DEL CAOS AL ORDEN EN EL ASOCIACIONISMO MUNICIPAL ANDALUZ?. EL CASO DE LA PROVINCIA DE SEVILLA.-

¿DEL CAOS AL ORDEN EN EL ASOCIACIONISMO ANDALUZ?. EL CASO DE LA PROVINCIA DE SEVILLA.- MUNICIPAL Jesús VENTURA FERNÁNDEZ Universidad de Sevilla Pal

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¿DEL CAOS AL ORDEN EN EL ASOCIACIONISMO ANDALUZ?. EL CASO DE LA PROVINCIA DE SEVILLA.-

MUNICIPAL

Jesús VENTURA FERNÁNDEZ Universidad de Sevilla

Palabras clave: Organización territorial, asociacionismo municipal, comarcas, provincia de Sevilla.

1.- Organización territorial y tradición comarcal en Andalucía. Si entendemos el término “organización” en su acepción geográfica más estricta, es decir, como la división administrativa del territorio en diferentes escalones, se nos abre, no obstante, todo un mundo de posibilidades, y eso que el Título VIII de nuestra Carta Magna reduce inicialmente éstas a tres niveles fundamentales: municipios, provincias y las comunidades autónomas que llegaran a constituirse. Sin embargo la realidad es mucho más rica y compleja, sobre todo en el escalón intermedio entre lo estrictamente local y la escala regional. Ya en la Constitución del 78, sin nombrarlas explícitamente, se intuyen algunas asociaciones municipales esenciales (mancomunidades, consorcios, áreas metropolitanas, por ejemplo), así como la posibilidad de que los correspondientes estatutos de autonomía institucionalicen una demarcación intermedia entre los municipios y las CC. AA., esto es, las tan traídas y llevadas comarcas. El Estatuto andaluz (1981) recoge esta opción en su artículo 5, aunque su concreción queda supeditada a la inclusión de las mismas dentro de una única provincia y a la aceptación de todos y cada uno de los municipios afectados en cuanto a su adscripción a una determinada comarca, lo que hizo inviable, sobre todo esto último, el inicial Proyecto de Comarcalización para Andalucía (1983). Además todos estos aspectos están vinculados con una cuestión sumamente práctica como es la ordenación territorial, esto es, la voluntad y acción de mejora de los elementos sobre el espacio. Resulta evidente que los diferentes niveles administrativos condicionan aspectos tan esenciales como el sistema de ciudades o las infraestructuras de comunicaciones. Baste en este sentido recordar la influencia de la provincialización decimonónica (CANO GARCÍA, 1990), o las consecuencias de la aparición de las capitalidades autonómicas. A pesar del fracaso del mencionado proyecto comarcalizador andaluz, diluido en un posterior Sistema de Ciudades (1986), que apenas ha tenido trascendencia efectiva, lo cierto es que en los últimos tiempos se ha puesto de manifiesto una vez más la necesidad del asociacionismo municipal. Por una parte, para poder acceder a determinadas ayudas europeas se requieren unos umbrales mínimos en cuanto a población y territorio; y por otro lado se insiste en la actualidad en que el proceso descentralizador generalizado en nuestro país, y en otros del contexto occidental, debe avanzar hasta alcanzar la escala local, desde donde se promuevan procesos de desarrollo de abajo hacia arriba con un carácter, a ser posible, endógeno.

El tema de la comarca no es sin embargo nuevo, más bien todo lo contrario (recordemos las koras islámicas por ejemplo). Así, con fecha de 1982, contamos con un trabajo compilatorio firmado por PEZZI sobre La comarcalización de Andalucía, en el que se recogen aquellas delimitaciones intermedias que, con carácter sectorial por supuesto, han afectado a nuestra por entonces naciente Comunidad Autónoma. Todo ello en un momento clave al respecto, puesto que se estaban poniendo las bases metodológicas de lo que se esperaba fuera nuestra futura comarcalización. De las allí expuestas, el autor resalta, y nosotros también coincidimos, la denominada Comarcalización Agraria, elaborada por el Ministerio de Agricultura en 1978 para el conjunto del Estado, y que, dada la tradicional impronta agraria de nuestra tierra, ha sido una de las más exitosas y generalizadas en Andalucía. De hecho aún hoy se sigue empleando con frecuencia (y no sólo para el Censo Agrario), o bien constituye la base de otras posteriores.

