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DETERMINACIÓN DE LAS CAUSAS DE DECAIMIENTO DE LAS MASAS NATURALES DE PINARES DE Pinus halepensis Mill. EN LA PROVINCIA DE ZARAGOZA A. CÁMARA (1); F. JORDÁN DE URRIES (2); C. BARAZA (2) (1) (2)
Universidad de Valladolid. E.U.I. Agrarias. Dpto. Producción Vegetal y Silvopascicultura. 42004 Soria Diputación General de Aragón. Servicio Provincial del Departamento de Medio Ambiente. Sección de Conservación del Medio Natural. Edificio Maristas. Pza de San Pedro Nolasco. 50071 Zaragoza
RESUMEN En los últimos años se ha detectado un decaimiento general del arbolado de las masas naturales de pino carrasco (Pinus halepensis Mill.) de las Bárdenas Aragonesa y Montes de Zuera y Castejón, todas ellas localizadas en la provincia de Zaragoza en la región de procedencia "MonegrosDepresión del Ebro". En este trabajo se caracteriza fitoclimáticamente estas masas, utilizando los trabajos de CÁMARA (1998,1999) basados en los sistemas de ALLUÉ-ANDRADE (1990;1997) y se analiza la posible existencia de un cambio climático que pueda justificar, en parte, el decaimiento mencionado por una pérdida de idoneidad fitoclimática de la estación respecto a la especie actual. P.C.: Pino carrasco, Pinus halepensis, Aragón, cambio climático. SUMMARY A wide decay of Aleppo pine stands has been observed during the last years in the Bárdenas de Aragón and Montes de Zuera y Castejón (Zaragoza province). These localities are included in "Monegros-Depresión del Ebro" provenance. The aim of this work is to describe these stands phytoclimate using CÁMARA works (1998, 1999) based on ALLÚE-ANDRADE models (1990;1997). The role of climatic change as responsible for this decay is evaluated under the hypothesis of the displacement of these stands from their climatic optima. K.W.: Aleppo pine, Pinus halepensis, Spain, Zaragoza, climatic change. ANTECEDENTES Las masas naturales de Pinus halepensis Mill. objeto de este estudio se incluyen en la región de procedencia “Monegros-Depresión del Ebro”. Están distribuidas sobre elevaciones que rodean la Cuenca del Ebro y, a grandes rasgos, se sitúan según la clasificación fitoclimática de ALLUE (1990), entre el tipo mediterráneo ilicino IV3 y el nemoromediterráneo subeclerófilo VI(IV)1. Ambas masas se localizan en la margen izquierda del río Ebro, entre los términos municipales de Ejea de los Caballeros, Tauste y Sádaba (provincia de Zaragoza) en el caso de Las Bárdenas Aragonesas con una superficie de pinar próxima a 8.000 hectáreas, mientras que los Montes de Zuera y Castejón se sitúan entre los términos municipales de Ejea de los Caballeros, Tauste, Castejón de Valdejasa, Sierra Luna, Las Pedrosas (provincia de Zaragoza) y Guerrea de Gállego (provincia de Huesca), con una superficie de pinar superior a las 20.000 hectáreas. Tradicionalmente estas masas han sido explotadas mediante cortas de leñas por huroneo para abastecer de combustible a los pueblos circundantes, extrayendo en ellas los pies secos. En los montes de Zuera, existió un aprovechamiento ordenado de resinas sobre 5000 hectáreas en los años 20, y aunque existen evidencias documentales de intentos de ordenación y planes de gestión que
contemplaban cortas, nunca se realizaron cortas intensas sobre grandes superficies aunque sí clareos sobre superficies pequeñas. Estos montes han tenido siempre un uso preferentemente protector compatibilizado con el cinegético, el recreativo y el ganadero. Ambas zonas están todavía intensamente pastoreadas. En años recientes apenas si se ha intervenido sobre las masas adultas, realizando únicamente clareos sobre regenerados postincendios. El fenómeno del fuego afecta de forma más frecuente a los Montes de Zuera y Castejón donde existe una datación de incendios recurrentes desde los años 20 siempre lográndose la regeneración natural en la mayoría de la superficie. Por tanto, en los motes de Zuera se encuentra una masa irregular por