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DISCURSO DE FERNANDO RAGA XVII FERIA INTERNACIONAL, FORESTAL, CELULOSA Y PAPEL, EXPOCORMA 2013 (6 de Noviembre de 2013)
Muy buenos días, Al iniciar estas palabras, no puedo dejar de mencionar en primer lugar a Fernando Léniz, destacado líder empresarial, quien nos ha dejado recientemente, y que contribuyó tan significativamente, durante tanto tiempo a fortalecer este gremio y el sector forestal. Nuestra Corporación está marcada por su huella, a través de los tres períodos en que ejerció la Presidencia y de su aporte de muchos años como miembro del Comité Ejecutivo. Son muchos sus logros, por lo que sólo mencionaré el legado que dejó a través de su decidido apoyo al DL 701, del que fue uno de sus artífices. Recordaremos a Fernando por el gran aporte que significó para nuestro sector y el país, así como por su gran capacidad, tesón, entrega y calidad humana, y rendimos hoy un sentido homenaje a su memoria. Hoy inauguramos una nueva Feria Internacional, en su Decimoséptima versión. Sin duda este hecho constituye un motivo de gran satisfacción, puesto que esta muestra, junto a sus actividades paralelas, se ha posicionado como el gran certamen del sector forestal. Podemos decir que ésta es una de las ferias más grandes y completas que hemos organizado, constatando un gran entusiasmo por participar, lo que evidencia la importancia que tanto el sector forestal como esta exposición han alcanzado. La calidad de los productos exhibidos, así como su gran variedad podrán ser apreciados por ustedes cuando recorran el recinto al final de esta ceremonia. Este año, la muestra alcanza un valor de US$ 68 millones y tendremos cerca de 370 empresas expositoras provenientes de 32 países, que darán a conocer productos y maquinarias de vanguardia para el sector forestal que serán exhibidos en más de 25.000 m2. Esperamos también alrededor de 14 mil visitantes, reflejando el interés que concita este sector para el público especializado. Complementará esta muestra la realización de ocho seminarios y talleres, cuyo objetivo es proporcionar a los profesionales del sector la posibilidad de obtener información tecnológica actualizada, de primer nivel, en materias que son de alto interés para quienes se desenvuelven en esta industria. Este completo evento que inauguramos en el día de hoy es el fruto del esfuerzo y la dedicación de muchas personas. Agradecemos muy especialmente a todos quienes hacen posible esta feria y particularmente a los señores expositores, quienes con su
activa presencia y confianza hacia nuestra Institución, contribuyen decididamente a hacer realidad este evento; y también, por cierto, a las autoridades nacionales y regionales que nos acompañan en esta oportunidad, ya que con su presencia respaldan al sector y realzan este acto. Como ya es tradicional, durante la inauguración de este evento, queremos hacer un análisis de los temas de relevancia para el sector, desde la mirada de nuestro gremio, el que con más de seis décadas de historia ha sido parte importante en el desarrollo forestal chileno, buscando aportar en la discusión de políticas públicas y colaborando en la promoción del sector bajo el prisma del desarrollo sustentable. En ese sentido, y como uno de nuestros ejes relevantes, hemos dado un firme y decidido respaldo a la necesidad de seguir forestando. Valoramos, por ello, el proyecto de ley que modifica el DL 701, orientado a pequeños y medianos propietarios y hacia terrenos de aptitud forestal y degradados. En el texto de esta iniciativa enviado por parte del Ejecutivo, se reconoce el valor de las plantaciones forestales en su dimensión ambiental, social y económica, algo de lo que nosotros estamos convencidos hace ya muchos años. Lamentablemente, a pesar de este positivo enfoque, el proyecto ha tenido considerables dificultades en su tramitación parlamentaria. El año pasado, en esta misma tribuna, constatábamos que la dificultad para aprobar algo que parece tan evidentemente ventajoso para el país como seguir forestando, es mental e ideológica y debemos decir que luego de un año, vemos que esto no sólo no ha cambiado, sino que ha empeorado, imponiéndose visiones críticas hacia el sector forestal de grupos minoritarios, no sólo respecto del proyecto, sino que ha trascendido hacia un cuestionamiento global del aporte ambiental, económico y social que hacen las plantaciones. Simplemente incomprensible, si consideramos que en el mundo estas, representando solamente alrededor del 7% del total de los bosques, suministran más del 35% de la madera industrial que el mundo demanda, previéndose que aumentarán sobre el 40% hacia el 2020. Es más inentendible aún cuando muchos países hacen esfuerzos denodados por fomentar la forestación como lo hemos hecho en Chile, e importantes