ESCRITORES EUSKAROS CONTEMPORÁNEOS

ESCRITORES EUSKAROS CONTEMPORÁNEOS. J. B. DASCONAGUERRE. Le Golfe de Gascogne. 1 vol. Les Echos du Pas de Roland. 1 vol. Atheka-Gaitzeko Oihartzunak 1

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Médicos escritores y escritores médicos
*TRIPA5 26/5/04 16:25 Página 31 Artículos Médicos escritores y escritores médicos Physician-Writers and Writer-Physicians ■ Fernando A. Navarro R

CELTAS, IBEROS Y EUSKAROS
REVISTA 497 BASCONGADA CELTAS, IBEROS Y EUSKAROS (CONTINUACION)(1) La vocal se altera; tenemos Ach -AGA y Ach -EGA; Alz -AGA y Alz - EGA. La degr

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ESCRITORES EUSKAROS CONTEMPORÁNEOS. J. B. DASCONAGUERRE. Le Golfe de Gascogne. 1 vol. Les Echos du Pas de Roland. 1 vol. Atheka-Gaitzeko Oihartzunak 1 vol. Más de una vez se ha hecho notar en las pájinas mismas de esta REVISTA, el gran movimiento literario que en las Provincias Euskaras se nota, desde la época fatal en que todas las malas pasiones reunidas, iniciaron una violenta persecucion contra este noble país, digno de mejor suerte. Y aunque las circunstancias políticas son muy diversas, en ella, tambien la Euskal-Erria francesa toma parte en el movimiento literario y patriótico á que me he referido, cultivando con esmero la poesía euskara con poetas como el tiernísimo Elizamburu, ayudando las severas investigaciones de la ciencia con la cooperacion de lingüistas tan modestos y profundos como el canónigo Inchauspe y el capitan Duvoisin, y conservando las tradiciones, los juegos, los ejercicios varoniles, y sobre todo, el admirable idioma de los antiguos iberos, bajo el patronato generoso del ilustre sabio Mr. d’ Abbadie. Entre los escritores de la Euskal-Erria francesa ocupa preferente lugar, gracias á las cualidades brillantes de su Revista Euskara. —III.

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estilo, y á las inspiraciones siempre puras y ardientes de su amor á la tierra basca, un escritor cuyo nombre es poco conocido en esta vertiente de los Pirineos, y que yo deseo señalar á la atencion de los lectores de la REVISTA, por medio de estos lijeros apuntes, en gran parte encaminados á estrechar más y más los lazos de confraternidad entre todos los bascos, para quienes principalmente parece pronunciada la famosa frase de Luis XIV, No hay Pirineos. El escritor á que aludo se llama Mr. J. B. Dasconaguerre. Nacido en una modesta pero honradísima familia de San Juan de Luz, hizo y terminó brillantemente sus estudios clásicos en Pasajes, pasando enseguida á Paris á estudiar derecho. Durante su larga permanencia en la capital de Francia, el jóven y aprovechado estudiante demostró las especiales aficiones que más tarde habia de desarrollar con tanto fruto, asistiendo asiduamente á los cursos públicos de historia, filosofía, literatura y lenguas vivas. La amistad íntima que unia á Mr. Dasconaguerre con un sobrino de Mr. de Chateaubriand y con el duque de Malakoff, le abrió la puerta de esos círculos frecuentados por los grandes escritores cuyas conversaciones son fuente perenne de enseñanza para los espíritus atentos y observadores. Terminada la carrera con mucho aprovechamiento, regresó Mr. Dasconaguerre á San Juan de Luz, se hizo inscribir en el colegio de Bayona y finalmente, no queriendo gravar á su familia durante ese largo tiempo que los ahogados jóvenes necesitan para adquirir clientela, se estableció de Notario en LabastideClairence donde permaneció bastantes años, hasta que con el mismo cargo pudo trasladarse á Bayona, que es actualmente el punto de su residencia. En LabastideClairence consiguió dispertar de tal modo en su favor las simpatías de los habitantes, que estos en las primeras elecciones que tuvieron lugar le nombraron Consejero General (Diputado Provincial) siendo reelejido constantemente á pesar de la traslacion de su domicilio. Por ser de opiniones conservadoras, durante las últimas eleccio-

