ASUNTO: EDIFICIO DESFUNCIONALIZADO DE LA EX ESTACION FERROVIARIA SUD Y POSTERIOR TERMINAL DE OMNIBUS MAR d.PLATA. Calles: Alberti, Las Heras, Garay, Sarmiento (M.d.P.)

º 3 PROPUESTAS DE: PUESTA EN VALOR, RECICLAJE, CAMBIO DE USO Y AMPLIACION PARA CENTRO CULTURAL, COMERCIAL Y ESPARCIMIENTO. º OBJETO DEL MAIL: Opiniones, análisis sobre aspectos poco considerados y alerta sobre indicios de incumplimientos del mandato de “reciclar”. La “Iniciativa Privada.” º PARA: Jefe de Redacción Diario El Atlántico FECHA: 15 de julio de 2010 º REMITE: David Dalmiro Montes Arquitecto Mat. CAPBA Nº 820

Como profesional de larga trayectoria en Mar del Plata, participante de su actualidad, y que, justamente, continúo animado por una gran pasión por los ferrocarriles y sus estaciones, me es grato dirigirme a Uds. con motivo de este conflictuado proyecto. Viendo la comprometida actitud del Diario, mi intención es hacerles llegar algunos juicios personales acerca de este importantísimo emprendimiento, cuya trascendencia para su entorno inmediato y la ciudad toda, ya sería ocioso que me pusiera a destacar. Pero lo que he de exponerles, lamentablemente reviste el carácter de preocupación y protesta ante la manera como se viene gestando. Empiezo por aclararles que sólo me motiva hacer un aporte totalmente desinteresado, ya que no soy integrante directo ni indirecto de ninguno de los tres grupos en pugna, no tengo en juego intereses inmobiliarios, comerciales o residenciales, ni siquiera en la periferia del área de influencia de la ex terminal, y no pertenezco a ninguna fracción política. Pero tampoco voy a decirles que soy neutral… porque para eso, en esta lista de exclusiones debiera añadir: “¡y no es cierto que haga 66 años que soy marplatense!” En este polémico contexto de intereses de muy diversos actores y grupos de presión, soy conciente del bombardeo del que deben venir siendo objeto, y lamento añadirles mi propia salva de artillería. Su extensión se debe a que en gran parte, he de tocar aspectos largamente conocidos, pero que me resulta necesario traerles a colación para exponer facetas que no veo que estén siendo tomadas en cuenta. Es común que centinelas y custodios, no revisen a los ‘conocidos’. 1) FUEGO CRUZADO: Que me sea “grato dirigirme a Uds” no es una mera fórmula, expreso un cierto agradecimiento. Ignoro si ‘El Atlántico’ tiene algún tipo de interés material en alguna de las propuestas, lo cual sería legítimo; o si su intensa y compensadora divulgación del proyecto del Arquitecto César Pelli responde a otra también legítima y muy comprensible preferencia (que, adelanto, comparto con algunas reservas); también si tal igualmente intensa cobertura de la grave crisis del vecindario obedece tanto a darle voz como a la responsabilidad de informar lo que otros callan. Si es así: diez puntos. Pero, si todo esto y en cualquier grado que incida, se reduce a una estrategia propia de un estado de confrontación con ‘La Capital’… sería malo. Defraudaría. Sea por lo que fuese, leo a ambos y reconozco que si estoy enterado de la magnitud de la creciente polémica que se viene entablando, es gracias a vuestro diario. (puedo estar pasando por alto comentarios radiales y televisivos).

La imposibilidad de que los medios puedan ser totalmente neutros y objetivos, no implica necesariamente mala fe, sobre todo cuando sus posiciones están claras y entonces uno puede dejar, tomar o poner en verdadera magnitud. Pero tampoco implica que por ‘adherirse’, se permitan manejar la opinión pública no informando o haciéndolo con selectiva parcialidad y teñida como les conviene. Tal como nos está pasando a nivel David Dalmiro Montes - Arquitecto

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nacional, los que los mantenemos con nuestra fiel compra cotidiana, o nuestra audiencia, como contraprestación somos usados y tratados como imbéciles. Aplicando un viejo calificativo pero sin su connotación ideológica: como ‘idiotas útiles’. El Sr. Florencio Aldrey Iglesias, es parte importante del grupo inversor ‘E.T.S.A.’ correspondiente a la propuesta del prestigioso estudio marplatense Mariani-Pérez Maraviglia. Es muy loable su nueva tentativa de participar en otra gran obra para la ciudad, pero con ‘La Capital’, persiste en hacer que su equipo de profesionales periodistas falte al deber de informar con lealtad y un equilibrio mínimo. Un evidente mandato de proceder de modo tendencioso, mezquino y sistemático, censura información referente al anteproyecto del Arquitecto Pelli (‘Grupo Roig’) o el del Arquitecto Almeyda (‘Idear’). Aplica un patético mecanismo de ninguneo mágico, idéntico al que lo lleva a hacer largos circunloquios con tal de no mencionar ‘Sheraton’ o ‘Costa Galana’, como si por llamarlos por su nombre condenara al colapso fulminante a sus respectivos ‘Hermitage’ y ‘Provincial’, y así viene minimizando la exposición gráfica y escrita de las propuestas de los otros dos competidores. Y los minimiza, pero sin bajar del mínimo que aún le permita compararlos en desventaja según criterios evaluativos muy discutibles, criterios que no me consta que hayan sido producto de un cuidadoso estudio de necesidades y sustentabilidad, y que pretenden ser absolutos por el mero hecho de enunciarlos, o de mostrar cifras de superficies cubiertas y montos de inversión, por cierto, impresionantes y netamente superiores. Parámetros ambos que garantizan muy poco: si estos datos de arranque son muy errados, hacen que se yerre desde el partido arquitectónico mismo, por lo que pueden ser catastróficos para la sustentabilidad de un costosísimo complejo que, en poco tiempo y por económicamente inviable deviniera en ruina, y por su envergadura, catastrófico para toda la ciudad y, obvio, catastrófico para su propio grupo inversor. El fracaso de semejante emprendimiento, aún el de menor valor en juego, sería el fracaso de todos. Y, lo que es gravísimo, ‘La Capital’ extiende su censura informativa evitando toda mención sobre las multitudinarias, sonoras y reiteradas protestas del vecindario por su situación de paralización y abandono, o por fallidas reuniones en la Municipalidad. Semejante silenciamiento es en represalia por su apoyo al proyecto de Pelli, mientras que noticias comparativamente irrelevantes (un choque por esquivar un bache, agasajos a reinas de cosas insólitas, audiencia a severos purpurados, retro-homenajes con infaltable recepción de premios, bandejas plateadas y otras frivolidades entre brindis y caireles) ocupan

páginas completas y grandes titulares. Merecemos más respeto, y cuando digo que nos toman por imbéciles, me refiero a que por tener portación de micrófono, cámaras o tinta, nos mueven a como títeres para apoyar o rechazar lo que les conviene y encima sin participarnos de sus ganancias pero sí de sus pérdidas, en caso de que todo eso, como es muy probable, termine siendo un gran clavo. Pero, salvando grandes distancias, Uds. están procediendo de una manera no muy distinta, especialmente con la propuesta de ‘Idear’ que para ‘El Atlántico’ tampoco pareciera existir. Y, por lo que voy a exponerles en el punto 6, por no reparar en un ‘pequeño detalle’ de los otros dos que monopolizan la atención, peor que no informar, ambos diarios con su fervorosa parcialidad estarían desinformando. 2. ARRANCAMOS MAL: Pero estamos a tiempo de introducir ajustes. Paso a un aspecto en el que Uds. también están involucrados por su apoyo con impactante, amplia y reiterada extensión periodística al proyecto del mundialmente consagrado Cesar Pelli y con ello, a las razones que motivan a una importante cantidad de gente a preferirlo, protestas incluidas. Ya les he adelantado mi preferencia, pero ¡cuidado!: así como las leyes de la Justicia no deben ser generadas o reformuladas por (o desde) las víctimas de David Dalmiro Montes - Arquitecto

