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ANÁLISIS DE LOS DETERMINANTES DE LA ASISTENCIA A BIENES DEL PATRIMONIO CULTURAL EN COLOMBIA Andrey David Ramos Ramírez
Universidad Nacional de Colombia Resumen El crecimiento de la demanda de bienes y servicios culturales y la ampliación de la oferta cultural por parte del Estado sustentada en las externalidades positivas que genera, ha despertado el interés en el campo de la Economía de la Cultura. En esta investigación se identifican los determinantes de la asistencia a museos, bibliotecas y centros históricos en Colombia, utilizando los datos de la Encuesta de Consumo Cultural (ECC) aplicada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2014. Para ello se estiman modelos de elección discreta, en los cuales se observa que la acumulación de capital cultural, la ocupación y la región de residencia, son variables relevantes para explicar el consumo de este tipo de bienes. Los resultados contribuirán a la orientación de la política cultural del país y a la maximización del impacto de la misma. Palabras Clave: Economía de la Cultura, Patrimonio cultural, Consumo cultural, Preferencias del consumidor, Modelos de clasificación, Razón de probabilidades. Abstract The growing demand for cultural goods and services and the expanding cultural supply by the State, sustained in the positive externalities, has attracted interest in the field of Cultural Economics. In this research we identify the determinants of museums, libraries and historical centers attendance, in Colombia, using data from the Survey of Cultural Consumption (ECC) conducted by the National Administrative Department of Statistics (DANE) in 2014. Discrete choice models are estimated, in which it is observed that the accumulation of cultural capital, occupation and geographical variables, are relevant to explain the consumption of these
goods. The results will contribute to the orientation of the country's cultural policy and maximizing the impact of it. Keywords: Cultural economics, Cultural heritage, Cultural consumption, Consumer preferences, Models for classification, Odds ratio. 1. Introducción El surgimiento de la llamada “sociedad del ocio” hacia mediados del siglo XX significó un cambio en la forma en que la sociedad se relaciona con los bienes y servicios culturales. Una de las manifestaciones más evidentes de este fenómeno fue el incremento en el consumo cultural, que dejó de ser un privilegio reservado a un limitado grupo y se convirtió en una exigencia en todas las esferas de la sociedad (Nuryanti, 1996; Espinal, 2006). Como respuesta a esa mayor demanda, el Estado ha extendido las actividades artísticas y culturales a un número mayor de personas, sustentado en las externalidades positivas que estos bienes generan sobre los individuos y la sociedad, reconociendo su contribución al mejoramiento de la calidad de vida y la convivencia ciudadana, el incremento en el nivel educativo de la población, la dinamización de sectores económicos relacionados, entre otros (Snowball, 2008). La academia no ha sido ajena a esta situación. El análisis del consumo cultural a la luz de la teoría económica fue posible gracias a la reformulación de la teoría del consumidor planteada por Becker (1965), que permitió ampliar la aplicabilidad del análisis a casos en los que la teoría del consumidor clásica no lograba explicar [1], suponiendo un escenario de preferencias estables y endógenas, influenciadas por la acumulación de conocimientos y habilidades específicas del consumidor (Diniz y Machado, 2011). Según este enfoque, el consumo de bienes artísticos y culturales es el resultado de la acumulación de un “capital de consumo” formado a partir de la exposición previa del individuo a este tipo de bienes y/o de la mejora