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nes fué tenazmente combatido por los amigos del Gobierno, alcanzando sin embargo un brillante triunfo. Hé aquí trazada á grandes rasgos la biografía de un hombre de bien, apreciado doblemente por sus conciudadanos como hombre público y privado, á quien tampoco han faltado las señales oficiales de la consideracion que inspira; Mr. Dasconaguerre, es, en efecto, caballero de la Legion de Honor y Oficial de Academia. Ya he indicado anteriormente la aficion á la literatura que Mr. Dasconaguerre sentia; así es que dominado por esa aficion, no es de extranar que consagrara los momentos que le dejaban libres las severas tareas de su profesion, á escribir dos libros encantadores cuyo título respectivo es el de «Los Ecos del Paso de Rolan» y «El golfo de Gascuña.» «Los Ecos del paso de Rolan» fue escrito primitivamente en bascuence con el título de Atheka-Gaitzeko Oihartzunak y dedicado al insigne Príncipe Bonaparte; siendo despues traducido al francés por el mismo autor y más posteriormente y en dos ocasiones diferentes al castellano; la última traduccion castellana ha sido hecha por D. Vicente de Manterola. El pensamiento que presidió á la publicacion de «Los Ecos» fue un pensamiento noble y levantado; el autor queria socorrer á un pobre viejo llamado Ganich (que es el héroe del libro), especie de tipo legendario en la Euskal-Erría francesa, por sus atrevidas escursiones á España conduciendo contrabando y por los servicios que prestó con grave peligro de su vida á veces, á la causa del primer Pretendiente. La caritativa intencion de Mr. Dasconaguerre se cumplió consiguiendo reunir con los productos de la venta del libro, una cantidad suficiente para producir á Ganich una renta anual equivalente á la pension de un coronel retirado. Tan magnífico resultado se debió á la cooperacion del episcopado francés, que hizo al libro referido la mejor acojida; dos cartas que he visto, suscrita la una por S. Em. el cardenal de Besançon y la otra por Monseñor el arzobispo de Alby, son la mejor prueba de ello. Este último virtuoso prelado

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decia refiriéndose al libro de Mr. Dasconaguerre. «Su interés siempre vivo y creciente, me ha impedido interrumpir su lectura. Me han agradado mucho sus hermosas descripciones, sus escenas conmovedoras, los detalles de las costumbres del país.—Antes de ahora amaba mucho los Pirineos y el país basco; vuestra publicacion aumentará todavía mi cariño.» He aquí en pocas palabras un juicio exacto de la obrita que me ocupa. Cualesquiera que sean las diferencias políticas que nos separen de Ganich, cualesquiera los juicios que nos merezca el modo de vivir de los paqueteros, es imposible dejar de experimentar simpatía á ese hermoso montañés noble, valiente, generoso, leal y religioso, tipo acabado de una raza á quien los moldes rígidos de nuestra civilizacion moderna ahogan. Voy á referir un caso que retrata fielmente el carácter moral de Ganich. En cierta ocasion iba éste conduciendo un gran convoy cargado de encaje por el desfiladero del Paso de Rolan al frente de un crecido número de hombres; de repente un destacamento de carabineros mandado por Mr. Saint-Blancart ataca á los contrabandistas; éstos en un momento hacen prisioneros á sus perseguidores y los maniatan; pero el jefe logra soltarse y descarga un pistoletazo á quema ropa sobre el pecho de Ganich; éste cae bañado en sangre, pero nó ántes de impedir que sus hombres encolerizados maten á Saint-Blancart, conteniéndoles con estas hermosas palabras. «Respetad la vida de ese hombre; ha cumplido con su deber y merece vivir.» A éste proceder debió sin duda alguna un veredicto de inculpabilidad algunos meses más tarde, cuando se le formó causa por rebelion á mano armada. «Los Ecos del Paso de Rolan» están consagrados á narrar las peripecias de la entrada de la princesa de Beira en España, con objeto de reunirse á su esposo el Pretendiente; como la vigilancia en la frontera era esquisita, los peligros de la espedicion eran grandes, pero de todos supo triunfar la astucia, la sangre fria y el conocimiento del terreno de Ganich.

