1. LA PRESENCIA CONSTANTE DE LA MÚSICA

Tema 1. LA PRESENCIA CONSTANTE DE LA MÚSICA Tan solo dos siglos atrás, únicamente los grupos sociales más favorecidos podían escuchar de forma habitua

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Tema 1. LA PRESENCIA CONSTANTE DE LA MÚSICA Tan solo dos siglos atrás, únicamente los grupos sociales más favorecidos podían escuchar de forma habitual la música que hoy denominamos «clásica». Es decir, tenían acceso a este tipo de manifestaciones aquellos que podían asistir a una representación musical en vivo o los que eran capaces de interpretarla; situaciones que estaban al alcance de unos pocos privilegiados. La música es algo tan habitual en nuestra vida cotidiana que incluso a veces se convierte en una presencia no deseada.

1. LA MÚSICA DE TRADICIÓN ORAL Y LA MÚSICA ESCRITA El paso de la tradición oral al uso de la escritura musical y, posteriormente, la imprenta supusieron los primeros grandes avances en la difusión de la música

A) La tradición oral La música que escucha e interpreta más del 90% de la humanidad se ha basado siempre y sigue basándose en la actualidad en la tradición oral, la forma más antigua y más común de difusión musical. Con la expresión «tradición oral» se define la música que un colectivo considera propia, aprende de memoria y va transmitiendo de generación en generación, impidiendo así que caiga en el olvido. La música transmitida por tradición oral tiene características particulares: es casi siempre anónima, el artista que la interpreta es ante todo un transmisor, no un creador, y no existe la figura del compositor, sino que las obras, que a lo largo del tiempo, van transformándose continuamente, son de autoría colectiva. La música tradicional o folclórica, que incluye las canciones que aprendemos en fiestas y celebraciones y las canciones infantiles que los niños aprenden de sus padres, hermanos y maestros, suele ser ejemplo de música de tradición oral.

B) La escritura musical A partir, más o menos, del año 1000 después de Cristo, la música occidental inició un desarrollo único entre las culturas musicales del planeta que tuvo su origen en la invención de la escritura musical. Este hecho propició un enorme desarrollo de la música y facilitó su difusión, su estudio y su pervivencia en el tiempo. En la Edad Media, la notación musical estableció, por primera vez, una distinción clara entre música popular, transmitida por tradición oral, y música escrita, mucho más elaborada, y que se conservaba en manuscritos cuidadosamente piados y custodiados durante siglos en iglesias y monasterios. En esta línea de diferenciación, la música escrita dio lugar también a la aparición de una figura que no había tenido presencia hasta ese momento, la del compositor. C) La imprenta La invención de la imprenta de tipos móviles por Gutenberg, hacia 1455, supuso otro importante avance para la difusión de la música escrita. Gracias a la imprenta, por ejemplo, la música profana (colecciones de danzas, música vocal y melodías para instrumentos de tecla y laúd) se generalizó entre la nobleza de las principales cortes europeas del Rena-

cimiento. Sin embargo, a pesar de su importancia, durante casi dos siglos la música impresa tuvo escasa repercusión porque el número de copias que se obtenía en cada impresión era muy pequeño y el papel, la Unía y la impresión resultaban excesivamente caros, por lo que la copia de los manuscritos era indudablemente más barata. Todavía en el siglo XVIII la música circulaba en su mayor parte en manuscritos y se copiaba laboriosamente página a página, de tal modo que la copia era el modo de aprendizaje habitual de quienes deseaban convertirse en compositores. Se estima que solo la décima parte de la música compuesta con anterioridad al año 1600 ha llegado hasta nosotros.

2. EL AUGE DE LA DIFUSIÓN MUSICAL A) La música en los siglos XVIII y XIX La música se introdujo poco a poco en los salones burgueses, los teatros de ópera y las recién creadas salas de conciertos abiertos al público a cambio del pago de una entrada. Pero no fue hasta el siglo XVIII, una vez que la influencia de la Revolución Francesa (1789) se hubo extendido por toda Europa, cuando realmente se suprimieron las limitaciones socioeconómicas de acceso común a la cultura. Es entonces cuando se generalizan los conciertos públicos y la publicación de partituras. Estas dos nuevas fuentes de ingresos fueron el primer paso para acabar con la dependencia económica que hasta entonces atenazaba la música al patrocinio de nobles y eclesiásticos. El caso de los músicos Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y Ludwig van Beethoven (1770-1827) resulta paradigmático en este sentido. Mientras Mozart era un sirviente que componía sus obras según los gustos de los monarcas a los que servía, Beethoven era un trabajador que dependía únicamente de su talento y de su capacidad para hacer llegar sus obras a un público cada vez más amplio. Estas nuevas posibilidades afectaron a la relación entre los profesionales siendo el origen del negocio de la música tal y como hoy lo conocemos.