en la apreciación generada por la inversión en los elementos del capital humano. Variables como nivel de educación y la formación práctica en cultura pueden aumentar el nivel de satisfacción generado con cada nueva experiencia de consumo. Este fenómeno es entendido como una “adicción racional” pues el consumidor experimenta una utilidad creciente a medida que consume más (Stigler y Becker, 1977; Becker y Murphy, 1988). Una crítica importante al enfoque de la “adicción racional”, realizada por Lévy-Garboua y Montmarquette (1996)
[2]
, parte del hecho de que las preferencias del consumidor pueden
cambiar a través del tiempo. El análisis del consumo cultural desde un enfoque de “aprendizaje en el consumo”, asume que el individuo no conoce sus gustos y sólo puede cultivarlos o modificarlos recurriendo a las experiencias de consumo. Cada nueva experiencia le revela al consumidor un incremento inesperado positivo o negativo de su gusto; esta sorpresa es modelada en la función de utilidad por medio de la inclusión de una variable aleatoria con media cero. Dependiendo de la sorpresa (sea positiva o negativa), el individuo ajustará sus expectativas futuras cultivando así el gusto por la actividad cultural. La diferencia de este enfoque con respecto al consumo adictivo radica en la aleatoriedad en el proceso de formación del gusto. Mientras Stigler y Becker (1977) asumen una formación determinística del a partir de las exposiciones previas y la inversión en capital humano, LévyGarboua y Montmarquette (1996) consideran un factor de incertidumbre relacionado con la sorpresa inesperada que el individuo recibe con cada nueva experiencia, que no necesariamente es positiva. Los estudios aplicados sobre consumo cultural, en el marco teórico propuesto por la Economía de la Cultura, ha sido uno de los temas que más tardíamente ha despertado del interés de los investigadores, pues solo en los últimos 15 años se ha observado un auge en la literatura empírica. Las aplicaciones en este tema pueden clasificarse principalmente en dos
tipos: 1) las que estiman funciones de demanda por bienes y servicios culturales, utilizando información sobre los gastos de los individuos en estas actividades (Zieba, 2009; Diniz y Machado, 2011), y 2) las que tienen como objetivo identificar las características de los demandantes
[3]
en actividades culturales específicas y sus diferencias con los que no
participan. Los resultados estos estudios aplicados tanto en artes escénicas como en Patrimonio Cultural, han mostrado que variables como el nivel de ingreso, el nivel educativo, el género y la edad son influyentes tanto en la decisión como en la frecuencia de consumo. Además, se han identificado que variables indicativas del capital cultural de las personas, como la formación práctica o la participación en otras actividades culturales, también han resultado relevantes (López y García, 2002; Borgonovi, 2004; Chan y Goldthorpe, 2007; Ateca-Amestoy, 2008; Devesa et al, 2009; Snowbal et al, 2010; Aguado y Palma, 2012, Brida et al, 2015, Falk y Katz-Gerro, 2015). En esta investigación se identifican los determinantes de la decisión y frecuencia de la asistencia a museos, bibliotecas y centros