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ÁREA ECLESIAL COMISIÓN NACIONAL DE CATEQUESIS
Día Nacional del Catequista 2015 Testigos de la Iglesia en salida Propuesta para asambleas comunitarias con presencia de catequistas
I. RITOS INICIALES. Guía: En las vísperas de la celebración de la Ascensión del Señor, queremos agradecer por el llamado que nos hace a servir como catequistas en nuestra comunidad. Hoy queremos alegrarnos por el envío que el Señor nos hace, y que en este año lo hacemos teniendo presente la invitación del Papa Francisco a ser testigos de la Iglesia que sale en busca de sus hermanos. El Señor nos vuelve a enviar a servir a nuestros hermanos en este mundo, a salir y anunciando su evangelio a todos nuestros hermanos, en especial a aquellos que viven en las periferias de nuestro mundo. Por el desborde de gozo que nos provoca el encuentro con Jesucristo hoy queremos celebrar. Les invito a ponernos de pié y a iniciar nuestra celebración cantando. (Sugerencia: canto que manifieste la invitación de Jesús a celebrar)
II. LITURGIA DE LA PALABRA. Guía: Los ángeles le preguntan a los apóstoles: “¿Por qué siguen mirando al cielo?”. Escuchemos lo que el Señor nos dice para anunciarlo por medio del servicio a nuestros hermanos. 1ª LECTURA: Hechos de los Apóstoles 1, 1-11. SALMO 46: "El Señor asciende entre aclamaciones". 2ª LECTURA: Efesios, 1, 17-23. EVANGELIO: Marcos 16, 15-20.
PROMESAS Una vez finalizada la homilía, se invita al sacerdote a acompañar la renovación del compromiso de los catequistas de la comunidad. Guía:
Les invitamos a encender una vela desde el Cirio Pascual para renovar la fe bautismal y el compromiso con la catequesis de la Iglesia frente a nuestra comunidad. Los acompañamos con silencio orante en señal de fraternal unidad con su servicio pastoral. Sacerdote, frente a los catequistas interroga a los catequistas
Sacerdote:
¿Prometen apartarse del pecado, luchar contra las tentaciones y no dejarse engañar por el demonio, autor y fuente del pecado?
Catequistas: Sí, prometo. Sacerdote:
¿Prometen prepararse con esmero para conocer mejor a Cristo y su Evangelio?
Catequistas: Sí, prometo. Sacerdote:
¿Prometen renovar su unidad con la Iglesia que les confía este ministerio?
Catequistas: Sí, prometo.
Intenciones de la oración de los fieles 1. Por el Papa Francisco, que nos ha interpelado a ser testigos de la Iglesia en salida, para que nuestro servicio catequístico refleje la alegría del anuncio evangélico a nuestros hermanos, en especial a los más excluidos de nuestra sociedad.. Roguemos al Señor 2. Por nuestro Obispo (N.N.) para que, como primer catequista de nuestra Iglesia, nos anime en el testimonio de la Iglesia que sale a buscar a los hermanos, compartiendo la alegría del encuentro con Cristo resucitado. Roguemos al Señor. 3. Por todos los sacerdotes de nuestras comunidades, en especial por el(los) Padre(s) (N.N.) que nos acompaña(n) en la celebración de esta Eucaristía, para que en el gozo de su servicio nos motivemos en el servicio del Reino de Dios. Roguemos al Señor. 2
4. Por las vocaciones al ministerio catequístico (bautismal, catequético, matrimonial, familiar) para que, siguiendo el ejemplo de tantos catequistas, nos dispongamos a despertar en nuestros hermanos y hermanas el don de la fe en Cristo y en la Iglesia Roguemos al Señor. 5. Por nosotros y todos los catequistas de nuestra Iglesia, para que nos animemos mutuamente en nuestra misión y con nuestra vida transmitamos a nuestros hermanos aquella memoria del amor de Dios con toda la humanidad, a través del gozo de seguir a Jesucristo. Roguemos al Señor. 6. Por nuestra comunidad cristiana (N.N.), en particular por cada una de las familias que acompañamos en nuestro servicio como catequistas, para que juntos demos testimonio de ser la Iglesia en salida que refleja la alegría del encuentro con Jesucristo en la cercanía con nuestros hermanos que viven en las periferias de este mundo. Roguemos al Señor.
III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA. Guía: Queremos ofrecer al Señor toda nuestra vida y particularmente nuestra misión catequética. Junto al Pan y el Vino traemos la realidad que escuchamos todos los días, el anuncio del evangelio que nos comprometemos a dar con fe, y el deseo de servir a nuestros hermanos. Un par de catequistas ofrecen el pan y el fino junto con una ofrenda para la comunidad, como signo del servicio que prestan los catequistas en la comunidad.
IV. RITOS FINALES. Acción de Gracias Sacerdote: Nuestros pastores, en las Orientaciones Pastorales, 2014–2020 para nuestra Iglesia en Chile, nos llaman a ser “una comunidad que agradece y con fe se confía en Jesucristo” (OO.PP. 30–37). Culminemos nuestra celebración dando gracias: 1. Gracias Señor por la misión del catequista que es testigo del anuncio alegre de la Iglesia que sale en búsqueda de nuestros hermanos. ¡Gracias Señor!
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2. Gracias Señor por el llamado al servicio catequístico que nos haces, aún en nuestra fragilidad y pecado. ¡Gracias Señor! 3. Gracias Señor por nuestra comunidad eclesial, en especial por cada uno de los catequizandos que acompañamos, por hacernos parte del Pueblo de Dios que peregrina hacia Ti y que transmite el gozo de esa pertenencia ¡Gracias Señor! (Se pueden agregar acciones de gracias)
Envío Guía:
Al igual como el Resucitado que permanece para siempre envió al pequeño grupo de discípulos, reconozcamos como Jesús nos envía también a nosotros hoy.
Sacerdote:
(Del bendicional) Señor, con tu bendición paternal, robustece la decisión de estos servidores tuyos que desean dedicarse a la catequesis; haz que lo que aprendan meditando tu palabra y profundizando en la doctrina de la Iglesia se esfuercen por comunicarlo a sus hermanos y así, junto con ellos, te sirvan con alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Asamblea:
Amén.
(Se puede rezar la oración del catequista después de esta bendición a modo de oración comunitaria y luego concluir con la bendición final a toda la asamblea litúrgica). Bendición Final
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ORACIÓN DEL CATEQUISTA Señor Jesús: Aquí me tienes para servirte y colocar a tus pies la labor en que estoy empeñado. Tú me escogiste para ser catequista, anunciador de tu Mensaje a los hermanos. Me siento muy pequeño e ignorante, soy a menudo inconstante, pero sé que Tú me necesitas. Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo. Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea con sencillez y modestia, amor y fe. Quiero ser instrumento tuyo para despertar en muchos hermanos: cariño por tu persona, confianza en tus promesas, deseos de seguirte como discípulo. Bendice día a día mis esfuerzos; pon tus palabras en mis labios, y haz que, en comunión con mis hermanos, pueda colaborar en extender tu Reino. María, tu que seguiste siempre con fidelidad las huellas de tu Hijo, guíanos por ese mismo camino. Amén.
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