «Las comedias)) pues que se celebraban en ella representaciones teatrales, siendo más tarde cuartel de la Milicia Nacional, y por último alojó esta casa ya reedificada el comercio de José María Cortés, más conocido por Brebas. A la izquierda aparece el edificio de don Mamerto Parras. En este tramo de la calle tuvo su farmacia don Manuel Martínez uno de los seis boticarios que existían en Albacete a finales del siglo pasado. Los otros cinco eran: don Juan Arcángel, en Zapateros, 4: don Manuel Serrano, en Mayor, 5; don Antonio Picazo, en Gaona, 8; don Joaquín Aroca, en Rosario, 10 y la de Lozano, en Mayor, 46.

En esta Joto aparece reClen abierta la calle que habría de llamarse de Teodoro Camino, tras el derribo de la citada casa del Sr. Parras.

Tramo de la calle desde la del Rosario a la del Val-General. Entonces tenía aceras. Era la calle comercial por excelencia, siendo catalanes la casi totalidad de los comerciantes. En ella transcurrían las fiestas de Carnaval. En ella, al anochecer -ya en tiempo. más cercano- se expansionaba la juventud con paseatas de ida y vuelta. Más de un idilio comenzó en este pasear. En el primer edificio de la izquierda estaba el comercio de Surroca; en el primero de la derecha la cacharrería de Cristóbal Badenes .

TINTE

SAN AGUSTIN Harto expresivo del progreso urbano de nuestra población es este sector de la calle de San Agustín, hoy ya un recuerdo. Nada, a excepción de la Casa Consistorial, queda ya en él. La mansión del Procurador D. Juan Parras Molina -Alcalde en el año 1890-, junto aÍ Ayuntamiento, con su blasonada fachada y su gracioso balconaje, casa que antes fue propiedad de D. Ramiro Berro; la casa de Gafete, donde el cafetín de este nombre, punto ' de reunión de una juventud gozosa y dada al bureo; el edificio de la Delegación de Hacienda, a la izquierda, antes convento de Justinianas; su contigua iglesia; el corralón municipal que supo de espectáculos teatrales y circenses, y todo lo demás sucumbió al Ímpetu renovador.

El nombre de esta calle se debe a que allá en la dieciséis centuria tenía en ella su establecimiento de tintorería un tal Pedro Sánchez. El documento gráfico recoge la encrucijada de esta calle y la del Val General. La caseja frontera era el chiribitil Idel herrero Pachón (hoy banco de Vizcaya). De allí, hacia ,l a derecha, se extendía el llamadO Callejón de los toros por que por él se entraban los que se corrían en el Altozano; y hacia la izquierda la alcantarilla descubierta de desagüe de la población o val general (Río Piojo~ popularmente) de que la calle tomó su nombre. De las dos casas esquinadas, la de la derecha era de Lazarillo el pintor, y de don Inocencio Serna la de la izquierda. En esta parte de calle tenía su taller de calderería el popular

Chavillo, dueño de unos famosos perros de presa que se utilizaban en las funciones taurinas para quillotar los toros mansos o devolverlos a los corrales.

y como nota distÍlÚiva de la época aparece el típico aguador vendiendo su mercancía a cinco céntimos el cántaro de dieciséis litros. ¡Felices tiempos de la moneda centesimal!

DEL CURA Esta calle que llamamos del Cura se extendía a mediados del pasado siglo desde la calle del Rosario hasta la de San Julián. Primitivamente llevó el nombre de Tarraque. En la casa que hace esquina con la de Méndez Núñez estuvo la Administración de Correos, y en la casa número 2, la imprenta de D. Ignacio Ramón y Carbonell, única entonces, en la que en días de noviembre de 1836 era frecuente la presencia del famoso jefe carlista Ramón Cabrera, interesado por la pronta ejecución de los trabajos por él encargados. El Ayuntamiento dedicó esta calle a nuestro gran arquitecto Francisco J areño.

A finales del siglo XVIII VlVla en esta casa, que formaba esquina con el Callejón de las Escalericas , su propietaria doña María Ana Navarro de Cantos, descendiente del capitán albaceteño don Andrés de Cantos, bizarro combatiente contra los moriscos 'Sublevados en las Alpuj arras en 1568. Esta piadosa señora fundó una pía memoria en cuya dotación figuraba esta casa en que vivía, pasando a su muerte al curato de San Juan. Y casa del cura comenzó a ser llamada, saltando , después, el nombre a la calle de su emplazamiento.

DE LOS BAÑ"OS

Así llamada porque en ella tuvo su establecimiento de baños Fráncisco Molina Plaza, alias Tremendo . La foto ' está tomada desde la calle de la Feria a' la Puerta de Madrid. Era la calle de más solera 'cañí de Albacete. Vivían en ella bastantes gitanos, de los que se ven dos ejemplares típicos, así como una cuba de aguador.

ISAAC PERAL · Con el solar de Alonso MartÍnez N avarrete y ·los resultantes de lá demolición de las casas de Arteaga y Siete Cuartos el carpintero, se formó la calle de Isaac Peral. . Al primero de estos tres solares recaía la fachada del Tea~ tro Circo. (Cuando se inauguró éste la calle aún no existía,). El callejón del teatro ya ha sido abierto. Un café cantante con el p'r esuntuoso nombre de «Eden Concer!» funcionó en esta calle, por breve tiempo. En él cantaoras como Higinia Bala-' guer, K. La última vez que funcionó fue el día 12 de setiembre de 1916, con una novillada en la que se corrieron reses de don Sabino Flores para los diestros Amuedo, «Angelete» y «Salen In».

Esta avenida, que co.nducía rectamen,te a la ·p uerta principal de la plaza., partía po.r medio. los JardinillGs de la Feria. El jGven que en ella se ve fue el nGtable pianista Manuel Laliga.

Estas dGS damas, una CGn madrGñera, CGn mantilla la Gtra, van o. vienen de lGS to.rGs . Debe de estar llGviznando.. Se ven dGS paraguas abiertGs. Y ellas se recGjen la falda para que no. arrastre pGr el suelo. húmedo.; pero., ¡ cuidado. con enseñar lGS to.billGs!

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Toros de don Sabino Flores en el ruedo de la plaza vieja esperando ser embarcados para Orán. La barrera ha sido quitada y el tendido cubierto con tejas para preservarlo de la invernada. El señor que aparece a la derecha es don José María Belmonte, conserje de la Plaza, cargo antes desempeñado por su padre don Antolín.

Las bellas jóvenes Concha López Matres y Consuelo Vergara del brazo del hermano de ésta dón Francisco Vergara Royo, al descender del coche para subir al palco presidencial, en un festival taurino benéfico.

Presidentas del festival, asesoradas por el señor Vergara, tocado de sombrero andaluz, abogado y gran taurófilo práctico.

Año 1910. Cuatro guapas albaceteñas presenciando una corrida. Son de izquierda a derecha: Consuelo Vergara, Mercedes Serna Mazzeti, Matilde Herrero y Pilar Ciller.

Matadores de la becerrada que, a beneficio de «La Gota de leche», se celebró el día 11 de julio de 1915. De izquierda a derecha: Teófilo Risueño, J osé Sevilla, Fernando Montoya, Alfonso Sabater y Clemente Vergara.

Picadores en la misma becerrada. En primer término el ganadero de bravo Melquiades Flores; el tercero, Solares.

Las señoritas Isaura Serantes, Mariana Medina, Amparo López Ladrón de Guevara y María Garijo (de izquierda a derecha) presidentas del festival taurino. Las acompañan el médico don Carlos Medina Guerrero, y los abogados don Guillermo Garijo Hernández y don Clemente Pajares.

Escaparate de la sombrerería de Ginés Varea en el que se exhiben artísticas moñas para la becerrada del semanario humorístico «The-Tan-Gay», celebrada el 15 de agosto de 1919. A continuación del dueño del establecimiento están el banderillero Pedro Avilés «Recorte))~ Isidoro Belmonte~ -industrial carnicero; el novillero murciano Tomás Albuquerque «Niño de Belén» y un hermano de éste. Actuaron de matadores en este festival Luis Gómez Descalzo, Francisco Jiménez, Juan Siquier de la Peña y Tomás Tarruella Bueno.