B) La música en nuestros días Durante el siglo XX la música se convirtió en el arte con más presencia en la vida de la gente. La grabación del sonido y su reproducción mecánica hicieron posible disfrutar la música con independencia del momento y del lugar en que se producía. La evolución de aquellos primeros dispositivos hasta los medios actuales, que permiten la reproducción de imágenes con banda sonora (cine, vídeo, DVD) y la reproducción de sonido e imagen a distancia (radio, TV, Internet), ha puesto la música al alcance de todo el mundo: hoy día, la tecnología proporciona acceso a gran cantidad de obras y autores de todas las épocas, prácticamente toda la música de los últimos mil años interpretada, además, por los mejores músicos. Ahora no es el oyente el que sale al encuentro de la música, sino que es esta la que, a través de los medios de comunicación, penetra en su vida. El teléfono móvil, que entró en nuestra vida cotidiana hace escasamente veinte años, es hoy todo un símbolo de nuestro tiempo. ¿Quién piensa ahora en un teléfono que solo sirva para hacer llamadas? La capacidad que tiene de almacenar música, de hacerla sonar con una calidad cada vez mejor, de funcionar como receptor de radio, permitir la conexión a Internet, etc., hubiera parecido hace una década una idea procedente de una novela de ciencia ficción

3. LA EVOLUCIÓN DEL PAPEL DEL ESPECTADOR A) Público y audiencia Para comprender el grado de protagonismo que los espectadores han tenido en la música a lo largo de la historia debemos primero establecer la distinción entre público y audiencia. • La audiencia, que se considera propia de los espectáculos musicales hasta los siglos XVII y XVIII, estaba formada por espectadores que no podían elegir lo que escuchaban. Fuese en la iglesia o en funciones privadas sufragadas por la nobleza, los espectadores asistían a una audición musical por invitación o por derecho, y debían aceptar lo que escuchaban, es decir, eran una audiencia pasiva. No podían intervenir ni, por tanto, influir en el repertorio ni en el modo de interpretar la música.

• El público, tal y como lo entendemos en la actualidad, se desarrolló a lo largo de varios siglos y alcanzó su madurez con la aparición de manifestaciones musicales de pago como la ópera o los conciertos. El público, a diferencia de la audiencia, empezó a influir directamente en el desarrollo de la vida musical porque su apoyo económico era esencial para el éxito de las obras que se estrenaban. El proceso por el cual la audiencia se convirtió en público moderno culminó durante el siglo XX con la aparición del sonido grabado y de su difusión a través de los medios de comunicación de masas, que aumentaron de modo extraordinario la diversidad de la música disponible. Esto permitió que los oyentes, que hasta entonces formaban una masa sin diferenciar, se dividiesen en grupos cada vez más definidos por sus gustos musicales específicos. Hoy día, la oferta musical es tan amplía que permite al público usar la música, entre otras cosas, para identificarse con grupos sociales con los que comparten ideas, modos de vivir y de vestir. Este fenómeno influye en las preferencias y en las modas musicales, y es especialmente importante entre el público juvenil: ser grunge, indie o gálico es un modo de afirmar la propia personalidad a través de la música; es decir, la música que una persona elige forma parte de su propia imagen y la identifica como miembro de un grupo social. Además, permite a los miembros del grupo reconocerse en aquellos aspectos que comparten.

B) Música y medios de comunicación “Los medios de comunicación que encumbran rápidamente objetos y creadores a la fama contribuyen a que, con la misma celeridad, caigan en el olvido” La aparición de públicos musicales muy diferenciados da lugar a la especialización cada vez mayor de los medios de comunicación para responder de forma ajustada a los gustos y exigencias de grupos específicos de audiencia. La radio, el medio tradicional de difusión y promoción de la música, diversifica cada día más su oferta a través de radiofórmulas especializadas en estilos musicales diferentes. En nuestro país, por ejemplo, la música pop cuenta con la más famosa radiofórmula, Los 40 principales, que se emite desde la década de los sesenta. Otras radiofórmulas, como M80 o Cadena Dial, están dirigidas a sectores de público diferentes al juvenil, mientras que emisoras como Radio 2 y Radio 3 están especializadas, respectivamente, en música clásica y en jazz y músicas alternativas.

La televisión es el medio tradicional de promoción de la música acompañada de imagen. El fenómeno más interesante desde el punto de vista musical se da hoy día en la televisión digital, donde algunas cadenas temáticas, como la MTV, se han orientado hacia la emisión de videoclips y ofrecen programas especializados en distintos tipos de música con éxito creciente. La presencia de la imagen acompañando la música tiene actualmente tanta importancia que es difícil concebir el éxito de un disco si está desprovisto de apoyo visual.

