2. MARCO DE REFERENCIA

Marco de referencia 2. MARCO DE REFERENCIA En este capítulo se realiza el análisis del cuerpo de conocimientos que apoya al desarrollo de la investig

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2. MARCO DE REFERENCIA En este capítulo se realiza el análisis del cuerpo de conocimientos que apoya al desarrollo de la investigación, donde el principal objetivo es recolectar aportaciones hechas en otras investigaciones o investigadores, que sirvan para respaldar el proyecto en desarrollo. A continuación se muestra el desarrollo de cada una de estas secciones.

2.1. Energía Renovable y Tecnologías de Concentración Solar. Las tecnologías de energía renovable se encargan de producir energía comercial mediante la conversión de los fenómenos naturales en formas útiles de energía. Estas tecnologías utilizan la energía solar y sus efectos directos e indirectos sobre la Tierra (radiación solar, viento, agua, etcétera) las fuerzas gravitacionales (mareas), y el calor del núcleo de la Tierra (geotérmica). Los beneficios derivados de la instalación y operación de sistemas de energía renovable se pueden dividir en tres categorías: ahorro de energía, la generación de nuevos puestos de trabajo, y la disminución de la contaminación ambiental; principalmente el beneficio de ahorro de energía se deriva de la reducción en el consumo de combustibles

fósiles

(carbón,

petróleo,

gas

natural)

que

se

utiliza convencionalmente para proporcionar energía, y este beneficio se puede traducir directamente en unidades monetarias de acuerdo a

la

producción

correspondiente o evitando los gastos de capital para la compra de combustibles, pero sin lugar a duda el beneficio más importante de los sistemas de energía renovable es que disminuyen la contaminación del medio ambiente (Kalogirou, 2009).

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Una vez que la humanidad detectó las fuentes de aprovechamiento y sus beneficios, se dedicó a obtener tecnologías que sustituyeran a las formas convencionales de proveer energía, una de éstas ha sido el aprovechamiento de energía solar. Kalogirou en el 2009 en su libro Solar Energy, menciona que la energía solar es la fuente de energía más antigua que se ha usado; también el mismo autor describe como la concentración de esta energía solar se puede obtener por la reflexión de radiación solar por medio del uso de espejos. Para lograr la concentración de energía solar para su posterior aprovechamiento, existen diferentes tecnologías como lo son los concentradores de foco puntual y los de foco lineal. Ver Figura 2.1.

Figura 2.1. Tecnologías de captación solar. Tomado de Afinidad eléctrica, n.d.

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La concentración de foco puntual y lineal puede aprovechar solamente la radiación solar directa y no la difusa, debido a que esta última no puede ser concentrada. La concentración lineal tiene como ventaja, que técnicamente es menos compleja, pero tiene un factor de concentración (C) menor y por lo tanto puede alcanzar menores temperaturas que la tecnología de concentración de foco puntual. Se llama factor de concentración al cociente entre la superficie útil sobre la cual se reflejan los rayos solares y el área de recepción. En los concentradores de foco lineal (fig. 2.1, izquierda) los espejos o las superficies reflejantes tienen un perfil con simetría en una dirección longitudinal, por ejemplo, en forma de canaleta y enfocan la energía irradiada por el sol en un tubo o receptor alargado. Por otro lado, en los sistemas de foco puntual los concentradores enfocan sobre un receptor pequeño (que no se extiende mucho en ninguna dirección) (tal como un plato parabólico, (fig. 2.1, derecha) que enfoca sobre un área pequeña, donde se instala un receptor solar. Las tecnologías de concentración lineal son: Concentradores Fresnel lineal: La radiación solar incide sobre los espejos dispuestos en la parte inferior del concentrador. Los espejos deberán tener un ángulo adecuado para la reflexión, ésto en forma individual. Con la reflexión apuntando al foco o línea focal (un tubo lineal), ubicado en la parte superior del concentrador, se lleva el líquido contenido en el foco hasta una temperatura tal que lo transforme en vapor. Mediante una turbina se llevara a cabo la transformación en energía desde la mecánica a la eléctrica (CEDER, 2012). Concentradores de canal parabólico: Esta tecnología (también llamada, cilindroparabólica) basa su funcionamiento en concentradores alargados en forma de canaleta con perfil parabólico. Los rayos solares se concentran en unos tubos receptores de alta eficiencia térmica localizados en la línea focal de los cilindros. En estos tubos, un fluido transmisor de calor, tal como aceite sintético u otro fluido es 9

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calentado a aproximadamente 400ºC, por los rayos solares concentrados. Este aceite es bombeado a través de una serie de intercambiadores de calor para producir vapor sobrecalentado. El calor presente en este vapor, se convierte en energía eléctrica en una turbina de vapor convencional. Dentro de la tecnología de concentración puntual podemos encontrar: Disco parabólico: Un sistema de concentrador Stirling está compuesto por un concentrador solar en forma de plato parabólico, por un receptor solar de cavidad y por un motor Stirling o una micro-turbina que se acopla a un alternador. El funcionamiento consiste en el calentamiento de un fluido localizado en el receptor hasta una temperatura alrededor de los 750ºC. Esta energía es utilizada para la generación de energía por el motor o micro-turbina. Para óptimo funcionamiento, el sistema debe estar provisto de los mecanismos necesarios para poder realizar un seguimiento preciso de la posición del sol en dos ejes. Concentradores de Torre central: Aquí se usan un gran número de espejos independientes, llamados helióstatos, que tienen la función de reflejar la radiación solar hacia al receptor. Dichos helióstatos, están compuestos por una superficie reflejante, una estructura que le sirve de soporte y mecanismos que permiten orientarlo para ir siguiendo el movimiento del sol (lo que implica tanto los sistemas mecánicos necesarios para el movimiento del helióstato como los sistemas de control). Las superficies reflejantes más empleadas actualmente son de espejos de vidrio. Los helióstatos o espejos móviles se orientan según la posición del sol para reflejar la radiación solar y concentrarla entre 600 a1000 veces sobre un receptor que se sitúa en la parte superior de una torre. El receptor solar consiste en una serie de paneles de tubos que operan a muy alta temperatura y por los que puede circular agua a presión, sales de nitratos fundidas, o gases como aire o CO2 (Abengoa Solar, 2010). Ver Figura 2.2.

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Figura 2.2. Tecnología de concentradores de torre central. Tomado de Afinidad eléctrica, n.d.

El calor trasferido fluido es usado para generar vapor, es almacenado parcialmente en unos tanques acumuladores para ser utilizado cuando no hay suficiente calor solar, el resto, es enviado a una turbina acoplada a un generador de electricidad (Abengoa Solar, 2010). Ver Figura 2.3. En el caso de las instalaciones en que el fluido es gas, ya sea aire o CO2, éste es inyectado directamente a turbinas de gas.

Figura 2.3. Funcionamiento de la instalación de concentradores de tipo torre central. Tomado de Afinidad eléctrica, n.d.

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2.2. Radiación Electromagnética. Definiciones La radiación electromagnética es la energía emitida como resultado de las oscilaciones de las cargas eléctricas en los átomos o moléculas (Yunus Cengel, 2002) y ésta

se distribuye de tres formas: espacialmente, angularmente y por

longitud de onda, dentro de un campo electromagnético. La longitud de onda es la distancia entre dos crestas o dos valles consecutivos de la onda (medidos en nanómetros, nm) (Hansson, 2001). Donde el espectro electromagnético será la representación de la distribución de la energía de acuerdo a la longitud de onda (Figura 2.4). El campo electromagnético se divide en dos regiones que comprenden las radiaciones no ionizantes y las ionizantes, es decir que éste engloba el espectro completo de radiación electromagnética (Hansson K., 2001). Hansson en

2001, aclara que la radiación no ionizante (RNI) conforma toda la

radiación o campos del espectro electromagnético que no tienen suficiente energía para ionizar la materia, es decir, las RNI no afectan la estructura molecular de la materia pero si puede producir problemas biológicos mediante los cambios de los niveles de energía (Brauer L. Roger, 2006). Por otra parte las radiaciones ionizantes (RI) son aquellas radiaciones capaces de producir iones cuando interactúan con átomos y moléculas. Las Radiaciones que conforman la RIN son la radiación ultravioleta (tipo A, B y C), infrarroja, visible y microondas; y las RI son conformadas por rayos X, rayos gama y rayos UV (Brauer L. Roger, 2006). Hansson en el 2001 define a la radiación solar como: conjunto de radiaciones electromagnéticas emitidas por el sol, que se distribuyen desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. Todas ellas son radiaciones que forman parte de la clasificación RNI.

