El refuerzo de la imagen social en la conversación coloquial

ALBELDA MARCO, Marta (2005): «El refuerzo de la imagen social en la conversación coloquial del español», en Bravo, Diana (ed.), Cortesía lingüística y

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ALBELDA MARCO, Marta (2005): «El refuerzo de la imagen social en la conversación coloquial del español», en Bravo, Diana (ed.), Cortesía lingüística y comunicativa en español. Categorías conceptuales y aplicaciones a corpus orales y escritos, Buenos Aires, Dunken, 93-118.

El refuerzo de la imagen social en la conversación coloquial ALBELDA MARCO, Marta Grupo Val.Es.Co. Universidad de Valencia

Resumen Palabras clave: cortesía, intensificación, imagen social, refuerzo, pragmalingüística El presente estudio pretende ser un acercamiento hacia la sistematización de los actos de refuerzo de la imagen y de sus funciones en la conversación. Los interlocutores realizan dichos refuerzos bien porque existen amenazas en su discurso hacia la imagen del oyente, o bien, por el deseo de estrechar los vínculos de relación entre ambos, sin que haya un riesgo de amenazas en la conversación. El análisis del corpus nos ha permitido trazar una distinción entre dos modos generales de reforzar la imagen: por un lado, se pueden realizar actos de habla inherentemente dirigidos a ensalzar la imagen del tú: cumplidos, halagos, felicitaciones, etc., que los consideraremos modos directos de refuerzo de la imagen del tú, y por otro lado, existen modos indirectos de intensificar dicha imagen mediante refuerzos y/o apoyos a lo dicho por ese tú: a) colaboraciones con el tema (proargumentos, intervenciones colaborativas, afirmaciones); b) manifestaciones de acuerdo, ratificaciones; c) colaboraciones con la producción del enunciado del tú. Sin embargo, no es posible estudiar dichos actos al margen de su contexto verbal y de la situación de uso en la que se realizan. A tal fin se dirige el análisis de un corpus de conversaciones coloquiales del español peninsular (corpus oral de Val.Es.Co.) en el que se tienen en cuenta tanto los rasgos situacionales (Briz 1995, 1998) como las variables sociológicas de los interlocutores. Previo al análisis del corpus, se desarrolla un marco base teórico, en el que se parte de los conceptos cortesía valorizante y cortesía mitigadora, fenómenos sociales, relacionados con intensificación y atenuación, estrategias lingüístico-pragmáticas. Se trabaja con las categorías de imagen de autonomía y afiliación (Bravo 1998). En concreto, se establece una relación entre cortesía valorizante y la categoría pragmática de la intensificación (A. Briz 1998), que actúa tanto sobre la fuerza ilocutiva, como sobre la argumentación de lo dicho y sobre las relaciones sociales entre los interlocutores.

1. Introducción Como señala Held (1989: 169), en los estudios de cortesía se ha dado prioridad a la minimización o atenuación y a sus manifestaciones, dejando a un lado la investigación sobre la maximización o intensificación. Una de las principales funciones de la cortesía es el mantenimiento y estrechamiento de las relaciones sociales entre los interlocutores. Se trata de una necesidad básica del hombre como ser social, que puede llevarse a cabo de diferentes modos, todos ellos relacionados con la consideración y atención hacia la persona del tú, del alter: servicios, favores, ayudas, regalos, etc. En la cultura española peninsular que estudiamos es especialmente significativa la frecuencia de medios lingüísticos explícitos dirigidos a valorar al tú, y en

consecuencia a estrechar la relación social con él. El presente estudio se centra en los actos de refuerzo de la imagen y su presencia en conversaciones coloquiales del español. En primer lugar, se presentan los conceptos fundamentales que permitirán definir estos actos: intensificación, cortesía e imagen. Se desarrolla en concreto el concepto de intensificación y se alude a los distintos ámbitos en que actúa. Se ofrece también una propuesta provisional de sistematización de los modos de reforzar las relaciones sociales, que se logra frecuentemente como consecuencia de la intensificación de la imagen del tú. El corpus para el análisis es un corpus oral del español de la zona mediterránea, grabado y transcrito por el grupo Val.Es.Co. (2002) durante esta última década. La mayoría de las grabaciones son secretas y realizadas en situaciones comunicativas informales. 2. Intensificación, atenuación, cortesía 2.1. Fenómenos comunicativos y fenómenos sociales Con frecuencia se ha identificado la atenuación con la cortesía. Es imprescindible aclarar que atenuación e intensificación no son funciones sociales en sí mismas, aunque están al servicio de éstas (Briz 1998: 159), son categorías pragmáticas, tal y como las concibe Briz (1998). Aunque ambos aspectos pueden funcionar conjunta, habrá que reconocer la distinción entre lo que son valores sociales y lo que son estrategias comunicativas o discursivas. Intensificación y atenuación son funciones discursivas manifestadas a través de elementos lingüísticos, su ámbito de actuación y sus efectos se dan en el discurso, bien en el propio mensaje lingüístico, o bien en alguno de los demás elementos del discurso (los participantes, la situación, el tema, etc.). La cortesía, sin embargo, es un fenómeno con valores y efectos en el nivel social de la lengua, en un nivel externo, afecta a las relaciones entre seres sociales que entablan una comunicación. Es una determinada actitud social, un modo de comportarse, que con frecuencia estará dirigido hacia fines estratégicos de 1 negociación, de aceptación social, etc. Los actos corteses se pueden realizar mediante estrategias discursivas de atenuación e intensificación, por ejemplo, atenuar una amenaza para evitar dañar la imagen del tú, con la intención de ser socialmente cortés; o reforzar la imagen del tú a través de un acto intensificador de lo dicho, como sería por ejemplo el caso de un cumplido o de un halago. La cortesía refuerza la relación entre los interlocutores, y la ausencia de cortesía o la descortesía puede debilitarla. El estudio de la cortesía manifiesta que lo discursivo está al servicio de lo social. Ahora bien, intensificación y atenuación desempeñan otras funciones además de la cortesía (o la descortesía). La intensificación puede utilizarse, por ejemplo, para exagerar, para argumentar en un debate, etc. La atenuación cumple otras funciones como, por ejemplo, quitar importancia a un tema delicado, no alarmar a una persona ante una mala noticia, etc. Sin embargo, sí es cierto que la función más frecuente de la atenuación es la cortesía. En definitiva, estamos ante distintos niveles de estudio, el social por un lado, y el discursivo por otro. Existen, sin embargo, numerosos puntos de conexión entre ambos, pues el lenguaje es un instrumento social vivo, en uso. 2.2. La intensificación como categoría pragmática

