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LA RECONQUISTA
1. La Formación de los Reinos Cristianos. 1.1. El inicio de la resistencia cristiana. Mientras los árabes se apoderaban de la Península, un grupo de nobles visigodos dirigidos por don Pelayo, logró refugiarse en Asturias. Los gobernadores musulmanes decidieron acabar con ese foco de resistencia, pero fueron derrotados en la batalla de Covadonga (722). Esta victoria permitió el inicio de la resistencia a la ocupación musulmana y la creación del reino de Asturias, siendo su primer rey don Pelayo. En cambio, en los Pirineos, los cristianos que se refugian en sus valles, no tendrán una organización política unitaria, sino que estarán divididos por condados, bajo la autoridad carolingia. La Edad Media en España
1.2. La formación del reino de León. Tras la muerte de don Pelayo, quedó como primer rey de Asturias Alfonso I (739-757), quien hizo posible la organización del terrritorio y su ampliación hacia Galicia. Pero no será hasta la segunda mitad del siglo IX, cuando sea evidente el avance cristiano hacia el sur con Alfonso III el magno (866-910), con quien queda fijada la frontera en el río Duero. De esta forma, la capital desde el año 914 será León frente a Oviedo, dando origen al reino de León, formado por los territorios de Galicia, Asturias, León y Castilla.
1.3. El reino de Castilla. Castilla era un condado del reino de León (800). A mediados del siglo X, el conde Fernán González consigue unificar todo el territorio castellano bajo su autoridad y declararse independiente de León, pero no logrará convertirse en reino hasta el año 1035 con Fernando I (1035-1065). Con Fernando I se consigue la unificación del reino de León y de Castilla (1038-1157), pero Alfonso VII los divide entre sus hijos Sancho III de Castilla y Fernando II de León, por lo que la unificación definitiva de estos reinos se producirá con Fernando III el Santo en 1230.
FERNANDO I
ALFONSO VII
1.4. La formación de los reinos de Navarra, Portugal y corona de Aragón. A finales del siglo VIII Carlomagno consiguió el control de la denominada Marca Hispánica, que comprendía el territorio de los Pirineos. El reino de Navarra. A principios del siglo IX , el conde de Pamplona Iñigo Arista, consiguió expulsar a los francos y crear un reino. Pero será a partir del siglo X y sobre todo con Sancho III el Mayor (1004-1035), cuando el reino de Pamplona alcance su máxima expansión territorial al unir bajo su corona los condados de Aragón y de Castilla. A su muerte, Sancho III divide sus posesiones entre sus hijos: - García, rey de Pamplona. - Fernando, rey de Castilla. - Ramiro, rey de Aragón.
El reino de Aragón. En el siglo IX los condados aragoneses (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) consiguen su independencia de los francos. Pero su desarrollo como reino llega con Ramiro I (1035-63), hijo de Sancho III. Los condados catalanes. En el siglo IX, Vifredo el Velloso, conde de Barcelona, consigue reunir bajo su autoridad todos los condados catalanes, aunque su independencia política de los francos no llegará hasta finales del siglo X con Borrell II.
La corona de Aragón. En el año 1134 muere sin descendencia el rey de Aragón Alfonso I el Batallador (conquistó Zaragoza en 1118). Por este motivo, se llega a un acuerdo matrimonial entre su sobrina Petronila y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, surgiendo de esta forma la corona de Aragón, compuesta, en un principio el reino de Aragón y el condado de Barcelona.
2. La Reconquista. 2.1. La Reconquista entre el año 1000-1100. Los reinos cristianos lucharon contra los musulmanes y, con mucha frecuencia, se enfrentaban entre ellos y recurrían a la ayuda de los musulmanes, el supuesto enemigo común, para vencer al adversario. Esto también ocurrió entre los musulmanes durante los reinos Taifas. La debilidad militar musulmana después de la muerte de Almanzor frente a los reinos cristianos, se manifiesta en que los reyes de Taifas tenían que pagar las parias*. En este contexto destacan los reyes de Castilla Fernando I (1035-65) y su hijo Alfonso VI (1072-1109). Alfonso VI consigue conquistar la ciudad de Toledo en 1085, acontecimiento que ponía en evidencia la impotencia musulmana ante el avance cristiano, por lo que deciden pedir ayuda a Yusuf ben Tasufín, líder de los almorávides (norte de África). * Parias: impuestos que pagaban los musulmanes por no ser atacados. La Edad Media en España - Frontera cristiano-musulmana en 1084.
2.2. La Reconquista entre el año 1100-1492. La llegada de los Almorávides (1086-1150) a la Península devolvió la unidad a AlÁndalus e hizo retroceder a los cristianos y poner en peligro, incluso, territorios ya bien consolidados como Toledo, que estuvo a punto de caer. Pasadas unas décadas y, cuando empezó a debilitarse la unidad musulmana, llegaron los Almohades (1150-1220) para restablecer la supremacía islámica. La contundente derrota de Alfonso VIII en la Batalla de Alarcos (1195) hizo evidente la superioridad militar musulmana frente a los cristianos. Por este motivo, el rey castellano consiguió unir a todos los reyes para enfrentarse a los Almohades. La coalición hizo posible la victoria de las Navas de Tolosa (1212). Antes, la expansión militar cristiana suscitó problemas entre el reino de Castilla y Aragón, principalmente, por lo que se firma el Tratado de Tudillén (1151), a través del cual ambos reinos se reparten las taifas que a cada uno le corresponde conquistar.