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De manera que el libro es interesante; á traves de las frases cadenciosas de ese dulce dialecto labortano y merced á un estilo pintoresco y animado, nuestros ojos contemplan las bellezas alpestres del paisaje, la varonil figura de Ganich y las de sus dos robustas y animosas hermanas María y Rafaela, la acongojada silueta de la princesa de Beira, el aspecto sereno de las costumbres patriarcales, y nuestros oidos escuchan el estampido de la nube en la montaña, los ecos lúgubres de la fusilería y las aclamaciones de las tropas carlistas. El Golfo de Gascuña nos aparta por completo de la enrojecida arena de las contiendas políticas; éste libro está destinado á pintar las bellezas naturales de ese hermoso país limitado por la franja de plata del Océano y las azules masas del Pirineo; San Juan de Luz, Biarriz, Itsasu, Ezpeleta, Añoa, Sara, Saint-Pe, Ascain, Hazparren, la peña de Larun, las ruinas de Bidache y Belsunce, la gruta de Isturitz, aparecen sucesivamente con su aspecto ora risueño, ora sombrío, fantástico ó sublime. En éste libro la leyenda se codea con la historia, y las descripciones de las bellezas naturales con el relato de los trabajos de la indústria; así es que éste libro es un guía para el viajero y un poema á la vez. El estilo del autor se adapta admirablemente á éstas diversas situaciones, siendo como un limpio cristal que refleja todos los objetos del horizonte con su color y forma caracterísricos. Muchas son las alabanzas que este trabajo ha proporcionado á Mr. Dasconaguerre; pero ninguna aventaja en precision de juicio y belleza de forma á la escrita por el cardenal Donnet, arzobispo de Burdeos. He aquí la fina crítica literaria del príncipe de la Iglesia que yo no podria igualar. «He leido con mucho placer el volúmen que habeis escrito acerca de vuestro país basco. Ya se conoce que el corazon ha sido guía de la pluma. Habeis descrito esas bellas regiones con una amplitud de estilo, una elevacion de pensamiento, una viveza de imaginacion y sobre todo, un sentimiento de fé táles, que duplican su encanto é interés. Vuestra carrera, segun decís, es rá-

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pida como el vuelo de un pájaro; sin embargo nada escapa al turista á quien conducís tan agradablemente desde las orillas del golfo de Gascuña hasta las gargantas pintorescas del famoso Paso de Rolan. Aquí narrais los orígenes de las villas y pueblos, y vuestra relacion se realza con leyendas llenas de gracia como la de la vírgen de Rabastens que se refugia para evitar persecuciones criminales, en las encantadoras orillas de la Joyeuse; allá evocais el pasado de los ruinosos castillos, y se cree ver surgir sobre el derruido lienzo de las murallas la fisonomía de un señor bondadoso, ó la errante, siniestra y desesperada sombra del implacable duque de Agramont; mas lejos describis las costumbres y los usos de una raza valiente, tan fiel á las tradiciones cristianas de sus abuelos como al antiguo idioma de los Iberos..... No terminaré sin deciros que he apreciado singularmente las páginas en las que hablais con tanta elocuencia del heróico obispo de Marsella. Al pasar delante del viejo torreon que fué propiedad de sus padres, no os habeis contentado con saludar su augusta memoria y habeis querido recordar las obras de su sublime caridad. Habeis tenido razon; Belsunce no es solamente uno de los prelados más celebres del episcopado francés, sino tambien una de las glorias más puras de la humanidad, y si algunos hombres estraviados faltan al respeto que impone su admirable valor, á nosotros está encomendado el deber de bendecirle y vengarle..... Le habeis consagrado un capítulo entero en vuestro libro; yo os felicito por ello, puesto que el gran homenaje prestado al heroísmo del magnánimo obispo, recae naturalmente sobre la Religion que sabe inspirar tamañas abnegaciones.» En el libro «El Golfo de Gascuña» hay un capítulo importante que merece todo nuestro aplauso, toda nuestra simpatía, toda nuestra aprobacion y que ha producido ya resultados beneficiosos para nuestros hermanos los bascofranceses. Se titula «La emigracion bascongada» y en él se narran con un acento henchido de patriótica emocion, los males que al país y á los mismos individuos espatria-