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Prueba del diferente nivel de actuación y/o afectación de estos fenómenos es el hecho de que atenuación e intensificación pueden afectar al contenido proposicional de lo dicho, mientras que en el caso de la cortesía no es posible, pues esta sólo logra efectos en un nivel externo de la lengua, en la relación entre los participantes: “Las normas de cortesía determinan el estilo de la interacción verbal, pero no afectan al contenido proposicional de lo que se comunica (...) expresar cortesía no es un acto autónomo; es un acto que se efectúa como subacto del acto de habla.” (Haverkate 1994: 15).

Entendemos la intensificación como categoría pragmática, relacionada con la actividad retórica del hablante quien la emplea con un propósito determinado, “reforzar la verdad de lo expresado y, en ocasiones, para hacer valer su intención de habla” (Briz 1998: 114). Mediante la intensificación se realzan uno o algunos elementos del enunciado o de la enunciación, afectando a uno de estos niveles o a ambos a la vez, puesto que son las dos caras de una misma realidad. Dentro del ámbito del enunciado se intensifica la cualidad o la cantidad o ambas a la vez. Desde nuestra concepción, la intensificación da un paso más allá de la semántica, afecta al marco de lo dicho o sugerido en la expresión lingüística y “a su vez implica una valoración, que en ocasiones tiene consecuencias conversacionales” (Briz 1998: 126). La intensificación opera en distintos niveles del lenguaje en función de la finalidad hacia la que se oriente. Se pueden intensificar, así, los actos ilocutivos, los argumentos o las relaciones sociales, de modo que obtenemos tres formas de intensificación: Intensificación de la modalidad o de la fuerza ilocutiva: también denominada intensificación del compromiso o intensidad obligativa (Meyer-Hermann 1983, 1988), a través de ella se aumenta la fuerza ilocutiva del enunciado emitido. Por ejemplo, a través de modalizadores del tipo en serio, te lo prometo, etc. Intensificar la modalidad es una manera de evaluar, de valorar el decir o lo dicho, de tal manera que se refuerza la implicación del hablante en la comunicación. Intensificación argumentativa: se trata del refuerzo mediante argumentos, se intensifican ideas u opiniones, propias o del otro interlocutor, por ejemplo insistiendo en algo, ofreciendo distintas perspectivas de una misma idea u opinión. En la negociación del acuerdo, el empleo de estrategias de intensificación con frecuencia se pone al servicio de una actividad argumentativa. Intensificación de la imagen del interlocutor y de las relaciones sociales: las estrategias de intensificación social se dirigen a reforzar los lazos sociales. Este es el punto de encuentro entre intensificación y cortesía, lo que supone adentrarnos en la función social del lenguaje, situarnos en el plano de las relaciones sociales entre los participantes de la enunciación. Para los casos de intensificación social se empleará el término refuerzo, el refuerzo de las relaciones sociales se puede lograr bien mediante elementos 2 intensificadores lingüísticos o bien sin hacer uso de ellos. Así, por ejemplo, una persona puede intensificar o reforzar su relación con otra cuando le agradece un servicio (Gracias por haberme ayudado), o también cuando halaga su imagen mediante una alabanza, por ejemplo (Hoy llevas un traje precioso). En el primer ejemplo se ha realizado un acto cortés que refuerza la imagen del interlocutor sin que se haya producido una intensificación pragmalingüística, en el segundo ejemplo el refuerzo de la relación social se ha logrado mediante un acto cortés que es, a su vez, un recurso intensificador comunicativo. En consecuencia, lo que se ha llamado refuerzo social se conseguirá en este segundo caso a través de una intensificación pragmalingüística, pero ésta será sólo una de las formas de su realización. De esta manera queda más claro el ámbito de estos dos tipos de intensificación: intensificación comunicativa: refuerzo de alguno de los elementos del discurso lingüístico con un determinado fin.

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Vid. al respecto el trabajo de Held (1989). La autora estudia las relaciones entre la cortesía y lo que ella llama maximización; se sirve de este último concepto para explicar tanto la maximización de las amenazas a la imagen, como la maximización de la cortesía positiva (más o menos lo que nosotros llamamos cortesía valorizante). Entre otros aspectos, el resumen de lo que la autora entiende por maximización es “any kind of verbal utterance which is strengthened, intensified o focussed in order to increase the obligations it establishes on the illocutionary and on the interactional levels.” (Held 1989: 168).