zonas que corresponden a los incendios ocurridos. No sucede lo mismo en las Bárdenas donde el fuego no ha sido tan recurrente. Ambas masas se encuentran bastante afectadas por una serie de factores patógenos. El muérdago (Viscum album) funciona como agente biótico desencadenante del debilitamiento observado, especialmente en zonas con suelos pobres donde los pies de carrasco pueden llegar a morir en periodos de sequía prolongada. Esta pérdida de vigor suele ser aprovechado por otros agentes oportunistas para aumentar sus poblaciones, como es el caso de Orthotomicus erosus, insecto escolítido que actúa en el ecosistema forestal del pino carrasco debilitado, o del hongo Sirococcus strobilinus, del que se tienen datos desde 1998, causando lo que se conoce como flameado del pino carrasco. En el caso del pinar de Bárdenas, el debilitamiento vegetativo se ve además acrecentado por un claro envejecimiento de la masa, lo que está dificultando su capacidad regenerativa. Se observa poco regenerado natural, y en general existe un alto índice de mortandad de pies adultos, con más profusión en las exposiciones de solana o en pendientes fuertes con procesos graves de erosión. En los Montes de Zuera y Castejón la situación es menos alarmante debido al carácter irregular del pinar, produciéndose la renovación de la masa. Sin embargo, este regenerado sólo ha aparecido en las mejores zonas suelo, sus densidades son muy elevadas y el estancamiento de la masa es evidente. A pesar de la ausencia de selvicultura en estas masas y siguiendo a ALLUÉ (1995), los daños observados son ampliamente ubicuos -afectan a la totalidad de la masa- sincrónicos -producidos en el mismo lapso de tiempo- e inespecíficos -son varios los agentes causantes del decaimiento general- y, por tanto, parece que el clima, que es un agente de idénticos atributos, puede ser el desencadenante de la letalidad que se está produciendo, resultado obviamente de la colaboración con los factores patológicos citados. MATERIAL Y MÉTODOS Las estaciones meteorológicas seleccionadas para el trabajo aparecen reflejadas en la tabla 1. Tabla 1. Estaciones meteorológicas utilizadas para la caracterización fitoclimática y detección del cambio climático de las masas de Pinus halepensis de Bárdenas Aragonesas y Montes de Zuera y Castejón. INTERVALO AÑOS NºINM ESTACIÓN PR ALT LAT LONG < 1970 >1970 9321A Ejea de los Caballeros INC Z 320 42º07'N 01º08W 19 18 9321B Ejea de los Caballeros Z 321 42º07'N 01º07'W --12 9315 Gallur Z 254 41º52'N 01º19'W 18 --9335E Sancho Abarca Z 489 42º01'N 01º19'W --18 9335K Sancho Abarca DGA Z 290 41º59'N 00º16'W --12 9494 Ontinar del Salz Z 300 41º56'N 00º45'W 21 18 9495 Zuera "El Vedado" Z 379 41º52'N 00º39'W 6 --9495U Zuera Aspasa Z 285 41º52'N 00º45'W --28 9910 Pallaruelos de Monegros Z 356 41º42'N 00º12'W 17 24
Con la utilización del programa informático Wclimoal (SARMIENTO & MANRIQUE; 1998), basado en la clasificación fitoclimática de ALLUÉ (1990), se calculan los parámetros necesarios para el estudio planteado (ALLUE; 1995, 1997). Establecemos dos ámbitos temporales para el análisis del clima: uno antes de 1970, donde hay constatación de unas condiciones climáticas estables, con cuyos datos se caracteriza la especie (CÁMARA;1999) y, por tanto, las masas de estudio; y otro, posterior a 1970, en el que se analizan posibles variaciones de clima y, por tanto, sus consecuencias fitológicas (ALLUÉ; 1995) en la zona correspondiente. La tabla 1 anticipa la dificultad de establecer comparaciones antes y después de 1970 para varias estaciones debido a la ausencia de datos, especialmente anteriores a esta fecha. Por tanto, basaremos la diagnosis del cambio en aquellas que sí ofrecen información. Las coordenadas fitoclimáticas serán los primeros indicadores que utilizaremos, de su contraste entre ámbitos se deducirá la posible existencia de cambio y su naturaleza. Además, estas coordenadas superpuestas sobre el espectro de