Story Transcript
DUELO ANTE LA MUERTE FETAL O NEONATAL En la mayoría de los casos, el embarazo, tiene una evolución positiva. Aunque no podemos olvidar que, en ocasiones, acabe bruscamente con un aborto, una muerte fetal o neonatal. La reacción ante estas posibles evoluciones negativas, tiene muchos elementos comunes con la reacción ante cualquier otra muerte. Pero el embarazo presenta unas características diferenciales que debemos tener en cuenta.
Generalmente la muerte representa un shock brutal, pero si sucede durante el
embarazo máxima expresión de apuesta por la vida el impacto puede ser mayor. Esta situación puede agravarse por la actitud de los profesionales sanitarios.
Los profesionales sanitarios deben conocer la importancia del acompañamiento en el duelo, evitando obviar la atención necesaria que
aumenta
la
morbididad
posterior.
Hay diferencias según momento y el motivo de pérdida. No es lo mismo situaciones previsibles que las inesperadas en todos
el la en en
los casos el duelo y sus reacciones son comunes.
SITUACIONES MAS FRECUENTES
En los últimos años es notable la disminución de la mortalidad perinatal que junto con la disminución del número de hijos por pareja hace que el embarazo esté envuelto de expectativas altas de tener hijos sanos no estamos acostumbrados a vivencias negativas. Muerte fetal. Aborto espontáneo. IVE.
REACCIONES HABITUALES El duelo ha sido estudiado por diversos autores. Unos siguen el modelo Kübler-Ross negación, ira, pacto, depresión y aceptación. Otros el de Bowlby que es uno de los máximos estudiosos del tema.
FASES DE BOWLBY Aturdimiento interrumpido por momentos de ira o tristeza intensa. Anhelo y busca de la figura perdida, que puede durar tiempo. Los lloros y la cólera son las reacciones más habituales. Desorganización y desesperanza ligada a la dificultad para tener objetivos vitales. Reorganización, en esta fase el duelo empieza a convertirse en recuerdos afectivos.
No hay procesos lineales y exactos en el duelo. Cada persona lo maneras diferentes.
vive
de
Las reacciones no siguen un orden cronológico. ES FUNDAMENTAL SOPORTE.
EL
REACCIONES Shock inicial: negación, incredulidad o sensación de que no ha pasado. La negación puede ser más intensa en los abortos. Rabia: puede dirigirse al mensajero (p. sanitario), hacia Dios, hacia la familia... Sentimiento de culpa: dirigido a uno mismo. Miedo: a la propia muerte y a la del resto de gente querida. La muerte y la pérdida hacen que salgan sentimientos guardados muy dentro.
Tristeza: falta de ilusión que puede disminuir la atención hacia uno mismo y hacia los demás (otros hijos...). Los profesionales debemos valorar y tener en cuenta este punto en los cuidados. Depresión: Los rasgos depresivos iniciales acompañan normalmente el duelo. No se puede etiquetar de depresión los sentimientos reactivos ante una pérdida. Si la situación se enquista deberá valorarse el problema y derivarlo al profesional adecuado.
ORIENTACIONES PARA EL ACOMPAÑAMIENTO EN EL DUELO No existen normas sobre como acompañar ni como ser un “experto” en estas situaciones, pero sí hay orientaciones que nos pueden servir. Como comunicar noticias.
las
malas
Este paso no siempre se hace, por varias razones (el prof. no ha intervenido en el momento de la pérdida...), pero debe tenerse en cuenta diversos puntos.
Ser claros, adaptando el lenguaje de la información para poder ser comprendida con facilidad. Dejar reaccionar y aceptar las reacciones delante de la noticia. Teniendo en cuenta las reacciones propias de culturas diferentes. Dejar la puerta abierta para más explicaciones. Algunas personas reaccionan con el silencio y es conveniente que puedan volver para hablar de lo que precisen.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
El primer contacto es muy importante. Según nuestra actitud, las personas se sentirán o no apoyadas. ES IMPRESCINDIBLE: Escuchar, empatizar, mostrar serenidad, sin pretender dar toda la información a la vez. Ayudar a exteriorizar sentimientos, sin barreras.
los
Dar tiempo para expresar la rabia, la tristeza o la desesperación. Favorecer la despedida (*).
QUE HACER ANTE LA RABIA No tomársela personal.
como
algo
No defenderse ni justificarse. No reaccionar con hostilidad. No discutir (en ese momento) el contenido de lo se nos dice. No minimizar la rabia: “Tranquilícese, no es para tanto”. Valorar y aceptar la rabia: “Es normal que sienta rabia...”, “Está bien expresar la rabia”.
No intentar que razone/n. No ser paternalista. No interrumpir, escuchar. Mantener la calma. Centrarse en observar la emoción (intensidad) y no en las palabras que dice/n.