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hechos delictivos, no por esta condición de objetividad los legisladores pueden desoír su clamor; de manera similar, los comerciantes y propietarios frentistas o de las inmediaciones, hoy perjudicados por el efecto del cierre de la vieja estación, no pueden determinar el volumen edificable ni tampoco los tiempos; pero la opinión de ellos y sus reparos tienen la fuerza de la realidad, la experiencia y el pulso del lugar. ¡Pero…!: lugar que para bien y para mal vienen modelando desde hace 60 años, en sintonía con la decadencia que implicó para esa zona la ex estación ferroviaria para trenes de lujo transformada en terminal de los colectivos de larga distancia. Una sobreadaptación y como tal, poco sana. Además, sus alertas y manifestaciones debieron ser oportunas. Todo se ha venido haciendo de la peor manera y hoy estamos ante un conflicto que está cayendo en escandalete de pueblo chico. Hace ¡40 años! ya se veía que la terminal no podía seguir ahí (en la Facultad de Arquitectura, siendo yo JTP de la entonces ‘Composición V’ -era tesis- el tema del proyecto de 1971 fue la estación ferroautomotora. Y no creímos ser avanzados…) Y el hoy tan tironeado Intendente Gustavo Pulti, heredó una embarazosa

papa caliente, porque la responsabilidad política se remonta a muchísimas administraciones atrás. Aunque, para no retroceder tanto, precisamente a tres, cuando junto al primer y abortado proyecto de estación ferroautomotora, (presentado el 30 de julio de 1997 para Luro y S.Juan…) debió haber sido convocado un concurso de anteproyectos para el destino de este viejo edificio que, obviamente, quedaría desafectado desvitalizando todo a su alrededor. Hablo de un concurso abierto y hecho en toda su regla, o sea: a cargo del Colegio de Arquitectos. El consagrado sistema, hubiera estado regido por ‘bases’ que, además de garantizar las condiciones de igualdad para todos los participantes, provinieran de converger tanto las opiniones del colectivo ciudadano como las pautas del estudio multidisciplinario que ameritaba. Basado en esto, un ‘director’ sorteado entre profesionales calificados, hubiera especificado un ‘programa’ concreto a ser proyectado, parte principal de las bases. Como es de norma, el veredicto hubiera sido emitido por un ‘jurado’ idóneo, formado por representantes de todas las partes interesadas. Acto seguido, el 1er. premio hubiera sido licitado para ser construido con capitales privados y explotación incluida por el tiempo que fuera necesario. Igual que la democracia, de todos los malos sistemas éste es el menos malo. (y menos vulnerable a golpes de mano) “¿Lento y burocrático?” ¡tuvimos13 años…! Para variar, se ha dilapidado muchísimo tiempo y se va a seguir: tenemos dos pesos pesados en un ring que no debiera existir… Tal tradicional y transparente proceso, bien pudo haber sido desarrollado con el viejo edificio en pleno funcionamiento y tener todo organizado para que, una vez liberado, a los pocos días haber largado las obras. Pero era como si a la ya utópica estación se la deseaba y no se la deseaba. Así, las autoridades no previeron esta crisis, y no se requería don de clarividencia… ni los hoy perjudicados se movilizaron a tiempo, pese a que tampoco hubieran debido ser clarividentes, tan luego siendo comerciantes… Ya pasó. Hay que confinar el daño y corregir de aquí en más. Ahora es obligación de los políticos resolver el problema social, por la sencilla razón de la imprescriptibilidad de la responsabilidad del Estado. Deben buscar la forma de paliar los daños emergentes del vecindario hoy paralizado, quizás, condonando selectivamente el cobro de tasas y disponiendo, urgente, una revisión, saneamiento sanitario y arreglo básico del edificio, (dado que no es una ruina ni mucho menos peligrosa) rehabilitarlo transitoriamente para generar actividad interna, (ferias, artesanías, muestras, festivales, lanzamientos de productos) algo barato, atrayente, pero a título precario, sin generar derechos adquiridos ni nada que estorbe a las futuras obras. Obvio, no reproducirá el movimiento de antes, pero también es deber de los vecinos aguantar poniendo el David Dalmiro Montes - Arquitecto

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hombro. Porque esto no fue sorpresivo…cualquier sociedad de fomento barrial hubiera sido más previsora: la vieja terminal era una bomba de tiempo que, mientras tanto, rendía para un tipo de público y demanda comercial que supieron explotar, con trabajo, sí, pero sin tender a mejorar ni jerarquizar nada por encima de lo mínimo. Finalmente, la bomba les explotó, bomba a la que se le venía consumiendo, despacio y a la vista, una mecha muy, muy vieja. En 1978 sucedió un desastre: se incendió ‘Los Gallegos’. Enorme, muy elemental y atiborrada de mercadería con alta carga de fuego; 3 días infernales no sólo dejaron casi una manzana arrasada: todo el entorno quedó desvalido, muchos comercios, tanto o más precarios, cerraron, o se alquilaban por casi nada, paradas de taxis incluidas. Pero… los propietarios de esos locales, ¿habían hecho algo para que todo ese valioso y tan céntrico lugar fuera algo más que una zona gris de atraso y deterioro… para que tanta potencialidad rindiera e, incluso, fuera un cinturón que presionara a esta empresa para que se pusiera a tono? ¿habían hecho algo para dejar de ser vagones tirados por una locomotora que reventó y, previendo esa fogata (que tarde o temprano iba a pasar, porque no le cayó un misil…) fueran unidades autopropulsadas? ¡NO! Recién 9 años después la tienda se reinauguró y aquel pesado tren se fue poniendo en marcha de nuevo. Esa pasividad casi parasitaria, es un mal asociado con los que se saben aprovechar llenando vacíos. Éstos suelen tener el poder como aliado y hacen expeditivamente lo que les conviene, les rinde, les sirve o les da prestigio, (otra forma de ganancia que aún siendo deficitaria, es un capital decisivo). O todo junto en variadas dosis. Fatídico ADN: aunque de una época y circunstancia muy distinta, esta estación, entrañable y valioso activo de nuestro patrimonio, que propulsó pero generando problemas y que aún hay que seguir resolviendo con artificios, nació de pioneros “entrepreneurs a ojímetro”. Aquí no hay enemigos públicos, pero, aunque bien intencionados, creo que sí hay una mezcla de megalómanos, idealistas, simplistas, imprudentes y lo peor, indiferentes a lo que pueda suceder en un futuro, ya que no van a comprometer su fortuna en un grado peligroso: venden y aunque sea mal, a tiempo, ya que su búsqueda no siempre es económica, levantan campamento y dejan tierra quemada. Finales de los ’80: el boom de refinada prosperidad de la calle Alem, (5 cuadras que incluyeron obras exquisitas como la Galería La Palmera o el Paseo del Tiempo y otros locales del Estudio Mariani… con alta costura, joyería, pieles, marcas ‘top’) atrajo a una pujante e industriosa empresa de juegos