El día de San Juan de 1908, se celebró una corrida en la que lidiaron, dos becerros los aficionados Vicente González «Chepa de Orán» y Antonio «Sarga», acompañados por el diminuto Petlonilo Ramirez «Canes»; y dos novillos --de don Sabino Flores, como los becer ros- para el sevillano Manuel Díaz «Minuto chico». Al intentar colocar un par de banderillas al primer novillo resultó cogido el subalterno Juan Mula «Oliverito», de Murcia, sufriendo tan tremendo testarazo que quedó exánime en la arena con profunda conmoción cerebral y visceral. Tan mal pecho hizo al público asistente la desgracia que, unánimemente, pidió la devolución de la res a los corrales. «Ollverito)? que no presentaba herida alguna, falleció al siguiente día en el Hospital. El cornúpeta atendía por «Gazapo», ·era de capa castaña, pesando veinte arrobas su canal. El infortunado «Oliverito» es el que aparece a la izquierda en la foto vestido de luces. Con él de izquierda a derecha: Domingo Moya «Dominguín», Diego Rubio «el Africano», Luna, BIas Valiente, el «Pescadero», el «Retratista» (con trajes de luces); «Firmas», Huertas el «Gordo» y el «eles»; estos dos últimos mozos de la estación férrea.

Corrida de toros celebrada en Orihuela (Alicante), el 25 de diciembre de 1920, con Julián Saiz «Saleri 11» como único matador. A la izquierda, en primer término, el novillero de Albacete Enrique MartÍnez «CuadraÍto», que actuaba de sobresaliente. Como se ve, nuestro paisano no supo liarse el capotillo de paseo correctamente, pu~s dejó oculta debajo de él la mano izquierda. La falta de costumbre.

El día 12 de setiembre de 1910. lidiandO' reses erales de la ganadería de. dO'n Agustín FlO're;, de PeñascO'sa (Albacete), hizO' su presentación en nuestra plaza la cuadrilla de «NiñO's SevillanO's», en la que, a decir verdad, ni tO'dO's eran niños, ni tO'dO's sevillanO's. Figuraban comO' matadores . JO'sé Gárate «LimeñO'» y JO'sé Gómez «Gallito 111», quien cambiadO' este alias por el de «JO'selitO'» llegó, a ser la ingente figura del tO'reO' de que hay fama. Eran picadO'res !Rafael NavarrO' «Madera», Enrique LO'ma «Cigarrón» y FranciscO' Gómez «Carriles»; y banderilleros Joaquín Gárate «Limeño», FranciscO' Arjona «Torerito», JO'sé Pérez ,«ManchadO'», FranciscO' Díaz :«PacorrO'», Rafael Sánchez «Cara Ancha» y Luis Suárez «Magritas», que fue, después, un extraO'rdinariO' rehi¡eterO'. La labO'r de la cuadrilla cO'nstituyó un triunfO' absO'lutO', siendO' cO'ntratadapara :una nueva actuación que tuvO' lugar el día 15 de juniO' del siguiente añO' 1911. En las fO'tO's «LimeñO'», en la de arriba, y «GallitO'», en la O'tra, se dispO'nen a entrar a matar.

«Joselito» en un desplante en el toro «Manta al hombro», negro, número 64, de la ganadería del duque de Tovar, en la corrida celebrada el día 10 de setiembre de 1916, año en que se clausuró la plaza vieja. Los peonés -Enrique Berenguer «Blanqq.et» y Manuel Saco «Cantimplas», permanecen expectantes.

La bella tiple Consuelito Hidalgo, otrora estrella rutilante de la constelación revisteril y una compañera suya españolean el ambiente envueltas en la albura de sus mantillas de blonda, en esta corrida celebrada en el año ] 915. Las ;acompaña don Elías Serna Cehrián, excelente actor y poeta festivo albaceteño que fue.

Baltasar Martínez «Mancheguito 11», hijo de Cándido, del mismo apodo, que en los años de comienzo de nuestro siglo hizo concebir muchas esperanzas de logro a sus paisanos albaceteños; mas el deseado triunfo no llegó.

El diestro Vicente Pastor perfilando para estoquear al toro Espejito, de la ganadería del duque de Veragua, causante de la muerte del picador ((Artillero».

Bautista Santonja Rasón ((Artillero», picador de la cuadrilla de Vicente Pastor. En la corrida celebrada en nuestra ciudad en 9 de setiembre de 1913 fue derribado de salida --entonces los picadores estaban en el ruedo antes que el toro- por el primer astado de la tarde, produciéndole tremendo trauma en el vientre y conmoción cerebral. Al siguiente día, habiéndosele declarado la peritonitis, falleció en el ((Hotel España», siendo inhumado en el núm . 3, fila 139 de la Galería de San José del cementerio municipal. Era natural de Bocai rente (Valencia), tenía 35 años y estaba casado con Dolores Moltó.

Aspecto parcial de las localidades de palcos y sillas en l a vieja plaza de toros.

A finales del siglo XIX, siendo empre. sario de nuestra plaza de toros el veterinario Mateo Víllora, solían intercalarse en los festejos taurinos algunos números cómicos como «El hombre hierba», «El médico y el enfermo», «El carro de papel», «La fuel)te milagrosa» ... Más !tarde, creemos que fue el valenciailo Regües quien ofreció la gran novedad de celebrar una corrida dividiendo el ruedo en dos mitades mediante una alta valla de madera y simultaneando, así, las lidias de dos reses, que solían no resultar sincrónicas. La mayor parte . del público tenía que permanecer en pie para poder ver por encim,a de la valla lo que ocurría 'al otro lado de ella. Y como había de mirar alternativamente a uno y otro semicírculo la visión de la dos lidias resultaba inco~pleta. No tuvo aceptación la novedad.

Restos mortales expuestos en el Hospital Provincial del infortunado novillero valenciano Enrique Pérez Ferrando, mortalmente herido por el primer toro -sobrero de las corridas de Feria- de don Narciso Darnaude, la tarde del 28 de setiembre de 1919. La corrida fue mixta, lidiándose, además de los dos toros, cuatro erales de don Agustín Flores por Juan Piédrola «Cuberito» y Pepe Belmonte. Los dos toros que había de matar el torero herido hubo de despacharlos el sobresaliente Antonio del Hierro . .

FIESTA DE SAN ANTON Llegado el día 16 de enero, víspera de la festividad de San Antón, la calle de su nombre era una greguería. A partir de las ocho de la noche se encendían hogueras, se disparaban multitud de cohetes y alguna que otra carretilla que hacía dispersarse a la gente atropelladamente. En ninguna casa faltaban zurracapote y mantecados. En ellas, agarrado o por seguidillas, se bailaba hasta la llegada del nuevo día. . A la mañana siguiente, en la ermita del Santo, se oficiaba la Santa Misa; recibiendo a seguido la bendición sacerdotal y una estampita con la imagen del Santo, animales allí llevados por~ sus dueños. El célebre Zarza hacía acto de presencia con su pita, tocando lo mismo «La Marsellesa» que un motete. Por la tarde concurría multitud de gentes, cada cual con lo mejorcito de su ropero encima. Puestos de garulla, dátiles, cidras, limas y naranjas; así como mesitas para la venta de bebidas eran establecidos. La Banda Municipal de música amenizaba la romería. La foto ofrece un aspecto de la fiesta.

Estampa de San Antonio Abad «que se veneraba en su ermita extr.a muros de Albacete». Se trata de un grabado del siglo XIX debido a P. Romero.

SAN ILDEFONSO

Puestos de comestibles y bebidas instalados en la plaza de Carretas con motivo de la festividad de San Ildefonso, que la gente del montón decía San Alifonso. A la tarde, la .Banda Municipal actuaba en la fiesta ya desaparecida.