2.- El complejo caso de la provincia de Sevilla. La extensa provincia hispalense (más de 14.000 km2) representa un caso complejo, dada la diversidad de situaciones que acoge (sierras, vega, campiña, marismas,...), y sobre todo por la presencia de la principal metrópolis regional, la ciudad de Sevilla, cuya área de influencia se extiende, al menos, por todo el occidente andaluz. La mencionada comarcalización agraria compartimentaba esta provincia en 7 unidades, con el siguiente reparto en cuanto a superficie, población y número de municipios implicados.

CUADRO 1.- CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA COMARCALIZACIÓN AGRARIA EN LA PROVINCIA DE SEVILLA Nombre comarca Superficie Km2 Población 1981 Nº. de municipios 3.747,33 km2 56.582 hab. 18 municipios La Sierra Norte 1.568,28 km2 915.475 hab. 21 municipios La Vega 591,16 km2 94.259 hab. 21 municipios El Aljarafe 980,23 km2 19.698 hab. 3 municipios Las Marismas 5.378,78 km2 290.166 hab. 19 municipios La Campiña 1.146,68 km2 63.169 hab. 10 municipios La Sierra Sur 587,97 km2 38.079 hab. 10 municipios Comarca de Estepa 7 comarcas agrarias 14.000,43 km2 1.477.428 hab. 102 municipios Fte.: PEZZI, 1982.

Según podemos observar, se opta por una división fundamentada en el medio físico, en las unidades morfoestructurales sobre todo, en coherencia con el sentido agrarista de estas delimitaciones, y en la que se obvia por completo el hecho metropolitano, que queda englobado, esencialmente, dentro del conjunto de La Vega (la comarca más populosa por ello con diferencia). También apreciamos cómo las superficies oscilan entre los casi 5.400 km2 de La Campiña, y la pequeña comarca de Estepa de sólo 588 km2. El número de municipios afectados en cada una de estas unidades va desde los 3 de Las Marismas (también la menos poblada, pues no llegaba en 1981 a los 20.000 habitantes), hasta los 21 de La Vega y El Aljarafe, dado el tradicional minifundismo municipal de estas zonas por su hábitat disperso, que contrasta

con la gran extensión de los términos de La Campiña (situación que deriva de la presencia habitual en la misma de la gran propiedad) (VENTURA y AYALA, 1987). El Proyecto de la Junta de 1983, donde las células básicas (125 para toda Andalucía) se denominan “ámbitos funcionales” a pesar de la literalidad de nuestro Estatuto, que parecía decantarse por una comarca de tipo tradicional, como compendio de variables geográficas, se concreta en 19 divisiones para la provincia de Sevilla. La capital encabezaba por supuesto una de ellas, con 17 municipios de clara vocación metropolitana, puesto que ya incorpora a los del Aljarafe más oriental y, por tanto, más cercanos e influidos por la ciudad de Sevilla. Las características básicas de las mismas son las que se exponen a continuación.

CUADRO 2.- CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA COMARCALIZACIÓN DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA EN LA PROVINCIA DE SEVILLA Nombre ámbito Superficie Km2 Población 1981 Nº. de municipios 706,9 km2 34.527 hab. 5 municipios Lora del Río 955,4 km2 11.749 hab. 4 municipios Cazalla de la Sierra 855,5 km2 12.778 hab. 3 municipios Constantina 890,4 km2 36.100 hab. 8 municipios Osuna 1.195,8 km2 48.684 hab. 3 municipios Écija 587,5 km2 38.827 hab. 10 municipios Estepa 884,3 km2 51.472 hab. 5 municipios Morón 689,3 km2 39.341 hab. 3 municipios Marchena 925,5 km2 70.163 hab. 4 municipios Utrera 626,4 km2 37.850 hab. 2 municipios Lebrija 828,6 km2 793.823 hab. 17 municipios Sevilla 906,6 km2 8.286 hab. 6 municipios Castillo de las Guardas 719,2 km2 18.207 hab. 4 municipios Guillena 334,1 km2 36.457 hab. 5 municipios Cantillana 1.010,9 km2 48.296 hab. 3 municipios Carmona 449,3 km2 103.125 hab. 2 municipios Dos Hermanas–Alcalá 637,4 km2 21.079 hab. 6 municipios Pilas 582,5 km2 40.218 hab. 10 municipios Sanlúcar la Mayor 220,9 km2 27.239 hab. 2 municipios La Rinconada 19 ámbitos comarcales 14.006,5 km2 1.478.221 hab. 102 municipios Fte.: JUNTA DE ANDALUCÍA, 1986.

