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EL DIA DE LAS BANDERAS ROJAS Escribe:
Reinaldo Miño
El 21 de Octubre de l,794,en una fría madrugada con niebla i con llovizna, varios duendes quiteños se movían cautelosos hacia las grandes cruces de piedra que se hierguen frente a nuestros templos coloniales. Llevaban, bajo el poncho o la garnacha ,unos banderines de tafetán rojo que iban a colgar, precisamente, sobre las cruces de piedra para que brillen a la luz del sol que pronto llegaría.... Las banderas rojas llevaban una inscripción en latín idioma cultivado, obligatoriamente, por todos los curas, rectores de la opinión ciudadana i por todos los intelectuales i gente culta de aquella época. Las banderolas traían, hacia el haz, de cara al pueblo, una leyenda latina a nuestro juicio fácilmente traducible: LIBERI ESTO. FELICIIATEM ET GLORIAM CONSEQUTO. Esta es la más extendida versión latina i para no abundar, la trae Monseñor González Suárez, célebre Arzobispo de Quito, i el dominicano José Maria Vargas. Por fin, un General de la Republica, Ángel Bedoya, trae leyenda igual. Todos los que comentan sobre las banderolas de la libertad, saben que, lo repetimos, para que no haya dudas, que en el haz estaba la leyenda señalada mientras en el envés, i dentro de una cruz de papel blanco, los duendes quiteños hablan escrito: SALVA CRUCE. Nuestro Castellano es hijo del latín i si le hacemos “adivinar” al más ignorante de los bachilleres de hoy como traducirían esa frase latina, me parece que no tendría dificultad en entender el mensaje escrito, pensado i muy bien elaborado por el Doctor Eugenio Chúshig Aldaz, un antiguo vecino nombrado Espejo. Banderas rojas en las que nuestro Precursor nos llamaba a ser libres i a conseguir felicidad i gloria, consigna válida para entonces i válida para hoy i cuya traducción, lo repito, parece fácil incluso para aquellos que no sabemos latín pero hablamos castellano. SEAMOS LIBRES. CONSIGAMOS FELICIDAD I GLORIA, en singular o en plural, en latín perfecto o imperfecto, es lo que se había escrito, lo repetimos de nuevo, de cara al pueblo. I detrás, lo repetimos, dentro de los brazos de una cruz blanca, estaba el SALVA CRUCE que muchos autores creíamos vocativo pero los entendidos dicen que se trata de un ablativo. Para salvar la cruz. Por salvar la cruz i no el salve, cruz que han traducido algunos autores. Lo uno adelante, lo otro atrás. Sin formar un solo cuerpo. Aprendimos desde muy niños que esas banderolas eran obra de los hermanos Espejos, de un universitario valiente i patriota, Vicente Peñaherrera, i de un maestro de escuela, Marcelo o Marcelino Pérez, al que torturaron sin consuelo los sayones de su Majestad Católica, porgue la letra de las leyendas dijeron parecerse a las del maestro. De paso, jamás se ha rendido homenaje a esta primera víctima del magisterio caldo en las garras del terror policial. Es necesario aclarar que en todos los autores la mayor variación de las leyendas está en que el LIBERI ESTO o LIBER ESTO ASOMA en singular o plural. I en la última versión asoma corro LTBERI STO. FELICITATM ET GIORLAM CONSECUUNTO Por desgracia, muchos autores no se atrevieron a traducir el latín “subversivo" porque era tan obvio que parecía escrito en castellano.