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refuerzo social: cuando refuerza un elemento concreto del discurso extralingüístico, la imagen del oyente. Intensificar la imagen del tú ocasionará, a su vez, la intensificación o estrechamiento de las relaciones sociales. Entiéndase por ello que, si formulamos un cumplido como por ejemplo, me ha parecido brillante tu conferencia, efectuamos dos tipos de intensificación, una más básica, de carácter inmanentemente lingüístico, mediante el adjetivo brillante (intensificación o maximización, en el sentido de Held 1989), y una intensificación (refuerzo) de las relaciones sociales entre los dos interlocutores. La intensificación del primer tipo suele ser el recurso pragmalingüístico más frecuente para realizar la segunda. 3. Los FFAs y los FTAs. Cortesía valorizante y cortesía mitigadora 3 3.1. FTA, FFA Dentro de la función social del lenguaje, la cortesía realiza una tarea fundamental. Según los postulados de Brown y Levinson (1987), el punto de partida de la cortesía es la necesidad de facilitar las relaciones sociales y compensar la agresividad o amenaza de la imagen social de los participantes. Dicha imagen, cuya amenaza debe ser reparada, ha sido vista desde dos perspectivas: imagen positiva e imagen negativa. En función de cuál de las dos sea amenazada o dañada, las estrategias para repararla, según Brown y Levinson (1987) serán: - estrategias de cortesía positiva, si las amenazas van dirigidas a la imagen positiva. - estrategias de cortesía negativa, si las amenazas van dirigidas a la imagen negativa. Tal y como se desprende de lo anterior, estamos ante dos correlaciones: - imagen positiva ~ cortesía positiva - imagen negativa ~ cortesía negativa Desde nuestro punto de vista, sin embargo, no creemos que se identifiquen los tipos de cortesía con los de imagen, más bien deberemos distinguir entre actividades de imagen y actividades de cortesía (Bravo 2000; Hernández-Flores 2001). Las actividades de imagen pueden funcionar como corteses, pero estas últimas no incluyen todas las posibles y variadas actividades de imagen. Así pues, siguiendo la terminología de Brown y Levinosn (1987), para la que más adelante se propone una alternativa, se distingue a. por un lado, actividades corteses: según su orientación, podrán ser de: - cortesía positiva, si las estrategias corteses refuerzan la imagen sin que sean llevadas a cabo por motivos negativos, es decir, no hay posibles amenazas (p. ej., los cumplidos, los agradecimientos, halagos, etc.). - cortesía negativa, si las estrategias se originan por la existencia de posibles amenazas. b. por otro lado, actividades de imagen: donde se distingue imagen positiva/ imagen negativa. Ambos tipos de cortesía (a) pueden referirse a ambos tipos de imagen (b). KerbratOrecchioni (1992: 178) manifiesta así las relaciones entre imágenes y tipos de cortesía, y distingue cuatro tipos básicos de cortesía: 1. cortesía negativa orientada a la imagen negativa 2. cortesía negativa orientada a la imagen positiva 3. cortesía positiva orientada a la imagen negativa 4. cortesía positiva orientada a la imagen positiva. Brown y Levinson (1987: 130) ofrecen una visión negativa de las relaciones sociales; según ellos, cualquier intercambio comunicativo es potencialmente amenazante, y la misión de la cortesía sería únicamente reparar, mitigar o evitar esas amenazas. De acuerdo 3

Con FTA nos referimos a face threatening acts (Brown y Levinson 1987) y con FFA a face enhancing acts (Kerbrat-Orecchioni 1996).

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con Bravo (1996, 2000) y Kerbrat-Orecchioni (1994, 1996) , se trata de una concepción excesivamente pesimista de las relaciones sociales que defienden Brown y Levinson, concepción “agónica”, en la que está siempre presente un potencial de agresividad a la imagen. Bravo señala que “(...) el ser consistente con la imagen no se limitaría sólo a establecer la relación entre amenazas y atenuaciones, sino que buena parte de los esfuerzos comunicativos están dedicados a la confirmación de la imagen social de los participantes. (...) existen otras estrategias que tienen que ver con la cortesía y que no son atenuadoras” (Bravo 2000: 1504-1505). Piénsese por ejemplo en el hecho de que solicitar de alguien la opinión sobre un trabajo realizado por uno mismo es confirmarle su imagen de experto en la materia (Bravo 2000: 1505). De la misma opinión es Hernández-Flores: “yo creo que la razón para ser cortés no se limita a la amenaza de la imagen de los interactantes como afirman Brown y Levinson. Desde mi punto de vista la cortesía puede ser usada para aumentar y estrechar las relaciones entre los interlocutores según la particular ideología del grupo (...))” (Hernández-Flores 1999: 38). En vez de emplearse por razones conflictivas, puede ser usada para alcanzar una amistosa y agradable interacción (Hernández-Flores 1999: 42). Carrasco Santana (1999: 15) sugiere la expresión cortesía valorizante para referirse a la producción de actos inherentemente corteses, que pretenden producir un 5 efecto positivo en el interlocutor. Kerbrat-Orecchioni, junto a los FTAs de Brown y Levinson (1987), propone la existencia de FFAs (face flattering acts) o actos de refuerzo de la imagen, los cuales no funcionan a modo de reparación o compensación al daño o agresión sufridos por la imagen, sino que son un comportamiento estimulante y positivo para la relación interpersonal. Ya Leech (1983: 104-105) se refería a estos actos corteses en los que no hay lugar a amenazas, pues son acciones intrínsecamente corteses (p. ej. agradecer, felicitar, saludar), donde el objetivo ilocutivo coincide con el objetivo social. 3.2. Tipos de imagen Los estudios de Bravo (1996, 1999, 2000), entre otros, han cuestionado el valor universal de los primeros modelos de la teoría de la cortesía (Lakoff 1973, Leech 1983, Brown y Levinson 1987), proponiendo una alternativa. Según Bravo, “las relaciones entre el Ego y el Alter que se plasman en el concepto de imagen podrán reflejarse en actividades supuestamente motivadas por dos necesidades humanas como las de autonomía y 6 afiliación” (Bravo 1999: 160). Son dos categorías vacías que se concretan en cada una de las culturas particulares y donde no es posible establecer a priori el repertorio de sus comportamientos. La autonomía alude al hecho de que la persona es vista con un contorno propio dentro del grupo. La afiliación se refiere a todo aquello que permite identificarse con el grupo, es decir, percibir y ser percibido por la gente como alguien que forma parte del grupo. En el caso de la sociedad anglófona, el concepto de autonomía será ocupado por el contenido de negative face, y el de afiliación por el de positive face, en el sentido de Brown y Levinson (1987). Para el español, uno de los contenidos de la autonomía es la autoafirmación (Bravo 1996: 63; Hernández-Flores 1999: 40-42). Con autoafirmación se refieren al deseo de la persona por distinguirse del grupo y verse frente a él como alguien 4