Como vemos el planteamiento territorial es bastante diferente al de la Comarcalización Agraria, puesto que el desglose está mucho más pormenorizado, basándose en flujos funcionales, fundamentalmente en la dirección de las llamadas telefónicas fuera de la localidad de origen (con exclusión de la capital provincial, en este caso también autonómica, que aglutina la inmensa mayoría de ellas). Aparecen así unos ámbitos que oscilan entre los 221 km2 de La Rinconada y los 1.196 de Écija, y que acogen a poblaciones muy dispares: los 8.286 habitantes del Castillo de las Guardas, en el primer escalón de la Sierra Norte; y los 103.125 de Alcalá de Guadaira y Dos Hermanas, en plena área metropolitana hispalense, todo esto excluyendo al ámbito de la capital regional, donde casi se alcanzaban en 1981 las 800.000 personas. El número de

municipios afectados en cada unidad también tiene un recorrido amplio, pues va de algunas “comarcas” con sólo 2, a la propia de Sevilla con 17 términos implicados. En su heredero natural (el Sistema de Ciudades de 1986) se denominan a estas entidades “ámbitos básicos” (122 entonces para el conjunto andaluz), y se establecen unas divisiones intermedias entre éstos y la provincia, los llamados precisamente “ámbitos intermedios”, encabezados en nuestro caso sevillano, por Lora del Río, Osuna, Morón, Utrera, y, obviamente, la propia Sevilla (el más grande con diferencia con casi 5.700 km2). Sin embargo todas estas delimitaciones apenas han tenido trascendencia real, a pesar de que deberían haber servido de base para la planificación territorial de los distintos organismos de la Junta de Andalucía y para la Ordenación del Territorio en cuanto al sistema urbano-relacional (JUNTA DE ANDALUCÍA, 1990). En este sentido cabe decir que muchas consejerías han establecido sus propias divisiones administrativas (Salud con las Zonas Básicas de Salud, o Servicios Sociales con las Zonas de Trabajo Social), y que aquéllas que la siguieron empleando (Obras Públicas, de donde emanó, para el Plan de Carreteras por ejemplo; o Educación para los Mapas Escolares de Andalucía), cada vez la consideraron menos como un instrumento para la planificación, y más como un mero formato para la presentación de datos estadísticos, pero sin trascendencia en cuanto a dotaciones reales. Una prueba de ello es este último caso, el del sector educativo, en el que estos mapas escolares fueron paulatinamente perdiendo fuerza como documentos estratégicos, y 5 años después de la aparición del Sistema de Ciudades de Andalucía (donde se recogía de forma explícita que cada ámbito básico debería contar al menos con un centro para las enseñanzas medias de la comarca), todavía existían en el conjunto andaluz 9 de estas entidades sin equipamiento alguno. Sin embargo, cuando a raíz de la puesta en marcha de la LOGSE (1990) se produjo la extensión de la Educación Obligatoria hasta los 15/16 años, hubo que retomar con fuerza los aspectos territoriales, y elaborar entonces unos documentos específicos que recogieran todas estas cuestiones, como marco efectivo para la planificación sectorial, todo ello sin los corsés de los límites administrativos, y con una verdadera orientación funcional. Lo que venía a demostrar, una vez más, la necesidad, en la práctica, de estos escalones intermedios. La Diputación Provincial de Sevilla, al tener competencias en el llamado Desarrollo Local, heredero a su vez del denominado Desarrollo Rural, también ha establecido sus propias delimitaciones, los llamados inicialmente productos territoriales, y en la actualidad, algo más adecuadamente, Entidades Territoriales Colaboradoras, y que según el Plan Director para el Fomento de la Cultura Emprendedora 1997/1999 serían las 13 siguientes: Cornisa Sierra Norte (Corredor de La Plata), Vega Alta, Vega Media, Sierra Norte, Bajo Guadalquivir, Campiña, Serranía Suroeste, Mancomunidad de Écija, Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira, Ayuntamiento de Dos Hermana (estos dos últimos constituirían el embrión de una denominada Área Industrial Metropolitana), Los Alcores y Aljarafe, en función de las distintas sociedades para el Desarrollo Local / Rural que encontramos sobre nuestra provincia. Sin embargo, para lo que es presentación de información general y datos estadísticos, la Diputación continua empleando un esquema tradicional, muy influenciado por la mencionada comarcalización agraria, que divide el territorio hispalense en Aljarafe, Área