La Edad Media en España
A partir de la batalla de las Navas de Tolosa, comienza la superioridad definitiva de los cristianos y su avance imparable para conquistar todo Al-Ándalus: Reino de Navarra: Quedó atrapado entre el reino de Castilla y el de Aragón, por lo que no pudo progresar hacia el sur desde el s. XI. Reino de Portugal: terminaron la reconquista hacia 1250. Corona de Aragón: en 1137 se produce la unidad del Condado de Barcelona y de el reino de Aragón con Ramón Berenguer IV (Petronila, reina de Aragón). El rey más importante será Jaime I el conquistador ( 1213-76), quien conquista: Castellón (1232), Baleares (1229) y Valencia (1238). A partir de aquí, empieza la expansión aragonesa por el Mediterráneo, como consecuencia de su imposibilidad de progresar más a costa de los andalusíes. Este impulso marítimo les permitió conquistar Cerdeña, Sicilia y Nápoles entre los siglos XIV y XV.
JAIME i
Reino de Castilla y León: su unión definitiva se produjo con Fernando III el Santo (12171252). Sus esfuerzos militares permitieron la conquista de Murcia y toda Andalucía ( Jaén 1246, Córdoba 1236 y Sevilla 1248), salvo el reino Nazarí de Granada (1236-1492). La prolongada existencia del reino Nazarí se debió a problemas internos en Castilla como: Las minorías de edad de algunos reyes, que intentaron aprovechar los nobles en su beneficio (títulos y señoríos). María de Molina. La guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara, que supuso el cambio de dinastía – los Trastámara-(1369). La debilidad de los reyes ante la nobleza, que les impedía organizar grandes ejércitos. A pesar de todo, algunos reyes consiguieron éxitos importantes, como Alfonso XI (13251350), que logró derrotar a los Benimerines en la batalla del Salado (1340) y conquistar Algeciras en 1344. La conquista definitiva del último reducto musulmán en la Península fue llevada a cabo por los Reyes Católicos (1492), al derrotar al sultán Boabdil el Chico.
3. La Repoblación. Se denomina al proceso de ocupación y poblamiento que llevan a cabo los cristianos sobre las tierras que van conquistando a los musulmanes. Existen dos modelos básicos de repoblación: Las tierras (s. IX-X) conquistadas al enemigo se convertían en propiedad del rey, que entregaba a los nobles en pago de sus servicios militares, a monjes para que fundaran nuevos monasterios o las repartía entre campesinos libres. Los repobladores procedían de los núcleos cristianos del norte , pero también mozárabes atraídos por: libertad personal, exención de impuestos, etc., a cambio de prestaciones militares… Todo ello, quedaba recogido en las cartas pueblas o de poblamiento. La repoblación entre los siglos XI-XIII (hasta llegar al sur) se llevó a cabo por los concejos y dirigida por el rey, quien otorgaba fueros o cartas pueblas y tierras a los repobladores; pasando a continuación a fortificar la poblaciones. Los repobladores solían recibir tierras suficientes para mantener un caballo y armas, por lo que tenían la obligación de servir cuando los reclamara. Esto también se hizo para que la población estuviera preparada en caso de ataque musulmán. De esta forma, los concejos nacen con vocación militar y en su seno nacen los caballeros villanos: campesinos, artesanos, etc.; que sin ser nobles pueden servir en armas.
A partir del siglo XIII, con el inicio de la conquista de Valencia, Murcia y Andalucía (Jaime I de Aragón y Fernando III de Castilla) se estableció un sistema de repartimiento, que consistía en la distribución de las casas y las tierras de los musulmanes entre los que habían participado en la conquista. Esto fue posible porque se conquistaron grandes ciudades con mucha población (Valencia, Murcia, Córdoba, Sevilla, etc.). La mayoría de los musulmanes abandonaron sus posesiones para buscar refugio en territorio musulmán, a pesar de que los reyes les dieron garantías de protección personal y seguridad para sus haciendas.
La interrelación cultural. En los reinos cristianos peninsulares convivieron pacíficamente judíos, musulmanes y cristianos, hasta que a finales del siglo XIV empezaron los problemas debido a las crisis (progroms de 1391) . Como resultado de esta convivencia se produjo el influjo de unas culturas sobre otras. Muchas de las obras filosóficas y científicas de los autores griegos y latinos llegaron a Europa a través de Al-Ándalus, ya que habían sido traducidas al árabe. El interés por estas obras fomentó la creación de las escuelas de traductores. Estas escuelas fueron el punto de encuentro cultural de árabes, judíos (conocedores del árabe y del latín) y cristianos , trabajando en un ambiente de tolerancia, que también se daba en las calles. La Escuela de Traductores de Toledo será la más importante.
En este contexto aparece la figura del Cid Campeador (Rodrigo Díaz de Vivar 1040-99). Cuando es desterrado por el rey de Castilla Alfonso VI, se puso a servir como mercenario del rey musulmán de la Taifa de Zaragoza y luchó contra cristianos defendiendo a su nuevo señor. Pasados unos años el Cid empezó a actuar por su cuenta en territorio musulmán, saqueando y ocupando castillos, hasta que conquistó en 1093 la ciudad de Valencia. El Cid consiguió rechazar todos los intentos de los almorávides por recuperar la ciudad, pero tres años después de su muerte (1102) el rey Alfonso VI no podrá defenderla y la abandonará en manos almorávides.