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Figura 2.4. Espectro electromagnético. Tomado de la Enciclopedia de salud y seguridad (2011)

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Este mismo autor aclara que, no toda la radiación emitida por el sol alcanza la superficie de la Tierra, porque las ondas ultravioletas más cortas son absorbidas por los gases de la atmósfera, fundamentalmente por el ozono. Por otra parte la radiación solar que si llega a la Tierra puede ser medida y la magnitud que es utilizada, es la irradiancia (I), esta mide la energía que por unidad de tiempo y área, W/m² (vatio o watt por metro cuadrado). Definición 2.2.1 (Irradiancia).- Es la potencia por unidad de área que llega a una superficie real como se muestra en la Figura 2.5. P

A Figura 2.5. Diagrama de radiación solar por unidad de área. Elaboración propia

Donde “P” seria la potencia de incidencia en la fuente y “A” el área de recepción, entonces, la irradiancia ( ) se calcula: (1) Para una potencia espectral espectral (

en W/m2 nm que reside en un área ( ), la irradiancia

) se calcula de la siguiente forma: (2)

Entonces la Irradiancia espectral se puede tener alguna distribución en función de su longitud de onda, como se ejemplifica en la Figura 2.6.

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Figura 2.6. Irradiancia espectral en función de longitud de onda. Elaboración Propia.

La irradiancia de banda es la que se encuentra en rangos formados por las longitudes de onda y estaría definida como se observa en la Figura 2.7.

I

Figura 2.7. Irradiancia de banda en función de longitud de onda. Tomado y modificado de Yunus Cengel (2002), ch 11.

Donde la irradiación de banda (W/m2) estaría determinada por rangos definidos de:

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La radiación emitida por un objeto por unidad de tiempo y unidad de superficie es expresada por la potencia emisiva (W/m2), dada por: (3) Dónde: = emisividad T= temperatura de la superficie Constante de Stefan- Boltzmann La energía solar que llega a la atmósfera de la Tierra es llamada Irradiancia solar total Gs, que también es llamada constante solar, cuyo valor es:

Esta constante representa la velocidad en la cual la energía solar incide en una superficie normal cuando la Tierra se encuentra a una distancia media al sol, como (Yunus Cengel, 2002). La radiación solar que llega a la superficie se clasifica en directa y difusa: Definición 2.2.2 (Radiación difusa).- Parte de la radiación que atraviesa la atmósfera es reflejada por las nubes (esparcida). Esta radiación, que se denomina “difusa”, va en todas direcciones, como consecuencia de las reflexiones múltiples, no sólo de las nubes sino de las partículas de polvo atmosférico, montañas, árboles, edificios, el propio suelo, etc. Este tipo de radiación se caracteriza por no producir sombra alguna respecto a los objetos opacos interpuestos. Las superficies horizontales son las que más radiación difusa reciben, ya que ven toda la bóveda celeste, mientras que las verticales reciben menos porque sólo ven la mitad de ella (ver Figura 2.8).

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Figura 2.8. Radiación difusa. Tomado y modificado de Yunus Cengel, 2002.

Definición 2.2.3 (Radiación directa).- Es aquella que llega directamente del sol sin haber sufrido cambio alguno en su dirección. Este tipo de radiación se caracteriza por proyectar una sombra definida de los objetos opacos que la interceptan. Según Yunus en el 2002, expone que la energía solar (G) que incide en una superficie de la Tierra se caracteriza como irradiancia directa y difusa (Figura 2.9.). La irradiancia directa (GD) es aquella parte de la radiación solar que llega a la superficie de la Tierra sin ser dispersa o absorbida por la atmósfera, mientras que la irradiancia difusa es aquella parte de la radiación solar dispersa que llega a la superficie de la Tierra uniformemente en todas las direcciones (Gd), como se muestra a continuación:

Figura 2.9. Radiación solar directa y difusa en una superficie horizontal. Tomado de Yunus Cengel, 2002, p.588.

Entonces la energía solar total ( ) que incide en un área de una superficie horizontal del suelo, está determinada por: (4) 17

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En un cielo despejado

y

se puede concentrar a valores altos. Donde

es el ángulo de la radiación solar directa incidente en una superficie, Figura 2.10. Por otra parte, en el proceso de concentración de la energía solar (energía solar directa), la irradiancia directa (

) que incide en un colector que concentra esta

radiación solar en un área de recepción, Figura 2.10. Medina en 2010, en su investigación acerca del “Análisis del flujo energético 3D en colectores concentradores solares de diversas geometrías”, plantea: Definición 2.2.4 (factor de concentración).- Es el aumento en irradiancia que sufre el flujo de radiación que atraviesa el área de colección hasta que este flujo llega definitivamente a una área de recepción. Matemáticamente, el factor de concentración solar se define por: (5) Donde: Ac es el área del colector y Ar es el área receptora. GD

Ac

Ar

Figura 2.10. Irradiancia directa incidente en un colector. Elaboración propia.

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La potencia incidente está dada por: (6) Dónde

sería el área de colección y

la irradiancia directa.

Si sustituimos la ecuación (6) en la ecuación (1) tenemos: (7) Donde: es la irradiancia es la potencia de incidencia en la fuente la irradiancia directa el área de recepción el área del colector Obtenemos la ecuación (8) donde la irradiancia es expresada en W/m2 (8) Puesto que

es el factor de concentración con la restricción de Ac>Ar, entonces el

factor de concentración es >1.

2.3. Radiación Solar En un campo donde se aprovecha la energía solar, concentrándola para su posterior uso, el sol constituye la principal fuente emisora de radiación solar, y la energía proveniente de esta fuente se llama energía solar (Yunus Cengel, 2002). 19

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La energía solar se encuentra conformada por el espectro solar, a su vez está formado por tres tipos de RNI dentro del espectro electromagnético, las cuales son luz visible (LV), Radiación infrarroja (RI) y la ultravioleta (UV) en su tipo A, como lo podemos ver en la Figura 2.11.

Figura 2.11. Radiaciones que conforman el espectro solar. Tomado de Pilkington, n.d.

Según Cengel (2002), casi la mitad de la radiación solar es luz visible (LV), y el resto es entre infrarroja y ultravioleta, como lo podemos observar en representación de la distribución del espectro solar de la radiación solar (Figura 2.12.).

Figura 2.12. Espectro solar ASTMG173-03. Elaboración propia.

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Hay muchas fuentes de luz visible (Brauer, 2006), incluida la luz natural del sol y fuentes de luz artificial y que la mayoría de los objetos que vemos son la luz reflejada. La luz visible recae en la región de las longitudes de onda que van de los 380 a 750 nanómetros (nm) aproximadamente; 1 nm es la milmillonésima parte (10–9) del metro. (Sliney H. David, 2001). La radiación ultravioleta (UV) es una forma de radiación óptica de longitudes de onda más cortas y fotones (partículas de radiación) más energéticos que los de la luz visible. La mayoría de las fuentes de luz emiten también algo de UV. Este tipo de radiación está presente en la luz del sol y también es emitida por un gran número de fuentes ultravioleta utilizadas en la industria, la ciencia y la medicina. La UV se subdivide en componentes comúnmente denominados UVA, UVB y UVC., (Sliney H. David, 2001). UV-A cercana a la UV incluye las longitudes de banda desde 315 hasta 400nm. UV-B se extiende desde 280 hasta 315nm UV-C se extiende desde 200 hasta 280nm. La radiación ultravioleta que recae en la región entre los 200 y los 400nm es significativa para la salud, (Brauer, 2006). La radiación infrarroja también denominada como radiación térmica (o calor radiante), la cual es emitida por todos los objetos calientes, conforma el resto de la radiación comprendida en el espectro solar y tiene una longitud de onda que va desde los 700nm a 1mm, esta banda se subdivide en IR-A cuya región espectral va de los 701 a los 1400 nm, IR-B incluye las longitudes de onda que van de 1.4 a 100µm y la IR-C de 0.1 a 1mm (Brauer, 2006).

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Este tipo de radiación es parte natural del entorno humano y por lo tanto las personas están expuestas a ella en pequeñas cantidades en todas las situaciones de la vida diaria, por ejemplo en el hogar o durante las actividades recreativas realizadas al sol. No obstante, puede producirse una exposición muy intensa debido a ciertos procesos técnicos en el lugar de trabajo, (Matthes R., 2001)

2.4. RNI y sus Impactos en la Salud. Las RNI pueden causar diferentes efectos biológicos, con una variedad de consecuencias para el ser humano (ICNIRP, 2009), estos efectos biológicos pueden no tener una consecuencia adversa o beneficiosa conocida, otros efectos pueden producir condiciones patológicas (enfermedades). Las molestias o incomodidades pueden no ser patológicas, pero si pueden afectar el bienestar físico y mental de una persona, y el efecto resultante debe ser considerado como un riesgo potencial para la salud. Los efectos biológicos ante exposiciones a radiaciones que conforman el espectro solar (UV, LV, IR) se discutirán a continuación.