Metropolitana, Campiña (extensísima), Marisma, Sierra Norte (el único territorio que coincide a la perfección con el “agrario”), Sierra Sur y Vega. Ahora bien, en nuestros días tienen mucho más peso los impulsos al proceso de construcción comarcal que proceden del marco de la Unión Europea, o bien que están relacionados con programas en coherencia con la búsqueda de alternativas para el mundo rural. Así la Iniciativa Comunitaria LEADER para el período 1991-1994 ya permitió la constitución de 2 comarcas de este tipo en la provincia de Sevilla: Sierra Norte, sobre la mancomunidad del mismo nombre, que coincide con los municipios afectados total o parcialmente por el Parque Natural de idéntica denominación; y la de la Sierra Sur sevillana, inicialmente en torno a la localidad de Estepa. Pero es en el periodo 1995-2001 (LEADER II) cuando se consolidan las dos comarcas anteriores (en el caso de la Sierra Sur con la incorporación de La Lantejuela y sobre todo Osuna), y también cuando aparece con fuerza la denominada comarca del Corredor de la Plata, tradicionalmente incluida en la Sierra Norte (así sucedía por ejemplo en la referida Comarcalización Agraria), y que sin embargo había quedado al margen del proceso de asociacionismo municipal al no verse afectada por los límites del Parque Natural de Sierra Norte de Sevilla. A su vez el Programa de Diversificación de las Economías Rurales (PRODER), para el período 1996-2001, como complemento del anterior bajo impulso estatal para áreas menos periféricas (vegas y campiñas en especial), ha terminado prácticamente por cubrir el mapa provincial de Sevilla, al igual que el autonómico, de organizaciones territoriales intermedias (NAVARRO y VENTURA, 1999). De este modo, en la actualidad, podemos entender que contamos con las siguientes entidades diferenciadas. Derivadas de la Iniciativa Comunitaria LEADER: Sierra Norte de Sevilla, Sierra Sur de Sevilla, y Corredor de la Plata; y con origen el PRODER: Aljarafe-Doñana, el Bajo Guadalquivir, la Gran Vega de Sevilla, Los Alcores-Campiña, y Serranía Suroeste de Sevilla (en torno a Morón). Quedarían entonces sólo por atender las necesidades de la Aglomeración Urbana de Sevilla, que no obstante cuenta ya con el embrión de un Plan Subregional de Ordenación del Territorio, que afectaría a 22 municipios metropolitanos. Ahora bien, quizás algunos de estos 9 casos “comarcales” se corresponden con espacios demasiado amplios (Los AlcoresCampiña por ejemplo), que admitirían, como veremos a continuación, determinadas subdivisiones de cara a una articulación más eficaz del territorio. En todo este proceso ha tenido mucho que ver la red de mancomunidades de municipios, que poco a poco se ha venido conformando para resolver problemas comunes difíciles de afrontar en solitario, y que también redunda en una mejor gestión y desarrollo endógeno de los diferentes ámbitos provinciales (10 existían a mediados de 1998 para el caso de Sevilla, a las que hay que sumar 13 consorcios con participación de entidades municipales sevillanas). Igualmente han contribuido a andar todo este camino los órganos de control de distintos espacios protegidos, en especial los que se adscriben a la figura de los parques naturales, de escala habitualmente intermedia y situados por regla general en comarcas serranas y periféricas (la Sierra Norte de Sevilla es en este sentido un magnífico ejemplo de ello).

