Diferencias de género y TICs en la educación chilena

Diferencias de género y TICs en la educación chilena Jaime Sánchez Claudia Mendoza Departamento de Ciencias de la Computación Centro de Investigació

0 downloads 190 Views 132KB Size

Story Transcript

Diferencias de género y TICs en la educación chilena Jaime Sánchez

Claudia Mendoza

Departamento de Ciencias de la Computación Centro de Investigación Avanzada en Educación Universidad de Chile [email protected]

Departamento de Ciencias de la Computación Centro de Investigación Avanzada en Educación Universidad de Chile [email protected]

Resumen Este trabajo presenta los resultados de un estudio realizado con estudiantes y profesores de educación básica y media, en la Región Metropolitana. Se buscó identificar los ámbitos y expresiones de la diferencia de género en el uso, acceso, competencias y representaciones de las TICs en educación, utilizando enfoques cuantitativos y cualitativos. Los resultados muestran que las diferencias de género se presentan en conocimientos de herramientas especializadas, en las modalidades de uso, la percepción y valor asignado a las TICs, mientras que no hay diferencias en términos de acceso. Tienen además prácticas diferentes de uso de las TICs, más asociadas a los videojuegos en el caso de los hombres y a comunicación y redes sociales en el caso de las mujeres.

1. Introducción El concepto de género ha sido definido como la construcción social de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres en cada sociedad [2],[3],[7],[11],[12],[13],[16], definición que destaca la importancia de las "configuraciones culturales" en la construcción de los roles, normas y actitudes de las personas. Otros autores señalan que el género es un sistema de simbolización que organiza la interacción social, además de reforzar y permitir su reproducción [6],[17],[19],[14]. La equidad de género en la educación ha sido analizada considerando el acceso, la calidad y el rendimiento de hombres y mujeres en las instituciones educativas, las prácticas pedagógicas, los contenidos curriculares, el comportamiento y las percepciones de hombres y mujeres (tanto de estudiantes, profesores/as y directivos/as), temas relacionados con las identidades de género y las posiciones sociales que han sido ampliamente discutidas [1]. Se ha podido observar cómo los sistemas de género inciden en los aprendizajes realizados por hombres y mujeres; estableciendo el modo en que simbólicamente se mantienen diferencias que contribuyen al posicionamiento desigual de hombres y mujeres que contribuye a la discriminación de las últimas. En este sentido, Woolfolk [21], señala que uno de los descubrimientos más interesantes en materia de

género y educación realizados en los Estados Unidos en los últimos 20 años, es que las/os profesores/as interactúan más con los niños que con las niñas. Bian y Rice [4], al referirse a la introducción y uso específico de TICs en las escuelas y sus implicancias de género, dan cuenta de que en las escuelas esto sigue los mismos patrones que existen fuera. Independiente de la edad, ellas tienden a ser usuarias con bajo nivel de apropiación y autonomía, mientras que el desempeño masculino puede alcanzar niveles de usuarios críticos y autónomos [4]. Esta distinción que clasifica a hombres y mujeres como expertos y no expertos, respectivamente, se ha descrito como una de las principales trabas simbólicas para la plena participación de las mujeres en los procesos de creación científica y tecnológica [10]. Algunas evidencias dan cuenta de que los niños son introducidos a edades más tempranas en el uso del computador que las niñas [18]. Según Nelson y Watson [15], desde sus años preescolares, los niños siempre tienen más experiencias en computación que las niñas. Un estudio realizado por la American Association of University Women (AAUW) [15] demostró que el 80% de los/as profesores/as tenía algún tipo de prejuicio de género en su práctica pedagógica, lo que desfavorece la inserción de las niñas como usuarias de la tecnología [15]. También existe una clara diferenciación entre los géneros en cuanto a los usos de TICs, aún cuando se controla por las diferencias en el acceso dentro del hogar o el colegio [9], en que las mujeres tienden a ser más entusiastas en cuanto a programas de dibujo, chat o procesamiento de palabras, mientras que los hombres se motivan más por los juegos y la programación. A nivel internacional la situación del género y las TICs se plantea como un ámbito de estudio poco explorado. En general, los países más desarrollados tienen más información que aquellos en vía de desarrollo, con algunas excepciones como Chile [8]. Escasos estudios han considerado las diferencias de competencias, acceso, uso y apropiación de TICs según género [5]. En general, los estudios tienden a incorporar la variable género más bien en términos demográficos, con poca profundidad en las representaciones y prácticas de acceso y uso de hombres y mujeres [5]. Este estudio plantea estudiar la situación del género y las TICs en educación y obtener así muestra empírica acerca de la relación entre el género y el uso que se de la a la tecnología en educación.

2. Metodología La investigación tuvo un carácter exploratorio, descriptivo y comprehensivo, con un diseño de investigación de tipo no experimental, de carácter mixto, integrando metodología cuantitativa y cualitativa.