2.4.1.

Radiación Ultravioleta

2.4.1.1. Fuentes de Radiación Ultravioleta Luz solar La mayor exposición en un ambiente laboral a la UV la experimentan quienes trabajan al aire libre, bajo la luz del sol. La energía de la radiación UV solar está muy atenuada por la capa de ozono de la Tierra, que limita la UV sobre la superficie terrestre a longitudes de onda superiores a 290-295 nm, (Sliney, 2001). La radiación ultravioleta que proviene del sol contiene los 3 tipos de UV: UVA, UVB y UVC, aunque debido a que la mayor parte de la radiación UVC y UVB son absorbidas por

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la atmósfera, no llega prácticamente nada de éstas a la superficie de la Tierra, (Carrasco, 2003). Fuentes artificiales El autor Sliney (2001) expone las fuentes artificiales más importantes de exposición humana están las siguientes: Soldadura al arco industrial. La principal fuente de exposición potencial a la UV es la energía radiante de los equipos de soldadura al arco. Los niveles de UV en torno al equipo de soldadura al arco son muy altos y pueden producirse lesiones oculares y cutáneas graves en un tiempo de tres a diez minutos de exposición a distancias visuales cortas, de unos pocos metros. La protección de los ojos y la piel es obligatoria. Lámparas de UV industriales en el lugar de trabajo. Muchos procesos industriales y comerciales, tales como el curado fotoquímico de tintas, pinturas y plásticos, requieren la utilización de lámparas que emiten una radiación intensa en la región del UV. Aunque la probabilidad de exposición perjudicial es baja gracias al empleo de blindajes, en algunos casos puede producirse exposición accidental. Lámparas de luz negra. Las lámparas de luz negra son lámparas especializadas que emiten predominantemente en la región del UV, y por lo general se utilizan para pruebas no destructivas con polvos fluorescentes, para la autentificación de billetes de banco y documentos, y para efectos especiales en publicidad y discotecas. No plantean ningún riesgo de exposición considerable para los humanos (excepto en ciertos casos para la piel fotosensibilizada). Tratamiento médico. Las lámparas de radiación UV se utilizan en medicina para diversos fines de diagnóstico y terapéuticos. Normalmente, las fuentes de UVA se utilizan en aplicaciones de diagnóstico. Los niveles de exposición del paciente varían

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considerablemente según el tipo de tratamiento, y las lámparas UV empleadas en dermatología requieren una utilización cuidadosa por parte del personal. Lámparas radiación UV germicidas. La radiación UV con longitudes de onda en el intervalo de 250–265 nm es la más eficaz para esterilización y desinfección. Como fuente UV se utilizan con frecuencia tubos de descarga de mercurio de baja presión, ya que más del 90% de la energía radiada se emite en la línea de 254 nm. Estas fuentes suelen denominarse “lámparas germicidas”. Lámparas bactericidas o lámparas UV clasificación C. Se utilizan en hospitales para combatir la infección por tuberculosis, y también en el interior de cabinas microbiológicas de seguridad para inactivar los microorganismos del aire y de las superficies. Es esencial una instalación adecuada de las mismas y el uso de protección ocular. Bronceado cosmético. En ciertas empresas hay camas solares en las que los clientes pueden broncearse por medio de lámparas especiales que emiten principalmente en la región del UVA, aunque también algo en la del UVB. El uso habitual de una cama solar puede contribuir considerablemente a la exposición cutánea anual de una persona al UV; asimismo, el personal que trabaja en salones de bronceado puede resultar expuesto a bajos niveles. El uso de medios de protección ocular tales como gafas de seguridad o gafas de sol debería ser obligatorio para el cliente, y dependiendo de la disposición del establecimiento incluso el personal puede necesitar protectores oculares. Alumbrado general. Las lámparas fluorescentes son de uso habitual en el lugar de trabajo y también hace tiempo que se utilizan en el entorno doméstico. Estas lámparas emiten pequeñas cantidades de Radiación UV y solo contribuyen en un pequeño porcentaje a la exposición anual de una persona a la radiación UV.

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Las lámparas de tungsteno halógenas cada vez se utilizan más en el hogar y en el lugar de trabajo para diversos fines de alumbrado y exhibición. Las lámparas halógenas sin deslumbrar pueden emitir niveles de radiación UV suficientes para causar graves lesiones a cortas distancias, aunque si se coloca filtros de vidrio sobre ellas se eliminaría este riesgo.

2.4.1.2. Efectos Biológicos Efectos en la Piel El eritema, o “quemadura solar”, es un enrojecimiento de la piel que normalmente aparece de cuatro a ocho horas después de la exposición a la radiación UV y desaparece gradualmente al cabo de unos días (Sliney, 2001). La piel no absorbe todas las longitudes de onda UV de la misma forma, y los efectos del eritema varían en la absorción del espectro. Las longitudes de onda entre 280 y 320 nm, se absorben en las capas más profundas de la piel (dermis), y las longitudes de onda entre 320 y 380 nm se absorben en la capa externa de la piel (epidermis). De este modo, la exposición a longitudes de onda en o cerca de 300 nm, tienen un resultado más propenso a producir eritema (Brauer, 2006). Sliney (2001) explica que el tratamiento con ciertos medicamentos puede producir un efecto sensibilizante en la exposición a la UVA, lo mismo que la aplicación tópica de determinados productos, como algunos perfumes, lociones corporales, etc. Las reacciones a los agentes sensibilizantes pueden implicar fotoalergia (reacción alérgica de la piel) y fototoxicidad (irritación de la piel) tras la exposición a la radiación UV de la luz solar o de fuentes industriales de RUV (también son frecuentes las reacciones de fotosensibilidad durante el empleo de aparatos de bronceado). Esta fotosensibilización cutánea puede estar producida por cremas o pomadas aplicadas a la piel, por medicamentos ingeridos por vía oral o inyectada, o por el uso de inhaladores bajo prescripción médica. El médico que prescribe un fármaco potencialmente fotosensibilizante debería advertir siempre al paciente que 25

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adopte medidas apropiadas para protegerse de los efectos adversos, pero con frecuencia a éste se le dice únicamente que evite la luz. Otro riesgo ante la exposición a la radiación UV es el cáncer de piel y envejecimiento de la piel (fotoenvejecimiento). El cáncer de piel es más frecuente entre las personas que pasan mucho tiempo en la luz solar y se produce más fácilmente entre aquellos que tienen poco pigmento de la piel. Las personas con antecedentes de quemaduras graves UV, especialmente si fueron quemaduras graves en la infancia, las personas con ocupaciones que requieren una amplia labor en la luz del sol y los que viven en las regiones soleadas, tienen una mayor incidencia de cáncer de piel (Brauer, 2006). Aún no se han establecido con exactitud las relaciones cuantitativas entre dosis y respuesta para la carcinogénesis de la piel humana, aunque los individuos de piel blanca, en particular los de origen celta, son mucho más propensos a contraer cáncer de piel (Sliney, 2001). Efectos oculares La fotoqueratitis y fotoconjuntivitis, son reacciones inflamatorias agudas como consecuencia de la exposición a radiación UVB y UVC, que aparecen pocas horas después de una exposición excesiva y normalmente remiten al cabo de uno o dos días (48 horas), (Sliney, 2001). Cuando la UVB y la UVC son absorbidas por la córnea y la conjuntiva del ojo, se provoca la sensación de un cuerpo extraño o arena en el ojo la cual provocará incapacidad visual durante un periodo de tiempo (Carrasco, 2003). Lesión retiniana por luz brillante de la retina por fuentes de luz es improbable, pueden producirse daños fotoquímicos por exposición a fuentes con una fuerte componente de luz azul, con reducción temporal o permanente de la visión. No obstante, la respuesta normal de aversión a la luz intensa evitará este riesgo a 26

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menos que se haga un esfuerzo consciente por mirar a las fuentes de luz brillante. La contribución de la radiación UV a la lesión de retina es generalmente muy pequeña, debido a que la absorción por el cristalino limita la exposición retiniana (Sliney, 2001). Las longitudes mayores a 295 nm de radiaciones de tipo UVA y UVB pueden transmitirse a través de la córnea, y se absorberán por el cristalino, y dependiendo de los niveles de exposición podrían llegar a producirse opacidades transitorias o permanentes en el cristalino, en otras palabras llamadas cataratas (Carrasco 2003).

2.4.2.