históricos en Colombia en el año 2014. Utilizando los datos de la ECC aplicada por el DANE, se estiman modelos de elección discreta que arrojan las variables que influyen significativamente en la probabilidad de consumir y consumir con mayor frecuencia este tipo de bienes. Identificar y entender los determinantes que influyen en la decisión y frecuencia del consumo de estos bienes del Patrimonio Cultural es importante para los responsables de la formulación de la política cultural, pues permite conocer las características sociales, culturales, económicas y demográficas de los demandantes de estos bienes, hacia los cuales pueden ser enfocadas las políticas de fomento a la participación, maximizando así su efecto sobre el bienestar social. Estos estudios pueden también estimular la inversión privada en el sector, en la medida en que identifica el perfil de los demandantes por los productos y servicios
derivados de la existencia del Patrimonio Cultural, y contribuye a incrementar el bienestar de la sociedad, dinamizar la economía, local y estimula el sector creativo. 2. Metodología Fuentes de información Los datos utilizados en esta investigación provienen de la ECC aplicada por el DANE en el año 2014. Esta encuesta es un estudio de participación realizado en los años 2007, 2008, 2010, 2012 y 2014, en la cual se indaga a consumidores y no consumidores acerca de sus decisiones de consumo en los siguientes componentes: asistencia a presentaciones y espectáculos culturales, publicaciones y audiovisuales, asistencia a espacios culturales, formación y práctica y hábitos de lectura (DANE, 2014). La ECC es una encuesta por muestreo probabilístico y su diseño muestral se realizó tomando una submuestra de la muestra maestra de Hogares. Para el año 2014 se encuestaron 8.623 hogares, para un total de 26.302 personas en todas las cabeceras municipales del país. En este estudio se decidió utilizar solo la información de los jefes de hogar, teniendo en cuenta que incluir a todos los miembros de la familia puede traer sesgos en la estimación debido a la no independencia de las observaciones. Ecuación de participación y modelos econométricos La ecuación del consumo de bienes del Patrimonio Cultural para el individuo 𝑖 en el momento 𝑡 está dada por la siguiente expresión: 𝑦𝑖𝑡 = 𝐶𝑖𝑡 = 𝐹(𝛽𝑥𝑖 + 𝜀𝑖 ) = 𝐹(𝛼 + 𝛿𝑃𝑖 + 𝛾𝑆𝑖 𝜏𝐾𝑖 + 𝜆𝑅𝑖 + 𝜀𝑖 ) donde 𝐶𝑖𝑡 es la variable dependiente de decisión o frecuencia de consumo, 𝑃𝑖 (Edad, Sexo Estado Civil, Etnia) son las características personales, 𝑆𝑖 (Ingreso, Ocupación) son las características socioeconómicas, 𝐾𝑖 (Nivel Educativo, Práctica Cultural, Cursos Culturales,
Asistencia a Teatros, Asistencia a Exposiciones, Asistencia a Conciertos) son las variables relacionadas con el capital cultural y 𝑅𝑖 (Bogotá, Atlántica, Oriental, Central, Pacífica, Amazonía) es la región de residencia. En el caso de la decisión de consumo, la variable dependiente es binaria y toma los valores de 1 si el individuo asistió a algún sitio del Patrimonio analizado o 0 si no lo hizo. Por tanto, es adecuado estimar modelos de clasificación, como el logit o el probit, en los cuales se asume que la probabilidad p de elegir una de las dos categorías depende de un vector de variables regresoras x y de un vector de parámetros 𝜷. La probabilidad condicional de ubicarse en una de las categorías se define a partir de una función índice 𝑦𝑖∗ = ℎ(𝑥𝑖 , 𝛽, 𝜀𝑖 ) = 𝑥𝑖′ 𝛽 + 𝜀𝑖 , con 𝑦𝑖 = 1 sí 𝑦𝑖∗ > 0 y 𝑦𝑖 = 0 sí 𝑦𝑖∗ ≤ 0. Por tanto, las probabilidades de elección