grupos ambientalistas en el mundo ya reconocen que las plantaciones forestales son la respuesta lógica para mantener la sustentabilidad del planeta debido a su gran eco eficiencia. Como CORMA hemos realizado múltiples gestiones con autoridades y parlamentarios para demostrar, con argumentos concretos, el aporte que este proyecto tendría para el país y para el desarrollo de nuestro sector, acompañados por gremios de Pymes que también creen en esta iniciativa. Sin embargo, hemos tropezado con sectores de parlamentarios que no están interesados en escuchar argumentos racionales de sustentabilidad, y acogen en forma increíble posturas extremas de grupos ideologizados. Así, se han introducido más de 500 indicaciones al proyecto, lo que hace poco probable que pueda concluir su trámite en el Congreso, perdiéndose oportunidades para desarrollar áreas rurales que no tienen otras alternativas productivas y para beneficiar a la población que allí habita. Es una situación sin duda, muy lamentable y preocupante. También en el ámbito legislativo, fuimos testigos este año de la aprobación de una ley referida a los incendios forestales, focalizada en sancionar la ocurrencia de siniestros – y por lo tanto muy reducida en su ámbito de acción-, aún cuando previamente el Ejecutivo
había logrado formular un interesante proyecto que abordaba en forma integral y moderna este tema de gran relevancia para nuestros bosques. Creemos que esta ley puede ser mejorada en el futuro, tema que ya comentamos el año pasado en esta misma tribuna. En relación con esto, queremos destacar el trabajo que lideró CONAF en el último año relativo a los incendios forestales, con lo cual se ha logrado avanzar en la coordinación de los diversos actores, tanto públicos como privados, y nos ha permitido plantear como gremio nuestra preocupación por el incremento de la intencionalidad y proponer acciones posibles para llevar a cabo durante las temporadas de mayor ocurrencia, las que se han ido materializando. Así también, celebramos la gestión del Ejecutivo al dotar a CONAF de más presupuesto, el que ha permitido reforzar la prevención y control de incendios por parte del Estado, lo que esperamos sea permanente. Seguimos planteando, sin embargo, que lo más importante es la toma de conciencia de la población, para lo cual realizamos cada año una amplia campaña educativa como CORMA, en conjunto con otras organizaciones. Hablando de las instituciones que se relacionan con nuestro quehacer, no quiero dejar de mencionar el trabajo que por largo tiempo venimos desarrollando en forma coordinada con el SAG, el que nos ha permitido, desde una mirada técnica, buscar las mejores soluciones para situaciones y dificultades en materias fitosanitarias. También debemos mencionar la cercana colaboración con INFOR, especialmente en el ámbito de la Mesa Forestal del Ministerio de Economía, establecida para tratar temas de las Pymes. Queremos manifestar nuevamente nuestra preocupación – a 5 años de promulgada la Ley de Bosque Nativo – por este extenso recurso que representa a una parte de nuestros socios y que no ha logrado incorporarse a la economía de las regiones, con lo cual se pierden oportunidades de desarrollo en zonas rurales, por una parte, y no se garantiza su sustentabilidad, por otra, a pesar de los importantes recursos que ha dispuesto el Estado en este cuerpo legal. Como reflejo de ello podemos constatar que durante estos años sólo se ha utilizado el 5% de los fondos disponibles, lo que equivale a menos de dos mil hectáreas de bosques manejados. Frente a esta realidad que nos preocupa, junto a otros gremios igualmente interesados en el desarrollo sustentable del bosque nativo, hemos planteado a la autoridad una serie de aspectos urgentes que consideramos deben ser revisados y modificados, con el objeto de poder avanzar en la utilización sustentable de este recurso, aspecto implícito en la ley. Otro de los temas que nos interesa destacar ante esta audiencia, el cual venimos planteando desde hace ya largo tiempo a las autoridades, es el fundamental rol de la infraestructura en el aumento de la competitividad del país en general y de nuestro sector, en particular. Vemos con preocupación cómo el índice que entrega el Foro Económico Mundial para Chile nuevamente ha vuelto a bajar en la última medición, el que se acentúa si nos centramos en infraestructura, y que los costos de logística del país duplican al promedio de la OECD. En innumerables gestiones ante las autoridades regionales y nacionales, hemos dado a conocer la necesidad que vemos de abordar en forma integral los sistemas de transporte,