3.- ¿Un nuevo y más sólido mapa comarcal para Sevilla?.

En función de todo lo anterior pensamos que estamos en condiciones de hablar de un nuevo y más sólido mapa comarcal para la provincia de Sevilla, capaz de proyectarse en el tiempo y, por qué no, de soportar una estructura administrativa propia. Todo ello cabe ponerlo en relación con la posibilidad de aprobación de una Ley relativa a Entidades e Instrumentos para la Cooperación Territorial de Andalucía (que se encuentra en estos momentos en fase de Anteproyecto), donde parece vislumbrarse una especie de menú a la carta para que los municipios elijan la fórmula que más le interese de cara a la coordinación mutua, y en la que, entre 9 figuras, destacarían por supuesto las comarcas y las áreas metropolitanas. Para ilustrar esta situación actual de madurez territorial ponemos como ejemplo el caso de que en dos estudios recientes se llega, por caminos muy distintos, a conclusiones similares en cuanto a la posible estructura comarcal de la provincia de Sevilla. Uno de ellos es el impulsado por el profesor CANO GARCÍA a través del Grupo de Investigación “Estudios Geográficos Andaluces”, y publicado en el tomo X de la obra enciclopédica Conocer Andalucía (2002) bajo el título de “Una propuesta de comarcalización para Andalucía”. En él se establecen finalmente, siguiendo un método complejo de consideraciones funcionales (a través de encuestas), históricas, administrativas, naturales, etc..., 10 comarcas para Sevilla, con las características que aquí se recogen en cuanto a extensión, población y número de municipios. En este caso, que entendemos significativo, incorporamos a continuación un mapa con la territorialización de estas entidades.

FIGURA 2.- COMARCAS “CONOCER ANDALUCIA” PARA SEVILLA

Fte.: Elaboración propia a partir de CANO GARCÍA (2002).

CUADRO 3.- CARÁCTERÍSTICAS BÁSICAS DE LAS COMARCAS DE LA PROVINCIA DE SEVILLA PUBLICADAS EN CONOCER ANDALUCÍA Nº. Comarcas Conocer Andalucía Superf. km2 Población 1998 Municipios 1.016 km2 1.073.770 hab. 21 munic. 1 Área Metropolitana de Sevilla 1.116 km2 87.582 hab. 11 munic. 2 La Vega de Sevilla 79.650 hab. 15 munic. 1.431 km2 3 Aljarafe-Marismas 1.561 km2 133.057 hab. 7 munic. 4 Valle Bajo del Guadalquivir 1.013 km2 57.493 hab. 3 munic. 5 Comarca de Los Alcores 1.319 km2 57.069 hab. 5 munic. 6 Écija 19.770 hab. 7 munic. 1.137 km2 7 Corredor de la Plata 2.383 km2 29.557 hab. 10 munic. 8 Sierra Norte de Sevilla 1.485 km2 82.807 hab. 18 munic. 9 Sierra Sur de Sevilla 94.090 hab. 8 munic. 1.581 km2 10 Sierra Suroeste 10 comarcas sevillanas 14.042 km2 1.714.845 hab. 105 munic. Fte.: Elaboración propia a partir de CANO GARCÍA (2002).