están dadas por (Cameron y Trivedi, 2005): 𝒑𝒊 = 𝐏 𝐫[𝒚𝒊 = 𝟏|𝑿 = 𝒙𝒊 ] = 𝑷[𝒚∗𝒊 > 𝟎|𝒙𝒊 ] 𝒑𝒊 = 𝑷[𝒙′𝒊 𝜷 + 𝜺𝒊 > 𝟎|𝒙𝒊 ] = 𝑷[𝜺𝒊 > −𝒙′𝒊 𝜷|𝒙𝒊 ] 𝒑𝒊 = 𝟏 − 𝑭[−𝒙′𝒊 𝜷|𝒙𝒊 ] = 𝑭(𝒙′𝒊 𝜷) donde 𝐹(∙) es una función de distribución acumulada evaluada en el punto 𝒙′𝒊 𝜷, para asegurar que la probabilidad estimada se encuentra en el intervalo [0,1]. En el modelo logit se asume que 𝐹(∙) tiene la forma de la distribución logística, mientras que en el modelo probit se asume que 𝐹(∙) tiene la forma de la distribución normal (Train, 2009). Es importante resaltar que si 𝐹(∙) es una función de distribución acumulada, entonces modela el parámetro p y no la variable y (Cameron y Trivedi, 2005). En el caso de la frecuencia de consumo, se tiene una variable categórica ordenada con 3 posibles categorías (1=Ocasionalmente, 2=Frecuentemente, 3=Muy frecuentemente) que indican la intensidad con la cual el entrevistado visitó los sitios del Patrimonio Cultural
analizados en el año anterior a la realización de la encuesta. Aunque el valor que toma la variable es irrelevante para efectos de estimación, se asume que valores altos corresponde a niveles superiores en la variable y por tanto, es adecuado estimar modelos como el logit ordenado o el probit ordenado. En este tipo de modelos, el punto de partida también es un modelo de variable latente en el cual 𝒚∗𝒊 no es observado y 𝒙 no incluye el intercepto (Train, 2009): 𝒚∗𝒊 = 𝒙′𝒊 𝜷 + 𝜺𝒊 En general, como 𝒚∗ atraviesa una serie de límites desconocidos ordenados, es posible modelar la respuesta del individuo como 𝒚𝒊 = 𝒋 si 𝜶𝒋−𝟏 < 𝒚∗𝒊 ≤ 𝜶𝒋 . En términos probabilísticos (Cameron y Trivedi, 2005): 𝐏𝐫[𝒚𝒊 = 𝒋] = 𝐏𝐫[𝜶𝒋−𝟏 < 𝒚∗𝒊 ≤ 𝜶𝒋 ] 𝐏𝐫[𝒚𝒊 = 𝒋] = 𝐏𝐫[𝜶𝒋−𝟏 < 𝒙′𝒊 𝜷 + 𝜺𝒊 ≤ 𝜶𝒋 ] 𝐏𝐫[𝒚𝒊 = 𝒋] = 𝐅[𝜶𝒋 − 𝒙′𝒊 𝜷] − 𝐅[𝜶𝒋−𝟏 − 𝒙′𝒊 𝜷] donde 𝐹(∙) es la función de distribución acumulada de 𝜺𝒊 , que en el modelo logit ordenado se asume logística y en el probit ordenado se asume normal. En estos modelos interesa conocer el signo de los parámetros de regresión 𝜷 que son usados para determinar si la variable latente 𝒚∗ aumenta con la variable explicativa. 3. Resultados En la estimación de los modelos de elección discreta se incluyeron las variables explicativas que no son independientes con la variable explicada según el test 𝜒 2 de Pearson
[4]
. La
elección del mejor modelo se realizó con base en los resultados del test de especificación de Haussman, el criterio de información de Akaike (AIC) y la capacidad de clasificación del modelo. En el caso de la decisión de consumo se eligió el modelo logit, mientras que en el
caso de la frecuencia se eligió el logit ordenado. Todos los análisis estadísticos se realizaron en STATA 13 y R. Las pruebas de bondad de ajuste indican que la calidad del modelo es buena. En específico, el test de la razón de verosimilitud muestra que, al incluirse las variables explicativas en la formulación del modelo, el ajuste mejora con respecto al modelo sin ninguna variable. En la Tabla 1 se presentan los coeficientes estimados asociados a cada una de las variables, el nivel de significancia y los Odds-ratio de los modelos elegidos. Tabla 1: Resultados de los modelos econométricos Decisión de Consumo Frecuencia de Consumo (Logit) (Logit Ordenado) Estimación Odds - Ratio Estimación Odds - Ratio
Variables
Características personales
Edad
Edad
-0.0071***
0.9929
-0.0005
0.9995
Sexo (Masculino)
Femenino Casado Unión Libre Separado Viudo Indígena/Afrodescendiente
-0.0071** 0.17638* 0.03071 0.2917** 0.4251** -0.0701
0.9929 1.1928 1.0311 1.3387 1.5297 0.9323