LA CANDELARIA En memoria de la presentación en el Templo por nuestra Señora de su Hijo Santísimo, a los cuarenta días de su parto, la Iglesia celebra el día 2 de febrero la fiesta de la purificación de Nuestra Seí].ora o «Candelaria». In illo tempore, se hacía en Albacete procesión con las candelas encendidas. Pero, después, se celebraba la festividad con las Joyas, cintas de seda que arrolladas a carretes y mostrando unas anillas se colocaban en un listón. Si el ¿j nete acertaba a introducir su puntero i":~n la anilla se apoderaba de la cinta o joya. Pero, a veces, en lugar de cintas se colocaban ,pollos vivos colgados de las patas, a los que los jinetes tenían que arrancar la cabeza para apropiárselos; constituyendo tal Idiversión un desagradable espectáculo. Público esperando el , comienzo de la fiesta entre las calles Baños y Caba en este 2 de febrero de 1905.

Jinetes preparados para en la fiesta.

tomar

parte

CARNAVAL Por virtud de camapaña periodística del inquieto don Tomás Serna González, en pro de un carnaval artístico que acabase con la chocarrería y el desenfreno del que venía celebrándose en las calles Mayor y Marqués de Molíns, la fiesta fue trasladada al Parque donde constituyó una manifestación de arte y buen tono. Ello fue en el año 1925.

J unto a la carroza presentada por «Círculo de Bellas Artes», aparece el señor Serna, recreándose en la realización de su idea.

Artístico carruaje presentado por su tripulante, señor Pallás, delineante de Obras Públicas, acompañado por lindas muchach~s.

Este es José Villena, celebérrimo personaje de la ciudad, que en este Carnaval del año 1930, como acostumbradamente en el de todos los años, dio la nota de su ingenio y su buen gusto. Su presentación en la fiesta era cada año esperada con curioso interés. Un año se presentó con un cerdo amaestrado que lo seguía a todas partes. No se concebía el Carnaval sin su presencia. Villena era el Carnaval.

Dos muestras fehacientes del feliz logro del periodista.

Casi nadie lo llamaba por su nombre, sino por los remoquetes de Taire u Orejón de Villena , indistint~mente. Murió el día 23 de enero de 1965.>Era excelel1te mecánico de la Diputación Provincial.

PROCESIONES

Tras los días de recogimiento cuaresmal, la Semana de Pasión. La foto ofrece un desfile procesional en el año 1905 con las imágenes de. Jesucristo camino del Calvario . y la .:¡; Crucifixión, en la mañana de Viernes Santo, entrando en la calle Gaona desde la de San Agustín. La señora que aparece arrodillada en un balcón es doña María Paz García del Pozo, viuda del farmacéutico don Juan Arcángel Riamond.

En la luminosa mañana abrileña,. desfila procesionalmente la imagen de J esús Nazareno camino del Calvario, ignOmInIOSamente coronado de espinas, cargado con la cruz patibularia y vestido con lujosa túnica de áureo brocalado; arbitraria indumentaria pues que Jesús en este su postrer trance llevaba sencillo ' sayo de lienzo blanco, como es notorio. En primer término unos infantiles J esús y :J\'1aría. Y un guardia del orden, cuidadoso del que ha de observarse en la procesión.

Procesión en la jubilosa mañana del Domingo de Resurrección, con el mismo recorrido que la anterior.

La imagen de la Virgen de los Llanos llevada procesionalmente por la calle San Agustín, hacia el Altozano. Los balcones del Ayuntamiento y los de la casa de don Juan Parras aparecen colgados, como la solemnidad lo requiere. La mujer que hay a la derecha de la Imagen es la conocida Micaela, conserja que fue del teatro Cervantes desde su inauguración a su clasura. Repárese en los enormes \faroles trono.

de'l

Imagen de Jesús llevada procesionalmente por la calle de San Agustín. Al frente del acompañamiento figuran el aguador «El Diablo», los jornaleros «Pedruño» y «Ñaña», y Montejano, sargento de la Guardia Nacional. (De izquierda a derecha).

Jueves de Corpus Christi. La Iglesia celebra este año de 1912 l~ festividad de la institución de la Eucaristía. La Custodia a su paso por la calle Mayor, escoltada por números de la Guardia Civil, uniformados de gala ·como es de rigor.

FIESTAS LIT'ERARIAS

PATRIA, FIDES, AMOR.-Reina, damas de honor y pajes de los Juegos Florales que, organizados por Ate· neo Albacetense, se celebraron en la feria del año 1915. Fue Reina la bella señorita COIlchita Herrero y sus damas las encantadoras jóvenes (de izquiérda a derecha) Lolita Simonet, Carmen Montoya, Delia Blanc, Euge,nia Escobar, Pilar Saiz de Baranda y Mercedes Cabot; actuando de pajes las preciosas niñas Enriqueta Colomer e Inés López Picazo.

Reina y Corte de honor con los señores que intervinieron en la fiesta, que son, de izquierda a derecha: don Daniel Rubio, don Arturo Cortés, don Leopoldo Olivas, don Fidel Escribano, don Dionisio Yáñez, don Manuel Serra, don Mariano Rodrigo, don Fernando Franco, don Francisco Sánchez, don Felipe Montoya (Gobernador Civil), don Augusto Barcia (Mantenedor), don Narciso Díaz de Escobar (Poeta premiado)' don Rafael Serrano Arroyo (Presidente del Ateneo) y don José María García-Reyes.

Pre~idencia, mantenedor, concursantes premiados y organizador de una fiesta literaria celebrada en el Casino Artístico que fue.

De izquierda a derecha, sentados: Gobernador Militar, Gobernador civil don Pablo Plaza, don Antonio Gotor (mantenedor) y don Rafael de Castilla. En pie: don Juan Manuel Fernández, don José Costa, don Rafael Alcaraz (Presidente del Casino) y don Aurelio Ruiz.

QRG.A NIZACIONES JUVENILE·S

BATALLON INFANTIL

El año 1905 se organizó un Batallón Infantil. La chi· quillería acogió con entusiasmo el castrense juego. He aquí los jefes y oficiales: De izquierda a derecha, sentados : Juan Antonio ·P ortero (Teniente abanderado), Eduardo Moreno (Capitán), Enrique Navarro (Teniente Coronel), Antonio .Sánchez (Comandante"), Jorge Martínez (Capitán Ayudante) y Antidio Alcañiz (Teniente) . En pie: Pedro Esparcia (Teniente), Rafael Mateos (Capitán), Julián González '(Teniente), Silvio Salas (Teniente) y Enrique León (Capitán).

La Banda Municipal de Música, dirigida por don Juan Marcos y Mas, acompasa en elr ued"O -de la vieja plaza de toros ¡un ensayo del Batallón, aún sin uniformar.

Desfile de la infantil tropa, ya uniformada, por la calle Mayor y Paseo de la Feria. El garoosillo y patizambete cabo de Gastadores es Walfrido Garrido, a quien por corrupción de su nombre llamaban W ichiro.

El niño Enriquito Navarro Esparcia, Teniente Coronel, a caballo y correctamente uniformado; no así la tropa, que' sólo llevaba ros de campaña. Digamos que este niño llegó a ser una personalidad ' albaceteña. Profesor, político, desempeñó los cargos de Concejal y Presidente de la Diputación, siendo, asimismo, Diputado a Cortes y Director General de Obras Hidráulicas y Puertós.

Los diminutos infantes formados en el redondel de la plaza de toros.

Diversas evoluciones y ejercicios de esgrima de fusil.

· Misa de campaña en la explanada del edificio de la Feria.

EXPLORADORES

Los exploradores infantiles fueron crea· ción del inglés lord Baden Powell con el nombre de boy-scouts e intención educativa. En el año 1915 existió en Albacete un cuerpo de estos exploradores, que casi no tenía otro carácter que el de un recreo. Realizaban excursiones a lugares campestres, "portando cada cual su bucólica en la mochila. La foto reproduce un desfile del Cuerpo saliendo del cuartel de San Francisco.

Grupo de señoritas madrinas de la Insti tución.

Acto de la misa de campaña que, organizada por esta agrupación, se ce· lebró en el paseo de la Feria.

Realización de ejercicios en el Pinar de don Roque.