incorporando al ferrocarril -como lo hacen países desarrollados- para aprovechar todos los beneficios que éste tiene, buscando la conectividad ferroviaria, especialmente para esta región, así como hemos planteado nuestras necesidades futuras y los requerimientos de infraestructura que existen entre los centros productivos y los puertos, todos ellos factores que limitan la competitividad. También hemos propuesto mayor tonelaje en las carreteras, solicitándose que todas las obras viales que se están construyendo o por construir a través de concesiones, debieran tener incorporado en su diseño el concepto de alto estándar. Esta tarea la hemos abordado de manera global, con una amplia participación de nuestras sedes regionales, particularmente desde la Región del Biobío, donde confluye gran parte del movimiento de carga. Si bien vemos esbozos de avances y hay tres rutas estructurantes de esta región que se comienzan a evaluar e incluso alguna de ellas a licitar con el estándar de 61 toneladas, creemos, sin embargo, que aún falta que se comprenda en su cabal dimensión la urgencia e importancia de esta materia, que no sólo redundará en beneficios para nuestro sector, sino que para toda la industria exportadora, por lo que hemos hecho partícipes de esta visión a otros gremios productivos, tanto a nivel nacional como regional. Y hay otro factor fuertemente vinculado a la competitividad que amenaza con afectar no sólo a nuestro sector sino que al país en su conjunto y que nos preocupa de sobremanera: Es la indefinición en materia energética y la judicialización de los proyectos de inversión, que ponen en jaque el futuro crecimiento del país. Nuestro sector, especialmente –aunque no exclusivamente- desde la industria de la celulosa, ha venido haciendo en los últimos años una contribución significativa en esta área, aportando con una capacidad instalada de más de 900 MW, donde casi la mitad de ella es entregada al sistema interconectado central, lo que nos posiciona como el único sector productivo que tiene la característica de generar energía renovable no convencional para su uso propio y que hace además un aporte al país. Pese a ello, diversos subsectores nuestros, consumidores netos de energía especialmente de ámbito de la Pyme maderera, se ven cotidianamente afectados por los altos valores con que la energía eléctrica impacta su estructura de costos. Hemos continuado implementando acciones en apoyo a la pequeña y mediana empresa maderera y forestal, junto con establecer líneas de trabajo a largo plazo. Entre las segundas, creamos un Departamento de Pymes Forestales, radicado en esta región forestal, con el que esperamos integrar más a este segmento y aportar en su crecimiento, así como incorporarlos a participar en proyectos beneficiosos para el sector, como la certificación de plantaciones y la incorporación de buenas prácticas, entre otras iniciativas. Asimismo, hemos incorporado activamente a las Pymes en Acuerdos de Producción Limpia, orientados a empresas madereras y que hemos llevado adelante principalmente en las regiones del Maule y Biobío. Especialmente en Maule, que se caracteriza por una alta presencia de aserraderos la mayoría de ellos pequeños y medianos, se han dado pasos concretos, implementándose una agenda de trabajo orientada tanto a fomentar la asociatividad como al mejoramiento de la eficiencia productiva de las pymes, y se están sentando las bases para desarrollar un proyecto asociativo que promueve las exportaciones al mercado de Estados Unidos,
de forma que estas empresas, fruto del esfuerzo de sus dueños y trabajadores, logren abrirse a nuevos destinos para sus productos, con el respaldo tecnológico de empresas de mayor tamaño. También en apoyo de pequeños campesinos, hemos continuado con el Programa de Forestación Campesina que lleva adelante la Institución desde hace 14 años, a través de algunas de sus sedes regionales. Con ello, hemos apoyado a más de 21 mil familias de pequeños propietarios, quienes han recibido más de 16 millones de plantas, recuperándose una superficie estimada de 15 mil hectáreas de suelos erosionados. A través de esta actividad, no sólo estamos haciendo un considerable aporte ambiental al país, sino que contribuimos decididamente a superar la pobreza rural en algunas comunas, caracterizadas por la alta concentración de familias de escasos recursos, con un nivel severo de deterioro en sus terrenos. Junto con la pequeña y mediana empresa, nuestra Corporación ha puesto desde hace mucho tiempo énfasis en los trabajadores, a los que reconocemos como integrantes fundamentales en nuestro sector y quienes con su esfuerzo han logrado que nos consolidemos como industria. Es por eso que desde hace tres décadas distinguimos en una ceremonia anual cargada de simbolismo y emoción, a los trabajadores del sector por este valioso aporte. Sabemos que el reconocimiento del trabajo bien hecho, contribuye a motivar a nuestros trabajadores a seguir aportando entusiastamente para avanzar en el