Radiación Infrarroja

2.4.2.1 Fuentes de Radiación Infrarroja Todos los cuerpos a temperatura superior a cero absoluto emiten radiación IR, y la cantidad y la longitud de onda dependen de la temperatura y la composición del objeto. La principal fuente de radiación IR es el sol (59% de emisión solar), pero también ésta se puede obtener de fuentes artificiales no luminosas o luminosas (Carrasco R. José, 2003).

2.4.2.2 Efectos Biológicos Efectos en la Piel (Brauer, 2006). La radiación infrarroja no penetra en la piel a mucha profundidad, por lo que la exposición de la piel a una IR muy intensa puede producir efectos térmicos de distinta intensidad e incluso quemaduras graves. Los efectos sobre la piel dependen de las propiedades ópticas de ésta, tales como la profundidad de penetración en función de la longitud de onda (ver Figura 2.13).

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Figura 2.13. Profundidad de penetración en la piel a diferentes longitudes de onda. Tomado de la Enciclopedia de salud y seguridad en el trabajo, 2001.

Particularmente, a longitudes de onda más largas, una exposición extensa puede provocar un gran aumento de temperatura local y quemaduras. Debido a las propiedades físicas de los procesos de transporte térmico en la piel, los valores umbral para estos efectos dependen del tiempo. Por ejemplo, una irradiación de 10 kW/m2 puede causar una sensación dolorosa al cabo de 5 segundos, mientras que una exposición de 2 kW/m2 no producirá la misma reacción en períodos de duración inferior a 50 segundos aproximadamente. Si la exposición se prolonga durante períodos muy largos, incluso con valores muy inferiores al umbral de dolor, el cuerpo humano puede sufrir una elevada carga térmica, en especial si la exposición abarca la totalidad del cuerpo como por ejemplo delante de acero fundido. Esto puede provocar un desequilibrio del sistema de termorregulación, en otro caso fisiológicamente bien equilibrado. El umbral de tolerancia de tales exposiciones depende de las diferentes condiciones individuales y ambientales, tales como la capacidad individual del sistema de termorregulación, el metabolismo del cuerpo durante la exposición o la temperatura ambiente, la humedad y el movimiento del aire (velocidad del viento). En ausencia de trabajo físico puede tolerarse una exposición de 300 W/m2 como máximo durante ocho horas en determinadas condiciones ambientales, pero este valor disminuye a 140 W/m2 aproximadamente durante el trabajo físico pesado. 28

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Efectos oculares Para altos niveles de energía, la radiación infrarroja de una longitud de onda entre 700-1400 nm, que pasa a través del lente del ojo a la retina o se refracta de otros tejidos, pueden causar una variedad de los trastornos oculares, entre los que se encuentra: escotoma, referente a la pérdida de la visión en una parte de la campo de visión debida a daños en la retina donde la radiación es absorbida. Otros trastornos van desde enrojecimiento de simples exposiciones de bajo nivel a la hinchazón del ojo, hemorragias y lesiones. Exposiciones prolongadas a la radiación infrarroja puede causar cataratas (Brauer, 2006). La IRA afecta principalmente a la retina, debido a la transparencia de los medios oculares. Se considera que, con períodos de exposición cortos, el calentamiento del iris por absorción de radiación visible o IR próxima conduce a la formación de opacidades en el cristalino. Al aumentar la longitud de onda, a partir de 1 μm aproximadamente, aumenta también la absorción por los medios oculares. Por lo tanto, se considera que la absorción de radiación IRA por el cristalino y el iris pigmentado influye en la formación de opacidades de cristalino. Las lesiones del cristalino se atribuyen a longitudes de onda inferiores a 3 μm (IRA e IRB). El humor acuoso y el cristalino presentan una absorción especialmente elevada de la radiación infrarroja de longitud de onda superior a 1,4 μm (Matthes, 2001).

2.4.3.

Luz Visible

2.4.3.1 Fuentes de Luz Visible La mayor exposición laboral a la radiación óptica se debe a la exposición a los rayos del sol por parte de los trabajadores que realizan su actividad al aire libre. El espectro solar abarca desde la región de corte de la capa de ozono estratosférica, alrededor de los 290-295 nm en la banda del ultravioleta, hasta unos 5.000 nm (5 μm) en la 29

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banda del infrarrojo. La radiación solar puede alcanzar un nivel de hasta 1 kW/m2 durante los meses de verano y puede provocar estrés por calor, dependiendo de la temperatura ambiente y de la humedad (Sliney, 2001).

2.4.3.2 Efectos Biológicos Los riesgos profesionales que entrañan las formas de radiación visible e infrarroja para los ojos y la piel están limitados por la aversión de los ojos a la luz brillante y la sensación de dolor en la piel producida por un calentamiento radiante intenso. El ojo está bien adaptado para auto protegerse contra lesiones por radiación óptica intensa (debidas a energía radiante ultravioleta, visible o infrarroja) procedente de la luz solar ambiental. No obstante, las fuentes con fuerte emisión IR sin un estímulo visual intenso pueden ser peligrosas para el cristalino en caso de exposición crónica. Uno también puede obligarse a mirar al sol, a un arco de soldadura o a un campo nevado y sufrir por ello una pérdida temporal (y a veces permanente) de visión (Sliney, 2001). Existen al menos cinco tipos distintos de riesgos para el ojo y la piel debidos a fuentes de luz intensa y radiación IR, y es preciso comprender cada uno de ellos para elegir las medidas protectoras. Además de los riesgos potenciales que presenta la radiación ultravioleta (RUV) de algunas fuentes de luz intensa, hay que tener en cuenta los siguientes: (Sliney y Wolbarsht 1980; OMS 1982, citado en Knave 2001, p. 49.15): 1. Lesión térmica de la retina, que puede producirse a longitudes de onda de 400 nm a 1400 nm. Normalmente el peligro de este tipo de lesión solo lo plantean los láseres, una fuente de arco de xenón muy intensa o un hongo nuclear. La quemadura local de la retina produce un punto ciego (escotoma). 2. Lesión fotoquímica de la retina por luz azul (riesgo asociado principalmente con la luz azul de 400 nm a 550 nm de longitud de onda) (Ham, 1989 citado en Knave, 30

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2001, p. 49.15). Esta lesión se denomina comúnmente fotorretinitis por “luz azul” y una forma especial de ella recibe el nombre de retinitis solar debido a la fuente que la produce. La retinitis solar recibió en tiempos la denominación de “ceguera de los eclipses” con la correspondiente “quemadura retiniana”. Sólo en los últimos años se ha descubierto que la fotorretinitis obedece a un mecanismo de lesión fotoquímico consecutivo a la exposición de la retina a longitudes de onda cortas del espectro visible, concretamente la luz violeta y azul. Hasta el decenio de 1970 se creía que obedecía a un mecanismo de lesión térmico. En contraste con la luz azul, la radiación IRA es muy poco eficaz como productora de lesiones retinianas (Ham 1989; Sliney y Wolbarsht, 1980 citado en Knave, 2001, p. 49.15). 3. Riesgos térmicos para el cristalino en la región del infrarrojo próximo (asociados con longitudes de onda de 800 nm a 3.000 nm aproximadamente) con potencial formación de catarata por calor industrial. La exposición media de la córnea a la radiación infrarroja de la luz solar es del orden de 10 W/m2. En comparación con ésto se ha notificado que trabajadores del vidrio y el acero expuestos a irradiancias infrarrojas del orden de 0,8 a 4 kW/m2 diariamente durante 10 a 15 años han desarrollado opacidades lenticulares (Sliney y Wolbarsht, 1980 citado en Knave, 2001, p. 49.15). Estas bandas espectrales contienen IRA e IRB. La guía de la Conferencia Americana de Higienistas Industriales del Gobierno (ACGIH) sobre exposición a la IRA recomienda no superar una irradiancia total ponderada en función del tiempo de 100 W/m2 para duraciones de exposición superiores a 1.000 s (16,7 min) (ACGIH,1992 y 1995 citado en Knave, 2001, p. 49.15). 4. Lesión térmica de la córnea y la conjuntiva (a longitudes de onda de 1.400 nm a 1 mm aproximadamente). Este tipo de lesión se limita casi exclusivamente a la exposición a radiación láser. 5. Lesión térmica de la piel. Aunque rara vez se debe a fuentes convencionales, puede producirse en todo el espectro óptico.