EDIFICIOS NOTABLES

AYUNTAMIENTO En el año 1817 el Ayuntamiento se instaló en ' la Casa Lonja de la Plaza Mayor, propiedad del conde ele Pi· nohermoso -como ¡ya dijimos al ocuparnos de 'd icha plaza- donde estuvo hasta 1879 en que habiendo adquirido y acondicionado la casona del siglo XVIII, propiedad de los hermanos Cortés Alfaro, sita en el Altozano, a ella se trasladó la Corporación. En el año 1902 comenzó la reforma de esta casa consistorial dándole el aspecto que tiene ahora, lo que llevó a efecto, gratuitamente, nuestro arquitecto MartÍnez Villena. Al comienzo de las obras las oficinas y Consistorio estuvieron establecidos en la casa número 53 de la calle Mayor. Las obras quedaron totalmente terminadas en 1912.

DIPUTACION

Este grandioso edificio es obra del eminente arquitecto hellinero don Justo Millán Espinosa. Fue edificado en terrenos de una huerta de la calle del Progreso (d.e spués Alfonso XII), conocida por Bosque del Altozano, que sus propietarias Sera· fina y Juana J iménez Suárez vendie· ron a la Diputación Provincial. Su construcción que duró tres años (1877 -1880), debióse al entusiasmo y la tesonería del ilustrísimo señor don Ricardo Castro Benítez, que fue tres rveces gobernador civil (1876, 1884 Y 1896). Domina en él el eclecticismo arquitectónico.

AUDIENCIA Desalojado el convento de San Agustín por la comunidad de frailes al ser extinguidas las órdenes religiosas se instaló en él la Audiencia en el año 1834. Mas por el ruinoso estado del edificio, no obstante las reiteradas obras de , reparación en él efectuadas, se acordó su demolición y construccióiI de otro en el solar resultante, cuyos planos fueron ejecutados por nuestro ilustre paisano Francisco Jareño . Alarcón, profesor de la Escuela de IA rquitectura de Madrid, que, además, dirigió los trabajos de construcción, realizando todo gratuitamente, 'resultando de su labor este hermoso palacio de estilo griego que terminóse de, construir en 19 de julio de 1860.

CASA NOGUERA Todavía en el inicio de nuestro siglo existía esta liíaravillosa portada rococó en el edificio dieciochesco señalado en la calle Mayor con el número 20. Dolorosamente desaparecida, fue el más valioso de los escasos monumentos artísticos conque contaba nuestra población. Por la importancia del personaje, digamos que esta casa fue en el año 1885 propiedad del laureado escritor don José Sabater y Pujals. De él la adquirió don José Noguera Gabarró, pasando de éste a su hijo don José María, de aquí que se la conociese por «Casa de Noguera». Del lugar que ocupa partía en el siglo XVI hasta la calle del Tinte la denominada del doctor Marcilla, por residir en ella este doctor, uno de los cuatro letrados que había en la villa.

DE LOS SANTOS LUGARES Casa de la calle Zapateros, esquina a la Plaza de San Francisco (hoy Antonio Andújar). Pertenecía a la Obra Pía de los Santos lugares de Jerusalén, administrándola don Castor Fresno. Y, siendo subastada por el Estado, la adquirió ' en 1866 Felipe García por 2.657'75 pesetas, poseyéndola, después, su hijo el sacerdote nombrado Cura de la Elena, que tenía otras fincas en dicha calle. Al fondo aparece el caserón donde estuvo instalado el Instituto de Segunda Enseñanza y la Biblioteca Provincial, que fue parte del convento de Franciscanos.

MARQUES DE M.ONTORTAL Al edificio (probablemente del siglo XVI) que existió en Jo que ahora es el costadO' de la Delegación de Hacienda en la calle del Rosario, correspondía esta bella portada. En el gran escudo que la remata «rodeado de cueros y cambrequines -dice el profesor García-Sauco'-, entre otras vemos las armas de los Reinas y Barnuevos, escudos semejantes a los existentes en Chinchilla». El rótulo que hay sobre la puerta y que resulta un anacronismo, se debe a que en este edificio tuvo academia de dibujo y pintura el excelente artista cordobés Rafael Cuenca Muñoz.

CASA GIRON '

Señalado con el número 18 en la calle M~yor, esquina a la del Rosario, existió este artístico edificio cuyo estilo rococó permite situarlo en el siglo XVIII. Eran de ver en él un mascarón en el alero del tejado, sobre el vértice del ángulo formado por sus dos fachadas, así como la torreta o lucernario que correspondía a la escalera, interiormente. En el principiO', esta finca se denominó «Casa de CO'rreos» y era propiedad del Estado que la subastó y adjudicó en 25.000 reales, siendo ·tras varias transmisiones adquirida pO'r don Emilio Girón Ramírez, y «Casa de Girón» se la llamó desde entonces.

CASA CAÑABATE

Entre los pocos edificios dignos de estimación, que hubo en nuestra población, figuraba éste señalado con el número 4 en la calle del Padre Romano. Era conocido por la «Casa de los Cañabate», familia prócer, cuyo más ilustre miembro fue allá en el siglo XVI el Magnífico Señor Comendador don Juan de Alcañabate y de la Cueva, prohombre albacetense.

CASA DE LOS QUIJOS

En la calle de San Antonio, número 5, fren.; te a la de Isaac Peral, existió este edificio decimonónico, en cuya fachada había tres figuras femeninas representativas de la Primavera, el Verano y el Otoño, por lo que el pueblo, empleando un localismo albaceteño, la llamaba Casa de los Quijos. Fue su primer propietario don Pablo Pardo Pellicer, de quien la heredó su viuda doña Luisa Dusac, de la que pasó a su hijo don Juan José, y de éste a sus herederos.

CASA DE PINO HERMOSO Caserón del siglo XVI con cierto aire de palacio, en el Altozano; en cuya recia fachada de piedra de sillería balcones y ventanas abrían con gruesos herrajes. Y como centinelas guardadores de la entrada, dos esbeltas columnas iónicas se ostentaban a unó y otro lado del amplio portalón. Era propiedad de don Luis Roca de Togores y Rasel, conde de Pinohermoso, señor de Benejúzar y Dayavieja. En él, siendo el conde Alcalde Constitucional de la villa, (1814 - 1820), se celebraban las sesiones del Ayuntamiento. Fue demolido por la entidad Banco Central en 1916, siendo adquirido por 50.000 pesetas.

Bonita columnata jónica en el patio de la Casa del Conde. Antes del derribo del edificio por la empresa Banco Central, el cronista don Rafael Mateos gestionó fuese donada al pueblo de Albacete para su instalación en el Parque, del que hubiese sido un bello ornato. Mas un consejero de la ·enti;.; dad bancaria creyó mejor tomarla para sí e instalarla en una finca de su propiedad. Lo que llevó a efecto, llevándose, asimismo, el broc.al del pozo con su herraje. Este señor no era de Albacete, claro.

· CASA LABASTIDA

Este edificio existió en la calle Mayor, señalado con el número 38, formando esquina con el también desaparecido callejón de San José. Fue construido en el siglo XVIII y nada era reparable en su arquitectura. En él vivió su propietaria doña Micaela Labastida . con su hija Soledad, cuya pingüe humanidad constrastaba con la enjuta figura de su señora -m adre, por lo que, recordando el anuncio humorístico de un acreditado cho· colatero, se las ll¡;¡maba Antes y después de tomar el chocolate. Solita -como se nombraba a Soledad- era de porte señorial y vestía, ya en nuestro siglo, a la moda del XIX. Finalmente, la casa fue habitada po:; doña Margarita Ruiz de Lihori, marquesa de Villasante y baronesa de Alcahalí -descendiente de doña Micaela-, elegante dama no exenta de arrogancia, pese a su mediana estatura. Anduvo en lenguas con motivo del macabro caso ' de la mano cortada. Inteligente y culta, ejerció el periodismo en su juventud. Murió aquí.

Escudo que hubo en el comedio de la fachada, sobre la puerta de entrada, de complicada abundancia de blasones. Salvado, felizmente, de la demolición del edificio, se encuentra, actualmente, en el Museo Provincial.