electrónicos para expandirse y disuadir por saturación cualquier intento de competencia: instalaron 4 ó 5 locales grandes y aturdidores que, obvio, se llenaron de chicos y jóvenes con no más que un puñado de monedas y fichas en los bolsillos, gran mercado para otros boliches afines que, juntos, cambiaron totalmente el ambiente. Por supuesto que sin proponérselo, provocaron una imparable decadencia, los comercios de calidad se fueron yendo, y atrás ¡ellos! porque, además ya no era negocio: caía el interés, se les venían los video juegos de PC, entonces se contrajeron a uno. Güemes, hasta entonces anquilosada calle de abastecimiento cotidiano, inició una nueva era. Dejaron un páramo. (Uso de Suelo autorizaba eso, pero no peluquerías, o casas de regalos, por ejemplo…). Los que se adjudiquen la ex terminal debieran quedar atados a su destino. No sé cómo. También fueron megalómanos, entusiastas y emprendedores (“megalómanos”, quizá utopistas, pero no oportunistas…) los que iniciaron la glamorosa villa veraniega. Pero así, a puro entusiasmo, fortuna y poder, hicieron que algo más complicado que sus cottages, como era aquella suntuosa ‘Estación de trenes Sud’, terminara fracasando. He aquí, una conocida historia, pero desde el ángulo de ese hacer lo que viene en ganas: los hoy tan vituperados pero progresistas, y para la villa, nada especulativos ‘oligarcas’, tuvieron este antojo y se dieron el gusto. Esta notoria hija de una Belle Époque, en la David Dalmiro Montes - Arquitecto

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que ni se hablaba de planificación urbana ni de factores perturbadores del plano urbano, no consistía ‘tan sólo’ en ese palacio, los trenes implicaban vías… sin embargo, el tendido de líneas ferroviarias era algo decidido desde la estricta rentabilidad o también para ir generando pueblos, en eso sí se planificaba. Pues… se impusieron. De cara a sus fastuosas mansiones costeras y cercana a las no menos grandiosas quintas colinas arriba, fue emplazada en ese sitio porque les era equidistante y cómodo. Prestó servicios ferroviarios de ¡diciembre a abril! durante 40 años, y declinó por la gradual desaparición de aquellas familias cuyas colosales fortunas la habían hecho posible. Nacida por la presión de la refinada gente del ‘barrio’, fue una inversión de capitales privados, o más exactamente: una donación, sin retorno de utilidades pero tampoco costos ni mantenimiento. O sea: un capricho extravagante para el ‘veraneo’, algo carísimo, sin ningún estudio más que la estética y comodidad, aunque animado de muy buenas intenciones: además, ni sospechaban que se les derrumbaría el imperio. Y si sucedía… dejarían un legado más (el Hospital, la Catedral, asilos, iglesias, escuelas…). Sin embargo, tras los cambios socio económicos bien podría haber seguido prestando funciones más allá de 1950, cuando fue desactivada, porque no sólo su entorno, la ciudad misma la rebasó muy ampliamente, se densificó muchísimo, como estación de trenes empezaba a justificarse y recién a mediados de los ’90 el ferrocarril se iba a poner imposible… ¿La verdadera razón del fracaso?: su exorbitante costo de explotación y el desproporcionado adicional que cualquier pasajero ‘clase media’ que deseara pasar de largo la estación de Luro, rodear y bajarse en ese palacio cercano a su ‘chalecito’ debía pagar para, encima, terminar tardando como 1hora más. Pero la culpa no era del palacio, sino del improductivo ramal exclusivo que, pintoresco, atravesaba media ciudad entre Roca y Peña, (parte en una agreste trinchera entre baldíos y montes de eucaliptos, por Buenos Aires, 100% enterrado) con barreras o con muchas calles cortadas (que siguieron perturbando hasta 1975…). Y todo para algún esporádico y parsimonioso convoy de 2 ó 3 coches casi vacíos… (¡pero conmigo!: hubo cortos trenes de carga hasta 1954 y llegué a disfrutar el tour colado en el balconcito del furgón de cola). Así, a los lujosos pero gastados y deficitarios trenes, los reemplazaron los democráticos ómnibus, y la calidad del perímetro inmediato tuvo otra razón para decaer: ahora la ‘Estación Sud’ devenida en terminal ‘Presidente J. D. Perón’, invertía su rol y pasaba a ser un factor de crecimiento involutivo, generando ese típico entorno, muy vivaz pero de bajo nivel y gente de paso, que llegó hasta ahora, sumando a eso el caos que empezaron a provocar los grandes micros tratando de llegar o irse de allí realimentando una congestión creciente. El presente griego de 1910 había nacido mal, y corremos el riesgo de que en otra malparida versión, siempre incubada en irrealidades, siga siendo un fiasco. Y aún más peligroso. 3) LA REALIDAD: Es tiempo que la venerable ‘Sud’ no siga generando déficits, perturbaciones y, como en su segunda etapa con colectivos, decadente y contagiosa fealdad. Además, una vez reciclada y cambiada de uso, tiene que haber mejorado ese poder propulsor que irradió hacia el entorno, pero además aportando cultura y esparcimiento. Esta obviedad digna de los desaforados foros de Internet, será difícil de lograr. Sólo será posible con una tercera etapa de vida útil extensa y próspera, gracias a un sensato destino, dimensionamiento y muy estudiada concepción integral, de lo contrario, será un boomerang contra la sonrisa de todos (algunas con dientes muy caros). Para nuestra realidad y tal como este emprendimiento viene siendo planteado, a mi juicio esto es un tanto quimérico: su área explotable deberá estar arquitectónicamente configurada como ‘shopping’, ya que su largamente perfeccionada metodología y estrategias comerciales aseguran un lugar convocante y exitoso (“shopping” no sé por qué, una frecuente ‘denuncia’ en las manifestaciones). Pero deberá lograr un David Dalmiro Montes - Arquitecto