Vid. al respecto también los estudios de Bravo (2000), Hernández Flores (2001), Carrasco Santana (1999). Entre otros, también defienden esta postura, Boretti (2001: 97) y Haverkate (1994); este último señala: “merece la pena añadir que los efectos producidos por estos actos [corteses] no pueden ser cancelados. Sólo los actos que ocasionan efectos negativos para el interlocutor pueden anularse verbalmente mediante la disculpa, la excusa o el perdón” (Haverkate 1994: 82). 6 La propuesta de Bravo ha sido adoptada en diversos trabajos, así por ejemplo, Boretti (2001) y Cordisco (2002) para el español de Argentina, Placencia (2001a, 2001b) para el español de Ecuador, Murillo (2002), para el español de Costa Rica, y Briz (2002) y Hernández-Flores (2001, 2002) para el español de España. 5

original y consciente de sus cualidades sociales positivas, que le permitirán destacarse del grupo y expresar sus opiniones persuasivamente y con fuerza. Por otra parte, uno de los contenidos de la afiliación en la cultura española es la confianza (Bravo 1996: 63; Hernández-Flores 1999: 40-42), entendida como la proximidad o el sentido de profunda familiaridad. La expresión o sentido de una mayor confianza supone una mayor integración en el grupo; en España la confianza es sentida muy positivamente, pues permite hablar abiertamente. La falta de confianza es sentida como distancia, y ello se 7 evalúa negativamente en un contexto de amigos o parientes (Hernández-Flores 1999: 40) . Así, por ejemplo, el dar un consejo en una sociedad española puede ser manifestación de autonomía, pero también de afiliación: el hablante expresa sus ideas y a la vez da un consejo porque se siente en confianza ante su/s oyente/s (Hernández-Flores 1999: 41). Autonomía y afiliación no deben considerarse como categorías opuestas, ya que aparecen relacionadas en muchas actividades de imagen. Según la propuesta de Brown y Levinson dar consejo suponía una amenaza a la imagen negativa del interlocutor, puesto que se le presiona a la realización de algo; así entendido, dar consejo es una imposición. Si consideramos la autoafirmación como contenido de la autonomía, entonces la amenaza no siempre se produce. Dar consejo se percibirá como la posibilidad de decir ideas propias, 8 que es una muestra de autoafirmación . En una situación de proximidad, que el yo dé un consejo también supone confianza, ya que quien da el consejo manifiesta que su receptor le proporciona el clima de confianza suficiente para realizar este acto. Es más, el hecho de 9 dar un consejo hace que se refuercen los lazos de amistad en un contexto de familiaridad. Para evitar el problema de la no universalidad de los conceptos imagen positiva y negativa 10 de Brown y Levinson (1987) en este estudio se adopta la alternativa de los conceptos de autonomía y afiliación como contenidos y necesidades universales de imagen. Del mismo modo que los contenidos de imagen varían según culturas, también las amenazas varían según las culturas. En ellas, además, aparte de los esquemas culturales influyen otros conceptos como el contexto, las relaciones de familiaridad, etc. Por otro lado, introducir 7

Bravo (1999) sostiene que las categorías de autonomía y afiliación se concretan en cada cultura en función del conocimiento de ciertas convenciones sociales de los hablantes de esa lengua, es decir, de sus premisas culturales. En relación al español de España, Bravo señala, entre otras las siguientes: - se valora ser original y consciente de las buenas cualidades propias - la imagen que uno tiene de sí mismo y el aprecio de los otros confirman sus cualidades positivas - tolerancia hacia la expresión de opiniones - grandes esfuerzos en comprometerse con lo dicho: esto supone una mayor fuerza de convencimiento sobre su interlocutor - los conflictos no suponen en España que la relación social no sea aceptada y fructífera. Muchas veces esto crea lazos interpersonales positivos - la relación social se establece por grados de confianza. En función de esa confianza existen situaciones en que se puede hablar sin temor a ofender (Bravo 1999: 168-170). 8 En el caso del consejo, la autonomía se manifiesta en el yo-hablante, y respecto al tú supondría bien la preocupación por el otro –cortesía– o bien la intromisión en su terreno personal –amenaza para Brown y Levinson (1987). Está claro que habría que tener en cuenta la situación contextual de la interacción de la que se trate, y muy en particular, la relación de proximidad entre los interlocutores. Debe tenerse en cuenta también que el hecho de que uno de los interlocutores no calcule bien los parámetros de proximidad, distancia, poder, etc. podría originar una agresión a la imagen del otro: podemos dar un consejo a alguien con quien creemos tener confianza y no ser así, y que ello le siente mal, produciéndose una ofensa (ha habido un malentendido); del mismo modo, podemos dar un consejo a una persona con la que tenemos plena confianza y que se enfade porque le resulte injusto. 9 Reforzar estos lazos sociales no siempre tiene que ver con la cortesía. 10 De acuerdo con Bravo (1999: 159), “la división en los aspectos positivo y negativo de la imagen social no es universal”. Dicha autora considera la imagen como aquello que tiene que ver con “el compromiso del hablante con su yo social” (Bravo 1999: 181), que “da cuenta de la actuación del individuo frente a otros individuos” (Bravo 2000: 1503).

esta alternativa al concepto de imagen positiva y negativa de Brown y Levinson, permite a la vez explicar el funcionamiento de la cortesía no sólo como reparación de amenazas sino también como actos que refuerzan la imagen de los participantes sin que exista un sentido inherente de amenaza. 3.3. Cortesía valorizante y cortesía mitigadora Teniendo en cuenta lo anterior, se adopta la clasificación de la cortesía planteada por Kerbrat-Orecchioni (1992, 1996), quien atribuye un carácter abstencionista o compensatorio a la cortesía negativa, mientras que considera que la cortesía positiva es produccionista. La cortesía negativa “consiste en evitar producir un FTA o suavizar su realización –tanto en lo que concierne a la imagen negativa (ej.: orden) como a la imagen positiva (ej.: crítica) del destinatario” (Kerbrat-Orecchioni 1996: 54). La cortesía positiva “es, al contrario, de naturaleza poduccionista: consiste en efectuar un FFA para la imagen negativa (ej.: regalo) o positiva (ej.: cumplido) del destinatario. (...) la cortesía positiva ocupa un lugar en el sistema global tan importante como la cortesía negativa: mostrarse cortés en la interacción es tanto producir FFAs como suavizar la expresión de los FTAs.” (Kerbrat- Orecchioni 1996: 54). La presrente propuesta toma los conceptos de dicha autora, pero empleando una terminología que nos refleja mejor el contenido de estos conceptos: se empleará la expresión cortesía mitigadora para designar la cortesía de carácter negativo, es decir, la cortesía que convive con un posible riesgo de amenazas y se dirige a evitarlas o repararlas (cfr. Carrasco Santana 1999: 22). A la cortesía de carácter positivo, no originada por un posible riesgo de amenazas, se la denominará cortesía valorizante, puesto que se preocupa de producir actos corteses, es creativa y produccionista. Si se considera que ambos tipos de cortesía pueden orientarse tanto a la imagen de autonomía como a la de afiliación, la propuesta resulta del siguiente modo:

Cuadro 1 de autonomía valorizante de afiliación CORTESÍA de autonomía mitigadora de afiliación

4. Sistematización de los medios pragmalingüísticos para reforzar la imagen Se denominarán actos de refuerzo de la imagen los actos de cortesía valorizante (halagos, cumplidos, alabanzas, agradecimientos, manifestaciones de acuerdo, etc.) que suponen valorar, reconocer o aprobar algún aspecto de la otra persona. Pueden emplearse bien aisladamente, o bien acompañando a actos amenazantes. Se realizan frecuentemente mediante diferentes mecanismos lingüístico-pragmáticos intensificadores, aunque no siempre. A continuación se propone una clasificación de tales actos en dos categorías, A y B, que, en numerosas ocasiones, se superponen en la misma intervención. Si bien, cabe señalar que con dicha clasificación no se pretende agotar la nómina de reforzadores de la imagen, sino simplemente presentar los dos modos generales de realizar el refuerzo de la imagen. Por otro lado, no se puede perder de vista que en último término el factor determinante es el contexto:

A. Refuerzo de la imagen del alter directamente: realización de FFAs (halagos, alabanzas, 11 cumplidos, agradecimientos, etc.). B. Refuerzo de la imagen del alter indirecto: refuerzo y/o apoyo de lo dicho por el alter B1. colaboraciones con el tema: proargumentos, intervenciones colaborativas, afirmaciones B.2. manifestaciones de acuerdo, ratificaciones B.3. colaborar a la producción del enunciado del tú. Para mostrar mejor los contenidos de esta clasificación, veamos una serie de ejemplos de 12 cada tipo . Los ejemplos (1) y (2) corresponden a refuerzos directos de la imagen, a face flattering acts (A). El primer fragmento pertenece a una conversación del corpus Val.Es.Co., [BG.210.A], en la que participan cuatro interlocutores, A, B, C y D. A y B son padres de D y abuelos de C, situados en casa de los abuelos. Obsérvese cómo los abuelos, A y D, realizan un gran número de halagos a su nieta, C: (1) [BG.210.A: 117-118; 430-437] A: ¿y lo aprobasteh todo?/ ¡ayy/ qué lista es!§ B: § sí/ listísima ((...)) A: no/ pos lo que se ehtuvo allí (( )) C: tú eh que no queríah↑/ tú eh que decíah que no se lo comprara↓ ((y yo estaba aquel día que no me veía))// ya sabeh que te dijee haberle- haberle ((sujetao)) que no se hubiera sacao el carnée/// porque [eh verdad→] A: [tú]/ tú sabeh mucho/ ereh mu(y) lihta ((...)) D: MU(y) LIHTA (2) [IH. 340.A: 4-16] Los interlocutores son A y V, hermanas, A se ha comprado una casa, que se la está mostrando a V, y la está acabando de amueblar. También en este caso se realizan halagos, pero esta vez referidos no a la persona sino a los objetos adquiridos por ésta, de manera que lo que se pretende halagar es el buen gusto de A, y en consecuencia, la coincidencia con los gustos de V: V: ¿no tienes la lámpara que parece una escultura?§ A: § no↓¡uy!/ esa va a tardar un mes ((...)) V: ¿no? cuenta// la verdad es que es muy bonita ¿se parece a la mía?/// ¿eh? ¿tú has visto la mía?/ ¡OSTRAS! ¡QUÉ MOONA!//¡QUÉ GRACIOOSA!§ A: § mira cómo se ((queda)) V: ¿cómo la has encendido↑?§ 13 A: § tocando (3”) V: ¡ay! pues sí/ sí que [ilumina=] A: [es un mue(ble)] V: = ¡qué cosa más bonita! ¿eh? ¡qué original!

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Esta propuesta no asume que se asocien formas lingüísticas a funciones; por ejemplo, el hecho de halagar podría manifestarse lingüísticamente en una invitación, o en un consejo. Piénsese por ejemplo en el caso de un profesor aconsejando a un alumno: Deberías presentarte a subir nota, estoy seguro de que puedes. 12 Están marcados en negrita los rasgos que en cada caso nos permitirán resaltar el fenómeno al que nos referimos. 13 B hace un gesto que demuestra cómo encender esa lámpara.

Es evidente en estos casos que el empleo de los halagos y cumplidos va dirigido a reforzar la imagen de afiliación de los interlocutores. Estos actos son manifestaciones de la autonomía del que habla, pues expresan su opinión, que a su vez, integra más en el grupo tanto al hablante como al oyente. A continuación se muestran actos de refuerzo indirecto de la imagen del alter (tipo B). En los ejemplos (3) al (5) se recogen muestras de “colaboraciones con el tema” (B.1). Los interlocutores activos de la conversación [MT.97.A1] son tres mujeres, amigas, que están hablando en una sala de estar de profesores. (3) [MT.97.A1: 225-241] C: nosotros estamos acostumbrados o- a recordar el pasado↑ o a pensar en el futuro/ y no a vivir el presente/ NADIE vive el PRESENTE ((...)) B: y entonces decimos a ver si el futuro es mejor ((...)) llegan las fiestas y dices que el año que viene te traiga muchas cosas buenas quee- que pases unas felices fiestas/ o sea que→§ C: § entonces claro siempre estamos o recordando el pasado o pensando en el futuro ((...)) en vez de vivir en el presente En la conversación [MT.97.A1] son frecuentes los actos colaborativos, especialmente entre B y C, que continuamente refuerzan su afiliación en cuanto a la amistad que profesan. En (3), C introduce una opinión que rápidamente es apoyada por B con un “proargumento”, es decir, una idea o argumento a favor de lo dicho por otro interlocutor, en este caso, B ofrece un ejemplo a C de cómo nadie vive el presente sino más bien se dedica a desear un futuro feliz. (4) [MT.97.A1: 274-276] A: que no es lo mismo/ o sea no puede funcionar bien eso nunca/ jamás§ B: § ya te digo/ y por el ordenador y por internet que se pueden hacer conexiones para negocios↑ para cosas↑ informaciones La expresión de B, ya te digo reafirma y muestra conformidad con la opinión de A. Además B introduce a continuación un argumento de apoyo a la opinión de A, aunque también a la propia (5) [MT.97.A1: 490-508] A: ((...)) estos temas son peligrosos cuando estás casada que es mii situación/ porquee si intoxicas mucho a la familia puede que te manden fuera o sea/ porque tengo amigas que se han separao↑ ((...)) A: pero es que era una persona que se levantaba y decía claro porque tu saturno14 no sé cuántos (RISAS) ((...)) C: eso no hay quien lo aguante B: como- como el que es un experto nu- nutricionista y le- y le sacas una tortilla de patatas y dice no porque esto tiene tantas calorías y di- mira a mí no me cuentes eso/ si quieres comes y sino te lo dejas pero a mí no me amargues la comida diciendo que la lechuga tiene dos calorías B introduce un argumento colaborativo al tema que A está defendiendo y con el que ella misma y C también están de acuerdo: resulta muy pesado que una persona hable continuamente con su familia sobre los temas de los que es especialista. El argumento colaborativo en este caso es un ejemplo del argumento que sus interlocutores A y C están defendiendo. 14 Nombre común referente al mundo de la astrología.