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La suposición de que Vicente Peñaherrera era el autor de esas banderas, se basa en una declaración jurada de dos oficiales de la administración del correo, documento leído en la causa estado seguida en 1.809 contra los autores de la Revolución del 10 de Agosto de 1.809. I Vicente Peñaherrera era MUY AMIGO DE ESPEJQ. Esto es lo que sabíamos hasta 1.978 en que se publica '”Eugenio Espejo, conciencia crítica de su época”, obra de varios autores de la Universidad Católica de nuestra Capital. Allí se lee una nueva versión debido al descubrimiento del serio investigador alemán Keedinq: “Espejo i las banderitas de Quito de 1.794. SALVA CRUCE” su leyenda latina tiene variación diminuta, porgue dice: LIBERI STO. FELICITATEM ET GLORIAM CONSEQQUUTO”. Igual a las anteriores? El STO. no será una contracción del PLURAL de ESTO? I así queda el latín correcto i no hay razón para alterar la obvia consigna de las banderas rojas: SEAMOS LIBRES. CONSIGAMOS FEICIDAD I GLORIA. La singular interpretación de Keeding se publicó en 1.974 ,la recogieron los estudiosos de la Universidad Católica en 1.978 i desde entonces muchos autores de años siguientes no siguen a Keeding i otros lo siguen. En cuanto a la traducción, esta es la kilométrica traducción de Keeding, que más parece fruto de la fecunda imaginación alemana: LIBRES SEREMOS BAJO LA CRUZ SALVADORA, DESPUES DE HABER ALCANZADO EL PROPOSITO SANTO DE GLORIA I FELICIDAD. Quien quiera que acocare las dos traducciones puede notar que el respetable autor alemán multiplica los verbos ,aumenta adjetivos i ya pone el SALVA CRUCE colocado atrás por Espejo, caro principal elemento de su extensa traducción Sostiene ,además que, de acuerdo al documento que ha descubierto, quien pagó para que se colocaran esas banderas fue el Marqués de Selva Alegre, Juan Pío Montúfar, i quien las colocó fue Mariano Villalobos, ambos amigos de Espejo. El marqués de Selva Alegre declaraba a Espejo, "como amigo por el que puedo decir que me muero" i Mariano Villalobos fue mártir del Dos de Agosto cuando los sayones de Su Majestad Católica masacraron, sin misericordia, a la intelectualidad quiteña, la mayor parte de los cuales, sin la menor duda, fueron discípulos de Espejo. Mariano Villalobos fue alabado superlativamente por Eugenio Espejo en su periódico "Primicias de la Cultura de Quito." Favor por favor, de seguro, que los amigos de Espejo, querían evitar que las autoridades a las que se habla ordenado castigar a los sediciosos, manden a mejor vida, como lo harían un año más tarde, a nuestro duende capitán, al que algunos frailes, otros bien pensantes, i otros por simple error histórico, quieren hacer manso i devoto súbdito de Su Majestad Católica. Los “del justo medio" tratan de atemperar, suprimir, lo de adelante ponen atrás - o sencillamente ni siquiera le dan importancia a las banderas rojas de Eugenio Espejo que desaparecen en sus biografías. Como no sólo los alemanes o los extranjeros i nacionales de viso pueden interpretar nuestra. historia, yo me atrevo a suponer i me parece que no me falta lógica, que el SALVA CRUCE puesta detrás de las banderas de Espejo, era una inteligente manera de ahuyentar a los cancerberos de la Santa Inquisición que con declarar a nuestros patriotas enemigos de la Santa Religión, podrían achicharrarlos en media plaza pública. Así se cubrían las espaldas nuestros conspiradores que sin la menor duda ya preparaban el levantamiento que tras innumerables derrotas iba a conducirnos a la Independencia que ganaríamos con Bolívar, en ardua i sangrienta lucha.