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rendimiento superior al normal, (en Mar del Plata es milagroso el ‘normal’…) para soportar la prestigiosa, pero difusa “área cultural” y, ‘luego de gastos’, reportar utilidades, porque este edificio ya no volverá a ser la graciosa donación original, ni otra carga para el erario público, ni sus concesionarios serán mecenas por 45 años… Pero hay que tener muy en cuenta que detrás de la amable frivolidad de un shopping hay una enorme y costosa complejidad. Uno de sus factores: el tamaño. Siendo todo lo contrario a una serie de locales autónomos, con dueños independientes, (la galería comercial) además de ser caro por sus características constructivas, por lo tanto largo de amortizar, debe lograr una exacta masa crítica, porque puede capotar por demasiado chico o demasiado grande. En el primer caso, no logrará mantener proporcionados los gastos comunes que, precisamente, solventan tanto encanto, (honorarios profesionales, marketing, mancomunidad en decoración, publicidad y promociones de temporada o festividades, cuidada estética, calefacción/refrigeración, seguridad, limpieza constante, mantenimiento interno y externo, perpetua renovación en pos de lo novedoso, control y manejo de imagen, iluminación, seguros de todo tipo, verdor y espacios ‘improductivos’ para que la gente mire, deambule, se encuentre, la pase bien aunque no siempre consuma, etc.) entonces,

por subdimensionado se producirá el efecto de asfixia, dado que las expensas se pueden volver imposibles de soportar, muchas veces superando los alquileres. Pero los gastos comunes, buena parte originados en el ‘mall’, (el convocante paseo interno) no son directamente proporcionales al número de unidades locativas: si hubiera el doble, no se irían al doble ni mucho menos…y por este lado, se cae en el tentador suicidio de hipertrofiar el área comercial. Aquí nos generaría algo demasiado grande para nuestra demanda, o sea: sería inviable y candidato a cadáver, pero antes de llegar a eso: un desesperado cáncer del vecindario reventando alquileres, o un progresivo invasor del gravoso sector cultural… “¡Voracidad capitalista!” (¡voracidad de lo irracional!). Y se presentarán situaciones interdependientes: debe apuntar al bien común mayor, el de escala urbana, pero sólo lo logrará si primero lo hizo con sus inmediaciones, porque nunca dejará de estar enclavado en un barrio, ‘el barrio de la terminal’. En sus 4 frentes, deberá mantener un multifacético intercambio de doble mano y mutuo beneficio: empezando con esa especie de atiborrada ‘Once’ que es Alberti, (no debilitando esa característica casi de feria callejera, pero sí estimulando su autorrenovación y mejoramiento) y la U semi residencial de las otras 3 calles (cada una con sus tendencias; de Sarmiento sólo 1 cuadra es comercial pura) y las sucesivas, que continúan siendo totalmente residenciales y que es de desear que sigan así. Barriada de buen pasar, que no requiere renovación urbana ¡ni mucho menos!: que es preciso salvaguardar de la especulación de algunos propietarios quienes, por obtener cifras hasta hace poco inimaginables, venden sus casas para ser demolidas (imposible de impedir sin el inflexible manejo municipal de indicadores y usos urbanos que desmotiven la escalada de ofertas irresistibles y por el mero valor de la tierra. Entonces, Planeamiento debe integrar esta gran ‘movida’). Precisamente, desde Güemes se viene destruyendo ese tejido tan coherente y

consolidado de chalets para proliferar en locales comerciales hasta el peligroso límite de saturación y capacidad ociosa. Y aquí, el curso de colisión frontal: son locales de buen nivel y actualizada concepción, comparables a los ¡60! ó ¡¡300!! que se podrían sumar. Me asusta. Si todo funcionara algo estaría muriendo, porque sería una situación distinta a la que, hacia el ´94, tuvo que enfrentar el ‘Shopping Los Gallegos’, emergiendo de la chatura de negocios mezquinos y obsoletos que aún perduraban. En lo cercano, fue un gran factor de progreso, pero… con sólo 150 locales hizo decaer a la consolidada Peatonal. La torta marplatense aún es chica y no alcanza para todos, se avanza canibalizando. Entonces: ¿éste complejo, va a propulsar o va a aplastar ? Y traigo a colación un triste ejemplo únicamente aplicable en cuanto a tamaño bruto ¡bien bruto!: el Bristol Center. Cáncer incurable, siempre tuvo vocación cadavérica y David Dalmiro Montes - Arquitecto

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propio de estos monstruos, no sólo para su desgracia… Inmejorablemente ubicado, en la manzana germinal de Mar del Plata y en lo que pudo seguir siendo el punto culminante del ‘centro’, aún si hubiera sido terminado y bien, con sus 500 locales no hubiera sobrevivido, no podrían ni iluminarlo, ni mantenerlo… y no sólo por su perimida concepción de galería comercial. Aún si hubiera quedado totalmente terminado, ¡gran inauguración, discursos…! hace décadas que sería un paquidermo muerto, a lo sumo, menos tétrico y depreciador inmobiliario que lo ahí yace. Este nuevo emprendimiento, tan sólo por su envergadura, bien o mal, también incidirá a escala urbana. Y “escala urbana” no implica ‘enorme’ ni que tenga que cubrir las dos manzanas. Pero sí algo mucho más meditado y responsable que lo que me estoy viendo venir. 4) EL MITO DEL CENTRO CULTURAL : La gente que en un discurso escucha “Patria” “Dios” “madre” “ centro cultural”… aplaude llena de emoción. Muy astuto: ¿quién (públicamente, me refiero…) puede tirarse contra un centro cultural sin ser despreciado y tratado de bestia? y ahora, el vecindario está reclamando a viva voz el centro cultural que, para zafar del trance, le metieron en la cabeza. Porque aquí, luego de que indiferentes y eufóricos ante el ‘progreso’ de los años ‘60 y ’70, muy pasivamente vimos desaparecer un patrimonio único e irrepetible, ahora, escaldados y culposos, cada vez que nos asalta el horror ante una nueva demolición, gritamos: “¡un museo!” “¡un centro de exposiciones!” “¡ámbito para eventos culturales!” “¡centro cultural con soporte comercial!” Bien: ¿cuántos vamos a acumular y con qué? Y éste… ¿no será un Caballo de Troya de algunos para copar esa dorada ciudadela? Me corroe recordar todo lo que hemos perdido, (estoy haciendo un libro ¡deprimente…!) pero si el conservacionismo se separa de lo económicamente sustentable, conduce a daños peores. En 1990, paradito y birome en mano junto a un letrero en San Martín y Córdoba: “demoler nuestro pasado no es construir nuestro futuro” yo mismo colaboré en la recolección de firmas para que se expropiara y transformara en algo por el estilo la Villa María, (la mansión Emilio Rodrigué, Bolívar y E. Ríos. ¡Kaputt!: hoy está creciendo un enorme edificio…). ¡Magnates de la cultura…! tenemos: (específicamente hechos) el Museo de Ciencias Naturales y unos chiquitos en el puerto, y se viene el ya concursado Museo de Arte Contemporáneo en la ex ‘canchita de los bomberos’… El gran hall del Palacio Municipal, en breve tendrá un destino cultural inespecífico, muy similar al que tiene y ocasionalmente prestan, la Biblioteca Pública, el foyer del Auditorium o el ex taller de O.S. de Güemes y, en el futuro, la vieja usina del puerto en reciclaje (sería un extraordinario documento con su fantástica maquinaria de vapor, calderas, condensadores, generadores y tableros, pero… fueron vendidos como chatarra) y, cerca, (M. de Hoz casi 12 de Octubre) también el olvidado galpón de los franceses constructores del puerto… Villa