CASA CARCELEN Edificio señorial del siglo XVIII, aún existente, con el número 5 de orden en la calle de la Feria. Lo poseyó y habitó don Miguel Fernández Cantos Carcelén, hijo-dalgo albacetense, que fue gobernador civil en 1861. Muy escaso interés ofrece en la fac~a­ da, excepción sea hecha de su portada. Después de que en el año 1856 pasara el edificio a don Miguel Fernández Cantos y Ladrón de Guevara por herencia de su padr~, se operaron en él varias ventas y herencias dentro de la familia FernándezCantos, hasta que lo adquiriera don Ignacio Martínez Molina y, por último, en 1932, don Benedicto Perona Escribano, siendo actualmente conocido por «Casa de Perona». El rey intruso José Bonaparte, huyendo de Madrid a Valencia con su corte estuvo en Albacete el 22 de agosto de 1812, alojándose en esta casa.

Portada del edificio pregonera del abolengo y linaje de sus fundadores.

CASA DE LOS PIortada con prismas de base cuadrangular dió ocasión a que el edificio fuese llamado «Casa de los Picos», de cuya demolición fue salvada esta portada que, actualmente, se halla instalada en la plazoleta de la urbanización «Las Seiscientas», en el barrio de la Estrella.

Escudos nobiliarios en la portada.

CASA DE ALFARa Edificio número 3 de la calle de la Feria en que nació nuestro ínclito palsano el Marqués de Molins. El hecho de no haber tenido lugar 8U natalicio en el hogar de sus padres en la casa solariega del Altozano se debió, -según hallazgo documental del ilustre investigador don Francisco Fuster Ruiz-, no a que el edificio estuviese en obras, como se ha venido diciendo, sino a que «habiendo sido expulsada la condesa del hogar por su esposo el conde de Pinohermoso a las dos de la madrugada, 'estando la señora embarazada de siete meses», hubo de acogerse a la hospitalidad de su pariente don J ulián de Alfaro y Patiño, en esta casa de la calle de la Feria, donde el día 17 de agosto de 1812 dio a luz a su hijo Marian~ Roca de To· gores. El Ayuntamiento en 7 de octubre de 1903 acordó colocar en la fachada de la casa una lápida conmemorativa de) nacimiento. Y como la lápida no aparece en la foto, ésta es anterior al expresado año.

DEL BANCO CENTRAL En el solar de la casa del Conde de Pinohermoso, en el Altozano, esquina a' Marqués de Molíns, fue erigido este bonito edificio: cuya artística portada presentaba -según se dijo- reminiscencias ornamentales de la de la Universidail de Alcalá de Henares. Mas esta joyita arquitectónica hubo de ceder plaza al horrendo mastodonte que hoy se alza en su lugar. Esta monstruosa edificación, como su bella antecesora, · es propiedad (le · la entidad Banco Central en la que tiene establecidas sus oficinas.

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CASA DEIL CURA DOMINGUEZ En una rinconada del comienzo de la calle de San Agustín ----calle ésta que en el siglo XVI llevó el nombre del Regidor del Concejo, Rodrigo Castañeda- existió este edificio. Hacía esquina a la 'a ngostura de la calle llamada Callejón del Hospital, retumbado de viento todo el año. Su portada plateresca fue dolorosamente mutilada por un balcón, y el acceso a la casa obstruido por una reja. Fue su propietario el sacerdote don Juan Domínguez, conocido por Cura Basilio, párroco de San Juan -espíritu austero, carácter enérgico- de quien se cuenta que cierto día en que habían de celebrarse solemnes oficios que requerían la presencia del clero parroquial en pleno, .al llegar al templo y echar de ver que ningún eclesiástico había comparecido, le dictó su , ingenio ordenar que doblasen las campanas a entierro de primera clase; acudiendo, así, los curas como moscas a la miel. Y empuñando, entonces, don Juan el más grueso CIrIO que a mano tuvo, se dirigió a los morosos en son amenazador. Hubo ' quien dijo que lÍegó a descalabrar algún cura.

MEJORAS URBANAS

CANAL DE MARIA CRISTINA

Es fama que Albacete debe al canal su existencia Las aguas derramadas de siete manantiales convertían el lugar en ciénaga pestilente y deletérea. Desecados los terrenos mediant~ el desagüe en el canal, a tal fin construido, la villa pudo saber de salud y riqueza. Canal Nacional, .d e María Cristina y de Albacete fue llamado sucesivamente. Mas, quizá, un gesto galante de los albaceteños hizo perdurable la segunda denominación. N

Su construcción debióse a gestión del Conde de Villaleal cerca c;Iel Monarca Carlos IV. En este recreable trasunto el Canal, flanqueado de arboleda, se adentra mansamente por el arco escarzano del Puente de las Escalericas, en la carretera de Madrid. El pequeño edificio que a la izquierda se ve es el Ventorrillo de M iguelillo, de gran auge en tiempos de carreteo, y en el que cierta tarde un disparo fortuito de escopeta causó la muerte de una muchacha. . .

Así era de ameno este lugar de) Canal llamado el Vivero, hoy paraje escueto. sin esos árboles que reflejan su esbeltez en la tersura del agua que fluye lenta y tranquila. Su humilde fauna -sencillos pececillos y cangrejos retrógrados- era un recreo para los deportistas de caña o de retel. El V ive~o era la playa de Albacete, su consuelo contra el rechinadero estival. Al comenzar los veraniegos días, un servicio de carruajes, partiendo de) número 5 de la calle de Caldereros, transportaba a los agüistas a los Baños del Vivero. Costaba el viaje dieciséis reales ida y vuelta. Los días laborables salían a las cuatro de la tarde. Los festivos también a las diez de la mañana. j Cuántos albaceteños nos habremos zambullido en estas aguas y entregado a saludables recreaciones en este deleitoso lugar!

Extensa explanada que existió en el lugar del Canal llamado el Palo. En este grato paraje la concurrencia, numerosa en los días festivos, disfrutaba de grato esparcimiento y suculenta comida con vituallas traídas de la alacena doméstica.

EL FERROCARRIL EN ALBACETE Don José de Salamanca y Mayol, marqués de Salamanca, famoso personaje de proyecclOn internacional, vigoroso agente de la moderna cultura, opulento banquero, imaginación vivísima, promotor de la construcción del ferrocarril de Aranjuez a Albacete (el tramal de Madrid a Aranjuez se puso en servicio el año 1851) cuya inauguración se efectuó el 18 de marzo de 1855. Según refiere el escritor Hernández Girbal, su biógrafo, cuatro trenes preparó Sal~manca para el viaje inaugural, los cuales salieron de Madrid a las seis de la mañana, llegando a Albacete a las cinco y media de la tarde. La magnificencia de Salamanca se mostró levantando al lado de la estación un suntuoso salón, iluminado por más de doscientas arañas de cristal, en el que obsequió a todos los viajeros traídos de Madrid, entre ellos el Gobierno y las Cortes. Con ello celebraba Salamanca no solamente la inauguración del ferrocarril, sino, también, la apertura de la calle que aún lleva su nombre. Los trenes regresaron a la Corte a las nueve y media de la noche.

Primitiva estación férrea de nuestra población.

Antes de la inauguración del ferrocarril, en noviembre de 1854, vino Salamanca desde Alcázar de San Juan a Albacete en una locomotora, acompañado por su amigo don José María Jiménez Cebrián, albaceteño distinguido. Siendo, pues, este señor el primer vecino de Albacete que viajó por ferrocarril. Con la llegada de esta locomotora, se pudo conocer, aquí, el invento de Stephenson antes de la inauguración oficial de la línea.

Modelo en mInIatura de «La Madrileña», una de las locomotoras que prestaban servicio entre la capital de España y la nuestra.

Grabado de la época reproduciendo el paso de un convoy en dirección a Albacele por el puente sobre el Tío Tajo, en Aranjuez.

Edificio de la desaparecida estación férrea.

Andén de la misma.

Trabajos de construcción del depósito de máquinas. A lo lejos, cimero, se ve uno de los fortines construidos en nuestra capital con motivo de las guerras carlistas.

Operación de abastecimiento de carbón de las locomotoras.

Teoría de vagones aparcados.