Para las entrevistas en profundidad se utilizó un muestreo de carácter intencional, seleccionando a actores de establecimientos educacionales de distintas dependencias de la Región Metropolitana. Para ello, se consideró el criterio de diversidad de la información, con un número de casos determinado según el criterio de saturación. Para la aplicación del cuestionario se llevó a cabo un muestreo probabilístico polietápico por conglomerados, seleccionando establecimientos (77), donde las unidades de análisis (alumnos y profesores) se encontraban concentradas. Los alumnos(as) seleccionados (1518 casos) cursaban entre

6º básico y 4º medio, y los profesores(as) (263) enseñaban en el curso de los(as)

alumnos(as) encuestados(as). Se diseñaron dos encuestas para aplicar a profesores y alumnos, en la forma de cuestionario estructurado autoaplicado. Estas encuestas fueron sometidas a un proceso de validación, mediante consulta a expertos y validación de caso único. Para recoger información cualitativa se realizaron entrevistas en profundidad, utilizando pautas semiestructuradas.

3. Resultados Género, acceso y uso de tecnologías Los alumnos entrevistados, hombres y mujeres, señalaron tener acceso a las TICs en distintos grados y formas en su vida escolar y extraescolar. Los resultados del estudio indicaron que un escaso porcentaje de los alumnos no usaba el computador fuera del establecimiento (4%), mientras el 22% no lo usaba en el colegio. En este último espacio, son los hombres quienes más utilizan el computador, con un 81% frente a un 78% de las mujeres. Fuera del colegio las diferencias entre hombres y mujeres son prácticamente inexistentes. Los medios o tecnologías usados más frecuentemente por los alumnos son el televisor, seguido por el computador, Internet y el celular. Los menos frecuentes son Myspace, Blog y Fotolog. Dentro del conjunto de usos consultados, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres para 6 de ellos: correo electrónico, Messenger, facebook, Fotolog, videojuegos y celular. En todos son las mujeres quienes declaran mayor frecuencia de uso, salvo en el caso de los videojuegos, donde lejos son los hombres los que dicen usarlos más.

Conocimiento sobre las TICs En las entrevistas se aprecian distintas opiniones respecto de las diferencias de conocimientos y habilidades TICs entre alumnos y alumnas. Por una parte, algunos profesores no advierten

grandes diferencias de conocimientos y habilidades entre géneros, mientras otras opiniones expresan que los hombres son aquellos que tienen más habilidades para las TICs. Los resultados del estudio muestran que no hay diferencias significativas estadísticamente en la percepción de conocimiento de alumnos y alumnas para herramientas de productividad y uso general. Sin embargo, en un análisis detallado sí se aprecian diferencias estadísticamente significativas a favor de las mujeres en correo, chat, publicar Facebook, y presentaciones multimedia; y a favor de los hombres para videojuegos y descargar o subir archivos. Los entrevistados señalan que la percepción de la diferencia de habilidades y conocimientos de usos especializados de TICs se explica básicamente porque los hombres tienen una mayor intensidad de uso y un mayor interés por la tecnología que las mujeres. Esta perspectiva está presente tanto entre alumnos como entre los profesores entrevistados; la mayoría concuerda en que a los hombres les interesa mucho más la tecnología y, por lo tanto, pasan mucho más tiempo ocupándola. Las mujeres, en cambio, parecen menos interesadas por la tecnología en sí y más interesadas por los usos que ellas le pueden asignar. En los resultados del estudio se aprecia que son los hombres los que están más interesados para aprender cosas nuevas sobre el uso de las tecnologías. El 63% de ellos está muy de acuerdo con la frase que “le interesa aprender cosas nuevas sobre el uso de tecnologías”, contra 56% de las mujeres, diferencia que resulta estadísticamente significativa.

Los usos de la tecnología En general los alumnos ocupan TICs para comunicarse con amigos o familiares y para obtener información de intereses personales o utilidad para el colegio. Sin embargo, entre todos los alumnos entrevistados el mayor énfasis en el uso de TICs tiene que ver con la entretención. De acuerdo a los datos del

estudio, el uso más frecuente de los alumnos(as) fuera del

establecimiento es para entretención (86% del total de alumnos), luego comunicación (77%) y para estudiar (74%). Mientras el uso para entretención prácticamente no presenta diferencias por género, se observan algunas diferencias de uso para comunicación fuera del establecimiento (83% de las mujeres y 69% de los hombres lo usa para estos fines) y para estudio (77% de las mujeres y 71% de los hombres lo usa para estos fines). En los resultados obtenidos se observa que dos actividades, no necesariamente relacionadas con TICs, son las que concentran las mayores frecuencias como actividad preferida de alumnos y alumnas: escuchar música y reunirse con amigos, siendo en ambas las mujeres las que más las