31

Marco de referencia

2.5. Métricas. En la siguiente sección, se pretende usar los parámetros de seguridad ocular expuestos en el 2009 por Ho et al. Es importante destacar que en dichos parámetros, para exposiciones a corto plazo ante la luz brillante, existen dos variables que son necesarias para la evaluación del impacto de la radiación solar en los ojos: la irradiación de

retina

y el

ángulo

subtendido (tamaño)

de

la

fuente

de

deslumbramiento. La irradiación de retina, la cual es la potencia de la radiación solar que incide en una superficie, por unidad de área (Ho et al., 2009), se puede calcular mediante la potencia total que entra la pupila y el área de la imagen retiniana. El diámetro (

) de

la imagen proyectada en la retina (suponiendo las imágenes como circulares) se puede determinar a partir del ángulo subtendido por la fuente   el cual a su vez puede ser calculado a partir del tamaño de la fuente ( ), la distancia radial ( ) entre el ojo y la fuente, y la distancia focal del ojo (

aproximadamente 0.017m (Ho,

2011), de la siguiente manera como se muestra en: La Distancia Radial y Angulo subtendido de la fuente se define como: , donde Si se conoce la radiación en el plano frontal de la córnea,

(9) (W/m2), puede ser

calculada la potencia por unidad de área que entra en la pupila, como el producto de la irradiación de córnea y, el área de la pupila (el diámetro de la pupila a luz del día (dp), el cual es de 2 mm, y se divide por el área de imagen en la retina), por el coeficiente de transmisión ( = 0.5) (Ho, Ghanbari y Diver, 2011). Según Delori, Webb y Sliney, en el 2007, en su revisión sobre las normas ANSI, en la propuesta de la metodología para el cálculo de parámetros de exposición, sugieren la siguiente ecuación: 32

Marco de referencia

La Irradancia incidente en la retina se expresa como: (10) Nota: La irradiación de retina es significativamente más alta que la irradiación en la entrada de los ojos. La irradiancia en la retina causada por mirar el sol directamente se puede calcular utilizando las ecuaciones (9) y (10), sujeta a las siguientes características Ec = 0.1 W/cm2, dp= 0.002m,

=0.017m, = 0.0094 rad y

= 0,5, la cual produce una Er de

8W/cm2. Los valores calculados de la irradiancia y los umbrales utilizados para determinar los impactos oculares se basan en la distribución del espectro solar (ASTM G17303), donde la mayoría de la energía y los efectos de exposición de corta duración se deben a la radiación dentro del espectro visible (380 a 800 nm). La exposición a largo plazo (por ejemplo, para seguridad de los trabajadores) implica la radiación en el espectro ultravioleta y la infrarroja. La

Figura

2.14.,

resume el

impacto

potencial

en

la

retina

de diferentes

irradiaciones en función del ángulo subtendido de la fuente de exposición a corto plazo, donde se muestran tres regiones: (1) el riesgo de daños permanentes en los ojos (quemadura de la retina), (2) potencial para un efecto temporal post-imagen (ceguera de flash), y (3) bajo potencial para producir el efecto post-imagen. Si la irradiancia retiniana es lo suficientemente grande para un determinado ángulo subtendido de la fuente, puede ocurrir un daño ocular permanente por quemadura en la retina (Sliney and Freasier, 1973; Sliney, D. H., 1980; Delori, F. C., Webb, R. H., and Sliney, D. H., 2007, citado en Ho, Ghanbari y Diver, 2011, p. 031021-2).

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Irradiancia en la retina (w/cm2)

Marco de referencia

1E+03

Riesgo de daño permanente en los ojos

1E+02 1E+01 1E+00 1E-01

Efecto de ver directamente al sol

1E-02 1E-03

Potencial para un efecto temporal post-imagen

Er, flash

Er, burn

Bajo potencial de efecto post-imagen

1E-04 1E-05 1E-06 1

10

100

1000

- ángulo subtendido (mrad) Figura 2.14. Impactos potenciales producidos por la irradiancia en la retina en función del ángulo subtendido. Adaptación a la grafica de Ho, Ghanbari y Diver, 2011.

Por lo tanto mientras el ángulo subtendido de la fuente aumenta, el umbral de seguridad para Er disminuye, ya que entre mayor sea el ángulo subtendido de la imagen produce un área más grande de ésta, y genera una mayor potencia, en otras palabras la Irradiancia en la retina (Er) aumenta. (11)

Donde Er,burn, es el umbral de quemadura de la retina (W/cm2) yes el ángulo subtendido (rad). Por debajo del umbral de quemadura de la retina, existe una región donde la radiación de la retina es lo suficientemente alta para causar un efecto “post-imagen” o ceguera temporal producida por un flash, que es causada por la sobresaturación de los pigmentos de la retina visual (Sliney and Freasier, 1973 citado en Ho, Ghanbari y Diver, 2011, p. 031021-2). Cuando esto ocurre, el post-imagen temporal aparece en el campo visual (por ejemplo, el efecto después de ver un flash de la cámara en una 34

Marco de referencia

habitación oscura). El tamaño y el impacto del post-imagen en el campo de visión, depende

del

tamaño del ángulo

subtendido

de

la fuente. Para una

radiación de la retina dada, entre más pequeños son los ángulos de la fuente, el tamaño del post-imagen, y el impacto potencial son menores. La Figura 2.14., fue elaborada por Ho, Ghanbari y Diver en el 2011, para localizar el umbral más bajo donde pueden surgir situaciones con el potencial de generar efectos post-imagen, es decir encontrar límites máximos permisibles de exposición, el cual es definido por: (12) Donde Er,flash, es el umbral potencial del efecto post- imagen (W/cm2) y  es el ángulo subtendido de la fuente en rad. Los valores de irradiancia en la retina que se encuentren por debajo de Er,flash tienen un bajo potencial de impacto del post-imagen. Por otra parte, los autores Ho, Ghanbari y Diver en su modelo propuesto en 2011, afirman que si observamos un espejo que contiene la imagen del sol reflejada en él, desde una distancia determinada, ésta dependerá del ángulo de la imagen proyectada en el espejo, al cual se le llama ángulo subtendido de la imagen spot y el cual se calcula con la siguiente ecuación, donde E beam (irradiancia del haz) es equivalente a la Ec (irradiancia en el plano frontal de la cornea):

(13)

Usando la ecuación (13) en las ecuaciones (9) y (10) se obtiene la siguiente expresión para calcular la irradiancia de retina, donde la irradiación de córnea Ec es igual a la radiación del haz, Ebeam: (14)

35

Marco de referencia

La irradiación de la retina en la ecuación (14) no depende de la distancia de la fuente. A medida que aumenta la distancia, tanto la potencia que entra en la pupila y el área de la imagen de la retina (que es proporcional al cuadrado del ángulo subtendido de la fuente) disminuyen al mismo ritmo. Por lo tanto, la irradiación de retina, que es igual a la energía que entra en la pupila, dividido por el área de la imagen retiniana, es independiente de la distancia (Ho, Ghanbari y Diver, 2011).

2.6. Normativas. Debido a que las exposiciones prolongadas a las radiaciones tienen como consecuencia efectos biológicos en el ser humano, y puesto que hoy en día las situaciones que propician este tipo de exposiciones son más cotidianas, investigadores como Sliney se han preocupado por realizar una búsqueda de los límites de exposición (LE) a radiaciones que pueden producir riesgos oculares. Este mismo autor en 1994, logra encontrar una institución enfocada a fijar los LE de radiación visible, es decir, radiaciones que recaen en la región del espectro solar entre 380 a 800 nm. Esta institución conocida en el campo de la salud como “The American Conference of Governmental Hygienists (ACGIH)”, se refiere a estos LE como Threshold Limit Values (TLV´s), los cuales se basan en datos obtenidos de estudios de lesiones oculares en personas por ver directamente al sol o bien por exposición a ambientes a energía radiante visible al aire libre, como desiertos. En 1973, este mismo autor en conjunto con Freasier B.C., recopilaron información en un concentrado sobre la situación de estar viendo una superficie que emita radiación visible de manera difusa, donde se relaciona

la longitud de onda, la

duración de la exposición en tiempo y la dosis que se recibe por una persona.

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Marco de referencia

Por otro lado Frecker, Eizenman y MacLean en 1989 en su trabajo “An evaluation of optical radiation hazards associated with infrared corneal”, sugieren en el rango de la Radiación infrarroja (IR-A) en la región espectral de 700 a 1400 nm, las radiaciones recibidas debajo de 0.96 W/cm2, conforman un rango de exposición seguro dentro del promedio de 8 hr., de jornada laboral. Existen también otras instituciones internacionales como nacionales dedicadas al tema de riesgos oculares por exposición a radiaciones contenidas en el espectro solar, como lo son la Comisión Internacional sobre Protección de Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP) y El Instituto Nacional Americano de Normativas (ANSI). Dentro del país se encuentra la Norma Oficial Mexicana referente a las condiciones de Seguridad e Higiene en los centros de trabajo donde se generen radiaciones electromagnéticas no ionizantes, publicada en el Diario Oficial de la Federación en 1993, se indican los niveles máximos de exposición, así como los límites máximos permisibles expresados en tiempo ante la presencia de radiaciones no ionizantes (NOM-013-STPS, 1993). A continuación se retoman ciertas secciones de la NOM-013-STPS, que hacen referencia a los límites de exposición ante los tipos de radiaciones discutidos anteriormente en este marco teórico.