-0.3259* -0.1911 -0.3940* -0.5022* -0.2805*
0.7218 0.8260 0.6743 0.6051 0.7554
Entre 1 y 2 SMMLV
0.2030**
1.2251
-0.0917
0.9123
Entre 2 y 3 SMMLV Entre 3 y 4 SMMLV Entre 4 y 6 SMMLV Más de 6 SMMLV Desempleado Estudia Oficios del hogar Incapacitado para trabajar Primaria Secundaria Media Superior Posgrado Sí Sí Sí Sí
0.2776** 0.16752 0.09119 0.32748 0.25251 1.7332*** -0.1222 -0.6598* 0.5025** 0.8401*** 1.0739*** 1.7286*** 2.4766*** 0.5788*** 0.6016*** 0.7055*** 0.7479***
1.3199 1.1823 1.0954 1.3874 1.2872 5.6588 0.8849 0.5169 1.6529 2.3166 2.9268 5.6331 11.9009 1.7840 1.8252 2.0249 2.1125
-0.4212* 0.0706 -0.0688 -0.6170* 0.0374 1.3723*** -0.0731 0.0007 -0.5086 -0.3412 -0.1029 0.3054 0.4683 0.3267* 0.4984* 0.4466*** -0.1784
0.6562 1.0731 0.9335 0.5395 1.0381 3.9444 0.9295 1.0007 0.6013 0.7109 0.9022 1.3571 1.5972 1.3863 1.6461 1.5629 0.8366
Sí
0.9364***
2.5508
-
-
Estado Civil (Soltero)
Etnia (Blanco/Mestizo)
Ingreso (Entre 0 y 1 SMMLV) Características Socioeconómicas Ocupación (Trabaja)
Nivel educativo (Ninguno) Características del Capital Cultural
Práctica Cultural (No) Cursos Culturales (No) Asistencia a Teatros Asistencia a Conciertos Asistencia a Exposiciones (No)
Localización
Región (Bogotá)
Medidas de Bondad de Ajuste *** Significancia al 99%
** Significancia al 95%
Atlántica Oriental Central Pacífica Amazonía LR Chi 2 Prob>Chi2 AIC *Significancia al 90%
-0.9183*** 0.3991 -0.4250*** 0.6537 -0.8838*** 0.4132 -0.6348*** 0.5301 -1.1703*** 0.3127 2273.38 0.000 7905.3
0.7101*** 2.0342 -0.0845 0.9189 0.2786 1.3212 0.3817* 1.4647 0.1937 1.2137 185.28 0.0000 3171.4
Fuente: Elaboración propia con datos del DANE
Los resultados arrojados por el modelo logit, estimado para las decisiones de consumo, coinciden con los hallazgos reportados por otros trabajos aplicados en contextos económicos, sociales, geográficos y culturales diferentes (Borgonovi, 2004; Devesa et al, 2009; Aguado y Palma, 2012). Este trabajo muestra que las variables indicadoras del capital cultural son relevantes para explicar las decisiones de consumo: el nivel educativo, la experiencia en cursos y prácticas culturales y la asistencia a otro tipo de actividades como teatro, conciertos y exposiciones de arte, aumentan la probabilidad de consumir de bienes y servicios asociados al Patrimonio Cultural. Uno de los resultados más relevantes de este trabajo revela que a medida que se incrementa el nivel de formación del individuo, la magnitud de los coeficientes asociados y, por tanto los Odds-ratio, también lo hacen. El efecto es más pronunciado en los niveles superiores de calificación, esto es, las personas con educación superior tienen 5,63 veces más probabilidades de participar con respecto a los que no tienen educación, mientras que en los que tienen posgrados esta relación es de 11,9. Se encontró además que las personas con un nivel de ingresos entre 1 y 3 Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes (SMMLV) (con respecto a quienes ganan entre 0 y 1 SMLV), los hombres (con respecto a las mujeres) y los casados, separados o viudos (con respecto a los solteros), tienen una mayor probabilidad de asistir a bienes del Patrimonio Cultural, ceteris paribus. La ubicación geográfica también aparece como un elemento influyente en la decisión de consumo. Comparando con Bogotá, todas las demás regiones tienen una probabilidad menor de asistencia a museos, bibliotecas y centros históricos, siendo la región Amazonía la que tiene una razón de probabilidad menor.