idoneidad para este periodo, o bien utilizando la clave taxonómica de la especie, ambas de CÁMARA (1999), identificarán la clase de idoneidad fitoclimática de las zonas de estudio respecto del taxón. Por último, la comparación de idoneidades para la especie entre ambos ámbitos temporales debido a la amplitud que presentan algunas clases de idoneidad, necesita de un análisis complementario basado en el estudio de la evolución de los factores taxonómicos a lo largo del siglo. Es posible que aunque no se detecte una variación de la clase, si que se esté produciendo un movimiento dentro de ella, cuyas consecuencias puedan verse reflejadas en el debilitamiento de la especie. Procederemos ahora a realizar una comparación fitoclimática doble entre ambos ámbitos. Por un lado, se efectuará una comparación estrictamente climática, por análisis de coordenadas y factogramas, que permitirá diagnosticar la existencia de un cambio y si así fuera, la naturaleza del mismo, es decir, tendente o trascendente (ALLUE; 1995). Por otro lado, la comparación de índices de idoneidad permitirá estudiar la pérdida o aumento de compatibilidad fitoclimática entre la masa y su localización, lo que podría traducirse en una tendencia de desplazamiento del área, o lo que es lo mismo, de la especie hacia áreas fitoclimáticamente idóneas, especialmente en el caso de que la zona de estudio haya dejado de ser idónea para el carrasco. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los resultados de la comparación de coordenadas e índices de idoneidad por estaciones, aparecen reflejados en la tabla 3.
Estación nº 9315 9321 a 9321 b 9335e 9335k 9494 9495U 9495
Tabla 3. Resumen de resultados Coordenadas (genuino) Clase de Idoneidad 1970 Tipo de cambio 1970 Cualificación VI(IV)1 II2 ? II2 IV3 ? IV3 ? IV1 I ? IV I ? 1 VI(IV)1 II2 Indef. Mejora tendente (*) III? Disminuye IV3 Empeoramiento II2 II2 Se mantiene tendente IV3
Empeoramiento II2 II2 Se mantiene trascendente (*) A pesar de la indefinición tipológica posterior a 1970, la tendencia del cambio ha sido contrastada a través del análisis de factogramas. 9910
VI(IV)1
IV2
A efectos prácticos, consideraremos las estaciones 9321a y 9321b como una única estación y la misma aproximación se realizará para las estaciones 9335e y 9335k y 9495 y 9495u. Teniendo esto en cuenta, son tres las localizaciones que no nos permiten hacer una diagnosis de la dinámica climática para la estación concreta (estaciones nº 9315, 9321 y 9335), aunque si es posible si se analiza el conjunto observar un cierta variabilidad en toda el área. La evolución de los factores taxonómicos de la zona, analizada de forma conjunta para las estaciones consultadas, aparece reflajada en el gráfico 1. Caracterización fitoclimática Las masas de Pinus halepensis Mill. en Bárdenas Aragonesas y Montes de Zuera y Castejón se localizan entre el tipo genuino mediterráneo ilicino IV3 y el nemoromediterráneo subesclerófilo VI (IV)1, potencialmente compatible con encinas y quejigos. La totalidad de las masas de estudio se sitúa dentro de la clase de idoneidad II2 para la especie en cuestión, constituida por los medios mediterráneos genuinos arbóreos y subnemorales, desde el IV2 al IV(VI)2 y el nemoromediterráneo genuino VI(IV)1 (CÁMARA;1999) Cambio climático En la mayoría de las estaciones donde es posible establecer la comparación entre ambos ámbitos temporales, se detecta un empeoramiento, ya sea tendente o trascendente, de la situación hacia tipos más áridos y secos. Estas variaciones se producen dentro de la misma clase de idoneidad (clase II2) y se traducirían como una mejora para la especie, pues aumenta el valor del índice dentro aún de su ámbito fitoclimático, situación que en principio contrasta con el decaimiento detectado en las masas.
Gráfico 1. Evolución de los factores taxonómicos (Allué,J.L.;1990) a lo largo de la mitad del siglo XX en la zona de Bárdenas Aragonesas y Montes de Zuera y Castejón.