El auténtico «Puente de Madera» sobre la línea férrea, salida de la población a la carretera de Ayora y recurso de desesperados para quitarse la vida. Fue sustituido por otro de piedra, ya desaparecido. Mas tal arraigo tenía en la -conciencia popular el nombre del primero que a este de piedra se le llamaba, también, «Puente de Madera». (Por uno de los terraplenes a uno y otro lado de la vía férrea se precipitó con su caballo Ricardo Martínez Garijo. El animal pereció en el accidente y él resultó ileso, de donde le vino el apodo de «Matacaballos» que ha venido aplicándose a sus descendientes de ambos sexos. De ellos restan en Albacete, Mercedes y Ricardo Martínez).

Convoy pasando por el llamado Puente de la Maquinilla, sobre el Canal de María Cristina, en dirección a Madrid. El primero de' los dos señores que hay junto al agua es el excelente fotógrafo don Julián Collado, a quien se deben muchas de las fotografías que figuran en este libro.

Vista de la vía férrea y estaclOn en los años primeros del ferrocarril, tomada desde dicho puente. Todo el espacio que ocupaba este complejo es actualmente el «Parque Lineal».

ALCANT'A RILLADO

Dotado, ya, Albacete de una red de distribución de aguas potables, era imperiosa necesidad canalizar las que se vertían, así como las sucias, las pluviales y materias fecales, que tan grave perjuicio ocasionaban al suelo y subs!lelo de la población. Autor del proyecto de alcantarillado y director de las obras fue nuestro insigne paisano el arquitecto don Francisco Manuel MartÍnez Villena, que renunció una vez más a sus honorarios en beneficio de su pueblo. Se comenzaron las obras en el cruce de las calles Marqués de Molíns y Tinte el día 20 de mayo de 1909, hallándose terminada la red en la mayor parte de las calles en 1.0 de junio de 1910. La primera acometida se hizo en la casa núm. 33 de la calle de la Caba, propiedad de don J acobo Sena Valcárcel. El Ayuntamientó declaró al señor Martínez Villena hijo predilecto de la ciudad, dando, después, su nombre- a una de las calles. La Memoria de este su proyecto estuvo de texto en la Escuela de Ar~quitectura de Barcelona.

El Alcalde don Andrés Zamora Moñino dentro de la zanja abierta al comienzo de las obras del servicio de alcantarillado. Al borde de ella aparecen, entre otras personalidades, don Juan García Mas, don José María -N oguera Serna y don Carlos Domingo GÓmez.

Levantamiento del acta notarial de la adquisición de unos terrenos comprendidos entre el Canal de María Cristina y la carretera a Casas Ibáñez para la c'r eación de ' un centro experimental agrícola. El general Ochando pronuncian. do un discurso. Frente a él el Diputado a Cortes por Albacete y Director General de Agricultura don Tesifonte Gallego GarcÍa.

12 de setiembre de 1913. Inauguración 'o ficial del edificio construido por el Estado ,p ara Estación de Agricultura, que se convirtió eli Escuela de Peritos Agrónomos; realizaciones debidas a don Tesifonte Gallego, que aparece entre el señor López Chicheri, Diputado provincIal, y el Gobernador Civil, señor Cudós.

En el amplio solar del final de la calle de Zapateros que antes fuera picadero de don Emilio Torres y hermanos, existió un frontón que desapareció pronto por no prender en nuestros paisanos la afición al juego de la pelota. Fue más tarde una especie de velódromo para aprendizaje del deporte de la bicicleta y, por último, una mezcla de pista de patinaje, cinematógrafo y espectáculos de variedades; siendo entonces su propietario don Pedro Jiménez de Córdoba, profesor de Gimnasia en el Instituto de Segunda Enseñanza.

Año 1912. Los alumnos de la clase de gimnasia del Instituto de Segunda Enseñanza realizando ejercicios de saltos con trampolín en el solar propiedad del profesor de la asignatura don Pedro Jiménez de Córdoba, generalmente conocido por «Don Periquito». El muchachete que aparece en m.a ngas de camisa, a la derecha, en primer término, es el octogenario autor de este libro a los doce años de su edad.

PAGINAS GENTILICIAS

DON SATURNINO LOPEZ VILLANUEVA

El gran filántropo albacetense don Saturnino López Vi· llanueva nació, en la casa número 19 de la calle de Zapateros, el día 11 de febrero de 1832, día y mes pre· monitores de su militancia republicana. Espíritu generoso y caritativo, estuvo siempre presto para socorrer al desvalido. Regaló a Albacete el manantial de aguas potables para abastecimiento de la población, así como los terrenos por donde había de pasar su conducción; suscribiendo, además, cien acciones de la «Sociedad de Aguas Potables de Albacete», que cedió al Ayuntamiento en nombre del pueblo. Fue declarado hijo predilecto, acordándose dar su nombre a la calle- de Zapateros.

Murió don Saturnino el día 21 de junio de 1912, en la casa en que naciera. Su entierro, acto que recogen estas fotos, constituyó una impresio· nante manifestación de sentimiento popular.

El Ayuntamiento, bajo mazas, presidido por el Alcalde don José Legorburo Oriola, saliendo. de la iglesia de San Juan, donde se celebró un solemne 'funeral por el alma de don Saturnino López. Por iniciativa del semanario republicano «Eco del Pueblo» en el año 1929, se abrió una suscripción pública para la erección a su memoria del busto hoy existente, mutilado, en el Parque de Abelardo Sánchez, obra del escultor Ignacio Pinazo.

DON PEDRO URREA SANDOVAL Era don Pedro Urrea Sandoval de aventajada estatura, fuerte conflexión y apariencia entre gran señor y opulento labrador. Caballeroso, bondadoso, pero enérgico cuando las circunstancias lo reclamaban. Su clara inteligencia, su buen humor, sus dichos y sus hechos lo hicieron en extremo popular. Su nombramiento para la Alcaldía en el año 1890, fue acogido con unánime complacencia. Renunció al uso de la vara oficial del cargo, proveyéndose por su cuenta de otra, una verdadera estaca, a la que puso las borlas de autoridad. De él se cuentan infinitas anécdotas. Baste una para muestra. : Había un jacarando, más feo que un miedo de San Antón y dado al mostagán, que ponía en jaque a los transeuntes, a los que llegó a amenazar con arma blanca. Noticioso de ello don Pedro, mandóle comparecer en su domicilio particular. Y, provisto de la contundente estaca alcaldicia, le dijo: « ¿Pero, con esa cara que . gastas pretendes pasar por el guapo del pueblo.?Eso te lo quito yo ahora mismo de la cabeza». Y le hubiera quitado la cabeza misma de no ganar precipitadamente la calle el pretenso bravucón.

MAGIN Lo recordamos cuando era jóven portaestandarte parroquial de la de San Juan Bautista, o ganapán carretillero, o vendedor ambulante~ o, en los disantos, vestido con la ropilla del fondo del bau!. ehieoleando a las mocitas. Su gran popularidad debióse a su inarmónica deformidad, a su minúscula estatura, a su semblante simiesco, a ser, en definitiva, una curiosidad antropológica. No obstante estas sus desdichas, Magín se mostraba siempre alegre, sin agrura. Ya anciano, pudo acogerse a la beneficencia oficial, pero prefirió vivir a su manera, a su capricho. Con su enorme corcova, casi cegados sus ojos, portador de un saquillo que la limosna abastecía, podía vérsele recostado en cualquier esquina, una mano apoyada en su cayado y la otra extendida hacia la caridad. ¡Simpático Magín! Bueno y laborioso Magín, que extrajiste de tu desdicha la nece's aria virtud para luchar contigo mismo, ¡en donde estarán tus huesos!

DAMAS DEL SIGLO XIX Estas tres señoras decimonónicas, elegantemente ataviadas, discurren por el Altozano en el que se ve el antiguo edificio del Ayuntamiento. Debe de ser día de precepto y van o vienen de misa. Así parece evidenciarlo el eucologio que lleva en la mano la señora de la izquierda del grupo.