2.6.1.

Niveles de exposición

Normatividad Mexicana El nivel máximo de exposición a la radiación infrarroja es el establecido en la Tabla 2.1., y no debe ser rebasado para el tiempo de exposición que se indica.

37

Marco de referencia

Tabla 2.1. Los niveles máximos de exposición a IR. Tomado de NOM-013-STPS, 1993.

El límite especificado en la Tabla 2.2,

se refiere al valor de luminancia para la

radiación blanca medido en los ojos del trabajador.

Tabla 2.2. Límites de exposición – radiación visible. Tomado de NOM-013-STPS, 1993.

Los niveles máximos de exposición a la radiación ultravioleta son los establecidos en las Tablas 2.3 y 2.4, los cuales

no deben ser rebasados para el tiempo de

exposición que se indica.

Tabla 2.3. Límites de exposición – radiación ultravioleta 200-305, Tomado de NOM-013-STPS, 1993.

38

Marco de referencia

Tabla 2.4. Límites de exposición – radiación ultravioleta 310-315, Tomado de NOM-013-STPS, 1993.

Cuando se tenga una fuente que trabaje con varias longitudes de onda debe determinarse la irradiancia efectiva con la siguiente fórmula: La Irradiancia efectiva relativa a una fuente monocromática, se expresa como: (15) Dónde: Eef = Irradiancia efectiva relativa a una fuente monocromática para 270 nm en W/cm2 (J/s/cm2). E= Irradiancia espectral en W/cm2/nm. S= Efectividad espectral relativa, sin dimensiones. = Ancho de banda en nanómetros. La efectividad espectral relativa se muestra en la Tabla 2.5., para cada longitud de onda. En función del valor obtenido de la irradiancia efectiva no se deben de sobrepasar los tiempos de exposición por días anotados en la Tabla 2.6.

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Marco de referencia

Tabla 2.5. Efectividad espectral relativa, Tomado de NOM-013-STPS, 1993.

Tabla 2.6. Límites máximos permisibles de exposición, Tomado de NOM-013-STPS, 1993.

Normatividad Venezolana En la Normativa venezolana que hace referencia a las radiaciones no ionizantes, límites de exposición y medidas de protección y control (COVENIN 2238:2000), se fijan los límites diarios de exposición a las radiaciones no ionizantes para personas ocupacionalmente expuestas y miembros individuales del público. Estos límites se discuten a continuación:

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Marco de referencia

Radiación infrarroja (IR) Los límites de exposición diarios, para la protección de la córnea y el cristalino de los ojos, para longitudes de onda mayores de 760 nm son: a) 10 mW/cm2, para períodos de exposición, iguales o mayores de 1.000 segundos. b) 1800 t3/4 mW/cm2 para períodos de exposición menores de 1.000 segundos. Radiación visible (LV) Los límites especificados a continuación sólo deben tomarse en cuenta cuando la luminancia de la fuente exceda de 1 cd/cm2. Los límites de exposición diarios, a LV con una longitud de onda entre 400 y 760 nm son: a) 10 mJ/cm2 para períodos de exposición menores o iguales de 10.000 segundos. b) 1 W/cm2 para períodos de exposición mayores de 10.000 segundos. Radiación ultravioleta (UV) Los límites de exposición diarios de radiación UV con una longitud de onda entre 315 y 400 nm son: a) 1 mW/cm2 para períodos de exposición iguales o mayores de 1.000 segundos. b) 1 J/cm2 para períodos de exposición menores de 1.000 segundos. En la Tabla. 2.7 se muestran los límites diarios (8 horas) de exposición para la radiación UV, con una longitud de onda entre 180 y 315 nm que incida sobre la piel u ojos desprotegidos.

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Marco de referencia

Tabla 2.7. Límites diarios (8 horas) de exposición para R-UV tipo B y C., Tomado de COVENIN 2238:2000.

En el caso de otros valores diferentes a los contemplados se tomaría el valor inmediato de la longitud de orden superior. Mientras tanto en la Tabla 2.8, se muestran los tiempos máximos de permanencia para una R-UV con una longitud de onda comprendida entre 270 y 300 nm (Región actínica).

Tabla 2.8. Límites diarios (8 horas) de exposición para R-UV, COVENIN 2238:2000.

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Marco de referencia

Otras asociaciones Por otro lado las guías IRPA 1989 (International Radiation Protection Association) sobre límites de exposición a radiación UV presentan una modificación de las mismas guías publicadas en 1985, las cuales se definen en la Tabla 2.9. (Anon, 1989). La ICNIRP, Comisión Internacional sobre la Protección ante Radiaciones no Ionizantes, apoyada por un estudio realizado por la National Radiological Protection Board (NRPB),

reafirma que

las guías de 1989 sobre límites de

exposición a los rayos UV son válidas para su uso actual. Por otra parte

esta

comisión desarrolló normativas para la radiación no ionizante de tipo UV, en la guía sobre límites de exposición a radiación ultravioleta de longitudes de onda entre 180 nm y 400 nm (radiaciones ópticas incoherentes) en el 2004 donde se expone la duración de los límites de exposición a radiación UV, como se muestran en la Tabla. 2.10 (ICRNIRP, 2004).

Tabla 2.10. Duración de los límites de exposición a radiación UV. Tomado de ICRNIRP, 2004.

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Marco de referencia

Tabla 2.9. Límites de exposición a radiación UV y la ponderación de la función espectral. Tomado de IRPA 1989.

2.7. Evaluadores de Radiación En esta sección se desea exponer los medios con los que se desarrollarán mediciones o bien los evaluadores de niveles concentrados de

radiación solar

natural y radiación concentrada. Básicamente hay dos tipos de instrumentos de medición para evaluar la radiación solar natural (sensores de flujo de calor): el piranómetro y el pirheliómetro. El primero se utiliza para medir el total de la radiación (haz y difusa) dentro de su campo hemisférico, mientras que el segundo es un instrumento utilizado para medir la radiación en la incidencia normal.

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Marco de referencia

2.7.1.

Pirheliómetro

El pirheliómetro es un instrumento que es utilizado para medir el flujo de la radiación solar directa en una incidencia normal. Este instrumento es un tipo de telescopio que sigue el movimiento solar (figura 2.15.)

Figura 2.15. Pirheliómetro.

En simples palabras, la escala de radiación de este instrumento es calculada por su desempeño sobre la radiación solar directa, tomando en cuenta todas las pérdidas térmicas (Iqbal, 1983). Este sensor consta de una termopila de cobre con superficie de 9 mm de diámetro, las lecturas pueden hacerse fácilmente con un voltímetro digital. Este instrumento consta de un seguidor de sol, es decir, un dispositivo que permite seguir al sol en su periodo de movimiento diurno.

2.7.1.1. Tipos de Pirheliómetros De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (WMO), los pirheliómetros pueden clasificarse en “patrones primarios”, “patrones secundarios” y “pirheliómetros de campo”, (CEDECAP, 2003).

45

Marco de referencia

Un pirheliómetro patrón primario o pirheliómetro absoluto puede definir la escala de irradiancia total sin recurrir a fuentes o radiadores de referencia. Estos instrumentos son de una gran precisión y suelen ser bastante complicados y demasiado costosos para su uso frecuente, por lo que sólo pueden ser mantenidos y operados por laboratorios especializados. Todos los pirheliómetros absolutos de diseño moderno usan receptores de cavidad y como sensores, medidores diferenciales de flujo calorífico calibrados eléctricamente. Esta combinación provee la más alta precisión para los niveles de radiación encontrados en las mediciones de irradiación solar (hasta 1 kW /m2) (WMO, 1996 citado en CEDECAP, 2003 pp.13). Un pirheliómetro patrón secundario es un pirheliómetro absoluto que no cumple todas las especificaciones o que no está plenamente caracterizado y puede usarse como patrón secundario si es calibrado por comparación con el Grupo de Normalización Mundial (World Standard Group). Pueden a su vez calibrar a otros en unidades absolutas, por ello son de gran fiabilidad por su precisión y recomendables por su portabilidad para los diferentes propósitos. Uno de los más conocidos es el “Pirheliómetro de compensación Ångström”, usado para calibrar tanto pirheliómetros como piranómetros, y que consiste de dos láminas de manganina platinada, oscurecidas con una capa de negro de humo o con pintura negra mate óptica. Detrás de cada lámina se acopla un termopar de cobre-constantán para que la diferencia de temperatura entre las láminas pueda indicarse en un galvanómetro sensible o un micro voltímetro eléctrico (WMO, 1996 citado en CEDECAP, 2003 pp.13). Los pirheliómetros de campo son usados para registro continuo de la irradiación solar y con frecuencia se montan sobre un sistema de seguimiento automático. Pueden ser también empleados para la calibración de los instrumentos de una red (OMM, 1 990). Generalmente hacen uso de una termopila como detector y tienen un ángulo óptico que varía desde 2,5° a 5,5° de semiángulo de abertura y entre 1° a 2° de