Victoria Ocampo, sobrevive con conciertos, conferencias, exposiciones transitorias y donaciones; la neo normanda Villa Ortiz Basualdo, (hoy Museo J.C. Castagnino) con su interior Art Nouveau y excelso mobiliario secesión vienesa de Serreurier Bovy, más donaciones y eventos fugaces, logra sustentarse a duras penas, pero la villa Unzué Casares hecha ‘Museo Vilas’ por poco exponía sus slips con tema de raquetitas… (hoy emerge de una pollera de toldos con mesas ¡Agradecido!); el ex Hogar Unzué aún en trabajosa restauración, está siendo reciclado a centro cultural de ¡dos manzanas…! Los grandes hoteles alquilan espacios, y, ¡aviso!: si por ventura, desgracia o no se qué, se llegara a terminar el paralizado basamento comercial del Bristol Center, gracias a un convenio ‘transa’ de 1970, el Municipio sería propietario de un gran ‘área cultural’ en el 2ºpiso… por ahora es virtual y permanece bien ventilado. En 1999, el Intendente E. Aprile al recibir de la gobernación el edificio de la hoy ex terminal, dado su valor histórico y estético, en su Ordenanza 13.127 decretó su “uso David Dalmiro Montes - Arquitecto

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público como bien cultural de interés patrimonial”, o sea: reciclaje para…centro cultural. ¡Aplausos! (yo hubiera hecho lo mismo) Bien: aparte de este stock (y cines y teatros ociosos la mayor parte del año) ¿qué mostraremos ahí? ¿Fotos antiguas, el archivo La Prensa, una vieja afeitadora Remington, un Wincofón, una Singer, vestidos victorianos, un ropero Art Déco y sus mesitas de luz, una Smith Corona, restos de la rambla barroca…? Eso ya lo tenemos: son testimonios interesantes, y también los empeñosos y conmovedores malabarismos a los que la gente de la hermosa Villa Mitre recurre para conservarla…es para agradecerles, desde luego. ¿Cómo se va a mantener éste? Hay ‘excusas’ que banalizan la cultura. Les lanzo una revelación sorprendente, originalísima ¡y de mi propia cosecha!: Mar del Plata no es Buenos Aires ni París. En estas 3 propuestas: ese ‘área cultural’ a ubicar en el edificio histórico ¿es algo más que un mero letrerito, un trazo grueso en lo poquísimo que se ha dado a conocer? (si es que hay algo más…) ¿De qué secciones va a constar? ¿Las habrá? Para… ¿cuadros, esculturas, fotos, objetos, antigüedades, colecciones…? ¿permanentes, itinerantes? ¿museo temático? ¿locales multiuso o específicos, con luz natural o con luz artificial? ¿microcine, conferencias, música de cámara? (hoy todos los cines son ‘micro’; me refiero a las pendientes, aislación acústica para ruidos callejeros, acondicionamiento acústico interno y según para qué tipo de frecuencias, aire acondicionado independiente, etc) ¿Habrá subsidios

estatales? ¿mecenazgos? ¿cobro de entrada? ¿costeo conjunto? ¿lo alquilarán empresarios del arte o el espectáculo? ¿Hay algún convenio con instituciones exitosas (tipo PROA) para que funcione como filial? o… ¿“ Ya se verá llegado el momento” ? Si esto tan básico no fue definido de arranque ¿entonces qué se ha proyectado? Y si se lo ha dejado como una globalidad a definir ¿entonces cómo determinan la inversión? ¿en cuánto incide en el costo de explotación de todo ese conjunto? ¿qué números… qué ecuación económico financiera se barajó para la Iniciativa Privada? ¡¡etcétera…!! No hacen falta conocimientos profundos para advertir las tremendas oscilaciones que pueden provocar estas variantes más otras que voy a señalar más adelante. 5) EL VIEJO EDIFICIO: Empecé hablando de “preocupación” y más adelante, de un “pequeño detalle” que me temo apunta al abierto incumpliendo del mandato de ‘reciclar’. Reciclar, volver a usar en un nuevo ciclo, sobreentiende el rescate mayoritario, aunque puede no obligar a una puntillosa y casi científica restauración como la que se ha hecho en el Teatro Colón (se prefirió dejar, ostensiblemente, espacios vacantes si no se contó con el original para reproducir con absoluta fidelidad: materiales, artesanía de la época que sea, etc). Al contrario: permite una gran creatividad, incorporando por

necesidad del próximo destino o de imagen, partes o elementos nuevos, a condición de mostrarlos como tales sin confundirlos con el original, y que tales elementos no pasen de cierta proporción muy secundaria, a menos que se los adose claramente como ampliación (ver perspect. Pelli). O sea: implica conservar y poner en valor sin cambios irreversibles (principio de mínima intervención) y, obvio, sin eliminar partes o aspectos esenciales, porque de lo contrario sería mejor demoler todo y listo. (Ej: los docks de ladrillo de Puerto Madero y lo que se está haciendo en el Correo Central para un cambio programático completo; no alterar el aspecto de la cúpula cubriéndola con leds fue un alarde). De la obra barroca original de Jules Dormal, (que no fue de las mejores) sólo perdura: la

volumetría general, el exterior con columnatas, arcos y muros embuñados y la soberbia estructura de hierro y vidrio del hall central. Hacia 1940, acumulaba serios problemas: ruina prematura, desprendimientos de ornamentos de las tres fachadas, pero, sobre todo, peligro de derrumbe de las dos cúpulas y la torre de relojes. Al debilitamiento por los ‘óculos’, desmesuradas aberturas elípticas que comprometían la estabilidad de estas estructuras de compresión, se sumaba el peso de unos abultados pináculos y punzones que las remataban más la acción deformante por su balanceo. Una generalizada David Dalmiro Montes - Arquitecto

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remodelación, rigidización y refuerzo, eliminó la profusa ornamentación y rellenó esas aberturas (en las ahora lisas superficies en gajos de la cúpula grande, se notan los parches, más en días muy húmedos). El resultado es el actual: un aspecto macizo y rotundo, anodino en la planta alta, pero de sobria y suntuosa retórica academicista en la planta baja, particularmente en la esquina curva de la entrada principal, además, influencias Art Déco en la torre de los relojes. Una imagen que, aunque anacrónica para los ’40, fue muy digna y adecuada para su función. (Y las podas no terminaron allí: suprimido el uso ferroviario, se vendió la manzana posterior hasta Alvarado, sacaron un andén y las señales semafóricas, demolieron un tanque cilíndrico de ladrillo y arcos ciegos, muy típico, que estaba cerca de Garay y un interesante galpón para correo y mercancías que, apaisado, corría a lo largo de Sarmiento. Ejemplares de la ‘Tradición Funcional Inglesa’, como los que hoy están siendo restaurados en todo el mundo y que ahora nos vendrían muy bien. No hace mucho, se eliminaron las mansardas curvas de tejuelas de cinc sobre la planta alta, cuya huella subsiste en el revoque de la torre. Y, se verá, le pueden pasar cosas mucho peores).