En el modelo logit ordenado, aplicado para la frecuencia de consumo, muestra que el nivel educativo no es relevante en la frecuencia de consumo de las actividades analizadas, en contraste con su importancia en la decisión de consumo. El acercamiento empírico a las actividades culturales por medio de prácticas y cursos y la asistencia a teatro, variables indicadoras del capital cultural del individuo, incrementan la probabilidad de asistir con mayor frecuencia a este tipo de bienes, manteniendo constante el efecto de las demás variables. Los estudiantes tienen 3,95 veces más probabilidad de consumir más regularmente los bienes del patrimonio cultural, con respecto a las personas que trabajan. Este resultado se puede explicar por el hecho de que los estudiantes asisten regularmente a bibliotecas como parte de su actividad y/o disponen de mayor tiempo para este tipo de actividades. En la región Atlántica y Pacífica, las personas que consumen bienes del patrimonio cultural lo hacen con mayor frecuencia, en comparación con los habitantes de Bogotá. El efecto mayor se presenta en la región Atlántica cuyo Odds-ratio es de 2,03. Finalmente, los individuos que son casados, separados o viudos (con respecto a los solteros), que pertenecen a alguna comunidad étnica [5] (con respecto a los que no pertenecen) y que devengan ingresos entre 3 y 4 SMMLV y más de 6 SMMLV, asisten con menor frecuencia a museos, bibliotecas y centros históricos . 4. Análisis y conclusiones En esta investigación se identificaron los determinantes de la decisión y frecuencia de asistencia a museos, bibliotecas y centros históricos, utilizando la los datos de la Encuesta de Consumo Cultural aplicada por el DANE en las seis regiones de Colombia en el año 2014. Los resultados indican que las variables indicadoras del capital cultural del individuo son las variables de mayor peso para explicar la decisión de consumo. El nivel educativo, el acercamiento empírico a la actividad cultural por medio de cursos y talleres y la asistencia a
teatros, conciertos y exposiciones, aumentan la probabilidad de asistir a museos, bibliotecas y centros históricos, y consumir las actividades que se ofrecen. Este hallazgo confirma el enfoque teórico de la “adicción racional” (Stigler y Becker, 1988), según el cual, las inversiones en capital humano y las exposiciones previas al bien aumentan la satisfacción que experimenta el individuo al consumir este tipo de bienes y contribuye a la formación del gusto. El nivel de ingresos no resultó determinante para la asistencia a las organizaciones del Patrimonio Cultural analizadas. Estos resultados son similares a los encontrados en otros trabajos aplicados (Devesa et al, 2009, Aguado y Palma, 2012), en los que se destaca que aunque el nivel de ingresos incrementa la probabilidad de consumir bienes y servicios culturales, el nivel educativo y las experiencias previas en la actividad cultural son factores más determinantes. En el caso de Colombia, las políticas y programas culturales de formación de públicos
[6]
y apropiación del patrimonio cultural, pueden explicar estos
resultados. Bogotá registra la mayor participación en bienes asociados del patrimonio cultural objeto de estudio, situación que puede explicarse si se tiene en cuenta que esta ciudad registra la mayor inversión en cultura per cápita del país [7], lo que le permite una oferta cultural más amplia y variada, contribuyendo al incremento del capital cultural. Sin embargo, la mayor frecuencia de asistencia a este tipo de bienes se presenta en la región Atlántica y en la región Pacífica. Analizando la base de datos para encontrar coherencia en este resultado se encontró que, de los 256 jefes de hogar que manifestaron asistir este tipo de bienes en la región atlántica, el 54% lo hizo frecuente o muy frecuentemente, siendo la visita a centros históricos la principal actividad. En la región Pacífica, de los 299 jefes de hogar que consumen bienes del patrimonio cultural, el 45% asistió frecuente o muy frecuentemente, siendo las bibliotecas el sitio más visitado.
Los resultados de este trabajo contribuyen a la orientación de la política cultural del país en la medida en que identifica las características de los asistentes a museos, bibliotecas y centros históricos, en los cuales los programas de estímulo pueden tener una mayor influencia. Adicionalmente, es posible identificar cuáles son las variables que puede intervenir el Estado e incluirlas en los programas de formación de públicos que adelanta, permitiendo así la extensión de estas actividades a un número mayor de personas. En este sentido, si las autoridades nacionales o regionales se proponen que un número mayor de personas accedan al consumo de estos bienes, es fundamental fortalecer los programas de formación y creación cultural. Si bien es cierto que las mediciones de las decisiones de consumo cultural en Colombia son recientes y pueden tener