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P. Rafael Ayala 05/06/2016
DIOS BENDIJO A ISAAC Génesis 26:1-35 V.C.: 2-3a“Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré;” Buenos días hermanos, la semana pasada se habló de que Isaac era un hombre de oración. Era un hombre que exponía sus problemas a Dios. En ese caso oró particularmente por el problema de esterilidad de su esposa Rebeca. El día de hoy tendremos una palabra que nos hará meditar en la gracia de Dios sobre la vida de Isaac y además de cómo a través de ciertos eventos se manifiesta la fe de Isaac por su obediencia y su mansedumbre. Oro que Dios nos ayude a ser obedientes y mansos, y tener corazón como odre nuevo para recibir esta palabra y ponerla en práctica en nuestras vidas. Amén. I PARTE.- LA BENDICION Y EL LLAMADO PARA ISAAC Por favor leamos el V1 “Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.” Al igual que su padre Abraham, Isaac debió sufrir los rigores de la falta de alimento en estas tierras. Isaac acostumbrado a comerse su arepita con queso y jamón, veía como de un momento a otro ya Rebeca lo que le daba era mango, al mediodía mango con sal y en la noche carato de mango. Y trato de comprar a los informales pero tampoco tenían nada. Así que Isaac, aparentemente sin consultar a Dios agarró sus maletas y se fue hacia Abimelec rey de los filisteos en Gerar (sur de Canaán) Es posible que este Abimelec quizás fuera el sucesor del Abimelec que se relacionó con Abraham antes en Génesis 20 y 21. V2 “Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.” La Palabra de Dios revela lo que había en el corazón de Isaac. Su intención era descender a Egipto. Isaac estaba siguiendo los mismos pasos que su padre Abraham. Abraham había descendido a Egipto sin consultar a Dios y tuvo muchos problemas allá. Es posible que en Gerar, Isaac estuviera más sensible a la Palabra de Dios (Él sabía la historia de su padre y todos los problemas que había tenido). Entonces Jehová Dios le dio una dirección bien clara. No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. También le dijo: Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; Este fue un momento de prueba de la fe de Isaac. Era difícil para Isaac 1
enfrentar la sequía y la hambruna, él tenía la responsabilidad de todo su campamento y de mantener a su familia. Quizás él tenía la presión de lo que esperaban los otros de él. Los siervos quizás pensaban “con Abraham Dios nos bendijo y fructificamos, pero con Isaac? Pero Dios quiso que Isaac fuera obediente y también confiara en la provisión de Dios. Dios no sólo trató con él el tema de la provisión. Dios aprovechó este momento de crisis para plantar en Isaac la fe en la promesa que le dio a Abraham. La promesa de que él también sería bendición V3b-4 “porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,” Dios le dejó ver a Isaac que sus promesas para él estaban dentro de un maravilloso plan de Dios de bendecir a todas las familias de la tierra, a través de él y de su simiente. Amen. Dios le recordó el buen ejemplo de su padre Abraham y que él tenía la bendición también, gracias a la fe de su padre V5 “por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.” Cuando Dios le había dicho algo, él le había creído y Dios había actuado en consecuencia. Abraham había demostrado su fe a través de sus acciones. Por eso resulta significativo que Dios le hablara de la obediencia de Abraham. La fe de Abraham fue activa y obediente. Era una fe que impulsaba a actuar, a salir, a ponerse en movimiento (cuando Dios le pidió a Abraham que entregara en sacrificio a su hijo, él no lo pensó, simplemente obedeció y estuvo a punto de llevarlo a cabo y fue el mismo Dios quien lo detuvo). Dios le estaba diciendo a Isaac que quería que él fuese esa misma clase de hombre. Isaac recibió muchos bienes como herencia de su padre. Pero lo más importante herencia fue la promesa de ser bendición y padre de naciones. Ahora le tocaba a Isaac actuar por la fe y mantener esa promesa de Dios en su corazón. Dios le habló personalmente a Isaac. Era el tiempo para Isaac de tener una relación personal y profunda con Dios. Era el tiempo de mostrar con sus obras su fe en Dios. Dios quiere que cada uno de nosotros tenga esa clase de relación personal con él. En primer lugar nosotros no podemos ser salvos por nuestros padres, o por nuestros pastores, somos salvos por medio de la fe personal en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Dios quiere tener hijos no nietos. Cada uno de nosotros necesita su encuentro personal con Jesús. Luego, esta fe no es solo teoría. Nosotros debemos actuar por la fe en nuestra vida práctica y experimentar la mano de Dios en medio de cada prueba. Pruebas como la falta de alimentos, los problemas sociales y económicos, dificultades familiares, dificultades en los estudios o en el trabajo, dificultades con una oveja, preparación del matrimonio, dificultades en el matrimonio, 2