MAESTROS DE AYER

Año 1917. Claustro de catedrático.s del Instituto de Segunda Enseñanza. De izquierda a derecha, sentado.s: do.n . Francisco. Albiñana, do.n Jesús Huerta, do.n Leo.cadio. Jiménez, do.n Grego.rio. Villagrasa, don Elías Alo.nso.(Di. recto.r), do.n Co.nstantino. Martínez, do.n Segismundo. Ro.drigo., do.n Cirilo. Serrano., do.n Rafael Serrano. y do.n Pedro. Jiménez. De pie: do.n Francisco. San Ro.mán, do.n Mariano. Ro.driguez, do.n Juan Anto.nio. Guillén, do.n Daniel Rubio., do.n Go.nzalo. F. Cristancho., do.n Do.mingo. Co.llado., do.n J o.sé Ciurana, do.n Manuel Berrao.ndo., do.n Emilio. Sánchez y do.n Julio Carrilero.. ¿Y quién que en lo.s mejo.resy más · alegres año.s de la vid.!! haya sido. discípulo. de esto.s profeso.res, severo.s uno.s, benévo.lo.s lo.s más, paternales to.do.s, no. mirará este grupo. co.n o.jo.s del co.razón?

Año 1916. Alumnos del último curso de Bachillera.to en excursión de prácticas de Botánica. Primera fila, de izquierda a derecha: Bonifacio Rubio, J osé Escobar, Francisco Cano, catedrático don Manuel Berraondo, Román Pérez Dusac, Manuel Blanc y Antonio Sánchez. Segunda fila: Julio Blanc, Octavio Castellanos, José Carrilero, José Torrente, Antonio Medina, Amo Anguix y Ramiro Gálvez. Tercera fila: Ramón Parrilla, Francisco Carrasco, Ramón Escobar, Alberto Mateos y ¿Salcedo?

La linda almanseña Amparito Arraez López, una de las tres o cuatro muchachas que allá pOor la primera década de nuestro siglo cursaban estudios de Bachillerato en Albacete. En nuestros días han proliferado como los hongos.

ASOCIACION DE LA PRENSA Junta Directiva de una Asociación de la Prensa. De izquierda a derecha, sentados: (Un desconocido), don Germán León y Vera, don Leandro López L. de Guevara, don Ramón Falero, don Prudencio Ramirez, don Aurelio Ruiz Alcázar y don Clemente Vergara. . De pie: don Gerard'o J uanes Algarra, don Pedro Jiménez de Córdoba, don Gaudencio Ramirez, don Fernando Franco y don Claudio González.

DON JOSE DEL ALCAZAR Don José del Alcázar , y Roca de Togores, descendiente de nuestro Marqués de Molins. Residió con su familia en nuestra capital por los años diez en la casa solariega de su ascendiente el conde de Pinohermoso, en el Altozano. Con su carácter afable supo granjearse generales simpatías. La gente le llamaba el Marqués del Altozano. Lo vemos, aquí, a bordo de su automóvil -rareza, entonces, en nuestra ciudad- estacionado en el paseo de la Feria, con la vieja plaza de toros al fondo. Por el número de la matrícula madrileña del coche, puede inferise la antigüedad del documento gráfico.

LOS DEL ONCE

Grupo de republicano.s, históricos, nostálgicos de la fecha del 11 de febrero de 1873, en que se proclamó la primera República española . . Se reunían, anualm~nte, para conmemorar la efemérides en tal día de febrero, por lo que eran llamado.s Los del once. En este año de 1908 lo han hecho en un huerto del paseo de la Feria, propiedad del señor León. Son de izquierda a derecha: don Maximili ano Martínez García, don José García Mora, don Simón Tévar, don José -Gutiérrez, don Joaquín León, don Pedro. Martínez Gutiérrez, don Joaquín Palomares, don .Dlpiano Martínez y don Melitón GarcÍa.

·GOTA DE LECHE,

J unta de damas de la asociaclOn benéfica «La gota de leche», presidida por la señora de don José del Alcázar y Roca de Togores, tercera por la izquierda, sentada.

DESPUES DE LA FUNCION En el año 1915 se celebró por distinguidos aficionados una función teatral benéfica, en la que se representaron la comedia de Linares Ribas «El abolengO» y la zarzuela del maestro Luna, ((Molinos de viento». He aquÍ, agrupados en el círculo interior de la Feria a algunos de dichos aficionados, acompañados de otras personalidades, después de una comida. Ellos son, de abajo arriba y de izquierda a derec4a, en la fila primera: señor Palomo, don Alvaro González, don José del Alcázar y don Clemente Vergara. Segunda fila: el Maestro de Música don DanielPrat, don José Noguera, señoritas Herrero y 1\'Iontoya, don José Alonso, señoritas Otal y Noguera, don José Yáñez ... Tercera fila: don Juan Antonio Tabernero, señoritas... Otal, Herrero, Serrano, Archillas, Otal y Serra. En la columna de la izquierda, señorita Manresa y v señor Y áñez (don Dionisio) y en la de la derecha: don Fernando Montoya y don Gabriel Navarro.

Distinguidas i9yenes que intervinieron en la representación de la mencionada zarzuela, que a beneficio del Cuerpo de Exploradores, se celebró en el Teatro Circo, el año 1915. Sentadas, de izquierda a derecha, están las señoritas Manresa, Quijada, Otal y Morales. De pie, primera fila, señoritas Mazzeti, Montoya, Otal, Herrero y CaminO'. En la segunda fila, señoritas Serra, (una desconocida), Otal, Noguera, Medina, Blanc (Josefina), Archillas, Blanc (Delia) y Herrero.

AGRUPACION LIRICO-

,D RAMATICA DEL ATENEO

Conjunto de aficionados que la componían en el año 1918. Primera fila, de abajo arriba: señoritas Serna (Dolores), Massó, Collado, A.rteaga, Serna .(Margarita) y hermanas Massó. Segunda fila: señores Chapín, Valero. Rodrigo (Presidente del Ateneo), Serna (Director de la Agrupación) MartÍnez Moreno, y Sancho Legorburo. Tercera fila: señores Jiménez, Legorbu ro Gallego, Mateos y Castellanos. El penúltimo y el último se instalaron en la carreta de Susarión llegando a ser excelentes actores profesionales, sobre todo el último.

UNA ELEGANTE

La distinguida y bella señorita Aurora Fernández Molina, hija del que fue Alcalde (1920-1923), don Gervasio Fernández, vistiendo un elegante atuendo muy principios de siglo.

JUVENTUD DIVINO TESORO

Selecto grupo de la juventud albaceteña de los años veinte. Dada la gran concurrencia, se comprenderá que no figure aquí la nómina de los reunidos.

MANCHEGUITO

Cándido Martínez Pingarrón «Mancheguito», ¡p rimer matador de toros que tuvo Albacete. Nació elIde febrero de 1868. No fue un torero elegante, mas sí valiente y arrojado en extremo. La suerte de matar fue su fuerte, impresionando a los públicos cori sus formidables volapies. De él dijo el gran Rafael Molina «Lagartijo»: . «Lo que tiene d~ ceco e de gnln mata~)1< El «Manchego» e un terremoto echando carne abajo». Realizó brillantes campañas como novillero, llegando a ser el que más to. rease. Hizo su presentación en Madrid el 8 de septiembre de 1889, en cuyos . carteles noviUeriles casi siempre figuró . Tomó la alternativa en Albacete, el 9 de septiembre de 1895, otorgándosela «Fabrilo» en el toro Barquillero, de Esteban Hernández. Con ellos actuaron Anto~io Reverte Iy «Bombita». Volvió a novillear, ya sin el éxito la nterior, Y, por no retirarse novillero, tomó la alternativa segunda vez, también en Albacete, el día ' 10 de septiembre de 1900, cediéndole ~ntonio Fuentes el toro , Campero, de Ibarra. Retiróse, definitivamente, al año siguiente.

Cartel de la cO'rrida en que tomó la alternativa «Mancheguito», que vistió el traje de luces en su última corrida, el 24-6-1910.

A los diez años de su retirada volvió «Mancheguito» a vestirse de luces para actuar en una única corrida de la que fue empresario. Aquí lo vemos en el centro del ruedo atento. al desarrollo del tercio de banderillas en tal corrida, celebrada en Albacete el 24 de junio de 1910, en la que él había de matar dos toros, y sus hijos Baltasar y Paco un novillo y un becerro, respectivamente. Fue herido por su primer toro, matando Baltasar, amén de su novillo, los dos toros de su padre. Falleció el día 3 de febrero de 1925, en su casa de la plaza de las Carretas, en la que tenía una carnecería.