Pero más valioso aún que el exterior, y bastante conservado, es el hall central y su imponente estructura con cubierta de hierro y vidrios, (pintados y sucios) sus dos arcos dobles de 30m c/u sosteniendo, titánicos, una pared vidriada (visible desde Las Heras) y las grandes vigas reticuladas Pratt y Warren para las cabriadas de las seis crujías transversales con techos a dos aguas (visibles desde Alberti). Grandioso documento de arquitectura ferroviaria que, pese a estar muy obstruido por la caótica profusión de cartelería y kioscos, encierra un recinto enorme y diáfano. Pero la gente en tránsito… apurada, tensa, buscando boleterías, corriendo, cargando equipajes, distraída por el griterío visual y la fealdad de tanta basura agregada, o simplemente por ese mirar sin ver, en su mayoría no lo tiene registrado ignorando esta irrepetible joya industrial suspendida en lo alto. Pero, tal como está, tampoco motiva a detenerse y contemplarla, no sólo porque no luce frescos como las bóvedas de Galerías Pacífico… ¡las palomas…! Y por viajar en auto o avión, casi todas las personas que conozco, tras años sin haber pisado la terminal, sólo logran evocar sordidez con olor a acaroína. Pues, les advierto que toda esa tardía joya de la Revolución Industrial peligra. 6 ) El RECICLAJE EN LAS TRES PROPUESTAS: (viendo en un folleto su violación, fue que encaré este escrito que iba a ser el archivo adjunto de un mail de, a lo sumo, 2 carillas…)

En marzo, no pude presenciar la exposición en el Consejo Deliberante, pero según lo que puedo interpretar a través de publicaciones, folletos o videos ‘You Tube’, (todo muy vago y global, un poco más que definición de partidos, mucho menos que anteproyectos… Si en base a eso se va a decidir, es peligroso) sólo una propuesta se atiene a ese compromiso. * ‘Idear’ (Arquitecto Almeyda): aparenta cumplir con el reciclaje, tanto de las fachadas (se las ve sin cambios, entonces uno deduce que las dejan tal cual, pero puestas en valor) como del techo del hall. (que aparece tal como se lo ve ahora, con sus 6 crujías a dos aguas cada una, tanto en vista como en las perspectivas de recorrido aéreo) Respecto a esto: luz verde. * Grupo Roig (Arquitecto Pelli): aplicando el mismo criterio, también aparenta reciclar

fachadas, pero sin justificación posible, reemplaza ese valiosísimo techo por otro dominado por una grande y moderna claraboya. Me gustaría saber qué opinaría si a su fantástico e inmenso jardín de invierno del Word Financial Center de Nueva York, se lo reemplazaran sin necesidad por una hermosa claraboya… Gravísima intentona (pero, dentro de todo, fácil de desistir sin cambios radicales) -fotos al final- ¡Luz amarilla! * ETSA: (Arqs. Mariani-Maraviglia-ver fotos al final-) bueno…¿¡luz, luces rojas, muchas…!? De sólo atisbar el folleto con sus fantásticos renders, creo que para ellos lo más expeditivo para la venerable estación Sud, serían unas buenas bombas. No hablo de estética y ni la pondría en duda, pero… ¿Y el edificio que todos tenemos internalizado? con sus arcos de medio punto y algunos arcos rebajados ahora aplanados a dintel recto; David Dalmiro Montes - Arquitecto

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sus embuñados clásicos suprimidos; las balaustradas y cornisamentos también; la cúpula mayor demolida y reconstruida para pasarla de parabólica con nervaduras y cornisas a semiesférica desértica, la cúpula menor despojada de sus hoy irrepetibles lucarnas de cinc y, ambas, alisadas como un confite; en la terraza de arriba, las típicas ventanas verticales con persianas de chapa, son reemplazadas por esas seguidillas de ventanitas muy características de una época anterior del estudio; el impecable revoque arena tipo piedra París, virado al encandilante blanco mediterráneo de la nueva época… en fin, lo cambian de cierto estilo academicista a look marroquí… argelino, con minarete y todo…¡muy ingenioso! y sería adecuado que 8 árboles por Alberti, fueran palmeras datileras…(representados en una planta baja que no escaneé) No es lo pedido; espero que sea un chiste pasajero y no un globo de ensayo para tantear reacciones. Aquí no sólo el exterior es modificado por completo, también eliminan la estructura de hierro y vidrio, que por lejos es lo mejor del edificio y que ninguna ciudad se daría el lujo de perder. La perspectiva aérea que muestra el techo laminar plano, es evidente: esta larguísima tapa, si la imaginamos avanzando desde Garay, debiera terminar en la torre de relojes, (¿quedarían los relojes…?) pero sigue y avanza (sobre lo que, hasta ahora, está cubriendo esa estructura) hasta casi tocar las cúpulas esquineras de Alberti. Por insuficiencia informativa de la documentación que se viene publicando, creo que existiría una posibilidad que haría de esta advertencia una falsa alarma: dado a la gran altura que este nuevo techo estaría suspendido, podría sobrevolar empaquetando a los 6 existentes y, tras quitarles vidrios y chapas, dejar la poderosa estructura de hierro como un esqueleto virtual, un recuerdo. Pero esa solución, que sería insólita y espectacular, no se vislumbra en absoluto en ninguna de las representaciones gráficas del folleto (parcialmente incluido al final. Ver fachadas, perspectivas y planta baja,) o lo publicado en el suplemento especial que le dedicó ‘La Capital’. Es sólo una esperanza en el límite del concepto de ‘reciclar’, un delirio que corre por mi cuenta. Pelli intenta la misma tropelía, pero dije que le sería sencillo desistirla. No es éste el caso: ese techo corrido les aporta unidad entre el edificio en look marroquí y lo nuevo. Contarles de mi asombro al descubrir que casi nadie registra y por lo tanto no valora, la estructura sobre el hall central, no fue como diciendo “¡qué barbaridad!”. Si ésta fuera suprimida, el pataleo público sería débil y breve, porque “lo que se ignora… 7) LA CALLE RAWSON: Rawson cortada es inadmisible, su apertura debiera ser otra condición obligatoria y esta propuesta es la única que la incluye, (a la de Pelli, teniendo casi restringido su edificio a la primer manzana y semi parquizando la otra - un excelente aporte- le resultaría fácil hacerlo, quizás algún puente peatonal desde el 1er piso…) pero no les

va a ser tan sencillo y funcional como lo dibujan y lo describe Jerónimo Mariani: (sic) “…hoy para llegar a la Terminal hay que subir unos cuantos escalones. Eso provoca un desnivel. El edificio nuevo va a generar un plano a ese mismo nivel del edificio existente y ésa va a ser la planta baja del edificio, con lo cual bajando sólo medio nivel la calle tiene continuidad…”. (¡rezar que los flamantes desagües funcionen a perpetuidad…! y que por ahí sólo entren kartings…) Lamento pinchar tal globo: si me atengo a eso, tales escalones, (7, incluyendo el cordón de vereda) apenas si acumulan 1,30m de altura… que se les va a ir en

la estructura para salvar esa calle sin apoyos intermedios más espesores constructivos de la planta baja (contrapisos, pisos, etc.). Si la apertura es de uso público, como prometen, no podrá tener restricciones ni dimensionales ni horarias. Entonces, como deberá estar 100% bajo nivel, será un túnel enterrado unos 3,50m para darle altura libre mínima reglamentaria, (camiones, colectivos…) y sus rampas para bajar y subir, no van a ser, ni cerca, lo breves que muestra la planta del 1er. subsuelo, (unos 6,00m) tendrían unos 18m de largo cada una… Pero, tampoco podrán quebrar desde la misma Línea Municipal, David Dalmiro Montes - Arquitecto