Respecto a las manifestaciones de acuerdo (refuerzos del tipo B2), cabe decir que en un alto porcentaje el acuerdo se expresa mediante el marcador discursivo claro. En [EL.116.A.1] tenemos una relación de parentesco entre los interlocutores, B es la tía de A; están tratando sobre problemas del matrimonio: (6) [EL.116.A.1:128-133] A: ((...)) y dice aquí teníamos que tener una alfombra y digo DE ESO NADA/ tú tus zapatillicas al lao de la cama// a mí me encantaría- [esa habitación que tiene→ sitio=] B: [CLARO↓ ¡UY ya lo creo!// pero no] A: = para poner los pies y TOdo// te enseñan [te enseñan (( ))] B: [¡uy! claro que te enseñan] (7) [EL.116.A.1: 204-211] B: porque me sentó muy mal// o sea porque él va y se compra una camisa y viene ¡uy mira!/ es verdá que es muy mirao/// ¡uy! camisas a seiscientas pesetas↓ m'he comprao cuatro o cinco porque a seiscientas pesetas↑ se las compra de- de reBAja↓ y no es por [aa- racaneAR es que es así dice que para el trabajo=] A: [sí sí que no↓ que no que no↓ quee→] B: = se le estropean y que [no no quiere ((caras))] A: [no no (( ))] En el fragmento anterior, (7), el acuerdo es curiosamente manifestado a través de la negación. La negación de A en estos casos no niega lo dicho por B sino que lo reafirma (refuerzo del tipo B1), manifestando así su acuerdo; precisamente lo que se está negando es el mismo hecho que A niega, y por tanto, lo que B hace es reforzar dicha negación. Los ejemplos (8) al (11) pretenden mostrar el tipo de refuerzo (B3), el hecho de que el interlocutor sea cortés con el otro participando afiliativamente en la producción formal del enunciado. Las razones de la ayuda pueden ser de diverso tipo: hacer ver que se sabe o predice lo que va a decir el otro, adelantándose a él y produciéndolo (ejemplos 8 y 11), o como en el caso de (9), explicitando la palabra o la expresión que a la otra persona en ese momento no se le ocurre o se le olvida. (8) [MT.97.A1: 95-96] A: y ahí/ se distingue- para mí distingo la persona que dices [es buen vidente=] C: [(buen vidente)] A: = o→/ pues mira uno más/ quee hace lo que puede (RISAS) (9) [MT.97.A1: 158-159] B: ((...)) las malas intenCIOONES↑ y todas esas cosas↓ necesitamos/ uun→ no sé§ C: §un consejero§ B: § alguna cosa↓ unn-/// no sé// pues un juego/ o un consejero↑/ o- o algo↑ que nos ayude a conseguir/ lo que queremos↓ (10) [MT.97.A1: 267-271] B: por la televisión↑/ se anuncian todos esos brujos entre comillas ((...)) que son consultorios de esos§ A: § de disquet§ B: § de disquet A se encarga de ayudar a B a matizar lo dicho, concretando el pronombre neutro eso. Además se realiza una repetición colaborativa, que refuerza la imagen de afiliación. (11) [MT.97.A1: 432-436]

A: [el- el problema] es este/ porque se pierde el vocabulario↑/ y se pierde además de contagio/ yo te lo digo muchas veces que/ yo tengo hijos jóvenes↑y entonces/ oyes expresiones↑// y bueno↓ tanto las oyes que hay veces que§ C: § las usas claro [las usas] A: [¡pam!15 allá van] En definitiva, como muestran los ejemplos de cortesía valorizante, y frente a la propuesta de Brown y Levinson (1987), se realizan acciones de cortesía en las que no hay siquiera potencialmente amenazas y cuya finalidad es únicamente reforzar los lazos sociales entre los interlocutores (vid. también las tesis de otros autores como Kerbrat-Orecchioni (1996), Bravo (1999), etc.). Una consecuencia inmediata de esta idea es que la atenuación no es la categoría pragmática por excelencia en las relaciones corteses, sino que en muchas ocasiones se hace uso de estrategias de intensificación para mostrar cortesía. Además, mediante la realización de FFAs se suele conseguir un mayor refuerzo de las relaciones sociales que cuando se evitan FTAs (Kerbrat-Orecchioni 1996). 5. Análisis de un fragmento conversacional. Muestra de la función global de los actos de refuerzo de la imagen. En el análisis del discurso, en este caso de conversaciones coloquiales, encontramos habitualmente actos de refuerzo de la imagen que persiguen o se ordenan hacia un mismo propósito (Briz 1998: 138-141). Ocurre sobre todo en conversaciones cuyo tenor funcional predominante es interpersonal, y más en concreto, socializador, frecuentemente entre 16 familiares y/o amigos. En estos casos los diversos recursos de intensificación ocupan un papel principal, no son simples elementos subordinados al fin de la conversación, sino que el propio fin es ser cortés, intensificar la relación social. En este sentido analizamos a continuación un fragmento de la conversación [G.68.A.1+ G.69.B.1: 48-155], en la que intervienen dos mujeres: P, quien le está contándole a C, su cuñada, la operación del niño de Mª Angeles (no presente en la interacción). Veamos cómo C, destinataria del relato, para mostrarse cortés con P manifiesta su colaboración en la conversación e interés por lo que P está contando.