efectos en la formulación de políticas públicas culturales asertivas, es necesario construir información más precisa que permita analizar de una forma más profunda el consumo de bienes y servicios culturales e el país. Incluir variables como el área de especialización del entrevistado, los precios y gastos en cada una de las actividades culturales, las percepciones de los individuos sobre la oferta cultural, entre otras, son cuestiones que en el futuro alimentarán el debate académico en el sector cultural, con efectos en el bienestar social de los individuos. Notas al pie de página [1] La teoría del consumidor clásica dejó de lado el análisis de los bienes y servicios culturales, considerando que tenían características que los hacía diferentes a los bienes económicos corrientes, como es el caso de una utilidad marginal creciente. [2] Aunque Lévy-Garboua y Montmarquette (1996) aplican este modelo específicamente a la demanda por teatro, es posible ampliar el rango de aplicabilidad a otros sectores de la
actividad cultural, como es el caso de los bienes del Patrimonio Cultural, pues la demanda por este tipo de actividades depende del cultivo de los gustos (Brito y Barros, 2005). [3] Estos estudios son conocidos también como estudios de participación. La participación en actividades culturales se puede entender desde 3 perspectivas: 1) asistencia como miembro de una audiencia de eventos profesionales en vivo, 2) participación a través de los medios a eventos que no son en vivo y 3) personal vinculado como creador (McCarthy et al, 2001; Borgonovi, 2004). En los trabajos referenciados se considera la participación desde la primera perspectiva. [4] El test 𝜒 2 de Pearson es una prueba estadística aplicada a un conjunto de datos categóricos, para verificar la hipótesis nula de que la ocurrencia de las observaciones de dos variables son estadísticamente independientes. [5] Las comunidades étnicas consideradas en la ECC son: indígena, gitano, raizal, palenquero y negro/mulato/afrocolombiano. [6] Para mayor información sobre la Política Cultural en Colombia, y sus disposiciones en cuanto
a
la
formación
de
públicos,
consultar
la
página
web:
www.mincultura.gov.co/ministerio/politicas-culturales/Paginas/default.aspx. [7] La inversión en cultura per cápita en Bogotá fue la más alta del país en 2013($146.478), superando a ciudades importantes como Medellín ($99.931) y Cali ($40.037) (Red Cómo Vamos, 2015). 5. Referencias Aguado, Luis y Palma, L, 2012, “Determinants of performing arts participation in colombia”, En 17th International Conference on Cultural Economics by the ACEI, Kyoto. Alderighi, Marco y Lorenzini, Eleonora, 2012, “Cultural goods, cultivation of taste, satisfactionand increasing marginal utility during vacations”, Journal of Cultural Economics, num. 36, 1-26.
Ateca Amestoy, Victoria, 2008, “Determining heterogeneous behavior for theater attendance”, Journal of Cultural Economics, num. 32, 127-151. Becker, Gary, 1965, “A theory of the allocation of time”, The Economic Journal, num. 299, 493 – 517. Becker, Gary y Murphy, Kevin, 1988, “A theory or rational addiction”, Journal of Political Economy, num. 96(4), 675 – 700. Borgonovi, Francesca, 2004, “Performing arts attendance: an economic approach”, Applied Economics, num. 36, 1871-1885. Brida, Juan., Nogare, Chiara y Scuderi, Raffaele, 2015, “Frequency of museum attendance: motivation matters”, Journal of Cultural Economics. Publicado en línea. Brito, Paulo y Barros, Carlos, 2005, “Learning-by-Consuming and the Dynamics of the Demand and Prices of Cultural Goods”, Journal of Cultural Economics, num. 29, 83 – 106. Cameron, Collin y Trivedi, Pravin, 2005, Microeconometrics: methods and applications. New York, Cambridge University Press. Chan, Tak y Goldthorpe, John, 2007, Social stratification and cultural consumption: music in England. European Sociological Review, num. 23(1), 1-19. DANE (2014). Ficha Metodológica, Encuesta de Consumo Cultural. Informe de Resultados. Devesa, María; Herrero, Luis Cesar y Sanz, Jose Ángel, 2009, “Análisis económico de la demanda de un festival cultural”, Estudios de Economía Aplicada, num. 27, 137-158. Diniz, Sibelle y Machado, Ana, 2011. “Analysis of the consumption of artistic-cultural goods and services in Brazil”, Journal of Cultural Economics, num. 35, 1-18. Espinal, Nora, 2006, “Economía de la cultura”, Ensayos de Economía, num. 28 (15), 7182. Falk, Martin y Katz-Gerro, Tally, 2015, “Cultural participation in Europe: can we identify common determinants?”, Journal of Cultural Economics, publicado en línea. Lévy-Garboua, Louis y Montmarquette, Claude, 1996, “A microeconometric study of theatre demand”, Journal of Cultural Economics, num. 20, 25-50. López, Jordi y García, Ercilia, 2002, “The consumption of cultural products: an analysis of spanish social space”, Journal of Cultural Economics, num. 26, 115-138.
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