prefieren. Las preferencias siguen con chatear, con mayor preferencia en las mujeres (18%, contra 6% de los hombres) y hacer deporte, donde son los hombres los que más la marcan (19%, contra 6% de las mujeres). Diferencias importantes entre los géneros se producen en varias actividades. Las más preferidas por las mujeres son escuchar música y chatear; mientras las más preferidas por los hombres son navegar en Internet, hacer deporte y jugar videojuegos. Estas diferencias de actividades en el tiempo libre son significativas estadísticamente. Si bien todos los alumnos destacan la entretención como uso importante de las TICs, para los hombres está nítidamente vinculada a los videojuegos, lo que se refleja en que un 48.8 % de los hombres los utiliza una vez al día, frente a un 18.5% de las mujeres, diferencia que es estadísticamente significativa. Mientras que para las mujeres está más vinculada a la comunicación y la sociabilidad, lo que se expresa en que un 75.6% de los hombres utiliza Messenger entre una vez al día o una vez a la semana, frente a un 81.8% de las mujeres, diferencia que es estadísticamente significativa. Los hombres manifiestan jugar videojuegos con más frecuencia, y por más tiempo a la vez, que las mujeres, lo que se mantiene en todos los niveles socio-económicos y tipos de establecimientos educacionales estudiados. Aunque entre los alumnos entrevistados existe una amplia gama de tiempo dedicado al juego, todos dicen que cuando juegan, no lo hacen por menos de una hora, y esto se puede extender a varias horas seguidas. Las mujeres en su mayoría expresan desinterés por los videojuegos. Aunque algunas dicen que juegan a menudo y que les gusta, demuestran menores frecuencias y tiempos dedicados. Gran parte de las mujeres entrevistadas señalan que juegan algún tipo de juego, que corresponden mayormente a los llamados “mini-juegos” por Internet, los retro-juegos de consolas antiguas que se pueden jugar en el computador, o juegos de carreras en las consolas. Muy pocas admiten una afición por los juegos de pelea o violencia. Con todo, varias mujeres relataron en las entrevistas que mientras que a veces les gusta jugar los videojuegos con hombres, en cuanto a habilidad no se pueden comparar con los niveles alcanzados por ellos. Mientras para los hombres la entretención de las TICs se vincula a videojuegos, para las mujeres la entretención está más centrada en la sociabilidad y la comunicación. Aunque casi todos los alumnos, hombres y mujeres, señalan ocupar frecuentemente el chat para comunicarse con amigos, o Facebook para participar en redes sociales que desarrollan dentro y fuera del colegio; este terreno es más transitado por las mujeres. El estudio señala que mientras un 50.8% de las mujeres utiliza Facebook al menos una vez al día, en los hombres sólo llega al 39.7%.

4. Conclusiones La hipótesis estudiada fue que en el ámbito de las TICs hay diferencias entre estudiantes hombres y mujeres. Los datos del estudio mostraron que existen diferencias de conocimientos de herramientas especializadas y especialmente de modalidades de uso, percepción y valor asignado a las TICs, entre ambos. En términos de acceso a las TICs no se registraron diferencias. A diferencia de los datos secundarios obtenidos a nivel internacional que muestran un menor acceso y uso entre las mujeres de varios países desarrollados y en vías de desarrollo (Gurumurthy, 2004), en el estudio no encontramos evidencia que muestre que en Chile esta diferencia fuera significativa, aún por el contrario, ellas tienen más acceso y uso que sus compañeros en varias tecnologías y aplicaciones específicas de Internet. Las diferencias de género sí son marcadas entre los tipos de usos que alumnos y alumnas le dan a Internet. Los datos encontrados en esta investigación muestran que, así como en otros países latinoamericanos (Bringué & Sádaba, 2008), los niños y las niñas tienen usos diferenciados. En un trasfondo compartido de intereses por la entretención, la comunicación y el uso escolar de Internet y el computador, los hombres, sobre todo en edades menores, se orientan fuertemente al uso de videojuegos. Las mujeres en cambio, se orientan fuertemente a las herramientas de comunicación y sociabilidad. Los datos recogidos para el estudio no muestran diferencias significativas de percepción de conocimiento de uso de TICs según género. Para algunas aplicaciones especializadas los hombres tienen un mayor conocimiento (como por ejemplo MP3, videojuegos o subir y bajar archivos de Internet) y en otras son las mujeres las que tienen más conocimiento (herramientas de comunicación). Estas diferencias parecen deberse a que los hombres tienen un interés por la tecnología en sí misma y un uso más intensivo, mientras las mujeres se interesan más por lo que ellas pueden hacer con la tecnología (básicamente comunicación). La información recopilada, tanto a partir de la revisión teórica como en la recolección empírica de datos de la realidad chilena, dan cuenta de la escasa información existente en relación a la temática de las TICs en la educación y su relación con alumnos hombres y mujeres. Se hace necesario avanzar en el desarrollo de investigaciones que permitan conocer en mayor profundidad las variables aquí identificadas, para así caracterizar de manera más completa y actualizada la realidad de las TICs entre hombres y mujeres en el ámbito escolar. Esto permitirá avanzar en políticas que incluyan la variable género al introducir e integrar las TICs en la educación.