desarrollo de este sector. Asimismo, continuamos avanzando en el Programa de Certificación de Competencias Laborales, creado hace casi dos décadas en forma pionera, que ha desarrollado perfiles de trabajo, procedimientos y estándares orientados a evidenciar el nivel de capacitación de los trabajadores para desempeñar determinadas funciones. Hoy, podemos decir con orgullo que ya se ha certificado a más de 25 mil trabajadores, y que contamos, además, con certificación ISO 9001 en los distintos procesos, consolidando esta iniciativa en apoyo de trabajadores forestales y su futuro laboral. Como sector consideramos que hemos dado grandes pasos en capacitación, en seguridad y salud ocupacional y en entregar condiciones adecuadas a nuestros trabajadores que apoyen la disminución de la accidentabilidad, gracias a una labor sistemática emprendida durante muchos años junto con nuestras empresas socias. Al año 2012, el promedio de accidentabilidad de las empresas socias de CORMA fue de 1,1%, muy por debajo de la meta de 2,5% que se fijó el Estado para el 2015, y continuaremos nuestros esfuerzos para bajar estos registros, con la idea de alcanzar nuestro gran objetivo, que es lograr Cero Accidentabilidad. Mantenemos en estas materias un activo rol a través de nuestras sedes regionales, realizando una importante labor en distintas instancias con organismos públicos y privados, en diversos consejos regionales y como promotores de encuentros y seminarios, desarrollando esta línea de acción que sabemos es de largo aliento. En el ámbito de la construcción en madera, con orgullo podemos afirmar que a través de nuestro Centro de Transferencia Tecnológica llevamos a cabo exitosamente la segunda Semana de la Madera, todo un hito para los profesionales del ámbito del diseño, arquitectura y construcción, donde reunimos en una semana diversas actividades en
torno a la madera, como el VIII Concurso de Arquitectura y el II Certamen de diseño, los cuales contaron con un alto interés de los participantes, recibiéndose casi 90 proyectos de todo el país. Asimismo, reunimos a destacados expositores nacionales e internacionales, quienes nos dieron a conocer las últimas tendencias en el mundo, en un evento que estamos seguros avanza hacia su consolidación. En esta materia, además, nos encontramos desarrollando un proyecto, ganado en un concurso del Ministerio de Educación, que entre otros objetivos, nos permitirá capacitar a docentes de 13 liceos técnicos a lo largo del país en construcción en madera, de forma que sus alumnos puedan adquirir nuevos conocimientos y aumentar la empleabilidad, así como llevar adelante proyectos propios. En toda esta gran zona forestal, desde el Maule al sur, empresas grandes, medianas y pequeñas dan vida a nuestro sector, cumpliendo cada una de ellas una función importante dentro de su ámbito de acción. Las empresas medianas y pequeñas son un factor de gran importancia en la dinámica de creación de empleos del sector, en producción de bienes de nicho y en servicios especializados; en tanto, las empresas de mayor tamaño contribuyen con introducción de tecnología y el desarrollo de verdaderos clusters colaborativos con empresas complementadoras y de servicios; así como fuente de distribución de la mayor parte de los recursos que generan. En efecto, una típica empresa grande del sector retorna más del 80% de sus ingresos por la vía de pagos a proveedores de materias primas, insumos y energía, contratistas y servicios, así como impuestos y remuneraciones, sin contar las inversiones en industrias y plantaciones. De todo lo anterior, una alta proporción son ingresos regionales y locales. Por ello, consideramos que aquellos que desmerecen la contribución social y económica que las empresas del sector entregan, lo hacen con una visión en la que prima el desconocimiento o el sesgo ideológico, restándole oportunidades de crecimiento al país y al desarrollo de su gente. La actividad forestal hace una enorme contribución ambiental, social y económica al país y sus regiones, y sus trabajadores y empresas realizan un trabajo digno que nos llena de orgullo. Si consideramos, por ejemplo, la Región de La Araucanía, que como bien sabemos, es una de las más postergadas del país, con el PIB per cápita más bajo y 18 años de atraso en extrema pobreza respecto al resto de Chile, vemos que la actividad forestal juega un rol estructural en su economía. Aquí, cerca de la mitad de las exportaciones provienen de la actividad forestal, donde conviven propietarios forestales grandes y pequeños, trabajadores de distintos niveles, profesionales y mandos medios; empresas de servicios de distinto tipo y proveedores de materias primas e insumos y cerca de 39.000 trabajadores directos e indirectos se emplean en el sector forestal en la región. Sin embargo, mientras