15 Interjección, con el sentido de „las pronuncian‟. 16

Hernández-Flores (2001: 102 y ss.) explica que justamente las conversaciones entre familiares y amigos son uno de los medios más eficaces por los que las personas actualizamos los vínculos sociales y afectivos, “campo propicio para desempeñar la cortesía, al ser ésta un medio de satisfacer las necesidades de identidad social (la imagen) de los hablantes” (N. Hernández-Flores 2001: 102).

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47

C: ¿qué me estabas diciendo del chiquillo? P: nada/ quee lo operaron/ lo tuvieron que operar↑/ porque tenía una hernia en un testículo§ C: § PO[BRECITO] P: [y- y] le dijeron// lo llevó Mari Ángeles a un ciirujano↓ y le dijo dice bueno/ esto puede pasar// dice porque↓ si fuese mayor↑/ aún aún/ pero aún es pequeñito// pero luego lo he llevao a este y dice NOO/ si fuese de ombligo↑/ le dejaríamos que el niño→§ C: § se fuera desarrollando§ P: § se fuese desarrollando dice pero esTO/ YA// dice porque el niño se le puede estrangular P: ((...)) eent- entonces pues lo prepararon/ y→ ((le)) dice entonces ¿cuándo lo tengo que llevar? y el cirujano dice/ pues mira/// HOY tengo quirófano/ si quieres ahora→ pero ella está de baja casi dos meses/ con lo de las cervicales§ C: §¿Mari Ángeles?§ P: § Mari Ángeles/ enton(ces) C: ¿de cuál? ¿de estar tanto en la caja y coger o eso↑/ oo→ P: bueno/ ella ya lo lleva eso→/ no saben si de un golpe que se dio/ o de nacimiento/ o de qué// tiene como un esguince§ C: §YA P: entonces/ le- le dijo el cirujano/ hoy tengo quirófano/ si quieres→/ Mari Ángeles// dice noo/ hoy no porque tengo yo que ir/ a hacerme unas placas C: YA P: entonces// le dice bueno/ pues el martes siguie(nte)→ al martes siguiente creo que tuvimos que ir// y nada/ dice te estás aquí a- a las ocho dee- de la noche↑ de siete y media a ocho↑/ y dice y a las nueve lo operamos// y así hicimos/ fueron a recogerme a mí al trabajo↑ ((...)) me recogieron↑ y fuimos§ C: § como es tan CHIQUITÍN ((...)) P: y- y- y nada/ (y) dice pero cuando lo pinchemos/ lo más seguro→ así fue/ unos gritos/ UNOS gri[tos↑ ((por fuera))] 17 C: [(RISAS)] me acuerdo cuando pinchaban a este P: sí§ C: § que le tenían que sacar la vena↑/ ¿sabes de dónde? P: sí ((...)) pues unos gritos que pa qué/ y se iba oyendo ya el grito con me[nos fuerza (( )) con menos fuerz(a)=] C: [claro/ que lo- ya- lo- iba durmiéndose] P: = pero estuvieron casi una hora en la operación// y nada ((...)) salió el cirujano →/ dice todo ha salido estupendo↓ Mari Ángeles/ pero va a salir igual que ha hecho/ llorando y chillando// claro/ dice y de momento no te va a conocer/ porque como está con l’anestesia↑ 18 C: no- no gilan bien [o sea no (( ))] 19 P: [y eso (( ))] así que cuando salía →/ chillando y llorando/ buáa/ y venga a llorar/ UNAS LÁGRIMAS// y claro↓ se acercó Mari Ángeles ↑/ y ¡CARIÑO!/ y ¡CARIÑO!/ y él/ se abrazó a su madre ↑/ acercó a la cara así ↑/ así (( )) y no la desapegó C: (RISAS) ¡ay qué bo- ay!/ ¡qué bo[nito!] 17

Se refiere a J. Con el sentido de “ver”. 19 Imitación del llanto de un niño. 18

48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66

P: [y por] la voz C: y por la voz§ 20 P: § y hacía así/ con los ojitos↑// pero claro/ él no veía → se ve↓ bien a su madre/ y se apegó a su madre/ y el- luego el ayudante del cirujano nos decía/ allí dentro 21 os hacía así/ aaaa/ que lo sacaran fuera// y a su madre le hizo igual/ cuando lo sacaron 22 le hacía/ aaaa / ((porque)) le habían hecho mal (( )) C: (RISAS) y no quería ir allí más/// [seguro] P: [así que] luego vino la chica/ estaba allí también la chica que lo cuida↑// dejó a su madre↑// y se atiró a la chica/ cogido al brazo llorando →// [ahí al cuello→/ sin quitar (( ))] C: [¡aah!/ ¡ay! claro↓] porque le tiene mucho cariño/ [la que lo cuida com(o)cuando Mari Ángeles traBAJA] P: [sin quitar (( ))// sin ((quitar)) sin] apartarle la cara// de su cara y me [(( ))=] C: [le tiene cariño/ claro] P: = y llorando y llorando y llorando/ que yo digo oye/ en lo pequeñito qu’es/ cómo demuestra el mal que le han hecho y el cariño que le tiene→ así como diciendo no me sueltes↑ [que (( ))=] C: [que no me hagan otra vez nada así]

20

P mueve las órbitas de los ojos. Imitación del llanto de un niño. 22 Imitación del llanto de un niño. 21