5. Agradecimientos Este trabajo ha sido financiado en parte por el Proyecto CIE-05 Programa de Centros de Educación PBCT-Conicyt y el Centro de Educación y Tecnología ENLACES, del Ministerio de Educación.

6. Referencias [1] Acuña, M.E. (2006). Dinámicas de clase y género en contextos escolares: una mirada desde las salas de clases. Tesis (Doctor en Estudios Americanos, mención en Pensamiento y Cultura), Chile, Universidad de Santiago. [2] Barbieri, T. (1992). Sobre la categoría de género. Una introducción teórica-metodológica. En Fin de siglo. Género y Cambio civilizatorio. Ediciones de las Mujeres, 17, 11-26. Santiago: ISIS. [3] Barbieri, T. (1998) Acerca de las propuestas metodológicas feministas. En E. Bartra. (Comp.), Debates en torno a la metodología feminista (2da ed., pp. 103-140). México: UNAM. [4] Bian, C. y Rice, M. (2007). The influence of gender on attitudes, perceptions, and uses of technology. Journal of Research on Technology in Education, 39(2), 119-132. [5] Bonder, G. (2002). From access to appropriation: Women and ICT policies in Latin American and the Caribbean. Seoul, Korea: United Nations: Division for the advancement of women. [6] Braidotti, R. (2000). Introducción. Sujetos Nómades. Buenos Aires: Paidos. [7] Fuller, N. (1993) Razones y sin razones de la feminidad. En P. Portocarrero (Ed.), Estrategias de Desarrollo: Intentando cambiar la vida (pp. 105-124). Lima: Flora Tristán Ed. [8] Hafkin, Nancy J. & Sophia Huyer. (2007). Women and Gender in ICT Statistics and Indicators for Development, Information Technologies and International Development, 4(2), pg. 25-41. [9] Janssen Reinen, I., & Plomp, Tj. (1997). Information technology and gender equality: A contradICTion in terminis. Computers in Education, 28(2), 65–78. Kirkup, G. y Smith Keller, L. (Eds.). (1992). Inventing women: Science, technology and gender. Cambridge: Polity Press. [10]Kirkup, G., & Keller, L. S. (1992). In Inventing women: Science, technology, and gender. Cambridge, UK: Polity Press. [11] Lamas, M. (1986). La antropología feminista y la categoría de género. Revista Mexicana de Ciencias Sociales, 8(30), 173-198.

[12] Lamas, M. (1995). Cuerpo e Identidad. En L.G. Arango, M. León, M. Viveros (Comp.), Género e identidad. Ensayos sobre lo femenino y masculino (pp. 61-79). Santa Fe de Bogotá: Tercer Mundo Editores. [13] Lamas, M. (2000). Diferencias de sexo, género y diferencia sexual. Cuicuilco Revista de la Escuela Nacional de Antropología, 7(18), 95-118. [14] McDowell, L. (2000). Género, identidad y lugar: Un estudio de las etnografías feministas. Valencia: Ediciones Cátedra. [15]McNair, S.; Kirova-Petrova, A. & A. Bhargava (2001). Computers and Young Children in the Classroom: Strategies for Minimizing Gender Bias. Early Childhood Education Journal, 29(1), 51-55. [16] Montecino, S. (1996). Conceptos de Género y Desarrollo. Santiago: PIEG, U. de Chile. [17] Ortner, S. & Whitehead, H. (1996). Indagaciones acerca de los significados sexuales. En M. Lamas (Comp.), El género. La construcción cultural de la diferencia sexual (pp. 127-179). México: PUEG. [18] Sandholtz, J.H., Ringstaff,C. y Dwyer, D.C.(1997). Teaching with technology: Creating student-centered classrooms. NewYork: Teachers College Press. [19] Scott, J.W. (1996). El género una categoría útil para el análisis histórico. En M. Lamas (Comp.), El género. La construcción cultural de la diferencia sexual (pp. 265-302). México: PUEG. [20] Wellesley College Center for Research on Women (1992). How schools short change girls: The AAUW report. Washington, DC: American Association of University Women Educational Foundation. Citado en McNair, S.; Kirova-Petrova, A. y Bhargava, A. (2001). Computers and young children in the classroom: Strategies for minimizing gender bias. Early Childhood Education Journal, 29(1), 51-55. [21] Woolfolk, A. (1996). Psicología educativa. México: Prentice-Hall Hispanoamericana.

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.