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En 1948 el eximio latinista Aurelio Espinosa Pólit escribe la Historia del Himno Nacional i glorifica a Espejo i da la vuelta a la tortilla porque pone el SALVA CRUCE DELANTE DEL LIBER ESTO. I pese a que se empeña en silenciar la primera estrofa del Himno nacional “sólo en el canto” no vacila el padre Aurelio en atribuirle las banderas rojas a nuestro luciferino Chúshig revoltoso, duende al que nadie cogerá, según lo declaró en su Ciencia blancardina ,escrita en Ambato ,donde maja a los "blancardos i declara reírse de los demás1 esconderse por necesidad i ser capaz de reírse de si mismo”. Oigamos al padre Aurelio alabando a nuestro Chúshiq genial ,al que yo he llamado muy respetuosamente ,duende inasible: "indignados los hijos del yugo que te impuso la ibérica audacia de la injusta i horrenda desgracia que pesaba fatal sobre ti. No son estos versos caro un eco de las inflamadas predicaciones de Espejo, el indígena de cuna humilde i corazón excelso, el primero que, con intuición de visionario ,concibió el plan gigantesco de la independencia americana? Sus inquietudes, su prestigio, su fuerza persuasiva ,su propaganda penetrante, su vida, en fin, sacrificada por su ideal, dejan profunda huella, sus banderolas con la inscripción SALVA CRUCE LIBER ESTO. GLORIAM ET FELIICITATEM CONSEQUUTO (Al amparo de la cruz sé libre. Alcanza tu gloria i felicidad) no flotaron en vano en el cielo de Quito el 21 de Octubre de 1.794." Pese a estas alabanzas muy sinceras a nuestro precursor, el "padre Aurelio” como se lo trató siempre en los círculos intelectuales i políticos a este eminente jesuita propuso suprimir "sólo en el canto" la primera estrofa en que Juan León Mera condeno al colonialismo en nuestro Himno nacional: Santa voz a los cielos alzaron, voz de noble i sin par juramento, de vengarse del monstruo sangriento1 de romper ese yugo servil. Esta estrofa les estorbaba, primordialmente, a los herederos del yugo feudal que, disfrazados de "hispanistas", no querían tocar ni recordar el yugo que pesan sobre nuestro pueblo tras largos siglos. Pero el texto de las banderas rojas ya tienen traducción de un latinista de primera, aunque, por lógica conveniencia, él pone delante lo que Eugenio Espejo puso atrás. Han proliferado las biografías, las exégesis, los afanes de amansar a Eugenio Espejo. Todos los grandes hombres son manipulados para actuar a favor de tal o cual doctrina, de tal o cual manera de enfocar la historia i de juzgar el papel de nuestros precursores o libertadores. No me importan los críticos del color que fueren. Para engrandecer a Eugenio Espejo, basta pensar las persecuciones que soportó de parte de las autoridades coloniales. La estrategia de Espejo fue muy clara. Era indio, Indio lo dijeron una i mil veces tratando de impedirle que estudie, que trabaje, que hable. El se dio modos para hacerlo. No podía, de ningún modo pelear contra la Iglesia que tanto poder tuvo en la época colonial i mucho más el poder de la Inquisición ante la que todo el mundo temblaba. Espejo se cuidó muy bien de no provocar a la Santa Iglesia pese a que, el propio arzobispo de Quito decía que sus obras
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huelen a impiedad. I no podía provocar al Rey porque cuando majaba, por "osado hasta lo surto" i por 'atrevido" a las autoridades locales, declaraba al Rey su justo i humano protector, pese a que, en La defensa de los curas de Riobamba, decía que por "culpa de los cobradores del tributo” los indios, no él, creían que el Rey era una fiera dispuesta a beber i que tiene sed de la sangre de los indios, todo por culpa de los lobos feroces i carniceros cobradores del tributo. Loas antes al Rey. loas después de declararlo fiera dispuesta a beber la sangre de los indios. La defensa de curas ha sido considerada caro una obra de "traición" a los indios. Un profesor francés declara a esa obra "defensa de los indios de América." Duende inasible. “Zapador indígena. Indio genial. Indio ensimismado. Indio de obras crípticas. "Duende al que nadie le cogerá." Su tríptico luciferino escrito contra los jesuitas, contra los oradores sagrados, contra los clérigos intocables por entonces, hace que lo