incertidumbre por el futuro, etc. Son buenas oportunidades para encontrar a Dios personalmente. Si nos dejamos arrastrar por los problemas terminaremos angustiados y llenos de fatalismo. Pero, si escuchamos la voz de Dios y obedecemos, nuestra vida de fe estará llena de la gracia y el poder de Dios. Amén. Dios nos da una dirección clara a cada uno de nosotros, que a la vez también viene acompañada de bendiciones. ¿Pero, como vemos esta dirección? Dios la da a través de su palabra. Por ejemplo Dios quiere que vivamos una vida de misión y confiemos en su provisión Mt 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Dios nos insta a llevar una vida de arrepentimiento Hch 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Dios nos insta a ir y predicar el evangelio a todas las naciones, haciendo discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ensenándoles todas las cosas que Jesus nos ha enseñado. Amen. Isaac manifestó su fe y obedeció quedándose en esa tierra. V6 “Habitó, pues, Isaac en Gerar” Oro que nosotros luchemos por ser obedientes a la dirección de Dios y experimentemos su poder y presencia en nuestras vidas. Amén. Aquí también podemos aprender que Isaac tuvo que luchar espiritualmente para mantener el legado espiritual de Abraham. Nosotros también tenemos un legado espiritual. Nuestro ministerio es un ministerio enfocado en levantar discípulos en los estudiantes universitarios. Esta gracia del llamamiento lo recibieron los fundadores y también nuestros pastores que levantaron el ministerio de Caracas. Cada uno de ellos recibió esta gracia de manera personal y nosotros también debemos recibir esa gracia personalmente. Servir el ministerio universitario es una bendición, porque es un llamado de Dios y las universidades son los lugares de donde salen los futuros líderes del pueblo. Debemos darle gracias a Dios por nuestra herencia espiritual que recibimos de nuestros antecesores de fe. Hermanos debemos hacer lucha espiritual y predicar en las universidades en este tiempo, con agradecimiento a Dios por esta preciosa misión, teniendo la esperanza de que Dios nos va a fructificar. Amen. II.- PARTE: LA GRACIA SOBRE ISAAC. A pesar de las manifestaciones de fe que había tenido Isaac, el también cometió ciertos errores. Anteriormente vimos como en su familia hubo cierta preferencia para con los hijos. Ahora, el mentiría por temor de que lo mataran. Leamos los V7-9 “Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.” Cuando Isaac estaba en Gerar tuvo miedo de los 3
filisteos (Ellos eran un pueblo mercenario de las islas del Egeo. Trataron de invadir Egipto pero fueron repelidos, por lo que se establecieron en la costa suroccidental de Palestina). Isaac aparece aquí repitiendo el mismo error de su padre. Por el miedo presentó Rebeca como su hermana. La diferencia con el caso de Abraham, es que aquel había dicho en una ocasión similar, una media mentira, porque Sara, mujer de Abraham, era también media hermana suya. Aquí, en el caso de Isaac, éste dijo una mentira completa. Los hijos muchas veces manifiestan la misma tendencia o carácter pecaminoso que sus padres y es por ello que los padres debemos arrepentirnos constantemente y rogar por la gracia y la misericordia de Dios para que nuestros hijos no comentan los mismos errores, esforzándonos por ser buen testimonio en sus vidas. Cuando yo era niño veía como mi madre jugaba lotería, y desde que yo tenía 11 años empecé a jugar Kino. Yo soñaba con resolver mis gustos y los problemas económicos con ganarme un Kino. Un día pegue 12 después de tanto jugar y me decepcioné por lo poquito que gané, y deje de jugar. Dios pudo cansarse y decir “el hijo de Abraham es igualito a él, no lo voy a seguir ayudando”. Pero Dios fue paciente. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.” Dios permitió que Abimelec viera a Isaac y a Rebeca tratándose no como hermanos, y Abimelec le reclamó y luego prohibió a cualquier hombre que se acercara a Rebeca. Vemos nuevamente la fidelidad de Dios a pesar de nuestros errores. Dios rescató a Isaac de las consecuencias de su mala decisión. Esta gracia de Dios consuela nuestro corazón. Dios nos ama y se encargará de redargüirnos y llamarnos al arrepentimiento cuando nos torcemos. ¿Lo hemos experimentado? ¿Verdad que sí? Gracias a Dios por no pagarnos de acuerdo a nuestros errores. Gracias a Dios por castigar a Jesús en nuestro lugar y librarnos de la condenación. Alabado sea Dios. Amen.