4. LA EXPERIENCIA MUSICAL Oír es la capacidad de percibir sonidos, sin intención de procesarlos. Escuchar es un proceso más avanzado dentro de la percepción del sonido, puesto que supone el acto voluntario de prestar atención para comprender lo que se escucha. A) Tipos de escucha • Audición inconsciente. Se realiza de forma espontánea y sin que se le dedique atención. Suele identificarse con la simple ambientación sonora, cuyo objetivo es aportar confortabilidad al momento y no una experiencia musical. Es el caso de la música ambiente de grandes almacenes o centros comerciales, tiendas, etc. • Audición asociada. Es aquella en la que se escucha música como complemento a lo que es en ese momento objeto de atención principal. Es la que forma parte de ciertos espectáculos como en el cine, el teatro o la televisión. • Audición consciente. La música es el centro de atención y permite al oyente abandonarse a sus sensaciones y emociones. Este tipo de audición requiere atención completa. • Audición comprensiva. Se lleva a cabo cuando el objetivo es el análisis musical y permite enjuiciar los diferentes aspectos que intervienen en la experiencia musical, como la interpretación, la estructura musical, las posibilidades expresivas, etc. Este tipo de audición se lleva a cabo, por ejemplo, durante el trabajo de análisis musical que se realiza en el aula durante la clase de música.

Cualidades que caracterizan a dos tipos de oyentes de música. Oyente pasivo • La elección de su música se rige por criterios lúdicos. • Acompaña de música muchas actividades de su vida cotidiana. • No se plantea la audición de la música como una actividad principal por lo que esta no requiere toda su atención. • La música que escucha suele presentar ritmos muy marcados sin una caracterización artística destacable, • No útiliza criterios de valoración personal para seleccionar la música que escucha. • Se deja influir en gran medida por las modas musicales. • Practica, sobre todo, la audición inconsciente y la audición asociada.

Oyente activo • Muestra una actitud comprensiva respecto a la música. • Suele buscar momentos adecuados para poder disfrutar al máximo de la escucha musical.

• Presenta gustos personales muy definidos y de una gran variedad dentro del estilo o estilos musicales preferidos. • A causa de su práctica auditiva activa percibe la calidad musical de cualquier audición, independientemente de que sea o no de su gusto. • En muchos casos toca algún instrumento y participa en actividades musicales. • Suele asistir a interpretaciones musicales en directo. • Practica, sobre todo, la audición consciente: y la audición comprensiva.

6. MÚSICA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS: TODA LA MÚSICA A UN CLIC Hasta hace no muchos años, para disponer de una grabación musical solo había dos opciones: comprar el* disco o grabarlo en una cinta de casete de la radio o de otro disco, con la consiguiente pérdida de calidad que esto suponía. Hoy en día la situación ha cambiado mucho. Aunque se compran muchos discos, prácticamente toda la música que se pueda imaginar está al alcance de los consumidores. Haciendo un simple clic en el ordenador o en el teléfono móvil es posible escuchar o descargar de Internet cualquier música que se desee; da igual si se trata de una canción del siglo XII o del último éxito de un famoso grupo de rock, seguramente estará en la Red, que hoy es la fonoteca más grande del mundo. Pero ¿la calidad de la música que se descarga de Internet es igual a la que se encuentra en un disco? ¿Se puede descargar y copiar cualquier música? ¿Cuál es el límite?

Formatos de sonido En un sistema informático, los sonidos se almacenan en ficheros que pueden tener una gran variedad de formatos. Los más conocidos son los de tipo WAV, AIFF, MPEG (MP3), OGG, WMA, Real Audio y MIDI. A excepción del MIDI, todos los otros son formatos de audio digital. El tamaño de cada fichero de audio depende de la duración del sonido y de la calidad de muestreo. Cuando escuchamos en un reproductor las canciones de un disco compacto lo hacemos en formato WAV y AIFE Para hacernos una idea, una canción de tres minutos en este formato puede ocupar unos 30 Megabytes en el disco duro de un ordenador. En los últimos años se han desarrollado diferentes sistemas para «comprimir» el audio digital sin que se produzca una pérdida de calidad demasiado perceptible. Estos sistemas de compresión han dado lugar a tipos de archivo distintos. Las características de cada tipo de archivo se pueden resumir del siguiente modo: • MP3 (MPEG Audio Layer 3 de Motion Pictures Ex-perts Group). Es el formato más popular y permite comprimir un fichero hasta 10 veces su tamaño original. • WMA (Windows Media Audio) es un formato de compresión del sistema operativo Windows. • Real Audio es un formato usado principalmente en el llamado audio-streaming, que hace referencia a la descarga de audio en tiempo real. Estos archivos solo pueden escucharse on-line, y no pueden ser copiados ni compartidos. Un caso que se debe tratar de manera aislada es el formato de archivo MIDI (Musical Instrument Digital Interface). Este no es en realidad un formato de audio, sino un protocoló de comunicación informático que permite compatibilizar

dispositivos musicales electrónicos. Lo que contienen realmente estos archivos son un conjunto de datos que indican las características digitales de los sonidos. Es como si fuera una partitura que la tarjeta de sonido puede leer e interpretar. Algunos de los datos que contiene un archivo MIDI en relación con los sonidos son: la altura (es decir, la nota), la duración (cuánto tiempo dura esa nota), la intensidad (más fuerte o más débil) y el timbre (el instrumento musical que debe sonar en cada momento). Los archivos MIDI pueden ser leídos por cualquier ordenador y la calidad del sonido que se obtenga dependerá del dispositivo de salida (normalmente la tarjeta de sonido del ordenador).

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