por una parte las empresas forestales y otros sectores productivos buscan y promueven el desarrollo, vemos con desazón en esta región, ya por más de una década, pero acentuadas en este último par de años, las acciones de reducidos aunque organizados grupos subversivos, que han elegido la violencia como medio de expresión de sus demandas aduciendo reivindicaciones de la etnia mapuche, y que han causado la muerte de personas, incendios de camiones, bosques y maquinaria, provocando daño y temor a personas absolutamente inocentes y ajenas a todo conflicto. A pesar de ello nuestro sector seguirá aportando oportunidades de progreso a los chilenos que quieren vivir en paz y tener alternativas para salir de la pobreza en que se encuentran. Estamos conscientes de que los violentistas son una minoría y no
representan el sentir del pueblo mapuche. Rechazamos enérgicamente una vez más el uso de la violencia como medio de expresión de las demandas y creemos que justificar o amparar estas situaciones sólo contribuye a profundizar los problemas y nos aleja de alcanzar el objetivo de tener paz social y desarrollo en la región. Como sector, también nos hemos consolidado en el cuidado medioambiental, con el 70% de nuestras plantaciones certificadas con manejo sustentable, cifra muy por sobre el promedio mundial, lo que nos ubica en una posición de liderazgo en este tema. Las principales empresas forestales del país cuentan con los estándares de certificación más importantes del mundo, logrados tras muchos años de trabajo en el mejoramiento de sus actividades ambientales y sociales, a través de procesos que con seguridad están entre los más exigentes del orbe. Felicitamos a las empresas que han logrado sus certificaciones, pues el sector forestal debe estar orgulloso de este logro y del gran progreso y mejora de éstas en el ámbito ambiental y social. Sin embargo, aún tenemos muchos desafíos por delante en esta actividad de largo plazo, tales como incorporar más productores a la certificación y continuar avanzando en el camino del desarrollo sustentable, así como en comunicar mejor esta sólida realidad y lograr un mayor conocimiento por parte de la comunidad de la realidad de nuestra industria. Señoras y señores, en pocos días más, los chilenos elegiremos un nuevo Gobierno. Lo nuestro, como gremio, no es la política, sino el emprendimiento y la producción. Pero para mantener y mejorar la dinámica de emprendimiento y creación de valor, requerimos de un entorno que promueva e incentive estas actividades. Al escuchar las propuestas de los candidatos, no deja de preocupar la escasa mención que se hace, en la mayoría de los casos, a la necesidad de crecer y a establecer metas para llegar en breve a ser un país desarrollado. Pareciera que se considera que el crecimiento es un dato y seguirá así a todo evento. Nada más equivocado. Así como los bosques necesitan de buenos suelos, clima apto y una silvicultura dedicada para crecer a su máximo potencial, así la creación de valor requiere de un entorno y un clima para emprender, y ello requiere preocupación y cuidado. No se logrará si se debilitan las instituciones; si se pone en el mismo plano a quienes deben velar por el orden que quienes lo subvierten; si se generalizan casos puntuales de abusos como si toda la actividad privada se dedicara a ello; si se denuesta la actividad empresarial; si se genera, como dijo el Presidente de Sofofa, una industria del bloqueo de proyectos; si se sobrecargan los costos privados de emprender; en fin, si se deslegitima y llena de obstáculos el camino a la creación de valor. Esperamos de las nuevas autoridades que preserven y fomenten este clima para emprender, pues es la gran fuerza motriz para que el país pueda generar más y mejores empleos y los ingresos que necesita para sus fines sociales tales como educación y salud. Si esta fuerza motriz se debilita, estaremos tratando de construir todo lo demás sobre una base pantanosa. Nuestro gremio, como ha sucedido en los distintos Gobiernos, tiene la mejor disposición a colaborar con las nuevas autoridades en la construcción de un Chile mejor. Por eso, quiero terminar estas palabras reafirmando nuestra vocación de trabajo, para lo cual contamos con la voluntad y la capacidad de nuestros empresarios y trabajadores, haciendo una invitación a abordar juntos los grandes objetivos nacionales, y estrechando la colaboración público- privada, ya que estamos convencidos de que éste es el mejor camino para avanzar en el desarrollo de nuestro sector y del país.
Finalmente, quisiera reiterar mis agradecimientos a Uds. por acompañarnos en esta ocasión tan importante para nosotros y desearles a todos los expositores y participantes en esta Decimoséptima ExpoCorma que tengan pleno éxito en sus reuniones y en sus negocios.
Muchas gracias.