En esta ocasión las diferencias entre comarcas se atenúan en cuanto a superficie, e incluso en cuanto a población si exceptuamos los extremos de la variable: el Área Metropolitana de Sevilla, que supera el millón de habitantes, y su contigua comarca del Corredor de la Plata, apoyada sobre la N-630 o carretera de Extremadura, donde no se llega a las 20.000 personas. Una diferencia a tener en cuenta respecto a los otros 2 cuadros anteriores, en los que las variaciones eran mínimas en el total de superficie provincial y las demográficas estaban motivadas por contabilizar a la población de hecho en la Comarcalización Agraria y a la de derecho en los ámbitos de la Junta (en ambos casos con datos referidos a 1981), es la consideración ahora de 3 nuevos municipios para la provincia hispalense, como consecuencia de sus respectivos procesos de segregación, y que se corresponden con los términos de Cañada del Rosal (separado de La Luisiana), Villafranco del Guadalquivir (antes incluido en Puebla del Río), y El Cuervo (que pertenecía con anterioridad a Lebrija). El otro estudio comarcal al que nos referimos ha sido el empleado en el Informe de Desarrollo Territorial de Andalucía (2001), trabajo realizado por el equipo que dirigió el profesor ZOIDO NARANJO, según aparece en su epígrafe denominado “Análisis integrado”, si bien la base comarcal no es realmente propia salvo retoques, puesto que procede a su vez de la elaborada por Arenal Consultores en 1998 y titulada Estudio territorial para la delimitación de ámbitos comarcales en Andalucía. En este caso la provincia hispalense se subdivide en 11 comarcas, que vienen a coincidir con las del trabajo anterior salvo la de la Sierra Sur de Sevilla, que aquí se desglosa en la comarca de Osuna por un lado y en la de Estepa por otro. En el resto las coincidencias son muy grandes, con las únicas salvedades, en cuanto a municipios afectados, que se recogen en el mapa posterior. También incluimos a continuación un cuadro comparativo, en relación con las denominaciones de las comarcas, entre las diseñadas por el Grupo de Investigación “Estudios Geográficos Andaluces”, las que derivan de los actuales procesos de Desarrollo Local y Ordenación Territorial, y las que aparecen en el Informe sobre Desarrollo Territorial de Andalucía, habiéndose resaltado las principales diferencias espaciales entre ellas, menores en todo caso como se puede apreciar.

FIGURA 2.- MUNICIPIOS QUE CAMBIAN DE ADSCRIPCIÓN COMARCAL EN EL I.D.T. RESPECTO A CONOCER ANDALUCIA EN SEVILLA

1) Puebla del Río y Villafranco del Guadalquivir se incluyen en Conocer Andalucía en la comarca Aljarafe-Marisma y en el IDT lo hacen en la de Sevilla. 2) Burguillos y Guillena pertenecen en Conocer Andalucía a La Vega de Sevilla y en el IDT están en el Corredor de la Plata. 3) La Campana se adscribe en Conocer Andalucía a la comarca de Écija y en el IDT se incorpora a la Campiña de Carmona. 4) Pruna está dentro de Sierra Suroeste en Conocer Andalucía y se asigna a Osuna en el IDT. 5) El IDT segrega la comarca de Estepa de la que en Conocer Andalucía se denomina Sierra Sur de Sevilla, conformada por los ámbitos localizados en torno a Osuna y a la propia Estepa.

CUADRO 4.- DENOMINACIÓN Y CORRESPONDENCIAS ENTRE COMARCALIZACIONES RECIENTES PARA LA PROVINCIA DE SEVILLA Conocer Andalucía tomo X Desarrollo Local y O.T. Informe Desarrollo Territ. Área Metropolitana de Aglomeración urbana de Sevilla Sevilla Sevilla La Vega de Sevilla Gran Vega de Sevilla Vega de Sevilla Aljarafe-Marismas Aljarafe-Doñana Aljarafe Valle Bajo del Guadalquivir Bajo Guadalquivir Bajo Guadalquivir Comarca de Los Alcores Campiña de Carmona Los Alcores-Campiña Écija Écija Los Alcores-Campiña Corredor de la Plata Corredor de la Plata Corredor de la Plata

Sierra Norte de Sevilla Sierra Sur de Sevilla Sierra Suroeste 10 comarcas sevillanas Fte.: Elaboración propia.