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dos acarrea esa funesta manía de ir á buscar á América problemáticas riquezas, dejando en la tierra nativa muchas veces la aurea mediocritas de que hablaba el poeta latino. En el capítulo que me ocupa, Mr. Dasconaguerre tocó con suma discrecion y oportunidad un punto de capital importancia para la emigracion basco-francesa. La mayor parte de los jóvenes bascongados que abandonan á Francia, suelen hacerlo ántes de cumplir con los deberes de la conscripcion militar, y por esta causa, aun cuando sean muy desgraciados en la emigracion, no se atreven á regresar á sus hogares por no incurrir en las severas penas con que las leyes sancionan la obligacion de servir á la pátría con las armas en la mano. Dada la terrible crisis que atraviesan las Repúblicas de la América del Sur, la situacion de muchísimos bascongados era desesperada, porque estaban condenados á no poder abandonar aquella tierra esterilizada por tantas vergonzosas revoluciones. Hé aqui el motivo que impulsó á Mr. Dasconaguerre á hacer un llamamiento al gobierno en pro de tantos desdichados, aprovechando para ello la ocasion en que el Gabinete francés se disponia á ejercer un acto de clemencia con las hordas comunistas. No contento con esto Mr. Dasconaguerre remitió un ejemplar al almirante Jaureguiberri, basco de origen y Ministro de la Marina, suplicándole se interesara por la suerte de sus compatriotas. El bravo marino contestó á Mr. Dasconaguerre una carta amabilísima y poco despues depositaba sobre la mesa del Senado un proyecto de amnistía que fué votado por las dos Cámaras. De esta manera han quedado abier tas las puertas de la patria para muchísimos bascongados que en medio de crueles sufrimientos, habian perdido la esperanza de volverla á ver. (1) Por indiscrecion de algunos amigos particulares de (1) Suplicamos á nuestros colegas bascongados de Buenos Aires y Montevideo, hagan pública esta decision del Gobierno francés, si acaso no lo han hecho ya, en la inteligencia de que prestan un verdadero servicio umanitario. (Nota de la R.)

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Mr. Dasconaguerre sé que este entusiasta escritor tiene terminado un gran trabajo acerca de la emigracion bascongada, cuyo título, si no recuerdo mal, es el siguiente Mendigor é Izaredez trabajo que ha merecido entusiastas elogios de varias personas inteligentes que lo han leido. Porqué, pues, una obra de verdadero mérito literario y de innegable utilidad permanece inédita? La emigracion bascongada es un cruel azote que diezma al país como el cólera asiático podria hacerlo, y es preciso combatirla sin tregua ni descanso, por patriotismo y por humanidad. Mr. Dasconaguerre que tan elocuentes pruebas tiene dadas de poseer en alto grado esos sentimientos no dejará de aportar su valioso esfuerzo en pró de obra tan meritoria; por esta causa confio que el libro inédito será publicado y que Mr. Dasconaguerre se hará otra vez más acreedor al agradecimiento de sus compatriotas y á los aplausos de la crítica literaria, que hasta ahora, y con gran justicia, no le han faltado. ARTURO CAMPION.

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