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(como lo expresa la planta baja) si es antirreglamentario para la bajada al garage de una

casa, más para una calle… entonces, deberán disponer rellanos nivelados en Sarmiento y en Las Heras de unos 10m (el largo de un colectivo urbano). Entre líneas municipales de ambas calles hay 86,60m, entonces, abajo quedarían 66m útiles para ambas rampas y un tramo central nivelado de unos 30m flanqueado por los grandes estacionamientos subterráneos (impecable solución funcional, para esto… pero para Rawson: un antro sórdido y peligroso, que de noche no tardaría en terminar cerrado con dos buenos portones…). Y si me atengo a lo dibujado, (según unas escalinatas exteriores) la planta baja estaría unos 2,20m sobre las calles y Rawson debiera descender menos, (unos 2,40m, y ese tramo nivelado de abajo aumentaría a unos 40m) mejoraría. Quiero decir: como alternativa de

apertura es factible, pero aún en esta última versión, como calle pública sería artificiosa, exigida, incómoda, peligrosa, amenazada por inundaciones, y la planta baja ya no les quedaría tan continua y fluida como la muestran, (a lo sumo lo sería en un área central, pero aparentemente allí habría una especie de claustro hundido). Tampoco serían tan francas esas entradas con puertas giratorias por encima de la boca del túnel, porque estarían sobre una protuberancia mucho mayor que la que representa la fachada por Sarmiento…o no estarían, dado el socavón necesario para que un colectivo no se decapite a bañadera… (¿La mejor solución?: la del Shopping Alto Palermo, que interrumpió la planta baja para abrir y dejar pasar Arenales a nivel y, a la vez, le pasó por arriba con las plantas altas. Es un túnel, pero 20m más corto y con festivos laterales flanqueados por vidrieras. Un proyecto distinto.) Y veo

más aspectos inaceptables. Uno: el alargado pulmón/jardín promete ser un bucólico lugar para estar entre el verde y protegido del viento; eso puede ser, pero en la cruda época del solsticio invernal, (ahora) tendría sol pleno (a 40º rozando los edificios de Alberti, aunque lejos del cono de sombra) sólo unos 50 minutos desde las 11 hs, (tal como las calles paralelas) en el resto del tiempo, fluctuarán sus sombras propias hasta una rápida cobertura total por el resto del día solar. Otro: el planteo de Shopping, introvertido, mirándose el ombligo, (el ‘mall’, aquí ese elaborado pulmón) no aporta vida a las veredas durante esas 2 cuadras más Garay. Otro: el inapropiado monumentalismo para esa barriada (ese techo continuo de unos 170 m de largo y a la altura, estimo, de un 6º ó 7º piso…volúmenes ciegos de 50m de largo…-ver reproducciones-) E, insisto: los ¡300! locales… He concentrado mi análisis sobre el proyecto de Mariani-Pérez Maraviglia, primero, porque siempre lo hago, me resultan sumamente interesantes, segundo, porque su mejor representación lo permite, y tercero, porque el profuso apoyo mediático que recibe aumenta su posibilidad de ser materializado. Con las obras de este estudio, la ciudad siempre ha dado un paso adelante, pero, en este caso, si yo fuera miembro de un jurado le votaría en contra, aunque en un concurso, por sólo trasgredir premisas, como en este caso ‘reciclar’ y toda su clara normativa, resultarían descalificados. Además, el hecho de que en la ciudad incorporemos una obra de Pelli, compatriota que, como Cesar Milsteijn tuvo que triunfar internacionalmente (pero desde afuera) para poder terminar siendo, muy tardíamente, un profeta en su tierra…sería un notorio aporte para nuestro patrimonio. Además: su propuesta, aunque muy poco explicitada y con esa seria amenaza de claraboya sustitutiva, potencialmente me resulta la mejor. 8) 2 SUGERENCIAS para no limitarme a criticar sin al menos aportar alguna idea. Esa Ordenanza 13127, determina lo más rígido e ineludible: el ‘Centro Cultural’ en el edificio histórico. Ya me expresé sobre la escapista liviandad con que proliferamos en este tipo de ‘centros’ y afines, pero escribiendo esto, me he dado cuenta que, además, aquí ese programa no se resolvería con sencillez. Es engañoso. Entonces, salgo del esquematismo en el que yo mismo incurro con mis preguntas al presuponer, (no muy David Dalmiro Montes - Arquitecto

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imaginativo) un planteo ortodoxo para un ‘centro’ en este fantástico recinto de origen netamente ferroviario y tecnológico pleno de luz natural, (que para este uso no es muy deseable, decolora cuadros, fotos, telas…) e invierto el proceso normal: dado el edificio,

buscarle contenidos. Y también, para atraer a los padres remolcados por los chicos, pero sin la alineación de juegos electrónicos: (recuerdo que en el supermercado ‘Elefante’ de Av. J. B. y Santa Fe (1980) hoy ‘Disco’, las madres decían que vivían en la otra punta de la ciudad “…pero los chicos…” Aún sin nada especial para ellos, el lugar les resultaba divertido).

a. UN MUSEO FERROVIARIO: Sería un homenaje en el sitio más preciso y algo muy distinto, un museo temático dedicado al gran propulsor de la expansión argentina. Los chicos jamás vieron, ni mucho menos experimentaron la sobrecogedora emoción de ver de cerca una locomotora de vapor en pleno esfuerzo. Por lo menos, que vean algunas jubiladas pero restauradas, bien bruñidas, coloridas, sus cabinas con sus válvulas, comandos, palas, atizadores, niveles y manómetros. Aún se pueden conseguir. Y, quizás, alguno de aquellos lujosos vagones dormitorio de madera, bronce y cuero que llegaban allí, incluso algún furgón de carga gris, o de cola, anaranjados, torreta y balconcito. Exhibirlos en el hall central y explotando su gran altura, un puente de señales esmaltado a full, e iluminado. Un coche comedor usado como bar en el viejo bar y visible desde Alberti…Y en el primer piso:, faroles de aceite, telégrafos, uniformes, relojes, campanas, timbres, la réplica de una sala de agujas con sus palancas multicolores y bronces lustrados como la que ¿aún existe? en el andén cerca de Av. Jara… y videos con sonido, bibliografía, revistas, recuerdos de los 45.000km de vías con las estaciones que supimos tener y los 30.000 que supimos perder…Los del Ferroclub Argentino, o el Museo Nacional Ferroviario seguro que ayudarían. ¡y Pino Solanas podría venir a ladrar! Los ferrocarrileros, fanáticos y melancólicos, somos ¡infantiles! (Y capaces de haber escrito todo esto tan sólo para inducir a esto…). b. UN LABORATORIO INTERACTIVO DE FÍSICA PARA LOS CHICOS: lentamente Mar del Plata se está posicionando como un polo tecnológico y necesita un lugar simbólico, excitante y disparador de vocaciones hacia las ciencias duras. Tenemos gente, PIMES de software, Facultad de Ingeniería y allí mismo, un personaje que en algo podría asesorar… se trata del Ingeniero Mario Benedetti, profesor y director del Laboratorio de Instrumentación y Control, Investigador Principal del CONICET quien, desde 1974, es agregado científico permanente del CERN. Allí integra uno de los 2 grupos argentinos y está contribuyendo a desarrollar, junto a 3 discípulos marplatenses, nada menos que partes del LHC, acelerador de partículas subatómicas, (aparatito de 8,5 km de diámetro a 100m de profundidad en la frontera de Suiza y Francia) para el experimento de colisión más extraordinario jamás hecho y que algún estúpido llamó “la Máquina se Dios”. “¡No puede ser! ¿Cómo va a ser tan notable si vive a la vuelta de casa…?” ‘Eso’, y una conexión a EDEA… por un lado. Por el otro: en Nueva York, esquina de 57 y Madison, hay un enorme y sofisticado jardín de invierno (¡ojo!: no llega ni la mitad de nuestro hall incluso en altura promedio) con un tupido bosque de cañas y algunos sectores sin luz natural, ‘cajas negras’. De libre acceso, pulula de padres con sus chicos y adolescentes que, entre el verde, re copados, juegan. ¿A qué?: los pibes sumergen un aro en una solución, lo levantan y bajándoselo como un sweater quedan dentro de una burbuja gigante e iridiscente, otros corren propagando globitos, y paneles explicativos les cuentan sobre “tensión superficial”. Y así… accionan péndulos, Jaulas de Faraday, experimentos elementales de energía cinética con autitos, provocan movimientos armónicos de resonancia iluminados con estroboscopios, sacan y ponen lentes para fenómenos de óptica, acústicos, electromagnéticos, poleas…hay chasquidos, impactos, misteriosas luminosidades, risas y caras de asombro con auriculares, pantallas interactivas y personal experto que David Dalmiro Montes - Arquitecto