Se destacan a continuación las estrategias que apoyan y/o refuerzan indirectamente la imagen del alter:  Argumentos que refuerzan la cooperación con lo dicho por P y/o muestran el acuerdo (estrategias B1 y B2): - como es tan CHIQUITÍN (25): intervención colaborativa de C en la que apoya lo que P está contando. - claro/ que lo- ya- lo- iba durmiéndose (33): claro expresa el acuerdo, y a su vez, se ve reforzado por un argumento que lo apoya. - y no quería ir allí más/// seguro (48): C da la razón a P al imaginar el deseo del niño operado. - ¡aah!/ ¡ay! claro↓ porque le tiene mucho cariño/ la que lo cuida (52-53): dos exclamaciones unidas al claro, que además introducen un argumento que refuerza lo dicho por P. - le tiene cariño/ claro (57): se repite el mismo argumento anterior. Con todos estos argumentos de apoyo a lo dicho, C manifiesta interés por lo que se dice; al reforzar lo dicho por P se refuerza su imagen.  Comentarios valorativo-emotivos que muestran el deseo de equiparar sus sentimientos con los de P (estrategias B1): - POBRECITO (3) - ¡ay qué bo- ay!/ ¡qué bonito! (41)  Otro modo es la simple retroalimentación de la conversación a través de marcadores del discurso y otras partículas (estrategias B1): - ya (líneas 17 y 20): hace que la conversación avance, pero además es una muestra de conexión con lo dicho, manifiesta que se está siguiendo el diálogo, y que además lo comprende.  Otras formas de manifestar el acuerdo y la cooperación son las intervenciones de C en las que intenta anticipar lo que P va a decir, o ayudarle a producir lo dicho (estrategias de tipo B3): - se fuera desarrollando (7) - no- no gilan bien (37): al explicar la causa de por qué el niño no conocía a su madre se está manifestando implícitamente el acuerdo con lo dicho por P. - y por la voz (43): acabar un enunciado de otro interlocutor, ayudar a formularlo o repetirlo, en este contexto, son estrategias que manifiestan la implicación de la hablante C en el tema y su interés por él. En definitiva, todas estas son manifestaciones de lo que Bravo (1999) ha denominado afiliación: “todo aquello que permite identificarse con el grupo, es decir, percibir y ser percibido por la gente como alguien que forma parte del grupo” (Bravo 1999: 160). 6. Conclusiones para la interacción cotidiana española Hemos visto que existen dos modos de reforzar la imagen de los interlocutores: - directamente, realizando FFAs hacia la imagen del interlocutor, satisfaciendo sus deseos de aprobación - ó indirectamente, manifestando acuerdo con lo hecho o dicho por el alter. Podemos decir, entonces, que manifestar el acuerdo, en ocasiones, también será una forma de ser cortés. La función que desempeñan tales actos de cortesía valorizante en el plano social es fortalecer la imagen del otro que supone, a su vez, fortalecer las relaciones

sociales, estrechar esos lazos. En estos contextos informales (situaciones de familiaridad), la cortesía actúa como estrategia conversacional, y a dicho esfuerzo contribuyen los actos de refuerzo de la imagen. Con ellos se logra una necesidad básica del hombre: el hecho de que alguien exprese verbalmente a su interlocutor acuerdo y aprobación supone confirmarle como ser social. A su vez, también se consigue que “la conversación sea un lugar de encuentro placentero y cooperativo” (Boretti 2001: 97), donde se reduce la distancia social. No es necesario, pues, que existan potencialmente amenazas a la imagen para que se realicen FFAs (Bravo 2000: 1504). En situaciones de familiaridad es más frecuente el uso de cortesía valorizante (Carrasco Santana 1999: 32), pues mediante la realización de FFAs se suele conseguir un mayor refuerzo de las relaciones sociales que cuando se evitan FTAs (cfr. Kerbrat-Orecchioni 1996). En el mismo sentido, autores como Leech (1983) y Kerbrat-Orecchioni (1992, 1996) señalan que tendemos a suavizar los actos amenazantes y a reforzar los actos valorizantes: “a reinforcer celle des actes valorisants (...) hyperboliser les énoncés polis” (Kerbrat-Orecchioni 1996: 59). En último lugar, cabe insistir en que la cortesía no se vehicula exclusivamente a través de estrategias de atenuación, sino que también puede hacerse uso de estrategias de intensificación. Con este trabajo también se ha pretendido evitar una posible confusión de términos que en ocasiones se ha dejado implícita en estudios sobre el tema: atenuación y cortesía no son fenómenos equivalentes, pues tal y como se ha demostrado, se puede realizar cortesía mediante intensificación; por otro lado, no debemos olvidar que la atenuación realiza otras funciones además de las corteses. En definitiva, la cortesía es un fenómeno social, la intensificación y la atenuación son fenómenos lingüísticos. 7. Bibliografía Boretti, S. H. (2001), “Aspectos de la cortesía lingüística en el español coloquial de Argentina”, en Oralia, 4, pp. 75-101. Bravo, D. (2000), “La atribución de significados en el discurso hablado: perspectivas extrapersonales e intrapersonales”, en Bustos J. J. et alii (eds.), Lengua, Discurso y Texto, vol. II, Madrid, Visor-UCM, pp. 1501-14. Bravo, D. (1996), La risa en el regateo: estudio sobre el estilo comunicativo de negociadores españoles y suecos, Estocolmo, Academitryck AB. Bravo, D. (1998), “¿Imagen «positiva» vs. imagen «negativa»?”, en Oralia, 2, pp. 155-184. Briz Gómez, A. y Grupo Val.Es.Co. (2002), Corpus de conversaciones coloquiales. Anejo de Oralia, Madrid, Arco/Libros. Briz Gómez, A. (1998), El español coloquial. Esbozo de pragmagramática, Barcelona, Ariel. Brown, P. y Levinson, S. C. (1987), Politeness. Some universals in language usage, Cambridge University Press. Carrasco Santana, A. (1999), “Revisión y evaluación del modelo de cortesía de Brown y Levinson”, en Pragmalingüística, 7, pp. 1-44. Calsamiglia, H. y Tusón, A. (1999), Las cosas del decir, Barcelona, Ariel. Cordisco, A. (2002), “Afiliación y desafiliación: contexto cultural en el análisis de la interrupción y de sus consecuencias sociales en la interacción”, en Actas del I Simposio Edice.

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