busquen, aunque asoman como obras anónimas o sin el nombre propio. Tras el Nuevo Luciano en que se burla de lo más "sagrado i respetable” dicen que lo buscaban, pistola en mano, ,algunos clérigos. Escribe el Marco Porcio Catón i se burla de sí mismo, i confunde a todo el mundo. Duende inasible. Duende al que nadie le cogerá. Viene la Ciencia blancardina donde escribe su biografía que si no se lee con atención, nadie comprenderá la estrategia de Espejo. I el se ríe. .Apenas señala donde va a herir. Llama blancardos a los blancos que le zahirieron, un neologismo que inventa, seguramente de blanco i moscarda, o moscardón, roscas verdes que proliferan en las carnes putrefactas Cuando publica sus Reflexiones sobre. las Viruelas, de nuevo persecuciones, de nuevo destierros, de nuevo buscan las autoridades forma de liberarse del duende maldito que no les dejaba en paz, ni busco su propia paz peleando por lo que consideraba justo. Médicos i clérigos protestan. El saca copias de su obra i multiplica, por lo tanto, su conocimiento. Pero: Vanos con los presidentes: Uno, le considera peor que la peste i el mal venéreo. Pasquinero famoso. De eso no hay duda. Hay más de una prueba. Quisieron desterrarlo al Rió Tungurahua, paro dicen se llamó antiguamente el Amazonas. Huyó. Lo persiguieron, lo engrillaron, sus amigos se movieron. Obro Presidente: Autor de atroces i sangrientas sátiras. Reo de estado, libelista famoso y perturbador de la paz pública. Aunque los inteligentes detractores le quieran manso, obediente i tranquilo. Desterrado a Colombia. I otra vez a conspirar, a enseñar, a mejorar el contenido libertario de los neogranadinos. El latín subversivo de Quito era más subversivo, más impactante, más directo que el latín usado en Bogotá. SEAM0S LIBRES. CONSIGAMOS FELICIDAD I GLORIA. SALVA CRUCE En Octubre de 1.794 flamean las banderas rojas de Espejo. En enero ya estaba preso, engrillado, sin recados de escribir, con guardia permanente. Fruto, de seguro, del gran amor que le tenían las autoridades coloniales, según sus desmiticadores. Otra hipótesis que me parece errónea es aquella de que nuestro duende inasible sólo fue revolucionario del último año. El viaje a Bogotá, se dice, le hizo revolucionario. Para el año 1.781 o 1.762 ya habla escrito esa "atroz, sangrienta i sediciosa sátira" en la que
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barajaba al Rey de España i sonaba al Marqués de la Sonora. Dicen que tampoco era de él. Que un "poeta francés" la habla escrito i que Espejo sólo le acomodó unas estrofas. Vaya duende. Duende inasible. Dicen que Espejo negó haberla escrito aunque la tuvo en su poder. ¿I que querían? ¿ Que se declare autor para que le corten la cabeza? Duende al que nadie cogerá Duende inasible. Adhesión a Tupac Amaru. Amenaza de un levantamiento coco el de Tupac Amaru. Duende terrible. Duende revoltoso. En 1.787 Espejo tenía entre sus papeles El retrato del Golilla. Claro que negó ser el autor de semejante atentado contra Su Majestad Católica i sus ministros' En el levantamiento de Tupac Amaru en el pera, las autoridades procedieron brutalmente. La forma como mataron a Tupac Amaru i su familia en espantoso espectáculo público. I ese levantamiento tuvo repercusiones en Quito. Un quiteño Miguel de Tovar i Ugarte fue condenado a diez años de prisión en el Castillo de Chagre, terrible prisión colonial. Tenía 45 años cuando lo apresaron. Dos años más tarde' estaba ciego i pidió clemencia al Arzobispo Virrey Caballero i Góngora pero este cristianísimo caballero ordenó se lo trate “con más estrechez". Ciego i extenuado, escribimos ya, murió Miguel Tóvar i Ugarte que escribiera la carta a Tupac Amaru o invitándole a venir a nuestra Patria. Rara coincidencia: El retrato del Golilla proponía algo igual. Quiteño Miguel Tóvar muerto en Dicierúbre, como para que bailen los quiteños de ahora que festejan, con tanto entusiasmo, la derrota de Rumiñahui i el reparto de la tierra quiteña entre los soldados extranjeros. Pero.. era manso i obediente súbdito de Su Majestad i hasta católico ortodoxo según los desmitificadores. Duende al que nadie lo cogerá. Duende inasible. Quien dijo que los trabajadores son la flor de la juventud quiteña? pronto: apresar insurgente.