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Marco de referencia

ángulo de inclinación; éstas características de su diseño le permiten seguir el desplazamiento del sol. El tipo de uso del pirheliómetro puede dictar la selección de un tipo particular de instrumento. Algunos modelos, como el Actinómetro Linke Fuessner, son usados principalmente para mediciones puntuales, mientras que otros como los de tipo Eppley, Kipp & Zonen o EKO son diseñados específicamente para monitoreo de largo plazo de la irradiancia directa (WMO, 1996 citado en CEDECAP, 2003 pp.13). En el pirheliómetro Eppley el receptor está hecho de un metal cuya superficie está parcialmente ennegrecida y parcialmente blanca, aunque en algunos casos puede ser completamente negra. Las partes blancas y negras están aisladas una de la otra, y las termocuplas dispuestas bajo la superficie receptora tal que las uniones en contacto termal con la parte negra del receptor son las uniones calientes, mientras aquellas en contacto termal con la parte blanca de la superficie receptora son las uniones frías. Como las dos partes (negra y blanca) de la superficie receptora tienen diferentes absortividades, se establecerá una diferencia de temperatura entre ellas cuando estén expuestas a la irradiación (Robinson, 1966 citado en CEDECAP, 2003 pp.13). Otros de los pirheliómetros de uso bastante extendido es el Kipp & Zonen. Este instrumento cuenta con una termopila de 40 uniones de manganina-constantán en dos grupos circulares de 20 μm cada una. Uno de esos grupos se encuentra protegido del sol en la intención de compensar las fluctuaciones térmicas en el interior del instrumento. Debido a que no es compensado en las variaciones de la temperatura ambiente, posee un termómetro incorporado que permite a partir de su lectura aplicar un factor de corrección en la constante de calibración del pirheliómetro, el cual es función de dicha temperatura (Tiba et al., 2000 citado en CEDECAP, 2003 pp.13).

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Marco de referencia

2.7.1.2. Calibración de Pirheliómetros. De acuerdo con el Atlas de Radiación Solar de Colombia cada tipo de pirheliómetro requiere de una distinta calibración, por ejemplo, los pirheliómetros absolutos pueden servir de referencia como patrón secundario. Aunque poseen un mecanismo de autocalibración, necesitan un factor de comparación con el valor de la referencia mundial, que se obtiene cada cinco años con el grupo World Standard Group (WSG). Todos los demás pirheliómetros necesitan ser calibrados; el método más usado es comparando con un pirheliómetro patrón secundario usando como fuente de radiación el Sol. Los instrumentos de medida de radiación de primera y segunda clase se calibran con un patrón secundario, y estos instrumentos se deben calibrar cada uno o dos años, durante días muy claros y estables, de preferencia en estaciones de gran altura (IDEAM, 2005). La calibración del pirheliómetro se efectúa inter-comparando la potencia radiante (W/m2) medida con el instrumento patrón nacional y la respuesta en milivoltios de la termopila del pirheliómetro por calibrar, teniendo el Sol como fuente de energía, en un día completamente despejado, efectuando lecturas simultáneas a intervalos de 90 segundos y en series agrupadas de 18 minutos, obteniéndose entre 6 y 12 valores de irradiancia según la clase de pirheliómetro. (IDEAM, 2005). En México, el Laboratorio de Radiación Solar del Instituto de Geofísica de la UNAM, está reconocido por la Organización Meteorológica Mundial como un centro regional de calibración de sensores de radiación solar.

2.7.2.

Piranómetro

Los piranómetros son instrumentos que miden la irradiación solar global (directa y difusa) en un plano horizontal. El elemento receptor debe estar horizontal y

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Marco de referencia

libremente expuesto al hemisferio celeste, pero debe estar protegido de la irradiación que regresa del suelo y los alrededores (Robinson, 1966 citado en CEDECAP, 2003 pp.13). Al encontrarse expuesto a todo tipo de condiciones ambientales, el piranómetro debe ser robusto en su estructura y resistir la corrosión del aire húmedo, además, su elemento receptor debe encontrarse debidamente aislado (herméticamente cerrado) por un domo de vidrio. Los piranómetros normalmente usan sensores termoeléctricos, fotoeléctricos, piroeléctricos o elementos bimetálicos; sus propiedades en relación a su grado de precisión y confiabilidad son: sensibilidad, estabilidad, tiempo de respuesta, respuesta cosenoidal, respuesta azimutal, linealidad, respuesta de temperatura y respuesta espectral (WMO, 1996 citado en CEDECAP, 2003 pp.12).

2.7.2.1. Tipos de Piranómetro De acuerdo al Atlas de Energía Solar de Perú (ADESP), se definen varios tipos de piranómetros y uno de los primeros a definir es el piranómetro fotovoltaico que pose como elemento sensor una célula fotovoltaica, generalmente de silicio mono cristalino. Las fotocélulas tienen la propiedad de producir corriente eléctrica cuando son iluminadas, siendo esta corriente, en condiciones de corto circuito, proporcional a la intensidad de radiación incidente (CEDECAP, 2003). Se recomienda que sean utilizados para integraciones diarias de irradiación solar total sobre un plano horizontal o para observar pequeñas fluctuaciones de irradiación debido a su gran sensibilidad y respuesta casi instantánea, cerca de 10 segundos. Para valores diarios, el error en las mediciones de un piranómetro fotovoltaico está en el orden de 3%. Ciertos procedimientos, entre tanto, pueden mejorar algo más los resultados a fin de lograr diferencias menores de 1% en las mediciones de irradiación diaria, cuando son comparados con piranómetros de precisión (CEDECAP, 2003). 49

Marco de referencia

En el caso de los piranómetros termoeléctricos el elemento sensible es en esencia una pila termoeléctrica constituida por pares termoeléctricos (termopares) en serie. Tales termopares generan una tensión eléctrica proporcional a la diferencia de temperatura entre sus uniones, las cuales se encuentran en contacto térmico con placas metálicas que se calientan de forma distinta cuando están iluminadas. Por lo tanto, una diferencia de potencial medida en la salida del instrumento puede ser relacionada con el nivel de irradiación (CEDECAP, 2003). Dentro de los piranómetros termoeléctricos existen esencialmente dos tipos en uso, siendo ellos (CEDECAP, 2003): Piranómetros con un detector pintado de blanco y negro, esto es, el receptor presenta alternativamente superficies blancas y negras dispuestas en coronas circulares concéntricas o con otros formatos, tales como estrellas o cuadrículas. En estos instrumentos, las uniones calientes de termopilas están en contacto con superficies negras, altamente absorbentes, y las frías en contacto con superficies blancas, de gran reflectividad. Piranómetros con superficie receptora totalmente ennegrecida en contacto térmico con las uniones calientes y las frías, asociadas a un bloque de metal de gran conductividad térmica, colocadas en el interior de un instrumento, resguardadas de la irradiación solar y teniendo aproximadamente la temperatura del aire. Los piranómetros más difundidos dentro del tipo Blanco y Negro son: Eppley 8-48 (Estados Unidos); Cimel CE-180 (Francia); Star o SHENK y el M-80M (Rusia). De éstos, el Eppley 8-48 y el CE-180 poseen compensación por temperatura. Y dentro de los piranómetros con superficie receptora totalmente negra, los más usados son el Eppley PSP (Estados Unidos) y el Kipp & Zonen, CM-5 y CM10. El Eppley PSP es compensado por temperatura, siendo un instrumento de

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Marco de referencia

precisión y considerado de primera clase. Todos los demás piranómetros considerados aquí son de segunda clase (CEDECAP, 2003). El Piranómetro de Bellani, primer instrumento diseñado para la determinación de irradiación circun-global fue inventado por Bellani en 1836 y fue modificado por Henry en 1926. Este instrumento opera con el principio de destilación de un líquido como resultado de la absorción de la irradiación incidente (Robinson, 1966 citado en CEDECAP, 2003 pp.14). La esfera externa es de vidrio y la interna de cobre pintado de color plomo. La bureta está unida con la esfera de cobre mediante un tubo capilar de forma tal que constituyen un reservorio interno para el elemento sensible, que en este caso es alcohol etílico puro. Al incidir la irradiación solar (directa, difusa y reflejada), la esfera de cobre aumenta su temperatura, parte del alcohol se evapora y vuelve a condensarse a lo largo de la bureta que se encuentra a menor temperatura. La cantidad de alcohol acumulada en un tiempo determinado es directamente relacionada con la irradiación total interceptada en onda corta por la esfera de cobre (CEDECAP, 2003).