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deambula, vigila y explican todo con mucha buena onda, robotitos cibernéticos que serpenteando por los caminitos y esquivando gente ofrecen Coca-Cola y… abnegadas computadoras que los pibes le conectan y desconectan plaquetas y van viendo los resultados en monitores bien puestos a salvo… Las hay por todos lados. Todo en ese laboratorio, realmente básico (y de baja tensión) es barato y, casi, casero, como sacado de Mecánica Popular (salvo, claro está, esos cargosos robotitos y el surtido de computadoras). Entre las cañas, y a través de taxis amarillos y limousinas, se ve el paseo con mesitas del AT&T Building. Unas puertas de cristal conectan al concurrido mall del Shopping de la Trump Tower hacia 5th Ave. y otras, idénticas, a un lujosísimo hall de una torre de 55 pisos de la firma propietaria de ese fantástico lugar, hecho para que los chicos entren y se les prenda la lamparita y, quizás, con el tiempo terminen en Apple Computer, Hewlett Packard… o Boeing. Pero ahí…el acceso es restringido, excepto y con suerte, que alguno de ellos solicite el service para alguna pobre computadora muy bien quemada. Es el ‘IBM Headquarters Building’. Los imperios no son casuales.9) RÉGIMEN DE INICIATIVA PRIVADA: (aparte de las disputas por formalidades de la presentación) este sistema básicamente bueno y operativo, de puro flexible se presta a ser abusado. Presentar poco más que bocetos preliminares, incluso contradictorios y por lo tanto, con cualquier número o estimación de tiempos y compromisos, no debe servir para “poner una pica en Flandes y después, veremos”… Si bien para ser declarado ‘iniciador’ no hace falta un proyecto desarrollado ni montos precisos, semejante grado de indefinición, sí puede asegurar algo: problemas. Las ventajas otorgadas al iniciador, a la hora de licitar son muchas y en premio a un mérito meramente cronológico: haber llegado primero. La propuesta Roig/Pelli, con tantas probabilidades de ser elegida, debiera ser aún más explícita, aunque quizás, la presentación de ETSA/Mariani, con su gran realismo y calidad, sólo aparente estar más estudiada. Y si no me he referido a la de Idear/Almeyda ha sido porque, tal como fue mi objetivo inicial, me restringí a denunciar la (asombrosamente desapercibida en este peleado contexto) violación por parte de aquellos al clarísimo mandato de reciclar y que, como ya dije, este discreto grupo, según lo visto, lo cumple. Sin embargo, (para completar todo esto) me da la impresión de que Idear no va más allá de una toma de partido puramente externo. Si bien, como el de ETSA/Mariani, ocupa las dos manzanas, su tamaño no cae en un monumentalismo tan generalizado, es articulado, muy permeable al barrio, o sea: más accesible (tanto, que es protagonizado, y va siendo progresivamente techado, por una extensa rampa peatonal múltiple y quebrada, como ascendiendo hacia algún ignoto paraíso en los techos… promenade que en días de agua-nieve como éstos no parece muy tentadora, y, en unos tórridos del verano menos aún… Pero debe ser mi impresión, en el render animado de Youtube, se la ve muy concurrida). Un conjunto complicado, con artificios costosos de muy

dudoso resultado. Tan sólo lo que les he señalado, sobrevolando y cuestionando al azar, admite respuestas con soluciones tan distintas que provocarían enormes variaciones de costos de obra y después operativos, con los correspondientes escándalos, litigios y paralizaciones. ¿De esto saldrá el pliego de bases y condiciones para licitar? ¿Proyectos tan atípicos con inversiones estimadas por m2…? Hay patrimonio y futuro colectivo en juego.Disculpen tanto fárrago, pero… pese a algún toque ‘light’, notarán que todo esto me está empezando a enojar y me requirió desarrollarlo mínimamente para no sumar aún más inconsistencias. Tener que opinar sobre el trabajo de colegas, no me fue sencillo y sí sumamente desagradable, pero ésta es una cuestión de interés público. Veo que se David Dalmiro Montes - Arquitecto

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cuelan fuerzas que, sin más fundamento que el hacer cosas o coleccionar obras emblemáticas, o negocios a futuro, o poder… terminan empleando sus recursos, algunos dignos de mejor causa, para manejar más de lo debido, incluso a la gente. Quise aportarles elementos de juicio para su tarea periodística, y aunque no agoté lo que podría escribir en una crítica arquitectónica integral, (que no me correspondería) procuré ceñirme a aspectos muy concretos, visibles y fáciles de comprobar, filtrando todo lo que pude opiniones exclusivamente estéticas o subjetivas. Tengan en cuenta que a los arquitectos no nos es fácil… si lo fuera ¡mala señal! Tras mucho dudar y venir postergando intervenir, aunque sea por un medio tan discreto, mi bronca ante tanta mala fe, liviandad y hasta engaño pudo más y he asumido esto como un deber profesional y ciudadano. Los saludo muy atte.-

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1- Propuesta de Mariani

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2- Propuesta de Pelli

Notar que en la perspectiva aérea se representa el edificio histórico sin modificaciones, pero desprovisto de su techo industrial sobre el gran hall. (Debieran verse las 6 crujías sucesivas a dos aguas paralelas a Sarmiento). La mitad de la nueva cúpula traslúcida (‘la claraboya’, según se ha transcripto su descripción oral) está invadiendo ese área.Propuesta del ‘Grupo Idear’ (Arq. Almeyda): Conserva el techo. Ver perspectiva de recorrido aéreo en el render animado You Tube.-

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