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Quien dijo: "Los miserables indios, por patrimonio i bienes de fortuna, más que sólo sus brazos, no han de tener nada que perder. Mientras no los traten mejor, no les paguen con más puntualidad su cortísimo salario, no les aumenten el que deben llevar por su trabajo, no les introduzcan el gusto de vestir, de comer i de la policía en general, no les hagan sentir que son hermanos nuestros, estimables i novilísimos siervos, nada han de tener que ganar, i por consiguiente la pérdida de ser ninguna”. Chúshiq genial. Duende inasible. ¿?Por estas frases es que un gran poeta quiteño decía en sus años viriles que nuestro Doctor Espejo era una "lechuza bolchevique? Vaya poeta equivocado. Ahora Espejo yace entre los mansos iluminados de su tiempo i nada más. I quién dijo: “Muchos de ellos no ganan los quince pesos sino en nombre. I en lauto otros muchos mestizos, europeos y criollos por al bajillo de algunos días ganan al cabo del año centenares i millares." Se opuso a que se tiranice i oprima a los indios en los obrajes, pese a que era obrajero, por ejemplo, su amigo Juan Pío Montúfar. Se opone a que "se los condene a vivir tristes i aprisionados en unos lugares inmundos i horrorosos como son los obrajes. I que del dolor, sangre i muerte de estos infelices, resulte la abundancia i la felicidad de los dueños de fábricas i telares -" Les regalo todos los ditirambos al Rey, toda la aparente sumisión a las autoridades, les regalo la negación de sus propias obras, por el humano afán de tener la cabeza sobre los hombros. Cabeza de primera clase. Cabeza de sabio como ninguno. El único filósofo que he conocido en mi Patria, dijo de él nuestro grande i querido colega, José Mejía Lequerica, otra víctima de la sociedad colonial que se moría de hambre en Quito i Guayaquil pero fue a brillar en las Cortes de Cádiz, probando el valor de los quiteños, coco lo hizo José Joaquín de Olmedo, otro quiteño que denunció el régimen colonial i la opresión en que vivían nuestros pobladores. Repítalo i no lo olvide: Espejo dijo: "I que del dolor, sangre i muerte de
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estos infelices, resulte la abundancia í la felicidad de los dueños de fábricas i telares." Llenaríamos páginas enteras con citas parecidas a favor de los trabajadores, de las mujeres que trabajan, de los indios a los que defendió contra el racismo i la inferioridad que pregonaban i pregonan hasta hoy los herederos del racismo colonial i nuevos mayordomos de la nueva Metrópoli empeñada en probar que el mundo colonial vive en la miseria no por la típica explotación capitalista, sino por la inferioridad racial de los "subdesarrollados". Por eso, más que a los médicos serios que tratan de amansar a Espejo, me gusta la "pintoresca" biografía de Enrique Garcés, Eugenio Espejo, médico i duende, donde Garcés dijo: “La alimentación le preocupaba a Espejo para acabar con los males. Quizá Espejo intuyó que no hay pueblos mejores ni peores por raza o por cultura, sino que la única verdad es que existen pueblos que corren bien i pueblos que comen mal.” Nosotros comentábamos: No sólo que lo intuyó. Lo dijo. En su abra filosófica hablaba de los bien nutridos chapetones que regüeldan bello espíritu”. En su obra médica sabía que el hambre trae tras sí la catástrofe de la enfermedad i la muerte. En las colonias inglesas los ingleses no morían i soportaban las epidemias, no así los colonizados. Habla de México donde circulaba tanto oro i tanta plata i había cantidad de mendigos cubiertos con esteras ,es decir, prácticamente desnudos. No hay duda que fue conciencia crítica de su tiempo. Pero no me queda la menor duda que desde muy atrás soñó en liberar a su Patria i a su pueblo. Sólo que, Chúshig genial, actuaba con paciencia i desde la sombra, escondido, "duende al que nadie cogerá”. Nos dijo que el conocimiento propio es el origen de nuestra felicidad. Nunca le hemos hecho caso. Siempre tuvimos los ojos afuera, i olvidamos nuestro primer deber: Concordamos nosotros mismos. Porgue "sólo se ama lo que se conoce i se defiende hasta morir lo que se quiere." Nos dijo que el orgullo nacional es otro elemento de nuestra felicidad. Alabó