2.7.2.2. Calibración de Piranómetro. La calibración de un piranómetro consiste en la determinación de su factor de calibración y la dependencia de éste a las condiciones ambientales, tales como: temperatura, nivel de irradiancia, distribución espectral de irradiancia, variación temporal, distribución angular de irradiancia, inclinación del instrumento (WMO, 1996 citado en CEDECAP, 2003 pp.15). La Organización Meteorológica Mundial refiere que existen varias metodologías para calibrar un piranómetro usando como fuente el sol o los recursos del laboratorio. Estos métodos son:

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Por comparación con un pirheliómetro patrón para la irradiación solar directa y un piranómetro sombreado para la irradiación difusa. Por comparación con un pirheliómetro patrón, utilizando el sol como fuente, con un disco de sombreado removible para el piranómetro. Por comparación con un piranómetro patrón, utilizando el sol como fuente, o bajo otras condiciones naturales de exposición (por ejemplo, un cielo nublado uniforme). En el laboratorio, sobre un banco óptico con una fuente artificial bien con incidencia normal o con cierto azimut y altura especificados, por comparación con un piranómetro similar previamente calibrado al aire libre. En el laboratorio, con la ayuda de una cámara de integración que simule la irradiación difusa, por comparación con un tipo similar de piranómetro previamente calibrado al aire libre. Es necesario especificar bajo qué condiciones ambientales se ha efectuado la prueba de calibración y qué método se ha utilizado. 2.7.3.

Radiómetro Tipo Gardon

Cuando se desea realizar mediciones de radiación solar concentrada (RSC) se usa un radiómetro tipo Gardon, se trata de un sensor que está diseñado para medir la densidad de flujo de radiación, w/m² (en vatios por metro cuadrado). El transductor es un termopar diferencial que mide la diferencia de temperatura entre el centro y la circunferencia de un disco circular de aluminio muy delgado. El disco está unido a una abertura circular en un disipador de calor cilíndrico. Este disipador de calor esta hecho de cobre. Este material produce una salida que es directamente proporcional al flujo de calor. Los productos Thermogage miden la radiación y el flujo de calor por convección. La serie 9000 radiómetros miden solamente la transferencia de calor por radiación (Vatell Corporation, n.d.).

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Este tipo de sensores debe de tener ciertas condiciones al realizar su montaje, por ejemplo, implementar un sistema de refrigeración por medio de agua ya que el agua elimina el calor absorbido de forma continua, proporcionando un buen disipador de calor. La disipación de calor de la unidad de conducción de refrigeración debe permitir que el calor se extraiga de la unidad durante de la duración de la prueba. Cuando

el

transductor Thermogage

esté

expuesto

a flujo

de

calor,

la

tensión se produce será proporcional al flujo de calor. Entonces cuando se lleve a cabo la medición, el flujo de calor incidente es la tensión de salida dividida por la sensibilidad de la unidad. Ésto supone la transferencia de calor por radiación. Para la convección se debe tener en cuenta la emisividad (Vatell Corporation, n.d.). Hay tres cables relacionados con los productos Thermogage estándar. El cable rojo es (+) el flujo de calor, el negro es (-) flujo de calor y el alambre de plata es la tierra. El cable a tierra es flotante. Si las unidades se utilizan

a 20 mV puede

dañar el medidor (Vatell Corporation, n.d.).

2.8. Estudios Previos Como estudios anteriores, Brumleve, T.D., en 1984 realizó algunos de los primeros análisis de los riesgos oculares asociados con las tecnologías solares de receptor central. Los modelos analíticos fueron desarrollados para evaluar la intensidad de la luz y los rangos peligrosos de múltiples rayos de un solo helióstato así como de varios, a nivel del suelo y en el espacio aéreo por encima de una instalación de receptor central. Este estudio se llevó a cabo en los Laboratorios Nacionales Sandia en Albuquerque, Nuevo México. Los resultados mostraron que la irradiancia de un solo helióstato sobrepasa los límites seguros dentro de una distancia focal corta (hasta 40 m), pero los límites seguros para la retina tomados de helióstatos con distancias focales de más de 270 m nunca fueron excedidos.

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Este mismo autor varios años antes, en su investigación “Eye Hazard and Glint Evaluation for the 5 MWt Solar Thermal Test Facility”, realizó una discusión sobre varios haces provenientes de distintas fuentes que convergen en un mismo punto, los cuales pueden incrementar el tamaño de la imagen en la retina, por lo que se debe de tener ciertas medidas de precaución que contrarresten el efecto “postimagen” dentro de rangos cortos. Ho, Ghanbari y Diver (2009), muestran un resumen de los análisis anteriores para evaluar los efectos de brillo y el resplandor de plantas de concentración de energía solar y su posible afectación visual. Además, de una revisión de la fisiología, óptica, y la preparación mecanismos de daño ocular asociados con la radiación. El estudio consistió en hacer un resumen de parámetros de seguridad y normativas a partir de la literatura para definir los riesgos potenciales a partir de la irradiancia del brillo y deslumbramiento, para que posteriormente fueran planteadas una serie de métricas de seguridad para la prevención de este tipo de riesgos oculares. Un año después (2010) el mismo grupo de autores proponen los métodos de análisis para evaluar la irradiancia directa y difusa reflejada en fuentes en función de la distancia y las características de la fuente. Los modelos de la reflexión directa y difusa fueron evaluados a través de la prueba en los Laboratorios Nacionales Sandia. La irradiancia directa fue evaluada mediante el trazo de rayos del sol de un colector de disco parabólico, mientras que la difusa fue evaluada a partir de imágenes de los haces de los helióstatos generados en la pared frontal de la torre del receptor. Para las fotografías de imágenes reflejadas por el sol se utilizó una cámara digital Nikon D70 y fueron utilizadas para cuantificar la irradiancia por pixel, y por último se llevó a cabo simulaciones de trazo de rayos con el software ASAP (Ho C.K., C.M. Ghanbari, and R.B. Diver, 2010). En el 2011, Ho realizó estudios en National Solarthermal Test Facility en Albuquerque y Nevada, estos estudios básicamente consistían en corroborar la 54

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situación expuesta en su primer estudio. En ambos lugares se tomaron fotografías digitales del brillo de la torre para cuantificar la irradiancia y los impactos oculares en los dos campos, mediante la evaluación por la metodología expuesta en el estudio que realizó en colaboración con Ghanbari y Diver en el 2010. El estudio llevado a cabo en Albuquerque reveló que cuando los helióstatos fueron colocados en un modo de espera con un punto objetivo a 30 m al este de la parte superior de la torre, se podía observar el fuerte brillo proveniente los espejos de los helióstatos a más de 1700 m (> 1milla) de distancia. El análisis de riesgos oculares mostró que la irradiancia en la retina y ángulo subtendido del brillo era suficiente para causar un impacto temporal después de ver la fuente emisora directamente al que se le dio el nombre de post-imagen En el segundo estudio llevado a cabo en Nevada el autor describe que el mismo post-imagen fue notorio, pero sólo después de ver el brillo de la fuente emisora por períodos prolongados. Franck, Walzer y Chernin (2010) exploraron la operación y los aspectos del diseño de una planta de concentradores de torre central en Israel puesta en marcha en el 2008 y la que contaba con alrededor de 1,600 helióstatos, este tipo de aspectos estaban vinculados con la salud de los trabajadores, así como con riesgos potenciales que ponían en juicio la seguridad tanto del personal que laboraba dentro de la instalación, como la gente en sus alrededores (personas que transitan por carretera cercana). Los peligros potenciales incluyeron el riesgo de la exposición la intensa luz del sol reflejada por los helióstatos, o el resplandor del receptor solar. Los agentes patológicos que fueron observados en el Centro de desarrollo de energía solar (SEDC), fueron básicamente daños en la piel y en los ojos. En los siguientes capítulos de la presente investigación, se aplicará una parte del desarrollo de la metodología propuesta por Ho en el 2010, en su trabajo

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“Methodology to Assess Potential Glint and Glare Hazards from Concentrating Solar Power Plants: Analytical Models and Experimental Validation”. También, tomando como base el trabajo de los autores que fueron nombrados en este capítulo, se brindará un panorama amplio sobre la evaluación de riesgos en un campo de prueba de helióstatos y su situación actual en relación con las normativas que proveen límites máximos permisibles de exposición.

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