ACONTECIMIENTOS Y ACONTECERES

VISITA REGIA

Fecha jubilosa para Albacete fue la del 15 de abril de 1905, pues en tal día visitó nuestra ciudad Su Majestad el Rey don Alfonso XIII, en el tercer año de su poder real y diecinueve de su edad. Una sección de la Guardia Civil de caballería, con uniforme de gala, en la explanada de la estación férrea la -mañana del día de la llegada de Su Majestad.

Arco de triunfo a la entrada de la calle de Salamanca, uno de los que se levantaron en distintos puntos del recorrido que había de hacer la comitiva regia.

Imponente muchedumbre de gente abarrota la salida de la estaclOn férrea y calle de Salamanca, aguardando la llegada del tren real.

Desfile de carruajes, q ue acompañaron al de Su Majestad, al pasar por las calles de Salamanca y Gaona.

Con escolta de la Guardia Civil, la regia comitiva hace su entrada en la calle Mayor.

El Monarca a su paso por dicha calle. Un policía de la escolta -con bombín, como los demás- advierte con cierta escama la presencia del fotógrafo J ulián Collado, que opera desde una ventana de la cámara del edificio del «Bazar Collado». \ Aprovechando la estancia real, fue inaugurado el ser'vicio de aguas potables a la ciudad.

El l\fonarca llegando al Palacio de la Diputación Provincial donde se celebraría el banquete de gala.

El Rey está en la Diputación Provincial y un gentío aguarda su salida. Ese señor que apoya en el hombro su bastón es el médico don Fulgencio GarcÍa.

Público ante la Diputación esperando la salida de don Alfonso.

Se ha celebrado en el Palacio Provincial un banquete de gala y el Monarca abandona el edificio. Por cierto que uno de los asistentes, el chinchillano don Silvino Moreno, comenzó a picar en los entremeses antes de que lo hiciera don Alfonso, fulminándolo con la mirada el J efe del Gobierno. Era Alcalde de la ciudad don Gabriel Lodares Lossa.

Don Alfonso XIII, acompañado en el landó por don Raimundo F'emández Villaverde, Presidente del Consejo de Ministros, hacendista íntegro y competente. Estaba casado con doña Angela Roca de Togores y Aguirre Solarte, Marquesa de Pozo Rubio e hija del Marqués de Molíns.

VIAJE DE LA INFANTA ISABEL

Con la apren.slon de no fechar con exactitud, situamos en el año 1908 la visita a nuestra ciudad de Su Alteza Real la Infanta doña Isabel de Borbón, hermana del Rey Alfonso XII. En la foto el carruaje con la egregia dama y autoridades locales, pasando por delante de la estación férrea.

ECLIPSE DE SOL El día 30 de agosto de 1905, se produjO' un eclipse tO'tal de Sol. A las 11 horas, 48 minutos, 8 segundos se apreció el primer contacto; entrando en la fase de mayor parcialidad, a las 13 horas. 9 minutO's, 22 segundos. Venus apareció en el firmamento. Y a las 14 hO'ras, 30 minutos y 29 segundos se produjo el últiIno contacto, o terminación de la tangencia del SO'l con la Luna. El grupO' de 'astrónomos espO'ntáneos que aparece en el Puente de las Escalericas está integradO', de izquierda a derecha, por dO'n FranciscoCarrión, industrial herrero; don Victoriano Martínez; don Recaredo Gutiérrez, dO'n José CO'nde y don Antonio Iniesta, maestros nacionales; don Francisco Carrilero, . oficinista; don Dionisio Gallego, maestro nacional, y don José María Carrión, industrial herrero. Todos albaceteños.

En la madrugada del l. o de septiembre de 1904, el vecindario del barrio de San Juan despertó sobresaltado. Las campanas de la Parroquia anunciaban terca y precipitadamente un siniestrO' de incendio. En el cielo, resplandores rojizos se hacían cada vez mas intensos. El aserradero de madera de Lucio Rodríguez Escalera, en la calle de Pablo Medina, estaba ardiendo. La madera apilada pronto fue pavorO'sa pira, cuyas lenguas de fuegO' eran grave amenaza para los edificios colindantes. Los enfermos del Hospital PrO'vincial fueron trasladados a la jglesia de San Juan. El embrionario serVICIO contra incendios nada pudO' hacer con suhomba aspirante impelente accionada a brazO', pO'r todo material ignífugO'. TodO', hasta las máquinas. herramientas, quedó des· truído. Tres meses duró el rescO'ldO' de la madera quemada.

INCENDIO

Desde el llamado «Pedrisco de San Roque», tremebunda tormenta acaecida en 16 de agosto de 1859, no se había producido en nuestra capital una perturbación atmosférica de la gravedad de la ocurrida el día 20 de mayo de 1924. Sobre las seis de la tarde, un aguacero acompañado de granizo precedió a la aparición con viento huracanado de un rojizo y estr uendoso nublado que cubrió n uestra capital, produciendo pánico general al comenzar a caer piedras del tamaño de huevos de gallina, como puede apreciarse en la fotografía. Una piedra recogida en la calle Mayor pesó 175 gramos. En quince minutos, dos oleadas del pedrisco con formidable estrépito cau saron enormes destrozos en los elementos ornamentales de las fachadas d e los edificios, tejados, cristales, persianas, abatiendo cables eléctricos y telefónicos, horadando las techumbres de algunas casitas, destrozando todas las claraboyas, desgajando ramaje del arbolado . u

Al terminar la tormenta la ciudad parecía haber sido bombardeada. Quedó sin agua y sin luz. No hubo, empero, que lamentar daño alguno en las personas, y sí, únicamente, el caso de Rosario Martínez Rodríguez, de 64 años, que padecía cardiopatía, y falleció a consecuencia de la enorme impresión recibida.

PABLO IGLESIAS_

El ferrolano Pablo Iglesias Pose, que de obrero tipógrafo llegó a ser una alta personalidad de la política española, fundó el Partido Socialista Español, siendo Diputado a Cortes en muchas legislaturas. Su estancia en Albacete fue acogida con general expectación; tanta que a la conferencia que pronunció en el Teatro Circo numeroso público vióse imposibilitado de poder acceder al local.

Pablo Iglesias -El Abuelo, como lo llamaban sus secuaces cariñosamenteal salir del teatro~ celebrado el acto socialista.

MOVIMIENTO OBRERO

La casa del Pueblo de Albacete se inauguró en la noche del día 25 de enero de 1919 en un edificio sito en la calle de Cervantes. Para solemnizar el acontecimiento, se celebró un gran mitin, en el que tomaron parte los consecuentes republicanos don Manuel Alcázar y don Rafael Serrano Arroyo, los socialistas madrileños Mascareño y Goicoechea, el Presi· dente de la Casa del Pueblo «Antonio de Solís» y Justiniano Bravo. De aquí en adelante, la organización obrera fue una fuerza positiva. En la foto don Manuel Fraile Corona (Antonio de Solis) , fundador de la Casa del Pueblo y del partido socialista y director del semanario «El 13», defep.sor de los intereses del proletariado, pronunciando un discurso en la plaza de toros.

Manifestación obrera ante el Gobierno Civil, instalado, entonces, en el edificio que formaba esquina con la calle de Salamanca y paseo de Alfonso XII, frente a la estación férrea. Por cierto que entre los manifestantes hemos descubierto a un conocido individuo, de apellido ígneo, cuya actividad proletaria consistía en protejer a sus semejantes prestándoles dinero con interés usurario.

FUNERALES POR CANALEJAS

Noviembre d~ 1912. El Gobernador civil don ' Pablo Plaza (de espaldas) , el · Alcalde don José Legorburo Oriola y otras personalidades, que asistieron al funeral por don José Canalejas y Méndez, Presidente del Gobierno, asesinado por el anarquista Manuel Pardinas Serrato, natural de El Grado (Huesca), frente a la librería de San Martín, en la madrileña Puerta del Sol, el día 12 de los expresados mes y año.

EMPRESTITO FONTECHA

Fonnalización notarial del contrato de un empréstito municipal de 1.600.000 pesetas, patrocinado por el Alcalde

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