a los quiteños. Habló por primera vez de quiteñidad. El mismo, desde su prisión les espetó a los blancardos: Todos mis enemigos juntos no valen lo que un Espejo” Cuando escribió sus "Primicias de la Cultura de Quito" periódico boicoteado, prohibido por Su Majestad Católica desde la Metrópoli, evocaba con nostalgia, los días del Incario. Peligrosa actitud de un tipo calificado como indio por los blancardos que lo temían: "Las edades de los incas, que algunos llaman políticas, cultas e ilustradas, se absorbieron en un mar de sangre i se han vuelto problemáticas". Aquí el remate de las frases anteriores: "Pero aunque hubiéramos siempre i sucesivamente mantenido en su mano la balanza de la felicidad, ya pasaron i no nos tocan de alguna suerte sus dichas”. Este duende genial pinta al Incario corro fuente de dicha i felicidad. Parece que quisiera poner a brillar el sol de nuestros abuelos. I vanos ahora a su descripción de los que llegó luego: "Los días de la razón, de la monarquía i el evangelio, solo nos han traído una luz crepuscular, luz por la cual debemos doblar la rodilla ante el soberano augusto" ya entró el necesario ditirambo al rey, por si no le guiten la palabra. I sigue: pero... luz defectuosa, tímida i muy débil para llegar a ver i gozar del suave sudor de la agricultura, del vivifico esfuerzo de la industria ,de la amable fatiga del comercio, de la interesante labor de las minas i de los frutos deliciosos de tantos e inhexaustos tesoros”. Iluminado perfecto que alaba al incario i plantea una sociedad democrática cuando vivíamos
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una sociedad dirigida por una aristocracia corrompida i pretenciosa que detestaba el trabajo vil i proclamaba el gobierno de casta, el gobierno de las "gentes de viso i nobilísimas" sin pelo de indio, porque, como decía un autor ambateño, los criollos escupían en el rostro de la madre india i siempre se ufanaron i proclamaron su amor a la "madre Patria, España". I el llamado a los quiteños: “
Quiteños, sed felices, Quiteños, lograd vuestra suerte a vuestro turno; quiteños, sed los dispensadores del buen gusto, de las artes i de las ciencias."
Duende escondido. Duende conspirador. Duende que amenazaba con traer por aquí a Tapac Amaru. (Esto no esté comprobado: Esto le convertiría en un terrorista peligrosísimo) Reo de estado. Libelista famoso i perturbador de la paz pública, dicho por un excelentísimo Señor Presidente de la Colonia, tan "excelentísimo" cono la mayor parte de los que nos cayeron tras la Independencia que mantuvo el régimen feudal en la República, por no seguir las lecciones de Espejo: SEAMOS LIBRES. CONSIGAMOS FELICIDAD I GLORIA. SALVA CRUCE. Ponga lo de atrás, delante. Cambie el texto. Interprételo como quiera. Repita con nosotros en el mejor castellano: SEAMOS LIBRES. CONSIGAMOS FELICIDAD I GLORIA. Vale o no vale esa consigna de Espejo? ¿Debemos o no el 21 de Octubre ir a llenar de banderas rojas o banderas de la libertad, para no asustar a los pacatos ,las cruces de piedra que levantaron nuestros artesanos, frente a los templos coloniales? Mejor nos olvidamos de la libertad i la Independencia. Hay que bailar en Abril, en Julio o en Diciembre por la dependencia, por la ocupación europea; el saqueo al pueblo quiteño. Ya no somos quiteños, ni huankavilcas, ni constituyentes del Tauantinsuyu. Ahora somos ecuatorianos. Hay que olvidarse de Espejo. Peor llamarle Chúshig. Asimilarlo a los indios? Peligroso Somos “blancomestizos”. Somos ecuatorianos. Andamos tras nuestra identidad “racial”. A lo mejor la consigna de Espejo nos integre sin la zarandaja de la raza que divide a los hombres. Espejo es un pilar irrenunciable de la quiteñidad De esa quiteñidad que amanece en la tierra huankavilka, que sube con Kitumbe a fundar Quito, crisol de libertad e independencia. Aquí palpita la sangre de Rumiñahui. El luminoso ejemplo de Espejo. La palabra encendida de Montalvo, las sagradas cenizas del General de las derrotas, del "indio Alfaro”, uno de los pocos gobernantes que se empeñó en cumplir el mandato de nuestro Chúshig genial: SEAMOS LIBRES. CSONSIGAMOS FELICIDAD I GLORIA Quito, Enero 18 de 2.OO2
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