III.- LA MANSEDUMBRE DE ISAAC. Dentro de la promesa de Dios estaba que sería bendecido. Leamos los V12-14 “Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.”
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Dios bendijo a Isaac y el fructificó al ciento por uno. Pero esto generó envidia entre los filisteos, quienes taparon todos los pozos que había cavado Abraham mientras vivía en esa zona y además Abimelec le dijo a Isaac que se fuera de allí, ya que había crecido mucho y se había vuelto poderoso. Isaac se fue al valle de Gerar. Isaac luchó por ser obediente porque Dios le había dicho “habita como forastero en esta tierra”. Pero al hacer esto, continuó recibiendo maltratos de los Filisteos. Cada vez que cavaba un pozo, ellos venían y se lo quitaban. En lugar de pelear se apartaba y volvía a cavar otro pozo. Esto era difícil para Isaac pero él no peleó, sino que cedió pacíficamente, y luego a donde iba, Dios le bendecía nuevamente permitiéndole encontrar otro pozo con agua. Cada pozo que él cavaba, encontraba aguas. Esto era una manifestación de la abundante bendición de Dios que fluía sobre Isaac, ya que esto no era sencillo en aquel tiempo (aun hoy día es complicado). A pesar de que Isaac era poderoso el no luchaba con las emociones o la fuerza, sino que dejaba todo en las manos y la justicia de Dios. Isaac sabía que Dios le proveería el agua para su sustento. Hermanos ¿Cuál es nuestra actitud cuando tenemos un conflicto con otra persona? Intentamos imponernos como los filisteos o somos mansos y dejamos las cosas en manos de Dios, aunque a veces tengamos que ceder nuestra posición como hizo Isaac. Sinceramente no es fácil actuar como Isaac actuó. Pero se trata de confiar en que Dios en su tiempo hará su obra. ¿Qué sucede cuando intentamos imponernos con nuestras fuerzas y cuando dejamos las cosas en manos de Dios? Meditemos y evaluamos como estamos resolviendo los conflictos. Por favor leamos los V 24-25 “Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo” Isaac había abierto otro pozo al cual llamó Rehobot, (lugar espacioso), y no riñeron por este pozo, pero a pesar de todo, Isaac tenía miedo. Isaac no tenía completa paz en su corazón. Entonces Dios le apareció y le dijo que no temiera, que Él estaba con Isaac. Isaac creyó y adoró a Dios. Luego Abimelec y su capitán del ejército fueron a ver a Isaac. Esta vez Isaac no tenía miedo. Al encontrarlos lo primero que hizo fue reclamarles por la injustica: V27 ¿Por qué venís a mí, pues que me habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros? Esta vez Abimelec y sus hombres fueron humildes y dijeron: Hemos visto que Jehová está contigo. Lo reconocieron como bendito de Jehová y le pidieron un trato de paz. Isaac hizo trato con ellos y luego 5
comieron y los despidió. Abimelec trató a Isaac de igual a igual. Sobre todo Isaac también se reconoció a sí mismo como siervo de Dios. Al igual que su padre, luego de su nuevo encuentro personal con Dios, él tuvo valentía y su manera de tratar a otros cambió. Ese mismo día consiguieron agua en otro pozo. Una manifestación más de la bendición de Dios sobre Isaac. Dios le dio victoria sobre sus enemigos, aunque él no fue a la guerra. Dios bendijo la mansedumbre de Isaac. Fue una victoria espiritual donde los vecinos incrédulos pudieron ver la gloria de Dios en la vida de Isaac. Debemos buscar la palabra de Dios para tener sabiduría de cómo vivir en medio de incrédulos que no tienen temor de Dios, y además de no dejarnos influenciar por sentimientos de violencia o de ligereza al hablar. Finalmente los incrédulos viendo como Dios nos bendice, incluso pueden llegar a respetar nuestra fe y la reconocerán. “Mateo 5:5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.” Amen Oro para que Dios nos ayude a ser obediente a Dios y mansos como Isaac para vivir en este mundo que en muchas oportunidades puede ser hostil, y así experimentar la victoria verdadera. Que Dios nos ayude a confiar en el amor y la protección de Dios en medio de las tribulaciones en este mundo y manifestar en nuestras vidas que somos hijos, pudiendo evangelizar también con nuestras vidas. Amén.
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