Sierra Norte de Sevilla Sierra Morena de Sevilla Sierra Sur de Sevilla Osuna + Estepa Serranía Suroeste de Sevilla Campiñas de Morón y Marchena 9 entidades territoriales 11 comarcas sevillanas

4.- Consideraciones finales. En relación con todo lo expuesto con anterioridad podemos extraer las siguientes conclusiones: - La organización territorial, como forma de compartimentar el espacio para su gestión administrativa, es una manera también de inducir un determinado sesgo a la Ordenación del Territorio. - El escalón territorial intermedio entre lo local y lo regional es sumamente operativo en este sentido, y así se plantea de manera implícita en la Constitución Española de 1978. - El Estatuto de Autonomía para Andalucía (1981) también recoge esta posibilidad, pero la deja muy constreñida al forzar la conformación de comarcas a los límites provinciales decimonónicos y de origen centralizador. - El fracaso de este proceso en la Comunidad andaluza, originado por éste y otros motivos, no ha evitado, ni mucho menos, que el asociacionismo municipal sea una necesidad creciente de nuestras localidades, en especial para las de ámbitos rurales y periféricos. - En este camino mancomunidades, consorcios, planes subregionales de Ordenación del Territorio, parques naturales,... y en especial las agrupaciones municipales orientadas hacia el Desarrollo Rural (Iniciativa LEADER y programa PRODER) están contribuyendo con fuerza a la construcción de territorios comarcales, en un proceso más espontáneo que con anterioridad, y con un sentido también más natural de abajo hacia arriba. - El caso de la provincia de Sevilla es bastante problemático por su extensión, por la diversidad de espacios que acoge, y por la presencia de la principal metrópolis regional, que irradia su influencia, cuando menos, por todo el occidente andaluz. - No obstante, distintos estudios han llegado a coincidir, por caminos diferentes, en un mapa comarcal muy similar para la provincia de Sevilla (fundamentado en una red de entre 9 y 11 de estas entidades intermedias), lo que parece aportar una luz al final del túnel en la organización del territorio andaluz, todo ello en un horizonte en el que se plantea el retomar iniciativas legislativas que contribuyan a la posible comarcalización de Andalucía.

5.- Bibliografía y fuentes documentales. CANO GARCÍA, G. (1990): “Divisiones territoriales y comarcalizaciones en Andalucía. Pasado y presente”. Geografía de Andalucía, tomo VII (director y coordinador G. CANO). Cádiz, Ed. Tartessos, pgs. 186-203. CANO GARCÍA, G. (2002): “Una propuesta de comarcalización para Andalucía”. Conocer Andalucía, Gran Enciclopedia Andaluza del Siglo XXI, volumen 10, Pueblos, Ciudades y Comarcas Andaluzas. Sevilla, Ed. Tartessos, pgs. 11-85. CONSTITUCIÓN Española (B.O.E., 29-XII-1978). ESTATUTO de Autonomía para Andalucía (B.O.E., 11-I-1982). JUNTA ANDALUCÍA (1983): Propuesta de comarcalización. Documento para Información Pública. Sevilla, Consejería de Política Territorial y Energía, 199 páginas. JUNTA DE ANDALUCÍA (1986): Sistema de Ciudades. Andalucía. Sevilla, Consejería de Política Territorial, 2 tomos de 91 y 266 páginas respectivamente. JUNTA DE ANDALUCÍA (1990): Bases para la Ordenación del Territorio de Andalucía. Málaga, Consejería de Obras Públicas y Transportes, 241 páginas. LEY Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (B.O.E., 4 de octubre). NAVARRO, J. y VENTURA, J. (1999): “Mancomunidades, consorcios y comarcas de desarrollo rural en Andalucía”. El Siglo Que Viene, Revista de Cultura, nº. 38. Sevilla, Área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, pgs. 36-39. PEZZI, Manuel (1982): La comarcalización de Andalucía. Granada, Publicaciones de la Universidad, 183 páginas. VENTURA, J. y AYALA, J. (1987): “Concentración y dispersión. Características del poblamiento andaluz”. Geografía de Andalucía, tomo III (director y coordinador G. CANO). Madrid, Ed. Tartessos, pgs. 207-257. ZOIDO NARANJO, F. (coordinador, 2001): Informe de Desarrollo Territorial de Andalucía. Sevilla, Grupo de Investigación “Estructuras y Sistemas Territoriales”, 311 páginas.

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