Por otro lado, la estación nº 9494 refleja una variación totalmente opuesta, es decir, que el clima tiende a mejorar, avalada esta situación por la disminución de la aridez, aumento de las precipitaciones, disminución de las temperaturas máximas y disminución de la oscilación. En este caso, esta tendencia climática concurre con una pérdida de idoneidad para la especie, traducida muy probablemente en un salto de clase de idoneidad, de la II2 a la III. Por último, si analizamos la evolución global de los factores taxonómicos en la zona (gráfico 1), se puede apreciar que existe tendencia al aumento de los índices de aridez; disminución de las precipitaciones, mucho más marcada para las totales que para las estivales; aumento de las heladas, más evidente en las probables que en las seguras; disminución de las temperaturas tanto máximas como mínimas, aunque la temperatura media se mantiene y una disminución de la oscilación térmica.
CONCLUSIONES Los pinares de carrasco de Bárdenas Aragonesas y Montes de Zuera y Castejón se sitúan fitoclimáticamente dentro de la clase II2 de idoneidad, bastante centrada dentro del amplio rango de la
especie. El empeoramiento climático que se detecta de forma más extendida en toda el área, se mantiene de momento dentro del ámbito del pino carrasco, justificado por la capacidad de regeneración que aún presenta la especie, y, además, hay un aumento de idoneidad que, por sí mismo, no puede justificar el decaimiento del árbolado. Sin embargo, como ya se citó en CÁMARA (1999), la competencia para esta especie sea más bien un factor de suelo que no de vuelo, potenciado en situaciones como la que nos ocupa, donde la masa es el resto de una etapa mejor, manteniendo los mismos índices de espesura. Todo apunta a que en las nuevas condiciones, la espesura adecuada para estas masas está por debajo de la que presentan actualmente, haciéndose urgente las intervenciones selvícolas en este sentido. Una vez más se pone de manifiesto la necesidad de una selvicultura dinámica, basada en técnicas polivalentes únicas (ALLUE;1995). En cuanto a la variación climática que argumenta la estación nº 9494 y que realmente supone una pérdida de idoneidad, sí que podría encerrar en sí misma una justificación de la falta de vigor mencionada. Para corroborar este aspecto sería necesario ampliar el estudio a la cuenca que afecta a esta estación. En cuanto a la evolución de los factores taxonómicos se plantea también una reflexión interesante respecto a la disminución de las temperaturas mínimas y aumento de las heladas, que podrían suponer, considerando que exista empeoramiento hídrico, una tendencia hacia el tipo mediterráneo subestepario IV(VII), aún no definido por escasez de estaciones y unido en la actualidad al cercano tipo IV(VI)1. Estas condiciones térmicas pueden llevar al pino carrasco a situaciones letales, pues como ya apuntó CÁMARA,A. (1999) el efecto directo del frío es uno de los límites de existencia de la especie. BIBLIOGRAFÍA ALLUÉ,J.L.;1990. Atlas fitoclimático de España. Taxonomías. Mº de Agricultura. I.I.I.A. Madrid. 221 pp. ALLUÉ,J.L.;1995. El cambio climático y los montes españoles. Cuadernos de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, nº2. 35-64. Madrid. ALLUÉ,J.L.;1997. Tres nuevos modelos para la fitoclimatología forestal: Diagnosis, Idoneidad y Dinámica de fitoclimas. Actas del I Congreso Forestal Hispano-Luso. Irati'97.31-40. Pamplona. CÁMARA,A.;1998. Comportamiento y posibles aplicaciones del pino carrasco en España frente al cambio climático. Cuadernos de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, nº7. 51-60. Madrid. CÁMARA,A.;1999. Temperamento, Aptitud y Aplicaciones del pino carrasco (Pinus halepensis Mill.) en España. Análisis mediante un S.I.G.. Tesis Doctoral. E.T.S.I. Montes. Universidad Politécnica de Madrid. 277 pp. SARMIENTO,J. & MANRIQUE,E.;1998. Informatizaciones Wclimoal. E.U.I.T. Forestal. Universidad Politécnica de Madrid.